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UNIDAD 15 PONEDORAS DE HUEVOS PARA CONSUMO Tema 1: Requerimientos nutricionales en ponedoras de huevos para consumo Alimentación durante la fase de cría y recría Si analizamos el desarrollo genético que se ha alcanzado en los últimos años, observamos una mejora continua de la producción de huevos, que en la actualidad alcanza a 300 huevos/ave/año. Uno de los factores que más influyeron en esta mejora fue la precocidad de la ponedora actual, que entra en producción 2 ó 3 semanas antes y puede poner de 10 a 15 huevos más en esta fase. El adelantamiento en la edad de la madurez sexual, marca una diferencia sustancial con respecto a las gallinas ponedoras de tipo pesadas; por este motivo necesariamente los aspectos nutricionales presentan una problemática distinta entre ambos tipos de aves. Sin embargo, tienen en común el hecho de que deben llegar a la madurez sexual en condiciones físicas y genitales apropiadas para lograr alta eficiencia productiva. Si la ponedora dispone de una condición corporal óptima, podrá utilizar sus reservas corporales en los periodos críticos y lograr una curva de producción sin altibajos. La alimentación durante la cría y recría deberá pensarse para lograr tres objetivos: conformación de los distintos tejidos del organismo, acopio de reservas corporales, y preparación para un consumo adecuado. Dado que el peso corporal a la madurez sexual está en relación directa con el consumo, valores bajos tendrán un efecto negativo sobre la producción posterior, tanto en número como en tamaño de huevos. Pueden utilizarse varios tipos de alimentos en los programas de recría de pollitas (iniciador o starter -0 a 6 semanas; crecimiento -6 a 9 semanas-; desarrollo -9 a 15 semanas- y prepostura -16 a fotoestimulación-). El fundamento de estas divisiones depende de considerar algunos de estos factores: * Las necesidades de los animales: el desarrollo de los distintos órganos de una polla no se produce de forma simultánea sino que es progresiva y mantienen distintas proporciones a lo largo de la vida del animal. Por ende, las necesidades de crecimiento y mantenimiento van cambiando con la edad, de manera que deberemos ir adaptando las dietas con la edad para cubrir dichas necesidades. En teoría cuantos más alimentos diferentes hagamos más nos vamos a aproximar a las necesidades del animal. En la práctica se divide el período de recría en etapas de manera que facilite el manejo logístico de los piensos. Se pueden hacer tantas etapas como se quiera, pero se debe considerar el tamaño de los lotes, la capacidad de los silos de las granjas y de los camiones, y la complicación que supone en las fábricas el tener muchas fórmulas distintas. Los programas con dos o tres raciones dan lugar a que en algún momento no cubramos suficientemente las necesidades de los animales y en otros estemos por encima de las mismas, lo que supone un incremento de los costos. En ponedoras de huevos para consumo debe conseguirse que el desarrollo corporal sea el óptimo en todo momento, pero especialmente en la entrada en postura. Esto significa que debe tener un esqueleto bien conformado con depósitos grasos. Las ponedoras actuales de alta producción, llegan casi inevitablemente a un estado de balance energético negativo, que coincide con el pico de puesta. En función de la problemática planteada, se establecen tres fases en cuanto a los requerimientos nutricionales para este tipo de ave: * La primera fase (de 0-10 semanas), llamada "fase proteico dependiente", es de crecimiento rápido y en la que lo importante es lograr las bases para una adecuada conformación corporal. Por este motivo se pone especial énfasis en la calidad de proteína y en los micronutrientes. Durante este período crítico, se consolida el desarrollo los distintos sistemas y aparatos del organismo (digestivo, inmune, osteomuscular). * La segunda fase (10 a 16 semanas) se denomina "energético dependiente". En esta, la energía se halla relativamente elevada respecto al período anterior ya que los niveles de proteína descienden significativamente por el hecho de que en esta etapa, los tejidos y aparatos ya están constituidos. Ocurre lo mismo en relación con