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321 Recursos no vivos la producción de energía por biomasa; la luz directa permite la producción de energía solar fotovoltaica y térmica; el calor sobre cuerpos de agua puede producir energía hidráulica y energía de gradientes de temperatura en el mar; el calentamiento del aire permite la producción de energía del viento (eólica) que a su vez da lugar a la energía del oleaje. El océano contiene grandes cantidades de energía limpia y renovable que no ha sido aprovechada y que tendrá un papel fundamental en el futuro de la energía eléctrica. De hecho, las fuentes de energía marina podrían volverse las principales fuentes de abastecimiento en las comunidades costeras de todo el mundo. La historia de la humanidad ha sido energizada primero con madera para calefacción, luego con agua y viento para el bombeo de agua y para moler granos, luego, por más de dos siglos, se empezó a usar el carbón para calefacción y para hacer funcionar máquinas de producción industrial y para la movilización de personas y carga. Durante el último siglo, la humanidad ha mejorado sus habilidades tecnológicas y ha empezado a utilizar formas más eficientes de combustibles como el petróleo y el gas natural que son más fáciles de almacenar y manejar, y que dejan menores residuos después de su combustión. Este proceso permitió la revolución industrial y un mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Sin embargo, el costo ecológico de esta evolución ha sido negativo para el sistema climático global. La consecuencia del aumento de combustibles fósiles en el planeta es la producción de grandes cantidades de gases invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), metano y óxido nitroso que son liberados a la atmósfera causando un aumento de la temperatura media global. Entre mayor sea la concentración de estos gases mayor será la temperatura de la atmósfera. Por esta razón, se ha aceptado de manera generalizada que debemos retrasar y estabilizar el crecimiento del CO2 y de otros gases invernadero, y se ha acordado que la mejor manera para alcanzar esta meta es avanzando en las tecnologías necesarias para explotar energías renovables, incluyendo las derivadas del océano.