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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/331128731 Neurocisticercosis y epilepsia en Cuba Article in Revista de Neurología · January 1999 DOI: 10.33588/rn.2911.99111 CITATIONS 19 READS 394 2 authors: Otto Hernández-Cossio 129 PUBLICATIONS 630 CITATIONS SEE PROFILE Otto Jesus Hernandez Fustes Universidade Federal do Paraná 224 PUBLICATIONS 367 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Otto Jesus Hernandez Fustes on 22 December 2019. 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Recibido en versión revisada: 24.09.99. Aceptado: 24.09.99. Neurólogo-Preceptor. Servicio de Neurología. Ex Profesor-Jefe del Servi- cio de Epilepsia del Instituto de Neurología de la Habana y ex Presidente de la Liga Cubana de Epilepsia. a Neurólogo e Internista. Jefe del Servicio de Neurología. Hospital Universitario Cajuru. Curitiba, Brasil. Correspondencia: Dr. Otto Hernández-Cossio. Serviço de Neurologia. Hospital Universitário Cajuru. Av. São José 300. Curitiba 80050-350, Bra- sil. E-mail: neuro@bsi.com.br 1999, REVISTA DE NEUROLOGÍA INTRODUCCIÓN La neurocisticercosis fue descrita por Parandi en 1550, al identi- ficar casualmente unas vesículas redondas con líquido en el cuer- po calloso de un hombre que falleció por enfermedad cerebrovas- cular [1]. En 1558, Rumber la describe con más detalle a raíz de la autopsia de un paciente con convulsiones; posteriormente, Malpigh, en 1686, revela la naturaleza parasitaria de esta enferme- dad e identifica estas vesículas como parásitos, a los que Laennec en el siglo XIX denominó cisticercos [2]. La neurocisticercosis es ocasionada por la infección del sistema nervioso central (SNC) por el Cysticercus cellulosae o forma larvaria de la Taenia solium. Esta larva puede limitarse a crecer en el intestino hasta completar la forma adulta del parásito, o puede atravesarlo y alcanzar los tejidos por medio del torrente sanguíneo, lo que da lugar a la cisticercosis [1,3]. El parásito se localiza preferentemente en los ojos, músculos y el SNC. Las convulsiones y las manifestaciones de hipertensión intracraneal [1,4] son los hechos más destacados que revelan su afección. El principal reservorio para su transmisión son los cerdos, y se produce sobre todo por la ingestión de alimentos contaminados a través del aire y el agua, entre otros, como ocurre con los vegetales. Esta enfermedad es frecuente en América Latina, el Centro y Sur de África y en el Este de Asia, donde puede alcanzar una pre- valencia del 3,6% [5]; además, en estas regiones se la considera la principal causa de epilepsia en adultos [6]. Sin embargo, llama la atención el hecho de que en Cuba la neurocisticercosis es práctica- mente inexistente, a pesar de estar ubicada en un área endémica. Este hecho no le resta importancia a su estudio, ya que el médico debe, en su estudio integral de la comunidad, afrontar el diagnóstico, tratamiento y prevención de esta enfermedad, lo que explica nuestro interés en revisar los escasos enfermos atendidos Neurocisticercosis y epilepsia en Cuba O. Hernández-Cossio, O.J. Hernández-Fustes a ORIGINAL NEUROCYSTICERCOSIS AND EPILEPSY IN CUBA Summary. Introduction. Neurocysticercosis is one of the main causes of epilepsy in the tropics, particularly in Central and South America. Objectives. To report the only five patients diagnosed in a tertiary care institution as having neurocysticercosis and its relation to epilepsy. Patients and methods. We made a retrospective study, reviewing the clinical histories of patients admitted to the Instituto de Neurologia y Neurocirugia of La Habana, Cuba, over 25 years up to 1989, to determine those with neuro- cysticercosis. Results. We found only five patients, representing