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Pan nuestro de cada día Agradecimientos Agradezco a la negra Carmen Oropeza (Juanita Ross) por mis primeras arepas. A la señora Hilda Lucena, mi maestra. A todos aquellos que detrás de un mostrador de las areperas me extendieron su mano con una suculenta arepa. Y a las empresas amigas que me acompañan en esta edición. Por Ricardo Estrada Cuevas Diseño de logotipo Larissa Vegas Diagramación y montaje Larissa Vegas Arte Impreso Design Group 1.a edición: 2021 © Ricardo Estrada Cuevas Redacción Ricardo Estrada Cuevas Calhermi Naranjo Jorge Sayegh areparec@gmail.com @arepologo Fotografía Anabella Padula Johan Quintero Jey Medina Hely Salas Germán Roig © Derechos reservados Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio. Depósito legal: DC2021000275 Créditos de fotografías de banco de imágenes Shutterstock (páginas 14, 33, 47, 114) ISBN: 978-980-18-1765-9 Impreso en Caracas, Mayo 2021 Ricardo Estrada Cuevas Comunicador social graduado en la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas (1990), realizó el curso de Arte Culinario Venezolano en el Centro de Estudios Gastronómicos - CEGA (2003-2004), dirigido por el profesor José Rafael Lovera; realizó pasantías en los restaurantes Astrid y Gastón y El Señorío del Sulco (2004), ambos ubicados en Lima, Perú; Diplomado de Cultura en Vinos y Spirits, Universidad Metropolitana, Caracas (2016) y diferentes cursos de cocina. Prólogo Una de las notas peculiares de nuestra nacionalidad es la arepa. Pan nuestro de cada día, confeccionado sin cesar con el cereal americano por excelencia: el maíz. No importa la edad ni el terruño de origen. Ella estará siempre presente de la mañana a la noche, acompañando los tres golpes de nuestra comida típica. Puede haber diferencias de tamaño pero la más rigurosa ortodoxia prescribe que sea redonda. Tenemos hacia ella no solamente el apego de algo cotidiano, sino una suerte de reverencia y admiración. Creación de nuestros aborígenes originarios, lo que significa una antigüedad de siglos, persiste sin falta en nuestra mesa y sus características la hacen condumio rápido y la posibilidad de rellenarla con múltiples y sabrosas adiciones la convierten inclusive en plato de resistencia. No podría faltar que un compatriota plasmara la admiración y el conocimiento de ella en un libro como el presente, que trasunta entusiasmo y deleite además de estar apetitosamente ilustrado. Mis congratulaciones a su autor Ricardo Estrada por este hermoso testimonio de venezolanidad. José Rafael Lovera 11 Contenido • Prólogo 11 • Introducción 15 • ¡Qué complicado es definir a un AREPÓLOGO! 19 • Las arepas 23 • Según LA REGIÓN 27 • La arepa nativa 30 • Antes de EUROPA 32 • El nacimiento de AMÉRICA 35 • La AREPA venezolana 38 • Las mujeres pardas 38 • Provincianos, AISLADOS e igualitarios 40 • La arepa MODERNA 44 • TIPOS de arepas 51 • Nuestras arepas 70 • Tipos de arepas según los rellenos: 98 • Ponga a volar su imaginación 112 • Agradecimientos 117 Introducción Desde hace mucho tiempo he tenido la inquietud de expresar mi sentido reconocimiento a ese alimento que ha estado presente a lo largo «y ancho» de mi vida y que ha sido esencial en la dieta alimentaria del venezolano, sin ningún tipo de distinción. Me refiero a la arepa. Sin pretender convertirme en un erudito en la materia, pues valiosos investigadores me han antecedido en eso de dar cuenta de la historia, antecedentes y exquisitez de este peculiar plato de los venezolanos, sí me anima el deseo de que este breve recuento que plasmo en este libro acreciente el entusiasmo por degustar nuestro plato favorito, la arepa. El presente libro es un humilde homenaje para un alimento noble. Durante cientos de años la arepa ha conservado su identidad, su forma y su esencia. Desde la prehistoria, las distintas civilizaciones, en casi todos los lugares del planeta, desarrollaron la tendencia a fabricar algún tipo de pan, una masa que acompañara las proteínas provenientes de la caza y pesca y que aportara los carbohidratos requeridos por una dieta adecuada para afrontar las duras faenas cotidianas de aquellas épocas. En Europa y Asia el trigo y el arroz fueron los cereales que aportaron los granos para producir esa masa tan necesaria. En América fue el maíz. El tamal, con sus variantes regionales, es una forma de cocinar la masa del maíz que se encontraba extendida desde México hasta Argentina cuando llegaron los españoles. Así mismo, había diferentes tipos de tortillas de maíz, pero la forma específica de la arepa es única y propia de esta región del norte de Sudamérica. En lo que hoy es Venezuela y gran parte de Colombia, la arepa era y aún hoy es el pan de cada día. 15 ...compañeros especiales de la arepa 16 ¡Qué complicado es definir a un AREPÓLOGO! Es el embajador de la arepa, quien la presenta y ofrece en los cinco continentes, y