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Modulo_3_Fundamentos_de_Cirugia_Diplomado_a_Distancia_en_Medici

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Módulo 
Fundamentos de Cirugía
Autores
Alejandro Jiménez Yedra
José Antonio Ibancovichi Camarillo
Jorge Luna del Villar Velasco
Ciriaco Tista Olmos
Octava edición, 9 de septiembre de 2011.
D.R.© 2011. Universidad Nacional Autónoma de México.
Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Distrito Federal.
ISBN:
De toda la obra: 978-607-02-0500-2
Del presente tomo: 978-607-02-0502-6
“Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización
escrita del titular de los derechos patrimoniales”.
Impreso y hecho en México / Printed and made in Mexico.
Miembros del Comité:
MVZ, MC Esp. Joaquín Aguilar Bobadilla
MVZ Patricia Díaz Güemez
MVZ, MPA Carlos Esquivel Lacroix
MVZ Patricia Mejía Gutiérrez
MVZ, Esp. Alejandro Jiménez Yedra
MVZ, Esp. Luis Fernando De Juan Guzmán
MVZ, Esp. Riad Katrib Mir
MVZ Socorro Lara Díaz
MVZ, MC Jorge Luna del Villar Velasco
MVZ, Esp. Jesús Marín Heredia
MVZ, Esp. Humberto Morales Castro
MVZ, MC Norma Silvia Pérez Gallardo
MVZ, Esp. Victoria Yukie Tachika Ohara
MVZ, MCV Germán Valero Elizondo
MVZ Julia Alejandra Ríos Mohar
Lic. Georgina Bates Acosta
Revisión técnica: Manuel Rangel Quintanar, Enrique Nuñez Hernández
Revisión de pruebas de galera: MVZ, Esp. Humberto Morales Castro
Producción editorial:
Diseño editorial: LDCV F. Avril Braulio Ortiz
Formación electrónica: LDG Alma Angélica Chávez Rodríguez
Corrección de estilo: Lic. Rubén Jiménez Flores
Realización de ilustraciones y edición digital: MVZ Alejandra Gutiérrez Martínez,
LDCV Rosalinda Meza Contreras
Diseño de portada: LSCA Edgar Emmanuel Herrera López
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Jorge Luna del Villar Velasco
Estimados Alumnos del Diplomado: 
Es un placer presentarles el tercer módulo del Diplomado a Distancia en 
Medicina, Cirugía y Zootecnia en Perros y Gatos, en esta ocasión titulado: 
Fundamentos de Cirugía, área de gran importancia en la labor del médico 
veterinario zootecnista dedicado a las pequeñas especies. Reconocemos 
los deseos de superación que los han llevado a inscribirse en este di-
plomado y el enorme interés en ofrecer servicios médicos y quirúrgicos 
de mayor calidad. Considerando lo anterior, el Comité Académico del 
diplomado ofrece en este módulo los aspectos que garantizan un pro-
cedimiento quirúrgico óptimo, con base en la revisión de los aspectos 
fundamentales que norman esta práctica: desde los principios básicos 
preoperatorios hasta las caracteristicas necesarias de las instalaciones y el 
equipo en una clínica u hospital. 
Para lograr este objetivo, un grupo de prestigiados cirujanos vete-
rinarios, con años de experiencia en el ejercicio de la práctica y la ense-
ñanza quirúrgica, ha plasmado sus conocimientos técnicos en esta obra, 
para ser consultada y utilizada de manera rutinaria en su propia práctica 
profesional. 
La información que condensa esta obra tiene la finalidad de ser el 
primer paso en el camino a la práctica quirúrgica de excelencia y será en 
los módulos posteriores donde se analicen, con mayor profundidad, as-
pectos más complejos de la misma, dependiendo del tema que se abor-
de. La intención del Comité Académico es abarcar todos los aspectos de 
nuestra profesión y avanzar sólida y gradualmente en los puntos finos de 
la misma. 
 
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En un esfuerzo constante por mejorar la calidad del diplomado, el 
Comité Académico se ha dado a la tarea de reestructurar y revisar cada 
módulo en beneficio de quienes, como ustedes, buscan superarse cada 
día. Con esta labor, estamos seguros de responder a los compromisos 
que hemos adquirido para el engrandecimiento de nuestra profesión y 
de nuestra sociedad. 
Agradeciendo como siempre su entusiasmo, su apoyo y en espera 
de sus sugerencias o comentarios para mejorar la calidad del diplomado, 
reciban la más distinguida de nuestras consideraciones y la certeza del 
compromiso académico contraído para apoyarlos en su constante supe-
ración académica. 
A t e n t a m e n t e 
Comité Académico
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Capítulo 1: Instalaciones y equipo quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Ciriaco Tista Olmos
Capítulo 2: Asepsia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43
Jorge Luna del Villar Velasco
Capítulo 3: Anestesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67
José Antonio Ibancovichi Camarillo, 
Alejandro Jiménez Yedra
Capítulo 4: Hemostasis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .169
Ciriaco Tista Olmos
Capítulo 5: Suturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .189
Jorge Luna del Villar Velasco
Capítulo 6: Manipulación delicada de tejidos . . . . . . . . . . . . . . .223
Jorge Luna del Villar Velasco
Nota: El contenido de los escritos es responsabilidad de los autores.
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Capítulo 1 
Instalaciones y equipo quirúrgico
mVz, esp. D, DcV, DcloVe 
ciriaco tista olmos
Profr. Tit. “B”, tiempo completo definitivo, 
FMVZ-UNAM.
 Z Grados de contaminación microorgánica en instalaciones 
quirúrgicas y circulación del personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17
 Z Sala para preparación del paciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19
 Z Área para vestido y lavado quirúrgico de los cirujanos . . . . . . . .21
 Z Quirófano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23
 Z Mobiliario del quirófano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25
 Z Ropa de cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30
 Z Instrumental quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34
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objetiVos
Al finalizar la lectura de este capítulo, los participantes conocerán 
las características que debe reunir un quirófano, así como el mo-
biliario, el equipo y el instrumental que les permita realizar una 
intervención quirúrgica.
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introDucción
La medicina es una de las ramas importantes de la ciencia, debido a que 
su finalidad primordial es la curación o terapéutica de las enfermedades 
que padecen tanto el hombre como los animales, dicha terapéutica se 
divide en dos: la médica y la quirúrgica; en este contexto, la cirugía cons-
tituye una de las áreas más importantes de estudio.
Antropólogos y científicos concuerdan en que el origen de la cirugía 
se remonta al Paleolítico, después de los primeros homo, como el austra-
lopitecus, el Homo augusta, o el Neanderthal; es decir, cuando aparecen el 
Cromagnón y el Homo sapiens, quienes, ya pensantes y con grado de inte-
ligencia superior, sufren algún tipo de herida o traumatismo severo y tra-
tan de “curarse”. Los estudios, en 1875, de Pruvieres y Bocard, comprueban 
que en esas épocas ya se practicaba algún tipo de trepanación de cráneo; 
aspectos similares han observado otros estudios de la cultura Egipcia, al-
rededor del 4000 a. C., donde los “médicos reales” la practicaban, además 
que utilizaban tratamiento para las heridas mediante vendajes con tiras 
de tela impregnadas con mirra y miel.
Así, con el paso de los siglos la medicina ha avanzado y han sucedido 
hechos trascendentales que han permitido giros importantes a la cirugía, 
sobre todo entrela práctica de la medicina antigua y la moderna. Entre 
tales hechos, destaca el descubrimiento de la microbiología, para honra 
de sus pioneros, entre éstos se menciona a Spalanzani, Leeuwenhoek, 
Lister, Pasteur, Semmelweis y muchos otros, quienes hicieron brillantes 
aportaciones para conocer las enfermedades infecciosas y abrir un nuevo 
camino a la cirugía.
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Desde luego, los principios elementales de la cirugía, como la asep-
sia, la anestesia, el manejo delicado de los tejidos, la hemostasia y los 
mecanismos de sutura son básicos; sin embargo, de ellos, uno es de im-
portancia especial: la asepsia (del gr. a, sin y sepsis, putrefacción), que con-
siste en realizar la cirugía bajo condiciones adecuadas y un medio “estéril”, 
debido a que de ello depende gran parte del éxito de una intervención 
quirúrgica.
En consecuencia, el orden en que se sitúan los principios básicos de 
la cirugía ha sido discutido por investigadores y cirujanos, quienes han 
concluido lo siguiente:
1. Para llevar a cabo una intervención quirúrgica es necesario, en pri-
mer lugar, preparar de forma adecuada al paciente y el material e 
instrumental que será utilizado, de manera que se evite la contami-
nación por medio de microorganismos.
2. El paciente estará bajo la acción de fármacos que provoquen un es-
tado de anestesia suficiente para evitarle sufrimiento y dolor durante 
el tiempo que dure la cirugía.
3. Aunque en la medicina practicada con seres humanos primero se 
lleva a efecto la asepsia y después se aplica la anestesia, en los ani-
males, por lo general, es a la inversa, debido principalmente a que la 
antisepsia se dificulta a causa de la inquietud y agresividad de éstas. 
Le siguen en orden la incisión o corte de tejidos, la hemostasia o he-
mostasis, la manipulación de tejidos y órganos de manera cuidadosa 
y delicada, y la reconstrucción de los mencionados tejidos y órganos 
mediante diversos materiales y procedimientos de sutura.
