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EL_SECTOR_SERVICIOS_REVISION_DE_LOS_APOR

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EL SECTOR SERVICIOS: REVISIÓN DE LOS APORTES PARA SU 
TEORIZACIÓN Y ESTUDIO 
 
Jorge Romero Amado1 
Yadira Toledo Navarro2 
Víctor M. Ocampo Fernández3 
 
Resumen 
 
El tercer sector de la economía, no ha sido objeto de un estudio profundo por 
parte de los teóricos. Esto se puede deber a que se les asocia con 
características tradicionales, como pueden ser: su escasa materialización, su 
prestación y consumo debe hacerse en el mismo momento, no se pueden 
almacenar, su comercialización es escasa, etc. En este trabajo hacemos una 
revisión de lo que se ha escrito acerca de los servicios, desde su 
conceptualización hasta las diferentes clasificaciones para un mejor estudio del 
sector, pasando por los estudios realizados desde el punto de vista económico 
y social. Con esto pretendemos sintetizar y ofrecer una panorámica, no 
exhaustiva, de lo que se ha escrito sobre este relevante sector del que falta aún 
mucho por conocer ya que se puede abordar desde diferentes perspectivas. 
 
Palabras clave: Conceptualización de servicios, estudios, teorización, 
clasificación de servicios. 
 
Clasificación JEL: N01; O49; P17 
 
Abstract 
The third sector of the economy has not been the subject of extensive study by 
theorists. This may be because they are associated with traditional features, 
such as: its little materialization, provision and consumption should be made at 
the same time, cannot be stored, their marketing is poor, etc. In this paper we 
 
1 Doctor en economía y profesor de la Universidad Politécnica del Estado de Guerrero. 
jromero@upeg.edu.mx. 
2 Doctorante en administración y profesora de la Universidad Politécnica del Estado de Guerrero. 
3 Doctorante en administración y profesor de la Universidad Politécnica del Estado de Guerrero. 
 2 
review what has been written about services, from conceptualization to the 
different classifications for further study of the sector, through studies done from 
an economic and social point of view. With this, we aim to synthesize and 
provide an overview, not exhaustive; of what has been written about this 
important sector, on which there is still much to learn because it can be 
approached from different perspectives. 
Keywords: Conceptualizing services, research, theorizing, classification of 
services. 
 
Introducción 
 
El sector servicios es un importante generador de empleo y representa una 
gran parte del PIB total tanto en economías desarrolladas como en economías 
en desarrollo, su crecimiento ha sido evidente en prácticamente todas las 
economías del mundo. No obstante, no existen teorías generalmente 
aceptadas acerca de su desarrollo, y su estudio no ha sido lo más amplio que 
supondría el sector, esto es debido a que en la historia económica de los 
países la agricultura y la industria fueron los pilares sobre los cuales se sostuvo 
la producción económica. 
 
Las primeras ideas acerca del papel de los servicios en la economía 
comenzaron a mediados de la década de los treinta del siglo pasado, es a 
partir de ese momento cuando los servicios comenzaron a considerarse como 
actividades dignas de ser estudiadas. Pero aún hoy en día su comprensión y 
teorización están inacabadas, se han realizado aportaciones importantes pero 
ninguna ha prevalecido. La aceptación generalizada de una teoría de los 
servicios es difícil porque no se pueden establecer criterios que puedan 
corresponder a realidades distintas. Las economías van cambiando a través del 
tiempo, y tanto en economías desarrolladas como en desarrollo, es más 
evidente su distinta evolución, las características en cuanto producción, 
prestación, consumo, recursos humanos, mercados, tecnologías, políticas 
públicas, etc., son elementos a considerar para establecer criterios 
generalmente aceptados. 
 
Este trabajo intenta ofrecer un panorama de algunas publicaciones que se han 
realizado a través del tiempo para comprender la complejidad de este sector. 
Hacemos un breve recuento de puntos de vista de economistas, 
principalmente, y de sociólogos para explicar el sector servicios. También 
abordamos a algunos autores que se han enfocado al caso mexicano. Es una 
breve revisión de lo que se ha escrito para teorizar a este prominente sector. 
 
Asimismo, presentamos algunas clasificaciones de los servicios propuestas por 
parte de los estudiosos. La agrupación de servicios con características 
similares es importante para llegar a una mejor comprensión y teorización de 
este sector del cual falta mucho por conocer. 
 
 
 3 
La problemática de la definición de los servicios 
 
Cuando se comenzó a estudiar el sector servicios, éste se definía como todas 
aquellas actividades que no se encontraban en el sector primario ni secundario, 
es decir, todas aquellas actividades consideradas residuales que no se podían 
encasillar en los otros sectores productores de bienes, entonces pertenecían al 
sector servicios. 
 
Tradicionalmente los economistas han atendido la definición de los servicios, 
en contraste con los bienes, subrayando la intangibilidad e invisibilidad de los 
servicios, debido al hecho de que éstos requieren una interacción simultánea 
entre la producción y el consumo. Pero la complejidad de los servicios 
modernos ha cambiado esa concepción, y actualmente no es necesario que se 
de una prestación física para poder satisfacer el consumo de ellos y no 
necesita tampoco ser un intangible. 
 
Existen distintas definiciones de lo que es un servicio, ya que abarca 
actividades que son muy diferentes entre sí y el cambiante significado de este 
concepto se da según la época y la visión de cada autor. La definición que dan 
Clairmonte y Cavanagh (1986, 292) es: “Los servicios comprenden la gama de 
actividades que están más allá de los confines de la agricultura, la minería y la 
industria. Esto abarcaría las amplias categorías de los servicios 
gubernamentales (civiles y militares), de los servicios personales de consumo y 
de los de apoyo a las empresas.” 
 
Méndez y Arena (1998, 211) en su diccionario de economía señalaron que son: 
“Bienes que no se materializan en objetos tangibles. El servicio es la 
realización de trabajo de los hombres con el fin de satisfacer necesidades 
ajenas, capaz de lograr la satisfacción directa o indirectamente sin materializar 
los bienes.” 
 
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) (1985, 23) apuntó en un 
documento que: “La concepción que parece más adecuada y cuyos alcances 
prácticos es conveniente explicar es la que concibe el servicio como un 
producto que, por lo general, se consume en el mismo proceso de su 
producción, es decir, el servicio se produce en el momento en que se “presta” 
y, en consecuencia, el tiempo de circulación se reduce a cero”. 
 
