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Apuntes de metodología de la 
investigación científica: un enfoque 
para la administración de negocios 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
WILLIAM CAMPOS LIZARZABURU 
 
Serie 
Materiales de investigación 
Perú, agosto 2017 
 
Apuntes de metodología de la investigación 
científica: un enfoque para la administración de 
negocios 
 
 
William Campos Lizarzaburu 
Magister en Docencia Universitaria, profesor invitado de la Escuela de 
Posgrado de la Universidad San Pedro (Chimbote, Perú). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Formato recomendado para citar: 
Campos L., William. (2017). Apuntes de metodología de la investigación 
científica: un enfoque para la administración de negocios. Magister SAC. 
Recuperado de http:// 
 
 
 
Las opiniones que se presentan en este trabajo, así como los análisis e interpretaciones que 
en él se contienen, son de responsabilidad exclusiva de sus autores y no reflejan 
necesariamente los puntos de vista de Magister SAC ni de las instituciones a las cuales se 
encuentran vinculados. 
 
 
 
 
 
3 
 
 
Índice 
 
Índice ............................................................................................................. 3 
Presentación .................................................................................................. 4 
1 ..................................................................................................................... 6 
La administración ........................................................................................... 6 
como disciplina científica ............................................................................... 6 
La administración y su objeto de estudio .................................................... 7 
Las variables en torno a la organización .................................................. 10 
2 ................................................................................................................... 13 
Antecedentes y fundamentación científica ................................................... 13 
Una aproximación al apartado de Antecedentes y fundamentación 
científica ................................................................................................... 14 
Ejemplificando este apartado ................................................................... 16 
A modo de conclusiones y comentarios finales ........................................ 25 
3 ................................................................................................................... 26 
La justificación .............................................................................................. 26 
Los criterios utilizados en la justificación de un estudio ............................ 27 
Entendiendo qué es la justificación de un estudio .................................... 29 
Ejemplificando la justificación ................................................................... 31 
4 ................................................................................................................... 35 
La matriz de consistencia ............................................................................. 35 
Los elementos básicos de la matriz de consistencia ................................ 36 
Modelos de matrices de consistencia ....................................................... 37 
5 ................................................................................................................... 51 
Acerca de los objetivos ................................................................................ 51 
Los objetivos de investigación .................................................................. 52 
Referencias .................................................................................................. 55 
 
 
 
4 
 
Presentación 
Como otros materiales de esta serie, este documento tiene un fin 
práctico. En principio, constituye un material preparado para los estudiantes 
de la Maestría en Administración de Negocios de la Universidad San Pedro 
(Perú). Hoy se pone al alcance general. 
Considerando su carácter práctico, se enfoca en orientar la formulación 
y exposición de algunos elementos temáticos que implican mayor dificultad 
para los estudiantes de una maestría o doctorado cuando se elabora la 
propuesta de un proyecto de investigación. El telón de fondo en el cual se 
desarrolla este documento es la Administración, en su concepción general, y 
la Administración de empresas, en su forma específica. Los ejemplos que se 
abordan refieren esta disciplina. En consecuencia, aunque los conceptos que 
se manejan pertenecen al dominio de la metodología de la investigación 
científica, en general, la aplicación de estos conceptos corresponde a la 
Administración de empresas. 
Cabe señalar que este documento se elabora al amparo directo de uno 
de los documentos de nuestra autoría, Apuntes de metodología de la 
investigación científica, que recibió una inesperada acogida desde que fue 
puesto en circulación en la red en diciembre del año 2010, por medio de issuu. 
Ese documento, a la fecha, ha conseguido más de mil lecturas y más de 17 
mil impresiones (considerando los indicadores bibliométricos actuales de 
issuu), fue incorporado a 11 stacks, también en issuu, y fue subido a Scribd, 
por gente que no conocemos, a pesar de los errores de digitación que se 
filtraron y de las limitaciones en los ejemplos que, entonces, consideramos 
convenientes. 
Al igual que su predecesor, en este documento se abordan los siguientes 
tópicos: 
 La matriz de consistencia lógica, herramienta que permite formular las 
preguntas, objetivos e hipótesis de investigación considerando como 
fundamento una estrecha correspondencia entre esos elementos. Sin 
embargo, aquí se han ampliado los ejemplos de matrices de 
consistencia a los casos de estudios con diseños descriptivos, 
específicamente, los diseños comparativos, que constituyen uno de los 
modelos de estudio de especial relevancia y aplicación en la 
Administración. 
 La justificación del estudio, que, en este caso, se reinterpreta en una 
forma en la que se hace notable su total vinculación con la exposición 
de la fundamentación del problema. 
 La redacción de los objetivos de investigación, proceso acerca del cual 
hay que reconocer que, a pesar del tiempo transcurrido, todavía sigue 
siendo objeto de variadas opiniones sin mayor objetividad. 
5 
 
Por otro lado, a diferencia de su predecesor, en este documento se 
incluyen dos tópicos que no se habían considerado anteriormente: 
 La Administración como una disciplina científica. En este caso se 
delimita el objeto de estudio de la disciplina en la cual se quiere realizar 
investigación, la Administración de empresas; y se propone un 
acercamiento a los componentes, dimensiones y variables que 
configuran este objeto de estudio. Consideramos que esta exposición 
es necesaria para entender varios contenidos de la propuesta de una 
investigación, que se derivan de la comprensión del objeto de estudio: 
la fundamentación científica, también conocida como identificación de 
la situación problemática o, mejor aún, planteamiento del problema; y 
la justificación del estudio. 
 La fundamentación científica de un problema de investigación, que 
implica, en nuestra perspectiva, efectuar un abordaje sistémico y 
dialéctico de los trabajos previos y las bases teóricas en torno al 
problema. 
Para cumplir con la finalidad orientadora de su predecesor, se sigue la 
premisa de adoptar un enfoque expositivo de cariz práctico, que procura evitar 
la discusión teórica en torno a los tópicos mencionados, excepto cuando se 
considera necesario exponer los argumentos de la perspectiva que aquí se ha 
adoptado. 
Se advierte, asimismo, que para evitar mayores complicaciones de 
redacción, se utilizará la expresión administración y, cuando sea necesario, 
administración de empresas, a secas y sin mayúsculas, aunque sí en cursiva, 
parareferir la disciplina de la Administración. 
En tanto se trata de un documento de trabajo, queda abierto a la 
introducción de modificaciones posteriores, en la medida que las necesidades 
de precisión y exposición lo requieran. 
Esperamos, con este esfuerzo, mejorar hasta donde sea posible los 
logros conseguidos por ese documento previo, hoy ya un veterano de las 
redes, Apuntes de metodología de la investigación científica. 
 
Palabras clave: 
administración de empresas, objeto de estudio, organización, metodología de 
la investigación, matriz de consistencia, fundamentación científica, 
justificación, objetivos, antecedentes, sistematización, análisis. 
 
6 
 
1 
 
La administración 
como disciplina científica 
 
7 
 
 
La administración y su objeto de estudio 
Todas las disciplinas científicas identifican, a grandes rasgos, un objeto 
de estudio que las define. La biología, los seres vivos; la física, los fenómenos 
físicos; la química, los fenómenos químicos; la psicología, la conducta; la 
zoología, la vida animal; etc., como se muestra en la siguiente tabla: 
 
Tabla 1. Objeto de estudio de algunas disciplinas científicas 
disciplina objeto de estudio 
biología los seres vivos 
física los fenómenos físicos 
química los fenómenos químicos 
psicología el comportamiento 
zoología la vida animal 
antropología el hombre 
arqueología restos arqueológicos 
sociología la sociedad 
pedagogía el acto educativo 
Fuente: Elaboración propia. 
 
La administración no es una excepción. Como se puede colegir de la 
tabla, muchas de las disciplinas científicas tienen un objeto de estudio 
definido, que delimita claramente su estatus científico; sin embargo, no ocurre 
así con algunas disciplinas que no nacieron exactamente como ciencias, sino 
como praxis sociales; este es el caso de la medicina, la pedagogía y, 
evidentemente, la administración. 
Antes que la medicina se convirtiera y se entendiera como una ciencia 
con todas sus letras, primero fue sólo una praxis cuyo fin era curar la 
enfermedad, en otras palabras, restablecer el estado de salud. Sólo después 
de entender su propósito social, fue posible ir más allá del mismo para poder 
delimitar su objeto de estudio (el estado de salud) e iniciar un camino de 
acercamiento progresivo a éste. 
Lo mismo sucede con la pedagogía; si sólo se entiende como una praxis 
cuyo propósito es producir aprendizajes en un colectivo humano, no alcanza 
un estatus científico. Pero cuando se empieza a entender que tiene un objeto 
de estudio claramente definido, sin importar, en principio, su aplicación 
práctica ni la coyuntura inmediata en la que se da; y se aborda ese objeto de 
estudio tratando de delimitar los aspectos que lo componen, tratando de 
identificar las relaciones que se producen entre ellos, tratando de determinar 
la influencia que esos aspectos reciben de agentes o factores ajenos a ellos, 
entonces, su estatus científico empieza a hacerse evidente. 
En consecuencia, el hecho de que la pedagogía se apoye en otras 
disciplinas científicas (como la biología y la psicología), deja de tener mayor 
sentido, en la medida que su objeto de estudio está claramente delimitado. 
8 
 
