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QUEJAS DE MEMORIA CON LA EDAD? DEL DECLIVE NORMAL AL DETERIORO
DE LA MEMORIA
Article · January 2012
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1 author:
Carlos Daniel Mias
National University of Cordoba, Argentina
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Universidad Nacional de Córdoba 
Cátedra de Neurofisiología y Psicofisiología 
 
 
QUEJAS DE MEMORIA CON LA EDAD? 
DEL DECLIVE NORMAL AL DETERIORO DE LA MEMORIA 
 
CD Mias1 
Profesor Adjunto a cargo, Cátedra Neurofisiología y Psicofisiología, UNC 
- 2012 - 
 
 
 
Introducción 
 
En la actualidad existe en la mayoría de los países un aumento de la expectativa de vida y un 
crecimiento significativo de la población de adultos mayores. Solo en nuestro país, los 
mayores de 65 años suman 3.587.620 y en la provincia de Córdoba 325.662 personas, según 
datos del INDEC del 2001. Existe una población que envejece y que en algunos países 
europeos amenaza con superar la población de adultos jóvenes. 
 
Frente a esto se ha despertado en el mundo entero un creciente interés por la zona limítrofe 
entre el envejecimiento normal y ciertas enfermedades asociadas a la edad, como la 
enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. Esto condujo al estudio de estados 
intermedios caracterizados por la aparición de cambios cognitivos, que sin llegar a constituir 
una demencia establecida, constituyen formas clínicas de riesgo sobre las que puede 
efectuarse una prevención secundaria. 
 
El envejecimiento normal se caracteriza por una variabilidad individual de las funciones 
cognitivas. La educación, el nivel de actividad, habilidades cognitivas de la juventud, niveles 
de estrés y factores genéticos, son entre otras, variables que de un modo u otro influyen sobre 
las distintas capacidades a lo largo de la vida y determinan su estado en la vejez. A pesar de 
esta variabilidad, la edad adulta y el envejecimiento cerebral se caracterizan en la población 
por cierto grado de declive natural de las funciones cognitivas. Son características una 
disminución en la capacidad para codificar, retener y evocar información nueva, en las 
habilidades visoespaciales y la velocidad de procesamiento de información. Sin embargo, el 
“declive no significa deterioro” ni una disminución significativa de las capacidades de 
aprendizaje y de resolución de problemas. Por el contrario, según su uso, otras funciones 
como el lenguaje pueden permanecer intactas, hasta mejorar con los años. 
 
Cambios relacionados con la memoria 
 
Entre todos los cambios relacionados con el envejecimiento las pérdidas de memoria son las 
más evidentes. La dificultad para evocar nombres, números de teléfono, lugares donde se 
dejan las cosas, retener pequeños mensajes o un listado de compras, constituyen quejas de 
memoria frecuentes. 
 
1 Contacto: Cátedra de Neurofisiología y Psicofisiología, Box B1. Facultad Psicología, Av. E Barros y Gordillo. Ciudad Universitaria. CP 
5000. Universidad Nacional de Córdoba. Tels. (0351) 4334125 / 156-560054. cdmias@psyche.unc.edu.ar - 
 
 
MIAS CD 
 
 
 2 
La afectación de la memoria en edades adultas genera preocupación debido, en parte, al 
conocimiento cada vez más popular, de que puede tratarse de un síntoma inicial de demencia. 
 
Especialmente cuando hay consenso internacional en relación a que cualquier cambio de 
memoria puede ser considerado patológico, aunque no se encuentre una correlación clínica 
en el momento. 
 
Sin embargo, no toda afectación de la memoria indica el preludio silencioso de un camino 
que lleva a la demencia… pero cómo saberlo? Cómo saber la naturaleza y el significado de 
nuestros olvidos? Especialmente cuando tienden a ser rápidamente compensados por la 
experiencia individual, o bien son retirados de nuestro interés. Por ejemplo, una persona que 
olvida con frecuencia la fecha y una lista de supermercado, puede considerar que ya no es 
necesario recordar esa información. En ocasiones se refuerza con esquemas cognitivos o 
creencias idiosincrásicas de naturaleza inconsciente del tipo “a cierta edad es lógico que 
ocurra”, “es normal porque me pasa a mi”, “estoy más allá de estas cosas” etc. 
 
