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emergencias s M P o s u M UTILIZACION DEL KETOROLACO EN EL TRATAMIENTO DEL DOLOR AGUDO. UNA ALTERNATIVA EN MEDICINA DE EMERGENCIA Juan C. Catalá Médico Adjunto. Servicio de Anestesiología-Reanimación y Terapéutica del dolor. Hospital General U niversitario. Valencia. Introducción La dificultad de analizar el dolor y sus consecuen cias en el contexto de la urgencia explica que no exis ta una solución milagrosa. La necesidad de combatir e.1 dolor mientras el-paciente es transladado, diagnostIcado, y se ponen en marcha las primeras medidas te rapéuticas es admitida por todos. Pero las modalida des de la analgesia en este contexto son muy discuti das ya que el dolor en urgencias es difícil de cuantifi car, y su expresión puede ser muy diferente según el paciente y las circunstancias. El dolor tiene una signi ficac.ión diagnóstica importante, puede ser el signo cardlllal de una patología, y también un índice de su evolución y de su gravedad. El primer objetivo de la analgesia en urgencias es calmar el dolor en grado suficiente para que ayude a controlar los síntomas secundarios sin enmascarar otros posibles síntomas propios del traumatismo o de la enfermedad. Las consecuencias neurológicas circu latorias, respiratorias o metabólicas del dolor pueden ser particularmente nefastas. Estos diferentes elemen tos subrayan la necesidad y la importancia de una eva luación médica de la situación y una elección razona da de las diferentes medidas que pueden utilizarse en función del tipo de lesión y de su estado general. La potencia analgésica del método utilizado debe ser proporcional al grado y evolución del dolor. La pauta analgésica debe prescribirse de acuerdo con las características del paciente, la lesión, con el grado de Correspondencia: Juan Carlos Catalá Bauset Servicie de Anestesiología-Reanimación y Terapéutica del Dolor Hospital General Universitario Avda. Tres Cruces, sin. 46014 Valencia dolor previsible y cumplirse. La vía será la que pro duzca la analgesia más rápida. Todas las medidas analgésicas deben acompañarse de medidas curativas de la causa del dolor y de medidas conductuales como inmovilización, postura, técnicas adecuadas de respi ración y movilización. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son adecuados para el tratamiento de dolores moderados o leves producidos por traumatismos y lesiones de te jidos tegumentarios (piel, articulaciones). Son de elec ción en los traumatismos craneofaciales, en los que los mórficos están contraindicados en primera instancia. Con frecuencia se utilizan AINE solos o asociados a benzodiacepinas obteniendo una analgesia limitada pero acompañada de una sedación y amnesia muy útil. El ketorolaco es una analgésico potente con una exce len�e solubilidad acuosa y no irrita los tejidos, carac tenstlcas que lo hacen especialmente útil para la ad ministración intravenosa. La principal experiencia clí nica en la utilización del ketorolaco se ha desarrolla do en el tratamiento del dolor agudo debido a: ciru gía, traumatismos, trastornos músculo-esqueléticos cólicos renales, aspectos semiológicos presentes habi� t�almente en pacientes atendidos en áreas de urgen CIas. Aplicación terapéutica El ketorolaco ha sido utilizado como analgésico en el postoperatorio para dolor leve moderado o severo estudiándose comparativamente con otros opiáceos; AINEs, y también valorando sus diferentes vías de ad ministración y efectos secundarios. Se ha utilizado por vía im, rectal, oral o iv., oral-im combinadas y tam bién por vía espinal e intraarticular para tratar el do lor producido por: colecistectomias, herniorrafias, la- Emergencias, Vol. 7, Núm. 2, Marzo-Abril 1995 71 22 minectomias, nefrectomías, histerectomía abdominal y vaginal, meniscectomia, fijación de fractura, ampu tación de dedo, desbridamiento de tejidos blandos, apendicectomía. Stanski et all administraron una dosis única de ke torolaco (30-90 mg) versus meperidina (50-100 mg) a 125 pacientes. El tiempo de comienzo y el efecto pico analgésico de ambos fue equivalente, pero la d'Jración de acción del ketorolaco fue sustancialmente mayor que la de la meperidina, en la línea de las conocidas vidas medias de estos agentes (5-6 horas para el keto rolaco vs 3-5 horas para la meperidina). La dosis ma yor de ketorolaco fue solo ligeramente más efcctiva que la menor durante las primeras tres horas después de su administración. Los perfiles de efectos secunda rios fueron similares. En un estudio multicéntrico realizado en el posto peratorio de 542 pacientesl la eficacia del ketorolaco 30 mg fue equivalente a 12 mg de morfina (promedio de intensidad de dolor, promedio de medicación ne cesitada, porcentaje de pacientes retirados por inade cuado control), y superior a 6 mg de morfina (prome dio de intensidad de dolor y promedio de medicación necesitada), pero con menos efectos adversos. En un estudio randomizado y doble ciego de 129 pa cientes intervenidos de cirugía abdominal mayor, 30 mg