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157Monográfico 1 Introducción La Agencia Internacional de la Energía, desde su in forme al G8 en julio de 2006, y la Comisión Europea insisten en la necesidad de contener o aminorar el aumento de la demanda energética y de aumentar el peso de los recursos renovables en la cesta energética. La eficiencia energética hay que integrarla en un concepto más amplio de ecoeficiencia, que considera consumos directos (energía final) y consumos indirec tos (energía incorporada a los productos y servicios). A la eficiencia en energía final se le ha prestado atención en los planes para fomentar el ahorro y la eficiencia energética por parte de la Administración pública. Pero los consumos indirectos en materiales, transporte y agua necesarios para fabricar los productos que consu mimos inducen gran cantidad de consumo energético, y este punto de vista se alcanza desde la ecoeficiencia. Una primera razón que justifica la disminución de los consumos energéticos y el cambio de modelo es la elevada y preocupante dependencia energética de Es paña del exterior. Entre el 75% y 85% de la energía primaria que se consume es importada del exterior (La energía en España, MITyC, 2008). Las soluciones hay que buscarlas en las alternativas energéticas, desde el punto de vista de la oferta, y en el ahorro y la eficiencia, desde el punto de vista de la demanda. En cuanto a las alternativas energéticas, el peso que tendrán las energías renovables, siempre que se cumplan las expectativas del Plan de energías re novables 20052010, será del 12,1% del total del con sumo de energía primaria en el año 2010. Queda otro 87,9% preocupante, que hay que disminuir en térmi nos absolutos si queremos calificar como sostenible nuestro desarrollo a medio plazo. En la misma Estrategia Española de Eficiencia Ener gética (E4) se reconocen las limitaciones del modelo español en términos de disminución de consumos. El indicador de intensidad energética relaciona los consumos energéticos con la riqueza generada (pro ducto interior bruto, PIB) de un país. En el gráfico 1 podemos observar que España es uno de los países de Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables Alfonso Aranda Usón CIRCE, Centro Politécnico Superior, Universidad de Zaragoza 158 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 la UE menos eficiente en términos de intensidad ener gética y que, sin embargo, el consumo por habitante es relativamente bajo, aunque superior a Italia y Por tugal, países con los que comparte climatología. La intensidad energética final de España fue en el 2006 un 24% superior a la media de la UE15 y un 18% superior a la media de la UE27. Las conclusiones son claras: en España existe un bajo consumo por habitante en términos relativos con otros países europeos, incluso de áreas geográficas con una climatología semejante. El consumo de energía final per cápita tuvo un incremento del 3% entre los años 1996 y 2006 en la UE27; en el caso de España este incremento fue del 28%, de modo que se pasó de 3,29 tep a 3,70 tep. Concretamente, entre los años 1980 y 2006, el con sumo de energía final se ha incrementado en España en un 102,4%. Durante la segunda mitad de los ochen ta se produjo un fuerte crecimiento económico en Europa y mayor aún en España, en un contexto de reducción de precios energéticos y de entrada de nues tro país en la Comunidad Europea, lo que ha dado lugar a un crecimiento medio del consumo final de energía del 3,80% anual en los últimos trece años. La tendencia decreciente que muestra el indicador de intensidad energética de la UE (gráfico 1) es común a países miembros, como Francia, Alemania, Irlanda o el Reino Unido. En España, desde el año 2006 se aprecia una caída en el indicador de intensidad ener gética como consecuencia de la puesta en marcha de los planes de acción de la E4 y de la desaceleración económica sufrida en nuestro país, aunque no está claro cuánto se debe a cada causa. En lo que respecta al reparto del consumo de ener gía primaria, en las últimas décadas el sector industrial (34%) ha cedido paso al sector del transporte (38,2%) y a usos diversos (28,8%), donde se aglutinan los sec tores terciario, residencial, comercial y de servicios (gráfico 2). En cuanto a las fuentes energéticas, en la actualidad la mitad del consumo total de energía primaria se basa en productos petrolíferos. Por el contrario, el gas na tural ha pasado de ser un recurso testimonial –1,5% del consumo en 1975– a cubrir alrededor del 21,5% de nuestro consumo primario en el año 2008, y se pre senta como la fuente con mayores perspectivas de cre cimiento a medio plazo. La energía nuclear, muy redu cida en 1975 (3,4%), representa actualmente un 11,1% del consumo total de energía. El carbón, en disminu ción, tiene hoy un peso en la estructura de consumo primario del orden del 14,2%. Finalmente, las energías renovables, que actualmente representan alrededor del Gráfico 1 Intensidad energética y consumo de energía final per cápita en España y en distintos países de la UE España; 3,2 Reino Unido; 3,8 Suecia; 5,6 Portugal; 2,5 Italia; 3 UE 15; 3,8 Francia; 4,4 Alemania; 4,2 0 50 100 150 200 250 0 1 2 3 4 5 6 In te ns id ad e ne rg ét ic a: te p/ m ill ón d e eu ro s Consumo de energía primaria: tep/habitante y año 110 105 100 95 90 85 80 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 UE-15 España Fuente: Eurostat. 159Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables 7,5% del consumo de energía primaria, han aumenta do su aportación en valor absoluto y se ha diversificado su origen, especialmente en la última década. 2 Consumo de energía eléctrica El 14,8% de la energía final que se consume en Es paña es electricidad (MITyC, 2008). Este dato ad quiere mayor representatividad al darlo en términos de energía primaria, pues el 38,2% de esta energía se dedica a la generación de electricidad. La eficiencia del sector eléctrico español fue, por lo tanto, en el año 2008 de un 38,8%, derivado de las pérdidas en la generación y el transporte y la distribución. Es decir, desde el punto de vista de la ecoeficiencia, la electri cidad es una fuente energética con baja eficiencia (según el mix eléctrico actual en España). El cuadro 1 permite comparar los rendimientos de varias tecno logías. El gráfico 3 refleja la tipología de instalaciones generadoras de electricidad que hay en España. Se aprecia un alto grado de instalaciones de ciclo com binado y renovables. Si a la potencia incorporamos las horas de trabajo al año obtenemos la energía ge nerada. 