De estos antecedentes históricos y conclusiones actuales se des-
prenden los denominados “cinco principios o principios básicos de la 
cirugía”. Dada la importancia que reviste el hecho de aislar el organismo 
estéril del medio ambiente no estéril, de tiempo atrás se ha considerado 
que todo acto quirúrgico debe realizarse bajo las condiciones asép-
ticas más adecuadas, incluyendo el mobiliario y equipo; por tanto, el 
primer aspecto relevante que debe conocerse es ¿cómo y en qué sitio se 
debe practicar la cirugía? La respuesta es: en un lugar donde se cuente 
con las instalaciones más completas, con el mobiliario e instrumental más 
adecuado y en el quirófano ideal.
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En este capítulo se revisarán los siguientes aspectos:
a) Las instalaciones, principalmente todos los edificios y los sitios que 
serán ocupados: lavado, doblado y esterilizado de ropa para ciruja-
nos y pacientes, vestidores, baños, sala de preparación para pacien-
tes, sala de materiales para la preparación de instrumental, pasillos o 
corredores de tránsito, lavamanos para cirujanos y quirófanos.
b) El mobiliario e instrumental, que incluye los elementos que permi-
tan a los cirujanos y ayudantes efectuar la cirugía lo más perfecto po-
sible, desde lámparas con luz focal, hasta el instrumental quirúrgico, 
sea general o especial. 
c) En cuanto al quirófano ideal, deberá reunir todos los requerimientos 
necesarios para el acto quirúrgico, con todas las condiciones de es-
pacio, comodidad y principalmente de asepsia. 
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graDos De contaminación 
microorgánica en instalaciones 
quirúrgicas y circulación 
Del personal
Las instalaciones que son utilizadas para la actividad quirúrgica son va-
riadas, dependiendo del hospital o centro quirúrgico que se trate; sin 
embargo, debido al principio básico de la asepsia quirúrgica, todos los 
espacios que se utilizan se dividen, según el grado de contaminación que 
hay en ellos, en tres grandes grupos: 
a) Zona negra, se aplica a las instalaciones o espacios sucios, “conta-
minados”, también denominados sépticos. Por ejemplo, los baños, 
pasillos exteriores, instalaciones para lavado de ropa quirúrgica y, en 
especial, la sala para la preparación del paciente; es decir, el sitio don-
de se realiza la antisepsia del paciente.
b) Zona gris, son los sitios con grado medio de contaminación; por 
ejemplo: sitio para cambio de ropa de cirujanos y ayudantes, lavama-
nos para cirujanos, pasillos de circulación para personal con la ves-
timenta básica de hospital, preferentemente la “pijama quirúrgica” o 
filipina, bata y zapatos blancos. 
c) Zona blanca, se le asigna principalmente al quirófano, que deberá 
permanecer estéril o con el grado mínimo de contaminación; en él 
se ingresará vestido igual que en la zona gris, además de aplicar so-
bre los zapatos blancos las botas quirúrgicas de lona o tela estériles.
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También en el quirófano se encontrarán diferentes aparatos y acce-
sorios que también deberán reunir características de esterilidad.
Esterilidad de instalaciones
Para conservar el grado de esterilidad en cada una de las zonas, se reco-
mienda que tengan paredes o pisos lisos de fácil lavado y señalización 
o flechas con el sentido de circulación, que muestren el color pertinente. 
Otra característica necesaria para permitir la desinfección adecuada 
es la forma estructural de las uniones entre paredes y piso, así como es-
quinas, que deben ser redondeadas. 
Circulación del personal y pacientes
 Z Los cirujanos y el personal que transiten de zona negra a las zonas gris 
y blanca, deberá usar botas estériles o pasar por tapete sanitario.
 Z Los pacientes deberán trasladarse de la zona negra a la blanca, me-
diante camilla, pasando las ruedas por tapete sanitario.
 Z Se recomienda que los recorridos, traslados o movimientos den-
tro del quirófano, de cirujanos y personal auxiliar, se lleven a cabo 
siempre frente a frente, es decir, presentando la parte más limpia o 
estéril. 
 Z El personal que no porte la ropa y vestido quirúrgico adecuado, no 
deberá circular por las zonas gris y blanca. 
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sala para preparación Del paciente
El sitio donde se lleva a cabo la antisepsia del paciente es la sala de prepa-
ración, en ésta se realizan principalmente el rasurado, lavado y embroca-
do con un agente antiséptico; sin embargo, también se inicia la aplicación 
de fármacos tranquilizantes e incluso, cuando es necesario, la inducción 
de anestésicos inyectables denominados “fijos”. Por su grado de contami-
nación, es un lugar considerado como zona negra. Ahí se deben incluir 
varios elementos con características especiales, como mesas de metal 
(acero inoxidable), lavamanos con drenaje suficiente, paredes lisas que 
resistan la acción de desinfectantes con lavados frecuentes, esquinas y 
zoclos curvos que permitan escurrido rápido; pisos antiderrapantes para 
equipos rodantes de trabajo rudo y contactos eléctricos suficientes, dis-
tribuidos de forma estratégica para aparatos como máquinas de rasurar, 
lámparas de emergencia, etc. Si se considera conveniente, se debe contar 
con una tina para el lavado o baño completo cuando se requiera.
Las actividades se inician con la sujeción correcta del paciente para 
evitar accidentes y tomar el control de sus movimientos (revisar las for-
mas correctas de sujeción para cada especie animal). Se deberá contar 
con una báscula fija para medir el peso corporal e instituir y aplicar los 
fármacos tranquilizantes o preanestésicoscorrespondientes. En este sitio 
también se aplicarán catéteres o venoclisis para iniciar la terapia de líqui-
dos determinada.
Las mesas de trabajo deben ser fuertes, fijas o móviles y con espacio 
suficiente para permitir actividades anexas (Fig. 1).
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Cuando el paciente se halla tranquilo, se le coloca sobre la mesa y 
mediante una máquina rasuradora con peine del número 40 se lleva a 
cabo el corte de pelo sobre el área en que se realizará la cirugía, ense-
guida se lava con cepillo de cerda suave o gasas sobre la misma zona y, 
finalmente, se embroca con una sustancia química antiséptica.
 Z Es importante mencionar que el lavado de las manos de los ciru-
janos se realiza en tres tiempos, dejando actuar el antiséptico tres 
minutos en la superficie de la piel, con un cepillado por la técnica 
de “arrastre”. 
Figura 1. Las mesas para la preparación de los pacientes deberán 
ser fuertes y contener un sistema de drenaje para realizar un 
buen lavado, como parte de la antisepsia . 
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área para VestiDo y laVaDo 
quirúrgico De los cirujanos
Otra sección importante, anexa a los quirófanos, es el vestidor o sala espe-
cial para el cambio de ropa. En ella los cirujanos y el personal que circule 
o trabaje en las zonas gris y blanca deberán vestirse con el uniforme es-
pecial para cirugía, que consiste en: 
a) Pijama quirúrgica, la que no debe ser apretada, con mangas cortas 
o sin ellas para que permita el lavado quirúrgico de manos y brazos 
correctamente, se recomiendan colores azul o verde claro para evitar 
el cansancio de la vista. 
b) Gorro o escafandra, con la finalidad de contener el cabello para evi-
tar su caída sobre la zona operatoria; por tanto, cuando el cabello se 
lleva corto se utilizará gorro sencillo, si el cabello es largo o se porta 
barba, el gorro será de tipo escafandra. 
c) Cubreboca, este tiene la finalidad de que, al hablar, el portador no 
libere microgotas de saliva (contamine) sobre el área operatoria. 
d) Botas quirúrgicas, tienen dos funciones principales, una de ellas es 
bloquear la corriente estática que se genera con la utilización de pi-
sos antiestáticos que entran en contacto directo o “hacen tierra” con 
el cirujano y con ello evitar la explosión de gases anestésicos voláti-
les (los gases anestésicos actuales ya no son explosivos); la segunda 
se debe a la disciplina aséptica de mantener los pisos y las botas 
perfectamente limpios durante la permanencia dentro del quirófa-
no (Fig. 2). 
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Figura 2. Cirujano vestido con pijama, gorro, cubreboca y botas 
quirúrgicas . 
Ya vestido con el uniforme, el personal pasará de la zona negra a la 
gris; es decir, al pasillo o sección donde se encuentren los lavamanos qui-
rúrgicos, que generalmente están situados entre el vestidor y los quirófa-
nos; es conveniente recodar que el lavado quirúrgico de las manos es otro 
de los aspectos de antisepsia muy importantes para el acto quirúrgico.
Los lavamanos tendrán primordialmente un vertidor de agua con 
cuello de pato, además carecerán de llaves de mano (para no manipular-
las); por tanto, su manejo se lleva a cabo mediante distintos mecanismos, 
como un botón en el piso, accionado con el pie, o con paletas largas que 
se dirigen con los codos o rodillas, o los utilizados más recientemente, 
de funcionamiento electrónico por medio de sensores. El jabón debe ser 
despachado por jaboneras de presión o se pueden emplear cepillos con 
jabón antiséptico.
El procedimiento del lavado se describe en el capítulo 2: Asepsia.
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quirófano
El quirófano (del gr. keiro-mano y faino-mostrar) es el lugar o sala principal 
donde se realiza la cirugía.
