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CONTRIBUCION A LA PATOLOGIA REGIONAL DEL CANCER” 
REGISTRO NACIONAL DEL CÁNCER DE CHILE, 1959-1960 
JUAN MORODER’ Y MANUEL DE VIAD02 
El registro central de neoplasias malignas 
se inició en época muy reciente y en muy 
diversos países. Entre los registros más 
conocidos, los primeros-que, por lo demás, 
solo comenzaron entre 1935 y 1945-son los 
de Massachusetts, Connecticut y Nueva 
York, en Estados Unidos, y los de Dina- 
marca e Inglaterra. Hasta hoy se pueden 
dividir en dos clases: los correspondientes 
a unidades nacionales (los acabados de 
citar y varios otros) y los que sólo abarcan 
clientelas de hospital. Los primeros se 
establecieron sobre todo para conocer 
mejor la morbilidad debida a cáncer, en 
sus diversas clases; pero además han dado 
cifras muy valiosas sobre la supervivencia 
del cáncer desde el instante de su descubri- 
miento, según su localización, el sexo, grupos 
de edades, formas anatomopatológicas, 
grado de extensión, etc. El registro limitado 
a la clientela de hospital no puede orientar 
con respecto a la morbilidad cancerosa, 
pero en cambio, permite estudiar con gran 
detalle la supervivencia de los casos, según 
todas las caracterfsticas ya indicadas y, 
además, en relación con las distintas clases 
de tratamiento de aquéllos. Se da gran 
importancia al registro de casos de cáncer 
* Trabajo presentado al 1 Congreso Inter- 
nacional del Cáncer del Pacífico Sur, Lima, del 26 
al 29 de junio de 1961. Los datos correspondientes 
a 1959 fueron obtenidos con el auxilio económico 
del Comité de Ayuda a la Investigación Científica, 
de la Facultad de Medicina de la Universidad de 
Chile, y con la ayuda del equipo técnico de la 
Sección Estadística del Hospital José Joaquín 
Aguirre (Hospital Clínico de la Facultad de 
Medicina de la Universidad de Chile). 
1 Profesor de Medicina Preventiva de la Facul- 
tad de Medicina de la Universidad de Chile. Jefe 
de la División del Cáncer y Enfermedades Crónicas 
del Servicio Nacional de Salud de Chile. 
2 Jefe de la Sección Bioestadística, Medición de 
Rendimiento, Costo y Cont,rol de Subsidios del 
Servicio Nacional de Salud de Chile. 
en los hospitales y, por ello, en Estados 
Unidos, el Colegio de Cirujanos estableció, 
entre las exigencias que acrediten los pro- 
gramas de cáncer de los hospitales, que 
éstos cuenten con un registro de neoplasias 
de acuerdo con las condiciones indicadas en 
el correspondiente fl!lanuaZ (1). 
El valor de las estadísticas del cáncer para 
conocer su epidemiologja, no necesita en- 
carecimiento. Hasta hace poco ~610 se 
conocía el resultado final de la enfermedad, 
la mortalidad. A medida que estudios 
diversos y los registros de una unidad terri- 
torial fueron produciendo información, se 
aprovechó ésta cada vez con más frecuencia 
en los estudios epidemiológicos. En 1958, 
por primera vez, la Organización Mundial 
de la Salud inició la publicación regular de 
datos de morbilidad por tumores malignos 
en diversos países (2, 3), y dejó así estable- 
cido un sistema definitivo que tan útil 
viene siendo desde hace 30 años para el 
progreso de la epidemiología de las en- 
fermedades infecciosas en todo el mundo. 
Pero las cosas no quedan ahí. La signifi- 
cación creciente, tanto absoluta como rela- 
tiva, del cáncer ha incrementado en forma 
notable el numero de investigadores consa- 
grados a la búsqueda de la etiología y 
curación de éste. Los aspectos que se in- 
vestigan son muy diversos y se ha hecho 
ya imposible que los distintos grupos de 
investigadores se entiendan entre sí, sin 
recurrir a síntesis periódicas de los principa- 
les problemas y líneas de ataque, asequibles 
a todos. La preparación de tales síntesis 
es una sugerencia que nos permitimos hacer 
a los participantes en este Congreso por si 
se tiene a bien proponerla entre sus con- 
clusiones. 
