Logo Studenta

content(0)

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
 
 
 
 
 
 
La Práctica de Actividad Física en Población Universitaria: Etapas del 
Cambio, Motivación, Percepción y su Relación con la Regulación 
Emocional. 
 
 
Laura Lemus Díaz 
201631402 
 
Departamento de Psicología, Universidad de Los Andes 
 
Trabajo de Grado 
 
Directora: Yvonne Gómez Maquet 
 
30 de noviembre de 2020 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
 
 
Índice 
Antecedentes 3 
Justificación 7 
Problema de investigación 7 
Objetivos 8 
Marco Teórico 8 
Hipótesis 14 
Método 14 
Participantes 14 
Instrumentos 15 
Procedimiento 15 
Plan de análisis 16 
Consideraciones éticas 16 
Principios éticos 16 
Riesgo 16 
Análisis de riesgos, daños y beneficios 16 
Mitigación de riesgos 17 
Resultados 17 
Discusión 27 
Referencias 32 
Anexo 39 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
La práctica de actividad física en población universitaria: motivación, 
percepción, etapas del cambio y su relación con la regulación emocional. 
 
Antecedentes 
La Organización Mundial de la Salud (s.f) afirma que tener hábitos saludables como 
tener una dieta adecuada, realizar ejercicio físico, no fumar, evitar el uso excesivo de 
alcohol y prácticas sexuales de riesgo aumenta la calidad de vida a nivel físico y mental. La 
relación entre la actividad física y el bienestar emocional es un tema que genera y despierta 
grandes intereses en los investigadores. Se ha establecido que existe una relación entre el 
bienestar psicológico y las prácticas constantes de ejercicio físico, como lo muestra la 
evidencia empírica que se relaciona a continuación. Se puede afirmar que los deportistas 
regulares son psicológicamente más estables que los deportistas irregulares, particularmente 
con respecto al estado de ánimo, el estilo de vida y el afrontamiento (Edwards, 2006). De 
igual manera, las personas que realizan ejercicio físico al menos dos o tres veces a la 
semana experimentan menos depresión, estrés, rabia y desagrado de manera significativa 
(Hassmen, Koivula & Uutela, 2000). Asimismo, las personas se ejercitan varias veces 
durante la semana tienen niveles más altos de sentido de coherencia y un sentimiento más 
fuerte de integración social que las personas que se ejercitan con menos frecuencia 
(Hassmen, et Al. 2000). 
A nivel de población estudiantil, los universitarios que realizan ejercicio 
regularmente tienden a percibir mayor grado de salud física, menor nivel de estrés y mejor 
estado de ánimo, lo cual se asocia con el bienestar psicológico (Jiménez, Martínez, Miró & 
Sánchez, 2008). Asimismo, los estudiantes insuficientemente activos en comparación con 
los activos tienen menor bienestar psicológico (Bray y Kwan, 2006). Por otra parte, en una 
población estudiantil colombiana se encontró que hay una tendencia a mostrar que el nivel 
de inteligencia emocional en las personas que realizan ejercicio físico y los que no, no es 
significativo, esto debido al tiempo y la metodología del estudio realizado (Ladino, 
González-Correa, González-Correa & Caicedo, 2016). 
Un aspecto importante para tener en cuenta a la hora de examinar el ejercicio físico 
y su relación con el bienestar es la motivación con la que las personas realizan la actividad. 
4 
 
Según Cantón, Mayor y Pallarés (1995), para que una persona comience y mantenga la 
práctica de una actividad física o un deporte es necesario que posea algún atractivo. Dicho 
atractivo puede ser mejorar la salud y obtener placer al realizar la actividad física. Estos 
motivos se relacionan con la búsqueda de bienestar y calidad de vida, y favorecen la 
adherencia al ejercicio físico (Gómez-López, Ruiz, García, Granero y Piéron, 2009). En 
esta misma línea, mejorar la salud puede ser el atractivo, tal y como se evidencia en el 
estudio de Fraile y De Diego (2006), en el que un amplio porcentaje de niños y 
adolescentes participaron en actividades deportivas por mejorar su salud. 
Igualmente, el origen de la motivación también resulta importante. La escala 
Motives for Physical Activities Measure-Revised (MPAM-R) indica que el 
disfrute/diversión y competencia reflejan una orientación motivacional intrínseca, mientras 
que lo social, fitness/salud y la apariencia lo han sido para determinar niveles de 
motivación extrínseca (Ryan, Frederick, Lepes, Rubio & Sheldon, 1997). Tras realizar la 
validación de esta escala en España, Murcia, Gimeno & Camacho (2007) encontraron que 
los motivos relacionados con la salud y la diversión son las motivaciones más puntuadas. 
Cabe recalcar que la práctica regular lleva la modificación de las motivaciones del sujeto, y 
determina la aparición de razones para el mantenimiento de la actividad física que no 
habían sido consideradas en el momento de iniciarlas (Masachs, Puente y Blasco,1994). 
De manera similar, tras aplicar el MPAM-R Pardo (2010) encontró que las mujeres 
disfrutan más y presentan una mayor motivación intrínseca en los programas de ejercicio 
físico acuático. Asimismo, se encontró que el factor de salud y fitness de la escala MPAM-
R es el principal factor motivador para estudiantes entre 15 y 21 años (Granados, 2016). 
También, Quesada y Gómez-López (2017) encontraron que los grupos más motivados a 
realizar actividad física son aquellos que puntúan más en los factores de competencia, 
fitness y disfrute de la escala MPAM-R. 
Otro aspecto relevante es la percepción que tienen los individuos del ejercicio físico 
que realizan. Lee & Oh, (2013) plantean que existe una percepción positiva sobre las 
creencias de salud, la satisfacción con la vida y las actividades orientadas al bienestar al 
realizar ejercicio físico tal como la natación. De manera similar, tanto hombres como 
mujeres tienen una percepción positiva del impacto en la salud tras realizar ejercicio físico, 
5 
 
sin importar la frecuencia y cantidad de este (Urrutia, Azpillaga, de Cos & Muñoz, 2010). 
También, Porras-Juárez, Grajales-Alonso, Hernández-Cruz, Alonso-Castillo& Tenahua-
Quitl (2010) encontraron que los adultos perciben el ejercicio físico como una actividad 
para beneficio de su salud así como una actividad de esparcimiento. 
Tras una investigación cualitativa, Ballesteros, Freidin, Krause & Borda (2016) 
llegaron a la conclusión de que las personas perciben una relación entre la práctica de 
actividad física con beneficio emocional de la actividad vinculada a la autoestima, el buen 
humor y el sentimiento de vitalidad. Además como una oportunidad para suspender las 
preocupaciones diarias, autocentrándose y conectándose con el cuerpo. También 
percibieron que la actividad física ayuda a descargar tensiones y relajarse, y en varias 
ocasiones se refieren a ella como una estrategia antiestrés (Ballesteros et. Al, 2016). 
Teniendo en cuenta los modelos explicativos del comportamiento de salud, como el 
modelo Transteórico del cambio (TTM), Soto, Torres, Arévalo, Cardona, Sarria y Polanco 
(2009) encontraron que los universitarios llevan a cabo prácticas saludables en la mayoría 
de las dimensiones de los estilos de vida, con excepción la de ejercicio y actividad física. 
Asimismo, Gómez-Ramírez, García-Molina, Wagner-Lozano, Calvo-Soto & Ordoñez-
Mora (2016) y Emdadi, Nilsaze, Hosseini & Sohrabi (2007) encontraron que la mayoría de 
los universitarios se encuentran en las tres primeras etapas del cambio del modelo TTM, las 
cuales corresponden a la pre-contemplación, la contemplación y la preparación. Es 
importante tener en cuenta que el modelo TTM establece momentos para explicar por qué 
las personas hacen actividad física y cómo logran mantenerla a lo largo del tiempo. Las 
motivaciones más importantes para hacer actividad física son: diversión, competencia, 
apariencia, salud, interacciones sociales (Pardo, 2010), afiliación, agilidad y fuerza 
(Markland & Psychol, 1999). 
Dentro de las ramas de la actividad física se encuentran los ejercicios que requieren 
coordinación y movimiento como lo son los relacionados con la danza y los aeróbicos. 
Castillo, (2018) afirma que existe una relación entre la Danza y sus beneficios áreas como 
la psicología y de la educación, especialmente en el bienestar psicológico, el desarrollo de 
la inteligencia emocional, la pasión, el flow, la motivación, la autoestima, la resiliencia y el 
desarrollo de la creatividad, entre otros aspectos. De manera similar, la práctica de natación 
6 
 
genera un impacto positivo en variables de bienestar psicológicos como la autoeficacia, la 
confianza, la autoestima y la satisfacción (Sesmero, Belloch, Sigüenza, Montolio & Tomás, 
2005). 
Asimismo, se encontró que los estudiantes que practican danzas folklóricas 
muestran mayor Bienestar Psicológico, a nivel global y a nivel de varias de sus 
dimensiones que los estudiantes que no lo practican (Zapata Jara, 2017). Por otra parte, 
desde la psicología positiva se ha encontrado que la danza promueve bienestar y emociones 
positivas, siempre y cuando se practique y se enseñe teniendo en cuenta todos los 
beneficios que puede generar pero también cuidando la exigencia que a veces termina 
siendo nociva para los practicantes, sobre todo en el entorno de la danza profesional 
(Cabrera, 2015). Paralelamente, la realización de una rutina aeróbica como correr o trotar 
disminuye significativamente el estrés emocional, lo que se asocia con el bienestar 
psicológico que el ejercicio genera (von Haaren, Haertel, Stumpp, Hey & Ebner-Priemer, 
2015). 
De manera similar, programas de intervención musical y danza creativa provocan 
efectos significativos sobre las variables emocionales ya que los alumnos pueden reconocer 
mejor sus emociones y son capaces de identificar correctamente aquello que sienten, así 
como reflexionar sobre lo que han sentido y comprender los efectos físicos y psicológicos 
que genera esas emociones (de Rueda Villén & Aragón, 2013). Mediante la terapia de 
danza-movimiento se proyectan aspectos de las personas, y donde se puede habilitar el 
darse cuenta de estados emocionales y tomar conciencia de sí (autoconocimiento) 
(González, 2016). Asimismo, existe una relación directamente proporcional entre la 
práctica de biodanza y el aumento de los niveles de Inteligencia Emocional Percibida (IEP) 
en mujeres mayores de 40 años (Abad Robles, Castillo Viera, Pérez & Celia, 2014). 
Finalmente, sen encontró que el ejercicio aeróbico moderado como trotar o correr puede 
ayudar a atenuar emociones negativas para los participantes (Bernstein & McNally, 2017). 
 
