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HR GESTIÓN DEL RENDIMIENTO, VOL. 1, NO. 1 (2015) RECIBIDO JUNIO/2015; ACEPTADO JULIO/2015 
Jornadas excepcionales de trabajo –turnos–, familia y salud 
 
*Andrés Lucero Leiva andres.lucero@usm.cl 
Psicólogo, MSc. Ciencias Políticas Integradas 
CEO, HR Gestión del Rendimiento, Chile 
**Loreto Vera González loreverag@gmail.com 
Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales 
Asesor, HR Gestión del Rendimiento, Chile 
***Sergio Pérez Montoya klgo.sergio.perez@gmail.com 
Kinesiólogo 
© Magíster en Salud Pública, Universidad de Chile, Chile 
 
 
Millones de trabajadores en Latinoamérica trabajan en turnos de noche, tarde y fines de 
semana. La economía del mundo contemporáneo no se detiene y hace posible una producción 
24 horas al día, 7 días a la semana, los 365 días del año. La fuerza de trabajo y sus familias 
soportan una pesada carga derivada de la economía globalizada que “no duerme”, donde las 
personas deben trabajar durante toda la noche, realizar entregas exprés, mantener las oficinas 
limpias, mantenerse “al llamado” como equipo de rescate en una autopista, realizar 
mantenimiento de emergencia en una central termoeléctrica o en un buque remolcador, y 
diversas funciones y tareas. 
 
Por todo lo anterior, es que los tiempos de exposición a una determinada tarea de alto riego, 
como el trabajo confinado de un soldador calificado en las profundidades del mar, un minero 
a varios kilómetros del sub-suelo, un piloto de aviación comercial o militar, un conductor de 
tren, un operador en una sala control en una refinería, un infante de marina realizando 
ejercicios con explosivos, un médico en el pabellón tras largas horas de cirugía, un 
controlador aéreo o de quipos sismográficos de alerta temprana, un comandante o mecánico 
de buque de alto tonelaje, submarinistas, personal “al llamado”, de rescate, etc. van a 
experimentar un mayor nivel de riesgo si se encuentran sometidos a sistemas de turnos o a 
sistemas de turnos rotativos; la preocupación se torna doble pues, en muchas ocasiones, se 
desconocen las parametrizaciones o herramientas disponibles y, sobre todo, los impactos del 
diseño o sistemas de turnos sobre las personas. 
 
En el caso de Chile, un 36,6% de la fuerza laboral, sumando medianas y grandes empresas, 
trabajan en sistemas excepcionales de trabajo (ENCLA, 2011), particularmente en turnos de 
noche. Estos horarios desafían las familias, especialmente aquellas con niños. Diversos 
estudios comparados, sugieren que este tipo de horarios, socavan la estabilidad del vínculo 
matrimonial, aumentan la cantidad de tareas domésticas que resolver, reducen la cohesión 
familiar y requieren servicios de salas cuna (guarderías) más elaborados. Por ejemplo, algunos 
investigadores han encontrado (Baez & Galdames, 2005) que los “trabajadores de jornada 
excepcional tienen en promedio valores más alto en conflicto de rol familiar–laboral que los 
trabajadores de jornada ordinaria, y en segundo lugar, que estos dos grupos se diferenciarían 
principalmente sobre otras variables psicosociales tales como implicancia laboral, bienestar 
psicológico y satisfacción familiar”. 
 
LOVRENČIĆ AND RABUZIN INSTRUCTIONS FOR FORMATING JIOS ARTICLE... 
 
Las jornadas excepcionales de trabajo (tipificación de acuerdo a la legislación laboral chilena) 
también tienen algunos beneficios. En particular, cuando los padres y madres trabajan en 
diferentes turnos, los padres y los niños suelen pasar más tiempo juntos y los costos en el 
cuidado de los infantes podría ser menor. Los padres de niños en edad escolar que trabajan en 
turnos nocturnos pueden visitar a sus hijos en la escuela y darles la bienvenida a casa. Sin 
embargo, las ventajas y desventajas de las horas de trabajo no estandarizadas no se 
distribuyen de manera uniforme. Algunos tipos de familias y trabajadores sienten la 
desventaja más que otros. Y todos los trabajadores en jornadas excepcionales de trabajo 
necesitan más atención, tanto de los gobiernos y las políticas públicas, la legislación y del 
sector industrial de la que hoy se les está prestando. 
 
Los turnos de trabajo y los turnos rotativos ciertamente no son nuevos. Algunas personas han 
trabajado siempre en jornadas u horarios no estandarizados. Si bien los datos oficiales sobre 
los que trabajan en jornadas excepcionales están disponibles, en las últimas décadas el 
número de personas que trabajan en estas jornadas parecen haber aumentado. Un factor 
central es el notable crecimiento de la economía de servicios - sobre todo en las industrias 
alimentarias, de recreación, de viajes y de atención médica - todos los cuales requieren 
empleados a cualquier hora del día. La sociedad de consumo está exigiendo que los servicios 
estén continuamente disponibles. Ya nos son familiares las frases utilizadas por el marketing 
moderno del tipo “24 horas al día, los 365 días del año a su servicio”. 
 
Al mismo tiempo, las mismas familias están cambiando. Con el crecimiento del empleo 
femenino, los esposos están teniendo que adaptarse mejor a la distribución de las tareas en el 
hogar y en el trabajo. Además, es más frecuente encontrar madres solteras que son 
trabajadoras, siendo cada vez más frecuente sus contrataciones. La familia “típica” donde el 
padre trabaja fuera de casa y la madre es ama de casa -ambos a tiempo completo- se ha 
convertido cada vez más en una excepción. 
 