a frequency of 0.01% of all admissions. We discuss the origin of these cases and their possible place of infection, showing that this is almost non-existent in Cuba since three of the cases were of foreigners and there was evidence that the two Cubans had acquired the disease abroad. The correlation between neurocys- ticercosis and epilepsy (4 of 5 cases) was assessed. The main symptoms were analyzed: the three most important, in order, were tonic-clonic convulsions, headache and motor deficit respectively. The epileptic seizures were classified as secondary gener- alized partial seizures (symptomatic partial epilepsy secondary to cysticercosis). The clinical form, when the site is considered, was inactive, with intraparenchymatous and meningeal (mixed) calcifications in one case. Conclusion. We assess the elements which permit diagnosis, the efficacy of anti-helminth treatment and the drugs used to treat epilepsy and cerebral oedema, the prognosis as a function of the diagnosis and the treatment [REV NEUROL 1999; 29: 1003-6]. Key words. Cuba. Neurocysticercosis. Partial seizures. Symptomatic localized epilepsy. en el Instituto de Neurología y Neurocirugía de La Habana, Cuba, a fin de extraer conclusiones útiles sobre sus características. El objetivo de este trabajo es presentar las historias clínicas de los enfermos afectos de neurocisticercosis en Cuba desde enero de 1964 hasta el 31 de enero de 1989, establecer la correlación entre el diagnóstico de neurocisticercosisy epilepsia, y mostrar las ca- racterísticas clínicas, imaginológicas y del líquido cefalorraquí- deo así como del tratamiento en nuestros pacientes en compara- ción con lo comunicado en la literatura. PACIENTES Y MÉTODOS El material de nuestro trabajo lo constituyen cinco historias clínicas de pacientes con neurocisticercosis ingresados en el Instituto de Neurología y Neurocirugía, en el período comprendido entre enero de 1964 y enero de 1989, ambos inclusive. Como método, se revisaron seis historias clínicas que estaban codificadas con el diagnóstico de neurocisticercosis, en el Departamento de Estadísticas del Instituto, de las cuales fue necesario eliminar una en la que no se confirmó el diagnóstico. A las cinco historias restantes se les realizó un resumen de los aspectos clínicos, exámenes complementarios, evolución y tratamiento. De estos resúmenes se extrajeron los síntomas predominantes para estu- diar su frecuencia y compararla con la descrita en la literatura científica. Además, se confeccionaron unas tablas con el resultado de los exámenes complementarios, entre ellos el del líquido cefalorraquídeo (LCR), para su análisis global y posterior comparación, y se buscó también la existencia o no del diag- nóstico de epilepsia y su clasificación ligada al diagnóstico de neurocisticercosis. Por otra parte, se revisó el tratamiento y la evolución de nuestros enfer- mos, para compararlos con los resultados comunicados por otros autores. Todo ello hizo posible, no sólo la presentación de los cinco casos con cisti- cercosis, sino poder llegar a conclusiones, acorde con los objetivos plantea- dos y hacer recomendaciones. CASOS CLÍNICOS Caso 1. Varón blanco, de 67 años, residente en la provincia de Matanzas, con antecedentes de haber trabajado en el extranjero. Ingresó en septiembre de 1964 por presentar vértigos, vómitos y trastornos de la marcha. En el examen se apreció desorientación, marcha atáxica, disminución de la audición y nistagmo de la mirada extrema horizontal. Entre los exámenes realizados, el LCR era incoloro, transparente, con presión de 250 mm de agua, 42 cél/mm3, proteínas: 95 mg% y Pandy ++++. El leucograma mostró un 8% de eosinófilos. El electroencefalograma (EEG) fue lento en hemisferio izquierdo. REV