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CONTRIBUCION A LA PATOLOGIA REGIONAL DEL CANCER” REGISTRO NACIONAL DEL CÁNCER DE CHILE, 1959-1960 JUAN MORODER’ Y MANUEL DE VIAD02 El registro central de neoplasias malignas se inició en época muy reciente y en muy diversos países. Entre los registros más conocidos, los primeros-que, por lo demás, solo comenzaron entre 1935 y 1945-son los de Massachusetts, Connecticut y Nueva York, en Estados Unidos, y los de Dina- marca e Inglaterra. Hasta hoy se pueden dividir en dos clases: los correspondientes a unidades nacionales (los acabados de citar y varios otros) y los que sólo abarcan clientelas de hospital. Los primeros se establecieron sobre todo para conocer mejor la morbilidad debida a cáncer, en sus diversas clases; pero además han dado cifras muy valiosas sobre la supervivencia del cáncer desde el instante de su descubri- miento, según su localización, el sexo, grupos de edades, formas anatomopatológicas, grado de extensión, etc. El registro limitado a la clientela de hospital no puede orientar con respecto a la morbilidad cancerosa, pero en cambio, permite estudiar con gran detalle la supervivencia de los casos, según todas las caracterfsticas ya indicadas y, además, en relación con las distintas clases de tratamiento de aquéllos. Se da gran importancia al registro de casos de cáncer * Trabajo presentado al 1 Congreso Inter- nacional del Cáncer del Pacífico Sur, Lima, del 26 al 29 de junio de 1961. Los datos correspondientes a 1959 fueron obtenidos con el auxilio económico del Comité de Ayuda a la Investigación Científica, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y con la ayuda del equipo técnico de la Sección Estadística del Hospital José Joaquín Aguirre (Hospital Clínico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile). 1 Profesor de Medicina Preventiva de la Facul- tad de Medicina de la Universidad de Chile. Jefe de la División del Cáncer y Enfermedades Crónicas del Servicio Nacional de Salud de Chile. 2 Jefe de la Sección Bioestadística, Medición de Rendimiento, Costo y Cont,rol de Subsidios del Servicio Nacional de Salud de Chile. en los hospitales y, por ello, en Estados Unidos, el Colegio de Cirujanos estableció, entre las exigencias que acrediten los pro- gramas de cáncer de los hospitales, que éstos cuenten con un registro de neoplasias de acuerdo con las condiciones indicadas en el correspondiente fl!lanuaZ (1). El valor de las estadísticas del cáncer para conocer su epidemiologja, no necesita en- carecimiento. Hasta hace poco ~610 se conocía el resultado final de la enfermedad, la mortalidad. A medida que estudios diversos y los registros de una unidad terri- torial fueron produciendo información, se aprovechó ésta cada vez con más frecuencia en los estudios epidemiológicos. En 1958, por primera vez, la Organización Mundial de la Salud inició la publicación regular de datos de morbilidad por tumores malignos en diversos países (2, 3), y dejó así estable- cido un sistema definitivo que tan útil viene siendo desde hace 30 años para el progreso de la epidemiología de las en- fermedades infecciosas en todo el mundo. Pero las cosas no quedan ahí. La signifi- cación creciente, tanto absoluta como rela- tiva, del cáncer ha incrementado en forma notable el numero de investigadores consa- grados a la búsqueda de la etiología y curación de éste. Los aspectos que se in- vestigan son muy diversos y se