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De nombre 
“carabela”
Marcus Rediker en Barco de esclavos: 
la trata a través del Atlántico analiza el 
papel de estas “cárceles flotantes” dentro 
del sistema económico que fomenta la tra-
ta esclavista en época moderna. Describe 
cómo en medio de la agobiante desespe-
ración que debía reinar en el ambiente de 
estas embarcaciones, la “carga” humana 
trataba de sobrevivir a una penosa trave-
sía, incluso de ofrecer resistencia, o sim-
plemente buscar la muerte para escapar de 
un futuro tenebroso. Los seres humanos, 
convertidos en mercancía, procedían de 
distintos puntos de África, de muy dife-
rentes ámbitos culturales y hablaban idio-
mas extraños entre sí, lo que dificultaba la 
comunicación entre ellos. Pero el estrecho 
contacto en los barcos generaba redes y 
lazos entre gente desconocida. Pasaban a 
convertirse en “carabelas”, término con el 
que se autodenominaban quienes habían 
compartido embarcación -al principio, ca-
rabelas, luego otros tipos, pero el nombre 
subsistió- en tan penoso viaje.
C A R A B E L A S
Crónica de la esclavitud moderna en España
Edición especial con ocasión del proyecto El Gran Experimento de Miguel Ángel García
La esclavitud, de Roma 
a la Edad Media
La esclavitud no fue ajena a la historia an-
tigua de los pueblos asentados en la pe-
nínsula Ibérica. Buena parte del sistema 
económico y social descansaba en una es-
clavitud institucionalizada y normalizada. 
En el mundo romano, la esclavitud podía 
ser una condición adquirida por nacimien-
to, pero también por otras muchas causas: 
por deudas económicas, como castigo 
a algún delito o a causa de la derrota en 
cualquier tipo de conflicto. 
 Los reinos peninsulares durante la Edad 
Media fueron destino habitual de pobla-
ción esclavizada. Los prisioneros captu-
rados en la batalla eran frecuentemente 
esclavizados por parte de los vencedores. 
Además, los reinos peninsulares, tanto 
andalusíes como cristianos, eran destino 
de las rutas que partían de los principa-
les centros comerciales al sur del Sahara. 
Las relaciones económicas transaharianas, 
controladas por árabes y bereberes, des-
cansaban en buena medida en el tráfico de 
personas esclavizadas, capturadas al sur 
del gran desierto y luego vendidas en los 
puertos magrebíes, desde donde eran tras-
ladadas a Sevilla, Málaga, Valencia, Bar-
celona o Mallorca. 
 También eran muy apreciada la mano 
de obra esclavizada procedente de Orien-
te y el mundo eslavo, sobre todo a partir 
de la expansión del Imperio otomano, que 
también llegará a controlar los mercados 
norteafricanos. 
El Gran Experimento nos revela que no solo la po-
blación africana fue esclavizada en el sistema eco-
nómico colonial, pero sí fue la que lo sufrió de forma 
más masiva y despiadada.
 El comercio de seres humanos tuvo un espe-
cial vigor en el ámbito del Imperio británico, pero 
no solo en él: todas las 
potencias europeas que 
se repartieron el conti-
nente americano y otros 
territorios por todo el 
planeta en su expansión 
colonial permitieron 
esta práctica inhumana, 
incluída España.
 La mano de obra es-
clavizada era necesa-
ria para la explotación 
extensiva de productos 
como la caña de azúcar, 
el algodón, el cacao, el 
tabaco…, muchos de 
los cuales se introduje-
ron con ella en ecosis-
temas con climas propi-
cios pero a los que eran 
ajenos, cambiándose el mapa agrícola del mundo 
para siempre.
Una vida sin derechos
Editorial
ESCLAVISTAS
Todavía no está plenamente asimilado en el imaginario popular el protagonismo que tuvo el tráfico de seres 
humanos en época moderna en los dominios de España, en especial entre África y América. Es mucho mejor 
conocido el papel que tuvieron los traficantes británicos, gracias al cine y la televisión y a los procesos de recono-
cimiento público realizados como respuesta a la presión ejercida por la población afroamericana. Pero decenas de 
millones de afrodescendientes en el Caribe, América Central y América del Sur nos revelan que llegaron muchas 
embarcaciones con traslados forzados de población africana a los territorios virreinales españoles. Incluso hubo 
presencia de población esclavizada en territorio peninsular, aunque a veces sea difícil de rastrear. 
 La investigación está arrojando luz desde hace años sobre el verdadero peso que el comercio esclavista tuvo 
en la economía virreinal española y la importancia de la esclavitud en su estructura social e incluso cultural. Esta 
edición de Carabelas ofrece una visión sintética, actual y divulgativa de los resultados de esa investigación. 
 La esclavitud hunde sus raíces en la noche de los tiempos, en la formación de las primeras sociedades jerarqui-
zadas del planeta, y se prolonga en todas las culturas hasta la apertura de las rutas comerciales atlánticas a finales 
del siglo XV, pero en ese momento adquiere nuevas características y se define por nuevos rasgos marcados, sobre 
todo, por la racialización de las personas sometidas a ella y, como señala Isabel Durán, por la “industrialización” 
de su comercio y explotación. 