Así se retrasa la consulta temprana y se pierden oportunidades de prevención secundaria. Por 
ejemplo, en enfermedades como la de Alzheimer las personas suelen llegar a la consulta en 
estadios avanzados debido a que han venido compensando y negando síntomas en los últimos 
años. Sin embargo, en su historial suelen encontrarse quejas subjetivas de memoria que no 
han sido debidamente atendidas por los profesionales, hasta que el problema fue evidente 
para ambos. 
 
La frontera entre el declive y el deterioro cognitivo 
 
Si bien la frontera del envejecimiento cognitivo normal y el deterioro es un tema complejo, 
la evidencia clínica indica que es importante atender las quejas de memoria en personas 
mayores de 50 años. Aún cuando no se vean afectadas en su vida diaria o laboral. Frente a 
esto, la respuesta de un facultativo “no se preocupe, es normal a su edad” no es muy 
afortunada si no se respalda con estudios neuropsicológicos precisos. Este error puede 
demorar recursos de prevención de problemas futuros. 
 
Actualmente, existe suficiente evidencia para sostener que el anciano normal no tiene 
deterioro cognitivo significativo, ni tampoco alteraciones neuropatológicas degenerativas 
significativas. El anciano normal es una persona normal. Por ello, la suposición de pérdida 
cognitiva y, particularmente de disfunción de la memoria como fenómeno normal y carente 
de significación, es algo que debe demostrarse para no incurrir en un grave error. En otras 
palabras,las quejas de memoria del adulto mayor no presuponen normalidad, sino por el 
contrario, merecen estudiarse en profundidad. 
 
Diversos grupos de investigación en Europa y Estados Unidos han estudiado el perfil 
neuropsicológico de la población envejecida con problemas de memoria para esclarecer si 
existe un continuo entre esta condición y la demencia, o bien si se trata de dos procesos 
discretos. Ello ha derivado en la creación de categorías intermedias para englobar este grupo 
de población envejecida, basadas en la importancia de detectar aquellas variantes cognitivas 
que pueden ser indicadores precoces de enfermedad. El interés por las distintas formas de 
demencia, es puesto ahora por la neuropsicología en la detección de temprana de deterioro 
cognitivo, especialmente de memoria. 
 
 
DEL DECLIVE NORMAL AL DETERIORO COGNITIVO 
 
 
Hacia el concepto de Deterioro Cognitivo Leve (DCL) 
 
En 1962 Kral hace una distinción entre el “olvido benigno” propio del declive normal y el 
“olvido maligno” que indicaba el preludio de una demencia. Luego, distintos grupos de 
investigación propusieron criterios para los diagnósticos de “Alteración de la Memoria 
Asociada a la Edad”, “Declive Cognitivo Asociado a la edad” y “Cognitivamente Alterado 
No Demenciado”. 
 
Todas estas categorizaciones de los problemas de memoria revelaron ser útiles inicialmente. 
Sin embargo, sus debilidades metodológicas al comparar la memoria de los adultos mayores 
con la de los jóvenes, la falta de diferenciación de lo patológico de lo normal, la falta de 
discriminación de los efectos del nivel educacional, de habilidades cognitivas previas y de 
una psicopatología subyacente, llevaron a que fueran cayendo en progresivo desuso. 
 
Por otra parte, en los últimos años se fueron aceptando los criterios propuestos por la Mayo 
Clinic Alzheimer Disease Research Center en el año 1996 para establecer el diagnóstico de 
Deterioro Cognitivo Leve (Mild Cognitive Impairment). Se reconoce como patrón de 
inclusión en este diagnóstico los siguientes criterios: 1. Quejas subjetivas de memoria 
formuladas por las personas y preferentemente corroboradas por algún familiar o informante, 
2. Objetivación de un deterioro de la memoria a través de pruebas neuropsicológicas 
específicas, 3. Conservación de cierta normalidad en el resto de las funciones cognitivas y 4. 
Normal desempeño de las actividades de la vida diaria. 
 
