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De nombre “carabela” Marcus Rediker en Barco de esclavos: la trata a través del Atlántico analiza el papel de estas “cárceles flotantes” dentro del sistema económico que fomenta la tra- ta esclavista en época moderna. Describe cómo en medio de la agobiante desespe- ración que debía reinar en el ambiente de estas embarcaciones, la “carga” humana trataba de sobrevivir a una penosa trave- sía, incluso de ofrecer resistencia, o sim- plemente buscar la muerte para escapar de un futuro tenebroso. Los seres humanos, convertidos en mercancía, procedían de distintos puntos de África, de muy dife- rentes ámbitos culturales y hablaban idio- mas extraños entre sí, lo que dificultaba la comunicación entre ellos. Pero el estrecho contacto en los barcos generaba redes y lazos entre gente desconocida. Pasaban a convertirse en “carabelas”, término con el que se autodenominaban quienes habían compartido embarcación -al principio, ca- rabelas, luego otros tipos, pero el nombre subsistió- en tan penoso viaje. C A R A B E L A S Crónica de la esclavitud moderna en España Edición especial con ocasión del proyecto El Gran Experimento de Miguel Ángel García La esclavitud, de Roma a la Edad Media La esclavitud no fue ajena a la historia an- tigua de los pueblos asentados en la pe- nínsula Ibérica. Buena parte del sistema económico y social descansaba en una es- clavitud institucionalizada y normalizada. En el mundo romano, la esclavitud podía ser una condición adquirida por nacimien- to, pero también por otras muchas causas: por deudas económicas, como castigo a algún delito o a causa de la derrota en cualquier tipo de conflicto. Los reinos peninsulares durante la Edad Media fueron destino habitual de pobla- ción esclavizada. Los prisioneros captu- rados en la batalla eran frecuentemente esclavizados por parte de los vencedores. Además, los reinos peninsulares, tanto andalusíes como cristianos, eran destino de las rutas que partían de los principa- les centros comerciales al sur del Sahara. Las relaciones económicas transaharianas, controladas por árabes y bereberes, des- cansaban en buena medida en el tráfico de personas esclavizadas, capturadas al sur del gran desierto y luego vendidas en los puertos magrebíes, desde donde eran tras- ladadas a Sevilla, Málaga, Valencia, Bar- celona o Mallorca. También eran muy apreciada la mano de obra esclavizada procedente de Orien- te y el mundo eslavo, sobre todo a partir de la expansión del Imperio otomano, que también llegará a controlar los mercados norteafricanos. El Gran Experimento nos revela que no solo la po- blación africana fue esclavizada en el sistema eco- nómico colonial, pero sí fue la que lo sufrió de forma más masiva y despiadada. El comercio de seres humanos tuvo un espe- cial vigor en el ámbito del Imperio británico, pero no solo en él: todas las potencias europeas que se repartieron el conti- nente americano y otros territorios por todo el planeta en su expansión colonial permitieron esta práctica inhumana, incluída España. La mano de obra es- clavizada era necesa- ria para la explotación extensiva de productos como la caña de azúcar, el algodón, el cacao, el tabaco…, muchos de los cuales se introduje- ron con ella en ecosis- temas con climas propi- cios pero a los que eran ajenos, cambiándose el mapa agrícola del mundo para siempre. Una vida sin derechos Editorial ESCLAVISTAS Todavía no está plenamente asimilado en el imaginario popular el protagonismo que tuvo el tráfico de seres humanos en época moderna en los dominios de España, en especial entre África y América. Es mucho mejor conocido el papel que tuvieron los traficantes británicos, gracias al cine y la televisión y a los procesos de recono- cimiento público realizados como respuesta a la presión ejercida por la población afroamericana. Pero decenas de millones de afrodescendientes en el Caribe, América Central y América del Sur nos revelan que llegaron muchas embarcaciones con traslados forzados de población africana a los territorios virreinales españoles. Incluso hubo presencia de población esclavizada en territorio peninsular, aunque a veces sea difícil de rastrear. La investigación está arrojando luz desde hace años sobre el verdadero peso que el comercio esclavista tuvo en la economía virreinal española y la importancia de la esclavitud en su estructura social e incluso cultural. Esta edición de Carabelas ofrece una visión sintética, actual y divulgativa de los resultados de esa investigación. La esclavitud hunde sus raíces en la noche de los tiempos, en la formación de las primeras sociedades jerarqui- zadas del planeta, y se prolonga en todas las culturas hasta la apertura de las rutas comerciales atlánticas a finales del siglo XV, pero en ese momento adquiere nuevas características y se define por nuevos rasgos