ha hecho ya imposible que los distintos grupos de investigadores se entiendan entre sí, sin recurrir a síntesis periódicas de los principa- les problemas y líneas de ataque, asequibles a todos. La preparación de tales síntesis es una sugerencia que nos permitimos hacer a los participantes en este Congreso por si se tiene a bien proponerla entre sus con- clusiones. Ahora bien; entre las líneas de investiga- ción que estitn adquiriendo especial interés en estos momentos se hallan los estudios 303 304 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA epidemiológicos y, como uno de sus aspectos más importantes, la patología geográfica del cáncer (4). El reciente auge de esta in- vestigación cancerológica se debe, a nuestro CUADRO No. l.-ToM de caSos de neoplasias malignas hospitalizados,* 2/ de fallecidos por las mismas causas en Chile, 1931-1960.t 1960 1959 1958 1957 1956 9.508% 7: Z4” 7.723: 7.425b 1955 7.G3Gb 1954 6.815b 1953 G.083b 1952 6.231" 1951 5.276d 1950 5.031" 1949 5.038" 1948 5.421 1947 5.220 1946 4.810 1945 4.706 1944 4.266 1943 4.595 1942 4.519 1941 4.291 1940 3.G79 1939 3.295 1938 3.339 1937 3.210 1936 3.053 1935 2.943 1934 2.7134 1933 2.6G2 1932 2.796 1931 2.726 ‘ti Segúi en 1960, s 8.006 incj .- - od eh ivi Hospitalizados CASO5 .atos del RI tospitaliza1 duos, y en G .OlI I 1’ Fallecidos 1.310 7.618 1.560 7.430 1.144 7.084 1.081 ti.848 1.028 6.GO2 1.000 991 851 8G 6.290 5.946 5.372 5.225 5.012 - 8% 886 8ö4 4.827 4.805 4.580 4.419 3.778 842 3.578 797 3.351 797 2.976 861 3.725 680 3.717 763 3.503 709 3.321 722 3.406 723 3.157 7-1-l 3.283 712 ~_ 3.084 ‘allecidos en todo el país 672 3.222 GlG 3.047 688 2.834 680 2.802 ___. stro Nacional del Cáncer I por neoplasias malignas 959 por la misma causa, 8.191. No hay datos por este concepto en el período 1931 a 1958. t Los datos de los años 1931 a 1952, escepto 1951, fueron tomados de Demogra.fia y Bsiskncia social, de la L)irección General de Estadística. Los de 1953 a 1958 proceden de Estadistica Ho.v pitalaria, Camas, Días de Estada, Lelalirlad, del Servicio Nacional de Salud. n Datos del Registro Nacional del Cáncer. ” Datos del Servicio Nacional de Salud (Esta. distiea Hos@aZaka). Las cifras sólo proceden de hospitales del Servicio. c Sólo los dados de alta. En esos años la Di- rección General de Estadística sólo publicó la cifra de los dados de alta cn hospitales, y no la de los fallecidos en éstos. d Datos procedentes de un estudio de mor- bilidad hecho ese año por la Dirección General de Beneficencia y Asistencia Social. Las cifras son sólo de los hospitales de la Beneficencia. juicio, a tres factores principales. Primero, a que ahora se cuenta con información que antes no había y ésta es más abundante y completa gracias al registro central de casos de cáncer. En segundo lugar, diversas observaciones han destacado el valor de la distribución geográfica; por ejemplo, la relativa abundancia de casos de cáncer primitivos del hígado encontrada en Africa (5), las recientes “epidemias” de linfomas malignos entre niños del Africa Oriental (6, 7), la frecuencia de casos de cáncer de estómago en Japón, Chile y otros países @-lo), el gran contraste entre ciertas localizaciones del cáncer, según el nivel de vida (estómago, mama, cuello uterino, intestino y recto, etc.) (ll, 12). Por último, parece haber ahora un cierto desaliento en las huestes de la investigación animal y un deseo de ver qué sucede en el hombre. Sin