Precisamente, por esta razón, los métodos de indagación o investigación de 
las disciplinas que contribuyen a estudiar ese objeto de estudio no terminan 
estudiando los objetos de estudio que las definen a ellas mismas, sino el 
objeto de estudio de aquella, la pedagogía. 
En consecuencia, tanto en la medicina como en la pedagogía se 
identifican dos sentidos claramente diferenciados en lo que respecta a su 
definición: un sentido de praxis social, que no tiene mucho que ver 
(posiblemente nada) con su estatus científico; y un sentido que se sustenta 
en el hecho de que cuentan con un objeto de estudio, que no se identifica ni 
se corresponde con el objeto de estudio de otras disciplinas. Ni el estado de 
salud, ni el acto pedagógico, son objetos de estudio de otras disciplinas, aun 
cuando muchas disciplinas científicas puedan contribuir a que estos objetos 
de estudio sean mejor conocidos. 
La biología, la psicología o la antropología son disciplinas científicas que 
contribuyen en gran medida a la medicina, tanto como praxis y como ciencia, 
pero ninguna de ellas ha adoptado el estado de salud como su objeto de 
estudio. 
Lo mismo ocurre con la pedagogía; tanto la biología, la psicología, la 
antropología e incluso la sociología han efectuado constantes aportes a la 
pedagogía entendida como una praxis social; pero ninguna de ellas ha 
asumido como objeto de estudio único y delimitado el acto educativo, aquella 
situación que se define por el hecho de que existe alguien que aprende, 
alguien que enseña y un marco en el cual se enseña. Ese hecho es lo que se 
conoce como acto educativo, y con un nombre quizá algo más pretencioso, 
proceso enseñanza – aprendizaje, que implica los mismos componentes para 
que se produzca. 
En el caso de la administración ocurre una situación similar. De buenas 
a primeras, constituye sólo una praxis, tanto que el mismísimo Mario Bunge 
la califica como una disciplina sociopráctica. Claro, en la medida que sólo se 
limite al aprendizaje de formas, procedimientos y métodos sobre cómo 
potenciar sus alcances, constituye una praxis. Pero cuando se adopta la otra 
perspectiva, aquella en la que se intenta definir un objeto de estudio, al cual 
se apunta sin que éste se identifique, se aproxime o se superponga con el 
objeto de estudio de otra disciplina, entonces, podemos decir sin temor a 
equivocarnos que nos estamos aproximando al estatus científico de esta 
disciplina. 
Ésa es precisamente la perspectiva que se adopta aquí; no se pretende 
hacer acciones de intervención social (praxis social), si primero no se ha 
delimitado claramente qué se está estudiando, si primero no se conoce cuál 
es el objeto cuyo entendimiento cada vez más profundo y certero permite, 
entonces, y sólo entonces, efectuar propuestas de intervención sobre él, que 
puedan mejorar algunos de los aspectos que lo definen e integran. 
Entonces, ¿cuál es el objeto de estudio de la administración, en tanto 
disciplina científica? El objeto de estudio, que se identifica sólo en el caso de 
la administración como disciplina, es la organización, pero la organización 
entendida como entidad, como un organismo que surge en una sociedad, 
9 
 
sobre la base de la conjunción de esfuerzos de diferentes actores individuales, 
con el propósito de alcanzar objetivos mayores, que no se conseguirían con 
los esfuerzos de cada uno de los individuos por separado. 
Nótese que el objeto de estudio identificado, la organización, no se 
identifica, ni coincide ni se superpone con el objeto de estudio de otras 
disciplinas que se podrían considerar más o menos emparentadas, como la 
economía u otras. Nadie podría decir que la organización es el objeto de 
estudio de la economía; ni tampoco se podría decir que, por el hecho de que 
una organización constituye un grupo social, una forma en pequeño de una 
sociedad, es el objeto de estudio de la sociología. Que estas disciplinas 
puedan abordarla como parte de su acercamiento a sus respectivos objetos 
de estudio es otra cosa, pero por ningún lado se verifica ni identificación ni 
superposición de lo que le corresponde a cada una. 
Cabe hacer una aclaración aquí: no se habla, entonces, de una acción 
realizada con el propósito de modificar una entidad, una organización, y no se 
habla tampoco del proceso general que define esa intervención, al que se 
conoce como proceso administrativo. Se habla aquí de la organización 
entendida como un objeto que debe ser escudriñado, analizado en sus 
componentes, en las relaciones que se dan entre ellos, y en los impactos que 
recibe de agentes o factores ajenos a ella. 
Un detalle adicional. Hay que considerar que cuando se habla de la 
administración como disciplina científica, se reconoce, entonces, que su 
objeto de estudio es la organización. 
Objeto de estudio dela Administración 
El objeto de estudio de la Administración es la 
organización, entendida como entidad. 
 
Cabe preguntarse, sin embargo, qué ocurre cuando ese objeto de 
estudio tiene una cualidad intrínseca que lo define todavía con mayor 
precisión. Piénsese, por un momento, que existen organizaciones que, en 
esencia, se diferencian entre sí por los fines que persiguen en una sociedad; 
por ejemplo, una municipalidad es una organización, pero no persigue los 
mismos fines que un centro comercial o una agencia de viajes, aun cuando 
éstas también son organizaciones. Lo que las diferencia es que mientras las 
segundas tienen como propósito obtener un rédito de sus actividades, es 
decir, beneficio económico, la primera no tiene ese fin; su fin se identifica con 
una eficiente provisión de servicios a su comunidad. Lo que las diferencia, 
entonces, es que mientras algunas organizaciones tienen como fin obtener un 
lucro, otras no tienen ese fin. En consecuencia, de lo dicho, se extrae una 
primera aseveración: 
La búsqueda del lucro define a una empresa. 
Considerando que, aquí, la noción de lucro no se entiende en un sentido 
peyorativo, ni refiere la incursión de una organización en actividades 
ilegítimas, sino únicamente en el sentido de obtención de un beneficio a partir 
10 
 
de una inversión, habría que aclarar que ese beneficio o lucro se obtiene por 
la realización de aquellas actividades específicas que permiten a una 
organización producir un bien, ya sea fabricar un producto o prestar un 
servicio, y ofrecerlo a un mercado. En consecuencia, de lo expuesto, se extrae 
una segunda aseveración: 
Una empresa es una organización que realiza una serie de 
actividades específicas para producir un bien, el cual pone en el 
mercado con el objeto de conseguir lucro. 
En consecuencia, en este estudio, todo el análisis efectuado se refiere a 
aquellas organizaciones que tienen como propósito obtener lucro: las 
empresas. Por lo tanto, cuando hablamos de administración, ya no estamos 
hablando de la administración en general, sino de la administración de 
empresas, cuyo objeto de estudio se circunscribe, entonces, a la organización 
con fines de lucro, la empresa. En consecuencia, de lo dicho, se extrae una 
tercera aseveración: 
El objeto de estudio de la administración de empresas es la 
empresa, que se define como organización con fines de lucro. 
 
Las variables en torno a la organización 
Toda empresa tiene componentes que necesariamente deben existir 
para que las actividades que realiza, le permitan concretar sus fines. A 
grandes rasgos, se identifican, por lo menos, cinco grandes componentes: un 
componente propietario, un componente directivo, un componente productivo, 
un componente económico, y un componente de ventas. 
 El componente propietario está constituido por el dueño o dueños de la 
empresa. 
 El componente directivo está constituido por quienes dirigen la 
empresa. 
 El componente productivo está conformado por quienes participan en 
el proceso de producción de la empresa, es decir, por quienes dan 
forma al producto que ofrece la empresa. 
 El componente económico o, con más precisión, el componente 
financiero, constituido por quienes velan porque los recursos 
económicos de la empresa se asignen de la manera más eficiente. 
 El componente de colocación o ventas, que lleva el producto hacia 
quienes lo adquieren. 
Sin hacer un gran esfuerzo de razonamiento, es claro que cada uno de 
esos componentes se compone, a su vez, de otros componentes de menor 
dimensión o, como se ha mencionado en otro apunte (Campos, 2016), de 
aspectos que integran el componente. 
11 
 
 
Figura 1. Componentes de la organización como objeto de estudio. 
 
Se tiene un objeto de estudio, en este caso la organización, o mejor aún, 
la empresa, a la que se ha denominado O. La empresa está constituida por 
cinco grandes componentes, O1, O2, O3, O4 y O5. Como se observa en la 
figura, cada uno de esos grandes componentes se subdivide a su vez en 
subcomponentes que lo identifican y que pueden ser estudiados por 
separado, o11, o12, o13, o1n, para el caso del componente O1, y otros 
subcomponentes similares para los otros componentes. Cabe preguntarse 
cómo se pueden estudiar esos subcomponentes. Lo cierto es que esos 
subcomponentes pueden ser estudiados en función de diferentes aspectos 
que los caracterizan. Estos aspectos son susceptibles de medición o 
clasificación; cuando ese proceso de medición o clasificación hace posible 
identificar valores diferentes en las unidades de observación, se les conoce 
como variables (Campos, 2016). Entonces, se define una variable en los 
siguientes términos: 
Variable 
Aspecto de interés en el estudio de una 
población, que es susceptible de medición o 
clasificación, y asume valores distintos en 
cada unidad de observación. 
Considerando que el objeto de estudio es demasiado amplio para 
abordarlo completamente en una investigación en particular, se decide 
estudiar sólo uno de los grandes componentes, a modo de ejemplo, el 
componente directivo, designado por O2. Sin embargo, como se puede pensar 
intuitivamente, también el componente O2 resulta demasiado amplio para 
abordarlo completamente. Por lo tanto, se decide estudiar un solo aspecto del 
12 
 