marcados, sobre todo, por la racialización de las personas sometidas a ella y, como señala Isabel Durán, por la “industrialización” de su comercio y explotación. Solo a partir de principios del siglo XIX se abre una nueva etapa, como vemos en El Gran Experimento de Miguel Ángel García, una etapa marcada por la ilegalidad de la trata esclavista, pero no por su desaparición, pues, con distintas formas, sigue vigente en la actualidad. La vida de las personas esclavizadas, una a una, no tenía gran valor, de ahí que se les sometiera a traslados en condiciones infrahumanas y a traba- jos de una extrema dureza, como el que les espera- ba en las plantaciones. Pero lo más grave es que no tenían ningún de- recho, ni tenían liber- tad de movimientos, ni recibían una remunera- ción por su trabajo, y trasladaban su aliena- ción sin esperanzas a su descendencia. Sin embargo, mu- chas de estas personas, dotadas de una gran fortaleza y capacidad de sufrimiento, logra- ron sobrevivir, y con el tiempo contribuyeron a generar formas cultu- rales mestizas que hoy representan una gran riqueza para la huma- nidad, lo que, en cual- quier caso, no debería servir para justificar de forma retroactiva el trato despiadado del que fue- ron objeto. Cuesta admitir que parte del progreso de Europa se haya basado en un comercio tan inhumano y de penosas consecuencias para África y otras regiones del planeta, pero es así. La magnitud de la catástrofe que en concreto supuso el tráfico esclavista para las poblaciones africanas no puede expresarse solo en cifras, pero éstas ayudan a comprenderla. José Antonio Piqueras estima que, de los entre 12 y 14 millones de personas que fueron trasladadas forzosamente desde África a América, al menos 2 millones (un 15%) fallecieron en el trayecto o al poco de llegar a su destino. Catherine Coquery- Vichovitch y Éric Mesnard establecen las siguientes fases: 1,4 millones de africanos esclavizados son trasladados en una red dominada por portugueses y españoles entre 1500 y 1650; 7,7 millones entre 1650 y 1800 en un comercio ahora bajo control francés, portugués, británico y holandés; y 3,6 millones entre 1800 y 1870 bajo bandera española o portuguesa, fundamentalmente con destino en Brasil y el Caribe. La magnitud de la tragedia Buying Slaves (comprando esclavos), Havana, Cuba, 1837, en Arthur Thomas Quiller-Couch, ed., The Story of the Sea (London, 1895-96), vol. 2, p. 440, Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed Novem- ber 16, 2022, http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/1880 Punishing Slaves in Cuba (Castigo de los esclavos en Cuba). Harper’s Weekly (Nov. 28, 1868) vol.12, p. 753 (front page). Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed November 17, 2022, http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/1303 Representación del bergantín Vigilante. Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed No-vember 16, 2022, http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/3001 Dueño de una plantación en Puerto Rico con un esclavo doméstico, ca. 1808, en John A. Waller, A Voyage in the West Indies (London, 1820), p. 33. Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, consultado el 16 de noviembre de 2022 http://slaveryimages.org/s/ slaveryimages/item/500 Tambor bonkó enchemiyá. Sociedad Abakuá. Cuba. 1850-1900. Madera, piel, fibra vegetal. Fotografía: Miguel Ángel Otero. Colección del MNA. La esclavitud, de finales del siglo XV a principios del XIX, se caracterizó por su carácter masivo y racializado. Millones de hombres y mujeres africanos fueron sometidos al desgarrador proceso que supuso el traslado forzado y sistemático de un lado al otro del Atlántico. La corona española participó activamente en este comercio, casi siempre a través de intermediarios de otras nacionalidades a quienes se otorgaba “licencias” para que proporcionaran la preciada “mercancía”. Los puertos comerciales de la “Carrera de Indias”, Cádiz, Sevilla y las Canarias o Lisboa y Cabo Verde, fueron frecuentemente escala en el tráfico de personas esclavizadas a lo largo de toda la Edad Moderna. Según Eloy Martín Corrales, un total de dos millones de personas fueron llevadas a la América española entre 1450 y 1750. Probablemente otro millón con posterioridad a esa fecha. Según José Antonio Piqueras, eso supondría un 12% de los 14 millones de víctimas estimadas de trata trasatlántica durante ese tiempo, lo que otorgaría a la corona española el dudoso honor de ocupar la tercera posición en el ránking de las exportaciones masivas y continuadas de población africana, después de la corona portuguesa y la británica. También muchas personas esclavizadas se quedaban en la Península. Igualmente Piqueras asegura que, solo en Cádiz y en torno a 1760, se contabilizaban 3.000 personas esclavizadas dedicadas a tareas domésticas. La esclavitud