duda, la investigación en animales de laboratorio ha sido y sigue siendo de gran utilidad en medicina, y muchos de los descubrimientos no habrían sido posibles sin ella; pero se llega a veces a estancamien- tos de donde no se sale a menos que haya un cambio completo de directrices y méto- dos. Según algunos, estamos en uno de esos momentos y los estudios de patología geográfica vienen a ser una nueva manera de encauzar la investigación que puede llevar a resultados que otros sistemas no han alcanzado hasta ahora. El Registro Nacional del Cánwr, puesto en funcionamiento en Chile en 1959 (13, 14), se basa cn las estadísticas de los hospi- tales (cuadro No. 1). Las ramas dc hospitales del país ascienden, por término medio, a 5 por cada 1.000 habitan&, cifra aceptable en un país de bajo nivel de vida. Ello permite que una gran parte de la poblaci<2n pueda hospitalizarse y que, por lo tanto, un número muy considerable decasos de neoplasias malignas se conozca por medio de las altas de hospital. Por otra parte, los Servicios de Beneficencia y Asistencia Social (Dirección General de Brncficcncia) organizaron hace ya muchos años sus servicios de estadística, los que continuaron al establecerse después el Servicio Nacional PATOLOGIA DEL CANCER 305 de Salud, hasta hoy. En la Dirección General del Servicio se centraliza toda la información procedente de los hospitales del país, lo que permite que cualquier dato que pueda registrarse, se ponga en forma completa y al alcance de toda la nación. Ello, como es natural, ha facilitado mucho nuestra tarea, ya que buena parte del registro nacional del cáncer procede de las estadísticas de hospital. Con esta misma base, funciona desde hace varios años un registro central de hidatidosis, y están en vías de establecerse uno de tuberculosis y otro de enfermedades mentales. Con los resultados de los dos primeros años es muy poco aún lo que estamos en con- diciones de decir. Desde luego, los datos de supervivencia son muy prematuros y carecen de valor. El registro establecido permitirá obtener en el futuro datos de mayor garantía y ayudar, además, a los grandes hospitales y a los grupos dedicados al estudio de ciertas localizaciones para que los análisis de super- vivencia que realicen sean de más garantía. En cuanto a la morbilidad, en forma provi- sional se pueden dar ya cifras de los años 1959 y 1960, según sexo, localización y grupos de edades, correspondientes a casos nuevos en el ano. Su valor por el momento es muy relativo. A comienzos del año próximo, cuando se termine la elaboración de los informes de 1961, se podrá ya dar: 1) la incidencia de casos vistos por primera vez en los años de 1960 y 1961, y 2) la prevalencia del cáncer al fínal de 1961. Se estará también para entonces en condiciones de dar cifras de supervivencia de un año correspondientes a las principales formas díícas. La primera crítica que se puede hacer es que el número de casos conocidos es muy escaso. Esta crítica está bien justificada por lo que al primer año se refiere; pero lo está menos ya en relación con el segundo y el tercero. Con excepción de algunas localiza- ciones, como las de la pieI, por ejemplo, es poco probable que, al cabo de dos o tres años, todos los enfermos de cáncer no hayan sido hospitalizados, por lo menos una vez. El mayor contraste entre casos y defun- ciones ocurre en el cáncer de estómago y, en especiaI, entre los del sexo femenino: En 1959 hubieron 