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cambiosclimaticosPleistocenoAmeghiniana1978

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AMEGHINIANA ISSN 0-002-7O 14
Revista de la Asociación Paleontológica Argentina
Tomo XV Julio de 1978 NO 1-2
CONSIDERACIONES SOBRE LOS CAMBIOS CLIMATICOS DURANTE
.EL PLEISTOCENO TARDIO-RECIENTE EN LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES. ASPECTOS ECOLOGICOS y ZOOGEOGRAFICOS
RELACIONADOS
Por EDUARDO P. TONNI', FRANCISCO FIDALGO'
ABSTRACT: Considerations on climatic changes during Late-Recent Pleistoeene in the Buenos Aires
Province. Its ecological and zoogeographieal aspects.-The climatic and environmental conditions during
Late- Recent Pleistocene in the Buenos Aires Province are discussed. The discussion is based on geological
units and studies of Local Faunas.
Several lithostratigraphic units were distinguished and corre1ated with a Glacial Cycle and its minor
phases (sensu Fairbridge, 1972). These units, in decreasing order of age, are:
Pascua Fm.: marine coastal deposits assignable tentatively to the Last Interglacial. Overlay sandy-silt
and silty-sand of the Pampiano Fm. (upper part), with an intercalate pedalferric buried soil.
Contemporaneously begun -in the valleys- the depositation of sands, silts and clays of the Guerrero
Member of the Luján Fm. Over these sedirnents was developed the Puesto Callejón Viejo Soil, buried
-in the in1and zone- by fluvial sediments of the Río Salado Member of the Luján Fm., and -in thc
coastal zone- by marine sediments of Las Escobas Fm.
The Destacamento Río Salado Fm. (deposited in marsh and coastal lagoons) and the eolic sediments
of the lower part of La Postrera Fm., are considered, tentatively , contemporaneous with the sediments
of the Guerrero Mernber of Luján Fm.
The Puesto Berrondo Soil developed on the units that bury the Puesto Callejón Viejo Soil. In the
Present they are overIain by the- Alluvium.
The Luján (Guerrero Member), La Postrera (lower part) and Destacamento Río Salado Formations,
are assignable to the Pleniglacial phase. In the first and second units there are mammals that in the Present
integrate the Patagonica and Central biocenosis [Paleoclimatology - Late-Recent Pleistocene - Local
Faunas - Buenos Aires Province).
1. INTRODUCCION geología superficial de la provincia de
Buenos Aires y con motivo de ello pu-
dieron detectarse determinadas ca-
racterísticas en unidades estra tigráfi-
Cien- cas reconocidas regionalmente, que
sugieren -junto al estudio de la fauna
de vertebrados (efectuado por EPT)-
la posibilidad de presentar varias hi-
pótesis paleoclimáticas.
235
Durante los últimos años, uno de
los autores (FF) ha trabajado en la
1 Miembro de la Carrera de Investigador
tífico, CIC, Buenos Aires.
2 Cátedra de Geomorfología, Ibid.
División Paleontología Vettebrados, Facultad
de Ciencias Naturales y Museo, Paseo del Bos-
que, 1900 - La Plata, Argentina.
llll
lograr una aproximación al proble-
ma, sino, fundamentalmente, a tratar
de mostrar la necesidad que existe de
que otras disciplinas (Micropaleonto-
logía, Palinología, etc.) puedan con-
tribuir con sus aportes a este tipo
de investigación tan importante en
distin tos aspectos teóricos y prác-
ticos.
El área considerada, si bien no
abarca la totalidad del territorio bo-
naerense, comprende la zona de pie
de monte de las Sierras de la Venta-
na y Tandil, la zona costera desde
Miramar al Río de la Plata y las de-
. nominadas Pampa Deprimida y Pam-
pa Ondulada en el sentido de Fren-
guelli.
Los trabajos básicos u tilizados en el
tema son los de Ameghino (1889), Ro-
vereto (1914), Groeber (1936, 1952),
Frenguelli (1950, 1957), Fidalgo et al.
(1973, 1975) Y Fidalgo (en prensa).
11. CONSIDERACIONES PALEOCLlMATICAS
GENERALES
Desde el siglo pasado se discu ten las
características climáticas derivadas de
las Epocas Glaciales e In terglaciales,
no sólo en las regiones englazadas y
periglaciales, sino también en aquellas
áreas con tinen tales ex traglaciales.
Así, surgieron conceptos por los
cuales a una Epoca Glacial correspon-
de en una zona extraglacial árida a
semidesértica una Epoca Pluvial, e in-
versamente, durante los Interglaciales
en esas mismas zonas, Epocas Inter-
pluviales. Pluvial tuvo en principio
el significado de mayores precipitacio-
nes, hecho a su vez repetidamente dis-
cll l I ll[, lH
ficaba menores precipitaciones.
Los ejemplos de estos asertos se
describieron para el suroeste de los
Estados Unidos de América del Norte
y para el norte de Africa, en tre otras
regiones. Por ello se consideraba que
esas zonas áridas a semidesé .ticas de
hoy, habían tenido mayor cantidad
de precipitaciones en otras épocas,
representadas por rasgos lacustres en
depresiones que actualmente son sali-
trales.
El cuestionamiento de mayores pre-
cipitaciones se produce porque en al-
gunas regiones la disminución de la
temperatura, como sucede e 1 Epocas
Glaciales, podía traer corn o conse-
cuencia una disminución en la evapo-
ración, con lo que quedaba asegurada
en el paisaje una permanencia de
agua mayor con similar cantidad
de precipitaciones.
Con el aumento del ru mero de
investigaciones para la década del
'50, comienzan a conocerse regiones
donde el esquema Glacial-Pluvial e
lnterglacial-Interpluvial no sólo que
no responde, sino que parece ser
totalmente opuesto. Tal lo apuntado
" por Tricart para el suroeste del Sahara,
quien observa que a las Épocas Gla-
ciales corresponden allí Épocas Inter- \
pluviales y durante los Interglaciales,
Epocas Pluviales.