Luna (1989) mencionó que según el Banco de Inglaterra en sus Quaterly 
Bulletin existe una definición que indica que un servicio se puede clasificar 
como cualquier actividad que cambia la condición física o mental de una 
persona o de un objeto perteneciente a algún individuo. 
 
Una de las definiciones más utilizada y mencionada es la de Hill (1977), él 
define los servicios como un cambio en la condición de una persona o un bien 
perteneciente a una unidad económica como resultado de la actividad de otra 
unidad económica, previa aprobación de la primera persona o unidad 
económica. 
 
 4 
Arriagada (2007, 30) explica muy bien el trato que se le ha dado al sector 
servicios, y señala que la noción de lo que son los servicios es ambigua y 
engañosa, y explica tres perspectivas para la definición de servicios: “Un 
enfoque positivo de servicios que los caracteriza como intangibles, invisibles y 
perecederos con simultaneidad entre la producción y el consumo. Un enfoque 
residual que los caracteriza como toda aquella producción que no corresponde 
a bienes. Una definición funcional, como una actividad en la que existe un 
cambio en las condiciones de una persona o de un bien, previo consentimientodel consumidor y del productor”. 
 
Es notable el hecho de que cada definición que hemos mencionado cae dentro 
de una de las perspectivas de clasificación que menciona Arriagada (2007), 
únicamente se han presentado unas cuantas ya que existen una gran cantidad, 
pero todas se ubican dentro de una de las categorías. 
 
La demanda de servicios ha provocado una dinámica innovación en ellos, 
además del surgimiento de otros tantos; la idea de lo que es un servicio se ha 
ido modificando a través del tiempo. El elevado ritmo de los cambios en la 
sociedad y el desarrollo de nuevas tecnologías han permitido que estemos 
inmersos en un cambiante mundo de prestación de servicios y por lo tanto su 
definición y precisión universal no ha sido posible. “Una de las paradojas 
actuales de las ciencias sociales es precisamente la falta de correspondencia 
entre los importantes cambios del sistema económico y social –cuyo desarrollo 
depende de forma creciente de lo que se consideran servicios- y su 
incapacidad para la definición precisa de aquéllos” (García y Sanz, 1992,11). 
 
A pesar de lo anterior, la idea que nos parece la más adecuada para señalar un 
servicio es la definición funcional que señala Arriagada (2007), y que se le 
atribuye a Hill (1977), ya que contiene un elemento fundamental que es la 
modificación de la situación de una persona o un bien, y esta modificación por 
la acción del servicio puede ser intangible o tangible. 
 
La cuestión intangible esta generalmente aceptada, pero podríamos agregar a 
la definición funcional, la materialización de algunos servicios, como pueden 
ser la realización de un banquete, la elaboración de la contabilidad de una 
persona, la producción de alguna película o programa televisivo, incluso la 
publicidad de alguna empresa, ya que son servicios que se materializan, y que 
además esta prestación no necesariamente tiene que ser personal ni 
inmediata. Lo más conveniente es separar y señalar claramente el destino del 
servicio, si es de uso final o intermedio, si está a la venta o no (servicios 
públicos), además de la intensidad de mano de obra o de capital, con ello es 
más fácil establecer de qué tipo de servicio estamos hablando. 
 
Es evidente que la falta de precisión en la conceptualización de los servicios 
acarrea problemas en la definición de criterios claros para clasificarlos, por lo 
que conlleva a dificultades en el correcto registro de los mismos en las 
estadísticas. Las clasificaciones que se analizarán en un apartado posterior son 
una buena muestra de ello, y son un ejemplo de cómo se pueden agrupar 
determinadas actividades de servicios empleando criterios particulares. 
 
 5 
 
Aportaciones teóricas al estudio del crecimiento del sector servicios 
 
El análisis de la explicación del cambio estructural de la economía hacia los 
servicios se basa principalmente en interpretaciones económicas. No obstante, 
se han acuñado varios conceptos desde el punto de vista sociológico para 
referirse a la terciarización de la economía –por ejemplo, sociedad de servicios, 
economía de servicios, sociedad informacional o postindustrial- que emplean 
de manera frecuente los economistas. 
 
El estudio del fenómeno de la terciarización de la economía comienza 
alrededor de la segunda mitad de la década de los años treinta del siglo XX, y 
son Allan G. B. Fisher (1935), Colin Clark (1940) y Jean Fourastié (1949) los 
principales pioneros e impulsores del estudio de este sector, del cual hoy en 
día todavía falta mucho por conocer. Incluso algunos autores le califican como 
el hijastro (Fuchs, 1968) o la cenicienta de la economía (Channon, 1978), tanto 
para los académicos como para los políticos, así como para los organismos 
internacionales. Su desconocimiento es todavía mayor en las economías en 
desarrollo, ya que todavía no hay estudios profundos en éstas. 
 
Los enfoques de los primeros teóricos fueron prácticos y en base a 
estadísticas. Se ocuparon básicamente del desarrollo de las economías 
industrializadas, se concentraron en la medición del sector servicio dentro del 
Producto Interno Bruto (PIB) y de su productividad. Inicialmente la teoría del 
sector servicios fue asociada con la depresión de los años treinta, del siglo 
pasado, y el desempleo. Así como con expectativas de crecimiento y cambios 
en el desarrollo de las economías, con la planeación y las cuentas de ingreso 
nacional (Delaunay y Gradey, 1992). 
 
Fisher (1935), Clark (1940) y Fourastié (1949) fueron los que establecieron la 
división de tres sectores económicos: “Si adoptamos la clasificación 
conveniente de la actividad económica en los tres tipos de producción primaria, 
secundaria y terciaria, comprendiendo la primaria las actividades agrícolas y 
mineras, dedicadas directamente a la producción de alimentos o materias 
primas de varias clases, la secundaria la manufactura en todas sus formas, y la 
terciaria un vasto residuo variado de actividades, dedicadas principalmente a la 
producción de “servicios”, abarcando desde los transportes y el comercio, 
pasando por diversiones y educación, hasta las formas más elevadas del arte 
creador y la filosofía, podremos decir que en toda economía progresiva ha 
habido un constante traslado de empleos e inversiones desde las esenciales 
actividades primarias, sin cuyos productos, la vida, incluso en sus formas más 
primitivas, sería imposible, hasta las actividades secundarias de todas clases, y 
en un grado aun mayor, en la producción terciaria”.4 (Fisher 1945,16). 
 
