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1 La Práctica de Actividad Física en Población Universitaria: Etapas del Cambio, Motivación, Percepción y su Relación con la Regulación Emocional. Laura Lemus Díaz 201631402 Departamento de Psicología, Universidad de Los Andes Trabajo de Grado Directora: Yvonne Gómez Maquet 30 de noviembre de 2020 2 Índice Antecedentes 3 Justificación 7 Problema de investigación 7 Objetivos 8 Marco Teórico 8 Hipótesis 14 Método 14 Participantes 14 Instrumentos 15 Procedimiento 15 Plan de análisis 16 Consideraciones éticas 16 Principios éticos 16 Riesgo 16 Análisis de riesgos, daños y beneficios 16 Mitigación de riesgos 17 Resultados 17 Discusión 27 Referencias 32 Anexo 39 3 La práctica de actividad física en población universitaria: motivación, percepción, etapas del cambio y su relación con la regulación emocional. Antecedentes La Organización Mundial de la Salud (s.f) afirma que tener hábitos saludables como tener una dieta adecuada, realizar ejercicio físico, no fumar, evitar el uso excesivo de alcohol y prácticas sexuales de riesgo aumenta la calidad de vida a nivel físico y mental. La relación entre la actividad física y el bienestar emocional es un tema que genera y despierta grandes intereses en los investigadores. Se ha establecido que existe una relación entre el bienestar psicológico y las prácticas constantes de ejercicio físico, como lo muestra la evidencia empírica que se relaciona a continuación. Se puede afirmar que los deportistas regulares son psicológicamente más estables que los deportistas irregulares, particularmente con respecto al estado de ánimo, el estilo de vida y el afrontamiento (Edwards, 2006). De igual manera, las personas que realizan ejercicio físico al menos dos o tres veces a la semana experimentan menos depresión, estrés, rabia y desagrado de manera significativa (Hassmen, Koivula & Uutela, 2000). Asimismo, las personas se ejercitan varias veces durante la semana tienen niveles más altos de sentido de coherencia y un sentimiento más fuerte de integración social que las personas que se ejercitan con menos frecuencia (Hassmen, et Al. 2000). A nivel de población estudiantil, los universitarios que realizan ejercicio regularmente tienden a percibir mayor grado de salud física, menor nivel de estrés y mejor estado de ánimo, lo cual se asocia con el bienestar psicológico (Jiménez, Martínez, Miró & Sánchez, 2008). Asimismo, los estudiantes insuficientemente activos en comparación con los activos tienen menor bienestar psicológico (Bray y Kwan, 2006). Por otra parte, en una población estudiantil colombiana se encontró que hay una tendencia a mostrar que el nivel de inteligencia emocional en las personas que realizan ejercicio físico y los que no, no es significativo, esto debido al tiempo y la metodología del estudio realizado (Ladino, González-Correa, González-Correa & Caicedo, 2016). Un aspecto importante para tener en cuenta a la hora de examinar el ejercicio físico y su relación con el bienestar es la motivación con la que las personas realizan la actividad. 4 Según Cantón, Mayor y Pallarés (1995), para que una persona comience y mantenga la práctica de una actividad física o un deporte es necesario que posea algún atractivo. Dicho atractivo puede ser mejorar la salud y obtener placer al realizar la actividad física. Estos motivos se relacionan con la búsqueda de bienestar y calidad de vida, y favorecen la adherencia al ejercicio físico (Gómez-López, Ruiz, García, Granero y Piéron, 2009). En esta misma línea, mejorar la salud puede ser el atractivo, tal y como se evidencia en el estudio de Fraile y De Diego (2006), en el que un amplio porcentaje de niños y adolescentes participaron en actividades deportivas por mejorar su salud. Igualmente, el origen de la motivación también resulta importante. La escala Motives for Physical Activities Measure-Revised (MPAM-R) indica que el disfrute/diversión y competencia reflejan una orientación motivacional intrínseca, mientras que lo social, fitness/salud y la apariencia lo han sido para determinar niveles de motivación extrínseca (Ryan, Frederick, Lepes, Rubio & Sheldon, 1997). Tras realizar la validación de esta escala en España, Murcia, Gimeno & Camacho (2007) encontraron que los motivos relacionados con la salud y la diversión son las motivaciones más puntuadas. Cabe recalcar que la práctica regular lleva la modificación de las motivaciones del sujeto, y determina la aparición de razones para el mantenimiento de la actividad física que no habían sido consideradas en el momento de iniciarlas (Masachs, Puente y Blasco,1994). De manera similar, tras aplicar el MPAM-R Pardo (2010) encontró que las mujeres disfrutan más y presentan una mayor motivación intrínseca en los programas de ejercicio físico acuático. Asimismo, se encontró que el factor de salud y fitness de la escala MPAM- R es el principal factor motivador para estudiantes entre 15 y 21 años (Granados, 2016). También, Quesada y Gómez-López (2017) encontraron que los grupos más motivados a realizar actividad física son aquellos que puntúan más en los factores de competencia, fitness y disfrute de la escala MPAM-R. Otro aspecto relevante es la percepción que tienen los individuos del ejercicio físico que realizan. Lee & Oh, (2013) plantean que existe una percepción positiva sobre las creencias de salud, la satisfacción con la vida y las actividades orientadas al bienestar al realizar ejercicio físico tal como la natación. De manera similar, tanto hombres como mujeres tienen una percepción positiva del impacto en la salud tras realizar ejercicio físico, 5 sin importar la frecuencia y cantidad de este (Urrutia, Azpillaga, de Cos & Muñoz, 2010). También, Porras-Juárez, Grajales-Alonso, Hernández-Cruz, Alonso-Castillo& Tenahua- Quitl (2010) encontraron que los adultos perciben el ejercicio físico como una actividad para beneficio de su salud así como una actividad de esparcimiento. Tras una investigación cualitativa, Ballesteros, Freidin, Krause & Borda (2016) llegaron a la conclusión de que las personas perciben una relación entre la práctica de actividad física con beneficio emocional de la actividad vinculada a la autoestima, el buen humor y el sentimiento de vitalidad. Además como una oportunidad para suspender las preocupaciones diarias, autocentrándose y conectándose con el cuerpo. También percibieron que la actividad física ayuda a descargar tensiones y relajarse, y en varias ocasiones se refieren a ella como una estrategia antiestrés (Ballesteros et. Al, 2016). Teniendo en cuenta los modelos explicativos del comportamiento de salud, como el modelo Transteórico del cambio (TTM), Soto, Torres, Arévalo, Cardona, Sarria y Polanco (2009) encontraron que los universitarios llevan a cabo prácticas saludables en la mayoría de las dimensiones de los estilos de vida, con excepción la de ejercicio y actividad física. Asimismo, Gómez-Ramírez, García-Molina, Wagner-Lozano, Calvo-Soto & Ordoñez- Mora (2016) y Emdadi, Nilsaze, Hosseini & Sohrabi (2007) encontraron que la mayoría de los universitarios se encuentran en las tres primeras etapas del cambio del modelo TTM, las cuales corresponden a la pre-contemplación, la contemplación y la preparación. Es importante tener en cuenta que el modelo TTM establece momentos para explicar por qué las personas hacen actividad física y cómo logran mantenerla a lo largo del tiempo. Las motivaciones más importantes para hacer actividad física son: diversión, competencia, apariencia, salud, interacciones sociales (Pardo, 2010), afiliación, agilidad y fuerza (Markland & Psychol, 1999). Dentro de las ramas de la actividad física se encuentran los ejercicios que requieren coordinación y movimiento como lo son los relacionados con la danza y los aeróbicos. Castillo, (2018) afirma que existe una