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EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS Y PEDAGOGÍA DE LA MEMORIA La apuesta por construir una ciudadanía comprometida con su historia reciente. Este trabajo de investigación expone dos conceptos base manejados por las instituciones que promueven la cultura democrática a nivel internacional: Pedagogía de la Memoria y Educación en Derechos Humanos. Esto con la finalidad de exponerlos a la Universidad del Norte, en especial al departamento de Ciencia política y Gobierno y Relaciones Internacionales, para que de este modo participen en una de las discusiones más relevantes en torno a la transformación de la educación en el siglo XXI. Anamaria Rojas Múnera Estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad del Norte. Pasantía e investigación en el Área de Educación del Parque por la Paz Villa Grimaldi, Santiago de Chile. Tabla de contenido 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 2 2. METODOLOGÍA ......................................................................................................... 2 2.1. Identificación de la problemática ........................................................................... 3 2.2. Antecedentes ............................................................................................................ 3 2.3. Justificación ............................................................................................................ 5 3. OBJETIVOS .................................................................................................................. 6 3.1. Objetivo de Desarrollo ............................................................................................ 6 3.1.1. Objetivo general ............................................................................................... 6 3.1.2. Objetivos específicos ........................................................................................ 6 3.1.3. Actividades ....................................................................................................... 6 4. MARCO REFERENCIA DEL PROYECTO ............................................................. 7 4.1. Marco teórico .......................................................................................................... 8 4.2. Marco conceptual .................................................................................................. 10 4.2.1. Marco general de la “memoria histórica” .................................................... 10 4.2.2. Memoria histórica en América Latina .......................................................... 11 4.2.3. Pedagogía de la memoria y Educación en Derechos Humanos: fortaleciendo las instituciones educativas ................................................................... 14 4.2.4. Relaciones internacionales y Educación en Derechos Humanos ............... 16 5. RECOLECCIÓN DE LA INFORMACION............................................................. 18 6. CRONOGRAMA ........................................................................................................ 18 7. DESARROLLO DEL PROYECTO .......................................................................... 18 7.1. Reflexiones a considerar. Los museos y lugares de memoria .............................. 19 7.2. La experiencia de un sitio de memoria, para un museo de arqueología ............ 21 8. CONCLUSIONES ....................................................................................................... 24 Bibliografía .......................................................................................................................... 26 1. INTRODUCCIÓN En América Latina el tema de la recuperación de la verdad tras la historia violenta reciente ha consolidado un movimiento en torno a la memoria histórica que busca visibilizar a las comunidades víctimas de violaciones a su integridad humana. Las manifestaciones artísticas, los trabajos de investigación e informes, el levantamiento de símbolos de recuerdo, la creación de museos de memoria, la conmemoración, entre otros, son las manifestaciones de la memoria que surgen desde distintos grupos de la sociedad. En Colombia el caso es distinto al de los países latinoamericanos que han sufrido transiciones y después, etapas de reconciliación. En este sentido, el país se halla en un escenario difícil, el del conflicto armado, y es en medio de éste que se están llevando a cabo iniciativas de recuperación de la verdad, de escucha a la memoria de las víctimas. La participación de la universidad colombiana en ellas, entonces, es fundamental. Este trabajo de investigación centra su carga teórica en dos conceptos con la finalidad de exponerlos a la Universidad del Norte, en especial al departamento de Ciencia política y Gobierno y Relaciones Internacionales, para incorporarlos a los debates internacionales recientes en torno al tema de la memoria histórica. En este sentido, se exponen las definiciones que permiten acercarse al tema de la memoria histórica en la academia: la Pedagogía de la Memoria y la Educación en Derechos Humanos. Debe aclararse que la motivación por desarrollar este tema surge en la experiencia de prácticas profesionales dentro del área de educación del Parque por la Paz Villa Grimaldi, sitio de memoria y promoción de Derechos Humanos en la ciudad de Santiago de Chile. Finalmente, la propuesta aquí descrita para empezar a liderar la movilización por la Educación en Derechos Humanos y Pedagogía de la Memoria desde la Universidad del Norte, se concreta en un punto fundamental: la vinculación del Museo Arqueológico de Pueblos Karib (Mapuka) como espacio de aprendizajes en el tema. Si bien éste proyecto no ahonda en las condiciones institucionales del Mapuka, los conceptos que aquí se plantean pueden guiar el diseño de actividades desarrolladas desde el museo. Actividades que consolidarían un nuevo tipo de acercamiento de la Universidad del Norte a las temáticas recientes de mayor relevancia en Colombia, aquellas que propenden por la superación del conflicto en el país y la consolidación de una ciudadanía responsable con su historia. 2. METODOLOGÍA 2.1. Identificación de la problemática La Universidad del Norte como espacio de enseñanza universitaria tiene dentro de su misión responder tanto a las demandas sociales de la región y del país como al progreso de la ciencia, a través de su fundamentación científica e investigativa. En su filosofía, tales demandas buscan ser respondidas también por medio de prácticas de responsabilidad social que otorguen soluciones académicas a problemas políticos, sociales, económicos y ambientales. (Universidad del Norte, 2012) Teniendo en cuenta lo anterior, surge la necesidad de involucrarla en las discusiones recientes sobre memoria histórica y Educación en Derechos Humanos (EDH) tal como se está realizando desde diferentes instituciones de educación formal e informal en la región de América Latina y en distintas partes del mundo. Es por ello que la presente investigación tiene como finalidad mostrar las reflexiones principales en torno a la Educación en Derechos Humanos (EDH) y la Pedagogía de la Memoria, para fundamentar su promoción desde distintos espacios de la universidad, como podría ser desde el Mapuka. 