'En el esquema estratigráfico de
Frenguelli (1950,1957) para la pro-
vincia de Buenos Aires, se señalan
Epocas Pluviales e Interpluviales de-
sarrolladas durante la depositación
de sus "Pisos" Chapadrnalense, Ense-
nadense y Bonaerense, asignando una
Epoca Pluvial al "Lujanense" y "Que-
236
CUADRO 1
[dld
F,dalgo ~ al ( 1972 - 1975 ), F,dalgo F , 1976 ) 0EpoCA M.I~"O Fre ngu~li (1957) Incart J.(1973) LATYR
Sf'(:Ilmf'nlos f'dlmpnlos s.dlnwntoa O"II.CIO"" CIIt'NI,C.llS Ciclo GllC'it Procesos (undilllPOUIIH Años radlo-Ilu,,"'.'.' )' .ollcos m.rlnos !••..••Io ( Falrbrldgr R. 1972 ) (on órd.n do 'rT';>OrtancÍi) cort>ón (1m)[.cuslr., M.yor" Ml-norH
Aluv,o Medu'lOs Arena Aet",t
UJ
1-
AI~rtnw Hum.doOz z
w .. eordobon •• z .. 1= PPdogo'nosis - fluvl<1li- ~- e, '0 a:u :2: M,.mbro J' - w Fm LiS I"".oión oOtlCO fl i.lI Y¡.., 3.050.16OAP.. u a: Eseobu ealidoUJ a. Platons. RIO Silido3 .. 1- mlruw W 5630t200APa: :2: V)
1- r- a: o 5770.170APV) Dunkerquiino e e, Pv..aoe PPdogo'noslS - fluvÍiI-licusln~ Quorond,nt'nSO
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G) Pascual ot .1 I 1965) o Pros.nt. trabljo Oib. C.R.TrtmOUil'"
se". En todos los casos, a excepción
del "Lujanense " y "Querandinense",
describe a los mencionados "Pisos",
constituidos por una parte inferior
donde prevalecen los limos y una par-
te superior donde prevalece el loess,
significando respectivamente predorni-
nancia de agua en el primer caso y ac-
ción eólica en el segundo.
Tricart (1973) propone para la re-
gión de la Pampa Deprimida un esque-
ma inverso al de Frenguelli. Es decir,
a las Epocas Glaciales corresponderían
Epocas Interpluviales y a las Intergla-
ciales, Epocas Pluviales.
En los últimos años han cobrado
énfasis los estudios de las condiciones
climáticas durante el Cuaternario y de
ello han surgido hipótesis como la de
Ciclo Climático propuesta por Fair-
bridge (1972), que resultan sumamen-
te interesantes de acuerdo con el esta-
do actual de los conocimientos.
Un Ciclo Climático comprende una
Epoca Glacial y una Epoca Intergla-
cial completas, pero además dentro
de él sepueden considerar fases climá-
ticas menores que conducen a momen-
tos transicionales entre los extremos·
clásicos Glacial e Interglacial. De esta
forma considera el mencionado autor
un Ciclo Glacial compuesto de cuatro
fases: Interglacial, Anaglacial, Plenigla-
cial y Ka taglacial. Las oscilaciones
varían desde húmedo cálido durante
el Interglacial, a seco frío primero y
húmedo frío después, durante el Ana-
glacial; sigue luego la fase Pleniglacial
con condiciones muy secas y muy frías,
y finalmente la fase Kataglacial, quizá
más corta, con características húme-
das y frías.
volucradas y los procesos geológicos
prevalecientes durante cada fase climá-
tica.
Durante las distintas fases climáti-
cas tiene lugar el desarrollo de proce-
sos geológicos cuya intensidad e im-·
portancia varía con las característi-
cas climáticas de cada fase en particu-
lar, dando como resultado la presencia
en el paisaje de determinados rasgos
geológicos muy distintivos,
IIl. SINTESIS DE LAS CARACTERISTlCAS
GEOLOGICAS
En base al conocimiento de las ca-
racterísticas de ciertas unidades estra-
tigráficas del Pleistoceno tardío- Re-
ciente en la provincia de Buenos Aires,
se pueden inferir condiciones clima-
ticas generales, y vincular a ellas los
procesos geológicos princip les y su
importancia en la elaboración del
paisaje.
En la presente generalización se di-
ferenciarán dos épocas. Una vinculada
con la última Glaciación urante el
Pleistoceno tardío, evento ecular de-
sarrollado en distintas regiones del
mundo en forma más o me os simul-
tánea, que en la Argentina está estu-
diado con cierto detalle en la Cordille-
ra Patagónica por Caldeni s (1932),
Feruglio (1949), Auer (1956), Groe-
ber (1953), Flint y Fidal o (1963,
1968) y Fidalgo y Riggi (19 5, 1970).
La otra se vincula con el Postglacial,
Reciente u Holoceno, que constituye
al menos parte de un Interglacial, el
actual.
En este esquema general las condi-
ciones climáticas en la provincia de
238
Buenos Aires, aunque ubicada en una
región extraglacial, sufrieron cambios
que en determinados casos están rela-
cionados con eventos geológicos que
dejaron sus caracteres en la estrati-
graf'ía de la región, como también en
las asociaciones faunísticas que pobla-
ron el área.
Se parte de la hipótesis de que, co-
mo lo manifestara Tricart (op. cit.), a
las Épocas Glaciales en la provincia de
Buenos Aires le correspondieron Epo-
cas Interpluviales, es decir más áridas
y frías, mientras que a las Epocas
In terglac:iales correspondieron condi-
ciones húmedas y cálidas, similares a
las actuales.
Se describirán las distintas unidades
comprendidas, tentativamente, entre
el Pleistoceno tardío y el Reciente,
destacándose principalmente los carac-
teres más importantes para los fines
del presente trabajo.
La primera unidad involucrada es
la Formación Pascua, conocida gene-
ralmente con el nombre de "Belgra-
nense". Está integrada por depósitos
de conchilla con muy escasa matriz
limo-arenosa a areno-limosa, castaño
amarillenta a castaño rojiza, similar
a los sedimentos de la parte superior
de la Formación Pampiano ("Bonae-
rense" de Frenguelli). Son depósitos
de playa que por la gran cantidad
de conchilla y su alta cementación
constituyen una coquina que presen-
ta, además, rodados de "tosca" de
0,01 a O,O~~m de diámetro.
Su espesor generalmente no sobre-
pasa los 2 m y se acuña hacia el inte-
rior del continente, intercalándose en
la parte superior de la Fm. Pampiano.
No es posi ole, por ahora, determinar
si se apoya sobre el "Ensenadense" y
está cubierta por el "Bonaerense" o si
está intercalada en esta última uni-
dad.
Se trata de un nivel del mar posible-
mente diferente al actual, en una épo-
ca en que la costa estaba ubicada más
hacia el interior del continente. Sus
depósitos, entre Punta Piedras y La
Plata, están entre 2 y 3 m por encima
del nivel del mar actual, pero en el
curso inferior del río Salado y en el
canal 15 se encuentran prácticamente
al mismo nivelo a 1 m por debajo de
él. En todos los casos alcanzan una
distancia hacia el interior del conti-
nente superior a los 4 ó 5 km.
