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APROBADO CONSTANZA PATRICIA MÉNDEZ ORTEGÓN

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1 
 
IMAGINARIOS DE LOS ESTUDIANTES FRENTE AL CONSUMO DE SUSTANCIAS 
PSICOACTIVAS EN LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA SANTA ANA EN EL MUNICIPIO 
DE MARIQUITA-TOLIMA 
 
 
 
 
CONSTANZA PATRICIA MÉNDEZ ORTEGÓN 
 
 
 
 
Trabajo de grado como requisito parcial para optar al título de 
Magister en Educación 
 
 
 
 
Directora 
LUZ ELENA BATANELO GARCÍA 
Doctora en Ciencias de la Educación 
 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA 
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION 
MAESTRIA EN EDUCACIÓN 
IBAGUÉ – TOLIMA 
2015 
2 
 
 
 
 
3 
 
 
4 
 
 
5 
 
DEDICATORIA 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mi madre, mi esposo y mis hijos, con todo mi amor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
Agradezco especialmente a Dios, por darme el entendimiento, empeño y perseverancia 
para llevar a feliz término esta nueva meta en mi vida, porque sin la presencia de él no 
había sido posible lograrlo. 
 
A mi madre, esposo e hijos, por su apoyo incondicional durante este tiempo de estudio, 
porque a pesar de estar trabajando lejos de ellos desde hace diez años y compartir 
apenas los fines de semana, en el transcurso de la maestría estos espacios se 
redujeron, pero ellos estaban ahí, impulsándome a continuar, a no desfallecer. 
 
Al profesor Fabio Moncada, asesor inicial de este trabajo, por los conocimientos 
brindados y el tiempo dedicado. 
 
A la profesora Luz Elena Batanelo García, asesora actual, por sus conocimientos y 
acompañamiento para lograr culminar el trabajo de acuerdo a los objetivos planteados, 
pero especialmente por su calidez humana. 
 
A todas las personas que de una u otra manera aportaron y contribuyeron en la 
realización de este sueño. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
CONTENIDO 
 
 Pág. 
INTRODUCCIÓN 
 
13 
1. PREFACIO AL ESTUDIO DE LOS IMAGINARIOS SOBRE EL CONSUMO 
DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS 
15 
1.1 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA Y SUPUESTO INVESTIGATIVO 15 
1.2 JUSTIFICACIÓN 18 
1.3 OBJETIVOS 20 
1.3.1 Objetivo general 20 
1.3.2 Objetivos específicos 20 
1.4 MARCO REFERENCIAL 20 
1.4.1 Antecedentes 21 
1.4.2 Marco conceptual 26 
1.4.3 Marco legal 38 
 
2 METODOLOGÍA 
 
44 
2.1 MUESTRA 46 
2.2 INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS 46 
2.3 PROCESO DE RECOLECCIÓN DE DATOS 47 
 
3 INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS 
 
50 
3.1 ANÁLISIS DE DATOS DEL CUESTIONARIO 1 50 
3.2 ANÁLISIS DE DATOS DEL CUESIONARIO 2 89 
3.3 ANÁLISIS DE DATOS DE LAS FICHAS DE OBSERVACIÓN 96 
 
4. CONCLUSIONES 
 
105 
 
RECOMENDACIONES 
 
109 
 
8 
 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 111 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
LISTA DE TABLAS 
 
 Pág. 
Tabla 1. Conclusiones de la investigación realizada por Beatriz Acevedo acerca 
de las políticas en el tema de drogas 
 
39 
Tabla 2. Resumen ajustado de la tabla realizada por la investigadora Beatríz 
Acevedo, 2007 Citada por Nisimblat 2010. 
 
40 
Tabla 3. Imaginarios de los estudiantes al escoger una imagen de la encuesta, y 
describir qué sintieron al verla 
 
51 
Tabla 4. Imaginarios de los estudiantes frente al concepto de Sustancias 
psicoactivas 
 
59 
Tabla 5. Imaginarios de los estudiantes frente a los efectos que puede provocar el 
consumo de SPA 
 
64 
Tabla 6. Imaginarios de los estudiantes sobre SPA que conoce o ha escuchado 68 
Tabla 7. Imaginarios de los estudiantes sobre los sentimientos hacia las personas 
consumidoras de SPA 
 
71 
Tabla 8. Imaginarios de los estudiantes frente a las preguntas alguna vez ha 
consumido: ¿Bebidas alcohólicas, cigarrillo otra SPA? ¿Por qué? 
 
75 
Tabla 9. Imaginarios de los estudiantes frente a factores de riesgo 83 
Tabla 10. Imaginarios de los estudiantes frente a su reacción ante el consumo de 
SPA por parte de un amigo 
 
85 
Tabla 11. Reconocimiento de las fuentes de información sobre SPA 87 
Tabla 12. Imaginarios de las y los jóvenes obtenidos en el cuestionario 2 89 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
LISTA DE ANEXOS 
 
 Pág. 
Anexo A. Formato de cuestionario 1 117 
Anexo B. Hoja de consentimiento 119 
Anexo C. Formato cuestionario 2 121 
Anexo D. Formato Ficha de Observación 122 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
11 
 
RESUMEN 
 
 
Sobre la problemática del consumo de sustancias Psicoactivas en estudiantes de los 
diferentes niveles de educación secundaria hay muchos investigaciones, que en su 
mayoría han recurrido a estudios de tipo cuantitativo, identificando el porcentaje de 
jóvenes que han iniciado esta actividad y en reconocer las sustancias de mayor uso; 
aunque esto es un aspecto importante en el momento de querer proponer planes de 
intervención, la perspectiva de este trabajo es recoger los imaginarios de las y los 
jóvenes de grado séptimo de la Institución Educativa Santa Ana frente a dicha 
situación, como aspecto de gran importancia y punto de partida en el momento de 
querer elaborar y llevar a cabo una propuesta de prevención, puesto que estas 
acciones generalmente se realizan, sin tener en cuenta la forma de ver y sentir la 
realidad del joven, quien es el que va a ser intervenido. Metodológicamente es un 
estudio con un enfoque cualitativo de tipo hermenéutico ya que busca comprender los 
imaginarios. Participan 18 estudiantes que responden un primer cuestionario; luego se 
eligen 7 de ellos que responden un segundo cuestionario y con quienes se realiza una 
sesión como grupo focal, durante la cual se toma nota en fichas de observación. Para 
el análisis de los resultados se diseñan tablas con categorías establecidas previamente 
o que emergen a partir de la información obtenida. Entre los imaginarios de las y los 
jóvenes se encuentra que tienen claridad en que el consumo de sustancias 
psicoactivas es dañino, que pueden provocar alucinaciones y adicción. Sin embargo, 
en algunos aspectos no tienen conocimientos claros en torno a conceptos; su reacción 
frente al ofrecimiento de sustancias ilegales es de rechazo aunque sienten curiosidad; 
respecto al alcohol la reacción es de aceptación, pues su consumo es común en el 
entorno que los rodea. 
 
Palabras clave: imaginarios, joven, sustancias psicoactivas, prevención. 
 
 
 
12 
 
ABSTRACT 
 
 
Of the problematic of the consumption of psychoactive substances among students of 
different levels of secondary education exists many investigations, which in their 
majority have resorted to quantitative studies, identifying the percentage of young 
people who have initiated this activity and to recognize the substances of greater use ; 
although this is an important aspect, in the moment of wanting to propose plans for 
intervention, the perspective this work is to gather the imaginaries of young people of 
seventh grade of Santa Ana institution as an aspect of great importance and starting 
point at the time of carry out a proposal for prevention, since these actions are usually 
performed without taking into account the way to see and feel the reality of the young 
who is involved. Methodologically is a study with a qualitative approach of 
hermeneutical type that seeks to understand the imaginaries. Eighteen students 
participate who answer a first questionnaire; then are chosen seven of them who 
answer a second questionnaire and with whom is realized a session as focal group, 
during which is taken note in observation card. For the analysis of the results, tables 
are designed with categories previously established or emerging from the information 
obtained. In the results obtained are found that in the imaginary of young people, the 
consumption of psychoactive substances is seen as harmful and may cause 
hallucinationsand addiction. However, in some aspects they do not have clear 
understanding of the concepts involved; their reaction according to the offering of illegal 
substances is of rejection though they feel curious; regard to alcohol the reaction is of 
acceptance, because its consumption is common in the environment around them. 
 
Keywords: imaginaries, young, psychoactive substances, prevention. 
 
 
 
 
 
13 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
En los contextos educativos es habitual que se omita el desarrollo de estrategias que 
conlleven a la prevención del consumo de sustancias psicoactivas (SPA), a pesar de 
estar planteado en la Ley General de Educación y los estándares básicos del área de 
Ciencias Naturales y Educación Ambiental. Sin embargo, es necesario reconocer que 
el consumo de sustancias psicoactivas es un problema social que afecta especialmente 
a los jóvenes y que las instituciones educativas como encargadas del proceso de 
formación deben buscar estrategias que conduzcan a la prevención de este flagelo y no 
quedarse en la tarea de solo transmitir conocimientos o preparar a los estudiantes 
intelectualmente. 
 
Ante lo expuesto se decide llevar a cabo una investigación cuyo tema principal es el 
consumo de SPA en la Institución Educativa Santa Ana, pero teniendo claro que no se 
quiere repetir la historia de gran parte de estudios sobre esta situación que se quedan 
en el reconocimiento de cuántos han iniciado el consumo y qué sustancias prevalecen 
en éste; por el contrario, la intención es redimensionar la perspectiva generalizada, ese 
abordaje prohibitivo y homogeneizador, que fundamenta diferentes ejercicios de 
intervención en el territorio Nacional y que no considera las particularidades y 
conocimientos localizados que construyen en la cotidianidad las y los jóvenes. 
Entonces, se llega a la decisión de direccionar el trabajo hacia la identificación y 
comprensión de los imaginarios de los estudiantes de grado séptimo sobre el consumo 
de sustancias psicoactivas, buscando conocer el sentir y la posición de aquellos que se 
van a ver implicados en el momento de plantear estrategias para la prevención. 
 
