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_Anatomia con Orientacion Clinica (1580)

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músculos oblicuos discurren sobre todo lateralmente para insertarse en la mitad
lateral del bulbo ocular, posteriormente a su ecuador. Debido a que transcurren
inferior y superiormente al eje anteroposterior al pasar lateralmente, el oblicuo
inferior es el principal rotador lateral, y el oblicuo superior es el principal rotador
medial del ojo. Sin embargo, en la posición primaria, los oblicuos también discurren
posteriormente por el eje transverso (fig. 8-54 B) y posteriormente al eje vertical (fig.
8-54 C), lo que otorga al oblicuo superior una función secundaria de descenso, al
oblicuo inferior una función secundaria de elevación, y a ambos una función
secundaria de abducción (fig. 8-54 B y C).
Si la mirada se dirige primero medialmente (aducida por el recto medial) de
modo que la línea visual coincida con el plano de los tendones de inserción de los
oblicuos superior e inferior, el oblicuo superior produce sólo descenso (y es el único
causante de este movimiento) (fig. 8-56 C) y el oblicuo inferior produce sólo
elevación (y de igual modo es el único causante) (fig. 8-56 D). En la exploración
física, el médico indica al paciente que siga el dedo medialmente (con lo que
comprueba el recto medial y el nervio oculomotor), y luego inferior y superiormente
para aislar y comprobar la función del oblicuo superior y el recto inferior, y la
integridad del nervio troclear (NC IV), que inerva el oblicuo superior, y de la división
inferior del NC III, que inerva el oblicuo inferior (fig. 8-56 E). En la práctica:
La acción principal del oblicuo superior es el descenso de la pupila en la
posición aducida (p. ej., al mirar hacia la parte baja de la página cuando la
mirada de ambos ojos se dirige medialmente [convergencia] para la lectura).
La acción principal del oblicuo inferior es la elevación de la pupila en la
posición aducida (p. ej., al mirar hacia la parte alta de la página durante la
convergencia para la lectura).
Aunque las acciones producidas por los músculos extrínsecos del bulbo ocular se
han considerado por separado, todos los movimientos requieren la acción de varios
músculos del mismo ojo, que se ayudan entre sí como sinérgicos o se oponen como
antagonistas. Los músculos sinérgicos para una acción determinada pueden ser
antagonistas para otra diferente. Por ejemplo, no existe ningún músculo que por sí
solo pueda elevar la pupila directamente desde la posición primaria (fig. 8-54 D). Los
dos elevadores (recto superior y oblicuo inferior) actúan sinérgicamente para realizar
esa acción. Sin embargo, estos dos músculos son antagonistas como rotadores y se
neutralizan entre sí, de modo que no se produce ninguna rotación cuando actúan
conjuntamente para elevar la pupila. De modo similar, ningún músculo puede
descender la pupila directamente por sí solo desde la posición primaria. Los dos
depresores, oblicuo superior y recto inferior, producen depresión cuando actúan
solos, y también dan lugar a acciones opuestas de aducción-abducción y rotación
medial-lateral. Sin embargo, cuando el oblicuo superior y el recto inferior actúan
simultáneamente, sus acciones sinérgicas descienden la pupila, debido a que sus
acciones antagonistas se neutralizan entre sí; por lo tanto, se produce un descenso
puro.
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