objeto de estudio, por ejemplo, el director, designado como o21. Como lo que 
se pretende es conocer uno o más aspectos específicos del objeto de estudio, 
y específicamente del componente y subcomponente identificado, se debe 
pensar qué aspectos específicos (o variables) se pueden estudiar en torno al 
director de una empresa. 
Considérese que, para un subcomponente como el director (o gerente, 
según el caso), se pueden identificar diferentes aspectos susceptibles de 
medición o clasificación; se mencionan a continuación algunas de las 
variables o aspectos que se pueden estudiar: liderazgo, eficiencia gerencial, 
capacidad de gestión, estilo de dirección, capacidad de delegar tareas, trabajo 
en equipo, estilo de la toma de decisiones, capacidad para formar equipos, 
etc. Hay un sinnúmero de variables que se pueden identificar tan sólo para 
estudiar (para tener un conocimiento mucho más profundo de) el 
subcomponente conformado por el director y las funciones que cumple en la 
organización. 
En este caso, se está ante un tipo de estudio que apunta a describir un 
componente o subcomponente en función de una o más variables que se 
identifican en él. A este tipo de estudios cuyo propósito es describir un objeto 
de estudio en función de una o más variables que lo identifican, se le conoce 
como investigación descriptiva. 
Evidentemente, a medida que el propósito de un estudio se hace más 
elaborado y complejo, se pasa de los estudios descriptivos a otros tipos de 
estudio. Para un acercamiento más preciso a algunas tipificaciones (que 
consideramos relevantes) de los estudios, se recomienda una lectura más 
profunda de los textos de Hernández, Fernández y Baptista (1997, 2006, 
2014), así como de algunos de nuestros breves textos (Campos, 2010, 2016). 
 
 
 
13 
 
2 
 
Antecedentes y fundamentación 
científica 
 
14 
 
Una aproximación al apartado de Antecedentes y 
fundamentación científica 
Éste es uno de los apartados que la propuesta del proyecto de 
investigación en su forma actual, ha traído más complicaciones a los 
estudiantes de postgrado. Las reminiscencias de los modelos tradicionales 
(separar la revisión de trabajos previos de la revisión de bases teóricas) hacen 
de este apartado una suerte de monstruo bicéfalo que no responde al 
propósito de integrar en un solo cuerpo discursivo, sistemático y dialéctico al 
mismo tiempo, el conocimiento que existe en torno a un problema que se 
quiere investigar. 
En otro documento, hemos defendido que la revisión de antecedentes 
(trabajos previos) tiene como función ofrecer un estado de la cuestión en torno 
a un problema (Campos, 2015). Aquí entendemos estado de la cuestión como 
el estado alcanzadoen una disciplina científica respecto de un tema o 
problema que se pretende investigar. Precisamente, esa revisión permite 
identificar lo que ya se ha consolidado teóricamente respecto del tema en el 
cual se inscribe el problema a investigar, y lo que en la actualidad se está 
investigando en torno a ese tema y problema. 
Eso supone que el estado de la cuestión o estado del arte, como se le 
llama en algunos textos, refiere fundamentalmente dos grandes contenidos: 
bases teóricas que enmarcan el problema y trabajos previos que se realizan 
en torno al problema. Pero cabe preguntarse cuál es la manera adecuada de 
efectuar esa revisión; ¿debe hacerse como un listado de trabajos previos y 
una exposición de contenidos teóricos copiados de diferentes autores? Esto 
es costumbre en la enorme mayoría de las tesis de postgrado tanto de las 
universidades peruanas como de otros países de la región. Consideramos que 
ésta no es la mejor manera de abordarlos, sino que debiera hacerse el 
esfuerzo por integrar ambos contenidos (bases teóricas y antecedentes) en 
un cuerpo expositivo único, organizado y sistematizado en función de un 
criterio dialéctico. 
Evidentemente, eso supone no como se acostumbra una revisión 
de cinco, nueve o 12 trabajos previos (según sea la regla que se enuncie en 
cada universidad en particular), mal organizados y a veces sin ninguna 
relación con el problema que se quiere abordar; sino una revisión de una 
cantidad de fuentes, entre bases teóricas y trabajos previos, lo 
suficientemente grande como para identificar hasta dónde se ha avanzado en 
esa disciplina particular respecto del tema o problema que se quiere 
investigar. 
Supone también que la revisión no se limita al entorno más cercano al 
investigador, sino que se extiende hasta donde el marco de nuestra cultura e 
incluso civilización puede alcanzar. Demás está decir, entonces, que la 
revisión de trabajos previos no se limita a los trabajos publicados en el idioma 
del investigador, sino que debieran tomarse en cuenta los trabajos publicados 
en los idiomas de autores cuyos países, instituciones o universidades e 
15 
 
incluso investigadores individuales marchan a la vanguardia de un campo o 
dominio científico específico. 
Y supone, evidentemente, que el investigador (y sus jurados, si se trata 
de una tesis de grado) no serán tan descomunalmente necios como para 
sostener esa terrible y trasnochada acción de pedir que el investigador refiera 
como antecedentes o trabajos previos sólo aquellos trabajos de tesis que 
aparecen en las universidades, y no los artículos científicos o artículos 
especializados en torno a un problema de investigación o una disciplina, que 
se publican en revistas científicas o académicas. 
Esta incomprensible acción, negarse a aceptar el uso de los estudios 
publicados, gobernó el entorno académico peruano durante algunos lustros, y 
posiblemente décadas, en algunas universidades que se pretendían 
prestigiosas y serias. La ignorancia era tal que ninguno de esos docentes 
podía argüir alguna razón de peso para estimar como valiosas las tesis, en su 
mayoría epítomes de la mediocridad intelectual y académica, y se negaban a 
aceptar como antecedentes los hallazgos más recientes en torno a un 
problema o un tema de una disciplina científica sólo por el hecho de ya 
estaban publicados en revistas especializadas. 
No hay que ser un genio para darse cuenta de que estas ideas, por 
absurdas que hoy puedan parecer, no solo primaron en el ámbito académico 
peruano, sino que frenaron la capacidad de alcanzar un nivel de ejercicio de 
la investigación que pudiera calificarse de internacional. Como dirían algunos 
amigos del mundo artístico: se conformaban con recibir la palmadita en la 
espalda de parte del pariente cercano, sin entender que la universalidad de la 
ciencia no puede limitar la investigación de la manera en que lo hacían. La 
consecuencia generada de todo ese barullo es evidente: aún hoy, los 
estudiantes de postgrado, y ni qué decir los de pregrado, tienen dificultades 
enormes para entender cómo sería recomendable aproximarse a los 
antecedentes y hacer uso de ellos. 
Volvamos al punto que guía esta sección: la exposición del apartado 
referido a los antecedentes y fundamentación científica. Al respecto, podemos 
sintetizar lo siguiente: 
El apartado de antecedentes y fundamentación científica es un 
ejercicio dialéctico de exposición de contenidos teóricos (bases 
teóricas), que se apoyan en su argumentación en una exhaustiva 
revisión de trabajos empíricos previos (antecedentes). 
¿Existen ejemplos al respecto? Pues, sí; casi cualquier libro de texto de 
alguna de las disciplinas ligadas con el estudio del comportamiento muestra 
este tipo de revisión; véanse, por ejemplo, los libros de Comportamiento 
Organizacional de Hellriegel y Slocum (2009) o el de Robbins y Judge (2013), 
o el libro de Desarrollo Humano, de Papalia, Feldman y Olds (2009). Claro 
que esos textos no abordan un solo tema ni un solo problema, sino varios, y 
por eso mismo son libros de texto para sus respectivas disciplinas e incluso 
para las carreras profesionales vinculadas a esas disciplinas. Pero la idea es 
que esos libros dan un buen ejemplo de lo que sostenemos, cómo integrar en 
16 
 
un todo sistemáticamente organizado tanto las bases teóricas como los 
trabajos previos. 
También se identifican ejemplos de este tipo de aproximación en una 
buena cantidad de libros de Administración y de Administración Estratégica, 
aunque el nivel de argumentación dialéctica es menor que en el caso de los 
textos vinculados con el estudio del comportamiento. Se observa en estos 
libros mucho más opinión del autor, o construcción teórica del autor (para no 
desmerecer su capacidad analítica y de síntesis de la información que 
seguramente ha revisado), que de revisión de trabajos previos, como sí se 
hace en los libros de Psicología. 
A modo de síntesis, lo que se venimos sosteniendo puede resumirse en 
los siguientes pasos: 
 Exposición del problema a investigar. 
 Exposición de las posiciones teóricas que han abordado el problema. 
 Exposición de los hallazgos que diferentes trabajos previos han 
efectuado en torno a cada una de las posiciones teóricas que abordan 
el problema. 
 Crítica de las posiciones teóricas en función de los hallazgos 
efectuados en los diferentes trabajos previos. 
Atención al hecho de que hablamos de hallazgos, y no de autores, 
aunque estos sean citados para apuntalar la necesidad de referenciar las 
fuentes utilizadas. 
Por otro lado, también es conveniente señalar que la crítica también 
puede hacerse en función del análisis efectuado por el investigador, pues 
puede haber detectado alguna área del dominio teórico del problema de 
investigación que no ha sido suficientemente abordada o que ha sido 
abordada de manera deficiente. Precisamente son estos análisis críticos los 
que permiten proponer alguna postura explicativa respecto del problema o 
tema que se investiga; en otras palabras, una modificación de orden teórico o 
una propuesta teórica respecto de lo establecido o investigado. 
 
