Logo Studenta

Ford-brechas doc

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Aníbal Ford: Memorias abandonadas o las brechas
infocomunicacionales (Capítulo 3 en La marca de la bestia)
La diversidad de las brechas
En estos años crece la brecha
entre info-ricos e info-pobres mientras
se acentúa la tendencia de los
conglomerados massmediáticos a
invertir en zonas rentables y cae, con la
reestructuración del Estado, la
comunicación como servicio público. A
pesar del abaratamiento de equipos,
sobre todo de los productos del sudeste
asiático, hay importantes sectores de la
población mundial marginados de
aspectos centrales de la comunicación y
la información.
Pero las diferencias
infocomunicacionales no se restringen
al equipamiento. Atienden también a
zona críticas del patrimonio y la
memoria sociocultural, a sus formas de
almacenamiento, procesamiento, uso
estratégico, también, a los sistemas de
recepción y de cumplimiento o no de los
derechos a la información a la
comunicación.
Las desigualdades
comunicacionales se dan en tres
perspectivas: en primer lugar las
diferencias en equipamientos y sus
proyecciones; en segundo lugar, las
brechas están constituidas también por
la marginación de un número
importante de memorias y culturas.
Los nuevos sistemas globales de
información, como es el caso de Internet
y los principales buscadores o de las
enciclopedias globales en CD-ROM
privilegian la información sobre ciertas
culturas, obviamente las de los países
industrializados y marginan,
disminuyen, simplifican e incluso
procesan de manera errada a muchas
otras. Esto produce un proceso de
desinformación global importante con
respecto a los países pobres cuando no
una intermediación o intrusión en la
información sobre ellos errónea e
hipersimplificada.
En tercer lugar, es importante
ingresar en las desigualdades la
situación del receptor porque es un tema
que sobrepasa las simples
cuantificaciones de los equipamientos.
Se inscribe aquí un tema realmente
crítico: qué sucederá con las culturas
cuya riqueza material decrece mientras
tienen acceso a una mayor y aleatoria
oferta massmediática, es decir, donde se
amplía la brecha entre las palabras (o las
imágenes) y las cosas.
La concentración massmediática
e informática, la convergencia, ha
crecido en las dos últimas décadas y con
ello el debilitamiento del Estado y las
desigualdades, no sólo entre quienes
imponen su producción al mudo, sino
entre quienes manejan y procesan la
información sobre las otras culturas y
las culturas que son procesadas por
“otros” culturales.
Esto provoca a su vez una mayor
discusión sobre las relaciones entre
democracia, poder, comunicación e
información y también sobre le
1
deterioro de los términos del
intercambio no sólo económico sino
también cultural e informacional.
Índices e indicios. Nuevas tecnologías
y memoria cultural
La deslumbrante interactividad
multimedia de los CD-ROM
informativos oculta un hecho
preocupante: la pobreza y la
arbitrariedad de la información sobre los
países del tercer Mundo. Los compact
multimedia también son un poderoso
sistema de información, destinado a
expandirse rápidamente. Estos nuevos
soportes de información son producidos,
fundamentalmente, en los Estados
Unidos y comercializados en escala
global.
Por eso es importante detenerse
en el hecho de que, al mismo tiempo
que recuperan y ponen es escena,
exhaustivamente, el patrimonio cultural,
histórico y científico norteamericano,
simplifican, a veces de manera
elemental, las riquezas y variables de
otras culturas, recursos, conocimientos,
historias (Ejemplo: enciclopedia
Encarta).
Algunos efectos expansivos de la
convergencia
La concentración económica
produce un fuerte efecto sinérgico. Un
producto para que sea rentable tiene que
ser, por lo general, altamente sofisticado
y para cubrir esto tiene que poder
comercializarse globalmente y dar pie a
otros productos y servicios, patentes,
etc.
Esto lleva inevitablemente a una
alta concentración en pocos productos
lo cual termina limitando la creatividad
social. Cada vez son menos los que
triunfan más allá de su municipio.
Ahora, esto no implica la
desaparición de la producción
independiente. Esto tiene su lugar
porque es retroalimentador, como lo
saben bien las compañías discográficas.
De ahí, su desprotección en derechos.
Pero su ingreso en los flujos culturales
es mucho menor.
Lo cierto es que visto esto desde
el conocimiento o la competencia
intercultural genera enormes
diferencias. Es sistema global conoce
mucho más ciertas cultural y menos
otras.
Si no se parte del supuesto de
confundir, como se hace
frecuentemente, globalización y
homogeneización, y se considera que
aquélla produce una creciente
interpenetración cultural, es
fundamental dar cuenta de las asimetrías
y brechas atinentes a la desigual
concentración de la riqueza, del poder
político, de las tecnologías e incluso de
la capacidad de producción y recepción
de los mensajes. La concentración de
los medios plantea problemas en lo que
respecta a la producción de mensajes.
Desigualdad y propiedad intelectual
La propiedad de derechos
intelectuales se ha convertido en una de
las ideas angulares del negocio
internacional. Los países desarrollados
son los que establecen las reglas y
concepción de derechos intelectuales a
2
nivel mundial. La amenaza de sanciones