 Solo a partir de principios del siglo XIX se abre una nueva etapa, como vemos en El Gran Experimento de 
Miguel Ángel García, una etapa marcada por la ilegalidad de la trata esclavista, pero no por su desaparición, pues, 
con distintas formas, sigue vigente en la actualidad.
 La vida de las personas esclavizadas, una a una, 
no tenía gran valor, de ahí que se les sometiera a 
traslados en condiciones infrahumanas y a traba-
jos de una extrema dureza, como el que les espera-
ba en las plantaciones.
 Pero lo más grave es que no tenían ningún de-
recho, ni tenían liber-
tad de movimientos, ni 
recibían una remunera-
ción por su trabajo, y 
trasladaban su aliena-
ción sin esperanzas a 
su descendencia.
 Sin embargo, mu-
chas de estas personas, 
dotadas de una gran 
fortaleza y capacidad 
de sufrimiento, logra-
ron sobrevivir, y con el 
tiempo contribuyeron a 
generar formas cultu-
rales mestizas que hoy 
representan una gran 
riqueza para la huma-
nidad, lo que, en cual-
quier caso, no debería 
servir para justificar de 
forma retroactiva el trato despiadado del que fue-
ron objeto.
Cuesta admitir que parte del progreso de Europa 
se haya basado en un comercio tan inhumano y de 
penosas consecuencias para África y otras regiones 
del planeta, pero es así. La magnitud de la catástrofe 
que en concreto supuso el tráfico esclavista para 
las poblaciones africanas no puede expresarse 
solo en cifras, pero éstas ayudan a comprenderla. 
José Antonio Piqueras estima que, de los entre 12 
y 14 millones de personas que fueron trasladadas 
forzosamente desde África a América, al menos 2 
millones (un 15%) fallecieron en el trayecto o al 
poco de llegar a su destino. Catherine Coquery-
Vichovitch y Éric Mesnard establecen las siguientes 
fases: 1,4 millones de africanos esclavizados son 
trasladados en una red dominada por portugueses y 
españoles entre 1500 y 1650; 7,7 millones entre 1650 
y 1800 en un comercio ahora bajo control francés, 
portugués, británico y holandés; y 3,6 millones entre 
1800 y 1870 bajo bandera española o portuguesa, 
fundamentalmente con destino en Brasil y el Caribe.
La magnitud de la tragedia
Buying Slaves (comprando esclavos), Havana, Cuba, 1837, en Arthur 
Thomas Quiller-Couch, ed., The Story of the Sea (London, 1895-96), 
vol. 2, p. 440, Slavery Images: A Visual Record of the African Slave 
Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed Novem-
ber 16, 2022, http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/1880
Punishing Slaves in Cuba (Castigo de los esclavos en Cuba). Harper’s Weekly (Nov. 28, 1868) vol.12, p. 753 (front page). Slavery 
Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed November 17, 2022, 
http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/1303
Representación del bergantín Vigilante. Slavery Images: A Visual Record of the 
African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed No-vember 16, 2022, http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/3001
Dueño de una plantación en Puerto Rico con un esclavo 
doméstico, ca. 1808, en John A. Waller, A Voyage in 
the West Indies (London, 1820), p. 33. Slavery Images: 
A Visual Record of the African Slave Trade and Slave 
Life in the Early African Diaspora, consultado el 16 
de noviembre de 2022 http://slaveryimages.org/s/
slaveryimages/item/500
Tambor bonkó enchemiyá. Sociedad 
Abakuá. Cuba. 1850-1900. Madera, piel, 
fibra vegetal. Fotografía: Miguel Ángel 
Otero. Colección del MNA.
La esclavitud, de finales del siglo XV a principios del XIX, se caracterizó por su carácter masivo y 
racializado. Millones de hombres y mujeres africanos fueron sometidos al desgarrador proceso que 
supuso el traslado forzado y sistemático de un lado al otro del Atlántico. La corona española participó 
activamente en este comercio, casi siempre a través de intermediarios de otras nacionalidades a quienes 
se otorgaba “licencias” para que proporcionaran la preciada “mercancía”. 
 Los puertos comerciales de la “Carrera de Indias”, Cádiz, Sevilla y las Canarias o Lisboa y 
Cabo Verde, fueron frecuentemente escala en el tráfico de personas esclavizadas a lo largo de toda 
la Edad Moderna. Según Eloy Martín Corrales, un total de dos millones de personas fueron llevadas 
a la América española entre 1450 y 1750. Probablemente otro millón con posterioridad a esa fecha. 
Según José Antonio Piqueras, eso supondría un 12% de los 14 millones de víctimas estimadas de 
trata trasatlántica durante ese tiempo, lo que otorgaría a la corona española el dudoso honor de ocupar 
la tercera posición en el ránking de las exportaciones masivas y continuadas de población africana, 
después de la corona portuguesa y la británica. 
 También muchas personas esclavizadas se quedaban en la Península. Igualmente Piqueras asegura 
que, solo en Cádiz y en torno a 1760, se contabilizaban 3.000 personas esclavizadas dedicadas a tareas 
domésticas.
