Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Comunicación II Comunicación y Cultura Aníbal Ford “Los medios. Tráfico y accidentes trasdisciplinarios” 1. Introducción Los problemas que plantea Ford tienen dos niveles: 1-El primero refiere a las distintas distinciones, como ser: no confundir comunicación con medios, no enfrentar medios con cultura, inscribir el estudio de los medios en una problemática más amplia, exterior y anterior a estos, muy relacionada con la historia de los géneros o de otras series culturales. Esto último es de fundamental importancia: un género televisivo forma un conjunto mucho más fuerte con sus parientes extramediáticos que con otros géneros televisivos. Vale destacar que no hay una recepción de los medios en general, sino sistemas de recepción relacionados fuertemente con los géneros, con sus transformaciones o con sus nuevas series culturales. Estas consideraciones de cómo abordar los distintos niveles comunicacionales y culturales nos permiten empezar a definir un campo propio de las ciencias de la comunicación y diferenciarnos de otras ciencias sociales. 2-Ese campo que en América Latina llamamos “comunicación y cultura” es un campo típicamente trasdisciplinario. Esto implica un estudio de los medios enmarcado no en una teoría de los medios sino en una teoría de la cultura. Saberes trasversales que no se pueden dejar de lado. Lo cierto es que este campo, el de la “comunicación y cultura”, dentro del cual ubicamos el estudio de los medios, implica diversos niveles de análisis buscando un mínimo orden. La crisis contemporánea no es sólo comunicacional y cultural sino también, económica, política y social. Esto tiene su centro en el paso a la sociedad posindustrial (transformaciones en la familia, en el empleo, en los medios de producción, entre otros). Por ello, analizar la crisis desde un solo enfoque sería erróneo. Y si nos queremos adentrar en los medios para hablar de sus géneros, sus formas de producción o 1 Comunicación II Comunicación y Cultura recepción, de la creciente segmentación entre demanda y oferta, o de los procesos de globalización simbólica, de sus efectos y usos, aislándolas de su complejo entramado con las transformaciones socioculturales y económicas, será un poco difícil abordar el tema. El estudio en medios debe estar contextualizado. Los medios no pueden ser considerados como una variable independiente. Se tienen que tomar en cuenta las variables sociales, políticas, económicas y culturales. Si nos adentramos en el producto massmediático, se entra también en problemas que exceden, que están más allá de los medios: las identidades, la memoria, las nuevas culturas urbanas, entre otros. Estos temas son investigados por disciplinas que no se encuadran en la teoría de los medios: la sociología, los estudios culturales, la etnografía, etc. Este fenómeno actual de hiperobservación de los medios funciona como una reparación aunque también está actuando en desmedro del análisis de la cultura y las redes de comunicación directa, no massmediatizada. Si hablamos de un estudio en comunicación, debemos tomar en cuenta la comunicación de masas y la comunicación directa por lo que queda en claro una relación: no hay que confundir comunicación con medios. La comunicación puede ser entendida como interacción simbólica directa, como no verbal y hasta puede ser mediatizada tecnológicamente. En el caso de la comunicación mediatizada, se ponen en escena todos los sistemas de comunicación humana, el cuerpo y los sentidos, lo kinésico y lo proxémico; pero no por ello los reemplaza. No debemos enfrentar tampoco cultura con medios. La cultura “culta” o “cultivada” carga tantas fórmulas, retóricas y sistemas de reproducción como los mgéneros de los medios, así como en ambos conjuntos se pueden producir rupturas y transformaciones. La producción cultural y social pasa tanto por los medios como por fuera de ellos. Los medios son poderosos pero también es poderosa la producción social cultural que pasa por fuera de ellos. Cualquier tesis que niegue lo uno o lo otro sería errónea. Separamos entonces también lo cultural de lo comunicacional: - Comunicación: territorio duro desde el cual describimos lógica y semiológicamente la conformación de sistemas de construcción de sentido, de retóricas y géneros, o 2 Comunicación II Comunicación y Cultura la formalización que proviene de la teoría de la información, la cibernética, hasta llegar a los campos que sustentan la informática y las nuevas tecnologías. - Cultura: territorio donde esto pasa a funcionar, a tener un sentido claro, dentro de un contexto, una cultura, una etnia, una situación histórica. Sin embargo, son terrenos difíciles de separar porque podemos describir en abstracto lo argumentativo de lo narrativo, pero el peso de esto último en la cultura de la crisis sólo puede ser explicado entendiendo los efectos cognitivos que produce la crisis en la cultura de la vida cotidiana, en esta situación histórica concreta. Esto, por supuesto, no quiere decir que las teorías duras de la comunicación (Peirce o Saussure, de Shannon y Wiener) no sean emergentes culturales. El territorio de los medios, y especialmente de sus “contenidos”, no se recorta tan fácilmente de lo que sucede afuera. Difícil entender la telenovela sin inscribirla en la larga tradición del melodrama y el drama social que antecede a los medios. Este desdibujamiento de los límites se da no sólo en el que observa académicamente la evolución sociocultural, sino también en la instancia de producción. Un ejemplo: los estudios cuantitativos y cualitativos sobre la prensa escrita señalas un corrimiento del interés de los lectores hacia la zona de “interés general”, en detrimento de las secciones “políticas y económicas”. Esto presiona sobre los medios que ven que se debilita una clasificación y una jerarquización típica de la modernidad. Si esto es producto de la creciente individualidad o si es parte de la crisis y búsqueda de nuevos elementos ordenadores en lo casuístico y lo narrativo no está claro. Ford se inclina por lo segundo por dos razones: 1) la aceleración de los medios en el registro de los acontecimientos y la lentitud de la justicia; 2) la imposibilidad de registrar los nuevos fenómenos sociales en series macro, generales. Esto corresponde a una época de transición. La sociedad siempre termina construyendo o reconstruyendo macrorelatos. Este proceso está produciendo movimientos en el interior de los medios. Es decir, la misma trasdisciplinariedad que observamos crecer en nuestros estudios académicos, pueden ponerse en paralelo entre las formas en que la noticia de interés general explota y rota hacia diferentes disciplinas. 