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Dialnet-EsquizofreniaYTratamientosPsicologicos-4815165

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Volumen 4, Número 1, marzo-septiembre de 2013. 
 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
Revista Vanguardia Psicológica Clínica Teórica y Práctica- ISSN 2216-0701 
UNIVERSIDAD MANUELA BELTRÁN, Programa de Psicología, Bogotá D.C. Colombia. 
Avenida Circunvalar 60-00, edificio académico, teléfono 57(1)-5460600, extensión 1107. 
 
ESQUIZOFRENIA Y TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS: UNA 
REVISIÓN TEÓRICA 
SCHIZOPHRENIA AND PSYCHOLOGICAL TREATMENTS: A 
THEORETICAL REVIEW
 
 
 
Lina Montaño, Tania Nieto 
& Nataly Mayorga* 
Universidad Manuela Beltrán 
 
 
 
RESUMEN 
La esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico que perjudica 
significativamente el funcionamiento del individuo que lo 
padece, afectando la percepción, el pensamiento, la 
afectividad y la conducta; de la misma manera, deteriora de 
manera importante la interacción social y familiar, además 
de diversas funciones a nivel neurológico. En el presente 
artículo se realizó una revisión teórica acerca de los 
tratamientos más utilizados para enfrentar la esquizofrenia, 
iniciando con una descripción acerca de la definición del 
trastorno de esquizofrenia y las dificultades que conlleva; 
posteriormente se realizó una descripción de la 
Intervención psicoeducativa familiar, el Entrenamiento en 
las habilidades sociales, la Terapia cognitivo-conductual, los 
Paquetes integrados multimodales, la Terapia 
psicodinámica y, finalmente, el Arteterapia y/o técnicas 
expresivas. Se concluye que la intervención que se realice 
debe pretender la mejora de la calidad de vida del paciente 
esquizofrénico, independientemente del tipo de 
tratamiento que el clínico decida llevar a cabo, intentando 
lograr la recuperación del paciente y la disminución de la 
carga familiar. 
Palabras claves: Esquizofrenia, psicoterapia, intervención, 
tratamiento psicológico, funcionamiento cognitivo. 
 
*
Lina Marcela Montaño Gómez, Tania Yisela Nieto Charry y 
Nataly Mayorga Torres, son Psicólogas en formación de la Facultad 
de Psicología de la Universidad Manuela Beltrán (UMB), sede Bogotá 
D.C. (Colombia). La elaboración del documento completo fue 
asesorado por la docente Pilar Ballesteros-Cabrera, PhD en el curso de 
psicopatología del adulto y anciano de la UMB. 
La correspondencia en relación con este artículo debe dirigirse al Email 
de Contacto linamarcelam16@hotmail.com yiselnieto@hotmail.com 
nataly_mt_@hotmail.com o a la Avenida Circunvalar #60-00 Bogotá, 
Colombia. Tel. 57(1)5460600 Ext. 1107. 
 
 
 
 
 
 
 
A R T Í C U L O D E R E V I S I Ó N . 
R E C I B I D O : M a r z o 2 7 d e 2 0 1 3 . 
A P R O B A D O : J u l i o 3 1 d e 2 0 1 3 . 
 
 
ABSTRACT 
Schizophrenia is a psychiatric disorder that significantly 
impairs the functioning of the individual who suffers, 
affecting the perception, thought, emotion and behavior, in 
the same way, significantly impairs social interaction and 
family, and various functions neurological level. In this 
article we review theoretical approaches most commonly 
used treatments for schizophrenia face, starting with a 
description of the definition of the disorder of schizophrenia 
and the difficulties involved, then there is a description of 
the family psychoeducational intervention, the social skills 
training, cognitive behavioral therapy, multimodal 
integrated Packs, psychodynamic therapy, and finally, the 
Art Therapy and / or expressive techniques. We conclude 
that the intervention undertaken should pretend improving 
the quality of life of schizophrenic patient, regardless of the 
type of treatment that the clinician decides to carry out, 
trying to achieve the recovery of the patient and family 
burden decreased. 
Key words: Schizophrenia, psychotherapy, intervention, 
psychological treatment, cognitive functioning. 
_________________________________________ 
 
INTRODUCCIÓN 
La esquizofrenia es uno de los términos 
utilizados para describir un trastorno o un conjunto 
de trastornos psiquiátricos significativos e 
importantes que alteran la percepción, el 
pensamiento, el afecto y el comportamiento de un 
individuo; así mismo cada una de las personas que 
sufren de éste trastorno, tienen su única y propia 
combinación tanto de síntomas como de 
mailto:linamarcelam16@hotmail.com
mailto:yiselnieto@hotmail.com
mailto:nataly_mt_@hotmail.com
 ESQUIZOFRENIA: TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS 87 
 
 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
experiencias, ya que están influenciados por 
circunstancias particulares (Machado & Morales, 
2013). 
Según lo afirma Quintero, Barbudo, López 
y López (2011), la esquizofrenia es un trastorno del 
cuerpo y de la mente que se presenta de manera 
crónica y lleva consigo un cambio cualitativo en el 
desarrollo adecuado, implicando así una variedad de 
disfunciones emocionales, cognitivas y 
comportamentales (Petkari, 2010). Este trastorno 
rango entero de la actividad mental humana, tales 
como la capacidad de pensar en forma creativa, de 
tener relaciones sociales cercanas con otros seres 
humanos, de utilizar el lenguaje y expresar ideas con 
claridad o para experimentar y expresar una variedad 
Así mimo, Bhugra (2010) comenta que esta 
enfermedad se caracteriza por un deterioro en el 
funcionamiento personal y entre las dificultades 
presentes se pueden evidenciar problemas de 
memoria, y concentración, aislamiento social, 
comportamiento inusual, comunicación perturbada, 
ideas extrañas, experiencias perceptivas, reducción 
del interés y de motivación para las actividades 
diarias, y cada uno de estos cambios afectan la 
capacidad del individuo para mantener su trabajo, 
su estudio o en general, sus relaciones con las 
personas que lo rodean. 
Es 
personas con esquizofrenia se observa una alteración 
de su capacidad de responder a los requisitos de la 
vida social, de manejar problemas y superar 
dificultades de la vida diaria. Dicha alteración se 
refleja en varios aspectos de su vida social, teniendo 
una habilidad reducida para trabajar o asistir a 
actividades académicas, ejercer papeles sociales, 
mantener relaciones interpersonales e íntimas y 
Fenton, Harvey, Heaton et al., 2007; citados por 
Petkari, 2010, p. 4). Igualmente, se observa que el 
pensamiento suicida se aumenta debido a la 
desintegración de la personalidad (Pérez, 1999). 
De la misma manera, Burns (2006) plantea 
que la principal causa de sufrimiento del paciente 
esquizofrénico es su percepción de incompetencia, 
sintiendo desventaja en el contexto social e incapaz 
de responder a las señales de tipo social y de 
enfrentar las situaciones de estrés causadas por el 
entorno. Además, Orellana y Slachvsky (2006) 
plan
esquizofrenia no puede volver al trabajo o retomar 
sus estudios y no logran establecer interacciones 
 