3 Estrategia española de cambio climático y energía limpia 2007-2012-2020 El protocolo de Kioto cuantificó los objetivos de paí ses industrializados en una reducción del 5,2% res pecto de sus emisiones de gases de efecto invernade ro (GEI) registradas en el año 1990. El objetivo para España es del +15% (respecto a la situación en 1990). Sin embargo, las emisiones de GEI en España aumen taron en el 2007 un 1,8% respecto al año anterior, con lo que se sitúan en un 52,3% respecto de los niveles de 1990 (año base fijado por el Protocolo de Kioto), según el informe Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España 1990-2007, presentado Gráfico 2 Evolución del reparto y del consumo de energía primaria (ktep) 0 100 1980 2005 20 40 60 80 1985 1990 1995 2000 Transporte Industria Usos diversos 160.000 140.000 120.000 100.000 80.000 60.000 40.000 20.000 0 1980 20051985 1990 1995 2000 Nuclear Hidráulica Petróleo Carbón Gas natural Fuente: Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Cuadro 1 Eficiencia en la transformación de energía primaria en final para la electricidad en España Transformación de energía Eficiencia % Carbón35,9 Fuelóleo 37,1 Nuclear 33,0 Gas natural 50,8 Renovables 79,0 Fuente: IDAE. 160 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 por Comisiones Obreras y el World Watch Institute (Rodrigo y Santamarta, 2008) (gráfico 4). Los autores afirman que este incumplimiento obli gará a España a pagar cerca de 4.000 millones de euros para poder comprar derechos de emisión en el mercado internacional y así cumplir el Protocolo de Kioto. Por sectores, las emisiones totales en CO2 eq en España entre 1990 y 2007 han sido las siguientes: • Sector energético. Es el mayor responsable del conjunto de las emisiones, pues en el 2007 re presentó el 78,7% del total, con un aumento del 63,4% respecto al año 1990. Las mayores emi siones se deben a la generación de electricidad (24,3%) y al transporte por carretera (22,9%), donde las emisiones se han duplicado desde 1990 (crecieron un 97% entre los años 1990 y 2007). • Los procesos industriales distintos a la combus tión, como la producción de cemento (3,9%), la industria química y la metalúrgica, representaron en el 2007 el 8%, con un aumento del 33% res pecto al año base de 1990, inferior a la media. El resto del sector industrial representaba un 16,1% del total de las emisiones. • La agricultura y la ganadería representan el 10,6% del total de las emisiones de GEI, con un aumen to del 14% respecto al año base, muy inferior al de los otros sectores emisores. • Los residuos representan el 2,9% del total de las emisiones de GEI, con un aumento del 74% res pecto al año base. Las emisiones de metano son las más importantes. La Estrategia Española de Cambio Climático y Ener gía Limpia Horizonte 200720122020 (EECCEL) tiene como objetivo prioritario que las emisiones de Gráfico 4 Evolución de las emisiones de GEI en España (1990-2007) 160% 150% 140% 130% 120% 110% 100% 90% Máximo permitido por Kioto (115%) Año base (100%) Emisiones brutas 2007 (152,35%) Lineal (emisiones brutas 2007, 152,35%) 19 90 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 Fuente: Rodrigo y Santamarta, 2008. Gráfico 3 Potencia en generación eléctrica instalada en España en enero de 2009 y mix eléctrico español de 2008 Potencia instalada Mix eléctrico Otras renovables 12% Fuel 6% Carbón 13% Nuclear 9% Ciclo combinado 25% Hidroeléctrica 19% Eólica 16% Otras renovables 11% Fuel 1% Carbón 25% Nuclear 20% Ciclo combinado 24% Hidroeléctrica 9% Eólica 10% 161Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables GEI no superen el 37% respecto del año base. Para ello tendrán un papel protagonista las energías reno vables. Las fuentes de energía han de ser significati vamente más limpias que las utilizadas hoy en día y han de tener una rápida penetración en el mercado para que su efecto se deje notar. 4 Políticas de eficiencia energética en España 4.1 Estrategia Española de Eficiencia Energética 2004-2012 (E4) Las líneas básicas de la E4 para potenciar la eficiencia energética en España pasan por: • Incentivar la utilización de las energías reno vables. • Impulsar las centrales de generación de ciclo com binado de gas para producir electricidad. • Promover el ahorro y la eficiencia energética me diante incentivos económicos. • Potenciar la penetración de biocombustibles. La E4 se articula mediante el Plan de acción 2005 2007 (PAE4) y 20082012 (PAE4+), que consta de medidas que afectan a siete sectores: industria, trans porte, edificación, servicios públicos, equipamiento residencial y ofimático, agricultura y transformación de energía. La E4 ha supuesto una inversión en el trie nio 20052007 de 7.926,3 millones de euros, entre recursos privados y públicos (729,1 millones de euros, de los que la mitad han sido aportaciones de la tarifa eléctrica, 350,22 millones). Por sectores, el mayor vo lumen de ahorro energético previsto, un 44% del total, se localiza en el transporte: 3,1 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep). Las principales medidas de la E4 son las siguientes: • Realización de auditorías energéticas en diversos sectores industriales. • Implantación de planes de transporte en todas las empresas y centros de actividad de más de 200 trabajadores, con el fin de reducir el uso del ve hículo privado. • Mejora de la gestión de las infraestructuras con el estricto control de la velocidad en las carreteras con objeto de optimizar el tráfico. • Renovación del parque automovilístico (Plan Pre ver, sistema fiscal…). • Aprobación del Código técnico de la edificación y del procedimiento de certificación energética de edificios. • Sustitución de 7 millones de lámparas incandes centes por lámparas de bajo consumo. • Renovación de las instalaciones de iluminación del sector terciario. • Sustitución de 840.000 lámparas de vapor de mercurio por las de vapor de sodio en el alumbra do público exterior. • Plan Renove de electrodomésticos, que ha supues to la renovación de dos millones de aparatos en tres años. El PAE4+ estima que generará entre el 2008 y el 2012 un ahorro de energía primaria acumulado de 87,9 millones de toneladas equivalentes de petróleo (el equivalente al 60% del consumo de energía prima ria en España durante el año 2006). La inversión total será de 22.185 millones de euros. La metodología de trabajo de la E4 compara dos escenarios de futuro. Un escenario base, en el que se realiza una prospectiva sin modificar las tendencias alcistas de consumos energéticos. Y otro escenario, el de eficiencia u objetivo de la E4, en el que se incluyen los resultados de las medidas planteadas en la estra tegia. La comparación de ambos escenarios lleva al ahorro potencial obtenible. El consumo de energía primaria en este escenario de eficiencia de la E4 superará los 180 millones de tep en el 2012, lo que supone un incremento del consumo de energía final del 41,7%, de modo que se pasará de los 2,3 tep/hab del año 2000 a 3,2 tep/hab en el año 2012. Por lo tanto, se asume que aunque haya un mayor grado de eficiencia energética, el con sumo final será mayor, por lo que se producirá la 162 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 divergencia de los estándares de sostenibilidad. El gráfico 5 muestra el reparto sectorial del consumo final de energía previsto en el año 2012 en los dos escenarios, y con ello los ahorros de energía estima dos con la E4. Sectorialmente, es la industria quien presenta, junto con la agricultura, un objetivo más reducido de ahorro (8,9% y 7,9%, respectivamente, de ahorro de energía primaria respecto del año base 2005), pues en algunas ramas industriales las entradas (in- puts) energéticas tienen un peso relevante en la es tructura de costes, y se trata del sector en el que más mejoras de eficiencia se han introducido y en el que más se ha controlado el crecimiento del consumo de energía. En conjunto, el consumo final de energía en el año 2012 se sitúa en unos 126.000 ktep, con una tasa media de crecimiento del 2,8% anual desde el año 2000. El coste de cada tCO2 eq evitadas por la E4 ascien de a 111 euros y el coste de cada kWh de energía final ahorrado, a 0,038 euros.1 Se observa que las ventajas económicas del ahorro de energía son claras, pero las de ahorro de emisiones de GEI son muy pequeñas, dado el alto coste que tienen asociado. Por lo tanto, se requiere un cambio de modelo, pues los modelos ac tuales son insostenibles también desde el punto de vista económico. El consumo de energía primaria en el periodo 2000 2012 se incrementará un 39% si se cumple el escena rio de eficiencia, y si consideramos el incremento total en el periodo 19902012 será del 101%. Sin las accio nes promovidas por la E4, este incremento sería de un 109%. La mejora en la productividad, las nuevas tecnologías, la implantación de energías renovables y una I+D adecuada deben incentivarhitos de disminu ción de consumos en términos absolutos. Son necesarias, por lo tanto, otras acciones que apoyen las iniciadas en esta estrategia para conseguir un resultado de ahorro y eficiencia. 