relación entre la Danza y sus beneficios áreas como la psicología y de la educación, especialmente en el bienestar psicológico, el desarrollo de la inteligencia emocional, la pasión, el flow, la motivación, la autoestima, la resiliencia y el desarrollo de la creatividad, entre otros aspectos. De manera similar, la práctica de natación 6 genera un impacto positivo en variables de bienestar psicológicos como la autoeficacia, la confianza, la autoestima y la satisfacción (Sesmero, Belloch, Sigüenza, Montolio & Tomás, 2005). Asimismo, se encontró que los estudiantes que practican danzas folklóricas muestran mayor Bienestar Psicológico, a nivel global y a nivel de varias de sus dimensiones que los estudiantes que no lo practican (Zapata Jara, 2017). Por otra parte, desde la psicología positiva se ha encontrado que la danza promueve bienestar y emociones positivas, siempre y cuando se practique y se enseñe teniendo en cuenta todos los beneficios que puede generar pero también cuidando la exigencia que a veces termina siendo nociva para los practicantes, sobre todo en el entorno de la danza profesional (Cabrera, 2015). Paralelamente, la realización de una rutina aeróbica como correr o trotar disminuye significativamente el estrés emocional, lo que se asocia con el bienestar psicológico que el ejercicio genera (von Haaren, Haertel, Stumpp, Hey & Ebner-Priemer, 2015). De manera similar, programas de intervención musical y danza creativa provocan efectos significativos sobre las variables emocionales ya que los alumnos pueden reconocer mejor sus emociones y son capaces de identificar correctamente aquello que sienten, así como reflexionar sobre lo que han sentido y comprender los efectos físicos y psicológicos que genera esas emociones (de Rueda Villén & Aragón, 2013). Mediante la terapia de danza-movimiento se proyectan aspectos de las personas, y donde se puede habilitar el darse cuenta de estados emocionales y tomar conciencia de sí (autoconocimiento) (González, 2016). Asimismo, existe una relación directamente proporcional entre la práctica de biodanza y el aumento de los niveles de Inteligencia Emocional Percibida (IEP) en mujeres mayores de 40 años (Abad Robles, Castillo Viera, Pérez & Celia, 2014). Finalmente, sen encontró que el ejercicio aeróbico moderado como trotar o correr puede ayudar a atenuar emociones negativas para los participantes (Bernstein & McNally, 2017). 7 Justificación Se considera necesario estudiar este tema ya que la población estudiantil colombiana se enfrenta día a día a situaciones estresoras que pueden generar desregulación emocional y tener un impacto negativo sobre su desempeño, su vida académica y llevar a un burnout (Cabanach, Gestal, Cervantes, & Rodríguez, 2011). También se considera pertinente ya que muchas veces los estudiantes se motivan a realizar ejercicio para beneficiar la salud y mejorar la figura (Varela, Duarte, Salazar, Lema & Tamayo, 2011) pero no perciben de los beneficios psicológicos que la actividad física trae. Asimismo, es importante evaluar si la regulación emocional es una motivación explícita o no para las personas. Esto, debido a que si las personas fueran más conscientes de esta motivación, mantendrían una mayor adherencia a realizar la actividad física como parte de un proceso de contracondicionamiento de la TTM, lo cual los llevaría a tener más hábitos saludables de vida. Problema de investigación Tras la revisión de literatura realizada se encontró que la relación entre el bienestar psicológico y el ejercicio físico está establecida (Edwards, 2006; Hassmen et al, 2000). Se evidenció que las motivaciones que llevan a las personas a realizar actividad física son diversas y estas pueden cambiar según la regularidad de la práctica (Gómez-López et al, 2009; Ryan et al, 1997; Murcia et al, 2007; Pardo, 2010; Granados, 2016: Quesada et al, 2017). También se exploraron las percepciones de las personas tras realizar una actividad física (Lee et Al, 2013; Urrutia et al, 2010; Porras-Juárez, 2010; Ballesteros et al, 2016). Sin embargo, son pocos los estudios que incluyen la regulación emocional como una motivación directa de quieres hacen ejercicio físico. En la misma línea, el modelo TTM establece momentos para explicar por qué las personas hacen actividad física y cómo logran mantenerla a lo largo del tiempo (Pardo, 2010). Las motivaciones más importantes para hacer actividad física son: diversión, competencia, apariencia, salud, interacciones sociales (Pardo, 2010), afiliación, agilidad y fuerza (Markland & Psychol, 1999). A partir de esto, el problema que busca resolver esta investigación es establecer qué tanto identifican quienes realizan ejercicio físico si esto tiene efecto sobre el manejo de emociones para así entender si la regulación emocional es una de las motivaciones 8 implícitas para realizar ejercicio físico, específicamente con estudiantes jóvenes colombianos. Para esto, se plantearon las siguientes preguntas de investigación: Teniendo en cuenta las etapas de cambio del TTM, ¿Qué lugar le otorgan las personas como una motivación importante a la hora de realizar actividad física a la regulación emocional? ¿Cuál es la percepción que tienen las personas entre la realización de actividad física y en manejo de sus emociones? ¿Cuál es la relación entre realizar actividad física y nivel de regulación emocional? Objetivos Objetivo general Establecer la relación entre realizar actividad física y la regulación emocional. Objetivos específicos Identificar las motivaciones atribuidas por los participantes para la realización de actividad física. Identificar el lugar qué se le otorga a la regulación cómo factor motivador para la realización de actividad física. Comparar los diferentes momentos de comportamientos ensalud en relación con la actividad física, las motivaciones y percepciones sobre regulación emocional. Marco Teórico Es importante tener en cuenta que es una emoción y cómo funcionan. “Las emociones ocurren cuando percibimos cambios significativos positivos o negativos en la situación o en las situaciones de los que están relacionados con nosotros” (Ben-Zeév, 2004). Un episodio, independientemente si es negativo o positivo, mejora o interrumpe la situación en la que estamos. En consecuencia, tener la habilidad de percibir, expresar y valorar las emociones se considera como inteligencia emocional. La regulación emocional se refiere al conjunto heterogéneo de procesos por los cuales las emociones son reguladas (Gross & Thompson, 2013). Este proceso puede ser automático o regulado, consciente o inconsciente y depende del objetivo de la persona con respecto a la emoción experimentada en el momento. El proceso para regular las emociones 9 implica cinco momentos; selección de situación, modificación de situación, despliegue atencional, cambio cognitivo y modulación de respuesta (Gross, 1998). La selección de la situación implica tomar acciones que hacen que sea más o menos probable que el sujeto termine en una situación que despierte emociones deseadas o no deseadas. Este tipo de regulación requiere una comprensión de características similares de situaciones remotas y de posibles respuestas emocionales esperadas de dichas características. También resulta importante que la persona pueda estimar los beneficios a corto plazo de la regulación emocional con respecto a los costos a largo plazo (Gross et al., 2013). La modificación de la situación es la realización de esfuerzos para modificar directamente la situación con el objetivo de alterar su impacto emocional. Se trata de modificar ambientes físicos externos de la persona. Esto, con el objetivo de evitar u obtener respuestas emocionales. Cabe recalcar que en este proceso generalmente existe una relación de respuestas emocionales entre dos personas (Gross et al., 2013). Ambas