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Universidad Nacional Mayor de San Marcos 
Universidad del Perú. Decana de América 
Facultad de Medicina 
Escuela Profesional de Nutrición 
 
 
Hábitos alimentarios, actividad física en relación con el 
estrés en universitarios durante la cuarentena por la 
pandemia COVID-19, Lima 
 
 
TESIS 
Para optar el Título Profesional de Licenciada en Nutrición 
 
 
AUTOR 
Lucy Esperanza CRUZ OYAGUE 
 
 
ASESOR 
Carmen VILLARREAL VERDE 
 
 
 
Lima, Perú 
2022 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Reconocimiento - No Comercial - Compartir Igual - Sin restricciones adicionales 
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/ 
Usted puede distribuir, remezclar, retocar, y crear a partir del documento original de modo no 
comercial, siempre y cuando se dé crédito al autor del documento y se licencien las nuevas 
creaciones bajo las mismas condiciones. No se permite aplicar términos legales o medidas 
tecnológicas que restrinjan legalmente a otros a hacer cualquier cosa que permita esta licencia. 
Referencia bibliográfica 
 
 
Cruz L. Hábitos alimentarios, actividad física en relación con el estrés en 
universitarios durante la cuarentena por la pandemia COVID-19, Lima [Tesis de 
pregrado]. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de 
Medicina, Escuela Profesional de Nutrición; 2022. 
 
 
Metadatos complementarios 
 
 
Datos de autor 
 Nombres y apellidos Lucy Esperanza Cruz Oyague 
 Tipo de documento de identidad DNI 
 Número de documento de identidad 71515124 
Datos de asesor 
 Nombres y apellidos Carmen Villarreal Verde 
 Tipo de documento de identidad DNI 
 Número de documento de identidad 09249013 
 URL de ORCID https://orcid.org/0000-0002-4742-7971 
 
Datos del jurado 
Presidente del jurado 
 Nombres y apellidos Ivonne Isabel Bernui Leo 
 Tipo de documento DNI 
 Número de documento de identidad 10271541 
Miembro del jurado 1 
 Nombres y apellidos Margot Rosario Quintana Salinas 
 Tipo de documento DNI 
 Número de documento de identidad 24002212 
Miembro del jurado 2 
Nombres y apellidos Rocío Carmen Vásquez Rojas 
Tipo de documento DNI 
Número de documento de identidad 09775828 
Datos de investigación 
Línea de investigación Nutrición y desarrollo humano 
Grupo de investigación No aplica 
Agencia de financiamiento Autofinanciado 
 Ubicación geográfica de la 
investigación 
 Lima, Lima. Perú 
(12°03'32.2"S 77°04'53.2"W) 
Año o rango de años en que se realizó 
la investigación 
2020 
 
URL de disciplinas OCDE 
Nutrición, Dietética 
 https://purl.org/pe-repo/ocde/ford#3.03.00 
 
 
 
 
 
 
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad del Perú. Decana de América
Facultad de Medicina
Escuela Profesional de Nutrición
“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”
ACTA Nº 0014-2022
SUSTENTACIÓN DE TESIS EN MODALIDAD VIRTUAL
PARA OPTAR EL TÍTULO PROFESIONAL DE LICENCIADO EN NUTRICIÓN
Autorizado por RR-01242-R-20
1. FECHA DE LA SUSTENTACIÓN : 29/04/2022
HORA INICIO : 09:00 a.m.
HORA TÉRMINO : 10:20 a.m.
2. MIEMBROS DEL JURADO
PRESIDENTE: Mg. Ivonne Isabel Bernui Leo
MIEMBRO: Dra. Margot Rosario Quintana Salinas
MIEMBRO: Mg. Rocio Carmen Vásquez Rojas
ASESORA: Mg. Carmen Villarreal Verde
3. DATOS DEL TESISTA
APELLIDOS Y NOMBRES : Lucy Esperanza Cruz Oyague
CÓDIGO : 17010186
TÍTULO DE LA TESIS: “Hábitos alimentarios, actividad física en relación con el estrés en
universitarios durante la cuarentena por la pandemia COVID-19, Lima” (Aprobado R.D. N°
002802-2021 -D-FM/UNMSM).
1
Firmado digitalmente por QUINTANA
SALINAS Margot Rosario FAU
20148092282 soft
Motivo: Soy el autor del documento
Fecha: 29.04.2022 10:31:10 -05:00
Firmado digitalmente por
FERNANDEZ GIUSTI VDA DE
PELLA Alicia Jesus FAU
20148092282 soft
Motivo: Doy V° B°
Fecha: 04.05.2022 12:35:58 -05:00
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad del Perú. Decana de América
Facultad de Medicina
Escuela Profesional de Nutrición
“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”
4. RECOMENDACIONES:
5. NOTA OBTENIDA 16 (DIECISÉIS)
6. PÚBLICO ASISTENTE
Nº Nombre y Apellidos DNI
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
_________________________________________________________________________
Datos de la plataforma virtual:
https://www.google.com/url?q=https://us02web.zoom.us/j/88269617084?pwd%3DQkhNamdWM0tQaVNPWTRoa
zhERE1Mdz09&sa=D&source=calendar&ust=1651667530715007&usg=AOvVaw0OkCglFL3HvHw50p2jJVMz
ID de reunión: 882 6961 7084
Código de acceso: 588789
Grabación archivada en Grabaciones de Sustentación
2
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad del Perú. Decana de América
Facultad de Medicina
Escuela Profesional de Nutrición
“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”
FIRMAS DE LOS MIEMBROS DEL JURADO
Estando de acuerdo con la presente acta, el Jurado de Sustentación firma en señal de conformidad:
3
Firmado digitalmente por QUINTANA
SALINAS Margot Rosario FAU
20148092282 soft
Motivo: Soy el autor del documento
Fecha: 29.04.2022 10:30:58 -05:00
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dedicatoria 
En memoria de mi padre, Federico Cruz Velezmoro, por enseñarme a través de su 
ejemplo a ser perseverante y responsable, sé que hubieras estado muy orgulloso de mí 
por este logro alcanzado, como siempre lo estuviste en cada paso que daba hacia mis 
metas. 
Dedicado a mi madre, Rosario Oyague Quispe, que como siempre dice mis logros son 
sus logros, es cierto, sin tu empuje constante, no hubiera llegado donde estoy. Ojalá el 
tiempo alcance para poder retribuirte algo de todo lo que me has dado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
Muchísimas gracias a mi estimada asesora, Carmen Villarreal Verde, por todo el apoyo y 
tiempo brindado en todo el proceso hasta la culminación de mi tesis, ha sido un honor 
haber sido su asesorada. 
Agradezco a mis queridas hermanas Sofía y Leticia, por haber estado en los momentos 
más difíciles acompañándome y apoyándome. 
A todos quienes directa o indirectamente colaboraron para la culminación de mi 
investigación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Contenido 
I. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 1 
I.1. Introducción .................................................................................................................... 1 
I.2. Planteamiento del problema ....................................................................................... 3 
I.3. Objetivos .......................................................................................................................... 3 
I.4. Importancia y alcance de la investigación ............................................................. 4 
I.5. Limitaciones de la investigación ............................................................................... 4 
II. REVISIÓN DE LA LITERATURA ......................................................................................... 5 
II.1. Marco teórico .................................................................................................................. 5 
II.2. Antecedentes del estudio ........................................................................................... 8 
II.3 Bases teóricas ................................................................................................................... 10 
II.4 Definición de términos .................................................................................................... 12 
III. HIPÓTESIS Y VARIABLES ............................................................................................. 13 
III.1 Hipótesis ............................................................................................................................ 13 
III.2 Variables ............................................................................................................................13 
III.3 Operacionalización de variables ................................................................................. 14 
IV. MATERIALES Y MÉTODOS ........................................................................................... 16 
IV.1 Área de estudio ................................................................................................................ 16 
IV.2 Diseño de investigación ................................................................................................ 16 
IV.3 Población y muestra ...................................................................................................... 16 
IV.4 Procedimientos, técnicas de recolección de información ................................... 17 
IV.5 Análisis estadístico ........................................................................................................ 19 
IV.6 Consideraciones éticas ................................................................................................. 19 
V. RESULTADOS ...................................................................................................................... 19 
VI. DISCUSIÓN ........................................................................................................................ 27 
VII. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................................................... 33 
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .............................................................................. 35 
IX. ANEXOS ............................................................................................................................. 44 
ANEXO 1: Consentimiento informado ............................................................................... 44 
ANEXO 2: Cuestionario virtual ............................................................................................ 45 
ANEXO 3: Cálculo de validación de expertos del cuestionario de hábitos 
alimentarios .............................................................................................................................. 51 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
Introducción: El estrés percibido, en época de la pandemia COVID-19, podría haber 
influido en los hábitos alimentarios y actividad física de los universitarios, siendo factores 
de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles Objetivo: Determinar 
la relación entre los hábitos alimentarios, la actividad física y el estrés en universitarios 
durante la cuarentena por la pandemia COVID-19. Diseño: Estudio no experimental, 
transversal, correlacional. Participantes: 163 universitarios de pregrado de la Universidad 
Nacional Mayor de San Marcos, que cumplieron los criterios de inclusión. Materiales y 
métodos: Se utilizó un cuestionario virtual, que fue enviado a través de las redes sociales. 
Los datos se agruparon en categorías como grupos de edad, sexo, y según puntos de corte 
para cada variable de este estudio. Para determinar la relación entre el estrés percibido, 
hábitos alimentarios y nivel de actividad física, se utilizó la prueba estadística Chi 2, con un 
nivel de confianza del 95%, en el programa SPSS versión 25. Resultados: Se observó que 
la mayoría de los universitarios tenían hábitos alimentarios no saludables (64,4%). Del total 
de estudiantes universitarios, el 62% se encontró en la categoría de nivel de estrés severo 
y el 38% en estrés moderado. Además, se observó que la mayoría refería tener un nivel 
de actividad física alto (44,2%). Conclusiones: Entre las variables hábitos alimentarios y 
el estrés no se encontró relación estadísticamente significativa; sin embargo, se destaca 
que dentro de los que presentaron estrés severo y moderado, más de la mitad tuvieron 
hábitos alimentarios no saludables. Tampoco se halló relación estadísticamente 
significativa entre el nivel de actividad física y el estrés en universitarios durante la 
cuarentena por la pandemia COVID-19. 
 