2.2. Antecedentes Con las experiencias de reconciliación tras de las dictaduras militares y guerras civiles en América Latina, el camino por desarrollar un campo de reflexión por la memoria y la educación en derechos humanos en la región empezó a forjarse. De hecho, la influencia del trabajo académico de Europa en Latinoamérica fue importante, pues éste sentó las bases sobre el estudio del rescate de la memoria individual y colectiva tras las guerras mundiales. (Rueda, 2013) En la arena internacional se destacan distintas experiencias de EDH desdesitios históricos y museos de memoria, ellas han construido propuestas para enseñar la historia basándose en una larga trayectoria y discusiones académicas. El Memorial de Buchenwald, el Memorial de la Casa de Conferencia de Wannsee en Alemania y la Casa de Ana Frank en Holanda son ejemplos de ello. (Villa Grimaldi, 2008) En el contexto latinoamericano, las experiencias no son acotadas. Un ejemplo primordial se halla en el caso chileno donde las consecuencias violentas de su pasado reciente dictatorial han sido objeto de trabajo de instituciones de educación informal, que se han alineado en la propuesta pedagógica de EDH. En este espacio se mencionarán dos ejemplos relevantes. Por un lado, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Éste fue inaugurado en el 2010 por la presidenta Michelle Bachelet como parte del proyecto Bicentenario, en respuesta a la necesidad de impulsar iniciativas de educación que dieran visibilidad a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar entre 1973 y 1990. Cuentan con un Centro de Documentación y una biblioteca digital que permite fundamentar su labor investigativa, además realizan actividades sobre DDHH como conciertos, ciclos de cine, entre otros. Por otro lado, mención especial tiene el trabajo del área educativa del Parque por la Paz Villa Grimaldi, lugar que actualmente realiza labores de promoción de los DDHH y que fue en la época de la dictadura un centro de detención, tortura y exterminio. Situado en la comuna de Peñalolén, por Villa Grimaldi pasaron aproximadamente 4500 personas. El lugar fue recuperado por iniciativa de la comunidad y abrió sus puertas en 1994 para ser gestionado por la Corporación. El museo de sitio Villa Grimaldi está inspirado en la experiencia del Museo del Holocausto, Jerusalén y Houston, Estados Unidos, de la Fundación Memoria Histórica y Social, del Museo de la Memoria en Rosario, Argentina, y en Recuperación de la Memoria sobreviviente, en El Salvador (Avendaño, 2005) Actualmente realiza una importante tarea en recuperación de la memoria, dándole vital importancia a los testimonios de los sobrevivientes que por allí pasaron y actualmente apoyan sus actividades. “El Área de Educación tiene como función principal desarrollar la política educativa de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, cuyo objetivo central es promover una cultura por la paz. Para ello, se ha implementado un “modelo pedagógico” de empleo exclusivo del Parque, que vincula la Pedagogía de la Memoria con la Educación en Derechos Humanos, en torno a cuatro ejes didácticos: vinculación pasado-presente, promoción de una cultura de los derechos humanos, desarrollo del pensamiento reflexivo y crítico, fomento de una memoria crítica.” (Parque por la Paz Villa Grimaldi) La metodología utilizada por el lugar se enmarca bajo los resultados del proyecto Educación de Derechos Humanos en sitio de memoria, que implementó un área de educación destinada a tales fines. Tal proyecto se constituye como referencia inicial para abordar un trabajo de memoria desde cualquier ámbito, teniendo en cuenta las diferencias contextuales y las características históricas del lugar, en tanto que fue el sitio donde sucedieron las violaciones a los DDHH entre los años 1973-1990. Los antecedentes se suman también al trabajo por la memoria realizado esta vez en Colombia por parte de distintas instituciones. En este documento investigativo se destacan iniciativas expuestas desde Reconciliación Colombia, provenientes de la sociedad civil y al Centro Nacional de Memoria Histórica. Éste último goza de vital importancia, en tanto que es un establecimiento público colombiano, creado como medida de satisfacción a partir de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448 de 2011). Su finalidad es desarrollar un archivo donde se condensen las violaciones a los Derechos Humanos que se han llevado a cabo en el país durante el conflicto armado (CNMH, 2012). Para ello, se encargó al Grupo de Memoria Histórica investigar y recopilar toda la documentación necesaria, junto a testimonios orales, para publicar informes sobre casos emblemáticos de violencia. Éstos gozan de calidad académica excepcional, profundidad y lenguaje conciso, que permite distinguirlos como fuentes necesarias para que la sociedad civil, las organizaciones sociales, de Derechos Humanos, víctimas y estudiantes, encuentren un apoyo para la mantención de la memoria. 2.3. Justificación La presente investigación tiene como finalidad mostrar las reflexiones principales en torno a la Educación en Derechos Humanos y la Pedagogía de la Memoria, que permitan involucrar posteriormente a la Universidad del Norte en tal movilización dentro del Caribe colombiano. El reconocimiento que la universidad ha merecido por ser líder en educación, investigación y ciencia dentro del caribe colombiano y del país en general le exige que esté presente en los debates actuales en Colombia alrededor de la memoria histórica, dirigidos especialmente por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Ellos tienen en cuenta no sólo el relato de la violencia como consecuencia del conflicto armado en el país, sino también las narrativas subalternas, las experiencias personales, las vivencias culturales de la comunidad afectada, y las dinámicas sociales que van más allá de la vivencia de un escenario armado. Esta apuesta por trabajar la memoria es relevante porque primero, le permitirá liderar la construcción de un estudiantado sensible frente a la historia reciente del país. Segundo, porque se robustecería institucionalmente en medio de las redes internacionales que se han generado en torno a la materia. Al ser una universidad que va a la vanguardia en las temáticas recientes tanto nacionales como internacionales, la apuesta le otorgaría un estatus significativo, más aún si vincula su museo Mapuka dentro de tal contexto. 3. OBJETIVOS 3.1. Objetivo de Desarrollo Dar inicio a una movilización en torno a la historia reciente de las comunidades del Caribe desde la Universidad del Norte, por medio de la Educación en Derechos Humanos y Pedagogía de la Memoria. 3.1.1. Objetivo general Exponer las reflexiones en torno a la memoria histórica y la Educación en Derechos Humanos, que manifiestan la necesidad de abordar el tema desde la academia en el caribe colombiano, específicamente, desde la Universidad del Norte. 3.1.2. Objetivos específicos Desarrollar un marco teórico inicial sobre la memoria histórica, la educación en derechos humanos y la pedagogía de la memoria, para impulsar la movilización por la temática desde el departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte. Sugerir una metodología alternativa de Educación en Derechos Humanos y Memoria al área educativa del Museo Arqueológico de Pueblos Karib (MAPUKA). Presentar a la comunidad académica la metodología del área de educación del Parque por la Paz Villa Grimaldi en Santiago de Chile, como experiencia de trabajo imprescindible en memoria histórica y promoción de derechos humanos. 3.1.3. Actividades Para elaborar el presente trabajo de investigación es necesario recurrir a una serie de actividades que se basan en la revisión de la documentación y en la observación del trabajo en lugares de promoción de DDHH y memoria histórica. En este sentido, todas las actividades que se plasman aquí y las que surgen en el camino de la construcción de esta propuesta, encuentran su inspiración en el objetivo principal: Exponer las reflexiones en torno a la memoria histórica y la Educación en Derechos Humanos, evidencia de la necesidad de abordar el tema desde la academia en el caribe colombiano, desde la Universidad del Norte. Seguidamente, se describen las actividades o etapas de la investigación, junto a los resultados. 3.1.3.1. Selección del tema: La primera etapaconsta de la selección del tema, será el análisis y observación del trabajo del área de educación de un sitio de memoria, en este caso, del Parque por la Paz Villa Grimaldi en Santiago de Chile. Según la experiencia en el lugar, se distinguirán los aspectos fundamentales que podrían replicarse en el contexto colombiano. 3.1.3.2.Revisión de fuentes En una segunda etapa se hará una revisión de fuentes del Centro de Documentación (CEDOC) de Villa Grimaldi, con el objetivo de ahondar sobre el trabajo en recuperación de la memoria y educación en Derechos Humanos. Así mismo, se consultará en las bases de datos de la Universidad del Norte. 3.1.3.3.Tratamiento de la información En esta tercera etapa, se identifica el trabajo de memoria histórica en Colombia para poderlas contrastar y luego, poder distinguirlas de las experiencias a nivel internacional. Del mismo modo, se identifican los avances en el país, principalmente desde los informes del Centro Nacional de Memoria Histórica y Reconciliación Colombia. Posteriormente, se analiza el rol de las instituciones educativas en la enseñanza de la memoria, en especial el de los museos y sitios de conciencia. Se dilucidan las razones por las cuales la Universidad del Norte podría erigirse como espacio de memoria. 