las dietas de postura, ya que en esta fase los porcentajes de proteína se vuelven a incrementar, manteniendo relativamente constante el total de la energía. El incremento del nivel energético de la dieta de una polla en recría debe garantizar que ésta logre acumular un depósito graso previo al fotoestímulo. Sin embargo su exceso puede ocasionar aves con acúmulos grasos excesivos o con una capacidad de ingesta disminuida con lo cual se compromete el consumo de alimento durante el período de producción. Para aumentar la capacidad del aparato digestivo, las dietas de recría tienen proporcionalmente un mayor porcentaje de fibra. En la tercera fase, que se inicia con el fotoestímulo y finaliza con la entrada en producción, la demanda de nutrientes supera a la fase de recría ya que el ave se halla en proceso de preparación para la puesta (el hígado duplica su tamaño por reservas de lípidos, el oviducto se desarrolla, se forma el hueso medular, etc.). La problemática de esta fase, que se extiende desde el fotoestímulo hasta el inicio de la producción, plantea una discusión de orden práctico que se trata mas abajo. La evolución del crecimiento a lo largo del ciclo de cría-recría, se presenta en el cuadro 1, en el cual se observa un crecimiento progresivo desde el inicio hasta la semana 15, a partir de la cual el ritmo disminuye ligeramente. Cuadro 1: Ganancia intersemanal sugerida para una línea comercial de color (Isa brown) Ganancias intersemanales linea Isa brown 0 20 40 60 80 100 120 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 Semanas G ra m o s Dieta de pre-puesta Como es sabido, el desencadenamiento de la puesta provoca en la ponedora un cambio radical en su metabolismo, ya que de forma repentina tiene que extraer 2 g de calcio diario de sus reservas. Los alimentos de prepuesta están destinados a preparar al ave para la producción, aumentando las reservas de calcio del hueso medular, que inevitablemente va a tener que utilizar. Para esto existen tres opciones que pueden emplearse en esta fase: * Utilizar una dieta con 1% de calcio hasta el 5% de puesta (en términos prácticos sería el equivalente a no utilizar dieta de prepuesta). A favor de esta práctica, están los que afirman que la ponedora se prepara para la fase de puesta aumentando su capacidad de retención de calcio, y de esta forma, el ave tendrá una eficacia superior en la utilización del calcio de la dieta. Sin embargo, las aves más pesadas o más precoces, llegarían a una puesta de 100% con una carencia relativa de calcio lo que provocaría un cese de la puesta de estas aves después de primeros huevos y aunque la producción reinicie rápidamente si se ajusta el nivel de calcio, las series de puesta serán mas cortas a lo largo de toda la vida productiva. * Uso de una ración de prepuesta con 2% de calcio. Es la solución normalmente empleada en la mayoría de los establecimientos. Asegura la reserva de calcio del hueso medular, aunque hay que tener cuidado de no utilizar este alimento cuando el lote supera el 1% de postura. * Introducción precoz del alimento de puesta (3,5- 4% de Ca). Sería la solución más efectiva para las aves más precoces. Sin embargo, alimentar ponedoras inmaduras con dietas de alto contenido en calcio puede ocasionar trastornos metabólicos (nefrosis). En las estirpes livianas un problema que se presenta en no pocas ocasiones, es el bajo consumo de la pollita al inicio de la puesta, que trae como consecuencia la baja en la producción al alcanzar el pico de puesta. Las gallinas más livianas y con menor consumo, estarán probablemente subalimentadas, por el contrario las de mayor peso, estarán sobrealimentadasa la misma edad. Además de lograr el peso promedio adecuado para la línea, se debe alimentar para obtener altos porcentajes de uniformidad en el momento de fotoestimular. En el cuadro 2 se observa el comportamiento productivo de dos lotes de pollas con diferentes porcentajes de uniformidad. Alimentación en fase de postura o producción Se debe tener presente que la tendencia a un balance energético negativo que presentan las ponedoras de huevos para consumo abarca toda su vida. Una vez iniciada la puesta las necesidades nutricionales de las ponedoras cambian radicalmente: va a continuar el crecimiento del animal, aunque de forma más lenta, y van a aumentar de forma rápida las necesidades para producción de huevo. De los 100 g. de alimento ingeridos diariamente por una pollita, más de la mitad van dirigidos a la formación del huevo (>50g. al día). En este momento es crítico cubrir adecuadamente las necesidades de manera que pueda aumentar el peso del huevo sin afectar al desarrollo de la pollita. Los factores más importantes a tener en cuenta en un programa de alimentación de ponedoras serán el nivel de energía, los aminoácidos esenciales y los niveles de minerales. Los principales cambios que se producen durante la etapa de producción (que son influidos por la genética, sistema de producción, presentación física del alimento balanceado, presencia de enfermedades, etc.) son: * Peso vivo: las necesidades de mantenimiento de la masa corporal son relativamente bajas al inicio de la producción y se elevan hacia el final. * Aumento de peso diario: las necesidades de nutrientes para el crecimiento corporal son mayores al inicio del ciclo de postura. * Masa diaria de huevo: este aspecto es más complejo ya que inciden dos factores, el número y el tamaño de los huevos. Ambos aumentan al principio del ciclo, se estabilizan durante cierto periodo y luego se reducen ligeramente hacia el último tercio de la postura. * Calidad de la cáscara: varía en función de la diferente capacidad de absorción de minerales que tiene el ave según su edad. En general y teniendo en cuenta las variaciones en los requerimientos de las aves producidas por la incidencia e interacción entre los factores arriba citados, podemos distinguir tres fases durante la puesta: Pico de puesta (Fase 1): desde el inicio de puesta hasta que el lote baja del 90 % (aproximadamente de 18 a 35 semanas). Durante este período se suman altas necesidades de producción (inicio de puesta) junto con las de crecimiento en un momento en el que la capacidad de consumo del ave está limitada. Algunos autores reducen este período solo hasta las 28 semanas, coincidiendo con el pico de puesta, pero las necesidades siguen aumentando por el incremento del tamaño de huevo. En cualquier caso, y en función de la producción y el consumo de cada lote, podremos hacer de este período dos fases: de 20 a 28 y de 28 a 38 semanas. Durante este período deberemos vigilar que el lote gane peso de acuerdo con el estándar sin merma de la curva de crecimiento. La utilización de alimentos altos en proteína y el estímulo del consumo será la mejor manera de incrementar el peso del huevo. Producción (Fase 2): de 35 a 55 semanas: durante este período la gallina ya ha finalizado su crecimiento y sobrepasado sus necesidades máximas de producción alcanzando el objetivo de tamaño de huevo deseado. A partir de aquí deberemos ajustar los niveles de nutrientes para mantener las producciones con costos bajos y no perjudicar la calidad de la cáscara ni la osificación del ave. Final de la puesta (Fase 3): a partir de las 55 semanas se deben ajustar los niveles de nutrientes a los de la producción de manera de no caer en excesos. El objetivo esta puesto en mantener la cantidad y la calidad de los huevos. Necesidades energéticas de la ponedora El nivel de energía utilizado en el programa de alimentación en ponedoras se deberá fijar de acuerdo con las condiciones de los lotes y el consumo previsto. Como norma general las gallinas necesitan ingerir 300 a 330 kcal. por día dependiendo de su peso (directamente proporcional debido a que aves mas pesadas tienen mayores necesidades de mantenimiento) y capacidad de regulación de temperatura del galpón (bajas o altas temperaturas modifican las necesidades energéticas). Se debe considerar que la presentación del alimento afecta al consumo. En ocasiones el nivel de energía se verá condicionado por el uso de grasas o aceites, especialmente si se buscan niveles altos para mejorar el tamaño del huevo. En cualquier caso el nivel de energía elegido (normalmente entre 2.700 y 2.800 kcal.) se mantendrá mientras que las condiciones de consumo de alimento no varíen y nos marcará el resto del programa de alimentación. Necesidades en proteínas y aminoácidos Las ponedoras tienen necesidades