Las dimensiones son variables puesto que en medicina veterinaria 
se intervienen quirúrgicamente todo tipo de especies animales. Existen 
desde quirófanos de zoológicos, de 8 x 8 m, con mesas quirúrgicas hi-
dráulicas para grandes animales, hasta quirófanos de sólo 2 o 3 m2 para 
cirugía experimental, donde se lleva a cabo la actividad en pequeños 
animales. Sin embargo, el trabajo quirúrgico más frecuente se hace con 
perros y gatos. En este contexto, la amplitud de la sala debe ser suficiente 
para contener el mobiliario básico requerido, como mesa o plancha para 
cirugía, mesa o mesas para instrumental, aparatos de respiración mecá-
nica, aparatos para anestesia inhalada, aspiradores, electrobisturís, elec-
trocoaguladores, monitores cardiológicos y otros instrumentos según la 
especialidad quirúrgica de que se trate, aparte de dar cabida a uno o dos 
cirujanos, el anestesiólogo, el instrumentista y el ayudante séptico; por 
tanto, se sugiere que el espacio sea de 16 m2, es decir, de forma cuadran-
gular con paredes de 4 x 4 m y de 2.5 a 3 m de altura. 
Las paredes deberán ser de material liso y pulido, como el azulejo, 
sin ranuras ni hendiduras y cóncavas en sus puntos de unión, con la fi-
nalidad de permitir una limpieza y desinfección adecuadas, cada vez que 
sea necesario.
La iluminación del espacio debe lograrse con luz natural, para lo que 
hay que contar con ventanas laterales y en el techo, con placas de tipo 
tragaluz.
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Se recomienda también luz artificial, utilizando una lámpara con 
emisión de corto y amplio haz de luz, sea que se encuentre sujeta al te-
cho mediante rieles corredizos o que tenga un tripié con ruedas móviles.
Para casos de emergencia nocturna con insuficiencia del flui-
do eléctrico, se recomienda una o dos lámparas grandes con baterías 
recargables.
El aire o atmósfera contenida debe ser lo menos contaminado, para 
ello es conveniente contar con un extractor y un inyector constante de 
flujo laminar que introduzca el aire por presión con filtros milipore. El con-
tenido atmosférico del quirófano se debe cambiar por lo menos cuatro 
veces por hora, con la finalidad de evitar acumulación de gases y otros 
que causen reacciones indeseables al personal que realiza la actividad 
quirúrgica. También se recomienda que la temperatura del interior se 
mantenga entre 20 y 25ºC. El piso de los quirófanos, por la reglamen-
tación de gases anestésicos, debe ser de un material antiestático (que 
no permita corriente estática); sin embargo, debido a que los agentes 
anestésicos inhalados en la actualidad ya no son volátiles ni explosivos, el 
piso puede ser de cualquier material, sólo se recomienda que esté pulido 
y que permita su fácil limpieza y desinfección. 
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mobiliario Del quirófano
El mobiliario de un quirófano debe reunir los elementos necesarios para 
el trabajo quirúrgico, además de estar construido con material durable, 
de fácil limpieza y resistente a sustancias corrosivas.
El mobiliario básico comprende:
a) Mesa para cirugía
b) Lámpara
c) Mesa para instrumental
d) Mesa para el material auxiliar (mesa de riñón)
e) Accesorios adicionales
a. Mesa para cirugía. Para pequeñas especies se recomienda una mesa 
de acero inoxidable, con medidas generales de 120 x 70 cm, que po-
sea una cremallera para ajustar la inclinación y la altura, con sangrera 
en uno de sus extremos, para el desecho de orina y líquidos.
Los gatos y perros tienen la columna vertebral semejante a la 
quilla de un barco, por ello al colocarlos en posición dorsoventral 
(con relación a la mesa) no mantienen la postura y se inclinan ha-
cia sus costados. Como consecuencia delo anterior se recomienda 
que la parte superior de la mesa o plancha esté constituida por dos 
partes que formen una hendidura, lo que la hará más apta para el 
trabajo (Fig. 3).
b. Lámpara para quirófano. Aparte de la iluminación natural que per-
mitan ventanas y otras fuentes luminosas, como tragaluces, el quiró-
fano debe contar con una lámpara especial fija al techo, que emita 
un haz de luz con diferente grado de amplitud. Es conveniente que 
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dicha lámpara cuente un brazo articulado, de movimiento variado, 
con la finalidad de dirigir el haz de luz sobre la zona operatoria, in-
dependientemente de su posición (Fig. 4). Existen también lámpa-
ras con base de tripié rodante, diseñadas para quirófano. Casi todas 
están provistas de una fuente de energía basada en baterías, que 
permite su utilización durante una interrupción en el suministro de 
la energía eléctrica general (Fig. 5).
Se recomienda al médico veterinario dedicado a las pequeñas 
especies que aun cuando posea un quirófano modesto, deberá con-
tar con algún tipo de sistema de luz de emergencia. 
Figura 3. Mesa para cirugía con hendidura en el centro 
formando dos hojas
Figura 4. Lámpara fija con brazos móviles para quirófano .
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c. Mesa para instrumental. A la mesa para instrumental tradicional se 
le conoce como mesa de “riñón”, sus medidas son de 120 x 60 cm y 
altura ajustable (Fig. 6). En la cirugía para seres humanos es factible 
colocar dos o más mesas juntas, formando un circulo por fuera de 
la mesa principal; en ellas se colocan los instrumentos por grupos o 
aparte, según sea el caso. 
Si la cirugía no se lleva a cabo en un quirófano clásico, existe la 
opción de una mesa diseñada para utilizar pocos instrumentos; es 
decir, como “material de curación”. Es relativamente pequeña, de 30 x 
50 cm y altura ajustable. Se conoce como mesa de Mayo. Su tamaño 
permite acomodar los instrumentos básicos para una cirugía gene-
ral; en la actualidad se utiliza en forma rutinaria durante la cirugía 
veterinaria básica (Fig. 7). 
Figura 5. Sistema de luz de emergencia mediante baterías .
Figura 6. Mesa clásica en forma de riñón para instrumentalMesa clásica en forma de riñón para instrumental
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d. Mesa para materiales auxiliares. Existe una serie de materiales 
auxiliares que se requieren como apoyo durante la cirugía, entre 
ellos: frascos de medicamentos, soluciones, suturas, paquetes auxi-
liares de ropa, guantes, cajas de Doyen con gasas y torundas estériles, 
y muchos otros más. Todos ellos se colocan en una mesa anexa que, 
por estar dentro del quirófano, deberá estar desinfectada y contener 
materiales preferentemente estériles.
e. Accesorios adicionales. Son los elementos que se encuentran 
dentro del quirófano y que brindan servicio adicional a cirujanos y 
ayudantes; entre aquéllos: aparatos para suministrar anestesia, para 
respiración artificial o de aspiradores, monitores cardiacos, portasue-
ros, cubetas y algunos muebles como negatoscopios o vitrinas con 
material auxiliar.
Estos accesorios deben ser fáciles de limpiar, resistentes a las 
sustancias o gases esterilizantes; si son móviles, deberán poseer ba-
ses o ruedas de material antiestático (Fig. 8).
Figura 7. Mesa de Mayo para material de curación, habilitada 
como mesa de instrumental en cirugía veterinaria .
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Figura 8. Accesorios adicionales: cubeta, portasueros, 
banco, etcétera . 
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ropa De cirugía 
La tela que se utiliza en el material de la cirugía, principalmente en la 
ropa para los cirujanos, los campos quirúrgicos y las guanteras, debe ser 
de algodón, con trama fina que permita la entrada del vapor a presión 
constante durante la esterilización en autoclave, el color será de prefe-
rencia azul o verde y en tono “pastel”; es decir, no brillante para evitar el 
cansancio visual de los cirujanos.
En la actualidad se utiliza también ropa con las mismas característi-
cas de comodidad y color, pero desechable.
Cada una de estas prendas la preparará un laboratorista con la fina-
lidad de lograr “bultos de ropa” bien doblada y estéril para que los ciruja-
nos, al usarlas, trabajen con precisión y sin contaminar. 
Para dar a conocer mejor los grupos de materiales o ropa quirúrgica, 
se describirá por separado cada una de ellos: 
a) Bulto de campos quirúrgicos
b) Bulto de batas
c) Guanteras
d) Paquetes de gasas o compresas de esponjear.
a) Bulto de campos quirúrgicos. Lo forman cinco unidades, cuatro 
denominadas “compresas de campo” o “sábanas de campo” de dis-
tintas medidas, según la cirugía y constitución del paciente, aunque 
para las pequeñas especies (perros y gatos) es suficiente el tamaño 
estándar de 60 × 90 cm.
También se encuentra en este bulto una sábana grande de 100 
× 70 cm, conocida como sábana hendida debido a que en el cen-
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tro presenta un ojal o hendidura de 20 a 30 cm, que permite aislar 
la zona de incisión. Lo importante en esta sábana es que se coloca 
después de haber puesto los campos chicos. 
En cuanto a la colocación de los campos chicos, se recomienda 
que formen un área de tamaño suficiente para el acceso a la zona 
operatoria; existen diversos criterios en cuanto a cuál campo se co-
loca en primer lugar. Uno menciona que es el campo distal, ya que 
está más cercano al anestesiólogo (por asepsia), y posteriormente el 
craneal. Otro cita que primero se coloca la sabana de pies o podal, ya 
que en ocasiones la cirugía se realiza en “cráneo” (ojos, oídos, orejas 
etc.); por tanto, es a la inversa. De cualquier manera en que sean co-
locados, distal o craneal, se pondrán enseguida los campos laterales. 
Lo importante es conservar la asepsia quirúrgica (Fig. 9). 