En el Manual Diagnóstico y Estadístico de 
los Trastornos Mentales IV (DSM-IV por sus siglas 
en inglés) (American Psychiatric Association -APA- 
2001), la esquizofrenia se ubica en la sección que 
tiene como característica definitoria la presencia de 
de delirios, alucinaciones o un lenguaje gravemente 
Busto, Arcos & García, 2001, p. 228). 
Por otra parte, la APA (2001), define la 
esquizofrenia como una alteración que persiste 
mes de síntomas de la fase activa (p. ej., dos [o más] 
de los siguientes: ideas delirantes, alucinaciones, 
lenguaje desorganizado, comportamiento 
gravemente desorganizado o catatónico y síntomas 
afirma que entre los subtipos de la esquizofrenia se 
encuentran el tipo paranoide, desorganizado, 
catatónico, indiferenciado y de tipo residual, de 
acuerdo a las características del trastorno. Con 
respecto a esto, Petkari(2010) comenta que el tipo 
catatónico de la esquizofrenia se caracteriza por 
inmovilidad, negativismo, agitación, mutismo y 
posturas extrañas; por otro lado, la esquizofrenia de 
tipo desorganizado presenta un comportamiento y 
un lenguaje desorganizado acompañado de afecto 
plano o inapropiado; el tipo paranoide se distingue 
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por la presencia de ideas delirantes o alucinaciones; 
la esquizofrenia de tipo indiferenciado no se ajusta a 
los perfiles de los tipos anteriormente mencionados 
y; finalmente, el tipo residual para la esquizofrenia 
se da cuando existen alteraciones continuas, sin 
cumplir los criterios de la fase activa. 
Según García y Pérez (2003), en la 
esquizofrenia los síntomas pueden entenderse como 
conductas que se derivan de la interacción persona-
situación, por lo tanto el paciente con esquizofrenia 
ensimismamiento, una manera poco común de 
demostrar su afecto, episodios psicóticos y un 
deterioro gradual de su persona, en el ámbito 
México, 2002, p. 8). Incluso se ha manifestado que 
las conductas violentas aumentan en pacientes 
diagnosticados con esquizofrenia, sin saber a ciencia 
cierta si este comportamiento se debe a la 
enfermedad como tal o al consumo de tóxicos 
(Vicens, 2006); sin embargo, Figueres, Fulcar, 
antisicóticos hacen menos frecuentes la aparición de 
las conductas violentas que pueden presentar y las 
219). Cabe anotar que el curso de la esquizofrenia es 
variable, con exacerbaciones y remisiones en algunos 
sujetos, mientras que otros pacientes pueden 
permanecer crónicamente enfermos (Secretaria de 
Salud de México, 2002). 
La sintomatología de la esquizofrenia se 
divide en dos subgrupos de síntomas: síntomas 
positivos y síntomas negativos. A partir del DSM-IV 
(2003), los síntomas positivos parecen reflejar un 
exceso o distorsión de las funciones normales e 
incluyen distorsiones o exageraciones del 
pensamiento inferencial tales como ideas delirantes, 
alucinaciones, lenguaje desorganizado y 
comportamiento gravemente desorganizado o 
catatónico. Por otro lado, los síntomas negativos 
parecen reflejar una disminución o pérdida de las 
funciones normales y se incluyen las restricciones del 
ámbito y la intensidad de la expresión emocional 
como son el aplanamiento afectivo, la alogia y la 
abulia. 
De igual forma, Alberdi, Castro y Vázquez 
(200
trastorno mental que hasta la actualidad se define de 
modo sindrómico, puesto que así se denomina a un 
conjunto de síntomas, con una cierta duración en el 
tiempo; y cuya etiología y fisiopatología no son aun 
suficie
Portela, Vírseda y Gayubo (2003; citando a Liddle, 
1987) comentan que la alteración provocada por la 
esquizofrenia en la esfera de la conciencia, se debe a 
una falta de control de los procesos conscientes 
superiores; de igual forma, exponen que el 
comportamiento desorganizado en el paciente 
esquizofrénico se debe a una falla en la 
metarrepresentación, afectando el conocimiento del 
sí mismo y la interpretación de la experiencia. 
Aunque no existe una explicación 
satisfactoria para justificar la aparición del trastorno 
de esquizofrenia, como bien lo afirma Petkari 
papel en la aparición y el desarrollo de la 
de fallas cognitivas que presentan los pacientes 
diagnosticados con esquizofrenia, de manera amplia, 
variada y progresiva, además se deteriora la 
inteligencia, viéndose un mayor compromiso en el 
área prefrontal (Galaverna, Bueno & Morra, 2011; 
citando a Krabbendam & Jolles, 2002 y; Weickert, 
Goldberg, Gold, Bigelow, Egan & Weinberger, 
2000). Es importante tener en cuenta que en 
Colombia la prevalencia de esquizofrenia es de 1.5% 
(León, 1986; citado por Aponte, Torres y Quijano, 
2008). 
Páez, Apiquian, Fresán, Puig, Orozco, 
Ramón, Sidenberg y Nicolini (2001), realizaron un 
estudio diseñado para evaluar la relación entre los 
patrones dermatoglíficos y asimetría fluctuante en 
pacientes esquizofrénicos con síntomas positivos y 
negativos en comparación con los controles 
normales; dermatoglifo se considera como un 
modelo clásico de herencia poligénica, lo cual 
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significa que varios genes están involucrados en la 
herencia de los rasgos dérmicos. En el estudio con 
dermatoglifo se pueden observar crestas dérmicas, 
figura en los dedos, las palmas y las plantas. Los 
sujetos que participaron del estudio fueron 
reclutados a partir de dos unidades psiquiátricas en 
la ciudad de México, 72 pacientes y 72 controles. 
No se observaron diferencias significativas en el 
género (69.4% vs 60.6% controles de casos 
masculinos) o la edad (casos 31.3 +9.3) frente a 28 + 
5.2 controles). Los resultados manifiestan que 
muchos de los estudios con dermatoglifos en la 
esquizofrenia han arrojado resultados ambiguos 
(Páez, et al, 2001). 
Así mismo, los resultados sobre la 
distribución de las cifras de palmar en pacientes 
esquizofrénicos fueron coherentes en los 
esquizofrénicos mostraron un número 
significativamente menor verticilos y más lazos que 
los controles. De igual manera, los esquizofrénicos 
con síntomas predominantemente negativos 
mostraron importantes cargos más bajos y más altos 
asimetría fluctuante que el grupo 
predominantemente positiva. Por último, Basándose 
en las observaciones relativas consistentes de 
anormalidades en las regiones frontal, talámica, y 
cerebelosa en la esquizofrenia, por medio de 
resonancia magnética y tomografía por emisión de 
positrones, se puede afirmar que los síntomas surgen 
de conectividad alterada entre estas regiones como 
consecuencia de un defecto del desarrollo 
neurológico o quizás una serie de ellos (Páez et al. 
2001). 
Por otra parte, Ruíz, Salaberria y Echeburúa 
(2013) afirmaro
síntomas no resulta suficiente para la categorización 
actual de la esquizofrenia, sino que es esencial tener 
(p. 58). A esto, cabe resaltar la afirmación de Pardo 
(2007), donde indica que la historia natural de este 
trastorno comprende una serie de etapas: 
premórbida, prodrómica, primer episodio psicótico, 
curso temprano, primer tratamiento, remisión, fase 
residual, a las que pueden seguir nuevos empujes 
psicóticos con consecuentes etapas residuales; de 
igual forma, este mismo autor afirma que: 
 
Entre los predictores clínicos asociados a un mal 
pronóstico, se destacan: inicio insidioso, síntomas 
negativos prominentes, edad temprana al inicio de la 
enfermedad, deterioros cognitivos severos, pobre 
funcionamiento social premórbido, pobres adquisiciones 
educacionales previas y sexo masculino (p. 85). 
 
