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Presentación Ángel Licona Michel taciones manufactureras mexicanas -34 talecer su marca aís vicios logísticos del comercio exterior en la Cuena del Pacífico 65-92 Vivien Sierens rolo 93-123 15 Te rc er a ép oc a • Vo lu m en 8 • N úm er o 15 • E ne ro / Ju ni o 20 14 • C ol im a, M éx ic o ISSN 1870-6800 Re vi st a m ex ic an a de e st ud io s so br e la C ue nc a de l P ac ífi co Revista mexicana de estudios sobre la Cuenca del Pacífico Tercera época • Volumen 8 • Número 15 • Enero/Junio 2014 • Colima, México PORTES, revista mexicana de estudios sobre la Cuenca del Pacífico, Tercera época, Volumen 7, Número 14, Julio/Diciembre 2013, es una publicación semestral de difusión e investigación científica del Centro Universita io de Estudios e Investigaciones sobre la Cuenca del Pacífico y del Centro de Estudios de APEC (CUEICP-CEAPEC) de la Universidad de Colima. Av. Gonzalo de Sandoval 444 Col. Oriental, C.P. 28046, Colima, Col., México. Teléfono (+ 52) (312) 31 6 11 31, ext. 47801. www.portesasiapacifico.com.mx, portes@ucol.mx. Editora responsable: Glo ia González. Edición: José Luis Ramírez Moreno y Carmen Millán. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010-030116423900-102, ISSN 1870-6800. Impresa por la Dirección General de Publicaciones de la Universidad de Colima, Av. Universidad 333, Col. Las Víboras, C.P. 28040. Colima, Col., México. Teléfono (+52) 312 31 6 10 00, ext. 35004. Este número se terminó de imp imir en febrero de 2014 con un tiraje de 500 ejemplares. Su precio de susc ipción anual es de $100 (cien pesos 00/100 MN) o de $60 (sesenta pesos 00/100 MN) $10 dls. (USA) el ejemplar, más gastos de envío (en su caso). Las ideas expresadas en los artículos e investigaciones son responsabilidad de los autores y no reflejan el punto de vista del CUEICP-CEAPEC o de la Universidad de Colima. El CUEICP y el CEAPEC auto izan la reproducción parcial o total de los materiales presentados aquí, siempre y cuando se dé crédito al autor y a la revista sin fines de lucro. Universidad de Colima Mtro. José Eduardo Hernández Nava Rector Mtro. Christian Torres Ortiz Zermeño Secretario General Dr. Alfredo Aranda Fernández Coordinador General de Investigación Científica Dr. José Ernesto Rangel Delgado Director del CUEICP-CEAPEC Licda. Ma. Guadalupe Carrillo Cárdenas Coordinadora General de Comunicación Social Mtra. Gloria Guillermina Araiza Torres Directora General de Publicaciones Dr. Ángel Licona Michel Director de la revista Lic. Ihovan Pineda Lara Coordinador Editorial de la revista Comité editorial internacional Dr. Hadi Soesastro Center for Strategic and International Studies, Indonesia Dr. Pablo Bustelo Gómez Universidad Complutense de Madrid, España Dr. Kim Won ho Universidad Hankuk, Corea del Sur Dr. Mitsuhiro Kagami Instituto de Economías en Desarrollo, Japón Índices a los que pertenece: Sistema regional de información en línea para revistas científicas de América Latina, El Caribe, España y Portugal (LATINDEX) Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (CLASE) EBSCO/México Comité editorial nacional Dra. Mayrén Polanco Gaytán / Universidad de Colima, Facultad de Economía Mtro. Alfredo Romero Castilla / UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Dr. Juan González García / Universidad de Colima, CUEICP Dr. José Ernesto Rangel Delgado / Universidad de Colima Dr. Pablo Wong González / Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, CIAD Sonora Dr. Clemente Ruiz Durán / UNAM-Facultad de Economía Dr. León Bendesky Bronstein / ERI Dr. Víctor López Villafañe / ITESM-Relaciones Internacionales, Monterrey Dr. Carlos Uscanga Prieto / UNAM-Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Profr. Omar Martínez Legorreta / Colegio Mexiquense Dr. Ernesto Henry Turner Barragán / UAM-Azcapotzalco Departamento de Economía Dra. Marisela Connelly / El Colegio de México-Centro de Estudios de Asia y África Cuerpo de árbitros Dra. Genevieve Marchini W. / Universidad de Guadalajara- Departamento de Estudios Internacionales. Especializada en Economía Financiera en la región del Asia Pacífico Mtro. Alfonso Mercado García / El Colegio de México y El Colegio de la Frontera Norte. Especializado en Economía Industrial e Industria Maquiladora Dr. Fernando Alfonso Rivas Mira / Universidad de Colima. Especializado en Propiedad Intelectual; Turismo Internacional y Desarrollo Regional en el Marco de la Cuenca del Pacífico Dr. Alfredo Román Zavala / El Colegio de México. Especializado en Estudios sobre el Japón y Australia Mtro. Saúl Martínez González / Universidad de Colima. Especializado en Economía Agrícola Dra. Susana Aurelia Preciado Jiménez / Universidad de Colima Dr. Roberto Escalante Semerena / UNAM-Facultad de Economía. Especializado en Economía Agrícola Dra. Melba Eugenia Falck Reyes / Universidad de Guadalajara-Departamento de Estudios del Pacífico. Especializada en Economía Japonesa Dra. Kirstein Appendini / El Colegio de México. Especializada en Economía Agrícola Dra. Emma Mendoza Martínez / Universidad de Colima. Especializada en Estudios de Asia y África Dra. María Elena Romero Ortiz / Universidad de Colima. Especializada en Relaciones Internacionales Dr. Jürgen Haberleithner / Universidad de Colima Especializado en Políticas de Investigación, Desarrollo y Empleo 25 años de estudios sobre la Cuenca del Pacífico en la Universidad de Colima 7Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico tercera éPoca / volumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 La paridad yuan-dólar y su efecto en las exportaciones manufactureras mexicanas The yuan-dollar parity and its effects on Mexico’s exports of manufacturing goods Víctor Manuel Cuevas Ahumada1 Resumen Este trabajo evalúa el impacto de la política cambiaria china so- bre las exportaciones manufactureras mexicanas en el mercado estadounidense. Para tal fin, se estima una función ampliada de exportaciones que combina variables de demanda y oferta. La evidencia empírica obtenida indica que en el largo plazo, una depreciación real del yuan frente al dólar reduce las ventas na- cionales de manufacturas en Estados Unidos. Las estimaciones econométricas también sugieren que una reducción en los cos- tos laborales unitarios de México, la cual puede ser inducida por un programa comprensivo y coherente de capacitación y adies- tramiento de los trabajadores, podría servir para contrarrestar los efectos negativos de la subvaluación del yuan frente al dólar. Palabras clave: exportaciones manufactureras, política cam- biaria, costos laborales unitarios, México, China. 