Vista previa del material en texto
REVISIÓN 369 INTRODUCCIÓN La distrofia muscular de Duchenne (DMD) es una enfermedad con un patrón de herencia recesiva ligada al cromosoma X, cau- sada por mutaciones en el gen de la distrofina (DMD). Es la dis- trofia muscular más frecuente en el humano, y afecta a 1 de ca- da 3.500 varones nacidos vivos [1]. Esta enfermedad se debe a la deficiencia de una proteína denominada distrofina, que se ex- presa en la cara citoplasmática del sarcolema y es crucial para la función de las fibras musculares. Hasta hace unos años, la DMD era una entidad cuyas expectativas de tratamiento eran casi nu- las, y aunque hasta el momento no existe una cura definitiva, existen diversas intervenciones que pueden modificar la historia natural de la enfermedad, por lo que en la actualidad gran parte de los pacientes llegan a la edad adulta [2,3]. El objetivo de este artículo es describir los principales avan- ces en el tratamiento de la DMD, así como los enfoques tera- péuticos moleculares que están actualmente en investigación. BASES MOLECULARES El gen DMD se encuentra en cromosoma Xp21.2, está formado por 79 exones y tiene una extensión de 2,3 Mb. La distrofina es el producto funcional del gen DMD. Mutaciones en éste dan lu- gar a la DMD (OMIM 310200) [4], así como a otras enfermeda- DISTROFIA MUSCULAR DE DUCHENNE: ACTUALIDAD Y PERSPECTIVAS DE TRATAMIENTO Resumen. Introducción y desarrollo. La distrofia muscular de Duchenne (DMD) es una de las enfermedades genéticas neuro- musculares de mayor gravedad y frecuencia en niños. Es una enfermedad discapacitante que ocasiona un deterioro progresi- vo de los músculos y lleva al paciente a la muerte en la mayoría de los casos por problemas cardiorrespiratorios. Hasta hace algún tiempo, la calidad y expectativa de vida de los pacientes eran reducidas y las opciones terapéuticas limitadas; sin em- bargo, recientemente se ha establecido un conjunto de intervenciones que modifica de manera significativa el progreso de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes con DMD. Se están desarrollando diversos enfoques terapéuticos para co- rregir molecularmente el defecto genético en estos pacientes. Mientras esto ocurre, es necesario implementar sistemas coor- dinados para mantener en la mejor condición física posible a los pacientes. Conclusiones. La detección temprana de las com- plicaciones permite identificar a los pacientes para canalizarlos a un tratamiento adecuado; sin embargo, esto depende del diagnóstico y seguimiento oportuno. La realización de estas intervenciones involucra a un grupo multidisciplinario de alta es- pecialidad y necesita la colaboración del paciente y de su familia. [REV NEUROL 2009; 49: 369-75] Palabras clave. Duchenne. Esteroides. Omisión exónica. PTC124. Terapia molecular. Tratamiento. Aceptado tras revisión externa: 14.04.09. a División de Genética. Centro de Investigación Biomédica de Occidente. Instituto Mexicano del Seguro Social. b Centro de Rehabilitación Infantil Te- letón de Occidente. c Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Univer- sidad de Guadalajara. Guadalajara, Jalisco. d División de Medicina Genó- mica. Centro Médico Nacional 20 de Noviembre. ISSTE. México DF, México. Correspondencia: Biol. Luz Berenice López Hernández. División de Medi- cina Genómica. Subdirección de Enseñanza e Investigación. Centro Médico Nacional 20 de Noviembre. ISSSTE. San Lorenzo 502, Colonia del Valle. CP 3100. México DF, México. E-mail: mones17@yahoo.com Agradecimientos. A la Dra. H. Rosas y al Dr. R. Coral Vázquez, por la revi- sión final del documento, y a L. Jiménez Hernández, por la realización de las ilustraciones. 2009, REVISTA DE NEUROLOGÍA Distrofia muscular de Duchenne: actualidad y perspectivas de tratamiento L.B. López-Hernández a,c.d, N.A. Vázquez-Cárdenas a,c, E. Luna-Padrón b REV NEUROL 2009; 49 (7): 369-375 SENSE OF SMELL, PHYSIOLOGICAL AGEING AND NEURODEGENERATIVE DISEASES: II. AGEING AND NEURODEGENERATIVE DISEASES Summary. Introduction. The sense of smell, which was once studied because of its biological and evolutionary significance, is today one of the centres of interest in research on normal and pathological ageing. The latest scientific developments point to an inversely proportional relationship between age and olfactory sensitivity. In certain neurodegenerative diseases this sensory decline is one of the first symptoms of the disorder and is correlated with the progression of the disease. Development. In this work we are going to review the scientific knowledge on loss of sense of smell in ageing and in neurodegenerative diseases, with special attention given to Alzheimer’s and Parkinson’s diseases. Conclusions. A survey of studies that have examined the olfactory deficits in ageing and in some neurodegenerative diseases offers conclusive results about the presence of these impairments in the early stages of these disorders and even among healthy elderly persons. Although a number of causes contribute to these sensory losses in physiological ageing, a common neurological foundation has been proposed for Alzheimer's and Parkinson’s diseases. Nevertheless, despite certain initial similarities, the olfactory deficits shown in these disorders seem to be qualitatively different. [REV NEUROL 2009; 49: 363-9] Key words. Ageing. Alzheimer’s