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Ibla y, de un modo verdaderamente extraordinario, en Proteolepas, pues el caparazón en todos los otros cirrípedos está formado por los tres im- portantísimos segmentos anteriores de la cabeza, enormemente desarro- llados y provistos de grandes nervios y músculos, mientras que en el Proteolepas, parásito y protegido, toda la parte anterior de la cabeza está reducida a un simple rudimento unido a las bases de las antenas prensi- les. Ahora bien: el economizarse una estructura grande y compleja cuan- do se ha hecho superflua tiene que ser una ventaja decisiva para todos los sucesivos individuos de la especie, pues en la lucha por la vida, a que todo animal está expuesto, han de tener más probabilidades de mante- nerse, por ser malgastada menos substancia nutritiva. De este modo, a mi parecer, la selección natural tenderá, a la larga, a reducir cualquier parte del organismo tan pronto como llegue a ser su- perflua por el cambio de costumbres, sin que, en modo alguno, sea esto causa de que otro órgano se desarrolle mucho en la proporción corres- pondiente, y recíprocamente, la selección natural puede perfectamente conseguir que se desarrolle mucho un órgano sin exigir como compensa- ción necesaria la reducción de ninguna parte contigua. Las conformaciones múltiples rudimentarias y de organización infer- ior son variables Según señaló Isidore Geoffroy Saint-Hilaire, parece ser una regla, tanto en las especies como en las variedades, que cuando alguna parte u órga- no se repite muchas veces en el mismo individuo -como las vértebras en las culebras y los estambres en las flores poliándricas-, el número es var- iable, mientras que la misma parte u órgano, cuando se presenta en nú- mero menor, es constante. El mismo autor, igualmente que algunos botá- nicos, ha observado además que las partes múltiples están muy sujetas a variar de conformación. Como la «repetición vegetativa» -para usar la expresión del profesor Owen- es una señal de organización inferior, la afirmación precedente concuerda con la opinión común de los naturalis- tas de que los seres que ocupan lugar inferior en la escala de la naturale- za son más variables que los que están más arriba. Supongo que la infer- ioridad significa aquí que las diferentes partes de la organización están muy poco especializadas para funciones particulares, y, mientras que una misma parte tiene que realizar labor diversa, podemos quizá com- prender por qué tenga que permanecer variable, o sea porque la selec- ción natural no conserve o rechace cada pequeña variación de forma tan cuidadosamente como cuando la parte ha de servir para algún objeto es- pecial, del mismo modo que un cuchillo que ha de cortar toda clase de 127
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