A la Fm. Pascua le continúan sedi-
mentos correspondientes a la parte
superior de la Fm. Pampiano, es de-
cir al denominado "Bonaerense". Son
sedimentos limo-arenosos a areno-
limosos, castaño amarillentos a casta-
ño rojizos, intercalándose entre ellos
un suelo enterrado de 0,20 a 0,50 m
de espesor. Este suelo posee abundan-
te proporción de arcilla y constituye
un horizonte B algo erodado, casta-
ño oscuro, que integró una unidad
edáfica de tipo pedalférrico.
La parte superior de la Fm. Parn-
piano puede tener además muñecos
de "tosca" de hasta 0,08 a 0,1 ° m de
diámetro, siendo más frecuentes por
encima del suelo en terrado. El espe-
sor total de esta parte de la unidad
alcanza a 5 ó 6 m, encontrándose la
Fm. Pascua, cuando está presente, a
unos 5 m por debajo del nivel topo-
gráfico, mientras que el suelo enterra-
do está comúnmente a sólo 2 ó 2,5 m,
si es que no ha sido totalmente ero-
sionado.
239
Contemporáneamente 'con
llD~nDTJe ta ~m. ~üm ~
te la parte final de su depositación,
comienza la depositación -principal-
mente en depresiones y valles- de
los sedimentos del Miembro Guerrero
de la Formación Luján, es decir el
"Lujanense" de Frenguelli.
Comienza en su base con sedimen-
tos arenosos castaños a castaño-amari-
llentos, con rodados de "tosca" o li-
molita de 0,0 l a 0,02 m de diámetro,
continuando hacia arriba los típicos
sedimentos limo-arcillosos, en parte
arenosos, verdes a verde-amarillentos.
Constituyen sedimentos lacustres y
fluviales depositados en depresiones
de muy escasa profundidad, similares
a las existentes en la actualidad, y en
planicies fluviales de valles muy poco
desarrollados, ya que generalmente
son menores al centenar de metros
de ancho. El espesor observable os-
cila entre 2 y 4 m, aunque excepcio-
nalmente puede ser algo mayor.
Durante y hacia el final de la depo-
sitación de la unidad precedentemente
citada, comenzaron a depositarse los
sedimentos eólicos de la parte inferior
de la Formación La Postrera, en senti-
do amplio el "Médano Invasor" de
Tapia, "Platense cólico" de Frenguelli
o "E3 " de Tricart.
Estos sedimentos generalmente se
ubican sobre el borde NE y E de de-
presiones que a veces son de drenaje
centrípeto, o sobre las márgenes de
un río -como el río Salado o algún
tributario- formando lomadas, quizá
médanos actualmente muy degrada-
dos, o como mantos de arena en zo-
nas más distan tes, con espesores que
alcanzan a 1 ó 2 m.
la parte
J
Tanto la Fm. Luján como la Fm.
l~~~(rm~~~~WI1mm ~ r ~[O,
desde microcristalino hasta en rose-
tas, en este último caso formando
agregados de decenas de centímetros
de diámetro.
Simultáneamente con la deposita-
ción del Miembro Guerrero de la Frn.
Luján y en parte con la Fm. La Pos-
trera, en la zona próxima a la costa
actual y en ambiente de albuferas y/o
lagunas costeras, se acumularon los se-
dimentos de la Formación Destaca-
mento Río Salado, parcialmente "Que-
randinense" de Frcnguelli. Se trata
de sedimentos limo-arcillosos, en parte
arenosos, grises hasta negro-azulados
en húmedo, con abundante materia
orgánica, que forman el "cangrejal"
actual. Estos depósitos pueden obser-
varse, aunque parcialmente era dados,
en la zona de playa durante las ma-
reas bajas, tanto en la Bahía de Sam-
borombón como en Miramar y en
otros lugares de la costa de la provin-
cia de Buenos Aires.
Sobre los sedimentos del Miembro
Guerrero de la Fm. Luján se observan
los remanentes de un suelo enterrado,
el Suelo Puesto Callejón Viejo, detec-
tado en repetidas oportunidades a lo
largo del río Salado, en el Arroyo
del Medio al norte de la provincia de
Buenos Aires, así como en arroyos
de las sierras de Tandil y Ventana.
En todos los casos está representado
por un sedimento limo-arenoso que
muestra cierta concentración de arcilla
y abundante materia orgánica, dándo-
le un aspecto chernozoide.
El Miembro Río Salado de la For-
mación Luján está integrado por sedi-
mentos de características similares a240
los del Miem bro Guerrero, pero su
color es gris ceniza a gris blanquecino,
pudiendo presentar lentes de ceniza
volcánica. También se encuentran en
depresiones o integrando planicies flu-
viales, a veces sobre el Miembro Gue-
rrero de la misma unidad, otras sobre
el Suelo Puesto Callejón Viejo, y otras
directamente sobre la Fm. Pampiano.
El espesor de estos sedimentos ge-
neralmente es menor a los 2 m, pero
su ex tensión horizon tal cuando se en-
cuentran sobre los depósitos del Miem-
bro Guerrero de la Fm. Luján, es ma-
yor que el de ellos. Así lo ha obser-
vado también Frenguelli (1950), quien
los dibuja con esas características en
los perfiles, aunque no lo menciona en
el texto.
Contemporánea con esta Unidad es .
la formación Las Escobas, parcialmen-
te "Platense marino" de Frenguelli, en
la que se diferencian dos Miembros:
Miembro Canal 18 y Miembro Cerro
de la Gloria. El primero está integrado
por sedimentos arenosos a limo-areno-
sos, en parte arcillosos, correspondien-
tes a una playa de muy poca profun-
didad donde se encuentran pelecípo-
dos como Tagelus gibus, a veces en po-
sición de vida. Estos sedimentos es-
tán distribuidos hasta decenas de kiló-
metros hacia el interior del continen-
te en relación con la costa actual. En
el curso inferior del río Salado se los
observa a 5 km al O de la ruta nacio-
nal N° 2, con restos de moluscos. El
espesor va disminuyendo desde la cos-
ta hacia el interior del continente, no
sobrepasando comúnmente los 2 m.
