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1 Cultivos Protegidos HORT-CP-003 Octubre de 2016 EL CULTIVO DE TOMATE (Lycopersicon esculentum L. Mill) BAJO CUBIERTAS PLASTICAS Por E. Zamora INTRODUCCION En Sonora, México el cultivo de tomate (Lycopersicon esculentum L. Mill.) bajo invernadero ha sido producido para el mercado de exportación desde hace mas de dos décadas. En el norte del Estado se estima que están establecidas más de 100 hectáreas de tomate bajo invernaderos produciendo en la mayor parte del año [11]. Las regiones donde se tienen antecedentes de tomate como cultivo protegido se localizan en los municipios Magdalena de Kino, Ímuris, Nogales (Cíbuta) y en la Región de Caborca. Estos municipios están ubicados en regiones desérticas y semidesérticas con climas calurosos y secos durante el verano hasta templado a frio durante el invierno con una precipitación anual menor a 450 mm. En otras regiones de Sonora como Costa de Hermosillo y los Valles de Guaymas, Yaqui y Mayo se ha establecido generalmente el cultivo de tomate en piso bajo invernaderos y casas sombra (Figura 1). Figura 1. Vista parcial de un cultivo de tomate bajo casa sombra en el Valle de Guaymas-Empalme, situado en una área semidesértica en Sonora, México. México produce tomate casi todo el año y al menos en 14 Estados con clima un tanto diverso se produce bajo el esquema de cultivo protegido [11]. Los Estados productores que se destacan son Sinaloa, Baja California, Sonora y las regiones norte y centro del país (Figura 2) [11]. El cultivo de tomate bajo invernadero o casa sombra exige una constante y extensa laboriosidad en el manejo, aun más de lo que se requiere para otros cultivos [17]. En México, el tomate se produce tanto bajo invernaderos de alta y mediana tecnología como en casas sombra [25]. Figura 2. Estados productores de tomate bajo invernaderos y casas sombra en México. Fuente: Greenhouse Tomatoes Changes the Dynamics of the North American Fresh Tomato Industry. Roberta Cook y Linda Calvin. USDA, 2005. GENERALIDADES DEL CULTIVO Las plantas de tomate para invernaderos son de hábito de crecimiento indeterminado pero dependiendo del tipo de estructura a cubrir pudieran ser consideradas plantas 2 de tomate del tipo determinado [24]. Según el tipo de frutos de tomate producidos bajo invernaderos para mercado en fresco pudieran ser, tomate gordo o bola (beefsteak), saladette y cherry (Figura 3). (A) (B) (C) Figura 3. Tipos de frutos de tomate más comunes producidos bajo invernaderos. Detalle A, tomate beefsteak, detalle B tomate saladette y detalle C, tomate cherry. TEMPERATURA Y HUMEDAD RELATIVA El tomate bajo invernadero requiere de un rango óptimo de temperatura diurna de 21 a 28 °C (70 a 82 °F) mientras que las temperaturas nocturnas debieran estar entre 17 y 18 °C (62 y 64 °F) [21, 30 y 37]. Alto rendimiento y calidad son obtenidos cuando el cultivo de tomate se desarrolla bajo un rango de temperatura diurna de 27 a 29 ºC (80 a 85 ºF) y durante las noches de 17 a 22 ºC (62 a 72 ºF) [17]. Durante la floración, temperaturas nocturnas debieran mantenerse entre 16 y 18 °C (60 y 64 °F) mientras que las diurnas entre 18 y 30 °C (65 y 86 °F) [26]. En temperaturas abajo de 14 °C (58 °F) se pudieran presentar problemas de absorción de nutrientes como es el caso del fosforo al tornarse las hojas de un color purpura como señal de deficiencia [37]. Por otro lado, se deberán evitar temperaturas arriba de 32 °C (90 °F) si es posible ya que afectan el crecimiento de raíces [4 y 37]. A temperatura de 30 °C (86 °F) el licopeno (pigmento que hace que los tomates sean rojos) no desarrolla en gran medida [17 y 37]. Para el cultivo de tomate, una humedad relativa acercándose a lo ideal está en el rango de 65 a 75 % durante la noche y de 80 a 90% durante el día [15, 21, y 37]. Para reducir la alta humedad en el interior del invernadero o casa sombra, una buena ventilación pudiera ser necesaria para reducir la presencia de enfermedades en las plantas [21, 26 y 37]. Cuando la humedad relativa se eleva por arriba del 90% en periodos largos, la incidencia de enfermedades en las plantas son muy altas [33]. ENFRIAMIENTO Y CALEFACCION Debido a las condiciones cálidas en el interior del invernadero o casa sombra, generadas