Logo Studenta

DIETA SIN GLUTEN CUANTIFICACION DE PEPTIDOS INMUNOGENICOS

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Estudio de la adherencia a la dieta sin 
gluten en pacientes celíacos pediátricos 
mediante la cuantificación de péptidos 
inmunogénicos del gluten en heces 
 
Francisco Ángel Lao Domínguez 
TRABAJO FIN DE GRADO 
Grado en Farmacia 
Departamento de Microbiología y Parasitología 
Facultad de Farmacia 
Universidad de Sevilla 
[Escriba aquí] 
 
 
 
[Escriba aquí] 
 
 
 UNIVERSIDAD DE SEVILLA 
Facultad de Farmacia 
 Departamento de Microbiología y Parasitología 
Grado en Farmacia 
 
 
 
Estudio de la adherencia a la dieta sin gluten en pacientes 
celíacos pediátricos mediante la cuantificación de péptidos 
inmunogénicos del gluten en heces 
 
 
TRABAJO FIN DE GRADO presentado por 
FRANCISCO ÁNGEL LAO DOMÍNGUEZ 
Este trabajo, de carácter experimental, se ha realizado en el Departamento de 
Microbiología y Parasitología de la Facultad de Farmacia, bajo la dirección de Isabel 
María Comino Montilla y Carolina Sousa Martín. 
 
Lugar y fecha de presentación: Sevilla, 5 de julio de 2016 
 
 
Fdo: Carolina Sousa Martín Fdo: Isabel Mª Comino Montilla 
 
 
Fdo: Fco Ángel Lao Domínguez 
[Escriba aquí] 
 
 
RESUMEN 
 
 
 
RESUMEN 
La enfermedad celíaca (EC) es un desorden clínico basado en una intolerancia al gluten presente 
en ciertos cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la avena y sus derivados. El único 
tratamiento actualmente disponible para la EC es la dieta sin gluten (DSG), lo cual supone un 
auténtico reto para los pacientes ya que el gluten es frecuente en muchos productos alimentarios. 
El control de la adherencia a la DSG puede realizarse empleando varios métodos como 
marcadores serológicos, cuestionarios dietéticos, entrevistas o biopsias de repetición. Sin 
embargo, ninguno de ellos proporciona una medida fiable. Por ello, en trabajos previos, se ha 
desarrollado un nuevo método basado en la detección de péptidos inmunogénicos del gluten (GIP) 
en heces. El objetivo de este trabajo es detectar el cumplimiento de la DSG en individuos celíacos 
pediátricos recién diagnosticados mediante la detección y cuantificación de GIP en las heces y 
comparar los resultados obtenidos mediante los marcadores serológicos. En el estudio 
participaron un total de 12 pacientes celíacos y 6 pacientes controles, todos en edad pediátrica. A 
los pacientes se les tomó muestras de heces y suero en 4 visitas (0, 6, 12, 18 meses 
aproximadamente) y se estudió GIP fecal y marcadores serológicos. En el diagnóstico, periodo 
en el que los pacientes celíacos consumían gluten, se detectó GIP en heces en todos ellos. No 
obstante, durante el seguimiento, un tercio de los pacientes muestra transgresiones en la DSG. 
Los marcadores serológicos no consiguieron detectar las transgresiones mostradas mediante GIP 
fecal en su totalidad. En conclusión, la detección de GIP en heces es un método eficaz y fiable, 
por lo que su inclusión en clínica permitiría el control de la DSG en los pacientes celíacos. 
Palabras claves: enfermedad celíaca, dieta sin gluten, péptidos inmunogénicos del gluten.
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 
 
ÍNDICE 
1. INTRODUCCIÓN 1 
1.1. PATOGENIA 2 
1.2. EPIDEMIOLOGÍA 3 
1.3. MANIFESTACIONES CLÍNICAS 4 
1.3.1. Forma clásica 4 
1.3.2. Otras formas de EC 5 
1.3.2.1. Forma asintomática 5 
1.3.2.2. Forma subclínica 5 
1.3.2.3. Forma potencial 5 
1.4. DIAGNÓSTICO 6 
1.4.1. Marcadores serológicos 6 
1.4.2. Marcadores genéticos 6 
1.4.3. Biopsia intestinal: clasificación modificada de Marsh 7 
1.4.4. Protocolo del diagnóstico 7 
1.5. TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO 8 
2. OBJETIVOS 10 
3. MATERIALES Y MÉTODOS 11 
3.1. DISEÑO DEL ESTUDIO 11 
3.2. MUESTRAS 12 
3.2.1. Muestras serológicas 12 
3.2.2. Muestras fecales 12 
3.3. MATERIALES 12 
3.3.1. Material para la inmunocromatografía 12 
3.3.2. Material para ELISA 13 
3.3.3. Programas 13 
3.4. MÉTODOS 13 
3.4.1. Extracción de GIP 13 
3.4.2. Tiras inmunocromatográficas 13 
3.4.3. ELISA sándwich 14 
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 17 
4.1. DETERMINACIÓN DE GIP EN HECES DE PACIENTES CELÍACOS 17 
4.2. EVALUACIÓN DE MARCADORES SEROLÓGICOS EN PACIENTES CELÍACOS22 
ÍNDICE 
 
 
 
5. CONCLUSIONES 26 
6. BIBLIOGRAFÍA 27
INTRODUCCIÓN 
 
 
1 
1. INTRODUCCIÓN 
La enfermedad celíaca (EC) es un desorden clínico basado en una intolerancia al gluten presente 
en ciertos cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la avena y derivados. Dicha intolerancia 
se desarrolla mediante una reacción inmune en la que son reconocidos como antígenos péptidos 
del gluten en individuos genéticamente predispuestos (haplotipos HLA-DQ2/DQ8) (Sollid y 
Jabri, 2013). La respuesta inmune generada va a producir daños en el tejido intestinal (Figura 1), 
que pueden ir desde leves y reversibles hasta graves e irreversibles según la cantidad y tiempo de 
exposición al gluten. 
Actualmente el único tratamiento de la EC es la eliminación del gluten de la dieta, hecho que 
supone un reto para los pacientes debido a la presencia de gluten en numerosos alimentos 
procesados, influyendo inevitablemente en la calidad de vida del paciente (Rocha y cols., 2016). 
El problema en las transgresiones en la dieta, voluntarias o involuntarias, es que pueden implicar 
la aparición de síntomas intestinales y no intestinales que van a ir acompañados de un aumento 
del daño de la mucosa intestinal. Si este último es grave, puede llegar hasta tal punto en el que el 
daño sea irreparable y se genere un estado de EC refractaria, en el que el individuo deja de 
responder a la DSG y padece una inflamación crónica que se relaciona con una alta aparición de 
linfomas de origen intestinal (Rubio-Tapia y cols., 2013). 
 
 
Imágenes obtenidas mediante 
endoscopia intestinal (Endoscopias 
Murcia, 2012). 
A) Mucosa duodenal de un paciente 
control no celíaco. 
B) Mucosa duodenal de un paciente 
celíaco en el momento del diagnóstico. 
C) Endoscopia intestinal realizada a un 
enfermo celíaco. 
Figura 1 
A 
B 
C 
INTRODUCCIÓN 
 
 
2 
1.1. PATOGENIA 
De acuerdo con la clasificación de Osborne de 1924 (Shewry y cols., 2002), las proteínas que 
forman la harina de trigo pueden clasificarse según su solubilidad en: albúminas, extraíbles con 
agua; globulinas, extraíbles en sales diluidas; gliadinas, extraíbles con soluciones de alcohol y 
gluteninas, extraíbles con ácido acético diluido. Estas dos últimas, gliadinas y gluteninas, son las 
principales proteínas que forman el gluten, siendo también conocidas como prolaminas por su 
alto contenido en prolinas, aunque también contienen una gran cantidad de glutamina. Este hecho 
hace que las enzimas proteolíticas del aparato digestivo impidan la degradación total de estas, 
generando péptidos resistentes a la proteólisis que inducirán cambios en la mucosa intestinal 
debido a la respuesta inmune generada (Figura 2). 
Concretamente, los péptidos resultantes de la hidrólisis producirán cambios en el epitelio 
intestinal y lámina propia debido a una 
respuesta inmune innata y adaptativa 
(Moscoso y Quera, 2015). Alguno de 
los péptidos tóxicos generados tras la 
hidrolisis inducen una respuesta 
inmune innata inespecífica 
caracterizada por la presencia de 
interleucina 15, la cual activará a los 
linfocitos intraepiteliales del tipo 
natural killer que causaran daño a los 
enterocitos (Abadie y Jabri, 2014). 
Este hecho sumado a una situación en 
el que hay un aumento de la 
permeabilidad intestinal facilita que 
los péptidos consigan atravesar el 
epitelio hasta alcanzar la lámina 
propia. En condiciones normales los 
péptidos grandes no pueden atravesar 
las mucosas debido a las fuertes 
uniones entre las células a través de las 
tight junctions, pero se ha comprobado 
que los mismos péptidos provocan un 
aumento de la permeabilidad mediante 
Mecanismo inmunopatológico de la EC. Representación gráfica 
del mecanismo inmunológico asociado a la patogenia de la EC. 
Los péptidos resultantes de la digestión del gluten van a 
atravesar las mucosas hasta la lámina propia en condiciones de 
permeabilidad intestinal aumentada. Estos péptidos serán 
deamidados y procesados por células presentadoras de 
antígenos, las cuales presentarán los péptidos a células T CD4+. 
Como consecuencia, liberará citoquinas que causaran daño 
inflamatorio sobre las mucosas y se activará la producción de 
anticuerpos por parte de las células B. 
Figura 2 
INTRODUCCIÓN 
 
