Logo Studenta

pdfcoffee com_metodo-kneipp-de-la-sanacion-3-pdf-free

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

http://www.hidroterapianatural.com/introd 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-
hidroterapia/ba%C3%B1os/banos-templadosuccion 
Hidroterapia tratamiento natural Cura de kneipp 
Introducción 
Si como en el árbol no hay dos hojas completamente iguales, 
tampoco se encuentran dos hombres que tengan idéntico destino; 
de suerte que si todos escribiesen su vida resultarían tantas 
biografías distintas como individuos biografiados, intrincados son 
los caminos que se tocan y cruzan a través de la vida humana, 
cual madeja enmarañada cuyos hilos se hallan enredados sin 
orden ni concierto. Mas la fe lanza en medio de las tinieblas sus 
luminosos rayos, para demostrar que todas esas laberínticas 
sendas tienen asignados sabios fines y, desde un principio, van a 
parar al término que los señalara el Creador omnisciente. 
 
La hidroterapia, al estilo Kneipp. 
 
Sebastián Kneipp sistematizó el uso del agua como elemento 
terapéutico, además de esbozar una ética para los interrogantes 
del espíritu. 
 
 
http://www.hidroterapianatural.com/introduccion
http://www.hidroterapianatural.com/introduccion
http://www.hidroterapianatural.com/introduccion
http://www.hidroterapianatural.com/
 
 
 
Se asegura que la edad biológica de una persona depende más del 
estado de salud y entrenamiento de su sistema circulatorio que de 
su fecha de nacimiento. Es por eso que tal vez instintivamente 
solemos empezar nuestro día lavándonos la cara con agua fría. 
Estamos tan habituados a ese acto automático que no pensamos la 
razón por la cual lo hacemos, pero si sabemos que sí no lo 
hacemos nos sentimos incómodos. 
 
 
 
 
El poder del agua. 
 
¿Qué sucede en ese momento de despertar matinal? Los expertos 
nos dicen que el contacto del agua con nuestras manos y rostros 
no sólo ejerce una acción limpiadora, sino también un poderoso 
efecto sobre los sistemas circulatorios y neuro-hormonal, por la 
gran cantidad de receptores de sensibilidad térmica que poseen 
cara y manos, además de activar zonas reflejas que algunos 
órganos tienen en la cavidad nasal. Duchas y baños activan 
también el sistema circulatorio y orgánico del resto del cuerpo. 
 
 
 
 
Kneipp: “médico del agua” 
 
Sebastián Kneipp fue uno de los que supieron aprovechar ese 
poder terapéutico, creándose una leyenda a su alrededor como el 
“médico del agua”. Vástago de una humilde familia de tejedores, 
nace el 17 de mayo de 1821 en la aldea de Stephansried, cerca de 
Múnich. Es a sus 24 años, cuando la tuberculosis pone en peligro 
su vida, que cae en sus manos un libro del médico Johann 
Siegmud Hahn sobre los efectos benéficos Un canal en el delta 
del Danubio. 
 
del agua fresca. Un canal en el delta del Danubio.Tras leerlo, 
camina los tres cuartos de hora 
que lo separan del Danubio, se interna en sus aguas, se viste y 
regresa a casa. Realiza el mismo trecho dos o tres veces por 
semana recuperando su salud, sin saber bien por qué. Con el 
correr de los años hace votos de sacerdote y estudia teología. Es 
destinado como párroco a distintas aldeas y ciudades hasta llegar 
a Wörishofen, donde no muy lejos de su pueblo de origen, en el 
monasterio de los Dominicos, comienza a utilizar el agua para 
tratar tanto problemas respiratorios como de arritmia, de 
insomnio, nerviosos e incluso dolencias del alma y el espíritu. 
 
 
 
 
 
Su postulado básico era que las enfermedades aparecen en el ser 
humano cuando su fuerza natural es minada por una alimentación 
inadecuada y un modo de vida desregulado y alejado de la 
naturaleza. 
 
 
 
El agua en todas sus formas 
 
Los ámbitos terapéuticos del método Kneipp son los siguientes. 
 
Hidroterapia: 
 
También para los niños es beneficioso el contacto 
Con el agua. 
 
 
 
 
Chorros de agua hasta las rodillas, recomendada para los 
trastornos del sueño, presión alta, várices. 
 
 
 
 
Chorros de agua desde los muslos hacia abajo, para leves 
problemas de circulación arterial, celulitis y hemorroides. 
 
 
 
Chorros de agua en los brazos, para el cansancio del espíritu y del 
cuerpo, además de los dolores de cabeza. 
 
 
 
 
El agua puede ser fría, tibia o caliente, dependiendo del propósito. 
La cantidad de agua debe ser como la de una regadera, suave y no 
demasiado cercana a la piel, sin irritarla. Y luego el agua no debe 
ser secada, sino que es necesario hacer una caminata rápida para 
activar la circulación de la sangre. 
 
Moverse, caminar sobre el agua o el rocío, con los pies descalzos, 
ponerse medias secas y continuar caminando hasta calentarse los 
pies, dar pasos en tinajas con el agua hasta las rodillas, son las 
múltiples posibilidades que ensayaba con sus pacientes, 
reforzando su sistema inmunológico. 
 
 
Terapia dietética: 
 
Kneipp recomendaba una alimentación variada y regular, con 
frutas, verduras, cereales y productos lácteos. Ser moderados con 
el alcohol, la nicotina y el azúcar. 
 
 
Terapia del movimiento: 
 
Según las máximas de Kneipp la vida es movimiento. Buscarlo 
donde quiera que sea posible, subiendo escaleras, haciendo 
deporte, gimnasia y bailando. 
 
 
Fitoterapia: 
 
Kneipp proponía aprovechar las propiedades curativas de las 
plantas en forma de infusiones, jugos o pastillas. 
 
 
Terapia del orden o reguladora: 
 
Implica regular el ritmo de la vida diaria, economizando energía, 
insertándola creativamente tanto en el trabajo como en el tiempo 
libre, utilizando también las artes para nuestro esparcimiento o el 
yoga para nuestra relajación. 
 
 
La opinión de la ciencia 
 
¿Qué se esconde detrás de esta técnica tan antigua como 
Hipócrates, que éste ya utilizaba con sus enfermos? 
 
Científicos nos aclaran que el éxito de los procedimientos no 
reside propiamente en el agua en sí, sino en el resultado de aplicar 
sobre el cuerpo estímulos térmicos (frío-calor), mecánicos (mayor 
o menor presión o rozamiento sobre la piel) y químicos 
(preparados medicinales que pueden añadirse al agua). 
 
 
Estos estímulos producen sobre todo la vasoconstricción 
sanguínea, a partir del enfriamiento del cuerpo caliente, en 
contacto con el agua, y como reacción inmediata la 
vasodilatación, que provoca un aumento de la circulación 
sanguínea, ayudando a la limpieza y eliminación de sustancias 
patógenas a través del aumento de glóbulos blancos (armas de 
defensas del organismo), aumento del oxígeno a causa de la 
mayor producción de glóbulos rojos que lo transportan, y por lo 
tanto del anhídrido carbónico en el cuerpo. Esto nos lleva a una 
respiración más profunda para poder eliminarlo, lo que ventila los 
bronquios. 
 
La musculatura se calienta en contacto con el frío y 
posteriormente se relaja, además de poder aprovechar la 
resistencia que ejerce el agua para tonificar los músculos débiles. 
Los estímulos térmicos también producen en la piel una respuesta 
y por vía refleja potencian los nervios del sistema simpático, que 
liberan cortisona en respuesta a la situación de estrés y a su vez 
actúa el sistema parasimpático regulando el equilibrio físico y 
dándonos una sensación de bienestar y de calma. Pero cuidado, la 
hidroterapia no es recomendada en pacientes con psicosis o 
hipertiroidismo. 
 
El legado de Kneipp 
 
Sebastián Kneipp murió el 17 de junio de 1897, luego de 
transformar a Wörishofen en la ciudad de las curas naturales y los 
senderos paradisíacos, además de escribir seis libros (vendidos 
hasta hoy en día), en donde expone un pensamiento ecologista, de 
respeto, tolerancia social y adaptabilidad, en comunión con una 
naturaleza reconciliadora. 
 
 
 
 
 
