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INTELIGENCIA EMOCIONAL

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INTELIGENCIA EMOCIONAL Y SU APLICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES
Rivera, Paola 
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La inteligencia emocional es la capacidad que tiene un individuo para adaptarse e interaccionar con el entorno a raíz de sus propias emociones. Por lo tanto, el desarrollo de esta inteligencia no implica regular las emociones, sino tener la capacidad de poder hacerlo, y para ello es necesario aprender ciertas habilidades prácticas, conocidas como competencias emocionales.
Para desarrollar la inteligencia emocional es necesario conocer determinadas competencias sobre las que se apoyan 5 habilidades prácticas. La clasificación consta de dos áreas diferentes:
ü Inteligencia intrapersonal: Corresponde a las competencias personales y origina tres habilidades prácticas características:
1. La autoconciencia. Nos comunica lo que pasa en nuestro cuerpo, lo que sentimos. De esta capacidad se desprenden:
· La conciencia emocional
· La autovaloración
· La confianza en uno mismo
2. El control emocional. Permite regular la manifestación de una emoción o modificar un estado anímico y su exteriorización, y da pie a otras capacidades:
· El autocontrol
· La confiabilidad
· La integridad
· La adaptabilidad
· La innovación
3. La motivación. Es la capacidad de motivarse a uno mismo y a los demás, y genera otras cualidades:
· El logro
· El compromiso
· La iniciativa
· El optimismo
ü Inteligencia interpersonal: Hace referencia a las competencias sociales, y origina dos habilidades prácticas características:
4. La empatía. Es una cualidad que nos permite entender lo que sienten los demás, apreciando cada situación desde su propia perspectiva. De ella se desprenden:
· La comprensión de los demás
· La orientación al servicio
· El aprovechamiento de la diversidad
· La conciencia política
5. Las habilidades sociales. Tienen que ver con el liderazgo, la popularidad y la eficacia interpersonal, y son muy útiles a la hora de ejercer tareas propias del trabajo en equipo como resolver disputas, persuadir, negociar o dirigir. Las cualidades que aportan son:
· La influencia
· La comunicación
· La resolución de conflictos
· La catalización del cambio
· El liderazgo
La inteligencia emocional en las organizaciones
Durante mucho tiempo, los mismos procesos basados en las pruebas del coeficiente intelectual se han seguido utilizando a la hora de medir la excelencia en el puesto de trabajo, pero la preparación técnica y académica ha dejado de ser un factor crucial. Hoy en día, además de los requisitos puramente académicos, también entran en juego otros aspectos emocionales que la empresa valorará a la hora de encontrar a la persona idónea:
· Que se ajuste al estilo propio de la empresa: personas acordes con las funciones que van a desempeñar (con habilidades sociales si se trata de un puesto de cara al público, resolución de problemas para la atención al cliente, etc.).
· Que se ajuste a los valores sociales actuales: dinamismo, proactividad, resolución de conflictos, etc.
· El modelo de los “Cuatro Pilares”
Este modelo teórico desarrollado por Cooper y Sawaf está pensado para el ámbito organizacional de las empresas, y divide el conocimiento emocional en “Cuatro pilares” básicos:
Conocimiento emocional o alfabetización emocional
Hace referencia a la intuición y a la capacidad de distinguir cada sentimiento, para actuar así en consecuencia. Reconociendo las emociones, se pueden también dirigir las acciones de la conducta con éxito, y así lo avalan muchos altos ejecutivos que han tomado su intuición como pauta de inicio para la toma de decisiones.
Aunque este comportamiento pueda parecer lógico a priori, los métodos de autoconocimiento nunca han sido muy valorados por las instituciones, que basan los éxitos en un modelo analítico, de medidas cuantificables.
Aptitud emocional o agilidad emocional
Por aptitud emocional entendemos la posibilidad que tiene todo ser humano de crear y fomentar en sí mismo habilidades, cualidades y características
emocionales favorables. Gracias a la aptitud es posible crecer emocionalmente y aprender de los errores (propios y ajenos), incrementando así el entusiasmo en el trabajo y la posibilidad de enfrentarse a los retos y dificultades de forma satisfactoria.
Profundidad emocional
Guarda relación con el esfuerzo consciente y deliberado por conocer y corregir las debilidades, armonizando la vida laboral y la cotidiana. Este pilar está estrechamente vinculado con la moral personal y la ética.
Alquimia emocional
Según Cooper y Sawaf, la alquimia es: “Cualquier facultad o proceso de transmutar una sustancia común considerada de poco valor, en cosas de gran valor”. Si aplicamos este concepto dentro del contexto de la inteligencia emocional, se puede deducir que con un correcto manejo de las emociones, se pueden lograr transformaciones que beneficien tanto al trabajador como al resto del equipo.
La importancia del líder
Para que la inteligencia emocional se desarrolle plenamente en el ámbito de las organizaciones, es vital que se impliquen los miembros más altos de la jerarquía empresarial. Tradicionalmente, se ha visto al líder como una figura que ha conseguido el éxito profesional gracias a su raciocinio y capacidad de argumentación, pero la competencia emocional apela también a la importancia de la ilusión, la imaginación y el deseo.
Como conclusión, podemos afirmar que la inteligencia emocional proporciona un beneficio doble: por un lado, contribuye a mejorar el bienestar y la felicidad de los trabajadores, y por otro, estimula la productividad en las
Gordon, Marianyela
C.I: 26.858.051
1. ¿Qué es la Inteligencia Emocional?
Bar On (1997) define la Inteligencia Emocional como “la capacidad de entender y encaminar nuestras emociones para que estas trabajen para nosotros y no en contra, lo que nos ayuda a ser más eficaces y a tener éxito en distintas áreas de la vida”.
Por otra parte, Goleman (1995) define la Inteligencia Emocional como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”.
Asi, podemos identificar dos bloques: La capacidad para la auto-reflexion que abarca la identificación de las propias emociones con el fin de regularlas de forma apropiada y La habilidad para reconocer lo que los demás están pensando y sintiendo, lo cual abarca las habilidades sociales, al empatía, asertividad, la comunicación no verbal, entre otras.
2. ¿Por qué es importante la Inteligencia Emocional?