Hay evidencia de anomalías neurobiológicas 
y cognitivas como pueden ser el déficit de atención y 
el procesamiento de la información que precedan en 
la aparición de los síntomas, y que hacen que las 
funciones mentales del sujeto sean vulnerables a 
diversos factores estresantes que actuarían como 
desencadenantes (Alberdi et al. 2005). De acuerdo 
con un estudio de cohorte transversal realizado por 
Napal, Ojeda, Sánchez, Elizagárate, Peña, Ezcurra y 
Gutiérrez (2012), el deterioro cognitivo de la 
esquizofrenia avanza progresivamente a medida que 
lo hace la enfermedad y ya una vez la enfermedad se 
encuentra consolidada, el deterioro cognitivo se 
inclina a permanecer estable con el tratamiento 
antipsicótico. Adicional a ello, estos autores afirman 
que los subgrupos de pacientes que acaban 
evolucionando hacia una esquizofrenia muestran unperfil de deterioro cognitivo más severo que aquéllos 
que permanecen estables en el diagnóstico. Entre las 
dificultades a nivel cognitivo se pueden mencionar 
el deterioro de la memoria, de la atención y de las 
funciones ejecutivas (Pardo, 2005; Solórzano, 
Padrós & González, 2011). 
A nivel atencional en pacientes con 
esquizofrenia, las dificultades pueden encontrarse 
ligadas a la pérdida del interés y de la motivación 
(falla emocional) y al debilitamiento de la esfera 
volitiva (Pardo, 2005). De igual manera, Fuentes 
(2001; citado por Solórzano, Padrós & González) 
opina que el déficit de atención es uno de los 
principales déficit, ya que a partir de este se 
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desencadenan otras dificultades de las funciones 
cognitivas que requieren de la atención como el 
deterioro de la memoria; además, Orellana y 
Slachevsky (2006; citando a Colmenero, Catena & 
atención no es un sistema unitario, sino un 
conjunto de procesos integrados que intervienen en 
el procesamiento cognitivo en todos los niveles, 
45). En otro estudio, realizado por Chapi (2011), 
se observó que los pacientes esquizofrénicos 
mantienen un nivel atencional apropiado en el 
desarrollo de tareas básicas, pero a medida que la 
dificultad aumenta, la concentración en los 
estímulos disminuye, reflejando de esta manera el 
deterioro de la capacidad atencional. 
Por otro lado, Pardo (2005) comentó que el 
debilitamiento de la capacidad de la memoria se 
relaciona con fallas en el uso de señales contextuales 
y problemas para organizar la información 
codificada y recuperarla; así mismo, Solórzano et al. 
(2011), manifiestan que los pacientes con 
esquizofrenia presentan mayor dificultad en la 
capacidad de evocar que el la capacidad de 
reconocimiento, concluyendo que la memoria 
episódica se encuentra más afectada que la memoria 
semántica. De otra parte, el daño en las funciones 
ejecutivas está dado por la capacidad de 
conceptualización, planificación, flexibilidad 
cognitiva y coordinación, por lo cual, los sujetos 
diagnosticados con esquizofrenia rinden de modo 
inferior en la ejecución de tareas y en la solución de 
problemas (Pardo, 2005; Solórzano, Padrós & 
González). De otro lado, según Sanz y Del Rio 
(2010, p. 3): 
 
Desde los dispositivos de hospital de día y centro de 
rehabilitación psicosocial, a través de tratamientos 
farmacológicos combinados con psicoterapia y terapia 
ocupacional se atiende más específicamente a estos 
aspectos en su dimensión cognitiva y social/ocupacional, 
pero aun así parece existir un reducto sintomático, 
caracterizado por déficit o disminución de algunas 
funciones psíquicas (embotamiento afectivo, 
distanciamiento emocional, apatía, alogia, anhedonia, 
falta de iniciativa, etc.), que se resiste a casi cualquier tipo 
de tratamiento, y que es el que con más intensidad 
determina la cronicidad del trastorno. 
 
Con respecto a las dificultades a nivel 
ejecutivo, se evidencia que estas se encuentran 
relacionadas con la clasificación de las anomalías 
conductuales, sean estas positivas o negativas (Ihara, 
Berrios & Mackenna, 2003; citados por Bausela, 
2009). De igual forma, se afirma que los daños en 
las funciones ejecutivas son los déficit más comunes 
que presentan los pacientes con esquizofrenia 
(Orellana & Slachevsky, 2006). Recordemos que las 
funciones ejecutivas hacen referencia a un 
constructo multidimensional que engloba una serie 
de procesos cognitivos necesarios para realizar tareas 
complejas dirigidas hacia un objetivo (Arán & 
Richaud, 2012). Entre las funciones ejecutivas se 
incluyen la planeación, el control conductual, la 
flexibilidad mental, la memoria de trabajo y la 
fluidez (Flores, 2008); además, Lopera (2008) 
afirmó que las funciones ejecutivas se refieren a las 
funciones directivas, gerenciales y rectoras del 
cerebro, ya que se puede catalogar como el cerebro 
del cerebro. Se ha observado que los pacientes con 
diagnó
tareas que miden conceptualización, planificación, 
flexibilidad cognitiva, coordinación de tareas duales, 
capacidad para resolver problemas complejos y 
p. 43). 
En relación a la evaluación de la 
esquizofrenia, no es frecuente la remisión completa 
de éste trastorno, pues algunos sujetos tienen un 
curso relativamente estable, pero otros pacientes 
empeoran progresivamente durante la enfermedad 
(Gutiérrez, 1998). Por otra parte se ha demostrado, 
según Ruiz, Salaberria y Echeburúa (2013, p. 62), 
20% de los primeros episodios. Habría sin embargo, 
un 80% de pacientes que presentaría un curso 
deteriorante del trastorno, de los que un 20% no 
conseguirían una remisión completa 
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esquizofrenia es una enfermedad relativamente 
común y es sin duda la forma más común de 
González (2011; citando a Rang, Dale & Ritter, 
2000), comentaron que es común que este trastorno 
tenga su inicio en la adolescencia o en el transcurso 
de la vida adulta joven y persiste durante toda la 
vida. De igual manera, Gutiérrez (1998) afirmó que 
este trastorno inicia antes de los 45 años, y éste 
inicio puede se
sujetos muestran algún tipo de fase prodrómica con 
un lento y gradual desarrollo de diversos signos y 
Santarén, 
Lemos, Paino, Sierra y Muñiz (2011) señalaron que 
la adolescencia es una etapa donde los síntomas 
psicóticos se pueden presentar de manera atenuada, 
aunque con una gravedad más leve, menor 
persistencia, intensidad y malestar asociado, lo cual 
no se encuentra necesariamente ligado a una 
alteración psicopatológica. 
Teniendo en cuenta lo anteriormente 
mencionado, el clínico debe hacer una evaluación 
completa para realizar un diagnóstico certero de 
esquizofrenia y poder así, intervenir a tiempo al 
paciente con el trastorno y saber reaccionar con 
prudencia y normalidad ante la sintomatología 
psicótica (García & Pérez, 2003); por tanto, en el 
Ministerio de salud, división de rectoría y regulación 
sanitaria (2009) se afirma que para realizar el 
diagnóstico de la esquizofrenia, el profesional debe 
tener en cuenta la historia del desarrollo de los 
síntomas y signos, realizar una buena entrevista 
clínica y la observación de las conductas del 
observar y documentar detalladamente los signos, 
síntomas y la evolución para tratar de diferenciarlos 
de otros trastornos (esquizoafectivo, 
de Salud, 2009, p. 16; citando a APA, 2003).
 
Según Liddle (1987; citado por Petkari, 
2010), la esquizofrenia no solo se caracteriza por los 
síntomas negativos y positivos, sino que conlleva a 
un deterioro cognitivo, incluyendo problemas en la 
atención, concentración, velocidad psicomotora, 
lenguaje, aprendizaje y funciones ejecutivas. Por lo 
tanto, hay que tener en cuenta que en la psicoterapia 
se debe prestar atención a los perfiles individuales de 
los déficits cognitivos de cada paciente, ya que no 
todos los pacientes esquizofrénicos sufren de los 
mismos problemas cognitivos; así mismo, no hay 
que dejar pasar los factores motivacionales, debido a 
que se asocian con una respuesta terapéutica 
beneficiosa (Pfammatter, 2006). 
De acuerdo a Awad (2008), a pesar de que 
las intervenciones farmacológicas son efectivas, se ha 
probado la importancia de la complementación con 
medidas de soporte psicosocial, vivienda adecuada, 
apoyo económico y programas de rehabilitación. En 
combinado (psicológico y farmacológico) es mejor 
que el 65% de los pacientescon tratamiento 
. 2006, p.66). 
De la misma manera, se puede evidenciar que las 
intervenciones psicológicas realizadas en 
combinación con el tratamiento psicofarmacológico, 
reducir el impacto de las experiencias psicóticas 
angustiosas, para mejorar el funcionamiento social 
de los pacientes y para reducir el estrés en las 
94). 
Según Mental Illnes Followship of Australia 
Inc. (2008), los avances en el área de medicina están 
mejorando continuamente las perspectivas para las 
personas con esquizofrenia, ya que con el apoyo 
psicológico y social, la mayoría de las personas que 
tienen éste trastorno pueden vivir una vida plena y 
activa. Teniendo en cuenta los efectos de la 
esquizofrenia en las personas que viven con ésta 
cuenta los aspectos biológicos de la enfermedad 
 Montaño, L. M., Nieto, T. Y. & Mayorga, N. 92 
 