1.125 casos en hombres y 512 en mujeres, y las defunciones fueron 1.572 y 1.058 respectivamente; y en 1960 hubieron 1.135 casos en hombres y 551 en mujeres, y las defunciones fueron 1.551 y 1.177 respectivamente. Las explicaciones a este fenómeno son varias. Una, con la que no estamos de acuerdo, es que muchos de los certificados de defunción por esta causa son incorrectos. Creemos poco probable que se certifique que alguien ha muerto de cáncer de estómago sin que haya el antecedente de un diagnós- tico médico previo. Nos inclinamos más bién a suponer que una parte de esos fallecidos son individuos de edad avanzada, vistos solamente en servicios ambulatorios y que, no habiendo ocupado una cama en un hospital, no figuran en nuestra fuente de información. También es posible otra explicación, a primera vista menos aceptable, sin duda, que las dos anteriores, pero que creemos muy sugestiva y digna de estudio: los casos de cáncer de estómago tal vez tengan desde su descubrimiento hasta la muerte, una supervivencia inferior al año. Las tres explicaciones que se acaba de indicar serán puestas a prueba en el mo- mento oportuno, mediante los datos del Registro Nacional del Cáncer, a fin de determinar qué hay de cierto en cada una. Creemos que dada la incidencia del cáncer de estómago en la población de nivel de vida bajo, este cotejo contribuirá a esclarecer varios puntos de considerable trascendencia. Otro contraste, aunque a la inversa del anterior, lo ofrecen los casos de cáncer cérvicouterino, también de gran importancia en las clases de bajo nivel de vida: Los casos nuevos fueron 1.339 en 1959 y 1.437 en 1960, y las cifras de mortalidad fueron 298 y 342 respectivamente, cifras estas últimas suma- mente bajas. En este caso, habría que atribuir, a primera vista, una larga sobrevida a las enfermas de cáncer de esta Iocalización. Sin embargo, es bastante probable que una parte de las muertes figuren entre los CUADRO No. 2.-Casos v clejunciones por neoplasias malignas, segtin sexo v localización, Chile, 1959- 1960.* No. Clave Localizaciones 140-205 Todas las localizaciones 140 141 142 143 144 145 146 147 148 Labio Lengua Cilándulas salivales 3uelo de la boca 3tras partes de la boca y sin especifica1 tiesofaringe oral Nasofaringe Hipofaringe Faringe sin especificar 140-148 , Cavidad bucal y faringe 150 151 152 153 154 155 156 Esófago Estómago Intestino delgado incluso duodeno Intestino grueso excepto recto Recto Hígado y vías biliares, primitivo Hígado y vías biliares, secundario y sir 157 158 159 especificar Páncreas Peritoneo Digestivo, sin especificar 150-159 Aparato digestivo y peritoneo 160 Nariz, cavidades nasales, oído medio J 161 162 senos accesorios Laringe Tráquea, bronquios y pulmón, pri mario 163 164 165 Pulmón, secundario o sin especificar Mediastino Respiratorio sin especificar 160-165 Aparato respiratorio 170 171 172 173 Mama 9 8 Cuello uterino Cuerpo del útero Otras partes del útero incluso el corio epitelioma 174 175 176 177 178 179 Utero sin especificar Ovario, trompa y ligamento ancho Otros genitales femeninos y sin espe- cificar Próstata Testículo Otros genitales del hombre y sin espe cificar - 1 1 1 r’ !- - 1959 Hombres 602 28 13 12 5 8 6 2 1 6 81 254 ,125 4 86 79 101 130 98 20 70 .9G7 4 55 122 206 8 12 407 214 99 33 1 , - ciones .G65 4 16 3 3 3 7 15 51 192 ,572 8 79 65 80 167 81 10 139 I393 2 48 63 236 5 4 358 186 30 12 r ‘am 589 ,765 8 9 10 2 8 10 40 19 131 140 512 ,058 5 4 93 138 107 59 205 198 140 205 70 51 43 ,357 82 28 120 ,032 ll 8 37 12 19 74 5 21 1% 588 ,339 85 47 146 53 83 94 3 2 130 274 298 16 2 307 45 63 - efun- :ionee :asos < -- 3. 