ha logrado que gente del mundo entero la pruebe y acepte. Un AREPÓLOGO puede ser hombre, mujer, blanco, mulato, alto, bajo, gordo, flaco, niño, joven, adulto, viejo, anciano, léase: cualquier ser humano que haya experimentado el sublime placer de haber degustado infinidad de tipos de arepas, ya sea en momentos de tristeza, de alegría, de celebraciones, en la mañana, a mediodía, en la tarde, en la noche, ¡y nada como en la madrugada, para cerrar con broche de oro una inolvidable velada! El AREPÓLOGO desde sus primeros años se despierta con el olor de una arepa en el budare o sartén en donde se prepara, y se inicia comiendo bolitas de masa y pequeñas arepas. En cualquier rincón de nuestro país, muchísimas personas han crecido con este alimento, de ahí que la arepa y el café constituyen parte de nuestra memoria olfativa y gustativa, razón por la cual el AREPÓLOGO siente una gran pasión y admiración por nuestro principal alimento, la arepa. 19 Para el AREPÓLOGO es un placer hablar de los distintos tipos de arepas y de sus características, pero encuentra que es muy difìcil expresar en palabras la delicia de una arepita dulce de anís, por ejemplo, acompañada de un suculento queso de mano. Quien escucha al AREPÓLOGO, comienza a salivar y a querer degustar esa ricura. Esta es la misión de un AREPÓLOGO: convencer de la delicia de la arepa, enamorar por medio de la arepa. Hoy por hoy el Arepólogo es el embajador de la arepa, quien la presenta y ofrece en los cinco continentes, y ha logrado que gente del mundo entero la pruebe y acepte. 20 ¡Bien por los AREPÓLOGOS, empeñados en compartir el conocimiento de nuestro alimento estrella, la arepa, entre potenciales comensales de los más remotos lugares! El AREPÓLOGO reconoce y aplaude el gran esfuerzo y laboriosidad de nuestros hermanos lusitanos, quienes han instalado numerosas y cálidas areperas a nivel nacional. Las Arepas! 23 24 25 Agua Sal Harina Según LA REGIÓN De oriente a occidente y de norte a sur, con coco o papelón hasta los sabores precolombinos de mata de coroba en Caicara del Orinoco. La región occidental es una de las más prolíficas en la elaboración de arepas. Allá es posible encontrar arepas de coco cuya masa contiene coco y papelón, es hecha en leña y envuelta en hojas de plátano; arepas aliñadas hechas con huevo, papelón, queso, plátano maduro y polvo para hornear y los conocidos «Tumbarranchos», que son arepas rellenas con mortadela y luego rebozadas en una mezcla de harina, huevo y sal. Hacia el centro occidente del país se encuentran las tostadas caroreñas, que como su nombre lo indica son oriundas de la ciudad de Carora del estado Lara, y se preparan rellenándolas con queso, se fríen y se les coloca por encima salsa rosada. Se sirven en un plato acompañadas con chicharrones de cochino, caraotas refritas, papas fritas y una ensalada de lechuga, tomate, cebolla y aguacate. En los Andes aún hay personas que cocinan los granos de maíz en aguacon cenizas de leña (lejín) para que se ablanden con mayor rapidez. Pero más comunes son las arepas de trigo, que sustituyen el maíz por este cereal más utilizado para elaborar el pan tradicional. En las zonas costeras son comunes las arepas raspadas o peladas. Para su elaboración se cocina el maíz con cal a fin de ablandarlo. Tras la cocción, se muele el maíz y se prepara la masa con la receta tradicional. 27 En la región oriental del país también se pueden encontrar las arepas de plátano. El historiador Germán Carrera Damas, en su libro Nuestra cultura gastronómica: origen, influencias y mestizajes, refiere la preparación de esta variante del «pan criollo»: «A la masa preparada para hacer arepas, con muy poca sal, se le pasaba de nuevo por la máquina de moler Corona añadiéndole plátano, zumbí o topocho, o cambur, verdes, nunca pintones. Se amasaba muy bien el resultado, añadiéndole un poco de papelón rallado, y se procedía igual que para las arepas comunes. El resultado final debía ser una arepa levemente dulce, que una vez cocida presentara un color morado grisáceo, y formaba una concha de muy agradable sabor». Una de las arepas que más ha mantenido su esencia precolombina es la arepa de coroba, muy común en la población de Caicara del Orinoco del estado Bolívar. La masa de esta arepa se elabora con el fruto de la palma Attalea macrolepis, popularmente llamada mata de coroba. La arepa nativa Grano de ORIGEN A Venezuela el maíz llegó relativamente tarde a diferencia de Mesoamérica o la región andina, donde durante siglos florecieron... El origen del maíz es prácticamente un misterio porque ha llegado a nosotros ya evolucionado, sin que hayamos encontrado sus formas intermedias. Existen dos grandes corrientes teóricas que tratan de explicar su aparición. La primera, y más aceptada, asegura que es el resultado de una evolución provocada por los agricultores de la región de Mesoamérica (hoy