 
4 Fisher (1945) señala que en 1887 Giffen ya había señalado la importancia de los servicios en 
el desarrollo económico, ya que una parte cada vez mayor de la población se sumaba a la 
creación de funciones incorpóreas, y que de esa manera, la riqueza y renta de un país no es 
que sea menor, sino que solamente cambia de forma. Entonces, si las naciones han de llegar a 
ser más prósperas se tienen que preparar para un crecimiento relativamente rápido de las 
“funciones incorpóreas” o “producción terciaria”. 
 6 
Es precisamente Allan Fisher el que inaugura el estudio del sector servicios, y a 
partir de ahí comenzaron a escribir otros autores con más profundidad sobre el 
tema. En 1935 publicó su principal trabajo The clash of Progress and Security, 
y en 1945 retoma y defiende básicamente la misma proposición en Economic 
Progress and Social Security. 
 
Debido a la crisis económica que se presentó en los años treinta, en Estados 
Unidos, fundamentó que el progreso técnico no sólo aparece unido al cambio 
industrial, sino también a la caída de los requerimientos de fuerza de trabajo en 
la agricultura y al resultante desarrollo de las actividades de servicios, a las que 
nombra por vez primera, “sector servicios”. Mencionó que el empleo va 
cambiando de actividades esencialmente primarias hacia actividades 
secundarias y posteriormente a las actividades terciarias. Él señaló que el 
principal problema que las economías desarrolladas deben resolver es la 
dificultad de adaptarse suficientemente rápido a los cambios en la composición 
de la demanda y la relativa distribución sectorial que eso implica. 
 
No obstante, la intención de Fisher no era hacer del sector servicios el centro 
de su obra y debido a ello no fue objeto de un estudio más profundo. A pesar 
de esto, la aportación de él a la comprensión de las actividades de servicios fue 
trascendental. Además, identificó ciertos puntos de crecimiento referidos a los 
servicios y la importancia de la política económica para crear las condiciones 
que ayudaran a captar capital, además de la responsabilidad pública para 
reducir los riesgos empresariales con el propósito de mejorar las condiciones 
para que surgieran los sectores no tradicionales como los servicios. 
 
Otro impulsor del estudio del sector servicios fue Colin Clark, y su principal obra 
fue The conditions of Economic Progress que publicó por primera vez en 1940, 
y la última, fueuna versión revisada que salió a la luz en 1957. En su trabajo 
sobre crecimiento y desarrollo económico, el desempleo es de poca 
importancia, sus intereses giraron alrededor del ingreso nacional, la 
productividad y la composición estructural del consumo final, y por ello, para él 
la división en tres sectores de la economía no es algo crucial, no obstante 
presenta sus resultados en base a tres amplios sectores. 
 
Colin Clark retomó las ideas de Fisher y realizó una clasificación más 
elaborada de las actividades económicas, apoyándose, al igual que Fisher, en 
un análisis empírico del crecimiento del PIB y de la productividad de los tres 
sectores. Señaló que el incremento del empleo en los servicios es debido al 
mayor crecimiento en la demanda de servicios frente a los otros sectores, 
confirmando el carácter superior de los servicios5, y señaló que el elemento 
clave en el cambio de la estructura de la actividad económica a favor de éstos 
era la terciarización de la demanda debido al crecimiento de la economía en su 
conjunto. 
 
 
5 Superior en el sentido de que los servicios representan el último nivel de satisfactores 
posibles, es decir, una persona, una vez que ha alcanzado cierto nivel material, lo que sigue es 
su satisfacción inmaterial, esto es, consumo de servicios. Aunque esto no es así 
necesariamente, ya que una persona necesita de la educación, la atención médica, dental, 
seguridad pública, etc., es decir, servicios básicos. 
 7 
Utilizó la teoría de Christian Engel en donde se sostiene que la proporción de 
ingresos que se gasta en alimentos disminuye al aumentar el ingreso, y el 
mismo fenómeno de saciedad sucede eventualmente con los productos 
industriales en donde se pasa a otro nivel y se prefieren los servicios sobre los 
bienes. 
 
Clark también tuvo el acierto de reconocer la gran heterogeneidad de los 
servicios y señaló que hay que tener toda la precaución de no caer en el error 
de considerar a los servicios como algo homogéneo y señalar generalizaciones 
que podrían ser excesivas y por ello no ser reales. Existen diferentes tipos de 
servicios que no se pueden agrupar de manera categórica para su análisis 
debido a las enormes diferencias entre ellas. Un ejemplo puede ser el servicio 
de un abogado y el de un sastre, son actividades muy diferentes entre sí, uno 
emplea conocimiento especializado y el otro no. 
 
A pesar de las ideas relevantes de Fisher-Clark para teorizar a los servicios, 
tienen ciertas limitaciones que salen a relucir, como señala Luna (1989, 25): 
“Entre dichas implicaciones cabría señalar, tal como destaca la Organización 
de las Naciones Unidas (ONU), las siguientes: A) El crecimiento en el sector 
servicios (en términos de empleo y de contribución al PIB) sería un resultado 
automático del proceso de desarrollo al elevarse los ingresos per cápita. B) 
Dicho automatismo por consiguiente, no demandaría una política de servicios 
aunque podría correrse el riesgo de la desaceleración del proceso de desarrollo 
por la reducción de la productividad global. C) Emergería como resultado lógico 
una división internacional del trabajo diferente al especializarse los países 
desarrollados en la producción y exportación de servicios y los países 
subdesarrollados en las de bienes”. 
 
Otra importante aportación que realizó al estudio de los servicios como un 
sector de actividad económica fue la de Jean Fourastié con su obra The great 
white hope of the XXth century, publicada en 1949. En ella, Fourastié ofreció y 
delineó un criterio claro para clasificar los sectores de actividad. Señaló que en 
el sector primario la productividad de sus actividades crece en promedio al de 
la economía; para el sector secundario la productividad de sus actividades 
crece en forma rápida; y el sector servicios abarca a las actividades en donde 
la productividad crece lentamente o no crece. 
 