 
3 
la unión al receptor CXCR3 de la mucosa intestinal, lo cual induce la secreción de zonulina, 
proteína que regula la permeabilidad intestinal debilitando estas tight junctions (Lammers y cols., 
2008; Fasano, 2011). 
Los péptidos, una vez dentro, serán deamidados por la enzima transglutaminasa tisular. 
Adicionalmente, la interleucina 15 activará a las células dendríticas, que incrementarán en 
superficie la presencia de moléculas para realizar la presentación antigénica a través de HLA-
DQ2/DQ8. Los péptidos son presentados entonces a la superficie de los linfocitos T CD4+, lo que 
dará lugar al aumento de la síntesis y liberación de citoquinas que generará atrofia vellositaria e 
hiperplasia de las criptas (Figura 1). Como consecuencia, se producirá la expansión de linfoncitos 
B, con la consecuente producción de anticuerpos. De todos esos péptidos, se piensa que el más 
inmunogénico es el 33-mer de la α-2-gliadina (Shan y cols., 2002; Morón y cols., 2008). 
1.2. EPIDEMIOLOGÍA 
Normalmente la prevalencia de la EC suele definirse mediante el “modelo del iceberg” (Figura 
3). La parte visible del iceberg se corresponde con los casos diagnosticados, mientras que la parte 
no visible o sumergida hace referencia a los pacientes no diagnosticados. La línea de agua que 
separa ambas partes dependerá de los factores que favorecen el diagnóstico (o no diagnóstico) de 
la enfermedad, como son la ingesta de gluten, conocimiento de la enfermedad, los métodos de 
diagnóstico disponibles, la intensidad de las manifestaciones clínica, etc. Con este modelo se 
pretende hacer una llamada de atención a la gran cantidad de casos sin diagnosticar existentes y 
la necesidad de hacer más visible el iceberg (Fasano y Alessio, 2001). 
Así pues, en las zonas donde predomina el genotipo HLA-DQ2/DQ8 existe una mayor 
prevalencia de la enfermedad, tal y como ocurre en América del Norte, la región norte de África 
y en Europa (Fasano y Alessio, 2001). La mejora de los métodos diagnósticos en estos últimos 
años ha permitido encontrar una mayor cantidad de casos de EC en la población. Con la 
introducción de los métodos de screening serológicos ha aumentado el número de diagnósticos 
realizados de la EC en todos los países, de tal forma que se estima que la prevalencia global de la 
enfermedad es del 1%. Dentro de Europa los porcentajes oscilan, mostrándose una prevalencia 
mayor en países como Finlandia (2,4%) y menor en otros como Alemania e Italia (0,3 y 0,7%, 
respectivamente). Además, se ha comprobado que la enfermedad se diagnostica entre 2 y 3 veces 
más en mujeres que en hombres, excepto en jóvenes y ancianos, donde se diagnostica de igual 
manera (Reilly y Green, 2012). 
INTRODUCCIÓN 
 
 
4 
 
1.3. MANIFESTACIONES CLÍNICAS 
1.3.1. Forma clásica 
Las manifestaciones clínicas de la EC (Tabla 1) varían mucho con la edad. Los lactantes y los 
niños pequeños generalmente presentan diarrea, distensión abdominal y retraso en el crecimiento, 
entre otros síntomas. Los adolescentes suelen presentar manifestaciones extraintestinales como 
talla baja y síntomas neurológicos (Casellas 
y cols., 2008). 
Una gran proporción de pacientes pueden 
tener síntomas durante un largo periodo de 
tiempo y haber sufrido hospitalizaciones e 
incluso procedimientos quirúrgicos antes del 
diagnóstico de la EC. Así mismo,pueden 
ocurrir trastornos en la esfera reproductiva 
(menarquía tardía, menopausia precoz, 
abortos, infertilidad, impotencia, recién 
nacidos de bajo peso), osteopenia, 
hipoesplenismo, adenocarcinoma del 
intestino delgado o hepatitis reactiva 
(Casellas y cols., 2008). 
Modelo del iceberg de la EC. Representación gráfica de la epidemiología de la EC. La parte superior del iceberg 
representa los casos diagnosticados y detectados, que es menor que la no visible, es decir, los casos no diagnosticados 
que aún no se han puesto de manifiesto (Fasano y Alessio, 2001). 
Figura 3 
Manifestaciones clínicas de la EC (Moscoso y Quera, 2015). 
Tabla 1 
SÍNTOMAS MENORES (transitorios, 
inespecíficos o aparentemente no 
relacionados):
SÍNTOMAS MAYORES 
(síntomas de malabsorción 
y desnutrición)
Dispepsia Diarrea
Distensión abdominal Esteatorrea
Alteraciones leves del tránsito 
intestinal similares a las de 
síndrome del intestino irritable
Baja de peso
Anemia de causa no precisada Calambres
Fatiga aislada Tetania
Hipertransaminasemia de causa no 
precisada
Edema periférico debido a 
alteraciones electrolíticas
Infertilidad Hipoalbuminemia
Alteraciones neurológicas centrales 
y periféricas
Osteoporosis
Talla baja
Defectos del esmalte dental
Dermatitis herpetiforme
INTRODUCCIÓN 
 
 
5 
Las personas con EC tienen además mayor riesgo de enfermedades inmunológicas comparadas 
con la población general. La asociación más típica es junto a la dermatitis herpetiforme, la cual 
se define como la expresión cutánea de la EC. De hecho, se ha comprobado que la dermatitis 
herpetiforme transcurre con un mecanismo parecido, apareciendo anticuerpos 
antitransglutaminasa epidérmica (Sárdy y cols. 2002). Otras enfermedades con las cuales aparece 
con cierta frecuencia son la diabetes mellitus tipo 1, tiroiditis autoinmune, síndrome de Down y 
síndrome de Turner. Un estudio realizado en Polonia ha llegado a establecer que la prevalencia 
de EC en personas con síndrome de Down llega a ser de un 5,4% (Szaflarska-Poplawska y cols., 
2016). 
1.3.2. Otras formas de EC 
Uno de los aspectos destacables de la EC son sus múltiples formas de expresión. Estos casos son 
más frecuentes en escolares y adolescentes, destacando síntomas como la cefalea, aumento de 
transaminasas, estreñimiento, heces pastosas, osteopenia, ferropenia, llagas en la boca, etc. 
(Arranz y Garrote, 2011). En 2013 se estableció mediante un concenso de expertos de Oslo los 
distintos términos que definen la EC (Ludvigsson y cols., 2013). Aunque se definen muchas 
formas de la EC, de entre todas ellas podemos destacar tres grupos: 
 1.3.2.1. Forma asintomática 
En este caso la EC transcurre sin síntomas apreciables, pero sí que existe el daño de la mucosa 
intestinal típico de la enfermedad, siendo detectable mediante biopsia de la mucosa y marcadores 
serológicos. 
1.3.2.2. Forma subclínica 
Ocurre cuando el paciente, a pesar de ingerir gluten, no muestra o muestra levemente síntomas y 
en las pruebas diagnósticas no aparecen resultados concluyentes que confirmen la enfermedad. 
1.3.2.3. Forma potencial 
No muestran alteraciones histopatológicas de la mucosa asociadas a la EC, pero sí que presentan 
algún marcador serológico típico de la EC o un aumento de los linfocitos intraepiteliales, 
creyéndose que pueden desarrollar la enfermedad. 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
6 
1.4. DIAGNÓSTICO 
1.4.1. Marcadores serológicos 
La clave del diagnóstico de la EC es la biopsia de la mucosa intestinal. Sin embargo, el empleo 
de los marcadores serológicos ayuda a identificar posibles casos de EC, sobre todo en caso de 
personas de alto riesgo (familiares de alto riesgo con la enfermedad), sin síntomas 
gastrointestinales y/o con enfermedades asociadas a la EC. Las pruebas serológicas están 
indicadas en aquellos casos de distensión o malestar abdominal sin causa conocida, diarrea 
crónica, anormalidades bioquímicas que podrían estar causadas por la malabsorción, familias en 
primer grado con diagnóstico de EC y enfermedades autoinmunes. Es por ello que su estudio 
supone el primer paso en el camino al diagnóstico de la EC. Los marcadores empleados para 
apoyar el diagnóstico son varios: anticuerpos antitransglutaminasa tisular humana (anti-tTG) tipo 
IgA e IgG, anticuerpos antiendomisio (EMA) tipo IgA, anticuerpos antigliadina (AGA) tipo IgA 
e IgG y anticuerpos antipéptidos de gliadina desamidados (anti-GDP) tipo IgA e IgG (Rubio-
Tapia y cols., 2013). 
Anti-tTG y EMA son los que presentan una mayor sensibilidad y especificidad. Aunque ambos 
son viables, en la práctica suele ser valorado preferentemente los anti-tTG tipo IgA por precisar 
un método más fácil, barato y rápido (Vargas Pérez y cols., 2005), aunque ello no excluye el 
estudio de EMA si se prefiere. Los AGA fueron los primeros en emplearse, pero actualmente se 
prefiere el uso de los otros marcadores mencionados por su mayor especificidad y sensibilidad 
(Rubio-Tapia y cols., 2013). 
El marcador anti-DGP fue el último en descubrirse y el tipo IgG ha demostrado ser útil en el 
diagnóstico en los casos en los que el paciente sufre déficit de IgA (Barbato y cols., 2011), aunque 
no parece proporcionar más ventajas que anti-tTG y EMA en los casos comunes, excepto en niños 
(Sakly y cols. 2012; Rubio-Tapia y cols., 2013). 
1.4.2. Marcadores genéticos 
Se emplean en los casos en los que la serología no muestra datos claros sobre el diagnóstico, 
siendo estudiados los genes HLA-DQ2 y HLA-DQ8 anteriormente mencionados. Así pues, el 
marcador genético más predominante en la población celíaca es el HLA-DQ2, manifestándose en 
el 95% de ellos. Cabe decir que la molécula HLA-DQ2 puede estar expresada por dos alelos 
distintos, HLA-DQ2.2 y HLA-DQ2.5, con una aparición del 90% y 5% respectivamente. Como 
consecuencia, HLA-DQ8 aparece en el 5% restante (Stamnaes y Sollid, 2015). Sin embargo, la 
obtención de resultados positivos no sugiere que el paciente padezca definitivamente la EC, ya 
INTRODUCCIÓN 
 
 
7 
que el gen HLA-DQ2 aparece en el 30% de la población general y tan solo 1-2% de los portadores 
de HLA-DQ2/DQ8 llegan a desarrollar la EC. Por ello, aunque los genes HLA-DQ2/DQ8 son los 
principales factores predisponentes de EC, parece tener bastante importancia otros factores y 
genes no HLA que intervienen en la enfermedad (Arranz y Farré, 2008). 
1.4.3. Biopsia intestinal: clasificación modificada de Marsh 
Para la realización del diagnóstico de la EC se tienen en cuenta diversos parámetros como ya se 
ha mencionado, pero de entre todos ellos el que más cabe destacar es sin duda la comprobación 
del daño de las mucosas intestinales mediante biopsia. El sistema de clasificación más importante 
de las lesiones histopatológicas en el tejido intestinal para la EC se basa en la descripción realizada 
por Marsh (Marsh, 1992). Esta se basa en la observación de linfocitos intraepiteliales, el tamaño 
de las criptas y la atrofia de las vellosidades intestinales para clasificar el daño producido. Más 
tarde, otros autores modificaron dicha clasificación para hacerla más acorde a la práctica clínica 
(Tabla 2) (Husby y cols., 2012). 
 