Ahora bien; entre las líneas de investiga- 
ción que estitn adquiriendo especial interés 
en estos momentos se hallan los estudios 
303 
304 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA 
epidemiológicos y, como uno de sus aspectos 
más importantes, la patología geográfica del 
cáncer (4). El reciente auge de esta in- 
vestigación cancerológica se debe, a nuestro 
CUADRO No. l.-ToM de caSos de neoplasias 
malignas hospitalizados,* 2/ de fallecidos por las 
mismas causas en Chile, 1931-1960.t 
1960 
1959 
1958 
1957 
1956 
9.508% 
7: Z4” 
7.723: 
7.425b 
1955 7.G3Gb 
1954 6.815b 
1953 G.083b 
1952 6.231" 
1951 5.276d 
1950 5.031" 
1949 5.038" 
1948 5.421 
1947 5.220 
1946 4.810 
1945 4.706 
1944 4.266 
1943 4.595 
1942 4.519 
1941 4.291 
1940 3.G79 
1939 3.295 
1938 3.339 
1937 3.210 
1936 3.053 
1935 2.943 
1934 2.7134 
1933 2.6G2 
1932 2.796 
1931 2.726 
‘ti Segúi 
en 1960, s 
8.006 incj 
.- 
- 
od 
eh 
ivi 
Hospitalizados 
CASO5 
.atos del RI 
tospitaliza1 
duos, y en 
G 
.OlI 
I 1’ 
Fallecidos 
1.310 7.618 
1.560 7.430 
1.144 7.084 
1.081 ti.848 
1.028 6.GO2 
1.000 
991 
851 
8G 
6.290 
5.946 
5.372 
5.225 
5.012 
- 
8% 
886 
8ö4 
4.827 
4.805 
4.580 
4.419 
3.778 
842 3.578 
797 3.351 
797 2.976 
861 3.725 
680 3.717 
763 3.503 
709 3.321 
722 3.406 
723 3.157 
7-1-l 3.283 
712 ~_ 3.084 
‘allecidos en 
todo el país 
672 3.222 
GlG 3.047 
688 2.834 
680 2.802 
___. 
stro Nacional del Cáncer 
I por neoplasias malignas 
959 por la misma causa, 
8.191. No hay datos por este concepto en el 
período 1931 a 1958. 
t Los datos de los años 1931 a 1952, escepto 
1951, fueron tomados de Demogra.fia y Bsiskncia 
social, de la L)irección General de Estadística. 
Los de 1953 a 1958 proceden de Estadistica Ho.v 
pitalaria, Camas, Días de Estada, Lelalirlad, del 
Servicio Nacional de Salud. 
n Datos del Registro Nacional del Cáncer. 
” Datos del Servicio Nacional de Salud (Esta. 
distiea Hos@aZaka). Las cifras sólo proceden de 
hospitales del Servicio. 
c Sólo los dados de alta. En esos años la Di- 
rección General de Estadística sólo publicó la 
cifra de los dados de alta cn hospitales, y no la de 
los fallecidos en éstos. 
d Datos procedentes de un estudio de mor- 
bilidad hecho ese año por la Dirección General 
de Beneficencia y Asistencia Social. Las cifras 
son sólo de los hospitales de la Beneficencia. 