moderna, “industrializada” Varios acontecimientos marcarán el desarrollo de la economía esclavista en el tránsito del siglo XVIII al XIX. En primer lu- gar y a raíz del desarrollo intelectual del llamado Siglo de las Luces, en Francia culmina un proceso revolucionario que mar- cará el final del Antiguo Régimen y que alumbrará un nuevo orden social, fundado en el papel de la burguesía urbana, y económico, basado en un capitalismo cada vez más industria- lizado. Las máquinas irán haciendo menos necesaria la mano de obra masiva (o esta se desplazará hacia los complejos fabriles). La De- claración de los Derechos del Hombre invalidará en teoría que una persona pueda ser esclavizada por otra. En este nuevo contexto y tomando como fundamento las ideas revolucio- narias, los esclavizados de la colonia francesa de Haití se rebelan, logrando su libertad en 1804. Poco después las potencias esclavistas europeas comien- zan el proceso de aprobación de dife- rentes medidas para abolir la esclavi- tud, siendo la primera de ellas el Reino Unido en 1807. A partir de entonces, el tráfico esclavista es considerado como una actividad ilegal y sujeta a persecu- ción por parte de los Estados que han decretado su abolición. En el Reino de España, sin em- bargo, aún tardará varias décadas en producirse ese paso legal. La firma de varios convenios internacionales sobre abolición de la esclavitud entre 1817 y 1837 no tuvo consecuencias reales. Sí, se debatió furibundamente sobre el asunto durante ese tiempo y aún mucho más tarde, sin que se llega- ra a adoptar ninguna medida contundente ¡hasta casi el siglo XX! En 1865, se creó la Sociedad Abolicionista Española en Madrid, y la ley de represión y castigo del tráfico negrero fue aprobada en 1867. Pero la definitiva abolición no llegó has- ta la ley promulgada, el trece de febrero del año 1880, por Alfonso XII, y el Real Decreto, de siete de octubre del año 1886, que liberó los 30.000 esclavos que aún quedaba en los “territorios ultramarinos” españoles. Consumada la independencia de la mayoría de los territo- rios americanos de España en 1822, el antiguo imperio queda reducido a las islas del Caribe (Cuba y Puerto Rico), Filipinas, Marianas y Carolinas. Y cobran una gran importancia las posesiones del golfo de Guinea, obtenidas gracias a acuerdos diplomáticos con la corona portuguesa. Precisamente en la isla de Cuba durante todo el siglo XIX la industria del azúcar vive un auge espectacular, todavía sobre la base de un sistema de plantaciones con mano de obra esclavizada. Algunos hombres de negocios españoles, aprovechando el vacío jurídico, no dudaron en seguir embarcándose en empresas comer- ciales para transportar seres huma- nos esclavizados de África a Cuba. Algunas grandes fortunas españolas del momento se crearon gracias total o parcialmente a esta actividad mer- cantil. Las personas esclavizadas pro- cedían de las citadas colonias afri- canas. A mediados del siglo XIX, en un viaje de ida y vuelta, un pro- yecto gubernamental barajó la idea de poblar la isla de Bioko (Fernan- do Poo) con esclavizados liberados procedentes de Cuba. Sin embargo, la realidad fue que los mismos barcos que desembarcaban “libertos” en la isla, embarcaban a esclavizados con desti- no en Cuba. Hasta el siglo XIX, en la mayor parte del territorio peninsular, se utilizó como edulcorante la miel. El paisaje rural se comple- taba, entre otros muchos recursos asociados a la explotación del medio, con los colmenares. Su tipología y su composición de- pendían del espacio geográfico concreto que ocupaban, pero los había en todas las regiones de una punta a otra de la Península hasta tal punto su producción era indispensable para la alimentación. En el noroeste, las colmenas solían aprovechar troncos huecos de los árboles, llamados en algunas zonas “truébanos”. En Castilla, corrales o pequeñas construcciones, denominadas “hornilleras”. En el Mediterráneo, se hacían con cestería. El progresivo abandono de los colmenares comienza a finales del siglo XIX, cuando un nuevo edulcorante llega al mercado español: el azúcar. Quizás el auge de la explotación azucarera en la Cuba española, una actividad que descansaba enteramente en la mano de obra esclavizada, pueda ponerse en relación con este hecho en apariencia inconexo. La Ilustración es un periodo histórico que más o menos coincide con la segunda mitad del siglo XVIII y durante el que las potencias coloniales europeas rivalizaron a la hora de desarrollar po- líticas científicas que favorecieran la investiga- ción y el conocimiento de las “maravillas de la creación” y la programación de expediciones que recogieran muestras y ejemplares para las instituciones y gabinetes fundados en las gran- des capitales con el fin de estudiarlos y expo- nerlos. Es la época de la enciclopedia y estos gabinetes aspiraban a concentrar un muestrario de