3.1.3.4.Análisis e interpretación de documentación En esta etapa, tras el análisis de la documentación anteriormente mencionada, se busca desarrollar un marco teórico y conceptual para fundamentar lo que sería un trabajo por la memoria desde la universidad. 3.1.3.5.Presentación de resultados Los resultados que buscan lograrse, están enmarcados dentro de los objetivos específicos. En este sentido se trata de: Marco teórico inicial sobre la memoria histórica, la educación en derechos humanos y la pedagogía de la memoria, que impulse la movilización por la temática desde el departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte. Metodología alternativa de Educación en Derechos Humanos y Memoria al área educativa del Museo Arqueológico de Pueblos Karib (MAPUKA). Presentación a la comunidad académica la metodología del área de educación del Parque por la Paz Villa Grimaldi en Santiago de Chile, como experiencia de trabajo de la memoria histórica. 4. MARCO REFERENCIA DEL PROYECTO 4.1. Marco teórico Este proyecto de investigación se articula bajo dos ejes: la Pedagogía de la Memoria y la Educación en Derechos Humanos (EDH). Ambos deben ser abordados para poder implantar una metodología de promoción de los principios universales de derechos humanos, especialmente en medio de contextos difíciles como lo es el colombiano. Teniendo en cuenta las experiencias internacionales y nacionales que se han venido desarrollando en este campo, los dos ejes mencionados en el desarrollo de ésta propuesta constituyen el marco ideal bajo el cual debe emprenderse tal trabajo desde la universidad. El ejercicio permite apreciar que las actividades realizadas en torno a la apreciación del patrimonio cultural del Caribe desde espacios como el Mapuka, o de la universidad misma, pueden ampliar sus horizontes e impacto si se esboza la aplicación de una metodología alternativa, en este caso de la Pedagogía de la Memoria y la EDH. Sobre la Pedagogía de la Memoria se están desarrollando actualmente debates interesantes y aunque poco se ha escrito, muchos espacios de educación formal e informal han empezado a dialogar sobre ella. En primera instancia, desde un reconocimiento de la existencia de una “memoria histórica”, definida como acto de dotar de sentido al pasado, de reinterpretarlo partiendo del presente. (Yoledo, Veneros, & Magendzo, 2009) Dentro de las reflexiones en torno a la manera de enseñar esa historia, es destacable que la Pedagogía de la Memoria se basa en “(…) hacer del aprendizaje de la memoria un acontecimiento ético existencial, un acto de apertura hacia la historia de los otros/otras en sus penas y sufrimientos. Es disponerse a ser receptivos al devenir trascendente y real de los otros/otras, de sus vicisitudes, de sus valores, de sus inquietudes, de su historia cotidiana y humana. (…) la Pedagogía de la Memoria se carga de los valores de la justicia para los otros, de solidaridad con los otros, de responsabilidad con los otros, de acogida con los otros. Entonces, y solo entonces, podemos pensar que nunca más se cometerán las crueldades del pasado.” (Yoledo, Veneros, & Magendzo, 2009) Debe tenerse en cuenta que en el acto de recuperar la verdad y dar a conocer los hechos de violaciones a la integridad humana existen múltiples conflictos y tensiones. Con esto se hace referencia al miedo de abordar el tema por parte de la comunidad, a los intereses políticos envueltos que censuran las manifestaciones por la justicia o a la naturalización de la violencia en la sociedad que conlleva a inmovilizarla. Para superar tales obstáculos que se presentan cuando se enseñan las memorias no oficiales, surge entonces la necesidad de utilizar parámetros o herramientas universales que sean indiscutibles y permitan abordar el tema. En otras palabras, se trata de la utilización de una metodología innovadora que facilite el acercamiento al tema de la memoria y sirva de escudo frente a las tensiones. Con ello se está hablando de la Educación en Derechos Humanos (EDH). “Educar en derechos humanos en América Latina significa educar para el ejercicio de los derechos y, en muchas ocasiones, esto implica reescribir permanentemente la historia de los derechos humanos, a partir de la visión de los oprimidos, de los que nunca aprendieron a escribir, pero que fueron “alfabetizados en derechos humanos” por haber vivido en carne propia la violación de sus derechos y haber tomado conciencia de ésta práctica educativa para luchar contra la impunidad y por un estado de derecho” (Ramirez, 2010) Paralelo a los dos ejes anteriores, está investigación no desconoce la función del patrimonio cultural como recurso didáctico. (Alegría, 2003) Se menciona esto teniendo en cuenta que la propuesta aquí sostenida radica en proponer al espacio museal del Mapuka para la realización de talleres y actividades en torno a las narrativas de las comunidades que han sido víctimas de la violencia en el país. En este sentido, se distingue la misión del museo en tanto “espacio transdisciplinario del devenir histórico y cultural de la región a través de su cultura material y su legado en el presente” (Universidad del Norte, 2012). Este propósito no es ajeno ni distante de una Pedagogía de la Memoria y para que no lo parezca, es decir, para articularlo con los ejes, se consideran las recientes discusiones sobre nueva perspectiva del patrimonio y el uso social de éste (Alegría, 2003) A demás, las aproximaciones sobre una nueva museología crítica (Lorente, 2011). Por un lado, Alegría (2003) indica que la comunidad debe hacer “uso” del patrimonio, de manera que éste no se convierta en un lastre. Si no lo apropian o se identifican con él, éste no les va a pertenecer y no crearán identidad, propiciando que otros lo utilicen y lo manipulen a su favor En el caso de un museo arqueológico, su relación con la comunidad en la que se halla inmersa dependerá del nivel de apropiación de ésta. La propuesta de éste trabajo de investigación argumenta que si el vínculo va más allá de la participación en arqueología, es decir, en memoria y EDH, la experiencia puede ser enriquecedora para vincular a la institución educativa –la universidad- en las redes internacionales que se movilizan en torno a la memoria. Siguiendo la misma línea teórica que fundamenta la creación de un nuevo sentido social del museo, surge el tema de la museología crítica. Lorente (2011) afirma que actualmente se está propagando la denominación “museología crítica” para expresar la tendencia por parte de algunas instituciones museales de apostar por discursos cambiantesy por alimentar la reflexión dentro de la comunidad en la que están inmersos. El autor afirma también que los museos de antropología e historia tienen la delantera en implementación de discursos críticos. De acuerdo a lo anterior, la museología crítica como tendencia a revitalizar los museos implica que éstos “(…) han de convertirse en espacios para la «acción comunicativa», donde el visitante sea confrontado con los dilemas de la sociedad contemporánea a través de los ojos de la historia y la memoria crítica y desde una perspectiva ética. Los museos deben confrontar la controversia y hacerla explícita. En este sentido, los museos no deben contentarse con reducir su acción a la interactividad expresada en la propuesta de preguntas y respuestas usando medios tecnológicos.” (Navarro & Tsagaraki, 2009-2010) 4.2. Marco conceptual 4.2.1. Marco general de la “memoria histórica” Inicialmente, la realidad histórica que dejó el período de las dos guerras mundiales impulsó a que teóricos y académicos de las ciencias sociales y las humanidades empezaran a cuestionarse sobre nuevas maneras para contar los hechos degradantes. Antes, en el siglo XIX, el positivismo cientifista propiciaba que la manera de relatar la historia fuese a través de la documentación escrita, es decir, una manera “objetiva” donde se le restaba importancia a los relatos orales. Lo anterior propició que las narrativas de las comunidades subalternas o marginadas fuesen dejadas a un lado, mientras se legitimaban y construían discursos oficiales o nacionales que en últimas no representaban a la totalidad de la comunidad. (Rueda, 2013) Sin embargo, tal necesidad de transformar el modo de relatar lo acontecido tras las guerras mundiales –especialmente las situaciones