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Tesina Maldonado Ludmila

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Universidad Nacional de Córdoba 
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 
Ciencias Biológicas 
 
 
 
Tesina de grado 
La torcaza común (Zenaida auriculata) como posible 
excepción a la Hipótesis del Desafío. 
 
 
 
 
Tesinista: 
 Ludmila Maldonado Firma: ________________ 
Director: 
 Dr. Diego Javier Valdez Firma: ________________ 
 
 
 
 
 
 
 
 
Córdoba, 18 de octubre de 2018. 
 
Tesina de grado 
Ludmila Maldonado 
1 
Índice 
Resumen .............................................................................................................................. 2 
Palabras claves ................................................................................................................... 3 
1. Introducción ............................................................................................................ 4 
2. Objetivos ................................................................................................................. 8 
2.1. Objetivo general .......................................................................................... 8 
2.2. Objetivo específico ...................................................................................... 8 
3. Materiales y métodos .............................................................................................. 8 
3.1. Muestreo ...................................................................................................... 8 
3.2. Sacrificio de ejemplares .............................................................................. 9 
3.3. Determinación del tamaño gonadal ............................................................. 9 
3.4. Identificación hormonal .............................................................................. 9 
3.5. Cuantificación hormonal ............................................................................. 10 
3.6. Análisis estadístico ...................................................................................... 11 
4. Resultados ............................................................................................................... 12 
4.1. Muestreo ...................................................................................................... 12 
4.2. Tamaño gonadal .......................................................................................... 12 
4.3. Identificación hormonal .............................................................................. 14 
4.3.1. HPLC testosterona .......................................................................... 14 
4.3.2. HPLC 17β estradiol ........................................................................ 14 
4.4. Cuantificación hormonal ............................................................................. 15 
4.4.1. RIA Testosterona ............................................................................. 15 
4.4.2. RIA 17β estradiol ............................................................................ 17 
5. Discusión ................................................................................................................. 18 
6. Conclusión ............................................................................................................... 20 
7. Agradecimientos ...................................................................................................... 21 
8. Bibliografía .............................................................................................................. 22 
9. Anexo ...................................................................................................................... 27 
 
Tesina de grado 
Ludmila Maldonado 
2 
La torcaza común (Zenaida auriculata) como posible excepción a la Hipótesis del 
Desafío. 
 
Resumen 
 El fotoperiodo es el principal responsable de la regulación de los eventos 
reproductivos en las especies de aves que viven a grandes latitudes. A lo largo del año se 
percibe un Periodo No Reproductivo (PNR), de fotoperiodo corto, y un Periodo Reproductivo 
(PR), de fotoperiodo largo. Un aumento en la actividad de los fotorreceptores encefálicos 
durante el PR lleva a una mayor actividad del eje hipotálamo-hipófisis-gonadal. Como 
consecuencia de esto, se genera el crecimiento y desarrollo de las gónadas, lo que lleva a la 
producción de hormonas sexuales. La variación de los niveles plasmáticos de hormonas 
sexuales entre PNR y PR ha sido previamente reportada en aves con diferentes sistemas 
reproductivos (monógamo, poliándrico, poligínico, promiscuo, etc.). Al respecto, J. C. 
Wingfield et al. (1990) propusieron una relación entre el tipo de sistema reproductivo, el tipo 
de estrategias reproductivas (número de nidadas, interacción entre machos, cuidado parental) 
y el perfil estacional de la hormona testosterona en machos. Esta relación fue denominada 
como Hipótesis del Desafío. En ella se predice cómo serán los niveles plasmáticos de 
testosterona entre PNR-PR y en cada una de las diferentes etapas del PR. En este contexto, la 
torcaza común (Zenaida auriculata), es un modelo aviar interesante para poner a prueba esta 
hipótesis ya que es considerada plaga a nivel regional (Sudamérica, principalmente en 
ciudades) y presenta características reproductivas que favorecen este comportamiento. La 
especie posee un sistema reproductivo del tipo monógamo con cuidado biparental y 
reproducción continua a lo largo del año. Esto podría ser atribuido a que los machos a nivel 
poblacional no sufren una retracción gonadal marcada, a diferencia de lo que ocurre en la 
mayoría de las especies de aves estudiadas que poseen estacionalidad marcada. Hasta la fecha 
la base endocrina de su reproducción continua no ha sido abordada, y en base a esta 
información, inferimos que los niveles de las hormonas sexuales no variarán de manera 
significativa entre el PNR y PR. Esto se contrapone con lo planteado en la Hipótesis del 
Desafío, ya que para machos de especies monógamas, predice que los niveles de testosterona 
solo son elevados durante el establecimiento del territorio y la cópula dentro del PR. El 
objetivo del presente trabajo es determinar si la torcaza común se ajusta a la Hipótesis del 
Desafío, determinando el perfil estacional (PNR y PR) de las hormonas sexuales y corroborar 
la falta de retracción gonadal observada por Bucher E. H. et al. 1977. Nuestros resultados 
 
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3 
indican que a pesar de no poseer retracción gonadal marcada, la funcionalidad de las gónadas 
es estacional (PNR vs. PR) y sincronizada con el fotoperiodo. Los niveles de testosterona 
(determinados por RIA) fueron mínimos durante el invierno y alcanzaron valores máximos 
durante la primavera-verano lo que indica que esta especie de paloma se ajustaría a la 
hipótesis propuesta por J. C. Wingfield et al. 1990. 
 