El Miembro Cerro de la Gloria, en
cambio, está constituido por depósi-
tos de conchilla que in tegran los cono-
cidos "cordones conchiles", explota-
dos en gran parte desde fines del siglo
pasado con diversos propósitos. Estas
acumulaciones presentan una matriz
arenosa muy escasa y rodados de "tos-
ca" de 0,01 a 0,02 m de diámetro,
mostrando en conjunto. una típica
estratificación de marea. El espesor
de los cordones alcanza a 4 ó 5 m y es-
tán cubiertos por sedimentos eólicos
que se hallan próximos a la costa
actual.
Hacia el interior del continente
la Fm. Las Escobas está cubierta en
gran parte por sedimentos limo-
arenosos eólicos mapeados como Fm.
La Postrera, seguramente más moder-
nos que los de la parte inferior de esta
última unidad, pero no diferenciables
en el campo.
Los sedimentos de la Fm. Las Es-
cobas se encuentran sobre el Suelo
Puesto Callejón Viejo, sobre el Miem-
bro Guerrero de la Fm. Luján o sobre
sedimentos de la Fm. Pampiano. Co-
rresponden a un nivel del mar posible-
mente más alto que el actual, y la má-
xima altura que alcanzan es de 5 m.
El Suelo Puesto Berrondo está re-
presentado por sedimentos areno-
arcillosos con alta proporción de ma-
teria orgánica, teniendo aspecto cher-
nozoide. Se lo observa en el curso
inferior del río Salado, así como en
otros valles, en las sierras de Tandil
y Ventana, e incluso en afluentes del
río Paraná. El espesor observado no
sobrepasa los 0,30 m, cuando ha sufri-
do escasa erosión. Generalmente se en-
cuentra cubierto por el aluvio actual
o por sedimentos eólicos. Se ha desa-
rrollado sobre el Miembro Río Salado
de la Fm. Luján, sobre la Fm. Las Es-
cobas y también sobre sedimentos
eólicos.
241
IV. PALEONTOLOGIA
Se estudiaron los mamíferos de tres
Faunas Locales (sensu Wilson, 1959;
Simpson, 1971), todos ellos proceden-
tes del Miembro Guerrero de la Fm.
Luján. Estas Faunas Locales son:
l. Fauna Local de Luján, en el Parti-
do de Luján alos34°04'Sy 59°07'30"
W.
2. Fauna Local de 'Paso de Otero,
en el Partido de Necochea a los
38° 12'27" S y 59°06'27" W.
3. Fauna Local de la confluencia
del Quequén Salado- Indio Rico, en el
Partido de Coronel Dorrego a los
38°44'54" S y 600 36' 12" W.
De estas tres faunas, la que cuenta
con mayor número de especírnenes
y mayor diversidad es la de Luján,
que fuera dada a conocer en sucesi-
vos trabajos por F. Ameghino.
Las otras dos faunas están repre-
sentadas por un número menor de
ejemplares, en especial la de Paso de
Otero. Ello se debe fundamentalmente
a la menor intensidad de las recolec-
ciones. En estos dos casos los trabajos
de campo fueron realizados por los
autores y personal de la División Pa-
leontología Vertebrados del Museo de
La Plata.
La selección de estas tres localida-
des se efectuó a los fines de cubrir una
extensión latitudinal relativamente
amplia (más de 4°), que involucra -en
la actualidad- distintos ambientes con
diferentes componentes físicos y bió-
ticos. Las comparaciones entre faunas
locales restringidas verticalmente pero
con amplia distribución horizontal
permite detectar posibles variaciones
zoogeográficas de diverso origen.
En las tres Faunas Locales estudia-
das se han detectado hasta el momen-
to, restos de moluscos, peces, aves y
mamíferos. Estos últimos son los
predominantes tanto en número de
ejemplares como en diversidad.
Este estudio preliminar y de ca-
rácter general involucra sólo a los ma-
míferos, y de ellos se han tomado ex-
clusivamente a las neoespecies y géne-
ros con representantes vivientes.
Esto último responde a la necesidad
de poder plantear hipótesis paleoam-
bien tales y paleozoogeográficas apoya-
das en hechos observacionales verifica-
bles en las contrapartes modernas. Es
decir, cuando la osteología de un ver-
tebrado fósil es igual a la de una espe-
cie viviente, se considera que se trata
de esa especie y por lo tanto debe ha-
ber tenido los mismos requerimientos
eco lógicos que su contraparte moder-
na. Este tipo de deducción tiene tam-
bién elementosaleatorios que pueden
desvirtuar las proposiciones (v. gr.:
escasa posibilidad de detección de es-
pecies gemelas, especies crípticas, etc.).
De cualquier manera, la utilización de
neoespecies o de formas íntimamente
relacionadas a las especies vivientes, es
un método válido para las interpreta-
ciones paleoecológicas, paleoclimáti-
cas y conexas, siempre que se tengan
en cuenta los factores limitantes.
Es por ello que en esta primera ge-
neralización se ha parcializado la in-
terpretación del material fáctico, ob-
viando a la fauna extinguida que apor-
tará importantes elementos en pasos
posteriores de la investigación pro-
puesta. Respecto a esto, es necesario
destacar que las in térpre taciones reali-
zadas a partir de especies ex tinguidas
242
nales que permitan confirmar o dis-
confirmar las hipótesis planteadas.
En el caso particular de las Faunas
Locales estudiadas, hay especies que
cumplen parte de la premisa enuncia-
da. Son los roedores cricétidos, con
especies en muchos casos marcada-
mente estenoicas y estenócoras. Por
otra parte, estas Faunas Locales se en-
cuentran en sedimentos de gran ex-
tensión horizontal y escasa extensión
vertical, geológiéa y geomorfológica-
mente bien definidos, con lo cual
pueden obtenerse datos precisos de
otro campo de las ciencias naturales
que permitan un mayor control de
las hipótesis.
De cualquier manera, como ya se
expresó, ésta es sólo una generaliza-
ción. Se requieren hechos observa-
cionales nuevos y más numerosos
" ... para sujetar nuestras respuestas
(siempre provisionales) a con trastacio-
nes constantemente renovadas y cada
vez más rigurosas" (Popper, 1977).
-en muchos casos pertenecientes a
Familias o aun Ordenes totalmente de-
saparecidos- son sólo inferencias con
escasas posibilidades de verificación.
Tales in terpretaciones se toman más
altamente aleatorias cuando se toman
elementos aislados de un contexto.