Introducción. Método de Hidroterapia 
Si desde el elevado observatorio de la vejez dirijo una mirada 
retrospectiva sobre los años trascurridos de mi vida, observo que 
las enmarañadas sendas por que he pasado serpentean, a veces, al 
borde del abismo para desembocar, pormodo inesperado, en el 
seguro puerto de la vocación a que Dios me había llamado; de 
manera que no tengo sino poderosos motivos para alabar los altos 
designios de la Providencia que, en medio de aquellos tortuos 
caminos que parecían conducir a la muerte, ha hecho brotar una 
fuente que ha dado la vida a innumerables personas. 
Más de 21 años contaba yo cuando abandoné la casa paterna. En 
la libreta de obrero, que llevaba en el bolsillo, figuraba como 
tejedor de oficio, y sin embargo, desde la niñez tenía grabados en 
el corazón otros designios y muy diferentes aspiraciones. Con 
ansiedad irresistible había esperado, por muchos años, aquel día 
que me abría las puertas para legar a la realización de mis 
ensueños: las órdenes sacerdotales. Impulsado por este ideal, en 
lugar de ir a continuar el aprendizaje de mi oficio, fui de pueblo 
en pueblo, en busca de un corazón benéfico que se dignase 
costearme los estudios. 
Por fin hallé el deseado Mecenas en el bondadoso capellán de 
Gronenbach, D. Matías Merkle, elevado posteriormente a la 
dignidad de prelado (1881), quien me díó lecciones con tal ahinco 
y tan feliz resultado, que, al cabo de dos años, me encontraba apto 
para ser admitido en el gimnasio. No obstante habíame impuesto 
una tarea harto penosa, al parecer superior a mis fuerzas. Cinco 
años de horribles privaciones y grandes esfuerzos habían 
quebrantado mi salud y minado hondamente mis fuerzas, lo 
mismo intelectuales que corporales. Un día se presento mi padre, 
para llevarme consigo, y aún suenan en mis oídos las fatídicas 
palabras que le dijo el posadero en cuya casa nos alojamos: "esta 
es la última vez que venís a buscar al estudiante". De la misma 
opinión eran otras muchas personas que me conocían. 
Vivía a la sazón en la ciudad un médico militar, que gozaba de 
merecida fama, tanto por su ciencia como por sus caritativos 
sentimientos. Durante el penúltimo año de mis estudios 
gimnasiales, me hizo 90 visitas y más de 100 en el último. Tal era 
el deseo ardiente que tenía de devolverme la salud; pero la 
traidora dolencia se burlaba de sus profundos conocimientos en el 
arte de curar, haciendo estériles sus caritativos servicios. Yo 
mismo había perdido toda esperanza y veía acercarse, con 
resignación, mi hora postrera. 
Por vía de distracción, solía entretenerme en hojear algún libro. 
La casualidad, sí se me permite esta palabra que nada significa, 
puesto que la casualidad es un mito, puso en mis manos un librito, 
al parecer de ninguna importancia; era un tratadito de 
hidroterapia. Lo abrí por diferentes puntos y hallé en él cosas 
increíbles y para mi nuevas. Una idea laminosa cruzó por mi 
mente. Seguí hojeándola y dije pata mí: has encontrado lo que te 
hace falta En efecto, mi situación estaba allí pintada hasta en los 
detalles mas insignificantes. Experimenté una alegría 
indescriptible. La esperanza comunicó nueva vida a mi marchito 
cuerpo y reanimó mi abatido espíritu. Aquella frágil pajuela fue, 
muy luego, tabla de salvación a la que me agarré como el 
náufrago en medio del Océano; hoy la considero como bote 
salvavidas que la divina misericordia me envió en la hora del 
peligro. 
El autor del librito, que versa «Sobre la virtud medicinal del agua 
fresca», es un médico, pero sus prescripciones pecan, en general, 
de severas y rígidas. Empecé una serie de experimentos que 
duraron medio año; y aunque no sentí mejoría tampoco observé 
daño alguno. Esto me hizo cobrar ánimo. Llegó el invierno de 
1840; encontrábame a la sazón en Dillingen. Dos ó tres veces por 
semana me bañaba, breves instantes, en un sitio apartado del 
Danubio. Después del baño corría presuroso a buscar la reacción 
en mi aposento bien caldeado. Pero, a mi juicio, el mal continuaba 
siendo indiferente, ya que no rebelde al nuevo tratamiento. 
En 1850 me trasladé al "Georgianum" de Munich. Allí tuve 
ocasión de conocer a un pobre estudiante que se encontraba en 
peor situación que yo. El médico del establecimiento se negaba a 
expedirle el certificado de higiene, que le era necesario para 
recibir las órdenes sagradas, alegando que no viviría mucho 
tiempo. Desde entonces le cobré especial cariño; iniciéle en los 
misterios de mi librito y ambos empezamos las pruebas con igual 
entusiasmo. 
Poco tiempo después obtenía mi amigo la certificación solicitada 
completamente curado de su dolencia. Al mismo tiempo 
empezaba yo a cobrar fuerzas y recibí también las sagradas 
órdenes, sin que en el espacio de 38 años, haya vuelto a sentir los 
efectos de la terrible dolencia, hoy tengo más de 70 primaveras y 
todos admiran el vigor de mi naturaleza. El agua ha sido para mi 
un amigo fiel y constante; a nadie debe, pues, causar maravilla 
que la conserve sincero cariño. 
El que se ha encontrado en la necesidad y la miseria, ese sabe 
apreciar la indigencia y la miseria del prójimo. 
No todos los enfermos son igualmente desgraciados; el que se 
halla en posesión de los medios y recursos para procurarse la 
salud, se resigna fácilmente a sufrir un corto tiempo. En los 
primeros años rechacé yo a centenares y millares de esta clase de 
enfermos. Los pacientes que, ante todo, han menester nuestra 
conmiseración son aquellos que, hallándose necesitados carecen 
de asistencia facultativa y de medicamentos ó han sido 
desahuciados por los médicos. En el número de mis amigos hay 
muchos de estos infelices, ya que he tenido por punto no rechazar 
jamás a estos desgraciados enfermos, desheredados de la fortuna, 
que en ninguna parte encuentran auxilio. En realidad de verdad, 
pareceríame duro, impío y contrario a los principios de la gratitud 
y de la gratitud cristiana cerrar las puertas a estos infelices y 
negarles los auxilios que me han proporcionado a mí la salud y la 
vida. 
El gran número de enfermos y la extraordinaria diversidad de sus 
dolencias, me estimularon mas y mas a ensanchar el círculo de las 
aplicaciones hidroterápicas y a perfeccionar el sistema que en 
ellas tiene su base y fundamento. 
Como es natural, conservo grato recuerdo del librito que me 
suministró las primeras lecciones de hidroterapia. Mas, pronto me 
convencí de que muchas de sus prescripciones eran 
extremadamente duras y harto repulsivas para la frágil naturaleza 
humana. «Curas de caballos» solían llamar algunos a los 
procesos hidroterápicos, y aun hoy día muchos, que todo lo 
condenan, siquiera no se hayan tomado la molestia de examinar lo 
que es objeto de su acerba crítica, califican de chapucería, 
paparrucha etc. todo cuanto hace relación al expresado sistema 
curativo. Por lo demás, no dejo de reconocer que muchas 
prácticas y tratamientos de este método, que se encuentra aún en 
estado de gestación y desarrollo, eran antes mas propias de la 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia
naturaleza tosca y vigorosa de un caballo, que del cuerpo humano, 
con su fino cutis y sus delicados nervios. 
En la vida del célebre P. Ravignan, de la Compañía de Jesús, 
leemos el siguiente curioso pasage. «A consecuencia del excesivo 
ejercicio de la voz, (el P. era un orador notabilísimo, que 
practicaba con celo infatigable su apostólico ministerio en París, 
Londres, y otras grandes poblaciones), se agravó su enfermedad 
de la garganta, convirtiéndose muy pronto en un mal crónico..... 
Toda la tráquea era una herida, la voz se fue debilitando en 
términos que aquel órgano parecía perdido». Pasó dos años 
enteros (de 1846 a 1848) en completa inacción y en un constante 
sufrimiento. Sometióse a diferentes tratamientos en diversos 
puntos y, por último se trasladó a los climas benignos del 
Mediodía: pero todo sin resultado. 
En Junio de 1848 fijó el P. Ravignan su residencia al lado del 
Doctor K. R., en la casa de campo que este poseía en el Valle de 
B..... Una mañana, después de la misa, a la hora en que solían 
reunirse todos los moradores de la casa, les anunció el Doctor,con marcada expresión de tristeza, que el P. Ravignan se sentía 
peor y no podía acompañarles a tomar el desayuno. Dicho esto 
salió de la habitación y, volviendo al lado del enfermo, le dijo: 
«Levántese V. y sígame.» -«¿Pero a donde quiere V. llevarme?» 
respondió el Sacerdote. «Voy a arrojaros en el agua.» «¡En el 
agua» dijo el padre, «con la fiebre y la tos que tengo»! Pero no 
importa, me he entregado en sus manos y debo obedeceros.» El 
doctor se proponía darle un baño de inmersión; emplear un 
remedio violento pero efícaz, según observa su biógrafo. 
El resultado fue tan satisfactorio como inmediato. A la comida 
del mediodía se presentó en el comedor el Doctor, en ademán de 
triunfo, con su enfermo perfectamente curado; de suerte que el 
mudo de la mañana contaba, por la tarde, la historia de su 
curación. 
Sin embargo, esta sí que puede llamarse cura de caballo que, a 
pesar de1 excelente resultado que dio, no debe ser imitada. 
Creo oportuno advertir que, lejos de aprobar todos los 
procedimientos seguidos en nuestros establecimientos 
hidroterápicos, rechazo, decididamente, algunos, ya porque los 
juzgo demasiado fuertes ó porque me parecen hijos de una 
parcialidad infundada. La mayor parte de las prácticas se ajustan a 
un solo modelo, sin que casi para nada se tenga en cuenta la 
diversa índole ó naturaleza de los pacientes, el estado de sus 
fuerzas, el mayor ó menor arraigo de la enfermedad y los estragos 
ó consecuencias que haya podido producir en el organismo etc. 
Precisamente en la diversa manera de hacer las mismas 
aplicaciones ó prácticas, con arreglo a las circunstancias 
especiales del paciente, es en lo que se manifiesta la habilidad del 
hidrópata. 
Con frecuencia se me han presentado enfermos procedentes de 
diversos establecimientos de salud, quejándose amargamente de 
no poder aguantar los procesos terapéuticos, algunos de los cuales 
sólo sirven para destrozar el organismo. Es preciso poner a esto 
remedio. Presentóseme, en una ocasión, un hombre lamentándose 
de que había perdido la salud por lavarse temprano. Preguntéle en 
qué forma ejecutaba tan sencilla operación, a lo que me contestó, 
que tenía la cabeza un cuarto de hora debajo del caño de una 
fuente, que arrojaba el agua casi helada. Es un verdadero milagro 
que tamaña imprudencia no le costase más cara. Nos reimos y nos 
burlamos del que tan necia y locamente procede. Y sin embargo 
muchos, en quienes debe suponerse mas sano juicio y mas cautela 
en el empleo del agua, no han obrado con mayor cordura, y con 
sus necios procedimientos, han alejado al paciente del saludable 
elemento. Podría citar numerosos y contundentes ejemplos en 
prueba de mi aserto. 
Debe, ante todo, evitarse el uso inmoderado ó demasiado 
frecuente del agua, asi como las impresiones excesivamente 
fuertes. De lo contrario, el remedio se convierte en factor dañino y 
la confianza del paciente se torna en terror y miedo. 
Por espacio de 30 años he sondeado el terreno y he probado en mí 
mismo todas las aplicaciones. Con franqueza confieso que, por 
tres veces, me he visto obligado a modificar mi procedimiento 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia
hidroterápico, imprimiendo a las prácticas un carácter cada vez 
más benigno. Hoy, después de 17 años de experiencias hechas 
con arreglo a principios fijos y bien definidos, con excelentes 
resultados, he adquirido la convicción de que el sistema en 
cuestión produce mejores efectos cuando el agua se emplea bajo 
formas sencillas, fáciles é inofensivas. 
En la primera parte del presente trabajo doy a conocer las formas 
bajo las cuales se puede usar el agua como factor medicinal ó 
terapéutico, en la tercera doy un resumen práctico de las 
diferentes enfermedades que pueden ser objeto del tratamiento 
hidroterápico y en la segunda, a la que precede una Introducción 
interesante, hago conocer algunos remedios caseros que, lo 
mismo que el agua, producen en el organismo alguno de estos tres 
efectos: disolver, segregar ó confortar. 
Como es natural, si el enfermo es persona desconocida, deben 
hacerse las oportunas indagaciones previas, afín de no proceder 
de ligero y con daño. He aquí porqué tambien he tratado de 
responder en este librito, siquiera sea de una manera sucinta, a las 
siguientes cuestiones. 
1ª. ¿Qué se entiende por enfermedad y cuál es el origen común 
de todas las enfermedades? 
El cuerpo humano es una de las obras mas portentosas que han 
salido de las manos del divino Hacedor. El mas insignificante de 
sus miembros tiene su paralelo y todas sus partes forman un 
conjunto harmónico por demás maravilloso. No es menos 
admirable la íntima relación que existe entre todos sus órganos y 
las funciones que desempeñan. Los médicos y naturalistas mas 
incrédulos, aun aquellos que se complacen en afirmar que la 
lanceta y el bisturí no han sido capaces de descubrirles la 
existencia del alma, rinden tributo de admiración a este inimitable 
organismo. En el hombre todo, lo mismo lo visible que lo 
invisible ó espiritual concurre a «alabar el nombre del Señor.» 
Pero esta harmonía, este orden admirable que se llama salud sufre 
las más diversas alteraciones, los desarreglos más variados, que se 
designan con el nombre genérico de «enfermedad.» 
Padecimientos del espíritu, enfermedades del cuerpo constituyen 
el pan nuestro de cada día, que de grado ó por fuerza, tienen que 
tragar casi todos los hombres. 
Todas estas enfermedades, sea cualquiera el nombre con que se 