Figura 9. Paciente con los campos o sábanas chicas colocadas 
correctamente .
b) Bulto de batas. Las batas para un equipo quirúrgico casi siempre 
son tres: del cirujano, del primer ayudante y del instrumentista, aun-
que cada cirujano tendrá un número variable de ayudantes.
La bata es indispensable para el trabajo de cirugía; por tanto, 
habrá de distintas medidas para cada uno de los miembros, de ma-
nera que le sea cómoda y lo suficientemente amplia para permitir 
movimientos libres. 
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Como reiteración a la disciplina, se recomienda que los inte-
grantes de un equipo quirúrgico, además de la bata utilicen gorro, 
cubreboca y botas quirúrgicas. 
Debido a que su colocación requiere una técnica especial un 
tanto complicada y extensa, se sugiere observar el video correspon-
diente en el Módulo 3.
c) Guantera. Es una bolsa rectangular, preferentemente de tela de al-
godón que permite buena esterilización de los guantes; sus medidas 
son de 30 x 15 cm. Presenta dos secciones, una para cada guante. 
En uno de los lados se localiza un compartimento que contiene una 
pequeña bolsa con almidón, para aplicarse en las manos antes de la 
colocación de aquéllos. 
Para identificación de los guantes, el laboratorista dejará como 
marca los dedos pulgares expuestos hacia la abertura de la guan-
tera (Fig. 10). Existen en el mercado guantes y guanteras estériles 
desechables.
d) Compresas de esponjear. Son secciones de gasa de varios tama-
ños, se utilizan húmedas para la remoción de sangre,como parte 
inicial del primer método de hemostasia por compresión; es decir, al 
mismo tiempo que se limpia o remueve la sangre de vasos secciona-
dos, se ejerce ligera presión para permitir el coágulo y la hemostasia. 
Las gasas se mantienen estériles en caja de Doyen específica 
para ello; en caso de no poseerla se pueden integrar al instrumental 
o se mantienen y esterilizan en paquetes de papel o tela.
Se recomienda que al iniciar el acto quirúrgico se tenga el nú-
mero preciso de esponjas o compresas, que debe coincidir al termi-
nar la operación. Este punto es importante debido a que, en ocasio-
nes, al existir hemorragia profusa accidental se utiliza una compre-
sa a manera de tapón o bloqueo sanguíneo; en ocasiones ésta se 
queda dentro del paciente como accidente quirúrgico; para mayor 
precaución al respecto, existen en el mercado compresas que tienen 
en su interior un hilo radiopaco, como medida de seguridad ante la 
posibilidad de haber quedado una compresa dentro del paciente, ya 
que se detecta mediante radiología. 
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Finalmente, también se recomienda otro grupo de compre-
sas que poseen medidas y formas suficientes para aislar órganos 
durante los tiempos sépticos de la cirugía, además de mantenerlos 
hidratados.
Figura 10. Guantera que contiene los guantes estériles para el 
cirujano .
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instrumental quirúrgico
Éste se divide en dos grandes grupos, uno conocido como general y otro 
en el que cada pieza se ha diseñado para un propósito específico, deno-
minado especial. Sin embargo, cada uno de ellos tendrá una función bá-
sica para: a) campo; es decir, para limitar el campo quirúrgico o permitirle 
al cirujano una sección de campo operatorio; b) incisión, corte, o diéresis; 
c) hemostasia, instrumental que permite evitar o controlar la hemorra-
gia de los vasos sanguíneos seccionados; y d) sutura, en él se encuentran 
todos los instrumentos que se utilizan para reunir los tejidos seccionados 
para su restauración natural por medio de la cicatrización.
En este contexto, todo instrumental se incluye esos cuatro grupos, 
el número de piezas varía según la operación de que se trate. A conti-
nuación se mencionan algunos de los instrumentos más comunes y el 
motivo o forma de utilización.
1. Instrumental de corte o incisión
 Constituye todo instrumento con filo o filos, es útil para incidir o 
remover tejidos. En este grupo se encuentra todo tipo de navajas, 
cuchillos o tijeras, algunos de ellos para cirugía especial.
Ejemplo de navajas o cuchillos:
 Z Bisturí o escalpelo
 Z Cuchillo de Graeffe (bisturí fino para oftalmología)
 Z Cucharilla de Crichet (para raspar quistes)
 Z Burdizo (pinza-cuchilla para castrar)
 Z Sierra de Lis o Gigli (hilo de metal con sierra)
 Z Legras (para desprender periostio)
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 Z Cuchillos para amputación
 Z Costotomo (pinza con filo para seccionar costilla)
 Z Pinzas de Gubia (pinza con punta cortante para remover es-
quirlas o callos óseos)
 Z Otros.
El bisturí o escalpelo es uno de los instrumentos más antiguos 
en la cirugía y es clásico para el inicio de todo acceso a cirugía.
Su mango presenta acople de entrada de hojas de distinto ta-
maño y forma para corte, según la necesidad de forma y dureza del 
tejido u órgano.
La forma de sujetar, empuñar o manejar el bisturí se describe en 
las figuras 11, 12 y 13.
Figura 11. Como lápiz .
Figura12. Como cuchillo .
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Figura13. Como arco de mesa de violín .
En lo que se refiere a las tijeras, en un muestrario actual existen 
más de 500 variedades entre forma, tamaño y necesidad de uso.
Como ejemplos de las más utilizadas están (Figs. 14, 15):
 Z Tijeras (curvas o rectas chicas o largas): 
 Z Tijera de Mayo (puntas curvas atraumáticas)
 Z Tijera de Cooper (punta curva y recta o mixta)
 Z Tijera de Metzembaum (ramas largas y quijadas cortas, curvas 
o rectas
 Z Tijera de Littahuer (para seccionar suturas) 
Figura 14. Tijera clásica de Mayo, recta, para disección .
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Figura 15. Tijera de Metzembaum para corte 
de tejidos profundos y delicados . 
2. Instrumental para campo
 Este tipo de instrumental permite aislar los campos quirúrgico y 
visual, entre ellos: los separadores de Farabeuf (ganchos cromados 
para separar manualmente los tejidos) y las pinzas de Backhaus (para 
fijar los campos quirúrgicos al paciente) (Fig.16). Sin embargo, exis-
ten un número indeterminado de instrumentos, tanto generales 
como especiales, para la actividad quirúrgica.
Algunos ejemplos de instrumental de campo son:
 Z Separador de Gosset (para cesáreas)
 Z Pinza de Laborde (para aplicar cánula traqueal)
 Z Cuadro de Weingard (para rumenotomía)
 Z Pinza blefarostato (para abrir párpados, cirugía oftálmica) 
 Z Pinza de Adson (para sujeción de tejidos delicados)
 Z Pinza de De Bakey (para sujeción de tejidos suaves o 
epiteliales)
 Z Pinza de Allis (con dientes finos para sujetar tejidos delicados)
 Z Pinza de Doyen (para sujetar intestino)
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Figura 16. Pinzas de Backhaus para sujetar campos quirúrgicos .
3. Instrumental para hemostasia
 Este instrumental permite realizar presión sobre vasos sanguíneos 
(arterias o venas) de cualquier calibre, para detener el flujo sanguí-
neo (hemostasia). También existe variedad de modelos, formas y 
tamaños de este instrumental: las pinzas más comunes para hemos-
tasia son semejantes en su quijada o punta, sólo varían en tamaño. 
Las más pequeñas de Hartman y Halsted, denominadas de mosqui-
to, tienen 6 cm de longitud; enseguida las de Kelly, de 12 cm, y las 
mayores de 14 cm, denominadas de Schaedel. También existe gran 
número de pinzas o instrumentos para hemostasia.
Como ejemplos de instrumentos para hemostasia se citan:
 Z Pinzas de Pean (con punta ancha que también se habilita 
como portaaguja)
 Z Pinzas de Kocher (con dientes de ratón en la punta)
 Z Pinzas de Buldog (para bloquear el paso sanguíneo durante la 
anastomosis arterial) 
 Z Pinzas de Rochester-Pean y Rochester-Rankin (semejantes bo-
cados ranurados)
 Z Pinzas de Haupner (para sujetar útero)
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 Z Pinza forceps intestinal (para sujetar y aislar intestino durante 
enterotomía). 
4. Instrumental para sutura
 Existe gran número de instrumentos para restaurar o reconstruir te-
jidos, se clasifican en dos grandes grupos: instrumental y material. 
Dentro del instrumental se consideran principalmente los portaagu-
jas, tijeras, pinzas, engrapadoras y agujas; dentro del material se en-
cuentran todos los tipos de hilos y materiales utilizados para reunir 
los tejidos.
Ejemplos de portaagujas clásicos son el de Mayo-Hegar y el au-
tomático de Mathieu (Figs. 17, 18).
Las tijeras para seccionar hilos son las de Littauer, que presen-
tan una muesca en la punta de las quijadas para facilitar la remoción.
En relación con los hilos, así como tipos de sutura, hay gran can-
tidad, por ello se recomienda ver el capítulo respectivo para mayor 
información.
Como material especial de este grupo se menciona:
 Z Portaagujas de Arruga (para cirugía oftálmica).
 Z Pinza engrapadora y grapas de Michel (para engrapar tejidos).
 Z Portaagujas de Cooper y Reverdín (para pasar hilos en forma 
circular).
Figura 17. Portaagujas de Mayo-Hegar .
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Figura 18. Portaagujas automático de Mathieu . 