Ejemplificando este apartado 
Para tener una idea más clara de lo que se está explicando aquí, se 
alcanzan algunos ejemplos: 
Ejemplo 1 
Tema: Gobierno en las micro y pequeñas empresas 
Hoy en día, las MYPES han logrado consolidarse como factor 
indispensable en el desarrollo de los mercados. Es así que se considera a 
las MYPES como la columna vertebral de las economías nacionales y de 
muchas regiones de América Latina, porque aportan producción y empleo, 
garantizan una demanda sostenida, aportan nuevas tecnologías, motorizan 
17 
 
el progreso, aceleran los ciclos económicos, descentralizan el desarrollo, 
aportan nuevos bienes y servicios, y dan a la sociedad un saludable 
equilibrio (Cleri, 2014; Filion, Cisneros y Mejía, 2011). En el Perú, las 
MYPES representan el 99.5% del total de empresas del país, son 
responsables del 49% de la producción nacionaly producen el 49% del 
PBI nacional; asimismo, en la última década, el sector MYPES ha sido el 
más dinámico en relación a la creación de nuevos puestos de trabajo con 
tasas de 9% anual mientras que la gran empresa creció a tasas de 2% anual 
(Arbulú, 2012). 
Sin embargo, las estadísticas de permanencias de las MYPES en el 
mercado son desalentadoras; el 80% de las MYPES fracasa antes de los 
cinco años y el 90% no llega a los diez años (Soriano, 2008). Otros teóricos 
argumentan que cerca del 80% de las MYPES dejan de operar apenas al 
año de haberse establecido (González, 2007). 
Para ellos, una eficaz administración de las MYPES son las claves para el 
desarrollo de los países. No solo se trata de una rentabilidad económica, 
sino de una rentabilidad social; que su aporte en todo sentido a la sociedad 
sea mayor que los recursos que extrae de ella (Herrscher y Rébori, 2013). 
Es así que la Tecnología, el Know-how, la capacitación y desarrollo del 
personal y del propietario-dirigente, uso de equipos y tecnología, inversión 
en maquinaria y tecnología de punta, capacitación del personal, lo valioso 
del capital intelectual, desarrollo de competencias para fabricar nuevos 
productos, son de los llamados factores internos que la Mype debe buscar 
para que jueguen a su favor en ese proceso de desarrollo y consolidación 
que debe buscar para su unidad económica (Carrera, 2012). 
En este aspecto, el rol del empresario Mype es central tanto en el proceso 
de toma de decisiones estratégicas como en la etapa de implementación de 
tales decisiones. Ello es así debido a la naturaleza simbólica del vínculo 
entre el empresario y la MYPE, personificada en su dueño en su fuerte 
orientación a la acción y en razones operativas que inciden en la estructura 
de la organización (Mujica, 2009). Las decisiones financieras en las 
pequeñas y medianas empresas, en muchas ocasiones, depende de las 
características y de las circunstancias personales del propietario-gerente, y 
no tanto de aspectos normativos generalmente aceptados (Vilabella, 2001). 
Es así que la mayoría de las MYPES son gerenciadas en un modo 
personalista, implicando que el propietario/socio participa activamente en 
todos los aspectos decisorios de la empresa; el gerente de una MYPE es 
una persona clave, y su visión y competencias son de central importancia 
para el negocio (Johannisson, 1993). El propietario es el motor principal. 
La mayoría de las cosas que hay que hacer o son hechas por el mismo o 
bajo su directo control; sin embargo, en cualquier caso, en toda pequeña y 
mediana empresa, llega un momento en que propietario o gerente tiene que 
delegar la responsabilidad de las decisiones en alguna otra persona 
(Bellido, 1989). 
Las MYPES en el Perú están dirigidas mayormente por hombres y su 
presencia es de 76,5%; sin embargo, existe un crecimiento sostenido de la 
18 
 
presencia de mujeres, de ser 26,1% en 1984, pasaron a ser el 33,8% en 
2004. En cuanto a la edad de los conductores de las MYPES se observa 
una participación creciente de los adultos de más de 54 años. En cuanto al 
nivel de educación, los empresarios MYPES tienen un 58,1% que cuentan 
con secundaria seguidamente de un 30,2% que cuentan con educación 
superior. Además las horas habituales de trabajo las MYPES tienen unas 
61.1 horas semanales (Arbulú, 2006). 
Si bien es cierto las MYPES son parte de la fortaleza productiva del país, 
se han podido observar una serie de errores, originado muchas veces por 
una mala gestión en el negocio. (Gonzales, 2014). El problema en las 
MYPES se deriva de la persona que la encabeza. Es bastante común que 
la mayoría de los empresarios vean a sus empresas como forma de 
manutención para ellos y sus familias; debido a que la mayoría de las 
MYPES son empresas familiares es importante que los directivos no vean 
a la empresa como una fuente de recursos personales (Lima, 2012), ya que 
una de las principales limitaciones que atraviesan las MYPES en la etapa 
inicial es la escasez de recursos y su consecuente subcapitalización 
(Weston y Brighman, 1981); por ello no es recomendable que el 
empresario y sus familias se valgan de los recursos generados por el 
negocio o gran parte de ellos para intereses personales. 
Otro de los problemas más comunes en las pequeñas empresas y sobre todo 
en las familiares son los conflictos de interés, ya sea por problemas 
personales de la familia que interfieren en las decisiones de negocios, este 
se vuelve un conflicto de interés y una preocupación ética (Arévalo, 2015). 
Existe favoritismo en la mitad de las MYPES ya que el 53% son MYPES 
que lo conforman familias y eso hace que no haya igualdad en la empresa, 
además que ganan más que los empleados realizando las mismas labores 
(Arévalo, 2015). Dejar de lado la ética en las decisiones empresariales 
lleva a una cultura de codicia e irresponsabilidad social, cuyo efecto se da 
en la reputación y los resultados de las empresas. La creciente oleada de 
escándalos corporativos constituyó una de las mayores amenazas para la 
salud de la economía a largo plazo (Rosanas, 2012). Existen papeles éticos 
definidos en documentos tales como la Misión, la Visión, los Valores, las 
Cartas y Códigos Éticos de la empresa. Y son en realidad la moral aplicada 
e impuesta por la dirección general o el empresario con la finalidad de 
conducir, normar y prescribir directrices para la solución a los problemas 
de la empresa desde el punto de vista moral (Torres, 2009). 
También se perciben que los empresarios deciden no cumplir con la norma 
laboral, para reducir costos y ser más competitivo, anteceden su deber 
frente la ley y las personas, ante esto anticipan el éxito económico del 
negocio y ante eso su bienestar particular (Arévalo, 2015). Otro problema 
es la existencia de la informalidad de las empresas, ya que no están 
acogidas a la ley, lo que significa que se desempeñan al margen de ella; o 
no están contempladas en la práctica, es decir que, si bien estas personas 
operan dentro del ámbito de la ley, ésta no se aplica o no se cumple; o por 
la falta de conocimiento en los incentivos al régimen de las MYPE, en el 
acceso a las fuentes de financiamiento que ofrecen las entidades 
19 
 
financieras (Gonzales, 2014). El fracaso de la MYPES puede tener su 
motivación en el escaso conocimiento que los empresarios/gerentes de la 
comunidad MYPE, tiene de los apoyos gubernamentales para el fomento 
y desarrollo de las mismas (Carrera, 2012). 
La realidad es que los micros y pequeños empresarios afrontan una serie 
de dificultades relacionada con la falta de experiencia en competencia 
técnica y competencia gerencial (Gonzales, 2014). El hecho de que 
muchas de las Pequeñas y Medianas Empresas no alcancen el pleno 
desarrollo se da por varias razones: dirección poco o nada motivada, 
administración ineficiente, insuficiente capital, aptitud mínima, falta de 
adaptación a cambios circunstanciales y costosos errores (Carrera, 2012). 
Por ello, el micro y pequeños empresario representan el eslabón más frágil 
en la cadena productiva y de servicios, debido principalmente a que 
carecen, por lo general de sistema de planeación, organización, 
administración y control eficientes, así como de tecnologías propias para 
la gestión y desarrollo de sus actividades productivas (Kauffman, 2007). 
La responsabilidad del directivo empresarial presenta algunas 
características propias, derivadas de su influencia en la organización y su 
área de dominio (Spaemann, 1995). La organización de la micro y pequeña 
empresa típica se suele establecer en función de las circunstancias 
(Bellido, 1989); es por ello que los gestores de MYPES son “empíricos”. 
Otro aspecto a tener en cuenta al analizar el gobierno de las MYPES es 
que desde el punto de vista financiero, estos negocios son altamente 
dependientes de recursos provistos de propietarios, proveedores y 
compañías de leasing (Mujica, 2009). Es indiscutible que los empresarios 
no pueden destinar todas las utilidadesa la reinversión pero sí deben 
mostrar disciplina en establecer un porcentaje significativo y de ser 
posible, un monto específico basado en decisiones estratégicas concisas 
(Scheel, 2000). La principal fuente de financiamiento en la formación del 
negocio son los recursos personales de los propietarios (Weston y 
Brighman, 1981); por ello, es importante que el micro y pequeño 
empresario no perciba a su negocio netamente como fuente de recursos 
personales o familiares. 
El primer deber del gerente o administrador de una micro y pequeña 
empresa consiste en crear, y luego dirigir, toda una serie de relaciones entre 
su empresa y sus trabajadores, proveedores, bancos y clientes (Pérez, 
2000). Las MYPES están revalorizadas debido al crecimiento de los 
servicios en el país por lo que se tiene que tener una estrategia bien definida 
de la MYPE para poder calzar con el mercado (Villarán, 2000).i 
 
