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Causas-y-efectos-de-la-escasez-hidrica

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Universidad de Chile 
Facultad de Filosofía y Humanidades 
Licenciatura en Historia 
 
 
 
 
Seminario de grado: 
 Economía y Sociedad 
 
 
Causas y efectos de la escasez hídrica en la 
comuna de Tiltil, 2008-2020 
 
 
Informe para optar al Grado de Licenciatura en Historia presentado por: 
 
Lucas González Sandoval 
 
Profesor guía: Mario Matus González 
 
 
 
 
 
 
 
Santiago de Chile 
2021 
 
 
2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Índice. 
 
Introducción. ......................................................................................................................... 4 
• Estructura del proyecto de investigación. .................................................................... 5 
• Metodología y fuentes. ................................................................................................ 6 
Marco teórico. ....................................................................................................................... 7 
Capítulo 1. La era del calentamiento global. ................................................................... 11 
• Contexto climático de la megasequía. ....................................................................... 11 
• El periodo de Megasequía. ........................................................................................ 15 
• Tiltil: zona de escasez hídrica. ................................................................................... 19 
Capítulo 2. ¿En qué se usa el agua? .................................................................................. 20 
• Los derechos de aprovechamiento de agua. .............................................................. 20 
Capítulo 3. Efectos de la escasez hídrica. ......................................................................... 26 
• El abastecimiento rural de agua potable en la comuna Tiltil. .................................... 26 
• El abastecimiento por camiones aljibe. ..................................................................... 28 
• La pequeña agricultura de tuna y aceituna. ............................................................... 32 
Conclusiones. ....................................................................................................................... 34 
Bibliografía. ......................................................................................................................... 38 
Fuentes. ................................................................................................................................ 39 
Anexos. ................................................................................................................................. 40 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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A Gladys y Manuel, por su ternura y fortaleza, por su amor incondicional. 
A Isi y Mati, mi compañía cotidiana desde que tengo memoria. 
A toda mi familia, por todo su apoyo y confianza. 
 
 
A Sabina Martínez, Gonzalo Herrera, Alejandro Lara y Hugo Moreno, por su colaboración 
y participación en el trabajo, parte fundamental de este. 
 
 
“Hablo de la memoria de mi niñez y no de una sociedad idílica. Allí, me parece, aprendí lo 
que era la poesía. Las grandezas de la vida cotidiana, pero sobre todo sus detalles: el 
destello del fuego, de los ojos, de las manos”. 
Elicura Chihuailaf. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
Introducción. 
• Estructura del proyecto de investigación. 
Desde finales del siglo XX, la crisis climática del calentamiento global se ha planteado 
como uno de los principales desafíos a los cuales la humanidad deberá enfrentarse para 
procurar su subsistencia. Lo fundamental de esta crisis es que, a pesar de ser de carácter 
climático, ha sido generada por la acción del ser humano1. La devastación del 
medioambiente a manos del extractivismo y la emisión de gases tóxicos a la atmosfera han 
generado una intensificación de las oscilaciones climáticas, y en este contexto, uno de los 
recursos naturales más preciados para la vida en el planeta se ha visto profundamente 
afectado: el agua. Las sequias, que son parte natural de los procesos climáticos, se han 
vuelto cada vez más frecuentes y más importante aún, más crudas y agresivas. 
La importancia de mencionar la intervención humana dentro de la crisis climática tiene dos 
principales razones para la investigación. Por un lado, tiene que ver con la identificación de 
las causas del calentamiento global y, por otro lado, nos permite reconocer la dimensión 
social de la crisis. El cambio climático, y más específicamente las problemáticas 
relacionadas al agua son asuntos eminentemente sociales y así lo definen algunos autores, 
como es el caso de Urquiza y Cadena (2015) quienes definen la escasez hídrica como una 
construcción social, entendiendo que dicho problema se hace presente únicamente en los 
casos en que diversos grupos sociales son capaces de identificar y comunicar entre si la 
falta del recurso hídrico u otras dificultades derivadas (Urquiza y Cadena, 2015:4). 
Teniendo esto en cuenta, el interés de esta investigación apunta hacia los problemas 
derivados de la escasez hídrica, pero en una escala local. Se ha seleccionado la comuna de 
Tiltil, una de las denominadas “zonas de sacrificio medioambiental”, ya que analizar 
fenómenos globales a una escala más pequeña permite visualizarlos de una forma más 
concreta y tangible. Se ha seleccionado el periodo 2008-2020 para la investigación, debido 
a que entre estos años es que se comienza a identificar un fenómeno denominado como 
época de “mega sequía”, principalmente en la zona centro-norte del país. Esto, la convierte 
en una época muy interesante para analizar problemáticas relacionadas al agua. 
Hechas estas precisiones, definimos el objeto de investigación como la escasez hídrica en la 
comuna de Tiltil durante el periodo 2008-2020, a modo de poder indagar en sus causas y 
sus posteriores consecuencias. 
 
1 Sobre este tema, existe actualmente un debate sobre la importancia del factor antrópico como causa 
principal del calentamiento global. Aunque minoritario, en el que cierto grupo de científicos argumenta que 
este fenómeno podría ser más bien fruto de una mayor actividad solar, que estaría influyendo en las 
temperaturas y los ciclos climatológicos. Sobre este tema, revisar: Intergovernmental Panel On Climate 
Change (2021). Climate Change 2021. The Physical Science Basis. URL: 
https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/downloads/report/IPCC_AR6_WGI_Full_Report_smaller.pdf 
https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/downloads/report/IPCC_AR6_WGI_Full_Report_smaller.pdf
6 
 
A partir de aquí, surgen dos problemáticas que serán la guía para la investigación. En 
primer lugar, es importante verificar si la comuna de Tiltil ha vivido un periodo de escasez 
hídrica en el periodo definido y, posteriormente, poder determinar cuáles han sido las 
causas y consecuencias de este periodo de escasez. Por lo tanto, este trabajo busca resolver 
las siguientes interrogantes: ¿ha habido un periodo de escasez hídrica en la comuna de Tiltil 
durante el periodo 2008-2020? Y si es así, ¿cuáles han sido sus causas y sus efectos? 
A partir de un sondeo preliminar de información, proponemos tentativamente una primera 
hipótesis. Esta nos indica que efectivamente la comuna de Tiltil ha vivido una época de 
escasez hídrica durante el periodo 2008-2020, que ha sido provocada principalmente por la 
sequía meteorológica, y que ha tenido consecuencias en diversas dimensiones para la 
comuna y sus habitantes. 
Para poder desarrollar la investigación, proponemos una red de objetivos que nos ayudaran 
a corroborar nuestra hipótesis y, finalmente, resolver las interrogantes planteadas. De forma 
general, buscamos comprobar la escasez hídrica en la comuna de Tiltil durante el periodo 
2008-2020. Luego, se desprenden tres objetivos específicos,que abordan cuestiones 
puntuales del trabajo. 
El primer objetivo específico busca reconocer las causas de la escasez hídrica en la comuna 
de Tiltil durante el periodo 2008-2020. Hecho esto, pasaremos a identificar las 
problemáticas relacionadas a la escasez hídrica en la comuna de Tiltil durante el periodo 
2008-2020. Finalmente, nuestro último objetivo es determinar los efectos de la escasez 
hídrica para la comuna de Tiltil durante el periodo 2008-2020. 
• Metodología y fuentes. 
La investigación se realizará a través de un enfoque cuantitativo y cualitativo. Para esto, y, 
en primer lugar, se recogen, procesan y analizan datos estadísticos provenientes de 
informes meteorológicos dedicados a la comuna. En segundo lugar, se recopilan 
testimonios de la población de la comuna mediante la realización de entrevistas, para 
obtener información cualitativa respecto al problema analizado. Además, se revisan 
informes y estudios aplicados al tema para obtener datos específicos de la comuna. 
En cuanto a las fuentes utilizadas, aquellas de origen primario son utilizadas principalmente 
para la obtención de datos, cuyo procesamiento brinda la información necesaria para 
resolver nuestras interrogantes. Dentro de estas fuentes, se encuentran los boletines 
hidrológicos de la Dirección General de Aguas (DGA), de los años 2005 a 2020, los cuales 
proporcionan información respecto al estado del Embalse Rungue. Además de esto, las 
estaciones meteorológicas de la DGA ubicadas en la comuna aportan una gran cantidad de 
datos relativos a cantidades de agua caída en la comuna, necesarios para analizar el 
fenómeno de la sequía. A esto, se suman los datos aportados por Gonzalo Herrera, 
7 
 
obtenidos en su estación meteorológica ubicada en la localidad de Tiltil, los cuales cumplen 
la misma función que aquellos recuperados de los medios digitales de la DGA. 
Utilizamos también los decretos de escasez hídrica, de los años 2008 al 2020, emitidos por 
el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Esto para observar las respuestas político-
administrativas frente a la situación. 
Por otro lado, se obtuvieron también datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los 
que aportan información respecto a la población de la comuna y, más específicamente, 
sobre el acceso al agua potable tanto en las áreas urbanas como rurales. 
Finalmente, para la obtención de información cualitativa, serán incorporadas las entrevistas 
realizadas exclusivamente para fines de esta investigación. 
Respecto a las fuentes secundarias, se revisa bibliografía dedicada, principalmente, a 
cuestiones conceptuales sobre la sequía, la escasez hídrica, y otros conceptos claves que 
son relevantes para la investigación. También, se observan diversos informes y estudios 
relativos al cambio climático y sus consecuencias, con el fin de obtener información del 
contexto general del problema estudiado a nivel global. 
 
