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Brake J T Ciencia y Arte del Manejo de Reproductoras Pesadas Departamento de Ciencia Aviar Facu doc

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Ciencia y Arte del Manejo de Reproductoras Pesadas
John T. Brake, Ph.D., PAS
Departamento de Ciencia Aviar
Facultad de Agricultura y Ciencia
Universidad del Estado de Carolina del Norte
Raleigh, NC 27695-7608 USA
Introducción
 Ha sido un principio aceptado por muchos años que el mejor modo de manejar las
reproductoras pesadas es alimentándolas de alguna manera que controle su peso
corporal. A menudo se ha considerado a la guía corporal provista por cada
compañía genética como la principal herramienta para lograr los niveles de
desempeño señalados en el manual de reproductoras pesadas. Los hechos
muestran que hay poca, si es que la hay, investigación científica controlada que
se emplee para desarrollar los varios niveles de peso corporal y los diferentes
niveles de peso corporal han variado muy poco ( aprox. 10%) de aquellos en uso
por más de 15 años. La mayoría de las recomendaciones se basaban en la
experiencia práctica. De igual manera, las recomendaciones nutricionales tampoco
son llamativamente diferentes de aquellas publicadas hace muchos años. Sin
embargo, hay una creciente masa de investigación científica que está
íntimamente alineada al arte práctico que provee alguna dirección basada en la
ciencia para el manejo y nutrición de reproductoras pesadas.
Alimentación Restringida de las Reproductoras Pesadas
Se ha considerado obligatoria y claramente beneficiosa a la alimentación
restringida de las reproductoras pesadas (Lee et al., 1971), ya que controla la
ganancia de peso corporal y evita la disfunción reproductiva asociada con la
obesidad. Los regímenes de restricción requerían controlar adecuadamente el
peso corporal para inducir hambre (Savoir el al., 1993) y un rápido consumo del
alimento (Kostal el al., 1992) pero ellos no constituyen inanición ya que hay un
aumento semanal en el peso corporal (Mauldin, 1992). Debido a la severidad de
la restricción, la distribución del alimento a menudo es efectuada sobre una base
de día alternado que permite que la cantidad de alimento aumente en el “día de
alimentación”, sin dar comida el “día salteado”. Así se logra una mejor distribución
del alimento a todas las aves. La alimentación diaria ha sido propuesta como una
mejor alternativa pero se ha logrado poco éxito práctico y no hay reducción en los
niveles de corticosterona en el plasma ( un indicador de estrés) comparado con
la alimentación de día alternado ( Bennet y Leeson, 1989). Una problable causa de
la falta de éxito con la alimentación diaria es el hecho que es 10% más eficiente
para lograr ganancia en el peso corporal. Así, las aves alimentadas diariamente
logran los mínimos pesos corporales esperados sugeridos sobre menor nutrición.
Como se verá posteriormente, esto podría crear deficiencias relativas a los
nutrientes que impactan negativamente en la salud y desempeño del ave.
 Es imposible tratar la nutrición de las reproductoras pesadas sin alguna referencia
a las dificultades de la distribución y restricción del alimento. El manejo del alimento
de reproductoras pesadas implica un número de mecanismos mecánicos
indispensables para evitar la obesidad inherente a estas aves. Algunos de estos
temas ya han sido considerados previamente (Brake, 1998) y los temas más
relevantes serán revisados en el presente. Durante el período de crianza hasta el
comienzo de la postura de huevos pueden usarse diferentes programas de
distribución del alimento. Estos están diagramados en la tabla 1 e incluyen
programas de distribución diaria (ED) y diferentes días alternos. El ED (programa
diario) no se recomienda para gallinas de menos de un año ya que es más eficiente
en alimento que los programas alternos. Esto puede llevar al logro del peso
corporal estándar sobre un consumo nutritivo acumulativo deficiente. La
uniformidad del peso corporal es levemente mejorada debido al mayor tiempo que
el alimento está disponible los días “de alimentación”. Al respecto, hay evidencia
que los programas 4/3 y 5/2 producen una uniformidad levemente mejor que los
programas con un día salteado, (SAD) pues hay más días de alimentación
consecutiva que alarga el tiempo de alimentación una o dos veces por semana y
permite que las aves más pequeñas tengan más tiempo para comer. También es
importante considerar que cambiar de un programa de alimentación alterna a otro
de alimentación diaria representa un incremento en la eficiencia del alimento que
puede ser seguida por un inesperado aumento del peso corporal tres semanas más
tarde. Este uso juicioso de los programas de distribución del alimento 5/2 o 6/1
desde la fotoestimulación hasta el comienzo de la postura de huevos puede ayudar
a evitar un aumento abrupto del peso corporal que podría tener un impacto
negativo sobre la reproducción. Sin embargo debe tenerse cuidado en evitar el
demorado comienzo de postura de huevos.
TABLA 1. Programas de distribución de alimentación de reproductoras
pesadas mostrados esquemáticamente para un período de 14 días.
Program M T W H F S S M T W T F S S
Daily (ED) * * * * * * * * * * * * * *
SAD * * * * * * *
2/1 * * * * * * * * * *
4/3 * * * * * * * *
5/2 * * * * * * * * * *
6/1 * * * * * * * * * * * *
Los días de alimentación se muestran con un (*). Los días a saltear en los
programas 4/3 y 5/2 se eligen a conveniencia y pueden moverse como sea
necesario siempre que no haya dos días consecutivos sin alimento.
Con cantidades de alimento y tiempo de consumo limitados, a menudo se ha
puesto el énfasis en proveer suficiente espacio de comederos para que todas las
aves coman al mismo tiempo. Se ha asumido que un espacio de comedero limitado
impactaría negativamente sobre la uniformidad del peso corporal y el siguiente
desempeño reproductivo, ya que las aves más grandes tendrían una ventaja sobre
las más pequeñas. Sin embargo, es difícil determinar cuál es el espacio óptimo
para los comederos. Una investigación reciente hecha en nuestros laboratorios
con hembras ( Franzoi- Siewerdt, 2000) no reveló cambios en la uniformidad del
peso corporal cuando se reducía el espacio de comederos de 4.06 pulgadas ( 10.3
cm) a 2.68 pulgadas (6.8 cm) por ave entre las 13 y 21 semanas de edad.
Obviamente la última distribución de espacio era más limitante, no permitiendo a
todas las aves comer al mismo tiempo, pero todas las aves fueron capaces de
obtener su alimento respectivo y mantener su posición de peso corporal relativo
dentro del grupo mayor. No hubo efecto sobre la uniformidad ya que el coeficiente
de variación de peso corporal a las 21 semanas de edad para el grupo de 6.8 cm
era 16.60% y 16.48% para el grupo de 10.3 cm. Mientras no hubo un efecto
medible en la uniformidad hubo una reducción en la producción de huevos de 9
huevos por gallina. Obviamente, hubo una diferencia en la uniformidad de ingesta
de nutrientes y el desarrollo sexual. No aparece haber un orden social entre las
aves hambrientas para impedir que las aves más pequeñas trepen sobre las más
grandes para alcanzar su alimento (Franzoi-Siewerdt, 2000). También es razonable
concluír que un espacio para comedero excesivo también sería perjudicial pues
habría insuficiente alimento para distribuir en forma pareja entre todos los
comederos y esto haría que algunas aves no recibirían su ración de alimento. Un
menor espacio de comederos obviamente contribuye a una mejor distribución del
alimento a una profundidad de alimento adecuada para el fácil consumo del mayor
número de aves. Una alternativa sería usar un mayor volumen de alimento de baja
densidad que proveería un volumen más alto para una mejor distribución.