Este ejercicio fue realizado por estudiantes de la Maestría en 
Administración de Negocios de la Universidad San Pedro (Chimbote, Perú), 
que se desarrolló durante el año 2016. Fue el mejor trabajo presentado como 
resultado de este ejercicio, e introdujo las propuestas de elaboración que se 
habían alcanzado. 
20 
 
Como se verá, este ejercicio desafía muchos de los comentarios típicos 
que se han extendido en los ambientes de posgrado del país (Perú). 
Lo primero que se observa es que no separa en apartados distintos la 
exposición de trabajos previos y bases teóricas; en ese sentido, se considera 
aquí que la fundamentación científica de un problema, de un tema o tópico a 
investigar se basa en la fusión de esos dos grandes contenidos. Esta forma 
de asumir el tratamiento de un tema o problema tiene su razón de ser: el 
conocimiento es único, y la única distinción entre lo que se califica como 
trabajos previos y las bases teóricas es el estatus del conocimiento obtenido 
en cada uno de ellos respecto del tema o tópico que se quiere investigar: en 
el caso de las bases teóricas, se trata de conocimiento establecido, 
conformado por un cuerpo de teorías en torno al tema o tópico que, por lo 
general, se expone en los libros de texto; y en el caso de los trabajos previos, 
se trata de conocimiento que todavía no se ha integrado al conocimiento 
establecido; sus resultados y hallazgos se ubican en una zona que podemos 
denominar frontera del conocimiento. Nótese que, en el ejemplo, el discurso 
fluye a medida que emergen los puntos específicos que se quieren abordar 
en la determinación y delimitación del problema a investigar. 
Lo segundo que se observa es que se recoge información de autores de 
habla hispana y autores de habla inglesa. Esto se hace al amparo del principio 
de universalidad del conocimiento. Si el conocimiento es universal, y el 
desarrollo de este apartado se hace considerando una fusión de conocimiento 
establecido y hallazgos en la frontera del conocimiento, tampoco tiene sentido 
separar la exposición de trabajos previos en función de su procedencia; se 
recomienda, sí, asumir un criterio expositivo, pero éste no tiene por qué ser, 
como se ha venido haciendo, en función de su proximidad con el entorno en 
el cual se quiere abordar el tema (antecedentes internacionales, nacionales y 
regionales o locales). 
En tercer lugar, se abordan más de 20 referencias en sólo tres páginas. 
Esto es comprensible porque muchos autores abordan muchas veces el 
mismo problema o problemas similares, de modo que no tiene sentido 
exponer los hallazgos individuales, cuando lo que importa es el conocimiento 
que se va generando respecto del problema o de sus aspectos particulares. 
Este tipo de abordaje permite entender mejor el problema. 
Y finalmente, lo último que se puede rescatar es que introduce 
eficazmente referencias nada recientes, algunas incluso de los años 80, en 
contra de esa absurda limitación, dada en tono autoritario y autosuficiente, de 
no referenciar trabajos previos con más de cinco años de antigüedad. En 
contra de esa irracional práctica que se estila en muchas de las escuelas de 
postgrado del país (Perú), se debe sostener contundentemente tres razones 
por las cuales sí es posible, e incluso recomendable y hasta exigible tener en 
cuenta trabajos previos de cualquier antigüedad: 
 Primero, analizar trabajos previos de una antigüedad considerable 
(dependiendo del problema que se investiga), digamos, unos 10, 15 o 
más años, ofrece al investigador una perspectiva evolutiva acerca del 
21 
 
problema, y le permite apreciar cuáles son las líneas de investigación 
que emergieron en torno al problema, y las que quedaron pendientes. 
 Segundo, ofrece al investigador una perspectiva definitivamente más 
amplia del problema y de cómo se ha abordado en diferentes espacios 
a lo largo del tiempo. 
 Y tercero, exige recurrir a aquellos investigadores y autores clásicos 
respecto de un problema que se investiga. En otras palabras, enseña 
y exige ir a las fuentes originales de las referencias que se tienen en 
cuenta. Y enseña a no conformarse con esa práctica ladina y mediocre 
de citar lo que otro citó, sólo porque la fuente es muy antigua. 
Nada es más absurdo y desfachatado que esos pésimos ejemplos de 
citas y recitas, como los siguientes: 
“La administración consiste en darle forma, de manera consciente 
y constante, a las organizaciones.” (Stoner, 1996, citado en Pepino, 
2015, p.15). 
“Las rápidas pinceladas sobre los pasos graduales de la TGA 
muestran el efecto acumulativo y paulatinamente comprensivo de 
las diversas teorías con sus contribuciones y enfoques. Todas las 
teorías administrativas son válidas, aunque cada una valore una o 
a algunas de las seis variables básicas.” (Chiavenato, 2007, citado 
en Gumercindo, 2016). 
¿Qué? ¿Se prefiere citar a un par de tipos a quien nadie conoce, autores 
de alguna tesis de alguna oscura universidad de medio pelo, como las 
denominó un presidente peruano, Ollanta Humala? ¿Y se deja de lado al autor 
original, sólo porque su texto es muy antiguo? 
En realidad, creemos que lo que se esconde detrás de esa práctica es 
el hecho de que nunca se accedió a la fuente original, y se utiliza las citas o 
la versión de algún autor de pacotilla para asumir que se está referenciando a 
los autores reconocidos. Lo lamentable de esto es que los jurados, asesores 
y profesores universitarios prefieran este tipo de aberraciones, antes que la 
recurrencia a los autores originales, sólo por el hecho de que sus textos tienen 
más de cinco años de antigüedad. Y por eso mismo, un texto, de las 
dimensiones de un clásico, como el de Stoner, termina siendo citado de esa 
mala manera sin reconocer que en, en realidad, los autores son Stoner, 
Freeman y Gilbert (1996). 
Por último, volviendo al ejercicio desarrollado, cabe preguntarse si así 
como se muestra está completo… ¿o es que, quizá, puede mejorarse? 
Lo cierto es que puede mejorarse mucho más; sin embargo, hay que 
tener en cuenta que fue un ejercicio introductorio al modo como se recomienda 
abordar la fundamentación científica de un estudio, en un curso que se 
extendía apenas a lo largo de cuatro fines de semana. En consecuencia, el 
análisis pudo ser más completo, mucho más exhaustivo, y pudo arribar a una 
sistematización de los contenidos en función de diferentes criterios. 
 
22 
 
Ejemplo 2 
Desde hace unas tres o cuatro décadas, la pequeña empresa ha representado 
y representa una gran oportunidad para el desarrollo social y económico 
del Perú. Desde la década de 1970, el sector de la pequeña empresa a la 
que luego se incorporaría la microempresa como una nueva entidad de 
producción ha ido creciendo hasta convertirse en una suerte de 
“salvación para millones de personas que no tenían acceso a un puesto de 
trabajo en el Estado o en las empresas formales” (Villarán, 1998). Ha 
tenido y tiene características que pesan sobre ella como estigmas sociales, 
pero que, en cierto modo, definen su carácter y extienden su permanencia 
en los mercados peruanos(Huatta, 2009). 
Este sector, como bien explica Villarán (1998), se ha levantado “sin los 
privilegios y subsidios del Estado, sin el apoyo del resto de la sociedad; en 
medio de la indiferencia y muchas veces con el rechazo de los que mandan 
y deciden”. Y está constituido por emprendimientos que nacen como 
pequeños negocios (Coltman, 1995), o simples esfuerzos que se identifican 
con lo que Kiyosaki y Lechter (2003) califican como autoempleo, antes 
que como una empresa. 
Si bien una regla empírica común sostiene que el 95% de nuevos 
emprendimientos fracasa antes de los cinco años. Se dice comúnmente que 
el 90% desaparece antes del primer año, mientras que el 5% restante no 
consigue superar la barrera de los cinco años. Esto supone que de cada cien 
emprendimientos, por lo menos 90 no consiguen superar el primer año de 
existencia. 
Lo cierto es que la realidad no es tan desalentadora. En un estudio de 
principios de los años 90, llamado Serie para Seguir la Información de 
Negocios, se reportó que 66 por ciento de empresas sobreviven durante 
dos años o más; un 50 por ciento sobreviven durante cuatro años o más; y 
un 40 por ciento perduran más de seis años (Whetstone, 2003). Un 
reportaje de Dun & Bradstreet recibió unos resultados semejantes: 76 por 
ciento de empresas perduran más de dos años, 47 por ciento perduran más 
de cuatro años, y 38 por ciento perduran más de seis años. Sin embargo, 
aun cuando las cifras muestren discrepancias con el criterio común, lo 
cierto es que todavía existe una gran proporción de emprendimientos que 
fracasan. 
En el plano regional, Moquegua cuenta con una gran cantidad de micro y 
pequeñas empresas formales e informales, que se concentran casi 
totalmente en los distritos de Moquegua, en el caso de la Provincia 
Mariscal Nieto, y Pacocha en Ilo, en la provincia de Ilo. Por lo general, 
estas empresas no pasan de 20 trabajadores, y tienen una capacidad 
gerencial y tecnológica limitada (Gobierno Regional de Moquegua, 2005). 
Eso hace que la percepción que se tiene de los bienes y servicios 
producidos por éstas es de baja calidad. Como expresa Huatta (2009), con 
ese panorama, la legislación tributaria constituye una fuerte limitación 
para la formalización y asociatividad de las mypes. Paralelamente, las altas 
23 
 
