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BOURDIEU: Comprender La relación de encuesta sigue siendo una relación social que genera efectos sobre los resultados obtenidos. Sólo la reflexibilidad (método) permite controlar y percibir sobre la marcha los efectos de la estructura social en la que la entrevista se efectúa. Una comunicación no violenta: una relación de entrevista en es primer lugar intentar conocer los efectos que pueden producirse sin saberlo a raíz de esa intrusión un poco arbitraria que está en el origen del intercambio. Con la condición de medir la magnitud y la naturaleza del desfase entre el objeto de la encuesta tal como lo percibe e interpreta el encuestado, y el objeto que el encuestador le asigna, éste último puede tratar de reducir las distorsiones resultantes o, al menos, comprender que puede y que no puede decirse, las censuras que impiden expresar ciertas cosas, y las incitaciones que alientan a hacer hincapié en otras. Asimetría: el mercado de bienes lingüísticos y simbólicos que se instituye en oportunidad de la entrevista varía en su estructura según la relación objetiva entre el encuestador y el encuestado (asimetría social, cultural, lingüística). Hay que reducir al mínimo la violencia simbólica que puede ejercerse a través de la encuesta: establecer una escucha activa y metódica. No basta con actuar sobre lo que puede controlarse consciente o inconscientemente en la interacción sino que también hay que actuar sobre la estructura misma de la relación y por lo tanto, sobre la elección misma de las personas interrogadas y los interrogadores. La imposición: la proximidad social y la familiaridad aseguran 2 de las condiciones de una comunicación no violenta (no llegar a límites). Un ejercicio espiritual: pero los mecanismos y subterfugios que pudimos imaginar para reducirla la distancia tiene sus límites. El sociólogo puede, sin fingir la distancia que los separa, ponerse mentalmente en el lugar del encuestado, que es una comprensión genérica y genética de lo que él es, fundada en el dominio de las condiciones de existencia y de los mecanismo sociales cuyos efectos se ejercen sobre el conjunto de la categoría de la que forman parte y dominio de los condicionamientos inseparablemente psíquicos y sociales vinculados a su posición y trayectoria particulares en el espacio social. Hay hipótesis que se apoyan sobre una representación intuitiva y provisional de la fórmula generadora propia del encuestado, para incitarla a develarse mas completamente. La entrevista puede considerarse como una forma de ejercicio espiritual que apunta a obtener, mediante el olvido de sí mismo, una verdadera conversación de la mirada que dirigimos a los otro en las circunstancias corrientes de la vida. La resistencia a la objetivación: se da un auto-análisis provocado y acompañado, en el cual el entrevistado se interrogaba a sí misma con una intensidad expresiva. Una construcción realista: el análisis de la conversación lee en los discursos no sólo la estructura coyuntural de la interacción como mercado, sino también las estructuras invisibles que la organizan. Así, contra la ilusión consciente en buscar la neutralidad en la anulación del observador, hay que admitir que, paradójicamente, a la única “espontaneidad” es la construida mediante una construcción realista. La sociología sabe que debe darse los medios de poner en cuestión, y en primer lugar su cuestionamiento mismo, la preconstrucciones, todos los presupuestos que habitan tanto al encuestador como a los encuestados y que hacen que a menudo la relación de encuesta sólo se establezca sobre la base de un acuerdo de los inconscientes. Los riesgos de la escritura: la puesta por escrito más literal es una verdadera traducción e incluso una interpretación. El acta del discurso obtenido que produce el autor de la transcripción se somete a 2 series de coacciones a menudo difíciles de conciliar: 1) la de la fidelidad a todo lo manifiesto durante la entrevista llevaría a intentar restituir al discurso todo lo que el paso al escrito y las herramientas de puntuación tienden a quitarle, y que mucha frecuencia constituye todo su sentido e interés. 2) Pero las de legibilidad, que se definen en relación con potenciales destinatarios que poseen expectativas y capacidades muy diversas, prohíben la publicación de una transcripción fonética positiva de las notas necesarias para resistir todo lo perdido en el paso de la oralidad a la escritura: voz, pronunciación, entonación, ritmo, gestos, postura corporal. Las entrevistas trascriptas están en condición de ejercer un efecto de revelación. Pero la fuerza emocional también puede tener como contrapartida la ambigüedad e incluso la confusión de los efectos simbólicos. Escoger el laisser-faire, con el objeto de rechazar toda limitación impuesta a la libertad del lector, sería olvidar que toda lectura está ya, si no obligada, sí al menos orientada por esquemas interpretativos.
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