designen, tienen, en mi sentir, su razón y fundamento, su raíz y su 
germen en la sangre, mejor dicho en las alteraciones de la sangre; 
bien sea porque se haya perturbado su circulación normal ó 
porque su composición haya sufrido algún desarreglo, por haberse 
introducido en ella elementos extraños, jugos corrompidos. 
Semejante a un sistema de riego perfectamente trazado, la red de 
nuestras venas cruza, con su fluido rojo todo el cuerpo, 
alimentando todos los órganos, hasta los mas pequeños, con el 
jugo que les corresponde a cada uno. 
«Todo con peso y medida» es la base y fundamento del orden; 
cualquier demasía ó falta en la circulación de la sangre, cualquier 
mezcla de elementos extraños perturba la paz, destruye la 
harmonía y produce trastornos; la enfermedad impera donde antes 
reinaba la salud. 
2.ª ¿De qué manera se verifica la curación? 
Por las huellas impresas en la nieve sigue el cazador la pista de la 
caza que persigue. De la misma manera el médico inteligente 
descubre, sin gran esfuerzo, donde está la dolencia, cual ha sido 
su origen y los progresos que ha hecho. Por los síntomas conoce 
la enfermedad y esta le señala los medios con que ha de 
combatirla. El procedimiento, pensarán algunos, no puede ser más 
sencillo. En ocasiones lo es indudablemente, pero otras veces 
ofrece sus dificultades. Cuando se me presenta alguno con las 
orejas heladas no vacilo en afirmar que eso reconoce por causa el 
frio; si oigo gritar a uno que está sentado sobre una piedra de 
molino y me enseña, al mismo tiempo, un dedo magullado, no 
necesito preguntarle por la causa que motiva sus lamentos. Pero 
no es tan fácil averiguar el origen de los males de la cabeza, del 
estómago, de los nervios, del corazón y otros padecimientos que, 
no pocas veces, provienen de causas diversas y heterogéneas, y, 
hasta pueden tener origen en afecciones patológicas de otros 
órganos, que han ejercido dañina influencia en los mencionados. 
Una simple paja puede hacer parar la péndola de un reloj de 
colosales dimensiones; la cosa más insignificante puede producir 
graves alteraciones en el corazón. El arte está en saber descubrir 
esa pequeña cosa, lo que muchas veces exige largos y 
complicados reconocimientos, que no siempre excluyen fatales 
equivocaciones. Ejemplos de esto veremos en la tercera parte de 
nuestro trabajo. 
Si golpeo, con el pie ó con un hacha, el troncode un árbol poco 
corpulento, se conmueven todas sus ramas y sus hoja. Pero haría 
una deducción falsa si dijese; puesto que las hojas se mueven, 
preciso es que las haya tocado algún objeto. Nada de eso; el 
tronco es el que pone en movimiento las ramas y las hojas, que 
son partes integrantes del primero. Lo propio sucede con los 
nervios, que son las ramas del cuerpo. «Tiene un padecimiento de 
nervios; está atacado de los nervios.» ¿Qué queremos decir con 
esto? Que todo el organismo ha sufrido un golpe, se ha debilitado, 
por cuya razón se conmueven también los nervios. 
Corta con la tijera un hilo de la tela de araña que vaya desde el 
centro a la periferia y, por mas cuidado que pongas, se 
descompone toda la red tejida con arte tan maravilloso, y los 
Cuadrados y triángulos, que parecían trazados con el compás, se 
tranforman en figuras irregulares, puestas sin orden ni concierto. 
No obstante, se acreditaria de necio el que, al ver ese desorden 
dijese que la araña ha olvidado su arte y que es la autora de las 
imperfecciones que en su tela ha observado. Vuélvase a su lugar 
el hilo cortado y quedará restablecida, en su primitiva perfección, 
toda la tela. Pero la dificultad, está en hallar ese hilo casi 
invisible; en eso estriba todo el arte. El que, sin la debida 
habilidad, la busque a tientas, acabará por destruir el tejido. 
Que cada uno haga la oportuna aplicación de este símil, en tanto 
que yo doy, en pocas palabras, la respuesta definitiva a la 
pregunta anteriormente formulada: "la curación es sencilla, fácil 
y, se podría decir, exenta, de todo error, si se tiene en cuenta que 
toda enfermedad reconoce por causa las alteraciones de la sangre. 
En tal caso la misión del médico se reduce a una de estas dos 
cosas: ó a restablecer la circulación normal de la sangre que se 
había alterado, o a purificarla de las sustancias, jugos y elementos 
morbosos que se han introducido en ella, alterando también la 
justa proporcionalidad de sus elementos constitutivos. 
Devuélvanse al organismo debilitado las fuerzas perdidas y no 
queda más que hacer. 
3.¿De qué manera obra el agua en la curación? 
El agua borra la mancha de tinta que ha caido en la mano y limpia 
la ensangrentada herida. Cuando, tras la fatigosa tareas de un 
caluroso día de verano, te limpias el pegajoso sudor de la frente 
con agua fresca, parece que recobras nueva vida; el fluido 
cristalino refresca, vigoriza, y produce bienestar. No bien la 
madre percibe en la cabecita de su tierno hijo costras ó cualquier 
inmundicia, se apresura a lavarla con agua fresca ó templada, 
según los casos. 
Tres son las principales cualidades del agua; disolver, lavar, y 
vigorizar; que por si solas autorizan asentar el siguiente principio: 
El agua, en particular aplicada según nuestro sistema 
hidroterápico, sana todas las enfermedades no incurables; en 
razón a que las diferentes aplicaciones del agua tienden a 
desarraigar los gérmenes de la dolencia y son susceptibles de 
producir cualquiera de los efectos siguientes: 
 1.º Disolver los gérmenes del mal que existen en la 
sangre. 
 2.º Separar, eliminar las sustancias disueltas. 
 3.° Restablecer la circulación normal de la sangre así 
purificada. 
 4.° Vigorizar el organismo debilitado, devolviéndole la 
actividad perdida. 
4.ª ¿De dónde proviene la gran sensibilidad de la generación 
actual, y su propensión extraordinaria a contraer toda clase 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua
de enfermedades, algunas de las cuales no se conocían antes ni 
de nombre? 
No faltará quien juzgue de poca monta esta pregunta. Sin 
embargo, yo la atribuyo excepcional importancia y no titubeo en 
afirmar que los grandes males enunciados en ella emanan 
principalmente de la Falta de vigor. La afeminación es el carácter 
típico de la generación presente; las personas débiles y 
enfermizas, las anémicas y nerviosas, los enfermos del corazón y 
del estómago constituyen la regla; los sanos, robustos y vigorosos 
forman la excepción. Se sienten de un modo extraordinario los 
cambios de tiempo; el tránsito de una estación a otra lleva siempre 
consigo enfriamientos y catarros y hasta la salida inmediata de la 
habitación caldeada a la calle ó viceversa trae su correspondiente 
castigo. 
Hace 50 ó 60 años no sucedía esto. ¿Adónde vamos a parar si, 
como observan los más sensatos, no se detiene la humanidad en 
su rápido descenso, y empieza a degenerar y a perder su vigor 
primero, antes de haber llegado a la mitad del camino en el 
desarrollo de sus fuerzas? 
Ya es tiempo de pensar en esto seriamente. 
Por mi parte, he tratado de contribuir al remedio de estos males 
dando a conocer, en el presente trabajo, varias prácticas siempre 
inofensivas e inocentes para el endurecimiento de la piel y de todo 
el cuerpo ó de algunas de sus partes; prácticas que si, en un 
principio, fueron aceptadas por muchos con manifiesta 
desconfianza, después las han adoptado innumerables personas 
con aplauso y buen resultado. 
No ofrecen menos interés las cuestiones relativas a la 
alimentación, vestido y ventilación, de las que, tal vez, me 
ocuparé oportunamente. Bien sé que mis particulares opiniones, 
han de encontrar tenaz oposición; mas no por eso he de abandonar 
convicciones arraigadas en una larga experiencia. Lo que voy a 
exponer no son quimeras, hijas de una imaginación calenturienta, 
sino frutos que han madurado al calor de la reflexión, que si 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
pueden parecer ásperos y duros a la gente preocupada, han de ser 
saboreados con placer por las personas de sano juicio. 
Por ahora me limito a muy ligeras indicaciones respecto de los 
tres puntos indicados. Acerca de la alimentación el principio 
fundamental de que lo mas sano, mas nutritivo y de más fácil 
digestión, es la comida casera, consistente en manjares sencillos, 
sin el aditamento de especias excitantes, ni preparaciones 
artificiales; y por bebida la que Dios depara a todos en cristalinas 
fuentes; siempre que en todo impere la frugalidad y la templanza. 
Esto no quiere decir que yo sea puritano; no desapruebo que se 
tome un vaso de vino o de cerveza; pero no concedo a estas 
bebidas la importancia que, de ordinario, se les atribuye. Bajo el 
punto de vista medicinal, como reconstituyentes puede ser útil su 
empleo, pero en condiciones normales doy más importancia a las 
frutas. 
Respecto del vestido me atengo al principio de los antiguos; no 
hay mejor traje que el que uno mismo se ha hilado y cosido. En 
primer término repruebo el desigual reparto que se hace del 
vestido, particularmente en invierno, con no pequeño detrimento 
de la salud; gorra de pelo para la cabeza, para el cuello corbata 
bien apretada a la que algunos añaden el tapabocas de lana; los 
hombros suelen cubrirse con tres o cuatro prendas, a las que se 
agrega el sobretodo, para salir a la calle, con su correspondiente 
cuello de pieles; únicamente quedan olvidados los pies que no 
reciben, de ordinario, mas abrigo en invierno que en la estación de 
los calores 
¿Cuales son las inmediatas consecuencias de este imprudente 
reparto del vestido? Las tapidas ligaduras de la parte superior 
atraen, como una bomba el agua, la sangre y el calor a la región 
superior del microcosmos, en tanto que las inferiores permanecen 
frías y faltas de sangre; lo que da lugar a dolores de cabeza, 
congestiones, hinchazón de las venas de la cabeza y otros mil 
accidentes a cual más molestos y perniciosos. Asi mismo 
repruebo los vestidos de lana a raíz de la carne y recomiendo, en 
cambio, el uso del lino o cáñamo crudo, seco y sin ninguna 
preparación artificial. Este último tejido es, en todo caso, 
preferible para las prendas que están en contacto con la carne,porque la frotación constante que produce es altamente saludable. 
Los tejidos de lana, con su superficie grasienta y peluda, puestos 
en contacto con la piel, son a la vez que poderosos aspiradores del 
calor y de la savia, con causa del empobrecimiento de la sangre 
que aquejará nuestras anémicas generaciones. En el capitulo 
«Generalidades» de la 1.ª parte, damos a conocer el empleo de los 
tejidos de lana en los diferentes tratamientos hidroterápicos. Los 
modernísimos adelantos que se han hecho en la confección de 
telas de lana no atajarán seguramente los progresos de este mal. 
La nueva generación dará de ello testimonio si sobrevive al nuevo 
régimen. 
Dos palabras acerca de la ventilación. Sobre todos los peces 
damos la preferencia a los que viven en aguas cristalinas, 
particularmente a las truchas que se cogen en los torrentes de la 
montaña: nos desagradan, por el contrario, los peces de los 
arroyos del valle y desechamos incondicionalmente los que 
provienen de pantanos y aguas estancadas, por su sabor 
desagradable. También hay aires pantanosos; el que los respira 
alimenta sus pulmones con hálitos pestilenciales. Según hace 
notar un médico afamado, el aire que entra por tercera vez en el 
aparato respiratorio obra como veneno. Si se comprendiese bien 
esto, todo el mundo trataría de tener en las habitaciones, 
particularmente en los dormitorios, aire puro, fresco y muy 
oxigenado, con lo que se ahorrarían molestias y no pocas 
enfermedades. La respiración contribuye muy particularmente a 
corromper el aire. Sabemos que un par de granitos de incienso, 
echados sobre las ascuas saturan de oloroso aroma toda una 
habitación, y que una veintena de chupadas de un cigarro o de una 
pipa bastan para comunicar a un gran espacio el olor a tabaco. 
Por donde se ve, que la cosa más insignificante es, a veces, 
suficiente para alterar las condiciones normales del aire y 
comunicarle propiedades nocivas. Pues bien; la respiración 
produce un efecto semejante al del humo en los casos expresados. 
¡Y cuantas aspiraciones hacemos en un minuto, en un dia o en 
una noche! ¡A qué grado llagará la corrupción del ambiente, por 
más que no veamos el vapor o el humo! Por consecuencia, si no 
se ventilan las habitaciones, es decir, si no se purifica la atmósfera 
viciada por la acumulación de ácido carbónico, tan nocivo para la 
salud, ¿cuantos miasmas penetrarán en los pulmones y qué 
estragos harán en ellos? La falta de aire puro, respirable, produce 
fatales consecuencias. 
No es menos perjudicial y nocivo para la salud el calor excesivo, 
particularmente dentro de las habitaciones; pues también el calor 
inmoderado contribuye a viciar el aire y a hacerle impropio para 
la respiración y, por consiguiente, para la vida, en cuanto que 
consume y destruye el oxígeno, principal elemento de la vida 
humana. De 15 a 18 gr. C. de calor son suficientes, y en ningún 
caso conviene que pase de 19. 
Cuídese, ante todo, de la ventilación de todas y cada una de las 
habitaciones de la casa, sin dejar un solo día de practicar 
operación tan necesaria para la salud, pero con prudencia y de tal 
modo que a todos produzca ventajas y a nadie ocasione molestias. 
Dedíquese especial cuidado a la ventilación de las camas. 
Lo que dejo expuesto basta para que pueda formarse juicio del 
nuevo huésped que llama a nuestras puertas; no se me oculta que 
unos le dispensarán favorable acogida y otros le cerrarán la 
entrada. Preparado estoy para uno y otro recibimiento, y con 
cualquiera me doy por satisfecho. 
 