1.4.4. Protocolo del diagnóstico 
En niños y adolescentes deberá realizarse primero un estudio del marcador serológico anti-tTG 
tipo IgA. Se recomienda que se realice también un estudio de IgA total, ya que no debe descartarse 
la posibilidad de que el individuo sufra déficit de IgA. Si este es el caso, deberá estudiarse los 
marcadores serológicos de tipo IgG (como anti-tTG o anti-DGP, por ejemplo). Se prefiere 
emplear el marcador anti-DGP, ya sea tipo IgA o IgG, para pacientes que no muestren resultados 
concluyentes con otros marcadores o en niños menores de 2 años. Si los marcadores serológicos 
de tipo IgA en un individuo con valores de IgA total normales resultan ser negativos, debe 
descartarse el diagnóstico de EC, exceptoen los casos de niños que padezcan una alta 
probabilidad de padecer la enfermedad (familiares de primer grado con la EC) o síntomas graves. 
En caso positivo, o de ocurrir alguna de las excepciones comentadas, se recomienda hacer 
Clasificación de Marsh-Oberhuber o de Marsh modificada. El tipo 0 corresponde a una mucosa normal, el tipo 1 
a una lesión infiltrativa, el tipo 2 a una lesión hiperplásica y el tipo 3 a una lesión destructiva de distintos grados 
(Husby y cols., 2012). 
Tabla 2 
Tipo 0 Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3a Tipo 3b Tipo 3c
LIE ≥ 25 ≥ 40 ≥ 40 ≥ 25 ≥ 25 ≥ 25
Criptas Normal Normal Hiperplasia Hiperplasia Hiperplasia
Vellosidades Normal Normal Normal Atrofia leve Atrofia marcada
Mucosa plana
LIE: nº linfocitos intraepiteliales por cada 100 células epiteliales. 
INTRODUCCIÓN 
 
 
8 
estudios de los marcadores genéticos y debe hacerse biopsias intestinales. El diagnóstico se 
confirma si en la biopsia aparecen lesiones tipo 2 – 3 (Tabla 2) y los marcadores muestran ser 
positivos para HLA-DQ2/DQ8. Es recomendable estudiar los marcadores genéticos para 
comprobar que, en caso de existir daño en las mucosas, realmente la patología se debe a la EC 
(Husby y cols., 2012). 
En el caso de niños y adolescentes que sufran síntomas sugerentes de EC y que tengan valores de 
anti-tTG 10 veces por encima de los valores normales es posible realizar el diagnóstico sin llegar 
a realizar una biopsia, ya que en estas circunstancias se estima que el estado de las mucosas es de 
tipo Marsh 3. Para ello, deberá hacerse el estudio del anticuerpo EMA en una nueva prueba de 
sangre y si este da positivo se dará el diagnóstico por confirmado. 
En adultos el procedimiento es semejante al descrito para niños con sintomatología, pero no debe 
abandonarse el diagnóstico en el caso de mostrar carencia en los marcadores de IgA con valores 
normales de IgA total, sino que debe continuarse midiendo marcadores de tipo IgG y, en caso 
negativo, proceder con los marcadores genéticos, reevaluar el diagnóstico y/o considerar medir la 
serología de nuevo. En el caso de los adultos la biopsia siempre debe hacerse para confirmar 
finalmente el diagnóstico (Moscoso y Quera, 2015). 
1.5. TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO 
El único tratamiento actualmente disponible para la EC es la DSG. La DSG consiste en la 
eliminación total del gluten de la dieta de por vida, lo cual supone un auténtico reto para los 
pacientes debido a las numerosas restricciones sociales y económicas que conlleva (Kinsey y 
cols., 2008; Missbach y cols., 2015; Rocha y cols., 2016). La manera en que la DSG condiciona 
la vida de los pacientes tiende a hacer que estos incumplan la dieta y como consecuencia 
reaparecen síntomas como dolor y diarrea. Además, las transgresiones continuas exponen a los 
pacientes a problemas de salud que se manifiestan a largo plazo, como infertilidad, osteoporosis 
e incluso cáncer intestinal (Dowd y cols., 2014). De hecho, el consumo de continuo de gluten, 
intencionado o no, en pacientes con EC ya diagnosticada es la principal causa de EC refractaria 
relacionada con una alta aparición de linfomas (Rubio-Tapia y cols., 2013) 
Numerosas investigaciones trabajan en el desarrollo de tratamientos alternativos a la DSG. Se ha 
planteado el empleo de bacterias degradadoras de gluten y de proteasas que, administradas 
oralmente, actuarían sobre los péptidos procedentes del gluten no degradables por el organismo 
(Cerf-Bensussan y cols., 2007; Helmerhorst y Wei, 2014), el uso de polímeros secuestradores de 
péptidos del gluten (Pinier y cols., 2012) y el empleo de fármacos antiinflamatorios como la 
INTRODUCCIÓN 
 
 
9 
budesonida (Ciacci y cols., 2009; Brar y cols., 2007). Todos estos tratamientos alternativos 
parecen prometedores, pero aún están en fase de estudio. 
Por ello, es muy importante un control exhaustivo de la dieta. Dicho control de la adherencia a la 
DSG se puede realizar empleando varios métodos: marcadores serológicos basados en 
anticuerpos resultantes de la respuesta del organismo ante la presencia de gluten, como son los 
anticuerpos anti-tTG y los anticuerpos anti-DGP; seguimientos realizados por un nutricionista 
mediante cuestionarios o entrevistas al paciente e incluso la observación periódica del estado de 
la mucosa intestinal mediante biopsias. Sin embargo, ninguno de ellos ofrece una medida precisa 
del cumplimiento de la DSG. En cuanto a las entrevistas y cuestionarios, los pacientes no suelen 
describir con exactitud su nivel de adherencia, además de que es probable que existan 
transgresiones no intencionadas (Missbach y cols., 2015). Por otro lado, las biopsias de repetición 
son métodos invasivos para el control de la DSG (Pietzak, 2005; Husby y cols., 2012) por lo que 
los médicos suelen emplear la serología como método de seguimiento para monitorizar el 
cumplimiento de la dieta. No obstante, se ha comprobado que la serología tiene poca correlación 
con la curación de la mucosa intestinal y, por tanto, basarse solo en la serología como método de 
seguimiento no parece ser muy eficiente. (Vahedi y cols., 2003; Leffler y cols. 2007; Kaukinen y 
cols., 2007; Bannister y cols., 2014; Vécsei y cols., 2014; de Chaisemartin y cols., 2015). 
 
 
OBJETIVOS 
 
 
10 
2. OBJETIVOS 
La única terapia existente a día de hoy para los pacientes celíacos es una rigurosa DSG. Por lo 
tanto, una vez confirmado el diagnóstico de la EC se debe realizar un seguimiento clínico-
analítico periódico del paciente con el fin de detectar posibles complicaciones y enfermedades 
asociadas que pueden aparecer en cualquier momento de la evolución de la enfermedad por la 
falta del cumplimiento de la dieta. El seguimiento de la adherencia a la DSG se basa 
fundamentalmente en la determinación periódica de marcadores serológicos de la enfermedad. 
Sin embargo, la respuesta de los distintos marcadores serológicos tras la dieta es muy variable. 
Los anticuerpos anti-DGP, EMA o anti-tTG han sido propuestos como indicadores del 
cumplimiento de la DSG. Sin embargo, los anticuerpos de clase IgA pueden tardar en 
normalizarse varios meses y los de clase IgG periodos superiores a un año después de que el 
antígeno haya desaparecido de la dieta. Además, se ha descrito que estos anticuerpos pueden 
perder sensibilidad para detectar pequeñas transgresiones dietéticas. En trabajos previos, Comino 
y cols. (2012) describieron un nuevo método para detectar y monitorizar la presencia de péptidos 
inmunogénicos del gluten (GIP) en heces humanas de pacientes celiacos sobre la base de los 
anticuerpos anti-33-mer G12. Estos anticuerpos se obtuvieron frente a uno de los péptidos más 
tóxicos descritos para la EC, el péptido 33-mer de la α-2-gliadina. 
En base a los antecedentes descritos, el OBJETIVO GENERAL de este Trabajo Fin de Grado 
fue detectar el cumplimiento de la DSG en una población de individuos celíacos pediátricos recién 
diagnosticados mediante la detección y cuantificación de GIP en las heces y comparar los 
resultados obtenidos con los marcadores serológicos. Este objetivo fue desarrollado en los 
siguientes OBJETIVOS CONCRETOS: 
1. Detectar el cumplimiento de la DSG mediante tiras inmunocromatográficas en muestras de 
heces obtenidas de pacientes pediátricos en dieta normal con gluten en el momento del 
diagnóstico (visita 1) y durante las 3 visitas siguientes (visitas 2, 3 y 4 a los 6, 12 y 18 meses, 
respectivamente) de control en el hospital. 
2. Cuantificar los niveles de GIP, mediante técnica ELISA, en muestras de heces obtenidas de 
pacientes pediátricos en dieta normal con gluten en el momento del diagnóstico (visita 1) y 
durante las 3 visitas siguientes (visitas 2, 3 y 4 a los 6, 12 y 18 meses, respectivamente) de 
control en el hospital. 
3. Comparar los resultados obtenidos de GIP en las heces de estos pacientes con los niveles de 
los anticuerpos anti-tTG y anti-DGP IgA. 
 