Ya decidido el enfoque del trabajo las categorías que se desarrollan son principalmente 
los imaginarios y las sustancias psicoactivas, sobre las cuales se hace una revisión 
teórica, pero tomando definiciones base como, los imaginarios que Según Escobar, 
(citado en Agudelo, 2011), son “los conjuntos de ideas-imágenes que sirven de relevo 
y de apoyo a las otras formas ideológicas de las sociedades tales como los mitos 
14 
 
políticos fundadores de las instituciones de poder” (p.5). y las sustancias psicoactivas 
según la Organización Mundial de la salud (1994), como toda aquella sustancia que 
después de su consumo afecta diferentes procesos mentales, tales como 
comportamiento, cognición y estado de ánimo, las cuales son de carácter legal o ilegal, 
además de producir o no, dependencia a aquellas personas que las usan. 
 
El enfoque aplicado para cumplir con los objetivos planteados es de tipo cualitativo 
puesto que, permite explorar los fenómenos a profundidad y no es necesario seguir 
unos pasos de manera rígida; por el contrario, de acuerdo con las necesidades que se 
presentan durante el desarrollo de la investigación se puede devolver y hacer los 
cambios pertinentes; además se hace un análisis de tipo hermenéutico puesto que la 
intención es comprender los imaginarios de los estudiantes. 
 
Para explorar los imaginarios, identificar los conocimientos, sentimientos y reacciones 
de las y los jóvenes, y luego hacer la interpretación de los hallazgos, se diseñan 2 
cuestionarios, el primero aplicado a la muestra en su totalidad y el segundo a 7 
elegidos de ese mismo grupo con quienes, luego se hace una sesión para la 
conversación sobre el tema, durante la cual se va tomando nota en fichas de 
observación; al tener ya los datos se recurre a su análisis de contenido a partir de 
tablas con categorías establecidas y otras que emergen a medida que se retoman las 
respuestas textuales dadas por los estudiantes. 
 
Esta tesis se estructura teniendo como capítulos centrales: Prefacio al estudio, en el 
que se plantea el problema, su justificación y los objetivos que guían el trabajo, como 
también el marco referencial en función de las dos categorías base. En el siguiente 
capítulo se explica la metodología seguida para la recolección de los datos; en el 
tercer capítulo se presenta el análisis de los resultados obtenidos, a partir de las 
técnicas ya mencionadas; y para finalizar un capítulo independiente para dar a conocer 
las conclusiones. 
 
 
15 
 
1. PREFACIO AL ESTUDIO DE LOS IMAGINARIOS ACERCA DEL CONSUMO DE 
SUSTANCIAS PSICOACTIVAS 
 
 
1.1 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA Y SUPUESTO INVESTIGATIVO 
 
En el estudio comparativo presentado en el 2012 por el Sistema Único de Indicadores 
sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA) en el departamento del Tolima, a 
partir de los informes nacionales de 2008 y 2011, se encontró, que la edad de inicio de 
consumo de sustancias licitas como alcohol y cigarrillo es de 16 y 17 años, y el inicio 
para sustancias ilícitas como marihuana y cocaína es de 18 y 19, para el 2008 a partir 
del estudio en población general de 12 a 65 años y para el 2011 en jóvenes 
escolarizados de sexto a undécimo, se encontró que la menor edad de inicio del 
consumo de sustancias psicoactivas es en promedio 11,8 años, observándose 
entonces, que este flagelo se está haciendo presente en las y los jóvenes tolimenses 
en edades muy tempranas a medida que pasa el tiempo, situación que debe conducir a 
la alerta por parte de la comunidad y tomar medidas en pro de la prevención y la 
reducción en el consumo. 
 
El municipio de Mariquita ubicado en el Norte del departamento del Tolima, debido a su 
ubicación en el centro de Colombia y a su gran diversidad de recursos es turístico, y 
por lo tanto, lugar de constante afluencia de personas con diferentes culturas, 
creencias y prácticas que influyen directamente en su desarrollo; es allí donde se 
encuentra ubicada la Institución Educativa Santa Ana, y en lo que respecta al consumo 
de SPA no se encontró información alguna, pues se recurrió a la secretaría de salud, 
secretaría de educación, comisaría municipal y no cuentan con estudios o datos 
registrados acerca de dicho flagelo. 
 
El Ministerio de Educación en la ley 115 de 1994, plantea como uno de los fines de la 
educación, “la formación para la promoción y preservación de la salud y la higiene, la 
prevención integral de problemas socialmente relevantes, …”, Es decir que la escuela 
16 
 
además de transmitir conocimientos o formar personas intelectuales, debe orientar a 
todos aquellos que ingresan a las instituciones educativas hacia el cuidado personal, 
que estén en la capacidad de reconocer situaciones de riesgo para su integridad física, 
emocional y fisiológica y proveerlos de las herramientas necesarias para tomar las 
decisiones más adecuadas en pro de su bienestar. 
 
En los estándares básicos de competencias en ciencias naturales (2004) se plantea 
“reconozco los efectos nocivos del exceso en el consumo de cafeína, tabaco, drogas y 
licores” (p.20). Aunque estos estándares no especifican claramente qué es lo que se 
busca que se oriente en cada grupo de grados, sí se hace evidente que es necesario 
desde la escuela concientizar a los estudiantes sobre el problema del consumo de 
psicoactivos. 
 
En la institución Educativa Santa Ana no hay ningún registro de la incidencia de este 
flagelo en los estudiantes, tampoco un direccionamiento ni reflexión frente a éste, pero 
sí por parte de la comunidad se es consciente que es un problema latente entre los 
jóvenes del municipio. A este panorama se le suma el carácter prohibitivo que tiene el 
consumo normatizado en el Manual de Convivencia de laInstitución donde se plantea: 
 
Artículo 32: Deberes de los alumnos, en el numeral 8. “No consumir o portar cigarrillos, 
licores, drogas alucinógenas, fósforos, armas o cualquier otro elemento que ponga en 
riesgo la salud propia o de cualquier otro miembro de la comunidad.” (Institución 
Educativa Santa Ana, 2014, p. 30) 
 
En el manual de convivencia (2014), adicionalmente, se realiza una tipificación de las 
faltas, en leves, graves y gravísimas, 
 
Artículo 33: Las faltas y su tipificación, en el área de faltas gravísimas, se 
estipula que estas: Son aquellas que atentan contra la moral y las buenas 
costumbres, contra las normas de convivencia social y contra las leyes 
vigentes, como manifestación de la imposibilidad o negación rotunda de 
17 
 
querer cambiar el comportamiento a nivel disciplinario o conductual. En 
dicho apartado, También hacen referencia a las sanciones por incurrir en 
una falta de este tipo: el alumno se hace acreedor a tres (3) días de 
suspensión de la institución, con anotación en el observador y mediante 
resolución rectoral. La institución colocará en observación el contrato de 
matrícula celebrado y el alumno firmará un compromiso serio que 
implique su voluntad de cambio. Luego listan las situaciones 
consideradas faltas gravísimas, en donde el numeral 3, plantea: Portar, 
distribuir, consumir cualquier tipo de cigarrillos, licores, drogas 
alucinógenas, farmacodependientes u otras que produzcan adicción. (p. 
40). 
 
Esta postura prohibitiva frente al consumo de SPA, no cuenta con otro tipo de 
acompañamiento ni guía dentro de la Institución, lo que se evidencia al revisar los 
documentos como el proyecto educativo institucional y planes de estudio de las 
diferentes áreas que orientan la labor educativa. 
 
Los datos estadísticos presentados conllevan a afirmar que el consumo de sustancias 
psicoactivas es un asunto que rodea latentemente a los jóvenes y es cada vez más 
frecuente, además, según lo planteado por el ministerio de educación nacional y la 
institución educativa se desprende la necesidad de profundizar en la comprensión de la 
temática, iniciando desde el análisis de los imaginarios de las y los jóvenes frente al 
consumo de SPA, entendiendo que son constructos de sentido y que determinan 
maneras de vivir, “desde la dimensión cultural se busca visibilizar a las y los jóvenes 
como productores de sentidos y sinsentidos. Lo que implicaría un cambio en las 
miradas tradicionales de pensar lo juvenil, trascender lo sectorial, pensar lo 
transdisciplinar.” (Hurtado, 2004) 
 
Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente, es pertinente iniciar un estudio con las 
y los jóvenes de grado séptimo, puesto que, son estudiantes que oscilan entre los 12 y 
14 años, edad en la que se estaría iniciando el consumo y que sería el momento más 
18 
 
oportuno para comenzar un programa de prevención partiendo de sus imaginarios, a 
través de la siguiente Pregunta de investigación: ¿Cuáles son los imaginarios de las y 
los jóvenes del grado séptimo frente al consumo de sustancias psicoactivas en la 
Institución educativa Santa Ana en el Municipio de Mariquita, Tolima? 
 
Como Supuesto investigativo se plantea: los datos estadísticos presentados conllevan 
a afirmar que el consumo de sustancias psicoactivas es un asunto que rodea 
latentemente a los jóvenes y es cada vez más frecuente; además, según lo planteado 
por el Ministerio de Educación Nacional y la institución educativa se desprende la 
necesidad de profundizar en la comprensión de la temática, iniciando desde el análisis 
de los imaginarios de las y los jóvenes frente al consumo de SPA, entendiendo que son 
constructos de sentido y que determinan maneras de vivir, “desde la dimensión cultural 
se busca visibilizar a las y los jóvenes como productores de sentidos y sinsentidos. Lo 
que implicaría un cambio en las miradas tradicionales de pensar lo juvenil, trascender 
lo sectorial, pensar lo transdisciplinar” (Hurtado, 2004) 
 
 1.2 JUSTIFICACIÓN 
 
Para lograr avanzar en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas es 
necesario inicialmente explorar y entender los imaginarios de las y los jóvenes frente a 
dicho flagelo y relacionarlos con las diversas posturas teóricas existentes; de tal 
manera que esto se convierta en el punto de partida del trabajo institucional hacia la 
reflexión y direccionamiento de un programa que busque dar a los estudiantes unas 
verdaderas bases que les permitan discernir acerca de los diferentes aspectos que 
rodean el tema. 
 