 
Aplicaciones del Agua 
Las aplicaciones del agua descritas en esta primera parte, de que 
yo he hecho pruebas, son: 
 Paños empapados o compresas 
 Baños comunes 
 Baños de vapor 
 Baños de regadera o riegos 
 Lavados 
 Envolturas o fajas 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/pa%C3%B1os-empapados
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/ba%C3%B1os
 Uso interno 
En la primera parte se dan a conocer las subdivisiones de cada 
una de estas aplicaciones; y otras más especiales o usos 
extraordinarios se explicarán en el lugar oportuno. 
En consonancia con el principio fundamental de todas las 
enfermedades, según el cual éstas se originan por alteraciones de 
la sangre, ya sea por una circulación anormal y defectuosa, o por 
haberse mezclado con otras sustancias extrañas, nocivas, que son 
los gérmenes de la enfermedad, las aplicaciones del agua tienen 
uno de estos tres fines: 
 Disolver o segregar dichas sustancias 
 Separar o expulsar los gérmenes del mal 
 Vigorizar el organismo 
Aplicaciones del agua. 
En general, puede decirse que todos los baños de vapor y los 
baños completos calientes de hierbas cumplen el primero de los 
expresados fines (disolver o segregar sustancia nocivas); para 
lograr el segundo se usan las envolturas en sus diferentes formas, 
y en parte también los baños de regadera y los paños empapados, 
mientras que para robustecer el organismo se emplean los baños 
fríos y baños de regadera en sus diferentes formas, en parte los 
lavados y, por último, todas las prácticas usadas para fortificar la 
naturaleza. 
Para evitar confusiones me abstengo de entrar aquí en más 
detalles sobre estos puntos. 
Como quiera que toda enfermedad reconoce por causa una 
alteración de la sangre, segun queda indicado, es evidente que una 
misma enfermedad puede combatirse con diferentes ejercicios o 
tratamientos hidroterápicos, puesto que todos contribuyen, más o 
menos, a disolver, segregar sustancias y vigorizar el organismo. 
Además, ha de tenerse en cuenta, que de ordinario, no se somete 
al tratamiento tan solo la parte enferma, como la cabeza, los pies 
o las manos, sino que debe someterse todo el cuerpo, ya que a 
todos los miembros afluye la sangre enferma; por consiguiente 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banos-regadera-locales
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
son todos copartícipes en la dolencia; únicamente debe someterse 
a tratamiento especial o más enérgico el miembro dañado. 
Varios ejemplos que se citan en la tercera parte pondrán de 
manifiesto la necesidad de obrar de la manera indicada. 
En todo caso, el que adopte el sistema tal como yo le expongo, no 
debe considerar las prácticas hidroterapicas como objeto final; en 
otras palabras, nunca deba someterse a un tratamiento porque le 
produzca más o menos placer; se acreditaría de necio el que, por 
un simple alarde de vanidad, tenga siempre a mano los baños de 
vapor o de regadora, los envoltorios etc. Toda persona juiciosa 
debe considerar tan sólo las prácticas hidroterápicas como medios 
para llegar a un fin. Será más afortunado aquel que con la menor 
cantidad posible de agua logre su objeto, por cuanto la misión de 
la hidroterapia es ayudar a la naturaleza a recuperar la salud, a 
devolver al miembro enfermo la actividad perdida; a romper las 
cadenas del mal, para que, sin impedimento y con su vigor 
primero, reanude las tareas cotidianas. Una vez cumplida esta 
mision el médico se retira también gustoso del campo de 
operaciones. 
La observación que acabo de hacer es, por todo extremo, 
interesante; porque nada hay que contribuya tanto a desacreditar 
el método hidroterápico como el empleo indiscreto e irracional 
del agua, y los procedimientos harto severos y rudos. Los que, 
teniéndose por maestros en este sistema curativo, espantan a los 
pacientes con sus sempiternas envolturas, sus interminables baños 
de vapor, capaces de ahuyentar toda la sangre etc., causan 
innumerables daños, casi siempre de dificil remedio. Eso no 
puede llamarse método hidroterápico; eso es un sistemade fuerza 
que deshonra al que le emplea tanto como a los principios en que 
pretende fundarse. 
El que haya adquirido perfecto conocimiento de las virtudes del 
agua y sepa usarla, en sus innumerables aplicaciones, tendrá 
siempre a mano remedios que no ceden a ningún otro en eficacia. 
No hay remedio más elástico y de más variados efectos que el 
agua. Hace su aparición en la historia de la Creación bajo la forma 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia
de globulitos vaporosos, que luego se transforman en gotas, para 
constituir esas enormes masas de agua que cubren cuatro quintas 
partes de la superficie de la tierra. Esto es para el hidrópata 
indicio de que en todo tratamiento, ya se aplique el agua bajo la 
forma de gotas o de vapor, puede seguirse una gradación de 
menor a mayor, y que, en ningún caso, ha de amoldarse el 
paciente al tratamiento, sino que, por el contrario, este ha de 
ajustarse a las condiciones y circunstancias del primero. 
 