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(medicamentos) y los efectos psicológicos y sociales, 
es decir, un enfoque biopsicosocial, el tratamiento 
de los episodios agudos de esquizofrenia tendrá en 
cuenta la seguridad de la persona con la enfermedad, 
sus necesidades nutricionales y la angustia que se 
trate (tanto para la persona como para los 
(Illnes Followship of Australia Inc., 
2008, p. 4). 
Es importante mencionar que según Sanz y 
Del Río (2010), para el tratamiento de la 
especialmente desde la farmacología, en el control 
de los denominados síntomas productivos, que 
afectan fundamentalmente a la estructura y el 
2). Si bien la terapia psicológica ha brindado 
resultados satisfactorios, la farmacoterapia con 
medicación antipsicótica es un componente esencial 
del plan de tratamiento para la mayoría de pacientes 
con esquizofrenia (Plan de Calidad para el Sistema 
Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y 
Consumo de Madrid, 2009). La prescripción de la 
medicación se debe realizar de manera individual, 
debido a que la respuesta varía de paciente a 
problema presente y la respuesta previa del paciente 
a la farmacoterapia, incluyendo la eficacia y los 
efectos adversos. Los pacientes con un primer 
episodio de psicosis generalmente precisan una dosis 
de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del 
Ministerio de Sanidad y Consumo de Madrid, 
2009). 
La intervención debe planearse de manera 
sólida y el momento de la evaluación debe ser muy 
variedad de disfunciones que caracteriza el trastorno 
esquizofrénico no se observa de forma igual en todas 
las personas, ni tiene la misma expresión y 
). Como afirma 
funcionamiento psicosocial, incluyendo la 
evaluación de intereses y motivaciones, de sus redes 
personales de apoyo, de la red familiar cercana y 
extensa, de su vida educativa y laboral, de sus sueños 
de futuro, de las expectativas, etc., son elementos 
indispensables en la programación individualizada 
 
reconocimiento de una constelación de signos y 
síntomas peculiares que han estado presentes por un 
lapso de tiempo determinado asociados a un 
deterioro del nivel de adaptación a las exigencias del 
regulación sanitaria, 2000, p. 4). Dernovsek, 
Prevolnik, Rebolj y Tavcar (2002) plantean que 
es cómo una persona medicada se siente y funciona 
en cuenta a la hora de evaluar la evolución y la 
eficacia del tratamiento. 
La calidad de vida de las personas está dada 
por factores tanto objetivos como subjetivos, ya que 
depende de las condiciones de vida y de salud 
(indicador objetivo), enlazadas con la percepción 
que tiene el individuo acerca de sus propias 
condiciones (indicador subjetivo (Petkari, 2010)). 
La definición de calidad de vida se encuentra aún en 
discusión, mas sin embargo Dernovsek et al. (2002) 
definición y el método de medición de este 
concepto, se considera por lo general que consiste en 
el acceso a recursos y oportunidades, el 
cumplimiento de los roles vitales, el nivel de 
funcionamiento y una sensación de bienestar o 
 
García y Pérez (2003), señalaron la 
importancia del entorno en el desarrollo del 
un tratamiento psicológico que no incluyera el 
contexto cultural y social en el que el cliente se 
Lamas y Franco (2010; citando a Björman & 
Hansson, 2002 y Goodwin & Madell, 2002), 
sintomatología sino reduciendo las necesidades de 
 ESQUIZOFRENIA: TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS 93 
 
 
 
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asistencia y consiguiendo un buen apoyo social para 
permitiendo autonomía e independencia, teniendo 
en cuenta la variable del aislamiento social. De igual 
forma, siguiendo a Awad (2008), es importante que 
la familia se incluya en el desarrollo del tratamiento 
vida cotidiana del paciente y de su familia por los 
efectos del padecimiento en su dinámica interna, en 
su economía, y en sus relaciones sociales, 
principalmente, debido a la necesidad de asistencia 
2002, p. 7). 
El 
mera desaparición de un trastorno, tratando de 
mejorar la percepción del individuo sobre su propia 
situación con el fin de integrarlo, en la medida de 
los posible, al entorno social que mejor cubra sus 
 (Sañudo, Herrero, Lamas & Franco, 
2010, p. 68; citando a Gómez & Botella, 2007). 
Debido a que la calidad de vida incluye el aspecto 
subjetivo, se ha de entender que el paciente es el 
protagonista de su proceso terapéutico y se necesita 
pretender mejorar la percepción del paciente con 
respecto a su calidad de vida (Petkari, 2010). 
En relación con la psicoterapia para la 
esquizofrenia, el Servicio Murciano de Salud (2009) 
propone que los objetivos generales del tratamiento 
de pacientes con esquizofrenia son la reducción de la 
frecuencia, la gravedad y las consecuencias 
psicosociales de los episodios, así como la 
optimización de la función psicosocial entre los 
episodios; igualmente, los objetivos específicos 
dependerán de la fase de la enfermedad y de otras 
características del paciente. De acuerdo con García y 
Pérez (2003), se trata de dejar de luchar contra los 
síntomas y, más bien, tratar de reorientar la vida en 
un sentido valioso para la persona. Actualmente 
contamos con una serie de propuestas terapéuticas 
que, según Vallina y Lemos (2001), en general se 
dirigen al desarrollo y fortalecimiento de los factores 
que le permiten a la persona una óptima protección 
personal y una disminución de los agentes estresores 
del entorno. 
De acuerdo con la Guía práctica clínica para 
el tratamiento de la Esquizofrenia en centros de salud 
mental desarrollada por el Servicio Murciano de 
Salud (2009) la intervención psicológica pretende lo 
siguiente: reducir la vulnerabilidad del paciente, 
disminuir el impacto de las situaciones y eventos 
estresantes, aumentar la adherencia al tratamiento, 
disminuir el estrés y la discapacidad para minimizar 
los síntomas, reducir el riesgo de recaídas, mejorar la 
comunicación y las habilidades de afrontamiento y, 
acoger a la familia y atender las situaciones 
emocionales que se producen en el desarrollo de la 
enfermedad. Un tratamiento efectivo brinda 
resultados satisfactorios a largo plazo, intentando 
incluir el tratamiento farmacológico, la psicoterapia 
y el desarrollo de redes de servicios psicosociales; 
tratando de lograr una recuperación en el paciente, 
donde el individuo se desenvuelva de manera 
independiente , 
mantenga la sintomatología a un nivel moderado, 
lograr un funcionamiento vocacional normalizado e 
iniciar relaciones sociales significativas (Petkari, 
2010). 
A partir de un estudio realizado por 
Pfarmmatter, Junghan y Dieter en 2006, titulado 
Efficacy of psychological therapy in schizophrenia: 
conclusion from mera-analyses, se pueden identificarcuatro enfoques distintos de tratamiento psicológico 
en pacientes esquizofrénicos: el entrenamiento de las 
habilidades sociales, la remediación cognitiva, el 
afrontamiento psicosocial con intervenciones 
orientadas en familias y grupos de familiares y, la 
terapia cognitivo-conductual de los síntomas 
positivos. Por otro lado, Vallina y Lemos (2001, p. 
346; citando a Fernández & Pérez, 2001), plantean 
que los tratamientos más eficaces encontrados son: 
psicoeducativas, (b) 
el entrenamiento en habilidades sociales, (c) los 
tratamientos cognitivo-conductuales, dirigidos tanto 
hacia los síntomas positivos de la enfermedad como 
 Montaño, L. M., Nieto, T. Y. & Mayorga, N. 94 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
a las alteraciones de los procesos cognitivos básicos 
subyacentes, y (d) los paquetes integrados 
de los diversos tratamientos que trabajan en la 
intervención de la esquizofrenia. 
De acuerdo con lo anterior, la presente 
investigación se realiza con el fin de dar a conocer 
mediante una revisión teórica, algunos tipos de 
tratamiento utilizados para la intervención con 
pacientes con diagnóstico de esquizofrenia. 
Intervención psicoeducativa familiar 
Este tipo de intervenciones tienen como 
base las teorías desarrolladas dentro del modelo 
sistémico en los años 50`s, haciendo énfasis en la 
teoría de la comunicación humana y la teoría del 
doble vínculo; sin embargo, debido a que se 
centraban en aspectos negativos, carenciales y 
deficitarios de la familia, culpabilizando al sistema 
familiar sobre la situación del individuo 
esquizofrénico, no fueron un tipo de intervención 
satisfactoria para tratar a los pacientes con 
diagnóstico de esquizofrenia, sino más bien el 
rechazo por parte de las familias (Plan de Calidad 
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid, 2009). 
De igual forma, la psicoeducación 
suministra tanto al paciente como a la familia la 
información específica acerca del problema, en este 
caso la esquizofrenia, y se entrena en técnicas para 
enfrentar las dificultades que proceden del trastorno; 
vida del paciente y de los cuidadores creando 
ambientes con muy bajo nivel de estrés, 
disminuyendo la probabilidad de recaída y carga 
familiar, y proporcionando información sobre el 
Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y 
Consumo de Madrid, 2009). 
A partir de este rechazo, surgieron las 
intervenciones basadas en la orientación familiar, las 
ún la desconexión con 
cualquier planteamiento etiológico, están integradas 
en el tratamiento global y se basan en 
investigaciones que resaltan el papel de las 
características del ambiente inmediato sobre el curso 
de la enfermedad, principalmente los 
acontecimientos vitales (estrés agudo) y la alta 
Calidad para el Sistema Nacional de Salud del 
Ministerio de Sanidad y Consumo de Madrid, 
2009, p. 89). 
La intervención con la familia realizada de 
modo psicoeducativo, tiene en cuenta el ambiente 
que rodea al paciente y el resultado en sus familiares 
(Jiménez, Maestro & Moreno, 2004). La 
intervención incluye, siguiendo la afirmación dada 
por el Servicio Murciano de Salud (2009, p. 35) 
-educación para el paciente y la familia, 
detección de síntomas de alerta e intervención en 
este tipo de intervención se debe contemplar la 
esquizofrenia como una enfermedad y tratarla de 
manera individualizada (Vallina & Lemos, 2001), 
igualmente cabe considerar a los familiares del 
consultante como agentes terapéuticos y no como 
pacientes. Siguiendo a Martínez et al. (2004, p. 
aumentan por sí solas el cumplimiento terapéutico 
pero nos sirven de primer paso para aumentar el 
insight del paciente y sobre todo para aumentar su 
conocimiento de la enfermedad esquizofrénica y de 
familias de los pacientes con diagnóstico de 
esquizofrenia favorece el enfrentamiento a los 
problemas e influye en la rehabilitación y ajuste 
social tanto del paciente como de sus familiares 
familias (Plan de Calidad para el Sistema Nacional 
de Salud del Ministerio de Sanidad y Consumo de 
Madrid, 2009). 
Los componentes que se deben tener en 
cuenta, a partir de Vallina y Lemos (2001), son: 
lograr una aproximación positiva y una relación de 
trabajo genuina con las familias, proporcionar 
estructura y estabilidad a las familias, centrarse en 
familiares, llevar a cabo una reestructuración 
 ESQUIZOFRENIA: TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS 95 
 