 MATERIALES Y MÉTODOS11 
3. MATERIALES Y MÉTODOS 
3.1. DISEÑO DEL ESTUDIO 
En el estudio participaron un total de 12 pacientes celíacos en edad pediátrica (5 hombres y 7 
mujeres, con edades comprendidas entre los 0 y 14 años) que fueron reclutados de 3 hospitales 
españoles: Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla, Hospital Regional Carlos Haya de 
Málaga y Hospital Nuestra Señora de la Candelaria de Tenerife. 
Estos pacientes fueron recién diagnosticados en base a una biopsia intestinal y/o marcadores 
serológicos y no habían iniciado aún el tratamiento de DSG en el momento de su inclusión en el 
estudio. A cada uno de ellos se les realizó 4 visitas a los 0, 6, 12 y 18 meses (± 2 meses en cada 
visita), recogiéndose muestras de heces y suero en cada una (Tabla 3 y 4). En la visita 1 (0 meses) 
los participantes están en dieta normal con gluten y en el resto de visitas (de seguimiento) ya 
fueron instruidos para seguir una DSG. 
Se emplearon como controles otros 6 participantes, también de edad pediátrica (3 hombres y 3 
mujeres). De ellos, 3 fueron controles positivos, es decir, personas sanas sin la enfermedad y 
consumidoras de gluten (con edad comprendida entre 1 y 2 años). Como controles negativos se 
usaron a otros 3 participantes (con < 6 meses), los cuales eran lactantes que en su dieta solo 
incluían leche de fórmula, de tal forma que nunca habían ingerido gluten. Por cada participante 
control se tomó una muestra de heces. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Características de los pacientes celíacos y controles del estudio. Los 12 
pacientes se muestran clasificados según su sexo y edad, al igual que los 
6 individuos controles. La edad media fue calculada teniendo en cuenta 
la edad de cada individuo, no el grupo de edad. 
Tabla 3 
 n (%)
Pacientes totales 12
Edad de incorporación
0-3 años 3 25,00
4-12 años 7 58,33
>12 años 2 16,67
Edad media: 6,67
Sexo
Hombre 8 66,67
Mujer 4 33,33
Controles totales
Edad de incoporación
0-3 años 6 100,00
Edad media: 0,83
Sexo
Hombre 3 50,00
Mujer 3 50,00
 MATERIALES Y MÉTODOS 
 
 
12 
 
3.2. MUESTRAS 
3.2.1. Muestras serológicas 
Se tomaron 2 viales de 3 mL con anticoagulante EDTA-K3 y se centrifugaron a 2000 g tras los 
30 primeros minutos de su obtención. El plasma resultante se conservó a – 80 ºC hasta su posterior 
procesamiento. Las muestras de suero se analizaron en los mismos hospitales en los que se realizó 
la toma de muestra y se determinó los niveles de anti-tTG IgA y anti-DGP IgA. 
3.2.2. Muestras fecales 
Los participantes fueron instruidos para que recogiesen entre 2 y 4 g de heces en recipientes 
sellados. Estas muestras se conservaron a – 20 ºC hasta su posterior análisis en el laboratorio. 
3.3. MATERIALES 
3.3.1. Materiales para la inmunocromatografía 
Para el ensayo inmunocromatográfico se emplearon las tiras iVYCHECK GIP-Stool para 
detección rápida de gluten en heces (Biomedal, Sevilla, España) y placas multipocillos (Nunc de 
Roskilde, Dinamarca). La dilución y elución de las muestras se realizó con solución de dilución 
para inmunocromatografía, suministradas por el proveedor. 
Características de los pacientes celíacos en el diagnóstico. Los criterios para el diagnóstico empleados fueron 
anti-tTG, EMA, biopsia de la mucosa intestinal (clasificación Marsh) y presencia de los alelos HLA-DQ2 o HLA-DQ8. 
Tabla 4 
H: Hombre, M: Mujer. 
Paciente Sexo Edad (años) Anti-tTG IgA EMA Biopsia Genotipo
1 H 8 Dudoso 1/640 Marsh 3b HLA DQ2
2 H 14 Positivo 1/320 Marsh 3c HLA DQ2
3 M 10 Positivo 1/640 Marsh 3c HLA DQ2
4 M 4 Positivo 1/640 Marsh 3a HLA DQ2
5 M 2 Positivo 1/160 - HLA DQ2
6 H 8 Positivo 1/320 Marsh 3b HLA DQ8
7 M 4 Positivo 1/640 - HLA DQ2
8 M 2 Positivo - Marsh 3a HLA DQ2
9 H 11 Positivo 1/160 - HLA DQ2
10 M 4 Positivo 1/160 Marsh 3b HLA DQ2
11 M 0 Positivo - Marsh 3c -
12 H 13 Positivo - Marsh 3a HLA-DQ2
 MATERIALES Y MÉTODOS 
 
 
13 
3.3.2. Material para ELISA 
En la realización del ELISA se empleó el kit iVYLISA GIP-S (Biomedal S.L., Sevilla, España) 
con las siguientes soluciones y reactivos: 
 12 tiras multipocillos (8 pocillos/tira) tapizadas con el anticuerpo G12. 
 Solución de lavado concentrada 10 veces. 
 Solución de dilución para ELISA. 
 Solución de extracción. 
 Solución sustrato. 
 Solución stop. 
 Anticuerpo G12-HRP conjugado. 
 5 patrones: 50; 25; 6,25; 3,12 y 1,56 ng/mL de GIP. 
3.3.3. Programas 
Para el análisis estadístico se empleó el programa GraphPad 6.01 de Prism para Windows. La 
creación de tablas y gráficas se realizó con el programa Excel 2013 perteneciente al paquete de 
programas Office 2013 de Microsoft para Windows y el programa GraphPad 6.01. 
3.4. MÉTODOS 
3.4.1. Extracción de GIP 
En primer lugar, se acondicionó las muestras de heces a temperatura ambiente. Tras ello, se 
procedió a la extracción de los GIP de las muestras añadiéndo solución de extracción a las 
muestras según su peso, de tal manera que se empleó un volumen, en mL, equivalente a 9 veces 
la cantidad de muestra pesada en gramos. La solución de extracción con la muestra incluida se 
mezcló empleando un agitador tipo vortex (modelo Classic Advanced, de VELP Scientifica, 
Usmate-Velate, Italia). 
Las muestras se incubaron a 50 ºC durante 60 minutos en un baño termostático (modelo WB4, 
Biosan, Riga, Letonia), agitando periódicamente durante este intervalo de tiempo. Finalizado el 
periodo de tiempo las muestras fueron centrifugadas a 2.500 g durante 10 minutos (centrífuga 
modelo 5804R de Eppendorf, Hamburgo, Alemania). Finalmente, se recuperó el sobrenadante. 
3.4.2. Tiras inmunocromatográficas 
Finalizada la extracción se realizó el ensayo con las tiras inmunocromatográficas iVYCHECK 
GIP-Stool. Acondicionadas a temperatura ambiente la solución de dilución, se prepararó una 
dilución 1:10 a partir de las muestras previamente extraídas. Se añadieron 30 µL de la extracción 
 MATERIALES Y MÉTODOS 
 
 
14 
de GIP y 270 µL de solución de dilución en un tubo de 1,5 mL y se agitó mediante agitador tipo 
vortex. 
Como soporte para las tiras se empleó una placa multipocillos sin tapizar. Se añadieron 100 µL 
de cada muestra a los pocillos y se colocó una tira verticalmente en cada uno de ellos. La muestra 
ascendió por las tiras, siguiendo la representación gráfica mostrada en la Figura 4A. A los 10 
minutos se dio por finalizada la prueba y se retiraron las tiras. Los resultados se leyeron siguiendo 
el esquema de la Figura 4B. 
 
3.4.3. ELISA sándwich 
La concentración de GIP en heces se determinó mediante ELISA sándwich iVYLISA GIP-S Kit, 
el cual emplea el anticuerpo monoclonal anti-33-mer G12 que reconoce los péptidos semejantes 
al péptido 33-mer de la α-2-gliadina, uno de los péptidos más inmunogénicos del gluten (Morón 
y cols., 2008). El método empleado presenta una sensibilidad del 98,5 % y una especificidad del 
100% (Comino y cols., en revisión). 
El ensayo se realizó conforme al protocolo incluido en el kit iVYLISA GIP-S. Para comenzar se 
acondicionó los reactivos del ensayo a temperatura ambiente (a excepción del anticuerpo G12-
HRP, mantenido a 4 ºC) y se realizó una dilución 1:10 con agua destilada de la solución de lavado. 
Técnica de inmunocromatografía. 
A) Representa la técnica de inmunocromatografía: los GIP de la muestra se unen a unos anticuerpos (G12) 
marcados con latex específicos para estos y el complejo migra por la tira hasta encontrar anticuerpos adsorbidos 
(A1) que se unen al mismo antígeno por otro epítopo reteniendo el complejo (banda test). El antígeno control migra 
hasta una banda control donde hay anticuerpos que lo reconocen. 
B) Posibles resultados del procedimiento. No se considerará válido un ensayo en el que no se muestre coloreada la 
banda control, ya que indica una elución incompleta. La banda test corresponde a T y la banda control a C. 
Figura 4 
A B 
 MATERIALES Y MÉTODOS 
 
