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Ensayo servicio comunitario en la Educacion Superior

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El Servicio Comunitario en la Educación Superior se presenta como una oportunidad única para integrar el aprendizaje académico con la contribución directa al bienestar social. Este ensayo abordará la conceptualización teórica del Servicio Comunitario y su sustentación legal, destacando su importancia en el desarrollo de competencias sociales y ciudadanas en los estudiantes.
El servicio comunitario, entendido como actividades aplicadas por estudiantes en beneficio de la comunidad, se presenta como una forma de aprendizaje mediante la acción social, consolidando valores, actitudes y competencias sociales para la formación integral del estudiante universitario. En este contexto, el Colegio Universitario de Administración y Mercadeo busca no solo cumplir con las exigencias académicas, sino también fomentar el compromiso y la responsabilidad social en los estudiantes.
	
Seguidamente, en cuanto a sus generalidades y enfoque metodológico, el servicio comunitario se concibe como la conjunción de esfuerzos para garantizar la equidad entre los participantes, es decir, es un proceso que contribuye a la construcción de comunidades de aprendizaje, generando beneficios y contribuciones para todos los involucrados. Al adoptar una metodología pedagógica, se vincula el aprendizaje con la prestación del servicio comunitario, permitiendo a los estudiantes realizar un trabajo social y educativo contextualizado para satisfacer las necesidades reales de la comunidad.
La experiencia de este servicio se fundamenta en principios como la alteridad, solidaridad, responsabilidad social, igualdad, cooperación, corresponsabilidad, participación ciudadana y asistencia humanitaria, los cuales guían la interacción entre la universidad y la comunidad, promoviendo un aprendizaje óptimo y un impacto positivo en el entorno. No obstante, la fundamentación legal del Servicio Comunitario se encuentra arraigada en la Constitución de la República, que destaca la participación ciudadana como un componente esencial de la democracia. El artículo 18 reafirma el derecho al trabajo, incluyendo el trabajo cooperativo, estableciendo así un marco constitucional para la participación activa de los ciudadanos en el desarrollo de la sociedad.
Adicionalmente, la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante Universitario, aprobada en 2005 y promulgada en la Gaceta Oficial N° 38.272 del 14-09-05, proporciona las disposiciones que rigen esta actividad. La ley delinea las funciones de las instituciones de Educación Superior, el papel del prestador de servicio comunitario y proporciona orientación sobre los proyectos a ejecutar. Es esencial que los estudiantes conozcan esta legislación para comprender sus derechos, obligaciones y el impacto legal de sus acciones.
Como se puede observar, la planificación del Servicio Comunitario es esencial para garantizar una ejecución efectiva y beneficios tangibles para la comunidad, aquí se destaca la competencia de organizar y distribuir el tiempo, las acciones y las actividades, centrándose en la eficiente gestión del proyecto comunitario. El cronograma de trabajo, con métodos como el cronograma de Gantt o el diagrama de Pert, identifica y define cada actividad, asegurando una planificación detallada y ejecución eficaz.
Por otro lado, tanto el diseño como el seguimiento del cronograma pueden llegar a ofrecer numerosas ventajas al momento de minimizar los riesgos, profundizando en el conocimiento del proyecto y facilitando la reflexión acerca de las necesidades y acciones. Asimismo, mejora la comunicación entre los participantes y a su vez, favorece la evaluación de los resultados. 
Cabe destacar, que en la unidad III se hace énfasis en que se aborda el diagnóstico situacional como una fase crucial en la planificación del servicio comunitario, la competencia general implica obtener información básica para el inicio, actuación y abordaje a la comunidad, y las competencias específicas incluyen el conocimiento y uso de técnicas e instrumentos de recolección de información, recopilación de información para el abordaje en el contexto social, manejo de información para la elaboración del diagnóstico comunitario, y aplicación de criterios institucionales y comunitarios.
En el inicio de un proyecto comunitario, se destacan diversas técnicas para la recolección de información, como la observación participante, análisis de documentos, discusiones grupales, cuestionarios, encuestas, entrevistas y testimonios focalizados. Estas herramientas permiten obtener una visión completa y detallada del contexto inicial de la investigación.
Primeramente, el diagnóstico se define como la identificación, descripción y análisis de la situación de una comunidad en un momento determinado. Permite conocer la situación actual, las causas de los problemas y buscar soluciones efectivas. Además, la redacción del diagnóstico situacional debe abordar preguntas clave como el problema existente, a quiénes afecta, dónde se origina y cuáles son las causas. Para culminar, la metodología sugiere realizar un acercamiento comunitario, motivar la participación y generar confianza para obtener información sobre las necesidades de los miembros de la comunidad.
Dentro de este orden de ideas, la reseña histórica de la comunidad proporciona una visión general de su evolución a lo largo del tiempo. Incluye datos sobre la fundación, fundadores, nombre, características, servicios y aspectos económicos y sociales que impactan en la comunidad. En cuanto a la ubicación geográfica, esta no se limita a la mera indicación de un punto en la superficie terrestre; implica la relación significativa entre el espacio geográfico y otros elementos, como aspectos económicos, culturales e históricos. La descripción exacta de la ubicación geográfica en el diagnóstico es crucial para contextualizar la investigación.
Asimismo, la identificación de necesidades marca la primera etapa del proyecto, donde se reconocer la demanda que impulsa la elaboración de un producto o servicio, destacando la importancia de examinar las necesidades mediante herramientas como la Matriz FODA, que evalúa fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. En el proceso de jerarquización, se implica dar preferencia a aspectos más urgentes, inmediatos y que afecten a más personas. La comunidad decide qué aspectos considera más importantes, estableciendo prioridades basadas en diversas consideraciones. Una vez identificadas, jerarquizadas y evaluadas las necesidades, se procede a seleccionar aquellas viables para la resolución.
En conclusión, el Servicio Comunitario en la Educación Superior representa una valiosa oportunidad para integrar el aprendizaje académico con la contribución directa al bienestar social. Desde una perspectiva teórica, se concibe como una metodología pedagógica que va más allá de la mera adquisición de conocimientos, promoviendo valores, actitudes y competencias sociales esenciales. La fundamentación legal respalda la participación ciudadana y destaca la importancia del compromiso social en el desarrollo de la sociedad.

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