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__La Desintegración de la Unión Soviética_ El Fin de una Superpotencia y el Surgimiento de Nuevos Estados__

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**La Desintegración de la Unión Soviética: El Fin de una Superpotencia y el Surgimiento de
Nuevos Estados**
La desintegración de la Unión Soviética, ocurrida entre 1989 y 1991, fue un proceso
complejo que marcó el fin de la Guerra Fría y transformó drásticamente el panorama político
mundial. Este evento llevó al colapso de la superpotencia comunista y la creación de
nuevos estados independientes en Eurasia.
Varios factores contribuyeron al colapso de la Unión Soviética. En primer lugar, las reformas
lideradas por Mijaíl Gorbachov, como la "glasnost" (apertura) y la "perestroika"
(reestructuración), buscaban modernizar la economía y permitir una mayor apertura política.
Sin embargo, estas reformas también desencadenaron una serie de cambios que socavaron
la estabilidad del régimen.
Las repúblicas soviéticas, que habían experimentado décadas de control centralizado,
comenzaron a buscar mayor autonomía y expresión de sus identidades culturales y
nacionales. Los movimientos independentistas ganaron fuerza en repúblicas como Estonia,
Letonia, Lituania y otras regiones de la Unión Soviética. La independencia declarada por
estas repúblicas marcó el comienzo del proceso de desintegración.
El golpe de Estado de agosto de 1991 en Moscú, liderado por miembros conservadores del
Partido Comunista, intentó revertir las reformas de Gorbachov y restaurar el control
centralizado. Sin embargo, este intento fracasó y aceleró la desintegración, debilitando aún
más la autoridad central. Boris Yeltsin, presidente de la Federación Rusa, emergió como un
líder clave en la resistencia al golpe y en la transición hacia un nuevo orden político.
El 25 de diciembre de 1991, Mijaíl Gorbachov anunció su renuncia como presidente de la
Unión Soviética, marcando oficialmente el fin de la superpotencia. Al día siguiente, los
líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el Acuerdo de Belavezha, declarando la
creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y reconociendo la
independencia de las repúblicas que componían la antigua Unión Soviética.
La desintegración de la Unión Soviética tuvo implicaciones significativas en varios aspectos.
En el ámbito político, se establecieron nuevos estados independientes, y la Federación
Rusa emergió como su sucesora principal. A nivel económico, el proceso de transición de
una economía planificada a una economía de mercado presentó desafíos significativos y
llevó a cambios en la estructura económica de la región.
A nivel internacional, la desaparición de la Unión Soviética tuvo un impacto en la dinámica
de poder global. Estados Unidos se convirtió en la única superpotencia, y la Guerra Fría
llegó a su fin. Las relaciones internacionales experimentaron una reconfiguración, y la CEI
se convirtió en una entidad que buscaba coordinar políticas y actividades entre los estados
recién independizados.
La desintegración de la Unión Soviética también dejó cicatrices y desafíos en las repúblicas
independientes. Muchos países enfrentaron dificultades económicas, conflictos étnicos y
políticos, y el legado de décadas de control soviético dejó profundas huellas en la sociedad.
En resumen, la desintegración de la Unión Soviética fue un evento de gran magnitud que
transformó el escenario geopolítico y dejó una marca duradera en Eurasia y en las
relaciones internacionales. Este proceso marcó el fin de una era y el surgimiento de nuevos
estados soberanos en la región.

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