 
 
7 
 
Justificación 
Se considera necesario estudiar este tema ya que la población estudiantil 
colombiana se enfrenta día a día a situaciones estresoras que pueden generar desregulación 
emocional y tener un impacto negativo sobre su desempeño, su vida académica y llevar a 
un burnout (Cabanach, Gestal, Cervantes, & Rodríguez, 2011). También se considera 
pertinente ya que muchas veces los estudiantes se motivan a realizar ejercicio para 
beneficiar la salud y mejorar la figura (Varela, Duarte, Salazar, Lema & Tamayo, 2011) 
pero no perciben de los beneficios psicológicos que la actividad física trae. Asimismo, es 
importante evaluar si la regulación emocional es una motivación explícita o no para las 
personas. Esto, debido a que si las personas fueran más conscientes de esta motivación, 
mantendrían una mayor adherencia a realizar la actividad física como parte de un proceso 
de contracondicionamiento de la TTM, lo cual los llevaría a tener más hábitos saludables de 
vida. 
Problema de investigación 
Tras la revisión de literatura realizada se encontró que la relación entre el bienestar 
psicológico y el ejercicio físico está establecida (Edwards, 2006; Hassmen et al, 2000). Se 
evidenció que las motivaciones que llevan a las personas a realizar actividad física son 
diversas y estas pueden cambiar según la regularidad de la práctica (Gómez-López et al, 
2009; Ryan et al, 1997; Murcia et al, 2007; Pardo, 2010; Granados, 2016: Quesada et al, 
2017). También se exploraron las percepciones de las personas tras realizar una actividad 
física (Lee et Al, 2013; Urrutia et al, 2010; Porras-Juárez, 2010; Ballesteros et al, 2016). 
Sin embargo, son pocos los estudios que incluyen la regulación emocional como una 
motivación directa de quieres hacen ejercicio físico. En la misma línea, el modelo TTM 
establece momentos para explicar por qué las personas hacen actividad física y cómo 
logran mantenerla a lo largo del tiempo (Pardo, 2010). Las motivaciones más importantes 
para hacer actividad física son: diversión, competencia, apariencia, salud, interacciones 
sociales (Pardo, 2010), afiliación, agilidad y fuerza (Markland & Psychol, 1999). 
A partir de esto, el problema que busca resolver esta investigación es establecer qué 
tanto identifican quienes realizan ejercicio físico si esto tiene efecto sobre el manejo de 
emociones para así entender si la regulación emocional es una de las motivaciones 
8 
 
implícitas para realizar ejercicio físico, específicamente con estudiantes jóvenes 
colombianos. Para esto, se plantearon las siguientes preguntas de investigación: Teniendo 
en cuenta las etapas de cambio del TTM, ¿Qué lugar le otorgan las personas como una 
motivación importante a la hora de realizar actividad física a la regulación emocional? 
¿Cuál es la percepción que tienen las personas entre la realización de actividad física y en 
manejo de sus emociones? ¿Cuál es la relación entre realizar actividad física y nivel de 
regulación emocional? 
 
Objetivos 
Objetivo general 
Establecer la relación entre realizar actividad física y la regulación emocional. 
Objetivos específicos 
Identificar las motivaciones atribuidas por los participantes para la realización de actividad 
física. 
Identificar el lugar qué se le otorga a la regulación cómo factor motivador para la 
realización de actividad física. 
Comparar los diferentes momentos de comportamientos ensalud en relación con la 
actividad física, las motivaciones y percepciones sobre regulación emocional. 
 
Marco Teórico 
Es importante tener en cuenta que es una emoción y cómo funcionan. “Las 
emociones ocurren cuando percibimos cambios significativos positivos o negativos en la 
situación o en las situaciones de los que están relacionados con nosotros” (Ben-Zeév, 
2004). Un episodio, independientemente si es negativo o positivo, mejora o interrumpe la 
situación en la que estamos. En consecuencia, tener la habilidad de percibir, expresar y 
valorar las emociones se considera como inteligencia emocional. 
La regulación emocional se refiere al conjunto heterogéneo de procesos por los 
cuales las emociones son reguladas (Gross & Thompson, 2013). Este proceso puede ser 
automático o regulado, consciente o inconsciente y depende del objetivo de la persona con 
respecto a la emoción experimentada en el momento. El proceso para regular las emociones 
9 
 
implica cinco momentos; selección de situación, modificación de situación, despliegue 
atencional, cambio cognitivo y modulación de respuesta (Gross, 1998). 
La selección de la situación implica tomar acciones que hacen que sea más o menos 
probable que el sujeto termine en una situación que despierte emociones deseadas o no 
deseadas. Este tipo de regulación requiere una comprensión de características similares de 
situaciones remotas y de posibles respuestas emocionales esperadas de dichas 
características. También resulta importante que la persona pueda estimar los beneficios a 
corto plazo de la regulación emocional con respecto a los costos a largo plazo (Gross et al., 
2013). La modificación de la situación es la realización de esfuerzos para modificar 
directamente la situación con el objetivo de alterar su impacto emocional. Se trata de 
modificar ambientes físicos externos de la persona. Esto, con el objetivo de evitar u obtener 
respuestas emocionales. Cabe recalcar que en este proceso generalmente existe una relación 
de respuestas emocionales entre dos personas (Gross et al., 2013). Ambas ayudan a moldear 
la situación del individuo. 
El despliegue emocional se refiere a como el individuo dirige su atención a una 
situación específica para influenciar sus emociones. Este es uno de los mecanismos más 
utilizados por la mayoría de las personas sin importar la edad. Está compuesta por la 
distracción y la concentración. La distracción enfoca la atención en diferentes aspectos de 
la situación o mueve la atención lejos de la situación en cuestión. Esta implica cambiar el 
foco interno, es decir, recordar otra emoción o pensamiento que es contrario al actual. Por 
otro lado, la concentración dirige la atención a las características emocionales de la 
situación. cuando toda la atención está enfocada en posibles amenazas futuras, puede tener 
el efecto de aumentar la ansiedad de bajo grado pero al mismo tiempo disminuir la fuerza 
de la respuesta emocional negativa. El despliegue puede tener varias formas de expresión 
como taparse los ojos, redirección de la atención interna o redirección de la atención 
externa (Gross et al., 2013). 
El cambio cognitivo significa cambiar la forma en que el individuo evalúa la 
situación en la que se encuentra para alterar su significado emocional. Este puede ser ya sea 
cambiando la forma en que piensa sobre la situación o sobre la capacidad para gestionar la 
demanda que plantea. Una forma de cambio cognitivo es la reevaluación la cual implica 
10 
 
cambiar el significado del a situación para que altere el impacto emocional (Gross et al., 
2013). Finalmente, la modulación de respuesta ocurre tarde en el proceso generador de 
emociones, después de que se hayan iniciado las tendencias de respuesta. Esta se refiere a 
la influencia física, experiencial o comportamental que responde directamente a la emoción 
(Gross et al., 2013). 
La motivación es el proceso que determina la dirección, entendida como la atracción 
a ciertas situaciones, y la intensidad del esfuerzo, entendida como la cantidad de empeño 
que la persona emplea en la situación, implementado por el individuo frente a una acción 
(Weinberg & Gould, 1996). Es un proceso individual en el que inciden diferentes variables 
que llevan a las personas a realizar actividades como participar de actividades de ejercicio 
físicas y recreativas (Roberts, 1992). La motivación está presente cuando existe la 
necesidad y la voluntad de cumplir un objetivo (Ryan & Deci, 2000). 
Existen dos tipos de motivación. La motivación intrínseca hace referencia a los 
comportamientos realizados a partir del interés y el disfrute de las actividades. La 
motivación extrínseca se relaciona con los comportamientos que se llevan a cabo para 
alcanzar resultados contingentes (Vallerand & Ratelle, 2002). Estas mismas se dividen en 
varios tipos. Dentro de la motivación intrínseca existe un tipo denominado la motivación 
intrínseca por saber, la cual implica comprometerse con actividades por el placer y la 
satisfacción derivadas de aprender, explorar y entender cosas nuevas. La motivación 
intrínseca por realizar cosas se refiere a involucrarse en actividades por el placer y la 
satisfacción de tratar de superarse, crear o lograr algo. La última motivación intrínseca es la 
de experimentar estimulación, la cual ocurre cuando la persona está involucrada en una 
actividad por las sensaciones estimulantes relacionadas a la actividad (Vallerand et al., 
2002). 
La motivación extrínseca también se divide en cuatro subtipos. La regulación 
externa se presencia cuando el individuo realiza la actividad para conseguir un beneficio o 
para evitar un castigo. La regulación introyectada representa el primer grado del proceso de 
internalización, en este tipo las razones para realizar la actividad ya han sido internalizadas 
por el individuo pero este actúa por obligación o para evitar vergüenza o culpa. El tercer 
tipo es la regulación por identificación, el cual implica que la persona realiza la actividad 
11 
 