Es evidente que el problema del consumo de sustancias psicoactivas acecha a los 
jóvenes diariamente y que es función de los adultos, desde el núcleo familiar y las 
instituciones educativas principalmente, orientarlos hacia el conocimiento de las 
diferentes implicaciones que este puede acarrear. 
 
19 
 
El trabajo que se presenta es importante teóricamente debido a que se realizan 
interpretaciones tanto individuales como colectivas que poseen los estudiantes de 
grado séptimo de la institución educativa Santa Ana sobre consumo de SPA a la luz de 
diversos autores, ganando así objetividad debido a que se contrastan los imaginarios 
que estos poseen con las teorías existentes. 
 
Desde el punto de vista práctico este trabajo de investigación aporta a la discusión 
sobre el tema del consumo de SPA, al interior de la institución educativa Santa Ana, 
propiciando así la reflexión de la práctica educativa y con ello potenciando la posibilidad 
de incorporación de políticas y mecanismos al interior del proyecto educativo 
institucional que permitan desarrollar estrategias dirigidas a la prevención. 
 
Es desde el actuar del maestro en su contexto de aula como se puede incidir de 
manera más significativa en el desarrollo y aprendizaje de los jóvenes, además de 
darles las herramientas necesarias para enfrentarse al mundo que los rodea, y siendo 
este tema del consumo de SPA, un problema relevante en la sociedad actual, no se 
puede llegar a tratarlo con los estudiantes como un tema más de una asignatura, 
rodeado de prohibiciones, conceptos estigmatizantes y leyes que lo condenan, sino que 
se debe partir del conocimiento de lo que ello significa para el joven, qué explicaciones 
concibe él a este hecho, lo que se puede lograr a partir del trabajo planteado y así 
proyectar actividades que desde el desarrollo de las áreas, especialmente ciencias 
naturales, psicología y todo el quehacer diario del proceso de formación conduzcan a 
posturas mucho más sensatas y reflexivas del joven, en pro de una real prevención o 
disminución de la problemática y no quedarse en el hecho de dar sólo reportes 
estadísticos acerca de la edad de inicio o el tipo de sustancias que consumen. 
 
Este estudio se dirige a los jóvenes de grado séptimo puesto que, se encuentran en el 
rango de edad de 11 a 14 años, que integra el promedio de 11,8 años relacionado en el 
estudio realizado a nivel departamental por el Sistema Único de Indicadores sobre 
Consumo de Sustancias Psicoactivas (2012), afirmando que es en este tiempo que se 
están iniciando los escolares en el consumo, entonces sería el momento más 
20 
 
adecuado para iniciar una propuesta de prevención, partiendo de reconocer cuáles son 
sus imaginarios acerca del tema con el objetivo de integrar acciones que reafirmen 
aquellas posturas que los alejen de este flagelo y plantear argumentos que conduzcan 
a cambiar aquellas que los acerquen, para luego continuar con jóvenes de grados 
superiores que refuercen prácticas en pro de su bienestar, alejados de este problema 
social tan relevante en la actualidad. 
 
1.3 OBJETIVOS 
 
1.3.1 Objetivo general: Comprender los imaginarios que las y los jóvenes del grado 
séptimo tienen frente al consumo de sustancias psicoactivas, en la Institución educativa 
Santa Ana en el Municipio de Mariquita Tolima con el fin de llevar a lareflexión de la 
práctica educativa. 
 
1.3.2 Objetivos específicos 
 
 Explorar los imaginarios sociales que tienen las y los jóvenes del grado séptimo 
de la Institución Educativa Santa Ana de Mariquita, frente al consumo de 
sustancias psicoactivas. 
 
 Identificar los conocimientos, sentimientos y reacciones de las y los jóvenes de 
grado séptimo de la Institución Educativa Santa Ana acerca del consumo de 
sustancias psicoactivas. 
 
 Interpretar los diferentes imaginarios frente al consumo de sustancias 
psicoactivas que tienen las y los jóvenes de grado séptimo de la Institución 
Educativa Santa Ana de Mariquita 
 
1.4 MARCO REFERENCIAL 
 
21 
 
1.4.1 Antecedentes. Existen variados estudios en la actualidad en cuanto al consumo 
de sustancias psicoactivas en distintos niveles de la educación, pero estos han sido 
dedicados en su mayor parte a identificar la prevalencia del consumo en diferentes 
edades, el tipo de sustancias que se usan y los factores de riesgo entre otros, por 
medio de estudios cuantitativos, además de ser llevados a cabo especialmente desde 
la psicología y no como parte de la misma docencia; faltando análisis profundo acerca 
de cómo es percibido el tema en las diferentes poblaciones, importante para buscar 
alternativas hacia la prevención. 
 
La búsqueda de los antecedentes se centró en un comienzo en investigaciones acerca 
de imaginarios sobre el consumo de sustancias psicoactivas cuyos hallazgos fueron 
muy reducidos y no sobre éstas en general, sino centrados en el consumo de alcohol 
en jóvenes universitarios, sin embargo, son puntos de referencia para el trabajo por 
tratarse de estudios cualitativos e indagar sobre imaginarios. A continuación se 
muestran las dos publicaciones encontradas una internacional y otra nacional: 
 
El observatorio argentino de drogas (2005), teniendo en cuenta estudios previos de tipo 
cuantitativo donde reconocían que el consumo de alcohol ya no era ocasional y que 
aumentaba en jóvenes de 12 a 15 años, reconocen la necesidad de realizar un análisis 
cualitativo que indague en los patrones de comportamiento e imaginarios y 
representaciones sociales que fundamentan las prácticas. 
 
En referencia a los imaginarios el estudio del observatorio de drogas, se detiene en dos 
líneas de análisis, primero hace referencia a las imágenes, sentimientos y motivaciones 
respecto al consumo de alcohol prestando especial atención a los aspectos de 
sociabilidad, integración y distinción social, y en segundo lugar se detiene en la 
cuestión del género y el peso que esta dimensión adquiere en la comprensión de la 
percepción del riesgo. Respecto a los sentimientos asociados con tomar alcohol que 
los jóvenes escribieron, tipificaron los siguientes: alcohol desinhibición, integración 
social, sociabilidad negativa, autoestima, retirada social y alcohol sentimientos 
negativos. Estas formas de asumir el alcohol, remite a la idea del alcohol como un 
22 
 
instrumento, es decir como un medio para la producción efectiva de una personalidad 
acorde con las exigencias de diversión – integración social. 
 
A nivel nacional se encontró, el trabajo realizado por Calderón y Parra (2012), en el 
que, plantean la perspectiva de reconocer los imaginarios que tienen los jóvenes 
universitarios de la ciudad de Medellín, frente a sus vivencias como actores de la 
denominada rumba y partícipes del consumo de alcohol. Para dicho estudio 
recurrieron a un enfoque cualitativo y alcance descriptivo, encontrando que, para los 
estudiantes consumir alcohol significa relajarse y pasar un rato agradable. Reconocen 
que es un ambiente complejo donde se presentan agresiones; no desconocen los 
riesgos, pero estos no representan obstáculo para vivir la diversión, puesto que es algo 
ya normalizado y aceptado en sus vidas y en la sociedad; los consumos por lo general 
buscan la embriaguez. 
 
Calderón y Parra (2012), revisan variados estudios realizados en Colombia y el mundo, 
encontrando que hay un incremento constante en el consumo de drogas, con una 
mayor incidencia a medida que los jóvenes avanzan en su formación y con edades de 
inicio cada vez más tempranas. 
 
Algunas de las conclusiones a que llegaron Calderón y Parra (2012), es que aunque los 
procesos de aprendizaje son inherentes a cada individuo, es una responsabilidad 
directa de la educación prepararlos para saber vivir en el medio que los rodea, sin que 
se involucren en las problemáticas que se desarrollan en el ambiente, teniendo en 
cuenta que la educación en Colombia tiene como fin la formación y desarrollo integral, 
buscando que cada individuo asimile y asuma posturas críticas frente a estas 
situaciones sociales. También plantean que aunque existen inversiones en prevención 
del consumo de alcohol y otras drogas es necesario que las instancias competentes 
dediquen esfuerzos en intervenir, reconociendo que para ser eficaz dicha intervención, 
debe incluir al menos una fase de adquisición de conocimientos, una fase de 
adquisición de habilidades por medio de variados entrenamientos y tareas extra clase, 
23 
 
y una toma de postura personal culminada en un compromiso público sobre el uso de 
alcohol y otras sustancias. 
 
Luego de los hallazgos descritos, se amplió la búsqueda exploratoria hacia trabajos 
que describen la magnitud del problema del consumo de sustancias psicoactivas, con 
el fin de obtener información importante que pueda servir de apoyo al estudio en 
cuestión. Nuevamente se toma como referencia uno de carácter internacional y otro 
nacional, como se describe a continuación. 
 
Desde una visión psicosocial María de la Villa Moral Jiménez y Anastasio Ovejero 
Bernal, realizan un análisis Diferencial por Niveles de Edad de las Actitudes hacia el 
Consumo de Sustancias Psicoactivas en Adolescentes entre 12 y 18 años españoles, 
de educación secundaria, llegando a confirmar que a más edad se manifiesta mayor 
condescendencia al consumo y poca percepción de riesgo de los efectos derivados de 
la experimentación con drogas institucionalizadas (alcohol y tabaco) y drogas ilegales. 
(Moral y Ovejero 2005). 
 