 
15 
Para el ensayo seempleó una dilución 1:10 de las muestras previamente extraídas. Se añadieron 
30 µL de sobrenadante de la extracción de GIP a 270 µL de la solución de dilución en tubos de 
1,5 mL (Eppendorf, Hamburgo, Alemania) y se mezcló mediante agitador tipo vortex. 
Finalizada la preparación de la diluciones, se procedió a comenzar el ELISA sándwich (Figura 
5). Se añadió entonces en la placa 100 µL de los distintos patrones y controles incluidos, así como 
de cada muestra diluida, todo ello por duplicado. Se prosiguió a su posterior incubación en 
oscuridad durante 60 minutos, a temperatura ambiente. Transcurrido el tiempo, se realizaron 5 
lavados de la placa empleando la 
solución de lavado en el lavador 
automático (Asys Atlantis de 
Biochrom, Cambridge, Reino Unido). 
Una vez finalizado el lavado, se añadió 
100 µL del anticuerpo G12-HRP, se 
volvió a realizar una incubación 
empleando las mismas condiciones 
anteriores y se lavó de la misma 
manera. A la placa se le adicionaron 
100 µL de solución de sustrato por 
pocillo y se incubó durante 30 minutos en oscuridad, tras lo cual se añadió 100 µL de solución 
stop a todos los pocillos. Por último, se procedió a la lectura de absorbancia de la placa a 450 nm 
(lector Asys UVM340 de Biochrom, Cambridge, Reino Unido). 
Una vez obtenidos los valores de absorbancia, se calculó los valores medios de cada duplicado, 
desviación estándar y coeficiente de variación de cada muestra y se construyó una curva patrón 
representando la concentración de GIP (eje x) frente a los valores medios de absorbancia 
previamente obtenidos (eje y) (Figura 6). 
Tras realizar la curva se procedió al cálculo de la concentración de GIP de cada muestra a partir 
de dicha ecuación. Posteriormente, el resultado obtenido se multiplicó por el factor de dilución 
(1:10) y el factor de extracción (1:10) empleados. 
Representación gráfica de la técnica ELISA sándwich. 
Figura 5 
 MATERIALES Y MÉTODOS 
 
 
16 
 
 
 
B 
Figura 6 
Representación de la curva 
patrón. 
A) Datos empleados para 
construir la curva. C.V.% es el 
coeficiente de variación. 
B) Se representa la curva de 
calibrado obtenida mediante 
ELISA. La curva resultante (curva 
experimental) se ajustan con una 
curva sigmoidea proporcionada 
por el proveedor del kit (curva 
teórica) para comprobar su 
coeficiente de correlación. 
A 
Eje X Eje Y
Concentración 
(ng/mL)
Absorbancia 1 Absorbancia 2 Media C.V.%
50 0,789 0,840 0,815 4,43
25 0,701 0,705 0,703 0,40
6,25 0,347 0,348 0,348 0,20
3,13 0,263 0,261 0,262 0,54
1,56 0,160 0,190 0,175 12,12
Control negativo 0,171 0,169 0,170 0,83
Control positivo 1,034 1,019 1,027 1,03
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
17 
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
4.1. DETERMINACIÓN DE GIP EN HECES DE PACIENTES CELÍACOS 
Los péptidos procedentes del gluten, y sobre todo los péptidos relacionados con el 33-mer de la 
α-2-gliadina, son resistentes a la digestión gastrointestinal, lo cual implica que una cantidad 
considerable del gluten ingerido es excretado a través de las heces. Como consecuencia, la 
detección de fracciones inmunotóxicas cuantificables de estas proteínas del gluten en las heces 
es indicativo del no cumplimiento de la DSG. 
En este estudio se han analizado los niveles de GIP en pacientes celíacos desde el momento del 
diagnóstico (visita 1), en el que los pacientes se encontraban en dieta normal con gluten, y en su 
posterior seguimiento en DSG. Durante el periodo en DSG, los niveles de GIP fueron evaluados 
a los 6 (visita 2), 12 (visita 3) y 18 meses (visita 4). Así mismo, se incluyeron sujetos controles 
tanto consumidores de gluten (controles positivos), como no consumidores de gluten (lactantes 
que nunca habían consumido gluten). 
Las tiras inmunocromatográficas permiten realizar la detección de GIP en heces de manera 
cualitativa y de una forma rápida y cómoda obteniendo resultados en unos minutos (Figura 6). 
Como ya se ha mencionado, las tiras iVYCHECK GIP-Stool emplean 2 anticuerpos (G12 y A1), 
ambos obtenidos frente al péptido 33-mer, pero con epítopos de reconocimiento distintos (Morón 
y cols., 2008a y 2008b). La facilidad de uso y la rapidez en la obtención de resultados sería 
beneficioso para la práctica clínica en el seguimiento de pacientes. 
Los resultados de las tiras en los 
pacientes controles concuerda con 
lo que cabía de esperar: en el 
grupo de controles positivos, 
sujetos sanos consumidores de 
gluten, todos fueron positivos para 
GIP. Así mismo, en el grupo de 
controles negativos, lactantes que 
nunca han ingerido gluten, no se 
detectó GIP (Tabla 5). 
 
 
 
Fotografía de las tiras inmunocromatográficas iVYCHECK GIP-Stool. 
A) Tiras con resultados negativos. B) Tiras con resultados positivos. 
Figura 6 
A B 
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
18 
Con respecto a los pacientes celíacos, en la primera visita todos los pacientes mostraron ser 
positivos. En las visitas 2, 3 y 4 los pacientes ya habían sido diagnosticados y eran conscientes de 
que debían seguir una DSG, por lo que valores positivos indicarían un incumplimiento del 
tratamiento. El conjunto de las tres visitas suponen un total de 36 muestras, de las cuales 5 fueron 
positivas para GIP y el resto, 31, fueron negativas (Tabla 6). 
Las tiras inmunocromatográficas son una herramienta a tener en cuenta para el uso clínico debido 
a que la facilidad de uso y la rapidez en la obtención de resultados sería beneficioso para la 
práctica clínica en el seguimiento de pacientes. 
Con el fin de cuantificar los niveles de GIP en cada una de las muestras anteriores se empleó la 
técnica ELISA. Se consideraron positivos aquellos valores > 0,3 µg GIP/g muestra, positivos 
débiles aquellos entre 0,3 y 0,16 µg GIP/g muestra y negativos aquellos < 0,16 µg GIP/g muestra 
(Comino y cols., en revisión). Mediante esta técnica los controles también mostraron los 
resultados esperados, de tal manera que se encontraron niveles de gluten por encima 0,3 µg GIP/g 
muestra en los controles positivos y no se detectó gluten en los controles negativos (Tabla 5). 
Respecto a las muestras de los pacientes celíacos pediátricos de la visita 1, 10 pacientes mostraron 
ser positivos para GIP mientras que los 2 restantes fueron considerados positivos débiles. Así 
mismo, respecto a las 36 muestras totales del resto de visitas, 3 resultaron ser positivas para GIP, 
4 fueron positivas débiles y las 29 restantes fueron negativas para GIP. 
Tabla 5 
Resultados obtenidos de GIP fecal, anti-tTG y anti-DGP en el grupo control. Los resultados mostrados se 
diferencian en 2 grupos: controles positivos y controles negativos. 
*No se pudo realizar la media debido a que uno de los resultados fue > 5,00. 
**En el grupo de controles negativos la serología no fue realizada. 
TIRAS 
INMUNOCROMATO-
GRÁFICAS
Control
GIP (µg GIP/g 
muestra) 
Resultado 1
GIP (µg GIP/g 
muestra) 
Resultado 2
GIP (µg GIP/g 
muestra) 
Media
GIP 
Cualitativo
GIP Cualitativo
Anti-tTG 
IgA 
(U/mL)
Anti-tTG 
IgA 
Cualitativo
Anti-DGP 
IgA 
(U/mL)
Anti-DGP 
IgA 
Cualitativo
Controles positivos
1 > 5,00 > 5,00 > 5,00 Positivo Positivo 0,40 Negativo 0,10 Negativo
2 0,72 0,60 0,66 Positivo Positivo 0,10 Negativo 0,50 Negativo
3 3,91 > 5,00 -* Positivo Positivo 0,20 Negativo 0,40 Negativo
Controles negativos**
4 < LQ < LQ < LQ Negativo Negativo - - - -
5 < LQ < LQ < LQ Negativo Negativo - - - -
6 < LQ < LQ < LQ Negativo Negativo - - - -
ELISA ANTICUERPOS SÉRICOS
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
19 
 
TI
R
A
S 
IN
M
U
N
O
C
R
O
M
A
TO
-
G
R
Á
FI
C
A
S
P
ac
ie
n
te
V
is
it
a 
G
IP
 (
µ
g 
G
IP
/g
 m
u
e
st
ra
) 
R
e
su
lt
ad
o
 1
G
IP
 (
µ
g 
G
IP
/g
 m
u
e
st
ra
) 
 
R
e
su
lt
ad
o
 2
G
IP
 (
µ
g 
G
IP
/g
 m
u
e
st
ra
) 
M
e
d
ia
G
IP
 C
u
al
it
at
iv
o
G
IP
 C
u
al
it
at
iv
o
A
n
ti
-t
TG
 
Ig
A
 (
U
/m
L)
A
n
ti
-t
TG
 I
gA
 
C
u
alit
at
iv
o
A
n
ti
-D
G
P
 
Ig
A
 (
U
/m
L)
A
n
ti
-D
G
P
 I
gA
 
C
u
al
it
at
iv
o
1
0
,2
4
0
,2
4
0
,2
4
P
o
si
ti
vo
 d
éb
il
P
o
si
ti
vo
8
,6
D
u
d
o
so
9
,1
D
u
d
o
so
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
3
,5
N
eg
at
iv
o
3
,2
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
3
,7
N
eg
at
iv
o
2
,1
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
2
,1
N
eg
at
iv
o
1
,8
N
eg
at
iv
o
1
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
4
8
,0
P
o
si
ti
vo
1
3
,0
P
o
si
ti
vo
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
,5
N
eg
at
iv
o
1
,3
N
eg
at
iv
o
3
0
,1
6
0
,1
6
0
,1
6
P
o
si
ti
vo
 d
éb
il
N
eg
at
iv
o
0
,5
N
eg
at
iv
o
0
,9
N
eg
at
iv
o
4
0
,2
2
0
,2
2
0
,2
2
P
o
si
ti
vo
 d
éb
il
N
eg
at
iv
o
1
,4
N
eg
at
iv
o
1
,3
N
eg
at
iv
o
1
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
1
2
8
,0
P
o
si
ti
vo
9
5
,0
P
o
si
ti
vo
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
5
4
P
o
si
ti
vo
2
,3
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
2
0
P
o
si
ti
vo
1
,3
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
1
P
o
si
ti
vo
1
,1
N
eg
at
iv
o
1
1
,0
0
> 
5
,0
0
-*
 