1. efun- :iones - ,668 eiun- :iones 404 3 .602 i.950 26 15 10 6 10 3 2 2 6 4 12 5 2 7 11 9 3 3 3 3 1 3 2 1 20 4 13 80 51 38 30 265 228 136 128 ,135 .551 551 1.177 4 7 4 3 80 74 116 135 92 70 99 73 81 56 189 172 88 165 111 246 74 69 72 89 23 9 54 28 67 133 62 119 1 ,909 .x2 1 .394 2.170 3 10 4 34 10 7 4B 44 18 226 5 7 264 82 8 5 3 7 114 2 409 2 358 G 158 145 1 591 267 ,437 342 88 7 9 4 163 252 63 57 72 G5 1960 Hombres 254 20E 52 31 41 1: , L , - Mujeres * Los casos corresponden n individuos distintos dados de alta en los hospitales durante el año. 306 Octubre 2962] PATOLOGIA DEL CANCER 307 CUADRO No. 2.-Cont. - - 1960 Mujeres Hombres Mujeres No. Clave Localizaciones Hombres eful- ciones kfun- ches 180 Riñón 40 50 181 Vejiga y otros órganos urinarios 25 32 27 22 32 37 61 26 20 29 39 16 170-181 Mama y órganos génitourinarios 420 318 .390 .061 415 361 .465 1.045 190 Melanoma maligno de la piel 12 6 8 4 23 3 19 191 Otros tumores malignos de la piel 91 15 77 16 38 17 43 192 Ojo 8 4 11 5 10 6 12 193 Cerebro y otras partes del sistema 33 30 26 14 21 24 17 194 195 196 197 198 6 6 50 4 53 2 62 6 4 28 13 59 3 2 3 64 38 32 10 5 4 4 1 G 199 nervioso Tiroides 16 Otras glándulas endocrinas 6 Huesos, incluido el maxilar 80 Tejido conjuntivo 13 Secundario y no especificado de los 3 órganoslinfáticos Otras localizaciones 0 localizaciones 201 sin especificar 208 226 23 41 2 285 136 226 183 327 190-199 Otras localizaciones y sin especificar 463 329 475 390 337 335 378 200 201 202 203 204 205 200-205 Linfosarcoma y sarcoma reticular 26 Enfermedad de Hodgkin 63 Otras formas de linfoma (reticulosis) 12 Mieloma múltiple (plasmocitoma) 28 Leucemia y aleucemia 135 Micosis fungoide Tejido linfático y órganos hemato- 2F4 poyéticos 33 30 1 15 137 10 39 33 18 67 31 2 8 3 9 14 9 94 126 125 216 21 36 5 10 97 2 171 133 254 201 20 38 3 8 98 2 169 - ches 4 12 r 12 19 1 30 1 413 15 14 4 10 104 147 demás casos de cáncer del útero, es decir, los de las clases Nos. 172, 173 y 174 (cuadro No. 2). Estos suman, junto con los de la clase No. 171, 623 muertes en 1959 y 605 en 1960, y todos los casos de cáncer del útero correspondientes a estos años fueron 1.617 y 1.697, respectivamente. En cuanto a estos casos también se dispone de los datos del registro del cáncer, y, en el momento opor- tuno, se esclarecerá la verdad. Estos son sólo dos ejemplos de las muchas incertidumbres que el registro del cáncer puede aclarar. Las investigaciones de esta clase no tienen sólo alcance local y hasta nacional. El registro del cáncer de Dina- marca se consulta constantemente, y tam- bién lo son otros de los más antiguos para tratar de dilucidar los más diversos proble- mas. El de Chile, por derivarse de un país de características muy distintas de los europeos y norteamericano, es de suponer que también será útil a todos los in- vestigadores del cáncer. Y sería aún de valor mucho mayor si a nuestro registro de casos de cáncer se asociaran muestras di- versas establecidas a lo largo de la costa CUADRO No. 3.