la diversidad del planeta y todos los saberes necesarios para discernir todas las potenciali- dades de todos los materiales y seres vivos del orbe, también con fines económicos a través de ¿Amistad? En 1839, un barco con matrícula española y un nombre paradójico, el Amistad, transportaba personas escla- vizadas de origen africano desde La Habana hasta Puerto Príncipe. En el trayecto, las personas que formaban parte de la “carga”, lideradas por Sengbe Pieh, se amotinaron, dando muerte a la tripulación. El barco fue apresado por las autoridades estadounidenses, que, en un juicio celebrado en New Haven (Connecticut), absolvieron a los y las rebeldes al considerar que previamente habían sido objeto a su vez de un delito ya que en ese estado ya había sido abolida la esclavitud y de hecho era perseguida como actividad criminal. Y fueron trasladados posteriormente a tierras de la actual Sierra Leona gracias a la intervención de sociedades misioneras, inaugurando una práctica que tendrá continuidad y que incluso dará lugar al nacimientode un Estado africano con el significativo nombre de Liberia y cuya bandera está inspirada por ese motivo en la de Estados Unidos. Suerte tuvieron de que el juicio no se celebrase en alguno de los estados sureños donde aún se permitía la mano de obra esclava, diferencia que, como bien sabemos gracias a la cinematografía estadounidense, provocará la Guerra de Secesión de 1861. Precisamente una película dirigida en 1997 por Steven Spielberg retrata la peripecia del “pasaje” del Amistad. No deja de resultar chocante la reacción de parte de la audien- cia española cuando se estrenó en nuestro país, que llegó a calificarla como “antiespañola”, cuando narra un hecho que sucedió verdaderamente, nos guste o no. CARABELAS. Crónica de la esclavitud moderna en España EDICIÓN ESPECIAL Mestizaje en la América virreinal Trata ilegal, pero tolerada La colmena Joseph Cinquez dirigiéndose a sus compatriotas a bordo de la goleta española Amistad, en Anthony Tibbles (ed.), Transatlantic Slavery: Against Human Dignity (London: HMSO, 1994), p. 44, fig. 7. Original held by the Chicago Historical Society (ICHi 22004). Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed November 16, 2022, http:// slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/2542 Ingenio San José de la Angosta, en la isla de Cuba, en Justo German Cantero, Los ingenios: Colección de vistas de los principales ingenios de azúcar de la Isla de Cuba (Habana, 1857). Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed November 17, 2022, http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/1341 Español. Negros Bozales de Guinea. Yden. Atribuido al taller de Cristóbal Lozano. Perú, segunda mitad del siglo XVIII. Óleo sobre lienzo. Fotografía: Javier Rodríguez Barrera. Colección del MNA. su explotación en ámbitos que podían ir desde la industria farmacéutica a la armamentística y naturalmente la alimentación. Para ordenar todo este conocimiento, se desarrolló un afán clasi- ficatorio que se valía de las taxonomías (clasi- ficaciones tipológicas a partir de diferencias y semejanzas) de las que no escapó siquiera la di- versidad humana. Se crearon entonces los “tipos raciales”. La corona española no se quedó atrás y en esa época puso en marcha instituciones tan conocidas y aún existentes como las diver- sas academias, el Real Jardín Botánico, el Real Observatorio Astronómico y Real Gabinete de Historia Natural, origen de numerosas coleccio- nes posteriores como las del Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Museo Nacional de An- tropología. Con el fin de nutrir esas coleccio- nes, también organizó numerosas expediciones científicas, como las de Malaspina o Mutis, y envió numerosas órdenes a los virreinatos para que desde allí también se contribuyera a este esfuerzo. El mismo interés clasificatorio ins- piró en esa época que en los talleres de pin- tura de Nueva España (México) se creara un esquema de representación pictórica de las di- ferentes combinaciones de “tipos raciales” que formaban parte de los procesos de mestizaje, las series de “frutas y castas”, y que llegaban a determinar en su delirio taxonómico la exis- tencia de hasta 20 combinaciones, muchas de ellas imposibles de detectar en la realidad y que por tanto sólo existían en esta ficción artística. Hasta tal punto, pese a ello, resultó un “tema” exitoso que se conservan total o parcialmen- te más de 200 versiones de estas series. Sólo una excepcionalmente fue producida en otra región, en el virreinato del Perú, comisionada por quien fuera virrey en Lima desde 1761 a 1776, Manuel de Amat, para enviarla al Real Gabinete de Historia Natural, de donde llegó en su momento al MNA. Aunque esta serie rea- lizada en unos talleres que no tenían costumbre de tratar este tema se diferencia de las novohis- panas en muchos detalles y denominaciones, sí coincide con aquellas en el modo de plasmar las dos principales combinaciones “raciales”, las que dan paso a todas las demás y las dos únicas que realmente se podían identificar con claridad: “Español e india producen mestizo” y “Español y negra producen mulato”. Símbolo de la esclavitud (sine iure) que puede verse en la puerta de la iglesia de San Ginés, c/ Bordadores (Madrid) Fotografía: Miguel Ángel García. Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que comple- menta la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional Artículo 3: Definiciones Para los fines del presente Protocolo: a) Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recu- rriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos; b) El consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de explotación intencional descrita en el apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios enunciados en dicho apartado; c) La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño con fines de explotación se considerará “tra- ta de personas” incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado a) del presente artículo; d) Por “niño” se entenderá toda persona menor de 18 años. Art 177 bis de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal 1. Será castigado con la pena de cinco a ocho años de prisión como reo de trata de seres humanos el que, sea en territorio español, sea desde España, en tránsito o con destino a ella, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera, o mediante la entrega o recepción de pagos o beneficios para lograr el consentimiento de la persona que poseyera el control sobre la víctima, la captare, transportare, trasladare, acogiere, o recibiere, incluido el intercambio o transferencia de control sobre esas perso- nas, con cualquiera de las finalidades siguientes: a) La imposición de trabajo o de servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, a la servidumbre o a la mendicidad. b) La explotación sexual, incluyendo la pornografía. c) La explotación para realizar actividades delictivas. d) La extracción de sus órganos corporales. e) La celebración de matrimonios forzados. Existe una situación de necesidad o vulnerabilidad cuando la persona en cuestión no tiene otra alternativa, real o acepta- ble, que someterse al abuso. Cuando la víctima de trata de seres humanos fuera una persona menor de edad se impondrá, en todo caso, la pena de in- habilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad, por un tiempo superior entre seis y veinte años al de la duración de la pena de privación de libertad impuesta. 2. Aun cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado anterior, se considerará trata de seres humanos cualquiera de las acciones indicadas en el apartado anterior cuando se llevare a cabo respecto de menores de edad con fines de explotación. 3. El consentimiento de una víctima de trata de seres humanos será irrelevante cuando se haya recurrido a alguno de los mediosindicados en el apartado primero de este artículo. Normativa Cronología de un genocidio • 1256. El código de Las Siete Partidas, atribuido a Alfonso X el Sabio, sienta la base legal para el reconocimiento de la esclavitud. • 1479. El Tratado de Alcaçovas reparte las áreas de influencia de las coronas de Castilla y Portugal, además de reconocer a esta última el monopolio sobre el tráfico de personas esclavizadas. • 1495. La corona castellana legaliza la servidumbre de las poblaciones indígenas americanas, régimen en vigor hasta 1542. • 1502. Se autoriza la instalación de personas esclavizadas en la isla de La Española. A partir de 1530, en todas las islas caribeñas. • 1513. La trata de personas esclavizadas de origen africano deja de ser un negocio privado y pasa a someterse a un sistema de licencias reales, hasta su liberalización en 1789. • 1518. Carlos I otorga las primeras licencias que autorizan el traslado forzoso de personas esclavizadas desde Áfri- ca a los territorios españoles en el continente americano. • 1713. La corona española suscribe el Asiento de Esclavos Negros por el que los británicos monopolizan el tráfico esclavista con destino a América. • 1765. La corona española concede el asiento a la Compañía Gaditana de los Negros para efectuar el tráfico escla- vista entre África y América. • 1767. La firma de un tratado de amistad entre la monarquía española y el sultanato de Marruecos supone la abo- lición de la esclavitud de súbditos de una en territorio del otro y viceversa. Similares tratados se firmarán con el Imperio otomano (1782), Trípoli (1784), Argelia (1786) y Túnez (1791). • 1777. Firma del tratado de San Ildefonso por el que Portugal cede a España territorios en el golfo de Guinea, con la posibilidad de establecer puntos de concentración de de mano de obra esclavizada. • 1789. Una real cédula liberaliza