NEUROL 1999; 29 (11): 1003-1006 O. HERNÁNDEZ-COSSIO, ET AL 1004 Inicialmente se plantea la posibilidad de un tumor del ángulo pontocere- beloso. El estado del paciente fue agravándose progresivamente hasta falle- cer el 29 de septiembre de 1964. El estudio necrópsico mostró lesiones granulomatosas en el espacio sub- aracnoideo que rodeaban el tronco cerebral, así como un granuloma en sustancia blanca central del hemisferio cerebeloso derecho, e infiltración inflamatoria de pares craneales y de la calota protuberancial. El examen microscópico reveló la existencia de un granuloma por cuerpo extraño, ro- deando restos celulares que corresponden a un parásito muerto y enquistado, con las características de una cisticercosis. Se concluyó como una forma activa de cisticercosis, de localización meníngea y parenquimatosa. Caso 2. Varón blanco, de 32 años, procedente de Nicaragua. Ingresó en mayo de 1983 por presentar crisis consistentes en mareos, seguidas de incon- ciencia y convulsiones tonicoclónicas generalizadas, desde hacía un año. En el examen se encontró hiperreflexia ligera en hemicuerpo izquierdo y dismi- nución de la fuerza muscular en el miembro inferior izquierdo. De los exámenes complementarios, el EEG mostró lentitud en área bilateral temporofrontal, con escasas descargas generalizadas en la hiperventilación. En la tomografía computadorizada craneal (TAC) se encontraron varias lesio- nes parenquimatosas hiperdensas, con edema perilesional. Se inicia tratamien- to con fenitoína y praciquantel, con lo cual se logra suprimir las crisis. Una TAC evolutiva muestra una marcada disminución marcada tamaño de las lesiones; y una nueva tomografía realizada 6 meses después resultó normal. El diagnóstico definitivo fue el de crisis epilépticas parciales simples sen- soriales secundariamente generalizadas y epilepsia parcial sintomática por cisticercosis de localización parenquimatosa clínicamente inactiva al alta. Caso 3. Varón blanco, de 33 años, procedente de Ecuador. Ingresa en enero de 1988 por presentar desde hacía diez años crisis de ‘ya visto’ y convulsio- nes tonicoclónicas generalizadas, con una frecuencia de 2 a 5 trimestrales. En el examen físico se observó discreto aumento de la base de sustentación en la marcha e hiperreflexia osteotendinosa generalizada. De las investigaciones realizadas se encontró discreta eosinofilia en san- gre y una prueba de hemaglutinación pasiva positiva. El EEG mostró lenti- ficación global y actividad paroxística en hemisferio temporal derecho. Una TAC realizada en su país reveló una lesión calcificada temporal derecha. Se le realizó una nueva TAC que comparativamente demostró reducción en el tamaño de la lesión. Por último, una resonancia magnética nuclear (RMN) señaló un núcleo hiperintenso en región temporal derecha, rodeado de cal- cificación, así como signos de atrofia cortical. El paciente había realizado un ciclo de tratamiento con praciquantel me- ses antes de su ingreso, y durante su estancia hospitalaria se reguló la tera- péutica antiepiléptica con carbamacepina, sin que presentara nuevas crisis. Se concluye que es portador de crisis parciales simples psíquicas, secun- dariamente generalizadas, y epilepsia parcial sintomática de localización temporal y de etiología parasitaria, por cisticercosis cerebral parenquimato- sa, en forma clínica inactiva con calcificaciones parenquimatosas. Caso 4. Varón blanco, de 22 años, procedente de la provincia de Matanzas, quien había trabajado varios meses en Angola. Ingresa en diciembre de 1988 por crisis consistentes en pérdida de la conciencia, con antecedentes de presentar crisis epilépticas desde 1984 y cefaleas. En el examen encontramos deterioro intelectual, disminución de la memoria, hemiparesia