La esclavitud moderna, “industrializada”
Varios acontecimientos marcarán el desarrollo de la economía 
esclavista en el tránsito del siglo XVIII al XIX. En primer lu-
gar y a raíz del desarrollo intelectual del llamado Siglo de las 
Luces, en Francia culmina un proceso revolucionario que mar-
cará el final del Antiguo Régimen y que alumbrará un nuevo 
orden social, fundado en el papel de la burguesía urbana, y 
económico, basado en un capitalismo cada vez más industria-
lizado. Las máquinas irán haciendo menos necesaria la mano 
de obra masiva (o esta se desplazará 
hacia los complejos fabriles). La De-
claración de los Derechos del Hombre 
invalidará en teoría que una persona 
pueda ser esclavizada por otra.
 En este nuevo contexto y tomando 
como fundamento las ideas revolucio-
narias, los esclavizados de la colonia 
francesa de Haití se rebelan, logrando 
su libertad en 1804. Poco después las 
potencias esclavistas europeas comien-
zan el proceso de aprobación de dife-
rentes medidas para abolir la esclavi-
tud, siendo la primera de ellas el Reino 
Unido en 1807. A partir de entonces, el 
tráfico esclavista es considerado como 
una actividad ilegal y sujeta a persecu-
ción por parte de los Estados que han 
decretado su abolición. 
 En el Reino de España, sin em-
bargo, aún tardará varias décadas en 
producirse ese paso legal. La firma 
de varios convenios internacionales 
sobre abolición de la esclavitud entre 
1817 y 1837 no tuvo consecuencias 
reales. Sí, se debatió furibundamente 
sobre el asunto durante ese tiempo y 
aún mucho más tarde, sin que se llega-
ra a adoptar ninguna medida contundente ¡hasta casi el siglo 
XX! En 1865, se creó la Sociedad Abolicionista Española en 
Madrid, y la ley de represión y castigo del tráfico negrero fue 
aprobada en 1867. Pero la definitiva abolición no llegó has-
ta la ley promulgada, el trece de febrero del año 1880, por 
Alfonso XII, y el Real Decreto, de siete de octubre del año 
1886, que liberó los 30.000 esclavos que aún quedaba en los 
“territorios ultramarinos” españoles. 
 Consumada la independencia de la mayoría de los territo-
rios americanos de España en 1822, el antiguo imperio queda 
reducido a las islas del Caribe (Cuba y Puerto Rico), Filipinas, 
Marianas y Carolinas. Y cobran una 
gran importancia las posesiones del 
golfo de Guinea, obtenidas gracias a 
acuerdos diplomáticos con la corona 
portuguesa. 
 Precisamente en la isla de Cuba 
durante todo el siglo XIX la industria 
del azúcar vive un auge espectacular, 
todavía sobre la base de un sistema 
de plantaciones con mano de obra 
esclavizada. Algunos hombres de 
negocios españoles, aprovechando el 
vacío jurídico, no dudaron en seguir 
embarcándose en empresas comer-
ciales para transportar seres huma-
nos esclavizados de África a Cuba. 
Algunas grandes fortunas españolas 
del momento se crearon gracias total 
o parcialmente a esta actividad mer-
cantil. 
 Las personas esclavizadas pro-
cedían de las citadas colonias afri-
canas. A mediados del siglo XIX, 
en un viaje de ida y vuelta, un pro-
yecto gubernamental barajó la idea 
de poblar la isla de Bioko (Fernan-
do Poo) con esclavizados liberados 
procedentes de Cuba. Sin embargo, 
la realidad fue que los mismos barcos que desembarcaban 
“libertos” en la isla, embarcaban a esclavizados con desti-
no en Cuba.
Hasta el siglo XIX, en la mayor parte del territorio peninsular, se utilizó como edulcorante la miel. El paisaje rural se comple-
taba, entre otros muchos recursos asociados a la explotación del medio, con los colmenares. Su tipología y su composición de-
pendían del espacio geográfico concreto que ocupaban, pero los había en todas las regiones de una punta a otra de la Península 
hasta tal punto su producción era indispensable para la alimentación. En el noroeste, las colmenas solían aprovechar troncos 
huecos de los árboles, llamados en algunas zonas “truébanos”. En Castilla, corrales o pequeñas construcciones, denominadas 
“hornilleras”. En el Mediterráneo, se hacían con cestería. El progresivo abandono de los colmenares comienza a finales del 
siglo XIX, cuando un nuevo edulcorante llega al mercado español: el azúcar. Quizás el auge de la explotación azucarera en 
la Cuba española, una actividad que descansaba enteramente en la mano de obra esclavizada, pueda ponerse en relación con 
este hecho en apariencia inconexo.
La Ilustración es un periodo histórico que más 
o menos coincide con la segunda mitad del siglo 
XVIII y durante el que las potencias coloniales 
europeas rivalizaron a la hora de desarrollar po-
líticas científicas que favorecieran la investiga-
ción y el conocimiento de las “maravillas de la 
creación” y la programación de expediciones 
que recogieran muestras y ejemplares para las 
instituciones y gabinetes fundados en las gran-
des capitales con el fin de estudiarlos y expo-
nerlos. Es la época de la enciclopedia y estos 
gabinetes aspiraban a concentrar un muestrario 
de la diversidad del planeta y todos los saberes 
necesarios para discernir todas las potenciali-
dades de todos los materiales y seres vivos del 
orbe, también con fines económicos a través de 
¿Amistad?