específicas de aminoácidos y no de proteínas para lograr máxima producción. De los aminoácidos esenciales para la postura se considera en primer lugar a la metionina, luego la lisina y los demás aminoácidos. Las necesidades de aminoácidos y proteínas decrecen a medida que avanza el ciclo de postura en función de los factores generales antes citados (peso vivo, masa de huevos, etc.). No obstante algunos autores recomiendan fijar un nivel medio de proteína (y aminoácidos) para todo el ciclo de postura debido a que las aves tienen una menor capacidad de asimilación de los aminoácidos a medida que envejecen. Necesidades de minerales * Calcio: sus requerimientos han ido elevándose con los avances genéticos (aumento de la masa de huevo – peso y número) por lo cual su nivel en las raciones de postura ha aumentado en forma casi constante. Se debe considerar que el grado de asimilación de los minerales varía en función de la edad de las aves (65% al inicio del ciclo y 45% al final). Es importante considerar la presentación física del suplemento de calcio que se agrega a la ración una parte del mismo debe ser de rápida asimilación (en forma de harina mezclado con el alimento balanceado) y otra en forma de escamas o partícula mas gruesa (que se retienen en el estomago y se disgregan en forma lenta durante varias horas). Las ponedoras actuales tienen enormes requerimientos de Ca. Sus necesidades pueden calcularse partiendo del contenido medio de la cáscara del huevo, de la masa del huevo puestos (número y tamaño de los mismos) y –como se dijo- del porcentaje de asimilación del mineral. Tomando en cuenta todos estos factores los requerimientos mínimos de calcio son: Fase 1 y 2: 3,15 g Fase 3: 3,7 - 4 g * Fósforo: una mínima cantidad del mismo es aconsejable para lograr una buena calcificación del esqueleto del ave, pero debe evitarse el exceso por razones económicas y ecológicas (contaminación del ambiente por las deyecciones). El nivel de agregado de este mineral desciende a medida que transcurre el ciclo de producción. Para el P los requerimientos son de 0,60 g diarios. Necesidades de otros nutrientes: Grasa: se la incrementa en 1 – 2 % en verano, manteniendo el mismo nivel de energía de la ración (menor calor endógeno de la grasas). Acido linoleico: su carencia produce huevos de menor tamaño, hígado graso y reducción de la puesta. Sus efectos son más marcado hacia el inicio de la postura y van decayendo durante el ciclo, por lo tanto se proponen los siguientes requerimientos mínimos de este nutriente: 1,5g/día (hasta las 36 semanas de producción); 1,3g (hasta las 53 semanas) y 1,2 g hasta el final del ciclo. Tema 2: Registros de producción En todo establecimiento comercial, se deben llevar registros mínimos de la producción para efectuar luego lo cálculos que permiten comprobar si se está trabajando con eficiencia y determinar las fallas de manera de efectuar los cambios necesarios en el momento preciso. Estos datos se asientan enplanillas de registros generalmente provistas por los fabricantes de alimentos balanceados o por los proveedores de pollitas BB. Existen diferentes modelos de acuerdo a las etapas de producción desarrolladas en el establecimiento. Planillas de Producción Encabezado Cuerpo Análisis de las planillas Luego de llenadas las planillas, se suman las columnas obteniendo datos que servirán para obtener los siguientes parámetros: 1. Porcentaje de mortalidad __Total de aves muertas x 100 Total de aves iniciadas El valor normal de este parámetro para la etapa de la cría/recría en lotes que hayan recibido un correcto manejo, y que sean de buen origen, no debe superar el 5%, mientras que para la etapa de postura, el porcentaje normal es de 0,25 a 0,8% mensual. 2.- Medidas de la postura a.- Porcentajes de huevos rotos: Total de huevos rotos ___________________________ x 100 Total de huevos producidos Normalmente, el valor en los primeros meses es de 0,9%, pero puede elevarse en los últimos meses de postura. b.