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KOBIE (Serie Anejos). Bilbao 
Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia 
N.º 6 (vol. 1), pp. 203 a 216, año 2004. 
ISSN 0214-7971 
Web http://www.bizkaia.eus/kobie 
LA ADOPCIÓN DE LA ECONOMÍA DE PRODUCCIÓN: 
LA APORTACIÓN DE LA ARQUEOBOTÁNICA 
The adoption of farming: Archaeobotanical data 
RESUMEN 
Mª José Iriarte (*) 
Lydia Zapata (*) 
El inicio de la aplicación de la arqueobotánica en Euskal Herria tiene lugar en la década de los años 50 pero 
no será hasta la década de los 80/90 cuando se generalice. A partir de la década de los 90 comienza de un modo 
más intensivo su utilización en depósitos holocenos, fundamentalmente arqueológicos, obteniéndose interesan-
tes aportaciones sobre la evolución del paisaje vegetal y sobre la adopción de la economía de producción. Los 
primeros cultivos cerealistas se documentan en la costa desde al menos el VI milenio BP a la vez que se obser-
va una progresiva antropización del paisaje. En este trabajo se expone la información disponible sobre estos 
temas así como las nuevas líneas de investigación originadas. 
Palabras clave: Paleobotánica, Agricultura, Neolítico, Holoceno, Antropización. 
SUMMARY 
First archaeobotanical analyses in the Basque Country were carried out during the 50s but it is not until the 
80/90s that they spread. From the 90s they become general in Holocene deposits, particularly archaeological 
ones, which provide interesting contributions on past vegetal landscape and on the adoption of farming. First 
cereal crops are documented on the coast from at least the Vlth rnillenium BP along with a progressive human 
impact on the landscape. This work reviews the available information on these issues and on the new research 
subjects. 
Key words: Palaeobotany, Agriculture, Neolithic, Holocene, Anthropization. 
LABURPENA 
Euskal Herriko lehenengo analisi arkeobotanikoak 50 hamarkadakoak dira baina 80/90 hamarkadetara arte ez 
dira ohiko bihurtuko. 90 hamarkadatik aurrera haien erabilpena zabaldu zen depositu holozenoetan, batez ere 
arkeologikoetan, landare paisaiari eta produkzio ekonomiaren hasierari dagokienean emaitza interesgarriak lortuz. 
Lehenengo zerealak gutxienez VI. milurtekotik egiaztatzen dira kostaldean. Honekin hatera, paisaiaren jarraikako 
antropizazioa ikusten da. Lan honetan datu erabilgarriak eta sortutako ikerketa ildo berriak azaltzen dira. 
Gako-hitzak: Paleobotanika, Nekazaritza, Neolito Aroa, Holozenoa, Antropizazioa. 
* Grupo de Investigación (9/UPV 155.130-14570/2002). Área de Prehistoria. 
Dpto. Geografía, Prehistoria y Arqueología UPV/EHU. Apdo. 2111. 01006 Vitoria-Gasteiz 
E-mail: fgpirchm@vc.ehu.es 
http://www.bizkaia.eus/kobie
204 M.' JOSE IRIARTE-LYDIA ZAPATA 
l. BREVE RESEÑA IDSTÓRICA DE LA 
ARQUEOBOTÁNICA EN EUSKAL HERRIA 
La aplicación de los estudios arqueobotánicos en 
yacimientos de Euskal Herria se remonta a la década 
de los años 50. En este período se realizan el estudio 
palinológico de los niveles pleistocénicos de la cueva 
de Isturitz (Isturitz, Baja Navarra)1 y el estudio carpo-
lógico de parte del material recuperado en el poblado 
de la Edad del Hierro de Alto de la Cruz (Cortes, 
Navarra). Durante las dos siguientes décadas los 
estudios palinológicos se concentran en secuencias, 
tanto de origen antrópico como no, del País Vasco 
Continental (Secuencia litoral de Biarritz y yacimien-
to arqueológico de Duruthy) mientras que dentro de 
la analítica carpológica se continúa con el estudio del 
poblado de Alto de la Cruz y se añade el de Castillo 
de Henayo (Alegría, Alava). 
A partir de 1980, se produce un considerable 
aumento de la aplicación de este tipo de estudios. En 
un primer momento, década de los 80, el incremento 
de los análisis arqueobotánicos se basa en el aumen-
to de análisis paliqológicos. Fundamentalmente se 
aplican sobre yacimientos en cueva, con niveles 
estratigráficos correspondientes al final del Pleistoce-
no y Tardiglaciar (Amalda, Ekain y Erralla - Gipuz-
koa-; Abauntz, Berroberria, La Peña y Zatoya 
-Navarra-). Por su parte, la escasa información exis-
tente sobre el Holoceno proviene sobre todo de los 
niveles superiores de algunas de las secuencias ya 
mencionadas (Amalda, Abauntz, Zatoya y La Peña). 
Al final de esta década, esta carencia de información 
sobre el Holoceno se ve reducida tras los estudios 
realizados sobre depósitos de origen no antrópico 
(lago de Arreo -Álava-; turbera de Saldropo -Biz-
kaia-; marisma de Inurritza -Gipuzkoa-; turberas de 
Atxuri y Be late -Navarra-), así como por el. inicio de 
la aplicación de la Palinología en secuencias arqueo-
lógicas holocénicas (Mulisko Gaina y Herriko Barra 
-Gipuzkoa-). Respecto al estudio de macrorrestos se 
continúa con el estudio del Alto de la Cruz y se tra-
baja también con materiales de La Hoya (Laguardia, 
Ala va). 