Aprender a gestionar las emociones se ha convertido en un elemento esencial en la educación de las personas, pero esto no siempre ha sido así. No hace mucho, este era un tema bastante desconocido a nivel científico y psicológico. En la actualidad se ha ido implementando un proceso de "alfabetización" relacionada con la inteligencia emocional. Cada vez hay más elementos que nos pueden ayudar a comprender el mundo de las emociones, cada vez hay mas libros, investigaciones sobre neurociencia que aportan información.
Todo esto ha ocurrido porque se ha descubierto que la Inteligencia Emocional es clave para el aprendizaje, lo condiciona. Las emociones dirigen la atención, influyen en la memoria y en la motivación. Todo el campo de investifacion de la neurociencia esta dando referendos y apoyos científicos que demuestran la importancia de las emociones hoy en dia.
Actualmente la competencia emocional es una capacidad muy valorada por las empresas en estos momentos, y de hecho numerosos estudios han mostrado que una de las competencias fundamentales en la consecución del éxito profesional es la Inteligencia Emocional.
3. ¿Qué es una Organización?
Según Koontz y Weihrich (1999), una organización está definida como la identificación, clasificación de actividades requeridas, conjunto de actividades necesarias para alcanzar objetivos, asignación a un grupo de actividades a un administrador con poder de autoridad, delegación, coordinación, y estructura organizacional.
Por otra parte, según Chiavenato (1999), las organizaciones son extremadamente heterogéneas y diversas, cuyotamaño, características, estructuras y objetivos son diferentes.
Señala que una organización existe sólo cuando:
· Hay personas capaces de comunicarse.
· Están dispuestas a actuar conjuntamente (disposición de sacrificar su propio comportamiento en beneficio de la asociación).
· Para obtener un objetivo común.
Las organizaciones existen para que los miembros alcancen objetivos que no podrían lograr de manera aislada debido a las restricciones individuales. En consecuencia, las organizaciones se forman para superar estas limitaciones.
En conclusión, una organización es un sistema en el que un grupo de personas se interrelacionan entre sí para alcanzar metas y lograr objetivos planteados.
4. La Inteligencia Emocional aplicada en las Organizaciones:
Conduce a hacer grupos humanos de alto desempeño, lo cual ha tenido un gran éxito y reconocimiento a nivel internacional aplicando los cinco pasos de la evolución:
a) Generar un ambiente sano a nivel de estrés, automatizando los procesos que generan ansiedad o problemas internos por el exceso de trabajo en tareas que no dan un valor agregado.
b) Cuidar los niveles de comunicación entre los miembros de la Organización, ya que la comunicación son los mapas que forman la realidad y estos mapas deberán ser interpretados por cada una de las partes es esquemas de comunicación que construyen, no critican ni destruyen el punto de vista de uno o del otro.
c) Hacer un excelente trabajo en equipo. Esto es que los miembros de la organización tengan metas compartidas y que sumen la competencia de talento de cada una de las personas que están trabajando en la Organización.
d) Llevar a cabo un sistema de motivación ascendente.
e) Innovación. Todo trabajo que empieza a ser tedioso hace perder el interés y ánimo de los participantes. El éxito llega entonces cuando formamos empresas que quieren lograr una mejora continua a través de la innovación.
Durante mucho tiempo, los mismos procesos basados en las pruebas del coeficiente intelectual se han seguido utilizando a la hora de medir la excelencia en el puesto de trabajo, pero la preparación técnica y académica ha dejado de ser un factor crucial.
Hoy en día, además de los requisitos puramente académicos, también entran en juego otros aspectos emocionales que la empresa valorará a la hora de encontrar a la persona idónea:
· Que se ajuste al estilo propio de la empresa: personas acordes con las funciones que van a desempeñar (con habilidades sociales si se trata de un puesto de cara al público, resolución de problemas para la atención al cliente, etc.).
· Que se ajuste a los valores sociales actuales: dinamismo, proactividad, resolución de conflictos, etc.
5. El modelo de los “Cuatro Pilares”:
Este modelo teórico desarrollado por Cooper y Sawaf está pensado para el ámbito organizacional de las empresas, y divide el conocimiento emocional en “Cuatro pilares” básicos:
1- Conocimiento emocional o alfabetización emocional: Hace referencia a la intuición y a la capacidad de distinguir cada sentimiento, para actuar así en consecuencia. Reconociendo las emociones, se pueden también dirigir las acciones de la conducta con éxito, y así lo avalan muchos altos ejecutivos que han tomado su intuición como pauta de inicio para la toma de decisiones. Aunque este comportamiento pueda parecer lógico a priori, los métodos de autoconocimiento nunca han sido muy valorados por las instituciones, que basan los éxitos en un modelo analítico, de medidas cuantificables.
2- Aptitud emocional o agilidad emocional: Por aptitud emocional entendemos la posibilidad que tiene todo ser humano de crear y fomentar en sí mismo habilidades, cualidades y características emocionales favorables. Gracias a la aptitud es posible crecer emocionalmente y aprender de los errores (propios y ajenos), incrementando así el entusiasmo en el trabajo y la posibilidad de enfrentarse a los retos y dificultades de forma satisfactoria.
3- Profundidad emocional: Guarda relación con el esfuerzo consciente y deliberado por conocer y corregir las debilidades, armonizando la vida laboral y la cotidiana. Este pilar está estrechamente vinculado con la moral personal y la ética.
4- Alquimia emocional: Según Cooper y Sawaf, la alquimia es: “Cualquier facultad o proceso de transmutar una sustancia común considerada de poco valor, en cosas de gran valor”. Si aplicamos este concepto dentro del contexto de la inteligencia emocional, se puede deducir que con un correcto manejo de las emociones, se pueden lograr transformaciones que beneficien tanto al trabajador como al resto del equipo.
6. Importancia de la Inteligencia Emocional en las Organizaciones:
Como conclusión, podemos afirmar que la inteligencia emocional proporciona un beneficio doble: por un lado, contribuye a mejorar el bienestar y la felicidad de los trabajadores, y por otro, estimula la productividad en las empresas y organizaciones, sean del tipo que sean.
Hay que tomar en cuenta el factor del ambiente laboral, ya que cierto personal colaborador en un área de atención al cliente que carece de habilidades necesarias para desempeñar su labor ocasionara una deficiencia en el trabajo y puede ser causa de un conflicto laboral.