Para un mejor manejo del instrumental durante el acto quirúrgico, se 
recomienda el auxilio de un técnico o cirujano instrumentista, que conoz-
ca muy bien la cirugía a realizar, con el propósito de que tengan a la mano 
cada instrumento requerido y así agilizar el tiempo de operación. 
Para manejar el material, de forma agilizada, el instrumentista de-
berá conocer cada pieza y tenerla bien localizada, y ya sea en la mesa de 
instrumental especial (riñón) o en la mesa de Mayo, el instrumental se 
deberá colocar siempre por grupos, según el número de piezas que sean 
necesarias (Fig. 19).
Figura 19. Colocación correcta del instrumental general en la 
mesa de Mayo . De izquierda a derecha: Diéresis, hemostasia, 
campo y suturas . Si hay instrumental especial se colocará en la 
mesa anexa .
Colocación correcta del instrumental general en la 
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 literatura recomenDaDa
1) Alexander A. Técnica quirúrgica en animales y temas de terapéuti-
ca. 6a ed. México (DF): Interamericana, 1986.
2) Bograb J. Medicina y cirugía en especies pequeñas. México (DF): 
CECSA, 1986.
3) Kneecht CD. Técnicas fundamentales de cirugía veterinaria. 
Philadelphia: WB Saunders Co, 1987.
4) Slatter D. Texto de cirugía de los pequeños animales. México: 
Salvat, 1997. Vols. 1 y 2. 
5) Slatter D. Manual de cirugía en pequeñas especies. México: 
Interamericana-McGraw-Hill, 1997. 
6) Sevestre J. Elementos de cirugía animal. México: CECSA, 1984.
7) Annis JA. Atlas de cirugía canina. México (DF): UTEHA, 1975.
8) Tista OC. Fundamentos de cirugía en animales. Trillas, 1993.
9) Lazzeri L. Fundamentos de la técnica quirúrgica, diéresis, hemos-
tasis sutura. México: UNAM (Textos Universitarios de la UNAM), 
1975.
10) Niemand H. Prácticas de clínica canina. México: CECSA, 1983.
11) Ormrod AN. Técnicas quirúrgicas en el perro y en el gato. 3ª ed. 
México: CECSA, 1975. 
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 DuDas para la asesoría
Si surgen dudas al leer este capítulo, anótelas; si no tiene oportuni-
dad de discutirlas con sus pares, pregúntelas al autor vía telefónica, 
fax o correo electrónico.
Prepare sus dudas por escrito y tenga a la mano material para tomar 
notas cuando las consulte con el autor. No olvide anotar correcta-
mente los datos para que el autor le conteste. Mencione el tema 
sobre el cual quiere consultar y haga una pregunta por cada una de 
las dudas.
MVZ, Esp. DCV CiriaCo TisTa olMos
 Z Para cualquier duda o comentario, comuníquese a la Ciudad de 
México de lunes a viernes de las 10:00 a las 14:00, al teléfono 
(55) 5622-5934.
 Z Fax: (55) 5550-0731.
 Z Correo electrónico: tistaoc@hotmail.com
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Capítulo 2
Asepsia
mVz, mc, esp. jorge luna 
Del Villar
Técnico Académico del área de Cirugía de 
Tejidos Blandos y profesor de asignatura 
en el Hospital de la Facultad de Medicina 
Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
 Z Instrumental quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50
 Z Quirófanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
 Z El paciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56
 Z El cirujano y el personal quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59
 Z Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
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Jorge Luna del Villar
objetiVos
Al finalizar la lectura de este capítulo, los participantes contarán 
con información práctica para elegir y aplicar los métodos de este-
rilización, desinfección y antisepsia en el ambiente quirúrgico.
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introDucción
Desde los trabajos pioneros de Joseph Lister, quien introdujo el uso de áci-
do carbólico como antiséptico, en 1865, y los de William Halstead, quien 
inició el uso de guantes quirúrgicos, en 1898, los cirujanos han luchado 
por eliminar las infecciones quirúrgicas mediante el uso de una técnica 
aséptica. Ésta puede definirse como “la manera para reducir al nivel más 
bajo posible la contaminación microbiana en un ambiente quirúrgico”.
Las fuentes potenciales de contaminación están bien definidas. Por 
una parte, toman en cuenta al paciente y, por otra, al ambiente quirúrgico 
conformado por el cirujano y su equipo, el instrumental, las suturas, los 
campos quirúrgicos y todo el material en contacto con dicho ambiente.
En este capítulo se discutirán los principios de la técnica aséptica y 
se dará énfasis a la aplicación práctica de los principios asépticos en un 
ambiente hospitalario. 
Con el propósito de que esta técnica funcione de manera óptima, se 
recomienda, en la medida de lo posible, contar con áreas separadas de 
preparación, ubicación de quirófanos y de las áreas de cuidado intensivo 
y posquirúrgico (tratamiento de soporte de los pacientes). Es recomen-
dable que las superficies interiores para cada una de estas áreas estén 
construidas con materiales impermeables y fáciles de limpiar. El área de 
soporte para el quirófano debe contar con instrumental, lavadoras y este-
rilizadoras. El material usado regularmente en el quirófano, como máqui-
nas anestésicas o suturas, también estarán incluidas. 
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La asepsia
Ésta se clasifica en:
1) Esterilización.
2) Desinfección.
3) Antisepsia.
1) Esterilización. Es el proceso de destrucción de microorganismos 
mediante agentes físicos o químicos. Se aplica sobre objetos móviles 
y pequeños.
2) Desinfección. Consiste en la destrucción de microorganismos so-
bre objetos grandes que no pueden exponerse al calor, como pisos, 
jaulas, mesas y mostradores. Como complemento se emplean sus-
tancias químicas germicidas.
3) Antisepsia. Proceso que reduce la cantidad de microorganismos 
patógenos, o bien inhibe su crecimiento mientras se mantiene en 
contacto el antiséptico y el germen. Este término se emplea cuando 
los agentes se usan sobre la piel y mucosas del cuerpo; por tanto, se 
aplica en la preparación del cirujano, ayudantes y paciente.
En el Cuadro 1 se muestran las características de los principales agen-
tes desinfectantes y antimicrobianos utilizados en medicina veterinaria.
La técnica aséptica incluye la preparación del instrumental, del mate-
rial empleado en el procedimiento quirúrgico, de los quirófanos, el cuarto 
de preparación, del paciente y del cirujano, así como el uso de técnicas 
para disminuir la probabilidad de infección.
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Desinfectantes comúnmente utilizados en la práctica veterinaria
Agente Uso práCtICo propIedAd 
desInFeCtAnte
propIedAdes 
AntIséptICAs
MeCAnIsMos 
de ACCIÓn
preCAUCIones 
Alcohol 
isopropílico 
y alcohol 
etílico 
rebajado
 Limpieza 
local y 
preparación 
del sitio de 
inyección.
Buena Muy buena Desnaturali- 
zación de 
proteínas, 
interrupción 
metabólica y 
lisis celular.
Corrosivo 
para el 
acero 
inoxidable, 
volátil. 
Compuestos 
clorinados: 
hipoclorito 
de sodio al 
5%
Limpieza 
de pisos y 
mostradores.
Buena Regular Libera cloro y 
oxígeno
Es inactivado 
por restos 
orgánicos, 
corrosivo al 
metal.
Compuestos 
de yodo: 
yodóforos 
(7.5%)
Limpieza 
de pisos 
de color y 
mostradores.
Buena Buena Oxidación demoléculas 
esenciales.
 Tiñe telas y 
tejidos.
Glutaralde- 
hído al 2% 
(solución 
alcalina)
Desinfección 
de 
instrumentos 
delicados.
Buena, 
esteriliza
Ninguna Alquilación 
nucléica y 
proteínica.
Irritación 
a tejidos. 
Deben 
enjuagarse 
los materiales 
antes de su 
uso.
 
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Jabones antimicrobianos utilizados para el cepillado quirúrgico
AntIMICrobIAno MeCAnIsMo de ACCIÓn propIedAdes
Yodados Penetración en la pared 
celular, oxidación, 
reemplazan el contenido 
microbial con yodo libre.
Amplio espectro (hongos y virus). 
Tiene cierta actividad contra 
esporas. Se inactiva en presencia 
de material orgánico. Requiere un 
mínimo de 2 minutos en contacto 
con la piel (grampositivas y 
negativas).
Gluconato de 
clorhexidina
Ruptura de la pared 
celular y precipitación de 
proteínas celulares.
 Amplio espectro (más efectivo 
contra gramnegativos) y viricida. 
Actividad residual. No se inactiva 
con material orgánico. Menos 
irritante que los yodóforos.
Hexaclorofeno Ruptura de la pared 
celular y precipitación de 
proteínas celulares.
 Bacteriostático para 
grampositivas. Mínima actividad 
contra gramnegativas, bacterias, 
hongos y virus. No se inactiva 
con material orgánico. Puede ser 
neurotóxico.
Triclosán Ruptura de la pared 
celular.
Amplio espectro (no es efectivo 
contra algunas pseudomonas). 
Mínimo efecto contra material 
orgánico
Cuadro 1. prinCipales agentes desinFeCtantes y antiMiCrobianos.
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instrumental quirúrgico
Todo el instrumental y los implantes deben esterilizarse antes de usarse, 
ya que se pondrán en contacto con los tejidos.
Los métodos para la esterilización quirúrgica incluyen el calor en 
forma de vapor, el calor seco, los gases (como el óxido de etileno), las 
sustancias químicas, el plasma y la radiación ionizante.