3 Comunicación II Comunicación y Cultura 2. El debate por señas “El debate por señas” se originó hace más de diez mil años en el territorio del Tigris y el Eufrates, una de las grandes cunas de la narración. Circula por las más diversas culturas e incluso, en la cultura urbana actual. El sabio y el Mullah debaten sin hablar sobre un supuesto tema. Cada uno de ellos interpretó en los signos del otro algo diferente a lo que realmente querían significar a través de ellos, tal como lo comprobó el emperador. Las consideraciones acerca de este relato que Ford rescata son las siguientes: 1- Este relato es una de las tantas pruebas de la existencia de una reflexión en torno a la construcción de sentido en las culturas de la vida cotidiana. La reflexión sobre la comunicación, lo cultural, lo metacomunicaional y lo metacultural, no es sólo patrimonio de los comunicólogos o culturólogos. 2- La presencia o conciencia de temas específicamente comunicacionales o semiológicos: - Los saberes sobre códigos verbales y no verbales; el rol de lo aleatorio en la decodificación y construcción de sentido; los dispositivos para darle sentido a cualquier tipo de datos. - También nos lleva (aunque de manera secundaria) al tema de los ardides, las astucias, las estrategias comunicacionales, lacreación de verosímiles. 3- Ubicación de la problemática en clave sociocultural. La presencia explicativa de la pertinencia a una etnia específica y una cultura de cada uno de los contendientes, la diferenciación relacionada con las clases sociales. La lección de que el sentido, la recepción, sólo pueden ser comprendidos contextual y culturalmente. 4- Es importante la problemática comunicacional de este relato por estar también, íntimamente relacionado con los recursos de adaptabilidad y oportunismo comunicacional que se dan en las culturas informales. Se ponen en conflicto diferentes saberes: escriturales, no verbales, corporales, institucionalizados, cotidianos, informales, de supervivencia y adaptación. 4 Comunicación II Comunicación y Cultura Con esto quiere dar cuenta de los niveles que plantea el análisis en la investigación en comunicación y cultura, válidos tanto para la comunicación directa como la massmediatizada (con la salvedad de la mediación de la tecnología). Este trabajo de focalización en un relato concreto tiene también el objetivo de señalar los desengaches entre lo micro y lo macro, entre lo global y lo local, entre lo abstracto y lo concreto. El análisis comunicacional y cultural siempre tiende a focalizar procesos de interacción simbólico, sólo explicables en el marco de un contexto específico. Y esto produce tensiones con la generalización sociológica y política. Pero esta tensión es propia de la cultura del hombre, de su “malestar”, de la pelea entre la formalización y la resistencia a ser formalizado. El peligro obvio es cuando dejan de ser vistos como parte de una escala. Es importante tener en cuenta el tanto de la pertinencia tanto metodológica como histórica, de los análisis micro y macro, globales o locales. 3. Lo global y lo local Toma un ejemplo de Hayles: la pregunta ¿Cuánto mide la costa de Bretaña? Le sirve para demostrar los diferentes sentidos que puede tener un mismo objeto. Depende de la escala. Y da un ejemplo político. Para los portugueses la frontera con España es más larga que para los españoles porque a raíz de sus necesidades geopolíticas la hiperobservan. Son difeentes formas de conocimientos, adecuadas a sus necesidades diferentes. Ambas ciertas, como eran las versiones del erudito y el Mullah. Tal vez valga no perder este paso por lo micro al que nos obliga la crisis, y que es la base del pluralismo, al entrar en generalizaciones de manera reactiva, desconociendo los complejos procesos de conformación de las identidades. Esto cobra relevancia si se considera que las políticas nacionales tienden a simplificar el problema de las identidades o de la construcción social de la identidad. Y también el rol que cumplen la comunicación y cultura, y por tanto los medios, en este proceso. Esta reducción de las variables de la identidad presente en la xenofobia y en los diversos proteccionismos culturales, se diferencia de la problemática que emerge en América Latina sobre las identidades y los procesos de integración. Ambos temas son plantados como problemas y no como construcciones terminadas y fijadas en un contexto determinado. 5 Comunicación II Comunicación y Cultura Identidades y políticas deberán encontrar un nuevo modelo y marco institucional. Porque las políticas comunicacionales y culturales han entrado en crisis en su sentido tradicional. Es evidente que el futuro no va a ser monocultural ni tampoco menos pluricultural. Lo cierto es que en la relación con los medios los procesos de generalización y particularización, de homogeneización y heterogeneización, de localización y globalización están generando nuevos ordenamientos culturales, nuevas formas de pensarse a sí mismo, proponiendo localizaciones simbólicas transversales., no territoriales, que avanzan en paralelo a los peligros de colapso comunicacionales e informacionales. Crece los simbólico y decrece lo material. 4. Cierre La crisis que estamos atravesando a nivel macro o micro no es ni fue producida por los medios. Pero es claro que el desarrollo de los medios está produciendo complejas transformaciones en la cultura, en la producción de sentido La misma palabra medios es de difícil definición. Ya no estamos frente a mensajes consumidos simultáneamente por audiencias masivas, como cuando se intentó constituir esta disciplina. Si el cine es un medio (que se consume en el espacio privado), también lo son los video games y los usos interactivos de la televisión. Pero si es importante esta ampliación y reestructuración de los medios, más importante aún es la manera en que las nuevas tecnologías afectan los sistemas perceptivos y de construcción de sentido. Un claro ejemplo es la digitalización de la fotografía ya que se quiebra la barrera de verosímil, inunda mecanismos de representación. También es complejo el cambio proveniente de los hipertextos o de las realidades virtuales porque implica la ruptura de la linealidad, la crisis del modelo escritural tradicional, cosa que no está mal, y también la posibilidad de observar un fenómeno desde diversos puntos de vista, que tampoco está mal, siempre y cuando no destruya las bases de la ética y lleve a un relativismo fluctuante y oportunista. Post Scriptum 6 Comunicación II Comunicación y Cultura El estado de este campo es al mismo tiempo hiperproductivo y caótico. A su vez, se constituye por un lado, pero por otro lo hace navegando en un mar de disciplinas caótico, invariable sin un horizonte trasdisciplinario claro. Su “semiosis” es infinita. El problema está en la construcción y recepción de los mensajes que transitan los medios. Los que definen los estudios en “comunicación social” como endomediáticos pueden aportar a la descripción económica de los sistemas de producción y distribución o a la recepción entendida como medición de audiencia en un marco semejante a las mediaciones de la opinión pública. Frente a esto, el salto hacia un análisis del discurso y los géneros de los medios y de sus formas de producción y recepción, sus verosímiles, sus relaciones con saberes y contextos, sus sistemas de construcción de sentido, sus relaciones con la interacción simbólica y la comunicación no verbal, etc., estalla el campo hacia diversos conjuntos trasdisciplinarios, plurales, no unificados. Como las ciencias del conocimiento, las ciencias de la comunicación se expanden trasversalmente y nos dicen hoy más sobre la reformulación de los estudios sobre la sociedad, la cultura, el conocimiento, sobre la crisis contemporánea que sobre ese rubro aparentemente inocuo: la teoría de los medios. La realidad es densa. En tiempos de crisis la lectura de indicios se exacerba para dar sentido a lo que acontece, a la realidad. Tanto la emisión como la recepción exigen competencias, que se van sumando y modificando, varían según el contexto. 