disease. Neurodegenerative disease. Olfactory tests. Parkinson’s disease. Sense of smell. L.B. LÓPEZ-HERNÁNDEZ, ET AL REV NEUROL 2009; 49 (7): 369-375370 des que en conjunto se denominan distrofi- nopatías, como la distrofia muscular de Becker (DMB) (OMIM 300376) y la car- diomiopatía dilatada 3B (OMIM 302045). La distrofina es una proteína estructural que se expresa principalmente en el múscu- lo esquelético, consta de 3.685 aminoáci- dos y forma un vínculo entre el citoesque- leto y la matriz extracelular. Su papel fun- damental es brindar soporte y protección a las células musculares durante la contrac- ción, ya que forma parte de un complejo multiproteico denominado DGC (dystro- phin glycoprotein complex) [5]. Cuando la distrofina está presente, la distribución de las fuerzas mecánicas se lleva a cabo de ma- nera coordinada en las células musculares, pero cuando hay una deficiencia en esta proteína, la célula queda susceptible al es- trés mecánico y finalmente la infiltración anormal de calcio (producto de la fragilidad del sarcolema), junto con la interacción de otras proteínas (calpaínas proteasas dependientes de calcio), lle- van a la destrucción de la fibra muscular [6,7] (Fig. 1). Los músculos proximales contienen fibras grandes que soportan más peso y se ven afectadas antes que las fibras de los músculos distales. En las biopsias de pacientes con DMD, es posible ob- servar conjuntos de fibras musculares necróticas, infiltración de macrófagos y linfocitos, y fibras inmaduras con núcleos centra- dos, producto de ciclos de degeneración/regeneración que origi- nan el fenotipo de la DMD [7,8]. Los pacientes con DMD carecen de distrofina, mientras que ésta se encuentra expresada de manera anormal en los pa- cientes con DMB, que es una enfermedad similar a la DMD, pero cuyas manifestaciones clínicas son menos graves y la edad de aparición es más tardía (por definición, los pacientes con DMB conservan la capacidad ambulatoria después de los 16 años). La hipótesis más aceptada para explicar la diferencia entre estos dos tipos de distrofia se denomina ‘hipótesis del marco de lectura’, propuesta por Mónaco et al en 1988 [9], y establece que mutaciones en el gen DMD que afectan el marco de lectura en el ácido ribonucleico mensajero (ARNm) generan el fenotipo DMD, mientras que mutaciones que dan lugar a transcritos anormales, pero que no afectan el marco de lectura, originan el fenotipo DMB. En alrededor del 90% de los casos se confirma esta hipótesis [10]. Este principio ha sido la base de la estrategia terapéutica denominada ‘omisión del exón’ pa- ra la corrección molecular de deleciones y duplicaciones en el gen DMD [11]. Existen varias isoformas de la distrofina:muscular, cortical, cerebelar, retiniana, fetal (cerebro y riñón), de célula de Schwann y glial [17]. Aunque los síntomas de la DMD se relacionan prin- cipalmente con las isoformas musculares, se ha planteado que la ausencia de distrofina en el cerebro es la causa del déficit cognitivo observado en algunos pacientes con DMD. Así, tam- bién se ha demostrado que los pacientes cuya mutación afecta la isoforma retiniana Dp260 presentan mayor debilidad para la vi- sión rojo-verde [12-16]. Fibroblastos y plaquetas expresan las isoformas de la distrofina Dp116 y Dp71 respectivamente. Mu- taciones que afectan dichas isoformas se han vinculado con ma- yor sangrado durante cirugías mayores [18]. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y COMPLICACIONES DE LA DMD Los pacientes presentan debilidad muscular rápidamente progre- siva de predominio proximal, que se inicia con debilidad de los músculos de la cintura pélvica (maniobra de Gowers positiva), pseudohipertrofia de gemelos y alteraciones en la marcha que se detectan antes de los 5 años. Alrededor de los 9 años de edad, la mayoría de los pacientes ya han perdido la capacidad de cami- nar, lo que favorece la aparición de deformidades musculoesque- léticas (contracturas, escoliosis en un 75% de los casos). La de- bilidad muscular progresa finalmente hacia los músculos respi- ratorios y el corazón, y lleva al paciente a insuficiencia respirato- ria (75%) y/o cardíaca (25%), lo que ocasiona la muerte [1,2]. En pacientes con DMD suelen presentarse otras alteraciones clínicas que empeoran el pronóstico: problemas de nutrición (des- nutrición o sobrepeso), digestivos (estreñimiento o reflujo gas- troesofágico), disminución en la densidad ósea y fracturas [19]. DIAGNÓSTICO DE DMD El diagnóstico se establece con las características clínicas, la historia familiar, los patrones electromiográficos sugestivos de DMD y niveles séricos elevados de creatinfosfocinasa, debido al daño muscular [2,3,20]. Aproximadamente en un tercio de los casos no hay antecedentes de otro familiar afectado, por lo que se necesitarán estudios molecular, histopatológico e inmu- nohistoquímico para establecer el diagnostico preciso y así po- der realizar el asesoramiento genético (3). Se debe, así mismo, realizar el diagnóstico diferencial con otras distrofias muscula- res, principalmente la tipo Becker y de cinturas (en particular, LGMD2I). Cabe mencionar que el diagnóstico de DMD puede dificul- tarse cuando se encuentra asociado con la deficiencia de glice- rolcinasa e hipoplasia adrenal congénita, como ocurre en el sín- drome de genes contiguos (deleción Xp21) [21]. Se han registrado más