Estos criterios iniciales fueron ampliados en la conferencia denominada “Current Concepts 
in Mild Cognitive Impairment” celebrada en Chicago en 1999 por el National Institute of 
Mental Health de Estados Unidos, aceptándose actualmente tres subcategorías: 1. Tipo 
amnésico, 2. Tipo deterioro único no memoria y 3. Tipo deterioro múltiple. Vale decir que 
también pueden verse afectadas otras funciones que no sea la memoria, aunque se admite 
que el subtipo amnésico es el más frecuente. También existen criterios clínicos para valorar 
el “DCL atribuible a enfermedad de Alzheimer incipiente”, recomendados para la 
comunidad hispana en el año 2002, por el Grupo Asesor en Temas de Neuropsicología, del 
Grupo de Neurología de la Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología. 
 
Naturalmente es necesario considerar variables que excluyen este diagnóstico, tales como 
factores asociados a estrés, depresión, trastornos de ansiedad, fatiga crónica, enfermedades 
cardiovasculares, renales, respiratorias y hepáticas clínicamente significativas, o los efectos 
de drogas que pueden afectar la memoria u otra función cognitiva. Por tal motivo se entiende 
que solo un equipo interdisciplinario compuesto por neuropsicólogos, psicólogos, 
neurólogos y psiquiatras especializados en estos temas, pueden establecer el diagnóstico y 
orientar la terapéutica. 
 
La evolución del Deterioro Cognitivo Leve 
 
Las tasas de conversión a demencia de los sujetos con DCL varían de acuerdo a los autores, 
pero en todos los casos son superiores a la prevalencia de demencia en las poblaciones de 
sujetos normales1. Los valores oscilan del 12% al 20 % anual contra el 12% anual para la 
 
MIAS CD 
 
 
 4 
población normal. Algunos estudios con 3,8 años de seguimiento (Kluger2) establecen un 
29% de conversión a la demencia de Alzheimer, contra un 11% en los sujetos normales. 
 -3- 
Esto hace pensar a algunos investigadores (Zaudig, Alistair3) que el deterioro cognitivo leve 
sería un pródromo (manifestación anticipada) de la enfermedad de Alzheimer (fig. 1) y que 
puede mantenerse clínicamente estable durante muchos años. En cambio, para otros se trata 
de una categoría intermedia, aunque indica un mayor riesgo de conversión (fig. 2). En ambos 
casos, se acepta que el diagnóstico de DCL es un constructo neuropsicológico formulado con 
fines preventivos. 
 
Envejeci 
miento 
normal 
 
Enfermedad 
Alzheimer 
Asintomático 
 
Quejas 
subjetivas 
de memoria 
 
 
 
Deterioro Cognitivo 
 
 
Demencia 
Con frecuencia 
por Alzheimer 
Leve Moderado Grave 
 
 
 
Fig. 1. Espectro del continuo de la normalidad a la enfermedad de Alzheimer. 
 
 
 
 
 
1,5% anual ? 10- 20% anual ? 
 
Fig. 2. Conversión del DCL como categoría intermedia a Alzheimer. 
 
 
En el examen neuropsicológico se ha encontrado que aquellas personas que presentan un 
deterioro leve en la memoria episódica y que además revelan mínimas disfunciones del 
lenguaje (capacidad nominativa y de fluencia verbal) y de tipo ejecutivo (funciones que 
posibilitan el paso del pensamiento a la acción planificada) tienen mayor probabilidad de 
desarrollar la enfermedad de Alzheimer. 
 