El sistema de comedero, canaleta o plato, también tiene un cierto impacto. En
añosrecientes ha habido una tendencia hacia el uso de comederos platos para
reproductores en USA. Estando correctamente situados, los comederos plato
pueden proveer lugar adicional en cada galpón con respecto a comederos canaleta
y así permiten una mayor densidad de aves. Esto es económicamente atractivo
dado los costos corrientes de construcción. Bajo circunstancias prácticas, se ha
realizado buen desempeño de hembras con hasta 15 gallinas de menos de un año
por plato de 14 pulgadas (35.6 cm) de diámetro durante el período de crianza o
aproximadamente 4.5 pulgadas (11.5cm) de canaleta por gallina. Se necesita
lugar adicional para comedero para los machos más grandes y se necesita  9
machos por plato o aproximadamente 6 pulgadas (15.2cm) de canaleta. A menudo
se observa un mejor desempeño con mayor lugar para comederos. En Asia y
América Latina es común encontrar comederos de 15 cm. por ave (5.9 pulgadas).
Con los comederos plato también es importante no tener los platos muy próximos
unos a otros puesto que esto también reduce el espacio de comedero. De cualquier
modo, líneas de comedero más cortas (galpones más cortos) que distribuyen el
alimento muy rápidamente parecen estar asociados con un mejor desempeño.
La tendencia hacia comederos de tipo plato en el galpón de crianza no se extiende
al galpón de reproductoras donde aún prevalece el comedero canaleta para las
hembras. Una de las razones que este tipo de comedero aún sea más popular es
que son más convenientes para el uso de grillas de “exclusión de machos “o
“hembras solamente” situadas en estos comederos para permitir que las hembras
coman mientras se excluyen los machos con cabezas más grandes. En este
escenario, se alimenta a las hembras sobre tablillas de un galpón típico de 2/3
tablillas – 1/3 cama mientras los machos son alimentados desde comedero tipo
plato elevado situado en el área de cama. Puesto que los comederos canaleta son
situados sobre las tablillas y emiten un sonido diferente cuando se los opera, hay
necesidad de “entrenar” a las gallinas al nuevo comedero inmediatamente después
del paso del galpón de crianza al galpón de reproductora. Esto a menudo se hace
mediante el “ encierro” de las gallinas a la tablilla y a los machos sobre la cama por
unos pocos días después del alojamiento en la fotoestimulación. 
El espacio de piso requerido por las reproductoras pesadas durante el período de
crianza y de reproducción es a menudo una función de manejo de cama. Se
requiere una buena ventilación para secar las heces depositadas en la cama y un
buen control del consumo de agua, como para mantener condiciones de cama
aceptables. Con un buen manejo, las gallinas pueden ser criadas con apenas 1.25
ft2 por gallina (8.61 aves/m2) con resultados aceptables. Una distribución de 1.4 ft2
por gallina (7.69 aves/m2) se consideraría generosa en USA pero 3ft2 por gallina
(3.6 aves /m2) no sería raro en Asia y América Latina. Tablillas parciales sirven
como depósito para las heces durante el período de reproducción y brindan un
margen de seguridad para el manejo de la cama y la ventilación. En el galpón típico
de 2/3 tablillas- 1/3 cama, una densidad de 1.8ft2 por ave ( 6 aves /m2) es
probablemente lo mínimo que puede producir resultados aceptables. Comodidades
con toda cama ( sin tablillas) requieren un aumento en el espacio de piso de por lo
menos 2.4 ft2 por ave ( 4.5 aves /m2). En el último caso, a menudo se ha
informando un mejor desempeño reproductivo. Esto puede deberse al hecho de
que en un galpón típico de piso de 2/3 tablillas- 1/3 cama el espacio disponible de
comedero canaleta por gallina es solo de 4 ( 10.2 cm) a 4.25 ( 10.8 cm) pulgadas
por ave. Con el mismo equipo de comedero y menos aves en un galpón todo cama,
el espacio para comedero aumenta a aproximadamente 6 pulgadas ( 15.2 cm) por
ave. Esto sugiere el mínimo espacio de comedero por reproductora pesada
hembra adulta aproximarse a 6 pulgadas
 (15.2 cm) por ave con un comedero estilo canaleta.
Nutrición y Genética
A pesar de toda la discusión sobre la biología molecular y la biotecnología, la
genética aviar todavía se basa en la genética cuantitativa clásica. En esencia el
proceso de selección consiste en que los candidatos a ser reproductores son
alimentados con dietas nutricionalmente densas, con el fin de poder identificar a las
aves que tienen el mayor potencial para utilizar proteína cruda (CP) y energía
metabolizable (ME), que presentan rápido crecimiento, convirtiendo eficazmente el
alimento y obteniendo el mayor rendimiento de canal. Después de haberse
considerado otros factores como viabilidad, enfermedades metabólicas
(discondroplasia de la tibia, ascitis, etc), y reproducción, se seleccionan los “
mejores” candidatos para producir la próxima generación. La mayoría de las líneas
de broilers son seleccionadas en dietas de alta proteína y de alta energía. Sin
embargo, hay algunas excepciones importantes, donde programas locales utilizan
un alimento más típico de la región. Tales programas existen en China e India,
entre otros. 
 Un ejemplo de la relación entre genética y nutrición puede tomarse de
investigaciones recientes con codornices ( Lilburn el al., 1992). Hace varios años,
codornices japonesas elegidas al azar se pusieron en un programa de selección en
la Universidad del Estado de Ohio ideado para criar codornices de alto peso (HW).
Estas codornices se alimentaron a cabalidad con raciones de 28%PC durante 28
días y después las aves más grandes se seleccionaron y cruzaron para producir la
próxima generación. En pocos años se logró un aumento considerable en peso
corporal , pero se vió un obvio retraso en la madurez sexual ( inicio del período de
postura) que también se observó cuando las aves fueron criadas con las dietas
Linea Codorniz
M
adu
rez S
exu
al (D
ías)
Proteina de dieta (%)
recomendadas por el NRC que contenían 24% PC. Esto es similar a la situación de
broilers que se seleccionan en dietas nutricionalmente densas pero se crían hasta
la madurez sexual con raciones de menor calidad. Cuando las codornices HW y las
del tratamiento control seleccionadas al azar (RBC) son alimentadas con un rango
de raciones que difieren en 0% PC desde el nacimiento hasta la madurez sexual,
se hace evidente un principio nutritivo-genético. Las codornices RBC, cuando son
alimentadas con las dietas recomendadas por el NRC de 24% de PC desde el
nacimiento, maduraron sexualmente a los 42 días de edad aproximadamente.
Como contraste, las codornices HW mostraron retardo en la madurez sexual bajo la
misma dieta. Sin embargo, cuando las codornices fueron alimentadas con una dieta
de 30% PC, más parecida a la alimentación durante su proceso de selección
genealógico, el retraso en la madurez sexual fue notoriamente reducido ( Figura 1).
La madurez sexual de la codorniz RBC también puede ser demorada mediante una
dieta de 18% CP durante la crianza. Estos datos dan la fuerte sugerencia que la
declinación de la función reproductiva debido a la selección genética para rasgos
no reproductivos puede ser de alguna manera corregida nutricionalmente. Para
determinar cómo puede enfocarse de manera similar el trastorno reproductivo en
reproductoras pesadas, es necesario realizar un examen de recientes
observaciones de la investigación científica.