1 Profesor-investigador del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco. México, D.F., y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II. Email: victorcuevasahumada@yahoo.com.mx 8 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 Abstract This paper evaluates the impact of Chinese exchange rate pol- icy on Mexican manufacturing exports in the US market. To that end, an amplified export function which combines demand- and supply-side variables is estimated. The empirical evidence shows that, in the long run, a real depreciation of the yuan vis- à-vis the US dollar reduces Mexican manufacturing sales in the US. The econometric work also suggests that lowering unit la- bor costs, perhaps by means of a comprehensive and coherent training policy package,could serve the purpose of offsetting the negative effects of an undervalued Chinese currency. Keywords: manufacturing exports, exchange rate policy, unit labor costs, Mexico, China. Introducción El objetivo central de este trabajo es evaluar los efectos de la política cambiaria china sobre las exportaciones manufactu- reras de México hacia el mercado estadounidense. En el periodo 2007-2012, Estados Unidos acaparó 93.7% de las exportaciones mexicanas de bienes manufacturados, estableciendo así la enor- me importancia que su mercado reviste para México.2 De ahí que la competencia china en el mercado del vecino país represente un reto mayúsculo para México. Como podrá constatarse, a lo largo del periodo 1994-2001, México se mantuvo por delante de China como proveedor de artículos manufacturados de Estados Unidos. Sin embargo, en 2002 la participación de China en las importaciones estadounidenses de manufacturas no sólo superó a la de México, sino que a partir de entonces, la ventaja del gi- gante asiático se incrementó notablemente. Entonces se puede afirmar que China ha venido desplazando a México en su princi- pal mercado de exportación. Son muchos los factores que explican el avance de China frente a México en el ámbito manufacturero. Luego de exponer brevemente algunos de ellos, se advierte el impacto que el tipo de cambio yuan-dólar surte sobre las exportaciones manufactu- reras mexicanas en Estados Unidos. De esta manera, se especi- 2 Fuente: estimación propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y del Departamento de Comercio de Estados Unidos. 9 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 fica y estima una función ampliada de exportaciones que incluye variables de oferta y demanda. Posteriormente, se realizan prue- bas de cointegración basadas en el método de Phillips y Ouliaris (1990), las cuales sugieren que las exportaciones manufacture- ras de México guardan una relación de equilibrio a largo plazo con: 1) La demanda externa de exportaciones, medida a través de las importaciones manufactureras totales de Estados Unidos. 2) El tipo de cambio real del peso frente al dólar. 3) El tipo de cambio real del yuan frente al dólar. 4) Los costos laborales uni- tarios. La evidencia es sólida, en el sentido de que la política de subvaluación del yuan ha contribuido a que México se vea desplazado por China en el mercado estadounidense de manu- facturas. Paralelamente, es posible observar que una deprecia- ción real del peso frente al dólar, lejos de estimular, reduce las exportaciones manufactureras de México, lo cual es sintomático de la elevada dependencia del sector manufacturero mexicano, respecto de las importaciones de insumos intermedios, bienes de capital y tecnología. Dicho de otro modo, una depreciación real del peso frente al dólar encarece los insumos, la maquinaria y el equipo importado, provocando una pérdida de competitividad internacional. Finalmente, la evidencia empírica demuestra que un aumento en los costos unitarios de la mano de obra, provoca un descenso de las exportaciones manufactureras, destacando así la necesidad de que la productividad laboral crezca más rápi- damente que los salarios. Este trabajo está organizado en tres secciones: en la prime- ra sección se examinan brevemente algunos de los factores que han influido para que China desplace a México como proveedor de bienes manufacturados de Estados Unidos; en la segunda se hace un análisis de la literatura empírica sobre las funciones de exportación, el que a su vez fundamenta la selección de varia- bles del modelo; en la tercera sección se realizan las pruebas de cointegración y se estima el modelo de regresión a largo plazo. Finalmente, como parte de las conclusiones, se interpreta la evi- dencia empírica y se formulan las recomendaciones de política económica. 10 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 El rezago progresivo de las manufacturas mexicanas El auge de los productos manufacturados chinos en el mercado estadounidense constituye un desafío de gran envergadura para México, ya que su comercio exterior se encuentra altamente con- centrado en el vecino país. La gráfica 1 describe la participación de México y China en las importaciones manufactureras totales de Estados Unidos durante el periodo 1994-2012. Lo anterior, constituye un indicador del grado de penetración —que en años recientes— México y China han venido alcanzando en el mercado estadounidense de manufacturas. Después de la firma del Tra- tado de Libre Comercio de América del Norte (tLcan) en 1994, la industria manufacturera mexicana logró acrecentar su participa- ción en las importaciones de manufacturas de la Unión America- na durante siete años consecutivos; es decir, durante el periodo 1994-2001. Del mismo modo, a lo largo de estos años, las manu- facturas mexicanas mantuvieron una participación superior a las chinas, pese al innegable progreso reportado por estas últimas. Gráfica 1. Participación de México y China en las importaciones manufactureras de Estados Unidos Fuente: Elaboración y estimaciones propias con base en datos del International Trade Administratión Bureau. 11 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 En el 2002, como puede apreciarse en la misma gráfica, los productos manufacturados chinos comenzaron a tener una pre- sencia más importante que los mexicanos en el mercado de Esta- dos Unidos. Esto se debió, en buena medida, a que en diciembre de 2001 China ingresó a la Organización Mundial de Comercio (omc), lo cual provocó un boom de inversiones domésticas y fo- ráneas hacia el sector manufacturero de exportación (Athuko- rala, 2009). Esto se reflejó, entre otras cosas, en la proliferación de empresas ensambladoras para una vasta gama de productos electrónicos de bajo costo, y en un crecimiento sin precedentes de las exportaciones chinas (Lardy, 2004; Rodrick, 2006). Al inu- sitado dinamismo exportador chino, se sumó el estancamiento “relativo” mostrado por México. De ahí que en los años subse- cuentes, el rezago de México frente a China como proveedor de productos manufacturados de Estados Unidos, se fuera exten- diendo progresivamente. Nótese que el coeficiente de penetración de México en el mercado estadounidense de manufacturas (me- dido en los términos de la gráfica 1), transitó de 11.55 a 12.33% en periodo 2002-2012, mientras que el de China prácticamente se duplicó al pasar de 12.40 a 23.04% en ese mismo periodo. Al sobresaliente desempeño exportador chino, ha contri- buido también la evolución de los costos unitarios de la mano de obra (cumo), pues éstos han venido bajando con mucha ma- yor celeridad que en México. Los cumo son iguales a los salarios entre la productividad de los trabajadores; esto es, cumo =W/ PL, donde W denota a los salarios y PL a la productividad labo- ral. Cuando la productividad laboral crece con mayor rapidez que los salarios, los cumo descienden y viceversa. A continua- ción se analiza el comportamiento reciente de los salarios y de la productividad laboral, demostrándose que la dinámica de la productividad laboral en China ha permitido no sólo generar