por decisión personal y porque es juzgada como valiosa. Finalmente, la regulación 
integrada hace referencia a las actividades que tienen consistencia con otras dimensiones de 
la persona, es el tipo de motivación extrínseca con más autodeterminación (Vallerand et al., 
2002). 
La teoría de la autodeterminación (TAD) considera que existen tres necesidades 
psicológicas básicas: la autonomía, la competencia y relación con los demás y que la 
satisfacción de estas influye sobre la motivación (Deci et al., 2002). A partir de esto, la 
TAD plantea que las personas muestran una mayor motivación intrínseca si perciben algún 
grado de libertad de actuación y decisión, si son eficaces en la labor o tareas que están 
desempeñando, y si poseen una buena relación con la gente que les rodea. Asimismo, 
establece que si estas necesidades psicológicas básicas se frustran es más probable que el 
individuo esté motivado de forma extrínseca (Deci et al., 2002). 
El modelo transteórico del cambio (Prochaska, Redding, Kerry, 2008) propone 
detectar las modificaciones de los hábitos que las personas podrían hacer frente a los 
diversos factores que pueden estar afectando su salud y calidad de vida. Para detectar las 
modificaciones, las personas transitan por un proceso de seis etapas o estados: 
precontemplación, contemplación, preparación, acción, mantenimiento y terminación. 
Asimismo, establece cuatro constructos; el proceso de cambio, balance decisional, la 
autoeficacia y la tentación para guiar el camino de las modificaciones en los hábitos del 
individuo. 
La etapa de precontemplación (Prochaska et al., 2008) es la etapa en la que el 
individuo no tiene la intención de realizar acción determinada en al menos seis meses. En 
este punto las personas están altamente desmotivadas. En la etapa de contemplación, los 
individuos tienen la intención de cambiar sus comportamientos en los próximosseis meses. 
En esta etapa las personas tienen en cuenta los pros y contras de la acción, sin embargo, esa 
consideración puede llevarse por mucho tiempo, por lo cual las personas no están 
preparadas para tomar acciones inmediatas. Con respecto a la etapa de preparación, las 
personas tienen la intención de empezar la acción en los próximos 30 días y generalmente 
tienen un plan de acción ya que han considerado ejercer la acción en el último año. 
12 
 
Las personas en la etapa de acción (Prochaska et al., 2008) son aquellas que han 
hecho cambios significativos y radicales en su estilo de vida en los últimos seis meses. La 
etapa de mantenimiento es aquella en la que los individuos han realizado y continuado con 
los cambios radicales en su estilo de vida por más de seis meses y puede llegar a durar hasta 
cinco años. En esta etapa las personas están menos tentadas a recaer y más confiadas en los 
cambios que realizarán a futuro. Finalmente, en la etapa de terminación, los individuos no 
tienen tentaciones de volver al comportamiento nocivo y 100% de autoeficacia. Sin 
embargo, esta etapa no se considera en ciertos comportamientos como el ejercicio físico, la 
pérdida de peso y el uso del condón ya que en estas se espera que el comportamiento se 
mantenga a largo plazo. 
El primer constructo de la TTM son los procesos de cambio (Prochaska et al., 
2008). Estas, son las actividades abiertas y encubiertas que las personas utilizan a lo largo 
de las etapas mencionadas anteriormente. Esta consta de 10 procesos. El primero de ellos, 
la concientización, involucra la incrementación de la conciencia sobre las causas, 
consecuencias y curas para el comportamiento problema. El alivio dramático hace 
referencia al sentimiento de emociones negativas seguido por un alivio anticipado tras 
tomar las medidas adecuadas frente al comportamiento. El tercer proceso es la auto 
reevaluación quien combina aspectos cognitivos y afectivos en la evaluación de la 
autoimagen. Tras esta evaluación, la persona llega a la conclusión de que el cambio de 
comportamiento es una parte importante de su identidad. De manera similar, la 
reevaluación ambiental lleva a la persona a darse cuenta del impacto negativo del 
comportamiento y del impacto positivo en el cambio en el entorno social y físico. 
El quinto proceso es la auto liberación. Es el pensamiento y el compromiso hacia el 
cambio. Las relaciones de ayuda hacen referencia a la búsqueda y el uso del apoyo que las 
relaciones sociales ofrecen en pro al comportamiento. El séptimo proceso es el 
contracondicionamiento, el cual requiere aprender comportamientos más saludables que 
puedan sustituir los comportamientos problema. Se trata de incrementar las recompensas 
del cambio del comportamiento y disminuir las recompensas del comportamiento poco 
saludable. El control de estímulos elimina las señales de los hábitos poco saludables y 
agrega indicaciones para las alternativas más saludables. El penúltimo proceso, la gestión 
13 
 
de contingencias, proporciona consecuencias por tomar medidas en una dirección particular 
y se enfatiza en refuerzos y no castigos. Finalmente, las relaciones de ayuda combinan el 
cuidado, la confianza, la franqueza, la aceptación y el apoyo para un cambio de 
comportamiento saludable. 
El segundo constructo, el balance decisional, hace referencia a la ponderación que 
hace las personas de los beneficios y los contras del cambio. El tercer constructo es la 
autoeficacia, la cual es la confianza en una situación especifica de que las personas pueden 
afrontar situaciones riesgosas para ellos sin recaer en sus comportamientos anteriores poco 
saludables. Finalmente, la tentación refleja la intensidad de la urgencia de recurrir a ciertos 
comportamientos cuando la situación se torna difícil. Las tentaciones más comunes son el 
afecto negativo o angustia emocional, las situaciones sociales positivas y las ansias o deseo 
(craving). 
Por otra parte, la psicología del deporte es el estudio científico de las personas y sus 
comportamientos en contextos deportivos y de ejercicio. Los psicólogos del deporte y el 
ejercicio identifican principios y pautas que los profesionales pueden usar para ayudar a las 
personas a participar a y beneficiarse de las actividades de ejercicio físico (Weinberg & 
Gould, 2014). Dentro de la gama del deporte y la actividad física existen diferentes tipos, 
algunos son los ejercicios aeróbicos y el yoga. 
Los ejercicios aeróbicos son aquellos que cuentan con una intensidad moderada 
durante 30-60 minutos con el objetivo de mejorar la capacidad cardiorrespiratoria. Este se 
basa en controlar el ritmo respiratorio de la persona. Para considerar un ejercicio como 
aeróbico, es necesario utilizar grandes grupos musculares de forma repetitiva durante un 
periodo tiempo sugerido (Geosalud, 2016). Los ejercicios aeróbicos se dividen en dos 
grupos. Dentro del grupo de bajo impacto se encuentran actividades como caminar, nadar, 
subir una escalera, remar, esquiar y escalar (Quinde, Roldan, Vera, Xavier, Toala & 
Verduga, 2013). Por otra parte, se consideran de alto impacto actividades relacionadas con 
correr, bailar, jugar tenis, paddle, o squash (Quinde et al., 2013). Dentro de los ejercicios 
aeróbicos se encuentra la danza aeróbica, la cual cumple con los requerimientos 
mencionados anteriormente y utiliza ritmos y canciones que marcan la pauta de los 
14 
 
movimientos. Es un tipo de gimnasia rítmica acompañada de música que se coordina con el 
ritmo respiratorio (Ramírez, 2017). 
Hipótesis 
Teniendo en cuenta lo anterior, con esta investigación se espera encontrar: una correlación 
positiva entre regulación emocional y la percepción que se tiene de sus emociones tras 
realizar actividad física, una relación positiva entre el tiempo que la persona lleva 
realizando ejercicio o una etapa más avanzada de TTM y niveles promedio de regulación 
emocional y percepción de regulación emocional. También se espera encontrar que 
aquellos que han realizado actividad física por más tiempo y estén en una fase de acción o 
de mantenimiento del TTM reconozcan el efecto del ejercicio físico sobre la regulación 
emocional y hacen explícita este tipo de motivación. 
Método 
Se propone un estudio de tipo correlacional. 
Participantes 
 Un total de 272 estudiantes de la Universidad de Los Andes participaron en el 
estudio. Se contactaron estudiantes que inscribieron las clases de una de las profesoras del 
Centro Deportivo, personas inscritas por la plataforma banner en clases de ejercicio 
aeróbico y yoga en el segundo semestre del año 2020 y quisieran participar voluntariamente 
en el estudio. También, estudiantes universitarios jóvenes que practiquen yoga, realicen 
ejercicios aeróbicos o no realicen ejercicio físico. A partir de estas especificaciones, se 
eligieron 231 participantes (80% mujeres, 19% hombres y 1% no indica su sexo), con 
edades entre 18 y 31 años (M=20,85) de los cuales 95% de las personas (221) estudian y 
5% (9) estudian y trabajan y se encuentran entre primer y doceavo semestre (M=6,08). 
Hubo representación de diferentes facultades, teniendo mayor concentración de estudiantes 
de la Facultad de Ingeniería (30%), seguida por la Facultad de Ciencias Sociales (24.1%), 
Facultad de Arquitectura y Diseño (12%), las Facultades de Ciencias y Artes y 
Humanidades (6% y 6,1% respectivamente), la Facultad de Derecho (5,6%) las facultades 
de Economía y Administración (5% y 5.2%) la Facultad de Medicina (4%) y la Facultad de 
Gobierno y asuntos públicos (2%). 
15 
 
A partir de la cuarentena generada por el COVID-19, se encontró que el 10% de los 
participantes (24 personas) consideran que su regulación emocional durante la contingencia 
fue mala; 46% que fue regular y 43% que fue buena (107 y 99 personas respectivamente). 
Asimismo, el 91% de los participantes indicaron que realizaban actividad física durantecuarentena. Finalmente, el 63% de los participantes realizan ejercicios aeróbicos, el 10% no 
realizan actividad física, el 9 % son practicantes de yoga y el 18% realizan diferentes 
ejercicios como pilates, rutinas funcionales y ejercicios con pesas. 
 