En 1839, un barco con matrícula española y un nombre paradójico, el Amistad, transportaba personas escla-
vizadas de origen africano desde La Habana hasta Puerto Príncipe. En el trayecto, las personas que formaban 
parte de la “carga”, lideradas por Sengbe Pieh, se amotinaron, dando muerte a la tripulación. El barco fue 
apresado por las autoridades estadounidenses, que, en un juicio celebrado en New Haven (Connecticut), 
absolvieron a los y las rebeldes al considerar que previamente habían sido objeto a su vez de un delito ya 
que en ese estado ya había sido abolida la esclavitud y de hecho era perseguida como actividad criminal. Y 
fueron trasladados posteriormente a tierras de la actual Sierra Leona gracias a la intervención de sociedades 
misioneras, inaugurando una práctica que tendrá continuidad y que incluso dará lugar al nacimientode un 
Estado africano con el significativo nombre de Liberia y cuya bandera está inspirada por ese motivo en la de 
Estados Unidos. 
 Suerte tuvieron de que el juicio no se celebrase en alguno de los estados sureños donde aún se permitía 
la mano de obra esclava, diferencia que, como bien sabemos gracias a la cinematografía estadounidense, 
provocará la Guerra de Secesión de 1861. Precisamente una película dirigida en 1997 por Steven Spielberg 
retrata la peripecia del “pasaje” del Amistad. No deja de resultar chocante la reacción de parte de la audien-
cia española cuando se estrenó en nuestro país, que llegó a calificarla como “antiespañola”, cuando narra un 
hecho que sucedió verdaderamente, nos guste o no.
CARABELAS. Crónica de la esclavitud moderna en España EDICIÓN ESPECIAL
Mestizaje en la América virreinal
Trata ilegal, pero tolerada
La colmena
Joseph Cinquez dirigiéndose a sus compatriotas a bordo de la goleta española Amistad, en Anthony Tibbles (ed.), Transatlantic Slavery: 
Against Human Dignity (London: HMSO, 1994), p. 44, fig. 7. Original held by the Chicago Historical Society (ICHi 22004). Slavery 
Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed November 16, 2022, http://
slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/2542
Ingenio San José de la Angosta, en la isla de Cuba, en Justo German Cantero, Los ingenios: Colección de vistas de los principales ingenios de azúcar 
de la Isla de Cuba (Habana, 1857). Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora, accessed 
November 17, 2022, http://slaveryimages.org/s/slaveryimages/item/1341
Español. Negros Bozales de Guinea. Yden. Atribuido al taller de Cristóbal Lozano. Perú, segunda mitad del siglo XVIII. 
Óleo sobre lienzo. Fotografía: Javier Rodríguez Barrera. Colección del MNA.
su explotación en ámbitos que podían ir desde 
la industria farmacéutica a la armamentística y 
naturalmente la alimentación. Para ordenar todo 
este conocimiento, se desarrolló un afán clasi-
ficatorio que se valía de las taxonomías (clasi-
ficaciones tipológicas a partir de diferencias y 
semejanzas) de las que no escapó siquiera la di-
versidad humana. Se crearon entonces los “tipos 
raciales”. La corona española no se quedó atrás 
y en esa época puso en marcha instituciones 
tan conocidas y aún existentes como las diver-
sas academias, el Real Jardín Botánico, el Real 
Observatorio Astronómico y Real Gabinete de 
Historia Natural, origen de numerosas coleccio-
nes posteriores como las del Museo Nacional de 
Ciencias Naturales y el Museo Nacional de An-
tropología. Con el fin de nutrir esas coleccio-
nes, también organizó numerosas expediciones 
científicas, como las de Malaspina o Mutis, y 
envió numerosas órdenes a los virreinatos para 
que desde allí también se contribuyera a este 
esfuerzo. El mismo interés clasificatorio ins-
piró en esa época que en los talleres de pin-
tura de Nueva España (México) se creara un 
esquema de representación pictórica de las di-
ferentes combinaciones de “tipos raciales” que 
formaban parte de los procesos de mestizaje, 
las series de “frutas y castas”, y que llegaban 
a determinar en su delirio taxonómico la exis-
tencia de hasta 20 combinaciones, muchas de 
ellas imposibles de detectar en la realidad y que 
por tanto sólo existían en esta ficción artística. 
Hasta tal punto, pese a ello, resultó un “tema” 
exitoso que se conservan total o parcialmen-
te más de 200 versiones de estas series. Sólo 
una excepcionalmente fue producida en otra 
región, en el virreinato del Perú, comisionada 
por quien fuera virrey en Lima desde 1761 a 
1776, Manuel de Amat, para enviarla al Real 
Gabinete de Historia Natural, de donde llegó 
en su momento al MNA. Aunque esta serie rea-
lizada en unos talleres que no tenían costumbre 
de tratar este tema se diferencia de las novohis-
panas en muchos detalles y denominaciones, sí 
coincide con aquellas en el modo de plasmar 
las dos principales combinaciones “raciales”, 
las que dan paso a todas las demás y las dos 
únicas que realmente se podían identificar con 
claridad: “Español e india producen mestizo” y 
“Español y negra producen mulato”.
Símbolo de la esclavitud (sine iure) que puede verse en la 
puerta de la iglesia de San Ginés, c/ Bordadores (Madrid)
Fotografía: Miguel Ángel García.
Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que comple-
menta la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional
Artículo 3: Definiciones
Para los fines del presente Protocolo:
a) Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recu-
rriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de 
una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una 
persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación 
de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas 
análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos;
b) El consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de explotación intencional descrita en el 
apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios enunciados 
en dicho apartado;
c) La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño con fines de explotación se considerará “tra-
ta de personas” incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado a) del presente artículo;
d) Por “niño” se entenderá toda persona menor de 18 años.
Art 177 bis de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal
1. Será castigado con la pena de cinco a ocho años de prisión como reo de trata de seres humanos el que, sea en territorio 
español, sea desde España, en tránsito o con destino a ella, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de 
una situación de superioridad o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera, o mediante la entrega 
o recepción de pagos o beneficios para lograr el consentimiento de la persona que poseyera el control sobre la víctima, la 
captare, transportare, trasladare, acogiere, o recibiere, incluido el intercambio o transferencia de control sobre esas perso-
nas, con cualquiera de las finalidades siguientes:
a) La imposición de trabajo o de servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, a la servidumbre o 
a la mendicidad.
b) La explotación sexual, incluyendo la pornografía.
c) La explotación para realizar actividades delictivas.
d) La extracción de sus órganos corporales.
e) La celebración de matrimonios forzados.
Existe una situación de necesidad o vulnerabilidad cuando la persona en cuestión no tiene otra alternativa, real o acepta-
ble, que someterse al abuso.
Cuando la víctima de trata de seres humanos fuera una persona menor de edad se impondrá, en todo caso, la pena de in-
habilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular 
y directo con personas menores de edad, por un tiempo superior entre seis y veinte años al de la duración de la pena de 
privación de libertad impuesta.
2. Aun cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado anterior, se considerará trata de seres 
humanos cualquiera de las acciones indicadas en el apartado anterior cuando se llevare a cabo respecto de menores de 
edad con fines de explotación.
3. El consentimiento de una víctima de trata de seres humanos será irrelevante cuando se haya recurrido a alguno de los 
mediosindicados en el apartado primero de este artículo.
Normativa 
Cronología de un genocidio
•	 1256. El código de Las Siete Partidas, atribuido a Alfonso X el Sabio, sienta la base legal para el reconocimiento 
de la esclavitud.
•	 1479. El Tratado de Alcaçovas reparte las áreas de influencia de las coronas de Castilla y Portugal, además de 
reconocer a esta última el monopolio sobre el tráfico de personas esclavizadas.
•	 1495. La corona castellana legaliza la servidumbre de las poblaciones indígenas americanas, régimen en vigor 
hasta 1542.
•	 1502. Se autoriza la instalación de personas esclavizadas en la isla de La Española. A partir de 1530, en todas las 
islas caribeñas.
•	 1513. La trata de personas esclavizadas de origen africano deja de ser un negocio privado y pasa a someterse a un 
sistema de licencias reales, hasta su liberalización en 1789. 
•	 1518. Carlos I otorga las primeras licencias que autorizan el traslado forzoso de personas esclavizadas desde Áfri-
ca a los territorios españoles en el continente americano.
•	 1713. La corona española suscribe el Asiento de Esclavos Negros por el que los británicos monopolizan el tráfico 
esclavista con destino a América.
•	 1765. La corona española concede el asiento a la Compañía Gaditana de los Negros para efectuar el tráfico escla-
vista entre África y América.
•	 1767. La firma de un tratado de amistad entre la monarquía española y el sultanato de Marruecos supone la abo-
lición de la esclavitud de súbditos de una en territorio del otro y viceversa. Similares tratados se firmarán con el 
Imperio otomano (1782), Trípoli (1784), Argelia (1786) y Túnez (1791).
•	 1777. Firma del tratado de San Ildefonso por el que Portugal cede a España territorios en el golfo de Guinea, con 
la posibilidad de establecer puntos de concentración de de mano de obra esclavizada.
•	 1789. Una real cédula liberaliza la trata de personas esclavizadas y, por tanto, el comercio directo con África.
•	 1802. Dinamarca prohíbe el tráfico esclavista. Es la primera nación en hacerlo.
•	 1807. La Ley de Comercio de Esclavos pone fin al tráfico negrero en el Reino Unido. Entrará en vigor en 1808.
•	 1817. El Reino de España y el Reino Unido firman un tratado de prohibición del tráfico negrero, estableciendo su 
teórico final en 1820.
•	 1831. Una real orden establece que “los negros” emancipados en Cuba deberán ser enviados a las islas de Annobon 
y Fernando Poo (Bioko).
•	 1833. Ley de Abolición de la Esclavitud en el Reino Unido, que amplía la de 1807. Comienzo de El gran experi-
mento en Mauricio.
•	 1835. Tratado entre el Reino de España y el Reino Unido por el que se concede la libertad a las personas que arri-
ben a los puertos de los territorios europeos de ambos Estados con la condición de personas esclavizadas.
•	 1838. Abolición del sistema esclavista en las colonias británicas.
•	 1848. Francia firma el decreto de abolición de la esclavitud en sus colonias y metrópolis.
•	 1854. Perú abole la esclavitud.