por el calor extremo del desierto Sonorense, el cultivo de tomate debiera ser ventilado en las horas criticas del día ya sea en forma pasiva o utilizando abanicos y extractores que ayuden a circular y cambiar el aire con el propósito de mantener las temperaturas abajo de 32 ºC (90 ºF) [17]. Con el objetivo de enfriar el interior de las naves de invernaderos se emplean varios sistemas disponibles actualmente en el mercado. Ventilación y enfriamiento, ventilación natural (ventilación pasiva), ventilación mecanizada y el enfriamiento evaporativo son algunas alternativas para enfriar el interior de los invernaderos [14]. En las áreas desérticas de Sonora con veranos largos calurosos y secos, un sistema de neblina (foggers) (Figura 4) pudiera ser de gran ayuda como un medio de enfriamiento dentro de las naves de casas sombra o invernaderos durante parte del verano [21]. Figura 4. Un aspersor fogger instalado en un invernadero (Costa de Hermosillo, México). En el norte y noroeste del Estado de Sonora, para la calefacción de los invernaderos es empleado equipo que requiere una fuente de energía para calentar el aire dentro de los mismos. Existen dos tipos de calefacción basados en: aire caliente y vapor de agua. Cada uno de ellos tiene características propias como los equipos que los componen y la forma de distribución del calor en el interior de las naves [14]. El sistema de calefacción que mayormente se emplea en invernaderos ubicados en la parte norte de Sonora es el de vapor de agua distribuido en tuberías situadas en la periferia interior de las naves. Este sistema requiere energía proveniente de enormes calderas. VENTILACION El objetivo de la ventilación en las naves de invernadero es reducir la humedad relativa del interior [33]. En invernaderos ubicados en áreas desérticas, la acumulación de aire caliente en el interior de las naves, sobre todo en días calurosos del verano y algunos días del invierno, es más frecuente. Esto, en combinación con altas densidades de plantas por metro cuadrado, que al transpirar causan que la humedad relativa dentro de las naves se eleve, 3 hace necesario la renovación del aire dentro de las mismas. Existen dos modalidades en los sistemas de ventilación: ventilación mecanizada y ventilación pasiva. La primera requiere una serie de dispositivos y de equipo adecuado como ventiladores y extractores que ayudan a mover el aire húmedo hacia afuera y la segunda requiere el levantar manualmente las coberturas laterales y los frentes de las naves permitiendo así introducir aire seco al interior reemplazando de esta manera la humedad del interior proporcionando a las plantas un clima confortable para su desarrollo. Además, mantener una buena ventilación dentro de los invernaderos reduce la incidencia de enfermedades y daños por cocimiento de frutos [17 y 33]. FERTILIZACION CARBONICA La mayoría de los cultivos reaccionan bien cuando se aplican de 310 a 1000 ppm de CO2 a la atmosfera bajo invernaderos [6 y 29] y las concentraciones óptimas caen en un rango de 700 a 1000 ppm (Romero-Aranda et al 1995, Tremblay y Gosselin 1998) [1]. En general una inyección de CO2 a la atmósfera de los invernaderos ha sidobenéfico para el desarrollo y vigor de las plantas aunado a un incremento en el rendimiento [6 y 29]. En el cultivo de tomate, al inyectar CO2 a la atmosfera pudiera incrementar la producción entre 20 y 30% acelerando además la floración y fructificación al menos 10 días [21]. Dosis a un rango de 800 a 1000 ppm es recomendado para acelerar las plántulas de tomate [6]. Concentraciones de 350 a 1000 ppm o más de CO2 en la atmosfera del invernadero han arrojado buenos resultados en incremento de producción [16 y 17]. SUELO y pH Si el cultivo de tomate se establece en piso (suelo) de preferencia debiera ser en suelos francos-ligeros profundos y con buen drenaje [13]. La mayoría de las hortalizas producidas bajo invernaderos por lo general se desarrollan bien en suelos con pH de 5.0 a 7.5 [13, 15, 21, 30 y 37]. Pero son aceptados como pH óptimos de 6.0 a 6.5 en suelos minerales y de 5.0 a 5.5 en suelos orgánicos [30]. En general, una buena disponibilidad de nutrientes se encuentra en el rango de 5.6 y 6.3 [15]. Pero el rango optimo del pH en la solución de