Figura 1. El efecto de la proteína cruda (% PC) de la dieta durante el levante en la
edad al inicio del período de postura de codornices seleccionadas para alto peso
corporal a los 28 días ( HW) y una población control seleccionada al azar (RBC).
( Adaptado de Lilburn et al., 1992).
MANEJO DE HEMBRAS
El concepto de nutrición acumulada mínima 
Durante los años recientes, nuestro laboratorio ha examinado la relación entre la
nutriciónacumulada durante el período de levante y el subsequente desempeño
reproductivo de la hembra. El período de levante se define como el tiempo desde la
colocación en el galpón a un día de edad hasta la edad de la fotoestimulación. En
la Tabla 2 se comparan cuatro grupos de 2400 reproductoras pesadas del mismo
linaje (Peak y Brake, 1994). La fotoestimulación fue a los 141 días de edad. La
tabla muestra el CP, ME, y peso corporal acumulado a los 140 días de edad, y
huevos por gallina alojada. Los grupos fueron alimentados con la misma dieta
durante la crianza pero el alimento fue distribuido de modo diferente cada semana
para lograr las diferencias. Aparentemente no había gran diferencia en el peso
corporal de las hembras, pero cuando las aves eran fotoestimuladas a menos de
22,000 kcal EM acumulada y 1200 g PC hubo una reducción en huevos por gallina
de 15. Esto sugiere que existe un consumo mínimo de nutrientes, independiente
del peso corporal, requerido para obtener niveles aceptables de producción de
huevos. Obviamente, otros factores también tienen influencia y se discutirán
después. 
Tabla 2. La relación entre el consumo cumulativo de nutrientes con la
fotoestimulación1 y la producción de huevos.
 Cumulativo @ 20 semanas Huevos por 
 _____________________________ gallina alojada
Grupo reproductor 2 ME CP Peso corporal 3 ( 25-64 sem.)
 @ 20 sem.
 ( kcal/ave) ( g/ave) (kg) (n)
BB1 25397 1397 2.06 159.8
BB2 22207 1221 1.86 164.6
BB3 20792 1144 1.98 149.4
BB4 18985 1044 1.87 149.7
1. La fotoestimulación fue a los 141 días de edad.
2. Cada parvada estudiada tenía 2400 aves.
3. Todas las aves fueron pesadas a los 140 días de edad.
( Adaptado de Peak y Brake, 1994)
Una reciente revisión de los datos de las reproductoras pesadas de la NCSU reveló
que en 1988 las hembras fueron criadas para tener un peso corporal 2.0 kg a los
140 días con un consumo acumulado 28,000 kcal EM. Datos comparativos de
1998 muestran que este peso corporal de 2.0 kg puede lograrse con tan sólo
20,000 kcal ME acumulada. Esta diferencia es probablemente debida al notable
progreso genético obtenido en la conversión alimentaria de broilers. Esto puede
significar que ahora estamos cerca de lo que puede ser el mínimo consumo
acumulado de nutrientes a 140 días. Esto puede explicar porqué la fotoestimulación
se ha ajustado de 126 días en 1983 a tan tarde como 154 días hoy. Con una mejor
conversión alimentaria puede tomar simplemente más tiempo para acumular la
nutrición necesaria para obtener una apropiada respuesta a la fotoestimulación. La
alternativa es permitir que el peso corporal aumente y/o cambie el perfil nutricional.
Interacción entre Nutrición, Temperatura y Fotoestimulación
La interacción entre clima, fotoestimulación y nutrición puede ser ilustrada
examinando la estacionalidad de reproducción de las reproductoras de broiler en
climas templados. Las diferencias en las llamadas “ en estación” y “ fuera de
estación” de las reproductoras se han atribuido históricamente a la longitud del día.
Sin embargo, la interacción entre la longitud del día y las diferencias estacionales
en temperatura y consumo de alimento proporcionan una explicación más
aceptable de la estacionalidad. Reproductoras en estación son generalmente aves
de mejor desempeño en clima templado. Estas aves nacen típicamente en períodos
calurosos del año cuando la longitud del día es mayor. Tanto la longitud del día
como la temperatura declinan durante el período de levante. Como las
reproductoras pesadas han sido típicamente alimentadas para lograr un peso
corporal estándar, la época fría al final del período de levante requiere más
alimento. Así, la nutrición acumulada es adecuada para reproductoras en estación
si la fotoestimulación no se realiza demasiado temprano. En contraste, las aves
fuera de estación nacen en la estación fría y el levante se lleva a cabo mientras la
longitud del día y la temperatura estan aumentando. Como las aves se acercan a
la edad de la fotoestimulación en las épocas más calurosas requieren menos
alimento para alcanzar el peso corporal estándar y por lo tanto tienen menor
nutrición acumulada al momento de la fotoestimulación. Esto causa un retraso del
inicio del período de postura. Muchos gerentes responden a esto con
fotoestimulación más temprana pero a menudo esto no corrige el problema.
Aumentar la meta de peso corporal se ha usado eficazmente a menudo como un
“tratamiento” para las aves fuera de estación porque esto aumenta en forma
selectiva la nutrición acumulada en la época más calurosa. Otro método efectivo
para corregir la demora en el inicio del período de postura en épocas calurosas ha
sido retardar la fotoestimulación hasta que se alcance la suficiente nutrición
acumulada. Con este último enfoque el peso corporal no será excesivo. Si la
tendencia actual hacia una mejorada eficiencia alimentaria continúa, las
reproductoras tendrán que ser fotoestimuladas más tarde y/o crecerán llegando a
un peso corporal ligeramente más alto para acumular suficiente nutrición para
responder apropiadamente a la fotoestimulación.
Consumo de proteína acumulada y fertilidad de la hembra
El hecho de que la nutrición de proteína acumulada al momento de la
fotoestimulación puede tener un efecto significativo en la fertilidad de las hembras
se ha definido claramente ( Walsh, 1996; Walsh y Brake, 1997, 1999). La hembra
contribuye a la fertilidad a través de la receptividad del cruzamiento y mediante el
almacenamiento de espermatozoides en glándulas especializadas para hospedar
espermatozoides en el oviducto. Evidentemente, la inadecuada nutrición de
proteína ( aminoácidos) precedente a la fotoestimulación , independiente del peso
corporal, lleva a una pobre persistencia de fertilidad. Esto se ha mostrado en una
serie de experimentos efectuados con múltiples linajes de reproductoras pesadas
durante un período de varios años. 
Estos datos se resumen a continuación en la Figura 2 que muestra la fertilidad
acumulada de las 28 a 64 semanas de edad junto con las últimas 8 semanas de
producción de 57 a 64 semanas de edad. El último es un buen indicador de la
Semanas
F
ertilid
ad
 (%
)
CP Hembra acumulativo (g) a los 140 días
persistencia de la fertilidad de la hembra porque todos los machos fueron
manejados de una manera similar durante todos los experimentos. La Figura 2 deja
en claro que hay un consumo mínimo de proteína acumulada de 1180 g de PC o
más por parte de las hembras en la fotoestimulación, independiente del peso
corporal. 
Figura 2. Gráfico que muestra datos que demuestran el efecto del
consumo acumulativo de CP previo a la fotoestimulación sobre una
fotoestimulación total así también como la fertilidad durante las últimas 8 semanas
del ciclo productivo (Adaptado de Walsh, 1996)
La Figura 3 muestra datos de otro experimento que demuestra claramente el efecto
adverso en la fertilidad para tener las pollonas consumiendo tan poco como 70 g o
menos de PC durante el levante. Esto también es equivalente a menos de 7 días
de diferencia enla edad para la fotoestimulación.