juicio, a tres factores principales. Primero, 
a que ahora se cuenta con información 
que antes no había y ésta es más abundante 
y completa gracias al registro central de 
casos de cáncer. En segundo lugar, diversas 
observaciones han destacado el valor de 
la distribución geográfica; por ejemplo, la 
relativa abundancia de casos de cáncer 
primitivos del hígado encontrada en Africa 
(5), las recientes “epidemias” de linfomas 
malignos entre niños del Africa Oriental 
(6, 7), la frecuencia de casos de cáncer de 
estómago en Japón, Chile y otros países 
@-lo), el gran contraste entre ciertas 
localizaciones del cáncer, según el nivel de 
vida (estómago, mama, cuello uterino, 
intestino y recto, etc.) (ll, 12). Por último, 
parece haber ahora un cierto desaliento en 
las huestes de la investigación animal y un 
deseo de ver qué sucede en el hombre. Sin 
duda, la investigación en animales de 
laboratorio ha sido y sigue siendo de gran 
utilidad en medicina, y muchos de los 
descubrimientos no habrían sido posibles 
sin ella; pero se llega a veces a estancamien- 
tos de donde no se sale a menos que haya 
un cambio completo de directrices y méto- 
dos. Según algunos, estamos en uno de esos 
momentos y los estudios de patología 
geográfica vienen a ser una nueva manera 
de encauzar la investigación que puede 
llevar a resultados que otros sistemas no 
han alcanzado hasta ahora. 
El Registro Nacional del Cánwr, puesto 
en funcionamiento en Chile en 1959 (13, 
14), se basa cn las estadísticas de los hospi- 
tales (cuadro No. 1). Las ramas dc hospitales 
del país ascienden, por término medio, a 
5 por cada 1.000 habitan&, cifra aceptable 
en un país de bajo nivel de vida. Ello permite 
que una gran parte de la poblaci<2n pueda 
hospitalizarse y que, por lo tanto, un 
número muy considerable decasos de 
neoplasias malignas se conozca por medio 
de las altas de hospital. Por otra parte, los 
Servicios de Beneficencia y Asistencia 
Social (Dirección General de Brncficcncia) 
organizaron hace ya muchos años sus 
servicios de estadística, los que continuaron 
al establecerse después el Servicio Nacional 
PATOLOGIA DEL CANCER 305 
de Salud, hasta hoy. En la Dirección 
General del Servicio se centraliza toda la 
información procedente de los hospitales 
del país, lo que permite que cualquier dato 
que pueda registrarse, se ponga en forma 
completa y al alcance de toda la nación. 
Ello, como es natural, ha facilitado mucho 
nuestra tarea, ya que buena parte del 
registro nacional del cáncer procede de las 
estadísticas de hospital. Con esta misma 
base, funciona desde hace varios años un 
registro central de hidatidosis, y están en 
vías de establecerse uno de tuberculosis y 
otro de enfermedades mentales. 
Con los resultados de los dos primeros 
años es muy poco aún lo que estamos en con- 
diciones de decir. Desde luego, los datos de 
supervivencia son muy prematuros y carecen 
de valor. El registro establecido permitirá 
obtener en el futuro datos de mayor garantía 
y ayudar, además, a los grandes hospitales 
y a los grupos dedicados al estudio de ciertas 
localizaciones para que los análisis de super- 
vivencia que realicen sean de más garantía. 
En cuanto a la morbilidad, en forma provi- 
sional se pueden dar ya cifras de los años 
1959 y 1960, según sexo, localización y 
grupos de edades, correspondientes a casos 
nuevos en el ano. Su valor por el momento 
es muy relativo. A comienzos del año 
próximo, cuando se termine la elaboración 
de los informes de 1961, se podrá ya dar: 1) 
la incidencia de casos vistos por primera 
vez en los años de 1960 y 1961, y 2) la 
prevalencia del cáncer al fínal de 1961. Se 
estará también para entonces en condiciones 
de dar cifras de supervivencia de un año 
correspondientes a las principales formas 
díícas. 
La primera crítica que se puede hacer es 
que el número de casos conocidos es muy 
escaso. Esta crítica está bien justificada por 
lo que al primer año se refiere; pero lo está 
menos ya en relación con el segundo y el 
tercero. Con excepción de algunas localiza- 
ciones, como las de la pieI, por ejemplo, es 
poco probable que, al cabo de dos o tres 
años, todos los enfermos de cáncer no hayan 
sido hospitalizados, por lo menos una vez. 