de violación a los DDHH- llevó a que el campo de la sociología, la filosofía y la psicología lideraran los debates en torno a la “memoria”, a recordar las vivencias de las víctimas. (Rueda, 2013) Así, los períodos violentos y represivos vividos en Europa y paralelo a ello en América Latina, trajeron consigo una movilización por la recuperación y divulgación de la verdad de los hechos. Rueda (2013) expone en su investigación Memoria histórica razonada, a los autores que se han destacado en el debate sobre el tema. Siguiendo su documentación, se encuentra que el surgimiento del concepto de “Memoria Histórica” se vio antecedido principalmente por la necesidad de transformar las ciencias sociales y la Historia, dando un giro que dejara el exceso de positivismo. A partir de los años setenta, la tercera generación de la Escuela de los Annales realizó estudios sobre cultura y las maneras novedosas de hacer historia. Entre estos autores se destaca a Pierre Nora, Jaques Le Goff y Paul Ricoeur. Inicialmente, menciona Rueda (2013) que el debate en Europa se da con los trabajos de Henri Bergson y Maurice Halbwachs, quienes llevan al debate la noción de “memoria individual” y “memoria colectiva”. Halbwachs (1994) señala que “la memoria no hace revivir el pasado, sino que lo re-construye”, en este sentido: “la memoria es ante todo un acto presente y es colectiva porque exige la presencia de sujetos y de lo social como marco en el cual ella existe. Es una acción que acontece en el presente, pero que remite a acontecimientos y procesos del pasado, que, a su vez, cobran sentido en relación al futuro.” (Halbwachs, M.,1994, citado en Yoledo, Veneros, & Magendzo, 2009) Dentro de la misma lógica de abordar los temas de transmisión y tradición para discutir el positivismo, se resalta la obra de Marc Bloch, Theodor Adorno y Walter Benjamin. Así mismo, en Estados Unidos tras la segunda guerra mundial el tema de la oralidad es abordado por Allan Nevins y paralelamente, se desarrollan estudios sobre la historia de las clases subalternas en Inglaterra por parte de Eric Palmer y Eric Hobsbawm. 4.2.2. Memoria histórica en América Latina Éste concepto de memoria histórica es el que guía la investigación, en tanto que la apuesta se halla en que la Universidad del Norte se vincule en la red de instituciones que realizan actividades en torno a ella. Dentro del contexto latinoamericano en el que se encuentra la movilización por la memoria se llevó a cabo a partir de los años ochenta, posterior al período de dictaduras y guerras civiles que vivió la región. Los procesos de reconciliación vividos en Latinoamérica y el “boom” de la memoria, han hecho parte de un ejercicio ciudadano transcendental y radical, que les otorga a las víctimas de la violencia un protagonismo que históricamente no han tenido. En el caso de Colombia, tramitar el pasado de las víctimas constituye por otro lado, la respuesta a una necesidad política, también compartida por los países de América Latina que se han movilizado por “no olvidar” (Marín, 2010). Se habla entonces, continuando con la óptica de Marín, que la memoria surge como una necesidad de la sociedad civil en función del pasado violento reciente y de las graves violaciones a los Derechos Humanos que no se han tramitado adecuadamente. Una necesidad por impulsar a los grupos subalternos, a las víctimas, en cuestionar los discursos que se han legitimado desde las élites políticas, culturales o intelectuales sobre las causas verdaderas de la violencia. 4.2.2.1. Los ejercicios de Memoria en Colombia En el caso de Colombia, es preciso aclarar que esta movilización por el derecho a la verdad de las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos, tiene límites en el campo normativo y jurídico, como indica el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). En este sentido, la búsqueda de la justicia, verdad y reparación que moviliza las iniciativas de memoria, no se está dando en medio de un escenario de postconflicto o de transición hacia la paz, como sucedió en países como Argentina, Chile, Guatemala, Nicaragua, El Salvador. Sino que, se dan dentro del marco de las negociaciones que se han entablado entre el gobierno y los grupos paramilitares, y actualmente en medio de las negociaciones de paz con las FARC-EP. Dentro de ese escenario, han surgido ciertas normativas, como la “Ley de Justicia y Paz” del 2005 y la “Ley de Víctimas y Restitución de Tierras” del 2001. La primera de éstas ha sido ampliamente criticada (Campos, 2014) Si bien dictaminaba el marco de la desmovilización de los paramilitares y se llevaron a cabo varios procesos, actualmente las redes no fueron totalmente descompuestas. Por otra parte, los testimonios, que entregaban a través de “versiones libres”, no han sido suficientes para reparar moralmente a las víctimas, consolidando así, una persistencia del conflicto. Una ley pensada en función del victimario y no de la víctima. (Estripeaut-Bourjac, 2013). Por otro lado, la Ley de Víctimas se constituyó dentro del gobierno de Juan Manuel Santos, como un esfuerzo por devolverle a éstas el protagonismo, principalmente a los campesinos invisibilizados a través de la movilización de las instituciones del Estado en la reparación integral y garantías de no repetición. Sus principales críticas giran en torno a los criterios de selección de quiénes son víctimas y su temporalidad, (Martinez, 2013) sumada a la falta de protección sobre los reclamantes de tierras y sobre las debilidades del modelo económico de apertura a los TLC. El escenario pude leerse con escepticismo, según los autores (Martinez, 2013). Sin embargo, mientras la “verdad judicial” recorre un largo camino, la historia va siendo contada desde las localidades que buscan tantear un terreno de reconciliación. En palabras del director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez: “La memoria se afincó en Colombia no como una experiencia del posconflicto, sino como factor explícito de denuncia y afirmación de diferencias. Es una respuesta militante a la cotidianidad de la guerra y al silencio que se quiso imponer sobre muchas víctimas.” (Grupo de Memoria Histórica,2013) Dentro de las iniciativas de memoria promovidas desde las localidades en Colombia, se destaca el Museo Comunitario de San Jacinto y la Casa Balcón de Chibolo. Ambos se caracterizan por retomar sitios afectados por el conflicto, además de buscar reconstruir el tejido social y generar nuevas prácticas de solidaridad en espacios donde antes existió la violencia. Durante más 30 años el Museo Comunitario de San Jacinto, ubicado en los Montes de María del departamento de Córdoba, ha desarrollado una de estas respuestas de empoderamiento de la comunidad frente a la violencia. A partir de los años noventa y en los primeros seis años de la década del 2000, la violencia que azotó la zona causó cambios importantes en las dinámicas de ocupación de la zona, en especial, la masiva disminución de la población en las zonas rurales (Campuzano, 2013). Además, los desplazamientos y altas tasas de mortalidad incrementaron el miedo que debilitaría los vínculos culturales de la comunidad con su tierra. Con la finalidad de restaurar el tejido social, el Museo Comunitario busca realizar programas de largo plazo que impacten la comunidad. Entre el 2012 y 2013 implantaron el proyecto “Fortalecimiento del tejido social a partir de la puesta en valor del patrimonio cultural para mitigar las secuelas causadas del conflicto armado.” Su actividad fundamental fue lograr que el Museo Comunitario propiciara el reencuentro de la comunidad con las áreas rurales, acompañándoles en visitas a espacios arqueológicos de los Montes de María, antes azotados por la violencia. (Campuzano, 2013) Así, el territorio recobra vida narrando una historia patrimonial. A partir de esta iniciativa, el Museo Comunitario ha buscado consolidarse como un ente mediador para el encuentro con el patrimonio mueble e inmueble. Asimismo, busca generar memoria entre los jóvenes a través de la educación y disfrute, donde los habitantes participen de su cultura y confronten el miedo que marginalizó las zonas rurales desde finales de la década de los ochenta. Otro caso ejemplar se encuentra en el departamento del Magdalena, en el municipio de Chibolo. Los campesinos empezaron a llegar a esta zona a partir de los años setenta con la finalidad de trabajar la tierra de manera organizada, recuperar