%
 F
ertilid
ad
Edad (Semanas)
Proteínas @ Fotoestimulación
Figura 3. Efecto en la fertilidad de la hembra por la fotoestimulación de 
 La pollona bajo dos diferentes consumos acumulativos de PC.
 Los pesos corporales fueron similares a las 20 semanas de 
 edad y el manejo después de la fotoestimulación fue idéntico.
 ( Adaptado de Walsh, 1996).
Los datos remarcados anteriormente no sugieren que el programa de levante para
alcanzar un peso corporal estándar llevado a cabo por la compañía de
reproductoras esté errado, pero sí sugieren que el alimento consumido durante el
levante debe incluir como mínimo aproximadamente 23,000 kcal EM y 1200 g PC
en la fotoestimulación. Los datos también sugieren que deben tomarse en
consideración la calidad de la proteína y la digestabilidad de los aminoácidos.
Puede requerirse más alimento para compensar la pobre calidad del alimento.
También debe seleccionarse cuidadosamente la edad de fotoestimulación teniendo
en cuenta factores climáticos y nutricionales. Una fotoestimulación muy temprana
puede a menudo reconocerse por un inicio de postura demorado o una condición
llamada “síndrome de caída de pluma”, típicamente caracterizada por gallinas
aparentemente normales que mudan una o más de sus plumas primarias medias
entre las 25 y 30 semanas de edad. Esto indica que la pollona no respondió a la
fotoestimulación con el aumento de producción de estrógeno que normalmente
causa que se interrumpa la muda. Otra indicación de fracaso de respuesta
adecuada son los aumentos semanales en la cantidad de postura más lentos que
lo usual.
Programas de distribución del alimento y Cantidades de alimento
No sólo la nutrición acumulada total es importante. La manera en la que ésta se
distribuye es importante también. Esto significa que nosotros debemos tomar en
consideración el programa de alimentación porque éste representa los medios para
distribuir la nutrición. La respuesta a los programas de nutrición es la principal
diferencia entre las llamadas hembras “estándar” y de “rendimiento”.
Un programa de alimentación correcto debe tener consistencia de semana a
semana, en proporción al peso corporal, y debe contribuir al “posicionamiento” de
las aves a las 15 semanas de edad. Lograr consistencia requiere disciplina. En
años anteriores era posible simplemente pesar muestras de aves cada semana y
ajustar la cantidad del alimento para arriba, abajo, o dejar que permaneciera
constante. Las reproductoras pesadas modernas no responden bien a este
enfoque. Esto se debe a que generalmente un aumento del alimento no tiene
mucho efecto en el peso corporal, incluso hasta tres semanas después. Los
aumentos en la alimentación deben ser examinados cada tres semanas en relación
al peso corporal.
Posicionamiento apropiado a las 15 semanas de edad significa tener la cantidad de
alimento semanal y el peso corporal lo suficientemente bajos para que puedan
darse aumentos de alimento consistentes a través del inicio del período de postura
sin preocuparse de que puedan ocurrir excesivas ganancias de peso o que los
consumos máximos de alimento sean demasiado grandes. Como regla general, la
cantidad de alimento diario durante la 15 semana de edad debería ser 16 lbs./100
( 72 gramos o 205 kcal ME). Durante la alimentación de las 15 a las 25 semanas
de edad es importante seleccionar el momento apropiado para la fotoestimulación.
Se sugiere que la real nutrición acumulativa a las 15 semanas sea calculada y que
después se tome en consideración la nutrición del programa de alimentación
proyectado para determinar la edad en la cual se alcanzará el mínimo consumo de
nutrientes acumulativo de PC y EM. Esta será la edad mínima en que puede ocurrir
la fotoestimulación. Generalmente se aconseja la fotoestimulación por lo menos
Cóncavo
Lineal
Convexo
A
lim
en
to (g/ave/d
ías)
Semana
una semana más tarde para asegurar una nutrición acumulativa suficiente en tantas
aves como sea posible. Probablemente es más importante un logro de nutrición
acumulada adecuado en todas las aves que lograr una buena uniformidad de peso
corporal.
Es un problema común para las parvadas el estar por encima del peso corporal
estándar en la última parte del período de levante y verse sometidas a cantidades
reducidas de aumento del alimento para controlar el peso corporal. Esto es llamado
programa de alimentación “convexo” tal como se muestra en la Figura 4. Tal
desproporcionado programa de alimentación “convexo” parece impactar
adversamente el desarrollo del oviducto ( Walsh y Brake, 1999) como se ve en la
Figura 5. Aparentemente el programa de alimentación convexa también tiene el
potencial de reducir la producción de huevos (Parvada BB1 en la Tabla 1 es un
ejemplo) y la fertilidad ( Walsh y Brake, 1999), aún cuando la nutrición acumulada
se calcule adecuada. Esta es la razón por la cual debe tenerse extremo cuidado en
evitar reducir los aumentos de alimento tardíos en los períodos de levante o pre-
postura.
Figura 4. Representación gráfica de los programas de alimentación cóncavo, lineal
y convexo para pollonas de reproductoras pesadas ( Adaptado de Walsh, 1996).
Programa de alimentación
Cóncavo Convexo
Programa de Alimentación
P
eso O
vid
u
cto (g/100g B
W
)
@
 24 S
em
an
a
Figura 5. El efecto de programa de alimentación cóncavo versus convexo, tal
como se muestra en Fig. 4, sobre el peso relativo del oviducto en el inicio de la
producción de huevos (Adaptado de Walsh, 1996).
 De manera recíproca, los aumentos de alimento que son excesivos próximos
al tiempo de maduración sexual han mostrado inducir disfunción reproductiva
caracterizada por modelos de ovulación anormales incluyendo jerarquías foliculares
dobles (Yu et al., 1992) además de la esperada obesidad. Lilburn et al., ( !990 ab)
informó una baja en la incidencia de huevos de doble yema aumentando la proteína
en la dieta durante el levante. También parece haber un nexo entre aumentos de
alimento excesivamente rápidos y peritonitis y el síndrome de muerte súbita en
hembras reproductoras pesadas tipo de “rendimiento”. Además, la alimentación en
exceso de los requisitos diarios de modo que el peso corporal se torne excesivo
durante el período de postura de huevos ha sido asociada con un reducido
almacenamiento de espermatozoides en la hembra (Mc Daniel et al., 1981). Mc
Daniel et al., 1981 recomendaron una reducción gradual en la distribución del
alimento con una mayor edad de la gallina después que se logra la producción de
huevos pico como la mejor manera de controlar el peso corporal de la hembra y
mantener la fertilidad de la hembra. Obviamente, las hembras reproductoras
pesadas deben recibir una distribución de alimento y nutrientes a lo largo de toda
su vida si deseamos que tengan una óptima performance.
 Dado que se necesita una alimentación precisa de las hembras de “rendimiento”
para evitar problemas de sobre-alimentación, pero suministrando suficientes
nutrientes para un buen desempeño reproductivo, surge una pregunta obvia.
Cuánto alimento adicional ( energía metabolizable) se necesita realmente durante
el período de pre-reproducción para un desempeño reproductivo? Esto puede
calcularse desde los pesos de órganos importantes y tejidos que se desarrollan
durante la madurez sexual. Podemos estimar la ganancia de peso asociada con
cada órgano clave o tejido durante la madurez sexual de la siguiente manera:
 Ovario 60 g
 Oviducto 60 g
 Hígado 30 g
 Grasa 30 g
 180 g 454 g/lbs= 0.396 lbs. o0.40 lbs de peso corporal.