Será a finales del siglo XX cuando en el País Vasco 
se desarrolla un mayor número de estudios arqueobo-
tánicos a la vez que se van consolidando los laborato-
rios en los que poder realizar los análisis (Sociedad de 
Ciencias Aranzadi, Área de Prehistória de la Universi-
dad del País Vasco, Museo Arqueológico Etnográfico 
e Histórico Vasco). De este modo, el volumen de 
Remitimos al lector al Anexo 1 para consultar las reseñas biblio-
gráficas de los estudios arqueobotánicos mencionados en el 
texto. 
información disponible tanto sobre el Pleistoceno 
como el Holoceno va creciendo considerablemente 
(Mapa 1), permitiendo tener un mayor conocimiento 
sobre la evolución vegetal del paisaje durante el Cua-
ternario. Además, un aspecto a destacar es el desarro-
llo que conocen la Carpología y Antracología, disci-
plinas que hasta este momento se habían utilizado 
poco (Carpología) o nada (Antracología). Este incre-
mento cuantitativo y cualitativo permite diversificar el 
tipo de información obtenida de estos análisis, 
ampliando las líneas de investigación: evolución del 
paisaje vegetal y del clima a lo largo del Cuaternario; 
la antropización del paisaje; la adopción de la agricul-
tura y el desarrollo de las prácticas agrarias; recursos 
vegetales alimentarios; empleo de vegetales como 
materia prima para diferentes usos económicos; evolu-
ción de las distintas especies vegetales; introducción 
de especies alóctonas a nuestro entorno; etc. 
2. EL PAISAJE VEGETAL 
El ámbito cronológico del presente texto se centra 
en el Óptimo Climático, período del Holoceno carac-
terizado por unas excelentes condiciones climáticas, 
durante el que tiene lugar la adopción de la economía 
de producción por parte del Ser Humano. 
Tras la conclusión del último glaciar, el clima 
evoluciona progresivamente hacia una neta mejoría 
que conlleva una recuperación del bosque dentro del 
paisaje vegetal. De hecho, el elemento definitorio del 
Holoceno es la progresiva expansión del bosque 
caducifolio. En esta colonización del espacio por 
parte de las masas boscosas, iniciada durante el Tar-
diglaciar, el papel jugado por las diferentes especies 
arbóreas ha ido variando. Ya en los coletazos finales 
de la última glaciación, Pinus y Betula son importan-
tes elementos pioneros en el inicio de la expansión 
arbórea, colonizando los espacios abiertos en los pri-
meros momentos de ll;l recuperación climática. Rápi-
damente, taxones caducifolios como Corylus y Quer-
cus robur tp., les sustituirán en este cometido. 
, Esta expansión arbórea alcanza su clímax en el 
Optimo Climático, período en el que se registran las 
condiciones idóneas para ello: aumento de la hume-
dad y de la temperatura media anual 2 o 3° c por 
encima de la actual. Es en este momento cuando el 
bosque caducifolio alcanza su máxima representa-
ción y se detecta la propagación de las especies arbó-
reas integrantes del robledal mixto, variedad de bos-
que caducifolio dominante aunque, como es lógico, 
dependiendo del área geográfica, existirán variacio-
nes en el grado de representación de los diferentes 
KOBIE (Serie Anejos n,º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
LA ADOPCIÓN DE LAECONOMÍA DE PRODUCCIÓN: LA APORTACIÓN DE LA ARQUEOBOTÁNICA 205 
1 
m.s.n.m. 
1400 
. 
800 
400 
o 
Mapa 1. Localización de los yacimientos con estudios paleobotánicos. 
taxones caducifolios: Quercus robur tp., Corylus, 
Tilia, Fraxinus, U/mus, etc. 
Una característica común a la mayoría de los 
depósitos analizados es la importancia de Corylus y 
Quercus t. robur dentro del estrato arbóreo, fenóme-
no registrado ya desde los niveles epipaleolíticos de 
Ekain, Urtiaga, Arenaza y Pareko Landa. En ocasio-
nes el predominio del avellano sobre el roble es neto, 
pero en secuencias no afectadas por las interferencias 
humanas la codominancia de estos taxones, principa-
les representantes del bosque caducifolio, es lo más 
usual. 
En nuestro territorio, el tilo (Tilia) está presente 
desde el 10.000 BP2, manifestando una presencia 
esporádica en los depósitos de Ekain, Playaundi -
estuario del Bidasoa-, Herriko Barra, Saldropo, Kan-
panoste Goikoa y Peña Larga, y una representación 
2 Todas las referencias cronológicas están sin calibrar. 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
más continuada en Arnalda, La Cabaña 4, Ilso Betaio 
y en la estación dolménica de Ataun-Burunda. 
El fresno mantiene una presencia esporádica que en 
el caso del estuario del Bidasoa tiene lugar desde el 
7.810 BP, mientras que en la turbera de Saldropo, ésta 
se produce con posterioridad de 3.500 BP. Su madera 
se utiliza como combustible en Kobeaga Il c 7 .690 y 
en Mendandia c 7 .200 BP. Igualmente su polen está 
presente en el asentamiento neolítico al aire libre de 
Herriko Barra, en el poblado calcolítico de Ilso Betaio 
y asimismo en el nivel calcolítico de la cueva de Urtia-
ga. Este carácter puntual de representación se encuen-
tra en el caso del olmo y castaño. En el primer caso, 
encontramos este taxon desde el Tardiglaciar (Arenaza 
I) hasta la Edad del Hierro (La Hoya e Intxur). La pre-
sencia del castaño se restringe al yacimiento de Herri-
ko Barra y la turbera de Saldropo desde el 6.000 BP. 
Otro tipo de bosque que se desarrolla a lo largo 
del Holoceno es el hayedo. El haya (Fagus) está pre-
206 M.' JOSE IRIARTE-LYDIA ZAPATA 
sente en la vertiente atlántica al menos desde el Mag-
daleniense. Durante el Holoceno, en el área litoral es 
donde se registran las dataciones más antiguas (Pare-
ko Landa -con anterioridad al 8.000 BP-; Estuario 
Bidasoa -7.800 BP-, Kobeaga II c 7600-7000 BP) 
mientras que hacia el interior, en Mendandia se utili-
za su madera como combustible c 7200 BP. En los 
valles atlánticos, se detecta en el norte de Navarra 
hacia el 6.600 BP (Belate), en el área del Gorbea con 
anterioridad al 5.600 BP (Saldropo) y en Karrantza 
en niveles adscritos al Neolítico (dólmenes de La 
Cabaña 4 y La Boheriza 2) y al Calcolítico (Ilso 
Betaio). Será en torno al 3.000 BP cuando en algunos 
registros polínicos experimente un mayor desarrollo 
(Saldropo, Belate, Atxuri). 