Los desinfectantes no se aplican al instrumental quirúrgico. 
Los factores que determinan la elección del método son el tipo de 
microorganismos involucrados, la naturaleza del material y el tiempo dis-
ponible para la esterilización.
Esterilización con vapor
Es un método físico que emplea vapor presurizado mediante autoclaves 
que elevan la temperatura en rangos de 121 a 134 grados centigrados y 
alcanzan una presión de 15 a 30 atmosferas de presión (psig), logrando 
la destrucción de las bacterias por coagulación y desnaturalización de las 
proteínas (Figura 1).
Las bacterias se destruyen con calor húmedo y con calor seco; pero 
cuando existe humedad, la muerte se produce a temperaturas inferiores 
y en un lapso más corto.
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Figura 1. Autoclaves para la esterilización de instrumental 
y material quirúrgicos .
Aire caliente o esterilización en seco
Método físico que emplea altas temperaturas, que van de 160 °C a 180 °C. 
Para el instrumental se recomienda aplicarlo entre 15 y 30 minutos y en 
caso de la ropa quirúrgica, durante una hora.
Para este tipo de esterilización se utilizan los hornos Pasteur y 
Poupinel. 
Radiaciones ionizantes
Este método físico se limita al uso industrial, debido a su elevado costo. 
Algunos de los artículos que se utilizan en el quirófano son esterilizados 
con este método, como el material de sutura, las esponjas de gasa, los 
artículos desechables (hules, campos, cubremesas) y el equipo fabricado 
con derivados del petróleo. 
Esterilización con gas
Es un método químico que utiliza el óxido de etileno y es efectivo con-
tra todo tipo de microorganismos; los destruye mediante la alquilación 
de sus ácidos nucleicos. Es flamable y explosivo (efectos que disminuyen 
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cuando se mezcla con bióxido de carbono), no es corrosivo y es seguro 
para materiales de plástico y polietileno; sin embargo, no debe aplicarse 
en líquidos ni en material que no esté correctamente empacado.
El proceso de esterilización es óptimo entre 45 °C y 60 °C, de 10 a 12 
psig y con humedad de 20% a 40%.
Todos los materiales que se esterilizan por este método deben ven-
tilarse por un mínimo de siete días en periodos de dos a dieciocho horas, 
en un aireador especial para disminuir el efecto tóxico en los tejidos. 
Esterilización con plasma
Es un método químico que emplea iones reactivos, electrones y partí-
culas de átomos neutrales por medio del vapor de la peroxidación del 
hidrógeno. 
Aproximadamente, en 75 minutos se logra la esterilización eficiente 
del instrumental; se puede utilizar de manera inmediata y no necesita de 
ningún sistema de aireación.
El material que puede esterilizarse por este método es: acero inoxida-
ble, aluminio, silicona, teflón, látex, acetato de etilenvinilo, policarbonato, 
polietileno, polivinilo y polimetilmetacrilato; éstos deben envolverse en 
una cubierta de polipropileno, de ninguna manera en tela ni en papel.
Los artículos que no pueden ser esterilizados por este método son 
lino, esponjas de gasa, productos de lana, papel, algunos plásticos, líqui-
dos, artículos con soldadura de cobre o plata, epóxicos, tubos y catéteres 
mayores de 30 cm y menores de 3 mm de diámetro.
Esterilización en frío
Es un método químico que utiliza, básicamente, al glutaraldehído líquido, 
provee esterilización segura para instrumental delicado, como los endos-
copios (broncoscopios y cistoscopios). Este material se sumerge en gluta-
raldehído al 2% durante 10 horas a 20 o 25 °C.
Se requiere que el equipo a esterilizar esté limpio y seco antes del 
proceso. Posteriormente se enjuaga con agua estéril y se seca con toa-
llas estériles para evitar la toxicidad de los tejidos por alquilación de 
proteínas.
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Control de la esterilización
Con el propósito de registrar la efectividad del proceso de esterilización, 
se emplean indicadores de los cambios químicos o biológicos en res-
puesta a combinaciones de tiempo y temperatura. Los más comunes son 
las tiras de papel o las cintas que cambian su color cuando los parámetros 
de temperatura deseada son alcanzados.
Las envolturas utilizadas para el instrumental, material y ropa quirúr-
gica deben verificarse de manera constante para evitar su contaminación. 
En los paquetes esterilizados se consideran seis meses de efectividad 
confiable, siempre y cuando se coloquen en lugares secos y cerrados.
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quirófanos
Estas áreas se construyen preferentemente cerca de la sala de prepara-
ción y anestesia, cuidados intensivos y radiología; no obstante, cuando 
esto no es posible, se procurará que el quirófano tenga un solo acceso, 
con el propósito de impedir que sea una zona de tránsito. Se recomienda 
que la puerta abra hacia la sala de preparación, que por lo general sirve 
como área de tratamiento. La zona de lavado debe encontrarse fuera de 
ese perímetro. Se recomienda mantener temperatura ambiental de 22 °C 
y humedad relativa de 50% para proporcionar un medio confortable; de 
lo contrario, se dificultaría el mantenimiento de la temperatura corporal 
del paciente.
Para los pisos, paredes y techos se sugieren materiales impermea-
bles sin uniones burdas o bordes ni ángulos agudos como esquinas o 
cambios de dirección en los muros, con la finalidad de facilitar la limpieza 
y desinfección mediante el uso de soluciones, como gluconato de clor-
hexidina, formaldehído, gluteraldehído o alcohol al 70%.
Si existen ventanas, éstas estarán selladas para evitar corrientes de 
aire.
No se recomiendan muebles que tiendan a acumular polvo, sino 
mobiliario empotrado en la pared o el piso y que tengan puertas de cris-
tal, como armarios.
Los accesos deben seranchos para permitir el paso libre de la ca-
milla del paciente, las puertas deben ajustarse perfectamente al cierre 
para que impidan la contaminación del interior; también habrá buena 
iluminación.
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El personal que tiene acceso a esta área se viste con pijama quirúrgi-
ca. Cuando el personal sale de esta zona se colocará una bata que cubra 
su ropa quirúrgica. Se sugiere que los pacientes, en la medida de lo posi-
ble, estén limpios y con el área quirúrgica de interés rasurada ampliamen-
te antes de pasar al quirófano.
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el paciente
La preparación del paciente comienza varios días o minutos antes de la 
cirugía, dependiendo de cada caso. Al paciente de cirugía electiva se le 
realiza historia clínica, examen físico, estudios de laboratorio y de gabine-
te, al tiempo que se establece comunicación estrecha con el propietario 
del paciente.
Los animales se disponen en la sala de preparación fuera de los 
quirófanos donde se proporciona la anestesia. Según el caso, se puede 
requerir que el estómago, el recto y la vejiga sean evacuados; esto es, 
restringir el alimento y el agua ocho o doce horas antes de la cirugía o, 
en casos especiales, practicar enemas para vaciar el colon.
Se hace la tricotomía del área quirúrgica en una extensión aproxi-
madamente cinco veces mayor que la zona prevista, para ello se utilizan 
de preferencia rasuradoras eléctricas, aunque también puede realizar-
se con navaja y técnica depurada, de otra manera se ocasiona derma-
titis. Algunas regiones anatómicas, como el escroto, sólo requieren ser 
depiladas.
Después de la tricotomía se recomienda la aspiración del pelo rema-
nente. Enseguida, se lleva a cabo la limpieza de la piel aplicando agua y ja-
bón mediante un cepillado suave sobre el área quirúrgica. Posteriormente 
se coloca un antiséptico como gluconato de clorhexidina al 0.5% o povi-
dona yodada en solución jabonosa al 10%, que termina de remover con-
taminantes. Previo a la aplicación del antiséptico y de manera estéril, se 
traslada en camilla al paciente a la sala de operaciones. 
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En el quirófano, el paciente se coloca y se sujeta sobre la mesa qui-
rúrgica en la posición que requiera el cirujano (decúbito dorsal, decúbi-
to ventral, decúbito lateral, trendelemburg, etcétera). Esta sujeción no 
debe comprometer la función respiratoria por una hiperextensión de los 
miembros hacia la cabeza o por una inclinación del cuerpo en dirección 
craneal, ya que provocarían presión de los órganos abdominales sobre el 
diafragma. Las extremidades no se extienden más allá de su rango nor-
mal de movimiento para evitar un problema del retorno venoso.
Luego que el animal se encuentra sujetado, se le colocan los electro-
dos para registro electrocardiográfico, estetoscopios esofágicos, o placas 
para electrocauterio.
Se embroca con un antiséptico en solución (como los menciona-
dos), aplicándolo de manera centrífuga al sitio de incisión, o mediante 
líneas rectas a partir de la línea de incisión y hacia los extremos. Esta ac-
ción se realizará tres veces hasta lograr un tiempo de contacto de cinco 
minutos. 
Es oportuno destacar que cuando se realice una cirugía sobre el ab-
domen ventral, en el macho se sugiere preparar el prepucio lavándolo 
previamente e instilándole una solución antiséptica suave que permita, 
después, envolverlo con una compresa estéril.
Una vez preparado el paciente, el cirujano y el equipo quirúrgico 
que porte bata y guantes estériles, colocan los campos quirúrgicos, con 
el propósito de crear y mantener un ambiente estéril alrededor del sitio 
operatorio, distribuyéndolos uno tras otro sobre el área preparada para la 
incisión; se evitarán movimientos innecesarios para no acarrear bacterias. 