parte de México y Centroamérica) a partir de otra planta. Ha habido varias candidatas a ser consideradas el origen del maíz, pero el teosinte, una pariente salvaje del género Zea, al cual pertenece el maíz (Zea mays L.), parece ser la más probable antecesora. La segunda corriente plantea que se desarrolló a partir de un maíz silvestre hoy desaparecido, pero como no se han encontrado pruebas de la existencia de esta planta, solo podemos considerarla como una hipótesis. Lo que sí podemos saber con toda seguridad, gracias a la aplicación de carbono 14, es que las espigas de maíz más antiguas que se conocen fueron halladas en unos yacimientos arqueológicos del valle de Tehuacán. La datación de este hallazgo demuestra que el maíz se consumía en México desde hace, por lo menos, 7.000 años. Las mazorcas de aquella época eran muy distintas a las que consumimos hoy en día. Medían apenas entre 3 y 4 cm y tenían una escasa cantidad de granos. Sin embargo, los indígenas fueron optimizando su cultivo para transformar esas pequeñas mazorcas semisalvajes en el grano domesticado que hoy conocemos. Y, aún más revelador, lograron que el cultivo y uso del maíz se extendiera desde Argentina hasta Canadá. Todavía hay muchas calles ciegas en la historia de los americanos precolombinos, una de ellas nos lleva a la desconocida red de vías que usaron para establecer relaciones comerciales y políticas entre sus pueblos. A Venezuela el maíz llegó relativamente tarde. A diferencia de Mesoamérica o la región andina, donde durante siglos florecieron, decayeron y convivieron civilizaciones complejas (las más conocidas, aztecas, mayas e incas), otras zonas americanas vivieron una suerte de despertar tardío a la civilización. En el norte de Sudamérica, nuestro actual territorio venezolano, la aparición de la cerámica y las evidencias de cultivos, primero de yuca y luego de maíz, empiezan alrededor de 1000 a. C. Antes de EUROPA En Venezuela la reina del maíz es la arepa En aquel momento, alrededor del año 1000 a. C., Venezuela era un territorio donde convivían muchos pueblos que, para su estudio, solían clasificarse según el idioma que hablaban. Las dos lenguas preponderantes eran la familia lingüística arahuaco y la caribe. A su vez, ambas englobaban diferentes etnias. Aunque no existían fronteras determinadas como hoy las conocemos, por la distribución geográfica de sus poblaciones podemos afirmar que las etnias caribe dominaban la región oriental y las arahuacas la región occidental. En la zona oriental predominaba el cultivo de la yuca, con la que se prepara el casabe, otro tipo de pan, como una galleta. Hasta hoy el casabe mantiene su presencia cotidiana en el oriente del país y se prepara igual que entonces sobre una plancha que aún conserva el mismo nombre: budare, solo que hoy está generalmente hecha de metal mientras que la plancha que usaban los indígenas era de cerámica y la denominaban aripo. En cambio el maíz había ido penetrando por la vía occidental. Hay dos rutas por donde pudo haber accedido el maíz a estas tierras: importado por nativos que navegaban desde el norte hasta la costa occidental; o como influencia agraria de los indígenas andinos, principalmente chibchas. Aunque ambas rutas no tienen por qué ser excluyentes, es más probable que la cultura agrícola andina haya sido un factor de penetración del maíz más determinante que las importaciones por vía marítima. Aquí es interesante detenernos a observar que aún se reflejan estas costumbres ancestrales en nuestro país. Hacia el oriente el casabe forma parte de la dieta diaria, mientras que en occidente no falta la arepa cotidiana. En las regiones centrales, que siempre han sido una zona de contacto entre las dos áreas culturales, es usual que los campesinos coman tanto arepas como casabe. una vez al año durante la época navideña, cuando se cocina, tradicionalmente en colaboración familiar, la hallaca, el tamal más sustancioso del continente. En Venezuela la reina del maíz es la arepa y su más cercano pariente es la tortilla mexicana, envoltorio del hoy internacionalmente famoso taco, pero que entre 1500 y 500 a. C. ya se comía en toda Mesoamérica. Volviendo a unos tres mil años atrás, Aunque ambas, tortilla y arepa, son podemos imaginarnos que en su redondas, relativamente pequeñas y momento, para los nativos de esta región, la aparición del maíz debió ser una revolución alimenticia, porque brindaba una masa mucho más compacta representan soluciones alimenticias similares, difieren en su preparación y su consistencia. Las tortillas de El Salvador y Costa Rica son un poco más gruesas y y sustanciosa que el casabe y, además, las mexicanas son delgadas y flexibles; no era quebradiza. Las hallaquitas son en cambio, las arepas son, digámoslo así, la versión venezolana de lo que es el gorditas, aunque hay quienes las prefieren «pan indígena» más popular de