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
4
2
,0
P
o
si
ti
vo
2
,8
N
eg
at
iv
o
2
1
,0
3
0
,1
8
0
,6
1
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
1
4
P
o
si
ti
vo
1
,6
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
3
,9
N
eg
at
iv
o
2
,1
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
4
,8
N
eg
at
iv
o
1
,4
N
eg
at
iv
o
1
0
,2
3
0
,2
0
0
,2
1
P
o
si
ti
vo
 d
éb
il
P
o
si
ti
vo
1
2
8
,0
P
o
si
ti
vo
1
4
2
,0
P
o
si
ti
vo
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
5
,2
N
eg
at
iv
o
1
,9
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
5
,2
N
eg
at
iv
o
1
,8
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
,9
N
eg
at
iv
o
0
,7
N
eg
at
iv
o
1
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
1
0
4
,0
P
o
si
ti
vo
1
2
,0
P
o
si
ti
vo
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
3
,3
N
eg
at
iv
o
0
,6
N
eg
at
iv
o
3
0
,3
2
0
,3
2
0
,3
2
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
3
4
P
o
si
ti
vo
6
,5
N
eg
at
iv
o
4
0
,3
7
0
,3
7
0
,3
7
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
2
4
P
o
si
ti
vo
6
,9
N
eg
at
iv
o
EL
IS
A
A
N
TI
C
U
ER
P
O
S 
SÉ
R
IC
O
S
1 2 3 4 5 6
T
a
b
la
 6
 
R
e
su
lt
ad
o
s 
o
b
te
n
id
o
s 
d
e
 G
IP
 f
e
ca
l, 
an
ti
-t
TG
 y
 a
n
ti
-D
G
P
 e
n
 lo
s 
p
a
ci
e
n
te
s 
ce
lía
co
s 
d
e
l e
st
u
d
io
 t
ra
s 
e
l d
ia
gn
ó
st
ic
o
 y
 e
n
 la
s 
d
is
ti
n
ta
s 
vi
si
ta
s 
d
e
 s
e
gu
im
ie
n
to
. 
* 
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
20 
 
1
0
,4
3
0
,6
0
0
,5
2
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
1
2
8
,0
P
o
si
ti
vo
0
N
eg
at
iv
o
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
6
,0
P
o
si
ti
vo
1
,6
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
1
,0
P
o
si
ti
vo
1
,1
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
8
,1
D
u
d
o
so
2
,3
N
eg
at
iv
o
1
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
1
6
,0
P
o
si
ti
vo
1
,1
N
eg
at
iv
o
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
8
,7
D
u
d
o
so
0
,9
N
eg
at
iv
o
3
0
,2
5
0
,2
5
0
,2
5
P
o
si
ti
vo
 d
éb
il
P
o
si
ti
vo
6
,9
N
eg
at
iv
o
0
,6
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
0
,4
1
-*
P
o
si
ti
vo
 d
éb
il
P
o
si
ti
vo
6
,8
N
eg
at
iv
o
0
,4
N
eg
at
iv
o
1
1
,9
2
2
,5
7
2
,2
5
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
1
2
8
,0
P
o
si
ti
vo
8
1
,0
P
o
si
ti
vo
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
2
4
,0
P
o
si
ti
vo
5
,2
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
2
,0
P
o
si
ti
vo
2
,8
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
9
,2
D
u
d
o
so
2
,4
N
eg
at
iv
o
1
0
,8
1
0
,8
4
0
,8
2
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
2
8
,0
P
o
si
ti
vo
1
0
,0
P
o
si
ti
vo
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
2
,6
N
eg
at
iv
o
2
,0
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
,4
N
eg
at
iv
o
1
,2
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
,1
N
eg
at
iv
o
1
,7
N
eg
at
iv
o
1
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
1
4
6
,0
P
o
si
ti
vo
1
8
,0
P
o
si
ti
vo
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
8
,0
P
o
si
ti
vo
9
,9
D
u
d
o
so
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
4
,9
4
P
o
si
ti
vo
5
,4
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
9
,6
D
u
d
o
so
1
,9
N
eg
at
iv
o
1
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
> 
5
,0
0
P
o
si
ti
vo
P
o
si
ti
vo
2
9
,0
P
o
si
ti
vo
1
,8
N
eg
at
iv
o
2
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
1
2
,0
P
o
si
ti
vo
4
,2
N
eg
at
iv
o
3
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
5
,6
N
eg
at
iv
o
1
,0
N
eg
at
iv
o
4
< 
LQ
< 
LQ
< 
LQ
N
eg
at
iv
o
N
eg
at
iv
o
5
,5
N
eg
at
iv
o
1
,0
N
eg
at
iv
o
1
27 8 9 1
0
1
1
* 
LQ
: l
ím
it
e 
d
e 
cu
a
n
ti
fi
ca
ci
ó
n
. 
*N
o
 h
a
 s
id
o
 p
o
si
b
le
 c
a
lc
u
la
r 
el
 v
a
lo
r 
m
ed
io
 d
eb
id
o
 a
 q
u
e 
u
n
a
 d
e 
la
s 
a
b
so
rb
a
n
ci
a
s 
er
a
 >
 5
,0
0
 o
 <
 L
Q
. 
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
21 
Comparando ambas técnicas, todos los resultados coinciden tanto para valores de GIP positivos 
como negativos, a excepción de 2 positivos débiles de ELISA (pertenecientes a las visitas 3 y 4 
del paciente 2) que resultan ser negativos mediante tiras (Tabla 6). Observando el número de 
pacientes transgresores, mediante ELISA se ha conseguido detectar 4 transgresores, 3 de ellos 
también detectados mediante tiras. 
Analizando más profundamente las transgresiones cometidas, de 12 pacientes, 4 mostraron un 
incumplimiento de la DSG, aunque en términos generales se produjo una reducción de la cantidad 
de gluten ingerido con respecto a la visita 1 (Figura 7). Así pues, como ya se ha comentado, 
respecto al total de pacientes un 33,3% ha mostrado incumplimiento de la DSG y el 66,6% 
restante parecen mostrar adherencia a la dieta. Los estudios de adherencia dietética en poblaciones 
pediátricas varían mucho respecto al porcentaje de incumplimiento, llegando a ser del 5 al 60% 
aproximadamente, incluso del 80% si contemplamos grupos concretos de edad (Rashid y cols., 
2005; Bravo y Muñoz, 2011; Sarkhy y cols., 2015). El hecho de existir diferencias socioculturales, 
distintos periodos de estudio y la fiabilidad de los métodos empleados, hacen que el porcentaje 
varíe mucho en los diferentes estudios. 
En los grupos pediátricos debe tenerse en cuenta además que la adherencia varía con la edad. 
Generalmente los niños menores (< 3 años) cumplen mejor la dieta porque son más dependientes 
de los padres en comparación con la adherencia de niños mayores y adolescentes que están menos 
controlados dietéticamente por sus padres y están más sujetos a las influencias sociales 
(MacCulloch y Rashid, 2014; Comino y cols., en revisión). En este estudio, 3 de los 4 pacientes 
que transgredieron tenían 14, 11 y 8 años, estando entre los niños mayores del grupo. En un 
estudio semejante al aquí presentado (Comino y cols., en revisión) se mostró un incumplimiento 
del 14,3% en niños de entre 0 y 3 años; 27,8% en niños de entre 4 y 12 años y hasta un 39,2% en 
> 13 años. En este estudio, se ha detectado que 1/3 de los pacientes incumplían la DSG. 
La adherencia a la DSG es muy difícil, en gran parte debido a la granabundancia de los cereales 
en la dieta de los países occidentales (pan y pasta, por ejemplo), a la presencia de gluten en los 
productos procesados y al mayor costo de los productos sin gluten (Kinsey y cols., 2008; Missbach 
y cols., 2015). Los enfermos con EC deben de tomar alimentos sin gluten, los cuales suelen ser 
productos de bastante menor palatibilidad comparados con los que contienen gluten. No obstante, 
aunque en los últimos años ha aumentado la disponibilidad de los productos libres de gluten, aún 
siguen siendo escasos en supermercados, restaurantes y otros tipos de locales que permitan comer 
fuera y dentro del hogar, dificultándose aún más el cumplimiento de la DSG (Singh y Whelan, 
2011; Alzaben y cols., 2015). 
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
22 
 