nutrientes oscila entre 5.6 a 5.8 [37] mientras que el intervalo de pH deseable para el cultivo de tomate está entre 5 y 7 [21]. Si el pH es demasiado alto, debido a la alcalinidad del agua, habrá que agregar pequeñas cantidades de acido para bajar el nivel al rango adecuado. Para esta corrección de pH, pueden ser utilizados los ácidos sulfúrico H2SO4, nítrico HNO3, ó fosfórico H3PO4 [37]. Es recomendable utilizar un medidor de bolsillo para pH y así chequear diariamente el rango de pH en el agua de riego [1 y 37]. RESPUESTA A LA SALINIDAD Las plantas de tomate son consideradas moderadamente sensibles a la salinidad debido a que el promedio del umbral es de 2.3 dS/m. Pero en suelos arenosos se pueden desarrollar bajo una conductividad eléctrica (Ce) de 3.5 dS/m, en suelos francos de 2.0 y en suelos pesados de 1.2 dS/m respectivamente [35]. Valores de conductividad eléctrica entre 1.5 y 2.5 dS/m pudieran considerarse aceptables para un cultivo maduro de tomate [15]. El riego con agua salobre reduce los rendimientos en tomate al producir frutos más pequeños y en menor número, pero se incrementan los grados brix, acido nítrico y el contenido de materia orgánica en los frutos cuando se aplica correctamente el fosforo en fertirriego [30]. ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO Por lo económico, para muchos productores es más fácil establecer el cultivo de tomate directamente en el suelo ya sea en plano o en camas meloneras dentro de las naves de invernaderos procurando seleccionar un suelo fértil, con buen drenaje y que esté bien nivelado [4, 22 y 24]. Antes de establecer el cultivo en el piso, es recomendable considerar algunas prácticas agronómicas como preparación del suelo [10] así como todo tipo de análisis referente a la calidad del agua, niveles de fertilidad del suelo incluyendo un análisis para nematodos. Siembra y Trasplante.- la siembra de tomate generalmente se realiza bajo invernadero en charolas de poliestireno (hielo seco) para formar los almácigos, colocando una semilla por celda o en camas calientes [10]. Las plantas se desarrollan en semillero por 20 ó 30 días. Después, pudieran ser trasplantadas directamente en el suelo, bolsas de polietileno, cubetas o lana de roca en el jugar definitivo hasta cosecha si se produce el tomate como cultivo sin suelo [4 y 10]. Si las plántulas se desarrollan en la misma nave con plantas maduras, es probable que tanto insectos como mosquita blanca, minadores, etc. además, de enfermedades contaminen al nuevo cultivo. TRATAMIENTO PREVIO A LAS PLANTULAS Es necesario contemplar en pre trasplante un tratamiento preventivo de las plántulas contra enfermedades del suelo. Los tratamientos pudieran variar ya sea si se trata de una producción convencional o una producción orgánica. Si se trata de una producción convencional de tomate, las plántulas pudieran ser tratadas usando una mezcla de Propamocarb y Carbendazim sumergiendo el 4 cepellón en la solución hasta asegurarse que las raíces queden bien bañadas. Pudiera ser incluido a este tratamiento un producto enraizador que ayude a desarrollar mejor su sistema radicular. Por otro lado, si se trata de una producción orgánica, la utilización de trichoderma Trichoderma herzianum, un hongo benéfico en combinación con Bacillus subtilis o algún otro material biológico comercial para bañar las raíces pudiera ser utilizado antes de trasplantar. Una vez trasplantado, la aplicación de la solución pudiera ser a través del sistema de riego. Estos hongos benéficos actúan como antagónicos contra algunos hongos fito-patógenos del suelo propios de la región y además actúan como reguladores de crecimiento ayudando a un mejor desarrollo de las plantas. MARCO DE PLANTACION Como cultivo en piso.