También se plantea que, en unas condiciones de búsqueda de identidad como las que 
definen a los adolescentes en el aspecto personal y psicosocial, de confusiones a 
diferentes niveles, de saturación de actividades de esparcimiento cargadas de sobre 
activación y de muchas inseguridades, la experimentación con sustancias psicoactivas 
se ha confirmado que representa para algunos sectores de jóvenes contemporáneos 
un rasgo identificativo de su estilo de ocio. Afirmando que se requiere concertación 
entre escuela y comunidad a diferentes niveles que permita incorporar propuestas 
transformadoras. 
 
Un estudio realizado por Sierra, Pérez, Pérez y Núñez (2005), acerca de 
representaciones sociales en jóvenes estudiantes entre los 13 y 22 años de la ciudad 
de Bogotá, consumidores y no consumidores de sustancias psicoactivas, buscaba 
explorar el consumo de drogas en los adolescentes y diseñar recomendaciones 
24 
 
preventivas dirigidas a reemplazar aquellas representaciones sociales sobre las drogas 
y su uso, que pueden constituirse en factores de riesgo. 
 
Encontraron que la disposición hacia el consumo de drogas está vinculada a la 
diversión, disminución en sensaciones desagradables y la emoción de ir en contra de 
las reglas. También se presentan diferencias importantes en las representaciones 
sociales entre los jóvenes consumidores y los no consumidores, los primeros tienen 
una percepción de poca peligrosidad de las sustancias que consumen, que además les 
ofrece sensaciones placenteras y olvidarse de la realidad. El segundo grupo mostró 
mayor preocupación por el peligro que genera el consumo de SPA, poco interés en 
querer usarlas para divertirse, mejorar sus habilidades o evadir la realidad (Sierra et 
al., 2005).El conocimiento de estas tendencias y representaciones sociales frente al 
consumo de SPA permite plantear estrategias de prevención o disminución de los 
daños de un consumo ya existente, que pueden llegar a ser mucho más efectivos que 
al realizar campañas sin conocer la población que se va a intervenir. 
 
Sierra et al. (2005) al finalizar el estudio afirman que las campañas preventivas deben 
erradicar la idealización de las consecuencias positivas que los jóvenes creen que 
aporta el consumo, en estas se debe conducir a la comprensión del problema y 
entender que es necesario enfrentar la realidad en lugar de evadirla. En las 
estrategias también es necesario el trabajo con los jóvenes examinando los efectos 
negativos de cada una de las sustancias y proveer opciones que respalden su 
autonomía en forma sana y positiva. 
 
Luego de revisar los trabajos mencionados, se pasa a la exploración de estudios de 
tipo gubernamental sobre la prevalencia de la problemática del consumo de SPA y 
entonces se encuentra que, en el panorama internacional el uso de sustancias 
psicoactivas y alucinógenas (SPA) ha sido una conducta que hasta el 2005 venía en 
aumento, sin embargo desde este año hasta el 2010 el consumo de estas, se mantuvo 
estable en la población mundial, con una prevalencia entre el 3,4% al 6,6% de la 
25 
 
población adulta (entre 15 a 64 años); siendo el cannabis o marihuana la de mayor 
consumo (Oficina contra las drogas y el delito, 2012). 
 
Colombia por su parte, según el estudio nacional de consumo de sustancias 
psicoactivas en población escolar para el año 2011, del total de encuestados (92 929), 
24.3% declararon haber consumido alguna vez cigarrillo/tabaco, y 66.66% alguna 
bebida alcohólica, esto respecto a las denominadas sustancias lícitas o legales; en 
relación a las sustancias ilícitas se estableció que del total de participantes 12.1% 
había consumido alguna vez una de estas. También se identificó que el consumo es 
mayor, en las entidades de carácter privado (Gobierno Nacional de la República de 
Colombia, 2011). Bajo esta línea, en el estudio nacional de consumo de sustancias 
psicoactivas en Colombia del año 2013 se muestra que a mayor estrato 
socioeconómico mayor es el consumo de alcohol, (Gobierno Nacional de la República 
de Colombia, 2014). 
 
El sistema único de indicadores sobre consumo de sustancias psicoactivas en 
Colombia realizó un comparativo entre los resultados obtenidos a nivel nacional con lo 
obtenido en el departamento del Tolima, evidenciándose que 40.1% de los estudiantes 
encuestados en el departamento declararon haber consumido alguna vez alcohol, 
siendo este ilegal para menores de edad; cabe mencionar que la sustancia ilícita 
consumida en mayor proporción es la marihuana con una prevalencia de 5.4% a nivel 
departamental, frente a un 7.01% a nivel nacional. Es de especial interés mencionar la 
alta prevalencia que hay en el departamento en el uso del Dick siendo mayor a la 
nacional, con un 4,2%, (Sistema Único de Indicadores sobre Consumo de Sustancias 
Psicoactivas [SUISPA], 2012). 
 
Así mismo se evalúan las edades de inicio a las cuales los escolares empiezan el uso 
de sustancias psicoactivas, evidenciándose claramente que a nivel departamental en 
la mayoría de las sustancias está por debajo de las nacionales, siendo el uso de 
pegantes la sustancia de inicio más temprano (SUISPA, 2012). 
 
26 
 
Sin embargo en el mismo estudio, comparan la edad de inicio en el consumo de SPA a 
partir del análisis nacional de 2008 y 2011, encontrando que en el Departamento de 
Tolima se presentaba consumo de sustancias licitas como alcohol y cigarrillo en 
jóvenes de 16 y 17 años y para sustancias ilícitas como marihuana y cocaína de 18 y 
19 años, para el 2008; pero al revisar el mismo aspecto en el estudio nacional de 2011 
se encontró que la menor edad de inicio de consumo de sustancias psicoactivas es en 
promedio de 11,8 años correspondiente al bazuco y el pegante y/o solventes. 
 
A partir de los estudios encontrados se llega a la conclusión que el consumo de SPA es 
una problemática latente en la sociedad actual y que especialmente los jóvenes son 
muy vulnerables, situación que se demuestra en los resultados obtenidos, en donde se 
observa que cada día se está iniciando esta práctica a más temprana edad, en especial 
en el Tolima. Además se detecta durante la exploración, que la tendencia mayor es a 
realizar estudios de tipo cuantitativo, sin embargo se acrecienta también la mirada 
hacia los análisis cualitativos, que permitan comprender las construcciones sociales de 
las y los jóvenes frente a esta situación, y así conducir al planteamiento de propuestas 
de prevención que seguramente tendrán mayor efectividad. 
 
También se puede deducir entonces que la educación es un instrumento esencial en el 
proceso de prevención y el aula de clase un ambiente privilegiado para llevarlo a cabo, 
reforzando con actuaciones a nivel comunitario. De la misma manera Los trabajos 
descritos permiten confirmar la importancia del estudio de los imaginarios acerca del 
consumo de SPA, puesto que conllevan a entender mucho mejor la forma de los 
consumos y se accede a un mayor conocimiento para generar intervenciones. 
 
1.4.2 Marco conceptual. Las categorías de estudio base para la interpretación de los 
resultados de la investigación en curso son los imaginarios y las sustancias 
psicoactivas, es por esto que se hace una revisión de dichos conceptos desde la visión 
de diferentes teóricos. 
 
27 
 
1.4.2.1 Imaginarios sociales. Hablar de los imaginarios sociales, nos remite a una 
amplia discusión que ha trascendido la división disciplinar, convoca a una reflexión en 
torno a la manera como se construye la dimensión subjetiva del mundo y del ser 
humano en sus relaciones, en otras palabras, los significados, interpretaciones o como 
lo expresa Castoriadis parafraseado por Agudelo (2011) “El concepto de imaginario 
social está vinculado a lo socio-histórico, a las formas de determinación social, a los 
procesos de creación por medio de los cuales los sujetos se inventan sus propios 
mundos” (2). 
 
Esta categoría de trabajo, “abre los espacios en los cuales se inscriben las acciones y 
concepciones de los sujetos. Se trata de localizar unidades de sentido que operan de 
manera simbólica a través de la repetición de narrativas en múltiples ámbitos 
individuales, grupales o institucionales. (...) sostienen una misma trama argumental 
puesto que se trata de un grupo de personas que comparten un espacio-tiempo y unas 
instancias discursivo-institucionales.” (Castoriadis citado por Agudelo, 2011, 2). El 
imaginario se entiende por lo tanto, como una unidad dinámica que se transforma 
históricamente y que está inserto en la cotidianidad y por lo tanto puede entenderse 
desde su dimensión social. 
 
Desde la psicología social se ha abordado la categoría del imaginario, asociada 
principalmente a la noción de mentalidad, en estos términos lo imaginario es entendido 
como una manera de reaccionar en el mundo y en una sociedad determinada. La 
mentalidad constituye el punto de encuentro de las maneras de pensar, de sentir y de 
actuar. Esta aproximación aunque importante, se distancia un poco del acercamiento al 
imaginario social, que se entiende principalmente por su constitución dentro de un 
colectivo, con existencia social y por lo tanto observable solo si adquirimos la 
capacidad de leer al sujeto como parte de otras subjetividades que rebosan la 
individual. 
 
Según Escobar, citado por Antonio Agudelo (2011), “los imaginarios pueden definirse 
como los conjuntos de ideas-imágenes que sirven de relevo y de apoyo a las otras 
28 
 
formas ideológicas de las sociedades tales como los mitos políticos fundadores de las 
instituciones de poder” (p.5). Se debe entender entonces, que los imaginarios son 
aquellas construccionessubjetivas que un individuo, colectivamente posicionado, crea 
para explicar, comprender, ordenar y actuar sobre su propia realidad. Dicha realidad es 
compartida y el imaginario para ser social, requiere leerse considerando al sujeto 
enmarcado en una serie de relaciones y en las particularidades de su contexto. El 
acercamiento desde los imaginarios sociales, permiten abordar la particularidad y la 
diferencia, son por lo tanto una alternativa a las lecturas homogenizantes frente al 
sujeto moderno. 
 
