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766 P A T O G E N I C I D A D E I N M U N O L O G Í A Microambiente bucal La saliva contiene nutrientes microbianos, pero no es por sí misma un buen medio de crecimiento debido a que los nutrientes están en baja concentración y a que contiene sutancias antebacte- rianas. Especialmente, contiene lisozima, una enzima que rompe los enlaces glicosídicos del peptidoglicano de la pared celular bac- teriana, lo que la debilita y causa la lisis celular ( Sección 2.10). Otra enzima, la lactoperoxidasa, que se encuentra en la leche además de en la saliva, mata las bacterias mediante una reac- ción que genera oxígeno singlete ( Sección 5.16). A pesar de la actividad de estas sustancias antibacterianas, las partículas de alimentos y los residuos celulares proporcionan altas concentra- ciones de nutrientes cerca de la superficie de dientes y encías, creando unas condiciones que favorecen un intenso crecimiento microbiano local, el daño tisular, y el desarrollo de enfermedades. El diente está compuesto por una matriz mineral de crista- les de fosfato de calcio (el esmalte) que rodea el tejido vivo del diente (la dentina y la pulpa) (Figura 23.3). Las bacterias que se encuentran en la boca durante el primer año de vida (cuando aún no hay dientes) son predominantemente anaerobias aeroto- lerantes, como estreptococos y lactobacilos, además de algunos aerobios. Cuando aparecen los dientes, las superficies recién creadas son rápidamente colonizadas por anaerobios adapta- dos específicamente a la formación de biopelículas (o biofilms) en estas superficies y en las grietas gingivales (Figura 23.4). Microbiota bucal Los análisis metagenómicos de la microbiota bucal humana mues- tran una comunidad microbiana compleja. Las muestras de una serie de individuos que han sido estudiadas reflejan la presencia de más de 600 taxones (Tabla 23.2). La mayoría de estos microor- ganismos tienen algún tipo de metabolismo aeróbico facultativo, pero algunos, como los Bacteroidetes, son anaerobios estrictos y otros tienen algún tipo de metabolismo aeróbico, como los géne- ros Neisseria, Acinetobacter y Moraxella, del filo Proteobacteria. géneros diferentes, pero más del 60 % de las secuencias per- tenecían a las Corynebacteria (Actinobacteria), Propionibac- teria (Actinobacteria) y al género Staphylococcus (Firmicutes) (Figura 23.2b). Cada microambiente mostró una microbiota exclusiva. Mientras que la mayoría de los sitios húmedos esta- ban dominados por corinebacterias y estafilococos, los sitios más secos lo estaban por una población mixta dominada por las Betaproteobacteria, corinebacterias y Flavobacteriales. En las zonas sebáceas predominaban las propionibacterias y los esta- filococos (Figura 23.2b). El análisis de estos datos proporciona una visión general de la microbiota humana normal, pero los individuos estudiados mos- traron variaciones en los patrones de colonización, lo que significa que no hay un solo patrón de microbiota, aunque puede prede- cirse el grupo de microorganismos que es probable que consti- tuya la microbiota normal de un individuo determinado. Además, como ocurre en el caso del microbioma del intestino ( Sección 22.8), los análisis metagenómicos no pueden definir el número total de microorganismos presentes, sino que solo pueden esti- mar el número de especies. Por tanto, este tipo de análisis ofrece estimaciones de la diversidad, pero no de la abundancia. En la piel también hay microorganismos eucariotas. El artí- culo de apertura de este capítulo (página 763) destaca los estu- dios del microbioma que definieron los géneros y la ubicación de los hongos más habituales. Las especies de Malassezia son los hongos que más comúnmente se encuentran en la piel, y al menos cinco especies diferentes de esta levadura se encuentran normalmente en individuos sanos. En ausencia de resistencia por parte del hospedador, como ocurre en pacientes con VIH/ sida o con los que tienen la microbiota normal alterada por un tratamiento, Candida y otros hongos también pueden coloni- zar la piel y causar infecciones graves. Algunos factores ambientales, y también otros propios del hospedador, influyen en la composición de la microbiota nor- mal de la piel. Por ejemplo, el tiempo atmosférico puede causar una subida de la temperatura de la piel y de su humedad, lo que aumenta la densidad de su microbiota. La edad del hospedador también influye: los niños pequeños presentan una microbiota más variada que los adultos y con un mayor número de bac- terias gramnegativas potencialmente patógenas. Igualmente, la higiene personal influye sobre la microbiota residente: las personas con mala higiene suelen presentar una mayor densi- dad de poblaciones microbianas en la piel. Por último, muchos microorganismos que podrían colonizar la piel no sobreviven allí simplemente debido al bajo contenido de humedad y al pH ácido de la misma. MINIRREVISIÓN Compare las poblaciones de microorganismos de los tres principales microambientes de la piel. Describa las propiedades de los microorganismos que crecen bien en la piel. 23.3 Microbiota de la cavidad bucal La cavidad bucal es un hábitat microbiano complejo y heterogé- neo. En ella existen varios microambientes diferentes que pue- den sustentar una amplia diversidad microbiana. Figura 23.3 Sección transversal de un diente. El diagrama muestra la arquitectura del diente y los tejidos circundantes que lo anclan a la encía. Esmalte Dentina Surco gingival Encía Pulpa Hueso alveolar Membrana periodontal Médula ósea Corona Raíz https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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