 Si asumimos que el peso corporal a las 21 semanas es 4.6 lbs ( 2.09 kgs), la
ganancia de peso semanal normal es de 0.20 lbs ( 91 gramos), el aumento de
alimento normal semanal es 4.5 gramos, y la fotoestimulaición es a las 21 semanas
( 147 días) de edad, entonces el peso corporal sin desarrollo reproductivo será de
5.4 lbs ( 2.45 kg) a las 25 semanas. Si agregamos las 0.40 lbs ( 182 gramos) que
se necesitan para un mínimo desarrollo reproductivo, como se calculó previamente,
entonces tenemos 5.80 lbs ( 2.63 kg) a las 25 semanas. Es generalmente
reconocido que el peso corporal debería acercarse a 6.20 lbs (2.81 kg) a las 25
semandas de edad. La última es una ganancia corporal de 0.80 lbs ( 363 gramos)
sobre la ganancia semanal de peso normal. Por lo tanto, la ganancia mínima
reproductiva acumulativa desde las 21 a las 25 semanas de edad debería ser 0.40
lbs ( 182 gramos) y la máxima sería de 0.80 lbs ( 363 gramos) sobre lo normal
0.20 lbs ( 91 gramos) por semana. El alimento adicional requerido para cada
aumento de peso corporal puede calcularse de la siguiente manera: 
 0.40 lbs. x 454 = 182 gramos x 3.1 kcal ME/ g ganancia 2.9 kcal ME/g 
 (1320 kcal ME/lbs) alimento=194 gramos (0.427 lbs.) de alimento. 
 Esto es similar a lo que dará un solo aumento 2.52 lba. / 100 (11.45 
 Gramos) de alimento en alojamiento seguido por 1.0 lbs /100 (4.5 
 Gramos) por semana para alcanzar 5.8 lbs ( 2.63 kg) de peso corpo-
 Ral a las 25 semanas de edad.
 0.80 lbs. x 454=363 gramosx3.1 kcal ME/ganancia g  2.9 kcal ME/g
 (1320 kcal ME/lbs) alimento=388 gramos( 0.855 lbs) de alimento. Esto 
 es similar a lo que logrará un solo aumento de alimento en el galpón 
 de 4.04 lbs/100 (18.36 g) seguido por 1.0 lbs/100 ( 4.5 g) por semana
 para alcanzar 6.2 lbs (2.81 kg) de peso corporal a las 25 semanas de
 edad.
Estos cálculos se muestran en la siguiente tabla:
Semana Peso corporal Peso corporal+ganancia normal 
De edad + ganancia + ganancia reproducitiva
 Mínima Máxima
 (g) (lbs) (g) (lbs) (g) (lbs)
20 1998 4.4 1998 4.4 1998 4.4
21 2089 4.6 2089 4.6 2089 4.6 
22 2180 4.8 2225 4.9 2270 5.0
23 2271 5.0 2362 5.2 2452 5.4
24 2362 5.2 2498 5.5 2634 5.8
25 2453 5.4 2635 5.8 2816 6.2
Ganancia total
21-25 semanas 346 g ( 0.8 lbs) 546 g(1.2 lbs) 727 g (1.6 lbs)
 - 364 - 364
Ganancia reproductiva/g 182 363
Kcal requerido/ g ganancia x 3.1 x 3.1
Total kcal requerido, kcal 564.2 1125.3
Kcal/g alimento  2.9  2.9
Alimento total requerido, g 194.6 388.0
Número de días a inicio postura 2.8  2.8
Alimento extra requerido x día,g 6.95 13.86
Aumento alimento normal,g + 4.50 + 4.50
Aumento total alimento a 21 semanas 11.45 g(2.52 lbs) 18.36 g(4.0 lbs)
 La Figura 9 nuestra un aumento del alimento para hembras en la fotoestimulación
como resultado de machos y hembras creciendo intermezcladas y luego
separándolas en el galpón.
 Sin embargo, sin importar si los aumentos de alimento requeridos para el
desarrollo reproductivo se dan en un gran aumento o incrementando durante 2 o 3
semanas, deberían obtener una respuesta similar. Es muy importante que éste
aumento no sea demasiado grande. Si damos demasiado alimento muy rápido,
podemos simplemente aumentar el peso corporal, principalmente carne de
pechuga, y causar problemas reproductivos como peritonitis. Puede ser por esto
que aumenta excesivamente la pechuga relativa a la grasa cuando se aumenta
demasiado rápidamente la alimentación en las hembras de tipo de “rendimiento”.
Estas aves con pechuga excesiva relativa a la grasa exhiben un reducido apetito,
una susceptibilidad mayor al estrés por calor, escasa producción pico de huevos, y
pobre postura posteriormente. Un enfoque convencional de alimentación ambos
antes y después de la fotoestimulación sería aconsejable con hembras de tipo de
rendimiento hasta que uno se familiarice con la cepa de reproductora pesada en
particular en la situación específica. Es mejor que las gallinas entren tarde en
producción a que exhiban una alta mortalidad y producción de huevo pobre. Estos
problemas no son comunes con una gallina reproductora pesada tipo estándar.
De manera similar a la necesidad de modular los grandes aumentos en el
consumo de alimento, las dietas deberían formularse para minimizar cambios
abruptos en la composición que crearán situaciones similares a los cambios
abruptos en la alimentación. Se recomienda una dieta simple ME para todas las
dietas para ayudar a los gerentes de producción a mantener aumentos de alimento
consistentes. De igual manera, los reproductores pesados modernos pueden
responder robustamente a los cambios abruptos en la proteína con un inesperado
incremento en el peso corporal. Debe considerarse una transición suave entre
dietas cuando se comienza la crianza y las dietas pre-reproductoras durante la
formulación de la alimentación. Se sugiere que los niveles de lisina totales sean
5% de proteína cruda y metionina + cistina sea 0.60-0.63% de la dieta para la
mayoría de los alimentos. Es probable que las hembras tipo de “rendimiento” se
desempeñen mejor con un alimento para reproductor más bajo en proteína que
pueda ser éxitosamente alimentado a una hembra estándar. Debería ser suficiente
para apoyar la producción de huevos una dieta de 16%CP con  0.80-0.82% total
lisina, sin producir excesiva carne de pechuga. Un nivel de proteína levemente
menor debería ser suficiente para dietas de crianza. Se sugiere una ración de
lisina de 1.30 en combinación con bicarbonato de sodio para climas calurosos
para mejorar el estrés por calor. También es importante tener suficientes micro-
nutrientes en la alimentación de crianza y reproducción. Las hembras deben tener
estos nutrientes para tratar efectivamente con el estrés de la alimentación
restringida durante la crianza y ser capaces de transferir suficientes nutrientes al
embrión a través del saco de la yema durante la reproducción.
