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http://www.hidroterapianatural.com/introd http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones- hidroterapia/ba%C3%B1os/banos-templadosuccion Hidroterapia tratamiento natural Cura de kneipp Introducción Si como en el árbol no hay dos hojas completamente iguales, tampoco se encuentran dos hombres que tengan idéntico destino; de suerte que si todos escribiesen su vida resultarían tantas biografías distintas como individuos biografiados, intrincados son los caminos que se tocan y cruzan a través de la vida humana, cual madeja enmarañada cuyos hilos se hallan enredados sin orden ni concierto. Mas la fe lanza en medio de las tinieblas sus luminosos rayos, para demostrar que todas esas laberínticas sendas tienen asignados sabios fines y, desde un principio, van a parar al término que los señalara el Creador omnisciente. La hidroterapia, al estilo Kneipp. Sebastián Kneipp sistematizó el uso del agua como elemento terapéutico, además de esbozar una ética para los interrogantes del espíritu. http://www.hidroterapianatural.com/introduccion http://www.hidroterapianatural.com/introduccion http://www.hidroterapianatural.com/introduccion http://www.hidroterapianatural.com/ Se asegura que la edad biológica de una persona depende más del estado de salud y entrenamiento de su sistema circulatorio que de su fecha de nacimiento. Es por eso que tal vez instintivamente solemos empezar nuestro día lavándonos la cara con agua fría. Estamos tan habituados a ese acto automático que no pensamos la razón por la cual lo hacemos, pero si sabemos que sí no lo hacemos nos sentimos incómodos. El poder del agua. ¿Qué sucede en ese momento de despertar matinal? Los expertos nos dicen que el contacto del agua con nuestras manos y rostros no sólo ejerce una acción limpiadora, sino también un poderoso efecto sobre los sistemas circulatorios y neuro-hormonal, por la gran cantidad de receptores de sensibilidad térmica que poseen cara y manos, además de activar zonas reflejas que algunos órganos tienen en la cavidad nasal. Duchas y baños activan también el sistema circulatorio y orgánico del resto del cuerpo. Kneipp: “médico del agua” Sebastián Kneipp fue uno de los que supieron aprovechar ese poder terapéutico, creándose una leyenda a su alrededor como el “médico del agua”. Vástago de una humilde familia de tejedores, nace el 17 de mayo de 1821 en la aldea de Stephansried, cerca de Múnich. Es a sus 24 años, cuando la tuberculosis pone en peligro su vida, que cae en sus manos un libro del médico Johann Siegmud Hahn sobre los efectos benéficos Un canal en el delta del Danubio. del agua fresca. Un canal en el delta del Danubio.Tras leerlo, camina los tres cuartos de hora que lo separan del Danubio, se interna en sus aguas, se viste y regresa a casa. Realiza el mismo trecho dos o tres veces por semana recuperando su salud, sin saber bien por qué. Con el correr de los años hace votos de sacerdote y estudia teología. Es destinado como párroco a distintas aldeas y ciudades hasta llegar a Wörishofen, donde no muy lejos de su pueblo de origen, en el monasterio de los Dominicos, comienza a utilizar el agua para tratar tanto problemas respiratorios como de arritmia, de insomnio, nerviosos e incluso dolencias del alma y el espíritu. Su postulado básico era que las enfermedades aparecen en el ser humano cuando su fuerza natural es minada por una alimentación inadecuada y un modo de vida desregulado y alejado de la naturaleza. El agua en todas sus formas Los ámbitos terapéuticos del método Kneipp son los siguientes. Hidroterapia: También para los niños es beneficioso el contacto Con el agua. Chorros de agua hasta las rodillas, recomendada para los trastornos del sueño, presión alta, várices. Chorros de agua desde los muslos hacia abajo, para leves problemas de circulación arterial, celulitis y hemorroides. Chorros de agua en los brazos, para el cansancio del espíritu y del cuerpo, además de los dolores de cabeza. El agua puede ser fría, tibia o caliente, dependiendo del propósito. La cantidad de agua debe ser como la de una regadera, suave y no demasiado cercana a la piel, sin irritarla. Y luego el agua no debe ser secada, sino que es necesario hacer una caminata rápida para activar la circulación de la sangre. Moverse, caminar sobre el agua o el rocío, con los pies descalzos, ponerse medias secas y continuar caminando hasta calentarse los pies, dar pasos en tinajas con el agua hasta las rodillas, son las múltiples posibilidades que ensayaba con sus pacientes, reforzando su sistema inmunológico. Terapia dietética: Kneipp recomendaba una alimentación variada y regular, con frutas, verduras, cereales y productos lácteos. Ser moderados con el alcohol, la nicotina y el azúcar. Terapia del movimiento: Según las máximas de Kneipp la vida es movimiento. Buscarlo donde quiera que sea posible, subiendo escaleras, haciendo deporte, gimnasia y bailando. Fitoterapia: Kneipp proponía aprovechar las propiedades curativas de las plantas en forma de infusiones, jugos o pastillas. Terapia del orden o reguladora: Implica regular el ritmo de la vida diaria, economizando energía, insertándola creativamente tanto en el trabajo como en el tiempo libre, utilizando también las artes para nuestro esparcimiento o el yoga para nuestra relajación. La opinión de la ciencia ¿Qué se esconde detrás de esta técnica tan antigua como Hipócrates, que éste ya utilizaba con sus enfermos? Científicos nos aclaran que el éxito de los procedimientos no reside propiamente en el agua en sí, sino en el resultado de aplicar sobre el cuerpo estímulos térmicos (frío-calor), mecánicos (mayor o menor presión o rozamiento sobre la piel) y químicos (preparados medicinales que pueden añadirse al agua). Estos estímulos producen sobre todo la vasoconstricción sanguínea, a partir del enfriamiento del cuerpo caliente, en contacto con el agua, y como reacción inmediata la vasodilatación, que provoca un aumento de la circulación sanguínea, ayudando a la limpieza y eliminación de sustancias patógenas a través del aumento de glóbulos blancos (armas de defensas del organismo), aumento del oxígeno a causa de la mayor producción de glóbulos rojos que lo transportan, y por lo tanto del anhídrido carbónico en el cuerpo. Esto nos lleva a una respiración más profunda para poder eliminarlo, lo que ventila los bronquios. La musculatura se calienta en contacto con el frío y posteriormente se relaja, además de poder aprovechar la resistencia que ejerce el agua para tonificar los músculos débiles. Los estímulos térmicos también producen en la piel una respuesta y por vía refleja potencian los nervios del sistema simpático, que liberan cortisona en respuesta a la situación de estrés y a su vez actúa el sistema parasimpático regulando el equilibrio físico y dándonos una sensación de bienestar y de calma. Pero cuidado, la hidroterapia no es recomendada en pacientes con psicosis o hipertiroidismo. El legado de Kneipp Sebastián Kneipp murió el 17 de junio de 1897, luego de transformar a Wörishofen en la ciudad de las curas naturales y los senderos paradisíacos, además de escribir seis libros (vendidos hasta hoy en día), en donde expone un pensamiento ecologista, de respeto, tolerancia social y adaptabilidad, en comunión con una naturaleza reconciliadora. Introducción. Método de Hidroterapia Si desde el elevado observatorio de la vejez dirijo una mirada retrospectiva sobre los años trascurridos de mi vida, observo que las enmarañadas sendas por que he pasado serpentean, a veces, al borde del abismo para desembocar, pormodo inesperado, en el seguro puerto de la vocación a que Dios me había llamado; de manera que no tengo sino poderosos motivos para alabar los altos designios de la Providencia que, en medio de aquellos tortuos caminos que parecían conducir a la muerte, ha hecho brotar una fuente que ha dado la vida a innumerables personas. Más de 21 años contaba yo cuando abandoné la casa paterna. En la libreta de obrero, que llevaba en el bolsillo, figuraba como tejedor de oficio, y sin embargo, desde la niñez tenía grabados en el corazón otros designios y muy diferentes aspiraciones. Con ansiedad irresistible había esperado, por muchos años, aquel día que me abría las puertas para legar a la realización de mis ensueños: las órdenes sacerdotales. Impulsado por este ideal, en lugar de ir a continuar el aprendizaje de mi oficio, fui de pueblo en pueblo, en busca de un corazón benéfico que se dignase costearme los estudios. Por fin hallé el deseado Mecenas en el bondadoso capellán de Gronenbach, D. Matías Merkle, elevado posteriormente a la dignidad de prelado (1881), quien me díó lecciones con tal ahinco y tan feliz resultado, que, al cabo de dos años, me encontraba apto para ser admitido en el gimnasio. No obstante habíame impuesto una tarea harto penosa, al parecer superior a mis fuerzas. Cinco años de horribles privaciones y grandes esfuerzos habían quebrantado mi salud y minado hondamente mis fuerzas, lo mismo intelectuales que corporales. Un día se presento mi padre, para llevarme consigo, y aún suenan en mis oídos las fatídicas palabras que le dijo el posadero en cuya casa nos alojamos: "esta es la última vez que venís a buscar al estudiante". De la misma opinión eran otras muchas personas que me conocían. Vivía a la sazón en la ciudad un