de 4.500 variantes en el gen DMD en la base de datos LOVD (Leiden Open Variation Database) [22]. Alrededor del 72% son deleciones extensas, el 7% duplicacio- nes y el 20% pequeñas deleciones, inserciones o mutaciones de Figura 1. Complejo distrofina-glucoproteínas (DGC). La entrada excesiva de calcio por rupturas en la membrana o mediada por canales iónicos desencadena proteólisis y los elementos del DGC pier- den su localización normal (modificado de [8]). DISTROFIA DE DUCHENNE REV NEUROL 2009; 49 (7): 369-375 371 una sola base [10], lo que ha facilitado el diseño de metodolo- gías para mejorar el diagnóstico molecular en distrofinopatías y ha permitido el registro de los subsecuentes cambios en el feno- tipo del paciente [22,23] (Tabla I). Otro de los alcances del estu- dio molecular es la detección de portadoras, que puede realizar- se analizando directamente la mutación o por estudios de segre- gación familiar con marcadores genéticos informativos [18,24]. TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES CON DMD El tratamiento debe enfocarse principalmente en cuatro aspec- tos: el mantenimiento de la fuerza muscular del paciente, la pre- vención del desarrollo de deformidades de la columna vertebral, el manejo de complicaciones respiratorias, y la prevención y tratamiento de alteraciones cardíacas [19] (Tabla II). El impacto de la integración de los abordajes terapéuticos para retrasar el progreso de la enfermedad plantea la necesidad de evaluar la calidad de vida de los pacientes, para lo que se han propuesto diversos instrumentos [25]. Tratamiento con esteroides La estrategia terapéutica actual de mayor éxito consiste en la administración de corticoesteroides combinada con terapia físi- ca, ya que el tratamiento a largo plazo se relaciona con preser- vación de la capacidad ventilatoria, prolongación de la marcha independiente, menor riesgo de desarrollar escoliosis y dismi- nución en la frecuencia de complicaciones respiratorias y car- díacas [26-28]. Diversos estudios muestran el riesgo-beneficio del tratamiento con corticoesteroides en los pacientes con DMD [29-31]. Un estudio reciente mostró que los pacientes tratados con corticoesteroi- des presentaron 3,3 años más en la preservación de la deambulación que aquéllos que no los recibieron [32]. Los corticoesteroides que más se uti- lizan en la práctica clínica son la pred- nisona y el deflazacort. Ambos han mostrado que producen mejoría en la fuerza muscular en niños con DMD, y la dosis recomendada por la Acade- mia Americana de Neurología es 0,75 mg/kg/día de prednisona y 0,9 mg/kg/ día de deflazacort, este último con menos efectos secundarios [33]. Aun- que los beneficios de los corticoeste- roides son evidentes, deberán tomarse en cuenta los efectos secundarios (in- cremento de riesgo de fracturas, au- mento de peso, talla baja, cataratas, diabetes, insomnio, cambios de carác- ter, gastritis, hipertensión arterial y, en ocasiones, síndrome de Cushing). A pesar de que se han planteado varias hipótesis para explicar el mecanismo de acción de los corticoesteroides en la DMD, su funcionamiento en tér- minos moleculares aún se desconoce [29]. No existen datos suficientes so- bre la edad óptima para el inicio y la duración del tratamiento con los este- roides; sin embargo, se recomienda el inicio alrededor de los 5 años de edad, cuando los pacientes aún no han perdido la capa- cidad ambulatoria. Se recomienda la administración de cortico- esteroides en conjunto con calcio y vitamina D para mantener la densidad ósea y reducir el riesgo de fracturas. No existe un con- senso sobre el régimen que se debe emplear, aunque el esquema intermitente 10 días con tratamiento y 10 días sin él ha mostra- do resultados satisfactorios [2,34]. Terapia física Es una medida benéfica que ayuda a prevenir las contracturas musculares en los pacientes con DMD. Se recomiendan ejerci- cios de estiramiento y flexión en calidad de submáximos con vi- gilancia de un terapeuta que conozca la enfermedad, mientras que los ejercicios de resistencia intensos están contraindicados, porque pueden exacerbar el daño muscular. Además, se deben prevenir las deformidades óseas, como contracturas en flexión, escoliosis y pie equinovaro, entre otras. Es recomendable con- trolar el peso para evitar la obesidad. La natación y el ejercicio en bicicleta son frecuentemente indicados por los terapeutas, ya que son tolerados fácilmente por los pacientes [3,35]. Los efectos del entrenamiento de los músculos respiratorios son controvertidos, ya que algunos autores argumentan que éste es benéfico para mantener la fuerza y preservar la función pul- monar, mientras que otros sugieren que los protocolos de entre- namiento de músculos respiratorios podrían incrementar el da- ño, de manera que se requiere mas evidencia para sustentar los beneficios de esta práctica [36]. Tabla I. Técnicas de detección de mutaciones en el gen DMD. Técnica Detección Ref. PCR multiplex Deleciones en determinados exones [59,60] MLPA, PCR en tiempo real Deleciones, duplicaciones exónicas y [23,60,61] mutaciones de una sola base más frecuentes SCAIP, DGGE, DHPLC Mutaciones de una sola base y [62-64] pequeñas deleciones en todo el gen DGGE: electroforesis en gel de gradiente desnaturalizante; DHPLC: cromatografía líquida desnaturalizante de alta resolución; MLPA: amplificación