derecha, y observamos una crisis de inconciencia seguida de convulsiones generaliza- das tonicoclónicas. El estudio del LCR mostró un aumento de las proteínas con Pandy ++, así como discreto aumento celular con predominio de linfocitos. El EEG fue pa- roxístico temporoccipital derecho y en la TAC se encontraron varias lesiones intraparenquimatosas de aspecto quístico. Dicho cuadro motivó la instauración de tratamiento con praciquantel y carbamacepina, con lo que el paciente se mantuvo sin crisis. Una TAC evolutiva reveló sólo pequeños núcleos de calci- ficación en ambos hemisferios y en la punción lumbar se obtuvo un LCR normal. Se llegó así al diagnóstico de crisis parcial compleja secundariamente generalizada y epilepsia parcial sintomática por cisticercosis cerebral paren- quimatosa inactiva con calcificaciones intraparenquimatosas. Caso 5. Mujer blanca, de 48 años, procedente de Bolivia. Ingresa en enero de 1989 por presentar visión doble. Entre sus antecedentes destaca crisis convulsivas desde hacía doce años y disminución de la agudeza visual con diplopía, por lo que había sido estudiada en su país con diagnóstico de cisticercosis cerebral y había recibido tratamiento con praciquantel. En el examen encontramos signos de uveítis, paresia del III y VI par craneal izquierdo y diplopía. El LCR resultó normal. El EEG fue paroxístico, poco marcado en el hemisferio temporal derecho; en la TAC aparecen varias lesiones calcificadas. Con todos estos elementos se llega al diagnóstico de crisis parcial simple motora secundariamente generalizada, y epilepsia par- cial sintomática por cisticercosis cerebral de localización parenquimatosa inactiva con calcificaciones parenquimatosas. DISCUSIÓN A pesar de que Cuba está situada en un área geográfica donde la cisticercosis tiene una elevada incidencia, y de que con gran frecuen- cia cursa con manifestaciones neurológicas, llama la atención que en el Instituto de Neurología y Neurocirugía de La Habana, donde he- mos llevado a caboeste trabajo, sólo aparezcan 5 casos entre 33.424 pa- cientes hospitalizados en 25 años, para una frecuencia del 0,01%. Queremos resaltar que tres de los pacientes proceden de otros países latinoamericanos, donde la afección es endémica, y además hay evi- dencias de que los casos autóctonos la adquirieron en el extranjero. Ello se explica por el hecho de que la forma de Taenia que afecta a Cuba no es la solium, sino la saginata, que no da lugar al Cysticercus cellulosae causante de la enfermedad, a pesar de que están presentes el resto de los elementos necesarios para el ciclo parasitario. Al igual que refiere Arseni [7], la manifestación neurológica más frecuente (Tabla I) fue la convulsión tonicoclónica generaliza- da, precedida de crisis epilépticas focales probablemente relaciona- das con el sitio de localización de las lesiones. Las convulsiones son seguidas en frecuencia decreciente por la cefalea, los defectos mo- tores y las alteraciones de los pares craneales II, III, IV y VI; uno de los pacientes presentó un cuadro de hipertensión endocraneal con defecto motor, ataxia, alteración de pares craneales y signos menín- geos, comportándose en forma de meningoencefalitis aguda, como ha sido señalado por otros autores [8-10]. De hecho, la neurocisti- cercosis se caracteriza por su polimorfismo semiológico, y sus manifestaciones clínicas dependen de varios factores como la loca- lización y número de las lesiones, la respuesta inflamatoria y facto- res inmunológicos, observando desde la existencia de portadores asintomáticos hasta cuadros de muerte súbita. Destaca el hecho de que no es posible basar el diagnóstico de la enfermedad únicamente en las manifestaciones clínicas, aun- que en los países en que la cisticercosis es frecuente la enfermedad se plantea ante todo cuadro epiléptico o manifestación neurológi- ca progresiva. En función de los resultados de las investigaciones Tabla I. Manifestaciones clínicas de la neurocisticercosis. Manifestaciones clínicas N.