Palabras claves: hábitos alimentarios, actividad física, estrés, COVID-19, universitarios 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ABSTRACT 
Introduction: Perceived stress, at the time of the COVID-19 pandemic, could have 
influenced the eating habits and physical activity of college students, being risk factors for 
developing chronic non-communicable diseases Objective: To determine the relationship 
between eating habits, physical activity and stress in university students during the 
quarantine due to the COVID-19 pandemic. Design: Non-experimental, cross-sectional, 
correlational study. Participants: 163 undergraduate students from the Universidad 
Nacional Mayor de San Marcos, who met the inclusion criteria. Materials and methods: A 
virtual questionnaire was used, that was sent through social networks. The data was 
grouped into categories such as age groups, sex, and according to cut-off points for each 
variable in this study. To determine the relationship between perceived stress, eating habits 
and level of physical activity, the Chi 2 statistical test was used, with a confidence level of 
95%, in the SPSS version 25 program. Results: It was observed that most of the college 
students had unhealthy eating habits (64.4%). Of the total number of university students, 
62% were found in the category of severe stress level and 38% in moderate stress. In 
addition, it was observed that the majority reported having a high level of physical activity 
(44.2%). Conclusions: Between the variables eating habits and stress, no statistically 
significant relationship was found; however, it stands out that among those who presented 
severe and moderate stress, more than half had unhealthy eating habits. No statistically 
significant relationship was found between the level of physical activity and stress in 
university students during the quarantine due to the COVID-19 pandemic. 
 
Keywords: eating habits, physical activity, stress, COVID-19, college students
 
1 
 
I. INTRODUCCIÓN 
I.1. Introducción 
 
La enfermedad producida por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) se ha expandido 
alrededor del mundo con más de 168 millones de casos confirmados y 3 494 758 
muertes reportadas al 27 de mayo, 2021 (1). La Organización Mundial de la Salud 
(OMS) calificó al COVID-19 como una pandemia, el 11 de marzo del 2020 (2). Por tal 
motivo, las autoridades de la mayoría de los países han implementado medidas de 
distanciamiento social para minimizar el impacto del virus, como el confinamiento 
obligatorio y el cierre de instituciones como escuelas y universidades (3). 
En marzo del año 2020 se inició el Estado de Emergencia Nacional en nuestro país y 
se dispuso el confinamiento obligatorio, denominado “cuarentena” por el gobierno 
peruano, como una medida para frenar el brote, por el plazo de quince días (4,5). Esta 
medida se extendió hasta el 30 de junio del 2020 (6), pero continuó en algunas regiones 
de manera focalizada. 
En una revisión sistemática, se reportaron los efectos psicológicos negativos del 
confinamiento; la alteración de la rutina usual y la reducción del contacto físico y social 
con otros, frecuentemente causaba aburrimiento, frustración, así como un sentido de 
aislamiento del resto del mundo. Los principales estresores eran una mayor duración de 
la cuarentena, miedo a infectarse, infodemia, problemas financieros (7,8). 
En Brasil, Sampaio et al. investigaron la actividad física y los hábitos alimentarios de 
adultos durante la pandemia COVID-19. Para ello, se dividieron según grupos de edad 
en 18 a 40 años, 41 a 60 años y mayores de 60 años. Los resultados mostraron que el 
grupo de edad más joven (18 a 40 años) dedicó mayor parte de su tiempo en realizar 
actividades sedentarias durante el día y prefería consumir alimentos con un menor valor 
nutritivo. El estudio concluyó que el grupo de edad más joven fue el que tuvo el mayor 
impacto negativo durante el aislamiento social (9). Portal motivo, sabiendo que los 
jóvenes son una población en riesgo, este estudio se enfocará en la población 
universitaria. 
 
 
2 
 
En época pre-pandemia, en varias publicaciones los resultados indican bajos niveles de 
actividad física y hábitos alimentarios inadecuados en universitarios, por diversos 
motivos como la falta de tiempo, influencia de sus coetáneos, que generalmente van a 
ser mantenidos a lo largo de la vida (10,11). Los hábitos alimentarios frecuentes son 
omitir comidas, picar entre horas, consumo excesivo de comida rápida, alcohol y 
bebidas azucaradas, y seguir una alimentación poco diversificada, siendo un factor de 
riesgo para enfermedades crónicas no transmisibles. Además, solo un pequeño 
porcentaje reconocía realizar actividad física de manera regular (12). 
Durante el confinamiento obligatorio, se ha observado que los casos de estrés han 
aumentado en la población universitaria, como lo demuestra un estudio realizado en 
Francia (13). El estrés está frecuentemente asociado con estilos de vida no saludables, 
como patrones de sueño, ingesta de comida, ganancia de peso y obesidad abdominal 
(14,15). El estrés podría influir en los hábitos alimentarios; consumiendo más alimentos 
o menos para “aliviar” ese estado (alimentación emocional). Se ha observado, una gran 
prevalencia de alimentación emocional (“emotional eating”) durante la pandemia 
COVID-19 (16,17). 
Respecto a la actividad física, la frecuencia con la que esta se realizaba podría haber 
disminuido debido al confinamiento; lo cual ha conllevado a preferir realizar otras 
actividades como estar sentado frente a una computadora, ver películas, etc. Un estudio 
en España reportó la disminución de la actividad física y el incremento del tiempo 
sentado durante el confinamiento COVID-19 (18). Sin embargo, en otro estudio en 
universitarios, se encontró que había aumentado el tiempo de actividad física, pero 
también el tiempo sentado (19). 
En este estudio, se va a hacer énfasis la relación del estrés con los hábitos alimentarios 
y la actividad física en los estudiantes de una universidad pública. 
 
 
 
 
3 
 
I.2. Planteamiento del problema 
• Determinación del problema 
Se ha observado que las principales consecuencias de este confinamiento son cambios 
en el estilo de vida, como hábitos alimentarios no saludables y bajos niveles de actividad 
física (20,21). Los universitarios son un grupo vulnerable debido a que se muestra, en 
estudios anteriores al contexto COVID-19, que la mayoría tiene hábitos alimentarios 
inadecuados, a pesar de que cuentan con conocimiento básicos sobre alimentación 
saludable, pero estos no son llevados a la práctica (22-24). Además, los universitarios 
tienen una mayor tendencia a adoptar comportamientos sedentarios. El estrés percibido, 
en época de la pandemia COVID-19, podría haber agravado estos comportamientos, 
siendo factores de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles. El 
objetivo de este estudio fue encontrar alguna relación entre actividad física, hábitos 
alimentarios y estrés percibido en universitarios de una institución pública durante la 
cuarentena. 
• Formulación del problema 
¿Cuál es la relación de los hábitos alimentarios y la actividad física con el estrés 
durante la cuarentena por la pandemia COVID-19 en estudiantes universitarios? 
I.3. Objetivos 
• Objetivo general 
 
Determinar la relación entre los hábitos alimentarios, la actividad física y el estrés 
en universitarios durante la cuarentena por la pandemia COVID-19. 
• Objetivos específicos 
 
− Determinar los hábitos alimentarios en estudiantes universitarios durante la 
cuarentena por la pandemia COVID-19. 
− Determinar el nivel de actividad física en estudiantes universitarios durante la 
cuarentena por la pandemia COVID-19. 
− Identificar el estrés en universitarios durante la cuarentena por la pandemia 
COVID-19. 
− Determinar la relación entre los hábitos alimentarios y el estrés en estudiantes 
universitarios durante la cuarentena por la pandemia COVID-19. 
− Determinar la relación entre el nivel de actividad física y el estrés en 
estudiantes universitarios durante la cuarentena por la pandemia COVID-19. 
 