En cualquier caso, también debe tenerse en cuenta la posibilidad de que ciertas transgresiones 
puedan ser involuntarias, ya que es posible que el paciente o sus tutores estén empleando 
productos de los cuales no tienen conocimiento de que posean gluten (Missbach y cols., 2015). 
Recientemente, un estudio realizado en Canadá pone de manifiesto este hecho, donde personas 
adultas con una media de 6 años de tratamiento con DSG no supieron identificar entre aquellos 
alimentos claramente con gluten, claramente sin gluten o aquellos con posibilidad de contenerlo, 
a pesar de que la mayoría consideraba seguir una DSG adecuada (Silvester y cols., 2016). 
4.2. EVALUACIÓN DE MARCADORES SEROLÓGICOS EN PACIENTES CELÍACOS 
Como ya se ha explicado anteriormente, el estudio de los marcadores serológicos se emplea en el 
diagnóstico y seguimiento de la EC. Los marcadores serológicos son los más usados en el caso 
del seguimiento a pacientes celíacos a pesar de no haber demostrado ser totalmente fiables. Esto 
es debido a la carencia de métodos alternativos que permitan realizar seguimientos con mayor 
eficacia (Adriaanse y Leffler, 2015). Así pues, aunque anti-tTG IgA es el anticuerpo más 
empleado en el diagnóstico, su uso en el seguimiento es muy discutido. Anti-DGP IgA se 
considera que tiene menor valor diagnóstico que anti-tTG, pero parece ser más útil en el 
seguimiento de la EC (Monzani y cols., 2011). 
A 
B 
Resultados obtenidos de GIP. 
A) Las unidades de los valores 
mostrados son µg GIP/ g muestra. Los 
números marcados en rojo muestran 
transgresiones, es decir, pacientes en 
los que se ha detectado GIP de manera 
positiva. 
B) Pac.: paciente, LQ: límite de 
cuantificación. La gráfica B está 
realizada a partir de los datos mostrados 
de la tabla A. Se ha considerado los 
valores > 5 como 5 y los valores < LQ han 
sido colocados por debajo del LQ, ya que 
se desconoce su auténtico valor. 
Figura 7 
> 5 µg GIP/g 
muestra 
< LQ 
 
5 
0,16 
Pac. 1 Pac. 2 Pac. 3 Pac. 4 Pac. 5 Pac. 6 Pac. 7 Pac. 8 Pac. 9 Pac. 10 Pac. 11 Pac. 12
Visita 1 0,24 > 5,00 > 5,00 3,00 0,21 > 5,00 0,52 > 5,00 2,25 0,82 > 5,00 > 5,00
Visita 2 < LQ < LQ < LQ 0,61 < LQ < LQ < LQ < LQ < LQ < LQ < LQ < LQ
Visita 3 < LQ 0,16 < LQ < LQ < LQ 0,32 < LQ 0,25 < LQ < LQ < LQ < LQ
Visita 4 < LQ 0,22 < LQ < LQ < LQ 0,37 < LQ 0,21 < LQ < LQ < LQ < LQ
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
23 
En este trabajo se emplearon los anticuerpos anti-tTG y anti-DGP IgA para conocer las 
transgresiones dietéticas en los pacientes objeto de estudio. El rango de valores para la 
interpretación de los resultados cualitativos fue positivo si el valor fue de ≥ 10 U/mL, negativo si 
fue < 7 U/mL y dudoso en caso de estar entre 7 y 10 U/mL, para ambos anticuerpos. 
Los controles positivos (pacientes sanos consumidores de gluten) mostraron una serología 
negativa tanto para anti-tTG como anti-DGP (Tabla 5). En el grupo de controles negativos 
(lactantes que nunca han ingerido gluten) no ha sido estudiada la serología debido a la corta edad 
de los pacientes (> 6 meses). 
En el caso de los pacientes en estudio, cuando se realizó la visita 1, de 12 pacientes 1 de ellos era 
dudoso, siendo los 11 restantes positivos para anti-tTG. Por otro lado, una vez implantada la DSG 
(visita 2, 3 y 4), se observó una tendencia decreciente en los valores cuantitativos conforme 
transcurrían las visitas. Sin embargo, se observó una cantidad significativa de casos positivos en 
6 pacientes para la visita 2, 4 para la visita 3 y 2 para la visita 4 (Tabla 6). Si observáramos este 
parámetro de manera independiente se podría afirmar que los pacientes han incumplido la dieta, 
pero se ha de tener en cuenta que los anticuerpo anti-tTG de IgA tardan al menos 6 o 12 meses en 
normalizarse tras la imposición de una DSG (Gidrewicz y cols., en prensa). Este hecho, se 
corrobora en los resultados obtenidos y sugiere que el empleo de anti-tTG como marcador de 
control de la adherencia no es un método fiable en los primeros años de tratamiento. 
En cuanto a los resultados de anti-DGP, en la visita 1 se observó que de 12 pacientes, 4 mostraron 
resultados negativos para anti-DGP y 1 dudoso y, por lo tanto, hubo una mayor cantidad de 
negativos respecto a los valores de la visita 1 mostrados para anti-tTG. En las visitas 2, 3 y 4, 
todos los pacientes mostraron valores negativos, a excepción del paciente 11 en la visita 2 que 
mostró ser dudoso. Por tanto, no se ha detectado ninguna transgresión dietética por este método. 
En contraste, los resultados obtenidos cuantificando GIP en heces mostraron que 4 pacientes 
transgredieron, 1 en la visita 2 y, 3 en la visita 3 y 4. En aquellas en las que las muestras de heces 
mostraron ser GIP positivo (3 muestras), anti-tTG coincidió en ser positivo. Por otro lado, en 
aquellas muestras en las que apareció GIP positivo débil (las 4 muestras restantes) anti-tTG fue 
negativo. En el caso de anti-GDP, todas las muestras fueron negativas. Como se observa, ninguno 
de los dos marcadores ha conseguido detectar todas las transgresiones detectadas según GIP fecal. 
Además, en el caso de anti-tTG debe tenerse en cuenta que en los positivos detectados influye el 
hecho de contar con pacientes recién diagnosticados en los que probablemente la serología aún 
no se ha normalizado (Figura 10). 
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
24 
Los métodos inmunológicos basados en los anticuerpos G12 y A1 son una herramienta no 
invasiva y más fiable que las pruebas serológicas para evaluar el cumplimiento de la DSG en los 
pacientes celíacos. La metodología que se describe en este trabajo, puede ser muy útil en: 
 El diseño de ensayos clínicos relacionados con la enfermedad celíaca 
 El seguimiento a corto plazo de la dieta sin gluten 
 La evaluación de la eficacia de las terapias alternativas para esta enfermedad, y 
 El diagnóstico de las transgresiones dietéticas debidas a contaminaciones involuntarias 
en los alimentos. 
Las perspectivas futuras del trabajo realizado es, primero, aumentar el número de individuos 
pediátricos hasta llegar a un número adecuado para realizar un estudio estadístico y, segundo, 
realizar un estudio similar en una población celíaca adulta. 
 
 
 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
 
 
25 
 
 
 
 
 
Figura 10 
Resultados obtenidos de los marcadores serológicos en comparación con los valores obtenidos de GIP en las visitas 2, 3 
y 4. 
A, B, C) Representación de anti-tTG por visita respecto GIP. 
D, E, F) Representación de anti-DGP por visita respecto GIP. 
A 
B 
C 
D 
E 
F 
 CONCLUSIONES 
 
 
26 
5. CONCLUSIONES 
1. Las tiras inmunocromatográficas han demostrado ser una herramienta rápida y eficaz para 
comprobar la adherencia a la DSG en los pacientes celíacos. 
2. La cuantificación de GIP en heces mediante la técnica ELISA ha permitido cuantificar el 
nivel de transgresiones realizadas por el paciente celíaco. 
3. En el diagnóstico, periodo en el que los pacientes celíacos consumían gluten, se detectó 
GIP en heces en todos los casos. No obstante, durante el seguimiento, un tercio de los 
pacientes pediátricos incluidos mostraron transgresionesen la DSG. 
4. La determinación de GIP en heces ha demostrado ser más eficaz que los métodos 
serológicos para el seguimiento de la DSG en los pacientes celíacos pediátricos. 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 
 
 
27 
6. BIBLIOGRAFÍA 
 Abadie V, Jabri B. IL-15: a central regulator of celiac disease immunopathology. 
Immunological Reviews. 2014; 260 (1): 221-234. 
 Adriaanse M, Leffler DA. Serum Markers in the Clinical Management of Celiac Disease. 
Digestive Diseases. 2015; 33 (2): 236–243. 
 Alzaben AS, Turner J, Shirton L, Samuel TM, Persad R, Mager D. Assessing Nutritional 
Quality and Adherence to the Gluten-free Diet in Children and Adolescents with Celiac 
Disease. Revue Canadienne de la Pratique et de la Recherche en Diététique. 2015, 76 (2): 
56–63. 
 Arranz E, Farré C. Enfermedad celíaca. 1ª edición. Madrid: Ergón; 2008. 
 Arranz E, Garrote JA. Enfermedad celíaca: introducción al conocimiento actual de la 
enfermedad celíaca. 2ª edición. Madrid: Ergón; 2011. 
 Barbato M, Maiella G, Di Camillo C, Guida S, Valitutti F, Lastrucci G et al. The anti-
deamidated gliadin peptide antibodies unmask celiac disease in small children with 
chronic diarrhea. Digestive and Liver Disease. 2011; 43 (6): 465–469. 
 Bannister EG, Cameron DJ, Ng J, Chow CW, Oliver MR, Alex G et al. Can celiac 
serology alone be used as a marker of duodenal mucosal recovery in children with celiac 
disease on a gluten-free diet? The American Journal of Gastroenterology. 2014; 109 (9): 
1478-1483. 
 Brar P, Lee S, Lewis S, Egbuna I, Bhagat G, Green PH. Budesonide in the treatment of 
refractory celiac disease. American Journal of Gastroenterology. 2007; 102 (10): 2265-
2269. 
 Bravo F, Muñoz MP. Adherencia e impacto de la dieta sin gluten en niños con 
enfermedad celíaca. Revista Chilena de Pediatría. 2011; 82 (3): 191-197. 
 Casellas F, Rodrigo L, Vivancos JL, Riestra S, Pantiga C, Baudet JS et al. Factors that 
impact health-related quality of life in adults with celiac disease: a multicenter study. 
World Journal of Gastroenteroly. 2008; 14 (1): 46-52. 
 Ciacci C, Maiuri L, Russo I, Tortora R, Bucci C, Cappello C et al. Efficacy of budesonide 
therapy in the early phase of treatment of adult coeliac disease patients with 
malabsorption: an in vivo/in vitro pilot study. Clinical and Experimental Pharmacology 
and Physiology. 2009; 36 (12): 1170-1176. 
 Comino I, Fernández-Bañares F, Esteve M, Ortigosa L, Castillejo G, Fambuena B et al. 
Fecal gluten peptides reveal limitations of serological test and food questionnaires for 
monitoring gluten-free diet in celiac disease patients. American Journal of 
Gastroenterology. En revisión. 
BIBLIOGRAFÍA 
 