espacios improductivos, y luego, gestionar la adjudicación de tales terrenos. De manera progresiva, desde la década de los noventa en el municipio de Chibolo la presencia de los grupos armados acentuó la violencia en la zona. Como informa el portal de Reconciliación Colombia (2013), éstos obligaron a la población a desalojar sus tierras en plazos determinados bajo el rótulo “O se van o los quemo”, y con amenazas, extorsiones, desapariciones y hurtos, las dinámicas de desplazamiento en la región se incrementaron. Alrededor de 600 familias migraron hacia ciudades y lugares como Barranquilla, Cartagena, la Sierra Nevada de Santa Marta, Pivijay (Magdalena), Las Canoas (Magdalena). Un ejercicio emblemático de memoria lo constituye El Balcón, sitio que fue base de operaciones del exjefe paramilitar “Jorge 40”. Desde allí, éste dirigió ataques armados y asesinatos a campesinos y guerrilleros a partir de 1996 hasta el 2006, fecha en que se desmovilizó bajo el marco de la Ley de Justicia y Paz. (Reconciliación Colombia, 2013). Gradualmente, los lugartenientes que quedaron a cargo del lugar también fueron dejando las armas mientras la población de Chibolo empezaba a retornar en busca de sus territorios. Sólo hasta el 2013 la Unidad de Víctimas reconstruye El balcón en conjunto con los habitantes del lugar para consolidarlo como un sitio de memoria. “[La casa del Balcón] Hoy es una vistosa casa de aire colonial que en su segundo piso alberga fotografías de cuando la comunidad se reunía ahí en los noventa, algunas del día de su inauguración el año pasado, y varios dibujos en los que los niños pintaron La Pola de sus sueños. Para los pobladores documentar la violencia paramilitar no está dentro de sus intenciones. Ahora todos los fines de semana El Balcón es el recinto donde los campesinos resuelven problemáticas como la del pozo de agua que, en un gesto de maldad, Jorge 40 dejó inservible a su salida. Para estos, aunque la extradición del exjefe paramilitar en 2008 les garantiza que jamás regresará a La Pola, “O se van o se los quemo” siguen siendo las palabras que más los estremecen.” (Reconciliación Colombia, 2013) Si en el caso colombiano los avances son recientes, es necesario entonces distinguir otras experiencias donde se evidencie el trabajo de la memoria desde distintos tipos de instituciones. No obstante, antes de pasar a mostrar una experiencia particular, es fundamental distinguir la importancia de una didáctica de la memoria. En otras palabras, para hablar de enseñanza de la memoria no se debe saltar la propuesta educativa de la “Pedagogía de la Memoria”, y es ésta la que se considera como fundamental para emprender tal trabajo desde la Universidad del Norte o desde cualquier institución de educación formal o informal. 4.2.3. Pedagogía de la memoria y Educación en Derechos Humanos: fortaleciendo las instituciones educativas Para hablar de tal pedagogía, debe aclararse inicialmente que tratar el tema de la memoria es distinto a tratar el tema de la historia. En este sentido, la memoria apela a lo existencial, ésta no se relaciona “fríamente” con el pasado, sino que lo interpela, se discute, se interioriza, se cuestiona. Incita a mirar el dolor de las comunidades como una experiencia lejos de ser un dato. (Parque por la Paz Villa Grimaldi, 2008) Entonces, tal pedagogía de la memoria, aunque considerada como una propuesta que está en construcción “utiliza la memoria, particularmente de hechos traumáticos, para la enseñanza y la promoción de la paz y los derechos humanos.” En su texto, el autor cita la definición de Páges (2008) donde expresa que “Enseñar la memoria significa hablar del pasado, del presente y del futuro. La defensa de los valores de la paz y de la democracia nos pide establecer una relación más nítida entre el pasado y nuestro futuro. Nuestra preocupación es que a través de una lectura crítica de los acontecimientos de la Shoah, comprender mejor los peligros, los genocidios y los horrores actuales.” En el caso de la aplicación de ésta propuesta desde el ámbito de la educación informal, como es el caso de los museos, la Pedagogía de la Memoria es una herramienta educacional innovadora, pues no se limita a la visita al lugar y lo que los estudiantes aprenden allí. Al contrario, empieza a hablarse de ella cuando quienes participan reinterpretan, reelaboran, de- construyen y recrean el sentido de lo que se transmite. (Yoledo, Veneros, & Magendzo, 2009) En cuanto a los sitios de memoria como lo es el Parque por la Paz Villa Grimaldi, se busca dar visibilidad a los grupos subalternos, víctimas y marginados, cuya narrativa fue suprimida en algún momento por la legitimación de los discursos oficiales. En este sentido, la propuesta de tal pedagogía conlleva y pone especial atención a la enseñanza de un “Nunca Más” que lleve a no olvidar los hechos violentos, motor para que las sociedades que han vivido violaciones a los Derechos Humanos no revivan sus atropellos y desagravios. El texto Visita a un lugar de memoria. Guía para el trabajo en derechos humanos (2009) se exponen los principios para una didáctica de la memoria, que según los autores deben ser tenidos en cuenta al momento de realizar una visita a uno de éstos lugares. Estos son: 1. el principio de la reflexión en la memoria, que debe inducir a la formulación de preguntas, dudas y comentarios 2. el principio de la problematización en la memoria, en tanto que los lugares de memoria son espacios de tensiones debido a la prulalidad de memorias 3. principio de la instrospección en la memoria, lo que significa una puerta para reconocer las historias o narrativasmás cercanas e identificarse con ellas 4. el principio de la recurrencia en la memoria, es decir, que la visita al lugar es un espacio de acercamiento al aprendizaje que también debe ser reforzado en el acto educativo. 4.2.3.1. El caso del proyecto Educación en Derechos Humanos en Sitio de Memoria del Parque por la Paz Villa Grimaldi Este proyecto de Educación en Derechos Humanos inició en el 2008 con el objetivo de definir un uso didáctico y modelo pedagógico del parque por la Paz Villa Grimaldi. Con el financiamiento de la Embajada de los Paises Bajos, se buscó lograr la implementación de un área de Educación en Derechos Humanos, que permitiera a largo plazo el fortalecimiento de la dimensión ética de la Democracia Chilena. Las actividades principales que desarrollan enmarcan lo que es un trabajo por la memoria y desde la memoria, con la cooperación técnica de instituciones de educación formal, como la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales de la Escuela de Educación de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Se trató de consolidar las visitas guiadas temáticas, la creación del Centro de Documentación, crear vínculos con el mundo educativo a través del diseño de material, promover capacitación en temas de Memoria, entre otros. Si bien la enseñanza de la historia es compleja por las tensiones que genera, tal como sucede en el caso chileno y de Villa Grimaldi, se considera necesario abordarla desde ciertos parámetros que sirven como marco inicial en la Pedagogía de la Memoria. Por ello el proyecto del Parque por la Paz se enmarca bajo el eje de Educación en Derechos Humanos, porque como lo expone Ramírez (2007) sólo a través del análisis de mecanismos internacionales en DDHH se puede trabajar junto las tensiones que surgen en el tratamiento de la memoria. Todo lo anterior se acentúa más si se tiene en cuenta que la EDH surge en América Latina durante los años ochenta como acto de resistencia frente a la violencia de los regímenes dictatoriales y la situación de desigualdad de la región, relacionado así mismo con el “boom de la memoria”. Aunque existen obstáculos reales para implantar tal metodología educativa, los avances en el ámbito internacional son evidencias de su consolidación en marcha. 