Marco teórico. 
Historia del Tiempo Presente: El trabajo se inscribe dentro de la corriente historiográfica 
denominada Historia del Tiempo Presente. Como podemos ver fácilmente al observar los 
años en los que se despliega el trabajo, se trata de un problema que está en pleno desarrollo, 
por lo que la óptica de los estudios del tiempo presente es la más indicada. 
Sobre esta corriente historiográfica, los y las autoras indican que se trata de estudios donde 
se analizan problemas situados en un pasado cercano en el tiempo, y que a la vez se 
encuentra inconcluso (Franco, M. y Levín, F. 2007). 
Sin embargo, pese a que la mayor parte de la historiografía dedicada al tiempo presente se 
ocupa de problemas cercanos en el tiempo, como mencionamos antes, esta cercanía 
temporal de los conflictos es solo uno de los elementos que define y caracteriza esta 
corriente. Las autoras Franco y Levín (2007) nos indican que otro de los puntos 
fundamentales de la Historia del Tiempo Presente yace en la “supervivencia de actores y 
protagonistas del pasado en condiciones de brindar sus testimonios al historiador” (Franco, 
M. y Levín, F. 2007). 
Por otro lado, las autoras hacen también hincapié en que la Historia del Tiempo Presente se 
ocupa de investigar las rupturas y continuidades de dicho pasado cercano (Franco, M. y 
Levín, F. 2007). En este sentido, podemos encontrar en el periodo de “megasequía” una 
gran ruptura respecto de tiempos anteriores, debido a la potencia y duración particular de 
8 
 
esta sequía (las cuales serán especificados más adelante), que la vuelven un fenómeno 
relevante para analizar desde la historia presente, ya que a la vez que marca una diferencia 
respecto del pasado, se trata de un problema en desarrollo que aún no llega a su fin. 
Para completar el marco historiográfico en el que se inscribe el trabajo, hace falta resaltar el 
carácter local del estudio. Para esto, podemos incorporar los aportes del autor Milton 
Santos (1996), quien a través de la geografía nos recalca la importancia de situar 
espacialmente los problemas históricos, ya que estos nunca ocurren fuera de un espacio 
físico y concreto (Santos, M. 1996). 
Mas allá de esto, Santos hace énfasis en importancia del espacio local respecto de la 
totalidad, y como lo local se reproduce dentro de su contexto global, pero a su vez, como 
esta localidad influye en el desarrollo de otras estructuras (Santos, M. 1996). Esta mirada 
nos ayuda a visualizar la interacción entre lo que ocurre a escala global y su consecuencia 
en lo local, en este caso específico, como la escasez hídrica y, en general, la crisis 
climática, se materializa en los espacios locales, y como la reproducción de la localidad en 
lo global construye, a su vez, la totalidad. 
Sequia: cuando hablamos de sequía, encontramos principalmente una definición general 
que refiere a la “deficiencia de precipitaciones durante un periodo de tiempo relativamente 
prolongado” (Marcos Valiente, 2001:60). Sin embargo, esta definición es demasiado 
general y requiere de ciertas especificaciones locales para poder ser aplicada, ya que el 
nivel de la deficiencia y el periodo de tiempo varía según la zona en donde estudiamos la 
sequía (Marcos Valiente, 2001:60). Otra precisión necesaria es respecto al tipo de sequía 
que se busca investigar, ya que las y los autores que trabajan el concepto proponen diversas 
clasificaciones para las distintas sequias, las que difieren en métodos de cuantificación, 
sector especifico que afectan, origen, etc. En este sentido, una de las clasificaciones 
propuestas por Wilhite y Glantz (1985, citado en Marcos Valiente, 2001) es la de “sequia 
meteorológica” y es la clasificación que utilizaremos en esta investigación. 
Para Óscar Marcos Valiente la sequía meteorológica refiere a “la desviación (negativa) de 
la precipitación respecto a la media durante un periodo de tiempo determinado” (Marcos 
Valiente, 2001:60). Al referirse específicamente a un déficit en el régimen pluviométrico, 
esta sequia debe ser analizada a través de datos climatológicos. Lo interesante de esta 
definición es que pone énfasis en la media de las precipitaciones, aunque no hace referencia 
a que esta debe ser medida respecto de un lugar cuidadosamente especificado, entendiendo 
que los regímenes pluviométricos varían enormemente dependiendo de la zona climática 
donde este se estudia. 
Dicho esto, la definición de sequía que utilizaremos en esta investigación refiere más bien a 
la sequía meteorológica, la cual será tratada como un déficit en el régimen pluviométrico 
respecto de la media anual de precipitaciones en una zona determinada. 
9 
 
Escasez hídrica: es necesario diferenciar este concepto respecto de lo que entendemos como 
sequía, debido a que tienen ciertas similitudes y tienen a ser confundidos e incluso 
igualados. Mientras que la sequía, tal como ha sido definida, refiere exclusivamente a 
causalidades meteorológicas y de orden climático, la escasez hídrica puede debersea 
factores de origen político, económico, social, meteorológico, o puede deberse a la 
sumatoria de uno o más factores. 
De esta forma, la FAO (2013) define la escasez hídrica de la siguiente forma: “la brecha 
entre el suministro disponible y la demanda expresada de agua dulce en un área 
determinada, bajo las disposiciones institucionales (…) y las condiciones de infraestructura 
existentes” (FAO, 2013: 5). Esta definición se genera a partir de una propuesta de la ONU, 
de la cual es relevante rescatar el énfasis que esta pone en el origen antrópico de la escasez 
hídrica, que lleva a definirla como una construcción social (ONU, 2006, citado en FAO, 
2013:5), ya que esta se puede generar exclusivamente en entornos donde la sociedad 
interviene y se relaciona con el medioambiente. Es importante la precisión que hace FAO 
cuando se refiere específicamente al agua dulce, ya que, para poder estudiar el problema de 
la escasez hídrica, necesitamos revisar exclusivamente el agua que es utilizada en 
actividades humanas, tanto para consumo diario, como para actividades económicas como 
la agricultura, ya que identificamos la escasez hídrica únicamente en aquellos casos donde 
el desequilibrio entre oferta y demanda de agua afecta a los seres humanos. 
Por lo tanto, entendemos la escasez hídrica como un desequilibrio entre la oferta y la 
demanda de agua dulce de uso humano, producido por factores climatológicos y/o 
antrópicos (ya sean políticos, administrativos, económicos, etc.), y que tiene efectos en el 
desarrollo de las actividades realizadas por la sociedad afectada. 
Sistemas socio ambientales complejos: sobre la teoría de sistemas, podemos encontrar sus 
lineamientos generales en las propuestas de Bertalanffy, quien a grandes rasgos, propone en 
su Teoría General de Sistemas que para poder observar y analizar un sistema (ya sean 
naturales, sociales, biológicos, etc.) en su totalidad, debemos poner el foco de la atención 
en la forma en que las partes del sistema se relacionan entre sí, en vez de aislar estas partes 
y observarlas de forma separada (Bertalanffy, 1976). En otras palabras, la teoría de 
Bertalanffy se basa en las relaciones, que se dan entre los distintos elementos a través de la 
comunicación, traspaso de energía y/o materia, intercambios, o cualquier otro tipo de 
relación. 
Como mencionamos, existen diferentes tipos de sistemas y esto depende principalmente de 
los elementos o partes que lo conformen. En este caso, proponemos tratar la comuna de 
Tiltil como un sistema socio ambiental o socio ecológico. Este tipo de sistemas se basan en 
la existencia de dos partes principales, que son el componente social, es decir, la población 
y las sociedades que hayan surgido de esta, y por otro lado, el componente medioambiental, 
donde están todos los recursos y bienes naturales que son aprovechados por el componente 
10 
 
social para su subsistencia. Por lo tanto, el foco debe estar en las relaciones que se generan 
entre la incorporación de la sociedad y la naturaleza (Rathe, 2017:67). 
Así como no podemos aislar las partes de los sistemas, tampoco podemos entender un 
sistema socio ambiental de forma apartada respecto a la globalidad en la que esta inserta. Es 
decir, si buscamos analizar una comuna, no podemos ignorar que esta se ubica en un 
territorio compartido por otras comunas, que a su vez conforman una provincia, luego una 
región, y así (si lo miramos a partir de divisiones político-administrativas, por ejemplo). Es 
por esto que los autores hablan de sistemas complejos, es decir, sistemas que están a su vez 
insertos en sistemas más grandes. Para tratar de ilustrar esta idea, podemos utilizar las 
palabras de Manuel Parra, quien nos indica que “toda cosa concreta es un sistema o un 
componente de un sistema” (Parra, 2012; 121). 
Entonces, teniendo en cuenta que todo es o forma parte de un sistema, es necesario 
delimitar de forma precisa el sistema que observaremos. Como nos indica Laura Rathe, es 
necesario definir los límites de nuestro sistema, que pueden ser establecidos a partir de 
consideraciones conceptuales, geográficas, administrativas, políticas, etc. (Rathe, 2017:70). 
En nuestro caso, usaremos las delimitaciones político-administrativas que definen a la 
comuna de Tiltil como tal, por lo tanto, nuestro sistema se remite exclusivamente a dichos 
limites político administrativos, comprendiendo entonces a las y los habitantes de la 
comuna, y el medioambiente del territorio como las partes que articulan el sistema. 
Finalmente, analizaremos la comuna de Tiltil mediante la óptica de los sistemas socio 
ambientales, debido a que el problema de la escasez hídrica puede ser entendido a través de 
las relaciones que se generan entre quienes habitan y realizan actividades en la comuna, y 
los recursos naturales presentes en esta, en este caso específico, el agua, que son extraídos y 
ocupados dentro de la comuna. 
Resiliencia: la capacidad de resiliencia es un concepto que nos permite observar qué tan 
preparada está un sistema frente a las adversidades. Una primera definición que usaremos 
es la de Gunderson y Holling, que hace referencia a “la capacidad del sistema de absorber 
perturbaciones, sin que el sistema cambie su estructura básica, pero modificando elementos 
variables” (Gunderson y Holling 2002, citado en Urquiza y Cadena, 2015: 7). Ya que la 
investigación apunta a los problemas derivados de la escasez hídrica sobre una comunidad, 
interesa observar la resiliencia del sistema, y cómo la sociedad es capaz de generar 
respuestas adaptativas que le permitan sobreponerse a las dificultades. Entendiendo además 
que la capacidad de resiliencia es medible únicamente a nivel de sistema y no de sus partes 
por separado, ya que un entorno medioambiental no puede generar respuestas adaptativas a 
perturbaciones exteriores por sí solo (Urquiza y Cadena, 2015: 7). 
Cabe destacar que la capacidad de resiliencia no es intrínsecamente positiva, ya que refiere 
solamente a la posibilidad de superar dificultades en pos del sistema, sin embargo, puede 
ser que se utilice la capacidad de resiliencia para sostener un sistema no deseable por la 
11 
 