El ser humano es social e histórico, construye imágenes en el tiempo que lo instalan en 
unas formas de vivir y convivir. En este sentido, tanto las acciones como los discursos 
son manifestaciones de lo imaginario y por lo tanto son susceptibles de investigación. 
Según Castoriadis (citado por Antonio Agudelo, 2011), es posible distinguir dos tipos de 
imaginario: 
 
 El imaginario social efectivo o instituido, al que pertenecen los conjuntos de 
significaciones que consolidan lo establecido (tradición, costumbre, memoria), es 
decir que reproducen el statu quo; 
 
 El imaginario social radical o instituyente, el cual se manifiesta en el hecho histórico 
y en la constitución de sus universos de significación (lo nuevo, las nuevas formas 
de ver y pensar la realidad, las modas, los cambios, las revoluciones). En otras 
palabras, las transformaciones que transgreden lo establecido institucionalmente. 
 
De acuerdo con el autor, el contraste que puede hacerse con uno y otro tipo de 
imaginario es que el primero es lo dado como efectivo, lo inserto en la historia; el 
segundo es lo nuevo posible. El primero opera desde las significaciones sobre los actos 
humanos, estableciendo lo permitido y lo prohibido, lo lícito y lo ilícito; el segundo opera 
sobre lo especular, sobre lo que no está presente. El imaginario social efectivo 
mantiene unida una sociedad, la cohesiona; el imaginario social radical fragmenta, crea 
29 
 
fisura, hace posible la transformación social. El primero es un conjunto, el segundo una 
capacidad. 
 
Aquí se clasifican los imaginarios en dos grandes grupos, el social efectivo, es decir 
aquel que se establece de acuerdo a lo ya existente, como aprobación a la postura 
concebida por toda una comunidad o grupo social, a partir del cual no se va a generar 
controversias, pues se asumen ideas sin ir en contra de lo establecido. Por el contrario 
el imaginario social radical plantea posiciones propias, en busca de provocar la 
evolución en el pensamiento y las actuaciones. 
 
Teniendo en cuenta lo anterior y quererlo llevar a la práctica en el trabajo que está en 
marcha, se puede indagar en los jóvenes cuál es su imaginario social efectivo, es decir 
cuáles son sus pensamientos o posición frente a lo oficialmente planteado acerca del 
consumo de sustancias psicoactivas, si comparten esos conceptos o posiciones frente 
a la normatividad, la prohibición estipulada por parte de padres, docentes y leyes en 
general. En contraposición se debe reconocer ese imaginario social radical, es decir 
cuando él se sale de lo estipulado, donde tiene sus propias ideas y posturas frente al 
tema. 
 
1.4.2.2 Imaginarios de juventud. El joven generalmente es desconocido como un 
agente productor de significados, de ahí que: 
 
A la categoría juventud instituida le corresponden diversos imaginarios sociales 
desde los cuales se ha intentado explicar e intervenir a los sujetos jóvenes por 
las diversas empresas de construcción de realidad que nos plantea Juan Luis 
Pintos como son la escuela, el estado, la iglesia, los medios de comunicación y 
la industria cultural. (Hurtado, 2004, p. 171) 
 
Según Hurtado (2004), a cada imaginario frente a la juventud, le corresponden 
maneras particulares de intervenir, existe de acuerdo al autor, un imaginario de lo 
juvenil como etapa de transición, “la juventud se entiende como una etapa clave para la 
30 
 
integración social, en la cual la gente joven debe formarse y adquirir todos los valores y 
habilidades para insertarse en el mundo adulto.”. (Hurtado, 2004, p. 171) 
 
Por otro lado, existe el imaginario del joven como periodo de crisis, relacionado con los 
sujetos de riesgo, donde “el adolescente, sujeto de riesgo, crisis, cambio, necesita una 
ley de menores y donde el concepto básico es la situación irregular.” (Hurtado, 2004, 
pág. 171) Este imaginario atraviesa lecturas de la juventud en términos de 
delincuencia, desadaptación, irresponsabilidad y que requiere por lo tanto mecanismo 
para su control. 
 
Estos dos imaginarios mencionados por Hurtado, han caracterizado la intervención 
educativa y el abordaje del tema del consumo de sustancias psicoactivas, de ahí que 
sea necesario generar un conocimiento frente al consumo de SPA que no parta de 
premisas generalizables sino de la particularidad que se construye en la cotidianidad, 
las construcciones de sentido y las formas de entender que constituyen el contexto 
socio-cultural propias de las y los jóvenes. 
 
1.4.2.3 El joven como construcción socio-cultural. Generalmente cuando se hace 
referencia a la noción joven, se relaciona casi inmediatamente con el factor edad; por 
ejemplo el ministerio de salud plantea que el ciclo vital del ser humano se divide según 
las etapas de desarrollo en : in utero y nacimiento, primera infancia (0-5 años), infancia 
(6 - 11 años), adolescencia (12-18 años), juventud (14 - 26 años), adultez (27 - 59 
años) y vejez (60 años y más), asumiendo así que los jóvenes se encuentran 
específicamente en edades entre 14 y 26 años. Sin embargo, existe en torno a dicha 
categoría una serie de elementos de tipo histórico y cultural que se invisibilizan si solo 
nos remitimos a los años que pueda tener una persona. Para los fines de esta 
investigación se asume al joven como una categoría socio-cultural, por lo tanto 
dinámica y especialmente construida por la sociedad. 
 
De acuerdo a Rossana Reguillo (2000) “El enfoque sociocultural implica historicidad, es 
decir miradas de largo plazo y, necesariamente, una problematización que atienda lo 
31 
 
instituyente, lo instituido y el movimiento” (p.16). Esta perspectiva socio-cultural permite 
comprender la categoría juventud desde la especificidad y desde las características 
propias de cada escenario, en este caso desde el contexto de la Institución Educativa 
Santa Ana. 
 
El joven aparece como categoría de interés dentro de la academia y la vida pública 
desde los años 60, es decir, son producto de la historia del siglo XX. 
 
Su irrupción en la escena pública contemporánea de América Latina 
puede ubicarse en la época de los movimientos estudiantiles de finales de 
la década de los sesenta. Aunque en ese entonces fueron más 
propiamente pensados como "estudiantes", empezaba a ser claro que un 
actor social que tendía a ser visto con temor o con romanticismo y que 
había sido "construido" por una pujante industria cinematográfica como un 
"rebelde sin causa”. (Reguillo, 2000, p.19) 
 
El contexto de los años 60 estaba impregnado a nivel internacional, con un renovado 
dinamismo social, ligado principalmente a diversos procesos de reivindicación y 
construcción de nuevos actores sociales; la libertad sobre el cuerpo y el goce sobre el 
mismo que inicia la revolución sexual, las luchas raciales en Estados Unidos, el 
movimiento anti guerrerista representado en el movimiento hippie, el triunfo de la 
revolución Cubana así como las luchas estudiantiles en contra del modelo educativo 
conductista, son entre otros, algunos de los eventos que consolidaron al joven como 
figura protagónica en la esfera pública, los que abanderaron el desencanto del proyecto 
moderno, indicando sus fisuras, señalando sus promesas no cumplidas. 
 
De manera enfática, los movimientos estudiantiles vinieron a señalar los 
conflictos no resueltos en las sociedades "modernas" y a prefigurar lo que 
sería elescenario político de los setenta. Cuando muchos jóvenes se 
integraron a las guerrillas y a los movimientos de resistencia, en distintas 
32 
 
partes del continente, fueron pensados como "guerrilleros" o 
"subversivos". (Reguillo, 2000, p.20) 
 
La manera de entender y leer a la juventud se ha transformado a lo largo del tiempo, el 
actor político que se consolidó en los años 60 fue igual que en la década posterior, 
objeto de discursos en conflicto que lo señalaban, por un lado, por su capacidad de 
transformación y por otro como actores del desorden social, “el discurso del poder 
aludió a la manipulación a que eran sometidos "los jóvenes", por causa de su 
"inocencia" y enorme "nobleza", como atributos "naturales" aprovechados por oscuros 
intereses internacionales” (Reguillo, 2000, p.20). 
 
En los años 80, se fortaleció la visión negativa hacia los jóvenes en el marco de la 
consolidación del sistema neoliberal, donde se invisibilizó como actor político y aparece 
como problema de intervención. 
 
Mientras se configuraba el "nuevo" poder económico y político que se 
conocería como neoliberalismo, los jóvenes del continente empezaron a 
ser pensados como los "responsables" de la violencia en las ciudades. 
Desmovilizados por el consumo y las drogas, aparentemente los únicos 
factores "aglutinantes" de las culturas juveniles, los jóvenes se volvieron 
visibles como problema social. (Reguillo, 2000, p.20) 
 
Esta concepción del joven como problema social se fortaleció en los años 90, “una 
nueva operación semántica de bautizo estaba en marcha: se extendía un imaginario en 
el que los jóvenes eran construidos como "delincuentes" y "violentos" .El agente 
manipulador de esta etapa, sería la "droga". Así arrancó la última década del siglo XX” 
(Reguillo, 2000, p.21). Esta mirada de la juventud ha atravesado las políticas públicas y 
las maneras de intervenir en este sector, desconociéndola como actor social y como 
productor de sentidos y pensamientos frente al mundo. Este desconocimiento ha 
generado una serie de acercamientos sesgados acerca de la juventud, que la piensa 
desde la perspectiva adulta, desde la mirada del poder. 
33 
 
Para este estudio, abordar la categoría del joven desde la perspectiva socio-cultural 
posibilita ir más allá de la mirada estigmatizante, es de suma importancia, trabajarlo 
desde la complejidad del contexto histórico y desde la particularidad como estudiante 
de la Institución Educativa Santa Ana. 
 