 
4 
 
I.4. Importancia y alcance de la investigación 
En el contexto de la cuarentena, los universitarios podrían haber modificado sus hábitos 
alimentarios y actividad física durante el confinamiento. Se han publicado estudios 
donde se mencionan cómo influye la cuarentena en los aspectos antes mencionados. 
Sin embargo, estos se han realizado en países como España, Italia y Polonia, lo cual no 
reflejaría la realidad en el Perú (21,25-27). 
El objetivo de este estudio fue determinar los hábitos alimentarios, niveles de actividad 
física en el grupo de universitarios encuestados y si esto estaría relacionado con el 
estrés que podrían presentar durante la cuarentena. Los resultados significarían una 
línea base sobre la situación de los encuestados durante la cuarentena, se podría utilizar 
esta información como sustento para realizar posteriores intervenciones nutricionales, 
programas de actividad física y de ayuda psicológica para mejorar los estilos de vida de 
los universitarios en época de pandemia y de esa manera prevenir las enfermedades 
crónicas no transmisibles que son factor de riesgo para una mayor mortalidad por 
COVID-19. 
I.5. Limitaciones de la investigación 
En cuanto a las limitaciones tendríamos el método de recolección de la muestra, ya que, 
debido a la coyuntura, fue más factible el método no probabilístico por conveniencia 
(método de bola de nieve). A través de redes sociales como WhatsApp y Facebook se 
compartió el enlace de la encuesta virtual, este método también ha sido utilizado en 
anteriores investigaciones (21,25). Aunque no se podría extrapolar los resultados al 
tratarse de una muestra no probabilística, fue un método efectivo y rápido para alcanzar 
los objetivos del estudio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
II. REVISIÓN DE LA LITERATURA 
II.1. Marco teórico 
Teoría de los Sistemas Ecológicos (28,29) 
El modelo socio-ecológico planteado por Bronfenbrenner se basa en la ecología 
humana entendida como: 
“El estudio científico de la progresiva acomodación mutua, a lo largo de la vida, entre un 
organismo humano en crecimiento y los cambios del entorno inmediato en el que vive, 
ya que este proceso se ve afectado por las relaciones practicadas dentro y entre estos 
ajustes inmediatos, así como los contextos sociales más amplios, tanto formales como 
informales, en los que los valores están insertos” (28). 
Este autor considera a la estructura de la sociedad un factor influyente en el desarrollo 
de los hábitos de las personas, en el caso de este trabajo de investigación, hábitos 
alimentarios y de actividad física. Dichas estructuras, afirma, se organizan en capas 
concéntricas en torno al individuo (el microsistema) (30). 
El círculo más cercano al centro, el microsistema, representa a los agentes 
socializadores como la familia, los pares, la universidad, o la comunidad. En época de 
confinamiento por COVID-19, el microsistema estuvo compuesto principalmente por los 
miembros de la familia, debido a que se suspendió la asistencia a la universidad, el 
universitario ya no podía socializar con sus pares presencialmente y en la primera ola 
de la pandemia, tampoco podían socializar con sus vecinos debido a las restricciones 
de salida o el miedo de contagiarse de la COVID-19. 
El segundo círculo concéntrico, el mesosistema, considera a las interacciones entre los 
diferentes microsistemas. Por ejemplo, si el universitario observa a sus compañeros 
jugar fútbol en un evento deportivo, es más probable que él también se sienta animado 
en participar de esta actividad deportiva, eventos que debido a la pandemia de la 
COVID-19 fueron suspendidos. La familia fue la principal influencia, debido al mayortiempo pasado en el hogar, no solo los hábitos alimentarios sino probablemente también 
la actividad física. 
El exosistema, representado por los círculos concéntricos más distantes considera los 
contextos que implican a la persona indirectamente, estos pueden ser los grupos 
comunitarios como iglesias, clubes deportivos que realizan actividades de intereses 
comunes y toman decisiones acerca del tipo de actividades y facilidades que deben ser 
 
6 
 
ofrecidas a los universitarios en su comunidad. Por otro lado, desde el macrosistema, 
se analizan factores culturales, normas y la legislación, y su influencia en la vida 
cotidiana. El gobierno peruano participó a este nivel cuando dio las medidas de 
restricción para evitar la transmisión viral del SARS-CoV-2. Estas estructuras se 
diferencian entre sí por el aspecto histórica, que es el cronosistema y la condición 
ambiental, que es el globosistema, en las que vive el individuo (30). 
La Teoría Cognitivo-social (31) 
En un principio, la Teoría Cognitivo-social fue denominada la teoría del Aprendizaje 
Social (32). Sin embargo, Albert Bandura la redefiniría como Teoría Cognitivo-social, 
debido a que su teoría abarca más campos que el de solo el aprendizaje, sino también 
incluye aspectos psicológicos (33). 
Esta teoría, propuesta por Albert Bandura en 1986 (31), propone que la conducta 
humana es una interacción recíproca y continua entre los determinantes cognitivos, los 
comportamentales y los ambientales. Es decir, no está a favor de solo un enfoque 
ambientalista, en donde se postula que el ambiente es el que modifica la conducta, ni 
tampoco el determinismo personal, el individuo tampoco tendría libre albedrío para 
modificar su conducta; sino que estos factores interactúan mutuamente entre sí. Para 
Bandura, el individuo no solo responde a estímulos del medio de forma autónoma, sino 
que también reflexiona y responde de forma significativa. 
Existen tres modelos de esta teoría: un aprendizaje a través de la observación del 
desenvolvimiento de la persona; el segundo es por medio de órdenes verbales, que 
implica describir y explicar un comportamiento y el tercer modelo es el simbólico donde, 
a través de personajes de libros, películas o videojuegos se aprenden ciertas actitudes. 
El aprendizaje se puede dar de muchas formas de acuerdo con estos modelos. En el 
caso de los universitarios, el contenido que encuentran en Internet o las redes sociales 
formarían parte del modelo simbólico. Como se había mencionado anteriormente, las 
medidas de restricción de repente no permitirían un aprendizaje en vivo, pero 
“influencers” de redes sociales como Instagram podrían influir en los hábitos 
alimentarios o la motivación en realizar actividad física en los universitarios. En un 
estudio realizado en México en el 2018, los participantes afirmaron que los “influencers” 
tienen un gran impacto en la toma de decisiones (34). Otro estudio realizado en Ecuador 
en el 2018, el autor manifestó que los “millennials” ya no basan sus decisiones de 
compra o hábitos por publicidad de medios tradicionales, ahora lo hacen en base a 
recomendaciones realizadas por “influencers” (35). 
 
7 
 
Health Theory of Coping (36) 
Un modelo propuesto por Stallman, para representar el manejo del estrés, se conoce 
como “Health Theory of Coping” (36), según el cual, para manejar el estrés, se hace a 
través de dos estrategias, unas que son categorizadas como “saludables” en donde 
están actividades de recreación, apoyo social, ayuda profesional, auto relajación y entre 
las estrategias “no saludables” están hablar negativo de sí mismo, actividades nocivas 
para la salud, distanciamiento social y suicidio. Las estrategias de manejo de estrés se 
pueden incluir en una de estas categorías. Esta teoría considera a la respuesta de estrés 
como un modelo biopsicosocial de salud y bienestar (36). La variable actividad física se 
encontraría en actividades de recreación y la variable de hábitos alimentarios dentro de 
actividades nocivas, ya que se considera dentro de este grupo a la alimentación 
emocional. 
Realizar actividad física de manera regular beneficia a las personas con síntomas de 
depresión y ansiedad. Además, otros estudios reportan que no solo es beneficioso para 
las personas diagnosticadas con enfermedades psiquiátricas sino también puede 
mejorar el estado de ánimo y autoestima de la población en general (37). En una revisión 
sistemática se encontró que las personas que realizan ejercicio tienen una mejor 
regulación de sus emociones (38). 
El comer va a ser un mecanismo para enfrentar las emociones negativas como el estrés, 
esto se conoce como alimentación emocional o comer emocional. En períodos de 
estrés, se activa el eje hipotálamo-hipofisiario-adrenal, lo que aumenta las demandas 
de glucosa para satisfacer las necesidades. Además, los glucocorticoides que se 
secretan debido al estrés aumentan el apetito y en consecuencia la ingesta de alimentos 
(39). 
Por ejemplo, en un estudio en Europa, el estrés percibido estuvo asociado con un mayor 
consumo de dulces, comida rápida y a un menor consumo de frutas y vegetales en las 
participantes mujeres (40). Los patrones alimentarios no saludables son comunes en la 
población universitaria y se ha observado que se relacionan con la presencia de 
ansiedad, estrés y depresión (41). 
 
 
 
 
8 
 
Modelo Transteórico del comportamiento en salud 
Prochaska y Diclimente en 1982 presentaron este modelo que describe el cambio en la 
conducta como un proceso en el cual los individuos progresan por una serie de cinco 
etapas definidas: pre-contemplación, contemplación, preparación, acción, 
mantenimiento (42). 
Este modelo fue creado inicialmente para el tratamiento de adicciones al tabaco y 
alcohol; sin embargo, posteriormente ha sido adaptado a otros aspectos, como la 
conducta alimentaria o actividad física. Este modelo permitiría planear intervenciones y 
programas que responden a las necesidades particulares de las personas según la 
etapa en la que se encuentren (43). Las personas tienen diferentes niveles de 
motivación y de intención de cambio. Por ejemplo, en la época de confinamiento si un 
universitario se encontraba en etapas previas a la acción, todavía no estaba listo para 
un cambio en su estilo de vida; pero si sí se encontraba motivado y listo para el cambio 
podría haber visto en el confinamiento una oportunidad para mejorar sus estilos de vida, 
al contar con más tiempo; debido a que ya no tendría que transportarse hasta su centro 
de estudios todos los días como lo hacía en una época sin confinamiento. 
II.2. Antecedentes del estudio 
En Corea del Sur, Choi realizó un estudio que tenía como objetivo investigar la actividad 
física y los hábitos alimentarios de los universitarios según sus niveles de estrés 
percibido, los datos fueron obtenidos en el 2019, la muestra fue conformada por 9725 
participantes. El grupo de universitarios que tuvieron un nivel alto de estrés tenían una 
tendencia a consumir más dulces, fast-food y comidas listas para preparar. En cuanto a 
la actividad física, el grupo de un nivel alto de estrés realizaba menos ejercicio de 
manera regular que el grupo de nivel bajo de estrés, es decir los más estresados eran 
los que realizaban menor actividad física (44). 
En Wuhan, Deng et al. realizaron una investigación entre la asociación de estilos de vida 
deportivos con la salud mental en universitarios al inicio de la pandemia del COVID-19 
en el 2020. El estudio incluyó 1607 respuestas de 267 ciudades. Menores puntajes de 
la Escala de depresión, ansiedad y estrés (DASS-21) estuvieron correlacionados 
significativamente con realizar ejercicio regular. En el estudio se encontró relación entre 
el estado mental de los estudiantes universitarios y el realizar ejercicio de manera 
regular (45). 
 
