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780 P A T O G E N I C I D A D E I N M U N O L O G Í A unión del difosfato de adenosina (ADP) ribosa del NAD+. Tras la ribosilación del ADP, la actividad del EF-2 disminuye drásti- camente y la síntesis de proteínas se detiene. La toxina de la difteria no está codificada por genes pro- pios de la bacteria, sino por un gen vírico llamado tox, que se encuentra en el genoma del bacteriófago lisogénico �. (Los fagos lisogénicos son aquellos cuyo genoma se ha integrado en el cromosoma de su hospedador; Sección 8.8.) Las cepas hospedador. Las leucocidinas (Tabla 23.5) lisan los leucocitos y pueden disminuir la respuesta inmunitaria del hospedador. La toxina � estafilocócica (Figura 23.19 y Tabla 23.5) mata las células con nucleo y provoca la lisis de los eritrocitos. Las subunidades de esta última toxina se unen primero a la bicapa de fosfolípi- dos y, a continuación, se oligomerizan en heptámeros no líticos, que ahora están asociados a la membrana. Después, cada heptá- mero sufre cambios conformacionales que dan lugar a un poro en la membrana. Este poro permite la entrada de material extra- celular y la liberación del contenido citoplasmático de la célula, lo que acaba matándola (Figura 23.19). Toxina diftérica La toxina de la difteria, producida por Corynebacterium diphtheriae, es una toxina AB y un importante factor de virulen- cia del patógeno ( Sección 29.3). Esta toxina inhibe la síntesis de proteínas en las células eucariotas. Aunque algunos anima- les, como las ratas y los ratones, son relativamente resistentes a la toxina diftérica, los humanos y muchos otros animales son muy susceptibles, hasta el punto de que una sola molécula de esta toxina es suficiente para matar una célula. La toxina de la difteria es secretada por C. diphtheriae en forma de polipéptido. Uno de sus componentes, la subunidad B, se une específicamente a una proteína de las células eucario- tas del hospedador, el llamado factor de crecimiento epidérmico de unión a heparina (Figura 23.20). Después de la unión, una esci- sión proteolítica separa la subunidad B del resto de la proteína, la subunidad A, permitiendo la entrada de la segunda a través de la membrana citoplasmática. Una vez dentro, la subunidad A detiene la síntesis de proteínas al bloquear la transferencia de un aminoácido desde el tRNA a las cadenas de polipéptido que se están formando. Específicamente, la toxina de la difteria inactiva el factor de elongación 2 (EF-2), una proteína que inter- viene en la formación de la cadena de polipéptido catalizando la Figura 23.19 Toxina A estafilocócica. La toxina � estafilocócica es una citotoxina formadora de poros producida por las células de Staphylococcus. Esta toxina es liberada en forma de monómeros, siete subunidades idénticas de proteína, que se oligomerizan en la membrana citoplasmática de las células diana donde el oligómero forma un poro por donde se escapa el contenido celular. En los hematíes, la toxina produce hemolisis, lo que muestra claramente la lisis celular. La imagen en miniatura de la parte superior izquierda muestra la estructura de la toxina � mirando hacia abajo a través del poro. Cada una de las siete subunidades se muestra en un color diferente. Membrana citoplasmática Flujo hacia el interior de componentes extracelulares Flujo hacia el exterior de componentes citoplasmáticos Poro de toxina α R C S B P D B 3 A N Z Interior Exterior A A A BA B EF-2 EF-2* Interior Exterior Aminoácido Ribosoma (b) Paralización de la síntesis proteica tRN A (a) Síntesis de proteínas normal EF- 2 tRN A Membrana citoplasmática EF-2 * A T A T G G Proteína receptora Toxina diftérica Figura 23.20 Actividad de la toxina diftérica. La toxina de la difteria es una toxina de tipo AB producida por Corynebacterium diphtheriae. (a) En las células eucariotas, el factor de elongación 2 (EF-2) se une al ribosoma y facilita la fijación del aminoacil- tRNA al ribosoma, ocasionando la elongación de la proteína. (b) La toxina de la difteria se une a la membrana citoplasmática por medio de su subunidad B. La escisión de la toxina permite a la subunidad A entrar en la célula, donde cataliza la ADP-ribosilación del factor de elongación 2 (EF-2 S EF-2*). El factor de elongación modificado ya no puede unirse al ribosoma, lo que detiene la síntesis de proteínas y causa la muerte celular. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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