Aunque hoy en día es difícil establecer ese criterio debido a la incorporación de 
moderna tecnología en los servicios, lo cual cambia la manera de producirlos. 
Asimismo, él expuso el crecimiento del sector servicios no únicamente 
mediante el diferencial de la productividad entre los sectores económicos, se 
basó también en la famosa teoría de Engel, arriba mencionada, así como 
también lo hiciera Clark. 
 
Fourastié, a diferencia de Fisher (1935) y Clark (1940), si tuvo a la división de 
la economía como su objeto de estudio. Aunque retomó los argumentos 
básicos concernientes al cambio en la demanda del consumo final, también 
señaló otros argumentos novedosos para explicar el aumento en la demanda 
de servicios, ya sea con respecto a la demanda de servicios finales como con 
relación a los servicios para la producción (formas de trabajo intelectual, 
 8 
distintas formas de administración, y servicios dentro de las empresas). Fue el 
primero en tomar en cuenta los servicios dirigidos a las empresas. También 
discutió los cambios hacia el interior del sector servicios, en cuanto a la forma 
de producción y consumo. Realizó un análisis de la contradicción en la 
eficiencia entre este sector y el crecimiento total, ya que por un lado su 
productividad era baja en comparación con la manufactura, pero por otro lado, 
la aportación del sector servicios al PIB total era cada vez mayor. Manifestó 
que la importancia relativa del sector servicios es la última medida de 
desarrollo, la eventual supremacía del sector servicios puede ser inevitable, 
pero sólo después de un largo periodo de ajuste. 
 
Las ideas de los tres principales autores que inauguraron el estudio de las 
actividades de servicios confluyen al señalar que la aportación de este sector al 
cambio estructural de las economías es debido al progreso tecnológico, 
cuestión que está presente también en la industria y el sector primario, de ahí 
la importancia de las nuevas tecnologías para los tres sectores y su 
interrelación. 
 
El cuadro 1 muestra las distintas clasificaciones que dieron algunos autores 
que comenzaron a estudiar el crecimiento de los servicios. Como se puede 
observar, hay discrepancias entre ellos en cuanto a la definición del sector 
secundario y terciario. Desde la mitad de los treinta y hasta la mitad de los 
sesenta fue el periodo durante el cual se definieron los principales 
componentes de los tres sectores, frecuentemente en relación con las cuentas 
nacionales. 
 
 
Cuadro 1 
Sectores FISHER 1935 CLARK 1941 CLARK 1957 FOURASTIÉ 1949 KUZNETS 1957 KUZNETS 1966
Manufactura Secund. Secund. Industria Secund. Industria Industria
Construcción Secund. Secund. Servicios Secund. Industria Industria
Emp. Públicas Secund. Secund. Servicios Secund. Industria Industria
Transporte Terciaria Terciaria Servicios Terciaria Servicios Industria
Comunicaciones Terciaria Terciaria Servicios Terciaria Servicios Industria
Comercio Terciaria Terciaria Servicios Terciaria Servicios Servicios
Servicios Terciaria Terciaria Servicios Terciaria Servicios Servicios
Gobierno Terciaria Terciaria Servicios Terciaria Servicios Servicios
Fuente:Delaunay, Jean Claude y Gadrey, Jean (1992)
Distintas clasificación de las actividades terciarias
 
 
 
Algunas publicaciones posteriores son Macroeconomics of Unbalanced Growth: 
The Anatomy of an Urban Crisis de William Baumol (1967), saliendo a la luz la 
última versión de este trabajo en 1985. Este autor observó el crecimiento de 
los servicios desde el punto de vista de la crisis financiera que sufrieron 
algunas ciudades de los Estado Unidos, en parte a causa del costo de los 
servicios. Elaboró un modelo de “enfermedad de costos” que observó en 
muchos de ellos, y señaló que no se debió a un mal control en los costos o una 
mala administración de los servicios, sino que fue debido a las diferencias en 
los métodos de producción y tecnología. 
 
 9 
Distinguió dos grandes sectores: un “sector progresivo” en el cual la tecnología, 
las innovaciones, las economías de escala y la acumulación de capitalhacen 
posible el incremento del producto per cápita, refiriéndose a la industria; el otro 
es un “sector no progresivo” en donde el nivel de la productividad del trabajo es 
estacionario por la naturaleza del proceso de producción. La característica de 
este sector es que el trabajo es en sí mismo el producto final y no da margen 
para la aplicación de nueva tecnología y capital, refiriéndose a los servicios. 
 
Lo anterior no se puede aplicar a la generalidad de los servicios hoy en día, 
debido a lo ya comentado, esto es, la incorporación de nuevas tecnologías. 
Este artículo es criticado por Delaunay y Gadrey (1992) señalando que su 
punto de vista es limitado, ya que a pesar de que su modelo es simple, 
elegante y sugestivo, el análisis de la diferencia de productividad no es muy 
claro, a pesar de esto es un referente en el tema del sector servicios. 
 
Victor Fuchs (1968) también realizó aportaciones para entender el crecimiento 
de los servicios desde el punto de vista del empleo con su obra The Service 
Economy. El resultado que arrojó su estudio fue que en el futuro se presentaría 
una economía fuertemente industrializada, con un peso del sector servicios 
relativamente grande y un sector primario muy reducido. Actualmente, lo 
pronosticado difiere un poco con la realidad, si bien el sector primario tiene un 
peso menor en la economía, la industria no está realizando una gran aportación 
al PIB, y los servicios tienen una gran participación en la economía mundial6. 
 
Con respecto a las diferencias de salarios entre los tres sectores, Fuchs 
encontró que los factores explicativos son la calificación de la mano de obra, el 
grado de sindicalización, el tamaño de la empresa y su localización dentro de 
una gran área urbana, más que a la actividad que realizan. Y que las 
actividades de servicios es una de las ramas en donde se dan los primeros y 
principales cambios tecnológicos. 
 
Stanback (1971, 2) señaló que el trabajo de Fuchs es bueno e importante, pero 
los servicios dirigidos a las empresas o empresariales, no son tomados en 
cuenta: “… tiende a restringir la naturaleza de la transformación destacando 
casi exclusivamente el papel de los servicios al consumidor y del sector 
público. Se dio una importancia muy limitada a los cambios en la composición 
de la demanda “intermedia” frente a la “final”, de lo que resultó que casi se 
pasó por alto el papel desempeñado por servicios intermedios claves”. 
 
