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Brevehistoriaeconmicadelecuador_12082917

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Breve Historia 
Económica del 
Ecuador 
Tercera edición 
ampliada y actualizada 
Alberto Acosta 
CORPORACIÓN EDITORA NACIONAL 
INTRODUCCIÓN 
“Es tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que la de las personas célebres. 
La construcción histórica está consagrada a la memoria de los que no tienen nombre” 
Walter Benjamín, filósofo alemán (1892-1940) 
Al presentar la tercera edición de esta breve historia económica de la República del Ecuador es 
preciso rescatar varias de las reflexiones que sirvieron para introducir las dos ediciones anteriores. 
Pero, a la vez, hay que incorporar nuevos criterios de presentación a la luz de nuevas 
constataciones y análisis. La razón es simple, este texto recoge lo más sustantivo del trabajo ya 
presentado, pero lo revisa, corrige y amplia. Este texto no solo está actualizado con información 
de los últimos años, si no que confronta los análisis realizados en décadas anteriores con debates 
nuevos, con el fin de tener una mejor comprensión de la evolución histórica del Ecuador, sobre 
todo de los procesos económicos vividos desde 1830. 
Por lo tanto habría que insistir que la economía como ciencia no se puede entender despojada 
de su contenido histórico. Los acontecimientos presentes no son legibles sin comprender su pasa-
do. Tanto es así que se podría afirmar que la historia en la economía cumple el papel del agua en 
la navegación, como solía decir el economista argentino Pedro Paz. Es, entonces, innecesario re-
saltar la significación del acercamiento histórico para comprender cualquier evolución económica. 
No hay economía sin historia. Y viceversa, no hay historia sin economía. 
Si se recuerda, además, que la economía es una ciencia social y que la historia estudia la reali-
dad social en el tiempo, una historia económica debe tener presente las exigencias sociales del 
presente. Coincidiendo con Juan Montalvo en Las Catilinarias (1880-81): “La historia es la ense-
ñanza del porvenir: ignorar los tiempos pasados es no ser aptos para los venideros”. Es decir, la 
lectura histórica tiene que ver con la construcción del futuro. El presente es el pasado del futuro. 
Eso es lo que se intenta con este texto, revisar la evolución de la sociedad ecuatoriana con én-
fasis en los aspectos económicos para contribuir desde el conocimiento de estos temas en la 
construcción democrática de una sociedad democrática. 
Este libro presenta una breve visión interpretativa de las modalidades de acumulación y de las 
relaciones sociales dominantes en todo el período republicano, determinadas en última instancia 
por la dinámica del capitalismo metropolitano. La atención puesta en el nexo externo podría 
minimizar otros elementos propios de la rica y a ratos contradictoria estructura regional del país. 
Sin embargo, lo cierto es que el comercio exterior ha constituido una suerte de velas para el navío, 
que representa la economía nacional, tal como lo graficó Germánico Salgado, uno de los econo-
mistas más destacados de la segunda mitad del siglo XX. La crisis provocada por los problemas de 
algún producto de exportación, el cacao, por ejemplo, fue superada con el advenimiento de otro 
producto, como el banano, para completar este ejemplo. Y luego el petróleo insufló nuevos vientos 
en la economía, cuando se produjo la crisis del banano. 
En esta tercera edición se profundiza sobre el significado del extractivismo de matriz colonial, 
que encuentra nuevas expresiones en el extractivismo del siglo XXI o neoextractivismo a secas. 
Desde esta perspectiva se busca entender las tendencias básicas de un proceso social en perma-
nente transformación y no un simple recuento cronológico de acontecimientos o una enumeración 
de personajes. 
Así las cosas, escribir una historia de la economía republicana del Ecuador es una tarea comple-
ja. En primer lugar su periodización puede resultar arbitraria, pues es difícil distinguir con claridad 
los cortes entre los diversos procesos en marcha con cambios permanentes. Lo que sí está claro es 
que el extractivismo rentista constituye la columna vertebral de la economía ecuatoriana desde sus 
orígenes coloniales. Incluso cuando se intentó tardíamente impulsar la industrialización vía 
sustitución de importaciones, la modalidad de acumulación primario-exportadora sostenía el 
escenario productivo. La exportación de los productos primarios, el banano especialmente, 
financiaba en gran medida dicha transición industrializante, que por lo demás quedó trunca. De 
hecho, en ningún momento el modelo de industrialización vía sustitución de importaciones logró 
subordinar totalmente al esquema primario exportador. 