En la acertada elección de las prácticas es donde se da a conocer 
la habilidad del médico. Ante todo precisa someter al enfermo a 
un severo reconocimiento, pero evitándole en lo posible toda 
molestia. Lo primero que saltará a la vista son los padecimientos 
secundarios o desarreglos accesorios que, cual gérmenes 
ponzoñosos, brotan del fondo de la enfermedad que, por regla 
general, nos llevan como por la mano hasta la raíz del mal, 
dándonos a conocer la dolencia principal. Unas cuantas preguntas 
bien dirigidas nos ponen de manifiesto los progresos que ha hecho 
la enfermedad y los estragos que ha ocasionado. Prosiguiendo las 
observaciones, se verá si el paciente es viejo o joven, de 
constitución robusta o débil, grueso o delgado, anémico, nervioso 
etc. Con estos y otros perfiles podemos formar cabal juicio de la 
enfermedad, y una vez obtenido esto, nos hallamos en 
condiciones de aplicar el oportuno procedimiento, sin perder 
jamás de vista este principio: cuanto más suave y benigno sea el 
tratamiento tanto más eficaces y mejores serán los resultados. 
Sentado este principio aun creo oportuno hacer algunas 
observaciones generales sobre los tratamientos hidroterápicos. 
Ninguno de los tratamientos que aquí se especifican puede 
resultar perjudicial, si en su aplicación se observan las reglas 
establecidas. 
La mayor parte de las prácticas se efectúan con agua fría, de 
manantial, fuente, río etc.; y en los casos a que se alude en el 
presente trabajo, se empleará agua fría siempre que no se 
prescriba taxativamente el uso de agua caliente. Respecto de este 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
particular me atengo al principio: cuanto más fría el agua, tanto 
mejor; asi es que en invierno, si se trata de personas que gozan de 
salud, añado nieve al agua destinada a baños de regadera. El 
procedimiento no tiene nada de duro, atendida la corta duración 
de todas las prácticas que se hacen con agua fría. Por lo demás, no 
soy inexorable; si bien tengo la convicción de que, una vez 
ensayado el procedimiento, se le cobra cariño, o por lo menos 
desaparecen las preocupaciones. 
En efecto; las moscas se cazan con miel, no con sal ni con 
vinagre. Del propio modo a los profanos en el arte hidroterápico, 
a los débiles, a los niños y ancianos; a los enfermos, nerviosos y 
anémicos; a todos aquellos, en general, que se espantan del agua 
fría, les permito quebrantarla, añadiendo un poco de agua 
templada en invierno, sobre todo en las primeras prácticas, y 
elevar hasta 19 grados C. la temperatura del aposento.* (*) 
Tratándose de grados de temperatura C. significa Centígrados. 
Respecto de los grados de temperatura, duración del tratamiento 
etc., en las prácticas que requieran agua caliente, daremos las 
prescripciones que deban observarse en cada caso particular. 
Tocante a las prácticas con agua fria, creo oportuno ampliar los 
detalles que se dan en la tercera parte, con algunas reglas que 
deben observarse antes, en y después de la operación. 
Nadie se someterá a tratamiento con agua fria hallándose 
escalofriado, a no ser que se preceptue lo contrario en el lugar 
respectivo. La operación se efectuará con toda la rapidez posible, 
aunque sin aceleramiento; y el mismo cuidado se tendrá al 
desnudarse y vestirse, dejando las operaciones secundarias de 
abotonarse, abrocharse etc. para después que todo el cuerpo esté 
bien cubierto. 
Así, por ejemplo, un baño completo de agua fría, con la operación 
de vestirse y desnudarse, no durará más de 4 a 6 minutos. Con un 
poco de práctica se logra esto. Cuando en el presente trabajo 
señalamos para una operación 1 minuto, queremos significar la 
menor duración posible; si decimos de 2 a 3 minutos la impresión 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
ha de ser más duradera. Baños de dos a tres segundos son de pura 
impresión. 
En ninguna de las prácticas con agua fría se secará el cuerpo, 
fuera de la cabeza y las manos hasta la muñeca, con objeto de 
evitar la mojadura de las ropas al vestirse. Por el contrario, el 
resto del cuerpo se deja húmedo, cubriéndole, sin la menor 
dilación, con ropas secas a fin de impedir el contacto con el aire. 
Muchos juzgan inoportuno este procedimiento, por suponer que « 
andarán mojados» todo el día. Pero antes de emitir tan ligero 
juicio deben probarlo una vez siquiera y muy luego se 
convencerán de la bondad de mi consejo. La desecación del 
cuerpo exije frotaciones que, no siendo iguales en todas partes, 
producen desigualdades de temperatura siempre perjudiciales, 
particularmente a los débiles y enfermos. Muy al contrario, la 
humedad que se deja en el cutis desarrolla rápidamente un calor 
uniforme y altamente beneficioso. A la manera que cuando se 
echa agua en el fuego, el agua adherida al cutis sirve de 
combustible, por cuyo medio el calor interior aumenta 
rápidamente de intensidad. Hágase la prueba y se verá que no me 
equivoco ni exagero. 
En cambio es condición indispensable para el buen resultado del 
tratamiento, que el paciente, después de cada operación, haga 
ejercicio, ya dando un paseo o dedicándose a trabajos corporales, 
hasta tanto que todas las partes del cuerpo estén completamente 
secas y hayan adquirido el grado normal da temperatura. Tan 
pronto como se empiece a sentir la reacción se remitirá un poco la 
rapidez del movimiento. Nadie mejor que el individuo 
comprenderá cuando ha llegado a ser normal la temperatura de su 
cuerpo, para dar por terminado el ejercicio. Aquellos pacientes 
que se acaloran y sudan fácilmente harán siempre un ejercicio 
más moderado, aunque, tengan que prolongarle; ya que, aun 
dentro de habitaciones caldeadas, es muy fácil, en tal estado, 
coger un enfriamiento y acatarrarse. 
Por regla general, la duración mínima de un ejercicio, después de 
un tratamiento hidroterápico, será de un cuarto de hora, quedando 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
a la elección del paciente si aquel ha de consistir en paseo o en 
trabajo corporal. 
Respecto de las prácticas que obligan a guardar cama, 
especialmente los paños empapados y las envolturas, se dan las 
instrucciones oportunas en el lugar correspondiente a cada una. Si 
durante la operación se apodera de alguno el sueño, déjesele 
dormir tranquilamente, aunque haya transcurrido el tiempo 
marcado. En tales casos la mejor norma es dejar obrar a la sabia 
naturaleza. 
Por paños entiendo siempre telas de cáñamo toscas y de granillo, 
y en ningún caso de hilo fino. Por consecuencia el pobre, que no 
tenga otra cosa a su disposición, puede suplirlos perfectamente 
con tela de costales, lona o tejidos análogos. Para lavar el cuerpo 
pueda emplearse igualmente un pedazo de tela burda, de lino o de 
cáñamo. 
Por razones que he apuntado en la Introducciónrepruebo el uso 
de la lana para prendas de vestir que toquen a la piel. Pero la 
conceptúo excelente para mantas o cobertores, en las envolturas 
etc., en razón a la rapidez con que desarrolla gran cantidad de 
calor. Por la misma causa se recomienda en dichas prácticas el 
uso do cobertores de plumazón. 
Las frotaciones, ya se hagan por medio de cepillos, con la mano o 
por otro procedimento, quedan proscritas en mi sistema 
hidroterápico, en razón a que los fines que con ellas se persiguen, 
pueden lograrse mejor de otra manera: El desarrollo de calor es 
más uniforme y simultáneo dejando sin secar el cuerpo; las 
camisas de tela tosca abren los poros y acrecientan la actividad de 
la piel, con la ventaja de que su acción es constante, dura día y 
noche y no algunos minutos como la del cepillo, que, además 
ocasiona pérdida de tiempo y de fuerzas. Cuando alguna vez 
prescribo un lavado fuerte entiendo por tal un simple lavado 
rápido de toda la parte sometida a tratamiento; porque el objeto 
principal que se persigue es humedecer, no la frotación. 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/pa%C3%B1os-empapados
Una observación más para terminar. La mayor parte de los 
pacientes se resisten a someterse a un tratamiento antes de 
acostarse, alegando que les ahuyenta el sueño; otros, por el 
contrario, prefieren esa hora, porque el baño les produce 
somnolencia. Por mi parte no recomiendo esa hora como la más 
adecuada, pero entiendo que este punto debe dejarse a la elección 
de cada uno, ya que nadie mejor que el interesado conoce su 
propia naturaleza. 
En la primera parte de este librito se exponen los detalles 
especiales para cada tratamiento y en la tercera se enseña el uso 
de las prácticas hidroterápicas en las diferentes enfermedades, 
indicándose, al propio tiempo, cuales deben considerarse como 
prácticas completas y cuales son parciales o locales, que se 
aplican siempre combinadas o en unión con otras. He tenido 
también cuidado de señalar las prácticas que, como las de vapor, 
exigen especiales precauciones. 
Hago punto final a estas observaciones generales, manifestando el 
deseo de que mi método hidroterápico contribuya a fortalecer más 
y más a los sanos y a devolver la salud a los enfermos, y entro de 
lleno en materia, exponiendo primeramente las prácticas que 
pueden seguirse para fortalecer el organismo, vulgo curtirse, y a 
seguida la reseña de los tratamientos hidraterápicos o prácticas 
que constituyen mi sistema curativo. 
Prácticas y ejercicios Fortificantes 
 Fortificantes 
Son prácticas o ejercicios fortificantes o confortantes: 
 1.º Andar descalzo. 
 2.º Andar sobre la hierba húmeda. 
 3.º Andar sobre piedras mojadas. 
 4.º Andar sobre la nieve blanda o recién caida. 
 5.º Andar por agua fría. 
 6.º Bañar en agua fria los brazos y las piernas. 
 7.º Tomar baños de regadera locales. 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-nieve
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-agua-fria
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banos-regadera-locales
 Andar Descalzo 
 Andar sobre hierba húmeda 
 Andar sobre piedras mojadas 
 Andar sobre nieve 
 Andar por agua fría 
 Bañar en agua fria los brazos y las piernas 
 Baños de regadera locales 
 