•	 1863. Holanda decreta la abolición de la esclavitud en sus colonias. En Estados Unidos, se proclama la emancipa-
ción de todas las personas esclavizadas en cualquier estado.
•	 1865. Se crea la Sociedad Abolicionista Española.
•	 1870. Ley Moret o de vientres libres, de abolición gradual de la esclavitud, que suponía la libertad de las personas 
nacidas de madre esclavizada, que hubieran servido bajo bandera española para sofocar la insurrección de Cuba 
de 1860, mayores de 60 años o que pertenecieran al Estado. 
•	 1886. Se declara el fin de la esclavitud en Cuba y España.
•	 1887. Fin del sistema esclavista en Brasil y de la trata transatlántica de personas esclavizadas.
•	 1949. Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena de la ONU. 
Se establece el 2 de diciembre como el Día Internacional de la Abolición de la Esclavitud.
•	 2001. Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de 
Intolerancia en la que se aprueba la Declaración y el Programa de Acción de Durban. 
•	 2009. Segunda Conferencia Mundial contra el Racismo. 
•	 2015. Comienzo del Decenio Internacional para los Afrodescendientes de la ONU.
Entre los objetos más antiguos del MNA se conserva un látigo. Es un objeto con un mango de madera re-
cubierto de cuero del que salen tres cadenas formadas cada una de ellas por ¡cuatro tiras metálicas! Según 
la información que conserva el museo, esta pieza fue adquirida por el teniente Luis Sorela (1858–1930) 
durante la expedición que realizó a las costas occidentales de África entre 1887 y 1888 para conocer la orga-
nización de los establecimientos coloniales europeos. El látigo en cuestión habría sido recogido en la costa 
de la actual Gambia. No hace falta tener mucha imaginación para suponer que fue un instrumento empleado 
en el control de las personas que serían esclavizadas y embarcadas para cruzar el Atlántico, es decir, que 
se trata de un látigo esclavista. Estremece pensar en el daño y el dolor que pudieron infligir a sus víctimas 
quienes lo descargaron sobre sus cuerpos. En definitiva, este látigo es la expresión material de la crueldad 
de un sistema que descansó sobre el sufrimiento indecible de millones de personas. 
Latigazos en Gambia
Mauritania ha sido uno de los últimos países en los 
que se ha ilegalizado la esclavitud. ¡En 2012! Pero, al 
margen de las medidas legales, que han tardado casi 
dos siglos en llegar a todos los países, la esclavitud si-
gue existiendo. Así lo consideran numerosas organi-
zaciones y observatorios internacionales de derechos 
humanos. Ilegal y bajo nuevas y diversas apariencias, 
pero esclavitud al fin y al cabo. Por inaudito y terrible 
que nos pueda parecer, aún existen hoy en día perso-
nas esclavizadas, es decir, cuya vida es posesión de 
otras. 
 La trata de personas es uno de los negocios ilí-
citos más lucrativos a nivel internacional, a la altura 
del tráfico de armas. Descansa en buena parte en la 
situación de vulnerabilidad de las víctimas, especial-
mente mujeres. Va desde la explotación sexual a la 
explotación laboral, el tráfico de órganos y de seres 
humanos o los matrimonios forzados. Sin embargo, 
es difícil cuantificar el volumen de estos delitos por 
su intrínseco carácter opaco, si bien, por ejemplo, 
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 
estima que ¡4,5 millones de personas pueden ser 
víctimas de explotación sexual forzosa en todo el 
mundo!
 En España, se han llegado a identificar 11.000 
víctimas potenciales de explotación sexual entre 
2013 y 2014, según informa la fundación Anes-
vad. La gravedad del delito y su extensión obli-
gó al Ministerio del Interior a redactar en 2021 
un Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la 
Explotación de Seres Humanos, el cual establece 
una serie de objetivos prioritarios y “…medidas 
no solo para mejorar la lucha contra este delito, 
sino también para facilitar la adecuada asisten-
cia y protección a sus víctimas.” El año pasado, 
gracias a este plan, esa cifra se habría reducido a 
4.700, según fuentes de la Policía Nacional. Una 
reducción significativa pero aún insuficiente…
El reino de Ouidah
Ouidah es una ciudad costera en la actual Benín. Es una de las capitales espirituales del país 
y del culto vudú. Su historia se relaciona dramáticamente con el tráfico de personas escla-
vizadas. Ya a finales del siglo XV mantenía estrechos lazos con los comerciantes europeos. 
El reino de Ouidah se enriqueció al ejercer de mediador entre aquellos y los proveedores de 
personas esclavizadas. El MNA conserva una pequeña colección de hachas rituales que fueron 
recogidas durante la expedición Sorela en torno a 1860. Estas hachas eran portadas por los 
emisarios del reino de Ouidah como símbolo de prestigio, de legitimación y de capacitación 
como intermediarios por parte de la autoridad. En su hoja, los signos hacen referencia a atri-
butos asociados al poder del que estaría investidoel portador. 
CARABELAS. Crónica de la esclavitud moderna en España EDICIÓN ESPECIAL
¿El fin de la esclavitud?
Látigo. Costa de Gambia, África 
occidental. Segunda mitad del 
siglo XIX. Hierro, madera y cuero. 
Fotografía: Javier Rodríguez Barrera. 
Colección del MNA.