Al respecto pueden citarse dos ejem-
plos. La "nutria" tMyocastor coypus)
habita en ambientes acuáticos conti-
.nentales del sur de Brasil y Paraguay,
en plena zona intertropical, o en el
área del Estrecho de Magallanes, o en
la Patagonia ex trandina (Colhué Hua-
pi). Es decir, la "nutria" únicamente
. requiere cuerpos de agua, aun de sali-
nidad variable. Por ello, el hallazgo
de restos de esta especie en un sedi-
mento determinado, sólo certifica la
presencia pasada de esos cuerpos de
agua, pero no elementos del clima es-
pecíficos (frecuencia de precipitacio-
nes, temperatura, etc.).
El lobito de río (Lontra div. sp.),
cuenta en el territorioargentino con
tres especies. Una habita en ambientes
acuáticos continentales del Dominio IV. l. LISTAS FAUNÍSTlCAS
Subtropical, y las otras dos en arn- Las neoespecies de mamíferos o gé-
bientes acuáticos continentales y ma- neros con representantes vivientes que
rinos del Dominio Patagónico. Si componen las distintas Faunas Loca-
un resto fósil de Lontra no puede asig- les, son los siguientes:
narse indudablemente a alguna de las . A. Fauna Local de Luján: EDEN-
especies vivientes, estará invalidada su TATA, DASYPODIDAE: Dasypus hybridus
utilización como especie peculiar de Desmarest, 1819; Chaetophractus vi-
un ámbito biogeográfico determinado. llosus Fitzinger, 1871; Tolypeutes
Lo arriba expresado conduce a una matacus Osgood, 1919. RODENTIA,
premisa fundamental en toda indaga- CRICETIDAE: Holochilus brasiliensis
ción de las características ambientales (Desmarest, 1819) = H. multannus
del pasado: deben utilizarse sólo aque- Ameghino, 1897; Reithrodon elegans
llas especies reconocidamente estenoi- (Ameghino, 1889) = Ptyssophorus ele-
cas y estenócoras, y no tomarlas ais- gans Ameghino, 1889 (fide Hershko-
ladarnente sino dentro de un contexto vitz, 1962). CAVIIDAE: Dolichotis pa-
del que puedan aprehenderse la mayor tagonum (Zimmermann, 1780) = D.
can tidad posible de hechos observacio- major Gervais & Ameghino, 1880; Mi-
243
1. No se registran elementos de
marcada "estirpe" su btropical, tales
como Cavia aperea, Zygodontomys
obscurus, Scapteromys aquaticus, Ory-
zomys flavescens, etc., que actualmen-
te habitan en el área.
2. Se registran algunos elementos
de "estirpe" subtropical, de carácter
eurioico más o menos marcado. Tal
el caso de Holochilus brasiliensis, Da-
sypus hybridus, Tayassu tajacu y Fe-
lis onca palustris. Todas ellas se distri-
buyeron', por 10 menos hasta media-
dos del siglo pasado, hasta el norte del
Dominio Patagónico.
3. Hydrochoerus está representado
por una especie extinguida: H. gigan-
teus Lund. Es el único género de esta
Fauna que no tiene representantes vi-
vientes en el Dominio Patagónico. Sin
embargo la presencia de la especie
actual H. hydrochaeris está bien docu-
C. Fauna Local de la confluencia mentada para el SE de la provincia de
Quequén Salado-Indio Rico Buenos Aires (Reig, 1964; Massoia,
RODENTIA, CRICETIDAE: Reithrodon 1976). Los restos de H. giganteus son
cf. physodes; Eligmodontia cf. typus. muy poco frecuentes tfide Ameghino, .:
CAVIIDAE:. Microcavia australis (Geo- 1889). .
ffroy & D'Orbigny, 1833). OCfODON- .4. Lontra ha sido registrado en esta
TIDAE: Ctenomys sp. EDENTATA, DA- Fauna Local a través de restos muy
SYPODIDAE: Tolypeutes matacus Os- fragmentarios. La asignación a L. lon-
good, 1919.ARTlODACIYLA, CAMELI- gicaudis (Olfers) Zyll de Jong, 1972
DAE: Lama guanicoe (Mül1er, 1776). (= Lutra paranaensis Rengger), es
244
~O, P, ~uslralts [GeOffrO( & d'Or-
bigny, 1833) = M. typus YM. robusta
Gervais & Ameghino, 1880. HYDRO-
CHOERIDAE: Hydrochoerus gigan teus
Lund. CHINCHILLIDAE: Lagostomus
maximus (Desmarest, 1817) = ?L. de-
bilis Ameghino, 1889. MYOCASTORI-
DAE: . Myocastor priscus (Gervais y
Ameghino, 1880). OCfODONTIDAE: ?Cte-
nomys mendocinus Philippi, 1869;
?Ctenomys talarum Thomas 1898 =
?e. lujanensis Ameghino, 1889. CAR-
N IVORA, CANIDAE: Dusicyon gymno-
cercus antiquus (Ameghino, 1889);
D. (P.) avus Kraglievich, 1930; D.
griseus cultridens (Kraglievich, 1930).
MUSTELIDAE: Lyncodon patagonicus
Bunneister, 1879= L. lujanensis
Ameghino, 1889; Lontra sp. FELl-
DA E: Felis onca palustris (Ameghino,
1888). PERISSODACTYLA, EQUIDAE: E-
quus (Amerhippus) sp. ARTIODACTY-
LA, TA YASSUIDAE: Tayassu tajacu (Lin-
né, 1758); Lama guanicoe (Mül1er,
1776).
B. Fauna Local de Paso de Otero.
RODENTIA, CHINCHILLIDAE: Lagosto-
mus cf. maximus. OCTODONTIDAE: Cte-
nomys sp. CRICETIDAE: Reithrodon cf.
physodes; Calomys sp.; Akodon cf.
azarae. ARTIODACTYLA, CAMELIDAE: La-
ma guanicoe (Mül1er, 1776).
PLRISSODACTYLA, EQUIDAE: Equus (A-
merhippus) sp.
IV. 2. ANÁLISIS DE LAS FAUNAS
El estudio de los mamíferos de las
tres- Faunas Locales permite la formu-
lación de los siguientes enunciados
observacionales:
IV. 2.1. Fauna Local de Luján
muy dudosa debido a que los restos
son "demasiado incompletos para
permitir una determinación específica
exacta" (Ameghino, 1889). El género
Lontra está actualmente representado
en Argentina por tres especies, de las
cuales dos son características de la
parte austral del Dominio Patagónico.
Lontra longicaudis es la única especie
que habita en el Dominio Subtropical.
5. Ctenomys es un roedor muy fre-
cuente en esta Fauna. Está represen-
tado por dos especies tentativamente
referibles a Ctenomys mendocinus (ci-
tada como C. magellanicus fossilis por
Gervais y Ameghino, 1880) ya 'i C. ta-
larum (= 'lC. lujanensis Ameghino,
1889).