El mayor contraste entre casos y defun- 
ciones ocurre en el cáncer de estómago y, 
en especiaI, entre los del sexo femenino: 
En 1959 hubieron 1.125 casos en hombres 
y 512 en mujeres, y las defunciones fueron 
1.572 y 1.058 respectivamente; y en 1960 
hubieron 1.135 casos en hombres y 551 en 
mujeres, y las defunciones fueron 1.551 y 
1.177 respectivamente. 
Las explicaciones a este fenómeno son 
varias. Una, con la que no estamos de 
acuerdo, es que muchos de los certificados 
de defunción por esta causa son incorrectos. 
Creemos poco probable que se certifique que 
alguien ha muerto de cáncer de estómago 
sin que haya el antecedente de un diagnós- 
tico médico previo. Nos inclinamos más 
bién a suponer que una parte de esos 
fallecidos son individuos de edad avanzada, 
vistos solamente en servicios ambulatorios 
y que, no habiendo ocupado una cama en 
un hospital, no figuran en nuestra fuente de 
información. También es posible otra 
explicación, a primera vista menos aceptable, 
sin duda, que las dos anteriores, pero que 
creemos muy sugestiva y digna de estudio: 
los casos de cáncer de estómago tal vez 
tengan desde su descubrimiento hasta la 
muerte, una supervivencia inferior al año. 
Las tres explicaciones que se acaba de 
indicar serán puestas a prueba en el mo- 
mento oportuno, mediante los datos del 
Registro Nacional del Cáncer, a fin de 
determinar qué hay de cierto en cada una. 
Creemos que dada la incidencia del cáncer 
de estómago en la población de nivel de 
vida bajo, este cotejo contribuirá a esclarecer 
varios puntos de considerable trascendencia. 
Otro contraste, aunque a la inversa del 
anterior, lo ofrecen los casos de cáncer 
cérvicouterino, también de gran importancia 
en las clases de bajo nivel de vida: Los casos 
nuevos fueron 1.339 en 1959 y 1.437 en 1960, 
y las cifras de mortalidad fueron 298 y 342 
respectivamente, cifras estas últimas suma- 
mente bajas. 
En este caso, habría que atribuir, a 
primera vista, una larga sobrevida a las 
enfermas de cáncer de esta Iocalización. 
Sin embargo, es bastante probable que una 
parte de las muertes figuren entre los 
CUADRO No. 2.-Casos v clejunciones por neoplasias malignas, segtin sexo v localización, Chile, 1959- 
1960.* 
No. Clave Localizaciones 
140-205 Todas las localizaciones 
140 
141 
142 
143 
144 
145 
146 
147 
148 
Labio 
Lengua 
Cilándulas salivales 
3uelo de la boca 
3tras partes de la boca y sin especifica1 
tiesofaringe oral 
Nasofaringe 
Hipofaringe 
Faringe sin especificar 
140-148 , Cavidad bucal y faringe 
150 
151 
152 
153 
154 
155 
156 
Esófago 
Estómago 
Intestino delgado incluso duodeno 
Intestino grueso excepto recto 
Recto 
Hígado y vías biliares, primitivo 
Hígado y vías biliares, secundario y sir 
157 
158 
159 
especificar 
Páncreas 
Peritoneo 
Digestivo, sin especificar 
150-159 Aparato digestivo y peritoneo 
160 Nariz, cavidades nasales, oído medio J 
161 
162 
senos accesorios 
Laringe 
Tráquea, bronquios y pulmón, pri 
mario 
163 
164 
165 
Pulmón, secundario o sin especificar 
Mediastino 
Respiratorio sin especificar 
160-165 Aparato respiratorio 