ayudan a moldear la situación del individuo. El despliegue emocional se refiere a como el individuo dirige su atención a una situación específica para influenciar sus emociones. Este es uno de los mecanismos más utilizados por la mayoría de las personas sin importar la edad. Está compuesta por la distracción y la concentración. La distracción enfoca la atención en diferentes aspectos de la situación o mueve la atención lejos de la situación en cuestión. Esta implica cambiar el foco interno, es decir, recordar otra emoción o pensamiento que es contrario al actual. Por otro lado, la concentración dirige la atención a las características emocionales de la situación. cuando toda la atención está enfocada en posibles amenazas futuras, puede tener el efecto de aumentar la ansiedad de bajo grado pero al mismo tiempo disminuir la fuerza de la respuesta emocional negativa. El despliegue puede tener varias formas de expresión como taparse los ojos, redirección de la atención interna o redirección de la atención externa (Gross et al., 2013). El cambio cognitivo significa cambiar la forma en que el individuo evalúa la situación en la que se encuentra para alterar su significado emocional. Este puede ser ya sea cambiando la forma en que piensa sobre la situación o sobre la capacidad para gestionar la demanda que plantea. Una forma de cambio cognitivo es la reevaluación la cual implica 10 cambiar el significado del a situación para que altere el impacto emocional (Gross et al., 2013). Finalmente, la modulación de respuesta ocurre tarde en el proceso generador de emociones, después de que se hayan iniciado las tendencias de respuesta. Esta se refiere a la influencia física, experiencial o comportamental que responde directamente a la emoción (Gross et al., 2013). La motivación es el proceso que determina la dirección, entendida como la atracción a ciertas situaciones, y la intensidad del esfuerzo, entendida como la cantidad de empeño que la persona emplea en la situación, implementado por el individuo frente a una acción (Weinberg & Gould, 1996). Es un proceso individual en el que inciden diferentes variables que llevan a las personas a realizar actividades como participar de actividades de ejercicio físicas y recreativas (Roberts, 1992). La motivación está presente cuando existe la necesidad y la voluntad de cumplir un objetivo (Ryan & Deci, 2000). Existen dos tipos de motivación. La motivación intrínseca hace referencia a los comportamientos realizados a partir del interés y el disfrute de las actividades. La motivación extrínseca se relaciona con los comportamientos que se llevan a cabo para alcanzar resultados contingentes (Vallerand & Ratelle, 2002). Estas mismas se dividen en varios tipos. Dentro de la motivación intrínseca existe un tipo denominado la motivación intrínseca por saber, la cual implica comprometerse con actividades por el placer y la satisfacción derivadas de aprender, explorar y entender cosas nuevas. La motivación intrínseca por realizar cosas se refiere a involucrarse en actividades por el placer y la satisfacción de tratar de superarse, crear o lograr algo. La última motivación intrínseca es la de experimentar estimulación, la cual ocurre cuando la persona está involucrada en una actividad por las sensaciones estimulantes relacionadas a la actividad (Vallerand et al., 2002). La motivación extrínseca también se divide en cuatro subtipos. La regulación externa se presencia cuando el individuo realiza la actividad para conseguir un beneficio o para evitar un castigo. La regulación introyectada representa el primer grado del proceso de internalización, en este tipo las razones para realizar la actividad ya han sido internalizadas por el individuo pero este actúa por obligación o para evitar vergüenza o culpa. El tercer tipo es la regulación por identificación, el cual implica que la persona realiza la actividad 11 por decisión personal y porque es juzgada como valiosa. Finalmente, la regulación integrada hace referencia a las actividades que tienen consistencia con otras dimensiones de la persona, es el tipo de motivación extrínseca con más autodeterminación (Vallerand et al., 2002). La teoría de la autodeterminación (TAD) considera que existen tres necesidades psicológicas básicas: la autonomía, la competencia y relación con los demás y que la satisfacción de estas influye sobre la motivación (Deci et al., 2002). A partir de esto, la TAD plantea que las personas muestran una mayor motivación intrínseca si perciben algún grado de libertad de actuación y decisión, si son eficaces en la labor o tareas que están desempeñando, y si poseen una buena relación con la gente que les rodea. Asimismo, establece que si estas necesidades psicológicas básicas se frustran es más probable que el individuo esté motivado de forma extrínseca (Deci et al., 2002). El modelo transteórico del cambio (Prochaska, Redding, Kerry, 2008) propone detectar las modificaciones de los hábitos que las personas podrían hacer frente a los diversos factores que pueden estar afectando su salud y calidad de vida. Para detectar las modificaciones, las personas transitan por un proceso de seis etapas o estados: precontemplación, contemplación, preparación, acción, mantenimiento y terminación. Asimismo, establece cuatro constructos; el proceso de cambio, balance decisional, la autoeficacia y la tentación para guiar el camino de las modificaciones en los hábitos del individuo. La etapa de precontemplación (Prochaska et al., 2008) es la etapa en la que el individuo no tiene la intención de realizar acción determinada en al menos seis meses. En este punto las personas están altamente desmotivadas. En la etapa de contemplación, los individuos tienen la intención de cambiar sus comportamientos en los próximosseis meses. En esta etapa las personas tienen en cuenta los pros y contras de la acción, sin embargo, esa consideración puede llevarse por mucho tiempo, por lo cual las personas no están preparadas para tomar acciones inmediatas. Con respecto a la etapa de preparación, las personas tienen la intención de empezar la acción en los próximos 30 días y generalmente tienen un plan de acción ya que han considerado ejercer la acción en el último año. 12 Las personas en la etapa de acción (Prochaska et al., 2008) son aquellas que han hecho cambios significativos y radicales en su estilo de vida en los últimos seis meses. La etapa de mantenimiento es aquella en la que los individuos han realizado y continuado con los cambios radicales en su estilo de vida por más de seis meses y puede llegar a durar hasta cinco años. En esta etapa las personas están menos tentadas a recaer y más confiadas en los cambios que realizarán a futuro. Finalmente, en la etapa de terminación, los individuos no tienen tentaciones de volver al comportamiento nocivo y 100% de autoeficacia. Sin embargo, esta etapa no se considera en ciertos comportamientos como el ejercicio físico, la pérdida de peso y el uso del condón ya que en estas se espera que el comportamiento se mantenga a largo plazo. El primer constructo de la TTM son los procesos de cambio (Prochaska et al., 2008). Estas, son las actividades abiertas y encubiertas que las personas utilizan a lo largo de las etapas mencionadas anteriormente. Esta consta de 10 procesos. El primero de ellos, la concientización, involucra la incrementación de la conciencia sobre las causas, consecuencias y curas para el comportamiento problema. El alivio dramático hace referencia al sentimiento de emociones negativas seguido por un alivio anticipado tras tomar las medidas adecuadas frente al comportamiento. El tercer proceso es la auto reevaluación quien combina aspectos cognitivos y afectivos en la evaluación de la autoimagen. Tras esta evaluación, la persona llega a la conclusión de que el cambio de comportamiento