comunidad (Urquiza y Cadena, 2015: 11). Por lo tanto, refiere únicamente a la capacidad 
de adaptación en cuanto a mecanismos y funciones que permitan la subsistencia del 
sistema. 
En este caso, utilizaremos el concepto de resiliencia a partir de la definición presentada, ya 
que presenta los elementos necesarios para poder aplicarla en la investigación. 
Adaptación: resiliencia y adaptación son conceptos muy similares, por lo tanto, es muy 
necesaria su diferenciación. Como fue definida, la resiliencia hace referencia a una 
capacidad general de un sistema para modificarse a sí mismo frente a las perturbaciones, 
también en un ámbito general. Por lo tanto, un sistema puede ser o no resiliente 
dependiendo del nivel de mecanismos que disponga para alterarse a sí mismo cuando le sea 
necesario para sustentarse. En cambio, la adaptación hace referencia a la capacidad de 
respuesta del sistema frente a perturbaciones concretas y específicas, que le permitan 
sobreponerse de forma exitosa a las dificultades (Walker, 2004, citado en Urquiza y 
Cadena, 2015: 12). 
Teniendo en cuenta lo anterior, resulta más conveniente referirse a respuestas adaptativas o 
mecanismos de adaptación, entendiendo la capacidad de adaptación como el desarrollo de 
respuestas específicas y, por lo tanto, tratándolas en cuanto a la generación puntual de 
mecanismos o respuestas en función también de problemáticas puntuales. Entendemos 
entonces que, para cada dificultad que enfrente el sistema, será de suma importancia que 
sea capaz de desarrollar mecanismos de adaptación particulares, y de esta forma convertirse 
en un sistema resiliente, capaz de poder modificarse en la medida justa que le permita 
superar las perturbaciones que le afectan.Capítulo 1. La era del calentamiento global. 
• Contexto climático de la megasequía. 
La crisis climática del calentamiento global es, sin duda, el gran desafío que la humanidad 
debe enfrentar para poder asegurar su propia subsistencia y la del resto de la vida en el 
planeta durante el siglo XXI. Crisis que ha comenzado a tomar relevancia a partir de la 
década de 1990 con la promulgación de los Protocolos de Kyoto, que pusieron las primeras 
luces de advertencia, principalmente contra la emisión de gases nocivos hacia la atmósfera. 
Este fenómeno está lejos de ser una transformación normal provocada por razones 
naturales. Por el contrario, el gran responsable del calentamiento global ha sido el ser 
humano (Ministerio del Medio Ambiente, 2014). El modelo económico predominante, 
orientado hacia la sobreexplotación de los recursos naturales ha llevado al planeta a una 
situación cada vez más peligrosa. 
12 
 
En Chile, la crisis climática ha afectado fuertemente y en diversas dimensiones, y una de 
sus principales consecuencias ha sido el periodo que se ha denominado como 
“megasequía”, que se viene desarrollado aproximadamente desde el año 2008, afectando 
principalmente a la zona centro-norte y centro-sur del país. 
Como mencionamos, esta megasequía se ha desarrollado dentro de un contexto climático 
de calentamiento global, donde se han visto alteradas las condiciones climáticas naturales. 
Dentro de este contexto, uno de los fenómenos que ha acompañado a la megasequía es el 
aumento sostenido de las temperaturas. Por un lado, el informe sobre la megasequía del 
Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (desde ahora, CR2) nos indica que solo para el 
periodo 2010-2014, las temperaturas medias en Chile central han ascendido entre 0,5° y 
1,5° respecto de la media calculada entre la década de 1970 y los 2000 (CR2, 2015: 5). 
Por su parte, un informe del Ministerio de Agricultura señala que en las zonas interiores del 
país, es decir, los valles centrales y en general los territorios ubicados entre la Cordillera de 
la Costa y la Cordillera de los Andes, las temperaturas medias han aumentado en 1°C 
(Santibáñez, 2016: 22). Sin embargo, este fenómeno no se ha dado de la misma forma en 
las costas, las cuales ha tendido a volverse más frías durante los veranos (Santibáñez, 2016: 
22). 
Tenemos entonces una tendencia en general al alza en las temperaturas medias, sobre todo 
en la zona centro-norte del país, que se destaca por tener temperaturas más elevadas 
respecto del resto del país, las que además se elevan mientras más al norte nos movemos. 
Podemos situar esta alza en las temperaturas en valores de entre 1° a 1,5° entre los años 
2008 y 2020, aproximadamente. 
Bajemos ahora nuestra escala de observación y pasemos a un lugar más específico. 
Aproximadamente a 60 kilómetros hacia el norte de Santiago, se ubica la comuna de Tiltil, 
situada en un valle que lleva este mismo nombre, formado por relieves que se desprenden 
de la Cordillera de los Andes al este, y la Cordillera de la Costa al oeste. Se encuentra en 
una zona de clima semiárido, lo cual implica una baja presencia de precipitaciones, con 
estaciones secas y fluctuaciones térmicas, y con una temperatura media anual de 14°C 
(CIREN, 2016: 4). Por lo tanto, nos encontramos en un área más bien cálida, donde las 
bajas precipitaciones la convierten en una comuna propensa a sufrir sequias periódicas, las 
que sin embargo se encuentran dentro de las fluctuaciones naturales del clima. 
Observemos como se han comportado las temperaturas en la comuna de Tiltil a través del 
siguiente gráfico. 
 
 
 
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Gráfico 1. Temperatura media anual, comuna de Tiltil (2008-2020). 
 
Gráfico 1: elaboración propia, en base a los datos recopilados y facilitados por la estación meteorológica de 
Gonzalo Herrera Aguilar, ubicada en la localidad de Tiltil. 
La temperatura media tuvo la tendencia a estar por sobre los 15°C, lo que se encuentra por 
encima de la media anual en 1° o incluso más en gran parte de los casos. Si calculamos el 
crecimiento de las temperaturas año tras año, podemos ver que estas tuvieron un alza del 
0,7% anual. Aunque parece un porcentaje bastante bajo, significa de igual manera que hubo 
un crecimiento positivo de las temperaturas a través de los años. Además, un aumento del 
0,7% significa que, anualmente, la temperatura fue aumentando en 0,1°C, lo cual, para el 
periodo completo, equivale a 1,2°C. Es decir, que durante este periodo de 12 años (2008-
2020) la temperatura media de la comuna de Tiltil aumentó en 1,2°C, respecto de la media 
informada previamente de 14°C. 
Sin embargo, tenemos que entender el alza de las temperaturas como un fenómeno que 
forma parte del contexto climático y que, en ese sentido, es una consecuencia de este al 
igual que la megasequía y, por lo tanto, son fenómenos que se dan de forma simultánea. En 
cualquier caso, pese a que no existe una relación causal entre estos, un aumento en las 
temperaturas puede ser un factor agravante de las sequias meteorológicas, ya que generan 
un aceleramiento en el derretimiento de aguanieve acumulada en sectores cordilleranos, y 
genera una mayor perdida por evaporación de aguas superficiales y acumuladas en 
embalses (CR2, 2015: 5). 
14 
 
Dicho esto, queda observar aquellos fenómenos alterados por la crisis climática que 
tuvieron un impacto directo en la generación de la megasequía en Chile. Tenemos en 
primer lugar la Oscilación Decadal del Pacifico (PDO por sus siglas en ingles), que a partir 
del año 2000 se encuentra en una fase seca generando un enfriamiento de las aguas 
oceánicas del pacifico (Santibáñez, 2016). Este enfriamiento en las temperaturas de las 
aguas provoca un fortalecimiento del anticiclón del pacifico, generando una fase seca en 
cuanto a las precipitaciones de la zona central del país (CR2, 2015: 9). 
Por otro lado, el proceso natural que más impacto tuvo sobre las precipitaciones fueron las 
oscilaciones generadas por el fenómeno del Niño y la Niña (ENSO). Esto debido a que la 
alternancia entre periodos de Niño y Niña tienen un efecto directo en las precipitaciones, 
principalmente para la zona centro-sur del país. 
Lo anterior se debe a que las precipitaciones que entran a la zona centro-sur de Chile se ven 
influenciadas directamente por el Anticiclón del Pacifico Sur, masa de altas precipitaciones 
apostado frente a las costas chilenas que bloquea la entrada de sistemas frontales 
(Santibáñez, 2016). En sus fases cálidas (ligadas a periodos de Niño), el Anticiclón se 
debilita en su parte central y se divide en dos, donde una parte se desplaza hacia el norte y 
la otra hacia el sur, o bien, se desplaza completo hacia el norte, generando las condiciones 
para que los sistemas frontales puedan alcanzar la zona central de Chile y dando paso a 
periodos lluviosos (Santibáñez, 2016). Sin embargo, en las épocas frías de Niña, ocurre el 
fenómeno contrario, donde el Anticiclón se fortalece, provocando que los sistemas frontales 
de lluvias no sean capaces de alcanzar la zona central, o que lleguen con muy poca 
potencia, generando épocas de sequía meteorológica para el centro de Chile (CR2, 2015). 
Estas oscilaciones entre periodos de Niño y Niña son procesos naturales y forman parte de 
los ciclos climatológicos del país, sin embargo, la crisis climática ha logrado alterar estos 
ciclos. Por una parte, la duración normal de cada periodo va entre los 20 meses para El 
Niño y 19 La Niña, pero alrededor de la década de 1990 se comenzó a registrar una 
disminución en la duración del fenómeno del Niño, y una prolongación de los fenómenos 
de Niña (Santibáñez, 2016). Adicional a esto, las fases de Niña, al encontrarse cruzarse con 
el periodo frio de PDO, se han fortalecido y han venido generando sequias meteorológicas 
de mayor intensidad. En su contraparte, las fases del Niño han perdido fuerza y, en 
consecuencia, sus periodosya no son capaces de compensar los déficits de precipitaciones 
generados en las fases de Niña (CR2, 2015: 8). 
Producto del cambio climático, la alteración de las oscilaciones en el fenómeno ENSO, 
sumada a la fase fría del PDO, dio paso en los alrededores del año 2008 al periodo ya 
nombrado de megasequía. Este fenómeno genero una fuerte sequía meteorológica que se ha 
ido recrudeciendo año tras año. A continuación, veremos cómo se han comportado las 
precipitaciones durante esta megasequía. 
15 
 