Por todas estas razones, reforzando el carácter social de la economía, ésta es una interpreta-
ción comprometida de la evolución económica de la República del Ecuador desde su Independen-
cia. 
A despecho de quienes practican visiones conservadoras de la historia, esta es una historia con 
opinión y escrita con pasión, aquel “sustento del pensamiento y de la acción, sin el cual nada en la 
vida merece la pena ser emprendido”, como recomendaba el querido amigo Alfredo Pareja Diez-
canseco, cuya influencia, debo reconocerlo una vez más, es decisiva en mi preocupación por la 
historia. Este es un esfuerzo por interpretar la historia, no simplemente por contar la historia; es 
un ejercicio para intentar descubrir la verdad, no para ocultarla o manipularla como sucede en 
muchas ocasiones. 
Es imposible tomar distancia de la angustia humana para dizque demostrar objetividad, como 
sucede con frecuencia. Menos aún si en todo el período analizado, en un país como el Ecuador, 
con una notable y variada dotación de recursos naturales, la mayoría de habitantes ha sido y sigue 
siendo pobre, mientras que solo la minoría vive en la abundancia. 
Esto es lamentable si se considera que con una real redistribución de la riqueza de por medio y 
con el establecimiento de un proyecto nacional de largo aliento para participar activa e inteligente-
mente en el mercado mundial, superando paulatinamente el extractivismo depredador de la vida 
misma, hubiera sido viable la construcción democrática de bases sólidas para el desarrollo y para 
la adecuada satisfacción de las necesidades básicas de todos los habitantes del país. Recordemos 
que el extractivismo forma parte de la lógica del sistema capitalista, que “vive de sofocar a la vida 
y al mundo de la vida”, al decir del gran filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría. En estas condicio-
nes, el desafío no ha sido simplemente económico, sino que por el contrario ha sido siempre un 
reto político. 
Conocer esta realidad requiere una explicación histórica y no simplemente una descripción más 
o menos cronológica de acontecimientos, con la cual, en la práctica, se estaría asumiendo una ac-
titud cómplice. Por el contrario, aquí se procura, de manera breve, poner al descubierto los 
mecanismos de explotación y dominación, desenmascarando las artimañas de los grupos de poder, 
muchas veces responsables de los graves problemas que tenido que enfrentar el Ecuador. Por eso 
no se resalta el accionar de personajes aislados como que ellos solos son los que hacen y desha-
cen las políticas. Aquí se busca comprender el proceso social, destacando sus problemas y también 
sus logros. 
Este es, además, un trabajo destinado a un público amplio, sin que por esto se haya sacrificado 
la rigurosidad investigativa. El lenguaje claro y sencillo no es síntoma de deficiencia, como pueden 
creer muchos expertos comprometidos con el sistema dominante. Por el contrario, ésta es la forma 
adecuada para combatir el aburrimiento en el estudio de la economía y para superar los artificios y 
sofismas que ocultan las explicaciones que impiden entender las desigualdades y las injusticias. Un 
lenguaje fácil, que hace entendible lo complejo, es por así decir una suerte de llave maestra para 
abrir aquella “caja”, a donde con frecuencia van a parar los principales temas económicos y en 
donde, porende, se ocultan innumerables atropellos y diversas formas de corrupción, así como las 
complicidades existentes entre los dogmas vigentes y los intereses particulares. 
En suma, ésta es una breve historia para comprender mejor el Ecuador. Es un libro dedicado a 
maestras y maestros, profesoras y profesores del Ecuador, pero escrito para la juventud, propieta-
ria del futuro y sujeto de cambio del presente. Juventud que se forma, en gran medida, con textos 
elaborados por personas muchas veces comprometidas con los privilegios de unos pocos y que 
tienden a considerar que la teoría económica importada tiene un valor universal. 
Sin negar la importancia y la lucidez de muchos tratadistas provenientes del Norte global, hay 
que reconocer que sus aportes sencillamente no han sido de gran relevancia para América Latina 
en general y para el Ecuador en particular. Son textos ajustados a realidades ajenas a las que se 
viven en estas latitudes. Son reflexiones sobre esquemas basados en supuestos distantes al 
Ecuador y que no recogen ni las cambiantes realidades que ha atravesado el país, ni proponen al-
ternativas ajustadas a dichas realidades. 
Por la propia complejidad de la sociedad, no se pueden asumir sin beneficio de inventario las 
diversas leyes y modelos económicos con los cuales se cree poder expresar las regularidades del 
proceso. Sin negar su utilidad para el análisis, estos modelos y teorías tienen una relativa aplicabi-
lidad en la coyuntura y más limitada aún en el tiempo. Además, no se puede olvidar que las teo-
rías entran y salen de moda según sirven a los intereses más poderosos en ese momento. 