Instrumentos 
 Con el objetivo de conocer la motivación de las personas para realizar actividad 
física se utilizó el cuestionario de la escala revisada de Motivos para la Actividad Física 
(MPAM-R) (Ryan, Frederick, Lepes, Rubio & Sheldon, 1997). Este instrumento está 
basado en la teoría de autodeterminación y consta de 30 ítems que se responden en una 
escala Likert de 1 a 5. Consta de 5 factores, diversión; apariencia; social; salud y 
competencia. 
 Para evaluar la variable del cambio transteórico (TTM) se utilizó el cuestionario 
corto de etapas de cambio para el ejercicio físico de Marcus, en su versión validada al 
español (Parera González, 2002). Este cuestionario consta de cinco preguntas dicotómicas 
de sí o no en las que se evalúan las etapas de cambio de los individuos. 
También se aplicó La Escala de Dificultades en la Regulación Emocional (DERS) en su 
versión validada (Muñoz-Martínez, Vargas & Hoyos-González, 2016). La escala consta de 
36 ítems reunidos en seis factores: no-aceptación, metas, impulsividad, estrategias, 
consciencia y claridad. Finalmente, la precepción sobre la relación ejercicio físico y 
regulación emocional se evaluó mediante un cuestionario construido por la investigadora 
con unas preguntas sobre esta relación. El cuestionario cuenta con seis preguntas con una 
escala Likert de cinco puntos. 
 
Procedimiento 
Para la recolección de la muestra se contactó al Centro Deportivo de la Universidad 
de Los Andes. A través de ellos se realizó la invitación a participar en el estudio a quienes 
estuvieran inscritos en las clases de aeróbicos. Se realizó la aplicación de estas pruebas de 
16 
 
manera virtual al principio del semestre, aproximadamente en la segunda o tercera semana 
de clases presentándoles primero el consentimiento informado. A los participantes les tomó 
entre 15 y 20 minutos en contestar el cuestionario. La aplicación se realizó a través de la 
plataforma Qualtrics. Se tomaron los cuidados necesarios para el manejo seguro de los 
datos. Al inicio de la encuesta se presentó el consentimiento informado. Además se aseguró 
que el participante sea mayor de edad. El link fue enviado por SICUA por la profesora del 
curso de aeróbicos así como por redes sociales mediante bola de nieve a los otros 
participantes. 
 
Plan de análisis 
Para analizar los datos recolectados, se utilizó el programa Jamovi. Esto, para 
calcular estadísticos descriptivos, frecuencias, chi2, ANOVAS y obtener correlaciones 
entre las tres variables. 
 
Consideraciones éticas 
Principios éticos 
Esta investigación se llevará a cabo teniendo en cuenta los principios éticos 
estipulados por la Asociación Americana de psicología (APA, 2017) y el Colegio 
Colombiano de Psicólogos (COLPSIC, 2019). Dichos puntos se elaborarán a continuación. 
Riesgo 
 De acuerdo con la resolución 008430 de 1993 del Ministerio de Salud (1993), la 
presente investigación es catalogada como una investigación de riesgo mínimo debido a 
que emplean el registro de datos a través de procedimientos comunes, en este caso, 
cuestionarios. cabe destacar que no se realizará ninguna modificación a variables 
biológicas, fisiológicas, conductuales o sociales. 
Análisis de riesgos, daños y beneficios 
 Dentro de los posibles riesgos que pueden existir para los participantes es la 
vulnerabilidad por relaciones de poder informal. Esto, ya que la población se puede llegar a 
sentirse presionados a participar en la investigación, ya que los estudiantes pertenecen a una 
institución y sienten que tienen que responder ante esta (Mazzanti, 2020). Adicionalmente, 
se puede presentar un daño psicológico en el que participante genere una percepción 
17 
 
negativa de sí mismo, sufrimiento emocional o aberraciones en el pensamiento o 
comportamiento. Con respecto a los beneficios, se considera que este ejercicio puede 
permitir que el participante tenga un espacio de reflexión y autoconocimiento. Asimismo, 
los participantes tienen la posibilidad de conocer los resultados del estudio. 
Mitigación de riesgos 
Con el objetivo de garantizar la beneficencia y no maleficencia del estudio se 
establecen estrategias para prevenirlos o reducirlos al mínimo. Con respecto a la 
vulnerabilidad por relaciones de poder informal, se les recordará a los estudiantes en el 
consentimiento informado el principio de autonomía, que la participación en la 
investigación es voluntaria, que se puede retirar en cualquier momento que desee y que la 
no participación en el estudio con conlleva consecuencias negativas por parte del profesor, 
investigador o la institución universitaria. Cabe recalcar que el principio de justicia se 
evidencia cuando el investigador manda la encuesta a todos los candidatos a participantes 
del grupo seleccionado. Con respecto a los daños relacionados con el malestar psicológico 
que puede causar la investigación, cada uno de los participantes que presenten la encuesta 
recibirá un listado con los datos de contacto de instituciones que prestan atención 
psicológica de manera gratuita. En caso tal que el cuestionario cause activación emocional 
inmediata, el participante tiene la posibilidad de contactarse con la investigadora o la 
supervisora de la investigación para recibir atención en crisis. Esto ya que la investigadora 
tiene conocimientos básicos en primeros auxilios psicológicos. De igual manera, se 
garantizará la confidencialidad de los datos al participante ya que estos no serán 
relacionados con su identificación personal. Asimismo, el anonimato en la participación del 
sujeto será mantenido, solo la investigadora y la supervisora tendrán acceso a los datos. 
 
Resultados 
La muestra de 230 participantes, de los cuales la mayoría realiza ejercicios de tipo 
aeróbico se distribuyen de la siguiente manera en las cinco etapas del cambio (Tabla 1). 
El porcentaje más alto de participantes 43% se encuentra en fase de mantenimiento 
seguido de la fase de acción (24,3%). Para las demás etapas la distribución es menor y 
similar. 
18 
 
 
Tabla 1. 
 Distribución de frecuencias según la etapa del cambio (TTM) 
Etapa Frecuencia Porcentaje 
Precontemplación 5 2.2 
Contemplación 33 14.3 
Preparación 19 8.3 
Acción 56 24.3 
Mantenimiento 99 43 
Ninguna 18 7.8 
 
Con respecto a los motivos de práctica de actividad física según la prueba MPAM 
(Tabla 2), se encontró que el motivo principal del 52.6% de la población es la salud, 
seguido por el 17.4% la diversión, el 16.1% la apariencia, el 12.6% la competencia y el 
1.3% el ámbito social. 
Tabla 2. 
Distribución de frecuencias según los motivos para realizar actividad física (MAPM) 
Motivo Frecuencia Porcentaje Media Mediana Desviación 
estándar 
Apariencia 37 16.1 5.16 5.33 1.38 
Competencia 29 12.6 5.24 5.43 1.42 
Diversión 40 17.4 5.28 5.43 1.39 
Salud 121 52.6 6.16 6.40 1.01 
Social 3 1.3 3.25 3 1 
 
Por otra parte, se encontró que el puntaje medio de la muestra en las preguntas 
correspondientes a la percepción sobre la relación entre hacer ejercicio y el manejo de 
emociones fue 22.70, lo cual indica que en general los participantes tienen una percepción 
neutral de este aspecto, en la cual se identifica un reconocimiento a esta relación. El puntaje 
medio en la prueba de desregulación emocional fue de 34.72 (Tabla 3), lo que indica que la 
muestra en general presenta una tendencia a niveles bajos de desregulación emocional. 
Adicionalmente, al clasificar estas dos variables en las etapas de TTM (Tabla 4) se 
evidenció que el puntaje más alto en la escala de desregulación emocional se encuentra en 
las etapas de precontemplación (37.2), preparación (35.9) y en las personasque no 
clasifican en ninguna etapa (40.8). Asimismo, se encontró que los puntajes más bajos en la 
19 
 
percepción del ejercicio físico en la regulación emocional corresponden a las primeras 
etapas como lo son la precontemplación (13), contemplación (19), preparación (21) y las 
personas que no clasifican en ninguna etapa (21.7). 
Tabla 3. 
Estadísticos Descriptivos para la variable percepción y desregulación emocional DERS 
 N Media Desviación 
Estándar 
Mediana Mínimo Máximo 
Percepción ejercicio 
físico y regulación 
emocional 
230 22.70 5.42 23.50 6 30 
Desregulación 
emocional (DERS) 
230 34.72 13.06 32 14 68 
 
Tabla 4. 
 Estadísticos Descriptivos para la variable percepción y desregulación emocional DERS en 
TTM 
 Media Mediana 
Desviación 
estándar Mínimo Máximo 
 
DE
RS 
Percep
ción 
DE
RS 
Percep
ción 
DE
RS 
Percep
ción 
DE
RS 
Percep
ción 
DE
RS 
Percep
ción 
Precontemp
lación 37.2 13.0 30 15 18.4 6.60 14 6 56 19 
Contemplac
ión 34.2 19.5 30 19 12.4 5.91 15 6 63 30 
Preparación 35.9 21.0 30 21 14.5 6.60 14 14 60 28 
Acción 34.6 22.6 32 22 12.2 4.71 15 8 59 30 
Mantenimie
nto 33.5 24.8 31 26 12.3 4.46 15 11 62 30 
Ninguna 40.8 21.7 44.5 23 17.5 6.21 14 6 68 30 
 
Se realizó un ANOVA para determinar si existen diferencias significativas en los 
niveles de regulación emocional en las cinco etapas del cambio para la práctica de ejercicio 
físico (Tabla 5). No se encontró una diferencia significativa (F (5,224) = 1.21, p>0.05). 
Esto significa que los niveles de regulación emocional son similares en las diferentes etapas 
del cambio. 
 
20 
 
 
Tabla 5. 
ANOVA regulación emocional (DERS) y TTM. 
 