Por lo tanto, al no darle importancia a los servicios empresariales, su estudio 
deja de lado una parte trascendental del sector, por ello sus resultados deben 
ser tomados con cautela. En la actualidad, la importancia de los servicios 
empresariales en la producción económica es relevante. Las nuevas formas de 
producción inducen a las empresas a contratar servicios de manera externa 
para ser competitivas, la subcontratación es un signo de las nuevas formas de 
producción. 
 
 
6 Según los datos disponibles del Banco Mundial (2014). El sector primario representó en el 2011 el 3.1% 
del PIB mundial, el 26.7% correspondió a la industria y el 70.2% a los servicios. 
 10 
En términos generales, existen dos grandes ramas que intentan explicar el 
crecimiento del sector servicios. Por un lado, están los enfoques agregados de 
cambio estructural y desindustrialización, y por otro, se encuentran los de 
enfoque desagregado, en donde se consideró la naturaleza heterogénea del 
sector. 
 
Dentro de los enfoques agregados se pueden encontrar tres ramas (Del Río, 
1992). La primera explica el fenómeno de la desindustrialización y por tanto de 
la terciarización basado en un modelo de etapas de Rostow7. En este enfoque 
se explica que el declive de la industria es una consecuencia lógica del 
crecimiento económico. 
 
Una segunda visión explica que la desindustrialización es subyacente a la 
innovación tecnológica e influenciada también por la crisis económica. Esta 
innovación tecnológica provoca de una forma más intensa una caída en los 
requerimientos de fuerza laboral y de las inversiones, apareciendo con ello un 
incremento de la relación capital/producto. Debido a la caída del empleo en el 
sector industrial, se elevará el empleo en el sector servicios por la necesidad de 
emplear la mano de obra expulsada, además de localizar el capital en otro 
sector que genere una mayor rentabilidad, en este caso, el sector servicios. 
 
Por último, el tercer enfoque propone que la desindustrialización surge debido 
al desplazamiento de la industria por el sector público, esto es, en las 
economías desarrolladas, el crecimiento de la administración pública como 
consecuencia de una mayor demanda de servicios sociales, provoca un mayor 
campo de actuación del sector público, y por lo tanto, va apropiándose de los 
recursos financieros y de trabajo calificado que necesita el sector industrial 
para su desarrollo. 
 
Estas corrientes de pensamiento deseaban mostrar las características de la 
evolución estructural de la economía, pero arrojaban poca información sobre el 
comportamiento de los servicios, debido a que tomaban a los tres sectores en 
forma muy agregada y no consideraban la naturaleza heterogénea de las 
actividades de servicios. 
 
Por otra parte, el enfoque desagregado es otra corriente de pensamiento que 
trata de explicar el avance de los servicios tomando en cuenta la gran 
heterogeneidad del sector. Algo característico de este enfoque es la clara 
distinción entre la producción y el consumo de servicios. Los “servicios a la 
producción” son definidos básicamente como servicios destinados a la 
demanda intermedia o a las empresas, y por otro lado, están los “servicios al 
consumidor” los cuales son básicamente destinados a la demanda final. Este 
enfoque propone que el incremento del empleo en los servicios está 
influenciado por el aumento de la integración de los servicios con la industria, o 
 
7 Rostow (1960) estudia las etapas del crecimiento económico y señala cinco: sociedad 
tradicional, condiciones iniciales para el despegue, despegue, maduración, y consumo de 
masas. Se reconoce como motor de crecimiento a la industria y se menciona a las industrias 
que pueden desempeñar mejor ese rol; los servicios, junto con los bienes duraderos 
representan los sectores punta en la última etapa de crecimiento, que es el consumo de 
masas. 
 11 
bien, la mayor integración entre los dos sectores es por el crecimiento de los 
servicios destinados a la industria, y por lo tanto, a la producción de bienes. 
 
Si bien los enfoques económicos son los que dominan el estudio del sector 
servicios, también hay otros campos de las ciencias sociales que abordan a 
este sector para estudiarlo desde un particular punto de vista, y es que no 
solamente la cuestión económica impacta en la producción, sino que también 
afecta a la sociedad. Desde la sociología, Alain Touraine (1969) y Daniel Bell 
(1973) también intentan dar una explicación al crecimiento del sector servicios, 
y amplían el concepto de servicios, generalizan y prefieren utilizar el término 
servicios, en lugar de terciario. 
 
La sustitución del vocablo es más que una cuestión lingüística, debido a que la 
palabra “servicios” se emplea para señalar actividades “terciarias”, pero 
desempeñadas en todos los sectores. Las actividades clasificadas dentro del 
tercer sector de la economía se producen en cualquier otro sector económico, 
de ahí que se prefiera la palabra servicios ya que les otorga una mayor 
amplitud (Moreno y Escolano, 1992). 
 
Para referirse a estos nuevos modelos de sociedad que los sociólogos intentan 
explicar, se crearon varios términos como “sociedad post-industrial”, “sociedad 
opulenta” o “sociedad de consumo”. La expresión más difundida es la de 
sociedad post-industrial y se le atribuye a Touraine (1969, 5). “Se les 
denominará sociedades post-industriales si se pretende señalar la distancia 
que lassepara de las sociedades de industrialización que las han precedido, y 
que todavía se mezclan con ellas tanto bajo su forma capitalista como bajo su 
forma socialista.” 
Para Tourine, una sociedad post-industrial no es aquélla que alcanzando cierto 
nivel de productividad, y por lo tanto, de riqueza, puede liberarse de la 
preocupación de la producción y convertirse en una sociedad de consumo y de 
tiempo libre. Más bien, lo novedoso es que ahora el crecimiento depende más 
directamente del conocimiento. Elemento que en la época actual ha cobrado 
una gran relevancia en las formas de producción contemporánea. 
 
Daniel Bell (1973, 28) retomó unas ideas de Touraine y desarrolló las propias 
plasmándolas en su obra El advenimiento de la sociedad post-industrial 
señalando la gran transformación de la sociedad estadounidense. “El concepto 
de sociedad post-industrial remite en primer lugar a cambios en la estructura 
social, a la manera como está siendo transformada la economía y remodelado 
el sistema de empleo, y a las nuevas relaciones entre la teoría y la actividad 
empírica, en particular entre la ciencia y la tecnología”. Con lo anterior nos 
podemos dar cuenta que la manera imperante de producción fordista-
keynesiana estaba llegando a su ocaso, a principios de los años setenta del 
siglo pasado. 
 