1.4.2.4 Sustancias psicoactivas. En la cotidianidad las SPA son consideradas drogas, 
sin embargo estas últimas son sinónimo de medicamento, el cual, es usado en el 
tratamiento o prevención de una enfermedad. La ley 30 de 1986, adopta las siguientes 
definiciones: 
Droga: Es toda sustancia que introducida en el organismo vivo modifica 
sus funciones fisiológicas” y como “Medicamento: Es toda droga 
producida o elaborada en forma farmacéutica reconocida que se utiliza 
para la prevención, diagnóstico, tratamiento, curación o rehabilitación de 
las enfermedades de los seres vivos”. (Congreso de Colombia, 1986) 
 
Desde esta perspectiva, las SPA según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 
1994) se definen como toda aquella sustancia que después de su consumo afecta 
diferentes procesos mentales, tales como comportamiento, cognición y estado de 
ánimo, las cuales son de carácter legal o ilegal, además de producir o no, dependencia 
a aquellas personas que las usan, sin embargo muchos medicamentos debido a su uso 
indebido presentan todas las características de una sustancia psicoactiva. 
 
Clasificación de las sustancias psicoactivas. Con base a sus características existen 
diferentes criterios de clasificación de las sustancias psicoactivas. Dentro las clases 
agrupadas sobresalen dos: de acuerdo a su legalidad y de acuerdo a su dureza o 
naturaleza de la sustancia. De acuerdo a su legalidad se catalogan como legales e 
ilegales; las primeras son aceptadas por la sociedad, dentro de las cuales se 
encuentran el alcohol, cigarrillo y algunos medicamentos; por el contrario, las segundas 
son social y legalmente prohibidas, entre ellas la marihuana, cocaína entre otras. 
Haciendo énfasis en la naturaleza de la sustancia se enumeran 2 clases: duras o 
blandas. Las catalogadas como blandas son aquellas que causan problemas de salud 
34 
 
menores como marihuana y hachís; en contraparte, las duras son aquellas que son de 
alto riesgo y causan daños graves a la salud de los que las consumen, dentro de las 
cuales están las anfetaminas, LSD y cocaína (programa médicos comunitarios [PMC], 
2004). Aunque esta clasificación no es muy práctica porque todas estas sustancias 
provocan diferentes alteraciones, de acuerdo a la cantidad que se consuma, las 
características y condiciones fisiológicas del individuo. 
 
La Organización mundial de la salud (OMS) ha clasificado las sustancias psicoactivas 
de acuerdo a los efectos, según provoquen comportamientos similares en quien las 
consume, de acuerdo a esto pueden ser depresoras, estimulantes o alucinógenas. 
 
 Depresoras: Son aquellas que reducen o vuelven más lento el funcionamiento del 
sistema nervioso central (SNC). Provocan cambios en la concentración y en 
ocasiones del juicio; reducen la apreciación de los estímulos externos; relajación; 
sensación de bienestar, apatía; disminución de la tensión; desaparición de la 
angustia. Entre estas se pueden citar el alcohol, el opio y sus derivados (morfina, 
codeína, heroína, metadona), los barbitúricos y los tranquilizantes. La 
administración se realiza por vía intravenosa, oral ya sea por ingestión o 
fumándoles. 
 Estimulantes: Son drogas que incrementan la actividad del SNC provocando 
alegría, desinhibición, poco control emocional, irritabilidad, agresividad, menor 
fatiga, disminución del sueño, excitación motora, inquietud. 
Dentro de este grupo encontramos la cocaína, pasta base, crack, anfetaminas, 
cafeína, éxtasis. La forma de administración es variada, ingestión, inyectada por vía 
intravenosa o aspirada 
 Alucinógenos: Actúan sobre el sistema nervioso central produciendo visiones falsas 
o ilusiones, alteran la percepción por parte de los órganos de los sentidos, en 
especial de la vista y el oído. Alteran el sueño, la noción de tiempo y espacio. 
En este grupo se incluye la marihuana, hachis, L.S.D., hongos, inhalables, entre 
otros. 
 
35 
 
Factores de riesgo y protección. En lo referente al consumo de SPA se han identificado 
diferentes factores de riesgo y protección, se entiende entonces los factores de riesgo 
como “cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo que aumente su 
probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión” (OMS) en base a esto diferentes 
variables sociodemográficas y económicas influyen en el comienzo y evolución del 
consumo de estas sustancias, el crecimiento demográfico por ejemplo en los países en 
vía de desarrollo indican aumento sustancial en la tasa de consumidores, así mismo la 
equidad de género probablemente disminuya la brecha de consumo entre hombres y 
mujeres; en cuanto a lo económico el desempleo aumenta la propensión al consumo 
de drogas de aquellos afectados, al igual que el ingreso disponible ya que, a mayor 
disponibilidad de dinero hay mayor facilidad a la hora de obtener dichas sustancias 
(Oficina contra la droga y el delito, 2012). Otros factores de riesgo son: marginalidad, 
exclusión social, falta de comunicación, o poca tolerancia a la frustración (PMC, 2004). 
 
Según Martin, (2009), se diferencian dos grandes grupos como factores de riesgo, los 
relacionados con las características individuales y los relacionados con el contexto 
social. Los primeros vinculados con todo lo asociado a la personalidad, carácter, 
autoestima, concepto de sí mismo. El segundo grupo tiene en cuenta el medio que 
rodea al individuo, los grupos de personas con las que interactúa,que pueden ser 
factores microsociales como la familia, escuela, grupos de iguales o también pueden 
ser factores relacionados con el ambiente macrosocial referidos a las características 
culturales como la disponibilidad de las sustancias, el sistema de valores, inadecuado 
empleo del tiempo libre, entre otros. 
 
Rutter (como se citó en Kotliarenco, Cáceres, y Fontecilla, 1997) define los factores de 
protección como “…aquellas influencias que modifican, mejoran o alteran, la respuesta 
de una persona frente a algún peligro que predispone un resultado no adaptativo”. En 
base a se han identificado diferentes conductas que se relacionan con el no uso de 
SPA por niños y adolescentes, siendo entonces la familia el núcleo central de la 
sociedad a partir de la cual, esta se edifica, se ha establecido que el vínculo fuerte 
entre padres e hijos disminuye el riesgo de consumo de sustancias, al igual que la 
36 
 
participación de los padres en la vida de los infantes instaurando límites claros para la 
adecuada formación de los mismos (national institute on drug abuse [NIH], 2004). 
 
Los periodos de mayor riesgo para el abuso de SPA son las grandes transiciones a las 
que se deben enfrentar niños y adolescentes, siendo de gran importancia las 
transiciones escolares, como el primer día de escuela cuando el niño deja la seguridad 
de la casa, o cuando pasa de la primaria a la secundaria, momento en el cual tienen 
que aprender a relacionarse con un grupo más grande de compañeros, habrá entonces 
mayor contacto con personas que abusan de las mismas y por consiguiente mayor 
asequibilidad a ellas (NIH,2004). Según el National Institute on Drug Abuse de Estados 
Unidos, en la encuesta nacional sobre el uso de drogas y la salud indica que niños 
entre los 12 y 13 años de edad ya abusan de algunas sustancias siendo las más 
comunes el tabaco, alcohol, inhalantes, marihuana y los medicamentos de prescripción 
como las pastillas para dormir (NIH, 2004). 
 
Definición de consumo / consumidores. De acuerdo a la sustancia consumida y la 
frecuencia de uso se han realizado clasificaciones sobre el consumo y los 
consumidores, que permiten diferenciar el nivel en que se puede encontrar una 
persona pues, no se puede quedar simplemente en afirmar que consume o no 
consume cierto tipo de sustancia, ya que esto no permite comprender el uso de estas y 
mucho menos utilizarlo como el punto de partida en el momento de querer cambiar el 
comportamiento de quien consume (Nowlis, 1982). A continuación se hará una breve 
descripción de cada uno de las clases en que se dividen: 
 
 Consumo/consumidor a título de experimento o ensayo: consiste en el individuo que 
consume por curiosidad, y una vez hecho el acto esta ha quedado saciada; también 
se puede presentar por liberarse de la presión que ejercen compañeros que 
generalmente las consumen, normalmente no trae riesgo (Nowlis, 1982). 
 Consumo/consumidor casual u ocasional: se recurre a la sustancia cuando esta se 
encuentra a la mano y en un contexto social en donde el consumo es corriente, uso 
de carácter espontáneo y no premeditado (Nowlis, 1982). 
http://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/como-prevenir-el-uso-de-drogas/capitulo-1-los-factores-de-riesgo-y-los-factores-de-proteccion/cuales-son-las-se
http://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/como-prevenir-el-uso-de-drogas-en-los-ninos-y-los-adolescentes-segunda-edicion/capitulo-1-los-factores-de-riesgo-y-los-factores-de-proteccion
37 
 
 Consumo/consumidor habitual: hay dependencia psicológica de la sustancia que se 
consume (Nowlis, 1982). Una persona en este nivel es aquella que está entregada 
a la droga, que la necesita para estar bien, que hace lo que sea necesario para 
conseguirla. 
 Consumo/consumidor compulsivo: aquí el individuo además de su dependencia 
psicológica a las drogas, destina la mayor parte de su tiempo, pensamiento y 
energías al hecho de obtener, consumir, hablar de los efectos de éstas y a 
vincularse casi que de manera exclusiva con otros consumidores (Nowlis, 1982). 
 
El concepto de adicción. La definición de las sustancias psicoactivas y adicción no 
están exentas de conflicto, por un lado prevalece la mirada prohibitiva y por otro una 
mirada alternativa que posiciona el consumo y la adicción en el marco de la cultura y la 
subjetividad. 
 