7 Comunicación II Comunicación y Cultura Clifford Geertz “Descripción densa: hacia una teoría de la cultura” El concepto de cultura que propone es esencialmente semiótico: cultura como urdimbre de sentidos. El hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha construido. La palabra “urdimbre” significa conjunto de hilos puestos en el telar paralelamente para hacer una tela. Por ello, el análisis cultural ha de ser una ciencia interpretativa en busca de significaciones y no una ciencia experimental en busca de leyes. Se busca la explicación, interpretando expresiones sociales enigmáticas en su superficie. Etnografía: hacer etnografía es establecer relaciones, seleccionando informantes, trazando mapas, pero fundamentalmente lo que la define es un cierto tipo de esfuerzo intelectual. Se realiza una especulación elaborada en términos de una descripción densa. Un ejemplo de su competencia es la distinción entre un tic nervioso en el cual el sujeto cierra el ojo o bien un guiño que busca complicidad. Quien observa puede también pensar que un individuo está parodiando a otro al imitar el tic. La acción es la mismaen su superficie: un individuo contrae rápidamente el párpado de su ojo derecho. La descripción densa define una jerarquía estratificada de estructuras significativas atendiendo a las cuales se producen, perciben e interpretan los tics, los guiños, las parodias. Este ejemplo muestra las clases de estructuras superpuestas, en cuanto a inferencias e interpretaciones, a través de las cuales el etnógrafo se abre paso. El análisis etnográfico consiste en desentrañar las estructuras de significación (no a modo de códigos establecidos) y en determinar su campo social y su alcance. La etnografía es descripción densa: el etnógrafo encara una multiplicidad de estructuras conceptuales complejas, superpuestas o entrelazadas, extrañas e irregulares, a las que debe captar primero y explicar luego, en ejemplos de conducta modelada. La cultura se define entonces como: 8 Comunicación II Comunicación y Cultura 1- Un documento activo 2- Es pública 3- No existe en la cabeza de alguien; no es una entidad física pero esto no implica que sea una entidad oculta 4- Una vez que la conducta humana es vista como acción simbólica, significa algo. Hay que preguntarse por su sentido, por su valor. Antropología cognoscitiva: La cultura está compuesta por estructuras psicológicas mediante las cuales un individuo o grupos de individuos guían su conducta. La cultura de una sociedad sería entonces lo que uno debe conocer o creer a fin de obrar de manera aceptable para sus miembros. Describir la cultura es entonces la exposición de reglas sistemáticas, una especie de algoritmia etnográfica que, de ser seguida, haría posible obrar o pasar por un nativo. La falacia cognitivista es pensar que los fenómenos mentales pueden ser analizados mediante métodos formales semejantes a la matemática o a la lógica. Concepto semiótico de cultura: Cultura como interacción de signos interpretables (símbolos). No es una entidad, algo que puede atribuirse de manera casual a acontecimientos sociales, modos de conducta, instituciones o procesos sociales. La cultura es el contexto en el cual pueden describirse los fenómenos sociales de manera inteligible, densa. Comprender la cultura de un pueblo supone captar su carácter normal sin reducir su particularidad. Dicha comprensión lo hace accesible, lo coloca en el marco de sus propias trivialidades y disipa su opacidad. La antropología como interpretación: Las descripciones deben elaborarse atendiendo a las interpretaciones que hacen de su experiencia personas pertenecientes a un grupo particular porque son descripciones de tales interpretaciones. Son antropológicas porque son los antropólogos quienes las elaboran. El análisis penetra en el cuerpo mismo de objeto. Comenzamos nuestras interpretaciones de lo que nuestros informantes son o piensan que son y luego las sistematizamos. 9 Comunicación II Comunicación y Cultura Los escritos antropológicos son ellos mismos interpretaciones de segundo y tercer orden. Sólo el nativo hace interpretaciones de primer orden, pues se trata de su cultura. Los trabajos antropológicos basados en otros trabajos son interpretaciones de cuarto orden. De manera que los escritos son ficciones en el sentido de algo hecho, formado, compuesto pero no necesariamente falsos o ineficientes. La problemática que se plantea es la de saber si la descripción distingue los guiños de los tics o la parodia. Para ello, debemos atender a la conducta y hacerlo con rigor porque es en el fluir de la conducta, de la acción social, donde las formas culturales encuentran su articulación. Cualesquiera que sean los sistemas simbólicos tenemos acceso empírico a ellos estructurando los hechos, y no disponiendo de entidades abstractas en esquemas unificados. La pieza de interpretación antropológica reside en trazar la curva de un discurso social y fijarlo en una forma susceptible de ser analizado. El etnógrafo pone po escrito discursos sociales, se parta de ellos y convierte el material en información susceptible de ser consultada. El etnógrafo registra, escribe, observa, analiza, describe. La descripción etnográfica: 1- Es interpretativa 2- Interpreta el flujo del discurso social 3- Trata de rescatar lo dicho en ese discurso de sus ocasiones perecederas y fijarlo en términos de consulta 4- Es microscópica: el lugar de estudio no es el objeto de estudio. Los antropólogos no estudian aldeas, estudian en aldeas. Decretar, por ejemplo, que Jonesville es EEUU en pequeño es una falacia. La idea de que el estudio de una región da conocimiento de toda la región, es falsa. Nos encontramos ante la problemática de pasar lo micro a lo macro. Los hallazgos etnográficos no son privilegiados, son particulares; considerar algo más los deforma y deforma sus implicaciones. Este problema ha de resolverse comprendiendo que las acciones sociales son comentarios sobre algo más que ellas mismas, y que la procedencia de una interpretación no determina hacia donde va a ser impulsada. Un guiño habla de epistemología. 