Temas de Salud de las hembras relacionados a la alimentación
También es importante que a ciertos linajes de hembras reproductoras pesadas no
se les ofrezca la ración de reproductores alta en calcio hasta el inicio del período de
postura. Se ha encontrado que el consumo excesivo de calcio antes del inicio del
período de postura induce peritonitis (E. Coli), el síndrome de muerte súbita y
tétano. Esto lleva a una alta mortalidad y a la reducción de la producción de
huevos. Observacionesa campo muestran una mejora medible en la producción de
huevos de hembras reproductoras pesadas positivas ALV-J cuando son
alimentadas con un programa de alimentación cóncavo más que convexo ( Figura
4) desde las 15 a 25 semanas de edad. Tal programa cónvavo también mejora la
persistencia de la producción de huevos, siempre que el aumento de alimento no
sea excesivamente rápido y resulte en carne de pechuga excesivo (Walsh, 1996). A
menudo se ven picoteo de las plumas y nerviosismo entre las pollonas de tipo “de
rendimiento” y los gallos jóvenes. La experiencia práctica enseña que el uso de un
nivel de sodio de 0.25% ayudará a controlar estos problemas. Es importante evitar
el uso excesivo del consumo de cloro y se sugiere un límite de 0.35% como
económicamente práctico. Pueden usarse niveles de cloro tan bajos como 0.20%.
MANEJO DE MACHOS
El Período de comienzo
 Los principios básicos de manejo para reproductores machos de broilers son en
muchas maneras similares a aquellos de las hembras, pero existen diferencias
específicas en los programas de nutrición y alimentación que reflejan las
diferencias entre broilers machos y hembras. Los machos son seleccionados más
específicamente por la conversión alimentaria que las hembras. Esto significa que
ellos consumen alimento más lentamente que las hembras durante las primeras
cuatro o cinco semanas después del nacimiento. Esto es seguido por un rápido
aumento en el consumo de alimentos que es acompañado por una aumentada
tasa de ganancia de peso corporal que puede causar que el macho sobrepase el
estándar de peso corporal entre las 5 a 7 semanas de edad. Esto lleva a una
alimentación errática que no tiene la requerida consistencia de aumentos
semanales. Esto a menudo está acompañado por una disminución en proteína
cuando se cambia los machos de alimentación de comienzo a una de crecimiento.
Se sugiere que se use un programa de alimentación controlada desde el
nacimiento para obtener pesos corporales consistentes entre las diferentes
parvadas a las 6 semanas de edad. La experiencia práctica ha mostrado que es
difícil lograr pesos corporales consistentes en machos a las cuatro semanas de
edad debido a la gran variación en consumo de alimentos observada entre las
parvadas, galpones y estaciones. Desarrollar un programa de alimentación que dé
una base consistente de nutrientes acumulativos a las seis semanas de edad
creará un buen punto de inicio para las parvadas sucesivas.
Criando machos
 Los machos pueden criarse separados de las hembras o junto a las hembras
después de un período de iniciación para permitir al macho superar la desventaja
inicial de consumo de alimento. El momento óptimo para mezclar los machos con
las hembras ha sido investigado (Peak et al., 1998). Los machos fueron
alimentados a ración completa (18% proteína) hasta ser mezclados con las
hembras a las 2, 4,6 y 8 semanas de edad. Las hembras recibieron 18% de PC en
la dieta durante una semana, seguido de 15% de PC hasta la fotoestimulación. Los
consumos de alimentos de los diferentes programas de alimentación de machos y
hembras se muestran en la Figura 6. Los machos y las hembras eran pesados
cada dos semanas, y en la Figura 7 sólo se muestra los pesos de los machos. Los
pesos de las hembras fueron virtualmente idénticos en todos los tratamientos de
machos y no se muestran. Los pesos de los machos reflejan una respuesta
dosificada a los incrementos de la cantidad de alimento otorgado previo a
mezclarlos con las hembras, pero este efecto disminuye con la edad. Esto se debe
a que las hembras compiten muy bien con los machos independientemente de su
peso corporal cuando el tiempo de alimentación es reducido, como en el caso del
período de crianza. Esto se refleja en el hecho de que el peso de las hembras no
fue afectado por el tratamiento a que fueron sometidos los machos. Ello significa
que si los machos van a recibir nutrientes extras con respecto a las hembras, debe
permitírseles crecer significativamente más que las hembras antes de ser
mezclados con las hembras. La subsiguiente fertilidad se ve en la Figura 8. Estas
cifras de fertilidad son relativamente bajas debido a que los machos y las hembras
fueron alimentados juntos después de las 21 semanas de edad, para exagerar el
efecto acumulativo de nutrición durante la crianza. Sin embargo, algunos de los
corrales con los machos mezclados 8 semanas mostraron fertilidad en exceso de
90% a las 64 semanas de edad sin ningún control del peso corporal. Nótese que la
fertilidad comienza a declinar cuando la distribución de alimento a la hembra
comienza a reducirse a las 30 a 32 semanas de edad. El mezclar los machos a
edades más tardías (6 a 8 semanas) los hace más resistentes a la reducción de
alimento, porque alcanzan a llegar a la madurez sexual con una mayor reserva
nutricional. Una estimación conservadora de consumo de nutriente por los machos
a las 21 semanas de edad (fotoestimulación) basada en el consumo planeado de
machos y hembras se muestra en la Tabla 3. El consumo real de alimento de los
machos mezclados con hembras a las 6 semanas de edad (como en el ejemplo)
puede estimarse de los pesos corporales tomados de todas las aves cada dos
semanas usando las fórmulas de Combs (1968). Los resultados se proyectan en la
Figura 9. Los pesos corporales de los machos indican claramente que ellos deben
estar consumiendo más que las hembras. Nosotros estimamos que los machos
Hembra
2 Semanas Macho
4 Semanas Macho
6 Semanas Macho
8 Semanas Macho
consumieron aproximadamente 15% del consumo de alimento de las hembras
cuando se mezclaron a las 6 semanas de edad. Esto daría un consumo
acumulativo ME de aproximadamente 34,000 kcal. Es digno de destacar que estas
hembras consumieron alimento desde las 14 semanas hasta la fotoestimulación
(Figura 9) en una proporción de aumento semanal considerablemente menos que
lo planeado y tuvieron un aumento abrupto de consumo de alimento en la
fotoestimulación para apoyar el desarrollo reproductivo. Esto es similar a la
cantidad de aumento de alimento requerido calculada previamente en la Página 11
en este texto. Las hembras “de rendimiento” en el experimento mostrado en las
Figuras 6 a 9 y la Tabla 3 pusieron muy bien y no desarrollaron excesiva carne de
pechuga. Hembras criadas con el mismo programa de alimentación sin mezclarse
con los machos pusieron aproximadamente 40 huevos por gallina menos. Eran de
pechugas pesadas y poseían una pequeña cantidad de grasa. Esto sugiere que la
cantidad de aumento de consumo de alimento desde las 15 semanas de edad
hasta la fotoestimulación es crítica para el control de la conformación del cuerpo.
Dependiendo de la formulación de la dieta, alojamiento y clima, los aumentos de
consumo de alimento desde las 15 semanas de edad hasta la fotoestimulación
deberían estar en los 4-5 (0.88-1.10 lbs).
Figura 6. Consumo de alimento de machos criados separados hasta las 2, 4,6
 Y 8 semanas de edad y el de las hembras con quienes fueron 
A
lim
en
to
 / 
D
ía
 (
g)
Seman
a
2 Semanas Macho
4 Semanas Macho
6 Semanas Macho
8 Semanas Macho
Edad (Semanas)
M
ach
o B
W
 (g)
2 Semanas Macho
4 Semanas Macho
6 Semanas Macho
8 Semanas Macho
Edad (Semanas)
F
ertilid
ad
 (%
)
 Mezclados a esas edades (Adaptado de Peak et al., 1998).
Figura 7. Peso corporal de los machos mezclados con hembras a las 2,4,6
 Y 8 semanas de edad y alimentados con las hembras desde ese
 Momento (Adaptado de Peak et al., 1998).