Las distintas especies de Ctenomys
tienen una amplia distribución en to-
das las áreas abiertas, no inundables,
del territorio argentino, desde Jujuy
por el norte, hasta los canales fuegui-
nos por el sur. Sus poblaciones son
muy numerosas en las regiones áridas
y semiáridas.
Actualmente el área no es habita-
da por ninguna especie de Ctenomys,
situación que también parece verifi-
carse en tiempos pre-europeos relati-
vamente recientes, a juzgar por el aná-
lisis del material faunístico de yaci-
mientos arqueológicos (vide Kriscau t-
sky, 1975).
6. Microcavia australis, Lyncodon
patagonicus y Dolichotis patagonum
son especies de "estirpe" patagónica y
central. Ninguna de ellas habita actual-
mente el área.
7. Cavia aperea se ha registrado en
la parte superior de la Fm. Pampiano
("Bonaerense") de Mar del Plata, y en
sedimentos holocénicos ("Platense flu-
vial") del área. No hay ningún registro
para esta especie de "estirpe" subtro-
pical en sedimentos del Miembro Gue-
rrero de la Fm. Luján en la provincia
de Buenos Aires.
8. Dusicyon griseus cultridens (=
Canis cultridens Gervais y Ameghino,
1880), es una subespecie extinguida
de D. griseus tfide Kraglievich, 1930),
especie que actualmente habita áridas
o semiáridas de Argentina y Chile
(oeste de Catamarca, Patagonia y Ata-
cama).
9. Dusicyon avus Kraglievich, 1930,
es otro cánido presente en esta Fau-
mi Local. Esta especie ha sido re-
gistrada también en asociación con
fauna extinguida en el extremo. sur
del -continente (Roth, 190-2), en sedi-
mentos que tienen una antigüedad de
aproximadamente 10.000 años.
IV. 1.2. Fauna Local de Paso de
Otero
El material hasta ahora registrado es
escaso, por lo cual se han determinado
sólo presencias y no frecuencias.
l. Ninguna de las especies de Cte-
nomys ni Lama guanicoe habita ac-
tualmente el área. El guanaco proba-
blemente la frecuentaba hasta fines
del siglo XIX, retrotrayéndose poste-
riormente hacia el sur.
2. Todos los roedores cricétidos re-
gistrados. corresponden a formas que
aún habitan en el área.
3. Una asociación de cricétidos si-
milar a la de esta Fauna Local se en-
cuentra en la actualidad aproximada-
mente a la misma latitud, pero algo
más de 1° hacia el E (desembocadura
del arroyo Las Brusquitas: 38° 13'38"
245
s y 57°46'54" W). Sin embargo, com-
parando la fauna fósil con la actual,
se observan diferencias notables (vi-
de Fornes y Massoia, 1965; Reig,
1964, 1965).
a) Las especies dominantes en la
fauna de cricétidos del arroyo Las
Brusquitas son Akodon azarae y
Oxymycterus rutilans, las cuales siem-
pre se encuentran asociadas tanto en
ambientes cercanos a la costa como
hacia el oeste, en el área serrana de
Balcarce (Reig, 1965).
b) Oxymy cterus rutilans ha sido
registrado en sedimentos del Miem-
bro Guerrero de la Fm. Luján, en
Mercedes, provincia de Buenos Aires
(Ameghino, 1889).
e) Oxymycterus rutilans es un cri-
cétido marcadamente subtropical, con-
siderado como "peculiar" del Domi-
nio Subtropical por Ringuelet (1962).
d) Por lo expresado, puede concluir-
se que la falta de registro de O. ruti-
lans en la Fauna Local de Paso de Ote-
ro es significativa desde el punto de
vista paleozoogeográfico (puntos b y
e).
IV. 1.3. Fauna Local de la confluen-
cia QuequénSalado- Indio Rico
l. El elenco de m icromam íferos re-
gistrado es característico de las áreas
abiertas con vegetación xerófila de los
Dominios Patagónico y Central. Tal
es el caso de Eligmodontia cf typus,
Reithrodon cf physodes, Microcavia
australis y Ctcnomys sp. A ellos debe
agregarse un camélido de áreas abier-
tas áridas y semiáridas: Lama guanicoe .
2. Los elementos dominantes son
Ctenomys sp. y Eligmodontia cf ty-
pus - Reithrodon cf physodes, en ese
orden.
3. a) todas las especies mencionadas
se encuentran actualmente en el SO
de la provincia de Buenos Aires (área
de la laguna Chasicó). Sin embargo,
en ese área los cricétidos dominantes
son dos especies de Akodon: A. aza-
rae y A. molinae, no registradas en
esta Fauna Local; b) el orden de dorni-
. nancia es el observado actualmente en
la parte central del Dominio Patagó-
nico, como por ejemplo en Chubut
cen tral y oriental (fide Hershkovitz,
op. cit.).
4. a) no se han registrado cricéti-
dos vinculados a áreas boscosas xeró-
filas ("Monte"), tal como Phyllotis
griseoflavus. Esta especie está asocia-
da a Akodon molinae y Eligmodontia
typus en el SO de Buenos Aires (Cha-
sicó); b) Phyllotis griseoflavus parece
haber estado presente en el Pleistoce-
no de Buenos Aires (vide Ameghino,
1889); e) la falta de registro de P. gri-
seoflavus en esta Fauna Local, puede
ser significativa desde el punto de
vista paleozoogeográfico y paleoecoló-
gico.
V.INTERPRETACION
V. l. EVIDENCIAS GEOLÓGICAS
Las unidades estratigráficas descrip-
tas, su correlación con los esquemas
de Frenguelli y Tricart, y su relación
tentativa con las oscilaciones climá-
ticas mayores y menores, ha sido sin-
tetizada en el cuadro 1.
Dentro de este esquema, la unidad
más antigua a considerar es la Fm. Pas-
cua que se tratará en primer término,
continuando con las unidades siguien-
246
tes en orden decreciente de antigüe-
dad.
Formación Pascua
La probable presencia de "Ostrea
parassitica" en sus depósitos condujo
a Rovereto (op. cit. J a destacar su im-
portancia paleoclimática. Es posible
que las temperaturas de las aguas du-
rante la depositación de los sedimen-
tos de esta unidad, fuese más elevada
que la actual en la misma zona.