- En tomate cultivado directamente en el suelo bajo invernaderos, como se produce por lo general en el las áreas costeras de Sonora, se pudieran utilizar distanciamientos de 30 a 40 cm entre plantas a doble hilera con una separación de 0.80 m entre hileras dejando un espacio de 1.8 m con el propósito de realizar labores de cultivo. Una población de 20,000 mil plantas por hectárea pudiera considerarse como aceptable [22 y 37]. PODA Y ENTUTORADO DE LA PLANTA El cultivo de tomate bajo invernaderos requiere de una constante labor durante su desarrollo y periodo de producción [17]. Las plantas de tomate son comúnmente entutoradas a un solo tallo [22]. Las plantas se podan a un solo tallo removiendo regularmente los brotes laterales, comúnmente referidos como "chupones" y el entutorado de las plantas (Figura 5) se inicia en un periodo no mayor a las dos semanas después del trasplante y el comienzo de la poda cuando aparezca el primer racimo de flores [10, 12, 22 y 37]. (A) (B) Figura 5. Una hilera parcial de plántulas de tomate recién trasplantadas en suelo bajo una casa sombra (A) y (B) Planta de tomate tutorada con un cordón a un tallo al inicio de su desarrollo. Un brote se formará justo entre el pecíolo de la hoja y el tallo [12]. La remoción de los brotes o chupones deberá realizarse una vez por semana (Figuras 6 y 7) cuando estos midan 2.54 cm (1 pulgada) de largo para mantenerlos bajo control [24 y 37]. (A) (B) Figura 6. Cortando un brote (A) y señalamiento de un punto donde estaba el brote (B). Figura 7. Las plantas de tomate bajo invernadero requieren una constante labor desde el desbrote de plantas jóvenes hasta el inicio y final del periodo de cosecha. Si los brotes no se eliminan se obtendrá una gran cantidad de frutos pequeños y de baja calidad, es mejor tener un tallo productivo y así se podrán producir frutos más grandes, más uniformes y de alta calidad [37]. Cuando se poda la planta a un tallo, se enrolla alrededor de ella un cordón o rafia (Figura 8). Se deberá amarrar la rafia en espiral y que quede floja o sujetar la parte basal de cada planta; pasarlo sobre el alambre y después amarrarlo al mismo alambre con un nudo corredizo [22]. Figura 8. Un dibujo ilustrando plantas de tomate tutoradas a un tallo. 5 Al tutorear una planta de tomate, siempre se deberá de enrollar en la misma dirección -- si se empieza en la dirección de las manecillas del reloj, hay que continuar en la misma dirección, de otra manera, al alcanzar un determinado peso de frutos, pudiera hendir (rajar) la rafiay trozarla [37]. Algunos productores prefieren utilizar clips de plástico para asegurar la planta a la rafia. En algunas ocasiones se utiliza la poda y tutorado de la planta a dos tallos como se muestra en la Figura 9. Figura 9. Ilustración, planta de tomate podada y tutorada a dos tallos en “V”. Se deberá diseñar un sistema de soporte con alambres corriendo horizontalmente por encima de cada una de las hileras de plantas [22 y 37] y a una altura de 2.14 m (7 ft) del nivel del suelo, cortando la rafia o cordón a 4.3 m (14 pies) de largo así habrá suficiente holgura que permita a la planta apoyarse y extenderse cuando alcance la altura de los alambres [17 y 37] (Figura 10). (A) (B) Figura 10. Plantas jóvenes de tomate recién tutoradas bajo invernadero y establecidas en el suelo (A) y (B) plantas tutoradas a un tallo en pleno desarrollo (Costa de Hermosillo). RIEGOS Y FERTILIZACION Una abundante cantidad y calidad de agua es el primer paso para producir cosechas de alta calidad bajo invernaderos [7] En invernaderos, se requieren riegos automatizados usando dispositivos eléctricos como relojes o controles electrónicos [37 y 39]. Una hectárea de tomate pudiera llegar a ocupar más de 12,000 m³ de agua [36]. El volumen de agua varía de acuerdo a la temporada y tamaño de la planta. En un cultivo recién trasplantado se pudiera aplicar solamente 64 ml (2 onzas fluidas) de agua por día y por planta aproximadamente. En ciertas regiones con días soleados, las plantas maduras pudieran necesitar hasta 2.7 litros o (3/4 de galón) por planta por día. Por lo general, 2 litros (1/2 galón) de agua por planta por día son adecuados para plantas con un casi o completo crecimiento. Es recomendable monitorear las plantas con frecuencia, especialmente durante las dos primeras semanas seguidas al trasplante, para que el volumen de agua pueda ser incrementado cuando se necesite. El agua deberá ser aportada a cada planta utilizando tubines (spaguetii) de 3 mm los cuales acarrean el agua de las líneas principales a la base de la planta [37]. El cultivo de tomate requiere una constante atención en los programas de fertilización [17]. La clave para obtener éxito en un programa nutricional incluye lo siguiente: 1). Utilizar