El bosque de ribera está presente en mayor o en 
menor medida en todos los análisis, siendo su princi-
pal componente el aliso -Alnus- (sus valores porcen-
tuales pueden variar bastante dependiendo del depó-
sito), acompañado generalmente por el sauce -Salix-
con mucha menor representación y de aparición dis-
continua (Arenaza I, Urtiaga, Pareko Landa, Herriko 
Barra, Pico Ramos, Ilso Betaio, Kanpanoste Goikoa), 
aunque en la turbera de Saldropo entre el 5.630 y el 
3.590 la reaparición de este taxon llega a alcanzar, de 
un modo puntual, el 30%. 
Respecto a taxones xerófilos como Quercus ilex 
tp., su representación varía en función a la vertiente 
en la que se localice el depósito. En la vertiente atlán-
tica, ésta es más puntual (Arenaza I y Urtiaga) y se 
relaciona con el carácter esclerófilo de este taxon aso-
ciado a las áreas de solana de los macizos calizos, 
pobres en suelo pero bien drenados. Sin embargo, en 
la vertiente mediterránea su representación cambia. 
Debemos indicar que por el momento el número de 
estudios arqueobotánicos de este área, y en concreto 
del ámbito cronológico en el que se centra la presen-
te exposición, no es muy amplio, por lo que la mayor 
parte de la información disponible corresponde a 
yacimientos de la Edad del Bronce y de la Edad del 
Hierro. En estos registros el encinar-coscojar junto a 
las cupresáceas son los principales componentes del 
estrato arbóreo, el cual evidencia un importante grado 
de antropización del paisaje que afecta a la represen-
tación de estos taxones característicos del paisaje 
mediterráneo. 
Junto a las características mencionadas del paisa-
je vegetal a lo largo de la primera mitad del Holoce-
no, otro elemento distintivo del Óptimo Climático es 
la antropización del paisaje. Durante este período 
tiene lugar la adopción de la economía de producción 
por parte del Ser Humano. La neolitización supuso un 
cambio trascendente en la actividad económica 
humana y asimismo, determinante para la evolución 
cultural y paisajística. El cambio de una economía 
predadora a una economía de producción (agricultura 
y ganadería) implica un nuevo tipo de relación entre 
el Ser Humano y el medio ambiente en el que vive. A 
partir de este momento, en la evolución del paisaje 
vegetal junto a las condiciones climáticas, orográfi-
cas, etc., influirá la presión antrópica generada por las 
nuevas condiciones económicas (necesidad de espa-
cios abiertos para las prácticas agrícolas y ganaderas; 
necesidad de materia prima: combustible, material de 
construcción; etc.). Esta incidencia del factor humano 
se aprecia en diferentes aspectos de la evolución 
vegetal: retroceso de la masa arbórea; aumento para-
lelo de aquellos taxones herbáceos y arbustivos 
característicos de las diferentes etapas de degradación 
del bosque maduro; desarrollo de taxones ruderales y 
nitrófilos; introducción de especies alóctonas a nues-
tro entorno; etc. 
3. AGRICULTURA Y GANADERÍA 
Un tema importante sobre el que la Arqueobotáni-
ca aporta una interesante información, es el del pro-
ceso de adopción de la agricultura en Euskal Herria. 
El avance acaecido en la investigación de macro y 
microrrestos vegetales recuperados, tanto de contex-
tos arqueológicos como de depósitos de origen no 
antrópico, en las últimas décadas, ha permitido obte-
ner una visión del desarrollo de esta actividad econó-
mica en nuestro territorio en el que se ponen de mani-
fiesto diferentes aspectos algunos de los cuales no 
concuerdan con teorías previas. 
En primer lugar, en ambas vertientes de Euskal 
Herria se constata, que el proceso de antropización 
tiene lugar desde las primeras etapas del Neolítico y 
que se irá intensificando en los periodos culturales 
posteriores (Calcolítico, Edad del Bronce), culminan-
do en la Edad del Hierro donde en todas las secuen-
cias estudiadas el grado de deterioro del paisaje vege-
tal por parte humana, es muy importante y queda ple-
namente reflejada en todo tipo de depósitos (Intxur, 
Buruntza, Kosnoaga, Berreaga, San Miguel de Atxa, 
La Hoya, Sansol, El Castillar, turberas de Saldropo, 
Belate y Atxuri, y el estuario del Bidasoa). 
Igualmente, desde el Neolítico, la práctica de la 
Agricultura está atestiguada en ambas vertientes de 
Euskal Herria (Mapa 2). El hecho más llamativo es 
que los registros arqueobotánicos de prácticas agríco-
las (polen y semillas de cereal) no presentan un des-
fase cronológico entre los depósitos de la vertiente 
mediterránea y los de la atlántica, existiendo gran 
similitud entre las dataciones obtenidas (Tabla 1). 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol.!), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
LA ADOPCIÓN DE LA ECONOMÍA DE PRODUCCIÓN: LA APORTAOÓN DE LA ARQUEOBOT ÁNICA 207 
Yacimiento Dataciones 14C 
BP 
Herriko Barra 5960 ± 95; 6010 ± 90 
Los Cascaios 6185 + 75 BP 
Los Husos 1 Entre 6.130 ± 60 v 5.810 ± 60 
Kobaederra 5.630 ± 100 
Nivel IV 5.375 + 90 
Pico Ramos 5370 ± 40 
Nivel 4 
Pico Ramos 4.790 ± 110 a 4.100 ± 110 
Nivel 3 
Lumentxa 5180 + 70 
liso Betaio Calcolítico3Saldropo anterior a 3.590 
Tabla l. Yacimientos neolítico-calcolfticos con presencia de cereal 
m.s.n.m. 
~::º 
400 
o 
Mapa 2. Yacimientos neolftico-calcolíticos con presencia de cereal. 
