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Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 64 no consideran las particularidades de este flujo de personas ni sus situaciones de riesgo y vulnerabilidad5. Urge que el Estado mexicano reformule su política migratoria hacia este flujo de personas y los considere como un objeto particular de políticas públicas que impliquen una mayor flexibilidad en el otorgamiento de visas de tránsito, así como en el accionar de los aparatos de detención y aprehensión de los que dispone el INM. No se trata de algo nuevo o único. Hace algunos años se estableció una política especial de visados para la población guatemalteca en la frontera sur de México que permite otorgar permisos temporales de trabajo para residentes en el lado sur de la frontera con México que se desplazan cotidianamente a trabajar a las haciendas y poblados urbanos en el lado norte de la frontera de Chiapas y Guatemala. La razón de ello es que se trata de una región en donde los flujos migratorios son intensos y forman parte de un proceso histórico de integración regional. En ese contexto, se entendía que la ausencia de un sistema de visados especiales solo generaba situaciones de irregularidad y alta vulnerabilidad para las personas migrantes. Asimismo, y siguiendo esa misma lógica y razón de Estado, muy bien pudiera diseñarse una política de visados especiales para las personas migrantes en tránsito por México, que corresponde sobre todo a personas de origen salvadoreño, guatemalteco y hondureño. Un programa de este tipo tendría efectos importantes tanto para dar mayor protección a las personas migrantes en tránsito como para hacer más eficiente la labor del mismo INM. Hoy en día el INM está prácticamente orientado a detener y aprehender a este flujo de migrantes en situación irregular, descuidando otras tareas mucho más relevantes en la seguridad de la población y el Estado como la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes y otras situaciones de personas que ingresan a México o usan a México como punto de tránsito de su acción delictiva (narcotráfico, entre otras). Una de las consecuencias de esta situación de ausencia de políticas de atención y protección a las personas migrantes en tránsito es que quedan virtualmente expuestos a diferentes situaciones de riesgo y vulnerabilidad que atentan contra su integridad física, su salud y su propia vida. En este contexto, la EAAM ofrece información y datos que refieren directamente a la exposición a riesgos y agresiones que sufren las personas migrantes centroamericanas en su cruce por México. De hecho, es la primera encuesta que ofrece información de este tipo con representatividad a nivel nacional. Al respecto, los datos indican que el 13% de quienes han cruzado por México entre 2011 y 2012 fueron objeto de algún delito o agresión en su trayecto hacia los Estados Unidos. Se trata de una incidencia importante que, aunque parece baja, es realmente relevante y de 5 Nada ilustra mejor esta situación que las tensiones que ha generado en el Gobierno y Estado mexicano la llamada “Caravana migrante”, que corresponde a un grupo importante de migrantes hondureños que han decidido hacer la travesía por México en forma grupal. Se trata de un acto político y social de gran trascendencia, que puso en evidencia la falta total de una política del Estado mexicano en esta materia. A este respecto, cabe destacar el cambio en la política que ha implementado el actual gobierno, que incluye el otorgamiento de visas temporales y un cambio radical en el trato a los inmigrantes en tránsito. Sin embargo, esta es una medida que sólo tiene unos meses de haberse implementado, por lo que habrá que esperar algún tiempo para evaluar sus posibles impactos y consecuencias.
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