Con las madres más ocupadas –casadas o solteras– producto de los diversos horarios de 
trabajo, el ritmo de la vida familiar está cambiando para miles de chilenos. Es importante 
debatir como sociedad si los empleadores y los gobiernos pueden contribuir en alguna medida 
a aliviar las tensiones sociales y físicas que experimenta el núcleo de la sociedad. Por otra 
parte, la fuerza de trabajo debe ser consciente de los riesgos de las jornadas excepcionales de 
trabajo, de tal forma que puedan tomar decisiones más informadas antes de aceptar un 
contrato –asumiendo, por supuesto, que tienen una verdadera opción de elegir. 
 
Parafraseando a la Organización Internacional del Trabajo (1990), el trabajo por turnos es "un 
método de organización del tiempo de trabajo en el que los trabajadores se suceden en el lugar 
de trabajo de manera que el establecimiento puede operar más tiempo que las horas de trabajo 
dispuestas en jornadas convencionales" a diferentes horas diurnas y nocturnas. 
 
Existe un amplio espectro de formas que puede adoptar el trabajo por tunos; a grandes rasgos, 
podemos establecer una diferencia entre turnos fijos y turnos rotativos. El turno fijo más 
común, es trabajar de lunes a viernes, por lo menos ocho horas diarias, de lunes a viernes. En 
otros casos, se trabaja 4x3, dejando libre los días jueves hasta las 17:00 hrs, viernes, sábado y 
domingo, u otras variantes. Respecto del sistema rotativo, éste puede organizarse en dos o 
tres: mañana, tarde y noche, girando, según recomendaciones técnicas, de acuerdo a las agujas 
del reloj. Así, podemos encontrar jornadas de trabajo 4x4, 6x2, 7x7, 10x10, etc. 
 
Respecto del trabajo en turnos y nocturno, se ha encontrado evidencia de efectos físicos 
como: 
 
Modificación de las curvas de temperatura, frecuencia cardiaca, excreción renal y secreción 
endocrina. Hipertensión y enfermedad coronaria. Síndrome de estrés e incluso estrés crónico. 
Síntoma de fatiga crónica (disminución del rendimiento laboral y personal). Dolores cabeza y 
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dolores con localización variables. Trastornos y alteraciones del sueño en ritmos de trabajo 
anormales, forzados o tardíos (insomnio, olvido y errores). Nerviosismo e irritabilidad. 
Trastornos digestivos-ulceras gástricas por cambio horarios de las comidas y/o de su número. 
Comidas frías. Abuso del café. Falta de vegetales y frutas. Incremento en el consumo de las 
drogas sociales (café, tabaco, alcohol, psicofármacos) que alteran las fases del sueño sinmejorar su calidad. Posibilidades de aumento de peso, derivado de los hábitos alimentarios 
(cantidad y calidad). Reducción de la capacidad inmunológica general. Actuación negativa 
sobre la esperanza de vida, debido a un envejecimiento prematuro. Expertos de la OIT 
(Organización Internacional del Trabajo) estiman que cada 15 años de trabajo nocturno, la 
persona sufre un envejecimiento de unos 5 años adicionales. Efecto potenciador de otras 
agresiones (ruido, ambiente tóxico, trabajo físico, temperaturas, humo, etc.) determinando una 
morbilidad elevada y una mortalidad precoz; además de números impactos psicosociales, 
principalmente orientados a la vida familiar y social. 
 
De acuerdo a datos proporcionados por la Unidad de Seguridad y Salud Laboral de la 
Dirección del Trabajo a nivel central, existirían 342 empresas con jornadas excepcionales de 
trabajo*. En Chile, existen numerosas empresas que, dada la naturaleza de algunos sectores 
industriales, tienes diversos sistemas de jornadas excepcionales de trabajo o a turnos. Por ello, 
es importante que las familias desarrollen estrategias de mitigación, respecto de los impactos 
que pueden generar éstas jornadas. En tal sentido, es necesario tener presente la existencia de 
los beneficios asociados, tales como, por ejemplo: con frecuencia, en los turnos de noche, la 
carga de trabajo puede ser menor; hay mayor autonomía y flexibilidad para realizar tareas 
domésticas livianas durante los descansos; las personas pueden asistir a controles médicos o 
realizar trámites; los padres pueden ir a retirar a los niños del colegio algunos días, entre 
otros. 
 
Por estas razones, es conveniente que las empresas y sus líderes, tomen en consideración 
realizar una evaluación de riesgos del sistema de turno o jornada excepcional de trabajo, 
siguiendo las recomendaciones de la Guía Técnica para la Evaluación del Trabajo Pesado 
(2010) publicada por la Superintendencia de Pensiones y Ministerio del Trabajo y Previsión 
Social, incorporando otras evaluaciones psicosociales, médicas y de salud en el trabajo objeto 
tener una mirada integral del problema y tomar las decisiones pertinentes basadas en la 
evidencia. 
 
(*) La DT señala no contar con un registro a nivel nacional que permita entregar información 
centralizada, por lo que se debe solicitar, a cada una de las Direcciones Regionales del 
Trabajo. Datos de la DT actualizados a 2014. 
 
 
 
 
 
*Andrés Lucero Leiva. Magíster en Ciencias Políticas Integradas, Maestría en Psicología 
Industrial y Gestión de Recursos Humanos, Diplomado en Psicología Clínica, Especialización 
en Gestión de Riesgos. Psicólogo. 
 
**Loreto Vera González. Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales. Experiencia en 
Derecho del Trabajo. 
 
***Sergio Pérez Montoya. © Magíster en Salud Pública con Profundización en Salud 
Ocupacional. Escuela de Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. 
Diplomado en Salud Ocupacional. Diplomado en Fisiología del Ejercicio. Kinesiólogo Asesor 
en Salud Ocupacional.

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