3 Las dataciones de Carbono "C resultaron aberrantes. 
Material para la 
datación 14C 
Restos óseos 
Restos humanos 
Restos óseos 
Carbón 
Cebada (semilla) 
Cebada (semilla) 
Restos humanos 
Carbón 
Carbón 
Carbón 
KOBIE (Serie Anejos o.° 6. Vol. !), año 2004. Homenaje al Prof. DI. J. M.' Apellániz 
Tipo de resto 
Polen de cereal 
Hordeum vulfwre (cebada) 
Polen de cereal 
Hordeum vulgare (cebada) 
Triticum dicoccum ( ezkandia) 
Hordeum vulgare (cebada) 
Polen de cereal 
Hordeum vulJwre (cebada) 
Polen de cereal 
Polen de cereal 
208 M.' JOSE IRIARTE-LYDIA ZAPATA 
Al observar los datos arqueobotánicos disponi-
bles, se constata que las fuentes literarias (y por con-
siguiente, las lecturas lineales de las mismas) no son 
fiables en su caracterización económica y cultural de 
los pueblos indígenas de la vertiente cantábrica de 
Euskal Herria. Ya desde los inicios de la Prehistoria 
con cerámica la interferencia del Ser Humano en su 
medio ambiente fue determinante y cuando llegaron 
los romanos a este territorio se encontraron una 
población con una economía productora plenamente 
desarrollada a ambos lados de la divisoria de aguas, 
la cual ya se practicaba, al menos, desde el comienzo 
del cuarto milenio a.c. 
En los análisis arqueobotánicos resulta difícil 
poder establecer con certitud la existencia o no de acti-
vidades directas relacionadas con las prácticas ganade-
ras, dado que los taxones herbáceos que suelen confor-
mar los pastos para el ganado son elementos propios 
de las últimas etapas de degradación del bosque madu-
ro. Sin embargo, de un modo indirecto sí se pueden 
detectar procesos de nitrificación del suelo (aparición 
de taxones herbáceos propios de suelos nitrófilos) aso-
ciados a la existencia de animales domésticos. 
4. CULTIVOS Y PRÁCTICAS AGRARIAS EN 
EL NEOLITICO VASCO 
Focos de origen de los cultivos neolíticos vascos 
Los principales cultivos prehistóricos que cono-
cemos son cereales y leguminosas, plantas originarias 
de Oriente Próximo y de Asia central y, por lo tanto, 
exóticas en Europa occidental. Su presencia aquí se 
explica exclusivamente por la acción humana. Desde 
Asia, estos cultivos se dispersaron gradualmente por 
el continente europeo y están presentes en las costas 
atlánticas desde al menos el VI milenio BP. 
Además de los cereales y las leguminosas, con-
viene recordar que existe otra serie de cultivos de 
huerta de cuya historia prácticamente no sabemos 
nada debido a su baja visibilidad arqueológica. Las 
verduras y los tubérculos son fácilmente perecederos. 
Además, de ellos se suele consumir la parte blanda y 
no la semilla por lo que tienen pocas posibilidades de 
carbonizarse y de esta forma conservarse arqueológi-
camente. La información acerca de estas plantas pro-
cede casi exclusivamente de fuentes literarias. Gra-
cias a ellas sabemos que al menos desde el primer 
milenio a.c. las huertas contribuían de forma impor-
tante a la producción de alimentos tanto en Oriente 
Próximo como en el Sur de Europa (ZOHARY y 
HOPF, 2000). Cultivos como el puerro, la lechuga, la 
berza o la remolacha tienen progenitores silvestres en 
Europa por lo que bien pudieron cultivarse aquí desde 
fechas antiguas. 
Simplificando y centrándonos en los cereales, 
mejor documentados arqueológicamente, podemos 
decir que existen dos vías fundamentales de difusión 
de los cultivos en Europa durante el primer neolítico, 
ambas con características propias: 
a) Por un lado, Centroeuropa, con una agricultura 
basada en Triticum dicoccum. El neolítico de 
LBK difunde esta especie con un área de influen-
cia que llega hasta la cuenca de París y las Islas 
Británicas. El T. dicoccum, la escanda menor o 
ezkandia, como se ha denominado en Navarra 
hasta hace unas décadas, forma parte de un grupo 
muy arcaico de cereales, los trigos vestidos. Éstos 
se caracterizan porque después de la trilla la espi-
ga no libera el grano y sólo se desprenden las 
espiguillas que lo envuelven. Éstas deben ser gol-
peadas o frotadas para poder extraerlo. Es un 
paso más que complica el procesado y por ello 
son especies prácticamente extinguidas en la 
actualidad. A cambio, ofrecen cierta rusticidad, 
mejores resultados en suelos pobres y mayor 
resistencia a los ataques de hongos. 
b) Por otro lado, el Mediterráneo presenta un con-
junto de cultivos mucho más variado en el primer 
Neolítico. Incluye diferentes especies de trigos y 
cebadas, tanto desnudos como vestidos, legumi-
nosas como el haba, los guijos, el yero, la lenteja 
o el guisante y otros cultivos como el lino y la 
adormidera (BUXÓ, 1997). Todo esto llega a la 
vez no sólo a la costa mediterránea, sino también 
a zonas del interior peninsular y al Pirineo. Yaci-
mientos como Balma Margineda en Andorra 
muestran en una cronología muy antigua, c 6800 
BP, un conjunto de cultivos de origen mediterrá-
neo (MARINVAL, 1995). Reflejan una agricultu-
ra evolucionada con un sistema agrario importa-
do que se muestra complejo desde un primer 
Neolítico. La agricultura de la costa atlántica 
francesa, a pesar de los escasos datos que mane-
jamos, también parece reflejar las influencias 
mediterráneas debido al predominio de los trigos 
desnudos. 
Los posibles focos de origen de la agricultura en 
Euskal Herria son por lo tanto en última instancia 
mediterráneos, bien a través del Valle del Ebro, como 
tradicionalmente se ha propuesto, bien desde Francia 
a través de los Pirineos o por la cósta atlántica, y pro-
bablemente por todos estos sitios a la vez ya que otros 
materiales arqueológicos -líticos y cerámicos por 
ejemplo- señalan la existencia de contactos en todas 
estas direcciones. 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. !), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
LA ADOPCIÓN DE LA ECONOMÍA DE PRODUCCIÓN: LA APORTACIÓN DE LA ARQUEOBOT ÁNICA 209 
Datos arqueológicos 
El desarrollo de la técnica de flotación en los últi-
mos años ha permitido contar con muestras carpoló-
gicas de yacimientos vascos en los que hemos recu-
perado restos de cultivos, fundamentalmente granos 
de cereal, que pueden ser identificados a nivel de 
especie y que han sido datados en el VI milenio B.P. 