todo delgadas. el continente americano: el tamal. Sin embargo, el tamal no tiene en Venezuela el protagonismo culinario del que goza en el resto de América, excepción hecha 33 ...adaptación a los nuevos tiempos 34 El nacimiento de AMÉRICA Para los americanos originarios, la aparición de los europeos significó el fin del mundo tal como lo conocían. Sin duda el cataclismo histórico, social, cultural y demográfico no fue beneficioso para los pueblos nativos del continente, pasaron de ser dueños de su entorno a ser, primero, una cultura sometida por hombres más poderosos y posteriormente solo quedaron dos opciones: o la adaptación a los nuevos tiempos, siempre en condición de desventaja, o la rebelión. Con el tiempo fue haciéndose evidente que quienes optaban por la rebelión inevitablemente caían vencidos, de una manera por demás cruel. Por eso la adaptación resultaba la alternativa menos perjudicial. como pueblos independientes, pero sus miembros encontraron la manera de fundirse —en distintas formas y medidas— con los invasores europeos para conformar una nueva sociedad inédita y mestiza. Un análisis objetivo de los hechos históricos y el resultadosocial que hoy tenemos ante nuestros ojos nos permite asegurar que ni la cultura ni la raza indígena fueron exterminadas. Sufrieron, sí, un trauma devastador, sus estructuras familiares y sus relaciones sociales se demolieron, pero su raza se mezcló con los nuevos pobladores y subsiste hasta nuestros días como un mestizaje valioso y expectante. A diferencia de los colonos anglosajones, quienes viajaron con sus mujeres para formar familia, los españoles, Desestructurados como sociedad y casi exclusivamente hombres, venían con diezmados por enfermedades hasta entonces desconocidas por ellos, para las cuales carecían de anticuerpos, los indígenas fueron extinguiéndose un propósito económico y político. Los conquistadores, más que colonizadores, necesitaban hacerse de nuevos territorios y más vasallos para enriquecer a la Corona 35 española y abultar sus bolsillos. Volvamos a la comparación con los anglosajones: si bien es cierto que los españoles eran guerreros violentos, no es menos cierto que su interés no era el exterminio de los pobladores originales, todo lo contrario, necesitaban de ellos para las labores locales y la productividad que exigía la Madre Patria. Claro, requerían de ellos en condiciones de sumisión. Ante la ausencia casi absoluta de mujeres europeas, los conquistadores se vincularon de variadas maneras con las nativas. No debe pasarse por alto que los amerindios no tenían noción de nacionalidad y, de acuerdo a su experiencia y cosmovisión, no era antinatural que las tribus más violentas atacaran, mataran o tomaran como esclavos a los hombres y convirtieran a las mujeres en suyas. Eran tiempos muy rudos y no existía el concepto de los derechos humanos. En Europa lo más cercano a esa idea era la caridad cristiana, pero administrada por una Iglesia muy cruel que ofrecía la labor de los misioneros junto con la justicia de la Santa Inquisición. Aún así, no siempre la relación entre conquistador y nativa nació de la violencia. Más bien era usual el consenso en estas relaciones e incluso el obsequio, como señal de paz, de mujeres de una tribu a los poderosos hombres barbados sobre caballos. No olvidemos que estamos hablando de otro contexto histórico y estas transacciones resultaban favorables a las nativas si concebían, porque establecían lazos de sangre con los conquistadores de esa nueva y extraña tribu. Sucede entonces que en la mujer está la clave de la continuidad cultural de muchas costumbres, entre ellas la gastronómica, porque recordemos que eran las mujeres las encargadas de las labores de la cocina. Las hijas de las indígenas, ahora mitad españolas, aprendían de su madre la tradición del pilado, amasado y cocción de la arepa, generación tras generación. Y esa ha sido una de las claves para que la arepa haya sobrevivido fiel a su técnica de origen por cientos de años. Las mujeres pardas La AREPA venezolana La sociedad fue estratificándose bajo parámetros raciales, los mestizos e indígenas fueron perdiendo cada vez más derechos. En los primeros años de la conquista este mestizaje fue bien recibido por la Corona española. Los caciques y líderes de las etnias que se avenían a convivir en paz y colaborar con los invasores eran reconocidos como una suerte de nobleza; y sus hijas eran «princesitas indias». Recordemos por ejemplo a Francisco Fajardo, quien luchó a sangre y fuego para defender los intereses de la Corona siendo él mismo el hijo de una indígena y un conquistador. Pero esta luna de miel intercultural duró poco, con el asentamiento colonial, la fundación de ciudades y el establecimiento de virreinatos, fueron llegando a América mujeres y familias españolas. La mujer pardos», por su color de piel menos claro. Españoles y