4.2.4. Relaciones internacionales y Educación en Derechos Humanos Los mecanismos internacionales en EDH hacen referencia a los esfuerzos y procesos aunados por distintos actores, públicos, desde la sociedad civil, educadores, Organizaciones No Gubernamentales (Ramirez, 2010). El producto de tales dinámicas también se evidencia en iniciativas que destacan acuerdos entre delegaciones de países que apuestan por la EDH. En este sentido, se habla de instrumentos internacionales que fundamentan tal movilización, como declaraciones, encuentros, reuniones, seminarios. De todos estos, se subraya la “Declaración mundial sobre la educación superior en el siglo XXI” (Unesco, 1998) donde en su primer artículo sobre “La misión de educar, formar y realizar investigaciones” reafirman la importancia de “constituir un espacio abierto para la formación superior que propicie el aprendizaje permanente, brindando una óptima gama de opciones y la posibilidad de entrar y salir fácilmente del sistema (…) y la consolidación en un marco de justicia de los derechos humanos, el desarrollo sostenible la democracia y la paz” (Unesco, 1998) Por otro lado, la Conferencia Regional sobre Educación en Derechos Humanos en América Latina y el Caribe, llevada a cabo en la ciudad de México en el 2001 y organizada por la UNESCO, junto a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) y el gobierno de México. En esta Conferencia se establece un marco novedoso para el trabajo en derechos humanos en América Latina, allí participaron por vez primera educadores de la región junto a organizaciones e instituciones internacionales, Estados, organizaciones no gubernamentales, cátedras Unesco de DDHH e instituciones académicas. Allí, se adoptan recomendaciones y se debate sobre la actualidad de la Educación en Derechos Humanos en América Latina y el Caribe, teniendo como producto la Declaración de México 2001, donde se plantea el programa de acción sobre EDH para la región y que sirve de guía para la institución que desee innovar desde esta transformación educacional. En la Declaración se lee que “Instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y centros académicos, deben diseñar y habilitar instrumentos y procesos de seguimiento nacional de las acciones de educación en derechos humanos que llevan a cabo los Estados. Asimismo, impulsar foros consultivos donde se puedan discutir y monitorear en el ámbito local las carencias y los avances de programas de educación en derechos humanos.” Paralelo a ello, se recomienda la creación de redes mixtas entre universidades, profesionales, ONG, gobiernos, entre otros, para tratar el tema de la EDH, con la finalidad de favorecer el flujo e intercambio de información sobre la materia. Así mismo, se destacan otros instrumentos que indican la responsabilidad de las instituciones, en este caso de la universidad respecto a los derechos humanos. La Declaración final de la Conferencia mundial sobre educación superior-2009 y la “Agenda de Guadalajara”: por un Espacio Iberoamericano del Conocimiento Socialmente Responsable” (2010) plantea como eje primero la dimensión social de la universidad. (Ramirez, 2010) 4.2.5.1 Coalición Internacional de Sitios de Conciencia En el campo de las redes internacionales que comprendan las instituciones que se dedican a la memoria, se encuentra la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia, constituida para compartir experiencias y oportunidades sobre el trabajo de los sitios que muestran la historia, así como promoción de valores democráticos y diálogo sobre cuestiones sociales. “Un sitio histórico tiene un poder único para inspirar la conciencia y la acción de la sociedad ya sea mediante la representación de un acontecimiento positivo o negativo, o a través de la preservación de un recurso cultural o natural. Al abrir nuevos diálogos sobre problemas contemporáneos desde una perspectiva histórica, los sitios pueden convertirse en un nuevo foro que ocupe un lugar central en la vida cívica y democrática.” (Coalición Internacional de Sitios de Conciencia) De la Coalición, la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi es miembro fundador, acompañada de diversas instituciones a nivel regional, donde Colombia está representada por el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y la Consejería en Proyectos. La Red Latinoamericana de Sitios de Memoria cuenta con la participación de más de 20 sitios en países como Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. (Coalición Internacional de Sitios de Conciencia) Si bien la coalición está conformada por instituciones que trabajan en sitios históricos donde se cometieron violaciones a los derechos humanos, también participan aquellas que trabajen por la memoria y tengan un trabajo de transmisión y promoción de la cultura democrática. 5. RECOLECCIÓN DE LA INFORMACION En este proyecto de investigación, la metodología llevada a cabo es la cualitativa. En este sentido, se recopila información de fuentes tanto primarias como secundarias. En el caso de las primarias, se habla de los documentos institucionales del Parque por la Paz Villa Grimaldi. En el caso de las secundarias, aquellos documentos escritos por académicos que trabajan el tema de la memoria y la Educación en Derechos Humanos, encontrados en el Centro de Documentación de Villa Grimaldi y en las bases de datos de la Universidad del Norte. 6. CRONOGRAMA Adjunto en el documento de Excel. 7. DESARROLLO DEL PROYECTO A continuación, los objetivos específicos de éste trabajo: Desarrollar unmarco teórico inicial sobre la memoria histórica, la educación en derechos humanos y la pedagogía de la memoria, para impulsar la movilización por la temática desde el departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte. Presentar a la comunidad académica la metodología del área de educación del Parque por la Paz Villa Grimaldi en Santiago de Chile, como experiencia de trabajo imprescindible en memoria histórica y promoción de derechos humanos Sugerir una metodología alternativa de Educación en Derechos Humanos y Memoria al área educativa del Museo Arqueológico de Pueblos Karib (MAPUKA). El segundo de ellos, (2) la presentación de la metodología del área de educación de Villa Grimaldi, se desarrolla con la finalidad de asumirla como ejemplo 1 para cumplir el tercero, el de (3) sugerir una línea de EDH y Memoria para el Mapuka. Los objetivos principales son, finalmente, la manera en que se llegará a cumplir el objetivo general: Exponer las reflexiones en torno a la memoria histórica y la Educación en Derechos Humanos, que manifiestan la necesidad de abordar el tema desde la academia en el caribe colombiano, específicamente, desde la Universidad del Norte. En esta sección del proyecto investigativo se va a aplicar lo expuesto sobre Pedagogía de la Memoria y EDH en el contexto de la Universidad del Norte, cuando se plantee la propuesta sobre trabajo de la memoria desde el MAPUKA. Para empezar a concretar la propuesta, es necesario examinar algunos conceptos sobre la función del museo y su relación con su diseño organizacional. Luego, identificar su concordancia con el trabajo de memoria histórica y finalmente, proponer de qué manera podría trabajarse. 7.1. Reflexiones a considerar. Los museos y lugares de memoria La definición de “museo” hace referencia a instituciones, establecimientos o lugares encargados y creados con la finalidad de seleccionar, presentar y estudiar testimonios materiales e inmateriales del individuo y del medio ambiente. El contenido de éstos ha variado a lo largo del tiempo, así como su misión, forma, administración y funciones. En su mayoría, dentro de un país la definición de museo es otorgada por textos legislativos o por organizaciones nacionales. No obstante, existe un concepto elemental que ha sido planteado en el 2007 por el Consejo Internacional de Museos (ICOM), “El museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público que adquiere, conserva, estudia, expone y 1 Teniendo en cuenta las diferencias contextuales. transmite el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y de su medio ambiente con fines de educación y deleite.” En cuanto al carácter de los museos universitarios éste se encuentra dado por la relación de investigación, docencia y divulgación, donde intercambian conocimientos investigadores y se entrelazan el público, los estudiantes y los docentes. Él espacio museal dentro de la universidad, se distingue entonces por ser una herramienta pedagógica para la localidad donde se halla. (Universidad del Norte, 2012) Desprendiéndose de allí, el Mapuka es una institución que debe su existencia a la Universidad del Norte y por ende ésta le provee los recursos necesarios para la consecución de su misión y visión. Su puesta en marcha responde a la tarea de la universidad en torno a la preservación de las colecciones arqueológicas que posee desde hace ya cuatro décadas. En este sentido, el Mapuka