comerciales siempre está presente para
los países en desarrollo.
El concepto de autor funciona
como condición para adquirir derechos
de propiedad intelectual. Nuevamente
estamos frente a la desigualdad y a la
necesidad de ahondar en el diseño de
políticas que resguarden las
producciones culturales de los países del
Tercer mundo.
La democracia de las yemas. Desde el
lugar de la recepción
El autor analiza las
desigualdades desde el punto de vista de
la recepción. Lo que no está en TV no
existe o el “derecho a ser visto”: el
derecho a la comunicación es
considerado como uno de los derechos
humanos y supera la noción de derecho
a recibir comunicación o a ser
informado.
Tal como fue expresado en el
Informe Mac Bride se concibe el
derecho a comunicar como: “el derecho
de reunión, de discusión, de
participación y otros derechos de
asociación; el derecho de hacer
preguntas, a ser informado, a informar y
a otros derechos de infamación; el
derecho a la cultura, el derecho a
escoger, el derecho a la protección de la
vida privada y otros derechos relativos
al desarrollo del individuo.
Los integrantes de la MacBride
Round Table on Comunication
consideran que está emergiendo un
movimiento social global, cuyo objetivo
es crear un espacio de circulación
democrática de la información y las
comunicaciones tanto generando
circuitos alternativos como abriendo los
medios públicos a la participación para
desafiar el actual orden neoliberal
ortodoxo.
El proceso de recesión del
modelo unidireccional de la
comunicación se relaciona directamente
con la profundización de la democracia
y la necesidad de balancear los derechos
liberales de los medios con los derechos
del público a conocer. La
reivindicación del receptor es también la
reivindicación de la capacidad del
hombre común para estructurar el
sentido de su existencia.
La información “socialmente
necesaria”
Otro tipo de desigualdad está
dado por la diversidad de ofertas en
pantalla y por su adecuación al medio.
Gran parte de la población global está
sometida a contenidos aleatorios en
relación con su cultura, aunque
comercialmente racionales en los
lugares donde han sido producidos.
Es decir, hay exceso de
información sobre ciertas culturas y
pobreza en la información que circula
sobre otras. Por lo tanto la información
no siempre es la adecuada para cada
cultura. La adecuación de la
información es difícil de medir pero
puede ser concebida en términos de
Schiller como socialmente necesaria:
hay un déficit de información
socialmente necesaria. Aquí se está
frente a un problema de oferta
comunicacional.
3
Pero la información socialmente
necesaria plantea problemas nuevos. No
sólo puede ser pensada sólo a nivel local
sino global. Y aquí es donde se plantea
el problema no resuelto de la
producción,emisión, distribución de la
información global “socialmente
necesaria” por los actores de cada
cultura y no por la mera importación de
géneros comunicacionales.
Etnografías de la recepción
Las desigualdades
infocomunicacionales implican,
también, razonar los sistemas
diferenciales de recepción. Si la
etnografía de la audiencia ha ingresado
en los consumos familiares de los países
centrales o en las diferencias de
recepción de un producto, en diferentes
culturas todavía no ha entrado en la
relación de desigualdades
infocomunicacionales y sistemas
culturales de medios, tema sí observado,
desde hace años por los políticos y
teóricos del tercer Mundo.
Pero es necesario distinguir una
noción central como la de igualdad
compleja. En formas simples de
igualdad sólo se puede hablar de
igualdad si se tienen los mismos
recursos. Pero en una sociedad en la que
hay distintas versiones de lo bueno, es
improbable que los dos sujetos
deseemos lo último en materia de
tecnología de la televisión.
La propiedad de formas
complejas de tecnología pasa a ser
objetable sólo si uno tiente acceso a
información de gran calidad y el otro
no. Ello se debe a que las cuestiones
concernientes al acceso deben
considerarse de acuerdo con criterios de
ciudadanía y no de prosperidad
material.
La igualdad compleja se
satisface en el caso en que ningún
ciudadano que esté en alguna esfera
social en relación con un bien social
pueda ser disminuido por el eco de estar
en alguna otra esfera social en relación
con algún otro bien. Pero esto implica
un juego de desigualdades.
Desigualdades, desigualdades
Las desigualdades son de
diferente tipo pero siempre tocan
aspectos estructurales o estratégicos. Si
bien no es lo mismo la ausencia de
equipamiento que recibir información
de manera aleatoria, ambos forman
parte de un mismo proceso: deferencia
en la información adecuada,
socialmente necesaria y esto podía
ampliarse a la ficción y otras formas
culturales en la medida en que la ficción
ha pasado a ser fuente de información.
Las brechas
info-cumunicacionales tienen diferentes
caras. Si hablamos de información
adecuada o socialmente necesaria, no
hablamos de políticas rígidas sino de
que la globalización achica el número
de voces, de interpretaciones y limita la
autoreflexibidad en muchas culturas.
Pero en el centro de todo esto
está la diferencia abismal entre el poder
cultural, tecnológico y económico y de
la norteamericanización frente a las
diversas y múltiples culturas que fueron
construyendo eso que denominamos
humanidad.
4

Continuar navegando