La necesidad de contar con un líder que sea capaz de dominar sus emociones es primordial, ya que tener un elemento de tal categoría a mando ocasionara que los colaboradores tengan un buen desempeño en su área de trabajo.
Un buen líder que cuente con una buena Inteligencia Emocional será capaz de reconocer sus emociones y gestionarlas adecuadamente, y con esto lograr una buena empatía con los colaboradores que estén a su cargo para que estos se sientan satisfechos y que realicen sus labores adecuadamente y evitar cualquier conflicto que se puede llegar a presentar, ya que si no hay un buen líder ocasionara problemas y puede llegar haber mucho ausentismo o rotación de personal dentro de la empresa u organización.
Cuando el colaborador se siente apoyado o que de verdad le interesa a la empresa u organización, este se sentirá comprometido con su trabajo y podremos evitar cualquier situación que pueda afectar con el desempeño de sus labores.
Un buen líder sabrá crear buenas estrategias para aliviar las emociones que estén alteradas de algún colaborador, mostrara empatía con los sentimientos de la persona y con esto atraerá su atención y de esta manera conversar de temas más positivos y servirá como distracción y será beneficioso para el colaborador.
En base a todo lo anterior mencionado podemos concluir que el grado de Inteligencia Emocional adquirida por un colaborador es esencial para tener un buen desempeño dentro de la empresa u organización en la que estemos laborando.
7. Referencias Bibliográficas:
· Díaz, M (2014). El tercer gran modelo de Inteligencia Emocional: Reuven Bar-On. https://miguelangeldiaz.net/el-tercer-gran-modelo-de-inteligencia-emocional-reuven-bar-on/
· Chiavenato, I (1999). Administración de Recursos Humanos. Editorial: Mc Graw Hill. 5ta Edición. https://ucipfg.com/Repositorio/MAES/MAES-08/UNIDADES-APRENDIZAJE/Administracion%20de%20los%20recursos%20humanos(%20lect%202)%20CHIAVENATO.pdf
· Zavala, M (2019). La Inteligencia Emocional aplicada en las Organizaciones, los cinco pasos de la evolución. Revista: Business Travel Magazine. https://businesstravelmagazine.com.mx/entrevistas/la-inteligencia-emocional-aplicada-en-las-organizaciones-los-cinco-pasos-de-la-evolucion.html#:~:text=La%20inteligencia%20emocional%20aplicada%20en%20las%20organizaciones%20conduce,grupos%20humanos%20de%20alto%20desempe%C3%B1o.&text=Esto%20es%20que%20los%20miembros,est%C3%A1%20trabajando%20en%20la%20organizaci%C3%B3n.
· (2018). La inteligencia emocional: concepto y aplicación en las organizaciones. Revista: Divulgación Dinámica. https://www.divulgaciondinamica.es/blog/la-inteligencia-emocional-concepto-aplicacion-las-organizaciones
Yulianis Echegaray
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Son estructuras administrativas y sistemas administrativos creadas para lograr metas u objetivos con el apoyo de las propias personas, o con apoyo del talentohumano o de otras características similares. Son entidades sociales que permiten la asociación de personas que interactúan entre sí para contribuir mediante sus experiencias y relaciones al logro de objetivos y metas determinadas.
Están compuestas por personas naturales, tareas y administraciones que forman una estructura sistemática de relaciones de interacción, tendientes a producir bienes, servicios o normativas para satisfacer las necesidades de una comunidad dentro de un entorno, y así poder lograr el propósito distintivo que es su misión. Es un sistema de actividades conscientemente coordinadas formado por dos o más personas; la cooperación entre ellas es esencial para la existencia de la organización. Una organización sólo existe cuando hay personas capaces de comunicarse y que están dispuestas a actuar conjuntamente para lograr un objetivo común. Es un conjunto de cargos con reglas y normas de comportamiento que han de respetar todos sus miembros, y así generar el medio que permite la acción de una empresa. La organización es el acto de disponer y coordinar los recursos disponibles (materiales, humanos y financieros). Funciona mediante normas y bases de datos que han sido dispuestas para estos propósitos.
Inteligencia emocional
Es un constructo que se refiere a la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, discriminar entre diferentes sentimientos y etiquetarlos apropiadamente, utilizar información emocional para guiar el pensamiento y la conducta, y administrar o ajustar las emociones para adaptarse al ambiente o conseguir objetivos. Nos ayuda a entender de qué manera podemos influir de un modo adaptativo tanto sobre nuestras emociones como en nuestra interpretación de los estados emocionales de los demás. Este aspecto de la dimensión psicológica humana tiene un papel fundamental tanto en nuestra manera de socializar como en las estrategias de adaptación al medio que seguimos.
Pilares de la inteligencia emocional
Cooper, R. y Sawaf A. (1998) presentan un modelo de la inteligencia emocional sustentado en cuatro pilares. 1. Conocimiento emocional; 2. Aptitud emocional; 3. Profundidad Emocional; y 4. Alquimia emocional. A su vez cada uno de estos pilares de la inteligencia emocional tiene cuatro aptitudes, lo que arroja un total de dieciséis aptitudes emocionales, ellas son: El primer pilar comprende: honestidad emocional, energía emocional, reinformación emocional e intuición práctica. En el segundo pilar se encuentran: presencia auténtica, radio de confianza, descontento constructivo y flexibilidad y renovación. Pasando al tercer pilar están: potencial único y propósito,
compromiso, responsabilidad y conciencia, integridad aplicada e influencia sin autoridad. El cuarto y último pilar lo conforma el flujo intuitivo, el cambio de tiempo reflexivo, la percepción de oportunidad y la creación de futuro.
Inteligencia emocional aplicada a las organizaciones
Las organizaciones constituyen un conjunto de recursos y capacidades, siendo la gestión del conocimiento y la inteligencia emocional de gran importancia, para enfrentar los retos de estos nuevos tiempos. En cuanto al capital intangible de las organizaciones, puede decirse que resulta de un proceso de formación continua, apoyo y seguimiento, que proporciona el líder, lo cual le permite medir la potencia de la empresa, evaluando sus intangibles, entre ellos, las emociones de la organización, y con la comprensión de ambos potenciales, alcanzar resultados de negocios significativos. En este orden de ideas el valor de la organización dependerá del conocimiento organizativo, su gestión y de la capacidad que los trabajadores tengan para crear e innovar un futuro exitoso.
