Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
ordinariamente de valor genérico, cuando desciende en valor y llega a hacerse sólo de valor específico, muchas veces se vuelve variable, aun cuando su importancia fisiológica puede seguir siendo la misma. Algo de esto se aplica a las monstruosidades; por lo menos, Isidore Geoffroy Saint-Hilaire no tiene, al parecer, duda alguna de que, cuanto más difiere normalmente un órgano en las diversas especies de un mismo grupo, tanto más sujeto a anomalías está en los individuos. Según la teoría ordinaria de que cada especie ha sido creada independ- ientemente, ¿por qué la parte del organismo que difiere de la misma par- te de otras especies creadas independientemente tendría que ser más va- riable que aquellas partes que son muy semejantes en las diversas espec- ies? No veo que pueda darse explicación alguna. Pero, según la teoría de que las especies son solamente variedades muy señaladas y determina- das, podemos esperar encontrarlas con frecuencia variando todavía en aquellas partes de su organización que han variado en un período bas- tante reciente y que de este modo han llegado a diferir. O, para exponer el caso de otra manera: los puntos en que todas las especies del género se asemejan entre sí y en que difieren de los géneros próximos se llaman ca- racteres genéricos, y estos caracteres se pueden atribuir a herencia de un antepasado común, pues rara vez puede haber ocurrido que la selección natural haya modificado exactamente de la misma manera varias espec- ies distintas adaptadas a costumbres más o menos diferentes; y como es- tos caracteres, llamados genéricos, han sido heredados antes del período en que las diversas especies se separaron de su antepasado común, y, por consiguiente, no han variado o llegado a diferir en grado alguno, o sólo en pequeño grado, no es probable que varíen actualmente. Por el contra- rio, los puntos en que unas especies difieren de otras del mismo género se llaman caracteres específicos; y como estos caracteres específicos han variado y llegado a diferir desde el período en que las especies se separa- ron del antepasado común, es probable que con frecuencia sean todavía variables en algún grado; por lo menos, más variables que aquellas par- tes del organismo que han permanecido constantes durante un período larguísimo. Los caracteres sexuales secundarios son variables Creo que los naturalistas admitirán, sin que entre en detalles, que los caracteres sexuales secundarios son sumamente variables. También se admitirá que las especies de un mismo grupo difieren entre sí por sus ca- racteres sexuales secundarios más que en otras partes de su organiza- ción; compárese, por ejemplo, la diferencia que existe entre los machos 132
Compartir