-Casos cle neoplasias malignas internados en los hospitales, excluidas las readmisiones, por grupos de edad. Chile 1969. Locali- zaciones Total 140 141 142 143 144 145 146 147 148 140-148 150 151 152 153 154 155 156 157 I 158 - kxo F M F M F F M F M F M F M F F B M F M F Y M F M F M F M F M F M F F - :ota1 .602 ,582 8 8 6 2 1 1 1 G 1 4: 254 131 1.12E 51; 4 E 8t 9: lar 101 20; 13( 14( 7: if: 1 ll - 6 -- '3 E r9 2: 1 1 1 , 2 1 2 1 1 2 1 : I ' - 19 i0 1 2 1 /' i l 2: ( Grupas de edad , : v; L u $2 $ A & $ & m $ ------ 303931523477512357 53570588496421283 53335(! 1 1 1 222211 1 1 3 12111: 2 1 1 1 1 1 1 1 1 211 1 1 2 : 2 1 1 1 1 1 1 2 1 1 1 1 13 10 9 ll 10 1 4 4 3 5' 12 37 53 38 39 28 10 16 21 20 19 1 .15 152 193 166 160 111 45 63 87 82 67 5 : 2 2 1 6 9 1F 12’ 16 7 15 ll ll 13; 2 8 13 9' 17' 15 19 16 13 8 11 7 14 16 18 1 23 24 36 29 34 1 4 6 ll ll 18 16 23 1 0 10 21 21 20 21 1 3 7 10 15 18 16 1 3 13 13 9 6 2 1 1 5 4 9 3 8 10 5 (i' - ~ ;~ - 9 'G 3 1 1 1 1 : t 21 f Gf 3! ! 11 l , - I ? 0 .- ! : j 1 1 1 2 1 1 1 - 308 Octubre 19621 PATOLOGIA DEL CANCER 309 CUADRO No. ~-CO&. Locali- zaciones 159 150-159 160 161 162 163 164 165 160-165 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 - / sexo M F Y M F F F M F E" M F M F M F M F F M F F’ M F M F M M M F M F TOtaI 70 43 1.967 1.357 11 55 8 122 37 206 74 5 E 407 156 58: 1.339 85 47 146 53 83 214 99 33 27 25 22 - _- - 6 1 1 1 - c Y $ y L -4 N -- í 15 1s 9 1: 1 : 1 1 1 1 1 1 : 2 r 2 i 2 4 15 5i 7 E 2 i 2 4 1 1 5 l( 1 1 - Grupos de edad 4 7 $ % af 0 r a y I ?~?$1,~:,Z~ -------__ 2 1 2 6 6 9 15 13 8 33246875 39 53 88171242334 291307203 19 45 87125178219204181134 2 1 1 3 1 1 1 1 3 ll 7 10 4 10 4 1 3 1 1 4 8 12 14 16 25 22 9 1 1464836 4 7 18 15 23 35 33 35 20 1 1 5 8 8 10 16 4 10 : 1 1 2 2 2 1 1 2 3 2 ll 1 : 5 3 4 1 2 8 ll 30 38 47 66 66 70 34 3 2 7 18 23 23 25 10 20 2 1 2 23 49 81 86 72 87 60 5: 3; 39 181 191214 169 143 87 74 32 3 2 9 13 16 12 14 9 4 71043 2 9 15 16 22 24 13 15 13 6 1351785241 6 9 10 8 8 8 6 13 8 2 3 13 17 27 39 43 13 12 8 8 5 3 6 8 7 32344273 1221610335 3325531 1 2 325224 1142661 - 0’ . i- c 2 : -- 4 5 118 1 86 ; 2 3 1 5 2 ; 15 : 12 2; 22 2 2 3 39 : 4 í 1 - _- , - - .% E x 8 - - 2 g B H - f 2 1 3 2 5 1 1 310 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA CUADRO No. 3-Cont. Grupos de edad Locali- zaciones rota1 - _‘ . - 170-181 190 191 192 193 194 6 1 1 3 6 10 15 19 14 20 31 41 40 60 63 53 24 4 2 14 30 79188269320367303277195176 86 51 16 2 1 2 1 1 1 1 12 3 3, 1 3 3 5 10 10 12 9 14 13 3 4 11:2:255444lll35935 5 1 1 1 5 2 1 1 1 1 5323141231313 1 13 2 2 2 2 2 5 3121 1 1 212 2 2 311 53576477611 195 196 1 1 1 1 ,1 1 : 143831 39871056641 11313223539659621 197 198 420 i.390 12 8 91 77 11 28 E : E 13 6 4 199 201 226 1 1 1 1121211 1 : 2 1 1 1 1 1 1 3 3 5 6 6 3 7 5 9 ll 15 23 20 30 21 13 15 4 2 2 4 8 8 8 14 18 16 17 25 23 25 20 15 13 5 190-191 463 16 12 13 20 ll 13 10 20 30 37 48 49 50 49 39 27 10 475 10 8 13 15 12 16 30 31 37 33 48 47 59 42 36 20 13 200 201 202 203 204 s _- $ 5 exo M F M F M F M F M F M F M F M F M F r F M F F M F M F F M F M F F - 21 63 36 12 5 28 10 135 97 1 4 1 2 4 121124111 3 1111112 2 2 14 1 221611448753441 1124452336211 1 1121 1 1 1 1 : 1 121 1 1 2 3267322 2 4 31 11 14 11 11 9 14 8 9 5 9 6 10 5 7 3 2 1 ll 5 7 4 13 ll 4 4 8 6 4 9 5 1 3 1 1 205 2 200-201 263 171 - - 1 M = Masculino F = Femenino occidental del Pacífico, tal como proponemos alta frecuencia del cáncer de estómago en al final. Chile y a su excepcionalmente baja super- Un argumento más a nuestro favor en el vivencia. sentido de que los datos obtenidos de los Para fines de comparación se ha reunido hospitales deben considerarse como una en los cuadros No. 2 y 3 la principal in- buena