es entonces un museo arqueológico del Caribe donde se mezclan museo, arqueología, universidad y región. (Universidad del Norte, 2012) Para referirse al museo de arqueología como tal, Rojas Mora (2011) expone que éste nace como un museo universitario cuya finalidad es mostrar el largo y complejo pasado de la región caribe, desde el punto de vista de una institución académica privada. Ésta última, la Universidad del Norte, define como muestra su investigación por su compromiso académico y social con las comunidades del Caribe. Por ello, el museo se dirige a un público que no sólo es el universitario y que da cuenta de la diversidad social de la región. En cuanto a la colección albergada en el museo, es en su mayoría el resultado de la investigación del arqueólogo Carlos Angulo Valdés, así como del aporte de distintos académicos y de colecciones particulares que han sido donadas. La exhibición que se presenta está definida por el desarrollo tecnológico de las comunidades prehispánicas del caribe, exponiendo de modo paralelo su diversidad cultural y estructuras sociales. Todo lo anterior, dirigido al cumplimiento de su objetivo general: “realizar acciones para proteger, custodiar, conservar, restaurar, clasificar, investigar, exhibir, divulgar y educar sobre el patrimonio arqueológico de las comunidades que habitan o habitaron el Caribe colombiano.” (Universidad del Norte, 2012) Más allá de la definición de museo aportada por el ICOM que es utilizada en el diseño organizacional del Mapuka, se encuentran otras que han utilizado sus elementos y han añadido otros (Desvallées & Mairesse, 2010). Van Mensch (1992) define al museo como “una institución museal permanente que preserva colecciones de ‘documentos corpóreos’ y produce conocimiento a través de ellos” y Scharer (2007) lo define como “un lugar donde las cosas y los valores relacionados con ellas son salvaguardados y estudiados, como así también comunicados en tanto signos, a fin de interpretar hechos ausentes”. De éstas definiciones, se resalta en la de Van Mensch (1992) el hecho de que el museo “produce conocimiento” a través de sus colecciones, y en la de Scharer (2007) el hecho de que la salvaguardia y el estudio se da “a fin de interpretar hechos ausentes”. Además, para fundamentar la idea de una interpretación altamente significativa, traemos a colación la enunciación de Nora (1984) en cuanto que el museo también puede ser aprehendido como un “Lugar de memoria”. (Desvallées & Mairesse, 2010) 7.2. La experiencia de un sitio de memoria, para un museo de arqueología Estos aspectos invitan a reflexionar sobre una nueva ética que impulse la formulación de actividades que permitan ofrecer una experiencia de mayor profundidad dentro del Mapuka, relacionada con las temáticas recientes. Si se analizan tales conceptos ampliados, abrirle espacio al trabajo por la memoria y los DDHH no sería un trabajo desproporcionado ni incongruente. Al contrario, edificar dentro de un museo de arqueología espacios para reflexionar sobre memoria histórica –teniendo en cuenta sus definiciones- sería ampliar su campo de acción, más aún cuando el trabajo por la memoria no se limita al recuerdo de la violencia, lo que en principio podría parecer amenazante. Como esclarecer cuál es la función de un lugar de memoria es una tarea necesaria en el marco de la investigación, se procederá a puntualizarla, para empezar a hilar las ideas que permitan concretar una propuesta de actividad sobre memoria para el Mapuka. Un sitio de memoria, como se establece en “visita a un lugar de memoria” (Yoledo, Veneros, & Magendzo, 2009), ha sido definido por Pierre Nora (1992) como la unidad material o ideal sobre la cual el trabajo de los hombres o el tiempo, lo transforma un elemento simbólico de un grupo. En estos lugares, se guarda un momento específico de la historia con la finalidad de detener el tiempo, como si éste no se hubiera modificado por él. En este sentido, según el mismo autor (1984) se busca contener el trabajo del olvido, “materializar lo inmaterial para encerrarlo en un mínimo de signos”. En el contexto latinoamericano, el establecimiento de lugares de memoria se enmarca al pasado reciente violento, y está relacionado con los espacios físicos en los cuales ocurrieron prácticas represivas y violencia estatal en las dictaduras. De este modo, la intenciónes mantener el recuerdo. (Yoledo, Veneros, & Magendzo, 2009) También, se encuentra que “Los ex centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, son valorados como sitios de memoria así como los memoriales y museos destinados a enfrentar el pasado de una manera directa e inequívoca, debiendo todos ellos, cautelar el mensaje ético que anima su acción en el presente: la inadmisibilidad de violaciones a los derechos humanos sin importar sus circunstancias, y la convicción de que este compromiso ético contribuirá a cautelar la integridad de la sociedad toda. La labor desarrollada por memoriales y museos de memoria, trasciende la reparación a las víctimas. El conocimiento de los crímenes, sus características, magnitud y alcances, favorece el proceso de reflexión en torno a los derechos humanos y permite el inicio de conversaciones públicas y privadas de los ciudadanos en torno al tema.” (Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, 2012) Para empezar a trabajar el tema desde un museo de arqueología es necesario distinguir que las características fundamentales de los museos de memoria, por un lado, y museos de sitio por otro, determinan en gran parte las actividades del lugar y el impacto de éste en la sociedad donde se encuentra. Espacios como el Centro de Memoria Paz y Reconciliación ubicado en Bogotá D.C, han sido proyectos construidos con la idea de materializar el recuerdo de determinados hitos de la violencia en Colombia. Por otro lado, los “museos de sitio” como Parque por la Paz Villa Grimaldi tienen una condición particular, en tanto fue uno de los tantos lugares donde sucedieron las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura chilena. Como se mencionó en el marco conceptual, un trabajo similar se desarrolla en la Casa del Balcón de chibolo, en el Magdalena colombiano. Ésta diferencia determina tajantemente la situación del lugar, el fondo del contenido y la experiencia que se vivencia. En el caso de Villa Grimaldi el contenido de las actividades orienta mayormente sobre el testimonio y la condición de las víctimas que por allí pasaron, y el equipo educativo lo consolidó como recurso fundamental para el diseño de dinámicas que enriquezcan el trabajo por la memoria. Particularmente, es en éste aspecto donde surge la inspiración para realizar un guion alterno en el Mapuka: en las actividades que realiza Villa Grimaldi para llegar al público, especialmente, en las “visitas guiadas temáticas”. Las rutas pedagógicas se desarrollaron desde el 2009 por la necesidad de abordar temas contemporáneos que hicieran alusión a las prácticas relacionadas con los Derechos Humanos. De allí surgieron las temáticas de discriminación a la mujer, racial e ideológica. Los componentes de tales visitas guiadas son (Equipo de Educación, 2014): 1) “Trabajo previo en el aula: El objetivo de este momento es que el Docente explicite a su grupo curso el objetivo del trabajo a realizar, los logros y aprendizajes que espera de ello/as. Además, es el momento donde se debe trabajar en la apropiación por parte de los alumnos y alumnas de los conceptos claves de estereotipo, prejuicio y discriminación 2) Realización de la visita guiada. Esta visita consta de tres partes: 1. Un taller inicial que tiene como objetivo contextualizar en base a material de archivo o histórico a los jóvenes respecto de la temática a tratar. 2. La visita guiada incluye el recorrido por ciertos hitos del Parque más la lectura de testimonios de sobrevivientes del Cuartel Terranova. 3. Por último, un taller de cierre, como instancia de reflexión, que se gatilla a partir de material de apoyo vinculado al presente. 