170 
171 
172 
173 
Mama 9 8 
Cuello uterino 
Cuerpo del útero 
Otras partes del útero incluso el corio 
epitelioma 
174 
175 
176 
177 
178 
179 
Utero sin especificar 
Ovario, trompa y ligamento ancho 
Otros genitales femeninos y sin espe- 
cificar 
Próstata 
Testículo 
Otros genitales del hombre y sin espe 
cificar 
- 
1 
1 
1 
r’ 
!- 
- 
1959 
Hombres 
602 
28 
13 
12 
5 
8 
6 
2 
1 
6 
81 
254 
,125 
4 
86 
79 
101 
130 
98 
20 
70 
.9G7 
4 
55 
122 
206 
8 
12 
407 
214 
99 
33 
1 
, 
- 
ciones 
.G65 
4 
16 
3 
3 
3 
7 
15 
51 
192 
,572 
8 
79 
65 
80 
167 
81 
10 
139 
I393 
2 
48 
63 
236 
5 
4 
358 
186 
30 
12 
r 
‘am 
589 ,765 
8 
9 
10 
2 
8 
10 
40 19 
131 140 
512 ,058 
5 4 
93 138 
107 59 
205 198 
140 205 
70 
51 
43 
,357 
82 
28 
120 
,032 
ll 
8 
37 
12 
19 
74 
5 
21 
1% 
588 
,339 
85 
47 
146 
53 
83 
94 
3 
2 
130 
274 
298 
16 
2 
307 
45 
63 
- 
efun- 
:ionee :asos < 
-- 
3. 
1. 
efun- 
:iones 
- 
,668 
eiun- 
:iones 
404 3 .602 i.950 
26 
15 
10 
6 
10 
3 
2 
2 
6 
4 
12 
5 
2 
7 
11 
9 
3 
3 
3 
3 
1 
3 
2 
1 
20 
4 
13 
80 51 38 30 
265 228 136 128 
,135 .551 551 1.177 
4 7 4 3 
80 74 116 135 
92 70 99 73 
81 56 189 172 
88 165 111 246 
74 69 72 89 
23 9 54 28 
67 133 62 119 
1 ,909 .x2 1 .394 2.170 
3 10 4 
34 10 7 
4B 44 18 
226 
5 
7 
264 82 
8 5 
3 7 
114 
2 
409 
2 
358 
G 
158 145 
1 
591 267 
,437 342 
88 7 
9 4 
163 252 
63 57 
72 G5 
1960 
Hombres 
254 20E 
52 31 
41 1: 
, 
L 
, 
- 
Mujeres 
* Los casos corresponden n individuos distintos dados de alta en los hospitales durante el año. 
306 
Octubre 2962] PATOLOGIA DEL CANCER 307 
CUADRO No. 2.-Cont. 
- - 
1960 
Mujeres Hombres Mujeres No. Clave Localizaciones Hombres 
eful- 
ciones 
kfun- 
ches 
180 Riñón 40 50 
181 Vejiga y otros órganos urinarios 25 32 
27 
22 
32 37 61 26 
20 29 39 16 
170-181 Mama y órganos génitourinarios 420 318 .390 .061 415 361 .465 1.045 
190 Melanoma maligno de la piel 12 6 8 4 23 3 19 
191 Otros tumores malignos de la piel 91 15 77 16 38 17 43 
192 Ojo 8 4 11 5 10 6 12 
193 Cerebro y otras partes del sistema 33 30 26 14 21 24 17 
194 
195 
196 
197 
198 
6 
6 
50 
4 
53 
2 
62 
6 
4 
28 13 59 
3 2 3 
64 38 32 
10 5 4 
4 1 G 
199 
nervioso 
Tiroides 16 
Otras glándulas endocrinas 6 
Huesos, incluido el maxilar 80 
Tejido conjuntivo 13 
Secundario y no especificado de los 3 
órganoslinfáticos 
Otras localizaciones 0 localizaciones 201 
sin especificar 
208 226 
23 
41 
2 
285 136 226 183 327 
190-199 Otras localizaciones y sin especificar 463 329 475 390 337 335 378 
200 
201 
202 
203 
204 
205 
200-205 
Linfosarcoma y sarcoma reticular 26 
Enfermedad de Hodgkin 63 
Otras formas de linfoma (reticulosis) 12 
Mieloma múltiple (plasmocitoma) 28 
Leucemia y aleucemia 135 
Micosis fungoide 
Tejido linfático y órganos hemato- 2F4 
poyéticos 
33 
30 
1 
15 
137 
10 39 33 
18 67 31 
2 8 3 
9 14 9 
94 126 125 
216 
21 
36 
5 
10 
97 
2 
171 133 254 201 
20 
38 
3 
8 
98 
2 
169 
- 
ches 
4 
12 
r 
12 
19 
1 
30 
1 
413 
15 
14 
4 
10 
104 
147 
demás casos de cáncer del útero, es decir, los 
de las clases Nos. 172, 173 y 174 (cuadro No. 