9 
 
Wilson et al. realizaron un estudio en universitarios enEstados Unidos (n=1019) para 
determinar el impacto que había tenido la pandemia de la COVID-19 en la actividad 
física y la salud mental. Desde el 2015 al 2020 se recolectó información acerca de la 
activad física y estrés percibido a través de encuestas virtuales. Se observó una 
disminución de la actividad física y un incremento del estrés percibido durante el 
contexto de COVID-19 en comparación a los años anteriores (46). 
Hoyt et al. reclutaron vía Instagram, una muestra de estudiantes universitarios (n=707) 
en los Estados Unidos para investigar el estrés percibido y ansiedad durante la 
pandemia de la COVID-19, durante abril y junio del 2020. La mayoría de los estudiantes 
tenía niveles altos de ansiedad y estrés percibido, en especial el grupo de las mujeres 
(47). 
Olfert et al. realizaron una investigación sobre el impacto de la COVID-19 en la dieta y 
la actividad física de los universitarios en Estados Unidos. Los datos fueron recolectados 
de marzo a abril del 2020. El 42.8% de los estudiantes reportaron comer más desde que 
empezó la pandemia de la COVID-19, en donde el 67.9% manifestó que su principal 
razón era por aburrimiento. Además, hubo un incremento del tamaño de las comidas y 
la frecuencia de las comidas. Por otro lado, respecto a la actividad física, antes de la 
pandemia, el 59.5% tenía un alto nivel de actividad física; sin embargo, desde la 
pandemia este porcentaje disminuyó al 34% (48). 
Amatori et al. tuvieron como objetivo, en su estudio longitudinal, identificar los cambios 
de estado de ánimo y ejercicio en relación con las elecciones de alimentos durante el 
confinamiento por COVID-19. Los participantes fueron 176 universitarios en Italia, en 
abril del 2020. Durante 21 días, fueron monitoreados la nutrición, ejercicio y estado de 
ánimo de los participantes. El ejercicio fue asociado positivamente al consumo de 
alimentos saludables como frutas, vegetales y pescado. Además, se observó que 
peores estados de ánimo estaban relacionados también con hábitos alimentarios no 
saludables (49). 
En España, Romero y colaboradores investigaron los cambios en la actividad física y 
estilos de vida sedentarios en los universitarios debido a la pandemia COVID-19. Los 
resultados mostraron un incremento en el tiempo de actividad física y el tiempo sentado. 
El aumento del tiempo sentado confirmó la hipótesis inicial; sin embargo, el aumento del 
tiempo de la actividad física pudo deberse a que la muestra de universitarios vio al 
confinamiento como una oportunidad de realizar ejercicios en casa, manifestó el autor 
de este estudio (50). 
 
 
10 
 
II.3 Bases teóricas 
A. Hábitos alimentarios 
Según la FAO, los hábitos alimentarios están constituidos por las costumbres que 
muestran como las personas seleccionan, preparan y consumen los alimentos, esos 
dependen de la disponibilidad de alimentos, la capacidad de elegir los alimentos 
adecuados y capacidad adquisitiva (51). 
Durante la etapa universitaria, la falta en la disponibilidad de tiempo que originan las 
jornadas de estudios sería considerada como una posible limitación para mantener una 
alimentación saludable. Se ha observado en estudios anteriores realizados en 
universitarios que la mayoría tiene hábitos alimentarios inadecuados, a pesar de que 
cuentan con conocimiento básicos sobre alimentación saludable, pero estos no son 
llevados a la práctica (22-24). 
En un estudio realizado por Cabana en el 2017, se observó que los hábitos alimentarios 
de la mayoría de los universitarios eran adecuados. Por otro lado, se encontró que los 
horarios de las dos primeras comidas, desayuno y almuerzo, eran irregulares. La ingesta 
de frutas fue menor a cinco al día. El principal motivo por el cual se omitían los tiempos 
de comida era debido a la falta de dinero y una deficiente administración de su tiempo 
(52). 
B. Actividad física 
 
Según la OMS, la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, 
desplazamientos, actividades ocupacionales, tareas domésticas, juegos, deportes o 
ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y 
comunitarias (53). Las Guías de actividad física para americanos proponen tres niveles 
de actividad física según la intensidad: ligero, moderado y vigoroso. El gasto de energía 
está expresado en la unidad metabólica de reposo, MET (54). 
• Actividad física vigorosa (>6 MET): actividades que requieren de una gran 
cantidad de esfuerzo como correr, cargar objetos pesados, participar en clases 
de fitness. 
• Actividad física moderada ( 3-6 MET): actividades como caminar a paso rápido, 
bailar. 
• Actividad física ligera (<3 MET): actividades que consumen muy poca energía, 
como, caminar despacio o actividades domésticas como cocinar. 
 
11 
 
Los universitarios tienen una mayor tendencia a adoptar comportamientos sedentarios, 
debido a un mayor tiempo estudiando sentado frente a la computadora realizando 
tareas. En un estudio realizado en España en 608 universitarios, 69.6% manifestaron 
que realizaban actividad física para mantener una buena salud y las principales razones 
que tenían para no continuar con los ejercicios eran falta de tiempo o flojera (55). 
La cuarentena puede causar una disminución de la actividad física. Por ejemplo, en un 
estudio de Yang, realizado en jóvenes en China, se encontró que el índice de masa 
corporal de todos los participantes había incrementado; las actividades vigorosas y 
moderadas disminuyeron y el tiempo destinado a caminar fue menor. La prevalencia de 
sobrepeso y obesidad se ha incrementado significativamente en los jóvenes, 
especialmente en estudiantes de secundaria y de pregrado (56). Los mandatos de 
distancia social y de “quédate en casa” en las ciudades podría disminuir las 
oportunidades de actividad física y expanda las actividades sedentarias, así como el 
tiempo sentado frente a la pantalla estudiando. 
C. Estrés 
Hans Selye, es conocido como “el padre del estrés”, debido a que fue quien acuñó el 
término, el definía al estrés como “una respuesta general del individuo a toda demanda 
que se le haga” (57,58). En 1986, Lazarus y Folkman proponen otro enfoque del estrés, 
lo que sería conocido como el modelo transaccional, “el estrés es el resultado de la 
relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquel como amenazante, que 
desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar” (59). 
Según este modelo transaccional, los estímulos del entorno desencadenan una 
respuesta según las características del individuo que los percibe. Por ejemplo, en la 
situación de confinamiento, no todos los universitarios tendrían las mismas actitudes y/o 
conductas. El estrés puede ser agudo si el estresor es un suceso en un pasado o futuro 
cercano, por el contrario, si dura un tiempo extendido se considera estrés crónico (37). 
El estrés se puede manifestar con síntomas psicológicos, físicos y fisiológicos. Entre los 
síntomas físicos y fisiológicos más comunes, tenemos al cansancio y fatiga, dolores de 
cabeza, síntomas gastrointestinales como diarrea (60-62). Por otro lado, en el aspecto 
psicológico, los síntomas son irritabilidad, tensión. Además, el estrés está relacionado a 
comportamientos negativos como abuso de alcohol y drogas, o trastornos alimenticios 
(60). 
 
12 
 
Al ser el COVID-19 una enfermedad “nueva” causa incertidumbre y miedo en la 
población en general. La gran cantidad de información errónea a través de los medios 
de comunicación y redes sociales, lo que se conoce como infodemia, incrementó el 
miedo en la población afectando su salud mental (8,63). 
Por ejemplo, en un estudio en China realizado durante la fase inicial de la pandemia, las 
personas entre 18 a 30 años fueron uno de los grupos con mayores niveles de estrés, 
los cuales podrían deberse a que obtienen gran información de las redes sociales, la 
infodemia puede desencadenar fácilmente el estrés(64). 
II.4 Definición de términos 
• Alimentación emocional: Thayer (2001) lo define como “comer en respuesta 
de algún evento o estado de ánimo, que habitualmente, suele ser de carácter 
negativo” (p.52) (65). 
• MET: Según OMS (2010), “el término MET son las siglas de equivalente 
metabólico y 1 MET es la tasa de consumo de energía en estado de reposo. Se 
ha fijado convencionalmente en 3,5 milímetros por kilogramo de peso corporal y 
por minuto. Las actividades físicas suelen clasificarse en términos de su 
intensidad, utilizando el MET como referencia” (p. 51) (53). 
• Comfort food: El diccionario de Cambridge, lo define como “el tipo de comida 
que la gente come cuando están triste o preocupados, en su mayoría es algún 
alimento con sabor dulce o algún alimento que consumían cuando eran niños” 
(66). 
• Influencers: Según el Observatorio de palabras de la RAE, “la voz influencer es 
un anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir 
sobre otras, principalmente a través de las redes sociales” (67). 
• Millennial: Según La Fundación del Español Urgente (Fundéu), “el anglicismo 
millennial, término con el que se hace referencia a las personas nacidas 
aproximadamente en las dos últimas décadas del siglo veinte. Este término da 
nombre a los integrantes de la llamada generación Y, que en la actualidad tienen 
entre dieciocho y treinta años y que, sin ser nativos digitales, se caracterizan por 
su familiaridad con internet y las nuevas tecnologías” (68). 
 
13 
 
III. HIPÓTESIS Y VARIABLES 
III.1 Hipótesis 
H: Existe relación entre los hábitos alimentarios, la actividad física y el estrés en 
universitarios durante la cuarentena por pandemia COVID-19. 
h1: Hay relación entre los hábitos alimentarios y el estrés en universitarios durante 
la cuarentena por pandemia COVID-19. 
h2: Hay relación entre la actividad física y el estrés en universitarios durante la 
cuarentena por pandemia COVID-19. 
III.2 Variables 
 
Las variables del presente estudio son hábitos alimentarios, actividad física y estrés. 
 