3) Trabajo posterior en el aula: Este momento es clave para movilizar los aprendizajes adquiridos a través de una actividad de evaluación como una creación individual o colectiva, que incluso puede servir de instrumento de evaluación. Duración: 2 horas cronológicas.” Es posible concebir a este mecanismo de visitas guiadas temáticas de Villa Grimaldi, como impulso para museos que se encuentran en contextos complejos y de conflicto, como es en el caso colombiano. Algunas de sus características básicas podrían ampliar el trabajo por la memoria que realizan instituciones nacionales y sumergir al museo de la universidad en un campo que cobra importancia dentro del país. En la actualidad, el Mapuka realiza una tarea importante dentro de la universidad, pues se ha consolidado como una institución que gestiona actividades culturales y académicas sobre las ciencias sociales y humanidades dentro de sus espacios. La exposición de arqueología del caribe se combina con talleres, conversatorios y días culturales donde el espacio de la “sala Mapuka” y la explanada reciben a la comunidad visitante. En ésta sala se llevaron a cabo eventos como el “Primer Salón de Artistas Jóvenes de Uninorte 2013”, y conferencias como la “Nueva Ley de Patrimonio Sumergido: Protección o Desprotección”. Además de ello, todos los primeros jueves de cada mes se realiza un encuentro en torno a alguna actividad relacionada con temáticas actuales y de interés para la universidad, organizada desde su área educativa con el apoyo de los mediadores –que son estudiantes mismos de la universidad-. Éste momento se llama “Mapukeando” y dentro del récord del año en que fue instalada, el 2014, se han llevado a cabo entre otras “Capoeira, cultura y deporte” (3 de abril), “Galapa y sus máscaras visitan la Universidad del Norte” (27 de febrero). La realización de tales actividades es una oportunidad, un marco, para que se aborde el tema concreto de la memoria en el Caribe. Respecto a èste tema, el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica “La tierra en disputa: Memorias del despojo y resistencias campesinas en la costa caribe 1960-2010” es un elemento especial, veraz y nutrido para documentarse sobre el pasado reciente de la región. “La multiplicidad de la memoria no resulta del azar, pues obedece a un orden en el universo de las experiencias: el protagonista por excelencia de una memoria sobre tierras, despojos y resistencias, es el campesinado, hombres y mujeres cuya identidad está – o estaba- anclada en su relación con la tierra. Algunos de ellos y ellas pertenecen a los pocos pueblos indígenas que todavía habitan la región: Emberá en el sur de Córdoba, y Zenúes en el resguardo de San Andrés de Sotavento. Parte del campesinado ha dejado de tener esa condición, pues al huir de sus tierras a causa de la violencia, ahora engrosan las filas de la población desplazada en las ciudades de la región. Por ello hombres desplazados, y sobre todo mujeres desplazadas se constituyen en otros actores en la construcción de esta memoria colectiva, en la cual la diferencia ocupa un lugar principal, pues no se pretende que ésta sea homogénea, sino al contrario, que abarque múltiples miradas, experiencias vividas, aspectos silenciados u olvidados. (…) De la misma manera, hombres y mujeres líderes y liderezas de organizaciones campesinas, productivas, ecológicas y de desplazados, han permitido el rescate de una impresionante historia organizativa de la región, cuya cúspide está representada, sin duda, por la ola de recuperaciones de tierra de los años setenta.” (Grupo de Memoria Histórica, 2010) Palabras del texto anterior brindan ideas que facilitan utilizar al museo como herramienta de pedagogía de la memoria en el Caribe, por ejemplo, la dependencia del campesinado actual con la tierra, la reducción de los pueblos indígenas que han habitado la zona por causa de la violencia o la historia organizativa de la región. En relación con el espacio museal, la existencia de un mapa del Caribe colombiano, realizado por estudiantes de la universidad es útil para la ubicación de los hitos en la geografía. Con lo anterior, no se busca solamente que se describan los acontecimientos. También, se quiere dar a conocer e incentivar a reflexionar sobre las huellas dela experiencia vivida por las comunidades que han habitado el Caribe –lo que es el objeto de la memoria- desde el testimonio de sus protagonistas y con el trabajo investigativo del museo. Éstas huellas son idóneas para debatir, constituyéndose como un aporte a las “políticas de la memoria” (Grupo de Memoria Histórica, 2010) Para que lo anterior entre en marcha es necesario el trabajo del área de educación del Mapuka en conjunto con grupos de investigación de la división de Humanidades y Ciencias Sociales, también de la división de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales y del Instituto de Estudios en Educación. Esto con la finalidad de construir un guion alterno que permita un recorrido por el museo esta vez enfocado, por ejemplo, en la situación de los campesinos en relación con su tierra. Los informes del Centro de Memoria Histórica y las distintas iniciativas de memoria que existen en la región pueden aportar para su construcción. 8. CONCLUSIONES La Universidad del Norte como institución de educación superior está enfocada en incrementar y promover la formación profesional de la sociedad del caribe colombiano, para dar respuesta a las problemáticas regionales. A través de la investigación y el análisis del contexto, se proyecta como un centro líder dentro del caribe colombiano. Dentro de sus valores institucionales, resaltar la responsabilidad social es evidencia de su compromiso con el avance de la región y del país. Generar impacto con sus prácticas y proyectos es entonces una tarea ineludible para la universidad, aún más considerando que el contexto social dentro del cual se halla inmersa ha sido eje de múltiples dinámicas sociales, en el marco de la historia reciente de conflicto armado. En este sentido, la puesta en público de una colección de arqueología del caribe es un espacio que se suma al éxito de las proyecciones de la universidad. Si bien ésta contaba con un laboratorio de arqueología, con la reciente creación del Mapuka se ha apostado por adentrarse en el contexto de los museos y de los debates que surgen sobre su función. La apuesta por la Pedagogía de la Memoria y la Educación en Derechos Humanos vista desde el espacio del museo de arqueología conlleva al fortalecimiento de la misión investigativa y analítica de la universidad, que por consiguiente también facilita la creación de contenidos educativos desde el Mapuka. Los “recorridos temáticos” donde se haría explicito el tema de la relación de los campesinos del caribe con la tierra, por ejemplo, son una significativa porción de la magnitud de la apuesta a la que se estaría adentrando la universidad. Con esto en cuenta, no sólo los recorridos temáticos hablarían de una memoria histórica de las comunidades del caribe, también el espacio “Mapukeando” podría ser el eje en el cual se realicen actividades, por pensar algunas, música del caribe o artesanías como muestras de resistencia al olvido. Narrar las historias reales de quienes han sido afectados por el conflicto en la región implica retos pero también oportunidades. Exige compromiso social, disciplina, objetividad, concientización y, todavía más importante, imaginación sobre cómo podría ser este trabajo. No ha sido en vano que en sociedades como la chilena la confrontación con el pasado reciente de la dictadura haya sido una tarea liderada por los sitios de memoria. Desde su propia condición, como lo ha sido la del Parque por la Paz Villa Grimaldi, han enseñado que la enseñanza de los Derechos Humanos y de la memoria del país es una semilla necesaria para las transformaciones sociales. El reto para Colombia finalmente es mayor, pero no imposible. Es entonces bajo el marco de la Universidad del Norte y de su museo donde tales prácticas serían impactantes, teniendo en cuenta el rigor científico y responsabilidad social que son la ética de ésta institución dentro del Caribe colombiano. Bibliografía Alegría, L. (2003). La ciudad de los pobres: patrimonio, identidad y educación. Revista Praxis N°3, 29-36. Avendaño, C. (29 de Agosto de 2005). Derechos Humanos en Chile: Villa Grimaldi, la memoria del infierno. Obtenido de Inter Press Service: http://www.ipsnoticias.net/2005/08/derechos-humanos-chile-villa-grimaldi-la- memoria-del-infierno Campos, L. (2014). La Casa del Balcón de Chibolo, recuperada para las víctimas. Obtenido de http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/150 Campuzano, J. (2013). El museo comunitario de San Jacinto, Bolívar, Colombia. Tejiendo pasado en la valoración del presente. 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