fertilizantes fabricados específicamente para tomates bajo invernaderos, 2). Que tanto de cada elemento del fertilizante es necesario, 3). Que tanto está siendo aplicado, 4). Chequear los niveles de pH y conductividad eléctrica, 5). Observar los signos que las plantas que pudieran presentarse como deficiencias o tener un exceso de un nutriente (para mayor detalles consultar el folleto Algunas Deficiencias Nutricionales en Cultivos Protegidos HORT/CP-001-2016) y 6). Monitorear el estatus de nutrientes en las plantas tomando periódicamente muestras para análisis foliares [37]. Regularmente, las partes por millón (ppm) es la unidad utilizada para medir la concentración de nitrógeno, o cualquier otro nutriente específico en la solución [17 y 37]. Estas unidades están generalmente dentro del rango de 50 a 300 ppm de nitrógeno. En el Cuadro 1 se observan las cantidades en ppm a utilizar de nitrógeno en el cultivo de tomate de acuerdo a su estado de desarrollo [37]. Cuadro 1. Guía general - cantidad de nitrógeno a utilizar en plantas de tomate [37]. Nitrógeno TSS* CE** Estado de crecimiento (ppm) (ppm) (mmhos) Desde germinación 50 450-550 0.6 a la 1ª hoja verdadera totalmente extendida. 1a hoja verdadera a la 3ª 50-75 550-600 0.6-0.7 hoja totalmente extendida. 3a hoja al trasplante. 75-100 600-800 0.7-0.9 Desde trasplante al 2o 100-125 800-1100 0.9-1.8 amarre de racimo. 2o racimo en adelante. 125-200 1100-1600 1.8-2.2 * Total de sólidos solubles. ** Conductividad Eléctrica. 6 FERTILIZANTES COMERCIALES La elección de un fertilizante comercial depende del productor. Sin embargo, de preferencia deberán ser fertilizantes grado invernadero los cuales son altamente solubles en agua. Para un fácil manejo de referencia, el Cuadro 2 muestra la cantidad de cada elemento en algunos fertilizantes [37]. Cuadro 2. Fertilizantes utilizados en fertigación del cultivo de tomate bajo invernaderos [37]. Fertilizante Composición porcentual (Elementos) Nitrato de calcio 15.50 % de N, 19% de Ca Nitrato de potasio 13.75 % de N, 44.5% de K2O Nitrato de amonio 34 % de N Urea 46 % de N Ácido fosfórico 75 % de P2O5 (el % puede variar) Sulfato de magnesio 9.7 % Mg (el mismo como sal epsom) Sulfato de potasio 50 % K2O Sulfato de amonio 21 % de N, 24 % de S Cloruro de potasio 60 % K2O (como potasa muriática) Fosfato monoamónico (MAP) 12 % de N, 61 % P2O5 Fosfato diamónico (DAP) 16 % de N, 48 % de P2O5 Fosfato monopotásico (MKP) 52 % de P2O5, 34 % de K2O Cloruro de calcio 36 % de Ca ANALISIS FOLIARES Es aconsejable realizar un muestreo foliar periódicamente para determinar si las plantas están recibiendo el mejor nivel de nutrientes [18]. El análisis foliar puede ser utilizado para observar problemas en plantas que aparenten estar enfermas o con un déficit en los niveles de nutrientes [18 y 37]. Las razones para realizar el monitoreo foliar son para que puedan ser referidos como diagnósticos de problemas que pudiesen ocurrir [39]. Es muy importante tomar las muestras de hojas del lugar correcto en las plantas para conseguir resultados reales [18]. Remover una hoja de cada planta, colectando de 6 a 8 hojas por muestra. Seleccionar la hoja para ésta muestra que se encuentra justo arriba del fruto de 2 pulgadas de diámetro (cerca del tamaño de una pelota de golf) [18 y 37]. Si se toman las hojas más altas ó más bajas en la planta se tendrán serios efectos en el nivel de nutrientes que se mostraran en el reporte, especialmente para nitrógeno y otros elementos altamente móviles [37]. Cuadro 3. Niveles de nutrientes recomendados en tejidos de hoja de tomate [37]. Macro elementos Micro elementos N 4.0-5.5 % Fe 100 - 250 ppm P 0.3-1.0 % Zn 30 - 150 ppm K 4.0-7.0 % Mn 40 - 300 ppm Ca 1.0-5.0 % Cu 5 - 25 ppm Mg 0.4-1.5 % B 35 - 100 ppm Mo 0.15 - 5.0 ppm Cuadro 4. Rangos de N (NO3) y K recomendados en peciolos frescos de hojas de tomate bajo invernadero [18]. Concentración en ppm Estado de crecimiento (NO3) (K) Del trasplante al 2º 1000 – 1200 4500 – 5000 racimo de frutos. Del 2º racimo al 5º 800 – 1000 4000 – 5000 racimo de frutos. En la temporada de cosecha 700 – 900 3500 – 4000 POLINIZACIONY CUAJADO DEL FRUTO Las flores de tomate son auto polinizadas [17]. Una deficiente polinización causará aborto de flores y/o frutos de menor