º de casos Epilepsia (convulsiones) 4 Cefalea 3 Déficit motor 3 Alteraciones de pares craneales 2 Ataxia 1 Tabla II. Localización de la lesión por tomografía. Localización N.º de casos Parenquimatosa 4 Mixta (parenquimatosa y meníngea) 1 NEUROCISTICERCOSIS Y EPILEPSIA 1005REV NEUROL 1999; 29 (11): 1003-1006 Tabla III. Formas clínicas. Formas clínicas Pacientes Activa Intraparenquimatosa – Extraparenquimatosa – Mixta 1 Inactiva Calcificaciones Intraparenquimatosa 4 Hidrocefalia 1 complementarias, el diagnóstico se basa en la presencia de pleo- citosis en el LCR, con discreto aumento de las proteínas a expen- sas de las gammaglobulinas y, a veces, disminución de la glucosa, y de eosinofilia en sangre periférica o de anticuerpos séricos es- pecíficos de cisticerco de Taenia solium. Esta última prueba posee un alto valor confirmatorio, al igual que la presencia de lesiones quísticas o de calcificaciones parenquimatosas cerebrales [11]. Según la localización de las lesiones (Tabla II), éstas pueden ser parenquimatosas, cuando asientan en cerebro, cerebelo o tronco en- cefálico, meníngeas, ventriculares, medulares o mixtas [4]; y de ello dependerán las manifestaciones y su forma clínica de expresión. Las lesiones neurológicas que la caracterizan señalan actividad de la enfermedad parasitaria cuando existen evidencias en el LCR de reacción inmune o inflamatoria a los quistes, o cuando hay demostra- ción topográfica de quistes, como en nuestro caso 1; mientras que la presencia de calcificaciones parenquimatosas o de hidrocefalia se- cundaria a fibrosis meníngea, en ausencia de quistes y de las altera- ciones del LCR antes mencionadas, son expresión de una cisticerco- sis no activa [5], como en los cuatro casos restantes (Tabla III). A pesar de las divergencias en torno al tratamiento de la neuro- cisticercosis [12-14] y de las dificultades para evaluar los estudios farmacológicos, el pronóstico de la enfermedad se ha visto influido favorablemente por el uso combinado del antihelmíntico con medi- camentos antiepilépticos o con tratamiento médico o quirúrgico de la hipertensión intracraneal o del edema cerebral, cuando están presentes, como se ve en nuestros últimos cuatro pacientes; sea el tratamiento específico o sintomático, de lo que no tenemos dudas es de que tanto uno como otro contribuyen a alcanzar una mejora en la calidad de vida de estos pacientes. Sin embargo, cuando se trata de una forma activa y ésta no es diagnosticada, muchas veces el curso evolutivo natural de la enfermedad lleva a la muerte, como en el primer caso descrito. De aquí se desprende que las medidas higiénico-sanitarias constituyen un elemento vital de prevención. CONCLUSIONES 1. Los cinco pacientes presentados, afectos de neurocisticerco- sis, son los únicos ingresados en el Instituto de Neurología y Neurocirugía de La Habana, en 25 años, hasta enero de 1989, para una frecuencia de 0,01%. 2. La neurocisticercosis autóctona en Cuba es prácticamente inexistente, ya que tres de los cinco casos descritos son extran- jeros y, en los dos cubanos, hay evidencias de que adquirieron la enfermedad fuera de Cuba. 3. En cuatro de los cinco pacientes estudiados existió correlación entre el diagnóstico de neurocisticercosis y el de epilepsia. 4. El síntoma predominante en nuestros pacientes fue la convul- sión tonicoclónica generalizada, siguiendo en orden decre- ciente la cefalea, el déficit motor, la afectación de pares cra- neales y la ataxia, lo que coincide con lo comunicado en la literatura. 