Por otro lado, nuevas líneas de investigación buscan establecer las diferencias existentes 
entre personas con DCL que desarrollan demencia y aquellas que no lo hacen. Se trata de 
encontrar indicadores que permitan predecir la probabilidad de que una persona con DCL 
vaya o no a declinar en demencia. En este sentido, resulta de gran interés la medida de la 
“plasticidad cognitiva”. Con procedimientos neuropsicológicos sencillos, es posible 
determinar en qué medida las personas son capaces de despertar un funcionamiento 
cognitivo potencial, y mantener una mayor capacidad de aprendizaje protectora de la 
demencia. La medida de la plasticidad cognitiva a través de la “evaluación del potencial de 
aprendizaje”, si bien no han arrojado al presente resultados concluyentes, parece ser por 
ahora una de las variables que mejor posibilitaría predecir el paso del DCL a la demencia en 
un lapso de tiempo no muy prolongado. 
 
 
Deterioro 
Cognitivo Leve 
 
 
Envejecimiento 
normal 
 
Enfermedad 
de Alzheimer 
 
 
Qué estudios son necesarios para el diagnóstico de DCL? 
 
Un estudio neuropsicológico de las funciones cognitivas de atención, memoria, fluidéz 
verbal, ejecutivas y de abstracción, como una evaluación conductual del desempeño en tareas 
de la vida diaria y la vida de rendimiento, resulta ser la combinación de mayor sensibilidad. 
En los casos que se presenten dudas sobre la posibilidad de diagnosticar DCL en forma 
temprana, realizar un seguimiento neuropsicológico con una segunda evaluación a los doce 
o dieciocho meses permite una mejor diferenciación de las funciones cognitivas vinculadas 
a la patología. 
 
DEL DECLIVE NORMAL AL DETERIORO COGNITIVO 
 
 
Para establecer un diagnóstico diferencial con enfermedades que pueden provocar efectos 
similares, es importante valorar la presencia de trastornos de ansiedad crónicos, depresión, 
personalidad y consumo de drogas. 
 
También estudios de neuroimágenes funcionales como el SPECT y estructurales como la 
Resonancia magnética nuclear han evidenciado anomalías cerebrales subyacentes, aunque 
sus hallazgos suelen ser observados en etapas más avanzadas. En el caso de antecedentes de 
hipertensión, colesterol y diabetes, son necesariosestudios clínicos complementarios. En 
caso de sospecha de “DCL atribuible a enfermedad de Alzheimer incipiente” son necesarios 
estudios de laboratorio y eventualmente genéticos. 
 
En caso de establecerse el diagnóstico de DCL, medir la plasticidad cognitiva a través de la 
evaluación del potencial de aprendizaje, contribuye en reconocer mayores riesgos de 
evolucionar a una demencia de alzheimer. 
 
Factores de riesgo y protectores del DCL y la demencia 
 
Entre los factores de riesgo que facilitan el pasaje de una cognición normal hacia patologías 
que pueden convertirse en demencia, se encuentran: 1. La edad, 2. Bajo nivel educacional, 
3. Elevados niveles de estrés crónico, 4. Problemas de riesgo vascular (p.e. hipertensión, 
colesterol), 5. Presencia del genotipo ApoE4. Otros factores están en duda, tales como: 
Antecedentes familiares, antecedentes de traumatismos craneoencefálicos y factores 
ambientales. 
 
Importantes estudios epidemiológicos sobre demencias como el Eurodem, evidencian que 
los sujetos con mejor nivel educacional tienen mayores probabilidades de mantener sus 
capacidades cognitivas indemnes comparados con personas de baja escolaridad. Si bien no 
existe en la actualidad una explicación convincente, parece que la educación y la actividad 
mental favorecen la conectividad cerebral y aumentan la “reserva funcional cerebral”. 
También algunos estudios concluyen que la historia familiar no es un factor de riesgo 
significativo para la demencia. Esto resultaría de gran interés, especialmente para los 
familiares de personas con Alzheimer, que con frecuencia temen padecer la enfermedad en 
un futuro. Sin embargo, resultados un tanto contradictorios evidencian dudas al respecto. 
 