de ketorolaco fueron igual de efectivos que 100 mg de meperidina durante las primeras 8 11 de la inyec ción y la incidencia de efectos secundarios fue mayor con meperidina (18,8% vs 6.3%)3. En cirugía abdomi nal mayor ginecológica (histerectomía) el comienzo de la analgesia es similar tras morfina o ketorolaco im4.6, y la eliminación de dolor con dosis de 30 mg de keto rolaco es equivalente a dosis de 10 mg de morfina4. En diversos estudios se ha podido constatar el efec to ahorrador del ketorolaco en la dosis de opiáceos en tre 50%7 y 80%5 cuando se utiliza en cirugía abdomi nal ginecológica. En cirugía mayor abdominal alta (co lecistectomía)8, histerectomía9lO, y toracotomíall sue le ser insuficiente en el postoperatorio inmediato para proporcionar un nivel aceptable de analgesia y en esos casos deben utilizarse suplementos de opiáceos. Sin embargo, como permite utilizar dosis menores de opiáceos los efectos asociados a estos son menores. Es tudios randomizados, doble ciego en cirugía abdomi nal mayor baja constatan mejor calidad de la analge sia. superior capacidad cognitiva y bienestar cuando se utiliza ketorolaco como primer fármaco compara do con morfina7.ll. Existe acuerdo con pequeñas va riaciones. en que el ketorolaco es eficaz en los dolores moderados, que en el postoperatorio inmediato, con dolor importante es insuficiente administrarlo solo, que juega un papel importante dentro de la analgesia balanceada, que tiene un efecto ahorrador de los opiá ceos además de mejorar la calidad de la analgesia, y que en estos mismos casos es generalmente eficaz en el segundo día de postoperatorio. Aunque algunos au tores discrepan sobre la disminución de algunos efec tos adversos: nauseas, vómitos, comprueban la menor incidencia de apnealJ. El incremento postoperatorio de C02 fue mayor en el grupo control que recibió mayores dosis de morfi na iv. La analgesia producida tiene un efecto techo, y si se usa para suplementar a la morfina puede reducir la depresión respiratoria relacionada con éstal415. El ketorolaco utilizado por vía iv para el tratamien to del dolor agudo postoperatorio es muy eficaz y bien tolerado, produciendo disminución de la intensidad del dolor a los 5 minutos de su administraciónl5. Brown el al6 estudiaron un grupo de pacientes de ci rugía general, ortopédica y ginecológica que recibie ron anestesia general. Los pacientes fueron randomi zados para recibir ketorolaco 10 mg o 30 mg, y mor fina 2 mg o 4 mg, todo iv. Sus resultados mostraron una modesta eficacia de las dos dosis de ketorolaco así como de los 4 mg de morfina, todos superiores a los 2 mg de morfina. El comienzo de acción y dura ción de acción fue similar para los tres mejores gru pos. En todos los grupos la analgesia fue insuficiente. Debe tenerse en cuenta las circunstancias especiales que rodean a los pacientes en la sala de recuperación por su alteración del SNC y por la magnitudde su do lor. En diversos estudios realizados en cirugía ortopédi ca mayor y menor se ha demostrado un efecto bene ficioso del ketorolaco, aunque los mayores efectos fue ron la reducción en las dosis suplementarias de mor fina en la cirugía mayor y la mejor analgesia en la ci rugía menorl6. Cañadell et al obtuvo una eficacia si milar en cirugía ortopédica utilizando buprenorfina 0,3 mg o ketorolaco 30 mg ambos por via im cada 6 horas, pero el ketorolaco produjo menores efectos ad versosl). En otros trabajos se constató una eficacia si milar o mayor a la de diclofenaco a las dosis emplea das con cada fármaco, así como menos dolor a la in yección de ketorolacol819. Este último, en dosis únicas de 10 y 30 mg i m se ha mostrado más eficaz que la pentazozina en dosis de 30 mg im en pacientes con do lor post-traumático muy sever020 y también ha sido su perior en dosis 30 mg/6h al metamizol 2 g/6 h. El do lor de la cirugía ortopédica carece del componente vis ceral, es más localizado y se agrava con el movimien- 72 Emergencias. Vol. 7, Núm. 2, Marzo-Abril 1995 to antenuándose con el reposo, además están involu crados los mediadores de la inflamación por lo que es de esperar que los AINE y corticoides sean eficaces. La eficacia analgésica combinada con la falta de efectos depresores de la ventilación y la baja inciden cia de naúseas y vómitos sugiere que el ketorolaco puede ser un analgésico perioperatorio ideal en ciru gía pediátrica21• La administración de una dosis in traoperatoria de 0,9 mg/kg iv produce el mismo grado de analgesia en el niño que 0,1 mg/kg que morfina iv21, pero con una menor incidencia de vómitos. Watcha MF et al demostraron que 1 mg!kg de ketorolaco oral preoperatorio proporcionó una analgesia superior y más duradera que el acetaminofen oral 1 O mg/kg preo peratorio. Watcha MF et al concluyen que el ketoro laco intraoperatorio en niños proporciona una analge sia similar a la morfina pero con menor emesis, cons tituyendo una eficaz alternativa para la analgesia pro filáctica en niños sometidos a intervenciones progra madas21• En pacientes ancianos el