Los campos se colocan sobre el paciente en el orden que el cirujano pre-
fiera, y se sujetan con pinzas de campo. Enseguida, se coloca la sábana 
hendida sobre el área de la piel a incidir, para lograr un aislamiento qui-
rúrgico más seguro y amplio.
En la preparación de las extremidades que se requieran en la cirugía 
ortopédica, es necesario un procedimiento especializado:
a) Se realiza la tricotomía desde los dedos hasta la parte proximal de la 
extremidad, tanto por la cara medial como por la lateral, a modo de 
rodear la superficie.
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b) Se mantiene la extremidad suspendida mediante una cinta o mate-
rial removible.
c) Las falanges se vendan o enguantan de manera estéril.
d) Los campos se colocan sobre el área quirúrgica. Antes de liberar la 
extremidad sobre la mesa, se coloca un campo debajo de ella y otra 
compresa que involucre la parte distal del miembro para aislarlo del 
cuerpo y que pueda manejarse durante la cirugía.
e) Finalmente, se coloca una sábana hendida por la que se hace pasar 
la extremidad y se refuerza el aislamiento de la zona operatoria.
Es importante hacer hincapié en que los campos se sujetan con pin-
zas. Cuando el animal está preparado y el área quirúrgica está cubierta 
con campos estériles, se acerca la mesa del instrumental para dar inicio 
a la cirugía. 
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el cirujano y el personal quirúrgico
Una de las principales fuentes de contaminación en el área quirúrgica 
es el personal, ya que hasta la descamación de la piel libera gérmenes. 
Existen correlaciones entre el número de personas, su movimiento y la 
liberación de bacterias aerobias, por lo que es preferible reducirlo en la 
medida de lo posible. Para disminuir la contaminación, el equipo qui-
rúrgico debe vestir pijamas, zapatos o botas quirúrgicas, gorros y cubre 
bocas. El personal no debe portar anillos, joyas o relojes, con excepción 
del anestesista. Las uñas de todos los miembros del equipo deben estar 
perfectamente cortadas y limpias.
Lavado quirúrgico
Las manos y los antebrazos se lavan durante dos o tres minutos con ce-
pillo y jabón quirúrgico. Enseguida, se emplea un cepillo quirúrgico, de 
preferencia estéril y desechable, que contiene un antiséptico (como el 
gluconato de clorhexidina o povidona yodada), y se hace pasar metódi-
camente sobre la superficie de los dedos hasta 5 cm arriba de los codos. 
Ambos brazos deben lavarse, el proceso se repite y siempre se comienza 
en los dedos y se sigue hacia los codos en forma vertical, de arriba abajo, 
adoptando una posición quirúrgica. El contacto con el jabón antiséptico 
debe durar de tres a cinco minutos, o bien, ejecutar de cinco a veinte 
cepilladas por área.
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Posteriormente ambos brazos se enjuagan, de manera que el agua 
caiga de la punta de los dedos hacia los codos; esto reduce la contami-
nación de las manos. 
Colocación de la bata estéril
Las manos se secan con toalla estéril que se encuentra dentro del bulto 
de batas, o bien en un bulto adicional.
El siguiente paso consiste en la desenvoltura cuidadosa de los bultos 
que realiza el personal séptico, se evitará tocar su porción interna. Es im-
portante que el cirujano y sus ayudantes mantengan las manos a la altura 
del pecho y separadas de éste, ya que arriba de los hombros y abajo de la 
cintura se consideran áreas contaminadas. Para la colocación de las batas, 
se localiza el doblez de las mangas y se insertan los brazos en cada una de 
ellas, deslizándolos suavemente. El asistente tracciona la bata por la parte 
interna de atrás, entre la altura del cuello y la cintura. 
Enguantado
Los guantes quirúrgicos por sí solos no son una barrera contra la conta-
minación bacteriana, ya que se ha demostrado que al concluir unacirugía 
bajo condiciones asépticas, 13% de los guantes están perforados y 31% 
contaminados con bacterias; por tanto, sólo actúan como barrera entre el 
cirujano y el paciente y, de ninguna manera, son un sustituto del método 
de lavado. 
Existen tres técnicas para la colocación de guantes: 
1) Técnica abierta.
2) Técnica cerrada.
3) Técnica asistida.
1) Técnica abierta. Normalmente, los guantes estériles vienen dobla-
dos por la zona de la muñeca para evitar que se toquen sobre la 
parte externa y hacer que se extraigan de la porción interna del do-
blez. En esta técnica se sujeta el primer guante con los dedos por 
la parte interna y se desliza sobre la mano, dejando el dedo pulgar 
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afuera. Enseguida, se toma el otro guante con la mano previamente 
enguantada por la porción externa del doblez, tratando de hacerlo 
con un ángulo de 90° utilizando la misma técnica, se procurará intro-
ducir el dedo pulgar dentro del guante y se evitará el enrollamiento 
del guante; con ese propósito se recomienda separar los dedos en el 
interior del doblez. Posteriormente se termina de colocar el primer 
guante, evitando la contaminación.
2) Técnica cerrada. En esta técnica, el personal se coloca las batas qui-
rúrgicas sin sacar las manos por las mangas; la cartera que contie-
ne los guantes se expone y ayuda a mantener las manos cerradas 
dentro de la manga; se debe levantar el primer guante del interior 
de su envoltura utilizando el dedo pulgar y el índice. El guante se 
coloca con la palma de éste sobre la palma de la mano, con los de-
dos del guante orientados hacia el codo; después, se sujeta la orilla 
del guante con el pulgar y el dedo índice de la mano contraria a la 
que será enguantada, para desdoblar el pliegue y montarlo sobre la 
mano cerrada que sostiene el guante. Se tracciona la manga hacia el 
codo para permitir que el guante se deslice sobre la mano, luego se 
procede de manera similar con la mano contraria.
3) Técnica asistida. Para esta técnica se requiere, primero, que un 
miembro del personal quirúrgico se coloque los guantes con cual-
quiera de las dos técnicas antes descritas. Enseguida, esta persona 
extrae un guante del interior de la cartera que lo contiene, previa-
mente abierta; coloca sus dedos sobre la porción externa de la orilla 
del guante, extendiéndolo hacia fuera con el propósito de abrir y 
exponer la porción interna del guante y ofrecerlo con el pulgar di-
rigido hacia el asistido y se procura hacer una luz amplia para que 
éste deslice fácilmente su mano. El asistente toma la orilla del guante 
traccionándolo hacia arriba y sobre la manga de la bata quirúrgica lo 
suelta gentilmente. La importancia radica en que, a su vez, se prote-
jan los guantes de quien los está ofreciendo. El asistente debe repetir 
estos pasos con el otro guante.
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Agradecimientos
Se agradece a la MVZ Norma Pérez Gallardo su valiosa ayuda científica, 
y a Elizabeth Villanueva Stark su inigualable apoyo para la realización de 
este trabajo.
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glosario
 Z Antisepsia: Conjunto de procedimientos y prácticas destinadas a 
impedir la colonización de gérmenes patógenos, o destruirlos en 
especial por medio de agentes químicos. Se aplica sobre organismos 
vivos.
 Z Antiséptico: Impide la infección o la putrefacción. Sustancia des-
tructora de los gérmenes infectivos.
 Z Centrípeto: Que se dirige hacia el centro. Exódico o eferente.
 Z Decúbito: Actitud del cuerpo en estado de reposo sobre un plano 
horizontal.
 Z Decúbito dorsal, lateral o ventral: Variedades de decúbito según 
la región que toca con el plano horizontal, dorso, costado o vientre, 
respectivamente.
 Z Dermatitis: Inflamación de la piel.
 Z Desinfección: Destrucción de los microorganismos patógenos en 
todos los ambientes, materias o partes en que pueden ser nocivos, 
por medios mecánicos, físicos o químicos contrarios a su vida o de-
sarrollo. Se aplica sobre superficies y muebles.
 Z Embrocación: Aplicación de un medicamento líquido, en este caso 
un antiséptico, en la superficie del cuerpo del paciente antes de rea-
lizar un acto quirúrgico.
 Z Esterilización: Destrucción de todos los microorganismos conte-
nidos en una parte u objeto cualquiera por medios físicos (calor, 
presión, etcétera) o químicos (antisépticos). Se aplica sobre objetos 
inanimados pequeños.
 Z Infección: Implantación y desarrollo de microorganismos patóge-
nos en el organismo, acción morbosa de éstos y reacción orgánica 
consecutiva en el portador.
 Z Instilación: Acción y efecto de verter un líquido gota a gota sobre 
una superficie o en una cavidad.
 Z Séptico: Que produce la putrefacción o que es producido por ella. 
En un sentido más general y más común, infectivo, no aséptico.
 Z Supina: Con el dorso hacia abajo.
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 Z Trendelemburg: Posición supina sobre una mesa inclinada, a 45°, 
con la cabeza abajo y los miembros pélvicos colgando por el extre-
mo superior de la mesa.
 Z Tricotomía: Rasurado del pelo.
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Jorge Luna del Villar
 literatura recomenDaDa
1) Knecht CD, Allen AR, Williams DJ, Johnson JH. Fundamental tech-
niques in veterinary surgery. 2a ed. Filadelfia (USA): WB Saunders, 
1981.
2) Brown MJ, Pearson PT, Tomson FN. Guidelines for animal surgery in 
research and teaching. Am J Vet Res 1993; 9: 1544-59.
3) Gardner JF, Peel MM. Introduction to sterilization and disinfection. 