es una parte importante de su identidad. De manera similar, la reevaluación ambiental lleva a la persona a darse cuenta del impacto negativo del comportamiento y del impacto positivo en el cambio en el entorno social y físico. El quinto proceso es la auto liberación. Es el pensamiento y el compromiso hacia el cambio. Las relaciones de ayuda hacen referencia a la búsqueda y el uso del apoyo que las relaciones sociales ofrecen en pro al comportamiento. El séptimo proceso es el contracondicionamiento, el cual requiere aprender comportamientos más saludables que puedan sustituir los comportamientos problema. Se trata de incrementar las recompensas del cambio del comportamiento y disminuir las recompensas del comportamiento poco saludable. El control de estímulos elimina las señales de los hábitos poco saludables y agrega indicaciones para las alternativas más saludables. El penúltimo proceso, la gestión 13 de contingencias, proporciona consecuencias por tomar medidas en una dirección particular y se enfatiza en refuerzos y no castigos. Finalmente, las relaciones de ayuda combinan el cuidado, la confianza, la franqueza, la aceptación y el apoyo para un cambio de comportamiento saludable. El segundo constructo, el balance decisional, hace referencia a la ponderación que hace las personas de los beneficios y los contras del cambio. El tercer constructo es la autoeficacia, la cual es la confianza en una situación especifica de que las personas pueden afrontar situaciones riesgosas para ellos sin recaer en sus comportamientos anteriores poco saludables. Finalmente, la tentación refleja la intensidad de la urgencia de recurrir a ciertos comportamientos cuando la situación se torna difícil. Las tentaciones más comunes son el afecto negativo o angustia emocional, las situaciones sociales positivas y las ansias o deseo (craving). Por otra parte, la psicología del deporte es el estudio científico de las personas y sus comportamientos en contextos deportivos y de ejercicio. Los psicólogos del deporte y el ejercicio identifican principios y pautas que los profesionales pueden usar para ayudar a las personas a participar a y beneficiarse de las actividades de ejercicio físico (Weinberg & Gould, 2014). Dentro de la gama del deporte y la actividad física existen diferentes tipos, algunos son los ejercicios aeróbicos y el yoga. Los ejercicios aeróbicos son aquellos que cuentan con una intensidad moderada durante 30-60 minutos con el objetivo de mejorar la capacidad cardiorrespiratoria. Este se basa en controlar el ritmo respiratorio de la persona. Para considerar un ejercicio como aeróbico, es necesario utilizar grandes grupos musculares de forma repetitiva durante un periodo tiempo sugerido (Geosalud, 2016). Los ejercicios aeróbicos se dividen en dos grupos. Dentro del grupo de bajo impacto se encuentran actividades como caminar, nadar, subir una escalera, remar, esquiar y escalar (Quinde, Roldan, Vera, Xavier, Toala & Verduga, 2013). Por otra parte, se consideran de alto impacto actividades relacionadas con correr, bailar, jugar tenis, paddle, o squash (Quinde et al., 2013). Dentro de los ejercicios aeróbicos se encuentra la danza aeróbica, la cual cumple con los requerimientos mencionados anteriormente y utiliza ritmos y canciones que marcan la pauta de los 14 movimientos. Es un tipo de gimnasia rítmica acompañada de música que se coordina con el ritmo respiratorio (Ramírez, 2017). Hipótesis Teniendo en cuenta lo anterior, con esta investigación se espera encontrar: una correlación positiva entre regulación emocional y la percepción que se tiene de sus emociones tras realizar actividad física, una relación positiva entre el tiempo que la persona lleva realizando ejercicio o una etapa más avanzada de TTM y niveles promedio de regulación emocional y percepción de regulación emocional. También se espera encontrar que aquellos que han realizado actividad física por más tiempo y estén en una fase de acción o de mantenimiento del TTM reconozcan el efecto del ejercicio físico sobre la regulación emocional y hacen explícita este tipo de motivación. Método Se propone un estudio de tipo correlacional. Participantes Un total de 272 estudiantes de la Universidad de Los Andes participaron en el estudio. Se contactaron estudiantes que inscribieron las clases de una de las profesoras del Centro Deportivo, personas inscritas por la plataforma banner en clases de ejercicio aeróbico y yoga en el segundo semestre del año 2020 y quisieran participar voluntariamente en el estudio. También, estudiantes universitarios jóvenes que practiquen yoga, realicen ejercicios aeróbicos o no realicen ejercicio físico. A partir de estas especificaciones, se eligieron 231 participantes (80% mujeres, 19% hombres y 1% no indica su sexo), con edades entre 18 y 31 años (M=20,85) de los cuales 95% de las personas (221) estudian y 5% (9) estudian y trabajan y se encuentran entre primer y doceavo semestre (M=6,08). Hubo representación de diferentes facultades, teniendo mayor concentración de estudiantes de la Facultad de Ingeniería (30%), seguida por la Facultad de Ciencias Sociales (24.1%), Facultad de Arquitectura y Diseño (12%), las Facultades de Ciencias y Artes y Humanidades (6% y 6,1% respectivamente), la Facultad de Derecho (5,6%) las facultades de Economía y Administración (5% y 5.2%) la Facultad de Medicina (4%) y la Facultad de Gobierno y asuntos públicos (2%). 15 A partir de la cuarentena generada por el COVID-19, se encontró que el 10% de los participantes (24 personas) consideran que su regulación emocional durante la contingencia fue mala; 46% que fue regular y 43% que fue buena (107 y 99 personas respectivamente). Asimismo, el 91% de los participantes indicaron que realizaban actividad física durantecuarentena. Finalmente, el 63% de los participantes realizan ejercicios aeróbicos, el 10% no realizan actividad física, el 9 % son practicantes de yoga y el 18% realizan diferentes ejercicios como pilates, rutinas funcionales y ejercicios con pesas. Instrumentos Con el objetivo de conocer la motivación de las personas para realizar actividad física se utilizó el cuestionario de la escala revisada de Motivos para la Actividad Física (MPAM-R) (Ryan, Frederick, Lepes, Rubio & Sheldon, 1997). Este instrumento está basado en la teoría de autodeterminación y consta de 30 ítems que se responden en una escala Likert de 1 a 5. Consta de 5 factores, diversión; apariencia; social; salud y competencia. Para evaluar la variable del cambio transteórico (TTM) se utilizó el cuestionario corto de etapas de cambio para el ejercicio físico de Marcus, en su versión validada al español (Parera González, 2002). Este cuestionario consta de cinco preguntas dicotómicas de sí o no en las que se evalúan las etapas de cambio de los individuos. También se aplicó La Escala de Dificultades en la Regulación Emocional (DERS) en su versión validada (Muñoz-Martínez, Vargas & Hoyos-González, 2016). La escala consta de 36 ítems reunidos en seis factores: no-aceptación, metas, impulsividad, estrategias, consciencia y claridad. Finalmente, la precepción sobre la relación ejercicio físico y regulación emocional se evaluó mediante un cuestionario construido por la investigadora con unas preguntas sobre esta relación. El cuestionario cuenta con seis preguntas con una escala Likert de cinco puntos. Procedimiento Para la recolección de la muestra se contactó al Centro Deportivo de la Universidad de Los Andes. A través de ellos se realizó la invitación a participar en el estudio a quienes estuvieran inscritos en las clases de aeróbicos. Se realizó la aplicación de estas pruebas de 16 manera virtual al principio del semestre, aproximadamente en la segunda o tercera semana de clases presentándoles primero el consentimiento informado. A los participantes les tomó