 
14 
 
III.3 Operacionalización de variables 
CUADRO DE OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
15 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Cereales, 
tubérculos y 
raíces 
Adecuado: Diario (6 a 9 porciones) 
Inadecuado: <7 veces a la semana o 
diario 
 
 
Frutas 
Adecuado: Diario (>= 3 porciones de frutas) 
 Inadecuado: <7 veces a la semana 
 
Verduras 
Adecuado: Diario (>= 2 porciones de frutas) 
 Inadecuado: <7 veces a la semana 
 
Frecuencia Carnes y 
derivados 
Adecuado: >= 5 veces a la semana 
(Variado y preferible bajo en grasa) 
Inadecuado: <5 veces a la semana 
de consumo 
Pescados 
Adecuado: >= 2-4 veces a la semana 
por grupo 
de 
Inadecuado: <2 veces a la semana 
alimentos Lácteos y Adecuado: Diario 
 derivados Inadecuado: <7 veces a la semana 
 
Huevo 
Adecuado: >= 2-4 veces a la semana 
 Inadecuado: <2 veces por semana 
 Leguminosas Adecuado: >= 2-4 veces a la semana 
 y derivados Inadecuado: <2 veces por semana 
 Grasas y Adecuado: >= 2-4 veces a la semana 
 oleaginosas 
 Productos 
azucarados 
Adecuado: Nunca o casi nunca 
Actividad 
física 
Consiste en actividades 
recreativas o de ocio, 
desplazamientos, 
actividades ocupacionales, 
tareas domésticas, juegos, 
deportes o ejercicios 
programados en el contexto 
de las actividades diarias, 
familiares y comunitarias 
(OMS,2010) (53) 
Se evaluará 
la actividad 
física 
mediante el 
Cuestionario 
Internacional 
De Actividad 
Física (IPAQ) 
Nivel de Actividad Física (69) 
Bajo <600 METS/min/sem 
Cualitativa Ordinal Moderado 600-1500 
METS/min/sem 
Alto >1500 
METS/min/sem 
Estrés 
 
El resultado de la relación 
entre el individuo y el 
entorno, evaluado por aquel 
como amenazante, que 
desborda sus recursos y 
pone en peligro su bienestar 
(Lazarus & Folkman, 1986) 
(59) 
El estrés se 
medirá 
mediante la 
Escala de 
Estrés 
Percibido de 
14 ítems 
(PSS-14) 
Nivel de estrés percibido (70) 
Leve 
 0-18 puntos 
Cualitativa Ordinal 
Moderado 19-37 puntos 
Severo 38-56 puntos 
 
 
16 
 
IV. MATERIALES Y MÉTODOS 
IV.1 Área de estudio 
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú (12°03'32.2"S 77°04'53.2"W). 
De acuerdo con el compendio estadístico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos 
publicado el 2021, los cinco distritos con mayor número de universitarios matriculados en el 2020 
son San Juan de Lurigancho (n=3855;11.4%) (12°00 08 S 77°00 30 O), San Martin de Porres 
(n=3068;9.1%) (11°58 50 S 77°05 50 O), Lima (n=2185;6.5%) (12°02 47 S 77°02 34 O), Comas 
(n=1990;5.9%) (11°56 00 S 77°04 00 O) y Ate (n=1841;5.5%) (12°01 40 S 76°55 00 O) (71). 
Respecto al colegio que provienen los universitarios, el 48.3% proviene de colegio estatal, el 
50.6% de colegio privado, el 0.58% de no escolarizado y el 0.52% de otras modalidades (71). 
IV.2 Diseño de investigación 
Según Hernández, Fernández y Baptista; el diseño es no experimental, transversal, correlacional 
(72). 
IV.3 Población y muestra 
4.3.1 Población 
Estudiantes universitarios de pregrado que estuvieron matriculados en el semestre 2020-I de la 
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. De acuerdo al Sistema Único de Matrícula, en dicho 
semestre, se tuvo un registro de 30 167 matriculados (73). 
Criterios de inclusión: 
• Hombres y mujeres de 18 a 30 años 
• Haber estado en cuarentena obligatoria durante el periodo comprendido entre 15 de marzo 
y el 30 de junio del año 2020 
• Haber aceptado participar en el estudio y firmado el consentimiento informado. 
Criterios de exclusión: 
• Ser vegetarianos 
• Estar siguiendo una dieta especial por alguna patología o régimen para bajar de peso 
• Presentar alguna discapacidad física 
• Estar diagnosticado con una enfermedad psiquiátrica 
 
 
 
17 
 
4.3.2 Muestra 
La muestra estuvo conformada por 163 universitarios de pregrado de una universidad pública. 
Método de muestreo: No probabilístico por conveniencia (método de bola de nieve) 
IV.4 Procedimientos, técnicas de recolección de información 
4.4.1 Procedimiento 
El método de recolección fue por método no probabilístico por conveniencia (método de bola de 
nieve). Se usó el método de bola de nieve con el fin de asegurar que todos los que respondían la 
encuesta eran estudiantes de la UNMSM. Se elaboró un cuestionario virtual mediante la 
plataforma Google Formularios que fue enviado a través de las redes sociales, Facebook y 
WhatsApp, a los universitarios que aceptaron participar en el estudio. La recolección de datos se 
llevó a cabo en el mes de junio del año 2020. 
 La primera parte del cuestionario fue acerca de hábitos alimentarios para determinar si siguen 
hábitos alimentarios saludables, en la segunda parte se determinó el nivel de actividad física de 
los universitarios mediante Cuestionario Internacional De Actividad Física (IPAQ) y por último se 
aplicó la Escala de Estrés Percibido de 14 ítems (PSS-14) para determinar el nivel de estrés en 
los universitarios. 
4.4.2 Técnica de recolección de información: recolección virtual de las repuestas de los 
universitarios, mediante un cuestionario elaborado en Google Forms, se contactó a aquellos que 
reunían las características de la muestra a través de Facebook y WhatsApp, aplicado solo a 
aquellos que aceptaron participar. 
4.4.3 Instrumentos 
A) Cuestionario de hábitos alimentarios 
El cuestionario de hábitos alimentarios fue adaptado de cuestionarios anteriores usado en la tesis 
de Ferro, Maguiña (74) y Luque (75). La validación del instrumento se realizó mediante tres jueces 
expertos, alcanzando una confiabilidad alta (CPRc: 0.876). Posteriormente, se realizó un estudio 
piloto (n=10), el cual permitió modificar la redacción de algunas preguntas y realizar correcciones 
de forma. 
El cuestionario constó de 20 ítems, la primera sección fue de diez preguntassobre sus hábitos 
alimentarios como el número de comidas, velocidad de la ingesta, tipo de preparación que 
consume con más frecuencia, entre otros. En la segunda sección se incluyó una lista de alimentos 
clasificados en diez grupos para determinar la frecuencia con que consume cada uno de ellos. 
 
18 
 
Se le asignó una puntuación de 1 por cada pregunta respondida de manera adecuada. Los hábitos 
alimentarios se categorizaron según la puntuación obtenida, se consideró “Hábitos alimentarios 
saludables” si la puntuación es mayor o igual al 70% del total de puntos, 14 puntos y “Hábitos 
alimentarios no saludables” si la puntuación era menor a 14 puntos. 
B) Evaluación del nivel de actividad física 
Se utilizó el International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) (69). Existen dos versiones del 
IPAQ, la versión corta y la versión larga. En el presente estudio, se utilizó la versión corta, que 
proporcionó datos acerca del tiempo destinado a actividades vigorosas, moderadas, sedentarias 
y el tiempo empleado en caminar. La versión corta del IPAQ puede ser usada en estudios para 
determinar la actividad física a nivel poblacional (76,77). 
La versión corta del cuestionario IPAQ permite realizar un diagnóstico situacional de la actividad 
física en la población estudiada, para un posterior diseño de estrategias de salud. Los niveles de 
actividad física (bajo, moderado y alto) están basados en el el protocolo del IPAQ (69,78). 
C) Escala de Estrés Percibido 14 ítems (PSS-14) 
La Escala de Estrés Percibido (EEP) es una de las escalas más conocidas para la medición de la 
respuesta psicológica general frente a los estresores, fue propuesta por Cohen, Kamarck y 
Mermelstein en 1983 (79). 
Se utilizó la versión traducida al español por Remor y Carrobles, validado en una muestra de 
adultos en España, en donde la confiabilidad mostró ser adecuada (consistencia interna, alfa = 
0.81, y test-retest, r = 0.73) (80). La EEP-14 ha sido utilizada en población latinoamericana de 
países como México y Colombia (81,82). En el Perú, se aplicó en población universitaria en la 
tesis de Ataucar (83), donde la escala general obtuvo un alfa de Cronbach de 0.88, es decir, una 
adecuada consistencia interna. 
Este cuestionario evalúa el estrés de acuerdo a cómo la persona percibe las situaciones de su 
vida rutinaria como estresantes. La escala brinda cinco opciones de respuesta: ‘nunca’, ‘casi 
nunca’, ‘de vez en cuando’, ‘muchas veces’ y ‘siempre’, que se clasifican de cero a cuatro. A 
mayor puntuación, mayor estrés percibido. 
Los puntajes en la encuesta van desde 0 a 56, en donde un mayor puntaje significa un mayor 
nivel de estrés, según los siguientes puntos de corte (70): 
• Puntaje de 0-18 es considerado estrés bajo 
• Puntaje de 19-37 es considerado estrés moderado. 
• Puntaje de 38-56 es considerado estrés severo. 
 