 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
cognitiva y una aproximación conductual y, 
finalmente, mejorar la comunicación; además, hay 
que tener claro que, siguiendo a Jiménez et al. 
(2004), se debe incluir al paciente como a las 
personas que componen la unidad familiar, las 
intervenciones se deben mantener durante un 
tiempo prolongado, considerar la educación como 
parte del programa y lograr que el paciente 
comprenda la importancia de seguir el tratamiento 
farmacológico. 
Los objetivos de la Intervención Familiar 
son, siguiendo el Plan de Calidad para el Sistema 
Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y 
Consumo de Madrid (2009, p. 89), los siguientes: 
-construir una alianza con los familiares. 
-proporcionar información sobre el 
trastorno. 
-orientar sobre los problemas de conducta y 
conflictos relacionales. 
-asesorar en la gestión del estrés familiar. 
-reducir la atmósfera familiar adversa. 
-mejorar la comunicación familiar. 
-potenciar la capacidad de los familiares 
para la anticipación y resolución de los problemas. 
-reducir las expresiones de angustia y culpa 
dentro de la familia. 
-mantener unas expectativas razonables para 
el funcionamiento del paciente. 
-ayudar a los familiares a mantener unos 
límites apropiados, así como una distancia adecuada 
cuando sea necesario. 
-conseguir cambios deseados en el 
comportamiento de los familiares y en su sistema de 
creencias. 
 
El Servicio Murciano de Salud (2009) 
plantea que la psicoeducación pretende lo siguiente: 
el impacto de las situaciones y eventos estresantes, 
mejorar la información y la comunicación dentro de 
la familia del paciente, potenciar los recursos 
personales y familiares, reducir el riesgo de recaídas 
y las hospitalizaciones, mejorar las habilidades de 
afrontamiento y resolución de problemas y, 
respecto a este último objetivo, se sigue la 
afirmación que el Ministerio de Salud, División de 
rectoría y Regulación Sanitaria (2000) da al 
respecto, manifestando que el sufrimiento de los 
familiares y de las personas que rodean a los 
pacientes con esquizofrenia, debe ser considerado en 
varios aspectos: perjudica económicamente a la 
familia ya que las funciones del grupo se enfocan en 
el mantenimiento del paciente y además, la 
funcionalidad de la familia disminuye por lo mismo; 
la familia presenta reacciones emocionales enfocadas 
al futuro, como lo son culpa y temor; así mismo, el 
estrés familiar aumenta por presentarse conductas 
anormales dentro de su entorno; también se derivan 
problemas sociales, restringiendo la interacción 
interpersonal. De la misma manera, se puede 
observar que los hijos de padres esquizofrénicos 
tienen mayor riesgo suicida (Pérez, 1999), por lo 
cual hay que acoger al grupo familiar, en lo posible 
en su totalidad. 
Las intervenciones familiares, según 
centradas en dar información sobre la enfermedad, 
reducir la problemática socio-familiar, mejorar la 
emoción expresada y entrenar habilidades, recursos 
y estrategias de afrontamiento dirigidas a facilitar la 
721). 
Por otra parte, Vallina y Lemos (2001) 
comentan que estetipo de terapia ha demostrado 
reducir una sintomatología clínica en pacientes con 
esquizofrenia, las recaídas, las hospitalizaciones y la 
carga emocional de los familiares. De la misma 
confirman una escasa eficacia de las intervenciones 
breves; el mantenimiento temporal de los efectos en 
las intervenciones de duración intermedia; y la 
conveniencia de intervenciones a largo plazo, con 
Guía de 
 Montaño, L. M., Nieto, T. Y. & Mayorga, N. 96 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
Práctica Clínica sobre la Esquizofrenia y el Trastorno 
Psicótico Incipiente elaborada por el Plan de Calidad 
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid (2009), se afirma 
que no existe evidencia científica que garantice la 
mejoría de los síntomas negativos y del 
funcionamiento social cuando se trabaja bajo la 
intervención familiar, mas sin embargo, si se ha 
logrado demostrar una mejoría integral después de 
12 meses de tratamiento, además de contribuir a la 
adherencia al tratamiento y disminuir la carga 
familiar. 
Muela y Godoy (2002), afirman que la 
década de 1980 vio el surgimiento de una serie de 
estudios que, mediante la intervención familiar en la 
esquizofrenia, intentó reducir la tasa de recaídas en 
los pacientes con esquizofrenia y partiendo de esto, 
es donde ellos publican los resultados tras dos años 
de seguimiento del estudio de Andalucía, el cual es 
un programa de intervención familiar en 
esquizofrenia basado en la reducción de la Emoción 
Expresada, la disminución del Estrés Familiar y el 
aumento del nivel de conocimientos sobre la 
esquizofrenia por parte de los familiares. Este 
consiste en cuatro fases, las cuales hacen referencia a 
la evaluación, la fase psicoeducativa, la intervención 
individual y el seguimiento; luego de un año de 
seguimiento de éste estudio, se realizó una 
evaluación de las variables de control, y en el 
segundo año, se procedió a localizar las familias para 
obtener información de lo sucedido en este tiempo; 
de ésta manera, se concluyó que el programa de 
intervención utilizado en el Estudio Andalucía es 
eficaz a largo plazo, teniendo en cuenta que la 
eficacia de dicho programa se mantiene durante dos 
años. 
Los resultados que muestran el estudio de 
Muela Godoy en el 2002 son congruentes con la 
afirmación expresada por el Plan de Calidad para el 
Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid (2009), 
evidenciando que el factor del tiempo juega un 
papel importante, asegurando entonces que 
la prevención de recaídas por lo que se recomiendan 
programas con un mínimo de seis meses de 
duración. También es un factor importante la 
considera que la duración de este tipo de 
intervención debe ser mayor a seis meses e incluir 
como mínimo diez sesiones (Servicio Murciano de 
Salud, 2009). 
Entrenamiento en habilidades sociales 
Este tipo de intervención se basa en la teoría 
y reactivar las habilidades perceptuales, motoras e 
interpersonales consideradas relevantes para alcanzar 
una adaptación en la comunidad, el mayor grado de 
(Ministerio de Salud, división de rectoría y 
regulación sanitaria, 2000, p. 24). 
Siguiendo al Plan de Calidad para el 
Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid (2009), las 
habilidades sociales son las conductas que favorecen 
como la comunicación verbal y no verbal, la 
autoconciencia de sentimientos internos y de las 
actitudes, la percepción del contexto, la capacidad 
Además, como bien lo afirman Jiménez, Barón y 
Moreno (2004), el tratamiento con fármacos no 
enseña ni fortalece las competencias, las relaciones ni 
el rendimiento del sujeto. 
El fin del entrenamiento en las habilidades 
sociales es, según el Servicio Murciano de Salud 
(2009), mejorar las competencias sociales del sujeto 
y, disminuir el estrés y la ansiedad que pueden 
conllevar las situaciones sociales. Las intervenciones 
desvinculación social de la persona, procurando un 
tratamiento cercano a su entorno, ecológico en su 
planteamiento, y que favorezca el mantenimiento de 
los diferentes roles sociales que el usuario ejercía 
p. 370), ya que, las relaciones interpersonales son 
 ESQUIZOFRENIA: TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS 97 
 