2). Estos suman, junto con los de la clase 
No. 171, 623 muertes en 1959 y 605 en 
1960, y todos los casos de cáncer del útero 
correspondientes a estos años fueron 1.617 
y 1.697, respectivamente. En cuanto a estos 
casos también se dispone de los datos del 
registro del cáncer, y, en el momento opor- 
tuno, se esclarecerá la verdad. 
Estos son sólo dos ejemplos de las muchas 
incertidumbres que el registro del cáncer 
puede aclarar. Las investigaciones de esta 
clase no tienen sólo alcance local y hasta 
nacional. El registro del cáncer de Dina- 
marca se consulta constantemente, y tam- 
bién lo son otros de los más antiguos para 
tratar de dilucidar los más diversos proble- 
mas. El de Chile, por derivarse de un país 
de características muy distintas de los 
europeos y norteamericano, es de suponer 
que también será útil a todos los in- 
vestigadores del cáncer. Y sería aún de 
valor mucho mayor si a nuestro registro de 
casos de cáncer se asociaran muestras di- 
versas establecidas a lo largo de la costa 
CUADRO No. 3.-Casos cle neoplasias malignas internados en los hospitales, excluidas las readmisiones, 
por grupos de edad. Chile 1969. 
Locali- 
zaciones 
Total 
140 
141 
142 
143 
144 
145 
146 
147 
148 
140-148 
150 
151 
152 
153 
154 
155 
156 
157 
I 
158 
- 
kxo 
F 
M 
F 
M 
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M 
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M 
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F 
M 
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,582 
8 
8 
6 
2 
1 
1 
1 
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1 
4: 
254 
131 
1.12E 
51; 
4 
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101 
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14( 
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2 
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2: 
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Grupas de edad 
, 
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$ A & $ & m $ ------ 
303931523477512357 
53570588496421283 
53335(! 
1 1 1 
222211 
1 1 3 
12111: 
2 1 1 
1 1 1 
1 
1 
1 211 
1 1 2 : 
2 1 1 
1 1 
1 
1 2 1 1 1 
1 
13 10 9 ll 10 1 
4 4 3 5' 
12 37 53 38 39 28 
10 16 21 20 19 1 
.15 152 193 166 160 111 
45 63 87 82 67 5 
: 
2 
2 1 
6 9 1F 12’ 16 
7 15 ll ll 13; 
2 8 13 9' 17' 
15 19 16 13 8 
11 7 14 16 18 1 
23 24 36 29 34 1 
4 
6 
ll ll 18 16 23 1 0 
10 21 21 20 21 1 3 
7 10 15 18 16 1 
3 13 13 9 6 
2 1 1 5 4 
9 3 8 10 5 (i' 
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1 
1 
2 
1 
1 
1 
- 
308 
Octubre 19621 PATOLOGIA DEL CANCER 309 
CUADRO No. ~-CO&. 