entre 15 y 20 minutos en contestar el cuestionario. La aplicación se realizó a través de la plataforma Qualtrics. Se tomaron los cuidados necesarios para el manejo seguro de los datos. Al inicio de la encuesta se presentó el consentimiento informado. Además se aseguró que el participante sea mayor de edad. El link fue enviado por SICUA por la profesora del curso de aeróbicos así como por redes sociales mediante bola de nieve a los otros participantes. Plan de análisis Para analizar los datos recolectados, se utilizó el programa Jamovi. Esto, para calcular estadísticos descriptivos, frecuencias, chi2, ANOVAS y obtener correlaciones entre las tres variables. Consideraciones éticas Principios éticos Esta investigación se llevará a cabo teniendo en cuenta los principios éticos estipulados por la Asociación Americana de psicología (APA, 2017) y el Colegio Colombiano de Psicólogos (COLPSIC, 2019). Dichos puntos se elaborarán a continuación. Riesgo De acuerdo con la resolución 008430 de 1993 del Ministerio de Salud (1993), la presente investigación es catalogada como una investigación de riesgo mínimo debido a que emplean el registro de datos a través de procedimientos comunes, en este caso, cuestionarios. cabe destacar que no se realizará ninguna modificación a variables biológicas, fisiológicas, conductuales o sociales. Análisis de riesgos, daños y beneficios Dentro de los posibles riesgos que pueden existir para los participantes es la vulnerabilidad por relaciones de poder informal. Esto, ya que la población se puede llegar a sentirse presionados a participar en la investigación, ya que los estudiantes pertenecen a una institución y sienten que tienen que responder ante esta (Mazzanti, 2020). Adicionalmente, se puede presentar un daño psicológico en el que participante genere una percepción 17 negativa de sí mismo, sufrimiento emocional o aberraciones en el pensamiento o comportamiento. Con respecto a los beneficios, se considera que este ejercicio puede permitir que el participante tenga un espacio de reflexión y autoconocimiento. Asimismo, los participantes tienen la posibilidad de conocer los resultados del estudio. Mitigación de riesgos Con el objetivo de garantizar la beneficencia y no maleficencia del estudio se establecen estrategias para prevenirlos o reducirlos al mínimo. Con respecto a la vulnerabilidad por relaciones de poder informal, se les recordará a los estudiantes en el consentimiento informado el principio de autonomía, que la participación en la investigación es voluntaria, que se puede retirar en cualquier momento que desee y que la no participación en el estudio con conlleva consecuencias negativas por parte del profesor, investigador o la institución universitaria. Cabe recalcar que el principio de justicia se evidencia cuando el investigador manda la encuesta a todos los candidatos a participantes del grupo seleccionado. Con respecto a los daños relacionados con el malestar psicológico que puede causar la investigación, cada uno de los participantes que presenten la encuesta recibirá un listado con los datos de contacto de instituciones que prestan atención psicológica de manera gratuita. En caso tal que el cuestionario cause activación emocional inmediata, el participante tiene la posibilidad de contactarse con la investigadora o la supervisora de la investigación para recibir atención en crisis. Esto ya que la investigadora tiene conocimientos básicos en primeros auxilios psicológicos. De igual manera, se garantizará la confidencialidad de los datos al participante ya que estos no serán relacionados con su identificación personal. Asimismo, el anonimato en la participación del sujeto será mantenido, solo la investigadora y la supervisora tendrán acceso a los datos. Resultados La muestra de 230 participantes, de los cuales la mayoría realiza ejercicios de tipo aeróbico se distribuyen de la siguiente manera en las cinco etapas del cambio (Tabla 1). El porcentaje más alto de participantes 43% se encuentra en fase de mantenimiento seguido de la fase de acción (24,3%). Para las demás etapas la distribución es menor y similar. 18 Tabla 1. Distribución de frecuencias según la etapa del cambio (TTM) Etapa Frecuencia Porcentaje Precontemplación 5 2.2 Contemplación 33 14.3 Preparación 19 8.3 Acción 56 24.3 Mantenimiento 99 43 Ninguna 18 7.8 Con respecto a los motivos de práctica de actividad física según la prueba MPAM (Tabla 2), se encontró que el motivo principal del 52.6% de la población es la salud, seguido por el 17.4% la diversión, el 16.1% la apariencia, el 12.6% la competencia y el 1.3% el ámbito social. Tabla 2. Distribución de frecuencias según los motivos para realizar actividad física (MAPM) Motivo Frecuencia Porcentaje Media Mediana Desviación estándar Apariencia 37 16.1 5.16 5.33 1.38 Competencia 29 12.6 5.24 5.43 1.42 Diversión 40 17.4 5.28 5.43 1.39 Salud 121 52.6 6.16 6.40 1.01 Social 3 1.3 3.25 3 1 Por otra parte, se encontró que el puntaje medio de la muestra en las preguntas correspondientes a la percepción sobre la relación entre hacer ejercicio y el manejo de emociones fue 22.70, lo cual indica que en general los participantes tienen una percepción neutral de este aspecto, en la cual se identifica un reconocimiento a esta relación. El puntaje medio en la prueba de desregulación emocional fue de 34.72 (Tabla 3), lo que indica que la muestra en general presenta una tendencia a niveles bajos de desregulación emocional. Adicionalmente, al clasificar estas dos variables en las etapas de TTM (Tabla 4) se evidenció que el puntaje más alto en la escala de desregulación emocional se encuentra en las etapas de precontemplación (37.2), preparación (35.9) y en las personasque no clasifican en ninguna etapa (40.8). Asimismo, se encontró que los puntajes más bajos en la 19 percepción del ejercicio físico en la regulación emocional corresponden a las primeras etapas como lo son la precontemplación (13), contemplación (19), preparación (21) y las personas que no clasifican en ninguna etapa (21.7). Tabla 3. Estadísticos Descriptivos para la variable percepción y desregulación emocional DERS N Media Desviación Estándar Mediana Mínimo Máximo Percepción ejercicio físico y regulación emocional 230 22.70 5.42 23.50 6 30 Desregulación emocional (DERS) 230 34.72 13.06 32 14 68 Tabla 4. Estadísticos Descriptivos para la variable percepción y desregulación emocional DERS en TTM Media Mediana Desviación estándar Mínimo Máximo DE RS Percep ción DE RS Percep ción DE RS Percep ción DE RS Percep ción DE RS Percep ción Precontemp lación 37.2 13.0 30 15 18.4 6.60 14 6 56 19 Contemplac ión 34.2 19.5 30 19 12.4 5.91 15 6 63 30 Preparación 35.9 21.0 30 21 14.5 6.60 14 14 60 28 Acción 34.6 22.6 32 22 12.2 4.71 15 8 59 30 Mantenimie nto 33.5 24.8 31 26 12.3 4.46 15 11 62 30 Ninguna 40.8 21.7 44.5 23 17.5 6.21 14 6 68 30 Se realizó un ANOVA para determinar si existen diferencias significativas en los niveles de regulación emocional en las cinco etapas del cambio para la práctica de ejercicio físico (Tabla 5). No se encontró una diferencia significativa (F (5,224) = 1.21, p>0.05). Esto significa que los niveles de regulación emocional son similares en las diferentes etapas del cambio. 