ketorolaco ofrece similares analgesias que el p�paveretum sin efectos depresores centrales22• El dolor por atricción de tejidos blandos es tratado eficazmente con ketorolaco oral o tópico13. Además de la analgesia se produce una disminución de la hincha zón, como lo hacen los demás AINE tópicos; también se ha mostrado eficaz en procesos de etiología postrau mátical8. El dolor cólico, por distensión de fibra muscular lisa, en el seno de una litiasis renal es uno de los más severos dolores, ningún paciente aprecia tailto la eli minación del dolor como éstos. Oosterlink et al. estu dian la eliminación del dolor en pacientes con eviden cia radiológica de cálculo u obstrucción renal aguda, y en los que el dolor al menos fue moderado. Se ran domizaron para recibir 10,90 mg de ketorolaco o me peridina 100 mg im. El ketorolaco a dosis de 90 mg se mostró sustancialmente mejor que los de los otros dos grupos. El efecto más llamativo se apreció en el tiempo entre la administración inicial y la siguiente necesidad para la analgesia: 5 h para la meperidina, 6 h para 10 mg de ketorolaco y 11 horas para 90 mg de ketorolaco, con lo que éste se mostró más eficaz24• La medida de la presión del tracto biliar durante la colecistectomia no presentó cambios cuando se admi nistró ketorolaco a diferencia de cuando se adminis tró morfina im. Por lo tanto en determinadas situa ciones como endoscopia biliar retrógrada o cirugía del conducto biliar, la prevención del espasmo biliar es crucial para el éxito del procedimiento, y el ketorola co puede ser el fármaco de elección en estos casos25• Dosis y duración del tratamiento En España, la dosificación máxima recomendada por vía parenteral según la Dirección General de Far macia y Productos Sanitarios, es de 90 mg/día. La do sis de carga puede ser de 10-30 mg seguida de dosis equivalentes cada 4-6 horas según las necesidades del dolor, con un máximo de prescripción de dos días. Se debe individualizar la dosis en el paciente geriátrico con peso corporal menor de 50 kg o con insuficiencia renal o hepática. La dosis inicial recomendada por vía oral es de 10 mg con incrementos de 10 mg cada 4-6 horas hasta un máximo de 40 mg al día. En caso de paso de trata miento parenteral a oral la dosis diaria máxima com binada será de 90 mg para adultos y 60 para los an cianos. La duración máxima de tratamiento es de 7 días26• Efectos adversos El ketorolaco produce un aumento del tiempo de he morragia, sin importancia clínica en pacientes con una hemostasia normaJ27 revirtiendo sus efectos a las 24-48 h. de la interrupción de su administración. Aun que se han publicado pocos casos de hemorragia pe rioperatoria28 después de la administración de ketoro laco siempre nos debe guiar la prudencia en los casos que sean susceptibles de sangrado. Rubin P et a129 encuentran una frecuencia de úlcera péptica o sangrado gastrointestinal de 1,63% para el ketorolaco y de 1,11 % para la aspirina. Aunque no sea estadísticamente significativa la diferencia encontra da, ha sido recomendado asociar tratamiento de pro tección gástrica simultaneamente al empleo de ketoro laco. Tanto el ketorolaco como la aspirina incrementan los valores normales de creatinina sérica un 1,8% y un 1,2 respectivamente. Por lo tanto en pacientes con fa llo cardíaco, insuficiencia renal o tomando diuréticos debería monitorizarse la función renapo. Conclusiones El ketorolaco es un analgésico hidrosoluble con alta biodisponibilidad, eficaz y con una relación benefi cio/riesgo adecuada en el tratamiento del dolor agu do. La experiencia acumulada en el dolor postopera torio nos invita a utilizar la vía intravenosa por la fa cilidad de administración, excelente tolerancia, rapi dez de comienzo de acción, aspectos que podemos precisar en una situación de urgencia. La eficacia anal gésica y la ausencia de efectos depresores centrales y de la ventilación lo convierten en un analgésico ade- J. c. Cataló-EI ketorolaco en el tratamiento del dolor agudo 73 cuado cuando se trata de controlar los síntomas secun darios, permitiéndonos continuar con la evaluación clínica. Cuando la intensidad del dolor disminuye las diferencias con otros fármacos menos potentes se ha cen menos patentes, y la vía oral puede utilizarse te niendo en cuenta que tendrá un comienzo de acción más rápido que la vía im y una duración similar. Bibliografía 1. Slanski DR, Cherry C, Bradley R el al. Efficay of single doses of intramuscular ketorolac tromethamine compared with meperidi ne for postoperative pain. Pharmacotherapy 1990, 10 (6: 2): 40S-4S. 2. Brown CR, Mazulla JP, Mok MS, et al. Comparison of intramus cular ketorolac tromethamine and mortine sulfate for analgesia after major surgery. Pharmacotherapy 1990; (6: 2): 45S-50S. 3. Fosland B, Skulberg A, Halvorsen P, Helgesen KG. Placebo con trolled-comparison of single intramuscular doses of ketorolaco tromethamine and pethidine for postoperative analgesia. J Int Med Res 1991; 18: 305-314. 4. 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