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FIGURA C8-29. Hipema (flecha). Ojo artificial Cuando debe extirparse (enuclearse) el bulbo ocular, su vaina fascial constituye una cuenca adecuada para alojar un ojo artificial. Después de la operación, los músculos oculares no pueden retraerse tanto, debido a que sus vainas fasciales permanecen unidas a la vaina fascial del bulbo ocular, aunque es posible un cierto movimiento coordinado si el ojo artificial está colocado correctamente. Dado que el ligamento suspensorio soporta el bulbo ocular (v. fig. 8-62), debe conservarse al extirpar quirúrgicamente la pared inferior de la órbita ósea (p. ej., al extraer un tumor). Reflejo corneal En la exploración neurológica, el examinador toca la córnea con una torunda de algodón (fig. C8-14), y la respuesta normal (positiva) es un parpadeo. La falta de esta respuesta sugiere una lesión del NC V1; una lesión del NC VII (el nervio motor del orbicular del ojo) también puede alterar este reflejo. El examinador debe asegurarse de que toca la córnea (y no simplemente la esclera) para provocar el reflejo. La presencia de una lente de contacto puede dificultar o abolir el reflejo. Erosiones y desgarros corneales Los cuerpos extraños, como partículas de arena o metálicas, producen erosiones corneales que causan un súbito dolor lancinante en el bulbo ocular y lagrimeo. La apertura y el cierre de los párpados también causan dolor. Los desgarros corneales se producen por objetos agudos, como las uñas o la esquina de una página de libro. Úlceras y trasplantes corneales El trastorno de la inervación sensitiva corneal por parte del NC V1 deja la córnea vulnerable a las lesiones por cuerpos extraños. Los individuos con lesiones corneales (cicatrices u opacidades corneales) pueden recibir un trasplante de córnea de donantes o implantes de material plástico no reactivo. 1644 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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