médico militar, que gozaba de merecida fama, tanto por su ciencia como por sus caritativos sentimientos. Durante el penúltimo año de mis estudios gimnasiales, me hizo 90 visitas y más de 100 en el último. Tal era el deseo ardiente que tenía de devolverme la salud; pero la traidora dolencia se burlaba de sus profundos conocimientos en el arte de curar, haciendo estériles sus caritativos servicios. Yo mismo había perdido toda esperanza y veía acercarse, con resignación, mi hora postrera. Por vía de distracción, solía entretenerme en hojear algún libro. La casualidad, sí se me permite esta palabra que nada significa, puesto que la casualidad es un mito, puso en mis manos un librito, al parecer de ninguna importancia; era un tratadito de hidroterapia. Lo abrí por diferentes puntos y hallé en él cosas increíbles y para mi nuevas. Una idea laminosa cruzó por mi mente. Seguí hojeándola y dije pata mí: has encontrado lo que te hace falta En efecto, mi situación estaba allí pintada hasta en los detalles mas insignificantes. Experimenté una alegría indescriptible. La esperanza comunicó nueva vida a mi marchito cuerpo y reanimó mi abatido espíritu. Aquella frágil pajuela fue, muy luego, tabla de salvación a la que me agarré como el náufrago en medio del Océano; hoy la considero como bote salvavidas que la divina misericordia me envió en la hora del peligro. El autor del librito, que versa «Sobre la virtud medicinal del agua fresca», es un médico, pero sus prescripciones pecan, en general, de severas y rígidas. Empecé una serie de experimentos que duraron medio año; y aunque no sentí mejoría tampoco observé daño alguno. Esto me hizo cobrar ánimo. Llegó el invierno de 1840; encontrábame a la sazón en Dillingen. Dos ó tres veces por semana me bañaba, breves instantes, en un sitio apartado del Danubio. Después del baño corría presuroso a buscar la reacción en mi aposento bien caldeado. Pero, a mi juicio, el mal continuaba siendo indiferente, ya que no rebelde al nuevo tratamiento. En 1850 me trasladé al "Georgianum" de Munich. Allí tuve ocasión de conocer a un pobre estudiante que se encontraba en peor situación que yo. El médico del establecimiento se negaba a expedirle el certificado de higiene, que le era necesario para recibir las órdenes sagradas, alegando que no viviría mucho tiempo. Desde entonces le cobré especial cariño; iniciéle en los misterios de mi librito y ambos empezamos las pruebas con igual entusiasmo. Poco tiempo después obtenía mi amigo la certificación solicitada completamente curado de su dolencia. Al mismo tiempo empezaba yo a cobrar fuerzas y recibí también las sagradas órdenes, sin que en el espacio de 38 años, haya vuelto a sentir los efectos de la terrible dolencia, hoy tengo más de 70 primaveras y todos admiran el vigor de mi naturaleza. El agua ha sido para mi un amigo fiel y constante; a nadie debe, pues, causar maravilla que la conserve sincero cariño. El que se ha encontrado en la necesidad y la miseria, ese sabe apreciar la indigencia y la miseria del prójimo. No todos los enfermos son igualmente desgraciados; el que se halla en posesión de los medios y recursos para procurarse la salud, se resigna fácilmente a sufrir un corto tiempo. En los primeros años rechacé yo a centenares y millares de esta clase de enfermos. Los pacientes que, ante todo, han menester nuestra conmiseración son aquellos que, hallándose necesitados carecen de asistencia facultativa y de medicamentos ó han sido desahuciados por los médicos. En el número de mis amigos hay muchos de estos infelices, ya que he tenido por punto no rechazar jamás a estos desgraciados enfermos, desheredados de la fortuna, que en ninguna parte encuentran auxilio. En realidad de verdad, pareceríame duro, impío y contrario a los principios de la gratitud y de la gratitud cristiana cerrar las puertas a estos infelices y negarles los auxilios que me han proporcionado a mí la salud y la vida. El gran número de enfermos y la extraordinaria diversidad de sus dolencias, me estimularon mas y mas a ensanchar el círculo de las aplicaciones hidroterápicas y a perfeccionar el sistema que en ellas tiene su base y fundamento. Como es natural, conservo grato recuerdo del librito que me suministró las primeras lecciones de hidroterapia. Mas, pronto me convencí de que muchas de sus prescripciones eran extremadamente duras y harto repulsivas para la frágil naturaleza humana. «Curas de caballos» solían llamar algunos a los procesos hidroterápicos, y aun hoy día muchos, que todo lo condenan, siquiera no se hayan tomado la molestia de examinar lo que es objeto de su acerba crítica, califican de chapucería, paparrucha etc. todo cuanto hace relación al expresado sistema curativo. Por lo demás, no dejo de reconocer que muchas prácticas y tratamientos de este método, que se encuentra aún en estado de gestación y desarrollo, eran antes mas propias de la http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia naturaleza tosca y vigorosa de un caballo, que del cuerpo humano, con su fino cutis y sus delicados nervios. En la vida del célebre P. Ravignan, de la Compañía de Jesús, leemos el siguiente curioso pasage. «A consecuencia del excesivo ejercicio de la voz, (el P. era un orador notabilísimo, que practicaba con celo infatigable su apostólico ministerio en París, Londres, y otras grandes poblaciones), se agravó su enfermedad de la garganta, convirtiéndose muy pronto en un mal crónico..... Toda la tráquea era una herida, la voz se fue debilitando en términos que aquel órgano parecía perdido». Pasó dos años enteros (de 1846 a 1848) en completa inacción y en un constante sufrimiento. Sometióse a diferentes tratamientos en diversos puntos y, por último se trasladó a los climas benignos del Mediodía: pero todo sin resultado. En Junio de 1848 fijó el P. Ravignan su residencia al lado del Doctor K. R., en la casa de campo que este poseía en el Valle de B..... Una mañana, después de la misa, a la hora en que solían reunirse todos los moradores de la casa, les anunció el Doctor,con marcada expresión de tristeza, que el P. Ravignan se sentía peor y no podía acompañarles a tomar el desayuno. Dicho esto salió de la habitación y, volviendo al lado del enfermo, le dijo: «Levántese V. y sígame.» -«¿Pero a donde quiere V. llevarme?» respondió el Sacerdote. «Voy a arrojaros en el agua.» «¡En el agua» dijo el padre, «con la fiebre y la tos que tengo»! Pero no importa, me he entregado en sus manos y debo obedeceros.» El doctor se proponía darle un baño de inmersión; emplear un remedio violento pero efícaz, según observa su biógrafo. El resultado fue tan satisfactorio como inmediato. A la comida del mediodía se presentó en el comedor el Doctor, en ademán de triunfo, con su enfermo perfectamente curado; de suerte que el mudo de la mañana contaba, por la tarde, la historia de su curación. Sin embargo, esta sí que puede llamarse cura de caballo que, a pesar de1 excelente resultado que dio, no debe ser imitada. Creo oportuno advertir que, lejos de aprobar todos los procedimientos seguidos en nuestros establecimientos hidroterápicos, rechazo, decididamente, algunos, ya porque los juzgo demasiado fuertes ó porque me parecen hijos de una parcialidad infundada. La mayor parte de las prácticas se ajustan a un solo modelo, sin que casi para nada se tenga en cuenta la diversa índole ó naturaleza de los pacientes, el estado de sus fuerzas, el mayor ó menor arraigo de la enfermedad y los estragos ó consecuencias que haya podido producir en el organismo etc. Precisamente en la diversa manera de hacer las mismas aplicaciones ó prácticas, con arreglo a las circunstancias especiales del paciente, es en lo que se manifiesta la habilidad del hidrópata. Con frecuencia se me han presentado enfermos procedentes de diversos establecimientos de salud, quejándose amargamente de no poder aguantar los procesos terapéuticos, algunos de los cuales sólo sirven para destrozar el organismo. Es preciso poner a esto remedio. Presentóseme, en una ocasión, un hombre lamentándose de que había perdido la salud por lavarse temprano. Preguntéle en qué forma ejecutaba tan sencilla operación, a lo que me contestó, que tenía la cabeza un cuarto de hora debajo del caño de una fuente, que arrojaba el agua casi helada. Es un verdadero milagro que tamaña imprudencia no le costase más cara. Nos reimos y nos burlamos del que tan necia y locamente procede. Y sin embargo muchos, en quienes debe suponerse mas sano juicio y mas cautela en el empleo del agua, no han obrado con mayor cordura, y con sus necios procedimientos, han alejado al paciente del saludable elemento. Podría citar numerosos y contundentes ejemplos en prueba de mi aserto. Debe, ante todo, evitarse el uso inmoderado ó demasiado frecuente del agua, asi como las impresiones excesivamente fuertes. De lo contrario, el remedio se convierte en factor dañino y la confianza del paciente se torna en terror y miedo. Por espacio de 30 años he sondeado el terreno y he probado en mí mismo todas las aplicaciones. Con franqueza confieso que, por tres veces, me he visto obligado a modificar mi procedimiento http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia hidroterápico, imprimiendo a las prácticas un carácter cada vez más benigno. Hoy, después de 17 años de experiencias hechas con arreglo a principios fijos y bien definidos, con excelentes resultados, he adquirido la convicción de que el sistema en cuestión produce mejores efectos cuando el agua se emplea bajo formas sencillas, fáciles é inofensivas. En la primera parte del presente trabajo doy a conocer las formas bajo las cuales se puede usar el agua como factor medicinal ó terapéutico, en la tercera doy un resumen práctico de las diferentes enfermedades que pueden ser objeto del tratamiento hidroterápico y en la segunda, a la que precede una Introducción interesante, hago conocer algunos remedios caseros que, lo mismo que el agua, producen en el organismo alguno de estos tres efectos: disolver, segregar ó confortar. Como es natural, si el enfermo es persona desconocida, deben hacerse las oportunas indagaciones previas, afín de no proceder de ligero y con daño. He aquí porqué tambien he tratado de responder en este librito, siquiera sea de una manera sucinta, a las siguientes cuestiones. 