19 
 
IV.5 Análisis estadístico 
 
Se descargó la base de datos de la plataforma de Google formularios en Microsoft Excel 2013, 
que posteriormente pasó por una revisión. Los datos se agruparon en categorías como grupos de 
edad, sexo, y según puntos de corte para cada variable de este estudio. La descripción de las 
variables categóricas se presentó en cuadros estadísticos de frecuencias y porcentajes 
categorizados. Se elaboraron tablas y gráficos. En caso de las variables cuantitativas, se usó la 
prueba de Kolmogorov–Smirnov para verificar la normalidad. Las variables cuantitativas que 
tuvieron una distribución simétrica se expresaron en media y desviación estándar; por otro lado, 
las que no tuvieron una distribución simétrica, los datos se expresaron en mediana y rango 
intercuartílico (RIC). Para determinar la relación entre el estrés percibido, hábitos alimentarios y 
nivel de actividad física, se utilizó la prueba estadística Chi 2, con un nivel de confianza del 95%, 
en el programa SPSS versión 25. 
IV.6 Consideraciones éticas 
Se tuvo en cuenta la Declaración de Helsinki estipulado por la Asociación Médica Mundial. Solo 
participaron en el estudio los estudiantes universitarios que dieron su conformidad al 
consentimiento informado incluido en el cuestionario elaborado en Google Forms. Además, se 
tomaron en consideración principalmente los siguientes principios de bioética, la no maleficencia, 
este estudio no representa ningún riesgo en la salud o integridad del participante; y la autonomía, 
el participante luego de leer el consentimiento informado fue libre de decidir participar en el estudio 
o de retirarse, aunque no haya finalizado la encuesta. 
V. RESULTADOS 
La muestra estuvo constituida por 163 estudiantes universitarios con una edad promedio de 21,53 
± 1,96 y dentro del rango de 18 a 29 años. La mayoría de los encuestados fue del sexo femenino, 
más de la mitad del total (Tabla 1). 
 
 
 
 
 
 
 
20 
 
 
 
En cuanto a los hábitos alimentarios, la mayoría de los encuestados manifestó que estos sí habían 
cambiado durante la cuarentena, como puede apreciarse en la Tabla 2. 
 
Característica n % 
 Sexo 
Masculino 55 33,7 
Femenino 108 66,3 
Grupo de edad 
18-21 104 63,8 
22-25 52 31,9 
26-29 7 4,3 
Procedencia 
Lima Norte 66 40,5 
Lima Centro 28 17,2 
Lima Sur 18 11,0 
Lima Este 31 19,0 
Callao 6 3,7 
Otras ciudades 14 8,6 
Año de estudio 
1er año 4 2,5 
2do año 16 9,8 
3er año 46 28,2 
4to año 69 42,3 
5to año 28 17,2 
Área de estudio 
A: Ciencias de la Salud 59 36,2 
B: Ciencias Básicas 3 1,8 
C: Ingenierías 35 21,5 
D: Ciencias económicas y de la 
gestión 
32 19,6 
E: Humanidades, ciencias jurídicas y 
sociales 
34 20,9 
Total 163 100,0 
 
 
21 
 
 
Entre los hábitos alimentarios saludables, se observó que la mayoría de los encuestados 
consumía alimentos de 3 a más veces al día (93 %); sin embargo, el 7 % respondió que consumía 
alimentos menos de 3 tiempos de comida. Además, se observó que el 100 % manifestó almorzar 
diariamente (Gráfico 1). 
 
 
Las preparaciones que consumían con mayor frecuencia fueron los guisos (75 %), seguido de 
sancochados (14%) y de asados (5%), solo el 6% indicó que frecuentemente consumía frituras. 
El 58,3% tuvo la percepción que consumía sus alimentos con una velocidad normal, el 14,7% 
manifestó que era lento y el 27% rápido. 
 
22 
 
Por otro lado, entre los hábitos alimentarios no saludables se observó que, entre comidas, el 25% 
usualmente consumía alimentos industrializados; aunque el 62% optaba por frutas y verduras, el 
9,2% por pan solo o con algún complemento y el 4,3% no consumía ningún alimento. Respecto a 
la ingesta de líquidos, el 80 % toma menos de 8 vasos de agua al día, solo un 20 % cumple con 
las recomendaciones de 8 vasos al día. Siendo estas bebidas en su mayoría agua natural (48,5 
%), refresco o infusiones (46,0 %); sin embargo, hubo un 5,5% que prefería jugos industrializados, 
bebidas instantáneas y gaseosas. 
Respecto al consumo de bebidas alcohólicas durante la cuarentena, el 29,4% de los estudiantes 
universitarios respondió que lo habían consumido de “1 a 2 veces” en los últimos tres meses. 
Sobre las bebidas con cafeína, el 60 % respondió “a veces” y el 38,6% también respondió que “a 
veces” añadía sal adicional a sus comidas ya preparadas (Tabla 3). 
 
 
 
 
 
23 
 
Además, se pudo apreciar la adecuación del consumo de alimentos según frecuencia semanal, 
los grupos que tuvieron el mayor porcentaje de consumo inadecuado fueron lácteos, productos 
azucarados, verduras y frutas (Gráfico 2). La mayoría de encuestados manifestaron no consumir 
frutas, verduras ni lácteos los siete días de la semana; motivo por el cual, no cumplían con las 
recomendaciones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24 
 
Los resultados del IPAQ mostraron que la mediana de los minutos de actividad física por semana 
de los hombres fue mayor, en comparación a las mujeres. Los rangos intercuartílicos de las 
variables de actividad física por unidadde tiempo que no tienen distribución normal (p=0,000) se 
presentan en la Tabla 4. 
 
 
 
La variable MET/min/semana tiene una distribución de datos asimétrica (p=0,000). Del total de 
encuestados, la mediana de la suma de METs fue de 1220, los hombres tuvieron una mediana 
de 1506 y las mujeres, 1042,5. Se observaron valores atípicos de la suma total de METs en ambos 
sexos (Gráfico 3). 
 
 
 
25 
 
 
 
La variable de puntaje de estrés percibido tiene una distribución normal (p=0,200). El promedio 
del puntaje de la escala de estrés percibido (PSS-14) para el total de la muestra fue de 40,1 ± 
8,03. Las mujeres tuvieron un puntaje promedio de 41,3 ± 7,72 y el de los hombres fue 37,8 ± 
8,22. En contraste a la actividad física, en el puntaje de estrés percibido, las mujeres tuvieron un 
mayor promedio en comparación de los hombres. 
 
 
En el grupo de las mujeres, la mayoría tenía un nivel de estrés percibido severo (Tabla 5). 
 
 
 
26 
 
Los resultados del puntaje del cuestionario de estrés mostraron que, del total de estudiantes 
universitarios, el 62% se encontró en la categoría de nivel de estrés severo y el 38% en estrés 
moderado. Además, se observó que la mayoría de los universitarios tenían hábitos alimentarios 
no saludables. Dentro de los que presentaron estrés severo, más de la mitad tuvieron hábitos 
alimentarios no saludables. Del total de los que presentaron un nivel de actividad física bajo, el 
64,2% presentaba un nivel de estrés percibido severo (Tabla 6). 
 
Según la prueba Chi-cuadrado, no se encontró una relación estadísticamente significativa entre 
hábitos alimentarios y el estrés percibido (p=0,514); tampoco entre actividad física y estrés 
percibido en la población estudiada (p=0,461) (Tabla 7). 
 
 
 
 
 
 
 
27 
 
VI. DISCUSIÓN 
La mayoría de los participantes respondió que sí hubo un cambio en sus hábitos alimentarios. 
Cabe aclarar que, debido a la falta de información de hábitos alimentarios en población 
universitaria durante la pandemia COVID-19, los resultados se compararon en su mayoría con 
estudios en población adulta. Este resultado difiere con el estudio realizado por Scarmozzino y 
Visioli en población adulta italiana durante la cuarentena, donde cerca de la mitad de los 
participantes (49.6%) manifestó que no hubo un cambio relevante (84). Sin embargo, concuerda 
con un estudio en España, en un grupo de etario similar, donde los encuestados manifestaron 
varios cambios en sus hábitos alimentarios, mayor consumo de alimentos saludables (fruta, 
huevo, legumbres, verduras y pescado) y aumento de la práctica de cocinar en casa (21). 
Este “cambio” en hábitos alimentarios que manifestaron los encuestados, podría significar un 
cambio positivo y una oportunidad, al estar en confinamiento en sus hogares, habría un mayor 
consumo de preparaciones caseras y disminuiría el consumo de comida rápida. Aunque nuestros 
resultados, en contraste al estudio de España (21), identificaron un inadecuado consumo de frutas 
y verduras. La mayoría de los estudiantes encuestados no consume las frutas, verduras y lácteos 
de manera diaria a pesar de consumir preparaciones de su hogar. 
Entre los encuestados, los productos azucarados también fueron consumidos con frecuencia 
durante la cuarentena por el contexto COVID-19. Schultchen y colaboradores observaron que las 
personas tienden a consumir menos alimentos saludables cuando están en situaciones 
estresantes (85). Esto difiere con lo encontrado en un estudio en adultos en Polonia, donde sí se 
observó un cambio positivo, disminuyeron las porciones diarias de productos de panadería, 
comida rápida, sopas instantáneas, bebidas azucaradas y energizantes (86). 
Los universitarios que fueron encuestados en el presente estudio mostraron porcentajes similares 
de aumento, disminución y de mantenerse igual el tamaño de sus raciones de alimentos, 
aproximadamente cada categoría era el 33%, sugiriendo que, en este contexto, los universitarios 
modifican de manera diferente sus hábitos alimentarios. En un estudio publicado en el 2022 por 
Olfert et al., realizado en población universitaria, el 42.8% de los estudiantes manifestaron comer 
más desde que empezó la pandemia de la COVID-19, siendo su principal razón, el aburrimiento 
(48). 
Además, que podría estar interviniendo la condición económica en que se encuentran ellos y sus 
familias, si les permite o no cubrir la canasta básica y tener seguridad alimentaria. Heck y 
colaboradores manifestaron que la situación del COVID-19, refiriéndose a las medidas de 
 