me- joras salariales, sino también descensos en los costos laborales unitarios, muy superiores a los de México. Antes de entrar en materia, es conveniente precisar que el periodo de análisis abar- ca de 2007 en adelante; esto obedece a que a partir de ese año, los datos suministrados por el InstitutoNacional de Estadística y Geografía (inegi) incorporan a los establecimientos dedicados a la maquila de exportación, y por ende, comienzan a contemplar un número mayor de clases de actividad económica de conformidad con el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (scian) de 2007. Concretamente, la nueva metodología contempla 12 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 240 clases de actividad económica contra 205 de la metodolo- gía previa, lo cual impide compatibilizar las estadísticas actuales con las anteriores. A esto se añade el problema de que el sistema de elaboración de estadísticas de China no reporta datos para muchas variables relevantes, como la productividad laboral, y no observa necesariamente las metodologías establecidas inter- nacionalmente (Lett y Banister, 2009). En este contexto, la gráfica 2 reporta la evolución de los sa- larios medios por hora hombre trabajada en la industria manu- facturera de México y China, durante el periodo 2007-2011. Los datos se expresan en dólares estadounidenses, por lo que fue necesario recurrir a paridades corrientes del poder de compra para el Producto Interno Bruto (PiB).3 De esta gráfica se despren- de que en promedio, las manufacturas chinas han pagado meno- res salarios que las mexicanas. Sin embargo, resulta claro tam- bién que los salarios en China se han incrementado de manera sustancial en los últimos años, mientras que en México se han mantenido relativamente estables. De allí que, la brecha salarial entre ambas naciones se haya venido estrechando rápidamente. 3 Esto con la finalidad de corregir las distorsiones producidas por la eventual sub- valuación o sobrevaluación de las monedas frente al dólar estadounidense. 13 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 Gráfica 2. Salarios medios en la industria manufacturera de México y China Nota: Se utilizaron paridades corrientes del poder de compra para el PiB. Fuente: Elaboración y estimaciones propias con base en datos de inegi, de la ocde y del Bureau Nacional de Estadísticas de China. La tendencia ascendente de los salarios en China, se debe al incremento en la demanda de mano de obra, combinado con el rezago paulatino de la oferta. La vigorosa expansión de la demanda de trabajadores se encuentra asociada al dinamismo de la economía china en años recientes. Por ejemplo, en el pe- riodo 2000-2011, el Producto Interno Bruto (PiB) de esa nación creció a una tasa promedio anual de 10.22%.4 Paralelamente, la migración del campo a las grandes urbes ha sufrido una des- aceleración en los últimos años, provocando un estancamiento relativo de la oferta de fuerza de trabajo. La gráfica 3 proporciona información sobre el comporta- miento de la productividad de la mano de obra en México y Chi- na. Los datos correspondientes a México proceden directamente de la “Encuesta anual de la industria manufacturera”5, mien- 4 Fuente: Estimación propia con base en datos de los Indicadores de Desarrollo del Banco Mundial. 5 El cálculo de la “tasa de crecimiento anual” de la productividad laboral ocasiona que se pierda una observación, por lo que el análisis parte del año 2008. 14 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 tras que los correspondientes a China se aproximan consideran- do los cambios en la producción vis a vis los cambios en la mano de obra ocupada en el sector manufacturero. Aunque éste es el mismo método que emplea el inegi, tiene la desventaja de que no permite realmente establecer qué porcentaje del incremento en el volumen de producción se debe a una mejora en la productividad laboral o a una mejora en la productividad del capital. Es pertinente mencionar que la productividad en las ma- nufacturas chinas comenzó a aumentar sostenidamente desde finales de la década de los noventa, como consecuencia de los procesos de privatización, llevados a cabo en este sector, y de la intensificación de la competencia a escala global (Lett y Banister, 2009). De acuerdo con Hanson (2012), la tasa de crecimiento de la productividad de China ha superado a la de México en renglo- nes como equipo de cómputo, aparatos electrónicos, maquinaria eléctrica, muebles y minerales no metálicos; mientras que Méxi- co ha podido conservar una ventaja relativa en algunos rubros que son sensibles a los costos de transportación, como bebidas y automóviles. De este modo, la proximidad geográfica continúa representando una importante ventaja comparativa para México en el mercado estadounidense (Dussel, 2009). Aun cuando es bien sabido que el incremento de la produc- tividad de China ha sido particularmente notable en las manu- facturas de exportación intensivas en el uso de mano de obra, no existen datos oficiales al respecto. De la aproximación de la grá- fica 3, se desprende que en promedio la productividad laboral en China ha estado creciendo con mucha mayor celeridad que la de México. Concretamente, en el periodo 2008-2011, la productivi- dad laboral de México y China se elevó a una tasa promedio anual de 1.1 y 10.6%, respectivamente. 15 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 Gráfica 3. Productividad laboral en México y China Fuente: Elaboración y estimaciones propias con base en datos de inegi y del Bureau Nacional de Estadísticas de China. Para determinar qué pudo haber ocurrido con los costos la- borales unitarios en uno y otro país, es necesario relacionar los datos de las gráficas 2 y 3. De la gráfica 2 se deduce que los sa- larios medios por hora hombre trabajada aumentaron a una tasa promedio anual de 0.65% en México, y 9.7% en China durante el periodo 2008-2011. Aun cuando la productividad ha estado cre- ciendo por encima de los salarios en ambas naciones, el abati- miento de los costos laborales unitarios ha sido mayor en China que en México. Concretamente, en el intervalo de tiempo referido, los costos unitarios de la mano de obra han disminuido a una tasa promedio anual de 0.48 y 0.93% en México y China, respec- tivamente. Esto significa que en entre 2008 y 2011 los costos del factor trabajo por unidad producida tuvieron una caída acumu- lada de 1.91% en México y 3.73% en China. La evolución recien- te de los costos unitarios de la mano de obra explica —en cierta medida— que la competitividad internacional de China se haya fortalecido frente a la de México. Otra parte de la explicación tiene que ver con el compor- tamiento del tipo de cambio real de cada nación frente al dólar estadounidense, sobre todo en el pasado reciente. La gráfica 4 refleja el comportamiento del índice de Tipo de Cambio Real Bi- lateral (tcrB) del peso frente al dólar, y del yuan frente al dólar, a 16 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 lo largo del periodo 1994-2012.6 Este índice constituye otro indi- cador importante de los cambios en la competitividad de México y China en el mercado estadounidense. Un incremento del índice de tcrB representa una depreciación cambiaria en términos rea- les; es