locales, si bien se distanciaron socioeconómicamente de los pardos, no lo hicieron tanto culturalmente. Salvo excepciones, la casta de los pardos quedó relegada a los trabajos menores o de servidumbre, como la cocina, donde indígena o mestiza encontró una reinaba la mujer nativa, mestiza o zamba. gran competencia entre estas nuevas inmigrantes que le fueron cerrando el paso para nuevos ascensos sociales. Se creó entonces la diferenciación del nacido en América con ascendencia exclusivamente española, el criollo, y el nacido en América con mezcla racial, el mestizo. La sociedad fue estratificándose bajo parámetros raciales, los mestizos e indígenas fueron perdiendo cada vez más derechos. Durante los primeros siglos solo se importaban esclavos hombres, así que se dieron muchas uniones entre africanos y nativas. De estos amancebamientos, en los que participaban también los españoles o locales menos favorecidos, o incluso de alta sociedad, pero que cometían sus adulterios a escondidas, fueron naciendo vástagos que conformaron una gran masa que terminó denominándose «los Durante este proceso se dio un pequeño cambio tecnológico y el matete, que es esta piedra cóncava con la cual se machacaban los granos, dio paso al pilón de madera que, sin duda, fue un aporte de la cultura africana. El pilón, cuyo nombre proviene de su acción de pilar el maíz, resultaba más práctico y en él podían trabajar dos mujeres a la vez, turnándose en cada golpe, rítmico y sistemático, el espacio del recipiente. Nuevamente la conservación de las tradiciones estuvo bajo la responsabilidad de las mujeres, quienes, a falta de pan, debido a que en estas tierras calientes no se da el cultivo de trigo, servían en las mesas la arepa de cada día. Provincianos, AISLADOS e igualitarios La nación que fue conformándose dentro de los límites de lo que fue la Provincia de Caracas y luego la Capitanía General de Venezuela vivía en un ambiente muy pueblerino, inclusive en su capital. Probablemente por su clima tropical y por su relativa independencia de otras regiones hispanoamericanas, donde se Abundan los comentarios de viajeros que se extrañaban de la actitud tan familiar con que se relacionaban amos y sirvientes. establecieron pomposos virreinatos con jerarquías sociales muy estrictas, tanto en Caracas como en la provincia reinaba la humildad y una curiosa idiosincrasia de aceptación social que todavía hoy sorprende a los extranjeros. En Venezuela era usual que los criados bailaran en los pasillos cuando había fiestas en las casonas o que, durante las mismas, los transeúntes pardos se apostaran en las ventanas que daban a la calle para observar y comentar las vestimentas y habilidades de los bailarines de alta sociedad. Abundan los comentarios de viajeros que se extrañaban de la actitud tan familiar con que se relacionaban amos y sirvientes. Tanto que a veces la percibían como un abuso de confianza. Este tipo de «familiaridad social» es una característica que conservamos hasta hoy, que fue conformándose durante la colonia y que permitió que el primer presidente del país fuera José Antonio Páez, quien si bien fue un héroe de la independencia, también era un criollo de extracción muy humilde y en nada emparentado con la élite social, algo que jamás hubiera podido ocurrir en ningún otro país emancipado de Hispanoamérica, como de hecho, no ocurrió. Desde un principio los colonos españoles intentaron trasladar sus costumbres culinarias y la producción de las mismas a tierras venezolanas, pero su esfuerzo consiguió resultados parciales. Solo la carne, las hortalizas, el arroz y la caña de azúcar se adaptaron con éxito. El aislamiento comercial colaboró profundamente para crear una gastronomía venezolana autóctona y mestiza que influía sobre las capas sociales y donde la arepa nunca abandonó su papel como pan cotidiano. El pan y el vino jamás comulgaron con esta tierra caliente. La vid nunca prosperó y el trigo fructificó con timidez en los valles del Tuy y en los Andes durante los siglos XVI y XVII, pero en el XVIII ya había declinado su cosecha en todo el territorio, a excepción de algunos sembradíos en Trujillo. Asimismo, durante la colonia existió un férreo monopolio español Jamás se vio amenazada por ningúnotro acompañamiento que pudiera hacerle la competencia y todos los estamentos la aceptaron en su mesa como elemento inseparable de la dieta cotidiana. Es importante resaltar algunas consideraciones en relación con nuestro alimento, la arepa, durante el Pesaj, que impedía el comercio con el resto que es la ocasión en la cual se celebra de Europa y Estados Unidos, por lo que el éxodo de los judíos desde Egipto, la importación de alimentos o especies atravesando el desierto, hasta llegar a la foráneas era un delito. Tierra Prometida. Este aislamiento comercial colaboró En tal festividad, los judíos askenazi, profundamente para crear