10 Comunicación II Comunicación y Cultura Teoría interpretativa: La libertad de la teoría para forjarse de conformidad con su propia lógica es bastante limitada. Las generalidades se deben a la delicadeza de sus distinciones, no a la fuerza de sus abstracciones. No se trata de un conocimiento acumulativo sino que los estudios se realizan sobre otros estudios en los que se sumergen más profundamente en las mismas cuestiones. Se examinan símbolos, se diagnostica. En lugar de incluirlos bajo el dominio de una ley se infieren los significantes e intenta situarlos bajo un marco inteligible. La teoría interpretativa no es predictiva, a lo sumo anticipa lo que es probable que a breve plazo suceda. La meta es llegar a grandes conclusiones partiendo de hechos pequeños pero de contextura muy densa, prestar apoyo a enunciados generales sobre el papel de la cultura en la construcción de la vida colectiva relacionándolas con los hechos específicos y concretos. El análisis cultural es incompleto. Cuanto más profundo más completo. La antropología interpretativa es una ciencia cuyo progreso se caracteriza por el refinamiento del debate, no por un perfeccionamiento del consenso. La vocación de la teoría cultural, de la antropología interpretativa, no es dar respuestas a preguntas profundas sino darnos acceso a respuestas dadas por otros permitiendo el registro consultable de lo que ha dicho el hombre. 11 Comunicación II Comunicación y Cultura Carlos Masotta Cultura. Notas sobre sus usos y abusos En el año 2000 el mundo se encontraba globalizado pero diverso a su vez. Estos polos opuestos se comunicaron a través de una palabra mágica: “cultura”. La contradicción fundamental entre universalismo y particularismo no apareció como tal ya que el concepto de “cultura”, con su especial ambigüedad y disponibilidad de sentidos, les ganó la partida. En esta dirección, se popularizó el multiculturalismo. En 1992 se cambió la “Conquista de América” por el “Encuentro de culturas” y en 2001 la UNESCO decretó la “diversidad cultural” como “patrimonio de la humanidad”. Un año después, Masota participó en las reuniones organizadas para la presentación de una solicitud de patrimonialización cultural en respuesta a la convocatoria internacional llevada adelante por el organismo. En los singulares encuentros que se llevaron a cabo con las comunidades mapuches de Argentina y Chile circuló la “cultura” con buena parte de su potencial político y sus usos en general, así como en el campo de las Ciencias Sociales y de la Comunicación en particular. Fue allí donde quedó evidenciado que las aplicaciones universalistas de cultura suelen ocultar el carácter no universal de la palabra. No existe, en efecto, un término en mapuche para designar a la cultura tal cual se la entiende actualmente en lenguas como el español, el inglés, entre otras. Se trata de sentidos particulares. Los encuentros no lograron su cometido. Algunos ejemplos: - Conquista del Desierto– Invasión del Desierto. Los mapuches señalan que la palabra “conquista” significa sumisión y ellos solamente han sido invadidos, no sometidos. - Un funcionario intervino diciendo: “esta es una oportunidad que no hay que dejar pasar”. A lo que una mapuche respondió: “nosotros no somos oportunistas. Siempre estuvimos aquí y siempre estaremos”. Hay una torsión sobre el término oportunidad (de un sentido positivo a uno negativo) que parece resumir dos nociones sobre el tiempo político, una de lapsos breves que busca la intervención en las ocasiones más propicias; la otra, de tiempo largos, fundada en el poder que otorgaría la permanencia en el lugar. 12 Comunicación II Comunicación y Cultura De cuño Occidental, la concepción de “cultura” cuenta con una genealogía particular. Cultura y Civilización El término cultura ha sido reinventado casi prodigiosamente. La regular insistencia de su ubicación en sitios destacados del desarrollo de Occidente moderno sugiere su vocación de poder incluso detrás de su actual vestimenta democrática. El vocablo fue objeto de recurrentes indagaciones: además de sus usos positivos en la vida cotidiana, el periodismo, la literatura o la ciencia, el concepto fue objeto de investigaciones específicas en busca de los significados y sentidos otorgados en esos campos (a veces con el objeto de proponer nuevas definiciones). No obstante, no se produjo un acuerdo o un ajuste sobre el término. Todo lo contrario: se logró mayor dispersión. “Cultura” hoy puede usarse como sustantivo (culturas precolombinas), como adjetivo (política cultural); como verbo (culturar, para mencionar proyectos de desarrollo cultural). La permanencia del término se ha mantenido vigente porque es útil al mundo contemporáneo moderno como, por ejemplo, al Estado Nación, las tecnologías digitales, etc. Sirve para comunicar una serie de significados y obliga a posicionarse respecto de ellos. Como señala Williams, su uso en las últimas décadas del siglo XVIII fue coetáneo a palabras como “democracia”, “revolución industrial”, “clase”, “arte”, “economía” y “sociedad”. Su etimología la emparenta con el cultivo del trabajo rural que será aplicado ya no a la tierra sino al espíritu. La metáfora provoca una inversión pues cuan más cultivado se es, más lejano al trabajo manual se está. Hay una oposición, inversión entre el medio rural y el urbano ya que surge al interior de un proceso de urbanidad de las costumbres y conformación de la “sociedad burguesa”. Con ese carácter progresivo, será adoptado como sinónimo de “civilización”. Fenómeno que haya sus orígenes en el iluminismo y la revolución francesa. La “cultura” o “civilización” daba racionalidad al proceso de expansión Europea sobre el mundo. En la razón se depositaba la clave de ese movimiento autoconfirmatorio. La equivalencia de civilización y cultura fue afianzada por la experiencia francesa e inglesa del proceso de ascenso de la burguesía. La educación como cultivo del 13 Comunicación II Comunicación y Cultura intelecto individual apareció entonces como un camino universal; civilización y cultura mostraban que las explicaciones teológicas ya no eran compatibles con los cambios revolucionarios. Así, la burguesía lograba posicionarse frente a la vieja aristocracia. La continuidad de esta fórmula fue también demostrativa del vínculo entre la educación como el cultivo de las artes y ciencias, y la sociedad civil: se establecía una serie “cultura, civilización, civilidad”. Pero la ecuación fue contestada desde Alemania ya que no había podido aún lograr la unificación nacional. “Civilización” fue adoptada para la indicación de las modas provenientes de Francia, mientras que con “cultura” (Kultur) también era posible remitir a usos e ideas pero enraizadas en tradiciones. A diferencia de la “civilización”, la cultura era un bien intransferible; se desarrollaba en relación a una experiencia grupal donde intervenía determinantemente el paisaje y hasta las variaciones climáticas. A su vez, allí se utilizó por primera vez el término “cultura” en plural, es decir, culturas. Con la kultur fue posible abordar el conocimiento de pueblos primitivos como expresiones folklóricas