 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
esenciales para lograr un adecuado desempeño y 
conservación de los diversos papeles sociales y, 
además, son un factor determinante para su 
integración social y su adaptación (Vallina & 
Lemos, 2001). El Plan de Calidad para el Sistema 
Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y 
Consumo de Madrid (2009), expone que existen 
diversos aspectos asociados a la intervención basada 
en el entrenamiento en las habilidades sociales, 
una vida independiente que asociada con una 
psicoterapia grupal de mayor duración reduce los 
síntomas; mejora las habilidades para el manejo de 
 
Así mismo, Jiménez et al. (2004, p. 164) 
manifestaron 
es curar la enfermedad, sino mejorar el 
funcionamiento deficiente, el nivel de adaptación y 
y Lemos 
(2001) aseguraron que si bien la mayoría de los 
pacientes que reciben entrenamiento de las 
habilidades sociales, el beneficio del entrenamiento 
sobre los síntomas positivos es escaso, perdiendo los 
beneficios a largo plazo. Con respecto al 
entrenamiento de las habilidades sociales, cabe 
resaltar lo que Penn y Mueser (citados por Jiménez, 
Maestro & Moreno, 2004) afirmaron: 1) las 
personas con esquizofrenia pueden ser adiestradas en 
un amplio rango de habilidades sociales, que van 
desde las más simples a las más complejas como la 
asertividad o las habilidades conversacionales; 2) la 
mejoría en habilidades sociales asociadas con el 
entrenamiento en habilidades sociales es evidente 
para las medidas conductuales específicas, pero es 
menos pronunciada para cambios en síntomas y en 
funcionamiento comunitario; 3) el entrenamiento 
en habilidades sociales necesita ser proporcionado 
durante un amplio período de tiempo, un año o 
más. 
Los efectos que tiene el entrenamiento en 
las habilidades sociales parecen aumentarse con la 
remediación cognitiva, la cual pretende aumentar el 
funcionamiento cognitivo (Pfammatter, 2006). El 
tipo de metodología de este tipo de intervención es 
un entrenam
estructuradas y directivas, está basada en los 
principios del aprendizaje; incluyendo el 
establecimiento de objetivos, instrucciones, 
modelado, ensayo conductual, reforzamiento social, 
ez et al. p. 
intervenciones, se emplean técnicas conductuales o 
técnicas de aprendizaje que permiten a los pacientes 
adquirir unas habilidades instrumentales necesarias 
para las relaciones con los demás y el afrontamiento 
Calidad para el Sistema Nacional de Salud del 
Ministerio de Sanidad y Consumo de Madrid, 
2009, p. 95). 
Terapia cognitivo-conductual 
relación entre las creencias, emociones y 
sentimientos experimentados por la persona y el 
(Jiménez & Maestro, SF, P. 4). De igual forma, 
monitorización de los pensamientos, sentimientos o 
conductas en relación a los síntomas; b) promoción 
de vías alternativas de afrontamiento de los 
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid, 2009, p. 80). 
El objetivo de la terapia cognitivo-
conductual, según Vallina y Lemos (2001), es 
reducir la angustia y la interferencia de los síntomas 
psicóticos en el funcionamiento normal, ayudando 
al paciente a entender la manera en que las 
cogniciones influyen en sus emociones y conductas 
disfuncionales, y como catalizador, promoviendo 
experienciascorrectivas o nuevos aprendizajes que 
fomenten, a su vez, pensamientos y habilidades más 
adaptativas (Muñoz & Ruiz, 2007). Así mismo, 
estos autores exponen las siguientes etapas y 
componentes, siguiendo los postulados de Garety, 
 Montaño, L. M., Nieto, T. Y. & Mayorga, N. 98 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
Fowler y Kuipers (2000): a) Enganche y evaluación: 
estableciendo una aproximación flexible que acepte 
las emociones y las creencias del paciente; b) 
Desarrollar estrategias de afrontamiento cognitivo-
conductuales: enseñar al paciente el uso de estrategias 
de afrontamiento (cognitivas, conductuales, 
sensoriales y fisiológicas) con el fin de reducir la 
frecuencia, intensidad y duración de los síntomas 
psicóticos residuales y sus consecuencias 
emocionales; se busca manipular aquellos factores 
internos y/o externos que contribuyen a disparar o 
mantener los síntomas; c) Desarrollar una nueva 
comprensión de la experiencia de la psicosis: 
construyendo un nuevo modelo de explicación 
personal de psicosis que facilita el desarrollo de 
conductas y cogniciones que ayudan a manejar la 
enfermedad, prevenir las recaídas y mejorar el 
funcionamiento general; d) Trabajar sobre los delirios 
y las alucinaciones: como una respuesta explicable y 
una forma de dar sentido a experiencias específicas, 
y de pruebas de realidad cuidadosamente empleadas; 
e) Trabajar con el afecto y con las auto-evaluaciones 
negativas: se hace fundamental, por su relación 
manifiesta con los procesos de autoestima, 
desmoralización y descontrol, ansiedad, depresión y 
por su papel mantenedor en los delirios y las 
alucinaciones; f) Manejar el riesgo de recaída y la 
incapacidad social: facilitando un mejor desarrollo 
personal y reduciendo el consiguiente 
empeoramiento del trastorno. 
Martínez, Moreno y Soriano (2004), 
opinaron que esta terapia produce mejoras 
significativas en la adherencia al tratamiento, así 
como una disminución de las recaídas, ayudando al 
consultante a aceptar los cambios que la enfermedad 
conlleva y la necesidad de insertarse en un 
tratamiento y seguirlo adecuadamente. En la terapia 
cognitivo-conductual, de acuerdo con Jiménez y 
un rol activo examinando la evidencia a favor y en 
contra de las creencias; cuestionando sus estilos 
habituales de pensamiento sobre las creencias y 
usando habilidades de razonamiento y la experiencia 
personal para desarrollar alternativas racionales y 
pretender que el paciente establezca relaciones entre 
sus pensamientos, sentimientos y conductas en 
relación a síntomas actuales y/o pasados del 
trastorno (Plan de Calidad para el Sistema Nacional 
de Salud del Ministerio de Sanidad y Consumo de 
Madrid, 2009). 
Los tratamientos cognitivo-conductuales, 
según Moriana, Alarcón y 
especial protagonismo al estar fundamentalmente 
centrados en la atención de alucinaciones y delirios y 
al demostrar que disminuyen los principales 
 