1. El ahorro de energía final de 66.360 ktep (kilotoneladas equivalentes de petróleo) equivale a 771.803.666.666 kWh. Gráfico 5 Consumo de energía final en el 2012 por sectores 140.000 120.000 100.000 80.000 60.000 40.000 20.000 0 -20.000 Industria Escenario base Escenario de eficiencia Objetivo de ahorro Transporte Usos diversos Total 48.840 46.489 -2.351 52.805 48.016 -4.789 34.190 31.506 -2.684 135.835 126.011 -9.824 Fuente: E4. Cuadro 2 Objetivos más importantes de laE4 Plan de acción de la E4+ 2005-2012 Ahorro energético Emisiones evitadas (ktCO2) Inversión total (k€)Final (ktep) Primaria (ktep) Industria 18.166 25.764 61.607 2.160.179 Transporte 35.320 38.747 121.962 2.905.864 Edificios 8.660 16.788 39.529 16.766.008 Equipamiento residencial y ofimático 2.009 5.255 11.725 3.325.522 Agricultura 1.454 1.698 5.285 1.192.648 Servicios públicos 750 1.930 4.227 1.725.194 Transformación de la energía 0 9.758 26.258 1.989.756 Total 66.360 99.940 270.593 30.065.171 163Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables 4.2 Plan de energías renovables 2005-2010 El ahorro y la eficiencia energética han de ir de la ma no de la transformación limpia de la energía primaria en energía final. En el año 1999, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) puso en marcha el Plan de fomento de las energías renova bles 19992010 (PFER) con el propósito de que las fuentes renovables llegaran a cubrir en el año 2010 como mínimo el 12% de la demanda total de energía primaria, en consonancia con un escenario general de ahorro energético. Si bien desde la aprobación del Plan, en el periodo 20002004, el consumo global de energías renovables aumentó de forma significativa en 2,7 Mtep a escala nacional, este crecimiento se consideró insuficiente para alcanzar los objetivos del PFER, ya que sólo su ponía un cumplimiento del 28,4% del objetivo de incremento global. Por ello, en agosto de 2005 se aprobó un nuevo Plan de energías renovables 20052010 (PER) con el pro pósito de reforzar los objetivos prioritarios de la polí tica energética, que son la garantía de la seguridad y calidad del suministro eléctrico y el respeto al medio ambiente, y con la determinación de dar cumplimien to a los compromisos de España en el ámbito interna cional y europeo. De acuerdo con el contexto energético más pro bable, el denominado escenario “tendencial”, los objetivos del PER 20052010 apuntan a que el 12,1% del consumo de energía primaria en el año 2010 sea abastecido por energías renovables, además de una producción eléctrica con estas fuentes del 30,3% del consumo bruto de electricidad y un consumo de biocarburantes del 5,83% sobre el consumo de ga solina y gasóleo para el transporte en ese mismo año. Para cumplir los objetivos anteriormente mencio nados, el PER establece la puesta en marcha y/o el mantenimiento de un conjunto de medidas para las distintas áreas tecnológicas, entre las que cabe desta car las siguientes: • En el área eólica, la revisión de la planificación del sector de la electricidad y el desarrollo de centros de coordinación de parques eólicos que agrupen instalaciones de una misma empresa o de un de terminado ámbito territorial. • En el área hidroeléctrica, se propone el manteni miento de las condiciones del Real decreto 436/2004, así como el fomento de concursos pú blicos en infraestructuras del estado y aprovecha miento de los caudales ecológicos. • Con respecto a la energía solar térmica, las prin cipales medidas son la aprobación del Código técnico de la edificación y la aplicación de apoyos públicos a las inversiones. En el área solar termo eléctrica, se propone incrementar el límite del marco legal hasta los 500 MW. Asimismo, en el área solar fotovoltaica se propone mantener las primas establecidas en la actualidad. • En el área de la biomasa, se plantea apoyar la tec no logía de cocombustión y la autorización de pri mas superiores para la generación eléctrica con biomasa. • Por último, en el área de biocarburantes, se pro pone extender el esquema actual de incentivos fiscales. 5 Las políticas de eficiencia energética en la UE Una vez analizadas las políticas energéticas realiza das en España, conviene contextualizarlas con los objetivos más importantes para el 2020 de la UE25, que se resumen en los siguientes: • Reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero comparadas con las del año 2005 (y en un 30% si hay un acuerdo global entre países). • Incrementar la participación de las fuentes reno vables al 20% del mix energético (incluyendo un 10% de biocarburantes). • Mejorar la eficiencia energética ahorrando el 20% del consumo de energía primaria. 164 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 Las políticas que está implantando la UE para lograr los objetivos del año 2020 son el ahorro energético, la sustitución de combustibles fósiles, la utilización de las energías renovables y la energía nuclear, y la captura y almacenamiento de CO2. La UE ha realizado el análisis de las tecnologías disponibles hasta el año 2050 que se observa en el gráfico 6. Desde el lado de la demanda, es decir, desde el lado de la eficiencia energética hay mucho por hacer en el sector de la edificación, el transporte e industrial. El potencial es bastante grande. Desde el lado de la oferta, hay una gran variedad de opciones, muchas de ellas ya avanzadas, como la fisión nuclear y la energía eólica. Otras tecnologías están bastante más maduras, como la hidráulica y la cogeneración. A medio plazo en el horizonte del 20202030 aparecen como grandes sustitutos de estas tecnologías la captura y almacena miento de CO2; la solar para la generación eléctrica, tanto fotovoltaica como de concentración, y para la generación de calor, colectores térmicos y ciclos de absorción de frío, y aprovechamientos geotérmicos. Un poco más lejanas en el tiempo, se sitúan en pe queña escala los aprovechamientos geotérmicos para la generación de electricidad y la energía marina de las olas. 6 Eficiencia energética y ecoeficiencia Valero (1994) define eficiencia como la cantidad de output obtenido por unidad de input utilizado, y el coste, como la inversa de la eficiencia, es decir, la can tidad de inputs necesarios para obtener una unidad de output. La definición más básica de eficiencia energética se deriva de la primera ley de la termodinámica y de la relación entre las medidas de energía útil (Berndt, 1978; Patterson, 1996). Cuando el calor residual y otras pérdidas se tienen en cuenta, la eficiencia se convier te en el 100%, ya que la energía no “desaparece”, pero se degrada, pasa de una forma disponible a otras for mas menos disponibles. Por ejemplo, la energía en forma de vapor de alta presión puede realizar más trabajo útil que la misma cantidad de energía en forma de calor a baja temperatura. El concepto de exergía proporciona una medida general de la capacidad para llevar a cabo un trabajo útil y puede ser aplicado tanto a