 
 
Andar Descalzo 
 Fortificantes 
1. - El más natural y sencillo de los ejercicios fortificantes es 
andar descalzo; operación que puede practicarse de muy diversas 
maneras, según los diferentes estados y la edad de las personas. 
Los niños de corta edad, que no pueden valerse aún por sí mismos 
ni saben andar, deben llevar siembre los pies descubiertos. ¡Ojalá 
que me fuese dado grabar este principio en el corazón de todas las 
madres, de tal modo que la observasen como regla invariable de 
vida! A lo menos que los padres extraviados por preocupaciones, 
si no quieren ajustarse a esta norma, tengan piedad de sus 
inocentes pequeñuelos y les pongan un calzado ligero que no 
impida, por completo, la corriente del aire. 
Por lo que hace a los niños que ya se han soltado a andar, saben 
mejor que nadie lo que tienen que hacer en este particular; y, sin 
consideraciones de ninguna especie, arrojan a un lado los 
molestísimos zapatos, juntamente con las medias, y se juzgan 
felices cuando, especialmente en primavera, se les deja corretear 
descalzos. La sangre que a veces brota de los pies no les arredra y 
a lo sumo si les decide a ponerse, por breves instantes, los 
aborrecidos zapatos. Los niños, al obrar así, obedecían a un 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-nieve
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-agua-fria
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banos-regadera-locales
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
impulso instintivo y natural, del que los viejos nos dejaríamos 
llevar a veces, si la refinada civilización, que todo lo mistifica y 
trastorna, no hubiese desterrado el buen sentido de casi todas las 
prácticas de la vida. 
Los hijos de los pobres, con su gran libertad de acción, llevan en 
esto notable ventaja a, los hijos de los nobles y ricos, que de 
buena gana imitarían ese naturalismo de la vida. Algunas veces 
tuve ocasión de observar este hecho en los hijos de un alto 
empleado. No bien se creían los pequeñuelos libres de la severa 
vigilancia del papa, arrojaban al aire los finos zapatitos y las 
lindas medias de colores y se lanzaban a la carrera por la mullida 
hierba. La madre, mujer de buen sentido, presenciaba, con cierto 
placer, el jolgorio de los pequeños; pero si, por acaso, el padre los 
atrapaba en tan indecoroso ejercicio, largábales un largo sermón 
penitenciario, intercalando en él sendas observaciones acerca de 
la buena y mala crianza, de la condición de las personas y de las 
obligaciones que impone. No obstante, los niños recibían tan a 
pecho las amonestaciones paternales que, al día siguiente, se 
entregaban con más entusiasmo a su diversión favorita. He aquí 
por qué no me cansaré de recomendar que se deje seguir en esto a 
los niños sus naturales instintos. 
Los padres que, por vivir en el centro de grandes poblaciones, no 
tienen a su disposición un jardín ó un lugar cubierto de césped, 
pueden proporcionar a sus hijos ese ejercicio fortificante en una 
habitación cualquiera, pasillo etc., a fin de que los pies respiren 
alguna vez libremente, lo misno que la cara y las manos, y 
aspirando aire fresco se muevan en su propio elemento. 
A las clases menos acomodadas, particularmente a las que viven 
en el campo, no son necesarias mis recomendaciones; aunque por 
necesidad suelen ir descalzos, no envidianni tienen motivo para 
envidiar a los más ricos burgueses que gastan botas ajustadas, 
herméticamente abrochadas ó cerradas, verdadero tormento de los 
pies, que así se ven privados del elemento más indispensable para 
la vida. Los necios aldeanos que imitan las afeminadas 
costumbres de los burgueses, llevan en sí mismos el castigo; antes 
en el campo iba todo el mundo descalzo, lo mismo los niños que 
los adultos. A pesar de la distancia que, de ordinario, separa la 
casa del campesino de la Iglesia o de la escuela, los niños 
preferían ir descalzos, aún en el rigor del invierno, llevando 
colgados del hombro o del brazo los zapatos y las medias que les 
diera la cuidadosa madre. Apenas asomaba la primavera y 
empezaba a derretirse la nieve de las montañas, lanzábanse 
gozosos todos los muchachos de la aldea, con los pies desnudos 
sobre la húmeda hierba y chapoteaban en los charcos, rebosando 
alegría y salud en todo su cuerpo. 
Inútil es advertir que los que residen en grandes poblaciones y los 
individuos pertenecientes a la alta sociedad no pueden someterse 
a semejante tratamiento. Si llega su preocupación hasta el punto 
de creer que con solo tocar el suelo con los pies descalzos, en el 
momento de vestirse ó desnudarse, cogerán catarros, dolores de 
garganta, reuma y otras dolencias análogas, dejémosles vivir en 
esa creencia. Pero a los que aún tengan valor para fortificar su 
naturaleza, les recomendamos un breve paseo de 10 minutos a 1/2 
hora, con los pies descalzos, sobre el fresco suelo de la 
habitación, bien sea antes de acostarse o al abandonar el lecho. 
Para mitigar un poco la impresión pueden darle los primeros días 
con las medias puestas, después completamente descalzos y por 
último, aumentar la impresión, metiendo en agua fría los pies 
hasta el tobillo, antes del paseo, por breves momentos. 
Con buena voluntad y verdadero deseo de conservar la salud, todo 
el mundo, aún el más aristócrata, por muy alto que sea el puesto 
que ocupe en la sociedad, hallará tiempo para practicar tan útil 
ejercicio. 
Un sacerdote conocido mío pasaba todos los años algunos días en 
compañía de un amigo, que poseía un gran jardín. En él daba el 
primer paseo de la mañana con los pies descalzos, prolongando 
este refrigerante y saludable ejercicio mientras duraba el rezo del 
Breviario. Muchas veces me ponderó este sacerdote los excelentes 
efectos del andar descalzo. 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo
También podría citar gran número de personas de la alta sociedad 
que han tenido el buen acuerdo de adoptar esta práctica, y durante 
la época del calor a lo menos, se retiran, a una pradera solitaria ó 
sombrío bosque para refrescar los pies sobre la húmeda hierba. 
Una de estas personas, cuyo número es aun relativamente 
pequeño, me aseguraba, en una ocasión, que antes apenas 
trascurría semana sin coger un resfriado; pero que con la sencilla 
práctica que acabamos de describir había perdido esa facilidad de 
acatarrarse y se había hecho mucho menos sensible al frío. 
Réstame dirigir unas cuantas palabras a las madres, hasta que me 
sea dado cumplir la promesa que tengo empeñada, si Dios me 
concede salud y vida, de darles algunas instrucciones prácticas 
sobre la educación de los niños, especialmente en lo que a los 
ejercicios corporales atañe. Porque ellas son las llamadas, en 
primer lugar, a criar una generación vigorosa y robusta y a 
desterrar la afeminación, debilidad, anemia, afecciones nerviosas 
y todas esas innumerables dolencias que acortan la vida y hacen 
incalculables estragos en el linaje humano. El mejor medio para 
lograr este resultado es fortalecer, confortar la naturaleza desde 
sus más tiernos años. La luz, la alimentación y el vestido, son los 
factores que pueden emplearse principalmente como fortificantes, 
puesto que lo mismo los ha menester el niño que el anciano. 
Cuanto más puro sea el aire que el niño respira mejor será la 
sangre que circule por sus venas. A fin de acostumbrar a las 
criaturitas a vivir en un ambiente fresco, pueden las madres tomar 
la costumbre de lavarles todos los días con agua fría ó bañarlas 
con agua soleada a continuación del baño de agua caliente. Este, 
por sí solo, produce debilidad y laxitud, mientras que en unión 
con el lavado ó baño frío robustece, fortifica y acrecienta el 
desarrollo corporal. El miedo y la desagradable sensación que se 
experimenta en un principio desaparecen al tercero ó cuarto baño; 
en cambio se suministra a las criaturas una coraza contra los 
catarros y sus perniciosas consecuencias, no sin ahorrar a las 
madres la molestia de forrarlos en diferentes envolturas de lana, 
que cierran toda entrada al aire y coartan sus movimientos. 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
En este particular se cometen verdaderas atrocidades con los 
niños. Metidos sus cuerpecitos en sofocantes estufas de lana, 
gimen bajo el peso de las ropas y ligaduras, que no dejan al 
descubierto más que una pequeña parte de la cara, puesto que se 
comete la torpeza, de taparles hasta los oidos y los ojos y de 
arrepujar el cuello de tal forma que no hay posibilidad de que 
penetre un átomo de aire, porque la solícita madre tiene muy buen 
cuidado de tapar hasta el rinconcito más pequeño por donde 
pudiera penetrar ese elemento de vida. ¿Quien se asombrará luego 
de que, con un proceder tan contrario a los más elementales 
principios de higiene, los catarros, las anginas de todas clases y 
otras mil enfermedades arrebaten a tan considerable número de 
niños, a quienes se ha hecho impotentes para resistir el más leve 
soplo de viento? ¿A quien causará maravilla que haya legiones de 
familias anémicas y entecas; que ocurran casos tan frecuentes de 
histerismo, especialmente en los jóvenes, sujetos hoy a 
innumerables dolencias antes desconocidas? ¿Y quien seria capaz 
de enumerar los males del espíritu, compañeros inseparables de 
un cuerpo que empieza a decaer y a descomponerse antes de 
llegar a su completo desarrollo, frutos podridos de un árbol mal 
cultivado desde su origen? Mens sana in corpore sano; sólo en un 
cuerpo sano vive un alma sana. El desarrollo normal de las 
fuerzas del cuerpo humano exige, como condición preliminar, que 
se fortalezca la naturaleza por medio de ejercicios como los 
anteriormente descritos. ¡Ojalá que las madres comprendiesen, de 
una vez, su misión y su responsabilidad y se atuviesen en esto a 
los consejos de personas inteligentes! 
Andar sobre hierba húmeda 
2. - Andar sobre la hierba húmeda es otro de los ejercicios 
fortificantes, ya se haya humedecido aquella por el rocio, la lluvia 
o el riego.*(* Este paseo, con los pies descalzos, es mucho más 
saludable que el que se hace sobre la tierra húmeda). En la 
tercera parte tendremos ocasión de citar repetidas veces esta 
práctica, que no titubeo en recomendar a toda clase de personas, 
sin distinción de edades, aún a los enfermos. Cuanto más húmeda 
esté la hierba, más se prolongue el ejercicio y con más frecuencia 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
se practique, serán mejores los resultados. Por regla general debe 
durar de 1 a 3 cuartos de hora. 
Una vez terminado el paseo se separan de los pies todas las 
sustancias extrañas que se les hayan adherido, como hierba ó 
arenita y, con la mayor prontitud posible, sin secarlos, se cubren 
con calzado perfectamente seco. Acto continuo se emprende sobre 
terreno seco, un paseo bastante rápido que se va moderando 
paulatinamente, y cuya duración depende de la mayor ó menor 
prontitud con que se enjuguen y entren en calor los pies, pero que 
nunca deberá exceder de una hora. 
Debe evitarse, con el mayor cuidado, que las medias y el calzado 
que se pongan después de este ejercicio estén húmedos,pues de lo 
contrario pronto se dejarían sentir las consecuencias en la cabeza 
y en el cuello, y el remedio sería contraproducente. He aquí por 
qué no deben dejarse nunca esas prendas sobre la hierba húmeda, 
sino en lugar seco, para que, con su ayuda, los pies entren pronto 
en reacción y recobren el calor perdido. Este, como los demás 
ejercicios similares, puede practicarse aún cuando se tengan los 
pies fríos. 
Andar sobre piedras mojadas 
3. - Análogos resultados produce el paseo sobre piedras húmedas, 
que para muchos es más fácil y cómodo, ya que en la mayor parte 
de las casas hay algun espacio o habitación con pavimento de 
piedra, suficiente para practicar este ejercicio. Se marchará sobre 
la piedra húmeda, con los pies descalzos, a paso ligero y movido, 
a la manera que el pisador de uvas en el lagar ó el mozo de tahona 
sobre la masa, teniendo sumo cuidado de no pararse un momento. 
Las piedras pueden humedecerse con regadera o con un jarro, 
siempre con el agua más fría que se tenga a mano, y debe 
repetirse la operación del riego cuantas veces sea necesario para 
mantener uniforme la humedad, todo el tiempo que dure el paseo. 
Si éste se practica con un fin medicinal no debe durar más de 15 
minutos ni menos de 3, segun las condiciones del paciente y el 
estado de sus fuerzas; por lo general, dura el ejercicio de 3 a 5 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
minutos. Pero si se toma como fortificante, en buen estado de 
salud, puede prolongarse media hora y más, sin peligro ninguno. 
Me creo en el caso de recomendarle a todo aquel que tenga 
verdadero deseo de fortalecer su constitución física, aunque haya 
llegado a un grado de debilidad extrema. Los que sufran de 
frialdad en los pies, dolores en el cuello y sean propensos a los 
catarros y ataques apopléticos o fuertes dolores de cabeza, deben 
combatir estos males con el expresado paseo, que será más eficaz 
si se añade un poco de vinagre al agua con que se riega la piedra. 
Respecto del vestido y del ejercicio obsérvense las reglas 
establecidas para el pasco sobre la hierba. En uno y otro caso es 
indiferente que al empezar la operación estén los pies fríos ó 
calientes. 
Andar sobre nieve 
Andar sobre la nieve blanda o recién caida 
4. - Más eficaces son los resultados que se obtienen por el paseo 
sobre la nieve recién caída. Es condición precisa que esta sea 
fresca, que se pegue fácilmente a los pies en forma de polvo, no 
dura ó congelada, que sólo sirve para producir una gran sensación 
de frío. Tampoco es conveniente dar este paseo con viento muy 
frío, por cuya razón son preferibles los días de primavera en que 
empieza el deshielo. Conozco algunas personas que hacen durar 
estos paseos media hora, una y hasta hora y media, con excelente 
resultado. En los primeros minutos tuvieron que hacerse alguna 
violencia; después no sintieron molestia alguna ni señal de frío. 
Sin embargo el paseo por la nieve no debe durar más de 3 a 4 
minutos, y en ningún caso debe estar parado el ejercitante. 
A las veces ocurre que los dedos de los pies, no pudiendo soportar 
el frío de la nieve, se ponen rígidos, presentan un calor febril y se 
hinchan. No hay que asustarse por eso; el mal tiene fácil remedio 
y desaparece con solo meterlos varias veces en agua de nieve ó 
frotarlos ligeramente con la misma nieve. 
En ciertas épocas, Otoño por ejemplo, puede suplirse el ejercicio 
sobre la nieve con un paseo por la hierba cubierta de rocío. 
Entonces la sensación de frío es mayor en razón a que el cuerpo 
vive aún bajo la influencia del calor del estío. En invierno le 
sustituye el paseo sobre piedras humedecidas con agua de nieve. 
Respecto del vestido y del ejercicio subsiguiente, obsérvense las 
prescripciones indicadas anteriormente. 
Muchos califican de necedades, locuras etc. estos ejercicios 
fortificantes, que se rehuyen por temor a los catarros, reumas, 
enfriamientos y toda clase de dolencias. Mas todo depende de una 
pequeña prueba y de un ligero esfuerzo, para vencer la 
repugnancia; los primeros ensayos bastarán para destruir esas 
preocupaciones y demostrar los excelentes resultados del 
terrorífico paseo por la nieve.* (* Conozco a varios médicos que 
aprueban este ejercicio, siempre que se practique con las debidas 
precauciones. A los que le califican de duro les opondré el 
empleo de hielo, que no cede seguramente en rudeza al de la 
nieve.) 
Hace muchos años entablé conocimiento con la señora de un alto 
funcionario, que daba gran importancia al desarrollo físico de sus 
hijos, no consintiéndoles ningún capricho en la elección de la 
comida o la bebida y reprendiéndoles severamente cualquier 
manifestación de desagrado, tocante al calor, al frío etc. Tan 
pronto como caían las primeras nieves, les prometía una merienda 
da pan de manteca con miel, si se arriesgaban a dar, descalzos, un 
paseo por la nieve. Pronto se aficionaron los niños a este ejercicio, 
se criaron robustos y sanos y toda su vida conservaron viva 
gratitud hacia la madre que tan varonil educación les había dado. 
Indudablemente esta señora cumplió a maravilla su misión de 
madre. 
De ordinario, este paseo se recomienda solamente a personas que 
gozan de buena salud; no obstante citaré un par de casos que 
evidencian el buen resultado que puede dar en cierta clase de 
dolencias. 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-nieve
Durante muchos inviernos estuvo sufriendo uno horribles 
molestias, a consecuencia de los sabañones que, al reventarse, le 
producían grandes dolores. Siguiendo mis consejos, al caer las 
primeras nieves, antes de reventarse aquellos, empezó a dar los 
paseos por la nieve y, al poco tiempo, se vio libre de la incómoda 
dolencia. 
No ha mucho tiempo se presentó a mí una muchacha de 17 años, 
quejándose de fuertes dolores de muelas. «Si dieses un paseo de 
cinco minutos por la nieve» la dije, «pronto desaparecerían los 
dolores.» Siguiendo en el acto mi consejo, corrió al jardín y 
volvió al cabo de diez minutos completamente curada. 
Para dar el paseo por la nieve es condición indispensable que todo 
el cuerpo tenga la temperatura normal; por consiguiente, el que 
sienta frío debe procurar antes recuperar el calor normal por el 
ejercicio o el trabajo corporal. Inútil es advertir que las personas 
propensas al sudor de pies, grietas o que tengan sabañones ya 
abiertos o en supuración, no deben practicar este ejercicio, sino 
después de aplicar los remedios indicados para la expresada 
dolencia, como baños de pies con agua o vapor etc. 
 