Así mismo, este tipo de intervención es útil 
para el trabajo de varias dificultades que se pueden 
presentar en la psicosis, como bien lo afirma Vallina 
y Lemos (2001; citando a Davidson, Lambert & 
McGlashan, 1998), las intervenciones cognitivo-
rsos 
déficit o anomalías, como la predisposición a la 
desorganización aguda, las distorsiones perceptivas, 
el deterioro de la atención, memoria, razonamiento 
diferencial y juicio social, los trastornos emocionales 
y deterioro en la regulación del afecto, la 
incapacidad social y la distorsión del sentido del yo 
Calidad para el Sistema Nacional de Salud del 
Ministerio de Sanidad y Consumo de Madrid 
(2009), enunciaron 
agrupaciones de síntomas específicos, la TCC tiene 
un efecto significativo a largo plazo por encima de la 
además de garantizar la eficacia de este tipo de 
intervención para tratar los síntomas positivos de la 
esquizofrenia. Adicionalmente, se recomienda la 
terapia cognitivo-conductual como tratamiento para 
prevenir la medicación y acelerar la recuperación 
cuando se practica junto con los cuidados estándar; 
incluso este tipo de intervención se debería llevar a 
cabo para el tratamiento del estrés, la ansiedad y la 
depresión que se pueden manifestar en los pacientes 
diagnosticados con esquizofrenia (Plan de Calidad 
 ESQUIZOFRENIA: TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS 99 
 
 
 
Revista Vanguardia Psicológica / Año 4 / Volumen 4 / Numero 1, marzo-septiembre / pp. 86-107 / ISSN 2216-0701 
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid, 2009; citando a 
Clinical practice guidelines, 2005, al Consenso 
español de expertos para recomendaciones de 
actuación en el tratamiento de la esquizofrenia, 
2000 y a Tarrier & Wykes, 2004). 
Según Keegan y Garay (2007), en la 
actualidad las aplicaciones terapéuticas de los 
modelos cognitivo-conductuales se han incluido en 
programas integrales para pacientes psicóticos 
crónicos y para pacientes con diagnóstico dual 
(esquizofrenia y abuso de sustancias) y así mismo, se 
ha diseñado un enfoque cognitivo-conductual 
dirigido a personas a cargo del cuidado de los 
pacientes con esquizofrenia. 
Rehabilitación cognitiva 
Velligan, Kern y Gold (2006) mencionaron 
que el deterioro cognitivo es una característica 
fundamental de la esquizofrenia; los déficits en el 
funcionamiento cognitivo, incluidos los de la 
velocidad psicomotora, la atención, la memoria y las 
funciones ejecutivas, se cree que son la base de la 
incapacidad funcional severa asociada con esta 
enfermedad. De manera que, la relación entre los 
déficits cognitivos y funcionales pobres en cuanto a 
resultados, ha impulsado el desarrollo de la 
rehabilitación cognitiva (CR) la cual llega a ser 
centró específicamente en el tratamiento de los 
déficits cognitivos de la esquizofrenia (Velligan, 
Kern & Gold, 2006). 
De modo que, se debe tener en cuenta la 
Rehabilitación Cognitiva, la cual es definida como 
básicos de las funciones cognitivas (atención, 
memoria y funciones ejecutivas), que tiene como 
objetivo mejorar el rendimiento de dichas funciones 
(Plan de Calidad para el Sistema 
Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y 
Consumo de Madrid, 2009, p. 92). Por otra parte, 
Solórzano et al. (2011; citando a Álvarez, 2002; 
Penn & 
terapéutico que se basa en la existencia de 
alteraciones cognitivas y perceptuales en la 
esquizofrenia y tiene como objetivo mejorar el 
(p. 94). 
Se ha de resaltar que los síntomas de la 
esquizofrenia lleva consigo diversos déficit tanto 
percepción, el pensamiento inferencial, el lenguaje y 
la comunicación, la organización comportamental, 
la afectividad, la fluidez y productividad del 
pensamiento y el habla, la capacidad de disfrutar, la 
voluntad y la motivación, la atención, y la capacidad 
(Ministerio de Salud, División de Rectoría y 
regulación sanitaria, 2000, p. 5). El Plan de Calidad 
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid (2009) planteó que 
síntomas cognitivos significativos y medibles que 
permanecen estables en el período posterior entre los 
2 y los 5 años y cuyo deterioro se acentúa con la 
evolución de la enfermedad, especialmente en los 
pacientes institucionalizados, sin llegar a superar el 
nivel de deterioro que presentan otras patologías 
 
Galaverna, Bueno y Morra (2011) 
evaluaron el funcionamiento neurocognitivo de 
pacientes esquizofrénicos en comparación con 
pacientes sanos, cada grupo estuvo compuesto de 38 
sujetos y se analizaron constructos tales como 
velocidad de procesamiento, atención, memoria, 
lenguaje y funciones ejecutivas. Los autores del 
estudio encontraron una clara disminucióndel 
rendimiento de las funciones neurocognitivas en los 
pacientes con diagnóstico de esquizofrenia, 
que caracteriza al perfil neurocognitivo de este 
2011, p. 111). En un estudio realizado por Davalos, 
Green y Rial (2002; citados por Masa (2012), se 
obtuvo como conclusión que al asociar la 
rehabilitación cognitiva en las áreas de atención / 
 Montaño, L. M., Nieto, T. Y. & Mayorga, N. 100 
 
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concentración, memoria y función ejecutiva en el 
marco de un tratamiento integrado, mejora las 
habilidades para la vida diaria del paciente. 
Por lo cual, el programa de Rehabilitación 
Cognitiva pretende mejorar el rendimiento de 
distintos procesos de pensamiento, y así, lograr que 
la persona sea más funcional (Solórzano et al. 2011). 
Al llevar a cabo este tipo de intervención se debe 
implementar una o varias de las siguientes 
objetivo es reducir el déficit cognitivo sub-yacente; 
estrategias de compensación, que apunta a ayudar al 
paciente a compensar el déficit cognitivo y/o; 
estrategias ambientales, que consiste en utilizar 
estrategias en el entorno social del paciente, como 
por ejemplo recordatorios externos (etiquetas, 
objetos o instrumentos electrónicos), que avisen o 
recuerden las conductas requeridas en una 
determinada actividad social de la vida diaria con el 
(Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud 
del Ministerio de Sanidad y Consumo de Madrid, 
2009). 
Paquetes integrados multimodales 
En los últimos años se han diseñado 
enfoques psicoterapéuticos que inciden en la mejora 
de los déficits presentes en la esquizofrenia, en 
concreto la Terapia Psicológica Integrada de 
Brenner (Belloso, 2012). 
Roder y Brenner (citado por Jiménez, 
Maestro & Barón, 2004), desarrollaron en 1996 un 
programa llamado Terapia Psicológica Integrada 
(IPT) que se aplica de manera grupal, compuesto de 
cinco subprogramas orientados a los trastornos 
cognitivos y de la conducta social en la 
subprogramas se 
que las primeras intervenciones se dirigen a las 
habilidades cognitivas básicas, las intervenciones 
intermedias transforman las habilidades cognitivas 
en respuestas verbales y sociales, y las últimas 
intervenciones entrenan a los pacientes a resolver los 
& Lemos, 2001, p. 357). 
De la misma manera, hay que desarrollar el 
manejo de emociones y afectos en cada 
subprograma, ya que estos se encuentran 
organizados del más sencillo al más complejo, por lo 
que no manejar las emociones del paciente con 
esquizofrenia podría llevarlo a altos niveles de estrés, 
logrando un efecto disfuncional. Vallina y Lemos 
al 
de Diferenciación Cognitiva mejora los procesos 
cognoscitivos elementales de los pacientes, tales 
como la atención, abstracción y formación de 
conceptos, aunque el desempeño sigue estando por 
 