las entradas como a las salidas de procesos de con versión. La exergía de un portador de energía puede ser diferente de su calor contenido (energía), aunque Gráfico 6 Tecnologías para alcanzar la sostenibilidad en los sistemas energéticos Hoy Hacia un sistema energético sostenible R et os p ar a su im pl em en ta ci ón 2050+ Tecnologías al lado de la demanda Tecnologías al lado de la oferta Transporte Captura de carbono y almacenaje Energía hidráulica Viento Eficiencia energética en edificios Fisión Eficiencia energética en la industria Biocombustibles Co-generación Calefacción y refrigeración solar Calefacción geotérmica Energía solar fotovoltaicaEnergía solar concentrada Coches de hidrógeno Oleaje Energía geotérmica Fusión Eficiencia energética en el transporte Horizonte temporal 165Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables ambos se miden en kWh. La exergía se consume en los procesos de conversión. El concepto de exergía conduce a una segunda defi nición de la eficiencia energética, basada en la segunda ley de la termodinámica. La eficiencia medida, según esta segunda definición, es con frecuencia más pequeña que la primera, y sugiere un mayor potencial de mejora. Por ejemplo, según la definición derivada de la primera ley de eficiencia, un equipo de calefacción con resisten cia eléctrica por efecto Joule puede tener una eficiencia superior al 99%. Sin embargo, con la segunda ley dis minuye hasta el 5%, debido a que la electricidad consu mida con alto contenido energético se convierte en calor en el ambiente de muy bajo contenido energético. Esta segunda definición suele aplicarse en niveles tecnológi cos altos, como puede ser un proceso industrial, más que a un consumidor final o individuo de un sector. El planteamiento de un modelo energético ecoefi ciente debe realizarse desde cuatro enfoques funda mentales, los cuatro “pro”: • Productos: este enfoque trata de analizar la efi ciencia del producto en todo su ciclo de vida, des de las materias primas que entran en su proceso de fabricación, hasta el uso en la vida útil del mis mo y los residuos generados en su desecho. • Procesos: los procesos de fabricación de bienes y servicios tienen un grado de mejora que es necesa rio aprovechar para optimizarlos mediante la apli cación de nuevas tecnologías, nuevas técnicas de fabricación, y la mejora en la gestión de los re cursos. Con ello se consigue ahorro y eficiencia energética. • Procedimientos: las medidas en productos y pro cesos hay que validarlas mediante una metodolo gía y unos procedimientos que sirvan para distin tos sectores, de manera que el conocimiento de las mejores técnicas disponibles2 (MTD) llegue a todos los agentes interesados sin necesidad de una gran especialización. 2. Los documentos que recogen estas MTD en el ámbito europeo son los denominados documentos BREF; hay 33 documentos aprobados ya por la Comisión Europea y actualmente están en revisión 9 de ellos. Pueden consultarse en http://www.mma.es/portal/secciones/calidad_contami nacion/ipcc/mtd.htm • Promoción y difusión de medidas para obtener el máximo efecto multiplicador posible. La conciencia medioambiental es fundamental a la hora de gestionar cualquier empresa de modo medio ambientalmente sostenible. Los recursos consumidos y los residuos producidos deben minimizarse, con la intención de reducir el impacto sobre el medioam biente y conseguir así, al mismo tiempo, reducir los costes económicos de explotación de la empresa. Este concepto se denomina ecoeficiencia. El término ecoeficiencia fue acuñado por el World Business Council for Sustainable Development (WBC SD) en su publicación del año 1992 Changing Course, según el cual una empresa se puede considerar ecoefi ciente “cuando es capaz de ofertar productos y servicios a un precio competitivo, que satisfacen necesidades hu manas, incrementando su calidad de vida y reduciendo progresivamente el impacto medioambiental y la inten sidad del uso de recursos a lo largo de su ciclo de vida, al menos hasta el nivel de capacidad de carga del plane ta”, es decir, cuando es capaz de producir más con menos. La ecoeficiencia debe estimular la creatividad y la innovación, en la búsqueda de nuevas maneras de hacer las cosas. Las oportunidades de ecoeficiencia pueden salir en cualquier punto a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. De hecho, las oportunidades para la ecoeficiencia se pueden encontrar en la reingeniería de los procesos, en la valoración de los coproductos (ecolo gía industrial y logística inversa), en el rediseño de sus productos (herramientas de ecodiseño y análisis de ciclo de vida) y en el replanteamiento de los mercados (fun cionalidad de los productos, economía de los servicios…). 7 Herramientas de ecoeficiencia 7.1 Análisis de ciclo de vida Para lograr la minimización del impacto medioam biental, la gestión empresarial debe realizarse tenien 166 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 do una visión global del proceso, desde la cuna hasta la tumba, de manera que se conozcan los recursos con sumidos por unidad de producto y los residuos que se generan. Esta perspectiva sólo se alcanza con el aná lisis del ciclo de vida (ACV), que constituye una herra mienta de gestión medioambiental para alcanzar la ecoeficiencia. La metodología ACV, que analiza el producto desde el origen hasta el final, es la herramienta más eficaz de ayuda a diseñadores y empresas para identificar oportunidades de mejora ambiental para sus produc tos y procesos. 7.2 El ecodiseño de productos El ecodiseño puede definirse como el conjunto de ac ciones orientadas a la mejora medioambiental de un producto en la etapa inicial de diseño, mediante la mejora de la función que desempeña, la selección de materiales con menos impacto para su fabricación, la aplicación de procesos de mínimo impacto ambien tal, la mejora en el transporte y en el uso del producto, y la minimización de los impactos en la disposición final del producto. Keoleian et al. (1993) y Montmany y Rieradevall (2005) presentaron un conjunto de estrategias gene rales de diseño para cumplir los requerimientos am bientales que aparecen resumidos en el cuadro 3. 7.3 La logística inversa La logística inversa gestiona el retorno de las mer cancías a la cadena de suministro de la forma más efectiva y económica posible. De este modo, se en carga de la recuperación y reciclaje de envases, em balajes y residuos peligrosos, así como de los proce sos de retorno de excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios esta cionales. Incluso se adelanta al fin de la vida del producto, con objeto de darle salida en mercados de mayor rotación. Rogers y TibbenLembke (1998) muestran algunas cifras para el estado real de la importancia de la logís tica inversa. Los costes de logística se estima que re presentan aproximadamente el 10,7% de la economía de los Estados Unidos. De ellos, la logística inversa representa aproximadamente el 4% y el 0,5% del total del PIB de los Estados Unidos. A modo de ejemplo, hay que destacar que el volu men total de residuos que generan en España el sector automovilístico, el de electrodomésticos de línea blan Cuadro 3 Estrategias generales de diseño Categoría Estrategia Extensión de la vida del producto Durabilidad Aseguramiento de la adaptabilidad Incremento de la fiabilidad Extensión de las opciones de servicio Simplificación del mantenimiento Facilidad de reparación Permiso de refabricación Facilidad de reutilización Reducción del impacto ambiental Facilidad del reciclaje Utilización de materiales reciclados Selección del material Sustitución de materiales tóxicos Reciclabilidad Uso de recursos renovables Disminución del peso y del volumen Conservación de recursos Reducción del consumo de materiales Uso de energías renovables Atemporalidad Generación del producto Sustitución por procesos más eficientes en el uso de energía y materiales Mejora del control de proceso Control de inventarios Disminución de emisiones Tratamiento adecuado Distribución eficiente Optimización del transporte Reducción de envases y embalajes Utilización de otros materiales de embalaje Utilización de nuevos combustibles más respetuosos con el medio ambiente Mejora de la gestión Valorización energética de los residuos Proveedores más responsables Ecoetiquetado y publicidad Fuente: adaptado de Keoleian et al. (1993) y Montmany y Rieradevall (2005). 167Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria:el papel de las energías renovables ca y de línea marrón, y el de tecnologías de la infor mación asciende a más de 1.200.000 toneladas anua les. De ellas, 780.000 son metales y más de 100.000 corresponden a plásticos y vidrios. En la empresa moderna es usual ver que ésta re cupera productos o materiales de sus clientes, ya sea para revalorizarlos o como servicio de postventa. Este proceso inverso fue llamado logística inversa por Lut twak (1971), y hoy forma parte de una tendencia, la cadena de suministro inversa, en la que los fabricantes diseñan procesos eficaces para reusar sus productos (Guide y Van Wassenhove, 2002). 7.4 La economía de los servicios Esta estrategia consiste básicamente en no vender productos industriales, sino el servicio que dichos productos prestan. Por ejemplo, una empresa dedica da a la producción de lavadoras, ofrecería un servicio de lavandería, en el que se responsabilizaría del co rrecto funcionamiento, mantenimiento y eventual retirada de la lavadora, ya que sería propiedad de la empresa y no del cliente. El ofrecer servicios a los clientes motiva a las em presas a fabricar productos duraderos, de alta calidad, fácilmente reparables y actualizables conforme mejo ra la tecnología, y en los que sea cómoda y barata la reutilización de componentes para la fabricación de nuevos productos que poner al servicio de sus clientes aplicando procesos de logística inversa. 7.5 La ecología industrial El análisis de los flujos de energía y materiales de la economía es un aspecto ampliamente estudiado por la economía ecológica (GeorgescuRoegen, 1971; Mar tínez y Roca, 2000) y, concretamente, el análisis del metabolismo industrial es estudiado por la ecología industrial (Ayres y Simonis, 1994). La ecología indus trial observa el funcionamiento de los procesos pro ductivos industriales como sistemas abiertos y, por lo tanto, en cierto grado insostenibles. Según Ayres y Simonis (1994), un sistema es cerrado si no hay re cursos o vertederos externos. En este sentido, la Tierra es un sistema cerrado. Un ciclo cerrado de flujos pue de ser sostenido indefinidamente sólo por medio de un flujo continuo de energía libre. Ello se deriva de la segunda ley de la termodinámica, que indica que la entropía global se incrementa en cada proceso rever sible. Un sistema industrial es un sistema abierto en el que los nutrientes son transformados en desechos, pero no son significativamente reciclados. Los problemas medioambientales creados por las industrias tienen su origen en el uso de procesos de producción lineales, basados en la extracción de ma terias primas y combustibles fósiles, el procesado de las materias y energía, y la devolución de los residuos a los sistemas naturales. En contraposición, los meta bolismos circulares proporcionan un modelo de sis tema industrial para una economía sostenible y pro ductiva. Estos metabolismos tienen carácter renovable, y sin residuos, ya que en esta economía cíclica natural cada residuo de un proceso se convierte en la materia prima de otro, y así los ciclos naturales se cierran. Esta es la base de la ecología industrial que constituye, por lo tanto, un nuevo enfoque del diseño industrial de productos y procesos, y de la implementación de nuevas estrategias sostenibles de fabricación. 8 Sector industrial Uno de los graves fallos del modelo de crecimiento de la economía española y de su pérdida de produc tividad es su ineficiencia energética. En el caso de España, el aumento experimentado en el consumo de energía final (CEF) entre los años 2001 y 2004 ha si do del 14,7%, mientras que el VAB industrial ha cre cido a un ritmo de un 9,4%, lo que da señales de un empeoramiento del indicador de intensidad ener gética de la industria, indicador que mide la eficien cia del sector industrial en lo que a consumo energé tico se refiere. 168 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 En el gráfico 7 se aprecia el escaso peso energético en la estructura de costes de la industria, salvo en el sector de pasta y papel, y por lo tanto constituye una primera explicación de por qué no hay mayor eficien cia energética en el sector industrial en España. Así, en el sector siderúrgico, gran consumidor ener gético, la energía eléctrica representa un 7% en su estructura de costes, y el resto de combustibles, un 2,3%. En el sector del papel, incluyendo la energía primaria usada en las cogeneraciones, la electricidad representa un 8%, y el resto de combustibles, un 10%. El coste de las materias primas en muchos de ellos es elevado, medioambientalmente valoradas como coste de extracción. Carpintero (2005) señala que los sectores económicos que más contribuyen al creci miento económico son los que proporcionalmente generan mayor contaminación. Históricamente, la eficiencia industrial crece en España a una tasa muy baja, un 0,5% anual. En el año 2007, tres sectores acaparaban el 55% del consumo industrial total: minerales no metálicos, siderurgia y fundición, y químico (gráfico 8). Es necesario matizar los datos del gráfico 8. La industria de la madera, corcho y muebles, y la de pas ta, papel e impresión consumen más del 10% del total del sector industrial. En parte, esto es debido a que la mayor parte de las instalaciones de cogeneración están en estos sectores. Estos sistemas son grandes consu midores de energía, lo que hace aumentar drástica mente las emisiones generadas. Sin embargo, la co generación es uno de los sistemas más eficientes de generación conjunta de electricidad y calor, y por lo tanto hay que potenciar su desarrollo e implantación. Este dato sirve para reflexionar sobre si el sistema de contabilidad de consumos energéticos e imputación de emisiones de GEI ha de ser en origen (en los pro cesos), o en destino (en los productos finales), y si hay que aplicarlo al consumidor de la energía o al gene rador. Las dobles contabilidades han de ayudar a la toma de decisiones en aspectos como éste. No hay que medir sólo en el foco emisor, sino a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. Por fuentes energéticas, el principal consumo de energía en el sector industrial lo representa el gas natural, con un 42,7% (13.292 ktep); seguido de la electricidad, que supone un 29% (9.021 ktep), y con Gráfico 7 Distribución de costes en distintos sectores de la industria española 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Siderurgia Pasta y papel Panadería Lácteos Cervecera Cuero y calzado Otros gastos Aprovisionamientos Amortizaciones Electricidad Combustibles Personal Materias primas Fuente: E4 (2004-2012). Gráfico 8 Distribución del consumo energético en el sector industrial en España 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0% M in er al es n o m et ál ic os Si de ru rg ia y fu nd ic ió n Q uí m ic a A lim en ta ci ón , b eb id as y ta ba co Pa st a, p ap el e im pr es ió n R es to M et al ur gi a no fé rr ea Te xt il, c ue ro y c al za do Tr an sf or m ad os m et ál ic os Eq ui po s de tr an sp or te M ad er a, c or ch o y m ue bl es In du st ri a ex tr ac tiv a C on st ru cc ió n Fuente: Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, 2007. 169Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables menor importancia relativa de los productos petrolí feros, 16,1% (5.013 ktep); el carbón, 7,7% (2.395 ktep), y finalmente las energías renovables, que aumentan lentamente como fuente de energía final para la in dustria. La suma de las energías renovables conside radas (algo de solar térmica –1,29 ktep– y casi todo de biomasa) asciende a 1.352 ktep, el 4,3%. A escala nacional, el sector industrial representa el 15% del empleo total, con 3.123.100 empleados, lo que genera un VAB de 132.419 millones de euros, cifra que supone también un 15% del VAB nacional. Además, este sector es responsable del 24,4%de las emisiones de GEI totales. En España existen 3.174.393 empresas (2008), el 93,9% de las cuales son empresas sin asa lariados o microempresas. Cuatro sectores de las actividades empresariales sustentan casi dos terceras partes del total de activi dades empresariales: el comercio (23,8%), las acti vidades inmobiliarias (19,5%), la construcción (14,1%) y la hostelería (8,9%), y ninguna de ellas está clasi ficada como empresa industrial, que por su parte tiene una participación de sólo el 7,6%, lo que repre senta el menor porcentaje en las actividades empre sariales. 8.1 Hacia un nuevo modelo energético industrial Los objetivos que necesariamente se han de cumplir para conseguir un nuevo modelo son los siguientes, todos ellos derivados del concepto de ecoeficiencia: • Fomentar la utilización del ecodiseño en el sector industrial. • Impulsar, promocionar e implantar la economía de los servicios en la economía. • Implantar la ecología industrial en los polígonos existentes y los de nueva promoción. • Aprovechar las oportunidades de la logística in versa en nuestro territorio. • Sistematizar el uso del análisis de ciclo de vida de los productos. • Fomentar el consumo racional y eficiente de la energía. • Fomentar la robustez y la durabilidad de los pro ductos. • Informar y divulgar al consumidor final sobre aspectos medioambientales del producto que com pra. Etiquetado energético de los productos. • Adecuar la normativa de las instalaciones en ré gimen especial conectadas a red para facilitar la incorporación de pequeñas instalaciones en los polígonos industriales que potencien las energías renovables y la generación distribuida. En el sector industrial, parte de la energía final consumida lo es como materia misma en los procesos productivos (aproximadamente el 26,0% de la energía final consumida en el año 2000). Los subsectores químico (5.711 ktep) y de la construcción (2.021 ktep) representan el 85% de la utilización de los productos energéticos como materia prima. Aún siendo signifi cativo este consumo de energía final para usos no energéticos, la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Ener gética no se ha marcado objetivos de ahorro sobre el mismo. 8.2 El papel de las energías renovables en la industria española La viabilidad económica de las energías renovables suele evaluarse a partir de un balance económico que considera la inversión que hay que realizar y los cos tes e ingresos de explotación. Sin embargo, también existen costes y beneficios externos que en la actualidad no se consideran al eva luar la viabilidad del proyecto (el caso más ilustrativo es el del beneficio sobre el medioambiente, aunque también hay que destacar la independencia energética del exterior, la vertebración del territorio, la creación de puestos de trabajo, el desarrollo de tecnología pro pia…), pero que de internalizarse y ser cuantificados en términos económicos inclinarían claramente la balanza hacia el lado de las renovables. La mejora de las tecnologías de las energías reno vables y la reducción de sus costes repercuten positi 170 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 vamente sobre la actividad industrial. Por ejemplo, el aprovechamiento energético de los residuos de tipo orgánico (biomasa residual) o las aplicaciones de la solar térmica de baja temperatura en empresas del sector agroalimentario ofrecen la posibilidad de incre mentar sus beneficios como resultado de reducir su consumo de combustibles fósiles. Dado que son los dos aprovechamientos más típicos en la industria, en los siguientes apartados analizamos ambos casos. 8.2.1 Energía solar La energía solar es una fuente de energía inagotable a escala humana que permite plantear múltiples po sibilidades de utilización. Las tres formas de aprove chamiento más habituales son la energía solar térmi ca, la solar termoeléctrica y la solar fotovoltaica. La energía solar térmica consiste en la captación de la radiación del Sol y su transformación en calor para su aprovechamiento en diversas aplicaciones median te los captadores solares. Un captador solar es un dispositivo capaz de captar la energía que aporta la radiación solar y utilizarla para calentar un fluido (generalmente agua con anti congelante) a una cierta temperatura. La aplicación más generalizada de la energía solar térmica es com plementar la producción de agua caliente, y es capaz de cubrir hasta un 70% de las necesidades térmicas a lo largo del año. Por lo tanto, lo habitual es que este tipo de sistemas sirva de apoyo a un sistema energé tico convencional (caldera, calentador, etc.). Aunque menos extendida, la energía solar térmica también se utiliza como apoyo a instalaciones de ca lentamiento de piscinas exteriores o cubiertas, insta laciones de calefacción por suelo radiante (ya que re quieren temperaturas más bajas que los sistemas de radiadores convencionales) o instalaciones de produc ción de frío por medio de equipos de absorción, capa ces de aprovechar el calor producido por los captadores durante los meses de verano y convertirlo en frío. Los sistemas de energía solar térmica se utilizan en su mayor parte en el sector terciario (66% en el sector doméstico y 28% en el sector de los servicios) para aporte de agua caliente sanitaria en los servicios domésticos que abastecen. Los ingresos económicos que se obtienen son los derivados del ahorro de combustible sustituido. Nor malmente dicho combustible es gasóleo C, gas natural o electricidad. Así, para un sistema que abastece un consumo anual de unas 20.000 termias al año (unos 40 m2 de superficie colectora), correspondiente por ejemplo a un edificio multifamiliar o de viviendas en bloque de 25 viviendas con una ocupación de 100 personas, el retorno de la inversión (pay back) oscila entre los 16 y 19 años, dependiendo del combustible utilizado (gas natural, gasóleo o electricidad). Cuando el tamaño aumenta hasta un consumo de 350.000 termias anuales (600 m2 de superficie colectora), por ejemplo, de un hotel de cuatro estrellas con 450 camas aproximadamente, se obtiene un periodo de retorno de la inversión de 13 años y una TIR de proyecto del 6% para el caso del gas natural y del 7% para el caso del gasóleo C. 8.2.2 Biomasa Entre las energías renovables que se utilizan en los procesos productivos del sector industrial, destaca