1ª. ¿Qué se entiende por enfermedad y cuál es el origen común de todas las enfermedades? El cuerpo humano es una de las obras mas portentosas que han salido de las manos del divino Hacedor. El mas insignificante de sus miembros tiene su paralelo y todas sus partes forman un conjunto harmónico por demás maravilloso. No es menos admirable la íntima relación que existe entre todos sus órganos y las funciones que desempeñan. Los médicos y naturalistas mas incrédulos, aun aquellos que se complacen en afirmar que la lanceta y el bisturí no han sido capaces de descubrirles la existencia del alma, rinden tributo de admiración a este inimitable organismo. En el hombre todo, lo mismo lo visible que lo invisible ó espiritual concurre a «alabar el nombre del Señor.» Pero esta harmonía, este orden admirable que se llama salud sufre las más diversas alteraciones, los desarreglos más variados, que se designan con el nombre genérico de «enfermedad.» Padecimientos del espíritu, enfermedades del cuerpo constituyen el pan nuestro de cada día, que de grado ó por fuerza, tienen que tragar casi todos los hombres. Todas estas enfermedades, sea cualquiera el nombre con que se designen, tienen, en mi sentir, su razón y fundamento, su raíz y su germen en la sangre, mejor dicho en las alteraciones de la sangre; bien sea porque se haya perturbado su circulación normal ó porque su composición haya sufrido algún desarreglo, por haberse introducido en ella elementos extraños, jugos corrompidos. Semejante a un sistema de riego perfectamente trazado, la red de nuestras venas cruza, con su fluido rojo todo el cuerpo, alimentando todos los órganos, hasta los mas pequeños, con el jugo que les corresponde a cada uno. «Todo con peso y medida» es la base y fundamento del orden; cualquier demasía ó falta en la circulación de la sangre, cualquier mezcla de elementos extraños perturba la paz, destruye la harmonía y produce trastornos; la enfermedad impera donde antes reinaba la salud. 2.ª ¿De qué manera se verifica la curación? Por las huellas impresas en la nieve sigue el cazador la pista de la caza que persigue. De la misma manera el médico inteligente descubre, sin gran esfuerzo, donde está la dolencia, cual ha sido su origen y los progresos que ha hecho. Por los síntomas conoce la enfermedad y esta le señala los medios con que ha de combatirla. El procedimiento, pensarán algunos, no puede ser más sencillo. En ocasiones lo es indudablemente, pero otras veces ofrece sus dificultades. Cuando se me presenta alguno con las orejas heladas no vacilo en afirmar que eso reconoce por causa el frio; si oigo gritar a uno que está sentado sobre una piedra de molino y me enseña, al mismo tiempo, un dedo magullado, no necesito preguntarle por la causa que motiva sus lamentos. Pero no es tan fácil averiguar el origen de los males de la cabeza, del estómago, de los nervios, del corazón y otros padecimientos que, no pocas veces, provienen de causas diversas y heterogéneas, y, hasta pueden tener origen en afecciones patológicas de otros órganos, que han ejercido dañina influencia en los mencionados. Una simple paja puede hacer parar la péndola de un reloj de colosales dimensiones; la cosa más insignificante puede producir graves alteraciones en el corazón. El arte está en saber descubrir esa pequeña cosa, lo que muchas veces exige largos y complicados reconocimientos, que no siempre excluyen fatales equivocaciones. Ejemplos de esto veremos en la tercera parte de nuestro trabajo. Si golpeo, con el pie ó con un hacha, el troncode un árbol poco corpulento, se conmueven todas sus ramas y sus hoja. Pero haría una deducción falsa si dijese; puesto que las hojas se mueven, preciso es que las haya tocado algún objeto. Nada de eso; el tronco es el que pone en movimiento las ramas y las hojas, que son partes integrantes del primero. Lo propio sucede con los nervios, que son las ramas del cuerpo. «Tiene un padecimiento de nervios; está atacado de los nervios.» ¿Qué queremos decir con esto? Que todo el organismo ha sufrido un golpe, se ha debilitado, por cuya razón se conmueven también los nervios. Corta con la tijera un hilo de la tela de araña que vaya desde el centro a la periferia y, por mas cuidado que pongas, se descompone toda la red tejida con arte tan maravilloso, y los Cuadrados y triángulos, que parecían trazados con el compás, se tranforman en figuras irregulares, puestas sin orden ni concierto. No obstante, se acreditaria de necio el que, al ver ese desorden dijese que la araña ha olvidado su arte y que es la autora de las imperfecciones que en su tela ha observado. Vuélvase a su lugar el hilo cortado y quedará restablecida, en su primitiva perfección, toda la tela. Pero la dificultad, está en hallar ese hilo casi invisible; en eso estriba todo el arte. El que, sin la debida habilidad, la busque a tientas, acabará por destruir el tejido. Que cada uno haga la oportuna aplicación de este símil, en tanto que yo doy, en pocas palabras, la respuesta definitiva a la pregunta anteriormente formulada: "la curación es sencilla, fácil y, se podría decir, exenta, de todo error, si se tiene en cuenta que toda enfermedad reconoce por causa las alteraciones de la sangre. En tal caso la misión del médico se reduce a una de estas dos cosas: ó a restablecer la circulación normal de la sangre que se había alterado, o a purificarla de las sustancias, jugos y elementos morbosos que se han introducido en ella, alterando también la justa proporcionalidad de sus elementos constitutivos. Devuélvanse al organismo debilitado las fuerzas perdidas y no queda más que hacer. 3.¿De qué manera obra el agua en la curación? El agua borra la mancha de tinta que ha caido en la mano y limpia la ensangrentada herida. Cuando, tras la fatigosa tareas de un caluroso día de verano, te limpias el pegajoso sudor de la frente con agua fresca, parece que recobras nueva vida; el fluido cristalino refresca, vigoriza, y produce bienestar. No bien la madre percibe en la cabecita de su tierno hijo costras ó cualquier inmundicia, se apresura a lavarla con agua fresca ó templada, según los casos. Tres son las principales cualidades del agua; disolver, lavar, y vigorizar; que por si solas autorizan asentar el siguiente principio: El agua, en particular aplicada según nuestro sistema hidroterápico, sana todas las enfermedades no incurables; en razón a que las diferentes aplicaciones del agua tienden a desarraigar los gérmenes de la dolencia y son susceptibles de producir cualquiera de los efectos siguientes: 1.º Disolver los gérmenes del mal que existen en la sangre. 2.º Separar, eliminar las sustancias disueltas. 3.° Restablecer la circulación normal de la sangre así purificada. 4.° Vigorizar el organismo debilitado, devolviéndole la actividad perdida. 4.ª ¿De dónde proviene la gran sensibilidad de la generación actual, y su propensión extraordinaria a contraer toda clase http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua de enfermedades, algunas de las cuales no se conocían antes ni de nombre? No faltará quien juzgue de poca monta esta pregunta. Sin embargo, yo la atribuyo excepcional importancia y no titubeo en afirmar que los grandes males enunciados en ella emanan principalmente de la Falta de vigor. La afeminación es el carácter típico de la generación presente; las personas débiles y enfermizas, las anémicas y nerviosas, los enfermos del corazón y del estómago constituyen la regla; los sanos, robustos y vigorosos forman la excepción. Se sienten de un modo extraordinario los cambios de tiempo; el tránsito de una estación a otra lleva siempre consigo enfriamientos y catarros y hasta la salida inmediata de la habitación caldeada a la calle ó viceversa trae su correspondiente castigo. Hace 50 ó 60 años no sucedía esto. ¿Adónde vamos a parar si, como observan los más sensatos, no se detiene la humanidad en su rápido descenso, y empieza a degenerar y a perder su vigor primero, antes de haber llegado a la mitad del camino en el desarrollo de sus fuerzas? Ya es tiempo de pensar en esto seriamente. Por mi parte, he tratado de contribuir al remedio de estos males dando a conocer, en el presente trabajo, varias prácticas siempre inofensivas e inocentes para el endurecimiento de la piel y de todo el cuerpo ó de algunas de sus partes; prácticas que si, en un principio, fueron aceptadas por muchos con manifiesta desconfianza, después las han adoptado innumerables personas con aplauso y