• El periodo de Megasequía. 
La megasequía es un fenómeno que ha afectado principalmente a la zona central del país, y 
en este sentido, es interesante ver como este fenómeno ha afectado a la capital del país. Esta 
óptica general del entorno nos permitirá luego acercarnos al caso específico de la comuna 
de Tiltil. A continuación, observaremos un gráfico que nos muestra la pluviometría 
registrada en tres estaciones meteorológicas ubicadas en diferentes sectores de Santiago. 
Gráfico 2. Promedio de agua caída anual, Santiago de Chile (1990-2020). 
 
Gráfico 2: elaboración propia, en base a datos recopilados de la Dirección Meteorológica de Chile. 
La pluviometría de la ciudad de Santiago presentó oscilaciones que van entre periodos 
lluviosos y otros no tan abundantes de sequía. Sin embargo, si observamos desde el 
2008 hacia adelante, podemos notar que ha sido claramente el periodo con menores 
precipitaciones promedio por año. 
La media anual de precipitaciones para Santiago va entre los 300 a 320 mm2, pero es a 
partir del 2009 en adelante que en ningún año el promedio de las estaciones alcanzo 
siquiera los 300 mm de agua caída. Finalmente, en los últimos años del periodo 
podemos ver una baja preocupante de las precipitaciones, donde todas las estaciones 
marcaron por debajo de los 100 mm. 
 
2 De acuerdo con los datos consultados en la página web de la Dirección Meteorológica de Chile. 
16 
 
Veamos ahora como ha sido el desarrollo de la megasequía en la comuna de Tiltil para 
ver cómo se comportó esta en comparación a la ciudad de Santiago. 
Gráfico 3. Promedio de agua caída anual, comuna de Tiltil (1990-2020).
 
Gráfico 3: elaboración propia, en base a datos recuperados de los canales digitales de la Dirección General 
de Aguas. *Para la estación “Embalse Rungue”, los datos fueron complementados con mediciones realizadas 
en la estación meteorológica de Gonzalo Herrera en Tiltil, en los años 2011, 2013-2018. **Los años vacíos 
corresponden a aquellos donde no existían datos disponibles dentro de las mediciones recopiladas por las 
estaciones. 
El gráfico muestra los niveles anuales de agua caída en precipitaciones en tres estaciones 
meteorológicas de la comuna. Las cantidades registradas en las estaciones “Rincón de los 
Valles” y “Embalse Rungue” tienden a ser similares en cantidades, pero, por otro lado, 
“Caleu” siempre registra precipitaciones mayores respecto a las otras. Esto se debe a la 
simple razón de que la localidad de Caleu se encuentra ubicada en una zona más elevada 
respecto de las otras dos, situándose a una altitud promedio de 1.310 msnm, razón por la 
cual registra mayores precipitaciones que el resto de la comuna. 
Para la comuna de Tiltil, el promedio histórico de precipitaciones ha sido calculado 
alrededor de los 300-350 mm anuales de agua caída, con un régimen de lluvias que ondula 
entre periodos secos y lluviosos respecto de esta media. Como podemos observar, estas 
ondulaciones van aproximadamente en periodos de uno a tres años donde suben o bajan las 
precipitaciones, y luego un periodo de duración similar donde se produce el fenómeno 
inverso, lo cual está relacionado sin duda alguna al fenómeno del Niño y la Niña. Esta 
17 
 
ondulación en las precipitaciones permite que las sequias no sean tan terribles, ya que se 
observa que después de un periodo seco seguirá otro con lluvias abundantes (respecto de la 
media) que podrá compensar el déficit de agua que pudiera haber generado la sequía 
anterior. 
Observemos, por ejemplo, las lluvias registradas en el año 1998, un año muy seco, sin lugar 
a dudas, donde las precipitaciones marcaron alrededor de 100 mm de agua caída, muy por 
debajo de la media. Sin embargo, los dos años posteriores a 1998 tuvieron mayores 
precipitaciones, 1999 con niveles de agua caída cercanos al promedio histórico, y el año 
2000 con lluvias aún mayores. De esta forma, los periodos secos se ven compensados por 
años más abundantes en precipitaciones. 
De esta forma, el clima de la comuna permite sostener niveles suficientes de agua 
disponible. Sin embargo, si observamos desde el año 2008 en adelante, podemos distinguir 
fácilmente una notoria disminución de la cantidad de precipitaciones registradas. Mas allá 
de eso, podemos apreciar que a partir del año 2008 solo dos años, 2015 y 2016, registraron 
precipitaciones iguales o superiores a la media, y para el final del periodo se registraron 
niveles preocupantemente bajos de agua caída, siendo el 2019 extremadamente seco, con 
tan solo 15,2 mm de agua caída registrados en la estación Embalse Rungue. Distinto de 
como pudimos ver entre 1998 y 2000, el año 2020 no registro lluvias lo suficientemente 
abundantes como para poder compensar el déficit producido en 2019. 
Es interesante observar que esta misma tendencia se produjo también en las precipitaciones 
registradas en las estaciones de la ciudad de Santiago, ya que después de 2008 solo un par 
de años (2009, 2015, 2016 y 2017) alcanzaron el promedio de 300 mm de agua caída, y 
dónde, además, los últimos años del periodo fueron preocupantes, siendo también el 2019 
un año muy seco, y 2020 un poco más lluvioso, pero no lo suficiente como para compensar 
el déficit de los años anteriores. Esto, a su vez, nos habla de que esta tendencia de las 
precipitaciones no es un fenómeno local, sino que sigue la línea trazada por el contexto 
general de la zona. 
Al estar tan por debajo de la media de los 300-350 mm, los niveles de agua caída a partir 
del año 2008 nos hablan sin duda de una feroz sequia meteorológica que afecta a toda la 
zona central-sur del país. Podríamos definir su comienzo en el año 2009, ya que a partir de 
aquí es que no se logra alcanzar el promedio de precipitaciones, y debido a que en los años 
siguientes no se presentan periodos lo suficientemente lluviosos como para compensar el 
déficit, es que no se puede determinar aún una fecha de término para esta sequía. 
El déficit de precipitaciones fue sin dudas muy severo, incluso más intenso en comparación 
a lo que pudimos observar en la capital de Santiago. Esta falta de lluvias tuvo impacto 
profundo en la cantidad de agua disponible ya que, por un lado, las cuencas hidrográficas 
de la comuna de Tiltil se alimentan principalmente a través de la escorrentía directa del 
agua lluvia (CIREN, 2016: 9). Por otro lado, el Embalse Rungue, que es la principal 
18 
 
estructura de acumulación de agua dulce para uso común en la comuna3, también se 
alimenta mediante las lluvias, y a través del siguiente grafico podemos observar como este 
se vio afectado por la sequía. 
Gráfico 4. Promedio de agua acumulada anualmente en Embalse Rungue (mil-m3), comuna 
de Tiltil (2005-2020). 
 
Gráfico 4: elaboración propia, en base a datos de los Boletines Hidrológicos de la Dirección General de 
Aguas. 
Como ya fue mencionado, el gráfico 4 muestra los valores promedio de agua acumulada 
anualmente. Si ponemos atención, podemos observar que a partir del año 2009 se presenta 
una diminución en las cantidades de agua acumulada, la cual repunta en los años 2015 y 
2016 para luego volver a disminuir. Si volvemos un poco atrás en los párrafos, podemos 
ver como estos dos años coinciden con aquellos donde las precipitaciones anuales, 
presentadas anteriormente, se acercan al promedio histórico. Sin embargo, al final del 
periodo los valores marcaron 0 mill-m3, y esto está lejos de serun error por falta de datos, 
ya que efectivamente durante los años 2019 y 2020 el embalse estuvo prácticamente seco 
(ver Anexo 1). 
 