Figura 8. Fertilidad de los machos mezclados con hembras a las 2,4,6 y 8
 Semanas de edad y alimentados con las hembras desde ese
 Momento ( Adaptado de Peak et al., 1998).TABLA 3. Consumo mínimo de nutrientes acumulados para machos 
 Iniciados en forma separada y luego mezclados con hembras
A
lim
en
to (g/ave/d
ía)
Edad (Semanas)
Prog. de Macho
Prog. de Hembra
Macho calculado
Hembra calculado
 A las 2,4,6 y 8 semanas de edad.
 Edad del macho Nutrientes acumulados Peso corporal Fertilidad
 Al mezclarlo a las 21 semanas del macho acumulativa
 21 sem 31 sem 60 sem 
 ME CP
 
 Semana ( kcal/ave) ( CP/ave) kg %
 2 23750 1245 2.77 4.64 5.68 66.9
 4 25125 1345 3.11 4.75 5.72 68.5
 6 27350 1500 3.21 4.77 5.95 76.6
 8 30225 1690 3.66 4.95 5.95 85.2
 
( Adaptado de Peak et al., 1998).
Figura 9. Alimentación calculada y programada de machos y hembras 
 Mezclados a las 6 semanas de edad se ve en Figuras 6 a 8.
 La alimentación programada fue la cantidad de alimento real
 Dado y el calculado se basó en cálculos del peso corporal real
 De los machos y hembras basados en Combs, 1968.
 Los machos también pueden ser criados separadamente de las hembras a
través del período de crianza. Debe prestarse cuidado al programa de alimentación
como ha sido demostrado por observaciones a campo señaladas a continuación.
Ha habido mucha discusión sobre los pesos corporales óptimos para machos a las
4 y 20 semanas de edad. La Tabla 4 muestra la relación entre el peso corporal y el
pico de incubabilidad de una compañía comercial que experimentó un problema de
fertilidad. La Tabla 4 muestra una pequeña relación entre el peso corporal e
incubabilidad, pero un resumen gráfico de los varios programas de alimentación,
independientemente del peso corporal, usado para criar estos machos reveló una
clara relación entre el programa de alimentación y el pico de incubabilidad (Figura
10). Un examen detallado de todos los datos disponibles sugiere un mínimo
requerido de consumo de nutriente acumulativo desde día de edad hasta la
fotoestimulación de 1600 g CP y 32,000 kcal ME por macho y un programa de
alimentación específico.
TABLA 4. Relación entre peso corporal del macho a las 4 y 20 semanas 
 De edad y pico de incubabilidad1
 Peso corporal
 A las 4 semanas
 Pico de
 nacimiento 
 Peso corporal
 A las 20 semanas
 Pico de
 nacimiento
 g % g %
 400-499 85.9 < 2600 85.3
 500-599 86.7 2600-2700 86.2
 600-699 85.0 2700-2800 84.7
 700-799 86.3 2800-2900 86.2
 800-899 85.1 2900-3000 88.4
 900-1000 89.7 > 3000 87.4
Basado en más de 150,000 aves en 19 lotes.
A
lim
en
to (g/d
ía)
Edad (Semanas)
90% Incubación
85% Incubación
80% Incubación
Figura 10. Representación gráfica de programas de alimentación para
 Machos mostrados en la Tabla 4 que claramente muestra una 
 Relación entre los programas de alimentación y incubabilidad
 Pico que no pudo verse cuando se examinaba sólo peso cor-
 Poral.
Se realizó en nuestros laboratorios una examinación detallada de todos los datos
pertenecientes a la alimentación de los machos de reproductoras pesadas y
resultante fertilidad, con el subsiguiente desarrollo de un modelo matemático
( Peak, 1996). El modelo reveló que los machos, relativo a su potencial genético,
son a menudo insuficientemente alimentados en un intento de controlar el peso
corporal para lograr estándares recomendados de reproductoras. Estos estándares
de peso corporal parecen ser irreales en ciertas edades. Nuestros datos sugieren
un consumo mínimo de nutriente acumulativo requerido desde día de edad hasta la
fotoestimulación de 1600 g de proteína cruda y 32,000 kcal de energía
metabolizable por macho y un programa de alimentación específico. Además, la
expectativa de vida de los machos también parece ser mejorada con un programa
de alimentación cóncavo inmediatamente antes de la madurez sexual.
Alimentación de machos durante el período de crianza
El mayor ímpetu para programas de sexo separado durante el período de crianza
era la observación que una pobre fertilidad estaba asociada con un sobre peso en
los machos (Mc Daniel y Wilson, 1986; Duncan et al., 1990; Fontana et al., 1990;
Maudlin, 1992) y la alimentación separada era vista como necesaria para controlar
el peso corporal de los machos. Sin embargo, se sabe que los machos alimentados
cercano a ad libitum muestran excelente producción de espermatozoides (Parker y
Arscott, 1964; Sexton et al., 1989). Esto sugiere que una distribución de alimento
controlada más que una restricción severa se requiere. Es probable que la
restricción severa de alimento haya causado problemas de fertilidad debido a una
actividad de apareamiento reducida como resultado de las deficiencias calóricas.
Esto puede ayudar a explicar las observaciones de Hocking (1990b) y Brake et al.,
(1993) que la alimentación separada no siempre resulta en una fertilidad
consistentemente mejorada. Hicimos un estudio para examinar esta inconsistencia.
Encontramos que una baja en fertilidad coincidía con una baja en la alimentación
de la hembra y un aumento en el peso corporal del macho en situaciones donde los
machos eran alimentados con las hembras. De la misma manera, una disminución
en la asignación de alimento del macho seguida de un aumento en el peso corporal
coincide con una caída en la fertilidad. Luego, nuevamente aumentó la fertilidad
cuando la alimentación fue aumentada en los machos alimentados por separado. El
peso corporal de los machos era mejor controlado y la fertilidad mejorada cuando la
distribución del alimento del macho era aumentada más que disminuida.
Como para alimentar a los sexos por separado se requiere un medio para
físicamente separar los machos de las hembras. El advenimiento de grillas de
exclusión del macho brindó ese mecanismo. Sin embargo, las aberturas de las
grillas de tamaños impropios no van a excluir sólo a los machos de cabeza más
grande como se intenta pero también a las hembras más viejas ( final de la
postura). Se ha informado de cabezas hinchadas en las hembras como resultado
( Hocking, 1990 a). Esto puede impactar negativamente en la producción de
huevos. Las grillas de exclusión fueron inicialmente basadas en el principio que el
ancho de la cabeza del macho era mayor que aquel de la hembra. Como los ojos
están situados a los lados de la cabeza aviar, se pensó que los machos evitarían el
comedero. En realidad, los machos a menudo aprenden a vencer estos aparatos.