Suma de 
cuadrados 
Grados de 
libertad 
Media 
Cuadrática 
F p 
TTM 2197 5 439 1.21 0.307 
Residual 81568 224 364 
 
Con el objetivo de establecer la relación entre percepción de la actividad física y 
nivel de desregulación emocional se realizó una correlación entre la escala de desregulación 
emocional DERS y los puntajes de las preguntas relacionadas con la percepción (Tabla 6). 
Las correlaciones fueron estadísticamente significativas y se presentaron en la dirección 
esperada, sin embargo, fueron bajas. A pesar de esto, podría establecerse una tendencia a 
que percibir que la actividad física tiene un efecto positivo sobre las emociones se relaciona 
con menores niveles de desregulación emocional. 
Se encontró una correlación negativa baja (r (231) = -0.183, p< 0.05) entre el DERS 
y la primera afirmación “cuando realizo actividad física siento que me tranquilizo”. De 
acuerdo con esto, se puede plantear que al realizar ejercicio físico las personas perciben 
mayor tranquilidad, lo cual influye en menores niveles de la desregulación emocional, por 
ende, los participantes se sienten más regulados emocionalmente. Asimismo, se encontró 
una correlación negativa baja (r (231) = -0.216, p< 0.05) entre el DERS y la tercera 
afirmación “el ejercicio físico tiene un impacto positivo en mis emociones”. A partir de esta 
correlación, se puede sugerir que los participantes perciben que realizar actividad física 
tiene un impacto en sus emociones, lo cual se influye en menores niveles de desregulación 
emocional. Finalmente, se encontró una correlación baja negativa (r (231) = -0.191, p< 
0.05) entre la escala del DERS y la sexta afirmación “hacer ejercicio me relaja”. A raíz de 
lo anterior se puede plantear que al hacer ejercicio los participantes perciben una mayor 
relajación, lo cual puede influir en la disminución de la escala de desregulación emocional. 
 
21 
 
 
Tabla 6. 
 Correlación entre el DERS y percepción del ejercicio físico en la regulación emocional 
 
Cuando 
realizo 
activida
d física 
siento 
que me 
tranquil
izo 
El ejercicio 
físico me 
ayuda a 
regularme 
emocional
mente 
El 
ejercici
o físico 
tiene 
un 
impact
o en 
mis 
emocio
nes 
Si no 
realizo 
ejercicio 
físico 
regularm
ente soy 
más 
inestable 
Si no 
realizo 
ejercicio 
físico 
regularm
ente no 
manejo 
bien mis 
emocione
s 
Hacer 
ejerci
cio me 
relaja 
Total 
percepc
ión 
DE
RS 
 
R de 
Pears
on 
 -0.183 -0.076 -0.216 0.104 0.111 
-
0.191 
 -0.067 
 
Valor 
P 
 0.005 0.252 < .001 0.115 0.093 0.004 0.311 
 
Con respecto al lugar qué se le otorga a la regulación emocional cómo factor 
motivador para la realización de actividad física se encontró que los estudiantes la ubican 
en tercer lugar antecedido por las motivaciones relacionadas con la salud y figura física 
(Véase Tabla 7). Las puntuaciones obtenidas en esta jerarquía indican que el 61% de las 
personas consideran la regulación emocional como una de las tres principales razones para 
realizar ejercicio físico. A partir de esta jerarquía también se puede observar que el 73% de 
las personas consideran la salud dentro de las tres motivaciones principales y el 70% la 
figura física. De manera contraría, solo el 34% considera la diversión como una de las tres 
razones principales y el 5% considera la competencia como una de las tres motivaciones 
principales para realizar actividad física. De manera similar, el 53% de las personas 
obtuvieron el mayor puntaje en las motivaciones relacionadas con la salud según la prueba 
MPAM. Sin embargo, según esta misma prueba, el 16% de la muestra obtuvo como mayor 
motivo para la práctica de ejercicio físico la apariencia física y el 17% el factor de 
diversión. 
 
 
 
22 
 
 
Tabla 7. 
Jerarquía de razones para realizar ejercicio físico. 
 1 2 3 4 5 6 7 
Salud 
N 89 49 33 52 6 1 0 
Proporción 38% 21% 14% 22% 2% 0% 0% 
Figura física 
N 55 59 51 16 16 19 14 
Proporción 23% 25% 22% 7% 7% 8% 6% 
Regulación 
Emocional 
 
N 54 52 38 37 26 11 12 
Proporción 23% 22% 16% 16% 11% 4% 5% 
Diversión 
N 19 26 35 44 54 46 6 
Proporción 8% 11% 15% 19% 23% 20% 2% 
Fitness 
N 9 35 61 47 46 19 13 
Proporción 3% 15% 26% 20% 20% 8% 5% 
Socializar 
N 3 4 5 19 47 67 85 
Proporción 1% 1% 2% 8% 20% 29% 37% 
Competencia 
N 1 5 7 15 35 67 100 
Proporción 0% 2% 3% 6% 15% 29% 43% 
 
Al detallar la distribución de frecuencias para el motivo de regulación emocional de 
los siete lugares en la jerarquía de acuerdo con las etapas de cambio, se encontró que el 2% 
(5 personas) se encuentra en la fase de precontemplación; 14% (33) en la etapa de 
contemplación; 8% (19) en preparación; 24% (56) en acción; 43% (99) en mantenimiento y 
7% (18) no clasifican en ninguna etapa. 
Se realizó un Chi cuadrado (Tabla 8) con el fin de establecer si hay diferencias 
estadísticamente significativas en esta distribución de la muestra que eligieron la regulación 
emocional dentro de sus tres primeras motivaciones. A pesar de no ser una diferencia 
significativa (p>0.05), se encontró que en esta porción de la muestra, 3% (4 personas) se 
encontraban en la primera fase (precontemplación); 13% (18) en la etapa de contemplación; 
10% (14) personas en preparación; 28% (39) en la fase de acción y 46% (63) en 
23 
 
mantenimiento. Tras verificar el puntaje de desregulación emocional en cada etapa de esta 
porción de la muestra se encontró que el puntaje medio de desregulación más alto se 
encuentra en la fase de precontemplación (52) y el puntaje más bajo se encuentra en la 
etapa de acción (33.4). 
Tabla 8. 
Chi cuadrado TTM y regulación emocional 
 Etapa Regulación 
 
1,2,3 4 5,6,7 Total 
Precontemplación 4 2 2 8 
Contemplación 18 7 9 34 
Preparación 14 2 3 19 
Acción 39 10 9 58 
Mantenimiento 63 12 25 100 
Total 138 33 48 219 
Chi-Squared 
Tests 
 
 Value df p 
Χ² 5.747 8 0.676 
N 219 
 
Asimismo, se realizó una correlación entre las personas que ubicaron a la regulación 
emocional como uno de sus motivos principales para realizar ejercicio físico y el puntaje 
totalde la escala de desregulación emocional (DERS). No se encontró una correlación 
significativa (r (138) = -0.147, p> 0.05), sin embargo, fue una correlación negativa. 
Por otra parte, frente a la percepción que tienen las personas del efecto de la 
actividad física sobre sus emociones y su manejo se encontró que el 73% de los 
participantes considera que el ejercicio físico sí influye sobre sus emociones y su 
regulación emocional. Asimismo, al observar la distribución de respuesta de cada pregunta 
se encontró que los ítems relacionados con afirmaciones como “Cuando realizo actividad 
24 
 
física siento que me tranquilizo”, “el ejercicio físico me ayuda a regularme 
emocionalmente”, “el ejercicio físico tiene un impacto positivo en mis emociones” y “hacer 
ejercicio me relaja” el 80% de las personas expresaron que estas afirmaciones eran muy 
ciertas para ellas. De manera similar, en la afirmación “si no realizo ejercicio físico 
regularmente soy más inestable” la distribución de respuestas se distribuyó de manera más 
uniforme entra las opciones de respuesta, no obstante, se identificó una mayor inclinación 
hacia la veracidad de la afirmación. Sin embargo, en el ítem “si no realizo ejercicio físico 
regularmente no manejo bien mis emociones” se evidencia una distribución más inclinada 
hacía puntajes bajos los cuales están relacionados con la afirmación de nada cierto para mí 
(48%). 
Se realizaron ANOVAS comparando los cinco diferentes motivos de práctica de 
actividad física (de la prueba MPAM) con la ubicación en las cinco etapas de la teoría 
Transteórica del cambio (TTM). Esto, para determinar si existían diferencias entre estar en 
una etapa y una motivación específica. Se encontraron resultados significativos en las 
etapas del cambio y las motivaciones de diversión (F (5,224) = 12.3, p< 0.01), competencia 
F (5,224) = 9.96, p<0.05), salud F (5,224) = 7.40, p<0.05), apariencia F (5,224) = 6.10, 
p<0.05). Sin embargo, no se encontraron resultados significativos en la motivación 
relacionada con lo social (F (5,224) = 0.643, p>0.05). 
De acuerdo con el post hoc de Bonferroni de dichos estadísticos (Tabla 9), se 
encontraron diferencias significativas entre la etapa de acción y la etapa de contemplación. 
Esto indica que las personas que se encuentran en la etapa de acción, personas que llevan 
haciendo ejercicio por al menos seis meses, consideran más las motivaciones de diversión y 
competencia mientras que las que se encuentran en la etapa de contemplación no. 
De manera similar, se encontró un resultado significativo entre las etapas de acción 
y mantenimiento en la que las personas que se encuentran en esta última, personas que han 
realizado ejercicio por más de seis meses, consideran dentro de sus motivaciones la 
diversión y la apariencia. Asimismo, las personas que se encuentran en la fase de acción 
consideran más las motivaciones de diversión, competencia, apariencia y salud que las 
personas en etapa de precontemplación. 
25 
 