28 
 
restricción, podrían influir en la cadena de suministros de alimentos en países en desarrollo, 
ocasionando un aumento de precios debido a una menor oferta de los alimentos en el mercado 
(87). Carrillo y Rodríguez encontraron que el 86% de los hogares encuestados del sector 3 de 
Villa el Salvador tuvo un consumo alimentario insuficiente asociado a una inseguridad alimentaria 
(88). En el estudio de Olfert et al, el 35.8% de los universitarios estadounidenses refirió consumir 
menos desde que inició la pandemia, siendo una de las razones problemas financieros (13.7%). 
En relación a la percepción del peso corporal, el porcentaje de los que manifestaron un aumento 
de peso fue similar a un estudio realizado en Polonia, donde el 30% manifestó haber tenido una 
ganancia de peso y el 18% una pérdida de peso (27). Situación similar que se observó en un 
estudio realizado en adultos peruanos, donde el 28,9% incrementó y el 29,3% disminuyó su peso 
corporal. Estos porcentajes de aumento de peso pueden deberse a un mayor consumo de 
“comfort food” en esta época de pandemia (89,90). Además, el peso puede estar aumentado o 
disminuido debido al nivel de actividad física, el cual se ha visto afectado por el confinamiento 
(91). 
En cuanto a los hábitos alimentarios saludables, todos los encuestados manifestaron que 
almorzaban diariamente; este resultado es consistente con lo publicado por Ferro y Maguiña, en 
donde se pudo observar que almuerzo no fue omitido por ningún estudiante de la Universidad 
Nacional Mayor de San Marcos (74). Al estar en casa, los universitarios podrían cumplir con la 
recomendación de no omitir las comidas; sin embargo, se ha visto que hay un porcentaje que no 
desayuna ni cena diariamente. Estos resultados, concuerdan con lo observado en un estudio 
previo en población adulta en Kuwait, saltarse el desayuno es un hábito que se ha observado 
desde antes del confinamiento y se ha mantenido durante el mismo (92). Una explicación podría 
ser que se queden hasta tarde haciendo tareas u otras actividades, lo que conllevaría a 
despertarse al siguiente día tarde y no respetar los horarios de las comidas principales. 
Por otro lado, en los hábitos alimentarios no saludables, la mayoría no cumple con la cantidad de 
vasos de agua recomendados al día. Esto es importante notar porque al estar en casa, debería 
ser más fácil cumplir con esta recomendación. Lo positivo es que en su mayoría las bebidas 
consumidas fueron agua natural, refresco o infusiones. Este bajo consumo de líquidos al día 
podría deberse a no realizar ejercicios de manera regular durante el confinamiento reportados en 
estudios previos (91,92). 
El agua ayuda a mantener la temperatura corporal debido a sus propiedades, especialmente 
durante una actividad física intensa. La contracción muscular genera mucho calor. Si hay una 
 
29 
 
adecuada hidratación previa, esto ayuda a regular la temperatura corporal. El transporte de calor 
hacia la piel se logra gracias a la conductividad térmica del agua, la cual permite que el cuerpo se 
enfrié rápidamente y en consecuencia es evaporado el sudor. Durante la transpiración, el principal 
catión que se pierde es el sodio. Si no hay una adecuada hidratación, las principales 
consecuencias son un menor rendimiento deportivo y deterioro funcional de músculos y tendones 
(93).El agua no solo va a ser importante para un rendimiento físico, sino también para un rendimiento 
cognitivo. En un estudio en universitarios en China, se observó que los universitarios que 
consumieron 1600 ml de agua al día, en comparación a 800 ml, tuvieron mayores puntajes en 
una prueba de memoria (22.6 vs 20.8, p<0,005). Esto concuerda con otro estudio realizado por 
Zhang et al., también en universitarios chinos, ellos observaron que la deshidratación tenía 
efectos negativos en la memoria a corto plazo y la atención (94). Si los universitarios no beben la 
cantidad recomendada de líquidos al día, esto también podría afectar su rendimiento académico. 
Aproximadamente la mitad de los estudiantes de la muestra manifestaron haber consumido 
bebidas alcohólicas en el último mes. Este resultado es similar a lo reportado en estudiantes 
universitarios chilenos (95). Estudios previos han mostrado un aumento del consumo de bebidas 
alcohólicas durante la época universitaria (96) y durante el confinamiento (97). Michael y Witte 
identificaron que tomar bebidas alcohólicas estaba relacionado con síntomas de estrés 
postraumático (98). El estrés postraumático en la población general se ha elevado durante el 
COVID-19 (99,100). Este es un hábito nocivo de relevancia ya que se ha visto que el consumo 
de bebidas alcohólicas podría incrementar la vulnerabilidad a una infección viral (101), los 
universitarios que tienen una mayor frecuencia de consumo tendrían un mayor riesgo de 
desarrollar una infección por SARS-CoV-2. Entre otros efectivos negativos del consumo excesivo 
del alcohol está las enfermedades cardiovasculares (102). 
Se observó que la mayoría de los estudiantes encuestados reportó un nivel de actividad física 
alto. Este resultado difiere de estudios previos realizados durante el confinamiento, donde se 
observó una reducción del nivel de actividad física (91,92). Sin embargo, nuestros resultados se 
podrían explicar debido a que el cuestionario IPAQ considera a las tareas domésticas como 
actividades de intensidad “moderada”. Entre estas tareas estarían incluidas las actividades de 
limpieza y desinfección, que se observó que aumentaron como medida de prevención durante la 
pandemia de la COVID-19 (103-105). En un estudio de Gallè et al., el 86.3% de los universitarios 
italianos reportaron realizar tareas domésticas durante el confinamiento (106). 
 
30 
 
Otra razón podría ser que algunos jóvenes adoptaron un estilo de vida activo antes de la época 
de la COVID-19, manteniéndolo durante el confinamiento. Gallè et al., encontró que el 44.7% de 
los universitarios permanecieron activos durante el confinamiento. Los resultados del análisis de 
regresión lineal mostraron que ser menor de 22 años, mujer, previamente activo, tener al menos 
un padre graduado fueron asociados con niveles adecuados de actividad física durante el 
confinamiento (106). Esta conducta de mantenimiento también puede explicarse con el modelo 
transteórico (42). Si antes realizaban actividad física y se encontraban ya en una etapa de 
mantenimiento de esa conducta; durante el confinamiento, la realización de ejercicios se hubiera 
mantenido; sin embargo, también podría haber ocurrido una recaída. Por ejemplo, si un 
universitario realizaba ejercicios en un gimnasio y era motivado por sus pares, al cerrarse los 
gimnasios, ya no tendría lugar ni compañía para realizar sus actividades deportivas, volviendo al 
sedentarismo. 
Por otro lado, si los universitarios se encontraban en las primeras etapas del modelo transteórico 
(42), previas a la acción, todavía no estaban listos para cambiar. Así que probablemente hayan 
mantenido las costumbres pre-pandemia, respecto a sus hábitos alimentarios y práctica de 
actividad física. Sin embargo, los que sí tenían motivación, vieron en la pandemia una oportunidad 
para mejorar sus estilos de vida, al estar más tiempo en casa, podrían haberse dedicado a cocinar 
recetas saludables o empezar a realizar ejercicios en casa. Romero et al. realizaron un estudio 
en universitarios en España y observaron un incremento significativo en los días en que los 
universitarios realizaban actividad física moderada e intensa, además del número total de minutos 
por semana. En la muestra de estos universitarios, el 21.6% se encontraba en una etapa de 
mantenimiento, el 41.3% en acción, el 23.9% en preparación, el 11.3% en contemplación y el 
1.9% en pre-contemplación (19). Es decir, como se encontraban en su mayoría en la etapa de 
acción, esto podría haberlos llevado a aumentar el tiempo de actividad física, probablemente 
motivados por los “influencers” en las redes sociales. 
La mediana del tiempo sentado fue de 6 horas en los universitarios encuestados, esta es una 
actividad sedentaria de importancia por las consecuencias negativas que podría conllevar. 
Patterson y colaboradores, sugieren que estar sentado por encima de 6-8 horas incrementaría el 
riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (107). Se ha observado en estudios previos 
un incremento de las actividades sedentarias en estudiantes universitarios durante el 
confinamiento (106,108). Actividades como ver televisión y el uso de la computadora o táblet, 
fueron asociadas con un mayor riesgo de consumir productos ultraprocesados (109). 
 
