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Biologia de los microorganismos (1263)

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764 P A T O G E N I C I D A D E I N M U N O L O G Í A
Los seres humanos poseen una extensa población de microor-
ganismos que incluyen grandes números de bacterias y hongos 
distribuidos en la piel y en las membranas mucosas que recu-
bren la boca, el intestino y el aparato genitourinario. Aunque el 
cuerpo humano se compone de alrededor de 1013 células, este 
número es unas diez veces menor que el de los microorganis-
mos que viven sobre él o en su interior, y que le resultan bene-
ficiosos o incluso necesarios para mantener una buena salud.
Los microorganismos llamados patógenos pueden invadir, 
infectar y dañar el cuerpo humano empleando estructuras de 
fijación, factores de crecimiento, enzimas y toxinas para acce-
der y dañar los tejidos. Comenzaremos el estudio de estas inte-
racciones por el de los microorganismos que se encuentran 
normalmente en el cuerpo humano. A continuación seleccio-
naremos algunos patógenos y revisaremos algunas de sus estra-
tegias de patogenicidad. Finalmente, concluiremos con una 
introducción a los mecanismos de defensa inespecíficos que 
utiliza nuestro cuerpo para reducir o destruir la mayoría de los 
patógenos.
I Interacciones normales entre humanos y microorganismos
Durante las actividades diarias habituales, el cuerpo humanose encuentra en constante exposición a los microorganis-
mos del ambiente. Cientos de especies e innumerables células 
microbianas individuales crecen sobre el cuerpo humano sano 
o en su interior. En conjunto, la suma total de tales microorga-
nismos es lo que denominamos microbioma humano.
23.1 Interacciones beneficiosas entre 
humanos y microorganismos
La microbiota normal ha desarrollado una relación simbió-
tica con los mamíferos. Los microorganismos contribuyen a la 
salud y bienestar de su hospedador tanto aportando produc-
tos microbianos beneficiosos como inhibiendo el crecimiento 
de microorganismos peligrosos. A su vez, el hospedador ofrece 
diferentes microambientes que sustentan el crecimiento micro-
biano. Esta microbiota normal comienza su existencia en el hos-
pedador en el momento del nacimiento.
Colonización 
Los mamíferos se desarrollan en el útero, un ambiente estéril, 
sin ninguna exposición a los microorganismos. La coloniza-
ción, es decir, el crecimiento de un microorganismo después 
de alcanzar los tejidos del hospedador, comienza durante el 
parto, cuando el cuerpo del mamífero es expuesto por vez pri-
mera a los microorganismos. La superficie de la piel es colo-
nizada rápidamente por muchas especies. Del mismo modo, 
las membranas mucosas de la cavidad bucal y del tubo diges-
tivo adquieren rápidamente microorganismos a través de la 
alimentación y de la exposición al cuerpo de la madre, que, 
junto con otras fuentes ambientales, inicia la colonización de 
la piel, la cavidad bucal, las vías respiratorias altas y el tubo 
digestivo (Figura 23.1).
Diferentes poblaciones de microorganismos colonizan a los 
individuos de diferentes localidades y en tiempos diferentes. 
Además, la microbiota normal es muy diversa y puede diferir 
significativamente entre personas, incluso dentro de una misma 
población humana. A medida que avancemos, señalaremos los 
patrones de colonización de determinados grupos de microor-
ganismos que habitan en nichos específicos, debido presumi-
blemente a su capacidad para acceder al soporte nutricional y 
metabólico en sitios concretos del cuerpo.
Los mamíferos son una buena fuente de nutrientes orgá-
nicos y factores de crecimiento para las bacterias y, además, 
proporcionan condiciones de pH estable, así como una pre-
sión osmótica y temperatura favorables para el crecimiento 
de microorganismos. Sin embargo, el cuerpo de los mamífe-
ros no ofrece un ambiente uniforme. Cada zona del cuerpo, 
como la piel, las vías respiratorias y el tubo digestivo, difiere 
química y f ísicamente de las demás, creando así ambientes 
selectivos que propician el crecimiento de ciertos microor-
ganismos e impiden el de otros. Por tanto, cada uno de esos 
ambientes sustenta el crecimiento de una microbiota diversa 
y exclusiva de aquella zona. Por ejemplo, mientras que la piel 
es un ambiente relativamente seco que favorece el crecimiento 
de especies resistentes a la deshidratación, como estafilococos 
y estreptococos grampositivos ( Secciones 15.6 y 15.7), el 
ambiente anóxico del intestino grueso es propio de bacterias 
anaerobias estrictas, como los miembros del género Bacteroi-
des ( Sección 15.13).
La Tabla  23.1 muestra algunos de los principales tipos de 
microorganismos que se encuentran normalmente asociados 
con diversas superficies corporales en el ser humano. La micro-
biota normal no coloniza los órganos internos, la sangre, la linfa, 
o el sistema nervioso, por lo que el crecimiento de microorga-
nismos en estos ambientes normalmente estériles es indicio de
una enfermedad infecciosa grave.
Sitios de colonización
La colonización comienza normalmente en las membranas
mucosas (Figura 23.1). Estas están formadas por células epi-
teliales muy apretadas que están en contacto con el medio 
externo. Se encuentran en todo el cuerpo, revistiendo el apa-
rato genitourinario, las vías respiratorias y el tubo digestivo. 
Las células epiteliales de las membranas mucosas produ-
cen moco (o mucosidad), una secreción líquida espesa que 
Células
microbianas
Células
epiteliales
(a) (b) (c)
Moco Colonización
Figura 23.1 Interacciones bacterianas con membranas mucosas. 
(a) Asociación débil. (b) Adhesión. (c) Colonización. 
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