De igual modo, tras enfrentar todas las etapas del cambio con la de contemplación, 
personas que tienen la intención de iniciar a ejercitarse dentro de los próximos seis meses, 
se encontró que las personas que se encuentran en la etapa de mantenimiento consideran 
más las motivaciones de diversión y competencia y en la fase de precontemplación 
consideran la salud y la apariencia. También se encontró que en etapa de mantenimiento se 
consideran la diversión, la apariencia, la competencia y la salud frente a la 
precontemplación. Sin embargo, en fase de precontemplación se consideran más la 
competencia y la salud cuando se compara con la etapa de mantenimiento. Finalmente, al 
comparar las fases de precontemplación y preparación se evidenció que la diversión y la 
apariencia se consideran como motivaciones en la segunda mencionada. 
Tabla 9. 
Comparación de media en las diferentes etapas del cambio basado en Post hoc Bonferroni. 
Etapa TTM Etapa TTM Media t P 
Acción - Contemplación 
Diversión 0.84 3.10 0.02 
Competencia 0.96 3.37 0.01 
Acción - Mantenimiento 
Diversión -0.75 -3.62 0.05 
Apariencia -0.64 2.94 0.04 
Acción - Precontemplación 
Diversión 1.91 3.29 0.01 
Competencia 1.87 3.09 0.02 
Apariencia 2.05 3.35 0.01 
Salud 1.59 3.60 0.05 
Contemplación - Mantenimiento 
Diversión -1.60 -6.40 <.001 
Competencia -1.53 -5.85 <.001 
Contemplación - Precontemplación 
Apariencia 2.07 3.30 0.01 
Salud 1.39 3.08 0.02 
Mantenimiento - Precontemplación 
Diversión 2.66 4.67 <.001 
Competencia 2.44 4.10 <.001 
Apariencia 2.69 4.49 <.001 
Salud 2.01 4.64 <.001 
Mantenimiento - Preparación 
Competencia 0.98 3.02 0.03 
Salud 0.84 3.55 0.006 
Precontemplación - Preparación 
26 
 
Diversión -1.86 -2.97 0.03 
Apariencia -2.13 -3.25 0.01 
 
Con el mismo propósito, se realizó un ANOVA comparando el puntaje total de la 
percepción de los participantes y las diferentes etapas de cambio (Tabla 10). Esto, para 
determinar si existen diferencias significativas entre la percepción que se tiene en la 
regulación emocional al realizar ejercicio físico y las etapas de TTM. A partir de esto, se 
encontró una relación significativa entre las etapas y el puntaje de percepción (F (5,224) = 
11.1, p<0.05). A partir del análisis post hoc se encontró que las personas perciben más el 
efecto en la regulación emocional tras la realización de ejercicio en la etapa de acción 
frente a la de contemplación, más no en la de precontemplación frente a la de acción. 
También se encontraron resultados significativos en la etapa de mantenimiento frente a la 
de contemplación, lo que indica que las personas perciben más el efecto en la primera etapa 
mencionada. Sin embargo, al comparar la fase de mantenimiento con precontemplación y 
preparación, no parece percibirse el efecto en la etapa de mantenimiento. Finalmente, se 
percibe más el efecto en la fase de preparación que en la de precontemplación. 
Tabla 10. 
ANOVA percepción y etapas del cambio. 
 
Suma de 
cuadrados 
Grados de 
libertad 
Media 
Cuadrática 
F p 
Etapa del 
Cambio 
 1339 5 267.8 11.1 < .001 
Residuales 5411 224 24.2 
 Si bien se realizó este análisis con la puntuación global, al analizar las preguntas 
individuales se encontró que las preguntas correspondientes a las afirmaciones “si no 
realizo ejercicio físico regularmente soy más inestable” y “si no realizo ejercicio físico 
regularmente no manejo bien mis emociones” no tenían la misma tendencia de respuesta. 
Así pues, se realizaron ANOVAS para determinar si pertenecer a una de las etapas del 
cambio tendrían alguna relación con estas afirmaciones. Se encontraron diferencias 
significativas para la afirmación “si no realizo ejercicio físico regularmente soy más 
27 
 
inestable” (F (5,224) = 5.27, p<0.05) y para “si no realizo ejercicio físico regularmente no 
manejo bien mis emociones” (F (5,224) = 5.92, p<0.05). Al verificar el análisis post hoc 
(Tabla 11), se encontraron diferencias significativas al comparar la etapa de contemplación 
y mantenimiento, en la que los participantes de la etapa de mantenimiento perciben ser más 
inestables y perciben un mal manejo de sus emociones si no realizan ejercicio físico. 
Asimismo, los participantes que se encuentran en la fase de mantenimiento consideran que 
son más inestables emocionalmente al no realizar ejercicio físico frente a los que se 
encuentran en etapa de precontemplación. 
Tabla 11. 
Comparación etapas del cambio y percepción basado en Post hoc de Bonferroni. 
Etapa TTM Etapa TTM Media t P 
Contemplación - Mantenimiento 
Si no realizo 
ejercicio físico 
regularmente 
soy más 
inestable 
 -1.15 -4.34 <.001 
Si no realizo 
ejercicio físico 
regularmente no 
manejo bien 
mis emociones 
 -1.21 -4.64 <.001 
Mantenimiento - Precontemplación 
Si no realizo 
ejercicio físico 
regularmente no 
manejobien 
mis emociones 
 1.72 2.88 0.04 
 
Discusión 
Los objetivos de esta investigación fueron establecer la relación entre realizar 
actividad física y la regulación emocional, comparar los diferentes momentos de 
comportamientos en salud en relación con la actividad física con las motivaciones y 
percepciones sobre regulación emocional e identificar el lugar qué se le otorga a la 
regulación emocional cómo factor motivador para la realización de actividad física. 
28 
 
Teniendo en cuenta lo anterior, en este estudio se encontró una relación baja entre la 
regulación emocional y la práctica de actividad física, siendo esta en la dirección esperada 
y estadísticamente significativa. Por lo tanto, no se puede asegurar que a mayor actividad 
física menor desregulación o viceversa. Sin embargo, se encontró que el puntaje promedio 
en desregulación emocional indica que el nivel de desregulación emocional no es tan alto, a 
pesar de que el 10% de los participantes (24 personas) consideraron que su regulación 
emocional durante la contingencia fue mala; 46% que fue regular y 43% que fue buena. 
Es de anotar que los datos se recolectaron poco después de haber estado en 
cuarentena estricta por la pandemia del COVID-19 y se ha establecido que la disminución 
de la calidad de vida durante la pandemia fue una dificultad para describir los sentimientos 
y para acceder a las estrategias de regulación de las emociones, por lo cual, la 
desregulación emocional en esta época es más alta (Panayiotou, Panteli & Leonidou, 2020). 
Llama la atención que el 91% de los participantes afirmaron que realizaron ejercicio físico 
durante la cuarentena. A partir de esto y de los resultados descriptivos mencionados 
anteriormente, se estipula una pequeña tendencia hacia una menor desregulación emocional 
en aquellas personas que se encuentran en etapas más avanzadas del TTM (acción y 
mantenimiento) mientras que los que se encuentran en etapa de precontemplación o no se 
encuentran en ninguna tienen una tendencia mayor a un nivel más alto de desregulación 
emocional a comparación de los primeros mencionados. 
 En el ranking propio de motivos para realizar actividad física se encontró que el 
73% de los participantes ubican la salud como una de las primeras motivaciones para 
realizar ejercicio. Esto parece ser congruente con los planteamientos de Gómez-López et al. 
(2009) de Fraile et al. (2006) y Murcia et al. (2007), quienes plantean que las personas 
practican actividades deportivas para mejorar la salud. Es importante tener en cuenta que la 
edad media del grupo es 20,8 5 y que el 70% de las personas también consideran la figura 
física como una motivación principal. Esto concuerda con Granados (2016), quien afirma 
que en estas edades los principales factores motivadores son la salud y la figura física. 
Por otra parte, en este estudio se encontró que el 43% de las personas que 
consideran la regulación emocional como una de las motivaciones más importantes se 
encuentran en la etapa de mantenimiento, es decir, personas que llevan más de seis meses 
realizando actividad física. Tal vez el gran porcentaje de participantes que consideran la 
29 
 
regulación emocional como una motivación la haya considerado con el paso del tiempo, 
pero puede que no haya sido su principal motivación a la hora de empezar con este 
comportamiento de salud. Esto podría ser coherente con los planteamientos de Masachs et 
al. (1994) al afirmar que la práctica regular de una actividad física lleva a la modificación 
de las motivaciones de la persona. Esto tal vez podría explicar el papel de la regulación 
emocional como motivación a la hora de realizar ejercicio físico. 
En la presente investigación se encontró que el 73% de los participantes perciben un 
efecto positivo sobre sus emociones al practicar ejercicio físico. También se evidenció que 
el 80% de las personas consideran que se tranquilizan y se relajan cuando se ejercitan. Esto 
parece concordar con el estudio de Ballesteros et al. (2016) en el que se establece que la 
actividad física ayuda a descargar tensiones y relajarse, lo cual conlleva a un beneficio 
emocional. Asimismo, en la presente investigación el 63% de los participantes realizan 
ejercicios aeróbicos y perciben el efecto positivo que se mencionó anteriormente. Estos 
hallazgos se relacionan con la relación encontrada por von Haaren et al. (2015) y Bernstein 
et al. (2017) quienes encontraron que la realización de ejercicios aeróbicos disminuye el 
estrés emocional, disminuye las emociones negativas y tiene un efecto relajante en las 
personas. 
Por otro lado, se encontró que la mayoría de la muestra (67%) se encuentran en las 
últimas etapas del cambio, es decir, en acción y mantenimiento y solo el 24% se encuentran 
en precontemplación, contemplación y preparación, las cuales son las primeras etapas del 
cambio. Contrario a este hallazgo, Gómez-Ramírez et al. (2007) afirman que la mayoría de 
los universitarios se encuentran en las tres primeras etapas del cambio. Estos mismos 
autores cuestionan el resultado por un tamaño de muestra pequeño y la homogeneidad de la 
muestra de una facultad específica. Sin embargo, Práxedes et al. (2016) afirman que las 
personas que realizan mayor ejercicio físico se encuentran en etapas superiores como 
acción y mantenimiento. 
Con respecto a los cinco motivos se encontró que el 53% y el 16% consideran la 
salud y la apariencia respectivamente como su motivación principal para ejercitarse. 
Igualmente, el 17% considera la diversión y el 13% la competencia como motivaciones. A 
partir de esto se estableció que la mayoría de los participantes consideran la salud y la 
apariencia como sus principales motivaciones para realizar ejercicio físico. De acuerdo con 
30 
 