La adicción y su definición se relacionan principalmente con el acercamiento que se ha 
realizado desde las ciencias de la salud a la noción de enfermedad, sin embargo 
existen posiciones que afirman que no existe un sustento científico que apoye la 
aplicación de la noción de enfermedad a las adicciones (Perez, 2013). “Los éxitos de la 
medicina a finales del siglo XIX llevaron a pensar que todo lo negativo y desagradable 
en los humanos era producto de una enfermedad y que por lo tanto tenía cura” (Perez, 
2013, p. 41). A partir de estos acercamientos de la medicina, afirma el autor, varios 
comportamientos humanos comenzaron a ser considerados como enfermedades. 
 
La figura más notable en el contexto histórico que nos interesa es el 
médico alemán Paul Ehelich, ganador del Premio Nobel en 1908. Ehrlich 
fue el creador del concepto de “balas mágicas” para curar las 
enfermedades, pues estarían dirigidas directamente a suprimir las 
causas químicas del sufrimiento. (…) Ehrlich al comienzo consideró que 
las “balas mágicas” eran las armas del cuerpo, y que las drogas lo que 
hacían era “liberarlas”, pero con el tiempo decidió que las “balas” eran las 
drogas mismas. (Perez, 2013, p. 42). 
38 
 
Adicionalmente afirma el autor, que no existe una justificación que permita considerar 
las adicciones como enfermedades, pues esto es producto de una serie de 
especulaciones, “por ello vale la pena mirar con algo más de detalle donde se origina la 
creencia, transformada en dogma, de que existe una “enfermedad adictiva” cuyo 
modelo de referencia es el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas” (Perez, 
2013, p. 44). 
 
El consumo de alcohol, por ejemplo, fue considerado una enfermedad en Estados 
Unidos a finales del S. XVIII por Benjamín Rush, quien realiza unos primeros 
acercamientos a la noción del alcoholismo, en términos de “vicio” o perversión moral” 
(Perez, 2013). Estos acercamientos del consumo de alcohol como enfermedad, 
generaron un sustento en el imaginario colectivo, validado por la voz de la 
institucionalidad médica, al considerar que al tratarse de una enfermedad debe o puede 
haber un tratamiento médico adecuado, adicionalmente bajo esta perspectiva pesa la 
noción de que el sujeto no es completamente responsable y que el alcoholismo se 
transforma en la causa no la consecuencia. (Perez, 2013) 
 
Es Elwin Morton quien en 1944 contribuye a formar el National Council for Education on 
Alcohol, que permitió fortalecer y expander la noción del consumo de alcohol como una 
enfermedad, “Jellinek pretendía que el alcoholismo era una “alergia” y que el único 
modo de manejarla era a través de la abstinencia”. El mismo Jellinek afirma tras 
estudios a nivel celular de otros médicos que no encontraron nada científicamente 
comprobable para soportar la teoría, que “Es un error tratar de insistir en encontrar una 
patología subyacente antes de aceptar que una condición particular es una 
enfermedad… la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia, una enfermedad 
es lo que la profesión médica reconoce como tal” (Perez, 2013, p. 45). 
 
1.4.3 MARCO LEGAL. De acuerdo al estudio de Nisimblat (2010) citando “Un estudio 
en Colombia titulado “LA DOSIS PERSONAL” afirma cómo “desde los inicios de la 
humanidad el hombre ha consumido sustancias que alteran la mente”(...) HOMERO en 
«LA ILÍADA», quien mencionó el licor de NEPONTE, que correspondía al jugo de opio y 
39 
 
a algunos poetas, entre ellos PORFIRIO BARBA JACOB, quienes mencionaron 
sustancias con efecto psicotrópico, para demostrarque el consumo de estas sustancias 
es inherente a la persona humana” (p.4). 
 
Esta historicidad del consumo, ha transitado por diferentes tipos de regulación 
dependiendo de la época y de la cultura, en Colombia actualmente existen una serie de 
regulaciones de tipo legal frente al consumo de SPA, Beatríz Acevedo (como se citó 
en Nisimblat, 2010) afirma que: 
 
(...) la política de drogas en Colombia ha privilegiado una concepción de 
las drogas que le otorga poder a determinadas instituciones del Estado 
para enfrentar el problema con estrategias principalmente de carácter 
represivo... La política actual, que concibe a las drogas como un asunto 
de “seguridad nacional” ha concentrado las decisiones en el Ejecutivo y 
en el ámbito militar, excluyendo a la sociedad civil de la discusión y 
obstruyendo la circulación de alternativas teóricas y estratégicas sobre 
ellas. (p.10) 
 
Para la investigadora, las políticas relacionadas con el tema de drogas en Colombia, 
han estado determinadas, direccionadas y ajustadas a las decisiones del Derecho 
Internacional y a las disposiciones internacionales, razón por la cual ha prevalecido una 
concepción de las mismas desde el discurso de la prohibición. Gómez (como se citó en 
Nisimblat, 2010), afirma: 
 
A partir de 1986 la lucha se centró en el terrorismo y el tráfico de 
estupefacientes, para lo cual se propugnó por el castigo del individuo 
traficante, a quien se hizo aparecer, ante la opinión pública, como el 
responsable de la violencia política y de la común. (p.10). 
 
En la investigación de Beatriz Acevedo, se elabora un marco legal a nivel internacional 
que se sintetiza en la siguiente tabla: 
40 
 
Tabla 1. Conclusiones de la investigación realizada por Beatriz Acevedo acerca de las 
políticas en el tema de drogas 
 
 Fuente: Beatriz Acevedo, 2007 citada por Nisimblat, 2010 
 
A este marco legal de carácter internacional, se le suma una serie de leyes a nivel 
nacional, que la investigadora Beatriz Acevedo resume hasta el año de 1986 como se 
presenta a continuación: 
 
 
 
 
 
 
41 
 
Tabla 2. Resumen ajustado de la tabla realizada por la investigadora Beatríz Acevedo, 
2007 Citada por Nisimblat 2010. 
 
NORMA DESCRIPCIÓN 
Ley 84 de 1916 Por la cual se declaran libres la producción y 
comercio del alcohol desnaturalizado y de los 
vinos de producción nacional. 
 
Ley 11 de 1920 Sobre importación y venta de drogas que 
formen hábito pernicioso. 
Ley 12 de 1923 En desarrollo de la Ley sobre alcohol. Las 
asambleas departamentales dictarán 
disposiciones contra el alcoholismo, 
restringiendo la producción, venta y consumo 
de licores destilados y bebidas 
fermentadas [chicha y guarapo]. 
 
 
Ley 88 de 1925 Se prohíbe el expendio de licores 
embriagantes en despoblados inmediatos a 
las construcciones del ferrocarril. Así mismo 
se prohíbe las cantinas a menos de una 
cuadra de escuelas o colegios. 
Ley 118 de 1928 Por la cual se adiciona a la ley 11 de 1920, 
sobre importación y venta de drogas que 
formen hábito pernicioso y se 
dictan otras disposiciones servicio higiene. 
Ley 36 de 1939 Por la cual se reglamenta el comercio 
de las drogas que forman hábito pernicioso. 
42 
 
Ley 45 de 1946 Penalización de la actividad de “distribución, 
venta y suministro” de drogas 
estupefacientes lo mismo que el destino de 
casas o establecimientos para tales fines. 
Ley 23 de 1962 “El ejercicio de la química farmacéutica o 
de la farmacia implica una función social 
responsabilidad de los profesionales”. Se 
diferencia entre farmacia droguería, botica y 
botica asistencial. 
Ley 47 de 1967 Por medio de la cual se modifica el artículo 1 
de la Ley 23/62 
Decreto 1136 de 1970 Al que perturbe la tranquilidad pública como 
consecuencia de estado de intoxicación 
crónica producida por el 
alcohol, o por enfermedad mental o consumo 
de estupefacientes o de alucinógenos se le 
someterá a tratamiento médico con o sin 
internación en clínica, casa de reposo u 
hospital, hasta obtener su curación o 
rehabilitación. 
Decreto 522 de 1971 Se regula la actividad de establecimientos 
públicos y el auspicio del consumo de 
marihuana, cocaína, morfina o cualquiera 
otra droga o sustancia estupefaciente o 
alucinógena. 
Ley 17 de 1973 Delega en el presidente el sentido de la 
norma. Introduce el tema de cultivos ilícitos 
dentro de su formulación. También 
se habla del castigo a la difusión o el 
estímulo [por cualquier medio. 
43 
 
Decreto 1188 de 1974 Por primera vez organiza un cuadro 
burocrático institucional para regular todos 
los aspectos de tan complejo fenómeno. 
Decreto 2346 de 1978 Crear en el nivel Ejecutivo un organismo 
encargado de la “lucha contra el tráfico de 
estupefacientes” como misión de la 
Presidencia y su administración. 
Ley 9 de 1979 Extensa sobre disposiciones de alimentos, 
bebidas y drogas, así como del señalamiento 
de la salud como bien público 
Ley 30 de 1986 Define droga, estupefaciente, medicamento, 
psicotrópico, abuso, dependencia 
psicológica, adicción o drogadicción, 
toxicomanía, dosis terapéutica, dosis 
personal. 
 
Actualmente la normatividad referente al consumo de SPA, continúa respondiendo a 
las lógicas de los tratados internacionales. Entre las normas más relevantes vigentes 
encontramos la Ley 30 de 1986 mencionada anteriormente, por la cual se adopta el 
Estatuto Nacional de estupefacientes. De acuerdo a dicha ley en el artículo 2, se 
construye una definición de estupefacientes “Es la droga no prescrita médicamente, 
que actúa sobre el sistema nervioso central produciendo dependencia” (Ley 30 de 
1986). 
 