Andar por agua fría 
Paseo por el agua 
5. - Paseo por el agua. Por sencillo que este ejercicio parezca, se 
obtienen con él los siguientes resultados: 
 1.º obrando sobre todo el cuerpo, fortalece el organismo 
 2.° obra ventajosamente sobre los riñones y favorece, como 
revulsivo, la operación de la orina, por cuyo medio sirve de 
preservativo contra varias dolencias que tienen su raíz en los 
riñones, en la vejiga ó en el bajo vientre 
 3.º ejerce una acción favorable sobre el pecho, facilita la 
respiración y expulsa los gases del estómago 
 4.° combate los dolores y la pesadez de cabeza 
Este fortificante consiste en dar paseos por un baño o tina con el 
agua hasta los tobillos, primeramente, pudiendo añadirse más 
paulatinamente hasta que cubra, por lo menos, las pantorrillas. El 
resultado es tanto más eficaz cuanto más fría está el agua. 
El primer día el paseo será de 1 minutosolamente, pudiendo 
llegar hasta 6 minutos. Después del paseo se hará ejercicio hasta 
que la parte bañada haya recobrado el calor normal, al aire libre 
en verano y en una habitación caldeada durante el invierno. En 
esta estación se puede refrescar más el agua con nieve. Tratándose 
de personas débiles se puede empezar con agua quebrantada, que 
se irá enfriando en las prácticas sucesivas hasta usarla 
completamente fría. 
 