Palabras claves: Testosterona, Estradiol, RIA, Fotoperiodo, Columbiformes. 
 
 
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1. Introducción 
En las especies de aves que viven a grandes latitudes los eventos reproductivos están 
principalmente controlados por el fotoperiodo (1-4). El mismo se percibe a través de 
fotorreceptores encefálicos ubicados en el hipotálamo (5-8). Durante fotoperiodos largos, la 
información transmitida por ellos pone en marcha el metabolismo de las hormonas tiroideas 
(T4 a T3), tanto a nivel central (cefálico) como periférico (circulación) (9-11). Este proceso 
lleva a un aumento en la actividad del eje hipotálamo-hipófiso-glandular, estimulando la 
liberación de gonadotropinas (LH y FSH) en ambos sexos (12, 13). Este aumento en la actividad 
del eje impulsa el ciclo de retracción y desarrollo gonadal, así como la producción de las 
hormonas moduladoras de la reproducción, estradiol en hembras y testosterona en machos (9-
11). Esto permite a las aves mantener una adecuada sincronización de sufisiología y 
comportamiento reproductivo con el ciclo estacional (14, 15). A este último se lo puede dividir 
en Periodo No Reproductivo (PNR) y Periodo Reproductivo (PR). 
Las variaciones en las concentraciones de testosterona y estradiol entre el PNR y PR, 
así como en las hormonas del cuidado parental, prolactina y progesterona, han sido 
ampliamente reportadas en aves (16-24). Las hormonas esteroideas son transportadas 
principalmente por medio de la sangre. Además, su detección en plasma es utilizada para 
obtener de manera precisa e inmediata, los valores a los cuales están expuestos los tejidos 
diana (18). Durante el PNR, de fotoperiodo corto, la concentración de las hormonas sexuales es 
baja. Esta concentración se eleva a medida que el fotoperiodo comienza a alargarse, al inicio 
del PR. El incremento en las concentraciones plasmáticas de las hormonas moduladoras de la 
reproducción, lleva a cambios en la fisiología y comportamiento reproductivo, tanto de 
machos como de hembras. Este patrón hormonal ha sido observado en numerosas especies de 
aves con diferentes sistemas reproductivos (monógamos, polígamos, promiscuos, etc.) (16-18). 
Al respecto J. C. Wingfield et al. (1990) propusieron una relación entre el tipo de 
sistema reproductivo, estrategias reproductivas (número de nidadas, interacción entre machos, 
cuidado parental) y el perfil estacional de la hormona testosterona en machos, en lo que 
denominó “Hipótesis del Desafío” (18). Dicha hipótesis compara los niveles plasmáticos de 
testosterona entre el PNR y el PR (Figura 1). Además, analiza en detalle el perfil de esta 
hormona a través de todas las etapas del PR, que incluye desde el cortejo, hasta el cuidado 
parental. Durante el PNR, los machos de todas las especies, independientemente de su sistema 
reproductivo, poseerán concentraciones plasmáticas basales de testosterona. Por el contrario 
en el PR, estos niveles se encontrarán más elevados, permitiendo la espermatogénesis, el 
 
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desarrollo de caracteres sexuales secundarios y la expresión del comportamiento reproductivo. 
Además, en este periodo también se puede observar una variación entre la línea de base 
reproductiva y niveles máximos fisiológicos, alcanzados según el contexto y el individuo. Un 
ejemplo de esto es el grado de interacción (agresión) entre machos, el cual está determinado 
principalmente por el tipo de sistema reproductivo de la especie. Sin embargo el 
comportamiento también se ve influenciado por el temperamento del individuo y otros 
factores densodependientes, que hacen al contexto (Figura 1). 
 
Figura 1: Niveles de testosterona en machos durante el PNR y PR. El sector por debajo de la primera curva es 
similar en todas las especies. El nivel basal en PNR (a) es cercano a cero. Nivel basal en PR (b) es el máximo en 
poblaciones estudiadas en cautiverio. Entre b y c, son valores alcanzados en respuesta a estímulos ambientales, 
de carácter variable. Gráfico extraído y modificado de Wingfield J. C. et al. 1990 (18). 
Durante el PR dicha hipótesis también predice cómo serán los niveles plasmáticos de 
testosterona en base al sistema reproductivo de la especie y al tipo de estrategia reproductiva: 
nidada simple o doble; nivel de interacción entre machos (alto, moderado, bajo); y grado de 
cuidado parental en machos (monoparental-bajo- o biparental-alto-) (Figura 2). En el caso de 
machos de especies polígamas, niveles altos de testosterona durante todo el PR, inhiben el 
comportamiento parental (construcción del nido, incubado de huevos, suministro de alimento 
a la hembra mientras incuba, cuidado de las crías, etc.). Este patrón de testosterona permite a 
dichos machos copular con todas las hembras receptivas durante todo el PR. Por el contrario, 
en machos de especies monógamas el patrón de testosterona es muy distinto. Los niveles de 
testosterona son elevados solo durante el establecimiento del territorio, la elección de la pareja 
 
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y la cópula. Inmediatamente después, decaen a niveles basales permitiendo el desarrollo de 
cuidados parentales (Figura 2). 
 