Las dataciones absolutas realizadas
hasta el presente indican edades que
oscilan entre los 30.000 y 35.000 años
radiocarbono AP (Cortelezzi, 1977),
que. deben considerarse como edades
mínimas dada la alta cementación de
sus depósitos y, por lo tanto, la posibi-
lidad de contaminación.
Lo mencionado 'precedentemente
conduce a correlacionar a la Fm. Pas-
cua con el Ultimo Interglacial en el
sen tido clásico, con condiciones hú-
medas y cálidas.
Formación Pampiano (parte supe-
rior) y Paleosuelo sin nombre
Los sedimentos que cubren a la
Fm. Pascua son los conocidos como
"Bonaerense". Se trata de sedimentos
reconocidos unánimemente como de
origen eólico, de carácter loéssico, que
en su parte media presentan un paleo-
suelo sin denominación.
La fauna ex tinguida que se encuen-
tra en estos depósitos es de Edad Ma-
mífero Lujanense (sensu Pascual et al.,
1965).
Corresponden posiblemente al mo-
mento en que las condiciones climáti-
cas tienden a hacerse más frías y más
secas, siguiendo un enfriamiento y ari-
dización progresiva que continúa con
el Anaglacial.
Formación Luján (Miembro Guerre-
ro), Formación Destacamento Río
Salado y Formación La Postrera (par-
te inferior)
Se formula la hipótesis de que estas
unidades son, en su mayor parte, con-
temporáneas y depositadas bajo condi-
ciones climáticas similares.
Los depósitos del Miem bro Guerre-
ro de la Fm. Luján corresponden en
general a depresiones de drenaje cen-
trípeto, aunque los hay también de
planicies fluviales. Se los observa con
menor ex tensión areal que aquellos
que se le sobreponen del Miembro
Río Salado de la misma Formación.
Frenguelli (1957: 46), al describir
el "Lujanense" del río Matanzas, ex-
presa que " ... desciende su fondo
debajo del cero del mareógrafo del
Riachuelo", lo cual significa un nivel
de base más bajo que el actual, es de-
cir un nivel del mar más bajo.
Lo expresado significaría que los
sedimentos del Miembro Guerrero de
la Fm. Luján se depositaron bajo
condiciones de un clima más árido
y con un nivel del mar más bajo que
el actual. Por ello, esta unidad es co-
rrelacionable con la fase Pleniglacial.
La Fm. Destacamento Río Salado
está constituida por depósitos de albu-
fera o lagunas costeras, y, como ya se
indicó, se encuentran a igual nivel o
por debajo del nivel del mar actual.
Por ello también se deben haber ori-
ginado durante la fase Pleniglacial,
con un nivel del mar más bajo que
el presen te.
La Fm. La Postrera está constitui-
da por sedimentos típicamente eóli-
247
DIVISORIAS
N+:>.
00
Sw/o Puesto Cal/~jonVipjo---'-'-1-'---
Fm. La Postrera
S uel O actual
Fm. La Postrera_J_J_J_J_
soeto Pta. BPrrondo
-J-l-l-l-l-J-J-. Fm. La Postrera_ _J_J_J_J_ _
PERFILES ESQUEMATICOS
VALLES
Alu'Iio actual
Su~/o pto. B~rrondo
I I I
I Fm. Lujan I
I-~ Mipmbro RioSafado 1-1-
I I I I I I I 1 I
1
Sueto Pto. Call~jon VieJ2
Fm. Lujan
~ -
~ Mi~mbro GU(Jrr~ro-
V/f;or1.t.
•••• e ••• •• Fm Pascua •• •
• ••• -. •• i • • •••• •
V/ /F~./p~~~an~ 17
I
m
COSTA
Aluvio actual
coso La presencia en sus depósitos de
fauna extinguida de Edad Lujanense
junto a neoespecies que habitan ac-
tualmente los Dominios Patagónico y
Central, conducen a formular la hipó-
tesis de la existencia de condiciones
climáticas más áridas y quizá más frías
que las actuales durante su deposita-
ción. Por ello es correlacionable tam-
bién con la fase Pleniglacial.
Suelo Puesto Callejón Viejo
Sus características chernozoides
permiten inferir condiciones en cierto
modo similares a las actuales, es de-
cir que las típicas condiciones de la
fase Pleniglacial ya habrían desapare-
cido, y se estaba en una fase climática
menos fría y más húmeda, como la
que caracteriza a la Kataglacial en el
final de la Ultima Glaciación. Con esta
unidad culmina un Ciclo Glacial en el
sentido de Fairbridge (op, cit.), aun-
que su formación puede haberse con-
tinuado en parte durante el comienzo
del In terglacial actual.
El Reciente, Holoceno o Postglacial
es la época que media en tre el final de
la Ultima Glaciación y la actualidad,
habiendo consenso general en que co-
rresponde a un nuevo In terglacial,
el actual. En el tiempo transcurrido
hasta el presente, también se han reco-
nocido oscilaciones climáticas muy
bien estudiadas en el norte y centro de
Europa a través de diversas disciplinas,
y quizá, con menos detalles, en otras
partes del mundo. '
En base a las unidades estratigráfi-
cas reconocidas hasta el presen te y
asignables al Postglacial, se explicarán
las hipótesis relacionadas,
Formación Las Escobas
Sus depósitos corresponden a un ni-
vel del mar más elevado que el actual.
Se ex tienden menos hacia el in terior
del continente que los de la Fm. Pas-
cua, pero más que los sedimentos de
albufera y lagunas costeras de la Fm.
Destacamento Río Salado. En rela-
ción con la Fm. Pascua, la altura de
estos depósitos es similar o levemente
inferior.
Las dataciones absolu tas de sus con-
chillas dan edades que oscilan entre
los 3.000 y 6.000 años radiocarbono
AP, correspondiendo aproximadamen-
te al Hypsitermal en el sentido de Dee-
vey y Flint (1957).
Formación La Postrera (parte supe-
rior)
Son sedimentos eólicos ampliamen-
te distribuidos en la provincia de Bue-
nos Aires que pueden tener elementos
culturales relativamente recientes y
restos de fauna indígena y/o exótica.
En el curso inferior del río Salado
se los observa a veces sobrepuestos a
la Fm. Las Escobas, y en otras oportu-
nidades al Suelo Puesto Berrondo, por
lo que podrían relacionarse con una
oscilación climática posterior a esta
última unidad.
Suelo Puesto Berrondo
Está desarrollado sobre la Fm. Las
Escobas y cubierto por el aluvio recien-
te o por sedimentos eólicos de la par-
te superior de la Fm. La Postrera.
Estas relaciones distintas se obser-
van en el curso inferior del río Salado.