múltiple de sondas dependientes de ligando; PCR: reacciónen cadena de la polimerasa, SCAIP: amplificación de condición individual/primer interno. Tabla II. Complicaciones y tratamiento de la distrofia muscular de Duchenne. Complicación Edad de Tratamiento Ref. inicio (años) Pérdida de 9-12 Administración de prednisona/deflazacort [28,35] deambulación en etapa ambulatoria (4-7 años) Escoliosis 11-13 Cirugía correctiva [35,39,56,57] Hipoventilación y enfer- 15-17 VNI cuando la CVF está entre el 50-60%. [35,36] medades respiratorias Vacuna neumocócica y contra influenza Cardiomiopatía 16 La administración de perindopril en etapas [3,35,58] dilatada tempranas se asocia con disminución de la mortalidad. Otros fármacos frecuentemente empleados son betabloqueadores y diuréticos Disfagia, reflujo 22 Dieta rica en fibra, laxantes [3,19] y desnutrición y alimentos blandos CVF: capacidad vital forzada; VNI: medidas de soporte ventilatorio no invasivas. San Resaltado L.B. LÓPEZ-HERNÁNDEZ, ET AL REV NEUROL 2009; 49 (7): 369-375372 Cuidados posturales La monitorización de deformidades de la columna debe reali- zarse antes de la pérdida de la deambulación, ya que, en el mo- mento en que el paciente pierde la marcha independiente, co- mienza a desarrollar deformidades de la columna (escoliosis). La edad de la pérdida de la deambulación se relaciona directa- mente con el desarrollo de deformidades de columna vertebral. La cirugía para corregir la escoliosis está indicada cuando las funciones cardíaca y respiratoria no están gravemente afecta- das. La edad óptima para realizar el tratamiento quirúrgico es entre los 11 y 13 años [37], preferentemente cuando el rango del ángulo de Cobb está entre 20-40º y la capacidad vital forzada es mayor que el 30% de lo esperado para la edad y estatura, y cuando hay una adecuada función cardíaca demostrada por eco- cardiograma [38]. El objetivo de la cirugía de la columna es ob- tener y mantener el balance postural que le permita al paciente permanecer sentado el resto de su vida, además de evitar la de- formación progresiva de la columna, que suele restringir la ca- pacidad pulmonar [39]. Previamente a la cirugía correctiva, de- be considerarse el tipo de anestesia que se va a utilizar, ya que el uso de relajantes despolarizantes de músculo, como la succinil- colina, está contraindicado por el riesgo de reacciones fatales [40]. Recientemente se ha notificado que los pacientes con DMD presentan mayor sangrado durante las cirugías que los pacientes con otras enfermedades neuromusculares, razón por la cual se ha recomendado que reciban transfusión de plaquetas previamente al procedimiento, aunque presenten niveles pla- quetarios normales, por lo que la cirugía correctiva debe tratar- se por un grupo multidisciplinario de especialistas [17]. Cuidados respiratorios La progresión de la debilidad y afectación de los músculos res- piratorios trae como consecuencia la alteración en la mecánica ventilatoria, ocasionando neumopatía restrictiva, lo que aumen- ta el riesgo de infecciones broncopulmonares, neumonía, ate- lectasias, insuficiencia respiratoria y, finalmente, la muerte. El tratamiento consiste principalmente en medidas de soporte ven- tilatorio, que pueden ser no invasivas o invasivas y permanentes, como la intubación endotraqueal o traqueostomía, cuya aplica- ción dependerá del grado de afectación del individuo. Los pa- cientes deberán tener una vigilancia estrecha y ser evaluados por un neumólogo dos veces al año como mínimo a partir de la pérdida de deambulación [36,41]. Para la evaluación de la fun- ción pulmonar en pacientes con DMD, los principales paráme- tros que deben tomarse en cuenta son: saturación de oxihemo- globina por oximetría de pulso, medidas espirométricas de ca- pacidad vital forzada, volumen espiratorio forzado en el primer segundo, medición de la presión máxima espiratoria e inspirato- ria, y pico-flujo de tos [36]. La necesidad de ventilación mecá- nica surge entre los 18 y 20 años, cuando la capacidad vital for- zada cae por debajo del 50%, el dióxido de carbono se eleva y se presenta hipoxemia. Es recomendable iniciar la medida de soporte ventilatorio no invasiva con presión positiva bifásica pa- ra ayudar a los músculos respiratorios a cumplir la función ven- tilatoria, lo que ayuda a prolongar la sobrevida de los pacientes ante una insuficiencia respiratoria hipercápnica [42]. Los pa- cientes con DMD presentan tos inefectiva. Cuando el pico-flujo de tos cae por debajo de 160 L/min, es necesario realizar una hi- giene bronquial adecuada con técnicas de tos asistida, ya sean manuales (respiración glosofaríngea, presión positiva con bolsa de aire y mascarilla) o mecánicas (con máquina de insuflación y exuflación, cough assist machine), con la finalidad de disminuir el riesgo de hospitalizaciones frecuentes y falla respiratoria, que ocurre como resultado de la incapacidad para toser durante una infección de vías respiratorias. Esto conduce a una muerte tem- prana en la mayoría de los casos. Cuidados cardiológicos La cardiomiopatía dilatada es una complicación frecuente de los pacientes con DMD; sin embargo, los síntomas se presentan en etapas tardías de la enfermedad cuando las opciones tera- péuticas son casi nulas. Se ha demostrado que las lesiones apa- recen a temprana edad y permanecen silentes durante años, por