decir, una mejora en la relación de precios frente a Estados Unidos. Una reducción del índice, por el contrario, entraña una apreciación cambiaria real; es decir, un deterioroen la relación de precios frente a Estados Unidos. Como puede constatarse, el yuan chino se ha venido apreciando en términos reales frente al dólar estadounidense desde julio de 2005.7 Concretamente, el índice de tcrB de China ha descendido de 109 unidades en julio de 2005 a 77 unidades en diciembre de 2012. El índice de tcrB de México, por su parte, pasó de 99.3 a 102.8 unidades en el mismo periodo. En este contexto, las tendencias observadas en ambas paridades reales bilaterales hablan de un fortalecimiento de la competitivi- dad cambiaria de México frente a la China en el mercado estadou- nidense. Gráfica 4. Índice de Tipo de Cambio Real Bilateral (tcrB) de México y China frente a Estados Unidos Nota: Los índices de tcrB se basan en precios al consumidor. Fuente: Elaboración y estimaciones propias con base en datos de la ocde. 6 Como es bien sabido, el tipo de cambio real bilateral (tcrB) de la moneda domésti- ca frente a la foránea se construye de la siguiente manera: q= eP*/P, donde q de- nota al tcrB, “e” es el tipo de cambio “nominal” de la moneda doméstica frente a la foránea, P* es el nivel de precios foráneo, y P es el nivel de precios doméstico. 7 Entre enero de 1997 y junio 2005, China adoptó una política de tipo de cambio fijo frente al dólar estadounidense, por lo que el tipo de cambio “nominal” se mantuvo inamovible 8.28 yuanes por dólar. Durante ese periodo, las variaciones en el tcrB se debieron exclusivamente a los movimientos en el nivel de precios, tanto de Chi- na como de Estados Unidos. 17 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 A partir de julio de 2005, la evolución del tcrB de México y China se manifiesta fundamentalmente por el comportamiento de los tipos de cambio nominales, puesto que los diferenciales inflacionarios México-China-Estados Unidos, fueron muy simi- lares; esto es, durante el periodo 2005-2012, la tasa de inflación promedio anual de México y China ascendió 5.03 y 4.93%, res- pectivamente.8 En este marco, cabe preguntarse cómo se com- portaron los tipos de cambio nominales. En lo que concierne a China, se destaca que en julio de 2005, su Banco Central anun- ció dos medidas importantes: 1) La revaluación del yuan frente al dólar en 2% (es decir, el tipo de cambio nominal yuan-dólar disminuyó de 8.28 a 8.11), y 2) El establecimiento de un sistema de bandas de flotación, de modo que el valor del yuan pudiera registrar fluctuaciones hasta de 3% frente a una canasta de mo- nedas internacionales. Finalmente, en mayo de 2007 esta banda se amplió a 5% (Corden, 2009). Este conjunto de medidas permi- tió que la paridad nominal yuan-dólar pasara de 8.28 en junio de 2005 a 6.29 en diciembre de 2012.9 En lo referente a México, se enfatiza el ambiente de marcada volatilidad cambiaria, asociado con el estallamiento de la crisis económica norteamericana en diciembre de 2007.10 En este marco, el tipo de cambio nominal del peso frente al dólar pasó de 10.77 en junio de 2007 a 12.86 en diciembre de 2012.11 En suma, el comportamiento diferencial de los tcrB de México y China se explica fundamentalmente por el comportamiento de las paridades nominales y no tanto por di- vergencias en los niveles de inflación. Aun cuando la corriente crítica del régimen chino de ban- das de flotación (y de la política de intervención cambiaria dentro de las bandas) reconoce la reciente tendencia de apreciación real del yuan frente al dólar, no la considera suficiente. La idea sub- yacente es que el yuan se habría apreciado bastante más en tér- minos reales si se le permitiera flotar de manera irrestricta en los mercados cambiarios (Goldstein y Lardy, 2008). Sintomático de esto es que, pese a la apreciación sostenida del yuan frente al dó- lar, el Banco Popular de China no ha dejado de acumular reser- 8 Fuente: Estimaciones propias con base a datos de los Indicadores de Desarrollo del Banco Mundial. 9 Fuente: Banco de Pagos Internacionales. 10 De acuerdo con el Business Cycle Dating Committee of the National Bureau of Eco- nomic Research (2008), la recesión en Estados Unidos comenzó precisamente a fi- nales de 2007. 11 Fuente: Banco de Información Económica del inegi. 18 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 vas internacionales. Concretamente, durante el periodo 2005- 2012 las reservas internacionales chinas pasaron de 831,410 a 3,300,000 millones de dólares, en tanto que el yuan no cesó de apreciarse frente al dólar. En este contexto, las reservas se incre- mentaron a una tasa promedio anual de 27.79%, mientras que el tipo de cambio descendió a una tasa promedio anual de 3.3%.12 El ostensible incremento de reservas internacionales es entonces un indicador de que el yuan podría estar subvaluado frente al dólar y de que, bajo un régimen cambiario flotante, el precio del dólar en términos de yuanes habría descendido en mucha mayor medida. Un yuan subvaluado tiene el efecto de abaratar los productos chinos en Estados Unidos, haciendo que la industria manufacturera mexicana pierda participación en ese mercado. Diversos estudios sugieren que las exportaciones manufactureras chinas a países desarrollados tienden a acre- centarse sobre la base de precios bajos, desplazando de éste a países como México (Zhang y Liu, 2012; y Fu et al. 2012). Evidentemente, la competitividad internacional de las ma- nufacturas chinas se finca en una multiplicidad de factores, además de los salarios, la productividad y el tipo de cambio real. Por ejemplo, las tasas de interés en China están fuertemente reguladas, y por ende, el costo del financiamiento empresarial es comparativamente bajo. De este modo, las unidades produc- tivas pueden adquirir mano de obra, insumos de diverso tipo y capital a un costo muy bajo. En adición a esto, la interacción entre el tamaño del mercado, la calidad de la infraestructura y las políticas gubernamentales, proporciona diferentes ventajas. Una de ellas es que empleando el incentivo de un amplio mer- cado doméstico y una sólida infraestructura, el gobierno chino induce a los inversionistas extranjeros a co-invertir con las em- presas locales, para asegurar la transferencia de tecnología, el desarrollo de capacidades productivas propias y la adquisición de insumos locales (Rodrick, 2006). Esto ha sido particularmen- te cierto en el ámbito de los productos electrónicos de consumo masivo (como teléfonos móviles, computadoras y artefactos de audio y video), donde China ha incrementado sustancialmente los volúmenes exportados, ha superado gradualmente su pa- pel de ensamblador final para apropiarse de actividades cada vez más sofisticadas de la cadena productiva, y ha favorecido 12 Fuente: Estimaciones propias con base a datos del Banco Mundial y del Banco de Pagos Internacionales. 