20 Tabla 5. ANOVA regulación emocional (DERS) y TTM. Suma de cuadrados Grados de libertad Media Cuadrática F p TTM 2197 5 439 1.21 0.307 Residual 81568 224 364 Con el objetivo de establecer la relación entre percepción de la actividad física y nivel de desregulación emocional se realizó una correlación entre la escala de desregulación emocional DERS y los puntajes de las preguntas relacionadas con la percepción (Tabla 6). Las correlaciones fueron estadísticamente significativas y se presentaron en la dirección esperada, sin embargo, fueron bajas. A pesar de esto, podría establecerse una tendencia a que percibir que la actividad física tiene un efecto positivo sobre las emociones se relaciona con menores niveles de desregulación emocional. Se encontró una correlación negativa baja (r (231) = -0.183, p< 0.05) entre el DERS y la primera afirmación “cuando realizo actividad física siento que me tranquilizo”. De acuerdo con esto, se puede plantear que al realizar ejercicio físico las personas perciben mayor tranquilidad, lo cual influye en menores niveles de la desregulación emocional, por ende, los participantes se sienten más regulados emocionalmente. Asimismo, se encontró una correlación negativa baja (r (231) = -0.216, p< 0.05) entre el DERS y la tercera afirmación “el ejercicio físico tiene un impacto positivo en mis emociones”. A partir de esta correlación, se puede sugerir que los participantes perciben que realizar actividad física tiene un impacto en sus emociones, lo cual se influye en menores niveles de desregulación emocional. Finalmente, se encontró una correlación baja negativa (r (231) = -0.191, p< 0.05) entre la escala del DERS y la sexta afirmación “hacer ejercicio me relaja”. A raíz de lo anterior se puede plantear que al hacer ejercicio los participantes perciben una mayor relajación, lo cual puede influir en la disminución de la escala de desregulación emocional. 21 Tabla 6. Correlación entre el DERS y percepción del ejercicio físico en la regulación emocional Cuando realizo activida d física siento que me tranquil izo El ejercicio físico me ayuda a regularme emocional mente El ejercici o físico tiene un impact o en mis emocio nes Si no realizo ejercicio físico regularm ente soy más inestable Si no realizo ejercicio físico regularm ente no manejo bien mis emocione s Hacer ejerci cio me relaja Total percepc ión DE RS R de Pears on -0.183 -0.076 -0.216 0.104 0.111 - 0.191 -0.067 Valor P 0.005 0.252 < .001 0.115 0.093 0.004 0.311 Con respecto al lugar qué se le otorga a la regulación emocional cómo factor motivador para la realización de actividad física se encontró que los estudiantes la ubican en tercer lugar antecedido por las motivaciones relacionadas con la salud y figura física (Véase Tabla 7). Las puntuaciones obtenidas en esta jerarquía indican que el 61% de las personas consideran la regulación emocional como una de las tres principales razones para realizar ejercicio físico. A partir de esta jerarquía también se puede observar que el 73% de las personas consideran la salud dentro de las tres motivaciones principales y el 70% la figura física. De manera contraría, solo el 34% considera la diversión como una de las tres razones principales y el 5% considera la competencia como una de las tres motivaciones principales para realizar actividad física. De manera similar, el 53% de las personas obtuvieron el mayor puntaje en las motivaciones relacionadas con la salud según la prueba MPAM. Sin embargo, según esta misma prueba, el 16% de la muestra obtuvo como mayor motivo para la práctica de ejercicio físico la apariencia física y el 17% el factor de diversión. 22 Tabla 7. Jerarquía de razones para realizar ejercicio físico. 1 2 3 4 5 6 7 Salud N 89 49 33 52 6 1 0 Proporción 38% 21% 14% 22% 2% 0% 0% Figura física N 55 59 51 16 16 19 14 Proporción 23% 25% 22% 7% 7% 8% 6% Regulación Emocional N 54 52 38 37 26 11 12 Proporción 23% 22% 16% 16% 11% 4% 5% Diversión N 19 26 35 44 54 46 6 Proporción 8% 11% 15% 19% 23% 20% 2% Fitness N 9 35 61 47 46 19 13 Proporción 3% 15% 26% 20% 20% 8% 5% Socializar N 3 4 5 19 47 67 85 Proporción 1% 1% 2% 8% 20% 29% 37% Competencia N 1 5 7 15 35 67 100 Proporción 0% 2% 3% 6% 15% 29% 43% Al detallar la distribución de frecuencias para el motivo de regulación emocional de los siete lugares en la jerarquía de acuerdo con las etapas de cambio, se encontró que el 2% (5 personas) se encuentra en la fase de precontemplación; 14% (33) en la etapa de contemplación; 8% (19) en preparación; 24% (56) en acción; 43% (99) en mantenimiento y 7% (18) no clasifican en ninguna etapa. Se realizó un Chi cuadrado (Tabla 8) con el fin de establecer si hay diferencias estadísticamente significativas en esta distribución de la muestra que eligieron la regulación emocional dentro de sus tres primeras motivaciones. A pesar de no ser una diferencia significativa (p>0.05), se encontró que en esta porción de la muestra, 3% (4 personas) se encontraban en la primera fase (precontemplación); 13% (18) en la etapa de contemplación; 10% (14) personas en preparación; 28% (39) en la fase de acción y 46% (63) en 23 mantenimiento. Tras verificar el puntaje de desregulación emocional en cada etapa de esta porción de la muestra se encontró que el puntaje medio de desregulación más alto se encuentra en la fase de precontemplación (52) y el puntaje más bajo se encuentra en la etapa de acción (33.4). Tabla 8. Chi cuadrado TTM y regulación emocional Etapa Regulación 1,2,3 4 5,6,7 Total Precontemplación 4 2 2 8 Contemplación 18 7 9 34 Preparación 14 2 3 19 Acción 39 10 9 58 Mantenimiento 63 12 25 100 Total 138 33 48 219 Chi-Squared Tests Value df p Χ² 5.747 8 0.676 N 219 Asimismo, se realizó una correlación entre las personas que ubicaron a la regulación emocional como uno de sus motivos principales para realizar ejercicio físico y el puntaje totalde la escala de desregulación emocional (DERS). No se encontró una correlación significativa (r (138) = -0.147, p> 0.05), sin embargo, fue una correlación negativa. Por otra parte, frente a la percepción que tienen las personas del efecto de la actividad física sobre sus emociones y su manejo se encontró que el 73% de los participantes considera que el ejercicio físico sí influye sobre sus emociones y su regulación emocional. Asimismo, al observar la distribución de respuesta de cada pregunta se encontró que los ítems relacionados con afirmaciones como “Cuando realizo actividad 24 física siento que me tranquilizo”, “el ejercicio físico me ayuda a regularme emocionalmente”, “el ejercicio físico tiene un impacto positivo en mis emociones” y “hacer ejercicio me relaja” el 80% de las personas expresaron que estas afirmaciones eran muy ciertas para ellas. De manera similar, en la afirmación “si no realizo ejercicio físico regularmente soy más inestable” la distribución de respuestas se distribuyó de manera más uniforme entra las opciones de respuesta, no obstante, se identificó una mayor inclinación hacia la veracidad de la afirmación. Sin embargo, en el ítem “si no realizo ejercicio físico regularmente no manejo bien mis emociones” se evidencia una distribución más inclinada hacía puntajes bajos los cuales están relacionados con la afirmación de nada cierto para mí (48%). Se realizaron ANOVAS comparando los cinco diferentes motivos de práctica de actividad física (de la prueba MPAM) con la ubicación en las cinco etapas de la teoría Transteórica del cambio (TTM). Esto, para determinar si existían diferencias entre estar en una etapa y una motivación específica. Se encontraron resultados significativos en las etapas del cambio y las motivaciones de diversión (F (5,224) = 12.3, p< 0.01), competencia F (5,224) = 9.96, p<0.05), salud F (5,224) = 7.40, p<0.05), apariencia F (5,224) = 6.10, p<0.05). Sin embargo, no se encontraron resultados significativos en la motivación relacionada con lo social (F (5,224) = 0.643, p>0.05). De acuerdo con el post hoc de Bonferroni de dichos estadísticos (Tabla 9), se encontraron diferencias significativas entre la etapa de acción y la etapa de contemplación. Esto indica que las personas que se encuentran en la etapa de acción, personas que llevan haciendo ejercicio por al menos seis meses, consideran más las motivaciones de diversión y competencia mientras que las que se encuentran en la etapa de contemplación no. De manera similar, se encontró un resultado significativo entre las etapas de acción y mantenimiento en la que las personas que se encuentran en esta última, personas que han realizado ejercicio por más de seis meses, consideran dentro de sus motivaciones la diversión y la apariencia. Asimismo, las personas que se encuentran en la fase de acción consideran más las motivaciones de diversión, competencia, apariencia y salud que las personas en etapa de precontemplación. 