Figura 2: Distintos perfiles de testosterona en machos según número de nidadas, interacción entre machos y 
cuidado parental. Gráfico extraído y modificado de Wingfield J. C. et al. 1990 (18). 
En base al presente marco teórico, la torcaza común (Zenaida auriculata) es un 
modelo aviar interesante para poner a prueba la Hipótesis del Desafío planteada por Wingfield 
et al. 1990. Esto se debe a que es una especie considerada plaga a nivel regional en 
Sudamérica, desde hace más de cuatro décadas (25). Es causante de grandes pérdidas 
económicas tanto a nivel agropecuario como de mobiliario urbano (26). Además posee 
importancia sanitaria por ser una posible hospedadora tanto del virus de la encefalitis de San 
Luis (27), como del protozoo Toxoplasma gondii, causante de la toxoplasmosis (28). Con 
respecto a su ecología, esta paloma presenta características típicas de especies oportunistas, 
como la capacidad de nidificar en una gran variedad de sitios, de manera colonial y con alta 
movilidad (29-31). Posee un sistema reproductivo de tipo monógamo, en el cual ambos sexos 
intervienen en el cuidado parental (32). Además, es posible encontrar nidos activos durante 
todo el año, característica que ya era común de observar en la década del 70 (33). Esta 
particularidad de reproducción continua, podría deberse a que los machos estarían siempre en 
condiciones fisiológicas de reproducirse, reflejado en la poca variabilidad que poseen el peso 
(Figura 3) y tamaño testicular a lo largo del año. Es decir que la especie no sufre una 
retracción gonadal marcada como el resto de las aves en las que su reproducción está 
estrictamente controlada por el fotoperiodo (3, 34). 
 
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Figura 3: Peso en mg del par testicular en machos adultos de Zenaida auriculata a lo largo de un año. Las líneas 
indican el desvío estándar alrededor de la media, mientras que los rectángulos muestran el intervalo de confianza 
del 95%. Extraído y modificado de Bucher E. H. et al. 1977 (34). 
Hasta la fecha la base endocrina de la reproducción continua en la torcaza no ha sido 
abordada. Basándonos en la información previamente descripta, inferimos que los niveles de 
las hormonas sexuales no variarán de manera significativa a lo largo del año (entre PNR y 
PR). De ser así se contrapone a lo planteado por Wingfield en la Hipótesis del Desafío, ya que 
predice que en machos de especies monógamas, los niveles de testosterona solo son elevados 
durante el establecimiento del territorio y la cópula dentro del PR (18). 
Conocer el perfil estacional (PNR-PR) en los niveles de hormonas sexuales de la 
torcaza común, en el marco de la hipótesis del desafío, ayudará a comprender en detalle la 
base endocrina de su exitosa capacidad reproductiva. De esta manera se podrán aplicar, a 
futuro, planes de manejo y control poblacional. 
 
 
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2. Objetivos 
2.1. Objetivo General 
Determinar si la torcaza común (Zenaida auriculata) se ajusta a la Hipótesis del 
Desafío propuesta por Wingfield et al. 1990 (18). 
2.2. Objetivos Específicos 
Describir el perfil estacional (PNR y PR) de los niveles plasmáticos de hormonas 
sexuales: testosterona en machos y 17β estradiol en hembras. 
Medir el tamaño gonadal en los meses del PNR y el PR, con el fin de corroborar lo 
observado por Bucher et al. 1977 (34). 
 
3. Materiales y métodos 
Este estudio se llevó a cabo en estricto apego al Marco Ético De Referencia Para La 
Investigación Biomédica: Principios Éticos Para La Investigación Con Animales de 
Laboratorios, Granjas Y Animales Salvajes. Además cuenta con la aprobación previa del 
Comité de Ética del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) 
(ResoluciónNo. 1047 ANEXO II, 2005) como parte del proyecto llevado a cabo por el 
director de la presente tesina (35). Los permisos necesarios para la captura y posterior 
sacrificio, de los especímenes de Z. auriculata, con fines científicos, fueron otorgados por la 
Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Córdoba, a través de la 
Dirección General de Conservación de la Biodiversidad y Recursos Naturales. 
3.1. Muestreo 
El muestreo se llevó a cabo dentro del predio del Zoológico de Córdoba 
(31°25’31.79"S 64°10’29.92"O) durante las últimas dos semanas de cada mes, por un periodo 
de trece meses. Desde marzo de 2016 hasta marzo de 2017. Para que la muestra sea 
considerada representativa, se buscó capturar por lo menos 10 individuos de cada sexo por 
mes. 
La captura de los animales se realizó mediante trampa pasiva cebada con alimento 
para aves (36) en el horario de 9 a 12 horas, con el fin de evitar posibles variaciones circadianas 
de las hormonas a estudiar (37). Las trampas estuvieron provistas con receptáculo de agua y 
fueron revisadas cada media hora. 
 