buen resultado. No ofrecen menos interés las cuestiones relativas a la alimentación, vestido y ventilación, de las que, tal vez, me ocuparé oportunamente. Bien sé que mis particulares opiniones, han de encontrar tenaz oposición; mas no por eso he de abandonar convicciones arraigadas en una larga experiencia. Lo que voy a exponer no son quimeras, hijas de una imaginación calenturienta, sino frutos que han madurado al calor de la reflexión, que si http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes pueden parecer ásperos y duros a la gente preocupada, han de ser saboreados con placer por las personas de sano juicio. Por ahora me limito a muy ligeras indicaciones respecto de los tres puntos indicados. Acerca de la alimentación el principio fundamental de que lo mas sano, mas nutritivo y de más fácil digestión, es la comida casera, consistente en manjares sencillos, sin el aditamento de especias excitantes, ni preparaciones artificiales; y por bebida la que Dios depara a todos en cristalinas fuentes; siempre que en todo impere la frugalidad y la templanza. Esto no quiere decir que yo sea puritano; no desapruebo que se tome un vaso de vino o de cerveza; pero no concedo a estas bebidas la importancia que, de ordinario, se les atribuye. Bajo el punto de vista medicinal, como reconstituyentes puede ser útil su empleo, pero en condiciones normales doy más importancia a las frutas. Respecto del vestido me atengo al principio de los antiguos; no hay mejor traje que el que uno mismo se ha hilado y cosido. En primer término repruebo el desigual reparto que se hace del vestido, particularmente en invierno, con no pequeño detrimento de la salud; gorra de pelo para la cabeza, para el cuello corbata bien apretada a la que algunos añaden el tapabocas de lana; los hombros suelen cubrirse con tres o cuatro prendas, a las que se agrega el sobretodo, para salir a la calle, con su correspondiente cuello de pieles; únicamente quedan olvidados los pies que no reciben, de ordinario, mas abrigo en invierno que en la estación de los calores ¿Cuales son las inmediatas consecuencias de este imprudente reparto del vestido? Las tapidas ligaduras de la parte superior atraen, como una bomba el agua, la sangre y el calor a la región superior del microcosmos, en tanto que las inferiores permanecen frías y faltas de sangre; lo que da lugar a dolores de cabeza, congestiones, hinchazón de las venas de la cabeza y otros mil accidentes a cual más molestos y perniciosos. Asi mismo repruebo los vestidos de lana a raíz de la carne y recomiendo, en cambio, el uso del lino o cáñamo crudo, seco y sin ninguna preparación artificial. Este último tejido es, en todo caso, preferible para las prendas que están en contacto con la carne,porque la frotación constante que produce es altamente saludable. Los tejidos de lana, con su superficie grasienta y peluda, puestos en contacto con la piel, son a la vez que poderosos aspiradores del calor y de la savia, con causa del empobrecimiento de la sangre que aquejará nuestras anémicas generaciones. En el capitulo «Generalidades» de la 1.ª parte, damos a conocer el empleo de los tejidos de lana en los diferentes tratamientos hidroterápicos. Los modernísimos adelantos que se han hecho en la confección de telas de lana no atajarán seguramente los progresos de este mal. La nueva generación dará de ello testimonio si sobrevive al nuevo régimen. Dos palabras acerca de la ventilación. Sobre todos los peces damos la preferencia a los que viven en aguas cristalinas, particularmente a las truchas que se cogen en los torrentes de la montaña: nos desagradan, por el contrario, los peces de los arroyos del valle y desechamos incondicionalmente los que provienen de pantanos y aguas estancadas, por su sabor desagradable. También hay aires pantanosos; el que los respira alimenta sus pulmones con hálitos pestilenciales. Según hace notar un médico afamado, el aire que entra por tercera vez en el aparato respiratorio obra como veneno. Si se comprendiese bien esto, todo el mundo trataría de tener en las habitaciones, particularmente en los dormitorios, aire puro, fresco y muy oxigenado, con lo que se ahorrarían molestias y no pocas enfermedades. La respiración contribuye muy particularmente a corromper el aire. Sabemos que un par de granitos de incienso, echados sobre las ascuas saturan de oloroso aroma toda una habitación, y que una veintena de chupadas de un cigarro o de una pipa bastan para comunicar a un gran espacio el olor a tabaco. Por donde se ve, que la cosa más insignificante es, a veces, suficiente para alterar las condiciones normales del aire y comunicarle propiedades nocivas. Pues bien; la respiración produce un efecto semejante al del humo en los casos expresados. ¡Y cuantas aspiraciones hacemos en un minuto, en un dia o en una noche! ¡A qué grado llagará la corrupción del ambiente, por más que no veamos el vapor o el humo! Por consecuencia, si no se ventilan las habitaciones, es decir, si no se purifica la atmósfera viciada por la acumulación de ácido carbónico, tan nocivo para la salud, ¿cuantos miasmas penetrarán en los pulmones y qué estragos harán en ellos? La falta de aire puro, respirable, produce fatales consecuencias. No es menos perjudicial y nocivo para la salud el calor excesivo, particularmente dentro de las habitaciones; pues también el calor inmoderado contribuye a viciar el aire y a hacerle impropio para la respiración y, por consiguiente, para la vida, en cuanto que consume y destruye el oxígeno, principal elemento de la vida humana. De 15 a 18 gr. C. de calor son suficientes, y en ningún caso conviene que pase de 19. Cuídese, ante todo, de la ventilación de todas y cada una de las habitaciones de la casa, sin dejar un solo día de practicar operación tan necesaria para la salud, pero con prudencia y de tal modo que a todos produzca ventajas y a nadie ocasione molestias. Dedíquese especial cuidado a la ventilación de las camas. Lo que dejo expuesto basta para que pueda formarse juicio del nuevo huésped que llama a nuestras puertas; no se me oculta que unos le dispensarán favorable acogida y otros le cerrarán la entrada. Preparado estoy para uno y otro recibimiento, y con cualquiera me doy por satisfecho. Aplicaciones del Agua Las aplicaciones del agua descritas en esta primera parte, de que yo he hecho pruebas, son: Paños empapados o compresas Baños comunes Baños de vapor Baños de regadera o riegos Lavados Envolturas o fajas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/pa%C3%B1os-empapados http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/ba%C3%B1os Uso interno En la primera parte se dan a conocer las subdivisiones de cada una de estas aplicaciones; y otras más especiales o usos extraordinarios se explicarán en el lugar oportuno. En consonancia con el principio fundamental de todas las enfermedades, según el cual éstas se originan por alteraciones de la sangre, ya sea por una circulación anormal y defectuosa, o por haberse mezclado con otras sustancias extrañas, nocivas, que son los gérmenes de la enfermedad, las aplicaciones del agua tienen uno de estos tres fines: Disolver o segregar dichas sustancias Separar o expulsar los gérmenes del mal Vigorizar el organismo Aplicaciones del agua. En general, puede decirse que todos los baños de vapor y los baños completos calientes de hierbas cumplen el primero de los expresados fines (disolver o segregar sustancia nocivas); para lograr el segundo se usan las envolturas en sus diferentes formas, y en parte también los baños de regadera y los paños empapados, mientras que para robustecer el organismo se emplean los baños fríos y baños de regadera en sus diferentes formas, en parte los lavados y, por último, todas las prácticas usadas para fortificar la naturaleza. Para evitar confusiones me abstengo de entrar aquí en más detalles sobre estos puntos. Como quiera que toda enfermedad reconoce por causa una alteración de la sangre, segun queda indicado, es evidente que una misma enfermedad puede combatirse con diferentes ejercicios o tratamientos hidroterápicos, puesto que todos contribuyen, más o menos, a disolver, segregar sustancias y vigorizar el organismo. Además, ha de tenerse en cuenta, que de ordinario, no se somete al tratamiento tan solo la parte enferma, como la cabeza, los pies o las manos, sino que debe someterse todo el cuerpo, ya que a todos los miembros afluye la sangre enferma; por consiguiente http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banos-regadera-locales http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes son todos copartícipes en la dolencia; únicamente debe someterse a tratamiento especial o más enérgico el miembro dañado. Varios ejemplos que se citan en la tercera parte pondrán de manifiesto la necesidad de obrar de la manera indicada. En todo caso, el que adopte el sistema tal como yo le expongo, no debe considerar las prácticas hidroterapicas como objeto final; en otras palabras, nunca deba someterse a un tratamiento porque le produzca más o menos placer; se acreditaría de necio el que, por un simple alarde de vanidad, tenga siempre a mano los baños de vapor o de regadora, los envoltorios etc. Toda persona juiciosa debe considerar tan sólo las prácticas hidroterápicas como medios para llegar a un fin. Será más afortunado aquel que con la menor cantidad posible de agua