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BioquimicaYBiologiaMolecularParaCienciasDeLaSalud-525

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otras ocasiones, los antígenos tumorales son glicolípidos de
membrana que, con la transformación, han variado parte 
de su estructura, convirtiéndose en nuevos determinantes
antigénicos. Otros antígenos que se asocian a tumores son
aquellos que sólo se expresan en células en división, como
ocurre en el caso de determinados receptores proteicos.
La respuesta inmunitaria más eficiente del organismo es
la respuesta inmunitaria celular desencadenada mediante la
acción de los linfocitos T. La respuesta inmunitaria humo-
ral parece menos efectiva en la defensa frente al desarrollo
tumoral. En cualquier caso, el desarrollo del tumor implica
que las células tumorales han burlado al sistema inmunita-
ria.
Las células tumorales diseñan estrategias variadas para
evitar la acción del sistema inmunitario en el desarrollo del
tumor. A este proceso se le conoce como escape inmunitario
y entre las maniobras evasivas de las células tumorales se
encuentran las siguientes:
1. Modulación antigénica: en presencia de los anticuer-
pos correspondientes, los antígenos desaparecen de la
superficie celular pasando al interior de la célula o
dejan de expresarse.
2. Liberación de antígenos: los antígenos son secreta-
dos por la célula y, en forma soluble, se unen a los
anticuerpos correspondientes, secuestrándolos y evi-
tando que éstos actúen sobre las células tumorales.
Forman los denominados inmunocomplejos circu-
lantes.
3. Actividad disminuida de las proteínas asociadas con
el transporte de antígenos (TAP-1, TAP-2).
4. Camuflaje: los tumores intentan mimetizar los tejidos
del huésped.
5. Supresión de la respuesta inmunitaria por falta de
producción de anticuerpos, debido a la propia presen-
cia de las células cancerosas y al estado general del
organismo. En este proceso se encuentran implicadas
situaciones de caquexia y malnutrición.
6. Las células tumorales pueden producir inhibidores de
linfocitos y macrófagos, tanto en lo que se refiere a la
respuesta frente a antígenos, como en la diferencia-
ción, maduración y activación de estas células. Un
ejemplo lo constituye el factor beta de crecimiento
tumoral (TGF-β).
7. Enmascaramiento de antígenos: sustancias como la
sialomucina se unen a la superficie de las células
tumorales, enmascaran el antígeno y evitan la adhe-
rencia de, por ejemplo, linfocitos citotóxicos. 
8. Atrapamiento linfocitario: los linfocitos son atrapa-
dos por los ganglios linfáticos en la cercanía de la
zona del tumor.
29.3 ASPECTOS GENÉTICOS DEL CÁNCER
29.3.1 Protooncogenes y oncogenes
Los protooncogenes son genes celulares normales que cuan-
do se modifican o activan hasta oncogenes, originan la pér-
dida de regulación de las vías de crecimiento y diferencia-
ción, y aumentan la posibilidad de transformación neoplásica
(Tabla 29-1). Carcinógenos químicos, físicos, bacterianos o
virales pueden conducir a la activación de estos protoonco-
genes. Las proteínas codificadas por los oncogenes, denomi-
nadas oncoproteínas o proteínas oncogénicas, intervienen
usualmente en mecanismos de señalización que regulan la
proliferación y diferenciación celulares (véase el Cap. 27).
Por convenio, los oncogenes se escriben en cursiva y las pro-
teínas que codifican, con mayúscula sin cursiva; los protoon-
cogenes se escriben como los oncogenes, pero con una «c» y
un guión precediendo al nombre del oncogén. Así, por ejem-
plo, existe el protooncogén c-ras, el oncogén ras y la onco-
proteína ras. A los oncogenes que proceden de virus se les
antepone la letra «v» y un guión, como en el v-ras.
En las células cancerosas se han descrito varios tipos de
mutaciones y modificaciones, y todas ellas pueden llevar, en
principio, a la activación de protooncogenes y su conversión
en oncogenes. Las principales son:
a. Mutación puntual. Se producen sustituciones de ami-
noácidos o el fin prematuro de la traducción. Abunda,
por ejemplo, en la familia de los oncogenes ras, impli-
cados en la leucemia mieloide aguda (K-ras), el mela-
noma (H-ras, N-ras), el carcinoma vesical (N-ras),
etc.
b. Translocación cromosómica. Puede dar lugar a la trans-
locación de genes implicados en el control de la divi-
sión celular. Está relacionada con varios tipos de leuce-
mia y linfomas. Un protooncogén puede quedar bajo el
control de un promotor génico diferente, originando la
sobreexpresión de una proteína. Es el caso del linfoma
de Burkitt. En este tipo de cáncer, el extremo distal del
brazo largo del cromosoma 8 se transloca al cromoso-
ma 2, 14 o 22. Ello determina que c-myc sea controla-
do por genes de inmunoglobulinas y que se sobreex-
prese; y puesto que Myc controla otros genes en el
crecimiento celular, da lugar a que se produzca un cre-
cimiento incontrolado de linfocitos. En otros casos,
como en la leucemia mieloide crónica, en la que está
implicado el llamado cromosoma Filadelfia (cromo-
soma 22 acortado por translocación con parte del 9),
se produce la fusión de dos genes que da lugar a una
proteína híbrida oncogénica. En el cromosoma
Filadelfia, el resultado es una proteína originada por la
fusión del gen c-abl y el c-bcr.
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29 Capitulo 29 8/4/05 12:14 Página 506
	BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (...)
	CONTENIDO
	PARTE II: BIOLOGÍA Y PATOLOGÍA MOLECULAR
	SECCIÓN VI BIOLOGÍA MOLECULAR Y CELULAR
	29 CÁNCER. ASPECTOS MOLECULARES
	29.3 ASPECTOS GENÉTICOS DEL CÁNCER
	29.3.1 Protooncogenes y oncogenes

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