A medida que las organizaciones se desenvuelven en mercados más competitivos, comienzan a ser parte de la globalización, lo cual implica fuertes modificaciones en el estilo de gestión, por lo que, los trabajadores deberán desarrollar nuevas habilidades para adaptarse o mejor aún, destacarse. Para las organizaciones, conseguir al más brillante en algún ámbito es factible, pero encontrar al más apto es mucho más complicado ya que este último hace referencia tanto a la competencia técnica como a la inteligencia emocional. Cabe destacar, que un coeficiente intelectual superior o un alto nivel de experticia en una determinada área del conocimiento, sin capacidad para aceptar críticas, consejos y trabajar en equipo puede llegar a ser negativo para el éxito de la empresa actual.
De la misma manera, las dificultades que tienen algunos líderes, para hacer empatía con sus subordinados y transmitir los lineamientos de trabajo de la manera más eficaz posible, es otro punto de interés, lo cual se encuentra estrechamente relacionado con las aptitudes emocionales del mismo. La tarea del líder requiere una amplia variedad de habilidades personales, las aptitudes emocionales constituyen en general, según Goleman (1998), aproximadamente las dos terceras partes de lo que requiere para un desempeño exitoso. En el caso de los líderes sobresalientes, estos llegan al 80% y al 100%. En el mundo actual, con la nueva manera de hacer negocios, la Inteligencia Emocional cobra una gran importancia. El propósito central de la presente investigación consistió en analizar la relevancia de la Gestión del Conocimiento y la Inteligencia Emocional en las organizaciones, ya que la optimización de ambas categorías traduce en la práctica el desempeño superior de las mismas.
En este sentido, se observa que a través de la Inteligencia emocional se puede optimizar el desempeño personal, la comunicación y por consiguiente el clima laboral de una organización. Con la aplicación de las herramientas de Inteligencia Emocional
pueden disminuir los problemas que se presentan habitualmente en las empresas, tales como el ausentismo laboral y la rotación del personal, porque los trabajadores se sienten tomados en cuenta y como consecuencia de ello, aumentan la autoestima de los individuos, sus actitudes tendrán una tendencia positiva y habrá una mayor adaptabilidad a los procesos de cambio con un manejo adecuado de la incertidumbre.
El estilo de gerencia que toma en cuenta la inteligencia emocional propicia los cambios en la cultura de la organización, sobre todo cuando se trata de fusiones de empresas de culturas diferentes. Y se pueden solucionar conflictos con mayor facilidad y hasta prevenirlos; y por lo tanto se manejarán mejor las relaciones interpersonales y la integración de equipos de trabajo.
Los avances tecnológicos comunicacionales, aunado al nivel de conocimientos del personal que labora en las empresas trae consigo la necesidad de mejorar las oportunidades de potenciar no sólo la gestión del conocimiento sino igualmente el Coeficiente Emocional del personal. En estos tiempos de cambios veloces, a corto plazo, no será sólo imperante el Coeficiente Intelectual (CI), sino también el coeficiente emocional (CE), ya que la ciencia y la sociedad, necesita personas que se entiendan con los demás (Brockert y Braun 1998). Por otra parte, a pesar del potencial académico y la experiencia de los trabajadores; mientras más se quiere crecer una empresa u organización, mayor es la importancia que se le da a la formación de sus trabajadores, tanto en el área cognitiva como emocional.
Lo anteriormente expuesto trae consigo el manejo de elementos asociados a la dirección acertada con características de corte emocional, cobrando mayor importancia en empresas que cuentan una planta de líderes con fortalezas en el campo del conocimiento, comunicación, información y tecnología, los cuales, sin embargo, continúan aferrados al paradigma cuantitativo y lógico, por el predominio de profesionales formados y conducidos bajo por la lógica, capacidad verbal y razonamiento, con un inmenso potencial para la intuición, creatividad y emociones.
Existe un conjunto de competencias que son exclusivamente técnicas, como hablar y escribir bien un idioma o ser un buen profesional; pero, junto a estas, hay otras de caráctermás personal, son lo que Goleman (1999) ha llamado Inteligencia Emocional (IE), como: capacidad de relacionarse con los demás, hacer equipo con los pares homólogos o subordinados.
El autor sostiene que no se debe tener en cuenta sólo la inteligencia técnica; sino también la emocional, porque al final es necesario, relacionarse, negociar. La Inteligencia emocional es muy importante en el mundo empresarial y también en función de la dirección; un buen empresario y un buen líder, son aquellos capaces de aplicar esa inteligencia.
Con el proceso de transformación que viven las grandes empresas se ha hecho más evidente la necesidad de líderes dispuestos a ser facilitadores o agentes del proceso de cambio, partiendo de una perspectiva diferente que permita dirigir y coordinar las actividades que sean necesarias para apoyar a los que toman decisiones claves en
la organización. De modo que, el desarrollo de la Inteligencia Emocional entre el grupo de trabajadores con cargos de supervisión y gerenciales es de gran ayuda en momentos en que el cambio organizacional ha traído consigo inconformidad en una parte del personal, situación que debe ser manejada mediante la correcta utilización de las actitudes emocionales.
Según Goleman (1999) existen aptitudes emocionales, o capacidades aprendidas que dependen de la Inteligencia Emocional, las cuales son fundamentales para un desempeño laboral sobresaliente. Las aptitudes que se necesitan para el éxito pueden cambiar a medida que se asciende en la escala laboral. En las organizaciones más grandes los líderes necesitan un mayor desarrollo de éstas que los trabajadores de menor rango.
Entonces, debe darse por entendido que una fuerza de trabajo que pueda dar valor agregado en un mundo cada vez más competitivo, es cada vez más sofisticada ya que puede aprender de sus experiencias y desempeñarse en estándares cada vez más altos. Esta fuerza de trabajo deberá poseer un alto Coeficiente Emocional que le permita liderar en un mundo de rápidos y sorpresivos cambios.
Referencias bibliográficas
1. Goleman, D. (1995). La inteligencia Emocional. Por qué es más importante que el cociente intelectual. México: Javier Vergara.