una según las normas del «Shulján Aruj» gastronomía venezolana autóctona (el libro de las leyes extraídas del Torá y mestiza que influía sobre las capas y el Talmud), tienen prohibido comer sociales y donde la arepa nunca leguminosas, por el riesgo de que se abandonó su papel como pan cotidiano. puedan mezclar con aquellos cereales 42 que están cubiertos por concha, cuyo consumo también está prohibido en la señalada festividad. Sin embargo, los judíos sefardíes provenientes de España, Portugal, Líbano, Marruecos, Siria, etc, en su compilación de leyes y tradiciones consideran que en dicha ocasión se pueden ingerir cereales tales como el arroz y el maíz, y otros alimentos como las caraotas y los garbanzos. Es por ello que, durante el Pesaj, los P.A.N. pasa por la supervisión de un rabino o masguiah, quien durante todo el proceso verifica que no ha sido mezclada con otras harinas o con leudantes. En cuanto a los rellenos de las arepas, estos pueden ser variados, pero en todo caso las carnes que se utilicen en el Pesaj deben ser verificadas por un rabino, para asegurarse de que sean kosher, es decir, obtenidas o preparadas según los preceptos del judaísmo, quedando judíos sefardíes consumen arepas. prohibido ingerir carne de cerdo y Otra explicación es que la arepa no fermenta, y en el Pesaj están prohibidos los alimentos que tengan levadura o las masas que crezcan en volumen durante su preparación. Cabe destacar que la harina sus derivados, y mariscos tales como camarones, langosta, cangrejo u otros de la misma especie. 43 La arepa MODERNA Alcanzaron gran nombradía en la Caracas de comienzos del XX, especialmente cuando Jaime Vivas estableció «El Yalú», en la esquina de El Reducto, y las servía honorablemente en plato y con cubierto. Muy reputadas eran las tostadas de queso amarillo, nos lo recuerda Mariano Picón Salas, que ofrecía la Cervecería de la Torre, hacia 1920, acompañadas de «un casi sólido chocolate español», o las de jamón y queso de la botillería «El Milagro», en la esquina del Aserradero, hacia 1933. Hemos insistido en que la arepa es el pan venezolano que ha acompañado la mesa desde la colonia, pero hemos omitido hasta ahora que también es un plato por sí misma cuando se rellena con otro alimento a manera de sándwich. Desde la época precolombina los indígenas se hacían de algunas arepas para tener una reserva alimenticia cuando salían de cacería o cuando iban a ausentarse un largo rato por cualquier motivo. Y probablemente esta costumbre se siguió a lo largo de la historia. Pero desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, se inicia la venta de arepas rellenas con queso o carne, primero por vendedores ambulantes o vecinas que ofrecían sus arepitas a la puerta o ventana de la casa; y finalmente en establecimientos de venta de comida cuyo principal atractivo era la venta de estos sándwiches criollos, que nacieron con el nombre de «tostadas», precisamente porque las arepas tienen una ligera corteza tostada. Mientras tanto la sociedad venezolana estaba cambiando. Desde 1914 con la aparición de la industria del petróleo se aceleró la migración del campo a la ciudad y la población urbana comenzó un crecimiento hasta hoy indetenible. Ya no había tiempo ni mano de obra doméstica para dedicarse a la laboriosa preparación de las arepas en cada casa. Surgieron entonces las vecinas especialistas en arepas. Algunas doñitas encontraron su sustento dedicándose a la producción casera de arepas. Era común que cada casa, en vez de preparar sus propias arepas, enviara a alguien a comprar las necesarias para el desayuno, el almuerzo, la merienda o la cena donde una de estas señoras. Esa fue una solución pasajera, porque con el pasar de los años la vida se iba tornando más dinámica, la sociedad economicista exigía más fuerza laboral, las mujeres venezolanas, modernas como el siglo XX, salían a ocupar puestos de trabajo y cada vez había menos doñitas especialistas en arepas, quienes preferían trabajar en los distintos negocios de «tostadas» que estaban surgiendo incansablemente debido a la demanda de los nuevos trabajadores urbanos, que requerían un alimento nutritivo, consistente y barato para comer en la calle, durante la hora del almuerzo, sin tener que regresar a casa. Fue así como nació el primer concepto de fast food netamente venezolano. La «reina pepiada» la inventó María de los Santos Álvarez, madre de los ocho hermanos, y se la dedicó a Susana Duijm, quien en ese entonces había ganado para Venezuela la corona de Miss Mundo. Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, la influencia del american way of life fue inundando las costumbres de los centros urbanos de Venezuela y en la década de los 50 las ventas de hamburguesas y, sobre todo, de perros calientes desplazaron a los vendedores ambulantes que ofrecían viandas criollas. El gran bastión de la tradición arepera eran las «tostadas» y a mediados de la década la más famosa de ellas era la de «Los Hermanos Álvarez», quienes de manera intuitiva crearon una suerte de marketing muy exitoso que consistía en bautizar a las arepas según su relleno. En este restaurante, al que acudían personalidades como Aquiles Nazoa, Billo Frómeta o Renny Ottolina, se creó una de las arepas más populares, la «reina pepiada», que aún se come en cualquier arepera, aunque con una receta ligeramente distinta a la original. La «reina pepiada» la inventó María de los Santos Álvarez, madre de los ocho hermanos, y se la dedicó a Susana Duijm, quien en ese entonces había ganado para Venezuela la corona de Miss Mundo. Ella misma estrenó la receta y se la comió con un juguito. Sin embargo y a pesar del éxito de las tostadas en la calle, poco a poco, en las casas y apartamentos de esta nueva Venezuela futurista, la arepa se estaba convirtiendo en la gran ausente de la mesa cotidiana. Cientos de años de protagonismo continuo se esfumaban ante la implacable tiranía de unos tiempos modernos e impersonales que exigía poca artesanía y mucha industrialización. Nunca la arepa había estado en tal peligro durante toda su humilde historia. En los años 60 Venezuela continuaba en franco crecimiento. Se había convertido en un país en el que confluía gente de muchas latitudes a realizar distintos tipos de actividades. La rapidez de la vida moderna se incrustó en nuestra forma de vida y la arepa, que corría peligro de desaparecer, comenzó, con la ayuda de la tecnología, lo que sería su recuperación. Nace la harina precocida que, con el impulso de Empresas Polar, a través de su producto harina P.A.N., de nuevo permite a la arepa volver a la mesa de los venezolanos de una manera sencilla y fácil. Luego otras empresas productoras de alimentos comenzaron a fabricar también la harina de maíz precocida, por lo que ahora, para nuestro orgullo, la arepa se encuentra en muchísimos lugares. Debe hacerse un reconocimiento a muchos venezolanos y a personas que vinieron de otros países, entre ellos los lusitanos, que instalaron restaurantes, panaderías y luego las famosas areperas, dispersas por todo el país y ahora por el mundo entero. Y así comienza todo TIPOS de arepas Se trata de un alimento que sirve para comerse como plato principal o como acompañante, sola o rellena, comúnmente como parte del desayuno, pero en todo caso es la protagonista de la mesa venezolana. Su ingrediente principal, la harina de maízprecocida, tiene dos variedades: la amarilla (menos usada) y la blanca, elaboradas con el maíz de sus respectivos colores. También se pueden encontrar harinas con mezclas de cereales integrales como avena, trigo o afrecho, con arroz para lograr masas extra suaves e inclusive con harina de trigo para freír. Existen variados tipos de arepas que, en la mayoría de los casos, van mezclados con la receta original de la arepa. Así tenemos: la arepa de plátano, arepa de quinoa, arepa de avena, arepa de remolacha, arepa de yuca, arepa de auyama, etc., según el ingrediente que se utilice. MAÍZ PILADO Es la manera artesanal y antigua de preparar la masa, la cual consiste en la selección de los granos de maíz, que deben ser cocinados con su toque de sal, para luego ser triturados o molidos y obtener la masa. (Matete) MAÍZ BLANCO Es la manera artesanal y antigua de preparar la masa, la cual consiste en la selección de los granos de maíz blanco, conservándoles la concha, que deben ser cocinados con su toque de CAL, luego lavados suficientemente con agua y frotados para eliminarles la concha. Al final, deben ser triturados o molidos para obtener la masa. Este tipo de arepa es típica de la región noroccidental del país. ASADA Elaborada de maíz blanco, amarillo o de harina precocida, preparada a la plancha, sobre budare o a la parrilla. Normalmente se coloca una capa de aceite para evitar que la masa se adhiera. 57 FRITA Es la que se cocina en abundante aceite, hasta lograr que quede crocante y su interior suave. Hay quienes le abren un hueco en el centro. Se come en todo el país. DULCE A su masa se le agregan semillas de anís y un toque de melado de papelón. Se prepara muy delgada y debe sumergirse en abundante aceite caliente. Tiende a abombarse. 61 DE CHICHARRÓN A su masa se le incorporan trozos de chicharrón de cochino, los cuales se obtienen cocinando en un caldero la piel de este animal con un toque de sal, hasta lograr piezas crocantes. Finalmente, estas arepas se fríen en aceite caliente o se hornean. 63 ANDINA Para hacer esta arepa se utiliza harina de trigo, previamente preparada con huevo, mantequilla, leche, sal y azúcar, y dejando reposar un rato. Se cocina en budare. Es típica de la región andina. 65 PAMPURA Es una arepa preparada tan delgada como una galleta, como una conchita de arepa. Se prepara al horno. Queda crujiente. Es típica de Carora, estado Lara. 67 Nuestras Arepas Viuda No contiene relleno. Dominó Contiene un relleno de caraotas negras y queso blanco duro rallado. 