 
28 
 de Chaisemartin L, Meatchi T, Malamut G, Fernani-Oukil F, Hosking F, Rault D et al. 
Application of Deamidated Gliadin Antibodies in the Follow-Up of Treated Celiac 
Disease. PLoS One. 2015; 10 (8): e0136745. 
 Dowd AJ, Tamminen KA, Jung ME, Case S, McEwan D, Beauchamp MR. Motives for 
adherence to a gluten-free diet: a qualitative investigation involving adults with coeliac 
disease. Journal of Human Nutrition and Dietetics. 2014; 27 (6): 542–549. 
 Endoscopias Murcia. Enfermedad celíaca. 2012 [en línea]. [Consultado en mayo 2016]. 
Disponible en: http://www.endoscopiasmurcia.es/descripcion-general-enfermedad-
cel%C3%ADaca-1.html 
 Fasano A. Zonulin and its regulation of intestinal barrier function: the biological door to 
inflammation, autoimmunity, and cancer. Physiological Reviews. 2011; 91 (1): 151-175. 
 Gidrewicz, D, Trevenen CL, Lyon M, Butzner JD. Normalization Time of Celiac 
Serology in Children on a Gluten-free Diet. Journal of Pediatric Gastroenterology & 
Nutrition. 2016; en prensa. 
 Helmerhorst EJ, Wei G. Experimental Strategy to Discover Microbes with Gluten-
degrading Enzyme Activities. Proceedings SPIE International Society of Optical 
Engineering. 2014; 9112: 91120D. 
 Husby S, Koletzko S, Korponay-Szabó IR, Mearin ML, Phillips A, Shamir R et al. 
European Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition guidelines 
for the diagnosis of coeliac disease. Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition. 
2012; 54 (1): 136-160. 
 Kaukinen K, Peräaho M, Lindfors K, Partanen J, Woolley N, Pikkarainen P et al. 
Persistent small bowel mucosal villous atrophy without symptoms in coeliac disease. 
Alimentary Pharmacology & Therapeutics. 2007; 25 (10): 1237-1245. 
 Kinsey L, Burden ST, Bannerman E. A dietary survey to determine if patients with coeliac 
disease are meeting current healthy eating guidelines and how their diet compares to that 
of the British general population. European Journal of Clinical Nutrition. 2008, 62 (11): 
1333–1342. 
 Lammers KM, Lu R, Brownley J, Lu B, Gerard C, Thomas K et al. Gliadin Induces an 
Increase in Intestinal Permeability and Zonulin Release by Binding to the Chemokine 
Receptor CXCR3. Gastroenterology. 2008; 135 (1): 194-204. 
 Leffler DA, Edwards George JB, Dennis M, Cook EF, Schuppan D, Kelly CP. A 
prospective comparative study of five measures of gluten-free diet adherence in adults 
with coeliac disease. Alimentary Pharmacology & Therapeutics. 2007; 26 (9):1227-1235. 
BIBLIOGRAFÍA 
 
 
29 
 Ludvigsson JF, Leffler DA, Bai JC, Biagi F, Fasano A, Green PH et al. The Oslo 
definitions for coeliac disease and related terms. Gut. 2013; 62 (1): 43-52. 
 MacCulloch K, Rashid M. Factors affecting adherence to a gluten-free diet in children 
with celiac disease. Paediatrics & Child Health. 2014; 19 (6): 305-309. 
 Marsh MN. Gluten, major histocompatibility complex, and the small intestine. A 
molecular and immunobiologic approach to the spectrum of gluten sensitivity ('celiac 
sprue'). Gastroenterology. 1992; 102 (1): 330-354. 
 Missbach B, Schwingshack L, Billmann A, Mystek A, Hickelsberger M, Bauer G et al. 
Gluten-free food database: the nutritional quality and cost of packaged gluten-free foods. 
PeerJ. 2015; 3: e1337. 
 Monzani A, Rapa A, Fonio P, Tognato E, Panigati L, Oderda G. Use of deamidated 
gliadin peptide antibodies to monitor diet compliance in childhood celiac disease. Journal 
of Pediatric Gastroenterology and Nutrition. 2011; 53: 55-60. 
 Morón B, Cebolla A, Manyani H, Álvarez-Maqueda M, Megías M, Thomas MC et al. 
Sensitive detection of cereal fractions that are toxic to celiac disease patients by using 
monoclonal antibodies to a main immunogenic wheat peptide. The American Journal of 
Clinical Nutrition. 2008a; 87 (2): 405-414. 
 Morón B, Bethune MT, Comino I, Manyani H, Ferragud M, López MC et al. Toward the 
assessment of food toxicity for celiac patients: characterization of monoclonal antibodies 
to a main immunogenic gluten peptide. PLoS One. 2008b; 3 (5): e2294. 
 Moscoso F, Quera R. Enfermedad celíaca: revisión. Revista Médica Clínica Las Condes. 
2015; 26 (5): 613-627. 
 Pietzak MM. Follow-up of patients with celiac disease: achieving compliance with 
treatment. Gastroenterology. 2005; 128 (4 Suppl 1): S135-S141. 
 Pinier M, Fuhrmann G, Galipeau HJ, Rivard N, Murray JA, David CS et al. The 
Copolymer P(HEMA-co-SS) Binds Gluten and Reduces Immune Response in Gluten-
Sensitized Mice and Human Tissues. Gastroenterology. 2012; 142 (2): 316-325. 
 Rashid M, Cranney A, Zarkadas M, Graham ID, Switzer C, Case S et al. Celiac disease: 
evaluation of the diagnosis and dietary compliance in Canadian children. Pediatrics. 
2005; 116 (6): e754-e759. 
 Reilly NR, Green PH. Epidemiology and clinical presentations of celiac disease. 
Seminars in Immunopathology. 2012; 34 (4): 473-478. 
 Rocha S, Gandolfi L, Santos JE. The psychosocial impacts caused by diagnosis and 
treatment of Coeliac Disease. Revista da Escola de Enfermagem da USP. 2016; 50 (1): 
65-70. 
BIBLIOGRAFÍA 
 
 
30 
 Rubio-Tapia A, Hill ID, Kelly CP, Calderwood AH, Murray JA. ACG clinical guidelines: 
diagnosis and management of celiac disease. American Journal of Gastroenterology.2013; 108 (5): 656-676. 
 Rubio-Tapia A, Murray JA. Classification and Management of Refractory Celiac 
Disease. Gut. 2010; 59 (4): 547–557. 
 Sakly W, Mankaï A, Ghdess A, Achour A, Thabet Y, Ghedira I. Performance of anti-
deamidated gliadin peptides antibodies in celiac disease diagnosis. Clinics and Research 
in Hepatology and Gastroenterology. 2012; 36 (6): 598-603. 
 Sárdy M, Kárpáti S, Merkl B, Paulsson M, Smyth N. Epidermal transglutaminase (TGase 
3) is the autoantigen of dermatitis herpetiformis. The Journal of Experimental Medicine. 
2002; 195 (6): 747-757. 
 Sarkhy AA, El Mouzan MI, Saeed E, Alanazi A, Alghamdi S, Anil S et al. Clinical 
Characteristics of Celiac Disease and Dietary Adherence to Gluten-Free Diet among 
Saudi Children. Pediatric Gastroenterology, Hepatology & Nutrition. 2015; 18 (1): 23-
29. 
 Shan L, Molberg Ø, Parrot I, Hausch F, Filiz F, Gray GM et al. Structural basis for gluten 
intolerance in celiac sprue. Science. 2002; 297 (5590): 2275-2279. 
 Shewry PR, Beaudoin F, Jenkins J, Griffiths-Jones S, Mills EN. Plant protein families 
and their relationships to food allergy. Biochemical Family Transactions. 2002; 30 (6): 
906-910. 
 Silvester JA, Weiten D, Graff LA, Walker JR, Duerksen DR. Is it gluten-free? 
Relationship between self-reported gluten-free diet adherence and knowledge of gluten 
content of foods. Nutrition. 2016; 32 (7-8): 777-783. 
 Singh J, Whelan K. Limited availability and higher cost of gluten-free food. Journal of 
Human Nutrition and Dietetics. 2011; 24 (5): 479–486. 
 Sollid LM, Jabri B. Triggers and drivers of autoimmunity: lessons from coeliac disease. 
Nature Reviews Immunology. 2013; 13 (4): 294-302. 
 Stamnaes J, Sollid LM. Celiac disease: Autoinmmunity in response to food antigen. 
Seminars in Immunology. 2015; 27 (5): 343-352. 
 
 Szaflarska-Poplawska A, Soroczyńska-Wrzyszcz A, Barg E, Józefczuk J, Korczowski B, 
Grzybowska-Chlebowczyk U et al. Assessment of coeliac disease prevalence in patients 
with Down syndrome in Poland – a multi-centre study. Przegląd Gastroenterologiczny. 
2016; 11 (1): 41-46. 
BIBLIOGRAFÍA 
 
 
31 
 Vargas Pérez ML, Melero Ruiz J, Fernández de Mera JJ, González Roiz C, Catalina 
Fernández I, Romero Albillos A. Marcadores serológicos y genéticos en el diagnóstico 
y seguimiento de la enfermedad celíaca. Anales de Pediatría. 2005; 62 (5): 412-419. 
 Vahedi K, Mascart F, Mary JY, LaberenneJE, Bouhnik Y, Morin MC et al. Reliability of 
Antitransglutaminase Antibodies as Predictors of Gluten-Free Diet Compliance in Adult 
Celiac Disease. The American Journal of Gastroenterology. 2003; 98 (5): 1079–1087. 
 Vécsei E, Steinwendner S, Kogler H, Innerhofer A, Hammer K, Haas OA. Follow-up of 
pediatric celiac disease: value of antibodies in predicting mucosal healing, a prospective 
cohort study. BMC Gastroenterology. 2014; 14: 28.

Continuar navegando