tamaño, fofos y deformes [32]. La polinización pudiera no realizarse debido a factores como: temperatura y humedad relativa extremas, sequía, deficiencia y toxicidad de nutrientes, etc. En el cultivo de tomate la temperatura óptima para la polinización está en el rango de 21 a 28 °C (70 a 82 °F) y la humedad relativa óptima está entre 50 y 70% [32], por arriba del 80% los granos de polen se pegan entre ellos y no se dispersan adecuadamente [21 y 37]. Por otro lado, humedad relativa menor al 60% por períodos prolongados provoca que se seque el estigma evitando que los granos de polen no se peguen al mismo [37]. En condiciones ideales, la fertilización del ovario ocurre en 48 horas después de la polinización [37]. En el interior del invernadero, el viento no sacude suficientemente las plantas en floración para acarrear y distribuir el polen a la mayoría de las flores, los productores debieran considerar la utilización de un polinizador o vibrador eléctrico al menos cada dos días para asegurar una aceptable polinización y consecuentemente obtener un buen cuajado de frutos [15, 17 y 37]. En invernaderos pequeños la utilización de una aspiradora de aire pudiera ser muy útil para este fin (Figura 11). 7 (A) (B) Figura 11. Un vibrador eléctrico para sacudir las plantas favoreciendo la polinización de las flores (A) y (B) una aspiradora funcionando inversamente para sacudir los granos de polen de una planta a otra. Fuente: Handbook Tomato Louisiana State University. Con el fin de asegurar una buena polinización, los productores debieran considerar el utilizar abejorros Bombus spp para polinizar al cultivo de tomate bajo áreas grandes de invernaderos y así obtener un mayor número de cuajado de frutos [17 y 32]. Se considera que una colmena de 60 abejorros puede llegar a polinizar de 1000 a 2500 m² por un espacio de tiempo entre 8 a 12 semanas (Figura 12). Figura 12. Caja con una colonia de abejorros utilizados para polinizar las flores en cultivo de tomate bajo casa sombra. RALEO DE FRUTOS La quita o raleo de frutos en racimos de tomate es una labor que se realiza para mejorar el tamaño, uniformidad y consecuentemente la calidad de frutos. Esto envuelve la remoción de pequeños frutos deformes o manchados de los racimos, dejando de tres a cinco de los mejores [15 y 17] (Figura 13). Figura 13. Detalle, racimo de frutos de tomate raleados previos a ser cosechados. INSECTOS-PLAGA Los insectos–plaga más recurrentes que se pudieran encontrar en el cultivo de tomate bajo invernaderos y casas sombra son: mosquita blanca Trialeurodes vaporariorum, Bemisia tabaci, trips de las flores Frankliniella occidentalis, acaro de dos manchas Tetranychus urticae, pulgón verde del durazno Myzus persicae, gusano del fruto Heliothis armígera [5] mosquita minadora Liriomyza trifolii [9], gusano alfiler Keiferia lycopercicella Walsh, falso medidor de la col Trichoplusia ni, entre otros [2 y 36]. En la Costa de Hermosillo se han detectado en las primeras etapas de crecimiento del cultivo el pulgón harinoso Pseudococcus sp, diabroticas Diabrotica balteata y D. variegata así como araña roja. ENFERMEDADES Las condiciones cálidas y húmedas dentro del invernadero propician un medio ambiente ideal para el desarrollo de enfermedades de las plantas [27]. Las enfermedades que frecuentemente atacan al cultivo de tomate bajo invernadero son: el cáncer bacteriano Clavibacter michiganensis, mancha bacteriana Xanthomonas visicatoria, marchites bacteriana Pseudomonas solanacearum, botrytis Botrytis cinérea [34], cenicilla Oidium neolycopersici, moho de la hoja Cladosporium fulvum [20], tizón temprano Alternaria solani, mancha de la hoja Septoria sp, marchites por Verticillium y Fusarium y una serie de enfermedades virulentas como el mosaico virus del tabaco (ToMV), virus hoja amarilla del tomate o de la cuchara (TYLCV), mosaico del pepino (CMV) y gemini virus del tomate, entre otras. En estado de plántula, el tomate pudiera verse afectado por Pythium sp y por Rhizoctonia solani. Un método cultural que se ha vuelto frecuente es utilizar plantas de tomate injertadas sobre patrones resistentes a enfermedades del suelo como por ejemplo 8 Verticillium sp, Fusarium oxysporum razas 1 y 2, nematodos entre otras [28]. DESORDENES ABIOTICOS