3 Esto implica que se excluyen los embalses y relaves construidos por empresas privadas para sus propios 
fines. 
19 
 
La importancia del Embalse Rungue para la comuna es enorme, ya que el caudal que se 
desprende de este se utilizaba como la principal fuente de agua para el riego, especialmente 
para la pequeña y mediana agricultura. Pero, además, le entregaba agua a las cuencas que 
atraviesan las distintas localidades, como el Estero Tiltil, que para el año 2019 ya estaba 
completamente seco, debido a que los niveles de agua del embalse tienen directa relación 
con el caudal de las cuencas y, como pudimos ver, para el 2019 el embalse no tuvo agua. 
• Tiltil: zona de escasez hídrica. 
Una de las primeras consecuencias que tuvo la falta de lluvias en la comuna es que debió 
ser asumida por el Estado, que aplicó por primera vez el Decreto de escasez hídrica a la 
comuna de Tiltil. 
Este decreto fue invocado por la presidenta Michelle Bachelet en febrero del 2008, a partir 
del déficit presentado por las cuencas y ríos de la comuna (Decreto Nº 153, 2008). Este 
decreto toma como punto de referencia los Índices de Precipitación Estandarizada (IPE) y 
el Índice de Caudales Estandarizados (ICE) para definir cuándo una zona sufre una “época 
de extraordinaria sequía” (Tapia, 2019: 124). 
Los indicadores IPE e ICE miden aspectos hidrometeorológicos que permiten definir estas 
épocas de extraordinaria sequía. Por lo tanto, para que esta época se cumpla, el 
aprovechamiento de aguas subterráneas de las empresas sanitarias debe estar por debajo del 
50% respecto al periodo tarifario anterior, y para los sistemas de Agua Potable Rural (APR) 
debe estar por debajo del 50% de los Derechos de Aprovechamiento de Agua (DAA) 
otorgados (Tapia, 2019: 125). 
Esto quiere decir que pese a que los indicadores miden valores netamente físicos e 
hidrometeorológicos, se toma en cuenta que los periodos de extraordinaria sequia se 
cumplen cuando estos valores físicos son lo suficientemente bajos como para afectar el 
abastecimiento de agua potable, aunque siempre fundamentados en estos indicadores de 
orden meteorológico. 
Dentro de sus disposiciones, el decreto de escasez permite dos cosas que son 
fundamentales. Por un lado, otorga a la Dirección General de Aguas (DGA) la capacidad de 
redistribuir el agua disponible en el caso de que los propietarios de DAA no logren hacerlo 
y, por otro lado, permite la formación de pozos profundos y norias para extraer agua 
subterránea para uso doméstico, sin la necesidad de constituir DAA mientras dure el 
decreto (Tapia, 2019: 119). 
El decreto de escasez tiene una duración determinada de 6 meses, que no pueden ser 
extendidos. Por lo tanto, la comuna de Tiltil no estuvo bajo el decreto durante los 12 años 
que hemos revisado. A continuación, veremos los periodos donde estuvo presente el 
decreto de escasez. 
20 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pensemos ahora en los años donde las lluvias fueron relativamente más abundantes durante 
el periodo (entendiendo que en general, fue muy seco). En el año 2015, por ejemplo, las 
lluvias bordearon el promedio anual de 300-350 mm de agua caída, y como podemos ver en 
el cuadro anterior, durante ese año no se utilizó el decreto de escasez en la comuna. Sin 
embargo, para el final del periodo, la escasez pasa a ser decretada de forma casi 
permanente. El año 2019 tuvo solo su primer semestre sin el decreto, pero desde julio de 
este año en adelante, la escasez fue decretada inmediatamente después del término del 
decreto anterior, con lo que el año 2020 estuvo en su totalidad bajo la escasez hídrica 
decretada. 
La crítica situación hídrica de los años 2019 y 2020 llevo también al Estado a decretar la 
comuna de Tiltil como “Zona de Emergencia Agrícola”. Esto, debido a las grandes pérdidas 
agrícolas y ganaderas que provocó la sequía para el año 2019 (Resolución 405, 2019), y 
luego también el 2020. En ambos años, el rol del decreto de emergencia agrícola cumplió la 
función de otorgar facultades al gobierno central de poder entregar ayudas materiales a 
agricultores y dueños de animales (Resolución 405, 2019). 
En este sentido, y en concordancia con los datos respectivos al agua caída, sin duda alguna 
que los últimos años del periodo, desde 2018 hasta 2020, fueron los más crudos en cuando 
al déficit hídrico, producido hasta aquí por la megasequía. 
 
Capítulo 2. ¿En qué se usa el agua? 
• Los derechos de aprovechamiento de agua. 
No cabe duda, que el contexto de extrema sequía meteorológica vivida en el periodo tiene 
una profunda relación con el problema de la escasez hídrica. Pero, por otro lado, alrededor 
del año 2011 comienzan a ser visibles las problemáticas relacionadas al Código de Aguas 
del año 1981 y al uso de los recursos hídricos. La aparición de grupos como MODATIMA 
Periodos de escasez hídrica decretada. 
De febrero 2008 Hasta agosto 2008 
De abril 2011 Hasta octubre 2011 
De abril 2012 Hasta octubre 2012 
De noviembre 2016 Hasta mayo 2017 
De julio 2018 Hasta enero 2019 
De julio 2019 Hasta enero 2020 
De febrero 2020 Hasta agosto 2020 
De agosto 2020 Hasta febrero 2021 
21 
 
y el caso de Petorca4 pusieron en la palestra el problema de priorizar el uso industrial del 
agua en desmedro de las comunidades, situándolo como el principal causante de la escasez 
hídrica en los territorios (Mundaca, 2014). 
Estas voces han cuestionado el discurso expuesto previamente, que ha puesto el cambio 
climático y la sequía meteorológica como el principal productor de la falta de agua. En 
cambio, se propone que esta ha sido producida, fundamentalmente, por el carácter 
productivo en el uso del agua, el cual ha despojado a los habitantes de diversas 
comunidades de un bien fundamental como lo es el agua (Bolados, 2017: 172). 
A partir de esto es que cabe preguntarse, ¿de qué forma ha sido utilizada el agua de la 
comuna de Tiltil?, para abordar otra arista de las posibles causas de la escasez hídrica. Para 
esto, podemos observar los Derechos de Aprovechamiento de Agua (DAA) constituidos 
entre los años 2008 y 2020, y así tener una visión. Sin embargo, cabe hacer una precisión 
muy importante antes de iniciar la revisión de los derechos de agua, y es que estos no nos 
entregan una información concreta del agua disponible, ni del uso real que se le ha dado a 
esta (ya que muchas veces no se informa el uso), si no que más bien nos permiten saber 
quién o que entidades pueden ocupar legalmente el agua disponible, y en qué cantidad. 
En primer lugar, los DAA son ejercidos a partir de la disponibilidad hídrica respecto a los 
flujos naturales del agua (Banco Mundial, 2011: 23). Es decir que en un área con una 
disponibilidad hídrica tan baja como lo es la comuna de Tiltil, es muy probable que muchos 
de los DAA no hayan sido ejercidos del todo en el periodo estudiado, debido a lo escaso del 
recurso en algunos sectores. Sin embargo, en el momento en que el agua está disponible, 
estos pueden ser ejercidos nuevamente en función del restablecimiento del recurso. Esto 
significa que quienes poseen DAA, pueden extraer y ocupar el caudal asignado siempre y 
cuando el recurso esté disponible, y sean capaces de obtenerlo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 Sobre este tema, revisar Bolados García, Paola. (2017). La eco-geo-política del agua: una propuesta desde 
los territorios en las luchas por la recuperación del agua en la provincia de Petorca (Zona central de Chile). 
22 
 
Gráfico 5. Total del caudal anual otorgado en DAA (l/s), comuna de Tiltil (2008-2020). 
 
Gráfico 5: elaboración propia, en base a la lista de DAA disponible en la página web de la Dirección 
General de Aguas. 
Los datos representados en el grafico anterior muestran la totalidad de DAA otorgados por 
la DGA en cada uno de los años observados,es decir, que nos muestran la sumatoria de 
todos los caudales entregados en forma de DAA. Dicho esto, es notoria la tendencia a la 
disminución en los caudales otorgados anualmente, lo cual se explica ya que los DAA, 
como mencionamos anteriormente, se forman en cuanto a la disponibilidad de agua del 
lugar, y teniendo presente la poca cantidad de lluvias caídas durante estos años, la 
disponibilidad de agua otorgable también disminuyó. Pero de acuerdo con esto, llama 
particularmente la intención que en el año 2019 se haya otorgado un caudal muy superior a 
los años anteriores y el posterior, teniendo en cuenta que fue precisamente este año el más 
seco durante todo el periodo, con una cantidad de precipitaciones preocupante (ver Gráfico 
6). Además, no olvidemos que durante el año 2019 estuvieron vigentes tanto el Decreto de 
escasez hídrica, como el Decreto de zona de emergencia hídrica, cuestión que produce más 
dudas respecto de por qué se entregó un caudal tan alto respecto de otros años, que 
contaron incluso con lluvias más abundantes. 
Por otro lado, 2014 fue el año donde se entregó un caudal total más abundante respecto de 
los demás años, donde además la comuna no estuvo bajo el decreto de escasez. Sin 
embargo, si revisamos las lluvias caídas para 2014, podemos ver que estas no fueron tan 
abundantes respecto a 2013 o 2015. Es más, las precipitaciones de ese año, en promedio, 
23 
 
están bastante por debajo de la media, bordeando apenas los 200 mm de agua caída. Puede 
ser entonces que la disponibilidad de agua no haya sido el factor determinante para la 
entrega de estos DAA, donde podemos ver que en años que fueron derechamente secos, 
incluso con el caso extremo de 2019, se otorgaron caudales bastante superiores en 
comparación a los demás años. 
Gráfico 6. Número total de DAA constituidos, comuna de Tiltil (2008-2020). 
 
Gráfico 6: elaboración propia, en base a la lista de DAA disponible en la página web de la Dirección 
General de Aguas. 
El grafico 6 nos muestra la totalidad de los DAA agrupados en cinco secciones: 
“agroindustria y sociedades agrícolas”, que corresponde a las empresas agrícolas de mayor 
tamaño; “mineras”, donde están todas la empresas mineras; “comités de agua, cooperativas 
y empresas sanitarias”, donde están todos los sistemas de APR, y además la empresa Aguas 
Andina; “particulares”, que se refiere a aquellos DAA que están a nombre de personas 
naturales; “otros”, donde se agruparon todos aquellos DAA que pertenecen a otro tipo de 
actividades cuyo porcentaje era muy menor para agruparlas por si solas. 
Como podemos observar, los sectores que inscribieron mayor número de DAA fueron la 
minería y los “particulares”, en un porcentaje casi igual. Sin embargo, son grupos bastante 
distintos, ya que quienes están agrupados como “particulares” son aquellas personas que 
requieren del agua principalmente para realizar actividades agrícolas, pero a pequeña y 
mediana escala, es decir, pequeños agricultores. 
24 
 
Seguido de estos, vienen las empresas agroindustriales y las sociedades agrícolas, quienes 
concentran un 13% del total de DAA constituidos en el periodo. Aquí se encuentran las 
operaciones agrícolas de mayor tamaño, ubicadas principalmente en la localidad de 
Polpaico, debido a la riqueza de sus suelos y la mayor disponibilidad de agua del sector. 
Por último, tenemos por un lado los DAA de las APR de la comuna, en conjunto con la 
empresa Aguas Andina, que fue añadida a esta clasificación ya que también cumple la labor 
de suministrar agua potable, solo que a los sectores urbanos de la comuna. En este grupo, 
tenemos el porcentaje más bajo de DAA, que se reparten en uno o dos por cada agrupación 
de APR. 
Por otro lado, el 7% restante corresponde a empresas dedicadas a otros rubros, como el 
sector inmobiliario, papelería, metalurgia, entre otros. También, están incluidas 
instituciones que cuentan con DAA, como Gendarmería y el Fisco. 
Veamos ahora cuál fue el caudal asignado en estos DAA entregados, para tener una 
dimensión de la cantidad de agua que puede haber utilizado cada grupo. Para esto, 
observaremos el gráfico 7. 
Gráfico 7. Promedio de caudal total de DAA (l/s), comuna de Tiltil (2008-2020). 
 