logre su objeto, por cuanto la misión de la hidroterapia es ayudar a la naturaleza a recuperar la salud, a devolver al miembro enfermo la actividad perdida; a romper las cadenas del mal, para que, sin impedimento y con su vigor primero, reanude las tareas cotidianas. Una vez cumplida esta mision el médico se retira también gustoso del campo de operaciones. La observación que acabo de hacer es, por todo extremo, interesante; porque nada hay que contribuya tanto a desacreditar el método hidroterápico como el empleo indiscreto e irracional del agua, y los procedimientos harto severos y rudos. Los que, teniéndose por maestros en este sistema curativo, espantan a los pacientes con sus sempiternas envolturas, sus interminables baños de vapor, capaces de ahuyentar toda la sangre etc., causan innumerables daños, casi siempre de dificil remedio. Eso no puede llamarse método hidroterápico; eso es un sistemade fuerza que deshonra al que le emplea tanto como a los principios en que pretende fundarse. El que haya adquirido perfecto conocimiento de las virtudes del agua y sepa usarla, en sus innumerables aplicaciones, tendrá siempre a mano remedios que no ceden a ningún otro en eficacia. No hay remedio más elástico y de más variados efectos que el agua. Hace su aparición en la historia de la Creación bajo la forma http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia de globulitos vaporosos, que luego se transforman en gotas, para constituir esas enormes masas de agua que cubren cuatro quintas partes de la superficie de la tierra. Esto es para el hidrópata indicio de que en todo tratamiento, ya se aplique el agua bajo la forma de gotas o de vapor, puede seguirse una gradación de menor a mayor, y que, en ningún caso, ha de amoldarse el paciente al tratamiento, sino que, por el contrario, este ha de ajustarse a las condiciones y circunstancias del primero. En la acertada elección de las prácticas es donde se da a conocer la habilidad del médico. Ante todo precisa someter al enfermo a un severo reconocimiento, pero evitándole en lo posible toda molestia. Lo primero que saltará a la vista son los padecimientos secundarios o desarreglos accesorios que, cual gérmenes ponzoñosos, brotan del fondo de la enfermedad que, por regla general, nos llevan como por la mano hasta la raíz del mal, dándonos a conocer la dolencia principal. Unas cuantas preguntas bien dirigidas nos ponen de manifiesto los progresos que ha hecho la enfermedad y los estragos que ha ocasionado. Prosiguiendo las observaciones, se verá si el paciente es viejo o joven, de constitución robusta o débil, grueso o delgado, anémico, nervioso etc. Con estos y otros perfiles podemos formar cabal juicio de la enfermedad, y una vez obtenido esto, nos hallamos en condiciones de aplicar el oportuno procedimiento, sin perder jamás de vista este principio: cuanto más suave y benigno sea el tratamiento tanto más eficaces y mejores serán los resultados. Sentado este principio aun creo oportuno hacer algunas observaciones generales sobre los tratamientos hidroterápicos. Ninguno de los tratamientos que aquí se especifican puede resultar perjudicial, si en su aplicación se observan las reglas establecidas. La mayor parte de las prácticas se efectúan con agua fría, de manantial, fuente, río etc.; y en los casos a que se alude en el presente trabajo, se empleará agua fría siempre que no se prescriba taxativamente el uso de agua caliente. Respecto de este http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes particular me atengo al principio: cuanto más fría el agua, tanto mejor; asi es que en invierno, si se trata de personas que gozan de salud, añado nieve al agua destinada a baños de regadera. El procedimiento no tiene nada de duro, atendida la corta duración de todas las prácticas que se hacen con agua fría. Por lo demás, no soy inexorable; si bien tengo la convicción de que, una vez ensayado el procedimiento, se le cobra cariño, o por lo menos desaparecen las preocupaciones. En efecto; las moscas se cazan con miel, no con sal ni con vinagre. Del propio modo a los profanos en el arte hidroterápico, a los débiles, a los niños y ancianos; a los enfermos, nerviosos y anémicos; a todos aquellos, en general, que se espantan del agua fría, les permito quebrantarla, añadiendo un poco de agua templada en invierno, sobre todo en las primeras prácticas, y elevar hasta 19 grados C. la temperatura del aposento.* (*) Tratándose de grados de temperatura C. significa Centígrados. Respecto de los grados de temperatura, duración del tratamiento etc., en las prácticas que requieran agua caliente, daremos las prescripciones que deban observarse en cada caso particular. Tocante a las prácticas con agua fria, creo oportuno ampliar los detalles que se dan en la tercera parte, con algunas reglas que deben observarse antes, en y después de la operación. Nadie se someterá a tratamiento con agua fria hallándose escalofriado, a no ser que se preceptue lo contrario en el lugar respectivo. La operación se efectuará con toda la rapidez posible, aunque sin aceleramiento; y el mismo cuidado se tendrá al desnudarse y vestirse, dejando las operaciones secundarias de abotonarse, abrocharse etc. para después que todo el cuerpo esté bien cubierto. Así, por ejemplo, un baño completo de agua fría, con la operación de vestirse y desnudarse, no durará más de 4 a 6 minutos. Con un poco de práctica se logra esto. Cuando en el presente trabajo señalamos para una operación 1 minuto, queremos significar la menor duración posible; si decimos de 2 a 3 minutos la impresión http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes ha de ser más duradera. Baños de dos a tres segundos son de pura impresión. En ninguna de las prácticas con agua fría se secará el cuerpo, fuera de la cabeza y las manos hasta la muñeca, con objeto de evitar la mojadura de las ropas al vestirse. Por el contrario, el resto del cuerpo se deja húmedo, cubriéndole, sin la menor dilación, con ropas secas a fin de impedir el contacto con el aire. Muchos juzgan inoportuno este procedimiento, por suponer que « andarán mojados» todo el día. Pero antes de emitir tan ligero juicio deben probarlo una vez siquiera y muy luego se convencerán de la bondad de mi consejo. La desecación del cuerpo exije frotaciones que, no siendo iguales en todas partes, producen desigualdades de temperatura siempre perjudiciales, particularmente a los débiles y enfermos. Muy al contrario, la humedad que se deja en el cutis desarrolla rápidamente un calor uniforme y altamente beneficioso. A la manera que cuando se echa agua en el fuego, el agua adherida al cutis sirve de combustible, por cuyo medio el calor interior aumenta rápidamente de intensidad. Hágase la prueba y se verá que no me equivoco ni exagero. En cambio es condición indispensable para el buen resultado del tratamiento, que el paciente, después de cada operación, haga ejercicio, ya dando un paseo o dedicándose a trabajos corporales, hasta tanto que todas las partes del cuerpo estén completamente secas y hayan adquirido el grado normal da temperatura. Tan pronto como se empiece a sentir la reacción se remitirá un poco la rapidez del movimiento. Nadie mejor que el individuo comprenderá cuando ha llegado a ser normal la temperatura de su cuerpo, para dar por terminado el ejercicio. Aquellos pacientes que se acaloran y sudan fácilmente harán siempre un ejercicio más moderado, aunque, tengan que prolongarle; ya que, aun dentro de habitaciones caldeadas, es muy fácil, en tal estado, coger un enfriamiento y acatarrarse. Por regla general, la duración mínima de un ejercicio, después de un tratamiento hidroterápico, será de un cuarto de hora, quedando http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes a la elección del paciente si aquel ha de consistir en paseo o en trabajo corporal. Respecto de las prácticas que obligan a guardar cama, especialmente los paños empapados y las envolturas, se dan las instrucciones oportunas en el lugar correspondiente a cada una. Si durante la operación se apodera de alguno el sueño, déjesele dormir tranquilamente, aunque haya transcurrido el tiempo marcado. En tales casos la mejor norma es dejar obrar a la sabia naturaleza. Por paños entiendo siempre telas de cáñamo toscas y de granillo, y en ningún caso de hilo fino. Por consecuencia el pobre, que no tenga otra cosa a su disposición, puede suplirlos perfectamente con tela de costales, lona o tejidos análogos. Para lavar el cuerpo pueda emplearse igualmente un pedazo de tela burda, de lino o de cáñamo. Por razones que he apuntado en la Introducciónrepruebo el uso de la lana para prendas de vestir que toquen a la piel. Pero la conceptúo excelente para mantas o cobertores, en las envolturas etc., en razón a la rapidez con que desarrolla gran cantidad de calor. Por la misma causa se recomienda en dichas prácticas el uso do cobertores de plumazón. Las frotaciones, ya se hagan por medio de cepillos, con la mano o por otro procedimento, quedan proscritas en mi sistema hidroterápico, en razón a que los fines que con ellas se persiguen, pueden lograrse mejor de otra manera: El desarrollo de calor es más uniforme y simultáneo dejando sin secar el cuerpo; las camisas de tela tosca abren los poros y acrecientan la actividad de la piel, con la ventaja de que su acción es constante, dura día y noche y no algunos