Celis-Merchán (2006) estas motivaciones se consideran como extrínsecas, por lo cual el 
69% de la muestra realiza ejercicio físico para alcanzar resultados contingentes. Por otra 
parte, Celis-Merchán afirma que las motivaciones sociales son las menos expuestas por los 
participantes, así como ocurre en esta investigación ya que solo el 1% de las personas 
consideran esta motivación como la principal. A partir de los análisis realizados entre las 
etapas del cambio y las diferentes motivaciones se encontró una tendencia hacia las etapas 
más avanzadas cuando se comparan entre sí. Esto podría indicar que hay una variedad de 
motivaciones en las etapas finales, sin embargo, la mayoría tienen una inclinación a ser 
motivaciones extrínsecas. 
Para futuras investigaciones sería importante incluir además de las etapas del 
cambio, los procesos que este estipula y determinar si el proceso tiene alguna relación con 
la motivación y la adherencia a la actividad física. Por otra parte, se ha encontrado que la 
práctica constante de yoga lleva a un uso más frecuente de la reevaluación cognitiva, lo 
cual llevaría a una mayor regulación emocional en la persona (Kobylińska et al., 2018, 
Menezes el al., 2015). Teniendo esto en cuenta, se podría profundizar más en este tema y 
comparar diferentes actividades físicas, como los ejercicios aeróbicos y la danza, con el 
yoga para determinar si existen diferencias entre los grupos en la regulación emocional. 
Asimismo, se podría realizar este mismo análisis comparando los diferentes tipos de yoga 
ya que este se ha relacionado con mayor autoconciencia y regulación emocional 
(Kobylińska et al., 2018, Menezes et al., 2015). Sin embargo, en el yoga existen diferentes 
tipos de ejercicios con diferentes propósitos, por lo cual sería útil realizar comparaciones 
entre los diferentes tipos de yoga. Esto permitiría a futuro tener la posibilidad de dar una 
recomendación, en función al manejo emocional, que tipo de actividad física podría realizar 
la persona. Asimismo, es pertinente que en las próximas investigaciones existan grupos 
equitativos a nivel de genero ya que se podrían observardiferentes conductas a la hora de 
realizar actividad física (Martín et al., 2014) y por ende su relación con la regulación 
emocional. 
Con respecto a la metodología, se considera que fue útil emplear una metodología 
cuantitativa, sin embargo se presentaron varias limitaciones. Si bien se realizó un 
acercamiento a la metodología, se presentaron varias limitaciones. Se logró un tamaño de 
muestra adecuado para hacer un análisis estadístico, no se logró llevar a cabo un estudio 
31 
 
con un grupo control (personas que no realizaran ejercicio físico) y con personas que 
realizaran yoga, lo que hubiera permitido reafirmar o no las tendencias encontradas en este 
estudio. 
Los resultados obtenidos en esta investigación permiten resolver el propósito de 
esta. En primer lugar, la importancia que le dan los estudiantes universitarios a la 
regulación emocional como un motivo para realizar actividad física, la cual es la tercera, 
tras la salud y la figura física. Asimismo, se encontró que los participantes universitarios 
tienen una percepción positiva frente a la relación existente entre la práctica de actividad 
física y la regulación emocional a pesar de no encontrar una relación ponente y significativa 
entre estas variables. 
 Finalmente, se encontró que en las etapas más avanzadas de cambio de la TTM 
(acción y mantenimiento), las personas tienden a considerar y percibir un beneficio mayor 
en su regulación emocional tras la realización de actividad física independientemente de sus 
motivaciones. Tras la realización de este estudio se evidenció la importancia que le dan las 
personas a la regulación emocional como una variable motivadora para la realización de 
actividad física. Esto es relevante y contribuye a próximos estudios o escalas de motivación 
para la actividad física ya que en muy pocas de estas se menciona este factor. Asimismo, 
tiene una contribución social a nivel de percepción de los efectos de ejercitarse sobre las 
emociones y la regulación de estas ya que la población estudiantil colombiana se enfrenta 
día a día a situaciones estresoras que pueden generar desregulación emocional y tener un 
impacto negativo sobre su desempeño, su vida académica y llevar a un burnout (Cabanach 
et al, 2011). También este hallazgo concientiza a las personas ya que muchas veces los 
estudiantes se motivan a realizar ejercicio para beneficiar la salud y mejorar la figura 
(Varela et al., 2011) pero no perciben de los beneficios psicológicos que la actividad física 
trae. Finalmente, se encontró la relación entre las etapas del cambio y la percepción de la 
regulación, lo cual es considerado como un aporte a la disciplina de la psicología. 
 
 
 
 
 
32 
 
Referencias 
Abad Robles, M. T., Castillo Viera, E., Pérez, O., & Celia, A. (2014). Los efectos de un 
 programa motor basado en la biodanza en relación con parámetros de inteligencia 
 emocional en mujeres. Cuadernos de psicología del deporte, 14(1), 13-21. 
Asociación Americana de Psicología (2017). Principios Éticos de los Psicólogos y el 
 Código de Conducta. 
Ballesteros, M. S., Freidin, B., Krause, M., & Borda, P. (2016). La práctica de actividad 
 física entre varones y mujeres de clase media en el AMBA: motivaciones, 
 percepción de beneficios y limitaciones para su continuidad. Educación física y 
 ciencia, 18(2), 1-20. 
Ben-Ze’ev, A. (2004). Love online. Emotions on the Internet. Cambridge: Cambridge 
 University Press. 
Bernstein, E. E., & McNally, R. J. (2017). Acute aerobic exercise helps overcome emotion 
 regulation deficits. Cognition and emotion, 31(4), 834-843. 
Bray, S. R. & Kwan, M. Y. W. (2006). Physical Activity Is Associated with Better Health 
 and Psychological Well-Being during Transition to University Life. Journal of 
 American College Health, 55, 77-82. 
Cabanach, R. G., Gestal, A. S., Cervantes, R. F., & Rodríguez, C. F. (2011). Regulación 
 emocional y burnout académico en estudiantes universitarios de Fisioterapia. 
 Revista de Investigación en educación, 9(2), 7-18. 
Cabrera, A. M. (2015). Danza, bienestar y emociones positivas una mirada desde la 
 psicología positiva. 
Canton, E., Mayor, L. & Pallarés, J. (1995). Factores motivacionales y afectivos en la 
 iniciación deportiva. Revista de Psicología General y Aplicada, 48, 59-75. 
Castillo, A. M. A. (2018). La danza como instrumento al servicio de la psicología positiva 
 aplicada a la educación. Revista científica electrónica de Educación y 
 Comunicación en la Sociedad del Conocimiento, 2(18). 
33 
 
Célis-Merchán, G. A. (2006). Adaptación al español de la escala revisada de Motivos para 
 la Actividad Física (MPAM-R) y el Cuestionario de Clima Deportivo (SCQ). 
 Avances en Medición, 4(1), 73-90. 
Colegio Colombiano de Piscólogos (2019). MANUAL DEONTOLÓGICO Y BIOÉTICO 
 DEL PSICÓLOGO Tomado el 12 de mayo de 2020 de 
 https://www.colpsic.org.co/aym_image/files/Acuerdo%20N%C2%B0%2015,%202
 019.pdf 
de Rueda Villén, B., & Aragón, C. E. L. (2013). Música y programa de danza creativa 
 como herramienta expresión de emociones. Retos. Nuevas tendencias en Educación 
 Física, Deporte y Recreación, (24), 141-148. 
Edwards, S. (2006). Physical exercise and psychological well-being. South African journal 
 of psychology, 36(2), 357-373. 
Emdadi, S. H., Nilsaze, M., Hosseini, B., & Sohrabi, F. (2007). Application of the Trans-
 Theoretical Model (TTM) to exercise behavior among female college 
 students. Journal of research in health sciences, 7(2), 25-30. 
Ernst, E. (2006). Complementary or alternative therapies for osteoarthritis. Nat. Clin. Pract. 
 Rheumatol. 2, 74–80. 
Fraile, A. & De Diego, R. (2006). Motivaciones de los escolares europeos para la práctica 
 del deporte escolar. Un estudio realizado en España, Italia, Francia y Portugal. 
 Revista Internacional de Sociología, 44, 85-109. 
Geosalud. (2016). Ejercicio Aeróbico. Tomado el 18 de marzo de 2020, de 
 https://www.geosalud.com/ejerciciosalud/que-es-ejercicio-aerobico.html 
Gómez-López, M., Ruiz, F., García, M.E., Granero, A. & Piéron, M. (2009). Motivaciones 
 aludidas por los universitarios que practican actividades físico-deportivas. Revista 
 Latinoamericana de Psicología, 41(3), 519-532. 
Gómez-Ramírez, E., García-Molina, J. L., Wagner-Lozano, L. V., Calvo-Soto, A. P., & 
 Ordoñez-Mora, L. T. (2016). Etapas de cambio y actividad física regular en un 
 grupo de universitarios. Cali, Colombia. Duazary, 13(2), 111-118. 
34 
 