2. Goleman, D. (1999). La Inteligencia Emocional en la Empresa. Argentina: Javier Vergara.
3. Brockert, S. y Braun G. (1996). Los test de Inteligencia Emocional: España: Ediciones Robin Book.
4. Colman, Andrew (2008). A Dictionary of Psychology (en inglés) (3 edición). Oxford University Press. 5. Munch, L. Fundamentos de la administración, p. 109
6. Cooper, R.K y Sawaf A. (1998). La inteligencia emocional aplicada al liderazgo y las organizaciones. Colombia: Editorial Norma.
7. Guerrero, F. Govea, M. Urdaneta, E. (2006) Análisis de la gestión del conocimiento y de la inteligencia emocional en las organizaciones. Venezuela
Gonzalo Perez
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La inteligencia emocional es un término asociado desde hace algún tiempo a las empresas. Más allá de modas pasajeras, la inteligencia emocional ha llegado al mundo laboral para quedarse. Las empresas demandan profesionales capaces de identificar y gestionar sus emociones propias y ajenas, con habilidades sociales y con capacidad de adaptación a las distintas situaciones.
Los departamentos de recursos humanos demandan profesionales, que además de contar con sólidos conocimientos, sean capaces de utilizar sus habilidades emocionales para desarrollar su labor profesional. A partir de la definición de Goleman, podemos intuir la importancia de la inteligencia emocional en el entorno laboral dominado por la globalización y la competitividad entre empresas:
Autoconciencia emocional
Conocerse a uno mismo es un punto clave de la inteligencia emocional en la empresa. Conocer tus propias emociones y saber gestionarlas. El hecho de no ser capaz de reconocerlas te deja completamente expuesto bajo unas emociones incontroladas.
La autorregulación
El hecho de saber manejar los sentimientos con la finalidad de controlarlos y que no se expresen de manera inapropiada es mediante la base de la autoconciencia emocional. Esta parte de la inteligencia emocional intrapersonal como es controlar los momentos de ira o irritabilidad es indispensable para las relaciones interpersonales.
La automotivación
Fijarse unos objetivos o metas y enfocar en ellos tus emociones hace que se mantenga viva la motivación ya que la atención se centra en ese objetivo final y no en los obstáculos que se presentan. Además, en este punto no puede faltar el optimismo y la iniciativa pese a que haya imprevistos.
la empatía
La empatía se basa en el conocimiento de las emociones en las otras personas. Estas emociones ajenas se pueden detectar por interpretación de señales que las personas expresan de forma inconsciente y, por tanto, las personas capaces de detectarlas establecen relaciones más estrechas con las personas con las que se relacionan. Los que experimentan la empatía son los que tienen mayores habilidades y competencias de la inteligencia emocional en la empresa.
Las habilidades sociales
La habilidad social es sinónimo de buena relación con los demás, lo que en muchos casos es imprescindible para una buena práctica laboral, ya que estas habilidades son los cimientos del liderazgo, popularidad y eficiencia interpersonal. Por tanto, hablamos de una habilidad que ayuda a interactuar con otras personas de manera efectiva y suave.
En resumen, la inteligencia emocional en la empresa es cada vez un factor más importante puesto que éstas se han dado cuenta de que parte del éxito comercial reside en el nivel de sus trabajadores a la hora de reconocer y controlar sus emociones y las de sus clientes. Además saber cómo expresar dichas emociones y saber manejarlas, no solo emociones positivas si no el estrés y ansiedad que pueda producir dichos sentimientos que pueden disminuir la calidad del trabajo a la compañía a la cual se le esta proveyendo.
Fabián Márquez Cochesa
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· ¿Qué es la inteligencia emocional?
Con el paso del tiempo, el concepto hermético de la inteligencia ligada únicamente al ámbito de la lógica y el pensamiento matemático, ha ido desapareciendo. En 1993, se abrió un debate sobre las distintas posibilidades que presenta el desarrollo cognitivo en cada persona, sentando las bases de la inteligencia emocional tal y como la conocemos ahora.
Desde este nuevo punto de vista, los famosos test estandarizados que miden el coeficiente intelectual no representan ni la inteligencia global de una persona, ni su posible potencial. Durante una de las charlas ofrecidas por TED (una importante ONG norteamericana para la difusión del conocimiento), Daniel Goleman, psicólogo y autor del libro Inteligencia emocional, dejó bien clara su postura respecto al CI: “La correlación entre el coeficiente intelectual y la empatía emocional, el sentir con la otra persona, es nula. Están controlados por distintas partes del cerebro”.
¿Cuál es el papel de las emociones en todo esto?, se deduce que la inteligencia emocional es la capacidad que tiene un individuo para adaptarse e interaccionar con el entorno a raíz de sus propias emociones. Por lo tanto, el desarrollo de esta inteligencia no implica regular las emociones, sino tener la capacidad de poder hacerlo, y para ello es necesario aprender ciertas habilidades prácticas, conocidas como competencias emocionales.
· ¿Cómo se aplica en las organizaciones?
Durante mucho tiempo, los mismos procesos basados en las pruebas del coeficiente intelectual se han seguido utilizando a la hora de medir la excelencia en el puesto de trabajo, pero la preparación técnica y académica ha dejado de ser un factor crucial. Hoy en día, además de los requisitos puramente académicos, también entran en juego otros aspectos emocionales que la empresa valorará a la hora de encontrar a la persona idónea:
a) Que se ajuste al estilo propio de la empresa: personas acordes con las funciones que van a desempeñar (con habilidades sociales si se trata de un puesto de cara al público, resolución de problemas para la atención al cliente, etc.
b) Que se ajustea los valores sociales actuales: dinamismo, proactividad, resolución de conflictos, etc.
Para que la inteligencia emocional se desarrolle plenamente en el ámbito de las organizaciones, es vital que se impliquen los miembros más altos de la jerarquía empresarial. Normalmente, se ha visto al líder como una figura que ha conseguido el éxito profesional gracias a su raciocinio y capacidad de argumentación, pero la competencia emocional apela también a la importancia de la ilusión, la imaginación y el deseo.