31 
 
En cuanto al estrés percibido, los puntajes obtenidos se encontraron en las categorías moderado 
y severo. Esto es coincidente con estudios realizados en Estados Unidos en universitarios, donde 
se pudo observar un incremento del estrés percibido en el contexto de la COVID-19 (46,47). Los 
principales estresores, identificados en estudios previos, son una mayor duración de la 
cuarentena, miedo a infectarse, infodemia, problemas financieros, miedo a perder a un ser 
querido, entre otros (7,8). 
Al analizar los resultados del presente estudio, no se observó relación entre las variables hábitos 
alimentarios y el nivel de estrés percibido, lo cual puede ser explicado porque los universitarios 
podrían tener un diferente manejo del estrés; así mismo, no todos consumirían “comfort food” en 
situaciones de estrés. Estos resultados difieren con lo observado por Choi, en cuyo estudio 
realizado en universitarios de Corea del Sur sí se encontró relación significativa entre las variables 
estrés y hábitos alimentarios (44). Sin embargo, nuestros resultados son similares a los 
encontrados por Shen y colaboradores en estudiantes universitarios en Estados Unidos, en donde 
no se encontró relación estadísticamente significativa entre el estrés percibido y la elección de 
alimentos saludables (110). 
En la presente investigación, no se observó relación significativa entre las variables de actividad 
física y estrés. Esto difiere con lo encontrado por Deng y colaboradores en un estudio en 
universitarios chinos, el estado mental estuvo correlacionado con el ejercicio. Los estudiantes que 
realizaban ejercicio de manera regular, tuvieron menores puntajes de depresión, ansiedad y 
estrés (45). Sin embargo, nuestros resultados se podrían explicar debido a que el tiempo en que 
se realizó la recolección de datos era la primera ola del COVID-19 en el Perú, se tomó un principal 
cuidado en la limpieza como medida de prevención. Se consideró a las tareas domésticas de 
limpieza y desinfección como “actividad moderada”, teniendo un puntaje mayor y alcanzado la 
categoría de nivel de actividad física alto. Sin embargo, por el confinamiento, infodemia, pérdida 
de algún ser querido, el estrés percibido se siguió manteniendo en niveles también altos. 
En este estudio, no se encontró relación estadísticamente significativa entre las variables hábitos 
alimentarios y actividad física con el estrés percibido en los estudiantes universitarios 
encuestados durante la cuarentena por la pandemia COVID-19. Situación que podría ser 
explicada porque los universitarios perciben y manejan el estrés de manera diferente. Deacuerdo 
a la Health Theory of Coping (36), la alimentación emocional y la práctica de ejercicios van a ser 
solo algunas formas de manejar el estrés, pero existen otras estrategias saludables (técnicas de 
respiración, apoyo social y profesional) y no saludables (agresión, uso de sustancias, beber 
alcohol, autolesión). Otro motivo, por el cual no se halló relación, podría ser la heterogeneidad de 
 
32 
 
la muestra, los encuestados fueron de diversas áreas académicas y de diferentes zonas de 
residencia. 
Además, para la muestra estudiada, el estrés percibido podría estar relacionado con otras 
variables, que en este estudio no se tomaron en consideración, como el nivel socioeconómico, el 
tiempo y la calidad de sueño, la carga laboral u otros. Sin embargo, lo hallazgos encontrados en 
este estudio, nos dan una idea de cómo fueron los hábitos alimentarios, actividad física, nivel de 
estrés durante el inicio de la COVID-19 en el grupo de universitarios. Destacando principalmente 
los hábitos alimentarios no saludables y el nivel de estrés percibido moderado y severo, en la 
mayoría de los estudiantes encuestados. Estos comportamientos inadecuados podrían seguirse 
manteniendo y se necesitaría de programas nutricionales y psicológicos para prevenir 
enfermedades crónicas no transmisibles. 
Entre las limitaciones encontradas al realizar la presente investigación, está el método de 
recolección de datos. A pesar de que las encuestas virtuales, facilitan la recolección de la 
información, debido a la velocidad en la que se tiene las respuestas, no todos los participantes 
llenaron la encuesta conscientemente. Del total de 170 encuestas llenadas, el 4.1% (n=7) de las 
encuestas fueron eliminadas por tener respuestas incoherentes. Y dos encuestas, luego de la 
revisión, se observó que habían colocado en el “tiempo sentado”, “12872318293 horas” y “0 
horas”. No se eliminaron, debido a que el tiempo sentado no se toma en consideración para 
determinar los METS/min/sem, es solo un dato complementario, pero se consideró como valores 
perdidos. El uso de recursos virtuales facilitó la recolección datos, pero no se pudo controlar estos 
factores. 
 
 
 
 
 
 
33 
 
VII. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 
Conclusiones 
• La muestra de universitarios del presente estudio tenía en su mayoría hábitos alimentarios 
no saludables (64,4%) durante la cuarentena por la pandemia COVID-19; entre los cuales 
destacan el consumo de bebidas alcohólicas, las bebidas con cafeína, la adición de sal a 
las comidas ya preparadas, consumo frecuente de productos azucarados y omitir comidas 
principales como el desayuno y la cena. 
• Un gran porcentaje de los estudiantes universitarios participantes se encontraba en las 
categorías de nivel de actividad física moderado (23,3%) y alto (44,2%). La mediana del 
tiempo de actividad física a la semana fue de 270 minutos (RIC: 495), siendo mayor en 
hombres que en mujeres. Los hombres fueron los únicos que manifestaron realizar 
actividad física vigorosa, siendo la mediana 2 días a la semana. 
• Los universitarios tuvieron puntajes altos en la escala de estrés percibido, 
categorizándolos en nivel de estrés moderado (38%) y severo (62%). No hubo ninguno en 
el nivel leve de estrés. El promedio del puntaje de la escala de estrés percibido para el 
total de la muestra fue de 40,1 ± 8,03, siendo mayor en las mujeres que en los hombres. 
• Entre las variables hábitos alimentarios y el estrés en universitarios durante la cuarentena 
por la pandemia COVID-19 no se encontró relación estadísticamente significativa; sin 
embargo, se destaca que dentro de los que presentaron estrés severo y moderado, más 
de la mitad tuvieron hábitos alimentarios no saludables. 
• Al determinar la relación entre el nivel de actividad física y el estrés en universitarios 
durante la cuarentena por la pandemia COVID-19, no se encontró relación 
estadísticamente significativa. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
 
Recomendaciones 
 
A las autoridades de la oficina de bienestar universitario 
• Entre los hallazgos encontrados en este estudio, se destaca principalmente los hábitos 
alimentarios no saludables y el nivel de estrés percibido moderado y severo, en la mayoría 
de los estudiantes encuestados. Comportamientos que podrían seguirse manteniendo, a 
medida que se encuentran nuevas variantes del SARS-CoV-2, se necesitaría de 
programas educativos sobre nutrición, actividad física y manejo del estrés para prevenir 
enfermedades crónicas no transmisibles. 
• La reapertura el gimnasio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos se debería 
hacer paralelamente al regreso a las clases presenciales, dando conocer a través de las 
redes sociales de la universidad, los deportes que se ofrecen. 
• Además, se recomendaría que no solo haya un gimnasio en la sede principal, sino también 
realizar anexos en las sedes donde se encuentran las demás facultades (Farmacia y 
Bioquímica, Medicina, Medicina Veterinaria e Ingeniería Agroindustrial). También se 
podría optar por clases virtuales de ejercicios para descentralizar lo servicios ofrecidos y 
que sea en bienestar de toda la población universitaria. 
A los universitarios 
• La pandemia del COVID-19, también puede ser vista como una oportunidad para Iniciar o 
mantener buenos estilos de vida; realizar recetas saludables en compañía de la familia o 
acondicionar un pequeño espacio en casa para realizar ejercicios. 
• Buscar ayuda profesional si siente que las estrategias de manejo de estrés que está 
utilizando en este contexto, están siendo nocivas para su salud (alimentación emocional, 
distanciamiento social, autolesión, ideas de suicidio, etc.). 
A los investigadores 
• Se recomendaría seguir realizando estudios en el mismo grupo poblacional para evaluar 
su evolución y/o adaptación dentro de este contexto. 
• Indagar sobre el aspecto económico, condición laboral, para poder entender mejor a las 
variables hábitos alimentarios, actividad física y estrés en la población universitaria. 
 
 
 
 
35 
 
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
 
 
 
 
 
36 
 
 
 
 
 
37 
 
 
 
 
 
 
38 
 
 
 
 
 
39 
 
 
 
 
40 
 
 
 
 
41 
 
 
 
 
 
42 
 
 
 
 
 
43 
 
 
 
 
 
44 
 
IX. ANEXOS 
ANEXO 1: Consentimiento informado 
 
 
 
 
 
45 
 
 
ANEXO 2: Cuestionario virtual 
 
 
 
46 
 
 
II.CUESTIONARIO DE HÁBITOS ALIMENTARIOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
47 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
48 
 
 
III.FRECUENCIA DE CONSUMO DE ALIMENTOS (FCA) 
Marca una casilla por cada fila 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
49 
 
IV.CUESTIONARIO INTERNACIONAL DE ACTIVIDAD FISICA (IPAQ) 
 
Traducción de International Physical Activity Questionnaire (versión corta) (69) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
50 
 
 
V.CUESTIONARIO DE ESTRÉS EN ESTUDIANTES UNIVESITARIOS 
 
Escala de Estrés Percibido -14 ÍTEMS 
 
Traducción de Perceived Stress Scale (Cohen, Kamarck y Mermelstein)(79,80) 
 
 
 
 
 
 
 
51 
 
 
ANEXO 3: Cálculo de validación de expertos del cuestionario de 
hábitos alimentarios 
 
Cálculo de Validación de Expertos: Cuestionario de Hábitos Alimentarios 
dirigido a los estudiantes universitarios 
Método: Coeficiente de Proporción de Rangos 
 
 
 
 
Items Juez1 Juez2 Juez3 Suma/Juez Promedio CPRi Pe CPRic 
1 4 2 4 10 3.33 0.8333 0.03704 0.79630 
2 3 4 4 11 3.67 0.9167 0.03704 0.87963 
3 4 4 3 11 3.67 0.9167 0.03704 0.87963 
4 4 4 4 12 4.00 1.0000 0.03704 0.96296 
5 4 4 4 12 4.00 1.0000 0.03704 0.96296 
6 4 2 2 8 2.67 0.6667 0.03704 0.62963 
7 4 4 2 10 3.33 0.8333 0.03704 0.79630 
8 4 4 3 11 3.67 0.9167 0.03704 0.87963 
9 4 2 2 8 2.67 0.6667 0.03704 0.62963 
10 4 2 2 8 2.67 0.6667 0.03704 0.62963 
11 4 4 4 12 4.00 1.0000 0.03704 0.96296 
12 4 4 3 11 3.67 0.9167 0.03704 0.87963 
13 4 4 4 12 4.00 1.0000 0.03704 0.96296 
14 4 4 4 12 4.00 1.0000 0.03704

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