la trata de personas esclavizadas y, por tanto, el comercio directo con África. • 1802. Dinamarca prohíbe el tráfico esclavista. Es la primera nación en hacerlo. • 1807. La Ley de Comercio de Esclavos pone fin al tráfico negrero en el Reino Unido. Entrará en vigor en 1808. • 1817. El Reino de España y el Reino Unido firman un tratado de prohibición del tráfico negrero, estableciendo su teórico final en 1820. • 1831. Una real orden establece que “los negros” emancipados en Cuba deberán ser enviados a las islas de Annobon y Fernando Poo (Bioko). • 1833. Ley de Abolición de la Esclavitud en el Reino Unido, que amplía la de 1807. Comienzo de El gran experi- mento en Mauricio. • 1835. Tratado entre el Reino de España y el Reino Unido por el que se concede la libertad a las personas que arri- ben a los puertos de los territorios europeos de ambos Estados con la condición de personas esclavizadas. • 1838. Abolición del sistema esclavista en las colonias británicas. • 1848. Francia firma el decreto de abolición de la esclavitud en sus colonias y metrópolis. • 1854. Perú abole la esclavitud. • 1863. Holanda decreta la abolición de la esclavitud en sus colonias. En Estados Unidos, se proclama la emancipa- ción de todas las personas esclavizadas en cualquier estado. • 1865. Se crea la Sociedad Abolicionista Española. • 1870. Ley Moret o de vientres libres, de abolición gradual de la esclavitud, que suponía la libertad de las personas nacidas de madre esclavizada, que hubieran servido bajo bandera española para sofocar la insurrección de Cuba de 1860, mayores de 60 años o que pertenecieran al Estado. • 1886. Se declara el fin de la esclavitud en Cuba y España. • 1887. Fin del sistema esclavista en Brasil y de la trata transatlántica de personas esclavizadas. • 1949. Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena de la ONU. Se establece el 2 de diciembre como el Día Internacional de la Abolición de la Esclavitud. • 2001. Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia en la que se aprueba la Declaración y el Programa de Acción de Durban. • 2009. Segunda Conferencia Mundial contra el Racismo. • 2015. Comienzo del Decenio Internacional para los Afrodescendientes de la ONU. Entre los objetos más antiguos del MNA se conserva un látigo. Es un objeto con un mango de madera re- cubierto de cuero del que salen tres cadenas formadas cada una de ellas por ¡cuatro tiras metálicas! Según la información que conserva el museo, esta pieza fue adquirida por el teniente Luis Sorela (1858–1930) durante la expedición que realizó a las costas occidentales de África entre 1887 y 1888 para conocer la orga- nización de los establecimientos coloniales europeos. El látigo en cuestión habría sido recogido en la costa de la actual Gambia. No hace falta tener mucha imaginación para suponer que fue un instrumento empleado en el control de las personas que serían esclavizadas y embarcadas para cruzar el Atlántico, es decir, que se trata de un látigo esclavista. Estremece pensar en el daño y el dolor que pudieron infligir a sus víctimas quienes lo descargaron sobre sus cuerpos. En definitiva, este látigo es la expresión material de la crueldad de un sistema que descansó sobre el sufrimiento indecible de millones de personas. Latigazos en Gambia Mauritania ha sido uno de los últimos países en los que se ha ilegalizado la esclavitud. ¡En 2012! Pero, al margen de las medidas legales, que han tardado casi dos siglos en llegar a todos los países, la esclavitud si- gue existiendo. Así lo consideran numerosas organi- zaciones y observatorios internacionales de derechos humanos. Ilegal y bajo nuevas y diversas apariencias, pero esclavitud al fin y al cabo. Por inaudito y terrible que nos pueda parecer, aún existen hoy en día perso- nas esclavizadas, es decir, cuya vida es posesión de otras. La trata de personas es uno de los negocios ilí- citos más lucrativos a nivel internacional, a la altura del tráfico de armas. Descansa en buena parte en la situación de vulnerabilidad de las víctimas, especial- mente mujeres. Va desde la explotación sexual a la explotación laboral, el tráfico de órganos y de seres humanos o los matrimonios forzados. Sin embargo, es difícil cuantificar el volumen de estos delitos por su intrínseco carácter opaco, si bien, por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que ¡4,5 millones de personas pueden ser víctimas de explotación sexual forzosa en todo el mundo! En España, se han llegado a identificar 11.000 víctimas potenciales de explotación sexual entre 2013 y 2014, según informa la fundación Anes- vad. La gravedad del delito y su extensión obli- gó al Ministerio del Interior a redactar en 2021 un Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos, el cual establece una serie de objetivos prioritarios y “…medidas no solo para mejorar la lucha contra este delito, sino