Melbourne (Australia): Churchill Livingstone, 1986.
4) Rutlala WA. APIC Guidelines for selection and use of disinfectants. 
Am J Inf Control, 1990; 7:99-117.
5) McCredie JA, Burns GP. Basic surgery. Nueva York (USA): Mac Millan 
Pub Co, 1986.
6) Fossum WT, Hedlund SCh, Hulse AD, Johnson LA, Siem BH, Willard 
DM, et al. Small animal surgery. St. Louis (Missouri): Mosby-Year 
Book, 1997.
7) Banerjee K, Cheremisinoff PN. Sterilization systems. Lancaster (PA): 
Technomic Publishing Company, 1985.
8) Slatter HD. Textbook of small animal surgery. Saunders, 2003.
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 DuDas para la asesoría
Si surgen dudas al leer este capítulo, anótelas; si no tiene oportuni-
dad de discutirlas con sus pares, pregúntelas al autor vía telefónica, 
fax o correo electrónico.
Prepare sus dudas por escrito y tenga a la mano material para tomar 
notas cuando las consulte con el autor. No olvide anotar correcta-
mente los datos para que el autor le conteste. Mencione el tema que 
quiere consultar y haga una pregunta por cada una de las dudas.
 MVZ, MC, Esp. JorgE luna DEl Villar 
VElasCo
 Z Para cualquier duda o comentario, comuníquese a la ciudad de 
México de lunes a viernes de las 10 a las 14 horas, al teléfono 
(55) 5622-5864 al 5866.
 Z Fax: (55) 5550-0731.
 Z Correo electrónico: jlvv@servidor.unam.mx
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Capítulo 3
Anestesia
mVz, esp. josé antonio ibancoVichi
mVz, esp. alejanDro jiménez yeDra
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I . Examen preanestésico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
II . Medicación preanestésica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84
III . Inductores y anestesia total intravenosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93
IV . Técnicas de analgesia local y regional en el perro 
y en el gato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
V . Componentes de la máquina de anestesia . . . . . . . . . . . . . . . .120
VI . Anestesia inhalatoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .142
VII . Monitoreo durante la anestesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .154
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objetiVos
Al finalizar la lectura de este capítulo, los participantes conocerán 
los principales anestésicos utilizados en el perro y el gato.
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introDucción
“La ciencia no es una verdad, sino el camino que lleva hacia ella”
Realizar un trabajo sobre un tema limitado entraña siempre un riesgo, 
pues el lector puede sentirse defraudado al comprobar que se ha omitido 
algún tipo de información importante relacionada con dicho tema.
En esta ocasión, en que trataremos sobre técnicas anestésicas, con-
sidero que si nos limitáramos específicamente a describirlas y a ponderar 
los resultados no estaríamos beneficiando a otros profesionales de las 
ciencias veterinarias, ya que es necesario conocer muchos aspectos que 
conduzcan a la verdad que pretendemos comunicar a los demás.
Por ello, los autores pretendemos exponer aquí de manera sencilla y 
didáctica, el alcance de todos los niveles profesionales, ello resulta nece-
sario para realizar con exactitud las técnicas de trabajo de forma correcta, 
con gran margen de seguridad para los pacientes que son puestos en 
nuestras manos.
No buscamos erudición, sino un resultado práctico y real. Por ello, 
queremos insistir en un hecho importante: Ninguna técnica anestésica se 
aprende sólo con la lectura, es imprescindible aprender la práctica junto 
a esas personas, quienes por su honestidad, habilidad y desprendimiento 
científico, merecen que se les llame maestros.
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i. ExamEn prEanEstésico
El examen preanestésico tiene como principal objetivo identificar las al-
teraciones que se presentan en el organismo y clasificar la severidad de 
cada problema. Esta información se deriva de una adecuada historia clíni-
ca y examen físico. Las pruebas auxiliares como electrocardiografía, rayos 
X y de laboratorio son esenciales para confirmar el diagnóstico. El exa-
men preanestésico constituye una herramienta fundamental para evitar 
complicaciones durante la anestesia. Por tanto, el plan anestésico debe 
ajustarse con la condición física de cada paciente.
Identificación del paciente
Especie
La especie es un punto importante a considerar antes de realizar cual-
quier procedimiento anestésico. El perro y el gato difieren de manera im-
portante en la anatomía y la fisiología (por ejemplo, en las concentracio-
nes de gases sanguíneos, en los mecanismos de metabolismo hepático 
de los fármacos como la conjugación y en los requerimientos nutriciona-
les). La respuesta farmacológica y las técnicas de contención química son 
diferentes en estas dos especies; por tanto “el gato no debe ser tratado 
NUNCA como un perro pequeño”.
Raza 
Algunas razas de perros presentan marcadas diferencias anatómicas y 
fisiológicas, por lo que el plan anestésico no siempre es el mismo para 
cada paciente.
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José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra
1) Las razas braquicéfalas, como el Bulldog Inglés, son en extremo pro-
pensas a padecer obstrucción de las vías respiratorias altas; general-
mente requieren de medicación preanestésica mínima, una buena 
oxigenoterapia y de recuperación rápida.
2) Los lebreles generalmente presentan un periodo de recuperación 
de la anestesia muy prolongado cuando se usan barbitúricos. Una 
alternativa para la inducción anestésica en estos casos es usar la 
neuroleptoanalgesia y mantener la anestesia con anestésicos 
inhalatorios.
Edad 
La edad es otro punto importante a considerar. Los animales neonatos 
metabolizan y excretan los anestésicos en forma menos eficiente que los 
animales adultos, por lo que la medicación preanestésica debe ser míni-
ma. Si es necesaria, deberán utilizarse fármacos de corta duración o que 
cuenten con un antagonista. Se prefiere el uso de anestésicos inhalados 
en relación con los inyectables. Es recomendable detectar y solucionar 
periodos de hipoglucemia durante la anestesia de perros y gatos meno-
res a ocho semanas de edad. Los pacientes de edad avanzada poseen 
menor reserva celular funcional, por lo cual las alteraciones fisiológicas 
que se presentan durante la anestesia no son bien toleradas. Se reco-
mienda la utilización de anestésicos con mínimos efectos acumulativos y 
rápida eliminación.
Sexo
El sexo no tiene una importancia relevante durante la anestesia, excepto 
en las hembras gestantes. La anestesia deberá evitarse durante la gesta-
ción debido al peligro de ocasionar efectos teratogénicos o aborto. Las 
hembras gestantes no toleran bien la recumbencia dorsal, ya que el útero 
desplaza al diafragma cranealmente y comprime grandes vasos, lo que 
predispone a depresión ventilatoria e hipotensión.
Peso
El peso es útil para determinar la dosis del fármaco que se planea admi-
nistrar, en el cálculo de la terapia de líquidos y para seleccionar el tipo de 
sistema de respiración durante la anestesia inhalatoria. Se debe tener cui-
dado de no sobreestimar las dosis de los fármacos en pacientes obesos. 
La acumulación de grasa en el mediastino, pared torácica y abdomen 
DiplomaDo a Distancia en meDicina, cirugía y zootecnia en perros y gatos
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en pacientes obesos dificulta la expansión pulmonar, predisponiendo a 
hipoventilación (Pa CO
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 > 45 mmHg), lo que lleva a tener que proporcio-
nar asistencia ventilatoria o controlar la ventilación durante la anestesia. 
En los casos de caquexia o desnutrición severa, por lo general se presenta 
una función hepática disminuida, por lo que la tolerancia a los anestési-
cos endovenosos es mala. Otra consideración que se debe tener en cuen-
ta en los animales delgados o caquécticos es la utilización de tapetes tér-
micos y de preferencia acojinados para minimizar la hipotermia y evitar la 
lesión de nervios periféricos.
Historia clínica, anamnesis 
y examen clínico general
Anorexia
La falta de apetito y de consumo de líquidos se asocia con alteraciones 
electrolíticas y energéticas. Los pacientes que han presentado anorexia 
durante más de tres días están predispuestos a hipoglucemia e hipo-
proteinemia, generándose, así, disminución en la tolerancia anestésica y 
complicaciones, como sobredosis, hipotensión, hipoventilación, tiempos 
prolongados en la recuperación, retardo en la cicatrización, infecciones y 
paro cardiaco. La cirugía debe posponerse, si fuere posible, hasta que me-
jore su condición física. Los pacientes con anorexia prolongada pueden 
presentar hipocalemia, por lo que debe realizarse complementación de 
potasio antes de llevar a cabo la administración de anestésicos. La alcalo-
sis respiratoria, la terapia con bicarbonato o glucosa, tienden a exacerbar 
la hipocalemia. La hipocalemia severa ocasiona hiperpolarización de la 
célula cardiaca, ello impide la despolarización de las células miocárdicas y 
de la red de Purkinje, como consecuencia se generan arritmias ventricu-
lares y paro cardiaco. 
Diarrea y vómito
La diarrea produce deshidratación e hipovolemia con pérdida de electró-
litos. El vómito también puede provocar deshidratación con pérdida de 
cloro, ocasionando alcalosis hipoclorémica. 
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José Antonio Ibancovichi Camarillo, Alejandro Jiménez Yedra
Estos desbalances electrolíticos alteran el equilibrio ácido-base y 
afectan la farmacocinética de los anestésicos. 
Convulsiones
En los pacientes en los que se sospecha o exista una historia clínica de 
epilepsia o convulsiones, no se recomienda la utilización de los anestési-
cos que disminuyan el umbral convulsivo,

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