minutos como la del cepillo, que, además ocasiona pérdida de tiempo y de fuerzas. Cuando alguna vez prescribo un lavado fuerte entiendo por tal un simple lavado rápido de toda la parte sometida a tratamiento; porque el objeto principal que se persigue es humedecer, no la frotación. http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/pa%C3%B1os-empapados Una observación más para terminar. La mayor parte de los pacientes se resisten a someterse a un tratamiento antes de acostarse, alegando que les ahuyenta el sueño; otros, por el contrario, prefieren esa hora, porque el baño les produce somnolencia. Por mi parte no recomiendo esa hora como la más adecuada, pero entiendo que este punto debe dejarse a la elección de cada uno, ya que nadie mejor que el interesado conoce su propia naturaleza. En la primera parte de este librito se exponen los detalles especiales para cada tratamiento y en la tercera se enseña el uso de las prácticas hidroterápicas en las diferentes enfermedades, indicándose, al propio tiempo, cuales deben considerarse como prácticas completas y cuales son parciales o locales, que se aplican siempre combinadas o en unión con otras. He tenido también cuidado de señalar las prácticas que, como las de vapor, exigen especiales precauciones. Hago punto final a estas observaciones generales, manifestando el deseo de que mi método hidroterápico contribuya a fortalecer más y más a los sanos y a devolver la salud a los enfermos, y entro de lleno en materia, exponiendo primeramente las prácticas que pueden seguirse para fortalecer el organismo, vulgo curtirse, y a seguida la reseña de los tratamientos hidraterápicos o prácticas que constituyen mi sistema curativo. Prácticas y ejercicios Fortificantes Fortificantes Son prácticas o ejercicios fortificantes o confortantes: 1.º Andar descalzo. 2.º Andar sobre la hierba húmeda. 3.º Andar sobre piedras mojadas. 4.º Andar sobre la nieve blanda o recién caida. 5.º Andar por agua fría. 6.º Bañar en agua fria los brazos y las piernas. 7.º Tomar baños de regadera locales. http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-nieve http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-agua-fria http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banos-regadera-locales Andar Descalzo Andar sobre hierba húmeda Andar sobre piedras mojadas Andar sobre nieve Andar por agua fría Bañar en agua fria los brazos y las piernas Baños de regadera locales Andar Descalzo Fortificantes 1. - El más natural y sencillo de los ejercicios fortificantes es andar descalzo; operación que puede practicarse de muy diversas maneras, según los diferentes estados y la edad de las personas. Los niños de corta edad, que no pueden valerse aún por sí mismos ni saben andar, deben llevar siembre los pies descubiertos. ¡Ojalá que me fuese dado grabar este principio en el corazón de todas las madres, de tal modo que la observasen como regla invariable de vida! A lo menos que los padres extraviados por preocupaciones, si no quieren ajustarse a esta norma, tengan piedad de sus inocentes pequeñuelos y les pongan un calzado ligero que no impida, por completo, la corriente del aire. Por lo que hace a los niños que ya se han soltado a andar, saben mejor que nadie lo que tienen que hacer en este particular; y, sin consideraciones de ninguna especie, arrojan a un lado los molestísimos zapatos, juntamente con las medias, y se juzgan felices cuando, especialmente en primavera, se les deja corretear descalzos. La sangre que a veces brota de los pies no les arredra y a lo sumo si les decide a ponerse, por breves instantes, los aborrecidos zapatos. Los niños, al obrar así, obedecían a un http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-nieve http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-agua-fria http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banos-regadera-locales http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes impulso instintivo y natural, del que los viejos nos dejaríamos llevar a veces, si la refinada civilización, que todo lo mistifica y trastorna, no hubiese desterrado el buen sentido de casi todas las prácticas de la vida. Los hijos de los pobres, con su gran libertad de acción, llevan en esto notable ventaja a, los hijos de los nobles y ricos, que de buena gana imitarían ese naturalismo de la vida. Algunas veces tuve ocasión de observar este hecho en los hijos de un alto empleado. No bien se creían los pequeñuelos libres de la severa vigilancia del papa, arrojaban al aire los finos zapatitos y las lindas medias de colores y se lanzaban a la carrera por la mullida hierba. La madre, mujer de buen sentido, presenciaba, con cierto placer, el jolgorio de los pequeños; pero si, por acaso, el padre los atrapaba en tan indecoroso ejercicio, largábales un largo sermón penitenciario, intercalando en él sendas observaciones acerca de la buena y mala crianza, de la condición de las personas y de las obligaciones que impone. No obstante, los niños recibían tan a pecho las amonestaciones paternales que, al día siguiente, se entregaban con más entusiasmo a su diversión favorita. He aquí por qué no me cansaré de recomendar que se deje seguir en esto a los niños sus naturales instintos. Los padres que, por vivir en el centro de grandes poblaciones, no tienen a su disposición un jardín ó un lugar cubierto de césped, pueden proporcionar a sus hijos ese ejercicio fortificante en una habitación cualquiera, pasillo etc., a fin de que los pies respiren alguna vez libremente, lo misno que la cara y las manos, y aspirando aire fresco se muevan en su propio elemento. A las clases menos acomodadas, particularmente a las que viven en el campo, no son necesarias mis recomendaciones; aunque por necesidad suelen ir descalzos, no envidianni tienen motivo para envidiar a los más ricos burgueses que gastan botas ajustadas, herméticamente abrochadas ó cerradas, verdadero tormento de los pies, que así se ven privados del elemento más indispensable para la vida. Los necios aldeanos que imitan las afeminadas costumbres de los burgueses, llevan en sí mismos el castigo; antes en el campo iba todo el mundo descalzo, lo mismo los niños que los adultos. A pesar de la distancia que, de ordinario, separa la casa del campesino de la Iglesia o de la escuela, los niños preferían ir descalzos, aún en el rigor del invierno, llevando colgados del hombro o del brazo los zapatos y las medias que les diera la cuidadosa madre. Apenas asomaba la primavera y empezaba a derretirse la nieve de las montañas, lanzábanse gozosos todos los muchachos de la aldea, con los pies desnudos sobre la húmeda hierba y chapoteaban en los charcos, rebosando alegría y salud en todo su cuerpo. Inútil es advertir que los que residen en grandes poblaciones y los individuos pertenecientes a la alta sociedad no pueden someterse a semejante tratamiento. Si llega su preocupación hasta el punto de creer que con solo tocar el suelo con los pies descalzos, en el momento de vestirse ó desnudarse, cogerán catarros, dolores de garganta, reuma y otras dolencias análogas, dejémosles vivir en esa creencia. Pero a los que aún tengan valor para fortificar su naturaleza, les recomendamos un breve paseo de 10 minutos a 1/2 hora, con los pies descalzos, sobre el fresco suelo de la habitación, bien sea antes de acostarse o al abandonar el lecho. Para mitigar un poco la impresión pueden darle los primeros días con las medias puestas, después completamente descalzos y por último, aumentar la impresión, metiendo en agua fría los pies hasta el tobillo, antes del paseo, por breves momentos. Con buena voluntad y verdadero deseo de conservar la salud, todo el mundo, aún el más aristócrata, por muy alto que sea el puesto que ocupe en la sociedad, hallará tiempo para practicar tan útil ejercicio. Un sacerdote conocido mío pasaba todos los años algunos días en compañía de un amigo, que poseía un gran jardín. En él daba el primer paseo de la mañana con los pies descalzos, prolongando este refrigerante y saludable ejercicio mientras duraba el rezo del Breviario. Muchas veces me ponderó este sacerdote los excelentes efectos del andar descalzo. http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo También podría citar gran número de personas de la alta sociedad que han tenido el buen acuerdo de adoptar esta práctica, y durante la época del calor a lo menos, se retiran, a una pradera solitaria ó sombrío bosque para refrescar los pies sobre la húmeda hierba. Una de estas personas, cuyo número es aun relativamente pequeño, me aseguraba, en una ocasión, que antes apenas trascurría semana sin coger un resfriado; pero que con la sencilla práctica que acabamos de describir había perdido esa facilidad de acatarrarse y se había hecho mucho menos sensible al frío. Réstame dirigir unas cuantas palabras a las madres, hasta que me sea dado cumplir la promesa que tengo empeñada, si Dios me concede salud y vida, de darles algunas instrucciones prácticas sobre la educación de los niños, especialmente en lo que a los ejercicios corporales atañe. Porque ellas son las llamadas, en primer lugar, a criar una generación vigorosa y robusta y a desterrar la afeminación, debilidad, anemia, afecciones nerviosas y todas esas innumerables dolencias que acortan la vida y hacen incalculables estragos en el linaje humano. El mejor medio para lograr