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Una vez capturados los ejemplares de torcaza, estos fueron trasladados dentro de 
jaulas cubiertas al laboratorio del Centro de Zoología Aplicada, ubicado dentro del Jardín 
Zoológico. 
3.2. Sacrificio de ejemplares 
Las aves fueron sacrificadas por decapitación y la sangre fue colectada en tubos tipo 
eppendorf de 1,5 ml, previamente heparinizados (heparina sódica 5000Ul/ml, de Laboratorios 
Duncan) (24). 
Las muestras de sangre fueron centrifugadas a 5000 rpm por 15 minutos en centrífuga 
refrigerada Presvac a 4°C. El plasma obtenido fue colocado en tubos eppendorf de 1,5 ml 
rotulados y almacenados en freezer -20°C hasta el posterior análisis hormonal (16). 
El sexado fue realizado por inspección gonadal (34, 38). Las mismas fueron 
quirúrgicamente removidas solo en los meses de invierno (junio, julio y agosto) y primavera-
verano (diciembre, enero, febrero y marzo) para comparar los PNR y PR respectivamente. 
3.3. Determinación del tamaño gonadal 
Una vez removidas, las gónadas fueron colocadas en una cápsula de Petri con solución 
fisiológica. Se rotularon y colocaron junto a una regla milimetrada, la cual fue usada como 
referencia para realizar las mediciones. Las gónadas fueron fotografiadas utilizando una 
cámara Nikon D5100, con un lente micro nikkor 55mm ai-s f:3.5. Las fotos fueron procesadas 
posteriormente con el programa Adobe Photoshop. Se tomaron las medidas de largo y ancho 
en mm de ambos testículos. 
Una vez tomadas las fotografías, los órganos reproductivos fueron colocados en tubos 
tipo falcon de 15ml, con fijador Bouin para su conservación y posterior seccionado y tinción 
(39). 
3.4. Identificación hormonal 
La identificación de testosterona y estradiol fue realizada por medio de la técnica de 
cromatografía líquida de alta precisión o HPLC (por su nombre en inglés) de fase reversa (16). 
Se utilizó un equipo marca Waters, de inyección manual con loop de 25µl y con dos 
detectores conectados en serie. Un detector de fluorescencia multi lambda (modelo 2475) y un 
arreglo de diodos (modelo 2998) para la identificación de 17β estradiol y testosterona 
respectivamente. 
 
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A través de esta técnica se compararon las moléculas estándar de testosterona y 17β 
estradiol (SIGMA) con las moléculas presentes en el plasma de Z. auriculata, con el fin de ser 
identificadas. Se utilizaron soluciones de ambos estándares en el orden de nanogramos, 
preparadas con metanol grado HPLC. De ambas soluciones se inyectaron 25 µl y se corrieron 
por 15 minutos para la determinación de sus respectivos tiempos de retención (TR) (16). 
Previo a la corrida cromatográfica de las muestras, se realizó una extracción del 
plasma según el protocolo de extracción de esteroides sexuales Arbor Assays (Steroid Liquid 
Sample Extraction Protocol; info@ArborAssays.com; www.ArborAssays.com). Se tomaron 
250 µl de un pool (mezcla de plasma obtenido de diferentes individuos) de cada sexo, a los 
cuales se les agregó dietileter en una proporción de 1:5 del volumen plasmático. Se agitaron 
con vortex durante 2 minutos y se las dejó reposar para que las dos fases (acuosa abajo y 
orgánica arriba) se separen correctamente. Los tubos fueron introducidos en freezer -80°C 
para que la fase acuosa se congele. Aprovechando esta situación la fase orgánica, aún en 
estado líquido, se trasvasó a tubos de vidrio de 15ml rotulados. Estos fueron colocados en 
baño de inmersión a 45°C, bajo campana de extracción, para la evaporación del solvente. Una 
vez extraídas se resuspendieron en fase móvil, recuperando el volumen inicial (250 µl). El 
protocolo de extracción garantiza una eficiencia de recuperación de más del 95% para ambas 
hormonas. 
Una vez realizado este procedimiento, se inyectaron 25µl de plasma extraído (primero 
de machos y en otra corrida la de hembras) en el equipo de HPLC. Se usó una columna de 
fase reversa (LiChrospher 100/RP-18/5 mm; 4.66250 mm; Merk, Germany), a un flujo de 
1ml/min con una fase móvil compuesta por agua y metanol en proporción 30:70. La corrida se 
realizó durante 15 minutos y se identificaron los picos correspondientes a los tiempos de 
retención indicados por los respectivos estándares. Una vez observados dichos picos, a cada 
muestra de pool extraído, de machos y hembras, se le realizó un spike de su correspondiente 
solución de estándar para corroborar el aumento de dicho pico. 
3.5. Cuantificación hormonal 
Los niveles plasmáticos de las hormonas sexuales, testosterona y 17β estradiol, se 
evaluaron por medio de la técnica de radioinmunoensayo (RIA) en el laboratorio del Dr. 
Gustavo Somoza perteneciente al Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH-CONICET). 
A cada muestra se le aplicó dos veces el protocolo de extracción previamente desarrollado, 
esta vez resuspendidas al volumen inicial en PBS-gel. 
 