el uso de productos de origen orgánico (vegetal, animal o procedente de su transformación) para producir energía. Productos tan diferentes como la paja de cereal, los purines, las cáscaras de almendra, los lo dos de depuradora y la leña se agrupan bajo el térmi no genérico de biomasa. La característica común de todos ellos es que la energía contenida en los mismos es energía solar al macenada directa o indirectamente a través de un proceso reciente de fotosíntesis. Los principales usos energéticos de la biomasa son la generación de calor (agua o aire caliente, vapor, etc.), de electricidad o de carburantes. Hay dos beneficios medioambientales de la bioma sa que son distintivos de esta fuente de energía. En primer lugar, a diferencia de los combustibles fósiles, 171Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables la combustión de la biomasa no contribuye a aumen tar la concentración de gases de efecto invernadero, porque el dióxido de carbono que se libera forma par te de la atmósfera actual (es el que absorben y liberan continuamente las plantas durante su crecimiento) y no del subsuelo, capturado en épocas remotas, como el carbón, el gas o el petróleo. En segundo lugar, el aprovechamiento energético de la biomasa supone en muchas ocasiones convertir un residuo en un recurso. Son importantes por su cuantía los residuos obte nidos en empresas de primera transformación de la madera (aserraderos y fábricas de tableros), los gene rados en la extracción de aceite de orujo de aceituna y los obtenidosen la elaboración de frutos secos (cás cara de almendra). La utilización de estos restos es muy variable, aunque de forma general es la biomasa resi dual más aprovechada. En estos casos la estacionalidad se debe a las variaciones de la actividad industrial que los genera. La energía que se obtiene a partir de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (RSU) es otro tipo de biomasa. Hay plantas de tratamiento de RSU en las que, tras una etapa de clasificación, la fracción orgánica se incinera en un horno y se produce vapor tanto para calentar edificios como para generar elec tricidad. En los vertederos, la descomposición de la biomasa genera un gas rico en metano (biogás o gas de vertedero), que se puede recoger para poder utili zarlo como combustible en motores de gas. La biomasa residual húmeda engloba las aguas residuales de origen orgánico, resultado de la actividad humana en las mismas ciudades, las instalaciones agropecuarias y las industrias. Se suele someter a tra tamientos biológicos que producen tres beneficios: el aprovechamiento energético de la biomasa, la dismi nución de su carga contaminante y la generación de subproductos con un gran valor fertilizante. El proce so de conversión de la biomasa residual húmeda es la digestión (anaerobia para aguas con altas concentra ciones de materia orgánica y aerobia para aguas no muy cargadas). La digestión produce un gas con un alto contenido en metano que se conoce como biogás y que se usa como el gas natural. Cuando se desea generar energía con biomasa, se puede optar por diferentes sistemas tecnológicos. La elección entre uno y otro depende de las características de los recursos, de la cuantía disponible y del tipo de demanda energética requerida. El gráfico 9 esquematiza los diferentes sistemas de conversión de la biomasa (además de los productos obtenidos y sus principales usos), entendiendo la bio masa como la extracción de su potencial energético o su transformación en un producto valioso desde el punto de vista energético, como es el caso de los bio carburantes. En general, los sistemas comerciales que hay en el mercado para el aprovechamiento de la biomasa resi dual seca se basan en procesos de conversión termo Gráfico 9 Sistemas de conversión de biomasa Conversión termoquímica Pirólisis Gasificación Combustión Conversión biológica Fermentación Digestión Productos Bio-aceite Gas de síntesis Calor Usos Calor Electricidad TransporteEtanol Biogás BiodiéselTransesterificación 172 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 química. Estos procesos inician ciertas reacciones químicas mediante el aporte de calor. Hay tres tecno logías diferentes: pirólisis, gasificación y combustión. Desde un punto de vista económico, hay dos casos muy comunes que se usan en la industria: la utilización de biomasa como combustible en calderas para cale facción o calderas industriales, y la cogeneración con biomasa en pequeñas instalaciones. Biomasa para usos térmicos Los costes iniciales de una instalación de biomasa son distintos según la potencia nominal de que se trate, pero en todo caso son superiores al de una ins talación convencional de gas natural (del orden del doble) y algo mayores al de una instalación de gasó leo. Sin embargo, el coste del combustible es bastante más bajo que el de fuentes de energía fósil, como el gasóleo o el gas natural. En el cuadro 4 se muestran los parámetros característicos de una instalación tipo de biomasa. Estos datos se contrastan con los obtenidos de otras instalaciones que utilizan combustibles fósiles (cua dro 5) para analizar de manera aproximada la ventaja comparativa desde el punto de vista económico de la biomasa frente a otras tecnologías. Analizando los dos casos, el resultado de la com parativa arroja una recuperación de la sobreinversión en calderas de biomasa de 7 años con respecto al caso del gas natural, y de 3 años con respecto al caso del gasóleo C. A partir de ahí, las diferencias son positivas hacia la biomasa. El análisis incremental a partir de la TIR (flujo de caja o cash flow anual de combustible fósil menos flujo de caja anual de bio masa) tiene como resultado una rentabilidad del 17% cuando se trata de gas natural y del 43% cuando se trata de gasóleo C. Biomasa para usos eléctricos Una de las aplicaciones más usuales de la biomasa son las instalaciones de cogeneración para la produc ción conjunta de calor y electricidad. Se pueden uti lizar como biomasa los residuos agrícolas, los fores tales, los de industrias agropecuarias, o biomasa específica para este fin, como son los cultivos energé Cuadro 4 Caracterización de un sistema de calefacción doméstica con biomasa Potencia bruta 1.000 kW IPC estimado 3% Vida útil 20 años Inversión 200 €/kW Horas operación anual 1.000 horas/año Costes de operación y mantenimiento 3 c€/kWh Producción neta 65 tep/año Rendimiento global 75% Recursos propios 100% PCI combustible 3.000 kcal/kg Incremento anual de costes de explotación IPC Cuadro 5 Caracterización de un sistema de calefacción doméstica con combustible fósil Potencia bruta 1.000 kW IPC estimado 3% Vida útil 20 años Inversión 100 €/kW Horas operación anual 1.000 horas/año Costes de operación y mantenimiento 4,5 c€/kWh (gas nautral) 7 c€/kWh (gasoil) Producción neta 70 tep/año Rendimiento global 82% Recursos propios 100% PCI combustible 10.000 kcal/m3 Incremento anual de costes de explotación IPC 173Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables ticos, con propiedades en su composición química y con poder calorífico adecuado para la combustión en caldera. Según el tipo de combustible utilizado, los ingresos por kWh generado y vendido a la red son distintos. El análisis económico ofrece resultados muy positivos, con periodos de retorno de la inversión de 4 años y tasas de rentabilidad mayores del 25%. Por el contra rio, la tecnología utilizada es en ocasiones poco ma dura, por lo que las averías y los imprevistos surgen con más frecuencia de la esperada, y las horas anuales