de tradiciones orales europeas sin la necesidad de ubicarlas en un capítulo establecido de la evolución civilizadora. La intervención alemana mostró que había también intereses nacionalistas. Esto se evidencia de la misma manera cuando la cultura se vuelve una cuestión de Estado o cuando se constituye en “industria cultural” al ritmo de los cambios tecnológicos y el mercado. Pareciera coincidir ahí con la noción francesa: la cultura es cuestión de libros, conciertos y museos. Pero la kultur también se hace presente en el mundo contemporáneo cuando se difunden festejos locales como atracción turística, se imponen consumos étnicos, se fomenta el regionalismo o cuando se adoptan creencias exóticas. Giros y Guiños Metáfora de “giro cultural”. Las ciencias sociales llevaban una dirección hacia lo material, lo político o lo social, hasta que se produce el golpe de tión en dirección a la cultura. Aparecen entonces distintas disciplinas como la Antropología cultural, los Estudios Culturales, etc. El giro cultural fue también vicario del “giro lingüístico” que denomina al vuelco decisivo de la filosofía hacia el lenguaje. En torno a este último, los nuevos usos de “cultura” lograron impulso en la segunda mitad del siglo XX. 14 Comunicación II Comunicación y Cultura La relación entre giro cultural y lingüístico no es azarosa. Se apoya en una nueva conceptualización de cultura que tomará al lenguaje y a la significación en general como criterio predominante para su definición. Una figura decisiva de esa evaluación fue Geertz. En su libro “La descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura” apunta qué debe entenderse como cultura y cómo abordarla. La primer conceptualización antropológica había sido efectuada por Tylor indicando que: “La cultura o civilización (…) es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualquier otro hábito y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad.” Esta definición mantiene el parentesco ente cultura y sociedad pero permite, a su vez, ser aplicada a toda organización social (sentido no tan restringido como el concepto francés o inglés). No se menciona al lenguaje porque sería considerado un hábito o capacidad más y la cultura no encontraría en él un criterio particular de orientación. Cien años después, Geertz propone un concepto semiótico. Cultura como urdimbre de significación en la que el hombre está inmerso y él mismo ha construido. El análisis de la cultura ha de ser, por ello, una ciencia interpretativa en busca de significaciones. Se busca la explicación, interpretando expresiones sociales que son enigmáticas en su superficie. Geertz ve la cultura como un texto. Etimológicamente, “texto” es producto de “tejido”. La “urdimbre”, el “texto” está compuesta por la acción. Los actos son símbolos según Geertz y el investigador debe darse al trabajo de revelar la significación de ese lenguaje tan particular. En principio, para quienes la ejecutan ninguna acción es “enigmática en su superficie”. En este caso la propuesta refiere al lugar del antropólogo clásico que se enfrenta a comportamientos diferentes a los suyos propios, ajenos a su socialización, por lo cual desconoce su significación. La cultura está compuesta por la acción de todos los que la practican y por lo tanto comprenden el significado de sus actos. Se comunican a través de ella, pero no en el sentido de trasmitir un mensaje, sino en el de afirmar o actualizar un significado. Un claro ejemplo es el ritual: allí se afirma o actualiza un significado porque las personas se dicen cosas a sí mismas; en una ceremonia religiosa, se dicen cuán creyentes son. Se produce un reconocimiento de la participación en común en un lenguajeque no es ni 15 Comunicación II Comunicación y Cultura exclusivamente oral ni escroto ni está claramente establecido en otro texto que no sea la acción misma, la acción simbólica. La cultura no se resuelve en una forma de ver el mundo, en una cosmovisión; es un juego (metáfora frecuente en Geertz) que se hace público. La cultura es pública porque la significación lo es. Este carácter público remite a los aspectos sistemáticos –organizados pero no necesariamente coherentes- y sociales de la acción. Los actos privados están compuestos por lo que se ha aprendido en esa urdimbre pública y no escapan a ella. La noción de acción simbólica en la definición de la cultura no sólo la define como entramado de significados y texto, sino también como contexto. Por ejemplo, no todo espacio es un templo y para operar como tal necesita de formas particulares y simbologías que son parte de ese texto. En consecuencia, en el concepto de cultura texto y contexto pueden distinguirse más o menos analíticamente pero en la práctica operan indiferenciadamente. El análisis cultural que el antropólogo caracteriza como etnografía consiste en saber diferenciar no sólo cuando un tic es un guiño, sino además cuándo se trata de una conspiración, una parodia o un ensayo. Es decir, cuando la descripción de la acción abandona la superficie y puede dar cuenta de significados más profundos. Recién allí la descripción se constituye en “descripción densa”, en etnografía. Si la cultura es como un texto, quien se proponga su análisis debe operar como traductor o más específicamente como crítico literario. El crítico va un poco más allá intentando una lectura más personal que pueda rebasarla. Por eso de trata de interpretar interpretaciones pues la cultura está formada por acciones que ya son en sí mismas interpretaciones de significados precisos. Por su énfasis en la dimensión simbólica de la acción, la propuesta de Geertz será de particular interés para los estudios en comunicación que privilegien la observación de prácticas abordando lo oral, lo visual o lo escrito, sin prioridades y como otras tantas formas en que se despliega la significación. Al apoyarse en una perspectiva semiótica abrió hacia nuevos horizontes un modelo más o menos sencillo de aplicar en diversos objetos de las ciencias sociales. TRES CRÍTICAS: 16 Comunicación II Comunicación y Cultura Culturalismo Estados Unidos, década de 1950. Los científicos establecen un orden tripartito creando especialidades: ▪ Psicología: se ocupará de los fenómenos centrados en el individuo; ▪ Sociología: bajo su dominio se encuentra todo lo referente al sistema social; ▪ Antropología: los valores expresados simbólicamente (ahora “cultura”) serán su materia de estudio. El ordenamiento lejos de ser un movimiento marginal o de vanguardia, fue un movimiento de autoridad. Sus responsables eran notables académicos, en especial Parsons, quien impondría el estructural funcionalismo como sello hegemónico en la sociología de posguerra. Geertz, si bien tomó su propio camino, nunca pudo abandonar la influencia de esta formación. En 1972, si bien contaba con una basta experiencia de campo, toma un segundo ejemplo que intenta ilustrar la idea de cultura como un entramado de estructuras superpuestas de significación (el primero es el del tic) de