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D I V E R S I D A D M E T A B Ó L I C A D E L O S M I C R O O R G A N I S M O S 419 U N ID A D 3 facultativos. Esto, obviamente, tiene un valor ecológico. En la naturaleza, los niveles de hidrógeno en ambientes óxicos son transitorios y bajos en el mejor de los casos, por dos motivos como mínimo: (1) la mayor parte del hidrógeno de producción biológica procede de fermentaciones, que son procesos anóxi- cos, y (2) el hidrógeno puede ser utilizado por varios procariotas anaerobios diferentes, de manera que se consume totalmente antes de alcanzar las regiones óxicas de un hábitat. Así pues, las bacterias aerobias del hidrógeno deben tener un metabo- lismo alternativo a la oxidación de H 2 , y en la naturaleza pro- bablemente alternan los estilos de vida quimioorganótrofo y quimiolitótrofo según se lo permitan los nutrientes presentes en su hábitat. Además, muchas bacterias aerobias del hidrógeno crecen mejor microaerobiamente y probablemente sean más competitivas como bacterias del hidrógeno en interfases óxi- cas-anóxicas en las que pueden tener un mayor y más continuo aporte de hidrógeno que en los hábitats completamente óxicos. MINIRREVISIÓN ¿Qué enzima necesitan las bacterias del hidrógeno para crecer como quimiolitótrofas del hidrógeno? ¿Por qué no es necesario el flujo inverso de electrones en las bacterias del hidrógeno que tienen dos hidrogenasas? 13.8 Oxidación de compuestos reducidos del azufre Muchos compuestos reducidos de azufre pueden ser donadores de electrones para las bacterias incoloras del azufre, llamadas incoloras para distinguirlas de las bacterias del azufre pigmenta- das verdes y rojas, de las que ya hemos hablado en este capítulo (Figura 13.1 y Sección 13.3). Históricamente, el propio con- cepto de quimiolitotrofia surgió a finales del siglo xix a partir de los estudios del microbiólogo ruso Sergei Winogradsky con las bacterias del azufre ( Sección 1.9). Este fue un concepto nuevo muy importante en microbiología en aquel momento y, a medida que nuestra comprensión de la diversidad procariótica ha mejorado, se ha hecho cada vez más patente que la quimio- litotrofia es un estilo de vida metabólico muy importante para muchas bacterias y arqueas. Energética de la oxidación del azufre Los compuestos de azufre más utilizados como donadores de electrones son el sulfuro de hidrógeno (H 2 S), el azufre elemental (S0) y el tiosulfato (S 2 O 3 2−); el sulfito (SO 3 2−) también se puede oxidar (Tabla 13.1 y Tabla 13.2). En la mayoría de los casos, el pro- ducto final de la oxidación es el sulfato (SO 4 2−). La oxidación del sulfuro se produce por etapas; el primer producto de oxida- ción es el azufre elemental (S0). Algunas bacterias que oxidan el sulfuro, como Beggiatoa, depositan este azufre elemental en el interior de la célula (Figura 13.21a), donde permanece como posi- ble reserva de energía (electrones). Cuando se agota el sumi- nistro de sulfuro, se puede obtener más energía a partir de la oxidación del azufre a sulfato. Cuando el S0 está presente exter- namente, el organismo debe unirse a la partícula de azufre por que el azufre elemental es bastante insoluble (Figura 13.21b). Al adherirse a la partícula, el organismo puede tomar átomos de es muy exergónica y se puede acoplar a la síntesis de ATP. En esta reacción, catalizada por la enzima hidrogenasa, los elec- trones del hidrógeno son transferidos inicialmente a una qui- nona aceptora. Desde allí, los electrones viajan a través de una serie de citocromos para generar una fuerza protonmotriz y, finalmente, reducen el oxígeno a agua (Figura 13.20). Algunas bacterias del hidrógeno sintetizan dos hidrogenasas distintas, una citoplasmática y la otra integrada en la membrana. Esta última participa en la obtención de energía, mientras que la hidrogenasa soluble tiene una función diferente. En lugar de unirse al hidrógeno para usarlo como donador de electrones en el metabolismo energético, la hidrogenasa citoplasmática se une al hidrógeno para catalizar la reducción de NAD+ a NADH (el potencial de reducción del hidrógeno es lo bastante electrone- gativo, de manera que las reacciones del flujo inverso de elec- trones sean innecesarias). El organismo Ralstonia eutropha se ha utilizado como modelo para estudiar la oxidación aerobia del hidrógeno por parte de especies que sintetizan dos hidrogena- sas, y en la Sección 14.16 estudiaremos algunas de las propieda- des de este organismo. Las especies con una sola hidrogenasa sintetizan solamente la enzima integrada en la membrana, que actúa tanto en la obtención de energía como en la autotrofia de la célula. Autotrofia en las bacterias del hidrógeno Aunque la mayoría de las bacterias del hidrógeno pueden crecer también como quimioorganótrofas, cuando crecen de manera quimiolitótrofa fijan CO 2 mediante el ciclo de Calvin (Sección 13.5). Sin embargo, cuando disponen de compuestos orgáni- cos fáciles de usar como la glucosa, las bacterias del hidrógeno reprimen la síntesis de las enzimas del ciclo de Calvin y de las hidrogenasas. Por tanto, estas bacterias son quimiolitótrofos Figura 13.20 Bioenergética y actividad de las dos hidrogenasas de las bacterias aerobias del hidrógeno. En Ralstonia eutropha hay dos hidrogenasas: la hidrogenasa unida a la membrana participa en la energética, mientras que la hidrogenasa citoplasmática produce NADH para el ciclo de Calvin. Algunas bacterias del hidrógeno tienen solo la hidrogenasa de membrana, y en estos organismos el poder reductor se sintetiza mediante el flujo inverso de electrones de Q hacia NAD+, formando NADH. Cit, citocromo; Q, quinona. Material celular H2 H+ H+ H+2 H+ H+ 2e– 2 H+2 H+2 H+4 e– NAD+ Exterior Interior ADPCO2 + ATP H2O Q cit bc1 cit c cit aa3 Hidrogenasa citoplasmática Hidrogenasa integrada en la membrana H+ ATP NADH + + O2 – 1 2 2e– El transporte de electrones genera fuerza protonmotriz https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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