lo que la Academia Americana de Pediatría recomienda que se vigile a los pacientes constantemente, con la finalidad de lograr en éstos la detección y el tratamiento oportuno, el cual consiste generalmente en el uso de digitálicos, diuréticos, inhibidores de la enzima conversora de angiotensina [20] y betabloqueadores. Figura 2. Modificación del gen endógeno: a) Omisión exónica de paciente con deleción del exón 50 y bloqueo mediante oligonucleótidos antisenti- do del exón 51 para restaurar el marco de lectura; b) Ribosoma ARNm nor- mal; c) Omisión de codón de paro prematuro UGA con PTC124. a b c ARNm San Resaltado San Resaltado San Resaltado DISTROFIA DE DUCHENNE REV NEUROL 2009; 49 (7): 369-375 373 La valoración cardiológica deberá realizarse cada dos años has- ta la edad de 10 años, y posteriormente la vigilancia será bi- anual [43]. PERSPECTIVAS DE TRATAMIENTO Las estrategias moleculares para desarrollar un tratamiento con- tra la DMD pueden clasificarse en tres grupos según su modo de acción: reemplazo del gen, modificación del gen endógeno y sobreexpresión/inhibición de modificadores del fenotipo. Reemplazo del gen El objetivo de este enfoque molecular es la sustitución comple- ta del gen DMD en los pacientes. Como ejemplo está la terapia génica con vectores virales, plásmidos, ADN desnudo y tera- pia con células madre. Sin embargo, los resultados de las prue- bas con adenovirus, plásmidos y ADN desnudo han presentado dificultades debido a la generación de respuesta inmune adver- sa y baja eficiencia en la producción de distrofina, respectiva- mente. Los virus adenoasociados no generan una respuesta in- mune significativa, pero la extensión del gen DMD no permite la utilización de este vector, por lo que se han diseñado versio- nes más pequeñas del gen que contienen los segmentos más im- portantes de la proteína. Cabe señalar que se desconoce si estas ‘versiones’ modificadas tendrán la misma eficiencia que la pro- teína silvestre [44]. Las células madre tienen la capacidad de autorrenovarse y dar lugar a precursores antes de diferenciarse. Se han realizado diversos estudios con células madre para promover la formación de nuevas fibras musculares en modelos animales con DMD. La principal limitación de este enfoque es la dificultad para lograr que las células madre transferidas migren más allá del sitio de inyección. En la actualidad se están realizando estudios en una subpoblación de pericitos (células asociadas al endotelio que originan la capa de músculo liso de los vasos sanguíneos), ya que éstos pueden llegar al músculo esquelético vía inyección ar- terial, para proliferar y diferenciarse eficientemente en células musculares multinucleadas y así repararel daño generado por el deterioro muscular en la DMD [44,45]. Modificación del gen endógeno Este enfoque tiene como finalidad restaurar la expresión de dis- trofina, sin la necesidad de cambiar la estructura completa del gen DMD, mediante la alteración de la expresión génica pre- ARNm, en los transcritos aberrantes producto de la mutación en el gen DMD. Las dos estrategias representativas de este enfoque son la ‘omisión o salto del exón’ (exon skipping) y la ‘omisión o translectura del codón de paro’ (stop codon read through) (Fig. 2). Terapia de omisión exónica La terapia de omisión exónica consiste en la intervención de agentes antisentido que, por complementariedad de bases, se unen al ARN y bloquean sitios de reconocimiento de empalme. Esto evita la inclusión de los exones con la mutación en el ARNm, de manera que se genera un ARNm funcional, restau- rando el ‘marco de lectura’ que había sido interrumpido por la mutación. Por ejemplo, en los casos de pacientes con deleción del exón 50, se generaría un ARNm donde el exón 49 se une con el exón 51 durante el proceso de empalme. Este ensamblaje particular tendría como resultado un codón de paro prematuro en el exón 51 (el cual se produce por la combinación azarosa de bases durante el corrimiento del marco de lectura), que inte- rrumpiría la producción de distrofina. Sin embargo, la exclusión del exón 51 mediante oligonucleótidos antisentido durante el proceso de corte y empalme generaría un ARNm en el que los exones 49 y 52 se ensamblan juntos, y el marco de lectura sería restituido produciendo distrofina similar a la silvestre, con la di- ferencia de que los aminoácidos codificados por los exones 50 y 51 estarían ausentes. La fase clínica I de esta terapia se ha con- cluido en pacientes con DMD, y el resultado fue que los agentes terapéuticos se toleraron adecuadamente por los pacientes sin generar efectos secundarios significativos. Además, se restituyó la producción de distrofina hasta en el 97% de las miofibras [46]. La principal limitación de este enfoque terapéutico es lo- grar eficientemente la administración sistémica de los oligonu- cleótidos antisentido, ya que éstos se inyectaron de manera lo- cal en los músculos de los pacientes. Además, no se conoce su efecto a largo plazo [47]. Omisión de codones de paro De manera normal, durante la traducción existen codones que especifican al ribosoma que la traducción del péptido debe con- cluir mediante el reclutamiento de factores de terminación. Se denominan codones de paro (UGA, UAA, UAG) y cambios de una sola base pueden dar lugar a éstos, generando una señal de terminación anormal ‘mutación