también para facilitar la adecuada asisten- cia y protección a sus víctimas.” El año pasado, gracias a este plan, esa cifra se habría reducido a 4.700, según fuentes de la Policía Nacional. Una reducción significativa pero aún insuficiente… El reino de Ouidah Ouidah es una ciudad costera en la actual Benín. Es una de las capitales espirituales del país y del culto vudú. Su historia se relaciona dramáticamente con el tráfico de personas escla- vizadas. Ya a finales del siglo XV mantenía estrechos lazos con los comerciantes europeos. El reino de Ouidah se enriqueció al ejercer de mediador entre aquellos y los proveedores de personas esclavizadas. El MNA conserva una pequeña colección de hachas rituales que fueron recogidas durante la expedición Sorela en torno a 1860. Estas hachas eran portadas por los emisarios del reino de Ouidah como símbolo de prestigio, de legitimación y de capacitación como intermediarios por parte de la autoridad. En su hoja, los signos hacen referencia a atri- butos asociados al poder del que estaría investidoel portador. CARABELAS. Crónica de la esclavitud moderna en España EDICIÓN ESPECIAL ¿El fin de la esclavitud? Látigo. Costa de Gambia, África occidental. Segunda mitad del siglo XIX. Hierro, madera y cuero. Fotografía: Javier Rodríguez Barrera. Colección del MNA. Hacha. Reino de Ouidah, África occidental. Siglo XIX. Hierro y madera. Fotografía: Miguel Ángel Otero. Colección del MNA. El quitrín. Lámina XII en Álbum pintoresco de la isla de Cuba. La Habana, 1851. Slavery Images: A Visual Record of the African Sla- ve Trade and Slave Life in the Early African Diaspo- ra, accessed November 28, 2022, http://www.slaveryi- mages.org/s/slaveryimages/ item/2160. Gertrudis Gómez de Avellaneda, autora de la primera novela antiesclavista de la historia (Sab). Retrato de Federico de Madrazo, 1857. © Museo Lázaro Galdiano, Madrid. Si quieres saber más… Basabe Anuncibay, Gaizka: El comercio esclavista en el siglo XXI, Observatorio de Estudios Africanos Uvaafrica, 6 de abril de 2022: https://uvaafrica.uva.es/2022/04/06/el-comercio-esclavista-en-el-siglo-xxi/ Cobo, Diego: Huellas negras. Tras el rastro de la esclavitud. La línea del horizonte, Madrid, 2017. Coquery–Vichovitch, Catherine y Mesnard, Éric: Ser esclavo en África y América entre los siglos XV y XIX, Los libros de la Catara- ta, Madrid, 2015. Franco Ferrán, José Luciano: Comercio clandestino de esclavos. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1980. 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Sala de Alcaldes de Casa y Corte, donde se subastaban esclavos incorregibles (Palacio de Santa Cruz). Plaza de la Provincia. 4. Se representaban combates navales en el estanque del Retiro hasta el siglo XVIII, en los que los esclavos del rey participaban como remeros. 5. Bajo la advocación de San Benito de Palermo existió en San Francisco el Grande una cofradía de hermanos negros. 6. Palacio del marqués de Argudín en la calle Goya nº 63, de Madrid, el cual llegó a considerarse el principal traficante de esclavos del mundo. 7. Calle de las Negras, que une la calle Princesa con la Travesía del Conde Duque. Allí vivían las esclavas de los duques de Veragua (nietos de Cristobal Colón). 8. Casa de los Negros, situada en el Palacio Real. Formada por cuatro esclavos escogidos para mostrar la bondad de la educación de los esclavos, gracias al paternalismo regio. 9. Canal de Isabel II se construyó en el siglo XIX por 1.500 presos (esclavos) carlistas. 10. Palacio de los Goyeneche, en la calle Huertas, 13. Adquirido por el marqués de Manzanedo. Amasó una cuantiosa fortuna con la trata de esclavos, convirtiéndose en la primera fortuna de Madrid y quizás de España. 11. Manuel Pastor Fuentes, conde de Bagaes, propietario de haciendas e ingenios en Cuba (tenía registrados 365 esclavos), acumuló fincas en calles como Trajineros y Sordo (hoy Paseo del Prado y Zorrilla). 12, 13, 14, 15, 16. Antonio López, marqués de Comillas, figura alabada y denostada. Ha sido objeto de polémica la retirada de su estatua de Barcelona. Acumuló una cuantiosa fortuna con el tráfico ilegal de esclavos en Cuba, diversificando sus negocios con navieras y una importante actividad inmobiliaria en Cataluña y Madrid (Inmuebles en Claudio Coello, 3, 15, 38 e Isabel la Católica, 3 y parcela en Claudio Coello con Columela y Lagasca. 17, 18. El marqués de Manzanedo acomete en 1845 la renovación de la Puerta del Sol, así como del barrio de Salamanca. 19. Palacio del marqués de Amboage. Embajada de Italia en Madrid, calle Lagasca, 98. Cuestionado a veces su papel como esclavista. 20. Palacio de Liria. En un cuadro de Goya aparece Cayetana, duquesa de Alba, su musa, con la niña cubana María de la Luz, hija de esclavo. 21. Calle de los Negros, que iba desde la del Carmen a la de Preciados, que pasó a denominarse Tetuán a comienzos del siglo pasado. 