Poco podemos decir acerca de estos primeros cultivos 
porque los datos son todavía muy escasos pero inten-
taremos lanzar algunas hipótesis de trabajo que espe-
ramos contrastar en el futuro a la luz de nuevos datos 
arqueo botánicos. 
En este momento, los datos publicados se cir-
cunscriben a yacimientos de la costa vasca como Pico 
Ramos, Kobaederra y Lumentxa en los que hemos 
identificado cebadas (Hordeum vulgare) y ezkandia 
(Triticum dicoccum) en niveles neolíticos. A pesar de 
que el origen de nuestra agricultura sea el mundo 
mediterráneo, con una mayor diversidad, es posible 
que el ámbito atlántico peninsular limite en un primer 
momento el número de cultivos a aquellos que se 
adaptan mejor a un medio geográfico húmedo. De 
hecho, las cebadas y los trigos vestidos son especies 
rústicas que quizá en un primer momento se adapta-
ron mejor a un ambiente atlántico, diferente al medi-
terráneo en el que estas plantas fueron domesticadas. 
Posteriormente, en la Edad del Bronce en Arena-
za, alrededor del 2100-1700 a.c. nos encontramos 
con la presencia importantísima de los trigos desnu-
dos (T. aestivum/I'. durum). En este yacimiento y 
periodo, también hemos identificado Setaria italica, 
el panizo, que junto al mijo componen una segunda 
oleada de cereales cultivados, en este caso con un 
posible origen en Asia centro-oriental. 
Por el momento, en Euskal Herria carecemos de 
datos acerca del cultivo de leguminosas durante el 
Neolítico. Probablemente formaban parte de la pri-
mera agricultura vasca pero suelen ser poco abundan-
tes en las muestras arqueológicas por problemas tafo-
nómicos. Los primeros datos acerca del cultivode 
leguminosas proceden del yacimiento de la Edad del 
Hierro de Intxur, donde se ha identificado guisante 
(Pisum sativum) y haba (Vicia faba). 
Prácticas agrarias 
En Euskal Herria son prácticamente inexistentes 
los datos arqueológicos acerca de las prácticas agra-
rias prehistóricas (preparación de los campos, escar-
da, abonado, técnicas de intensificación ... ) o acerca 
del uso de útiles como el arado, laia, etc. La escasez 
de malas hierbas en las muestras podría indicar la 
existencia de prácticas de escarda -eliminación de las 
malas hierbas en los campos- o bien la limpieza a 
fondo de los cereales. 
Podemos aventurar algo más acerca de los siste-
mas de cosecha. En otro trabajo en colaboración con 
varios autores (IBAÑEZ ET ALII, 2001) planteába-
mos la paradoja de la escasez o inexistencia de piezas 
de hoz, útiles líticos con lustre de cereal, en los con-
textos neolíticos vascos, en yacimientos donde se ha 
recuperado cereal, como Kobaederra y proponíamos 
la existencia de métodos de cosecha diferentes a la 
hoz durante el Neolítico vasco. La experimentación y 
la observación etnográfica en áreas donde todavía se 
practica una agricultura no mecanizada nos ha permi-
tido observar métodos de cosecha diferentes, así 
como valorar los factores que influyen en que un 
agricultor, a pesar de conocer la hoz, decida usar otro 
método. La hoz constituye un sistema más rápido que 
se prefiere en zonas secas donde la maduración de la 
planta es rápida y puede haber pérdidas si la recogida 
no es rápida. En un contexto atlántico la maduración 
es más lenta y la cosecha se puede prolongar durante 
varios días. Además, los cultivos de montaña van 
madurando de forma diferente según la altitud, con 
variaciones significativas. En estos casos, y más si los 
campos son pequeños, es posible utilizar métodos de 
recogida más lentos, como el arrancado con las 
manos o con las mesarías asturianas (PEÑA-
CHOCARRO, 1999), que ofrecen otras ventajas (con 
las mesorias o con la mano se puede separar sólo la 
espiga dejando en el campo los tallos del cereal; con 
la mano se puede arrancar la planta entera para apro-
vechar mejor la paja, por ejemplo). Son métodos que 
se adaptan a los cereales vestidos como la ezkandia 
(Triticum dicoccum) ya que el raquis semifrágil de 
esta especie permite la ruptura de la planta a la altura 
de la base de la espiga. 
5. LA RECOLECCIÓN VEGETAL ENTRE LOS 
PRIMEROS AGRICULTORES: MANZANAS Y 
AVELLANAS 
La recolección de plantas silvestres debió seguir 
siendo una actividad importante entre los primeros 
agricultores. El material arqueobotánico neolítico 
recolectado presenta grandes similitudes con el de 
cronología mesolítica. Los pomos de rosáceas tipo 
pera, manzana y serbal son relativamente frecuentes 
en las muestras al igual que lo es la madera de cerezo 
y de endrino. Por otro lado, es posible que los proce-
sos de deforestación favorecieran la presencia de 
estos árboles frutales silvestres ya que habitan en las 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. !), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
210 M.' JOSE IRIARTE-LYDIA ZAPATA 
aperturas de los bosques caducifolios y pueden ser 
utilizados para construir setos. Estos macrorrestos 
vegetales se conservan carbonizados quizá como con-
secuencia de ser tostados para mejorar su sabor o per-
mitir su conservación (ZAPATA, 2000). Las bellotas 
y, sobre todo, las avellanas continúan siendo restos 
abundantes en los yacimientos y pudieron ser compo-
nentes importantes de la dieta humana neolítica. 
