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748 E C O L O G Í A M I C R O B I A N A Y M I C R O B I O L O G Í A A M B I E N T A L mismo insecto. Las cochinillas tienen dos simbiontes bacterianos estables, «Candidatus Tremblaya princeps» (una Betaproteobac- teria) y «Candidatus Moranella endobia» (una Gammaproteo- bacteria) (el término «Candidatus» significa que estos organis- mos aún no han sido cultivados). Estos simbiontes cooperan para proporcionar aminoácidos esenciales de los que carece la dieta del hospedador, lo que ocurre con los simbiontes de muchos insec- tos que se alimentan de savia. Sin embargo, la bacteria Morane- lla ¡vive en el interior de la bacteria Tremblaya! Este es el único ejemplo conocido de una bacteria en el interior de una simbiosis bacteriana. El genoma, enormemente reducido, de Tremblaya, ha perdido todo los genes para tRNA sintetasas, una función esencial proporcionada o bien por el hospedador o por la Moranella que vive en el interior de su citoplasma. Reducción del genoma y procesos de transferencia de genes Las siguientes características son comunes a los simbiontes pri- marios: extrema reducción del genoma, ( Tabla 6.1), elevado contenido de adenina más timina, y tasas aceleradas de muta- ción. Los genomas de los simbiontes de insectos se encuen- tran en un rango entre 0,14 y 0,80 Mbp (millones de pares de bases, de «Mega bases pairs») y 16,5 a 33 % G+C (Tabla 22.3). Los 0,14 Mbp del genoma de «Candidatus Tremblaya prin- ceps» constituyen el más pequeño de los genomas conocidos para cualquier célula. Por el contrario, los genomas de las bac- terias de vida libre relacionadas están en el rango de 2 a 8 Mbp con una composición de bases cercana al 50 % G+C. Dos tipos habituales de mutación espontánea, la desaminación de la cito- sina y la oxidación de la guanosina, si no son reparadas, cam- bian un par GC a un par AT ( Sección 10.2). Los simbiontes con genomas reducidos tienen menos enzimas reparadoras del DNA ( Sección 10.4), lo que probablemente facilita con el tiempo un cambio a genomas con un menor contenido G+C. Los genomas compactos de los simbiontes de insectos han perdido genes pertenecientes a la mayor parte de las categorías funcionales (Capítulo 6) y tienden a retener únicamente los genes necesarios para la supervivencia y reproducción del hospedador Siempre se ha pensado que los simbiontes estrictos podrían beneficiar a los insectos proporcionándoles nutrientes que no estaban presentes en su dieta primaria, y ahora se sabe que es así. El análisis molecular ha mostrado que la mayoría de las fami- lias de pulgones albergan la bacteria Buchnera en sus bacterio- mas ( Seción 6.5). La función de Buchnera en la nutrición del hospedador fue indicada en primer lugar por experimentos que empleaban dietas determinadas para examinar las necesi- dades de nutrientes de los pulgones. En comparación con con- troles infectados, los pulgones libres de simbiontes necesitaban una dieta que contuviera todos los aminoácidos que faltan, o son escasos, en la savia del floema. Posteriores estudios genó- micos documentaron la presencia en Buchnera de los genes que codifican la biosíntesis de nueve aminoácidos que no están presentes en la savia. Hay también ejemplos de sinergia entre hospedador y simbionte en los que la síntesis de ciertos aminoá- cidos es una empresa conjunta. Por ejemplo, Buchnera carece de la enzima necesaria para el último paso de la biosíntesis de la leucina, pero el gen necesario está presente en el genoma de los pulgones. Probablemente, el pulgón elabora esta enzima, que participa en la ruta de la biosíntesis de la leucina junto con las enzimas bacterianas. Un simbionte secundario puede contribuir también a una «empresa conjunta». Por ejemplo, el simbionte Buchnera del pulgón del cedro es incapaz de suministrar triptófano al pul- gón. Dos genes de la ruta de biosíntesis del triptófano están presentes en Buchnera, pero los restantes genes para esta ruta están localizados en el cromosoma de un endosimbionte secundario (Figura 22.36). Así, diferentes partes de una ruta metabólica necesaria pueden ser codificadas por endosim- biontes diferentes presentes en el mismo insecto. Las hormigas cultivadoras de hongos proporcionan un ejemplo más de una simbiosis compleja, que se ha formado entre un insecto y múl- tiples microorganismos (véase Explorando el mundo micro- biano, «Los múltiples simbiontes microbianos de las hormigas cultivadoras de hongos»). Las cochinillas (Planococcus citri) constituyen uno de los más raros ejemplos de cooperación entre dos simbiontes que infectan al Tabla 22.3 Características del genoma de algunos endosimbiontes de animalesa Hospedador Simbionte (genus) Tamaño del genoma (Mbp) G + C (%) Genes Áfidos Heterótrofo (Buchnera) 0,42-0,62 20-26 362-574 Mosca tsetse Heterótrofo (Wigglesworthia) 0,70 22 617 Hormiga carpintera Heterótrofo (Blochmannia) 0,71-0,79 27-30 583-610 Chicharrita de alas cristalinas Heterótrofo (Sulcia) 0,25 22 227 Cochinilla blanca Heterótrofo («Candidatus Moranella endobia» Gammaproteobacteria) 0,54 43,5 406 Cochinilla blanca Heterótrofo («Candidatus Tremblaya prínceps» Betaproteobacteria) 0,14 58,8 121 Almeja (Calyptogena okutanii) Oxidante del azufre (sin nombrar) 1,0 32 975 Almeja (Calyptogena magnifica) Oxidante del azufre (Ruthia) 1,2 34 1.248 Gusano (Riftia pachyptila) Oxidante del azufre (sin nombrar) 3,3b NA NA aTodos los simbiontes de la lista están asociados estrictamente con sus hospedadores, con la excepción del simbionte de Riftia, que también tiene una etapa de vida libre. b La bacteria oxidadora del azufre de vida libre Thiomicrospira crunogena tiene un genoma significativamente más pequeño (2,4 Mb) que este simbionte. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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