22. El símbolo de la esclavitud en la cúpula del Oratorio del Santo Cristo del Olivar, en la calle Cañizares, 3. También aparece el simbolo en el dintel de la puerta de entrada y en las vidrieras. 23. Monumento de la reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, frente al Casón del Buen Retiro. Junto a su marido, Fernando Muñoz, crearon una sociedad para el tráfico de esclavos. 24. Estatua de Carlos III. Fue el mayor esclavista de su época, con más de 20.000 esclavos, de los que 18.000 estaban en América y unos 2.000 en España. Jardines de Sabatini. 25. Leopoldo O’ Donnell, expresidente de gobierno que ejerció la Capitanía General de Cuba, ordenó una cruel represión tras una revuelta esclava en la isla. Controlaba así un negocio del que se lucraba, ya que según el cónsul británico en la isla, por cada esclavo desembarcado recibía 51 pesos de los negreros. Se calcula que debió acumular hasta 500.000 pesos. Toda una fortuna. Su mausoleo se encuentra en la iglesia de Santa Bárbara. 26. Felipe V impulsó el negocio de la trata de esclavos y participó directamente, reservándose el 25% de los beneficios para él mismo. Una estatua ecuestre (a escala) de Felipe Vpuede verse en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 27. Concepción Arenal fue una escritora, jurista y activista por los derechos humanos de los presos. Se la considera una de las precursoras del feminismo en España y también se involucró en la lucha contra la esclavitud. Su poema “La esclavitud de los negros” fue premiado en el concurso literario organizado por la Sociedad Abolicionista de Madrid en 1866. Tiene un monumento en el Parque del Oeste. 28. Fray Bartolomé de las Casas fue un precursor en la defensa de los derechos humanos, consiguiendo que fueran promulgadas las Nuevas Leyes para el Tratamiento y Preservación de los Indios en 1542, que prohibían la esclavitud de los indios y limitaban la autonomía de los conquistadores. Una placa en la Basílica de Atocha lo recuerda. 29. Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). Escritora y poeta cubana, que se trasladó a España y comenzó a publicar bajo el pseudónimo de La Peregrina, fué la autora de la primera novela antiesclavista de la historia (Sab). Puede verse un excelente retrato de ella realizado por Federico de Madrazo en el Museo Lázaro Galdiano. 30. Plaza de Emilio Castelar. El monumento incluye un relieve sobre la campaña de Castelar en favor de la abolición de la esclavitud en las antiguas colonias españolas. Formado por figuras de hombres y mujeres mostrando sus cadenas rotas, puede leerse un fragmento de un discurso de Castelar: “Levantáos, esclavos, porque tenéis patria” De la Cruz, Luis: Calle de las Negras: con una historia de esclavas y aristócratas. Eldiario.es, 13 de febrero de 2012: https://www.eldiario.es/madrid/somos/malasana/calle-de-las-negras-con-una-historia- de-esclavas-y-aristocratas_1_6426655.html Fajardo, José Manuel: Mercancías perecederas, El Mundo, 24 de junio de 2002: https://www.elmundo.es/ elmundo/2002/06/21/cine/1024652382.html Hernando, Silvia: Lo que queda de la esclavitud en España: es- tatuas, calles, pinturas y música, El País, 23 de junio de 2020: https://elpais.com/cultura/2020-06-23/lo-que-queda-de-la-escla- vitud-en-espana-estatuas-calles-pinturas-y-musica.html López García, José Miguel: Los 20.000 esclavos de Carlos III, Público, 25 de julio de 2020: https://blogs.publico.es/otrasmira- das/35288/los-20-000-esclavos-del-rey-carlos-iii/ Orgaz, Maribel: En Madrid hubo mercados de esclavos al aire libre hasta 1837 (y aún quedan), El Asombrario & Co. Público, 17 de septiembre de 2022: https://elasombrario.publico.es/ma- drid-mercados-de-esclavos-1837-quedan/ Prieto Grandal, Victoria: Escritoras románticas españolas contra la esclavitud, Rebelión, 9 de marzo de 2011: https://rebelion.org/ escritoras-romanticas-espanolas-contra-la-esclavitud/ Trata y explotación de seres humanos en España. Balance esta- dístico 2017-2021, informe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Secretaría de Es- tado de Seguridad, Ministerio de Interior: https://www.interior. gob.es/opencms/pdf/prensa/balances-e-informes/2021/Balan- ce-Ministerio-TSH-2017-2021.pdf Interior presenta el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos, nota de prensa, 12 de enero de 2021: https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notas- prensa/interior/Paginas/2022/120122-plantrata.aspx CARABELAS. Crónica de la esclavitud moderna en España EDICIÓN ESPECIAL Detalle del monumento a Emilio Castelar, en su glorieta del paseo de la Castellana, en favor de la abolición de la esclavitud. Fotografía: Miguel Ángel García. Calle en la que vivían las esclavas de los duques de Veragua (nietos de Cristobal Colón). Fotografía: Miguel Ángel García
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