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Los anticuerpos utilizados en el inmunoensayo fueron desarrollados en conejos en el 
laboratorio del Dr. Niswender (University of Colorado, USA) contra estándares de 
testosterona y estradiol (SIGMA). La concentración utilizada fue 1:100.000 para testosterona 
y 1:48.000 para 17β estradiol, posteriormente diluidos en PBS-Gel. Ambos estándares 
estuvieron marcados con el radio isótopo 14C (Migliore Laclaustra). Estos procedimientos se 
realizaron según Van der Kraak, G., Dye, H. & Donaldson, E. en 1984 (40). 
Previo a la cuantificación de las hormonas sexuales en plasma, se realizó un pool, 
tanto para testosterona como para estradiol, con el fin de ser utilizado en el ensayo de 
paralelismo y coeficientes de variación intra e inter ensayos. Se tomó una alícuota del pool 
plasmático y se realizaron diluciones seriadas, esto es 1:1-1:2-1:4 y 1:8. 
Debido a la gran cantidad de muestras de testosterona, el ensayo fue dividido en dos 
partes. En la primera instancia se realizó un cuadruplicado del pool para calcular el 
Coeficiente de Variación (CV) intra ensayo. En el segundo se repitió lo mismo para el cálculo 
del CV entre ensayos. Por su parte, el análisis de 17β estradiol se realizó en una sola partida, 
motivo por el cual solo se tuvo en cuenta el CV intra ensayo. 
3.6. Análisis estadísticos 
Los análisis estadísticos se realizaron con el programa informático Infostat (41) y por 
medio del programa Excel se realizaron los gráficos. Con respecto al tamaño gonadal, con el 
objetivo de determinar si existe diferencia significativa entre los testículos izquierdos y 
derechos de cada ejemplar, se ajustaron dos modelos lineales generalizados y mixtos. Uno 
para comparar el largo y otro para el ancho. Los modelos incluyeron la identidad del 
individuo como factor aleatorio y la lateralidad de las gónadas (izquierda y derecha) como 
factor fijo. Por otra parte, para determinar siel tamaño gonadal varía de manera significativa 
entre el PNR y el PR, se llevaron a cabo dos análisis de la varianza (ANAVA). Uno 
comparando el largo y otro el ancho de los testículos derechos (39) de los individuos colectados 
en cada periodo. A su vez se realizó el Test LSD Fisher como método de comparación de 
medias. 
Para determinar si los niveles de testosterona en el plasma están influenciados por el 
mes, se realizó un análisis de la varianza (ANAVA) transformando la variable dependiente a 
rangos para cumplir con los supuestos del análisis. Luego, para la comparación de medias a 
posteriori se realizó el Test LSD Fisher. 
 
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En cada análisis, para verificar el supuesto de normalidad se utilizó la Prueba de 
Shapiro-Wilks modificado. En el caso del ANAVA de la influencia de los meses sobre los 
niveles de testosterona, se reforzó este test utilizando un gráfico Q-Q plot. Por otra parte, para 
verificar el supuesto de homogeneidad de varianza se graficaron los residuos vs. predichos, y 
de manera formal se realizó a través del Test de Levene. En todas las comparaciones el nivel 
de significancia fue del 0,05%. Cabe destacar que en la figura correspondiente a los niveles de 
testosterona a lo largo del año (figura 8), la media ± EE se expresan sin transformar con el fin 
de resaltar mayor realidad. 
4. Resultados 
4.1. Muestreo 
En la Tabla 1 se muestra el número de individuos de ambos sexos capturados durante 
los meses en los que se realizó el muestreo. En total se obtuvieron 166 machos y 152 
hembras. 
Tabla 1: Ejemplares de torcaza común capturados mensualmente 
Mes Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar 
n Machos 18 8 12 9 16 16 10 14 11 11 12 13 16 
n Hembras 12 10 12 17 15 17 10 10 7 10 11 12 9 
 
4.2. Determinación del tamaño gonadal 
La Figura 4 muestra los tamaños del par testicular durante el PNR en invierno y el PR 
primavera-verano. Los gráficos de barra muestran el tamaño promedio mensual (largo y 
ancho) de ambos testículos expresados mm. Por medio de la utilización de modelos lineales 
generales y mixtos, observamos que no hay diferencias significativas tanto en el ancho (F1, 
54=1,4530 y p=0,2333) entre el testículo izquierdo y el derecho (6,89±0,22mm y 
6,76±0,21mm respectivamente) como en el largo (F1, 54=1,5936 y p=0,2122) de las gónadas 
de cada individuo (izquierdo=14,70±0,46mm y derecho=14,38±0,41mm). 
 
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Figura 4: Imágenes del par testicular de ejemplares de torcaza común (Zenaida auriculata) en el PNR y PR. En 
los gráficos se encuentran, en el eje de las abscisas, el largo de los testículos izquierdos (azul) y derechos (gris), 
así como también el ancho de los testículos izquierdos (naranja) y derechos (amarillo). En el eje de las ordenadas 
se encuentran las dimensiones, medidas en milímetros. 
Los análisis estadísticos (ANAVA) realizados indican que no existe diferencia 
significativa en el largo y en el ancho del testículo derecho entre PNR y PR (F1, 53=1,0144 
p=0,3184 y F1, 53=1,0286 p=0,3151, respectivamente. Durante el PNR el largo del testículo 
derecho mide en promedio 13,44±1,34mm y en el PR 14,57±0,42mm. Mientras que de ancho 
en el PNR mide 6,28±0,74mm y en el PR 6,86±0,21mm. 
 
 
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4.3. Identificación hormonal 
4.3.1. HPLC testosterona 
Los cromatogramas correspondientes al estándar de testosterona (A) cuyo TR es de 
5,30 minutos, el pool de plasma extraído (B) donde se observa un pico al TR 5,36 minutos y 
el pool de plasma más spike de estándar de testosterona (C) de TR 5,36 minutos se muestran 
en la Figura 5. 
 
Figura 5: Cromatogramas pertenecientes al estándar de testosterona (A), pool plasmático de machos (B) y pool 
plasmático junto con el spike de estándar (C). Dentro de los círculos rojos están indicados los tiempos de 
retención. Las flechas indican el pico y TR en muestras de plasma y plasma más spike de testosterona. Los 
valores están expresados en unidades de absorbancia a 240nm. 
 