base para el establecimiento del formación obtenible del registro en el registro del cáncer lo da el cuadro No. 1, momento actual, junto con algunos datos donde se puede comparar el número de de mortalidad. No pretendemos analizar fallecidos por neoplasias malignas en los aquí los datos de estos cuadros. Sólo se últimos 30 años en todo el país con el de trata de dar a conocer lo hecho hasta ahora hospitalizados por ellas. Hay un paralelismo y de proporcionar unas cifras y tasas que manifiesto, y se advierte cómo, a partir de pueden ser de utilidad para compararlas 1940, el número de hospitalizados sobrepasa con otras.* siempre al de fallecidos. Este exceso se Una serie de circunstancias especialmente acentúa mucho más en los dos últimos años, favorables ha permitido hacer este trabajo los de vida del Registro Nacional del Cáncer, inicial, adelantándose a otros que, sin duda debido a la inclusión en él de algunos hos- con más méritos, se encontraron con difi- pitales importantes que no pertenecen al cultades a la sazón insalvables. Se confía Servicio Xacional de Salud. Pero la verda- en que este informe facilite el que se orga- dera cifra se encuentra en la última columna nicen otros registros de cáncer en esta [Individuos distintos que se hospitalizaron larga costa del Pacífico Sur y contribuyan por neoplasias malignas), pues aquí el total así al estudio de la patología regional del de los casos se depuró eliminando las cáncer. Se propugna el establecimiento de rehospitalizaciones (14). Si el numero de una cadena de registros de neoplasias individuos distintos quese hospitalizaron se considera-por el momento se puede malignas a lo largo de los 8.000 Km. que hacer-como la prevalencia, ésta habría hay desde el Istmo de Panamá hasta el sido el 1,lO de la mortalidad en 1959 y el Cabo de Hornos. 1,05 en 1960. Tales coeficientes son menores *En cuanto a la distribución por localizaciones que el 1,38, encontrado por Stocks a partir sexo y grupos de edades, racomendamos al lector de los datos del registro del cáncer de consultar la publicación de la Organización Mun- Dinamarca, que ya se utilizó en una ocasión dial de la Salud Epidemiological and Viilat Statis- anterior (lo), indicando al mismo tiempo que lies Report (2) en cuyo No. 11, 1961, aparecieron se atribuía una parte de esa diferencia a la los datos para Chile correspondientes a los dos años 1959 y 19GO. Octubre 19621 PATOLOGIA REGIONAL DEL C.4NCER 311 REFERENCIAS (1) American College of Surgeons: il!funuaZ for Cancer Programs, Chicago, 1961. (2) World Health Organization: Morbilidad por Cancer, Epid. & Vital Stat. Rep., Vol. ll: No. 9, 1958; Vol. 12, No. 11, 1959; Vol. 13, No. 10, 1960; Vol. 14, No. ll, 1961. (3) Organización Mundial de la Salud: Serie de Informes Técnicos No. i64. Sexto Informe del Comité de Expertos en Estadística Sanitaria, Ginebra, 1959. (4) Higginson, J. : La importancia de los registros cancerológicos en la pesquisa geográfica y la geopatología del cáncer. Liga Chilena contra el Cdncer, 21a Memoria Anual, 1959- GO. Santiago, Chile, 1960. (5) Steiner, P. E.: Cancer of the Liver and Cirrhosis in Trans-Saharan Africa and the United States, Cuncer, 13:1085,1960. (6) Burkitt, D., y O’Connor, G. T.: Malignant Lymphoma in African Children. 1. A Clinical Syndrome, Cuncer, 14:258-269, 1961. (7) O’Connor, G. T.: Malignant lymphoma in African Children. II. 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