un remoto relato que narra la desavenencia de Cohen, un comerciante en el Marruecos colonizado por el Estado francés. El relato trata del enredo del robo de unas ovejas, su devolución reparadora y su final confiscación. Mientras que el ejemplo del tic describe con claridad las dimensiones de la significación en la acción, en la historia de Cohen su significación se vuelve un poco más oscura. La asimilación que hace el autor de aquella interacción marroquí entre bereberes, judíos y franceses es apresurada pues no se expresa con elocuencia más allá de la afirmación del autor. Wittgestein señala que la significación antes de ser depositada en un código preestablecido o en diccionarios, está constituida en el uso, en la práctica misma. Esta propuesta es central para la concepción de la acción simbólica ya que intenta dar cuenta que el lenguaje no es representación ni mediación: el lenguaje es una práctica no menos real que cualquier otra pues es parte integrante del mundo al que frecuentemente además se refiere. El punto es crucial para la etnografía, porque si el significado se da en la práctica su indagación y registro en el trabajo de campo es fundamental. 17 Comunicación II Comunicación y Cultura Más allá, la cita de Cohen no le hace ningún honor. El relato no es adoptado como acontecimiento social sino, todo lo contrario, por su contenido. De esta manera, la significación de las prácticas que allí se relatan queda en manos de la tarea interpretativa del investigador y su escritura. “El etnógrafo inscribe discursos sociales, los pone por escrito, los redacta” (Geertz). Geertz hace una trampa a sus lectores y a Ricoeur. Sólo cita la parte ingenua de la definición del filósofo en donde la relación entre habla y escritura es lineal y, en consecuencia, la escritura “fija lo dicho”. Pero Ricoeur incluso duda de tal finalidad: “(…) El discurso humano no está meramente preservado de la destrucción al quedar fijado en la escritura sino que está profundamente afectado en su función comunicativa (…) Se da una especie de atajo entre el sentido del discurso y el medio material. (…) El destino del discurso está entregado a la literatura y no a la voz”. Atendiendo a la genealogía de cultura y civilización las metáforas explicativas de Geertz arrastran un sustento particularmente civilizador al poner en manos del aparato escritural la explicación de la acción simbólica. El carácter no problematizado de las nociones de texto y escritura adoptadas manifiesta un rasgo conservador de la perspectiva geertziana. Si bien se distancia de su cuna estructural funcionalista por el abrazo a la hermenéutica, esta le permite, de todas formas, conservar la preocupación por el orden que fuera uno de los fundamentales de aquella escuela. La interpretación (en este caso la etnografía como “descripción densa”) presupone un orden de significación (la cultura como texto) del cual dará cuenta. Este orden de la significación parece ser entendido como consensuado por sus practicantes cuando se reconoce la condición pública de dicho texto cultural. Pero ¿cuál es el interés de las sociedades en ponerse de acuerdo en la creación y coparticipación cultural? El miedo al caos. La respuesta psicológica se apoya en James. Esto no quiere decir que Geertz se desentienda del conflicto social y político. Pero el orden concebido como inherente al plano de la significación y el conflicto social coincide con la escuela de sus orígenes. Del mismo modo que la escritura es recreada como la acción pacífica de traducción, el texto es entendido como una estructura ordenada de niveles de significación. La cultura se vuelve “sistema cultural” y con esta fórmula Geertz avanza sobre la ideología, la 18 Comunicación II Comunicación y Cultura religión, el arte y el sentido común. Cada uno de ellos caracterizado como órdenes simbólicos específicos donde la sociedad se da inteligibilidad depositando en ello comentarios sobre aspectos cruciales de su vida. La cultura opera como un metarrelato simbólico en el cual la sociedad se interpreta a sí misma y lo puede hacer a través de esos cuatro ámbitos en tanto “sistema cultural”. El culturalismo de Geertz se encuentra en el énfasis depositado en la cultura como esfera autónoma en términos de estructura o sistema simbólico vuelto sobre sí mismo y casi tonto en relación a los cambios sociales. Cuando estos se producen la cultura falla y a sociedad ya no puede comunicarse por medio de ella. Una teoría sin método La etnografía no es una teoría sino una metodología para el análisis cultural. Su forma de aplicación es, por lo menos, difusa. Geertz propone a la “descripción densa” como equivalente a descripciónde significados profundos pero, por ejemplo, en un manual de instrucciones de un electrodoméstico, que es un tipo de descripción, no es sencillo encontrar interpretación alguna a pesar de que sus alcances pueden ser exhaustivos ya que ninguna de ellas busca significados. La apuesta metodológica de la “descripción densa” es muy diferente, se orienta hacia la búsqueda de los significados de las prácticas sociales. La conexión entre descripción e interpretación no es directa, pero cuando el objeto descriptivo es extraño, el encuentro entre ambas se hace más evidente. Así, el interés interpretativo no se encuentra en las características de los hechos sino sobre una pregunta sobre ellos, especialmente orientada a su significación. La “descripción densa” intenta responder esa pregunta aunque siempre de forma parcial: “el análisis cultural es siempre incompleto. Y, lo que es peor, cuanto más profundamente se lo realiza menos completo es”. Geertz no se refiere a la ciencia o a las leyes que habría de descubrir en el fondo último de las profundidades simbólicas sino una “ciencia interpretativa en búsqueda de significaciones”. La significación en relación a la acción social se vuelve un objeto en sí mismo. El análisis así concebido, debe evitar la formalización y el esquematismo de 19 Comunicación II Comunicación y Cultura relaciones simbólicas, propios de perspectivas estructuralistas. El orden simbólico se da en la acción misma y no en esquemas mentales o sociales que la están rigiendo. La interpretación se vuelve una labor siempre opinable y abierta a posibilidades nuevas de lectura como el texto literario. Y este es precisamente el punto en que se concentra la crítica al método: su falta de sistematización. No está claro como se pasa de la observación y del dato a la interpretación. Pero no se oculta esta falencia. La “descripción densa”, con todo, posee algunas características: 1. Es interpretativa 2. va en busca de lo dicho atendiendo a la perspectiva del actor 3. se propone la fijación de ellos por medio de la escritura 4. y es microscópica: esta característica la conecta con el tipo de razonamiento abductivo o inferencia clínica. Se trata del conocimiento fundado en la lectura de índices a partir de los cuales se generalizan totalidades. En contraste con la deducción o la inducción, el saber indiciario