Podemos deducir que la figura del jefe tradicional no es capaz de dar respuesta al desarrollo emocional de sus trabajadores, y aunque la persona a cargo cuente con las dotes de mando apropiadas, la jerarquía ha dejado de ser el mejor mecanismo para dirigir la actividad empresarial. De esta forma, se hace necesario que el líder adquiera unos nuevos roles más acordes con la inteligencia emocional:
Visión: es fundamental que el líder sepa proporcionar el rumbo, la inspiración y el sentido que la empresa requiera, contagiando la ilusión y el entusiasmo al resto de los trabajadores.
Gestión del talento: con objeto de hacer realidad la visión, el líder debe ser capaz de motivar, atraer y retener. La estrategia debe renovarse cuando sea necesario para encauzar los esfuerzos de los trabajadores y lograr así los objetivos organizacionales.
Innovación: otra de las prioridades del líder consiste en favorecer el camino para que los trabajadores no se queden estancados en métodos más tradicionales, promoviendo así nuevas vías de mejora. El objetivo es que se valore y potencie el aprendizaje y la innovación, no solo la reducción de costes.
Coordinación y alianzas: las relaciones entre departamentos, áreas y funciones son cada vez más estrechas en el ámbito organizacional. En este sentido, el papel del líder es básico a la hora de facilitar la coordinación interna, especificando los roles y funciones de cada trabajador.
Valedor ético: la responsabilidad social cobra cada vez más importancia entre las organizaciones, y se exige que estas sean proactivas en este sentido. Hoy en día, el prestigio no se construye solo a base de enriquecimiento y éxito, sino también a través de la implicación social, por lo que el líder debe actuar de acuerdo a todas estas premisas éticas.
· Conclusión
Como conclusión, podemos afirmar que la inteligencia emocional proporciona un beneficio doble: por un lado, contribuye a mejorar el bienestar y la felicidad de los trabajadores, y por otro, estimula la productividad en las empresas y organizaciones, sean del tipo que sean.
Nemyani Gutiérrez
C.I: 27.260.069
Inteligencia emocional
Howard Gardner afirma que el ser humano posee varias competencias intelectuales relativamente autónomas. Estas competencias pueden ser consideradas como formas especiales de la inteligencia humana.
Las modalidades de la inteligencia humana son siete, según el modelo de las inteligencias múltiples propuesto por Gardner: “la inteligencia lingüística y lógico matemática, que de tantos privilegios gozan en las escuelas hoy en día; la inteligencia musical; la inteligencia espacial; la inteligencia cinestésico corporal; y dos formas de inteligencia personal, una que se dirige hacia los demás y otra que apunta hacia la propia persona.” (Gardner, 1998, 10). En cuanto a “las dos formas de inteligencia personal” contempladas en el modelo, la primera de éstas se dirige hacia los demás, es decir, hacia el exterior de la persona, y la otra, hacia su interior. “La inteligencia interpersonal permite al adulto hábil leer las intenciones y deseos –incluso aunque se hayan escondido– de muchos otros individuos y, potencialmente, de actuar con base en ese conocimiento”, mientras que la inteligencia intrapersonal está involucrada principalmente en el examen y conocimiento que un individuo tiene de sus propios sentimientos” (Gardner, 1998, 299).
Estas dos formas de inteligencia personal se fusionan para dar lugar a la inteligencia emocional, en el modelo de Daniel Goleman, quien establece que, la Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer los sentimientos propios y los de los demás, para así manejar bien las emociones y tener relaciones más productivas con quienes nos rodean
Asimismo, en otras palabras el término Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás. Inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas. Es un conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y competencias que determinan la conducta de un individuo. Este concepto, tiene un precursor en el concepto de Inteligencia Social del psicólogo Edward Thorndike (1920) quien la definió como “la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas”.
Por otro lado, es importante estar al tanto que las emociones nos guían a tomar decisiones y acciones en nuestra vida cotidiana aunque en el momento no nos damos cuenta. Las emociones están presentes en nuestro ámbito familiar, laboral y personal. Estas nos guían para enfrentar cualquier situación complicada y tareas complejas. De manera que, es significativo reconocer nuestras emociones en el momento que ocurren, porque estas son el reflejo de nuestra actitud a cualquier situación que se pueda llegar a presentar.
Daniel Goleman menciona que con cada emoción el organismo tiende a tener una respuesta:
Ira: La sangre fluye a las manos, y así resulta más fácil tomar un arma o golpear un enemigo; el ritmo cardíaco se eleva, lo mismo que el nivel de adrenalina, lo que garantiza que se podrá cumplir cualquier acción vigorosa.
Miedo: La sangre va a los músculos esqueléticos, en especial a los de las piernas, para facilitar la huida. El organismo se pone en un estado de alerta general y la atención se fija en la amenaza cercana. 
Felicidad: Aumenta la actividad de los centros cerebrales que inhiben los sentimientos negativos y pensamientos inquietantes. El organismo está mejor preparado para encarar cualquier tarea, con buena disposición y estado de descanso general.
Amor: Se trata del opuesto fisiológico al estado de “lucha o huye” que comparten la ira y el miedo. Las reacciones parasimpáticas generan un estado de calma y satisfacción que facilita la cooperación.
Sorpresa: El levantar las cejas permite un mayor alcance visual y mayor iluminación en la retina, lo que ofrece más información ante un suceso inesperado.
Disgusto: La expresión facial de disgusto es igual en todo el mundo (el labio superior torcido y la nariz fruncida) y se trataría de un intento primordial por bloquear las fosas nasales para evitar un olor nocivo o escupir un alimento perjudicial.
Tristeza: El descenso de energía tiene como objeto contribuir a adaptarse a una pérdida significativa (resignación).
En este mismo orden de ideas, se habla de los componentes de la inteligencia emocional que debemos aplicar:
 1. Conocer las propias emociones: La conciencia de uno mismo (el reconocer un sentimiento mientras ocurre) es la clave de la inteligencia emocional. Una mayor certidumbre con respecto a nuestras emociones es una buena guía para las elecciones vitales, desde casarse hasta optar entre un trabajo u otro.
2. Manejar las emociones: Se basa en la capacidad anterior. Las personas que saben serenarse y librarse de la ansiedad, irritación o melancolías excesivas se recuperan con mayor rapidez de los reveses de la vida.
3. Automotivación: Las personas que saben controlar la impulsividad y esperar para obtener su recompensa cumplen con sus objetivos y están conformes con sus logros.