En otras áreas de la provinciade
Buenos Aires, como en las Sierras de
249
Tandil y Ventana, y al norte de la
provincia, se encuentra desarrollado
sobre los sedimentos del Miembro
Río Salado de la Fm. Luján, y cu-
bierto por el aluvio o por sedimentos
eólicos.
Sus características permiten infe-
rir condiciones climáticas similares
a las actuales, con oscilaciones de es-
casa magnitud que dieron lugar a la
depositación de los sedimentos que
se le sobreponen.
V. 2. EVIDENCIAS FAUNÍSTICAS
A partir del análisis de los enuncia-
dos observacionales ya explicitados, se
verifica parcialmente la siguiente hi-
pótesis paleoclimática: durante la
depositación de los sedimentos del
Miembro Guerrero de la Fm. Luján
y los correspondientes a los términos
inferiores de la Fm. La Postrera, la
mayor parte del actual territorio bo-
naerense tuvo un clima árido y con
temperaturas inferiores a las del
presente.
Estas características climáticas in-
fluyeron en la distribución de los
componentes de la biota, contándose
para el caso de los mamíferos con evi-
dencias suficientes como 'para integrar
un importante cuerpo hipotético, que
permite aún la explicación de ciertas
particularidades corológicas actuales.
Ringuelet (1955, 1961, 1962) ha
enfatizado sobre "el carácter subtro-
pical o Guayano-brasileño de la fauna
del llamado Dominio Pampásico que
habita la llanura bonaerense" (1962:
85).
Reig (1964) en base al muestre o
de marsupiales y roedores del SE de
la provincia de Buenos Aires (Parti-
dos de Gral. Pueyrredón y Gral. AI-
varado) concluye que se está en pre-
sencia de datos que "contribuyen a
desdibujar la eventual delimitación
de un dominio zoogeográfico pam-
pásico adecuadamente diferenciado
de un dominio subtropical de clara
raigambre brasílica" (op, cit.: 218).
Este autor señala también que la
fauna de la provincia de Buenos Aires
ha participado de intercambios con
elementos del "monte" y "espina!",
hecho especialmente verificado para el
SO de la provincia donde se registran
elementos tales como Eligmodontia
typus, Akodon molinae, Chlamipho-
rus trunca tus, etc. (vide Contreras,
1973).
La situación durante la deposita-
ción de los sedimentos del Miembro
Guerrero de la Fm. Luján y de los
de la parte inferior de la Fm. La
Postrera, fue otra, marcadamente dis-
tinta, hecho que se verifica por lo
siguiente:
a) Elementos de clara "estirpe"
patagónica y/o central se encuentran
ál norte y este de su área de distri-
bución actual (Fauna Local de Luján).
b) No se han registrado en ninguna
de las Faunas Locales estudiadas, ele-
mentos de "estirpe" subtropical defi-
nida.
e) Sólo la Fauna Local de Luján
contiene algunos elementos de "estir-
pe" subtropical, pero todos ellos más
o menos eurioicos.
d) En sedimentos eólicos de la lo-
calidad de Junín se registraron, junto
a megafauna extinguida de Edad Lu-
janense, una especie patagónica rela-
tivamente estenótopa, el didélfido
Lestodelphis halli, y un dasipódido
250
central y patagónico: Zaedyus pi-
chiy (Odreman y Zetti, 1969).
A partir de estos hechos observa-
cionales y los aportados por la geo-
logía, puede inferirse que durante el
Pleistoceno tardío, más concretamen-
te en el momento de la depositación
de los sedimentos del Miembro Gue-
rrero de la Fm. Luján y de los de la
parte inferior de la Fm. La Postrera,
el actual Dominio Pampásico se en-
contraba poco definido, como en la
actualidad. Sin embargo son los ele-
mentos faunísticos patagónicos y cen-
trales los que penetran hacia el N y
el E respectivamente, por lo que el
actual territorio de la provincia de
Buenos Aires actuaba, desde el punto
de vista zoogeográfico, como una
prolongación septentrional y oriental
de los actuales Dominios Patagónico
y Central.
La penetración de elementos fau-
nísticos de "estirpe" subtropical hasta
el sur de la provincia de Buenos Ai-
res, y aún más, señalada por los zoo-
geógrafos, puede responder a aconte-
cimientos recientes, pos-glaciales, que
involucran momentos de aridez (parte
superior de la Fm. La Postrera), tem-
peraturas más elevadas que las actuales
(Fm. Las Escobas), y condiciones qui-
zá similares a las actuales (Suelo Pues-
to Berrondo).
Si como aquí se ha hipotetizado, la
ingresión de la Fm. Las Escobas es
correlacionable con el Hypsitermal, es
probable que este episodio haya per-
mitido la mayor penetración meridio-
nal de elementos subtropicales y su
paulatina retracción a medida que
las condiciones se atemperaron. De
la misma manera, los momentos de
aridez pueden haber resultado favo-
rables para la penetración de algunos
elementos de regiones áridas o semi-
áridas, como el guanaco y la mara,
que hasta épocas históricas tenían un
rango de distribución que abarcaba
el centro y norte del territorio bonae-
rense.
Es posible que otros elementos fau-
nísticos subtropicales, actualmente
aislados en el sur del territorio argen-
tino (vide Ringuelet, 1961) pueden
haber penetrado en momentos favora-
bles anteriores (Ultimo Interglacial?)
y haber sido aislados por condiciones
marcadamente desfavorables posterio-
res (Ultima Glaciación ?).
De cualquier manera, es evidente
que se requieren observaciones nuevas
y más numerosas para plantear hipó-
tesis explicativas de estos tipos de dis-
tribución.
AGRADECIMIENTOS
En gran medida los trabajos de cam-
po pudieron efectuarse por la amplia
colaboración de los Dres. Raúl A. Rin-
guelet y Pedro J. Zucchi, ex director y
su bdirector de la Dirección de Recur-
sos Naturales del Ministerio de Asun-
tos Agrarios de la provincia de Buenos
Aires.
La Comisión de Investigaciones
Científicas de la provincia de Buenos
Aires subsidió parte de los trabajos
a uno de los autores (EPT).
Distintos aspectos de la temática
aquí desarrollada fueron discutidos
-en distintas oportunidades- con el
Dr. Rosendo Pascua1. El señor Elio
Massoia aportó valiosos datos rnasto-
zoológicos.
251
II~¡¡ ~!~Ml~[/illlmW
de los autores, que son exclusivos
responsables de lo expresado en la
presente contribución.
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