de operación estimadas disminuyen a la vez que la vida útil de los equipos. Otra forma cada vez más desarrollada de producir electricidad es mediante la utilización de biogás gene rado en digestores, a partir del tratamiento de residuos biodegradables (fundamentalmente ganaderos), de lodos de estaciones depuradoras de aguas residuales, de efluentes industriales y de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos. El tamaño de las insta laciones a partir del cual se puede considerar viable la producción térmica o eléctrica con biogás es general mente grande. En el sector industrial, el biogás es comúnmente aplicado en empresas cerveceras, azucareras, alco holeras, lácteas, oleicas, etc. Por su parte, en el sec tor ganadero se requieren grandes extensiones de explotaciones intensivas y, debido a la competencia de otras tecnologías, como el secado de purines me diante gas natural, el biogás se utiliza muy poco en la actualidad. En el cuadro 7 podemos ver los parámetros que se considerarán para el estudio de viabilidad de una plan ta tipo de generación eléctrica con biogás. Analizando estos datos en una cuenta de resultados, obtenemos una TIR del proyecto del 30% y un perio do de recuperación de unos 4 años. Como se ve, los datos económicos son muy interesantes. Sin embargo, las condiciones de garantía de abastecimiento de ma teria prima para la generación de biogás, así como los posibles incrementos en los costes de explotación o disminución de horas de trabajo, debido a problemas Cuadro 6 Caracterización de un sistema de generación eléctrica con cultivos energéticos Potencia bruta 5.000 kW Ingresos explotación (tarifa fija 2008) 15,1501 c€/kWh Vida útil 20 años Incremento anual del precio de la energía IPC-0,25 (hasta 2012) IPC-0,5 (desde 2012) Horas operación anual 7.500 horas/añoIPC estimado 3% Producción eléctrica 37.500 MWh/año Inversión 1.800 €/kWh Recursos propios 100% Costes de operación y mantenimiento 7 c€/kWh Incremento anual de costes de explotación IPC Rendimiento global 22% Cuadro 7 Caracterización de un sistema de generación eléctrica con biogás Potencia bruta 2.000 kW Ingresos explotación (tarifa fija 2008) 10,2935 c€/kWh Vida útil 20 años Incremento anual del precio de la energía IPC-0,25 (hasta 2012) IPC-0,5 (desde 2012) Horas operación anual 7.000 horas/año IPC estimado 3% Producción eléctrica 14.000 MWh/año Inversión 1.500 €/kWh Recursos propios 100% Costes de operación y mantenimiento 2,5 c€/kWh Incremento anual de costes de explotación IPC Rendimiento global 27% 174 Nota d’economia 95-96. 1.er cuatrimestre 2010 de operación y mantenimiento por la dificultad del tratamiento de los residuos, generan incertidumbres que hacen necesarias rentabilidades altas para que haya promotores dispuestos a desarrollar este tipo de proyectos. 9 Conclusiones Con el avance en el desarrollo de los países, cada vez son más acuciantes los problemas en el medio am biente y se hace imprescindible su protección desde todos los sectores. Las iniciativas a favor de un desa rrollo sostenible han generado actuaciones concretas, como por ejemplo la serie de normas ISO 14000 so bre gestión ambiental de empresas, las ISO 14040 so bre estandarización de análisis de ciclos de vida, las reglamentaciones de la Unión Europea EMAS (Eco- Management and Audit System), o planes de la Admi nistración, como la Estrategia Española de Eficiencia Energética 20042012 y el Plan de energías renova bles 20052010 en nuestro país. En un futuro, una gran parte de la gestión medio ambiental de las empresas tendrá lugar en la inter fase entre empresa y consumidor. A través de la elec ción de productos de menor impacto ambiental, el consumidor tendrá la posibilidad de influir sobre los fabricantes para que éstos diseñen/fabriquen pro ductos con el mínimo impacto ambiental posible. De este modo, las características medioambientales de un producto pasarán a ser un factor decisivo, como lo son el precio o la calidad. Prácticamente todas las medidas e iniciativas lleva das a cabo por los distintos países se fundamentan en la optimización de los procesos y dejan sin valorar los productos o servicios mismos como potencial de me jora. Es decir, no hay un enfoque hacia la ecoeficiencia de los productos, sino que son necesarias acciones complementarias para obtener una disminución neta del consumo energético. Por ejemplo, la E4 promueve en el periodo 2005 2012 un ahorro energético respecto a un escenario tendencial de 99.940 ktep de energía primaria, que evitarían la emisión de 270.593 ktCO2 eq con una inversión total de 30.000 millones de euros en ese periodo. Ahora bien, el ahorro energético tiene lugar en términos relativos, no en términos absolutos. El escenario eficiente final incorpora un incremento del consumo del 40% respecto al año 2000. Los parámetros más importantes que hay que tener en cuenta en una política adecuada de ahorro y efi ciencia energética enfocada a los productos son la durabilidad, la fiabilidad, la reparación, la reutilización, la reciclabilidad, la desmaterialización, el ecoetiqueta do, las ecotasas, la promoción y publicidad (formación e información), la distribución eficiente (optimizar y minimizar el transporte) y la valorización o metaboli zación energética de los residuos. Este enfoque tiene que complementarse con los actuales de eficiencia energética e integración de energías renovables en los procesos. La contabilidad energética y de emisiones de GEI actual por sectores económicos sigue la contabilidad económica tradicional desde un punto de vista de actividad CNAE. Esta contabilidad es válida cuando se quiere aplicar a parámetros macroeconómicos de productividad energética, o consumo o emisiones por habitante… es decir, en términos económicos, socia les, laborales, etc. Desde el punto de vista energético y medioambiental, dado el carácter horizontal de la energía y que todos los sectores están interconectados, es muy complicado mejorar un proceso de producción y saber que no ha repercutido negativamente en otro. Por eso para la aplicación del ACV de los productos y servicios es necesaria la contabilidad por producto fabricado o servido. Si se pretenden estudiar los pro ductos en vez de los procesos, hay que imputar la energía y las emisiones al consumidor, y no al pro ductor. Desde el punto de vista de la ecoeficiencia, el enfo que del ahorro y la eficiencia energética no sólo tiene en cuenta a los consumos directos, sino además a los consumos indirectos. Una forma de ahorrar energía y emisiones es consumir menos materiales, agua y energía. 175Monográfico. Eficiencia energética y ecoeficiencia en la industria: el papel de las energías renovables En la actualidad, en los procesos industriales exis ten tecnologías viables técnica y económicamente para el aprovechamiento de la energía solar para la generación de calor de baja temperatura, y de la bio masa tanto para generar electricidad y calor de alta y media temperatura mediante cogeneración, como pa ra generar calor de proceso. 10 Referencias AENOR, Norma UNE 150040:1996 (1996). Análisis de ciclo de vida. Principios generales. AENOR. AENOR, Norma UNEEN ISO 14040:1998 (1998). Gestión medioambiental. Análisis de ciclo de vida. Prin- cipios y estructura. AENOR. AgenciA internAcionAl de lA energíA (2008). World Energy Outlook. Noviembre. AyreS, r.; SiMoniS, u. (1994). Industrial Metabolism: Restructuring for Sustainable Development. Tokyo, Nue va York, París: The United Nations University. 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