este resultado es fortalecer, confortar la naturaleza desde sus más tiernos años. La luz, la alimentación y el vestido, son los factores que pueden emplearse principalmente como fortificantes, puesto que lo mismo los ha menester el niño que el anciano. Cuanto más puro sea el aire que el niño respira mejor será la sangre que circule por sus venas. A fin de acostumbrar a las criaturitas a vivir en un ambiente fresco, pueden las madres tomar la costumbre de lavarles todos los días con agua fría ó bañarlas con agua soleada a continuación del baño de agua caliente. Este, por sí solo, produce debilidad y laxitud, mientras que en unión con el lavado ó baño frío robustece, fortifica y acrecienta el desarrollo corporal. El miedo y la desagradable sensación que se experimenta en un principio desaparecen al tercero ó cuarto baño; en cambio se suministra a las criaturas una coraza contra los catarros y sus perniciosas consecuencias, no sin ahorrar a las madres la molestia de forrarlos en diferentes envolturas de lana, que cierran toda entrada al aire y coartan sus movimientos. http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes En este particular se cometen verdaderas atrocidades con los niños. Metidos sus cuerpecitos en sofocantes estufas de lana, gimen bajo el peso de las ropas y ligaduras, que no dejan al descubierto más que una pequeña parte de la cara, puesto que se comete la torpeza, de taparles hasta los oidos y los ojos y de arrepujar el cuello de tal forma que no hay posibilidad de que penetre un átomo de aire, porque la solícita madre tiene muy buen cuidado de tapar hasta el rinconcito más pequeño por donde pudiera penetrar ese elemento de vida. ¿Quien se asombrará luego de que, con un proceder tan contrario a los más elementales principios de higiene, los catarros, las anginas de todas clases y otras mil enfermedades arrebaten a tan considerable número de niños, a quienes se ha hecho impotentes para resistir el más leve soplo de viento? ¿A quien causará maravilla que haya legiones de familias anémicas y entecas; que ocurran casos tan frecuentes de histerismo, especialmente en los jóvenes, sujetos hoy a innumerables dolencias antes desconocidas? ¿Y quien seria capaz de enumerar los males del espíritu, compañeros inseparables de un cuerpo que empieza a decaer y a descomponerse antes de llegar a su completo desarrollo, frutos podridos de un árbol mal cultivado desde su origen? Mens sana in corpore sano; sólo en un cuerpo sano vive un alma sana. El desarrollo normal de las fuerzas del cuerpo humano exige, como condición preliminar, que se fortalezca la naturaleza por medio de ejercicios como los anteriormente descritos. ¡Ojalá que las madres comprendiesen, de una vez, su misión y su responsabilidad y se atuviesen en esto a los consejos de personas inteligentes! Andar sobre hierba húmeda 2. - Andar sobre la hierba húmeda es otro de los ejercicios fortificantes, ya se haya humedecido aquella por el rocio, la lluvia o el riego.*(* Este paseo, con los pies descalzos, es mucho más saludable que el que se hace sobre la tierra húmeda). En la tercera parte tendremos ocasión de citar repetidas veces esta práctica, que no titubeo en recomendar a toda clase de personas, sin distinción de edades, aún a los enfermos. Cuanto más húmeda esté la hierba, más se prolongue el ejercicio y con más frecuencia http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes se practique, serán mejores los resultados. Por regla general debe durar de 1 a 3 cuartos de hora. Una vez terminado el paseo se separan de los pies todas las sustancias extrañas que se les hayan adherido, como hierba ó arenita y, con la mayor prontitud posible, sin secarlos, se cubren con calzado perfectamente seco. Acto continuo se emprende sobre terreno seco, un paseo bastante rápido que se va moderando paulatinamente, y cuya duración depende de la mayor ó menor prontitud con que se enjuguen y entren en calor los pies, pero que nunca deberá exceder de una hora. Debe evitarse, con el mayor cuidado, que las medias y el calzado que se pongan después de este ejercicio estén húmedos,pues de lo contrario pronto se dejarían sentir las consecuencias en la cabeza y en el cuello, y el remedio sería contraproducente. He aquí por qué no deben dejarse nunca esas prendas sobre la hierba húmeda, sino en lugar seco, para que, con su ayuda, los pies entren pronto en reacción y recobren el calor perdido. Este, como los demás ejercicios similares, puede practicarse aún cuando se tengan los pies fríos. Andar sobre piedras mojadas 3. - Análogos resultados produce el paseo sobre piedras húmedas, que para muchos es más fácil y cómodo, ya que en la mayor parte de las casas hay algun espacio o habitación con pavimento de piedra, suficiente para practicar este ejercicio. Se marchará sobre la piedra húmeda, con los pies descalzos, a paso ligero y movido, a la manera que el pisador de uvas en el lagar ó el mozo de tahona sobre la masa, teniendo sumo cuidado de no pararse un momento. Las piedras pueden humedecerse con regadera o con un jarro, siempre con el agua más fría que se tenga a mano, y debe repetirse la operación del riego cuantas veces sea necesario para mantener uniforme la humedad, todo el tiempo que dure el paseo. Si éste se practica con un fin medicinal no debe durar más de 15 minutos ni menos de 3, segun las condiciones del paciente y el estado de sus fuerzas; por lo general, dura el ejercicio de 3 a 5 http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes minutos. Pero si se toma como fortificante, en buen estado de salud, puede prolongarse media hora y más, sin peligro ninguno. Me creo en el caso de recomendarle a todo aquel que tenga verdadero deseo de fortalecer su constitución física, aunque haya llegado a un grado de debilidad extrema. Los que sufran de frialdad en los pies, dolores en el cuello y sean propensos a los catarros y ataques apopléticos o fuertes dolores de cabeza, deben combatir estos males con el expresado paseo, que será más eficaz si se añade un poco de vinagre al agua con que se riega la piedra. Respecto del vestido y del ejercicio obsérvense las reglas establecidas para el pasco sobre la hierba. En uno y otro caso es indiferente que al empezar la operación estén los pies fríos ó calientes. Andar sobre nieve Andar sobre la nieve blanda o recién caida 4. - Más eficaces son los resultados que se obtienen por el paseo sobre la nieve recién caída. Es condición precisa que esta sea fresca, que se pegue fácilmente a los pies en forma de polvo, no dura ó congelada, que sólo sirve para producir una gran sensación de frío. Tampoco es conveniente dar este paseo con viento muy frío, por cuya razón son preferibles los días de primavera en que empieza el deshielo. Conozco algunas personas que hacen durar estos paseos media hora, una y hasta hora y media, con excelente resultado. En los primeros minutos tuvieron que hacerse alguna violencia; después no sintieron molestia alguna ni señal de frío. Sin embargo el paseo por la nieve no debe durar más de 3 a 4 minutos, y en ningún caso debe estar parado el ejercitante. A las veces ocurre que los dedos de los pies, no pudiendo soportar el frío de la nieve, se ponen rígidos, presentan un calor febril y se hinchan. No hay que asustarse por eso; el mal tiene fácil remedio y desaparece con solo meterlos varias veces en agua de nieve ó frotarlos ligeramente con la misma nieve. En ciertas épocas, Otoño por ejemplo, puede suplirse el ejercicio sobre la nieve con un paseo por la hierba cubierta de rocío. Entonces la sensación de frío es mayor en razón a que el cuerpo vive aún bajo la influencia del calor del estío. En invierno le sustituye el paseo sobre piedras humedecidas con agua de nieve. Respecto del vestido y del ejercicio subsiguiente, obsérvense las prescripciones indicadas anteriormente. Muchos califican de necedades, locuras etc. estos ejercicios fortificantes, que se rehuyen por temor a los catarros, reumas, enfriamientos y toda clase de dolencias. Mas todo depende de una pequeña prueba y de un ligero esfuerzo, para vencer la repugnancia; los primeros ensayos bastarán para destruir esas preocupaciones y demostrar los excelentes resultados del terrorífico paseo por la nieve.