Gráfico 7: elaboración propia, en base a la lista de DAA disponible en la página web de la Dirección 
General de Aguas. 
25 
 
Primero que todo, cabe mencionar que estos DAA contemplan casi en su totalidad la 
obtención de aguas subterráneas, salvo una muy pequeña cantidad de casos que fueron 
entregados en forma de agua superficial. 
Como podemos ver, la agroindustria es el sector que tuvo acceso a un mayor caudal, con un 
promedio anual de 1.652 l/s en total, lo que equivale al 37,2% de la totalidad del caudal 
otorgado en el periodo. Esto no es menor, ya que implica que alrededor de 1/3 del caudal 
otorgado en DAA está concentrado en tan solo 67 de un total de 484, lo que equivale a un 
13,8%. 
Otro grupo que destinó sus DAA a la agricultura es el de “particulares”, que como ya 
mencionamos se trata del conjunto de pequeños y medianos agricultores que tiene acceso a 
derechos de aprovechamiento. Aquí reside el 30,8% del caudal, equivalente a 1.373,5 l/s en 
total. Los porcentajes en este sector son bastante equivalentes, ya que los valores en 
cantidad de DAA como en caudal rodean el 30%. 
Si sumáramos la totalidad del caudal de estos dos grupos, tendríamos cerca de un 70% del 
total. Esta cifra puede parecer bastante alta si consideramos que en cantidad de DAA el 
número no alcanza a llegar a la mitad del total. Si embargo, esta cifra se condice con 
cálculos globales que se tienen respecto del consumo de agua que tiene el sector agrícola en 
el país, el cual al año 2007 alcanzaba un 72% del agua disponible (Santibáñez, 2015). 
Por otro lado, las empresas mineras tuvieron acceso a un caudal promedio de 820,1 l/s, lo 
que equivale a un 18,5% del total. Esta cifra supera los niveles de consumo a nivel país, los 
cuales ha sido calculados en un 9% de agua disponible (Santibáñez, 2015). Aun así, puede 
parecer un número relativamente bajo, si consideramos que en cuanto a cantidad DAA, las 
empresas mineras poseen un 38,6% del total, siendo el porcentaje más alto en cuanto a los 
demás grupos. 
Finalmente, el porcentaje más bajo está contenido precisamente en el sector más 
importante, donde se encuentran los sistemas de APR y la empresa sanitaria de la comuna 
que provee agua potable en sectores urbanos. Este grupo obtuvo un caudal de 150 l/s, lo 
que equivale a un 3,4% del total. Un porcentaje muy bajo, más aún si lo comparamos con el 
caudal entregado en los otros grupos. 
Podemos agrupar estos caudales en dos grupos: por un lado, están aquellos DAA que 
fueron constituidos con fines productivos, es decir, que pertenecen a industrias mineras y 
agrícolas, principalmente. Además, están todas las otras industrias que puedan tener DAA. 
El caudal otorgado en este grupo corresponde al 65,8% del total asignado entre 2008 y 
2020. Por el otro lado, están aquellos DAA que fueron otorgados a las APR, pero también 
los que pertenecen a particulares que emplean estas aguas principalmente en pequeña y 
mediana agricultura. Estos pueden ser agrupados ya que ambos grupos emplean estos 
recursos para su propia subsistencia, y en este caso, el caudal corresponde al 34,2% del 
total. 
26 
 
Esto significa entonces que más de la mitad del agua otorgada en DAA fue inscrita con el 
fin de emplear el agua en fines productivos industriales. En cambio, solo un 30% del caudal 
tenía la función de abastecer necesidades básicas, tanto del consumo diario de las 
comunidades, como de pequeños agricultores que necesitan el recurso para desarrollar sus 
actividades. 
 
Capítulo 3. Efectos de la escasez hídrica. 
• El abastecimiento rural de agua potable en la comuna Tiltil. 
Entendiendo el agua como un elemento fundamental para la subsistencia de la vidahumana, es evidente que su ausencia pueda producir graves problemas para el buen 
desarrollo del ser humano. Como mencionamos anteriormente, el agua se ha visto 
especialmente afectada durante esta era del cambio climático, y en consecuencia, la 
obtención del recurso se ha vuelto más difícil, especialmente en aquellos territorios donde 
la escasez hídrica es pan de cada día. Es por esto que pasaremos a revisar el efecto de la 
escasez hídrica en uno de los elementos fundamentales para los asentamientos humanos: el 
abastecimiento de agua potable. Para comenzar, veamos primero y de forma general, la 
manera en que se han abastecido de agua los diversos sectores de la comuna de Tiltil. 
Gráfico 8. Total de viviendas según su acceso al agua potable, comuna de Tiltil (2017). 
 
Gráfico 8: elaboración propia, en base a los datos del Censo del año 2017, en su sección “Viviendas 
particulares ocupadas con moradores presentes, por origen de agua potable, según área urbana-rural”. 
27 
 
De las 4.375 viviendas que han tenido acceso a través de una red pública, 3.586 pertenecen 
a los sectores urbanos de la comuna, que son principalmente Tiltil centro y Huertos 
Familiares. Esta cifra representa cerca del 93% de la población urbana, que ha obtenido su 
suministro de agua a través de Aguas Andina, en el caso de Tiltil centro, y de una 
cooperativa de agua potable en el caso de Huertos Familiares. 
Sin embargo, los problemas de abastecimiento aparecen cuando nos fijamos en las zonas 
rurales de la comuna. Los sectores rurales, si bien contienen una menor porción de 
población, correspondiente para el año 2017 al 32,3% del total (Censo 2017), representan 
un mayor número de localidades que los urbanos, ya que estos son: Rungue, Montenegro, 
La Cumbre, Caleu, Santa Matilde, Punta Peuco, Huechún y Polpaico. Veamos entonces 
cómo ha funcionado el acceso al agua potable, pero esta vez, fijándonos solamente en las 
zonas rurales. 
Gráfico 9. Viviendas rurales según su acceso al agua potable, comuna de Tiltil (2017). 
 
Gráfico 9: elaboración propia, en base a los datos del Censo del año 2017, en su sección “Viviendas 
particulares ocupadas con moradores presentes, por origen de agua potable, según área urbana-rural”. 
Como podemos ver, el panorama cambia mucho a nivel rural, ya que, en este caso, las 
viviendas que han estado incorporadas a una red pública de agua no alcanzan a llegar al 
50%. Cabe destacar que dentro de las redes públicas se encuentran considerados los 
sistemas de APR, constituidos en forma de cooperativas (Huertos Familiares y 
Montenegro) o comités de agua potable (Caleu, Espinalillo, Polpaico, Huechún, Punta 
28 
 
Peuco, Santa Matilde, y Rungue). Pero, por otro lado, el 57,6% de la población recibe su 
suministro de agua a través de fuentes mucho más costosas y difíciles, como son los 
camiones aljibe y los pozos/norias. 
• El abastecimiento por camiones aljibe. 
A 12 km de Tiltil centro se ubica Rungue, una de las localidades que más se ha visto 
afectada por la situación hídrica. Como mencionamos, esta se abastece de agua a través del 
sistema de APR, mediante el Comité de Agua Potable Rural Rungue. Esta APR contaba 
con pozos noria que tenían la capacidad de extraer agua suficiente para abastecer al pueblo 
entero, sin embargo, alrededor del año 2007 los niveles de los pozos comenzaron a bajar 
drásticamente, cambiando la fuente de agua de la APR. 
“(…)El 2007 empezamos a ver crisis, andaba también por el aumento de la 
población, pero acentuadamente por la escasez hídrica y la escasez de lluvia. 
Nosotros dependíamos solamente de una noria que está construida, precariamente 
en el principio. Bueno, hay tres norias que se ocuparon al principio, con la 
cooperativa había una noria que tenía una copa de agua como de 7.000 litros, y eso 
era más o menos lo que necesitaba la población (…). 
Desde el 2007 a la fecha como le decía, ha ido creciendo la escasez y la 
problemática de tener bajo control... o sea, medianamente, el suministro de agua, 
llegando al punto de que hubo que entrar a reducir el suministro... principalmente 
de noviembre a mayo o junio, cada año pero en distintos espacios de tiempo (…)”. 
(Extracto de la entrevista realizada a Hugo Moreno, el 5 de septiembre de 2021). 
“Nosotros tenemos drenes, no tenemos pozos profundos, y esos drenes no han sido 
llenados, en la lluvia de enero de este año (2020) se llenaron un poco pero no es lo 
suficiente. Estamos recibiendo agua en estos momentos de Aguas Andina, de KDM, 
del municipio y... que son los camiones aljibes que vienen. Nosotros ahora estamos 
abasteciéndonos solamente con camiones aljibes, porque no dan los drenes(…)” 
(Extracto de la entrevista a Sabina Martínez, realizada el 8 de agosto del 2021). 
Debido a la insuficiencia de las lluvias, las napas subterráneas no fueron capaces de captar 
la suficiente agua, y en consecuencia, comenzaron poco a poco a secarse. Así lo relata 
Sabina Martínez, miembro de la dirigencia del sistema de APR de Rungue. Frente a esta 
realidad, para el año 2015 los pozos ya no daban abasto para la población entera, y frente a 
esta situación, la solución de emergencia fue comenzar a dotar a los distintos comités y 
cooperativas de agua a través de camiones aljibe, los cuales tienen la capacidad de 
transportar el agua de un lugar a otro (Plan estratégico para el desarrollo de Til Til, 2015: 
30). Para 2015, las APR necesitaban de una recarga de agua, aunque no menor, para poder 
abastecer de agua a la población, sin embargo, ya para el año 2019 los pozos estaban secos 
29 
 