25 De igual modo, tras enfrentar todas las etapas del cambio con la de contemplación, personas que tienen la intención de iniciar a ejercitarse dentro de los próximos seis meses, se encontró que las personas que se encuentran en la etapa de mantenimiento consideran más las motivaciones de diversión y competencia y en la fase de precontemplación consideran la salud y la apariencia. También se encontró que en etapa de mantenimiento se consideran la diversión, la apariencia, la competencia y la salud frente a la precontemplación. Sin embargo, en fase de precontemplación se consideran más la competencia y la salud cuando se compara con la etapa de mantenimiento. Finalmente, al comparar las fases de precontemplación y preparación se evidenció que la diversión y la apariencia se consideran como motivaciones en la segunda mencionada. Tabla 9. Comparación de media en las diferentes etapas del cambio basado en Post hoc Bonferroni. Etapa TTM Etapa TTM Media t P Acción - Contemplación Diversión 0.84 3.10 0.02 Competencia 0.96 3.37 0.01 Acción - Mantenimiento Diversión -0.75 -3.62 0.05 Apariencia -0.64 2.94 0.04 Acción - Precontemplación Diversión 1.91 3.29 0.01 Competencia 1.87 3.09 0.02 Apariencia 2.05 3.35 0.01 Salud 1.59 3.60 0.05 Contemplación - Mantenimiento Diversión -1.60 -6.40 <.001 Competencia -1.53 -5.85 <.001 Contemplación - Precontemplación Apariencia 2.07 3.30 0.01 Salud 1.39 3.08 0.02 Mantenimiento - Precontemplación Diversión 2.66 4.67 <.001 Competencia 2.44 4.10 <.001 Apariencia 2.69 4.49 <.001 Salud 2.01 4.64 <.001 Mantenimiento - Preparación Competencia 0.98 3.02 0.03 Salud 0.84 3.55 0.006 Precontemplación - Preparación 26 Diversión -1.86 -2.97 0.03 Apariencia -2.13 -3.25 0.01 Con el mismo propósito, se realizó un ANOVA comparando el puntaje total de la percepción de los participantes y las diferentes etapas de cambio (Tabla 10). Esto, para determinar si existen diferencias significativas entre la percepción que se tiene en la regulación emocional al realizar ejercicio físico y las etapas de TTM. A partir de esto, se encontró una relación significativa entre las etapas y el puntaje de percepción (F (5,224) = 11.1, p<0.05). A partir del análisis post hoc se encontró que las personas perciben más el efecto en la regulación emocional tras la realización de ejercicio en la etapa de acción frente a la de contemplación, más no en la de precontemplación frente a la de acción. También se encontraron resultados significativos en la etapa de mantenimiento frente a la de contemplación, lo que indica que las personas perciben más el efecto en la primera etapa mencionada. Sin embargo, al comparar la fase de mantenimiento con precontemplación y preparación, no parece percibirse el efecto en la etapa de mantenimiento. Finalmente, se percibe más el efecto en la fase de preparación que en la de precontemplación. Tabla 10. ANOVA percepción y etapas del cambio. Suma de cuadrados Grados de libertad Media Cuadrática F p Etapa del Cambio 1339 5 267.8 11.1 < .001 Residuales 5411 224 24.2 Si bien se realizó este análisis con la puntuación global, al analizar las preguntas individuales se encontró que las preguntas correspondientes a las afirmaciones “si no realizo ejercicio físico regularmente soy más inestable” y “si no realizo ejercicio físico regularmente no manejo bien mis emociones” no tenían la misma tendencia de respuesta. Así pues, se realizaron ANOVAS para determinar si pertenecer a una de las etapas del cambio tendrían alguna relación con estas afirmaciones. Se encontraron diferencias significativas para la afirmación “si no realizo ejercicio físico regularmente soy más 27 inestable” (F (5,224) = 5.27, p<0.05) y para “si no realizo ejercicio físico regularmente no manejo bien mis emociones” (F (5,224) = 5.92, p<0.05). Al verificar el análisis post hoc (Tabla 11), se encontraron diferencias significativas al comparar la etapa de contemplación y mantenimiento, en la que los participantes de la etapa de mantenimiento perciben ser más inestables y perciben un mal manejo de sus emociones si no realizan ejercicio físico. Asimismo, los participantes que se encuentran en la fase de mantenimiento consideran que son más inestables emocionalmente al no realizar ejercicio físico frente a los que se encuentran en etapa de precontemplación. Tabla 11. Comparación etapas del cambio y percepción basado en Post hoc de Bonferroni. Etapa TTM Etapa TTM Media t P Contemplación - Mantenimiento Si no realizo ejercicio físico regularmente soy más inestable -1.15 -4.34 <.001 Si no realizo ejercicio físico regularmente no manejo bien mis emociones -1.21 -4.64 <.001 Mantenimiento - Precontemplación Si no realizo ejercicio físico regularmente no manejobien mis emociones 1.72 2.88 0.04 Discusión Los objetivos de esta investigación fueron establecer la relación entre realizar actividad física y la regulación emocional, comparar los diferentes momentos de comportamientos en salud en relación con la actividad física con las motivaciones y percepciones sobre regulación emocional e identificar el lugar qué se le otorga a la regulación emocional cómo factor motivador para la realización de actividad física. 28 Teniendo en cuenta lo anterior, en este estudio se encontró una relación baja entre la regulación emocional y la práctica de actividad física, siendo esta en la dirección esperada y estadísticamente significativa. Por lo tanto, no se puede asegurar que a mayor actividad física menor desregulación o viceversa. Sin embargo, se encontró que el puntaje promedio en desregulación emocional indica que el nivel de desregulación emocional no es tan alto, a pesar de que el 10% de los participantes (24 personas) consideraron que su regulación emocional durante la contingencia fue mala; 46% que fue regular y 43% que fue buena. Es de anotar que los datos se recolectaron poco después de haber estado en cuarentena estricta por la pandemia del COVID-19 y se ha establecido que la disminución de la calidad de vida durante la pandemia fue una dificultad para describir los sentimientos y para acceder a las estrategias de regulación de las emociones, por lo cual, la desregulación emocional en esta época es más alta (Panayiotou, Panteli & Leonidou, 2020). Llama la atención que el 91% de los participantes afirmaron que realizaron ejercicio físico durante la cuarentena. A partir de esto y de los resultados descriptivos mencionados anteriormente, se estipula una pequeña tendencia hacia una menor desregulación emocional en aquellas personas que se encuentran en etapas más avanzadas del TTM (acción y mantenimiento) mientras que los que se encuentran en etapa de precontemplación o no se encuentran en ninguna tienen una tendencia mayor a un nivel más alto de desregulación emocional a comparación de los primeros mencionados. En el ranking propio de motivos para realizar actividad física se encontró que el 73% de los participantes ubican la salud como una de las primeras motivaciones para realizar ejercicio. Esto parece ser congruente con los planteamientos de Gómez-López et al. (2009) de Fraile et al. (2006) y Murcia et al. (2007), quienes plantean que las personas practican actividades deportivas para mejorar la salud. Es importante tener en cuenta que la edad media del grupo es 20,8 5 y que el 70% de las personas también consideran la figura física como una motivación principal. Esto concuerda con Granados (2016), quien afirma que en estas edades los principales factores