72 Reina Pepiada Contiene un relleno a base de pollo horneado desmechado, aguacate y mayonesa. 73 Carne mechada Su relleno consiste en carne mechada, es decir, hervida y deshilachada y luego aliñada. Asado negro Su relleno consiste en rebanadas de carne estofada. Pelúa Su relleno consiste en carne mechada y queso amarillo rallado. Catira Contiene un relleno de pollo desmechado con queso amarillo rallado. 77 Sifrina Contiene el mismo relleno de la reina pepiada y se le añade queso amarillo rallado. 78 Pernil Contiene relleno de pernil de cochino y tomate. 79 Llanera Su relleno está constituido por tomate, queso guayanés, carne asada y aguacate. 80 Rumbera Su relleno es pernil de cochino con queso amarillo rallado. 81 Capresa Tal como la famosa ensalada italiana, esta arepa tiene tomate, queso mozzarella, hojas de albahaca y aceite de oliva. Huevos de codorniz Contiene huevos de codorniz con salsa rosada. 83 Queso amarillo Contiene queso amarillo rallado. Pulpo Contiene pulpo a la vinagreta. Pata e’Grillo Contiene carne desmechada tostada en un caldero o sartén. 86 Jamón y tomate Contiene lonjas de jamón y rebanadas de tomate. 87 Queso arepero Rellena de una porción entera de queso fresco arepero. Salpicón de mariscos Rellena con una ensamble de mariscos a la vinagreta. REINA PEPIADA contemporánea No pretende quitarle protagonismo a la original «reina pepiada», es una desconstrucción de esta famosa arepa que se arma con bolitas de masa hervidas y asadas, aguacate en rebanadas, pollo y mayonesa en el centro y con una pampura en su parte superior. Se come con cubiertos. Brasa y masa, una rica arepa asada Suero 94 Picante Guasacaca Crema 95 El lienzo perfecto para la imaginación • • Viuda • Tipos• • • • Pabellón • • • • • • • • • • Agüita ´e sapo: arepa frita rellena con pernil de cochino con mucho Me atrevería a decir que los rellenos son casi infinitos, pues dependerá de los productos con Desde una arepa rellena con queso Shanklish de la cultura libanesa, podemos hacer arepas pequeñas y muy delgadas para colocar caviar ruso, otra rellena con Doro War, una preparación de carne etíope, picante, con queso manchego madurado o semi madurado... en fin, ahora es que viene lo bueno, a soñar con nuestras arepas. Arepa de chiga: es realizada por los indígenas yaruros pume, que se encuentran en la • zona de los llanos apureños. Se realiza con la semilla que desprende el árbol que lleva el mismo nombre. • Arepa de yuca • Arepa Cabora: de la región de Caicara del Orinoco • Arepa de cocoArepa de tere tere: esta receta es de la época de la colonia, típica de Guatire y la región • corazón, bofe e hígado, cocinado con varias especias y algunos vegetales, lo que llamamos un compuesto. • Arepa cabimera: lleva jamón, queso blanco, carne asada, vegetales, salsas y huevo sancochado duro. Arepa tumbarrancho: es originaria del estado Zulia, su preparación consiste en en cocinar • la arepa de forma tradicional, al budare, luego separar ambas caras y rebozar cada una en abundante aceite, posteriormente se rellenan con mortadela, queso, repollo rallado, • tomate y abundante salsas, como las de una hamburguesa. Es una arepa muy calórica. Arepa patapata: caraotas negras, queso blanco rallado y aguacate. Tipos99 Ponga a volar su imaginación Escriba la arepa de su creación y compártala con nosotros en Instagram @arepologo, para que nuestra lista siga creciendo. Tapa de la arepa Aguacate Tomate Queso amarillo Jamón Tapa de la arepa Agradecimientos Esta es parte fundamental de este libro: expresar mi gratitud a las personas que en distintos momentos me acompañaron para convertir este sueño en realidad. Desde un principio, dispuse mis mejores energías y positivismo; pero, sin duda, la ayuda que recibí de estas personas, su paciencia, sugerencias y aportes fueron fundamentales para lograr esta meta, que en cierta forma hace patente el amor y compromiso que siento por nuestro país. Gracias, gracias de nuevo a: Larissa Vegas; Jorge Sayegh; Calhermi Naranjo; Beatriz Estrada C.; José Rafael Lovera; Anabella Padula; Johan Quintero; Jey Medina; Hely Salas; Germán Roig; Beatriz A. Cuevas G.; Hilda Lucena; Leonora Neher; Sandra Perrone. Al personal de: Biblioteca del CEGA; Biblioteca Fundación Empresas Polar; Biblioteca Nacional; Jessika Barroso; Fabiana Schael; Carlos Egaña; Gauchogrill @GauchoGrillx® Y especialmente a Eleonora Oropeza, Estefanía Croes y Camila Estrada, por disfrutar mis arepas. 117 Esta primera edición de Arepólogo de Ricardo Estrada Cuevas se terminó de imprimir en los talleres de Arte Impreso / Centro Gráfico, en el mes de mayo de 2021. Para la tripa:• Se utilizó papel Bond Base 24. • Las familias tipográficas son: Avenir, Gotham y Zits
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