González, W. (2016). Bienestar y Felicidad a través de la danza: un movimiento 
 interno/externo que aporta a la calidad de vida. 
Granados, D. P. (2016). Identificación de las áreas de motivación que induce a los 
 estudiantes de décimo undécimo y duodécimo año para realizar actividad física 
 mediante la escala MPAM-R en el Colegio Vocacional De Artes y Oficios durante 
 abril 2016. 
Grewal, D., & Salovey, P. (2006). Inteligencia emocional. Mente y cerebro, 16(1), 10-20. 
Gross, J.J. (1998). The emerging field of emotion regulation: An integrative review. 
 Review of General Psychology, 2, 271-299. 
Gross, J. J. (Ed.). (2013). Handbook of emotion regulation. Guilford publications. 
Hassmen, P., Koivula, N., & Uutela, A. (2000). Physical exercise and psychological well-
 being: a population study in Finland. Preventive medicine, 30(1), 17-25 
Jiménez, M. G., Martínez, P., Miró, E., & Sánchez, A. I. (2008). Bienestar psicológico y 
 hábitos saludables: ¿están asociados a la práctica de ejercicio físico? International 
 Journal of Clinical and Health Psychology, 8(1), 185-202. 
Kobylińska, D., Lewczuk, K., Marchlewska, M., & Pietraszek, A. (2018). For body and 
 mind: practicing yoga and emotion regulation. Social Psychological Bulletin, 13(1), 
 1-21. 
Ladino, P. K., González-Correa, C. H., González-Correa, C. A., & Caicedo, J. C. (2016). 
 Ejercicio físico e inteligencia emocional en un grupo de estudiantes universitarias. 
Lee, B. A., & Oh, D. J. (2013).The effects of health perception on living health belief, 
 living satisfaction and wellbeing-oriented activities according to swimming 
 participation with middle-aged women. Journal of exercise rehabilitation, 9(3), 381. 
Martín, M., Barripedro, M. I., del Castillo, J. M., Jiménez-Beatty, J. E., & Rivero-Herráiz, 
 A. (2014). Diferencias de género en los hábitos de actividad física de la población 
 adulta en la Comunidad de Madrid. RICYDE. Revista Internacional de Ciencias del 
 Deporte, 10(38), 319-335. 
35 
 
Masachs, M., Puente, M. & Blasco, T. (1994). Evolución de los motivos para participar en 
 programas de ejercicio físico. Revista de Psicología del Deporte, 5, 71-80. 
Mazzanti (2020) Guía para facilitar la reflexión ética de estudiantes de psicología con 
 opción de grado en investigación. Tomado el 12 de mayo de 2020. 
Menezes, C. B., Dalpiaz, N. R., Kiesow, L. G., Sperb, W., Hertzberg, J., & Oliveira, A. A. 
 (2015). Yoga and emotion regulation: A review of primary psychological outcomes 
 and their physiological correlates. Psychology & Neuroscience, 8(1), 82. 
Ministerio de Salud (1993). Resolución 8430. Disponible en: 
 https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/DIJ/RESO
 LUCION-8430-DE-1993.PDF 
Muñoz-Martínez, A. M., Vargas, R. M., & Hoyos-González, J. S. (2016). Escala de 
 Dificultades en Regulación Emocional (ders): análisis factorial en una muestra 
 colombiana. Acta Colombiana de Psicología, Vol. 19, no. 1 (ene.-jun. 2016); p. 225-
 236. 
Murcia, J. A. M., Gimeno, E. C., & Camacho, A. M. (2007). Validación de la Escala de 
 Medida de los Motivos para la Actividad Física-Revisada en españoles: Diferencias 
 por motivos de participación. Anales de Psicología/Annals of Psychology, 23(1), 
 167-176. 
Panayiotou, G., Panteli, M., & Leonidou, C. (2020). Coping with the invisible enemy: The 
 role of emotion regulation and awareness in quality of life during the COVID-19 
 pandemic. Journal of Contextual Behavioral Science. 
Pardo, P. J. M. (2010). Motivación en el ejercicio físico acuático: relación con la 
 valoración, autonomía y el disfrute del practicante. Cultura, Ciencia y Deporte, 
 5(15), 211. 
Porras-Juárez, C., Grajales-Alonso, I., Hernández-Cruz, M. C., Alonso-Castillo, M. M., & 
 Tenahua-Quitl, I. (2010). Percepción del adulto mayor acerca de los beneficios, 
36 
 
 barreras y apoyo social para realizar actividad física. Revista Médica del Instituto 
 Mexicano del Seguro Social, 48(2), 127-132. 
Práxedes, A., Moreno, A., Sevil, J., Del Villar, F., & García-González, L. (2016). Niveles 
 de actividad física en estudiantes universitarios: diferencias en función del género, 
 la edad y los estados de cambio (No. ART-2016-93048). 
Prochaska, J.O , Redding, C.A. and Kerry E. (2008). The transtheoretical model and stages 
 of change. Glanz, B.K., Rimmer & F.M. Lewis (Eds.) Health Behavior and Health 
 Education. Theory, research and practice (4a Ed. pp. 97-122). San Francisco, 
 EE.UU: John Wiley & Sons. 
Quesada, D., & Gómez-López, M. (2017). PERFILES MOTIVACIONALES DE LOS 
 USUARIOS DE UN CENTRO DEPORTIVO PÚBLICO. Journal of Sport & 
 Health Research, 9(1). 
Quinde, G., Roldan, T., Vera, Q., Xavier, C., Toala Monge, R. E., & Verduga, J. J. (2013). 
 Mejoramiento de la capacidad Cardio-respiratoria en los estudiantes mediante la 
 implementación de máquinas de ejercicios aeróbicos en la Carrera de Educación 
 Física, Deporte y Recreación de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la 
 Educación de la Universidad Técnica de Manabí en el periodo 2010 (Doctoral 
 dissertation). 
Ramírez, G. (2017). Danza Aeróbica | Ejercicio aeróbico | Ejercicio físico. Tomado el 18 de 
 marzo de 2020, de https://es.scribd.com/document/360718204/Danza-Aerobica 
Rey, L., y Extremera, N. (2011). El apoyo social como un mediador de la inteligencia 
 emocional percibida y la satisfacción vital en una muestra de profesorado. Revista 
 de Psicología Social 26, 401-412. 
Roberts, G. C. (1992). Motivation in sport an exercise: Conceptual constraints and 
 conceptual convergence. In G. C. Roberts (Ed.), Motivation in sport and exercise 
 (pp. 3-30). Champaign, IL: Human Kinetics. 
37 
 
Ryan, R.M. & Deci, E.L. (2002). Overview of Self-Determination Theory: An organismic 
 dialectical perspective. En: E.L. Deci & R.M. Ryan (Eds.). Handbook of self-
 determination research. (Pp. 3-33). Rochester, NY: University of Rochester Press. 
Ryan, R.M., Frederick, C.M., Lepes, D., Rubio, N. & Sheldon, K.M. (1997). Intrinsic 
 motivation and exercise adherence. International Journal of Sport Psychology, 28, 
 335-354. 
Salguero, J., Fernández-Berrocal, P., Ruíz-Aranda, D., Castillo, R. y Palomera, R. (2011). 
 Inteligencia Emocional y ajuste psicosocial en la adolescencia: el papel de la 
 percepción emocional. European Journal of Educational Psychology, 4 (2), 143-
 152. 
Salmon, P., Lush, E., Jablonski, M., & Sephton, S. E. (2009). Yoga and mindfulness: 
 Clinical aspects of and ancient mind/body practice. Cognitive and Behavioral 
 Practice, 16, 59–72. 
Sesmero, A. M. M., Belloch, S. L., Sigüenza, Y. M., Montolio, E. B., & Tomás, D. D. 
 (2005). Influencia de la natación sobre el bienestar psicológico en mujeres mayores 
 de 55 años. Apunts Educación Física y Deportes, (80), 71-74. 
Soto, L. F. L., Torres, I. C. S., Arévalo, M. T. V., Cardona, J. A. T., Sarria, A. R., & 
 Polanco, A. B. (2009). Comportamiento y salud de los jóvenes universitarios: 
 satisfacción con el estilo de vida. Pensamiento psicológico, 5(12). 
Urrutia, S., Azpillaga, I., de Cos, G. L., & Muñoz, D. (2010). Relación entre la percepción 
 de estado de salud con la práctica físicodeportiva y la imagen corporal en 
 adolescentes. Cuadernos de psicología del deporte, 10(2). 
Vallerand, R.J, & Ratelle, C.F. (2002). Intrinsic and extrinsic motivation: A hierarchical 
 model. En: E.L. Deci & R.M. Ryan (Eds.). Handbook of self-determination research 
 (Pp. 37-63). Rochester, NY: University of Rochester Press. 
Varela, M. T., Duarte, C., Salazar, I. C., Lema, L. F., & Tamayo, J. A. (2011). Actividad 
 física y sedentarismo en jóvenes universitarios de Colombia: prácticas, motivos y 
 recursos para realizarlas. Colombia Médica, 42(3), 269-277. 
38 
 
Villacreces, J. A. T., & Achi, V. H. Z. (2017). Aplicación del test TMMS-24 para el 
 análisis y descripción de la Inteligencia Emocional considerando la influencia del 
 sexo. Revista publicando, 4(11 (1)), 162-181. 
von Haaren, B., Haertel, S., Stumpp, J., Hey, S., & Ebner-Priemer, U. (2015). Reduced 
 emotional stress reactivity to a real-life academic examination stressor in students 
 participating in a 20-week aerobic exercise training: A randomised controlled trial 
 using Ambulatory Assessment. Psychology of Sport and Exercise, 20, 67-75. 
Wadden, K. P., Snow, N. J., Sande, P., Slawson, S., Waller, T., & Boyd, L. A. (2018). 
 Yoga practitioners uniquely activate the superior parietal lobule and supramarginal 
 gyrus during emotion regulation. Frontiers in integrative neuroscience, 12, 60. 
Weinberg, R. S. & Gould, D. (1996). Fundamentos de psicología del deporte y el ejercicio 
 físico. Barcelona: Ariel. 
Weinberg, R.S., & Gould, D. (2014). Foundations of sport and exercise psychology (5th 
 ed.). Champaign, IL: Human Kinetics. 
World Health Organization. (2004). Invertir en salud mental. 
Zapata Jara, A. A. (2017). Bienestar psicológico y bienestar social en estudiantes 
 universitarios que realizan danzas folklóricas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
39 
 
Anexo 
Consentimiento informado 
Universidad de Los Andes, departamento de Psicología. 
Estimado participante, por favor lea cuidadosamente la siguiente información para 
que con base en esta pueda decidir si desea participar en la investigación. La práctica de 
actividad física en población universitaria: motivación, percepción e influencia en la 
regulación emocional. El propósito

Continuar navegando