Además se ha encontrado que algunas hembras tienen cabeza más ancha que los
machos. Esto ha llevado a la instalación de barras horizontales a las barras
típicamente verticales sobre las grillas para aprovechar la obviamente cabeza más
larga del macho. Para exagerar esta diferencia, los machos también son dejados
undubbed o sólo parcialmente dubbed. Ningún tipo de dubbing puede causar
problemas ya que la parte posterior de la grancresta puede enredarse fácilmente
con las grillas del comedero. Una abertura de grilla de 1 13/16 pulgadas (4.6 cm) de
ancho x 2 pulgadas de alto (5.72 cm) ofrece una excelente exclusión y parece
satisfactoria bajo condiciones comerciales y de investigación ( J. Brake,
observaciones personales). También ha habido interés en “ Noz-Bonz” plásticos
( Nye, 1994) que son insertados a través de los orificios o ventanas de la nariz
cerca de la edad de madurez sexual y también exagera el ancho de la cabeza del
macho. Sin embargo, un número de machos ( 10%) aún puede aprender a vencer
la combinación de este aparato y las grillas de exclusión ( Wilson, 1995). La
combinación de “ Noz-Bonz” con un dubbing parcial puede ser exitosa pero también
requiere bebederos nipple o bebederos campana grandes de tamaño de pavo para
los machos ya que tales machos no pueden beber de bebederos campana de
tamaño para pollos. Más aún, muchas reproductoras pesadas están siendo
manejadas exitosamente sin el uso de “Noz-Bonz”.
Para evitar que las hembras se coman el alimento de los machos, los comederos
de machos son típicamente elevados de modo que sólo los machos más altos
pueden acceder al alimento. Sin embargo, las hembras pueden saltar fácilmente y
comer del comedero del macho durante las últimas etapas del ciclo de postura
( Brake et al., 1993). Se ha diseñado una grilla de exclusión de la hembra que sólo
permite que el macho de cuello largo pueda abordar el alimento ( Brake et al.,
1993). Este aparato ha sido reportado como reductor de la mortalidad de los
machos.
Otro estudio interesante de nuestro laboratorio es resumido en la Tabla 5 donde
grupos de machos en piso ( sin hembras) fueron alimentados con distintas
cantidades de alimentos desde las 25 a las 48 semanas de edad. Como se ve en la
Tabla 5, los machos que consumieron la mayor alimentación tuvieron los pesos
corporales más bajos. Esto es consistente con otros datos donde el aumento de
alimento en realidad hizo un mejor trabajo en controlar el peso corporal que el que
hizo la disminución del alimento. 
Tabla 5. El efecto del consumo de energía diario desde las 25 a 48 
 Semanas de edad sobre el peso corporal del reproductor 
 Pesado macho a las 48 semanas de edad.
 Consumo de energía metabolizable diaria (kcal) desde las 25 a
 48 semanas de edad
 ________________________________________________________
 314 333 356 371
Peso 5.20 4.87 4.43 4.31
 Corporal (kg)
 ¿Cuál puede ser la explicación para semejante paradoja? Como ejemplo, un
macho típico en las 30 semanas de edad pesará 4.00 kg(8.8 lbs). El requisito
diario de mantenimiento a las 21 C (70F) es 306 kcal mientras que un macho de
4.45 kg (9.8lbs) a las  45 semanas de edad sería 329 kcal. A no ser que haya
habido un aumento en el alimento proporcional con la ganancia de peso corporal el
macho de 4.45 kg tendría que exhibir crecimiento negativo (perder peso corporal)
ya que movilizó reservas corporales para compensar la deficiencia de energía. Esto
continuaría hasta que se agoten las reservas de energía de los machos más
grandes. Para este entonces, decaería la actividad de apareamiento a medida que
decrecen los niveles de testosterona. El macho entonces ganaría peso debido a la
inactividad. Esto podría llevar a concluír que los machos no cesan el apareamiento
debido a que ganan peso corporal. Los machos ganan excesivo peso corporal
porque cesa el apareamiento! Está claro que los machos son más comúnmente no
suficientemente alimentados que sobre-alimentados.
 Del mismo modo que nuestra mejor producción de huevos ocurre cuando las
hembras ganan peso lentamente, nuestra mejor fertilidad ocurre cuando los
machos lentamente ganan peso corporal. Cuando el macho no exhibe una
declinación en la necesidad de energía diaria también lo hace la hembra (debido a
la decreciente producción de huevos) se sugiere que la alimentación diaria sea
aumentada por lo menos 1 g cada 3-4 semanas durante el período de crianza. Esto
se ha usado con éxito para evitar el aumento paradójico en el peso corporal debido
a una distribución inadecuada del alimento. El uso de grillas excluyentes para
machos con “Noz-Bonz” necesita una distribución de alimento para machos mucho
más alta para evitar una pérdida de peso corporal del macho.
Problemas de conducta, nutrición y salud
Se ha hablado mucho sobre la “agresión del macho” donde los machos matan
hembras especialmente durante el comienzo de la producción de huevos. Esto no
ocurre en la misma cepa de aves universalmente, lo que sugiere algún factor de
manejo. Nuestros datos sugieren que a menudo es el macho relativamente
inmaduro o nutricionalmente deficiente que muestra “agresión” (Brake et al. 1998).
Estos machos tienden a madurar tardíamente y tienen patas más largas que lo
normal. Los machos que se crían separadamente típicamente tienen patas más
cortas pero estos machos pueden “agrupar” a las hembras si se les permite
tornarse demasiado avanzados sexualmente relativo a las hembras. Esto se
observa a menudo en galpones con cama de listón. Además, se sugiere un
componente de “agresión” de la hembra observando que las hembras criadas al
mismo peso corporal sobre diferentes niveles de proteína y apareadas al mismo
grupo de machos muestran mortalidad sólo cuando el nivel de consumo de proteína
es insuficiente. Hay datos claros para mostrar que ciertos rasgos de conducta son
influenciados por la dieta en proteína (Brake et al., 1994). Solucionando el
problema de agresión de los machos a través de mejores programas de nutrición y
alimentación también reduciría la necesidad de sacar más de un dígito por pie
sobre los machos para reducir el daño a las hembras durante el apareamiento
( Ouart et al., 1986). Ahora hay evidencia práctica que los machos adecuadamente
criados pueden usarse éxitosamente sin sacar ningún dígito. Problemas de
esqueleto y de pie también siguen siendo temas en el manejo de reproductores
pesados. Wilson (1994) informó que la anormalidad de escoliosis ( Duff y Hocking,
1986) , típicamente conocida como “roach back”, podía ser reducida con una
alimentación adecuada. En nuestras manos, criar machos desde la incubación
hasta la fotoestimulación sobre un programa de alimentación consistente con 17%
CP dieta esencialmente elimina el problema. La práctica común de alimentación
completa con una alimentación alta en proteína por varias semanas, seguida por un
cambio a una alimentación de proteína más baja, y la iniciación de severa
restricción del alimento para controlar el peso corporal, probablemente exacerba el
problema del esqueleto. El uso de baja proteína ( 12% CP) en la alimentación
durante el período de crianza es opcional. En los casos donde se cría a los machos
con suficiente lugar de comedero sobre una alimentación relativamente alta en
proteína parece funcionar el uso de alimentación de macho baja en proteína. Si se
usa la alimentación para el macho baja en proteína antes que los machos estén
sexualmente maduros habrá un impacto negativo sobre la fertilidad. Esta literatura
de investigación sugiere que una alimentación baja en proteína funciona bien para
los machos si se aplica después de la madurez sexual.
NOTA ESPECIAL
Algunas estimaciones de requisitos de energía metabólica en el texto fueron
basadas en fórmulas de G.F.Combs, 1968, página 86 en las memorias del
congreso de nutrición de Maryland para fabricantes de alimento. Se ha encontrado
razonablementeprecisas a estas estimaciones pero pueden necesitar ser ajustadas
levemente a los efectos de cepas y edad y deberían ser usados con cierta
precaución.
BIBLIOGRAFÍA
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	Ciencia y Arte del Manejo de Reproductoras Pesadas
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	Alimentación Restringida de las Reproductoras Pesadas
	Program
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