no es libremente generalizable pues opera en contacto estrecho con el contexto donde estos logran su inteligibilidad. La abducción es particularmente pertinente pues señala la conjunción de esta con su contexto y puede guiar al investigador en la observación de las acciones simbólicas. Esto hace que el lugar del investigador deba ser observado con atención dado que él mismo es parte del contexto donde se produce tal significación. El problema es ignorado por Geertz quien adoptó la postura de observar las acciones “por encima del hombro del nativo”. Se conserva la distancia y amenidad del investigador en relación al universo estudiado, lo que remite a la concepción de la cultura como un texto cerrado o un entramado de significaciones volcado sobre sí mismo. La carencia de una propuesta metodológica está relacionada con una consecuente falta de definición de lo que se debe entender por significación. Su propuesta semiótica lo es acotadamente pues no desarrolla teoría alguna del signo. Confunde significado y sentido o se olvida que éste último es un elemento mismo del proceso de significación. Significado y sentido 20 Comunicación II Comunicación y Cultura Bajtin: la significación requiere del sentido para producirse, en condiciones de confusión o malos entendidos se lo reclama. El significado de las palabras (o las acciones) se ha comprendido, pero la pregunta exige definiciones más precisas que no están en esos significados sino en las intenciones. El sentido hace que el significado ingrese en la agencia del sujeto al tiempo que el proceso histórico se juega en él con sus limitaciones y potencialidades. A la inversa, fuera de su contexto histórico y social el sentido se pierde. El sentido es histórico porque exige que la significación se actualice. Lo sobreentendido es el acuerdo implícito sobre el sentido de la significación en una situación socialmente dada. Atender al problema del sentido lleva a la observación de la significación como un proceso incompleto, siempre abierto y redefinido por las relaciones sociales y políticas que lo habitan. Puede vincularse esta perspectiva con el concepto de hegemonía de Gramsci. Gramsci sugirió comprender la cultura como un proceso a la vez de coerción y resistencias. Desde aquí podemos interrogar la afirmación de Geertz sobre el carácter público de la significación y la cultura para agregar que la participación en este espacio público no es necesariamente democrática y que, en él, las voces más fuertes se imponen. El hombre no ha tejido simplemente la trama de significaciones en las que se encuentra inserto. Más precisamente lo antecede, ha nacido en una trama que le indica cómo es el mundo en que vive, quién es él ahí y en qué lugar de ella está ubicado. Pero siempre a condición de que participe, que realice actualizaciones y modificaciones en ese tejido, que grite las estridencias del poder en su centro, comparta en secreto formas de la resistencia en sus pliegues y, con las mismas hebras o con otras, pueda crear nuevas texturas. 21 Comunicación II Comunicación y Cultura Antonio Gramsci “Literatura y vida nacional” Tener presente: * Bloque histórico: no es una clase; puede ser una alianza de clases con una cosmovisión determinada. * Hegemonía: Siempre es política. La economía se legitima en la cultura. Proceso constante de producción de consenso que nunca elimina del todo las resistencias y que constantemente debe ser reafirmado. El espacio de producción y ocio no están escindidos. En la cultura se producen los sentidos que legitiman la continuidad de la producción capitalista. La cultura deja de ser un mero apéndice determinado por la base para transformarse en un ámbito de la lucha para la apropiación de los sentidos. Luchas por el espacio simbólico. Cultura alta ≠ Folklore o Cultura del Pueblo. Ambos bloques luchan por la apropiación de sentido en el ámbito de la vida cultural, de las condiciones de vida. El sentido común es la filosofía del folklore. “Observaciones sobre el folklore” Folklore: 1. No es un elemento pintoresco. 2. Es necesario estudiarlo como concepción del mundo y de la vida, en gran medida implícita de determinados estratos de la sociedad en contraposición a las concepciones del mundo oficiales que se han sucedido en el desarrollo histórico. 3. Múltiple: sentido estratificado de lo más grosero a lo menos grosero 4. Concepción del mundo no elaborada y asimétrica: aglomerado indigesto de fragmentos de todas las concepciones del mundo y de la vida que se han sucedido en la historia. 22 Comunicación II Comunicación y Cultura 5. En el folklore se encuentran sobrevivientes, documentos mutilados y contaminados. 6. El pensamiento y la ciencia moderna dan continuamente nuevos elementos al folklore moderno, en cuanto ciertas nociones científicas y ciertas opiniones, caen continuamente bajo el dominio popular y son “insertadas” en el mosaico de la tradición. 7. Puede ser entendido sólo como un reflejo de las condiciones de vida de un pueblo, vida cultural. “Literatura Popular” Gramsci plantea que en Italia el término “nacional” tiene un significado muy restringido ideológicamente y explica que en ningún caso coincide con “popular”. Los intelectuales están alejados del pueblo, es decir, de la Nación. Esto se evidencia en el hecho que el pueblo italiano lee con preferencia autores extranjeros: no existe en el país un bloque intelectual y moral. Los intelectuales italianos no se sienten ligados al pueblo, no lo conocen ni sienten sus necesidades y aspiraciones, sus sentimientos. Con relación al pueblo son algo separado, una casta, y no una articulación del pueblomismo, con funciones orgánicas. Esta cuestión, que se evidencia en la literatura, en especial en el folletín, debe ser extendida a toda la cultura nacional popular y no solamente a la literatura narrativa que lo evidencia. Toda la clase culta, con su actividad intelectual, está separada del pueblo nación porque el elemento intelectual nativo es más extranjero que los extranjeros mismos. El folletín sustituye el fantasear del hombre del pueblo, es un soñar despierto. En el Conde de Monte Cristo se dan todos los elementos para acunar las fantasías y por ende, administrar el narcótico que apacigua la sensación de malestar. Lo importante es plantearse que se publica cien años posteriores a su escritura y que sigue reflejando una misma ideología a la cual se ve ligada el supuesto pueblo italiano “moderno” que claramente no lo es. Adhiere a una ideología centenaria más que a las nuevas obras de sus intelectuales nativos y contemporáneos. Hay una clara desvinculación. 