sin sentido’. El enfoque tera- péutico denominado ‘omisión de codón de paro’ se encuentra en fase clínica 2b, y consiste en la inducción de la producción de distrofina en pacientes con DMD con este tipo de mutación. Esta terapia se lleva a cabo mediante la acción de un fármaco denominado PTC124, que tiene la ventaja de administrarse de manera oral y de actuar selectivamente sobre codones de paro anormales [48] (www.clinicaltrials.gov). Una de las principales limitaciones es que el contexto de la secuencia de la mutación interfiere con el efecto del compuesto, y la secuencia UGAC se omite preferentemente con respecto a otras secuencias de codón de paro. Debido a la frecuencia de mutaciones sin sentido en pacientes con DMD, se considera que menos del 10% de los pa- cientes serían candidatos a esta terapia [49]. Sobreexpresión/inhibición de modificadores del fenotipo Consiste en la modulación farmacológica de otros genes que influyen en el fenotipo distrófico. Tal es el caso de la utrofina, que es una proteína homóloga a la distrofina y cuya sobreex- presión reduce el daño muscular en ratones [50]. Durante el de- sarrollo fetal, se expresan ambas proteínas, pero de manera pos- natal sólo se expresa la distrofina de forma ubicua, y la expre- sión de la utrofina se reduce a las uniones neuromusculares. En un estudio reciente se mostró que de forma natural existe una correlación positiva entre niveles de expresión altos de utrofina en el momento de la biopsia y la edad de pérdida de ambu- lación de los pacientes. Este estudio apoya la idea sugerida por varios autores de que la inducción de la sobreexpresión de utrofina serviría como mecanismo compensatorio en los pa- cientes con DMD [51,52]. La miostatina es un regulador negativo del crecimiento mus- cular, ya que inhibe la transcripción génica de proteínas necesa- rias para la formación de músculo, por lo que se ha propuesto como una posible terapia bloquear mediante la unión de un an- ticuerpo, la acción de la miostatina, y de esta manera promover la generación de músculo en los pacientes [53,54]. Otros enfo- ques terapéuticos se basan en la reducción de la inflamación y L.B. LÓPEZ-HERNÁNDEZ, ET AL REV NEUROL 2009; 49 (7): 369-375374 fibrosis en pacientes con DMD, inhibiendo farmacológicamen- te el factor de necrosis tumoral alfa, aunque cabe señalar que las primeras evidencias experimentales sólo se han probado en ra- tones [55]. CONCLUSIONES El entendimiento de los mecanismos fisiopatológicos de la DMD ha impulsado el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas mo- leculares; sin embargo, aún no se cuenta con un tratamiento es- pecífico, y se requiere de un mejor registro y seguimiento de los pacientes, así como de una adecuada descripción de las varian- tes génicas para el desarrollo de futuros estudios de respuesta a tratamiento con esteroides, correlación genotipo-fenotipo y ge- nes modificadores del fenotipo. La integración del diagnóstico clínico-molecular debe realizarse de forma temprana, para po- der realizar las intervenciones oportunamente y evitar el rápido progreso de la enfermedad. BIBLIOGRAFÍA 1. Emery AE. The muscular dystrophies. BMJ 1998; 317: 991-5. 2. Biggar WD. Duchenne muscular dystrophy. Pediatr Rev 2006; 27: 83-8. 3. Bushby K, Bourke J, Bullock R, Eagle M, Gibsond M, Quinby J. The multidisciplinary management of Duchenne muscular dystrophy. Curr Paediatr 2005; 15: 292-300. 4. Hoffman EP, Brown RH Jr, Kunkel LM. Dystrophin: the protein pro- duct of the Duchenne muscular dystrophy locus. Cell 1987; 51: 919-28. 5. Koenig M, Beggs AH, Moyer M, Scherpf S, Heindrich K, Bettecken T, et al. The molecular basis for Duchenne versus Becker muscular dys- trophy: correlation of severity with type of deletion. Am J Hum Genet 1989; 45: 498-506. 6. Davies KE, Nowak KJ. Molecular mechanisms of muscular dystro- phies: old and new players. Nat Rev Mol Cell Biol 2006; 7: 762-73. 7. Deconinck N, Dan B. Pathophysiology of Duchenne muscular dystro- phy: current hypotheses. Pediatr Neurol 2007; 36: 1-7. 8. Batchelor CL, Winder SJ. Sparks, signals and shock absorbers: how dystrophin loss causes muscular dystrophy. Trends Cell Biol 2006; 16: 198-205. 9. Mónaco AP, Bertelson CJ, Liechti-Gallati S, Moser H, Kunkel LM. An explanation for the phenotypic differences between patients bearing partial deletions of the DMD locus. Genomics 1988; 2: 90-5. 10. Aartsma-Rus A, Van Deutekom JC, Fokkema IF, Van Ommen GJ, Den Dunnen JT. Entries in the Leiden Duchenne muscular dystrophy mutation database: an overview of mutation types and paradoxical cases that confirm the reading-frame rule. Muscle Nerve 2006; 34: 135-44. 11. Aartsma-Rus A, Janson AA, Kaman WE, Bremmer-Bout M, Van Om- men GJ, Den Dunnen JT, et al. Antisense-induced multiexon skipping for Duchenne muscular dystrophy makes more sense. Am J Hum Ge- net 2004; 74: 83-92. 12. Muntoni F, Torelli S, Ferlini A. Dystrophin and mutations: one gene, several proteins, multiple phenotypes. Lancet Neurol 2003; 2: 731-40. 13. Moizard MP, Billard C, Toutain A, Berret F, Marmin N, Moraine C. Are Dp71 and Dp140 brain dystrophin isoforms related to cognitive impairment in Duchenne muscular dystrophy? Am J Med Genet 1998; 80: 32-41. 14. Moizard MP, Toutain A, Fournier D, Berret F, Raynaud M, Billard C, et al. Severe cognitive impairment in DMD: obvious clinical indication for Dp71 isoform pointmutation screening. Eur J Hum Genet 2000; 8: 552-6. 