5. Los cuatro pacientes con epilepsia se clasificaron como por- tadores de crisis epilépticas parciales secundariamente ge- neralizadas y epilepsia parcial sintomática por cisticercosis. 6. La localización y forma clínica de neurocisticercosis en nues- tros pacientes fue: intraparenquimatosas en forma clínica in- activa con calcificaciones intraparenquimatosas, en cuatro ca- sos; y de localización mixta (parenquimatosa y meníngea) en forma clínica activa, en un caso. 7. El diagnóstico de la enfermedad puede plantearse, en las zo- nas endémicas, ante todo paciente con manifestaciones neuro- lógicas, especialmente convulsiones tonicoclónicas. 8. En nuestros pacientes y en las zonas no endémicas, los pila- res diagnósticos sobre los que se apoya el cuadro clínico son el LCR con pleocitosis poco intensa de predominio linfoci- tario (y con eosinófilos), y proteinorraquia a expensas de las gammaglobulinas; eosinofilia en sangre periférica, presen- cia imaginológica de lesiones quísticas cerebrales o calcifi- caciones intraparenquimatosas; y, si es factible, búsqueda de anticuerpos séricos específicos de cisticerco de Taenia so- lium. 9. El pronóstico es muy favorable cuando se emplea tratamiento con antihelmíntico, acompañado de medicamentos antiepi- lépticos o de tratamiento antiedema cerebral, si coexiste algu- na de estas manifestaciones. 10. La forma activa de la enfermedad, cuando no se diagnostica, puede ser fatal, como sucedió en el caso 1 presentado. RECOMENDACIONES La neurocisticercosis debe tenerse en cuenta en pacientes con manifestaciones neurológicas, cuando trabajamos en áreas endé- micas o cuando tratamos pacientes procedentes de dichas áreas. 1. Barry M, Kaldjian LC. Neurocysticercosis. Semin Neurol 1983; 13: 131-43. 2. Simas ZMG, Kameoka RFA. Neurocisticercose. J Br Med 1992; 63: 15-37. 3. Bittencourt PRM, Gorz AM, Oliveira TV, Mazer S. Neurocisticercosis: conceptos básicos de clínica, diagnóstico y tratamiento. Acta Neurol Colomb 1986; 2: 11-5. 4. López Hernández A. Clinical manifestations and sequential computed tomography scans of cerebral cysticercosis in childhood. Brain Dev 1983; 5: 269-77. 5. Sotelo J, Guerrero A, Rubio F. Neurocysticercosis: a new classification bases on active and inactive forms. Arch Intern Med 1985; 145: 442-5. 6. Del Brutto O, Santibañez R, Noboa C, Aguirre R, Díaz E, Alarcón TA. Epilepsy due to neurocysticercosis: analysis of 203 patients. Neurology 1992; 42: 389-92. 7. Arseni C, Critescu A. Epilepsydue to cerebral cysticercosis. Epilepsia 1972; 13: 253-8. BIBLIOGRAFÍA 8. Marques-Assis L, Ortiz FL. A epilepsia na neurocisticercose. Arq Neu- ropsiquiatr 1972; 30: 297-304. 9. Minquetti G, Ferreira M. Computed tomography in neurocysticercosis. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1983; 46: 936-42. 10. Takayanagui OM, Odashima NS, Ribeiro S, Marques JO, Fustes OJH, Maretti MA, et al. Grupo de Trabalho de Moléstias Infecciosas da Aca- demia Brasileira de Neurologia. Estudo multicêntrico da neurocisticer- cose no Brasil Arq Neuropsiquiatr 1998; 56 (Suppl 1): 19. 11. Estañol B, Corona T, Abad P. A prognostic classification of cerebral cys- ticercosis; therapeutic implications. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1986; 49: 1131-4. 12. Kramer LD. Medical treatment of cysticercosis-ineffective. Arch Neurol 1995; 52: 101-2. 13. Del Brutto OH. Medical treatment of cysticercosis-effective. Arch Neu- rol 1995; 52: 102-4. 