4.3.2. HPLC 17β estradiol 
La Figura 6 muestra los cromatogramas correspondientes al estándar de 17β estradiol 
(A) cuyo TR es de 4,80 minutos, el pool de plasma extraído (B) de TR 4,77 minutos y el pool 
de plasma junto con el spike de estándar de 17β estradiol (C) de 4,85 minutos. 
 
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Figura 6: Cromatogramas pertenecientes a estándar de 17β estradiol (A), pool plasmático de hembras (B) y pool 
plasmático junto con el spike de estándar (C). Los tiempos de retención están indicados por el círculo rojo. Las 
flechas indican el pico y TR en muestras de plasma y plasma más spike de 17β estradiol. Los valores están 
expresados en unidades de emisión a 305nm. 
 
4.4. Cuantificación hormonal 
4.4.1. RIA Testosterona 
La Figura 7 muestra la curva de paralelismo para testosterona, obtenido de las 
diluciones seriadas del pool de plasma de machos (de 1:1 a 1:8), comparado con la curva 
estándar marcada con 14C. Se observa que los niveles de testosterona en el plasma puro (1:1) 
poseen porcentajes de unión de 80%. 
 
Figura 7: Curva de paralelismo entre el estándar de testosterona (azul) y pool de plasma de machos (rojo) en sus 
diferentes diluciones (1:1, 1:2, 1:4 y 1:8). Valores expresados en porcentajes de unión, media ±EE. 
 
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16 
Los niveles plasmáticos de testosterona a lo largo de los 13 meses de muestreo se 
indican en la Figura 8. En la misma se denota un patrón de dos picos. El primero y de mayor 
amplitud producido en el mes de octubre y el segundo pico de menor concentración en 
febrero. El valor del CV intra ensayo fue de 6.85% y el CV entre ensayos de 8.55%. 
 
Figura 8: Niveles plasmáticos de testosterona en machos de la torcaza común a lo largo de 13 meses. Valores se 
expresan como media ±EE, sin transformar (pg/ml). 
El análisis estadístico indica diferencias significativas a lo largo del año (F12, 153=5,05 
p=0,0001). Si bien ya fue expresado en materiales y métodos nos parece necesario destacar 
que, debido a que no se cumplen con los supuestos del análisis, se trabajó con los valores de 
testosterona transformados a rangos. Mientras que gráficamente se utilizaron los valores sin 
transformar ya que consideramos que los mismos representan de mejor manera lo que ocurre 
en la realidad. A través del Test LSD Fisher, los meses se agruparon en cinco categorías. A 
modo de simplificar la información, se muestran las asociaciones de mayor y menor media. 
Los meses abril, marzo y mayo de 2016 fueron los de menor concentración de testosterona en 
plasma (31,25±14,93 pg/ml, 40,08±9,96 pg/ml y 60,08±12,19 pg/ml respectivamente). En 
tanto que los meses que tuvieron mayores niveles fueron: junio, septiembre, octubre, 
 
Tesina de grado 
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17 
noviembre, enero y febrero (101,78±14,08 pg/ml; 112,9±13,36 pg/ml; 98,32±11,29 pg/ml; 
105,91±12,74 pg/ml; 101,5±12,19 pg/ml y 121,38±11,72 pg/ml respectivamente). 
4.4.2. RIA 17β estradiol 
Los niveles plasmáticos de la hormona 17β estradiol solo pudieron ser detectados en 
algunos individuos. Esto se debió a que las concentraciones medidas, la mayoría de las veces 
estuvieron por debajo del umbral de detección de la técnica, el cual era de aproximadamente 
30,00pg/ml. Los resultados se muestran en la Tabla 2. La proporción, que se encuentra en la 
fila siguiente a los meses, corresponde al número de individuos a los cuales se les pudo 
detectar la hormona sobre el número total de hembras muestreadas por mes. 
Tabla 2: Niveles plasmáticos de 17β estradiol en hembras de torcaza común 
Mes Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre 
Proporción 2/12 1/10 1/12 1/17 0/15 0/17 1/10 
Medida 
(pg/ml) 
64 
80 
73,85 
- 
85,89 
- 
148,10 
- 
- 
- 
- 
- 
68,23 
- 
Mes Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo 
Proporción 0/10 0/70/10 1/11 0/11 1/9 
Medida 
(pg/ml) 
- 
- 
- 
- 
- 
- 
80,47 
- 
- 
- 
72 
- 
 
 
 