tasas de interés de las entidades financieras, limitan la accesibilidad a 
créditos microfinancieros. 
A pesar de ello, es evidente que el poblador sigue buscando maneras de 
paliar las dificultades económicas que se le presentan. Considérese que, 
sobre la base de una población a nivel regional de poco más de 170 mil 
personas, se estima que la PEA independiente alcanza una proporción del 
68.5%, mientras que la PEA ocupada formalmente se ubica en el 37.8%. 
Según datos oficiales y de estudios realizados se puede sostener que por lo 
menos entre 1600 y 2000 mypes operan en el distrito de Moquegua, Si a 
esa cifra se añade una cifra similar o superior en la provincia de Ilo, se 
puede ver que el fenómeno de las mypes no es algo que se pueda tomar a 
la ligera en esta Región, sino un hecho que requiere un abordaje no solo 
político, por medio de programas de apoyo a las mypes, como Procompite 
u otros, sino sobre todo desde la perspectiva de la investigación. 
Sin embargo, aunque los intentos por hacer empresa son crecientes, en 
realidad, “muchas de las micro y pequeñas empresas no consiguen hacer 
suyos los procedimientos, los procesos, los principios administrativos, que 
toda empresa con visión de largo aliento y presencia de largo plazo ha 
conseguido interiorizar” (Huatta, 2009, p.8). Esto las conduce a un estado 
en el cual o apenas sobreviven o terminan en fracaso, y pone en evidencia 
las limitaciones que existen en su carrera empresarial. 
Cabe destacar que se ha descrito e identificado de modo quizá abundante, 
las razones por las cuales estos nuevos emprendimientos incluyendo la 
microempresa fracasan en un periodo relativamente corto. Se sostiene 
que dos son los factores más relevantes que determinan el fracaso: 
desconocimiento de los principios básicos de administración, y 
desconocimiento del giro del negocio. 
Y de igual manera, se ha escrito mucho sobre los factores que determinan 
o influyen en el éxito de un nuevo emprendimiento, entendiéndose 
intuitivamente como éxito la permanencia en el mercado por un periodo 
que supere la barrera que la concepción popular ha señalado: los cinco 
años. 
Sin embargo, poco se ha hecho para definir y analizar el éxito de 
emprendimientos que adoptan formas específicas como la pequeña 
empresa o la microempresa; a fin de procurar explicaciones a su éxito o 
fracaso en función de esas definiciones. Y esa carencia puede arrojar 
errores de interpretación en los cuales no se consigue identificar la 
situación de micro y pequeñas empresas que, si bien consiguen superar 
algunas de las barreras temporales, lo hacen no porque hayan alcanzado 
niveles de rentabilidad o productividad aceptables en términos financieros, 
sino porque han recurrido a prácticas que, en el fondo, no hablan de éxito, 
sino de conductas forzadas que permiten proseguir: informalidad, evasión 
de impuestos, endeudamiento a costa de actividades paralelas del 
microempresario o de hipotecas, etc. 
24 
 
En otras palabras, la ausencia de una definición que permita comprender 
el éxito, por lo menos en un sentido determinado, impide distinguir 
aquellos casos en los cuales la microempresa, en efecto, ha conseguido 
sobrevivir durante un periodo determinado, incrementando algunos 
indicadores visibles que permiten hablar de autosostenimiento, de aquellos 
otros en los cuales se ha incurrido en prácticas o situaciones que, si bien 
prolongan su permanencia en el mercado, también hablan de un 
compromiso casi total de su patrimonio o, lo que es peor, del patrimonio 
del microemprendedor. 
Se han introducido algunos conceptos que permiten aproximarse al éxito 
de la micro y pequeña empresa; pero éstos todavía son relativamente 
incipientes y hasta cierto punto limitados. Así, considerando la noción de 
nivel empresarial, entendida como “la categoría que se determina a partir 
de la relación entre el conjunto de características o rasgos empresariales 
que consigue poner en práctica un emprendimiento y el conjunto de rasgos 
empresariales que caracterizan a una empresa sólida, rentable y sostenible” 
(Mamani, 2009), que supone un modelo teórico basado en los aportes de 
Kiyosaki y Lechter (2004) la mayoría de emprendimientos no supera la 
condición de tales (61,7%, en Moquegua), con apenas un 30% en el nivel 
de emprendimiento avanzado y solo un 8,3% con un comportamiento en 
el nivel de empresa (Mamani, 2009). Y considerando la noción de 
proyección empresarial, entendido como “el atributo de un 
emprendimiento por el cual se evidencia el nivel de alcance o logro que un 
emprendimiento consigue en el proceso de constituirse como empresa” 
(Coaguila, 2010), que se fundamenta en una reinterpretación más 
específica del modelo de Kiyosaki y Lechter (2004), apenas 20% supera 
la condición de emprendimiento simple, mientras que 80% no lo hace. 
En consecuencia, constituye un desafío identificar de qué manera la 
gestión de la micro y pequeñas empresas se relaciona con su 
competitividad, a fin de arribar a un modelo basado en un conjunto de 
premisas que permita mejorar sus nivel de competitividad.ii 
 
En este caso, cuya referencia se alcanzará más adelante, se observan 
aquellos aspectos identificados en el ejemplo anterior: 1) No se separa 
antecedentes de bases teóricas, sino que las bases teóricas y los trabajos 
previos se integran en un solo discurso por medio de párrafos sucesivos que 
se explican consecutivamente. 2) Recurre a autores de habla hispana y 
autores de habla inglesa, posiblemente no sólo a las traducciones de éstos, 
sino a los autores originales. 3) Recurre a referencias relativamente antiguas, 
desde 1998, porque ayudan a entender mejor el problema que se investiga. 
 
25 
 
A modode conclusiones y comentarios finales 
El apartado de Antecedentes y fundamentación científica constituye un 
cuerpo expositivo único en el que se integran dialécticamente las bases 
teóricas y la revisión de trabajos previos. 
Se recomienda que los trabajos previos no se analicen en función de los 
autores, sino en función de los hallazgos comunes entre autores, de modo 
que se aprecien las líneas de investigación que se han generado en torno a 
un tema de investigación. 
La revisión de antecedentes no se puede limitar ni en función del tiempo 
ni en función del idioma; mientras más sean las fuentes revisadas, la 
perspectiva que se tiene del problema de investigación es más amplia y 
completa. 
 
26 
 
3 
 
La justificación 
 
27 
 
 
Los criterios utilizados en la justificación de un estudio 
En este apartado, en forma general, se siguen las recomendaciones 
efectuadas en Campos (2010). En ese sentido, insistimos en que la 
justificación constituye uno de los contenidos más relevantes de un proyecto 
o informe de investigación, en tanto expresa claramente cuál es el aporte del 
estudio a realizar o realizado. Sin embargo, en la práctica, no se le concede 
mayor importancia, y se tiende a considerar como un apartado que sólo 
tangencialmente se vincula con la exposición de la realidad problemática. Por 
eso, en muchos proyectos e informes de investigación (sobre todo, tesis) se 
pueden leer justificaciones que se parecen mucho entre sí, como si este 
contenido se hubiera convertido en un apartado formal que se debe 
cumplimentar, sin considerar sus implicaciones. 
Consideramos que algunos intentos por enseñar cómo enfocar la 
justificación han terminado convirtiéndose en ejercicios rutinarios, que, sin 
pretenderlo, alcanzaron la magnitud de reglas. Reglas que se imponen y se 
siguen sin cuestionamiento alguno y sin verificar su importancia y pertinencia 
en cada situación a investigar. Esto es lo que ha sucedido con el enfoque 
asumido por Hernández, Fernández y Sampieri (1997, 2006, 2014), en el cual 
proponían cinco criterios para evaluar el valor potencial de una investigación; 
en otras palabras, cinco criterios para enfocar la justificación de un estudio: 
 Conveniencia 
 Relevancia social 
 Implicaciones prácticas 
 Valor teórico 
 Utilidad metodológica 
Paralelamente, proponían la evaluación de los proyectos de 
investigación en función de un criterio al que llamaron viabilidad, que otros 
autores o funcionarios universitarios prefirieron llamar factibilidad. Por 
increíble que parezca, este último criterio también se convirtió en regla en 
algunas escuelas de posgrado del país; en consecuencia, al apartado de la 
justificación que, como expondremos más adelante, había perdido su sentido, 
se añadió un apartado más, que en la práctica se convirtió en un obstáculo 
más para la aprobación del proyecto de investigación. 
Hacia el año 2010, en un documento que hemos citado reiteradamente, 
y sobre la base de una extensa revisión de tesis y proyectos de tesis (en ese 
momento, no recurrimos a los artículos científicos, aun cuando los 
utilizábamos recurrentemente) y una dilatada experiencia en la asesoría de un 
número cuantioso de trabajos de investigación e informes de tesis, 
identificamos seis criterios comúnmente utilizados para justificar una 
investigación: 
 Un punto de vista científico o teórico 
28 
 
 Un punto de vista metodológico 
 Un punto de vista profesional 
 Un punto de vista institucional 
 Un punto de vista socioeconómico 
 Un punto de vista legal 
Sostuvimos entonces, y sostenemos ahora, que el punto de vista legal o 
normativo no constituye un criterio para justificar la realización de un estudio; 
constituye apenas el marco normativo en el cual se inscribe la investigación a 
realizar. En otras palabras, no porque exista una ley o norma que contemple 
el acercamiento a un tópico de investigación, se justifica la realización de un 
estudio en torno a ese tópico. 
Si bien es posible reconocer que algunos de los criterios de justificación 
que identificamos (Campos, 2010) guardan correspondencia con los criterios 
de Hernández et al. (1997, 2006, 2014), hay otros en los que simplemente no 
hay aproximación. 
 