Locali- 
zaciones 
159 
150-159 
160 
161 
162 
163 
164 
165 
160-165 
170 
171 
172 
173 
174 
175 
176 
177 
178 
179 
180 
181 
- 
/ 
sexo 
M 
F 
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M 
F 
F 
F 
M 
F 
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M 
F 
M 
F 
M 
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M 
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M 
F 
M 
F 
M 
M 
M 
F 
M 
F 
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70 
43 
1.967 
1.357 
11 
55 
8 
122 
37 
206 
74 
5 
E 
407 
156 
58: 
1.339 
85 
47 
146 
53 
83 
214 
99 
33 
27 
25 
22 
- 
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- 
6 
1 
1 
1 
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1 1 
1 
1 
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2 4 
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2 4 
1 1 
5 l( 
1 
1 
- 
Grupos de edad 
4 7 $ % af 0 r a y I ?~?$1,~:,Z~ -------__ 
2 1 2 6 6 9 15 13 8 
33246875 
39 53 88171242334 291307203 
19 45 87125178219204181134 
2 1 
1 3 1 1 1 
1 3 ll 7 10 4 10 4 
1 3 1 1 
4 8 12 14 16 25 22 9 
1 1464836 
4 7 18 15 23 35 33 35 20 
1 1 5 8 8 10 16 4 10 
: 
1 1 2 2 
2 1 1 
2 3 2 ll 
1 : 5 3 4 1 2 
8 ll 30 38 47 66 66 70 34 
3 2 7 18 23 23 25 10 20 
2 1 2 
23 49 81 86 72 87 60 5: 3; 
39 181 191214 169 143 87 74 32 
3 2 9 13 16 12 14 9 4 
71043 2 
9 15 16 22 24 13 15 13 6 
1351785241 
6 9 10 8 8 8 6 13 8 
2 3 13 17 27 39 43 
13 12 8 8 5 3 6 8 7 
32344273 
1221610335 
3325531 
1 2 325224 
1142661 
- 
0’ . i- c 2 : -- 
4 
5 
118 1 
86 ; 
2 
3 
1 
5 
2 
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15 : 
12 
2; 
22 
2 
2 
3 
39 : 
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1 
3 
2 
5 
1 
1 
310 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA 
CUADRO No. 3-Cont. 
Grupos de edad 
Locali- 
zaciones rota1 
- 
_‘ 
. - 
170-181 
190 
191 
192 
193 
194 
6 1 1 3 6 10 15 19 14 20 31 41 40 60 63 53 24 
4 2 14 30 79188269320367303277195176 86 51 16 
2 
1 2 
1 1 
1 1 12 
3 3, 1 
3 3 5 10 10 12 9 14 13 3 4 
11:2:255444lll35935 
5 1 1 1 
5 2 1 1 1 1 
5323141231313 1 
13 2 2 2 2 2 5 3121 
1 1 212 2 2 311 
53576477611 
195 
196 
1 1 1 1 ,1 
1 : 
143831 39871056641 
11313223539659621 
197 
198 
420 
i.390 
12 
8 
91 
77 
11 
28 
E 
: 
E 
13 
6 
4 
199 201 
226 
1 1 1 1121211 
1 : 2 1 1 
1 1 1 
1 3 
3 5 6 6 3 7 5 9 ll 15 23 20 30 21 13 15 4 
2 2 4 8 8 8 14 18 16 17 25 23 25 20 15 13 5 
190-191 463 16 12 13 20 ll 13 10 20 30 37 48 49 50 49 39 27 10 
475 10 8 13 15 12 16 30 31 37 33 48 47 59 42 36 20 13 
200 
201 
202 
203 
204 
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5 
exo 
M 
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M 
F 
F 
M 
F 
M 
F 
F 
M 
F 
M 
F 
F 
- 
21 
63 
36 
12 
5 
28 
10 
135 
97 
1 4 1 2 4 121124111 
3 1111112 2 2 14 1 
221611448753441 
1124452336211 1 
1121 1 
1 1 1 : 
1 121 
1 
1 2 3267322 
2 4 31 
11 14 11 11 9 14 8 9 5 9 6 10 5 7 3 2 1 
ll 5 7 4 13 ll 4 4 8 6 4 9 5 1 3 1 1 
205 
2 
200-201 263 
171 
- - 
1 
M = Masculino 
F = Femenino 
occidental del Pacífico, tal como proponemos alta frecuencia del cáncer de estómago en 
al final. Chile y a su excepcionalmente baja super- 
Un argumento más a nuestro favor en el vivencia. 