Bell señaló que la sociedad post-industrial es una generalización muy amplia y 
se comprenderá mejor si se especifican los cinco componentes que integran el 
término: 
1) Sector económico: la sociedad post-industrial, es decir, una sociedad de 
servicios. La mayoría de los empleos serán en los servicios, lo que representa 
 12 
un hecho importante en los valores sociales y culturales, además de que el 
cambio en la demanda de servicios se da siguiendo cierta jerarquía, como es: 
a) el transporte y los servicios públicos; b) el comercio, la banca, bienes raíces, 
seguros y servicios relacionados con el consumo de masas; c) en tercer lugar 
están los servicios relacionados al tiempo libre, vacaciones, entretenimiento, 
viajes, etc., y d) al final están los servicios que atienden la calidad de vida de la 
sociedad, como es la educación, la salud, el medio ambiente, la administración 
pública, etc. 
2) Principio axial: la centralidad del conocimiento teórico como fuente de 
innovación y formulación política de sociedad. Esta nueva sociedad se organiza 
alrededor del conocimiento con el objetivo de lograr el control social, de la 
innovación y el cambio, esto dará como resultado nuevas estructuras y 
relaciones sociales. Con lo anterior, las universidades y los institutos de 
investigación se convierten en ejes fundamentales de la sociedad. 
 3) Distribución ocupacional: la preeminencia de las clases profesionales y 
técnicas. Se origina una alteración en la fuerza productiva y el empleo, donde 
la mayoría de la gente tendrá un título universitario o una calificación 
equivalente, los que serán, según Bell, el corazón de la sociedad post-
industrial. Ya no solo es importante en dónde trabajan las personas, sino el tipo 
de cosas que realizan. 
4) Orientación futura: el control de la tecnología y de las contribuciones 
tecnológicas. Las sociedades modernas han tenido que explorar nuevas 
fronteras tecnológicas con el propósito de mantener la productividad y cierto 
nivel de vida, pero muchas veces se tienen efectos perjudiciales, como el 
D.D.T., la contaminación de los motores a gasolina, industrias contaminantes, 
etc. Es posible controlar la tecnología, y lo que se necesita es establecer 
mecanismos políticos para regularizar las nuevas tecnologías. 
 5) Toma de decisión: la creación de una nueva “tecnología intelectual”. Los 
problemas sociológicos e intelectuales más apremiantes de la nueva sociedad 
son de “complejidad organizada”, esto es, la dirección de sistemas a gran 
escala, con un gran número de variables en interacción, las cuales deben ser 
coordinadas para lograr resultados específicos. El objetivo de la tecnología 
intelectual es el sueño de un alquimista social, el de “ordenar” la sociedad de 
masas. 
 
Los trabajos de Touraine (1969) y Bell (1973) intentaron dar una explicación de 
lo compleja que es la sociedad cuando se encuentra trastocada por una nueva 
realidad económica, la cual hace que cambien los patrones sociales existentes, 
pero también hay que señalar el hecho de la importancia que le dan al 
conocimiento en estos grandes cambios que se gestan en la sociedad. Al 
parecer estamos llegando al nivel que ellos previeron, ya que actualmente 
existen ciertos rasgos de la sociedad que proyectaron. Nos parece que ya se 
han cumplido la mayoría de los puntos anteriores, solo restaría el último. 
Aunque hay que mencionar que esto no es generalizado en el mundo, lo 
anterior va más acorde con las naciones desarrolladas, en los países en 
desarrollo algunos se han realizado, y además existen ciertos matices en el 
cumplimiento de esto ya que no todas las sociedades de los países en 
desarrollo son homogéneas. 
 
 
 13 
Aportes en la clasificación del sector servicios 
 
Diversos autores, como González et al. (1989), Luna (1989), García y Sanz 
(1992), Gage y Lesher (2005) por mencionar algunos, señalan que la 
clasificación de los servicios es una tarea complicada y no se encuentran 
reflejadas estas actividades en forma correcta en las estadísticas. 
 
Al intentar realizar una clasificación del sector servicios, existen diferentes 
formas respecto a lo que se considera como servicios, dependiendo el país o 
según las conveniencias del propio investigador, aun siguiendo la clasificación 
de las actividades económicas de los sistemas de cuentas nacionales, como 
señala Luna (1989, 15): 1) “La definición y clasificación de las actividades de 
servicios varían, considerablemente, de un sistema de cuentas nacionales a 
otro dificultando las comparaciones internacionales. 2) El exceso de agregación 
estadística a nivel sectorial. 3) Los problemas de subregistro al no reportarse 
información sobre las actividades del llamado sector “informal” y/o al 
subestimarse la participación de los servicios en la medida en que las 
empresas se autoabastecen de insumos terciarios. 4) La obtención de cifras 
adecuadas y comparables de valor agregado en actividades de servicios es 
problemática, y; 5) La inadecuación de las series de tiempo para países en 
desarrollo dificulta el análisis de tendencias en la producción nacional de 
servicios”. 
 
Existen varias dificultades para estudiar a los servicios, como ya lo hemos 
expuesto, uno de ellos es la falta de un concepto generalmente aceptado. Esto 
lleva a que su estudio y teorización no se pueda realizar fácilmente, y por lo 
tanto, lo que no se puede conceptualizar no se puede abordar. Es por eso que 
las estadísticas oficiales no reflejan de una manera fiel la producción de 
servicios. 
 
Tomando en cuenta lo anterior, distintos autores han realizado clasificaciones 
propias y ven a las actividades de servicios desde diferentes ópticas. Si bien 
hasta hoy existe una clasificación mundial propuesta por la Organización de las 
Naciones Unidas (ONU) de las actividades productivas llamada Clasificación 
Industrial Internacional Uniforme (CIIU), esta no es seguida en forma fiel, ya 
que los diversos países realizan las adecuaciones que consideran pertinentes a 
esta clasificación. Los académicos también han tratado de seguir las cuentas 
nacionales pero éstas no son perfectas, y algunos autores han agregado unas 
y quitado otras actividades. No obstante, de alguna manera todos tratan de 
rescatar lo más representativo de los servicios, a continuación veremos 
algunas clasificaciones, y la forma en que las han agrupado los especialistas. 
 