Tabla 2. Correspondencia entre criterios de justificación 
Hernández et al. (1997, 2006, 2014) Campos (2010) 
Relevancia social criterio socioeconómico 
Implicaciones prácticas criterio profesional 
criterio institucional 
Valor teórico criterio científico o teórico 
Utilidad metodológica criterio metodológico 
Fuente: elaboración propia. 
 
Se sugiere la lectura de los textos de Hernández et al., en las diferentes 
ediciones citadas, a fin de conocer en detalle qué refieren estos autores con 
cada uno de los criterios que señalan. En contraste, aquí se reconoce que en 
Campos (2010) no se describe qué refiere cada criterio, razón por la cual es 
necesario detallar su significado: 
El criterio científico o teórico 
Este criterio emerge del reconocimiento que todo estudio y toda 
propuesta de estudio, que se piensa realizar en el marco de la investigación 
científica, debe apuntar a llenar un vacío de conocimiento respecto de un tema 
o tópico que se quiere abordar. Esto significa que todo estudio debe partir de 
un conocimiento suficiente del estado de la cuestión, de modo que la 
propuesta de estudio se fundamente en la necesidad de abordar uno o más 
de aquellos aspectos de un tema o tópico que el proceso de aproximación al 
estado de la cuestión revela que todavía no ha sido abordado. 
El criterio metodológico 
El criterio metodológico implica que un estudio resulta valioso en la 
medida que afronta alguna de las siguientes situaciones: Primero, la adopción 
29 
 
de un enfoque de investigación distinto del que tradicionalmente se sigue para 
un tema o tópico en particular. Segundo, el estudio de un fenómeno, tópico u 
objeto de estudio desde perspectivas metodológicas no utilizadas 
anteriormente. Tercero, la construcción de un instrumento de recolección de 
datos para un contexto en el cual los instrumentos originales no resultan 
válidos o cuestionan aspectos de su validez; los estudios de adaptación y de 
validez de instrumentos se identifican con este criterio. 
El criterio profesional 
Mejor sería llamarlo criterio disciplinario. Refiere el hecho de que un 
estudio resulta valioso en la medida que sus resultados pueden contribuir a 
modificar el estado de una disciplina académica y, en ese sentido, los 
contenidos de una profesión. Esto, evidentemente, corresponde a estudios 
que se realizan en centros de enseñanza. 
El criterio institucional 
Este criterio refiere el hecho de que los resultados del estudio puedan 
servir de algún modo como insumo de información, ya sea para la institución 
en la cual se realiza el estudio, para la institución que encarga el estudio o 
para ambas. 
El criterio socioeconómico 
Este criterio refiere el hecho de que los resultados del estudio 
constituyan insumo de información para la toma de decisiones respecto de 
una problemática que afecta a un escenario social (grupo humano, 
comunidad) en el cual se realiza el estudio; o el hecho de que las acciones 
mismas del estudio impliquen una modificación de las condiciones 
identificadas en el escenario en el cual se realiza el estudio. 
 
Entendiendo qué es la justificación de un estudio 
En este punto, consideramos necesario enfatizar que, en realidad, la 
justificación es sólo una prolongación argumentativa de la exposición de la 
realidad problemática. En ese sentido, es resultado directo de la delimitación 
del estado de la cuestión. Una adecuada revisión del estado de la cuestión 
revelará los siguientes aspectos en torno a un tema o tópico que se pretende 
investigar: 
 El conocimiento establecido, entendido comúnmente como marco 
teórico y, actualmente, como bases teóricas, proporcionado 
generalmente por los libros de texto respecto del tema o tópico. 
 Las fronteras del conocimiento. Esto identifica hastadónde ha llegado 
la investigación, las líneas de investigación que se han abordado en 
torno al tema. 
30 
 
 Los métodos de investigación. Esto identifica los enfoques y 
procedimientos que se han utilizado para abordar el tema o tópico. 
Téngase en cuenta que los métodos que guardan correspondencia con 
el conocimiento establecido, dan forma a los paradigmas establecidos 
(Kuhn, 1981), mientras que los métodos que apoyan los hallazgos que 
se producen en las fronteras del conocimiento se identifican con 
aquellos resultados que pueden impugnar los paradigmas 
establecidos. 
Esto se visualiza en la siguiente figura: 
 
Figura 3. Representación del estado de la cuestión. 
 
Aquí cabe notar que si un estudio apunta a llenar, en alguna medida, la 
zona de vacío de conocimiento (vacío que siempre existirá respecto de todo 
tema o tópico a investigar), estará implícitamente justificado. Por el contrario, 
un estudio que no contribuye en nada a reducir el vacío de conocimiento, 
simplemente no sirve, no se justifica su realización. 
Nótese, asimismo, que todo estudio que apunta a introducir alguna 
modificación de enfoque o de procedimiento de aproximación al tema o tópico, 
con el propósito de tener un conocimiento más completo o profundo del 
mismo, también apunta a reducir el vacío de conocimiento; de esa manera, 
aun cuando sus resultados no se conviertan prontamente en conocimiento 
establecido, sí pasarán a formar parte de los hallazgos en la frontera del 
conocimiento. Por lo tanto, también está justificado. 
En otras palabras, un estudio que apunte a reducir los vacíos de 
conocimiento respecto de cualquier tema o tópico a investigar, o que propone 
alguna forma diferente y más precisa o amplia de aproximarse a ese tema o 
tópico, estará justificado. En consecuencia, esta perspectiva de comprensión 
31 
 
de la justificación evita que un nuevo estudio aborde en forma repetitiva temas 
o tópicos que ya se han investigado. 
Por otro lado, cabe destacar la conveniencia de que un estudio se 
justifique desde varios puntos de vista. Sin embargo, eso no significa que se 
deba inventar puntos de vista poco creíbles para justificar el estudio. Por 
ejemplo, la resolución de un problema teórico de la geometría de Riemann no 
tiene nada que hacer con la mejora de la institución donde se presenta el 
estudio, y tampoco implica una modificación de las condiciones 
socioeconómicas del entorno en el cual se desarrolle el estudio; en 
consecuencia, no se puede apelar al criterio institucional. Tampoco tiene 
relevancia desde el punto de vista socioeconómico. 
 
Ejemplificando la justificación 
En los ejemplos que se enuncian a continuación, orientados a nuestra 
disciplina, se intenta abordar la justificación de los estudios que sirvieron para 
el caso, considerando algunos de los puntos de vista considerados. El primer 
caso corresponde a una tesis doctoral del año 2009, mientras que el segundo 
caso corresponde a una tesis que se sustentó el año 2015; en este último caso 
se ha modificado el nombre de la empresa para proteger su confidencialidad. 
 
Un caso de justificación lograda 
Título 
Factores del emprendedor que determinan el nivel empresarial en la Región 
Moquegua 
Nivel: Doctorado 
Mención: Ciencias Empresariales 
Institución: Universidad Nacional “San Agustín” de Arequipa 
 
La necesidad de transformación de estructuras y desarrollo 
socioeconómico de los países en vías de desarrollo, ha llevado al 
reconocimiento de que el asistencialismo, visto tanto desde el plano de las 
naciones como desde el plano del individuo, constituye un freno para la 
puesta en marcha de las inquietudes individuales y sociales que permitirían 
asumir la responsabilidad de optar por mejores condiciones de vida. En 
consecuencia construye un freno para el desarrollo de los pueblos. Al 
mismo tiempo, se reconoce que la iniciativa privada constituye el motor 
de la innovación y transformación social, procesos que conducen 
necesariamente a niveles y condiciones de vida más altos, saludables y 
completos. En ese sentido, la creación de empresas en una sociedad 
específica es reflejo de esos procesos y de las intenciones de su gente por 
transformar, desde su propia responsabilidad a nivel de individuo, las 
condiciones de vida y sociedad en que viven. 
32 
 
En consecuencia, identificar aquellos aspectos que caracterizan a quienes 
son los protagonistas de esos procesos de transformación, a quienes 
asumen el reto de generar emprendimientos que contribuyen a mejorar la 
economía familiar y social, e identificar aquellos factores que se conjugan 
en el hecho de crear una empresa, consolidada, rentable, sostenible, 
constituye un reto cognoscitivo cuando se pretende pasar de las ópticas 
teóricas elaboradas en países desarrollados, a una elaboración teórica 
contextualizada y acorde con los principios y valores que guían los pueblos 
en vías de desarrollo. En ese sentido, el estudio propuesto constituye un 
punto de partida para una formulación teórica acorde a la realidad nacional 
y regional respecto a emprendedores, emprendimientos y empresas. Si 
bien este tópico ha sido tratado en nuestro país, los enfoques adoptados 
pecan más de prescriptivos adoptando recomendaciones típicas de 
países noroccidentales, sin que existan propuestas explicativas al 
respecto. 
Desde un punto de vista más pragmático, los resultados del estudio 
constituirán una base sólida sobre la cual efectuar algunas 
recomendaciones que sirvan a emprendedores y empresarios noveles, en 
su carrera empresarial, en la medida que permita una reflexión acerca de 
los aspectos o factores que enmarcan el proceso de creación de empresas, 
como etapa final de la generación de emprendimientos. 
 