Entre los factores protectores del deterioro cognitivo leve y la demencia se reconocen: 1. 
Alto nivel educacional, 2. Habilidades lingüísticas, 3. Moderados niveles de estrés, 4. 
Estimulación cognitiva cotidiana, 5. Personalidad o actitud positiva, 6. Ejercicio físico 
 
MIAS CD 
 
 
 6 
regular. También están en estudio el consumo moderado de vino tinto, de antioxidantes y la 
raíz Ginko Bilona. 
 
Entre las actividades más recomendadas como hábitos protectores para mayores de 64 años 
se cuentan el iniciar nuevos estudios, aprendizaje de idiomas, aprendizaje de oficios, de 
instrumentos musicales y teatro. 
 
Espectro terapéutico del DCL 
 
El tratamiento no pretende una curación, sino un aumento de la calidad de vida retardando 
el envejecimiento cerebral. En la actualidad no existe un tratamiento definido que haya 
demostrado una eficacia concluyente. Sin embargo, con resultados alentadores es posible 
intervenir en distintos niveles, con adecuaciones según la gravedad y la capacidad de 
asimilación terapéutica. 
-5- 
En primer lugar, a nivel Neuropsicológico resulta beneficioso realizar: a- Programa de 
entrenamiento de la atención, memoria y de las funciones ejecutivas. b- Adquirir estrategias 
compensatorias en la vida diaria y del rendimiento. Es importante destacar que dichos 
programas no suponen la mera realización de juegos, pasatiempos o ejercicios de 
computadora, sino por el contrario, ejercicios de estimulación derivados de las exigencias 
cognitivas de la vida diaria y del trabajo. 
 
En segundo lugar, a nivel Psicológico Conductual, se considera que las personas se 
benefician de un entrenamiento en: a- Relajación y autocontrol. b- Manejo de la ansiedad y 
afrontamiento asertivo del estrés. c- Prevención de la depresión. 
 
Por último, a nivel farmacológico, distintas drogas se encuentran en estudio con resultados 
dispares. Por ahora han revelado mayor utilidad aquellas inhibidoras de la acetilcolinesterasa 
que potencian los niveles del neurotransmisor acetilcolina en el cerebro, tales como la 
galantamina, risvastigmina, donepezilo y citicolina, aunque sus resultados son dispares y por 
ahora poco concluyentes. También puede considerarse el uso de medicación nootropa, 
antioxidantes, vitamina E y la raíz Ginko Bilona en forma preventiva. Por otra parte, debido 
a que alteraciones cerebrovasculares se encuentran con frecuencia en el envejecimiento, en 
caso de estar presente el tratamiento debe considerar un control medicamentoso estricto de 
la tensión arterial y el colesterol. 
 
Donde puede conocer el significado de sus quejas de memoria? 
 
En la ciudad de Córdoba, existe un proyecto de trabajo con el fin de promover la prevención 
en la ciudad de Córdoba de los problemas de memoria y de Deterioro Cognitivo Leve. Las 
evaluaciones cognitivas son totalmente gratuitas y se pueden realizar en la Cátedra de 
Neuropsicología de la facultad de Psicología, y en el Instituto de Ciencias Cognitivas 
Aplicadas, SEMAS. 
 
CD MIAS 
Profesor Adjunto a cargo 
Cátedra de Neurofisiología y Psicofisiología 
 
 
 
 
 
 
Referencias 
1 Lorenzo Otero J, Fontan Cheiter L. Las fronteras entre el envejecimiento cognitivo normal y la 
enfermedad de Alzheimer. El concepto de deterioro cognitivo leve. Rev Med Uruguay 2003; 19:4-13. 
2 Kluger A, Ferris SH, Golomb J, Mittelman MS, Reisberg B. Neuropsychological prediction of 
decline to dementia in nondemented elderly. J Geriatr Psychiatry Neurol 1999, 12 (4) 168-79. 
3 Alistair Burns, Michael Zaudig. Mild cognitive impairment in older people. The Lancet 2002, vol 
360: 1963-65. 
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https://www.researchgate.net/publication/348630351

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