19 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 el surgimiento de una vigorosa red de empresas nacionales. En esencia, esta conjunción de factores revela el por qué las manu- facturas mexicanas se hayan visto desplazadas por las chinas en los diferentes segmentos del mercado estadounidense. Análisis de la literatura en torno a las funciones de exportación Con el fin de evaluar los efectos de la política cambiaria chi- na sobre las exportaciones de manufacturas mexicanas hacia el mercado estadounidense, en este trabajo se especifica y estima una función ampliada de exportaciones. Tradicionalmente, la selección de variables para una función de exportaciones se rea- liza con fundamento en los denominados“modelos teóricos de demanda”. Bajo el enfoque de demanda, los volúmenes expor- tados dependen únicamente de dos variables: el tipo de cambio real y el ingreso foráneo, medido a través del nivel de producción o del nivel de importaciones totales en los países con los que se lleva a cabo la mayor parte del intercambio comercial. Los mo- delos de demanda se encuentran ligados —por decirlo de alguna manera— a la teoría convencional. El tipo de cambio real y la demanda externa permiten medir la elasticidad precio e ingreso de las exportaciones, respectivamente. En la vertiente de los modelos teóricos de demanda se encuentran las investigaciones de Reinhart (1995), Senhadji y Montenegro (1998), Loza-Tellería (2000), y Garcés (2008). El tra- bajo de Reinhart (1995) se apoya en una muestra de 12 eco- nomías en desarrollo, para demostrar que la demanda externa influye más sobre las cantidades exportadas, que el tipo de cam- bio (o precios relativos). Senhadji y Montenegro (1998), por su parte, se valen de una muestra de 53 países, tanto desarrollados como en desarrollo, para estimar las elasticidades precio e in- greso de la demanda de exportaciones. Según Senhadji y Mon- tenegro, la elasticidad precio de la demanda (es decir, la elasti- cidad asociada al tipo de cambio real) es de aproximadamente -1, en tanto que la elasticidad ingreso es de alrededor de 1.5. En esta tesitura, Reinhart (1995) y Senhadji y Montenegro (1998) coinciden en el sentido de que la demanda externa tiene un ma- yor impacto sobre las exportaciones que el tipo de cambio. Por su parte, Loza-Tellería (2000) apunta que en escena- rios de corto plazo las exportaciones son inelásticas frente a va- 20 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 riaciones en la paridad monetaria en el caso de Bolivia, mien- tras que en el largo plazo la llamada condición Marshall-Lerner se cumple. De esta manera, el manejo de la política cambiaria tendría relevancia sólo en horizontes de largo plazo. Finalmente, el trabajo de Garcés (2008), en esencia ratifica los hallazgos de Reinhart (1995) y de Senhadji y Montenegro (1998), para el caso específico de la economía mexicana. Pese a su amplia aceptación, los modelos de demanda no están exentos de inconvenientes y críticas. En un trabajo de in- vestigación clásico, Riedel (1998) demuestra que las variables de oferta (como la productividad laboral y los salarios) tienen una gran capacidad explicativa sobre los volúmenes exportados. En este contexto, la omisión de estas variables en las funciones de exportación puede redundar en estimaciones sesgadas e incon- sistentes de las elasticidades precio e ingreso de la demanda de exportaciones. Para evitar los problemas asociados con la even- tual exclusión de variables relevantes, algunos trabajos empíri- cos recientes incorporan, además de las variables tradicionales de demanda,13 ciertas variables relacionadas con la oferta y la “demanda interna” de bienes exportables. En la vertiente de los modelos de exportación que combi- nan tanto variables de demanda como de oferta, están los tra- bajos de Goldberg y Klein (1997), Catao y Falsetti (2002), Mbaye y Golub (2002), Berretoni y Castresana (2007), Aysan y Haciha- sanoglu (2007), y Feenstra et al. (2007). Primeramente, Gold- berg y Klein (2007) identifican las repercusiones positivas de la inversión extranjera directa (ied), sobre las exportaciones en al- gunas economías latinoamericanas, mientras que Mbaye y Go- lub (2002) demuestran que las exportaciones manufactureras de Senegal, aumentan en la medida en que los costos unitarios de la mano de obra se reducen. Por su parte, Aysan y Haciha- sanoglu (2007) señalan que los costos laborales unitarios de- penden tanto de los salarios como de la productividad laboral, mostrando que una mejora en la productividad laboral incentiva las exportaciones, mientras que un aumento salarial las des- incentiva. De este hallazgo se desprende que las exportaciones pueden crecer cuando la productividad laboral crece por encima de los salarios y viceversa. 13 Es decir, del tipo de cambio real y de alguna variable proxy para la demanda ex- terna. 21 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 La conclusión fundamental de Catao y Falsetti (2002) es que, en el caso de la economía de Argentina, las exportaciones de bienes manufacturados dependen de: 1) El nivel de actividad económica en Brasil, Uruguay y Paraguay, que son importantes socios comerciales del Argentina en el marco del Mercado Co- mún del Sur (mercosur). 2) El tipo de cambio real del peso argen- tino frente al real brasileño.14 3) La inversión agregada neta. 4) El consumo interno. La inversión agregada neta es contemplada en este trabajo como un factor de oferta, demostrándose que guarda una relación directa con el volumen exportado de manufacturas. El consumo interno posee una relación inversa con las exporta- ciones de manufacturas; es decir, un mayor consumo interno eleva la demanda doméstica de bienes exportables, y en conse- cuencia, reduce los excedentes para exportar. Continuando con el caso de Argentina, Berrettoni y Cas- tresana (2007) se dan a la tarea de estimar los efectos de la de- manda externa, el tipo de cambio real, la volatilidad cambiaria y la capacidad instalada utilizada (entre otras variables), sobre las exportaciones de origen industrial. Al igual que algunas in- vestigaciones previas, aquí se concluye que la demanda externa incide más en las exportaciones industriales que la paridad mo- netaria real. Adicionalmente, se aporta evidencia de que la vola- tilidad cambiaria puede llegar a desestimular las exportaciones. Finalmente, Feenstra et al. (2007) aportan evidencia empírica en el sentido de que el costo y la disponibilidad del crédito ejercen una influencia estadísticamente significativa sobre las exporta- ciones, en el caso de empresas con necesidades de financiamien- to a corto o largo plazo. Recapitulando, la evidencia empírica reciente es indicativa de: 1) Las exportaciones son más sensibles frente a fluctuaciones en la demanda externa que frente a depreciaciones (o apreciacio- nes) reales de la moneda. 2) Las exportaciones manufactureras se ven influidas no sólo por variables tradicionales de demanda, sino también por variables de oferta como los costos laborales unitarios, la ied y el costo del crédito. 3) Una mayor demanda “doméstica” de bienes exportables puede incidir negativamente en las cantidades exportadas. 14 Brasil es, por cierto, el principal socio comercial de Argentina. 