El párrafo 1 constituye una presentación de la justificación. En nuestra 
perspectiva, constituiría un párrafo de transición entre la descripción de la 
realidad problemática y la exposición de los criterios que justifican el estudio. 
El párrafo 2 justifica el estudio desde un punto de vista científico: el aporte a 
la teoría que existe sobre el emprendedor, los emprendimientos y las 
empresas. El párrafo 3 justifica el estudio desde un punto de vista 
socioeconómico. 
Hoy, a siete años de distancia desde la primera vez que estos párrafos 
fueron propuestos como ejemplo de una justificación eficaz, consideramos 
que se pudo hacer mejor. En ese sentido, aunque varias de las ideas que 
sostienen la argumentación dada como justificación son plausibles, pierden 
fuerza en tanto no están sustentadas en resultados o puntos de vista 
esbozados o trabajados en estudios previos o bases teóricas. En otras 
palabras, los argumentos señalados pueden percibirse como una justificación 
que no se engarza en el estado de la cuestión respecto del tema. Y ésa es 
precisamente la debilidad que hemos identificado cuando se pretende 
elaborar una justificación del estudio que se concibe como un apartado distinto 
de la exposición de la realidad problemática. 
El siguiente ejemplo supera esta limitación. 
 
33 
 
 
Otro caso de justificación lograda 
Título 
Método de gestión basado en estrategias para micro y pequeñas empresas 
del sector de mecánica de producción: caso Empresa JMMC E.I.R.L. 
Nivel: Doctorado 
Mención: Economía y Gestión Empresarial 
Institución: Universidad Nacional “San Agustín” de Arequipa 
 
El estudio que se propone se justifica, primero, por su relevancia científica, 
en tanto sus resultados contribuirán a reducir ese vacío de conocimiento 
que caracteriza la aproximación al fenómeno de las micro y pequeñas 
empresas, en esta región y posiblemente en otras regiones del sur del país. 
Así, este estudio hace un aporte teórico a la línea de investigación en torno 
al comportamiento de las mypes que, en el plano local y regional, apenas 
se limita a aproximaciones esporádicas a la noción de éxito de la mype 
(Campos et al., 2007), a los esfuerzos de éstas por seguir trabajando como 
empresas en el mercado (Huatta, 2009;Coaguila, 2010) o a la adopción de 
prácticas netamente empresariales como la incorporación de sistemas en 
su funcionamiento interno (Mamani, 2009). 
Al mismo tiempo, aporta evidencia empírica a los supuestos que dan forma 
al modelo de Kiyosaki y Lechter (2004), en el cual un emprendimiento que 
se proyecta como empresa que ha alcanzado la condición de empresa 
creada, o que busca el éxito, cuenta con características propias, entre las 
cuales destacan haber alcanzado la sostenibilidad en el tiempo y 
rentabilidad. 
Esto es más importante todavía si se pretende pasar de concepciones 
teóricas que proceden de países desarrollados, a concepciones de este 
fenómeno que se dan en el contexto inmediato de la Región y las 
provincias que la integran, entre las cuales destaca el hecho de que no 
siempre es posible enfocar la atención en el emprendimiento por sí mismo, 
sino también y quizá con mayor razón en el emprendedor (Campos, 
2013), dadas las particulares características que identifican la actividad de 
las mypes en el sur peruano. 
En ese sentido, hay un aporte teórico adicional, en tanto ofrece 
información respecto al comportamiento de las mypes y emprendedores 
mype en función de factores que se deben identificar y delimitar. Por ello, 
el estudio propuesto constituye un punto de partida para posteriores 
elaboraciones teóricas que respondan a la realidad nacional, regional e 
incluso local respecto a los emprendedores, emprendimientos y empresas, 
que requieren identificar modelos explicativos de su marcha a partir de 
factores que, si bien pueden darse en la práctica y de una manera intuitiva, 
no se han formalizado lo suficiente como para aprovechar de una manera 
34 
 
óptima sus potencialidades. En este caso, se considera que el logro de un 
emprendimiento en el proceso de constituirse como empresa y alcanzar el 
éxito, depende fundamentalmente de sistematizar esos factores, entre las 
cuales pueden aparecer cualidades del emprendedor, el acceso a 
financiamiento, el apoyo de entidades estatales u otros, y dar forma a un 
modelo que permita explicar ese proceso, y formular los principios y 
procesos necesarios para ello. 
Finalmente, este estudio adquiere relevancia social, en tanto los resultados 
a alcanzar permitirán contar con una línea de base para el diseño y 
propuesta de políticas de intervención sectorial que, desde las esferas de 
acción de los gobiernos regional y local, contribuyan a fortalecer no sólo 
los espacios de reflexión y debate en torno a las mypes, entre académicos 
e investigadores, sino, sobre todo, el desarrollo de competencias 
empresariales tanto entre emprendedores como entre trabajadores. En ese 
sentido, los resultados del estudio permitirán efectuar algunas 
recomendaciones que sirvan a emprendedores y empresarios, en su carrera 
empresarial, en la medida que hacen posible una reflexión acerca de los 
aspectos o factores que enmarcan el proceso de creación de empresas, 
como etapa final de la generación de emprendimientos. 
 
En este caso, los párrafos 1, 2, 3 y 4 justifican el estudio desde un punto 
de vista teórico – científico; y el último párrafo justifica el estudio desde un 
punto de vista socioeconómico. Es posible que, dada la orientación del 
estudio y los esfuerzos que supone entender un fenómeno con un enfoque 
teórico que, en primer lugar, fue propuesto por autores que no proceden de 
un medio académico (Kiyosaki y Lechter), y en segundo lugar, que se concibió 
en el marco de un contexto distinto al que se pretende aplicar (Perú), hayan 
exigido la propuesta y validación de instrumentos de recolección de datos 
acordes a ese contexto. Esto habría significado que existían razones para 
justificar el estudio también desde un punto de vista metodológico; sin 
embargo, no se hizo. 
 
 
35 
 
4 
 
La matriz de consistencia 
 
 
36 
 
Los elementos básicos de la matriz de consistencia 
Siguiendo las directrices dadas en un documento anterior (Campos, 
2010), en este apartado se presenta la estructura de la matriz de consistencia 
lógica. A diferencia de los modelos de matrices de consistencia que presentan 
algunos textos de metodología de la investigación, aquí se ha optado por 
reducir esta herramienta a sus elementos básicos: problemas (o preguntas), 
objetivos e hipótesis. La premisa que subyace a esta presentación es facilitar 
la comprensión de la coherencia interna que es conveniente que exista entre 
preguntas, objetivos e hipótesis de investigación. Consideramos que algunos 
modelos de matrices de consistencia, en los cuales se abunda en información 
(se presentan variables, indicadores, aspectos metodológicos e incluso marco 
teórico) no ayudan a clarificar esa consistencia que se busca, sino que más 
bien dispersan esa intención. 
Por otro lado, como hemos sostenido en otros documentos (Campos, 
2016), consideramos que la matriz de consistencia es sólo una herramienta 
de apoyo al investigador para que él mismo entienda qué quiere conocer 
(preguntas), qué persigue (objetivos) y cuál es la respuesta tentativa que ha 
considerado (hipótesis). Se trata de ayudar al investigador a enfocarse en lo 
que quiere investigar, y no de crearle más dificultades. Por lo tanto, nos 
oponemos a su requerimiento con fines de evaluación o a su inclusión 
obligatoria en los proyectos e informes de investigación, como si se tratara de 
un contenido exigido por la metodología de la investigación. 
Asimismo, consideramos que cualquiera de los tres elementos 
(pregunta, objetivo o hipótesis) de una matriz de consistencia constituye un 
cimiento suficiente para sostener el principio de la investigación. Por lo tanto, 
nos oponemos también a la repetición de contenidos que se produce cuando 
en la revisión del proyecto o del informe de investigación, se exige la 
presentación de los tres elementos. 
En cuanto a los modelos expuestos, se ofrece un modelo básico de cada 
una de las matrices. Y se acompañan ejemplos de enunciados correctamente 
formulados en relación al modelo. 
Los modelos que se presentan corresponden a los siguientes tipos de 
investigación: 
 Descriptiva, con diseño comparativo. 
 Correlacional 
 Explicativa, con diseño preexperimental. 
 Explicativa, con diseño experimental y cuasi experimental. 
 
Para la identificación de los tipos de investigación, se sigue la 
clasificación de Hernández, Fernández y Baptista (1997), como base para la 
propuesta de las matrices de consistencia. Especificamos la edición de 1997, 
porque en ella, estos autores denominan a la clasificación que hacen de los 
37 
 
estudios sociales como tipos de investigación; en la edición del 2006 hablan 
de alcance de la investigación, y en ediciones posteriores no vuelven a utilizar 
la denominación tipo de investigación. Y considerando que, en lo que 
concierne a metodología de la investigación científica, existe ya una enorme 
marejada de textos que más que ayudar, confunden, se debe tener el valor de 
proponer algunas categorías básicas de identificación que contribuyan a 
facilitar la comprensión de lo que se está investigando. 
Cabe destacar, además, que Hernández et al. (1997) no consignan el 
diseño comparativo, pero es fácil advertir que sólo es una cuestión de sentido 
común considerarlo, a partir de un estudio descriptivo que busca comparar 
una variable en dos grupos o de un estudio longitudinal en el cual se hacen 
comparaciones de dos grupos en diferentes momentos (Sierra-Bravo, 1999). 
 
Modelos de matrices de consistencia 
Modelo 1: Investigación descriptiva con diseño comparativo 
Se presentan tres ejemplos de estudios comparativos; el primero, el más 
sencillo, propone la comparación de dos organizaciones en torno a la variable 
de estudio. En el segundo ejemplo, se propone la comparación de grupos en 
torno a la variable de estudio. En el último ejemplo, sólo un análisis cuidadoso 
de las variables permite identificar que, en el fondo, se trata de un estudio 
comparativo. En realidad, este último ejemplo

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