Algunos problemas en frutos de tomate se presentan con frecuencia debido a manejos inadecuados o medio ambiente adverso al cultivo durante la temporada de desarrollo y no por causas de microorganismos parásitos [22] (para mayor detalles consultar el folleto Algunas Fisiopatías de Frutos, Tallos y Hojas en Cultivos Protegidos HOR/CP-001-2016). Los desordenes abióticos o fisiopatías mas frecuentes en frutos de tomate son: hendiduras radiales y concéntricas, resquebrajamientos de frutos, cara de gato, finas rajaduras en los frutos (fruto de piel áspera), cicatriz de la cremallera, roncha madura (pared gris), hombro verde, pudrición apical del fruto, frutos vanos y frutos quemados por el sol [19, 20 y 22]. COMBATE DE MALEZAS La aplicación de plástico oscuro como acolchado sobre las camas en cultivos de otoño y primavera es una medida efectiva no solo para el control de malezas sino que también ayuda a mantener por mayor tiempo la humedad en la parte radicular de la planta [23]. Un constante combate de malezas dirigido tanto a los alrededores como al interior de los invernaderos utilizando los métodos mecánico, físico y químico, es una estrategia que reduce no solo la población de malas hierbas sino que también reduce las incidencias de enfermedades y plagas. CULTIVARES Si se tiene un plan de producir tomate bajo invernaderos, se deberá utilizar una variedad para invernaderos. Estas deberán ser exclusivamente híbridas [17 y 37]. Los criterios para seleccionar un cultivar de tomate para invernaderos son: Tamaño de fruto deseado, que carezca de problemas fisiológicos, alto rendimiento, uniformidad en el tamaño del fruto, duración en anaquel y demanda en el mercado [17 y 37] (Figura 14). Además, que presenten resistencia a enfermedades como Virus Rizado del Tomate (TYLCV), Virus Mosaico del Tabaco (TMV), Cladosporium, Verticilium, Fusarium, resistencia a la mayoría de los nematodos, al plateado, pudrición de la corona y raíz por Fusarium, entre otras [37]. Figura 14. Detalle, frutos del híbrido de tomate. La elección de una variedad de tomate requiere de mucha atención de parte de los productores con el propósito de reducir los riesgos de la inversión de un proyecto que se esté por realizar. COSECHA Los frutos de tomate pueden ser cosechados en racimos o individualmente [17]. Los frutos pueden ser cosechados en madurez fisiológica mostrando una apariencia de no madurez frecuentemente llamados “estado maduro verde” o cuando se comience a desarrollar las coloraciones propias que indican madurez [15, 21 y 26] (Figuras 15 y 16). La cosecha de tomate puede llevarse a cabo de 2 a 3 veces por semana y de preferencia temprano durante la mañana [15]. Figura 15. Frutos de tomate en la planta antes de ser cosechados (A) y (B) Fruto de tomate beefsteak mostrando la estrella distal, un criterio que se toma en cuenta para cosechar los frutos. Si el rajado de la piel del fruto es un problema, cosechar cuando estos presenten de 10 a 30% en color [26]. 9 Figura 16. Frutos de tomate cherry en distintas coloraciones, desde un estado de madurez en verde (madurez fisiológica) hasta un color rojo completo.El color en los frutos es de mucha importancia para efecto de empaque. En frutos de tomates hidropónicos, las características que indican buena calidad son: Sabor, firmeza, textura, vida de anaquel y nivel de nutrimental. La calidad manejada es de tomate de primera y de segunda siendo éstos últimos frutos que presenten cierta deformación y que estén ligeramente rasgados. EMPAQUE En empaques con alta tecnología los frutos de tomate, antes de ser empacados en cajas de cartón, pasan por un proceso de selección mediante rayo láser para ser acomodados en cajas según el tamaño ó calibre los cuales pueden ser 16, 18, 22, 32, 35, 39 y 45. El empaque debe de ser uniforme en el tamaño de frutos y el número ó calibre corresponde al número de frutos por caja (Figura 17). Figura 17. Existen varias presentaciones de empaque de frutos de tomate de invernaderos al llegar a los centros de consumo. Generalmente, los frutos son empacados en cajas de cartón de 6.8 kg (15 lb) de peso neto considerando el color y tamaño del fruto de tomate. Cuando se empaca en dos capas el peso es de 7.26 a 9 kg (16 a 20 lb). ALMACENAMIENTO La