22 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 El modelo y la evidencia empírica Como podrá recordarse, el objetivo central de esta investigación radica en evaluar el impacto de la política cambiaria china sobre las exportaciones manufactureras mexicanas, hacia el mercado estadounidense. Para tal fin, se estima una función ampliada de exportaciones; el modelo estimado incluye inicialmente un am- plio espectro de variables explicativas, tanto de oferta como de demanda, cuya significancia estadística es sometida a prueba para llegar a la especificación ajustada o final, la cual sirve de base para formular distintas recomendaciones de política eco- nómica y sectorial. La función ampliada de exportaciones que sirve como punto de partida es la siguiente: (1) donde: Volumen de exportaciones manufactureras mexica- nas a Estados Unidos. Demanda externa de exportacionesmanufactureras. De acuerdo con diversas pruebas y estimaciones, lo más apropiado en este caso es emplear las impor- taciones manufactureras totales de Estados Unidos, como variable aproximada de la demanda externa.15 Índice de tipo de cambio real bilateral del peso frente al dólar. Índice de tipo de cambio real bilateral del yuan frente al dólar. Costos laborales unitarios en la industria manufac- turera. Costo real del crédito, medido a través de la tasa de interés real de los cetes a 28 días, pues ésta es una importante tasa de interés de referencia en el siste- ma financiero nacional. Inversión Extranjera Directa en el sector manufac- turero, medida en términos reales. Porcentaje capacidad instalada utilizada en la indus- tria manufacturera. 15 La otra alternativa que se contempló fue hacer uso de alguna medida del nivel de actividad económica en Estados Unidos, como el índice de producción industrial. =X =Q =*Q =CUMO =R =IED =CIU ),,,,*,,,( IOOCIUIEDRCUMOQQDEfX = DE DE = 23 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 Índice de obreros ocupados en la industria manufac- turera. La selección de variables del modelo está sustentada en la teoría económica y en la evidencia empírica previa, pero lamen- tablemente está delimitada por la disponibilidad de datos men- suales para el periodo 2007-2012. Esto significa, por ejemplo, que algunas variables tecnológicas como gastos en investigación y desarrollo y patentes registradas no pueden ser incorporadas al modelo, debido a que se miden con periodicidad anual. Convie- ne precisar que, por el lado de la demanda, las variables inclui- das son: 1) La demanda externa de exportaciones, para medir la elasticidad ingreso de éstas. 2) El tipo de cambio real bilateral del peso frente al dólar, el cual permite “inferir” la elasticidad precio de la demanda de exportaciones manufactureras. 3) El tipo de cambio real bilateral del yuan frente al dólar, en aras de dar una idea sobre la elasticidad “cruzada” de la demanda de exportaciones. En otras palabras, se espera ver en qué medida una depreciación real del yuan frente al dólar afecta, por la vía del abaratamiento de los productos chinos, a las ventas del sec- tor manufacturero nacional en Estados Unidos. Por otra parte, se considera que las variables del modelo que actúan en el ámbito de la oferta son: 1) Los costos laborales unitarios, que al aumentar deterioran la competitividad interna- cional y viceversa. 2) La inversión extranjera directa (ied), pues una porción de ésta se canaliza a México con la finalidad de aprovechar el acceso a diversos insumos de bajo costo, para ex- portar tanto al mercado norteamericano como a otros mercados. Igualmente, la ied propicia las exportaciones por la vía de un mayor intercambio de insumos entre las empresas filiales, que establecen operaciones en países como México y las matrices que normalmente operan en naciones desarrolladas. 3) El costo del crédito, ya que la disponibilidad de financiamiento barato puede contribuir a que las empresas manufactureras se moder- nicen, reduzcan costos y amplíen su capacidad de planta. Finalmente, se han incluido dos variables de control: la capacidad instalada utilizada y el índice de personal ocupado en la industria manufacturera. Estas variables sirven para reducir los sesgos asociados con la posible omisión de variables rele- vantes. De este modo, el impacto de las variables de demanda y oferta previamente referidas sobre el volumen exportado, se es- =IOO 24 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 timará para un determinado porcentaje de capacidad instalada y para un determinado nivel de empleo. Para cada una de las variables de la ecuación (1), se re- cabó información estadística mensual para el periodo compren- dido entre enero de 2007 y diciembre 2012.16 Como ya se ha mencionado, a partir de 2007 el inegi adoptó una nueva meto- dología para reportar los datos concernientes a la industria manufacturera nacional. Con respecto al tratamiento de la in- formación estadística, vienen a colación tres precisiones: la pri- mera, es que con excepción de la tasa de interés y la capacidad instalada utilizada que se miden en porcentajes, todas las varia- bles se expresan en índices con enero de 2007 igual a 100. Además, a cada índice se le toma el logaritmo natural, mientras que los porcentajes se quedan tal cual. La segunda precisión es que todas las series se encuentran ajustadas estacionalmente, a través del método de ajuste estacional X12-ArimA. Finalmente, se señala que no existen datos mensuales para la ied, por lo que fue necesario hacer uso de datos trimestrales y realizar una in- terpolación de datos. Lamentablemente, esto entraña una pér- dida de información respecto a una variable clave en la expli- cación de los flujos de comercio entre las naciones. Lo que procede enseguida es realizar una prueba de raíz unitaria y una de estacionariedad, para determinar el orden de integración de cada variable. Éste es un paso preliminar a las pruebas de cointegración, que determinarán si las variables de la ecuación (1) guardan una relación de equilibrio de largo plazo. En este contexto, para cada una de las variables del modelo se lleva a cabo la prueba Dickey-Fuller Aumentada (dfa, 1979), y la prueba de estacionariedad de Kwiatkowski, Phillips, Schmidt y Shin (KPss, 1992). La primera prueba parte de la hipótesis nula de raíz unitaria, mientras que la segunda aborda la hipóte- sis nula de estacionariedad. Para especificar las ecuaciones de prueba se emplea la metodología de Hamilton (1994, p. 501), la cual consiste en seleccionar una especificación para la ecuación 16 Fuente: los datos correspondientes a las exportaciones manufactureras de Méxi- co hacia Estados Unidos y a las importaciones manufactureras totales de Estados Unidos, provienen del Bureau de Censos de Estados Unidos. Las series de tiem- po que sirvieron de base para estimar los índices de tcrB de México y China, pro- vienen de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde). Los datos correspondientes a la ied provienen de la Secretaría de Economía. El resto de la información estadística se obtuvo del Banco de Información Económi- ca del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi). 