6. CONCLUSIONES 
Gracias a la intensificación de los análisis 
arqueobotánicos y al desarrollo de estudios interdis-
ciplinarios, el conocimiento acerca de la primera eco-
nomía de producción de Euskal Herria ha mejorado 
sensiblemente en los últimos años. Sabemos que 
existe una agricultura cerealista en el Valle del Ebro 
desde finales del VII milenio BP y en la costa vasca 
Nota: 
desde comienzos del VI milenio BP en la que al 
menos se cultiva cebada (Hordeum vulgare) y ezkan-
dia (Triticum dicoccum). Sin embargo, los datos que 
manejamos son todavía insuficientes para conocer 
cuestiones·básicas como la cronología de la introduc-
ción de otros cultivos o las prácticas agrarias. En lo 
que respecta al impacto de la economía de produc-
ción sobre el medio natural éste se manifiesta desde 
sus conlienzos, como consecuencia de las necesida-
des generadas por el nuevo sistema económico. La 
intensificación progresiva de los procesos de defores-
tación afectará a la expansión del bosque caducifolio 
produciéndose el deterioro y retroceso del bosque 
maduro, potenciándose la expansión de las diferentes 
etapas de degradación del mismo y de los espacios 
abiertos. A partir de este periodo cultural la antropi-
zación del paisaje irá incrementándose progresiva-
mente en ambas vertientes de nuestro territorio inten-
sificándose el retroceso de la masa arbórea. 
L. Zapata cuenta con un contrato Ramón y Cajal cofinanciado por el Ministerio de Educación y Ciencia y 
la universidad del País Vasco (UPV /EHU). 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol.!), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
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216 M.ª JOSE IRIARTE-LYDIA ZAPATA 
ANEXO 1 
Gipuzkoa 
l. Amalda (Dupré, 1990) 
2. Ataún-Burunda -estación megalítica- (lriar-
te, 1994b, 1997b, 1999) 
3. Buruntza (Iriarte~ 1997c; Olaetxea, 1997) 
4. Calle de Santiago (Peña-Chocarro y Zapata, 
1996) . 
5. Ekain (Dupré, 1984) 
6. Erralla (Boyer-Klein, 1985) 
7. Herriko Barra (Altuna et alii, 1993; Iriarte 
et alii, 2005) 
8. Intxur (Cubero 1996, Iriarte 1994b) 
9. Inurritza (Peñalba, 1989) 
10. Irikaitz (Arrizabalaga et alii, en prensa) 
11. Labeko Koba (Iriarte, 2000a) 
12. Lezetxiki (Sánchez-Goñi, 1993) 
13. Mulisko-Gaina (Peñalba, 1987) 
14. Playaundi (Sánchez-Goñi, 1996) 
15. Urtiaga (Sánchez-Goñi, 1993) 
Vizcaya 
16. Arenaza I (Isturiz, Sánchez 1990; Uzquiano 
y Zapata 2000) 
17. Berreaga (Iriarte,. 1994b) 
18. Cotobasero 2 (Zapata, 2002) 
19. Hirumugarrieta 1 y 2 (Zapata, 2002) 
20. Ilso Betaio (Gorrotxategi et alil, 1999; 
Zapata 1993) 
21. Kobaederra (Zapata, 1999, 2002) 
22. Kobeaga II (Zapata, 1998/2000. Iriarte, 
1998/2000) 
23. Kosnoaga (Iriarte, 1994b) 
24. La Boheriza 2 (Iriarte, 1995b) 
25. La Cabaña 4 (Yarritu et alii, 1999) 
26. Laminak II (Isturiz, 1994; Uzquiano, 1994) 
27. Lumentxa (Zapata, 2002) 
28. Oiola IV (Zapata, 1997) 
29. Pico Ramos (lriarte 1994a; Zapata, 1996) 
30. Saldropo (García-Antón et alii 1989; Peñal-
ba, 1989) 
Ala va 
31. Arreo (Peñalba, 1989) 
32. Castillo de Henayo (Llanos et alii, 1975) 
33. Kanpanoste Goikoa (Iriarte 1998; Zapata, 
1998) 
34. Kukuma (Isturiz, 1997) 
35. La Hoya (Iriarte, 2002a) 
36. Mendandia (lriarte, 2005; Zapata y Peña-
Chocarro, 2005) 
37. Peña Larga (Iriarte 1997a) 
38. San Miguel de Atxa (Iriarte, 1995a) 
Navarra 
39. Abauntz (López, 1982) 
40. Aizpea (Iriarte, 2001a; Zapata 2001) 
41. Alto de la Cruz (Iriarte, 1994b) 
42. Atxuri (Peñalba, "1989) 
43. Belate (Pelñalba, 1989) 
44. Berroberría (Boyer-Klein, 1987) 
45. Cantera Pichón (Iriarte 1994b; Iriarte y 
Meaza, 1996) 
46. El Castillar (Castiella, 1993) 
47. La Peña (López 1988, 1990/91) 
48. Longar (Armendáriz e Irigaray, 1994) 
49. Monte Aguilar (Iriarte 1994b; Iriarte y 
Meaza, 1996) 
50. Monte Aguilar II (Iriarte 1994b; Iriarte y 
Meaza, 1996) 
51. S ansol (Iriarte, 2000b) 
52. Puy Aguila (lriarte, 2001 b) 
53. Zatoya (Boyer-Klein, 1989) 
Iparralde 
54. Duruthy (Paquereau, 1978) 
55. Isturitz (Leroi-Gourhan, 1959) 