Tesina de grado 
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18 
5. Discusión 
Este trabajo aborda por primera vez el estudio de la base endocrina de la exitosa 
capacidad reproductiva de un columbiforme nativo de Sudamérica, la torcaza común (Z. 
auriculata). La misma es considerada plaga desde hace más de cuatro décadas, debido a los 
problemas que causa (26-28) y al aumento en su abundancia poblacional en zonas periurbanas y 
urbanas. Esto último está ligado a cuestiones ambientales, como el crecimiento de las áreas 
cultivadas, así como también a cuestiones etológicas propias de la especie, como la formación 
de grandes colonias y movimientos de tipo nomádico (25). Por este motivo consideramos que 
los datos de su endocrinología reproductiva, aportados por el presente trabajo, sientan las 
bases para poder desarrollar planes de manejo y control poblacional de la especie. El presente 
estudio denota gran importancia ya que los resultados obtenidos son disparadores de nuevas 
preguntas e indagaciones sobre la ecofisiología de una especie en franca expansión. 
Nuestros resultados indican una variación estacional en los niveles plasmáticos de 
testosterona, siendo más bajos en el PNR e incrementando durante el PR. Estos datos 
hormonales se ajustarían a lo planteado por Wingfield et al. (1990) en la Hipótesis del 
Desafío, que manifiesta que dichas diferencias se observan en todas las especies de aves, 
independientemente del tipo de sistema reproductivo que posean (monógamos, polígamos, 
poliándricos, promiscuos, etc.). A su vez va en contraposición a lo que esperábamos teniendo 
en cuenta los datos de reproducción continua mostrados por Bucher y Orueta en los años 
setenta (33) y por lo cual esperábamos una concentración hormonal constante a lo largo del 
año. Por otra parte, dentro del PR, se observa un patrón definido de dos picos de 
concentración de la hormona testosterona, uno máximo en el mes de octubre y un segundo 
pico de menor amplitud durante el mes de febrero. Este último resultado también brindaría 
evidencia de que la especie se comportaría de acuerdo a lo planteado por Wingfield. La 
presencia de dos picos durante el PR, coincide con el perfil hormonal de una especie de ave 
que posee doble nidada, con machos y hembras manifestando el mismo grado de cuidado 
parental y con un nivel intermedio de interacción macho-macho (agresividad) (figura 2). En 
este sentido, la torcaza común posee un sistema reproductivo del tipo monógamo en el que los 
machos muestran cuidados parentales, esto es, ayudan en el incubado de los huevos y en la 
alimentación de los pichones por medio de la leche de buche (42). Además el grado de 
interacción entre machos sería intermedio ya que solo pelerían entre sí por las hembras 
disponibles (observaciones personales). Sin embargo queda aún por corroborar el hecho de la 
doble nidada, ya que este dato no se especifica en la bibliografía analizada sobre su ecología 
 
Tesina de grado 
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19 
reproductiva. Trabajos a futuro donde se enfoquen en el monitoreo de parejas reproductivas a 
lo largo del PR, serán de gran importancia para corroborar si esta especie presenta o no doble 
nidada y si se corresponde con la curva hormonal aquí presentada. 
Si bien, desde el punto de vista endócrino, la torcaza común se ajustaría a la Hipótesis 
del Desafío, parece haber una contradicción con los fenómenos fisiológicos de retracción 
gonadal, estrictamente controlados por el fotoperiodo (observado en la mayoría de las aves 
estudiadas). Nuestros datos, al igual que los obtenidos por Bucher (34) muestran que la torcaza 
común no sufre retracción gonadal marcada en relación al fotoperiodo. Sin embargo, el perfil 
de testosterona reportado en el presente trabajo indica que la funcionalidad (procesos 
endócrinos) de sus gónadas sí está rigurosamente controlada por el fotoperiodo. Esto es un 
aspecto novedoso ya que la mayoría de las especies de aves estudiadas presentan un 
paralelismo entre el crecimiento, desarrollo gonadal y su funcionalidad, como por ejemplo lo 
observado el gorrión de cresta blanca (Zonotrichia leucophrys) (43), el arrendajo 
(Gymnorhinus cyanocephalus) (44), la codorniz californiana (Callipepla californica) (45), los 
estorninos (Sturnus vulgaris) (46), el gorrión común (Passer domesticus) (47) y el pato azulón 
(Anas platyrhyncho) (48). Los columbiformes por su parte presentan una mayor variabilidad en 
cuanto a este fenómeno, observándose el característico ciclo de retracción y desarrollo de las 
gónadas en el género Columba: Columba livia (39, 49), paloma de madera (Columba palumbus) 
(39), paloma común (Columba oenas) (39-43). Situaciones de respuesta intermedia o nula se 
observan en el género Columbina: Columbina talpacoti (50, 51), Columbina squammata (51) y 
Columbina minuta (51). La torcaza común (Zenaida auriculata), además de no poseer 
retracción gonadal, el tamaño testicular no se correlaciona con la presencia de 
espermatogénesis (34). Una situación similar es lo que ocurre en individuos del género 
Streptopelia: palomas mensajeras (Streptopelia risoria) (52), Streptopelia chinensis (53), 
Streptopelia senegalensis (53). Si bien la variación estacional en el tamaño de las gónadas está 
relacionada con las variaciones en el fotoperiodo, en menor medida, también puede verse 
afectada por otros factores como la alimentación (46) o la interacción macho-hembra y el estrés 
(54). Debido a esto, queda abierto el interrogante sobre qué es lo que ocurre en la torcaza 
común para que sus gónadas no sufran retracción en respuesta a fotoperiodos cortos. Una 
posible explicación podría ser la alta disponibilidad de comida generada por las actividades 
humanas, lo que llevaría a un desacople entre el fotoperiodo y la regulación del desarrollo 
gonadal. 
 