optima temperatura para frutos de tomate en almacenamiento dependerá del grado de madurez que se presente: para frutos verde-maduro de 12.5 -15 °C (55 - 60 °F), en frutos ligeramente rojos de 10.5 -12.5 °C (50 - 55 °F) y para frutos de color rojo intenso de 7 -10 °C (44 - 50 °F) por 3 a 5 días. Los tomates verdes maduros pueden ser almacenados hasta por 14 días a 12.5 °C (55 °F) antes de que alcancen su madurez [8]. La humedad relativa optima para tomates esta en un rango de 90 a 95% [8, 21 y 32]. Puede ser fijado, para una madurez normal de los frutos, un rango de 18-21°C (65-70°F) con una humedad relativa entre 90-95% y para una madurez lenta (tomates en traslado) de 14-16°C (57-61°F) [8]. Para una rápida madurez del fruto, las temperaturas debieran de estar en el rango de 12.5 - 25 °C (55 - 77 °F) y un tratamiento con etileno de 100 ppm de 24 a 48 horas puede ser efectivo [8 y 21]. RENDIMIENTO Los rendimientos en la producción de tomate bajo invernaderos dependen de algunos factores como tipo de fruto, duración de la temporada de cosecha, numero de cosechas y sistemas de producción [32]. Los rendimientos suelen ser menores en cultivos establecidos en suelos que en hidropónicos [21 y 32]. Bajo sistemas hidropónicos, una producción de de 18 kg por planta durante 7 u 8 meses de cosecha es un excelente rendimiento en áreas semidesérticas según Jensen (1995) [30]. Rendimientos alcanzados en Holanda superan el rango de 47 a 53 kg/m² [32]. SUGERENCIAS PARA LA PRODUCCION DE TOMATE COMO CULTIVO PROTEGIDO Algunas recomendaciones de inicio hechas por algunos autores antes de comenzar con una producción de tomate a nivel comercial se enlistan a continuación: 1. Es mejor aprender de los errores de otros que de uno mismo. 2. Visitar invernaderos de otras regiones. 3. Conseguir, lo más que se pueda, información técnica a cerca del tema. 4. Vender el producto antes de iniciar con el proyecto. 5. Conseguir un medidor de pH y otro para la conductividad eléctrica. 10 6. Polinizar cada tercer día con cualquier equipo citado en esta guía o contemplar la adquisición de colonias de abejorros. 7. Asegurarse que las plantas no sufran de estrés por cualquier tipo de evento. 8. No permitir que insectos-plaga y enfermedades estén fuera de control (especialmente la mosquita blanca). 9. Establecer una bitácora. 10. Si tiene algún problema o dudas pedir asesoría a expertos o consultar a otros productores con mayor experiencia en el manejo del cultivo. Estas sugerencias y otras que se pudieran ir sumando permite ver lo laborioso que es esta actividad y lo complicado que pudiera llegar a ser en cuanto a gastos requeridos para mantenimiento, personal administrativo y de campo. En un área de 240 m² de invernadero se requiere de 20 personas-hora por semana [38]. BIBLIOGRAFIA REVISADA [1]. Alberta Agriculture and Forestry 2003. 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Mill.) bajo Cubiertas Plásticas HORT-CP-003-2016 es una revisión bibliográfica para apoyo a la docencia y divulgación con información básica que pudiera servir como una guía para la producción de pepino tomate bajo invernaderos, túneles altos o casas sombra en áreas desérticas del Estado de Sonora y el cual está dirigido al sector productivo incluyendo productores, técnicos y estudiantes así como a todas las personas que estén interesadas en la producción de hortalizas de traspatio. Esta publicación ha sido elaborada por el autor basándose en resultados de ensayos experimentales realizados por años sobre el tema en la Costa de Hermosillo y otras localidades. Además, se respalda la obra con una serie de bibliografía cuidadosamente revisada que puede permitir al lector interesado consultar más detalles sobre el tema en la red de internet Para mayor información sobre esta publicación, contacte a MC Everardo Zamora ezamora@guayacan.uson.mx Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora-Hermosillo. Campo Agrícola Experimental Carretera a Bahía de Kino Km 21, Hermosillo, Sonora México. Este folleto es gratuito para todo público y es una obra intelectual propiedad de la Universidad de Sonora, prohibida su reproducción parcial o total para fines de lucro. mailto:ezamora@guayacan.uson.mx
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