56. Secuencia litoral de Biarritz (Oldfield 1962, 
1964; Oldfield, Huckerby 1979) 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. !), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.ª Apellániz 
	AURKIBIDEA-SUMARIO (*) -TABULA MATERIAE
	VOLUMEN I
	PRESENTACIÓN
	BIOGRAFÍA, LA TRAYECTORIA INTELECTUAL DE JUAN MARÍA APELLÁNIZ
	PUBLICACIONES DEL PROF. DR. JUAN M.ª APELLÁNIZ. Compiladas por Carmelo Fernández Ibañez
	LO QUE APRENDÍ DEL PROFESOR APELLÁNIZ. Por José Ignacio Vegas Aramburu
	ARTÍCULOS DE PRENSA DEL HOMENAJE
	NUEVOS MÉTODOS, NUEVAS IDEAS. UN BALANCE DE LA ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA VIZCAÍNA HASTA 1975. Por Jesús Emilio González Urquijo
	PERSPECTIVAS Y SOMBRAS, : TRES DÉCADAS DE NUESTRA ARQUEOLOGIA PREHISTORICA. Por Ignacio Barandiaran Maestu
	ANÁLISIS DE UNA TRADICIÓN ESTILÍSTICA: LOS TALLERES DE DECORADORAS DE CERÁMICA DE SLET(RIF OCCIDENTAL, MARRUECOS. Por Rosa Ruiz Idarraga
	LOS CONJUNTOS PALEOLÍTICOS CON PINTURA DE TRAZO PUNTEADO EN LA REGIÓN CANTÁBRICA: ESTADO DE LA CUESTIÓN. Por Diego Gárate Maidagan
	METODO ANALISIS CUANTITATIVO DE RECONSTRUCCION PALEOAMBIENTAL. Por J. Furundarena Garcia
	EL PALEOLÍTICO COMO PRETEXTO TREINTA AÑOS EN TORNO A LA ARQUEOLOGÍA. Por Amelia Baldeón Iñigo
	ESTADO ACTUAL DEL CONOCIMIENTO SOBRE LAS CULTURAS DEL PALEOLÍTICO MEDIO EN EL PAÍS VASCO PENINSULAR. Por Margarita Muñoz Salvatierra
	LAS CUEVAS DE AITZBITARTE (LANDARBASO, RENTERIA) (HISTORIA DE LAS INVESTIGACIONES). Por Jesús Altuna
	HACIA UNA MAYOR DIVERSIFICACIÓN EN LA CAPTACIÓN DE RECURSOS: RECIENTES APORTACIONES AL PALEOLÍTICO SUPERIOR AVANZADO EN BIZKAIA. Por José Luis Arribas Pastor
	APORTACIONES RECIENTES AL EPIPALEOLÍTICO EN BIZKAIA. Por Eduardo Berganza Gochi
	LA INVESTIGACION SOBRE LAS CULTURAS PREHISTORICAS CON CERAMICA EN EL PAIS VASCO. ESTADO DE LA CUESTION (1972-2002). Por J.A. Mujika Alustiza
	EL NEOLITICO INICIAL EN EL PAIS VASCO MERIDIONAL. DATOS RECIENTES. Por Javier Fernandez Eraso
	LA GESTIÓN DEL SÍLEX COMO UNO DE LOS ELEMENTOS ARTICULADORES DEL TERRITORIO EN EL MEGALITISMO VASCO. Por A. Tarriño y Dn J.A. Mujika
	LA ADOPCIÓN DE LA ECONOMÍA DE PRODUCCIÓN: LA APORTACIÓN DE LA ARQUEOBOTÁNICA. Por Mª José Iriarte Chiapusso y Lydia Zapata Peña
	LA POBLACIÓN DE PASTORES DE CUEVA MAYOR DE ATAPUERCA Y SU RELACIÓN CON LA POBLACIÓN DE CAVERNAS DEL PAIS VASCO DURANTE EL BRONCE FINAL. Por Mª Teresa Minguez Alvaro
	COMPOSICIÓN DE COLADAS Y TRATAMIENTOS POSTFUNDICIÓN EN LA METALURGIA CALCOLÍTICA Y DE LA EDAD DEL BRONCE DE LA SUBMESETA NORTE ESPAÑOLA: ESTUDIO DE UNA TRAYECTORIA TECNOLOGICA. Por Salvador Rovira Llorens, Germán Delibes de Castro, Julio Fernández Manzano, José Ignacio Herrán Martínez 
	LA CUEVA DE "EL BORTAL" (CARRANZA). UN POSIBLE DEPÓSITO RITUAL ASOCIADO A LAS AGUAS, DE LAPREHISTORIA RECIENTE DE VIZCAYA. Por Carlos Cancelo Mielgo
	DOS SORTIJAS CUBREDEDOS DE ORO HALLADAS EN EL TUMULO CAMPANIFORME DE TABLADA DEL RUDRON(BURGOS). Por Jacinto Campillo Cueva
	EL POBLAMIENTO PROTOHISTÓRICO EN EL CANTÁBRICO ORIENTAL: DATOS PARA UNA REFLEXIÓN CRÍTICA (1915-1975). Por Miguel Unuzueta Portilla
	VIVIENDAPROTOHISTÓRICA EN EL POBLADO DE INTXUR (ALBIZTUR-TOLOSA, GIPUZKOA). Por Xabier Peñalver Iribarren
	EL POBLAMIENTO DE LA EDAD DEL HIERRO EN EL ENTORNO DE SANTIAGOMENDI (ASTIGARRAGA, GIPUZKOA). Por Mª Teresa Izquierdo Marcoleta
	ALGUNAS DECORACIONES SOBRE LAS CERÁMICAS, ALGO MÁS QUE SIMPLES ORNAMENTACIONES. Por Armando Llanos Ortiz de Landaluce
	DATACIÓN DE LOS DEPÓSITOS MONETALES ANTERIORES A AUGUSTO EN EL PAIS VASCO (VIZCAYA, ALAVA Y GUIPUZCOA). Por José Antonio Ocharan Larrondo
	ECONOMIA GANADERA EN LA ZONA CANTABRICA EN EL FINAL DE LA EDAD DEL HIERRO. Por Jesús (Kechu) Torres Martínez y Teresa Sagardoy Fidalgo
	MAIRUBARATZ. "MOROS" Y CROMLECHS PIRENAICOS. Por Juan Antonio Urbeltz
	ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DEL PERÍODO ROMANO EN BIZKAIA (1972-2002). Por Ana Martínez Salcedo
	TENDENCIAS EN LA CREACIÓN DE ASENTAMIENTOS DURANTE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA ERA EN EL ESPACIO LITORAL GUIPUZCOANO. Por Milagros Esteban Delgado