Katouzian (1970) señaló tres categorías, la primera se refiere a los nuevos 
servicios, la segunda a los servicios complementarios, y la tercera a los viejos 
servicios. Los nuevos servicios son aquéllos que están relacionados con un 
consumo de productos manufacturados por parte de la poblaciónya que va 
ligado al incremento en el ingreso per cápita, como pueden ser: educación, 
consumo de modernos servicios clínicos y médicos, y entretenimiento en 
general. Los servicios complementarios toman parte en el proceso de 
industrialización y se expanden en respuesta a una mayor demanda debido a 
 14 
una nueva situación productiva, los cuales son: la banca, transporte, comercio, 
finanzas, etc. Los viejos servicios son aquéllos que crecieron antes de la 
industrialización, su importancia y contribución han ido a la baja, con el 
desarrollo de la economía estos servicios han sido continuamente sustituidos 
por bienes, además de que cambian también las relaciones sociales, un 
ejemplo de estos servicios es el servicio doméstico. 
 
Sabolo (1975) clasificó las actividades en servicios finales y servicios 
intermedios. Los primeros a su vez se dividen en tradicionales (actividades 
domésticas, pequeño comercio, etc.) y nuevos (turismo y actividades de 
esparcimiento). Los intermedios son los dirigidos a los productores de bienes y 
productores de otros servicios, esto es, se insertan en la corriente de productos 
o más servicios, como pueden ser: el transporte, las telecomunicaciones, 
servicios bancarios, etc. 
 
Abler y Adams (1977) realizaron la siguiente clasificación dividiéndolos en tres 
sectores: Terciario: abarca las actividades de naturaleza tangible o material 
como el transporte y las reparaciones; Cuaternario: formado por los servicios 
de generación de información a gran escala, como las finanzas y seguros, y las 
actividades estandarizables; Quinario: este sector abarca actividades más 
especializadas y menos estandarizables. 
 
Browning y Singelman (1978) los clasificaron en cuatro rubros: servicios de 
distribución, servicios de producción, servicios sociales, y servicios personales. 
Los servicios de producción son prestados a las empresas para producir bienes 
o más servicios, como pueden ser: servicios jurídicos, de financiamiento, de 
diseño, administración, consultoría, etcétera. Los servicios de distribución son 
los enfocados al transporte, renta de instalaciones para almacenaje, y ventas. 
Los servicios sociales son aquéllos que satisfacen necesidades individuales, 
como son: salud, educación, etc., y algunas de naturaleza pública, como la 
seguridad. Los servicios personales engloban tanto servicios de baja intensidad 
de capital como de alta intensidad, y se orientan más a los consumidores 
particulares a diferencia de los servicios sociales, estas actividades pueden ser: 
servicios domésticos, reparaciones, actividades de entretenimiento y hotelería. 
 
Otra clasificación la realiza Kent (1985) y señala cinco categorías: servicios 
personales no calificados, servicios personales calificados, servicios 
industriales, servicios de consumo masivo, y servicios empresariales de alta 
tecnología. Los servicios personales no calificados son servicios domésticos y 
personales de todo tipo, los cuales absorben la mano de obra excedente en la 
economía. Los servicios personales calificados son aquellos que gracias al 
proceso de industrialización se abrieron nuevas oportunidades, como son: el 
comercio, administración, etc., pero también están incluidos los servicios 
públicos. Los servicios industriales nacen debido a los requerimientos de la 
creciente complejidad de la industria y que requieren de servicios más 
calificados, como son: banca, seguros, legales, etc. Los servicios de consumo 
masivo son aquellos que, por un incremento del ingreso, su consumo satisface 
ciertas necesidades, como son: actividades de ocio, restaurantes, salud, etc. 
Los servicios empresariales de alta tecnología surgen por el empleo de nuevas 
 15 
tecnologías por parte de la industria, la cual ha automatizado sus procesos y 
elevado su procesamiento de datos. 
 
Gutiérrez (1993) (cuadro 2) se basa en la realizada por Browning y Singelman 
(1978); la aportación realizada por estos autores ha sido una de las más 
representativas y utilizadas por los estudiosos del tema. 
 
Cuadro 2 
Transporte Comercio Almacenamiento Instituciones bancarias
Comunicaciones Publicidad Reparaciones Asesoramiento financiero
Relaciones públicas Servicios de limpieza Seguros
Estudios de mercado y conservación Otros intermediarios
Alquiler de inmuebles financieros
Alquiler de bienes muebles
Servicios post-venta
Servicios sociales Servicios personales
Administración y gerencia Educación privada y pública Ley y orden Hoteles 
Contabilidad Sanidad privada y pública Servicios económicos Restaurantes
Auditoría Otros servicios sociales Cuidado personal
Personal privados y públicos Servicios recreativos y 
Técnicos culturales
Computación Servicios domésticos
Legal Otros servicios
Seguridad personales
Fuente: Gutiérrez (1993)
Servicios financieros de 
circulación del capital
Clasificación funcional del sector servicios
Serv. especializados a 
empresas comer. y finan.
Serv. grales. de la 
admon pública
Servicios infraestructurales 
de conexión general
Servicios comerciales conexión 
productor-consumidor
Servicios auxiliares a 
bienes de consevación
 
 
Las anteriores clasificaciones han sido un intento por sistematizar el sector 
servicios respondiendo a los intereses y preocupaciones de los especialistas 
para comprender la complejidad de este sector. Es difícil abordar el sector 
servicios como un conjunto de actividades homogéneas ya que al interior del 
mismo se encuentran actividades tanto tradicionales como modernas, con alto 
contenido de capital o baja utilización del mismo, elevado capital humano o 
baja preparación de la mano de obra, con salarios bajos y altos, con 
actividades inmersas en el mercado pero también con alta participación de la 
economía informal, además de ser una ventana de oportunidad para las 
mujeres y el empleo de medio tiempo, ya que en la industria es más 
complicado encontrar un puesto con esas características. 
 
Si tomamos en cuenta los trabajos realizados para México, tenemos algunos 
interesantes. Eugenio Rovzar (1983) escribió un artículo llamado El sector 
servicios: comportamiento y articulación económica, 1970-1982, en su estudio 
establece la hipótesis de funcionalidad, es decir, la respuesta por la articulación 
de un sector o actividad frente a cambios en otro sector. También aborda en 
forma más desagregada a los servicios y realiza una clasificación en: 1) 
servicios empresariales; 2) servicios personales y; 3) servicios públicos. 
 