Tesina de grado 
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20 
Por otra parte, con los resultados de 17β estradiol no fue posible realizar una curva 
anual ya que en muy pocas muestras se pudo determinar la concentración hormonal, debido a 
la sensibilidad de la técnica. A pesar de esto consideramos de gran importancia mostrar los 
resultados ya que representan un primer antecedente formalmente documentado del estudio 
endócrino en ambos sexos de esta especie. Debido a esto recomendamos para futuros estudios 
utilizar técnicas más sensibles o trabajar con el plasma extraído y concentrado con el fin de 
lograr una adecuada cuantificación. Un ejemplo podría ser la técnica de Inmunoensayo 
revelada por Electroquimioluminiscencia, la misma fue probada por nosotros, pero debido al 
elevado costo no pudimos llevar las mediciones a través de esta técnica. En el anexo se 
muestran los resultados. 
Otro aspecto interesante que queda por abordar en la torcaza común es la presencia de 
fotorreceptores encefálicos en la zona hipotalámica y qué procesos metabólicos (metabolismo 
de las hormonas tiroideas) son los responsables del inicio de la reproducción en esta especie. 
Ya que factores como la retracción gonadal (34) y la reproducción durante todo el año (33), no 
se encontrarían regulados por el fotoperiodo. Además, será de gran ayuda la incorporación de 
nuevos estudios a campo que apunten al seguimiento de parejas reproductivas, con el objetivo 
de correlacionar los niveles plasmáticos de hormonas con las diferentes etapas del PR. Esto 
servirá para entender el éxito reproductivo que esta especie tiene. 
 
6. Conclusiones 
Como conclusión podemos decir que la torcaza común (Zenaida auriculata) se 
ajustaría a la Hipótesis del Desafío propuesta por Wingfield en 1990, presentando una 
regulación estacional de la actividad gonadal, sin correlacionarse con el tamaño de la misma. 
Además en base a los resultados obtenidos en la identificación y cuantificación 
hormonal, podemos decir que las hormonas sexuales de la torcaza común son exactamentelas 
mismas que las moléculas estándares y que se encuentran en concentraciones plasmáticas 
muy bajas (en el orden de los picogramos). 
 
 
Tesina de grado 
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21 
7. Agradecimientos 
 En el marco de la presente tesina, debido a los bajos niveles hormonales que posee la 
especie, hemos tenido que acudir a la colaboración de muchos grupos de trabajo. Por este 
motivo me parece importante destacarlos a modo de agradecimiento. En primer lugar quiero 
agradecer a la Dra. Marina Flavia Ponzio, perteneciente al Instituto De Investigaciones en 
Ciencias de la Salud (INICSA), por realizar un primer acercamiento a los niveles hormonales 
de la torcaza común a través de la técnica de inmunoensayo (EIA). Agradecer también al Dr. 
Tomás Tempesti por facilitarnos el acceso al equipo de HPLC del Departamento de Química 
Orgánica de la Facultad de Ciencias Químicas. Al Dr. Gustavo Somoza del Instituto 
Tecnológico de Chascomús (INTECH-CONICET), por su colaboración en la cuantificación 
hormonal por medio de la técnica RIA. 
 Además agradecerle al Director del Centro de Zoología Aplicada, Dr. Gerardo 
Leynaud, por permitirme disponer de las instalaciones del establecimiento. A la Dra. Natalia 
Soledad Della Costa del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA) por su 
colaboración en los análisis estadísticos del trabajo. Por último agradecer a mis ayudantes de 
campo Biol. Agostina Perazzo y Natalia Valinotti. 
 
 
Tesina de grado 
Ludmila Maldonado 
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9. Anexo 
 
 
 
Tesina de grado 
Ludmila Maldonado 
28 
Posteriormente se determinaron las concentraciones de las hormonas sexuales por 
medio de la técnica de inmunoensayos revelada por electroquimioluminiscencia en el 
laboratorio de análisis clínicos veterinarios C.I.B.E.V de la Ciudad de Córdoba. El altísimo 
costo de las determinaciones imposibilito la realización de la totalidad de las muestras 
plasmáticas de la torcaza común. Los valores obtenidos nuevamente ponen de manifiesto los 
bajos niveles de dichas hormonas presentes en el plasma. A continuación se muestran los 
resultados. 
 
 
 
Fecha: 171009 - 55 
Paciente: PALOMA HEMBRA 1 
Propietario: 
Sexo / Raza / Edad: 
Veterinaria: CENTRO DE ZOOLOGÍA APLICADA 
 Endocrinología Valor de Referencia 
 Anestro Proestro 
 Estradiol Plasmático 140 pg/ml 5 - 10 50 - 100 Pg/ml 
 
 
 
Paciente: PALOMA HEMBRA 2 
Propietario: 
Sexo / Raza / Edad: 
Veterinaria: CENTRO DE ZOOLOGÍA APLICADA 
Endocrinología Valor de Referencia 
 Anestro Proestro 
Estradiol Plasmàtico 27.0 pg/ml 5 - 10 50 - 100 Pg/ml 
 
 
 
 
 
 
Tesina de grado 
Ludmila Maldonado 
29 
 
 
Fecha: 171009 - 57 
Paciente: PALOMA MACHO 1 
Propietario: 
Sexo / Raza / Edad: 
Veterinaria: CENTRO DE ZOOLOGÍA APLICADA 
 
Endocrinología Valor de Referencia 
 Caninos Felinos 
Testosterona 0.54 ng/dl 10 – 20 ng/dl Hasta 10 ng/dl 
 
 
 
Fecha: 171009 - 57 
Paciente: PALOMA MACHO 2 
Propietario: 
Sexo / Raza / Edad: 
Veterinaria: CENTRO DE ZOOLOGÍA APLICADA 
Endocrinología Valor de Referencia 
 Caninos Felinos 
Testosterona 0.36 ng/dl 10 – 20 ng/dl Hasta 10 ng/dl

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