Bañar en agua fria los brazos y las piernas 
6. Fortificantes de las extremidades, especialmente de los brazos y 
piernas. Como tal puede emplearse el siguiente procedimiento. El 
paciente permanece de pié en el agua fría hasta la rodilla o algo 
más arriba, durante un minuto. Después de calzarse descúbrese 
los brazos hasta los hombros y los mete el mismo espacio de 
tiempo en el agua fresca. Pero es más ventajoso practicar las dos 
operaciones simultáneamente, para lo que únicamente se necesita 
una artesa o baño de mayor tamaño. Esta doble operación puede 
también verificarse metiendo los pies en una vasija colocada en el 
suelo y las manos y brazos en otra puesta sobre una silla. 
Baños de regadera locales 
7. Citaremos, como último de los fortificantes, el riego de las 
rodillas. Los detalles pueden verse en la descripción de los baños 
de regadera. Obra muy ventajosamente sobre los piés, llamando la 
sangre a sus escuálidas venas.* (* A un caballero se le desarrolló 
en los dedos da los pies una blanda masa en lugar de uñas. Los 
baños de regadera en las piernas hicieron reaparecer las uñas, 
fortaleciendo aquella parte, mediante un reparto proporcional de 
la sangre.) 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
Creo conveniente advertir que si se trata de personas en buena 
salud, que toman este baño como fortificante, puede aplicarse 
bajo una forma algo más dura: bien sea dejando caer la lluvia de 
mayor altura, refrescando el agua con nieve o hielo durante el 
invierno etc. 
Para tomar este baño precisa también que el cuerpo tenga la 
temperatura normal, si bien pueden exceptuarse los pies hasta los 
tobillos. Por lo además, el baño de la rodilla no puede tomarse 
más de 3 a 4 días consecutivos, a no aplicarse en unión o 
alternando con otra de las prácticas hidroterápicas, como el riego 
de la parte superior del cuerpo o la inmersión de los brazos, de tal 
modo que una se aplique por la mañana y por la tarde la otra. 
Como fortificantes bastan las prácticas descritas, que pueden 
aplicarse en todo tiempo, lo mismo en invierno que en verano. 
Durante la estación fría debe abreviarse el baño y alargarse un 
poco el ejercicio que le sigue. Pero los que no tengan costumbre 
da practicar estas operaciones deben comenzarlas en una de las 
estaciones tem pladas, muy particularmente aquellos que son 
propensos a resfriados, los anémicos y todos los que hayan 
debilitado sus fuerzas con el excesivo abrigo y las precauciones 
exageradas para precaverse de los rigores del frío. Hago esta 
recomendación, no porque tema ningun daño, sino por no 
espantar a los tímidos y hacerles cobrar aversión a un sistema 
evidentemente bueno. 
Tanto los sanos como los que tienen alguna dolencia pueden 
someterse a cualquiera de las prácticas hidroterapicas descritas, 
siempre que se sujeten a las instrucciones dadas para cada 
tratamiento, en la seguridad de que los malos resultados 
provienen siempre de alguna imprudencia del paciente. Aun 
tratándose de tísicos en los que el mal ha hecho algunos 
progresos, se aplican con resultado los procedimientos descritos 
en los puntos 1 - Andar descalzo, 2 - Andar sobre la hierba 
húmeda, 3 - Andar sobre piedras mojadas y 6 - Bañar en agua fria 
los brazos y las piernas. 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas
No todas las personas a quienes dedico mi pequeño trabajo 
necesitan estímulos para fortalecer su organismo; su vocación y 
sus ocupaciones cotidianas, les proporcionan a muchos 
innumerables ocasiones de robustecer sus fuerzas y, como 
vulgarmente se dice, de curtirse. En realidad de verdad no tienen 
por qué envidiar a los que parecen encontrarse en mejor situación 
que ellos. Hay en esto de la posición muchas y muy crasas 
ilusiones. 
Por lo que respecta a aquellos de mis lectores que ni de nombre, 
tal vez, conocen los tratamientos que acabamos de exponer, les 
invito a hacer una prueba, siquiera sea pequeña, antes de emitir su 
fallo. Si aquella resulta favorable al nuevo sistema curativo, me 
alegraré, no tanto por mí como por la importancia suma del 
asunto. Harto numerosas son las tempestades que surgen en la 
vida contra la salud de los hombres. Demos el parabién al que 
sabe fortalecer su naturaleza y hacer que el árbol de la salud eche 
robustas y profundas raíces. 
 
Esta práctica se recomienda, después de ciertas enfermedades, 
para llamar la circulación de la sangre hacia las extremidades. 
El baño de los brazos, por sí solo, obra ventajosamente en todos 
aquellos que son propensos a sabañones y a tener las manos frías. 
Conviene secar las manos después de la inmersión a fin de evitar 
que por la acción del aire frío se levanten ampollas, pero no se 
practicará esta operación con los brazos. 
Para tomar el baño de brazos y manos precisa que todo el cuerpo 
tenga la temperatura normal y no se sienta frío; sin embargo 
puede tomarse si el frío está localizado en los pies o en los brazos 
hasta el codo solamente. 
Aplicaciones Hidroterápicas 
Segun queda expuesto, las aplicaciones que se hacen del agua en 
mi clínica hidroterápica son: 
 A. Paños empapados o compresas. 
 B. Baños comunes. 
 C. Baños de vapor. 
 D. Baños de regadera. 
 E. Lavados. 
 F. Envolturas. 
 G. Uso interno o en bebida. 
Paños Empapados 
 Paños empapados 
Los paños empapados o "paños mojados" como se dice 
vulgarmente, se aplican bajo las siguientes formas: 
I. Paño superior. 
Se toma un paño de hilo burdo, de lona o de arpillera, se pliega en 
3—4—6—8 — o 10 dobleces longitudinalmente, dándole el 
ancho y largo necesarios para que pueda cubrir el cuerpo, desde el 
cuello hasta el bajo vientre inclusive, y dejándole a manera de dos 
faldillas por los costados, para su mejor sujeción. El paño asi 
preparado se empapa en agua, se retuerce perfectamente y se 
coloca sobre el paciente que estará acostado boca arriba. Encima 
se pone una manta de lana o de hilo en dos o tres dobleces que 
cierre herméticamente, para impedir el paso del aire, y sobre esta 
el edredón o mantas de la. cama. Conviene, además, cubrir el 
cuello con un pañuelo do lana que impida el acceso del aire por la 
parte superior. La operación de tapar al enfermo debe practicarse 
con exquisito cuidado para evitar enfriamientos. En invierno 
puede emplearse agua caliente. 
El paciente permanece en la posición descrita de 3/4 a 1 hora; y si 
se cree oportuno renovar la operación durante ese tiempo, por 
haberse calentado la envoltura, se volverá a humedecer el paño en 
igual forma, con agua fría, y se procederá como queda dicho. 
http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/pa%C3%B1os-empapados

Continuar navegando