* (* Conozco a varios médicos que aprueban este ejercicio, siempre que se practique con las debidas precauciones. A los que le califican de duro les opondré el empleo de hielo, que no cede seguramente en rudeza al de la nieve.) Hace muchos años entablé conocimiento con la señora de un alto funcionario, que daba gran importancia al desarrollo físico de sus hijos, no consintiéndoles ningún capricho en la elección de la comida o la bebida y reprendiéndoles severamente cualquier manifestación de desagrado, tocante al calor, al frío etc. Tan pronto como caían las primeras nieves, les prometía una merienda da pan de manteca con miel, si se arriesgaban a dar, descalzos, un paseo por la nieve. Pronto se aficionaron los niños a este ejercicio, se criaron robustos y sanos y toda su vida conservaron viva gratitud hacia la madre que tan varonil educación les había dado. Indudablemente esta señora cumplió a maravilla su misión de madre. De ordinario, este paseo se recomienda solamente a personas que gozan de buena salud; no obstante citaré un par de casos que evidencian el buen resultado que puede dar en cierta clase de dolencias. http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-nieve Durante muchos inviernos estuvo sufriendo uno horribles molestias, a consecuencia de los sabañones que, al reventarse, le producían grandes dolores. Siguiendo mis consejos, al caer las primeras nieves, antes de reventarse aquellos, empezó a dar los paseos por la nieve y, al poco tiempo, se vio libre de la incómoda dolencia. No ha mucho tiempo se presentó a mí una muchacha de 17 años, quejándose de fuertes dolores de muelas. «Si dieses un paseo de cinco minutos por la nieve» la dije, «pronto desaparecerían los dolores.» Siguiendo en el acto mi consejo, corrió al jardín y volvió al cabo de diez minutos completamente curada. Para dar el paseo por la nieve es condición indispensable que todo el cuerpo tenga la temperatura normal; por consiguiente, el que sienta frío debe procurar antes recuperar el calor normal por el ejercicio o el trabajo corporal. Inútil es advertir que las personas propensas al sudor de pies, grietas o que tengan sabañones ya abiertos o en supuración, no deben practicar este ejercicio, sino después de aplicar los remedios indicados para la expresada dolencia, como baños de pies con agua o vapor etc. Andar por agua fría Paseo por el agua 5. - Paseo por el agua. Por sencillo que este ejercicio parezca, se obtienen con él los siguientes resultados: 1.º obrando sobre todo el cuerpo, fortalece el organismo 2.° obra ventajosamente sobre los riñones y favorece, como revulsivo, la operación de la orina, por cuyo medio sirve de preservativo contra varias dolencias que tienen su raíz en los riñones, en la vejiga ó en el bajo vientre 3.º ejerce una acción favorable sobre el pecho, facilita la respiración y expulsa los gases del estómago 4.° combate los dolores y la pesadez de cabeza Este fortificante consiste en dar paseos por un baño o tina con el agua hasta los tobillos, primeramente, pudiendo añadirse más paulatinamente hasta que cubra, por lo menos, las pantorrillas. El resultado es tanto más eficaz cuanto más fría está el agua. El primer día el paseo será de 1 minutosolamente, pudiendo llegar hasta 6 minutos. Después del paseo se hará ejercicio hasta que la parte bañada haya recobrado el calor normal, al aire libre en verano y en una habitación caldeada durante el invierno. En esta estación se puede refrescar más el agua con nieve. Tratándose de personas débiles se puede empezar con agua quebrantada, que se irá enfriando en las prácticas sucesivas hasta usarla completamente fría. Bañar en agua fria los brazos y las piernas 6. Fortificantes de las extremidades, especialmente de los brazos y piernas. Como tal puede emplearse el siguiente procedimiento. El paciente permanece de pié en el agua fría hasta la rodilla o algo más arriba, durante un minuto. Después de calzarse descúbrese los brazos hasta los hombros y los mete el mismo espacio de tiempo en el agua fresca. Pero es más ventajoso practicar las dos operaciones simultáneamente, para lo que únicamente se necesita una artesa o baño de mayor tamaño. Esta doble operación puede también verificarse metiendo los pies en una vasija colocada en el suelo y las manos y brazos en otra puesta sobre una silla. Baños de regadera locales 7. Citaremos, como último de los fortificantes, el riego de las rodillas. Los detalles pueden verse en la descripción de los baños de regadera. Obra muy ventajosamente sobre los piés, llamando la sangre a sus escuálidas venas.* (* A un caballero se le desarrolló en los dedos da los pies una blanda masa en lugar de uñas. Los baños de regadera en las piernas hicieron reaparecer las uñas, fortaleciendo aquella parte, mediante un reparto proporcional de la sangre.) http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes Creo conveniente advertir que si se trata de personas en buena salud, que toman este baño como fortificante, puede aplicarse bajo una forma algo más dura: bien sea dejando caer la lluvia de mayor altura, refrescando el agua con nieve o hielo durante el invierno etc. Para tomar este baño precisa también que el cuerpo tenga la temperatura normal, si bien pueden exceptuarse los pies hasta los tobillos. Por lo además, el baño de la rodilla no puede tomarse más de 3 a 4 días consecutivos, a no aplicarse en unión o alternando con otra de las prácticas hidroterápicas, como el riego de la parte superior del cuerpo o la inmersión de los brazos, de tal modo que una se aplique por la mañana y por la tarde la otra. Como fortificantes bastan las prácticas descritas, que pueden aplicarse en todo tiempo, lo mismo en invierno que en verano. Durante la estación fría debe abreviarse el baño y alargarse un poco el ejercicio que le sigue. Pero los que no tengan costumbre da practicar estas operaciones deben comenzarlas en una de las estaciones tem pladas, muy particularmente aquellos que son propensos a resfriados, los anémicos y todos los que hayan debilitado sus fuerzas con el excesivo abrigo y las precauciones exageradas para precaverse de los rigores del frío. Hago esta recomendación, no porque tema ningun daño, sino por no espantar a los tímidos y hacerles cobrar aversión a un sistema evidentemente bueno. Tanto los sanos como los que tienen alguna dolencia pueden someterse a cualquiera de las prácticas hidroterapicas descritas, siempre que se sujeten a las instrucciones dadas para cada tratamiento, en la seguridad de que los malos resultados provienen siempre de alguna imprudencia del paciente. Aun tratándose de tísicos en los que el mal ha hecho algunos progresos, se aplican con resultado los procedimientos descritos en los puntos 1 - Andar descalzo, 2 - Andar sobre la hierba húmeda, 3 - Andar sobre piedras mojadas y 6 - Bañar en agua fria los brazos y las piernas. http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-descalzo http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-hierba-humeda http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/andar-sobre-piedras-mojadas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-del-agua/fortificantes/banar-agua-fria-brazos-piernas No todas las personas a quienes dedico mi pequeño trabajo necesitan estímulos para fortalecer su organismo; su vocación y sus ocupaciones cotidianas, les proporcionan a muchos innumerables ocasiones de robustecer sus fuerzas y, como vulgarmente se dice, de curtirse. En realidad de verdad no tienen por qué envidiar a los que parecen encontrarse en mejor situación que ellos. Hay en esto de la posición muchas y muy crasas ilusiones. Por lo que respecta a aquellos de mis lectores que ni de nombre, tal vez, conocen los tratamientos que acabamos de exponer, les invito a hacer una prueba, siquiera sea pequeña, antes de emitir su fallo. Si aquella resulta favorable al nuevo sistema curativo, me alegraré, no tanto por mí como por la importancia suma del asunto. Harto numerosas son las tempestades que surgen en la vida contra la salud de los hombres. Demos el parabién al que sabe fortalecer su naturaleza y hacer que el árbol de la salud eche robustas y profundas raíces. Esta práctica se recomienda, después de ciertas enfermedades, para llamar la circulación de la sangre hacia las extremidades. El baño de los brazos, por sí solo, obra ventajosamente en todos aquellos que son propensos a sabañones y a tener las manos frías. Conviene secar las manos después de la inmersión a fin de evitar que por la acción del aire frío se levanten ampollas, pero no se practicará esta operación con los brazos. Para tomar el baño de brazos y manos precisa que todo el cuerpo tenga la temperatura normal y no se sienta frío; sin embargo puede tomarse si el frío está localizado en los pies o en los brazos hasta el codo solamente. Aplicaciones Hidroterápicas Segun queda expuesto, las aplicaciones que se hacen del agua en mi clínica hidroterápica son: A. Paños empapados o compresas. B. Baños comunes. C. Baños de vapor. D. Baños de regadera. E. Lavados. F. Envolturas. G. Uso interno o en bebida. Paños Empapados Paños empapados Los paños empapados o "paños mojados" como se dice vulgarmente, se aplican bajo las siguientes formas: I. Paño superior. Se toma un paño de hilo burdo, de lona o de arpillera, se pliega en 3—4—6—8 — o 10 dobleces longitudinalmente, dándole el ancho y largo necesarios para que pueda cubrir el cuerpo, desde el cuello hasta el bajo vientre inclusive, y dejándole a manera de dos faldillas por los costados, para su mejor sujeción. El paño asi preparado se empapa en agua, se retuerce perfectamente y se coloca sobre el paciente que estará acostado boca arriba. Encima se pone una manta de lana o de hilo en dos o tres dobleces que cierre herméticamente, para impedir el paso del aire, y sobre esta el edredón o mantas de la. cama. Conviene, además, cubrir el cuello con un pañuelo do lana que impida el acceso del aire por la parte superior. La operación de tapar al enfermo debe practicarse con exquisito cuidado para evitar enfriamientos. En invierno puede emplearse agua caliente. El paciente permanece en la posición descrita de 3/4 a 1 hora; y si se cree oportuno renovar la operación durante ese tiempo, por haberse calentado la envoltura, se volverá a humedecer el paño en igual forma, con agua fría, y se procederá como queda dicho. http://www.hidroterapianatural.com/aplicaciones-hidroterapia/pa%C3%B1os-empapados
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