	EL COMERCIO DE CERÁMICAS EN LA REGIÓN CANTÁBRICO-AQUITANA.: EL TESTIMONIO GUIPUZCOANO. Por Teresa Izquierdo Marcoleta
	PEÑA CUTRAL (CANTABRIA). LA VÍA Y LOS CAMPAMENTOS ROMANOS. Por Juan José Cepeda
	VÍAS DE COMUNICACIÓN EN TERRITORIO AUTRIGÓN, CARISTIO Y VÁRDULO(*). Por Markel Gorbea Pérez
	EL POBLAMIENTO DE EPOCA ROMANA EN LEKEITIO (BIZKAIA): CONTEXTOS ESTRATIGRÁFICOS Y SECUENCIA CRONOLÓGICA. Por Iñaki Pereda García
	EL RELIEVE ANTROPOMORFO DE VILLAVENTÍN(BURGOS). Por José Angel Lecanda Esteban y L. Alberto Moreal Jimeno
	LA CIUDAD DE SÉFORIS EN EL PROCESO DE ROMANIZACIÓN DE GALILEA DURANTE EL PERÍODO HERODIANO (37 A.C.-70 D.C.). Por Begoña Echabe Pérez
	ZARAUZ O GUETARIA COMO POSIBLES LUGARES DEL ANTIGUO OPPIDUM MOROGI. Por Fernando Fernández Palacios
	MÁSCARA TEATRAL EN BRONCE COMO REMATE DECORATIVO DE UNA LUCERNA, PROCEDENTE DEL YACIMIENTO ROMANO DE FORUA (VIZCAYA). Por Carmelo Fernández Ibáñez
	INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL ALFAR TARDORROMANO DE VALDEARCOS (MECERREYES, BURGOS). Por C. Basas Faure, M. Unzueta y S. M. Alonso
	PROPUESTA DE UN PATRÓN MODULAR CONSTRUCTIVO TEÓRICO DE LAS ESCALERAS ORIGINALES DE LA MURALLA ROMANA DE LUGO. Por Enrique J. Alcorta Irastorza
	TERRA SIGILLATA ITÁLICA DECORADA EN HISPANIA: I, EL ALFARERO ARETINO C. TELLIVS. Por Cesareo Pérez González y Emilio Illarregui
	VOLUMEN II
	ARQUEOLOGÍA MEDIEVAL EN BIZKAIA: HIPÓTESIS Y PERSPECTIVAS DE INVESTIGACIÓN. Por Iñaki Garcia Camino
	ESTUDIOS REALIZADOS SOBRE ZONAS ARQUEOLÓGICAS DE CASCOS HISTÓRICOS. Por Dona Gil Abad
	CONTRIBUCION DE LA ARQUEOLOGIA AL CONOCIMIENTO DE LA CIUDAD DE ORDUÑA (VIZCAYA). Por Silvia Cajigas Panera
	ESTUDIO HISTORICO-ARQUEOLOGICO DE BERMEO(BIZKAIA). Por Armando Llamosas Rubio
	APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LAS PRODUCCIONES DE ALFARERÍA NO VIDRIADA RECUPERADAS EN YACIMIENTOS MEDIEVALES DE LA VIZCAYA NUCLEAR Y DEL DURANGUESADO. Por José Luis Ibarra Alvarez
	INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA CERÁMICA MEDIEVAL DEL YACIMIENTO DE ALORIA (ÁLAVA). Por Mª José Zabala Altube
	CARTA ARQUEOLOGICA DE LAS FERRERIAS DE MONTE EN BIZKAIA: ESTADO DE LA CUESTION. Por Fco. Javier Franco Pérez
	PAISES VASCOS. Por Armando Besga Marroquín
	ARQUEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA EN TERRITORIO BIZKAINO. LA CASA TORRE DE LENDOÑO DE ABAJO (ORDUÑA). Por Alberto Plata Montero
	NUEVAS ESTELAS DISCOIDEAS DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS). Por Jacinto Campillo Cueva
	ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. EL EJEMPLO DE LA C.A.V. Por Belén Bengoetxea Rementeria
	ARQUEOLOGÍA DE LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS: LAS TEJERAS. Por Alfredo Moraza Barea
	TIPOLOGIAS CONSTRUCTIVAS Y USOS FUNERARIOS EN LOS CEMENTERIOS PARROQUIALES VIZCAÍNOS DEL SIGLO XVIII: APUNTES INICIALES PARA SU CARACTERIZACIÓN Y ESTUDIO. Por José Luis Ibarra Alvarez
	LOCALIZACIÓN DEL FRAGMENTO EPIGRÁFICO DEL ÚLTIMO LEGUARIO QUE UNÍA SAN MIGUEL DE BASAURI CON BILBAO, DEL CAMINO REAL QUE DE PANCORBO, PASANDO POR ORDUÑA, CONCLUÍA EN LA CAPITAL DEL SEÑORÍO DE VIZCAYA (S. XVIII). Por E. Nolte y Aramburu
	LAS FERRERÍAS DEL CANTÁBRICO ORIENTAL: PERSPECTIVAS ARQUEOLÓGICAS. Por Mª José Torrecilla Gorbea
	EL PATRIMONIO INDUSTRIAL EN GIPUZKOA: PROBLEMÁTICA Y PERSPECTIVAS DE FUTURO. Por Beatriz Herreras Moratinos
	LAS CANTERAS HISTÓRICAS EN BIZKAIA: EXTRACCIÓN Y DIFUSIÓN DEL "ROJO EREÑO", "NEGRO MARKINA" Y "GRIS MAÑARIA". Por Iñaki Pereda Garcia
	RESTAURACIÓN DE EMBARCACIONES PRESERVANDO EL FUTURO. Por Jesús Llanera Mármol
	MUSEO VASCO DEL FERROCARRIL. Por Juan José Olaizola Elordi
	TRANVIA AEREO DE "DOLOMITAS DEL NORTE" (CARRANZA). Por Garbiñe Aja Santisteban
	PATRIMONIO INDUSTRIAL Y ARQUITECTURA: EL EDIFICIO "CONSERVAS HIJOS DE JOSÉ SERRATS, S.A." (BERMEO). Por Amaia Apraiz Sahagún
	"GRANDES MOLINOS VASCOS", UN HITO EN LA ARQUITECTURA INDUSTRIAL BILBAÍNA. Por Ainara Martínez Matía

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