4. Empatía: La capacidad para reconocer las emociones de los demás, saber qué quieren y qué necesitan es la habilidad fundamental para establecer relaciones sociales y vínculos personales.
5. Manejar las relaciones: Esto significa saber actuar de acuerdo con las emociones de los demás: determinan la capacidad de liderazgo y popularidad.
Inteligencia emocional en las organizacionesLa inteligencia emocional es una herramienta fundamental para el crecimiento de la vida profesional, para ser auténtico, demostrar y expresar los sentimientos sin egoísmo, sin temor a correr el riesgo frente a las decisiones de la vida y la manera de enfrentar los conflictos cotidianos. Se manifiesta en algunos rasgos, como saber escuchar, entender a las demás personas, aportar respuestas apropiadas a la solución de los problemas, resolver conflictos y superar las situaciones difíciles.
La inteligencia emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo, acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal. Las personas menos exitosas generalmente poseen un bajo coeficiente emocional y enfrentan algunas dificultades que constituyen un pesado lastre para lograr un adecuado desempeño, por ejemplo, aislamiento social, ansiedad y depresión, dificultad para la concentración y para fijar la atención en un asunto; agresividad que conduce a involucrase en conflictos; baja motivación y falta de energía emocional.
Para evitar estos efectos nocivos las organizaciones tienen la posibilidad de crear condiciones psicosociales que favorezcan la expresión de los sentimientos y las emociones y emprender acciones de capacitación destinadas a desarrollar la inteligencia emocional en el trabajo y no solamente las capacidades técnicas. Adicionalmente, pueden incorporar la variable emocional en los procesos de selección de personal, procurando vincular personas que muestren un adecuado equilibrio entre la razón y la emoción.
Del mismo modo, día con día las exigencias para los trabajadores son cada vez más y si no hay un buen control y manejo de las emociones el sistema inmunológico se debilita y es más probable adquirir una enfermedad física o emocional.
Igualmente, hay que tomar en cuenta el factor del ambiente laboral, ya que, si el personal que pertenece en un área de atención al cliente carece de habilidades necesarias para desempeñar su labor ocasionara una deficiencia en el trabajo y puede ser causa de un conflicto laboral.
Por lo que se necesita contar con un líder que sea capaz de dominar sus emociones, debido a que, tener un elemento de tal categoría a mando ocasionará que el personal tenga un buen desempeño en su área de trabajo. 
Un buen líder que cuente con una buena Inteligencia Emocional será capaz de reconocer sus emociones y gestionarlas adecuadamente, y con esto lograr una buena empatía con los trabajadores que estén a su cargo para que estos se sientan satisfechos, que realicen sus labores adecuadamente y evitar cualquier conflicto que se puede llegar a presentar, ya que, si no hay un buen líder ocasionara problemas y puede llegar a haber mucho ausentismo o rotación de personal dentro de la empresa u organización. Además, un buen líder sabrá crear buenas estrategias para aliviar las emociones que estén alteradas de algún empleado, mostrara empatía con los sentimientos de la persona, con esto atraerá su atención y de esta manera conversar de temas más positivos, servirá como distracción y será beneficioso para el trabajador.
Y, cuando el trabajador se siente apoyado o que de verdad le interesa a la empresa u organización, este se siente realmente comprometido con su trabajo y se puede evitar cualquier situación que afecte el desempeño de sus labores.
Se puede concluir, que el grado de Inteligencia Emocional adquirida por un empleado es esencial para tener un buen desempeño dentro de la empresa u organización en la que esté laborando. Así como, un buen líder debe contar con un buen manejo de esta para desempeñar el papel que le corresponde de una manera correcta. Siempre al sentir una emoción nuestro organismo va a tener una tendencia a actuar pero depende de nosotros gestionarla correctamente para evitar situaciones que nos afecte en el área laboral, no se trata de reprimir la emoción se trata de reconocerla en el momento que está pasando y convertirlo en algo que en vez de que nos afecte nos sirva para lo que estemos haciendo en ese momento. 
Thomás Rios
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La inteligencia emocional es la diferencia entre la intención que tienes de lograr tus metas y realmente lograrlas. Esto es, si tú hablas de una relación que te lleva a la felicidad, tu inteligencia emocional es la responsable de generar el diálogo que te lleva a tener una vida de vinculación y crecimiento continuo con la persona que amas. Si tú hablas de una carrera profesional exitosa, la inteligencia emocional es igual a prepararte intelectualmente para llevar a cabo las metas que quieres, integrando dentro de ti los conocimientos y habilidades de interconexión y de sumar a la gente que te rodea en niveles de voluntad que suman hacia esa excelencia en el trabajo que quieres llevar acabo.
La inteligencia emocional aplicada en las organizaciones conduce a hacer grupos humanos de alto desempeño. La manera en que hemos logrado esto en organizaciones que han obtenido un éxito y reconocimiento a nivel internacional es aplicando los cinco pasos de la evolución:
1-. Generar un ambiente sano a nivel de estrés, automatizando los procesos que generan ansiedad o problemas internos por el exceso de trabajo en tareas que no dan un valor agregado.
2-. Cuidar los niveles de comunicación entre los miembros de la organización, ya que de acuerdo a John Grinder, nuestra comunicación son los mapas que forman nuestra realidad y estos mapas deberán ser interpretados por cada una de las partes en esquemas de comunicación que construyen, no critican ni destruyen el punto de vista de uno o del otro.
3-. Hacer un excelente trabajo en equipo. Esto es que los miembros de la organización tengan metas compartidas y que sumen la competencia de talento de cada una de las personas que está trabajando en la organización.
4-. Llevar a cabo un sistema de motivación ascendente.
5- Innovación. Todo trabajo que empieza a ser tedioso hace perder el interés y ánimo de los participantes. El éxito llega entonces cuando formamos empresas que quieren lograr una mejora continua a través de la innovación.
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EL CAMBIO ORGANIZACIONAL
En el mundo moderno, con la nueva manera de hacer negocios, elementos como la IE cobran una importancia crucial.
A medida que las organizaciones se desenvuelven en mercados mas competitivos y dinámicos, reducen personal por reestructuraciones o comienzan a ser parte de la globalización lo que significa fuertes modificaciones en el estilo de gestión.
Debido a lo anterior, los empleados deberán desarrollar nuevas características para adaptarse o mejor aun destacarse.