Manuel Luna (1988) realizó un estudio llamado La funcionalidad de los 
servicios en México y Estados Unidos: 1970-1985, en él pone a prueba las 
hipótesis de dicotomía, funcionalidad y externación partiendo de los servicios 
en Estados Unidos y México. Propone cuatro subsectores: 1) comercio; 2) 
servicios financieros, seguros y bienes inmuebles; 3) electricidad, 
 16 
comunicaciones y transportes y; 4) servicios comunitarios, sociales y 
personales. 
 
Fernando De Mateo es otro especialista del sector servicios, ha realizado 
varios artículos como son El comercio internacional de servicios y los países en 
desarrollo en 1990; Servicios: sustitución de importaciones y política de 
liberalización en México en 1992. En el documento, El sector servicios en 
México y su contribución al desarrollo, publicado en el libro “México: una 
economía de servicios” de 1991, realiza un análisis tratando de identificar el 
efecto que tiene el sector manufacturero sobre lo que se consideran 
actividades de servicios a las empresas como son: comunicaciones, transporte, 
banca, alquiler de inmuebles, notarios, publicidad, servicios de reparación, y 
servicios profesionales. 
 
Fernando Chávez es otro autor especialista del tema de los servicios, realizó 
un estudio muy interesante y desagregado para el periodo de 1970 a 1991 
llamado, Los servicios en México crecimiento, empleo y rentabilidad, publicado 
en 1995, y otra obra coordinada con Eduardo Zepeda llamada, El sector 
servicios: Desarrollo regional y empleo en 1996. Chávez (1995) divideel sector 
servicios en cuatro rubros: comercio, servicios al productor, servicios al 
consumidor, y servicios públicos. 
 
Gustavo Garza también ha realizado una contribución importante al estudio de 
los servicios. En sus trabajos Macroeconomía del sector servicios en la Ciudad 
de México, 1960-1998 (2004) y Distribución espacial del sector servicios en la 
Ciudad de México, 1960-2008 (2012) aborda la conformación espacial de los 
servicios en la Ciudad de México, se menciona la concentración y 
especialización en esta metrópoli de los servicios al productor. Asimismo, 
conforme pasa el tiempo los servicios van pasando del centro a la periferia, 
además de que el PIB terciario va en descenso en esa zona. Otro trabajo que 
aborda a los servicios, pero esta vez, públicos, es Servicios generales de la 
producción en la Ciudad de México (2006), y divide su estudio en dos, antes 
del cambio de modelo económico en México, y después del mismo. Otras 
obras importantes son: La organización espacial del sector servicios en México 
(2006); Macroeconomía del sector servicios en la Ciudad de México, 1960-
2003 (2008); Geografía del sector servicios en el norte de México (2010) 
(coordinador); Visión comprensiva de la distribución territorial del sector 
servicios en México (2011) (coordinador). 
 
Gustavo Garza ha sido uno de los más autores más prolíficos en cuanto al 
estudio de los servicios y sus trabajos nos dan una muestra relevante de la 
dinámica de los servicios en ciertas regiones de México y en determinado 
momento. No obstante, existe una gran heterogeneidad en este sector y debido 
a ello todavía el campo para su estudio es amplio. 
 
Los distintos autores mencionados dan cuenta de que a través del tiempo se 
han abordado los servicios desde distintas ópticas y con una visión particular. 
El tiempo, el entorno, la dinámica productiva, el conocimiento, las nuevas 
tecnologías, las instituciones y las redes productivas globales son algunos de 
 17 
los factores clave para comprender el estudio y aportación de cada uno de los 
autores para teorizar a los servicios. 
 
Conclusiones 
 
El anterior recuento de los trabajos, fueron realizados en su mayoría para 
países desarrollados, los autores aportan, desde sus diversas perspectivas y 
realidad, importantes cuestiones para poder comprender el ascenso de los 
servicios en la economía desde el enfoque de la productividad, de su 
aportación al empleo y al PIB, pero también desde el punto de vista social, ya 
que hay que mencionar que la economía es una ciencia social y por ende los 
cambios que se den en el plano productivo traerá consecuencias en la 
sociedad. 
 
Hemos encontrado que existe una falta de consenso en cuestiones 
conceptuales, metodológicas y estadísticas importantes para abordar el estudio 
de los servicios, a pesar de ello o tal vez gracias a ello, se pueden estudiar a 
aquellos desde diversas perspectivas. Los estudios realizados hasta ahora en 
los países en desarrollo son muy escasos, de ahí la importancia de estudiar, 
analizar y entender la dinámica de este importante sector en dichas economías 
de forma general, y en particular analizar lo que sucede al interior de las 
distintas ramas de servicios, ya que existen actividades muy diferentes entre sí. 
 
Los servicios son un sector de cierta forma “desatendido” por la mayoría de los 
académicos debido a la no materialización de la mayoría de los servicios, no es 
fácil analizar algo que depende, en no pocas ocasiones, de un valor subjetivo. 
 
Si bien no existe un consenso definitivo en cuanto a la definición del concepto 
y de las características de los servicios, sí se han realizado ciertos avances, 
aunque con las nuevas tecnologías y la activa demanda y oferta de servicios se 
vuelve un concepto muy dinámico y cambiante. 
 
La escasa teoría de los servicios se debe a que muchos investigadores dan por 
hecho que los servicios son algo homogéneo, y por ello sus aportaciones son 
un tanto endebles. No obstante, sí han ayudado a comprender algunas aristas 
del mismo problema y, en ese sentido, se han logrado avances importantes al 
entendimiento de este sector. Es relevante no hacer generalizaciones como se 
acostumbra a hacer en la ciencia económica. El comportamiento de los 
servicios es distinto en cada país, y por lo tanto es equivocado pensar que 
existe un comportamiento similar de este sector en economías distintas, pero 
se pueden agrupar determinados servicios para poder realizar un mejor análisis 
de los mismos. 
 
Las clasificaciones propuestas responden a los propósitos de cada investigador 
pero dejan notar que existe una mayor tendencia a estudiar a este sector de 
manera desagregada. Esto es un gran avance para la comprensión de los 
distintos tipos de servicios, y poder llegar a una teoría de ellos. 
 
Lo que no se puede negar es la importancia que tienen los servicios en las 
economías. Debido a ello es necesario e importante mejorar y elevar el nivel de 
 18 
conocimiento estudio de este sector, ya que es importante en el crecimiento de 
los países. 
 
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