y en el caso de la localidad de Rungue, el abastecimiento era generado totalmente a través 
de camiones aljibe. 
“(…) Rungue, que es APR, que no está siendo captada el agua profunda, sino que 
abastecida en 100% por camiones aljibe, ¿quién lo abastece? KDM, Aguas Andina, 
la municipalidad, a veces lo entrega GERSA por periodos. Tienen que tener, 
aproximadamente, en los periodos de abril hasta noviembre, 150.000 litros, (…) en 
verano sube aproximadamente a 222.000 litros, y hasta 250.000 litros. 
Montenegro también es una localidad, que por su sondaje esta con serias 
contaminaciones, y por tanto no pueden captar el agua profundamente, y por lo 
tanto también tienen que ser abastecidos por camiones aljibe, de KDM, la 
municipalidad, y otros”. (Extracto de la entrevista realizada a Alejandro Lara, el 7 
de octubre de 2021). 
 
Veamos a continuación el aporte de agua de la municipalidad de Tiltil para los años 2015 y 
luego para el 2019, en cuanto a su aporte total para todas las localidades, y para tres en 
específico, que son Rungue, Caleu y Montenegro. 
 
Gráfico 10. Aporte municipal de agua semanal a través de camiones aljibe (litros de agua), 
comuna de Tiltil (2015, 2019). 
 
Gráfico 10: elaboración propia, en base a los datos obtenidos del Plan Estratégico para el Desarrollo de Til 
Til (2015), y el Seminario Escasez Hídrica (2019). 
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Hay que destacar que el aporte municipal de camiones aljibes es solo una parte de la 
totalidad que las localidades reciben, el cual para el año 2015 llegaba al 34,2%. El resto, 
como pudimos notar en las palabras de Alejandro Lara, director de obras de la 
municipalidad de Tiltil, llega a través de empresas privadas, donde las principales son la 
empresa de deshechos KDM, ubicada aproximadamente a 3 km de Montenegro, y Aguas 
Andinas, empresa sanitaria que abastece a Tiltil centro. 
Dicho esto, podemos observar como en el caso de Rungue, la cantidad de litros de agua 
pasó a ser el doble desde 2015 hasta 2019, lo mismo para la cifra total, donde también 
alcanzó casi el doble entre estos cuatro años. En cambio, el agua entregada para la localidad 
de Caleu en 2019 pasó a ser tres veces la otorgada en 2015. Por otro lado, las cifras para 
Montenegro se mantuvieron iguales, lo cual puede implicar que solamente las empresas 
privadas aumentaron su aporte de agua, yaque incluso para 2015 el aporte municipal en 
esta localidad alcanzó tan solo un 4,1%. 
“Gracias a empresas particulares se han conseguido bastantes cosas (...) Del 100% 
del agua que se está suministrando ahora, es todo camión, y de ese 100% un 25 a 
30% lo suministra la municipalidad, todo el resto es de empresas particulares, y la 
que lleva la batuta en ese sentido es Aguas Andina, después podría estar KDM, 
GERSA, RILSA. No ha sido gratis tampoco, han sido peleas... o sea, conversaciones 
bien duras con las empresas para que se hagan cargo de ayudar a sostener el 
servicio (…)”. (Extracto de la entrevista realizada a Hugo Moreno, el 5 de 
septiembre de 2021). 
Montenegro, ubicado a 19 km de Tiltil centro, presentó otro gran problema que hizo 
imposible completar el abastecimiento a través de pozos profundos. Se trata de la 
contaminación del agua profunda de los pozos, los cuales para el año 2015 mostraron 
niveles elevados de nitrato, lo cual hizo imposible su aprovechamiento (Plan Estratégico 
para el Desarrollo de Til Til 2015-2018, 2015). La calidad de las aguas es un área muy 
relevante, ya que nos podría indicar cual es la porción de agua disponible que realmente 
puede ser utilizada, sin embargo, este tema no será abordado más allá. 
Para el año 2019 en adelante la situación se volvió especialmente difícil, ya que el agua 
comenzó a ser tan escasa que, para las temporadas secas del año, el suministro de agua 
requería de cortes y horarios definidos para poder lograr el abastecimiento, principalmente 
para la localidad de Rungue. En esta, para el verano del año 2020 el suministro de agua 
estaba disponible solo entre las 7:00 de la mañana hasta las 12:00 de la tarde, y de las 18:00 
de la tarde hasta las 20:00 de la noche (de acuerdo a la información entregada en la 
entrevista a Sabina Martínez, 8 de agosto de 2021). 
Por otro lado, el abastecimiento a través de camiones aljibe, además de ser un medio 
costoso, tiene diversas limitaciones que han dificultado aún más la situación de las 
comunidades afectadas. 
31 
 
“(…) La única manera hoy día en que se logra el abastecimiento de agua es que 
corra por camiones (…) Nosotros tenemos una flota de cinco a seis camiones, pero 
los camiones están todo el día dando vueltas, los metales se fatigan, se cansan, hay 
mayor desgaste de maquinaria, uso de combustible, mano de obra, choferes, 
operarios y todo lo demás. No es una cosa así como decir: "oye, ¿por qué no llegó 
el agua?", y golpear la mesa, yo creo que también hay que sensibilizarse, de que el 
camión tiene un costo mensual y anual. 
(…) En el fondo, si no tenemos políticas de traer e implementar proyectos...Porque 
no podemos tener soluciones parche, ¿qué pasa cuando tienes soluciones parche? 
Con el solo hecho de que si hay un camino... sí hay un incendio (…), se cierran 
todos los lugares y tú no puedes pasar los camiones, ¿qué pasa con la familia que 
esta al otro lado?, ¿van a tener acceso al agua? No tienen. Si tienes un terremoto y 
se te corta el camino, ¿cómo llegas con agua al otro lugar? Las soluciones parches 
tienen su situación limitada, que en un caso de emergencia no pueden funcionar. 
¿Qué pasa si el abastecimiento de esos camiones tiene alguna contaminación?, 
¿qué pasa si los grifos de agua donde tú sacas tienen un problema de 
abastecimiento? Por lo tanto, toda la comuna no tiene agua, porque tú lo estás 
haciendo por camiones aljibes (…)”. (Extracto de la entrevista realizada a 
Alejandro Lara, el 7 de octubre de 2021). 
Derivados la escasez hídrica, nacieron también problemas que afectan el desarrollo y 
crecimiento de la comuna. Por un lado, el crecimiento poblacional, que se ha visto limitado 
debido a la falta de permisos de factibilidad de agua potable para nuevas construcciones. 
“(…) Nosotros estamos restringidos a dar más medidores (de agua). Como hay 
escasez hídrica a nosotros nos impiden dar más medidores a la gente porque no 
podemos ofrecer el agua si no tenemos, entonces estamos restringidos en ese 
sentido, nosotros no tenemos factibilidad de agua. 
(…) No podemos inventarle un sueño y decirle si va a tener... no, porque el MOP y 
todo lo que conlleva en el Estado no lo permite por la escasez hídrica. De hecho, 
aquí hay un grupo, que es un comité de allegados, que quieren instalarse en 
Rungue, pero estamos con el problema de la escasez hídrica, que no tenemos 
factibilidad de agua 
(...) O sea, ¿cómo le dices tú a una familia que se instaló en las tomas que no 
podemos darle medidores por escasez hídrica, porque está en fuera de lugar?, la 
gente se instala, pero nosotros no podemos armarles falsa ilusión diciéndoles "si, 
van a tener medidor", siendo que no es posible”. (Extracto de la entrevista a Sabina 
Martínez, realizada el 8 de agosto del 2021). 
(…) La comuna de Tiltil, tiene aproximadamente una cantidad de 260 y tantas 
familias que están en situación campamento o toma, te puedo nombrar: en Huerto 
32 
 