23 Comunicación II Comunicación y Cultura Carlo Ginzburg “Morelli, Freud y Sherlock Holmes: indicio y método científico”. Paradigma indiciario o semiótico: método interpretativo que se basa en considerar los detalles irrelevantes como indicios relevantes. Los detalles carentes de importancia son la clave a la hora de acceder a los productos más elevados del espíritu humano. La repetición de los mismos deja a un lado las tradiciones culturales de los individuos logrando la manifestación pura de ellos mismos. La individualidad surge de manera inconsciente. El núcleo de este paradigma abrió una amplia gama de contextos intelectuales. Analogía entre los modelos de Morelli, Freud y Sherlock Holmes, los tres médicos. Los detalles permiten descifrar una realidad que se presenta como opaca. - Freud: los síntomas son los indicios más relevantes del psicoanálisis porque son la expresión del inconsciente, inaccesible de otra manera. - Holmes: las pistas son los indicios cuya lectura permitirá, por ejemplo, averiguar el recorrido del delincuente porque accidentalmente quebró una rama. Esa rama rota muestra la dirección en la que escapó. - Morelli: los puntos privilegiados de análisis son los rasgos pictóricos. Los falsificantes se concentran en captar la totalidad de la obra y descuidan los rasgos más pequeños como ser el trasado de una línea de las orejas. En todos los casos se realiza una lectura cualitativa, detallada, particular. Es importante también destacar que los indicios son contextuales, varían de contexto en contexto. Lo convierte en indico el interpretante, el signo está ahí. Este modelo tuvo influencia en las ciencias humanas del siglo XI. En comparación a las ciencias humanas, el modelo galileano, característico de las ciencias naturales, contradice la centralidad que una disciplina debe otorgarle a la individualidad. Cuanto más se analizan los detalles, más difícil se torna elaborar un corpus científico; el observador debe mantener una distancia emocional y descartar las características particulares. Las ciencias naturales tienen la pretensión de objetividad y tienen como fin, la creación de 24 Comunicación II Comunicación y Cultura leyes. Se genera una escisión entre el objeto de estudio de las ciencias humanas y naturales. En este modelo se vislumbra el gesto más antiguo de la historia intelectual del hombre: nos remitimos al cazador agazapado examinando las huellas de su presa. Esto habla de un pasado resistente, de una narrativa experimental. En el recorrido histórico que realiza el texto de Guinzburg se da cuenta de cómo el modelo indiciario o semiótico resurge cuando se cree necesario. Con el desarrollo del capitalismo, la urbanización y la consecuente necesidad de proteger la propiedad privada, se precisa controlar al hombre. En un primer momento el control de las personas se llevaba adelante mediante el registro de sus nombres y apellidos. Cuando este método se vuelve obsoleto por el crecimiento de las ciudades y la inmigración, se pasa al retrato hablado. Este último no era eficiente dado que a la misma descripción verbal pueden asemejarse varias personas físicas. Finalmente se opta por el registro de las huellas digitales que son únicas e irrepetibles. Hablan de individualidad. El paradigma indiciario vuelve a ser necesario. Aníbal Ford 25 Comunicación II Comunicación y Cultura “Conexiones” La problemática perceptiva y cognitiva que se analiza en el conjunto INDICE – ABDUCCIÓN – CUERPO se planteó en los comienzos de nuestra modernidad, si bien no de forma teórica, aunque pocos años más tarde fue formalizada por Pierce. Esto señala una importante zona de conflictos producidos por el cambio socio cultural que implica la modernización. Lo mismo sucede hoy en día, pero se daba en el marco de horizontes más precarios. De la concepción del índice y de ahí, de su función o del MOMENTO INDICIARIO en la SEMIOSIS se plantean dos líneas de reflexión: 1. la relación índice-abducción 2. la relación índice-cuerpo Índice: - Signo que se remite a su objeto no por analogía sino por conexión dinámica con él y con los sentidos o la memoria de la persona para quien sirve como signo. Semiosis de CONTIGÜIDAD, presente en todo proceso de producción de sentido. - La relación o correspondencia fáctica funciona como un signo para nuestro comportamiento. Abducción: - Constituye una forma central en la construcción de las hipótesis que utilizamos para vivir. Intenta explicar los hechos nuevos y sorprendentes; tener alguna teoría a la vista para explicar lo que sucede. - Se encuadra en una explicación de nuestros procesos de conocimiento, tanto en la vida cotidiana como en la investigación. - Es un método para formar una predicción general sin ninguna verdadera seguridad de que tendrá éxito. Funciona como la única esperanza posible de regular nuestra conducta futura racionalmente partiendo de experiencias pasadas pero no por ello tiene carácter prescriptito. 26 Comunicación II Comunicación y Cultura Hasta aquí, si en un plano la problemática del funcionamiento indiciario nos lleva a la abducción, en otro plano, y en la medida en que ésta articula sus hipótesis sobre los datos de los sentidos, en el campo de los contiguo y metonímico, nos lleva al cuerpo significante. El cuerpo significante: - El nivel de funcionamiento indicial es una red compleja de reenvíos sometida a la regla metonímica de contigüidad (parte-todo). - El pivote de este funcionamiento que Ford llamará CAPA METONÍMICA DE SENTIDO, es el cuerpo significante. El cuerpo es el operador fundamental de esta tipología significante. ÍNDICE – ABDUCCIÓN – CUERPO: Son categorías, saberes descuidados a pesar de que explican o generan hipótesis sobre aspectos centrales del comportamiento cultural y realimentan las metodologías y las hipótesis de las ciencias sociales. Podemos acceder a ellos por la historia de las mentalidades, el folklore, la antropología, pero también a través de la sola observación de nuestras vidas cotidianas, desde nuestra olvidada historia cultural o desde las formas complejas que articulan nuestra supervivencia. Esto que es tan obvio y demostrable no es tomado en cuenta por el binarismo metafísico en que se plantea la modernidad. La importancia definitoria del contexto en los problemas culturales que analizamos, marca: - la dificultad de entrar en el razonamiento de las ciencias sociales - sus peligros de llevarnos a explicaciones culturalistas o puramente contextualistas. El índice es un signo que se decodifica en un contexto, es parcial y temporal. Es imprescindible en la investigación social de comunicación y cultura sobre todo en la etapa de constitución del campo. ÍNDICE – ABDUCCIÓN – CUERPO como CAMPO DE ANÁLISIS Permite encarar los procesos culturales y ha estado presente como campo de reflexión desde tiempos inmemorables. En los comienzos de la modernidad se plantearon conflictos cognitivos en medio de procesos de transformación. Pero en esos choques de 27 ComunicaciónII Comunicación y Cultura saberes se reclasifican y se construyen nuevos saberes, incluido el conjunto I-A-C. Estas crisis son etapas de mayor contacto con lo contiguo y lo continuo, de percepción corporal y de exploración de la capa metonímica de sentido e indiciaria. Etapa de reclasificación y construcción de nuevas y diferentes unidades; nuevos términos y nuevas necesidades que llevan o no a definir actores y/o instituciones. 28
Compartir