sentido de que los datos obtenidos de los Para fines de comparación se ha reunido 
hospitales deben considerarse como una en los cuadros No. 2 y 3 la principal in- 
buena base para el establecimiento del formación obtenible del registro en el 
registro del cáncer lo da el cuadro No. 1, momento actual, junto con algunos datos 
donde se puede comparar el número de de mortalidad. No pretendemos analizar 
fallecidos por neoplasias malignas en los aquí los datos de estos cuadros. Sólo se 
últimos 30 años en todo el país con el de trata de dar a conocer lo hecho hasta ahora 
hospitalizados por ellas. Hay un paralelismo y de proporcionar unas cifras y tasas que 
manifiesto, y se advierte cómo, a partir de pueden ser de utilidad para compararlas 
1940, el número de hospitalizados sobrepasa con otras.* 
siempre al de fallecidos. Este exceso se Una serie de circunstancias especialmente 
acentúa mucho más en los dos últimos años, favorables ha permitido hacer este trabajo 
los de vida del Registro Nacional del Cáncer, inicial, adelantándose a otros que, sin duda 
debido a la inclusión en él de algunos hos- con más méritos, se encontraron con difi- 
pitales importantes que no pertenecen al cultades a la sazón insalvables. Se confía 
Servicio Xacional de Salud. Pero la verda- en que este informe facilite el que se orga- 
dera cifra se encuentra en la última columna nicen otros registros de cáncer en esta 
[Individuos distintos que se hospitalizaron larga costa del Pacífico Sur y contribuyan 
por neoplasias malignas), pues aquí el total así al estudio de la patología regional del 
de los casos se depuró eliminando las cáncer. Se propugna el establecimiento de 
rehospitalizaciones (14). Si el numero de una cadena de registros de neoplasias 
individuos distintos quese hospitalizaron 
se considera-por el momento se puede 
malignas a lo largo de los 8.000 Km. que 
hacer-como la prevalencia, ésta habría 
hay desde el Istmo de Panamá hasta el 
sido el 1,lO de la mortalidad en 1959 y el 
Cabo de Hornos. 
1,05 en 1960. Tales coeficientes son menores *En cuanto a la distribución por localizaciones 
que el 1,38, encontrado por Stocks a partir sexo y grupos de edades, racomendamos al lector 
de los datos del registro del cáncer de consultar la publicación de la Organización Mun- 
Dinamarca, que ya se utilizó en una ocasión dial de la Salud Epidemiological and Viilat Statis- 
anterior (lo), indicando al mismo tiempo que 
lies Report (2) en cuyo No. 11, 1961, aparecieron 
se atribuía una parte de esa diferencia a la 
los datos para Chile correspondientes a los dos 
años 1959 y 19GO. 
Octubre 19621 PATOLOGIA REGIONAL DEL C.4NCER 311 
REFERENCIAS 
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Cancer Programs, Chicago, 1961. 
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No. 9, 1958; Vol. 12, No. 11, 1959; Vol. 13, 
No. 10, 1960; Vol. 14, No. ll, 1961. 
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Lymphoma in African Children. 1. A 
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Entity, Cuncer, 14:270-283, 19Gl. 
312 BOLETIN DE LA OFICIN.4 SANITARIA PANAMERICANA 
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Sendai (Japón) Departamento de Salud 
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(12) Morris, H. N.: lises of Epidemiologl/, E. S. 
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(13) Moroder, J.: Los ficheros centrales de en- 
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tra el cáncer, Xev. San. e Hig. Ptib., (Ma- 
drid) 33 :393,1959. 
(14) Moroder, J.: El Registro Nacional de Cáncer, 
Rev. Méd. Chile, 89:310,1961.

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