Familiares hay familias, no muchas, controladas. Tomas o situación calle: 
Polpaico, Plazuela, que tienes más de 60 y tantas familias, tienes el Campamento El 
Algarrobo, son 37 familias, tienes sector del estadio de Polpaico, que tiene 
aproximadamente unas 10 familias, terreno de ferrocarriles de Polpaico, que tienes 
una cantidad de 20 y tantas familias, Los Litres 1, que tienes aproximadamente 60 y 
tantas familias, El Tapigue, tienes 20 familias, Margarita Mella 40 familias, La 
Cumbre, 60 y tantas familias. Multiplica todo eso por el factor de 4 por familia, y es 
una cantidad... ¿Cuál es el problema?, que no puedes tener una solución de 
viviendas, porque para construir yo tengo que tener agua, y tengo que tener área de 
concesión, y tengo que tener factibilidad de agua. Si no tengo factibilidad, ¿cómo 
puede ser que el gobierno local pueda postular a todas estas familias, que están en 
una situación calle, en una situación de toma, en una situación irregular, para 
postular a viviendas si no tengo agua?”. (Extracto de la entrevista realizada a 
Alejandro Lara, el 7 de octubre de 2021). 
Esta situación llevo a la municipalidad a tener que generar formas de abastecimiento de 
agua potable para todas las familias y viviendas, que al estar construidas de forma irregular 
y en zonas no habilitadas, no cuentan con un acceso directo de agua. Por lo tanto, al 2019 
las APR de Sauce Oriente y Estación entregaban apoyo para lograr el abastecimiento de 
agua, mediante aportes de camiones aljibe de la municipalidad (Seminario Escasez Hídrica, 
2019). Por otro lado, diversas APR, que al 2019 recibieron nuevas solicitudes de 
factibilidad de agua potable, no tuvieron la capacidad de poder atenderlas debido a la 
situación cada vez más escasa del recurso (Seminario Escasez Hídrica, 2019). 
• La pequeña agricultura de tuna y aceituna. 
Otro de sectores que se vio fuertemente afectado fue la pequeña y mediana agricultura, 
especialmente en la localidad de Tiltil centro. Aquí, históricamente se destacó la 
producción de tunas y aceitunas de muy buena calidad. Específicamente, el cultivo de tuna 
se destaca por requerir una cantidad bastante baja de agua, ya que es una especie de cactus. 
Sin embargo, las lluvias durante los últimos años se volvieron tan escasas que ni siquiera 
este cultivo de bajo consumo hídrico siguió siendo tan viable como antes. 
“Tiltil siempre ha tenido mayoritariamente tunas y olivos, y algunas chacras y 
huertos caseros muy pequeños. Eso se ha visto impactado de sobremanera, 
prácticamente la aceituna en Tiltil ha desaparecido, ya es muy poca la gente que 
está produciendo aceituna en comparación a como era antes, yo no sé qué 
porcentaje, pero es mucho menos aceituna. En Tiltil hay fabricas que procesan 
aceitunas, pero no se producen acá, o sea, llega de otros lados y acá se preparan, 
porque hay mucha gente que trabaja y tiene una expertise en eso, las preparan muy 
bien. Pero la aceituna de Tiltil propiamentese ha ido perdiendo. 
33 
 
Lo mismo también está pasando con la tuna, yo creo que en este momento debemos 
estar entre el 10 y 15% de producción de tuna que había antes, o sea, en los últimos 
15 años la producción de tuna en Tiltil ha caído entre un 80 y un 90%. Se ha ido 
para abajo, porque este valle de Tiltil lo riegan con el tranque de Rungue, y ese 
tranque, la mayoría de los últimos 13 años no ha tenido agua, o ha tenido muy 
poca, y eso impide que haya un riego normal en los meses de verano. Y por otro 
lado, las napas subterráneas de las norias han ido bajando de una manera 
dramática, o sea, hay muchos pozos y norias que están secos, o que te dan agua por 
unos minutos, y eso no es suficiente para poder regar un huerto”. (Extracto de la 
entrevista realizada a Gonzalo Herrera, el 9 de octubre de 2021). 
Como pudimos ver anteriormente, el Embalse Rungue era el principal proveedor de agua 
para los pequeños y medianos agricultores, quienes aprovechaban el caudal que de este se 
desprendía. Lamentablemente, a partir del año 2010 el agua almacenada en el embalse bajó 
tan drásticamente que resultó cada vez más difícil para los agricultores poder obtener esa 
agua. Finalmente, para el año 2019, y como se puede observar en el grafico 7, el Embalse 
Rungue ya estaba seco, por lo que esta agricultura tuvo que buscar otras formas de 
abastecerse de agua para el riego. 
“(…) Hay gente que dejo de producir (…), la gran mayoría de los tunales de Tiltil 
están abandonados, y la gente saca una que otra tunita en el verano, pero en 
general, la gente ya no cuenta con el tunal, no espera sacarle producción. 
Los que se han mantenido… nosotros hemos mantenido tunales, hemos tratado de 
mejorar la eficiencia del riego, y eso es tratar de regar con manguera, con goteo o 
con maguera. Tratar de llegar lo más cercano a la planta, porque antiguamente 
aquí se regaba por acequia. Incluso algunos tunales eran regados así como a paño, 
se les daban 2 a 3 riegos por temporada, si tampoco se regaba tanto. Se regaba que 
se yo, un riego en noviembre, uno en enero y otro en marzo, eso era todo. Pero 
ahora ni siquiera eso, a veces puedes dar un poco y eso hay que hacerlos con goteo 
o con maguera. 
Hay varias experiencias en Tiltil de tunales con goteo, y otros que llegan con 
manguera lo más cercano a la mata para poder ahorrar agua, porque si no, no da. 
Pero es complejo, porque no hay agua. Este año, por ejemplo, no hay nada de agua 
en el tranque, y hay muy poca agua en las norias, entonces no sé cómo se va a 
regar, esa es la verdad. Ya no es cosa de método de riego, sino que es falta de 
agua”. (Extracto de la entrevista realizada a Gonzalo Herrera, el 9 de octubre de 
2021). 
En épocas previas, estos pequeños agricultores no necesitaban invertir ni en agua ni en 
mecanismos de riego, ya que por un lado los cultivos requerían de poca agua, y por otro, no 
necesitaban de un riego muy tecnificado por la misma razón de requerir poco riego. Sin 
34 
 
embargo, y como podemos ver en el testimonio anterior, la falta de agua llevó a que estos 
agricultores tuvieran que invertir en métodos de riego y, además, en norias para poder 
obtener agua. Frente a esta realidad, solo algunos pudieron contar con los recursos para 
modernizar sus cultivos, mientras que el otros tuvieron que dejar de lado sus tunales. 
“(…) No ha habido una respuesta gremial, de grupo, eso es interesante saber, 
porque los agricultores de Tiltil nos organizamos a través de la Asociación de 
Regantes, la Asociación de Canalistas del Embalse Rungue (…). Pero como el 
tranque no tiene agua, y ha tenido muy poca agua en los últimos 13 años, eso ha 
hecho que la gente se vaya de la agrupación y deje los campos. El año pasado o 
antepasado tuvo un poco de agua el tranque, pero hubo gente que igual no rego, 
porque ya no le interesan las tunas. Ese es un problema, somos muy pocos los que 
nos mantenemos a la expectativa de que si hay agua en el tranque la podemos 
ocupar. 
A nivel de gobierno, bueno del alcalde anterior se viene trabajando con el "Sello de 
Origen", que es generar una marca, “la Tuna de Tiltil” (…). Pero tenemos el 
problema del agua. A lo mejor vamos a tener la marca (…), y va a ser muy bueno 
eso, pero no vamos a tener tunas, o van a haber muy pocas, porque hay muy poca 
producción. 
Para todo esto del sello de origen se armó una Asociación de Tuneros, de la cual yo 
soy presidente (...). Pero a mí me da risa porque yo nunca había sido presidente de 
una entidad que prácticamente no tiene miembros. La gente se inscribió, pero 
después nadie más participa, porque no hay tunas”. (Extracto de la entrevista 
realizada a Gonzalo Herrera, el 9 de octubre de 2021). 
Frente a la crítica situación que vivieron los cultivos de tunas, los agricultores tuvieron que 
tomar las decisiones por su propia cuenta, ya que las agrupaciones existentes no tenían los 
métodos para poder resolver una situación que escapaba totalmente de su control, como es 
la falta de agua. Es así como un cultivo muy característico de la zona fue debilitándose a tal 
punto de que varios agricultores decidieron dejar sus plantaciones y preferir otras 
actividades para su sustento. 
 
Conclusiones. 
El contexto global donde el agua se vuelve cada vez más escasa es una realidad que seguirá 
presente a futuro, y puede volverse aún más grave. En este sentido, pudimos ver que, sin 
lugar a dudas, el impacto de la crisis climática tuvo duras consecuencias a nivel local en la 
comuna de Tiltil, especialmente durante este periodo denominado megasequía, que para el 
día de hoy aún no tiene un término definitivo. 
35 
 
Podemos verificar con certeza que la megasequía impactó profundamente, provocando una 
severa carencia física del agua, que sin duda alguna es un factor fundamental en la escasez 
hídrica de la comuna de Tiltil. Esto nos permite volver a nuestra hipótesis inicial, la cual 
proponía, primero, a la sequía meteorológica como la principal fuente de la escasez hídrica 
entre los años 2008 y 2020, y luego, de forma general, que esta escasez había tenido 
diversos efectos en la comuna. Sin embargo, a lo largo de la investigación surgieron datos 
que nos llevan a tener que cuestionar esta hipótesis y, además, especificarla en su último 
punto. 
En primer lugar, los autores que hablan sobre la escasez hídrica ponen énfasis en los 
factores políticos, económicos, administrativos y, en definitiva, en la faceta antrópica del 
problema. Y pese a que no descartan la injerencia de razones naturales, como la sequía 
meteorológica en este caso, no conciben la escasez hídrica como un fenómeno que pueda 
generarse solo por condiciones naturales como la disminución física del agua derivada de 
escasas precipitaciones (Martin y Liber, 2015: 149). En cambio, y especialmente en el caso 
de Chile tras la instalación del Código de Aguas de 1981, es más relevante mirar los 
problemas de acceso y distribución del agua que puedan generar una situación de escasez 
hídrica para las comunidades (Martin y Liber, 2015: 149). 
En relación con esto, al observar los DAA constituidos en la comuna, podemos observar 
que hubo un acceso desigual en cuanto al caudal asignado, donde las cooperativas, comités 
de agua y empresas sanitarias obtuvieron tan solo un 3% del total, mientras que el conjunto 
de las empresas agrícolas, un 30%. Se hace evidente una inclinación hacia el uso 
productivo del agua ejercido de forma industrial, por lo menos en cuanto a la asignación de 
DAA. 
También llama la atención que, durante los años más críticos de la sequía, donde incluso 
estuvieron presentes los decretos de escasez hídrica y emergencia agrícola, se entregaron de 
igual manera DAA para usos productivos. Si bien es cierto que a lo largo de los 12 años 
observados la cantidad total de los caudales anuales fue disminuyendo, ningún año fue lo 
suficientemente abundante en precipitaciones como para haber entregado

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