15. Costa MF, Oliveira AG, Feitosa-Santana C, Zatz M, Ventura DF. Red- green color vision impairment in Duchenne muscular dystrophy. Am J Hum Genet 2007; 80: 1064-75. 16. Cyrulnik SE, Hinton VJ. Duchenne muscular dystrophy: a cerebellar disorder? Neurosci Biobehav Rev 2008; 32: 486-96. 17. Erazo-Torricelli R. Actualización en distrofias musculares. Rev Neurol 2004; 39: 860-71. 18. Labarque V, Freson K, Thys C, Wittevrongel C, Hoylaerts MF, De Vos R, et al. Increased Gs signalling in platelets and impaired collagen ac- tivation, due to a defect in the dystrophin gene, result in increased blood loss during spinal surgery. Hum Mol Genet 2008; 17: 357-66. 19. Parker AE, Robb SA, Chambers J, Davidson AC, Evans K, O’Dowd J, et al. Analysis of an adult Duchenne muscular dystrophy population. QJM 2005; 98: 729-36. 20. Escobar-Cedillo RE, Miranda A, Lona S, Castillo M. Análisis del pa- trón de interferencia en pacientes con distrofia muscular. Rev Neurol 2004; 39: 517-20. 21. Pantoja-Martínez J, Martínez-Castellano F, Tarazona-Casany I, Buesa- Ibáñez E, Ardid-Encinar M, Esparza-Sánchez MA, et al. Síndrome de deleción de genes contiguos en Xp21: asociación de deficiencia de gli- cerolcinasa, hipoplasia suprarrenal congénita y distrofia muscular de- Duchenne. Rev Neurol 2007; 44: 606-9. 22. Fokkema IF, Den Dunnen JT, Taschner PE. LOVD: easy creation of a locus-specific sequence variation database using an ‘LSDB-in-a-box’ approach. Hum Mutat 2005; 26: 63-8. 23. Bunyan DJ, Skinner AC, Ashton EJ, Sillibourne J, Brown T, Collins AL, et al. Simultaneous MLPA-based multiplex point mutation and dele- tion analysis of the dystrophin gene. Mol Biotechnol 2007; 35: 135-40. 24. González-Herrera L, Gamas-Trujillo PA, García-Escalante MG, Casti- llo-Zapata I, Pinto-Escalante D. Identificación de deleciones en el gen de la distrofina y detección de portadoras en familias con distrofia muscular de Duchenne/Becker. Rev Neurol 2009; 48: 66-70. 25. Longo-Araújo de Melo E, Moreno-Valdés MT. Evaluación de la ca- lidad de vida de los niños con distrofia muscular progresiva de Du- chenne. Rev Neurol 2007; 45: 81-7. 26. Daftary AS, Crisanti M, Kalra M, Wong B, Amin R. Effect of long-term steroids on cough efficiency and respiratory muscle strength in patients with Duchenne muscular dystrophy. Pediatrics 2007; 119: 320-4. 27. Kinali M, Main M, Eliahoo J, Messina S, Knight RK, Lehovsky J, et al. Predictive factors for the development of scoliosis in Duchenne muscular dystrophy. Eur J Paediatr Neurol 2007; 11: 160-6. 28. Angelini C. The role of corticosteroids in muscular dystrophy: a criti- cal appraisal. Muscle Nerve 2007; 36: 424-35. 29. Connolly AM, Schierbecker J, Renna R, Florence J. High dose weekly oral prednisone improves strength in boys with Duchenne muscular dystrophy. Neuromuscul Disord 2002; 12: 917-25. 30. Beenakker EA, Fock JM, Van Tol MJ, Maurits NM, Koopman HM, Brouwer OF, et al. Intermittent prednisone therapy in Duchenne mus- cular dystrophy: a randomized controlled trial. Arch Neurol 2005; 62: 128-32. 31. Manzur AY, Kinali M, Muntoni F. Update on the management of Du- chenne muscular dystrophy. Arch Dis Child 2008; 93: 986-90. 32. King WM, Ruttencutter R, Nagaraja HN, Matkovic V, Landoll J, Hoyle C, et al. Orthopedic outcomes of long-term daily corticosteroid treat- ment in Duchenne muscular dystrophy. Neurology 2007; 68: 1607-13. 33. Moxley RT III, Ashwal S, Pandya S, Connolly A, Florence J, Mathews K, et al. Practice parameter: corticosteroid treatment of Duchenne dys- trophy: report of the Quality Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology and the Practice Committee of the Child Neu- rology Society. Neurology 2005; 64: 13-20. 34. Straathof CS, Overweg-Plandsoen WC, Van den Burg GJ, Van der Kooi AJ, Verschuuren JJ, De Groot IJ. Prednisone 10 days on/10 days off in patients with Duchenne muscular dystrophy. J Neurol 2009; 256: 768-73. 35. Kinali M, Manzur AY, Muntoni F. Recent developments in the mana- gement of Duchenne muscular dystrophy. Paediatr Child Health 2008; 18: 22-6. 36. Finder JD, Birnkrant D, Carl J, Farber HJ, Gozal D, Iannaccone ST, et al. Respiratory care of the patient with Duchenne muscular dystrophy: ATS consensus statement. Am J Respir Crit Care Med 2004; 170: 456-65. 37. Rideau Y, Glorion B, Delaubier A, Tarle O, Bach J. The treatment of scoliosis in Duchenne muscular dystrophy. Muscle Nerve 1984; 7: 281-6. 38. Kinali M, Messina S, Mercuri E, Lehovsky J, Edge G, Manzur AY, et al. Management of scoliosis in Duchenne muscular dystrophy: a large 10-year retrospective study. Dev Med Child Neurol 2006; 48: 513-8. 39. Karol LA. Scoliosis in patients with Duchenne muscular dystrophy. J Bone Joint Surg Am 2007; 89 (Suppl 1): S155-62. 40. Birnkrant DJ, Panitch HB, Benditt JO, Boitano LJ, Carter ER, Cwik VA, et al. American College of Chest Physicians consensus statement on the respiratory and related management of patients with Duchenne muscular dystrophy undergoing anesthesia or sedation. Chest 2007; 132: 1977-86. 41. Finsterer J. Cardiopulmonary support in Duchenne muscular dystrophy. Lung 2006; 184: 205-15. DISTROFIA DE DUCHENNE REV NEUROL 2009; 49 (7): 369-375 375 lar DM, et al. A phase I/IItrial of MYO-029 in adult subjects with mus- cular dystrophy. Ann Neurol 2008; 63: 561-71. 