En la misma Ley, en el artículo 11 se encuentra lo referente al rol que tienen las 
instituciones educativas: “Los programas de educación primaria, secundaria y superior, 
así como los de educación no formal, incluirán información sobre los riesgos de la 
fármaco dependecia, en la forma que determine el Ministerio de Educación Nacional y 
el Icfes, en coordinación con el Consejo Nacional de Estupefacientes” (Ley 30 de 
1986). 
44 
 
2. METODOLOGÍA 
 
 
El acercamiento al problema de investigación se realiza desde un enfoque cualitativo, 
que busca comprender desde la subjetividad pues, preguntar sobre los imaginarios que 
tienen los estudiantes acerca del consumo de SPA conlleva a averiguar sobre un 
fenómeno que conduce a una realidad que es generada en el pensamiento humano y 
así contar con las rutas para dar solución a la pregunta planteada. Como lo expresa 
Hernández, Fernández y Baptista (2010), el enfoque cualitativo se caracteriza por 
explorar los fenómenos a profundidad, se conduce básicamente en ambientes 
naturales, los significados se extraen de los datos, el proceso por su parte es inductivo, 
recurrente, analiza múltiples realidades subjetivas y no tiene una secuencia lineal. Es 
decir entre muchas de las características de este enfoque se encuentra el hecho de 
que, la recolección de datos se lleva a cabo en el ambiente cotidiano sin ejercer 
influencia ni modificaciones, que para el caso concreto son los estudiantes de grado 
séptimo uno, dos y tres en los espacios de la institución educativa Santa Ana. Además, 
no es un proceso lineal en donde se tengan que seguir las fases de definición del 
problema, diseño, recolección de datos, análisis de datos e informe, en forma rigurosa, 
sino que durante el desarrollo de la investigación se puede volver a fases anteriores y 
realizar cambios de acuerdo a las necesidades observadas en el transcurso. 
 
En el enfoque cualitativo según Sandoval, (1996) se plantea que el conocimiento se 
crea de manera compartida, como resultado de la acción conjunta entre el investigador 
y el investigado, lo que es necesario en la investigación planteada puesto que, para 
poder comprender los imaginarios de los estudiantes acerca del consumo de SPA hay 
que meterse en la realidad que viven estosjóvenes y así poder identificar las formas de 
percibir, pensar, sentir y actuar propias de ellos frente al tema en estudio. En este 
trabajo no se busca solamente explicar el fenómeno sobre el consumo de SPA sino 
darle sentido a lo que habita en el sujeto y para ello hay que interactuar con él, 
buscando sumergirse en su mundo. 
 
45 
 
Este trabajo es de tipo hermenéutico ya que, busca comprender lo que expresan los 
estudiantes frente al consumo de SPA, pues según Cárcamo (2005), Schleiermacher 
considerado el padre de la hermenéutica moderna, plantea que esta “debe ser 
entendida como el arte del entendimiento a partir del diálogo”, en otras palabras y 
específicamente en el trabajo en cuestión, se va a establecer un acercamiento con las 
y los jóvenes, con quienes se van a tener momentos de diálogo y así escuchar las 
frases que expresan frente al tema, las cuales van siendo grabadas, escuchadas y 
transcritas para luego darles sentido al ser categorizadas y entender esos imaginarios 
que tienen según el ambiente en el que se encuentran y la realidad social en que viven. 
 
Figura 1. Metodología 
Fuente: el autor 
 
 
 
 
46 
 
2.1 MUESTRA 
 
En el proceso cualitativo la muestra se refiere al conjunto de individuos, 
acontecimientos, etc., de los cuales se recolectan datos, sin tener que ser 
obligatoriamente representativo de la totalidad de la población estudiada (Hernández et 
al., 2010. P. 394), en otras palabras lo importante no es la cantidad de la muestra sino 
la riqueza y calidad de la información que se obtenga. El investigador es el que decide 
el número y características de la muestra según el trabajo a realizar, afirmándose 
entonces que es de tipo intencional. 
 
En el estudio que acontece la selección de los participantes se realiza bajo un 
muestreo intencional, el punto de partida como unidad de trabajo son los estudiantes 
de grado séptimo de la sede principal de la Institución educativa Santa Ana ubicada en 
el municipio de Mariquita – Tolima, que corresponde a 143 jóvenes distribuidos en 3 
grupos, 701 con 48, 702 con 46 y 703 con 49, de este total se toma como unidad de 
análisis o muestra 18 estudiantes activos, 6 de cada grupo, (3 mujeres y 3 hombres). 
Es un grupo de características variadas, que representan la diversidad existente en 
cuanto a género, tipo de familia en la que viven pues se ha tenido en cuenta que 
algunos vivan en familias funcionales en donde principalmente la conformen papá, 
mamá e hijos y otras disfuncionales donde falta uno o los dos padres; también se ha 
mirado que el rendimiento académico de los participantes esté entre alto y bajo, con el 
fin de no sesgar los resultados. 
 
2.2 INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS 
 
La recolección de los datos en la investigación cualitativa se lleva a cabo en su entorno 
habitual, sin modificaciones, respetando las condiciones en que se encuentran los 
participantes, las expresiones que revelan y posiciones que asuman. En los estudios 
de tipo cualitativo, “los instrumentos no son estandarizados, se trabaja con múltiples 
fuentes de datos, que pueden ser entrevistas, observaciones directas, documentos, 
material audiovisual, etc. Además recolecta datos de diferentes tipos: lenguaje escrito, 
47 
 
verbal y no verbal, conductas observables e imágenes”, (Hernández et al., 2010. P. 
409). Se puede afirmar entonces que el investigador es quien decide cómo obtiene los 
datos de acuerdo a su pregunta de investigación, busca la manera más acertada para 
obtener información relevante y verdaderamente valiosa en la consecución de los 
objetivos planteados. 
 
A los estudiantes de la muestra inicialmente se les aplica un cuestionario con 9 
preguntas abiertas con el objetivo de obtener una información previa sobre los 
imaginarios acerca del consumo de SPA, que luego se amplía durante 1 sesión en 
profundidad o grupo de enfoque que se lleva a cabo con 7 de los estudiantes que 
contestaron el cuestionario y así poder profundizar en la información obtenida. Los 
grupos focales son concebidos por algunos autores como entrevistas grupales que 
reúnen grupos pequeños, de 3 a 10 participantes para conversar acerca del tema de 
interés en un ambiente cómodo y poco formal (Hernández et al., 2010. P. 425). Toda la 
información recolectada se interpreta comprensivamente, desde el Análisis de 
Contenido, utilizando tablas con categorías de acuerdo con la pregunta, las cuales 
permiten sacar conclusiones y dejar planteadas sugerencias para la realización de una 
propuesta de intervención a la luz de los resultados obtenidos. 
 
Como mecanismo de validación del primer cuestionario se recurre al concepto emitido 
por el Magister en Educación Jhon Rodolfo Zona López, de la Universidad de Caldas y 
luego de tener en cuenta sus sugerencias se aplica una prueba piloto a 6 estudiantes 
de grado séptimo de la sede principal de la Institución Educativa Santa Ana, los cuales 
no hicieron parte de la unidad de análisis; ésta se revisa en compañía del Asesor 
inicial del trabajo, Fabio Moncada, con quien se determina hacer algunos cambios de 
forma, puesto que, respecto a las preguntas se observa que fueron entendidas por los 
estudiantes. Finalmente, se continúa con la aplicación a los participantes elegidos. 
 
2.3 PROCESO DE RECOLECCIÓN DE DATOS 
 
48 
 
Para proceder a aplicar los cuestionarios se elabora una carta de consentimiento que 
los estudiantes elegidos como muestra para el estudio, deben llevar a su casa y luego 
traer firmado por el padre de familia o acudiente, en la que aceptan la participación de 
su acudido en el estudio acerca de los imaginarios sobre el consumo de sustancias 
psicoactivas. Esto en base a la Ley 1098 de 2006, por la cual se expide el código de la 
infancia y adolescencia, que en su artículo 7 y 8 hace referencia a “la protección 
integral de niños, niñas y adolescentes, como sujetos de derechos y por los que toda 
persona está obligada a garantizar su satisfacción” (p.2); así mismo, en esta Ley, el 
artículo 14, plantea, “la responsabilidad parental, haciendo relación a que los padres 
tienen la obligación de orientar, cuidar y acompañar a los niños, niñas y adolescentes 
durante su proceso de formación, para que logren el máximo nivel de satisfacción de 
sus derechos” (p.3) Teniendo en cuenta lo anterior, cualquier acción que se quiera 
llevar a cabo con un menor debe contar con el aval por parte de los padres y siempre 
evitando cualquier hecho que vulnere sus derechos. Para iniciar el proceso, se llama a 
los jóvenes con quienes se procedería a trabajar, se les informa en qué consiste el 
estudio y luego se les pregunta si quieren participar, todos dan como respuesta un sí, 
entonces se les entrega el consentimiento y se explica que lo deben llevar a casa para 
que el padre de familia conozca el trabajo que se quiere realizar y dé la autorización 
para hacer parte del grupo. Se hace énfasis en que debe devolver el documento al día 
siguiente, algunos cumplen con la entrega según la indicación, otros no y finalmente 
transcurren tres días para obtener todas las cartas, pero uno de los jóvenes la devuelve 
sin la firma y dice que sus padres se negaron a permitirle su participación; entonces se 
elige un nuevo integrante con quien se realiza el mismo procedimiento y cuyos padres 
aceptan. 
 
Después de tener los consentimientos de los padres, se organiza la aplicación del 
primer cuestionario con preguntas abiertas. El cuestionario es una técnica de uso 
común en la recolección de datos y las preguntas abiertas no establecen límites en las 
respuestas, dando la posibilidad de obtener mayor información (Hernández et al., 2010). 
Para ello se copia el formato del instrumento en 18 computadores en la sala de 
informática de la Institución Educativa Santa Ana, el 28 de Abril se lleva a los 
49 
 
estudiantes, para que contesten las 9

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