Para las organizaciones, conseguir al mas brillante en algún ámbito es cuestión de tiempo y dinero, pero será mucho mas complicado encontrar al mas apto. Lo anterior significa competencia técnica e “inteligencia emocional”.
Es interesante destacar que un coeficiente intelectual superior o un alto nivel de pericia en una determinada materia pueden llegar a ser paradójicamente negativos para el éxito laboral en la empresa moderna. Lo anterior se explica por la común falta de capacidad de aceptar críticas, consejos y trabajar en equipo de las “estrellas”.
Análogamente, la dificultad que tienen los supervisores, jefes o gerentes para empatizar con sus subordinados y así poder transmitir los mensajes de la manera mas eficaz posible, es otro punto de interés. Lo anterior está estrechamente relacionado con el liderazgo.
· La empatía
Percibir lo que otros sienten sin decirlo es la esencia de la empatía. Rara vez el otro dirá con palabras lo que experimenta; en cambio, lo revela su tono de voz, su expresión facial y otras maneras no verbales. La capacidad de percibir esas comunicaciones sutiles nace de aptitudes más básicas, sobre todo del conocimiento de uno mismo y del autodominio. Si no podemos percibir nuestros propios sentimientos (o impedir que nos ahoguen)nos veremos irremediablemente fuera de contacto con las estados de ánimo ajenos.
Cuando falta esa sensibilidad, la gente queda descontenta. La falta de oído emocional conduce a la torpeza social, ya sea por haber interpretado mal los sentimientos ajenos, ya sea por una franqueza mecánica e inoportuna, o una indiferencia que aniquila la afinidad. Una de las formas que puede adoptar esta falta de empatía es tratar a los demás como si fueran estereotipos y no los individuos únicos que son.
La empatía requiere, cuanto menos, saber interpretar las emociones ajenas; en un plano más elevado, incluye percibir las preocupaciones o lo sentimientos del otro y responder a ellos. En el nivel más alto, la empatía significa comprender los problemas e intereses que subyacen bajo los sentimientos del otro.
Los elementos señalados son de gran importancia si deseamos crear ambientes de trabajo adecuados ya que, como lo señaláramos, las organizaciones modernas se basan fuertemente en la interacción entre las personas, grupos de trabajo, equipos de ventas, etc. Por otro lado que es más importante para un “buen” vendedor que interpretar los gustos y deseos de su cliente.
· La influencia
El arte de la influencia requiere manejar con efectividad las emociones ajenas. Los trabajadores estelares son diestros en la proyección de señales emocionales, lo cual los convierte en potentes comunicadores, capaces de dominar a un público. En pocas palabras, los convierte en líderes.
Poder influir sobre los demás no es un tema menor que tenga que ver necesariamente con las cuotas de poder a las que puedo acceder, sino mas bien sobre la forma en que puedo hacer que los demás compartan la visión del mundo, misión y objetivos de la organización.
· El contagio de las emociones
Cada uno influye en el estado de ánimo de los demás. Es perfectamente natural influir en el estado emocional de otro, para bien o para mal; lo hacemos constantemente, “contagiándose” las emociones como si fueran una especie de virus social. Este intercambio emocional constituye una economía interpersonal invisible, parte de todas las interacciones humanas, pero habitualmente es tan sutil que no se lo percibe.
Lo que vale para el íntimo intercambio de la psicoterapia no es menos válido en el taller, en la sala de directorio o en el invernáculo emocional de la vida oficinesca. Si transmitimos con tanta facilidad los estados de ánimo, eso se debe a que pueden ser señales vitales para la supervivencia. Nuestras emociones nos indican en qué concentrar la atención, cuándo prepararnos para actuar. Son captadores de atención, que operan como advertencias, invitaciones, alarmas, etcétera. Se trata de mensajes potentes, que transmiten información crucial sin poner necesariamente esos datos en palabras. Las emociones son un método de comunicación hipereficiente.
Tener claro esto nos permitirá explicar y eventualmente influir en situaciones de relaciones humanas en la organización que desembocan en modificaciones del nivel de productividad.
· Manejar las emociones ajenas
Esta estrategia aprovecha hábilmente el contagio emocional. Cada uno es parte del equipo emocional de los otros, para bien o para mal; estamos siempre activándonos mutuamente distintos estados emocionales. Este hecho ofrece un potente argumento contra la expresión desinhibida de sentimientos
tóxicos en el ambiente de trabajo. Por el lado bueno, los sentimiento positivos que nos inspira una empresa se basan, en gran medida, en lo que nos haga sentir la gente que representa a esa organización.
Los trabajadores más efectivos lo saben por instinto; utilizan naturalmente su radar emocional para percibir cómo reaccionan los otros y afinan su propia respuesta para impulsar la interacción en la mejor dirección posible.
Los mismos mecanismos cerebrales que se esconden bajo la empatía, permitiéndonos la sintonización emocional, son también los que abren el camino al contagio de los estados anímicos.
Las emociones influyen en el comportamiento de los empleados de las organizaciones. En el entorno organizativo, la Inteligencia Emocional está cobrando cada vez más importancia en las empresas. Esta ponencia profundiza en el concepto de Inteligencia Emocional, estableciéndose cierta discusión acerca de los argumentos de los partidarios y detractores de dicho tipo de Inteligencia. Para este trabajo También resulta de interés el estudio de la aplicación de la Inteligencia Emocional a la vida profesional, con especial detenimiento en el liderazgo, la motivación y el rendimiento.
Tras la revisión de la literatura realizada se confirma que, si bien no existe consenso sobre la definición de Inteligencia Emocional, se establece una definición integradora que sería válida para las organizaciones, en el ámbito de los recursos humanos, porque posibilita la adquisición de conocimientos suficientes, para la mejora en la dirección tanto de los pensamientos y acciones propias como las de los demás. Por otra parte, los argumentos de los partidarios de la Inteligencia Emocional tienen más peso que los esgrimidos por los detractores.
Los resultados del trabajo también permiten afirmar que es posible establecer, a nivel organizativo, una relación positiva entre, por un lado, el uso de la Inteligencia Emocional y, por otro lado, el liderazgo, la motivación y el rendimiento. Estos resultados suponen importantes implicaciones prácticas para mejorar la gestión de los recursos humanos, por parte de los directivos.

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