55. Radley HG, Davies MJ, Grounds MD. Reduced muscle necrosis and long-term benefits in dystrophic mdx mice after cV1q (blockade of TNF) treatment. Neuromuscul Disord 2008; 18: 227-38. 56. Granata C, Merlini L, Cervellati S, Ballestrazzi A, Giannini S, Corbas- cio M, et al. Long-term results of spine surgery in Duchenne muscular dystrophy. Neuromuscul Disord 1996; 6: 61-8. 57. Muntoni F, Bushby K, Manzur AY. Muscular Dystrophy Campaign Funded Workshop on Management of Scoliosis in Duchenne Muscular Dystrophy 24 January 2005, London, UK. Neuromuscul Disord 2006; 16: 210-9. 58. Duboc D, Meune C, Pierre B, Wahbi K, Eymard B, Toutain A, et al. Perindopril preventive treatment on mortality in Duchenne muscular dystrophy: 10 years’ follow-up. Am Heart J 2007; 154: 596-602. 59. Montejo-Pujada Y, Zaldívar-Vaillant T, Acevedo-López AM. Técnicas diagnósticas descritas en el estudio de la distrofia muscular de Duchen- ne/Becker. Rev Neurol 2002; 34: 278-81. 60. Traverso M, Malnati M, Minetti C, Regis S, Tedeschi S, Pedemonte M, et al. Multiplex real-time PCR for detection of deletions and duplications in dystrophin gene. Biochem Biophys Res Commun 2006; 339: 145-50. 61. Schwartz M, Duno M. Improved molecular diagnosis of dystrophin gene mutations using the multiplex ligation-dependent probe amplifi- cation method. Genet Test 2004; 8: 361-7. 62. Hamed SA, Hoffman EP. Automated sequence screening of the entire dystrophin cDNA in Duchenne dystrophy: point mutation detection. Am J Med Genet B Neuropsychiatr Genet 2006; 141: 44-50. 63. Hofstra RM, Mulder IM, Vossen R, De Koning-Gans PA, Kraak M, Ginjaar IB, et al. DGGE-based whole-gene mutation scanning of the dystrophin gene in Duchenne and Becker muscular dystrophy patients. Hum Mutat 2004; 23: 57-66. 64. Flanigan KM, Von Niederhausern A, Dunn DM, Alder J, Mendell JR, Weiss RB. Rapid direct sequence analysis of the dystrophin gene. Am J Hum Genet 2003; 72: 931-9. 42. Güell MR, Avendaño M, Fraser J, Goldstein R. Pulmonary and nonpul- monary alterations in Duchenne muscular dystrophy. Arch Bronconeu- mol 2007; 43: 557-61. 43. Cripe LM, Klitzner TS, Beekman RH, Galioto FM, Jones TK, Man- ning PB, et al. Cardiovascular health supervision for individuals affect- ed by Duchenne or Becker muscular dystrophy. Pediatrics 2005; 116: 1569-73. 44. Cossu G, Sampaolesi M. New therapies for Duchenne muscular dys- trophy: challenges, prospects and clinical trials. Trends Mol Med 2007; 13: 520-6. 45. Dellavalle A, Sampaolesi M, Tonlorenzi R, Tagliafico E, Sacchetti B, Perani L, et al. Pericytes of human skeletal muscle are myogenic pre- cursors distinct from satellite cells. Nat CellBiol 2007; 9: 255-67. 46. Van Deutekom JC, Janson AA, Ginjaar IB, Frankhuizen WS, Aartsma- Rus A, Bremmer-Bout M, et al. Local dystrophin restoration with anti- sense oligonucleotide PRO051. N Engl J Med 2007; 357: 2677-86. 47. Hoffman EP. Skipping toward personalized molecular medicine. N Engl J Med 2007; 357: 2719-22. 48. Welch EM, Barton ER, Zhuo J, Tomizawa Y, Friesen WJ, Trifillis P, et al. PTC124 targets genetic disorders caused by nonsense mutations. Nature 2007; 447: 87-91. 49. Wilton S. PTC124, nonsense mutations and Duchenne muscular dys- trophy. Neuromuscul Disord 2007; 17: 719-20. 50. Tinsley J, Deconinck N, Fisher R, Kahn D, Phelps S, Gillis JM, et al. Expression of full-length utrophin prevents muscular dystrophy in mdx mice. Nat Med 1998; 4: 1441-4. 51. Kleopa KA, Drousiotou A, Mavrikiou E, Ormiston A, Kyriakides T. Naturally occurring utrophin correlates with disease severity in Du- chenne muscular dystrophy. Hum Mol Genet 2006; 15: 1623-8. 52. Hirst RC, McCullagh KJ, Davies KE. Utrophin upregulation in Duchen- ne muscular dystrophy. Acta Myol 2005; 24: 209-16. 53. Wagner KR. Muscle regeneration through myostatin inhibition. Curr Opin Rheumatol 2005; 17: 720-4. 54. Wagner KR, Fleckenstein JL, Amato AA, Barohn RJ, Bushby K, Esco- DUCHENNE MUSCULAR DYSTROPHY: CURRENT ASPECTS AND PERSPECTIVES ON TREATMENT Summary. Introduction and development. Duchenne muscular dystrophy (DMD) is a severe neuromuscular disease of genetic origin that affects male children. It is characterized by progressive muscle deterioration which results in the patient becoming wheelchair-dependent until death from cardio-respiratory complications. A few years ago, DMD patients’ life quality and expectancy were poor and treatment options limited; valuable recommendations that significantly delay the progress of the disease and improve the patient’s life quality have been brought about recently. Numerous therapeutic approaches are now in development in order to correct the DMD genetic defect at molecular level. In the mean time, a comprehensive system to maintain patients in their best possible physical condition is needed. Conclusions. Accurate detection of complications enables caregivers to determine which patients are at higher risk and to provide treatment accordingly. Nevertheless, all of these efforts are dependent on early clinical and molecular diagnosis, careful record of clinical changes and long-term follow- up of DMD patients. Furthermore, the involvement of multidisciplinary groups and the patient’s family is essential in said interventions. [REV NEUROL 2009; 49: 369-75] Key words. Duchenne. Exon skipping. Molecular therapy. PTC124. Steroids. Treatment.