motivadores son la salud y la figura física. Por otra parte, en este estudio se encontró que el 43% de las personas que consideran la regulación emocional como una de las motivaciones más importantes se encuentran en la etapa de mantenimiento, es decir, personas que llevan más de seis meses realizando actividad física. Tal vez el gran porcentaje de participantes que consideran la 29 regulación emocional como una motivación la haya considerado con el paso del tiempo, pero puede que no haya sido su principal motivación a la hora de empezar con este comportamiento de salud. Esto podría ser coherente con los planteamientos de Masachs et al. (1994) al afirmar que la práctica regular de una actividad física lleva a la modificación de las motivaciones de la persona. Esto tal vez podría explicar el papel de la regulación emocional como motivación a la hora de realizar ejercicio físico. En la presente investigación se encontró que el 73% de los participantes perciben un efecto positivo sobre sus emociones al practicar ejercicio físico. También se evidenció que el 80% de las personas consideran que se tranquilizan y se relajan cuando se ejercitan. Esto parece concordar con el estudio de Ballesteros et al. (2016) en el que se establece que la actividad física ayuda a descargar tensiones y relajarse, lo cual conlleva a un beneficio emocional. Asimismo, en la presente investigación el 63% de los participantes realizan ejercicios aeróbicos y perciben el efecto positivo que se mencionó anteriormente. Estos hallazgos se relacionan con la relación encontrada por von Haaren et al. (2015) y Bernstein et al. (2017) quienes encontraron que la realización de ejercicios aeróbicos disminuye el estrés emocional, disminuye las emociones negativas y tiene un efecto relajante en las personas. Por otro lado, se encontró que la mayoría de la muestra (67%) se encuentran en las últimas etapas del cambio, es decir, en acción y mantenimiento y solo el 24% se encuentran en precontemplación, contemplación y preparación, las cuales son las primeras etapas del cambio. Contrario a este hallazgo, Gómez-Ramírez et al. (2007) afirman que la mayoría de los universitarios se encuentran en las tres primeras etapas del cambio. Estos mismos autores cuestionan el resultado por un tamaño de muestra pequeño y la homogeneidad de la muestra de una facultad específica. Sin embargo, Práxedes et al. (2016) afirman que las personas que realizan mayor ejercicio físico se encuentran en etapas superiores como acción y mantenimiento. Con respecto a los cinco motivos se encontró que el 53% y el 16% consideran la salud y la apariencia respectivamente como su motivación principal para ejercitarse. Igualmente, el 17% considera la diversión y el 13% la competencia como motivaciones. A partir de esto se estableció que la mayoría de los participantes consideran la salud y la apariencia como sus principales motivaciones para realizar ejercicio físico. De acuerdo con 30 Celis-Merchán (2006) estas motivaciones se consideran como extrínsecas, por lo cual el 69% de la muestra realiza ejercicio físico para alcanzar resultados contingentes. Por otra parte, Celis-Merchán afirma que las motivaciones sociales son las menos expuestas por los participantes, así como ocurre en esta investigación ya que solo el 1% de las personas consideran esta motivación como la principal. A partir de los análisis realizados entre las etapas del cambio y las diferentes motivaciones se encontró una tendencia hacia las etapas más avanzadas cuando se comparan entre sí. Esto podría indicar que hay una variedad de motivaciones en las etapas finales, sin embargo, la mayoría tienen una inclinación a ser motivaciones extrínsecas. Para futuras investigaciones sería importante incluir además de las etapas del cambio, los procesos que este estipula y determinar si el proceso tiene alguna relación con la motivación y la adherencia a la actividad física. Por otra parte, se ha encontrado que la práctica constante de yoga lleva a un uso más frecuente de la reevaluación cognitiva, lo cual llevaría a una mayor regulación emocional en la persona (Kobylińska et al., 2018, Menezes el al., 2015). Teniendo esto en cuenta, se podría profundizar más en este tema y comparar diferentes actividades físicas, como los ejercicios aeróbicos y la danza, con el yoga para determinar si existen diferencias entre los grupos en la regulación emocional. Asimismo, se podría realizar este mismo análisis comparando los diferentes tipos de yoga ya que este se ha relacionado con mayor autoconciencia y regulación emocional (Kobylińska et al., 2018, Menezes et al., 2015). Sin embargo, en el yoga existen diferentes tipos de ejercicios con diferentes propósitos, por lo cual sería útil realizar comparaciones entre los diferentes tipos de yoga. Esto permitiría a futuro tener la posibilidad de dar una recomendación, en función al manejo emocional, que tipo de actividad física podría realizar la persona. Asimismo, es pertinente que en las próximas investigaciones existan grupos equitativos a nivel de genero ya que se podrían observardiferentes conductas a la hora de realizar actividad física (Martín et al., 2014) y por ende su relación con la regulación emocional. Con respecto a la metodología, se considera que fue útil emplear una metodología cuantitativa, sin embargo se presentaron varias limitaciones. Si bien se realizó un acercamiento a la metodología, se presentaron varias limitaciones. Se logró un tamaño de muestra adecuado para hacer un análisis estadístico, no se logró llevar a cabo un estudio 31 con un grupo control (personas que no realizaran ejercicio físico) y con personas que realizaran yoga, lo que hubiera permitido reafirmar o no las tendencias encontradas en este estudio. Los resultados obtenidos en esta investigación permiten resolver el propósito de esta. En primer lugar, la importancia que le dan los estudiantes universitarios a la regulación emocional como un motivo para realizar actividad física, la cual es la tercera, tras la salud y la figura física. Asimismo, se encontró que los participantes universitarios tienen una percepción positiva frente a la relación existente entre la práctica de actividad física y la regulación emocional a pesar de no encontrar una relación ponente y significativa entre estas variables. Finalmente, se encontró que en las etapas más avanzadas de cambio de la TTM (acción y mantenimiento), las personas tienden a considerar y percibir un beneficio mayor en su regulación emocional tras la realización de actividad física independientemente de sus motivaciones. Tras la realización de este estudio se evidenció la importancia que le dan las personas a la regulación emocional como una variable motivadora para la realización de actividad física. Esto es relevante y contribuye a próximos estudios o escalas de motivación para la actividad física ya que en muy pocas de estas se menciona este factor. Asimismo, tiene una contribución social a nivel de percepción de los efectos de ejercitarse sobre las emociones y la regulación de estas ya que la población estudiantil colombiana se enfrenta día a día a situaciones estresoras que pueden generar desregulación emocional y tener un impacto negativo sobre su desempeño, su vida académica y llevar a un burnout (Cabanach et al, 2011). También este hallazgo concientiza a las personas ya que muchas veces los estudiantes se motivan a realizar ejercicio para beneficiar la salud y mejorar la figura (Varela et al., 2011) pero no perciben de los beneficios psicológicos que la actividad física trae. Finalmente, se encontró la relación entre las etapas del cambio y la percepción de la regulación, lo cual es considerado como un aporte a la disciplina de la psicología. 32 Referencias Abad Robles, M. 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