14. Hachinski V. Medical treatment of cysticercosis. Arch Neurol 1995; 52: 104. REV NEUROL 1999; 29 (11): 1003-1006 O. HERNÁNDEZ-COSSIO, ET AL 1006 NEUROCISTICERCOSIS Y EPILEPSIA EN CUBA Resumen. Introducción. La neurocisticercosis constituye una de las principales causas de epilepsia en los países tropicales, principalmen- te en América Central y del Sur. Objetivos. Presentar los únicos cinco pacientes con neurocisticercosis diagnosticados en una institución de atención terciaria en Cuba y su relación con la epilepsia. Pacientes y métodos. Realizamos un estudio retrospectivo, revisando las historias clínicas de los pacientes ingresados en el Instituto de Neurología y Neurocirugía de La Habana, Cuba, en 25 años, hasta enero de 1989, para determinar aquéllos con diagnóstico de neurocisticercosis. Re- sultados. Encontramos sólo cinco pacientes, para una frecuencia de 0,01% del total de ingresos. Se comenta la procedencia de los casos y el posible lugar de infección y se demuestra que la misma es prác- ticamente inexistente en Cuba, por ser extranjeros tres de los casos y existir evidencias de que los dos cubanos la adquirieron fuera. Se valora la correlación entre neurocisticercosis y epilepsia (4 de 5 ca- sos). Se analizan los síntomas predominantes: ocupan los tres prime- ros lugares las convulsiones tonicoclónicas, la cefalea y el déficit motor, respectivamente. Las crisis epilépticas fueron clasificadas como parciales secundariamente generalizadas (epilepsia parcial sintomá- tica secundaria a cisticercosis). La forma clínica, si nos atenemos a la localización, fue inactiva, con calcificaciones de localización intrapa- renquimatosa y meníngea (mixta) en un caso. Conclusión. Se valoran los elementos que hacen posible el diagnóstico, la eficacia de la tera- péutica antihelmíntica combinada con antiepilépticos o con antiede- ma cerebral, así como el pronóstico, en función del diagnóstico, y la terapéutica [REV NEUROL 1999; 29: 1003-6]. Palabras clave. Crisis parciales. Cuba. Epilepsia localizada sinto- mática. Neurocisticercosis. NEUROCISTICERCOSE E EPILEPSIA EM CUBA Resumo. Introdução. A neurocisticercose constitui uma das principais causas de epilepsia nos países tropicais, sobretudo na América Cen- tral e do Sul. Objectivos. Apresentar os cinco únicos doentes com neurocisticercose diagnosticados numa instituição de cuidados terci- ários em Cuba e sua relação com epilepsia. Doentes e métodos. Rea- lizámos um estudo retrospectivo, revendo as histórias clínicas dos doentes internados no Instituto de Neurologia e Neurocirurgia de La Habana, Cuba, em 25 anos, até Janeiro de 1989, para encontrar os que tinham diagnóstico de neurocisticercose. Resultados. Encontrá- mos apenas cinco doentes, para uma frequência de 0,01% do total de internamentos. Comenta-se a origem dos casos e o possível lugar de infecção e demonstra-se que a mesma é quase inexistente em Cuba, uma vez que três dos casos ocorreram em estrangeiros e existe evidên- cia de que os dois originários de Cuba se contagiaram fora do país. Avalia-se a correlação entre neurocisticercose e epilepsia (4 de 5 casos). Analisam-se os sintomas predominantes: ocupam os três pri- meiros lugares as convulsões tónico-clónicas, a cefaleia e o défice motor, respectivamente. As crises epilépticas foram classificadas como parciais secundariamente generalizadas (epilepsia parcial sintomáti- ca secundária a cisticercose). A forma clínica, se nos centrarmos na localização, foi inactiva, com calcificações de localização intraparen- quimatosa e meníngea (mista) num caso. Conclusão. Avaliam-se os elementos que tornam possível o diagnóstico, a eficácia da terapêutica anti-helmíntica combinada com anti-epilépticos ou com anti-edema- tosos cerebrais, assim como o prognóstico, em função do diagnóstico, e a terapêutica [REV NEUROL 1999; 29: 1003-6]. Palavras chave. Crises parciais. Cuba. Epilepsia localizada sinto- mática. Neurocisticercose. View publication stats https://www.researchgate.net/publication/331128731
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