25 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 de prueba que refleje el comportamiento de la variable o serie de tiempo, tanto bajo la hipótesis de raíz unitaria como bajo la hipótesis de estacionariedad. Los resultados de estas pruebas aparecen en el siguiente cuadro. Cuadro 1. Pruebas de raíz unitaria y estacionariedad Variable Especificación de la ecuación de prueba Prueba adf Ho: raíz unitaria Prueba KPss Ho: estacionariedad Orden de integración C -1.87 0.53** I(1) C -3.00** 0.10 I(0) Sin C ni td -2.99** N.D. I(0) C -2.15 0.24 I(1) o I(0) C -3.01** 0.21 I(0) Sin C ni td -3.02** N.D. I(0) C -2.54 0.19 I(1) o I(0) C -6.67** 0.12 I(0) Sin C ni td -6.71** N.D. I(0) C -2.23 1.04*** I(1) C -5.29*** 0.28 I(0) Sin C ni td -2.66*** N.D. I(0) C -2.31 0.26 I(1) o I(0) C -7.84*** 0.06 I(0) Sin C ni td -7.89*** N.D. I(0) C -1.80 0.73** I(1) C -5.80*** 0.10 I(0) Sin C ni td -1.67* N.D. I(0) C -2.73* 0.26 I(0) C -8.52*** 0.09 I(0) Sin C ni td -8.56*** N.D. I(0) C -1.96 0.26 I(1) o I(0) C -10.74*** 0.18 I(0) Sin C ni td -10.82*** N.D. I(0) C -2.15 0.25 I(1) o I(0) C -3.15** 0.27 I(0) Sin C ni td -3.19*** N.D. I(0) tR∆ tR tCUMO∆tCUMO∆ tCUMO * tQ∆ * tQ∆ * tQ tQ∆ tQ∆ tQ tX∆ tX∆ tX tIOO∆ tIOO∆ tIOO tCIU∆ tCIU∆ tCIU tIED∆ tIED∆ tIED tR∆ DEt DEttQ∆ DEttQ∆ Continúa en la página 26 26 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 Notas: 1. I(1) y I(0) significa que la variable respectiva es integrada de orden uno y cero, respectivamente. 2. El símbolo es el operador de primera diferencia. De este modo, 3. C = Constante y td = Tendencia Determinística. 4. Los asteriscos *, ** y *** indican el rechazo de la hipótesis nula a un nivel de sig- nificancia de 10, 5 y 1%, respectivamente. 5. N.D. = No Disponible. 6. Las pruebas adf utilizan los valores críticos de MacKinnon (1996). Dichos valo- res, por supuesto, varían en función de la especificación de la ecuación de prue- ba. Igualmente, estas pruebas hacen uso del criterio de información de Schwarz, para determinar el número de rezagos de las ecuaciones de prueba. 7. Los resultados de las pruebas KPss se basan en los valores críticos tabulados por Kwiatkowski, Phillips, Schmidt y Shin (1992). Es bien sabido que las pruebas de raíz unitaria y las de estacionariedad adolecen de bajo poder. De allí que sea necesa- rio complementar unas pruebas con otras, así como resolver sa- tisfactoriamente aquellos casos en los que los resultados de las pruebas se contradicen. Para tal efecto, es necesario apoyarse en correlogramas y en evidencia empírica previa, de modo que pueda alcanzarse una conclusión razonable sobre el orden de integración de cada serie de tiempo. De entrada, los resultados son consistentes al indicar que las exportaciones manufactu- reras mexicanas hacia Estados Unidos ( ), el tipo de cambio real del yuan frente al dólar ( ), y la tasa de interés real de los cetes a 28 días ( ) son variables integradas de orden uno (I(1)) en niveles y estacionarias o integradas de orden cero (I(0)), en primeras diferencias. En el caso de la ied, las pruebas indican que hay estacio- nariedad en niveles. Sin embargo, esto puede deberse al proce- dimiento de interpolación de datos utilizado. En cualquier caso, esta variable es normalmente función del tiempo y así lo sugie- ren tanto los correlogramas como la evidencia empírica previa. Por ello, pese al resultado de las pruebas del cuadro 1, la ied será tratada como una variable I(1). En el resto de los casos, la prueba dfa y la prueba KPss se contradicen entre sí. No obstan- te, tanto los correlogramas como las mismas pruebas aplicadas a muestras más amplias de observaciones (correspondientes al periodo 2000-2006, cuando se aplicaba la metodología anteri- or), sugieren que todas esas variables son I(1) en niveles y esta- cionarias en primeras diferencias. En conclusión, se considera razonable tratar a todas las variables del modelo como I(1). 1−−=∆ ttt QQQ∆ Viene de la página 25 tX * tQ tR 27 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 El siguiente paso consiste entonces en aplicar la prueba de cointegración de Phillips y Ouliaris (1990); esta prueba parte de la estimación de la ecuación (2) a través del método de Mínimos Cuadrados Totalmente Modificados: Xt = a0 + a1DEt + a3Qt * + a4CUM0t + a5Rt + a6IEDt + a7CUIt + a8I00t + ut (2) A este modelo se le llama ecuación cointegradora, pese a que todavía no se sabe si las variables en cuestión guardan una relación a largo plazo. Se dice que las variables están cointegradas cuando existe una combinación lineal estacionaria (o I(0)) entre este conjunto de variables I(1). Esta prueba se basa en el com- portamiento de los residuales, ya que, cuando las variables están cointegradas, los residuales son estacionarios. El comportamiento asintótico de las estadísticas emanadas de esta prueba, depende de los supuestos que se formulen en cuanto a interceptos y ten- dencias en la ecuación de cointegración. Como puede observarse, en la ecuación (2) se ha incluido sólo un intercepto que juega el rol de factor de escala, toda vez que la mayoría de las variables están expresadas en logaritmos naturales. Los resultados de las prue- bas de cointegración aparecen en el siguiente cuadro. Cuadro 2. Prueba de cointegración de Phillips-Ouliaris. Hipótesis nula: las variables no están cointegradas Valores Valores de probabilidad Estadística de Phillips y Ouliaris -8.572055 0.0000 Estadística z de Phillips y Ouliaris -71.14059 0.0000 Notas: Se emplean los valores de probabilidad de MacKinnon (1996) para determinar el resultado de la prueba. La ecuación de cointegración se estima mediante el método de Mínimos Cuadrados Totalmente Modificados. Como puede comprobarse en el cuadro referido, los valores de probabilidad permiten rechazar la hipótesis nula de que las variables no están cointegradas con un 100% de confianza. En el cuadro 3 se reportan los resultados de la ecuación de cointegra- ción “no ajustada”.17 17 Se llama de este modo porque todavía no se han realizado las pruebas de especifi- cación correspondientes. τ 28 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 Cuadro 3. Ecuación de regresión “no ajustada” para las exportaciones manufactureras mexicanas hacia Estados Unidos Variable dependiente: Variable Coeficiente Error estándar Estadística t Valor de probabilidad 0.958102 0.142603 6.718689 0.0000 -0.997560 0.153586 -6.495106 0.0000 -1.127309 0.071665 -15.73033 0.0000 -0.647584 0.153294 -4.224454 0.0001 0.004571 0.005539 0.825156 0.4125 0.007772 0.008499 0.914434 0.3641 0.032187 0.004294 7.496355 0.0000 -0.989412 0.227946 -4.340547 0.0001 Intercepto 14.87651 1.808948 8.223846 0.0000 ajustada 0.957264 Suma de cuadrados de los residuales 0.051940 Estadística DW 2.023001 Varianza a largo plazo 0.000483 Es importante precisar la ecuación cointegradora “no ajustada”, refleja propiedades estadísticas relativamente apro- piadas, toda vez que la mayoría de las variables son estadís- ticamente significativas, la ajustada es bastante elevada, lo cual refleja un buen ajuste del modelo estimado a los datos dis- ponibles, y la estadística Durbin-Watson (DW) es muy cercana a dos, indicando la ausencia de correlación serial de primer or- den. Otras pruebas de diagnóstico indican que los residuales tienen una distribución normal y que están exentos de correla- ción. No obstante, se llevaron a cabo pruebas de especificación para eliminar variables redundantes; luego de aplicar una ba- tería de pruebas de Wald, se llegó al siguiente modelo ajustado: tX tQ * tQ tCUMO tR tIED tCIU tIOO 2R DEt 2R 29 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 Cuadro 4. Ecuación de regresión ajustada para las exportaciones manufactureras mexicanas hacia Estados Unidos Variable dependiente: Variable Coeficiente