- Cantidad de huevos: La postura puede estar referida a un lapso de tiempo variable (días, semanas, meses, años). Se puede obtener de distintas formas (con mayor o menor exactitud, de acuerdo al método empleado). # Promedio mensual de puesta: Se procede a comparar promedios de producción y el promedio de aves alojadas durante ese mes, lo que implica un margen de error variable debido a que no se tienen en cuenta las bajas desde el momento preciso del mes en que estas se produjeron. Promedio de huevos/día X= ___________________________ 100 Promedio de aves/ día El promedio de aves/día, se obtiene sumando el número de aves iniciadas más las aves que estén en producción el último día del mes y se divide por dos. El promedio de huevos/día, se obtiene dividiendo el total de huevos puestos en el mes por los días que haya tenido el mes. # Porcentaje de postura mensual Total de huevos al mes _____________________ . 100 Total de gallinas/día El total de huevos al mes se obtiene sumando las puestas diarias totales. El cálculo de gallina/día considera las bajas producidas durante el mes (por muerte o selección) desde el día en que se producen: para obtener este valor, se multiplica el número de aves iniciadas por los días del mes y a este numero se le restan las bajas, cuyo valor se obtiene multi- plicando el total diario de bajas por el número de días que restan para finalizar el mes desde que se produjo la baja. # Número de huevos/ave/mes Total de huevos al mes ________________ __ Promedio de aves/día Sumando el número de huevos/ave de los distintos meses, se obtiene la cantidad de huevos por año que producen las gallinas. 3.- Medidas del consumo de alimento # Consumo de alimento por día del lote Total de alimento consumido del mes ________________________________________ Número de días # Consumo de alimento por día por gallina Total de alimento consumido del mes __________________________________________ Número de gallinas/día 4.- Indice de conversión alimento/huevo Total de alimento consumido del mes __________________________________________ Número de docenas producidas/mes Es la cifra más importante ya que pone en evidencia la eficiencia del lote. Curva de postura Es un gráfico en el que se registran los porcentajes de postura en forma semanal, obtenidos de los datos registrados en las planillas de producción. El objetivo de las curvas es facilitar la interpretación de los datos que fueron registrados en un lote determinado. En la gráfica, se coloca en la abscisa los porcentajes de producción y en la ordenada las semanas a partir del momento en que se produce la madurez sexual. La primera semana de producción es considerada aquella en la cual el lote alcanza el 5 al 10% de producción, a partir de allí comienza la confección de la curva. Una curva normal presenta la siguiente evolución: a) Incremento rápido en la producción de huevos: la producción se incrementa rápidamente a partir de la madurez sexual hasta alcanzar el pico de producción en 4 semanas, intervalo que es variable y depende en gran medida del manejo de la recría. b) Pico de postura: es la parte más alta del gráfico y corresponde al porcentaje mayor de producción. Sobre este pico influye en gran medida la uniformidad del lote debido a que en el caso de un lote uniforme, la mayoría de las aves rompen postura juntas, lo cual lleva a que el incremento sea rápido y se alcancen los porcentajes más elevados. c) Descenso de la curva: en una curva normal, los porcentajes muestran un descenso igual cada semana posterior al pico, descendiendo a razón de 1 a 3% mensual hasta llegar al final del primer año de postura (50 -55 semanas de producción) con un porcentaje de alrededor de 70% de postura. Cada estirpe presenta una curva de producción típica considerada como patrón, que debe ser tenida en cuenta como objetivo a lograr por cada lote en particular. La primera fase de la gráfica, es la etapa más crítica en el ciclo de producción, se debe tener cuidado con los factores que pueden incidir negativamente en la vida del ave debido a que los huevos que se pierden en una ruptura en ascenso, no se recuperan más tarde: un pico de producción bajo no podrá ser compensado más tarde. El porcentaje perdido se mantiene hasta el final del ciclo por más que se corrijan los problemas que ocasionaron la ruptura, que puede obedecer a distintas causas: sanitarias, nutricionales, de manejo, ambientales, etc.
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