Hacha. Reino de Ouidah, África occidental. Siglo XIX. Hierro y madera. Fotografía: 
Miguel Ángel Otero. Colección del MNA.
El quitrín. Lámina XII en 
Álbum pintoresco de la isla 
de Cuba. La Habana, 1851. 
Slavery Images: A Visual 
Record of the African Sla-
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2022, http://www.slaveryi-
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Gertrudis Gómez de Avellaneda, autora de la 
primera novela antiesclavista de la historia (Sab). 
Retrato de Federico de Madrazo, 1857. © Museo 
Lázaro Galdiano, Madrid.
Si quieres saber más…
Basabe Anuncibay, Gaizka: El comercio esclavista en el siglo XXI, Observatorio de Estudios Africanos 
Uvaafrica, 6 de abril de 2022: https://uvaafrica.uva.es/2022/04/06/el-comercio-esclavista-en-el-siglo-xxi/
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2017, pp. 66-89: https://www.raco.cat/index.php/Drassana/article/
download/337832/428637
Naranjo Orovio, Consuelo y Puig – Samper, Miguel Ángel: La es-
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Piqueras, José Antonio: Negreros. Españoles en el tráfico y en 
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https://elpais.com/babelia/2021-10-23/la-memoria-borrada-de-la-esclavitud-en-espana.html.
Cañas, Jesús A. y Sota, Idoia.: De Medina Sidonia a Goytisolo: las casas y las fortunas que se levantaron 
en España con el dinero de la esclavitud. El Pais, 14 de noviembre de 2020: https://elpais.com/icon-design/
arquitectura/2020-11-13/casas-dinero-esclavos-espana-medina-sidonia-goytisolo.html 
Contente, Claudia: La oscura historia del pasado esclavista español. La Vanguardia, 12 de julio de 2020: ht-
tps://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200712/482206681820/esclavitud-es-
pana-america.html
Créditos
Equipo de redacción de Carabelas: Luis Pérez y Raquel Monteagudo (MNA).
Diseño y maquetación: Miguel Ángel García.
Impresión: Producción Gráfica integral y global, S.L.
Imágenes: Slavery Images, MNA, Museo Lázaro Galdiano y Miguel Ángel García.
ALGUNAS HUELLAS DE LA ESCLAVITUD EN MADRID
1. Iglesia de San Ginés / Calle Bordadores. El símbolo de la esclavitud (sine iure) aparece en la jamba de la 
puerta de entrada.
2. Parroquia de Santa Cruz, donde se ubicaba la cofradía de los hermanos morenos en época de Felipe II. 
C/ Atocha, 6.
3. Sala de Alcaldes de Casa y Corte, donde se subastaban esclavos incorregibles (Palacio de Santa Cruz). Plaza 
de la Provincia.
4. Se representaban combates navales en el estanque del Retiro hasta el siglo XVIII, en los que los esclavos del 
rey participaban como remeros.
5. Bajo la advocación de San Benito de Palermo existió en San 
Francisco el Grande una cofradía de hermanos negros.
6. Palacio del marqués de Argudín en la calle Goya nº 63, de 
Madrid, el cual llegó a considerarse el principal traficante de 
esclavos del mundo.
7. Calle de las Negras, que une la calle Princesa con la Travesía del 
Conde Duque. Allí vivían las esclavas de los duques de Veragua 
(nietos de Cristobal Colón).
8. Casa de los Negros, situada en el Palacio Real. Formada por 
cuatro esclavos escogidos para mostrar la bondad de la educación 
de los esclavos, gracias al paternalismo regio.
9. Canal de Isabel II se construyó en el siglo XIX por 1.500 presos 
(esclavos) carlistas.
10. Palacio de los Goyeneche, en la calle Huertas, 13. Adquirido 
por el marqués de Manzanedo. Amasó una cuantiosa fortuna 
con la trata de esclavos, convirtiéndose en la primera fortuna de 
Madrid y quizás de España.
11. Manuel Pastor Fuentes, conde de Bagaes, propietario de 
haciendas e ingenios en Cuba (tenía registrados 365 esclavos), 
acumuló fincas en calles como Trajineros y Sordo (hoy Paseo del 
Prado y Zorrilla).
12, 13, 14, 15, 16. Antonio López, marqués de Comillas, figura 
alabada y denostada. Ha sido objeto de polémica la retirada de 
su estatua de Barcelona. Acumuló una cuantiosa fortuna con el 
tráfico ilegal de esclavos en Cuba, diversificando sus negocios 
con navieras y una importante actividad inmobiliaria en Cataluña 
y Madrid (Inmuebles en Claudio Coello, 3, 15, 38 e Isabel la 
Católica, 3 y parcela en Claudio Coello con Columela y Lagasca. 
17, 18. El marqués de Manzanedo acomete en 1845 la renovación 
de la Puerta del Sol, así como del barrio de Salamanca.
19. Palacio del marqués de Amboage. Embajada de Italia en 
Madrid, calle Lagasca, 98. Cuestionado a veces su papel como esclavista.
20. Palacio de Liria. En un cuadro de Goya aparece Cayetana, duquesa de Alba, su musa, con la niña cubana 
María de la Luz, hija de esclavo.
21. Calle de los Negros, que iba desde la del Carmen a la de Preciados, que pasó a denominarse Tetuán a 
comienzos del siglo pasado.