Error estándar Estadística t Valor de probabilidad 1.060765 0.139431 7.607800 0.0000 -0.956618 0.147824 -6.471330 0.0000 -1.083698 0.049081 -22.07978 0.0000 -0.603161 0.142679 -4.227403 0.0001 0.031190 0.004343 7.181228 0.0000 -1.005743 0.239326 -4.202399 0.0001 Intercepto 14.01987 1.318758 10.63112 0.0000 ajustada 0.958348 Suma de cuadrados de los residuales 0.052283 Estadística DW 1.971783 Varianza a largo plazo 0.000570 En el cuadro anterior, se reportan los resultados del mo- delo ajustado, donde a juzgar por los valores de probabilidad, todas las variables son estadísticamentesignificativas a un nivel de 1%. La ajustada, al ser tan elevada, sugiere un buen ajuste de curva, mientras que la estadística dw, permite descartar un problema de correlación serial de primer orden. Pero, antes de interpretar los parámetros estimados del modelo, es necesario realizar algunas pruebas de diagnóstico. El siguiente cuadro ex- hibe los resultados de la prueba de normalidad Jarque-Bera. Ahí se observa que el valor de probabilidad para la hipótesis nula de normalidad es bastante elevado, por lo que esta hipótesis no puede rechazarse, ni siquiera a un nivel de significancia de 10%. Cuadro 5. Prueba de normalidad Jarque-Bera. Hipótesis nula: los residuales siguen una distribución normal Valor Valor de probabilidad Estadística Jarque-Bera 1.139729 0.565602 Se señala también que la prueba de cointegración de Phi- llips y Ouliaris (1990) se aplicó nuevamente al modelo ajustado, sin que variara el resultado; esto es, de nueva cuenta la conclu- sión es que las variables están cointegradas; esto significa que 2R tX tQ * tQ tCUMO tCIU tIOO 2R DEt 30 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 las variables “no estacionarias” del modelo forman una combi- nación lineal estacionaria, por consiguiente, los residuales son homoscedáticos (es decir, no tienden a aumentar o disminuir en función del tiempo). Finalmente, el cuadro 6 contiene los resul- tados de la prueba Q de Ljung y Box, la cual es útil para deter- minar que los residuales están exentos de correlación serial, no sólo de primer orden, sino de orden superior. Aquí la hipótesis nula es que los coeficientes de autocorrelación de los residuales hasta el rezago k (donde k va desde uno hasta 13) son iguales a cero. Los valores de probabilidad son, en todos los casos, muy superiores a 0.10, lo que hace razonable concluir que el fenóme- no de correlación serial está básicamente ausente. Cuadro 6. Prueba de correlación serial Q de Ljung y Box. Hipótesis nula: no existe correlación serial hasta el rezago k Número de rezago (k) Coeficiente de autocorrelación estimado Estadística Q de Ljung y Box Valor de probabilidad 1 -0.023 0.0389 0.844 2 0.008 0.0434 0.979 3 0.029 0.1059 0.991 4 -0.123 1.2645 0.867 5 0.045 1.4219 0.922 6 -0.021 1.4555 0.962 7 -0.144 3.1217 0.874 8 0.071 3.5265 0.897 9 0.051 3.7406 0.928 10 -0.290 10.823 0.371 11 0.120 12.047 0.360 12 -0.096 12.840 0.381 13 -0.127 14.268 0.355 31 La paridad yuan-dóLar y su efecto en Las exportaciones manufactureras mexicanas Portes, revista mexicana de estudios sobre La cuenca deL pacífico tercera época / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / pp. 7-34 issn 1870-6800 Conclusiones En esta investigación se estima un modelo de cointegración para evaluar el impacto de la política cambiaria china sobre las exportaciones manufactureras mexicanas hacia Estados Uni- dos. Para ello se estima una función ampliada de exportacio- nes, que combina tanto variables de demanda como de oferta. Las pruebas de diagnóstico realizadas al modelo final o ajustado (que aparece en el cuadro 4) indican que los residuales tienen un comportamiento consistente con ruido blanco normal; esto brinda la pauta para proceder a la interpretación de la ecua- ción de regresión ajustada y formular las recomendaciones de política pertinentes. Es necesario reiterar que se trata de una regresión de cointegración en la que, a excepción de la capaci- dad instalada, todas las variables se expresan en logaritmos na- turales. De este modo, la mayoría de los parámetros estimados deben interpretarse como elasticidades a largo plazo que, por lo demás, son altamente significativas. En primer lugar, nótese que por cada punto porcentual en que se incrementa la deman- da externa ( ), las exportaciones manufactureras mexicanas hacia Estados Unidos suben en 106 puntos base (es decir, 106 centésimas de punto porcentual o 1.06 puntos porcentuales). Asimismo, por cada punto porcentual en que se deprecia el tipo de cambio real del peso frente al dólar ( ), las export- aciones de manufacturas decrecen en 96 puntos base; esto es atribuible a la elevada dependencia de las manufacturas mexi- canas respecto de los insumos intermedios, maquinaria y equi- po importados (Bergin et al., 2009; y Hanson, 2012). Dicho de otro modo, una depreciación real de la moneda encarece el costo en moneda doméstica de los insumos y de los bienes de capi- tal importados, deteriorando así la competitividad de las manu- facturas. La visión tradicional es que una depreciación real de la moneda abarata los productos exportados en términos de moneda extranjera. A pesar de ello, en el largo plazo parecería que el efecto de encarecimiento de los insumos importados do- mina ampliamente al efecto de abaratamiento de las exporta- ciones; en este contexto, un peso subvaluado no constituye una buena estrategia de impulso a las exportaciones. En el cuadro 4 también se observa, que por cada punto porcentual en que se deprecia el yuan frente al dólar ( ), las exportaciones manufactureras mexicanas descienden en 108 puntos base; esto obedece a que la depreciación del yuan abara- DEt tQ * tQ 32 Portes, revista mexicana de estudios sobre la cuenca del Pacífico Portes, revista mexicana de estudios soBre La cuenca deL Pacífico tercera éPoca / voLumen 8 / enero • Junio 2014 / PP. 7-34 issn 1870-6800 ta los productos chinos en Estados Unidos, dando lugar a un efecto de desplazamiento de las manufacturas mexicanas en el mercado de esa nación. De esta manera, la tendencia reciente de apreciación real del yuan frente al dólar, pudo haber con- tribuido a aliviar la situación de las manufacturas mexicanas de exportación. Otro aspecto importante de la evidencia empírica es el aso- ciado con los costos unitarios de la mano de obra (Cumot), que por cada punto porcentual de aumento reducen las exporta- ciones de manufacturas en alrededor de 60 puntos base; esto significa que una reducción en los costos laborales unitarios podría contribuir a contrarrestar los efectos asociados a una eventual subvaluación del yuan frente al dólar. El abatimiento de los cumo puede lograrse mediante un programa comprensivo y coherente de capacitación, adiestramiento y estímulo a la pro- ductividad de los trabajadores; el objetivo fundamental de dicho programa sería que la productividad laboral creciera por enci- ma de los salarios, reduciendo así el costo del factor trabajo por unidad de producto. Bibliografía Athukorala, P. (2009). The rise of China and East Asian export per- formance: Is the crowding out fear warranted? The World Eco- nomy, Vol. 32, 234-66. Aysan, A. F., y Hacihasanoglu, Y. S. (2007). 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