No se puede concluir esta introducción sin antes insistir en la necesidad de profundizar el estu-
dio de la historia económica del Ecuador. Conocer la historia nacional, discutir y comprender sus 
evoluciones y relaciones, pueden ser un primer paso para “crear” teoría propia. Si los nuevos eco-
nomistas tienen que “aprender” a crear teoría económica, también deben ser críticos con los ins-
trumentos y teorías “foráneos”, para desde allí, en un proceso dialéctico de debate y aprendizaje 
continuo, proponer soluciones. Y eso solo será posible conociendo la historia económica del Ecua-
dor, de la región y del mundo. 
En este aporte, como se puntualizó inicialmente, se ha preferido el análisis a partir del estudio 
de las diversas modalidades de acumulación existentes. Esta aproximación, por cierto, no niega 
otras perspectivas y otros enfoques que podrían ser considerados en futuros trabajos: la discusión 
de las políticas económicas aplicadas en el país enmarcada en las sucesivas escuelas de pensa-
miento dominante; la conflictiva evolución macroeconómica a la luz de las diversas acciones 
gubernamentales; una visión nacional a la luz de los procesos evolutivos de las diversas regiones 
del Ecuador; la influencia de diversos poderes externos en la economía y sociedad ecuatorianas; 
un estudio comparativo de las diversas políticas monetarias; una relectura de la economía republi-
cana a partir de la conflictividad ecológica; la vinculación comercial y financiera del Ecuador con el 
mercado mundial; la interrelación entre formas capitalistas y comunitarias de producción; entre 
otros muchos temas. 
Igualmente faltan lecturas de la historia económica desde la visión de aquellos grupos humanos 
normalmente invisibilizados y anónimos. Como es el caso de los pueblos y nacionalidades 
indígenas, o de los afrodescendientes. Estos grupos humanos, a contracorriente de visiones 
eurocéntricas y racistas, han sido actores importantes, e incluso han representado fuerzas 
contestarías al colonialismo y a los gobiernos autoritarios, particularmente en la medida que 
asumieron su papel de sujetos de su propia historia. Similar reflexión es válida para las mujeres; 
definitivamente falta una historia de la dominación signada por el patriarcado, en particular 
referida a la sobre explotación y la precarización de la mano de obra femenina, a la feminización 
de la pobreza, por ejemplo. La feminización de la acumulación del capital, como visión explicativa, 
podría englobar esta tarea. Por cierto habría que escribirla rescatando las luchas de resistencia y 
construcción de las mujeres, que, en muchas ocasiones, son las que han sostenido el 
enfrentamiento en contra de la explotación y los gobiernos autoritarios, abanderándose de 
diversas reivindicaciones. 
Este texto se abre con una reflexión inicial, destinada a comprender lo que significa una 
modalidad de acumulación, particularmente la extractivista, atada a los vaivenes del capitalismo 
metropolitano. El primer capítulo del libro está destinado a una lectura de la herencia colonial, en 
tanto es imposible entender la vida económica de la República, sobre todo sus primeras décadas, 
sin conocer los rezagos de dicha herencia. La modalidad primario exportadora, en la que se explica 
la inserción plena de la economía ecuatoriana al mercado mundial a través del cacao, ocupa el 
segundo capítulo, en el que se analiza la evolución de la economía en el siglo XIX y en gran parte 
del siglo XX. El análisis del tardío y trunco modelo de industrialización es desplegado en el capítulo 
tercero. En el cuarto capítulo se analiza la etapa del ajuste neoliberal, cuando se plantea como 
estrategia de desarrollo el regreso a una modalidad de acumulación modernizada de 
reprimarización. En un quinto capítulo se dejan sentados algunos elementos que permitirán 
comprender los alcances de la aún naciente etapa postneoliberal y se analizan los elementos 
consustanciales del neoextractivismo. El libro, en tanto caja de herramientas para entender mejor 
la realidad nacional y a la vez instrumento para profundizar la democracia, cierra con algunas 
reflexiones para el futuro. 
Alberto Acosta 
12 de mayo del 2012 
Encuéntrelo en Corporación Editora Nacional (Roca E9-59 y Tamayo, Quito) 
Tel: (593 2) 2554358, 255 4558, 256 6340 
www.cenlibrosecuador.org, cen@cenlibrosecuador.org 
 
http://www.cenlibrosecuador.org/

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