22. El símbolo de la esclavitud en la cúpula del Oratorio del Santo Cristo del Olivar, en la calle Cañizares, 3. 
También aparece el simbolo en el dintel de la puerta de entrada y en las vidrieras.
23. Monumento de la reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, frente al Casón del Buen Retiro. Junto a su 
marido, Fernando Muñoz, crearon una sociedad para el tráfico de esclavos.
24. Estatua de Carlos III. Fue el mayor esclavista de su época, con más de 20.000 esclavos, de los que 18.000 
estaban en América y unos 2.000 en España. Jardines de Sabatini.
25. Leopoldo O’ Donnell, expresidente de gobierno que ejerció 
la Capitanía General de Cuba, ordenó una cruel represión tras 
una revuelta esclava en la isla. Controlaba así un negocio del que 
se lucraba, ya que según el cónsul británico en la isla, por cada 
esclavo desembarcado recibía 51 pesos de los negreros. Se calcula 
que debió acumular hasta 500.000 pesos. Toda una fortuna. Su 
mausoleo se encuentra en la iglesia de Santa Bárbara.
26. Felipe V impulsó el negocio de la trata de esclavos y participó 
directamente, reservándose el 25% de los beneficios para él 
mismo. Una estatua ecuestre (a escala) de Felipe Vpuede verse 
en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
27. Concepción Arenal fue una escritora, jurista y activista por 
los derechos humanos de los presos. Se la considera una de las 
precursoras del feminismo en España y también se involucró en 
la lucha contra la esclavitud. Su poema “La esclavitud de los 
negros” fue premiado en el concurso literario organizado por la 
Sociedad Abolicionista de Madrid en 1866. Tiene un monumento 
en el Parque del Oeste.
28. Fray Bartolomé de las Casas fue un precursor en la defensa de 
los derechos humanos, consiguiendo que fueran promulgadas las 
Nuevas Leyes para el Tratamiento y Preservación de los Indios 
en 1542, que prohibían la esclavitud de los indios y limitaban 
la autonomía de los conquistadores. Una placa en la Basílica de 
Atocha lo recuerda.
29. Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). Escritora y 
poeta cubana, que se trasladó a España y comenzó a publicar bajo 
el pseudónimo de La Peregrina, fué la autora de la primera novela 
antiesclavista de la historia (Sab). Puede verse un excelente retrato 
de ella realizado por Federico de Madrazo en el Museo Lázaro 
Galdiano.
30. Plaza de Emilio Castelar. El monumento incluye un relieve sobre la campaña de Castelar en favor de 
la abolición de la esclavitud en las antiguas colonias españolas. Formado por figuras de hombres y mujeres 
mostrando sus cadenas rotas, puede leerse un fragmento de un discurso de Castelar: “Levantáos, esclavos, 
porque tenéis patria”
De la Cruz, Luis: Calle de las Negras: con una historia de esclavas y aristócratas. Eldiario.es, 13 de 
febrero de 2012: https://www.eldiario.es/madrid/somos/malasana/calle-de-las-negras-con-una-historia-
de-esclavas-y-aristocratas_1_6426655.html
Fajardo, José Manuel: Mercancías perecederas, El Mundo, 24 de junio de 2002: https://www.elmundo.es/
elmundo/2002/06/21/cine/1024652382.html
Hernando, Silvia: Lo que queda de la esclavitud en España: es-
tatuas, calles, pinturas y música, El País, 23 de junio de 2020: 
https://elpais.com/cultura/2020-06-23/lo-que-queda-de-la-escla-
vitud-en-espana-estatuas-calles-pinturas-y-musica.html
López García, José Miguel: Los 20.000 esclavos de Carlos III, 
Público, 25 de julio de 2020: https://blogs.publico.es/otrasmira-
das/35288/los-20-000-esclavos-del-rey-carlos-iii/
Orgaz, Maribel: En Madrid hubo mercados de esclavos al aire 
libre hasta 1837 (y aún quedan), El Asombrario & Co. Público, 
17 de septiembre de 2022: https://elasombrario.publico.es/ma-
drid-mercados-de-esclavos-1837-quedan/
Prieto Grandal, Victoria: Escritoras románticas españolas contra 
la esclavitud, Rebelión, 9 de marzo de 2011: https://rebelion.org/
escritoras-romanticas-espanolas-contra-la-esclavitud/
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dístico 2017-2021, informe del Centro de Inteligencia contra el 
Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Secretaría de Es-
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gob.es/opencms/pdf/prensa/balances-e-informes/2021/Balan-
ce-Ministerio-TSH-2017-2021.pdf
Interior presenta el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y 
la Explotación de Seres Humanos, nota de prensa, 12 de enero 
de 2021: https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notas-
prensa/interior/Paginas/2022/120122-plantrata.aspx
CARABELAS. Crónica de la esclavitud moderna en España EDICIÓN ESPECIAL
Detalle del monumento a Emilio Castelar, en su glorieta del paseo de la Castellana, 
en favor de la abolición de la esclavitud. Fotografía: Miguel Ángel García.
Calle en la que vivían las esclavas 
de los duques de Veragua (nietos de 
Cristobal Colón). Fotografía: Miguel 
Ángel García

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