Cabe mencionar que la ITP, según 
Moriana, Alarcón y 
programa de Intervención grupal de orientación 
conductual dirigido a la mejora de las habilidades 
(p. 722). Según Lamela (SF), los hallazgos indican 
que la Terapia 
superior al solo entrenamiento en habilidades 
sociales, a la socioterapia, o a las terapias de apoyo 
en grupo, en reducir la desorganización psicótica y 
en mejorar las habilidades de solución de problemas 
cognitivo-sociales así como el procesamiento 
 
Según Moriana, Alarcón y Herruzo (2006), 
entrenamiento en el manejo de emociones (EMT) 
de Hodel y Brenner (1997), el programa de 
entrenamiento en habilidades de ocio, de vivienda y 
(p. 722). 
Terapia psicodinámica 
La psicoterapia psicodinámica es una 
modalidad terapéutica de gran utilidad y efectividad 
para que los pacientes aprendan a conocerse a sí 
mismos como personas y a reconocer sus fortalezas, 
lo cual es un factor importante para que colaboren 
 ESQUIZOFRENIA: TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS 101 
 
 
 
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complementa muy bien con las terapias 
farmacológicas, con las terapias cognitivo 
conductuales, así como con otros enfoques 
 
Son sesiones basadas en la teoría 
psicodinámica, haciendo uso de diversas estrategias y 
actividades aplicadas flexiblemente, donde se 
realizan intervenciones de terapia individual 
teniendo en cuenta la transferencia (Servicio 
Murciano de Salud, 2009), la relación entre persona 
y terapeuta conforman el componente principal; 
igualmente, se encuentran basadas en el modelo 
una gran variedad de estrategias que incluyen la 
actividad exploratoria dirigida al insight o la 
actividad de apoyo o directiva, aplicadas con 
flexibilidad, trabajando con la transferencia, pero 
con terapeutas que usan una técnica menos estricta 
de Calidad 
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid, 2009, p. 86). 
De otra manera, Jiménez et al. (2004; 
Citando a Hogarty, Kornblith, Greenwald, DiBarry, 
Cooley & Flesher, 1995), proponen que la Terapia 
Personal (PT), potencia la prevención de recaídas y 
reintegración social, por medio del desarrollo de la 
conciencia de la enfermedad en el paciente 
esquizofrénico. Este tipo de terapia pretende 
acomodarse al trastorno neurocognitivo subyacente, 
minimizando el potencial efecto iatrogénico de la 
medicación antipsicótica de mantenimiento, 
controlando las fuentes de sobreestimulación 
ambiental, y desarrollando la terapia cuando la 
gestión de la crisis ha terminado y la estabilidad 
et al. 2004, p. 7), 
donde se incluyen el aprendizaje de habilidades de 
control emocional y la asunción progresiva de 
responsabilidades y actividades ocupacionales.
 Arteterapia / Terapias expresivas 
Las t
utilización de mecanismos de simbolización, 
comunicación y expresión mediante canales verbales 
o no verbales (expresión artística, musical o 
corporal) y diferenciadas en su finalidad y 
metodología de las actividades ocupacionales. 
Incluye modalidades terapéuticas como arteterapia, 
(Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud 
del Ministerio de Sanidad y Consumo de Madrid, 
2009, p. 98). 
El asociar y relacionar los tratamientos de la 
esquizofrenia y el arte, Sanz y Del Rio (2010) 
afirman que: 
 
La actividad artística es una actividad propia del ser 
humano independientemente de su estado de salud, por 
ello, al introducirla dentro de un marco terapéutico 
procura un espacio para la normalidad (diferenciándose 
de otras posiciones terapéuticas que tienen sentido en 
función del tratamiento de la enfermedad); movilizando 
capacidades y recursos expresivos, comunicacionales y 
adaptativos que están en el paciente, haciéndolos visibles, 
y poniéndolos en acción; aprovechándolos para su propio 
desarrollo personal (p. 8) 
 
De igual manera, estos autores comentan 
que: 
 
El marco en el que se desarrolla la actividad artística es el 
espacio, no el tiempo; la imagen creada se inscribe en un 
espacio que es a la vez realidad y ficción, configurado 
como sí, capaz de acoger casi cualquier cosa, proveniente 
de la realidad exterior y/o del universo interno del artista. 
Un lugar intermedio de realidad que actúa como 
depositario de la mirada tanto como del gesto, donde 
explorar, experimentar, atreverse, construir o transformar, 
cuyos límites se encuentran bien asentados; que se puede 
abarcar, manejar y controlar, transformar, destruir, etc.; y 
desde el cual es posible imaginar y construir nuevas 
formas vinculares. (Sanz & Del Rio, 2010, p. 10). 
La terapia de tipo artístico inició su 
desarrollo en los talleres artísticos en países de 
 Montaño, L. M., Nieto, T.Y. & Mayorga, N. 102 
 
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Europa y Estados Unidos, y nace con la vocación de 
hacer posible el desarrollo de procesos terapéuticos 
significativos a través del arte. Con el paso del 
tiempo, este tipo de disciplina se ha desarrollado y 
consolidad cada vez más apoyada tanto en la 
práctica como en la teoría por diversos autores e 
investigadores, siendo actualmente utilizada en un 
amplio espectro de la salud, especialmente en la 
salud mental (Fabres, 2011). 
Actualmente, existen publicaciones que dan 
a conocer la eficacia del arteterapia en el tratamiento 
de enfermedades mentales, y específicamente en la 
esquizofrenia, aunque Sanz y Del Rio (2010) 
comentan que el estudio realizado por Ruddy y 
Milnes en el año 2003, con el título Art therapy for 
schizophrenia or schizophrenia-like illnesses 
(Arteterapia para la esquizofrenia o las enfermedades 
similares a la esquizofrenia) y el cual tiene como 
objetivo revisar los efectos de este tipo de terapia 
como tratamiento adyuvante para la esquizofrenia 
en comparación con la atención estándar y otras 
intervenciones psicosociales, se concluye que en ese 
momento, existen diferentes dudas acerca de la 
eficacia comprobada, más allá de lo experimental, 
además de que no está claro si esta terapia puede 
traer mejorías con respecto al estado mental, a las 
relaciones interpersonales o a las redes sociales del 
sujeto (Sanz & Del Rio, 2010). 
Sin embargo, estudios y publicaciones 
posteriores, tales como El organismo londinense 
National Institute for Clinical Excellence National 
(NICE), La Guía de Práctica Clínica sobre la 
Esquizofrenia y el Trastorno Psicótico Incipiente, Los 
Cuadernos de Psiquiatría Comunitaria y El Hospital 
Psiquiátrico de Madrid, bajo el título de «Arte y 
Psiquiatría», afirman que el adecuado progreso que 
ha tenido este tipo de terapia a lo largo del tiempo 
recoge una panorámica del pensamiento actual 
acerca de las posibilidades y características del arte 
como medio terapéutico (Sanz & Del Rio, 2010). A 
transforma así en representación dramática de la 
intención creativa del sujeto. Es en esta duplicidad 
donde encontramos la eficacia terapéutica de esta 
, 2008, p. 15, citado por 
Fabres, 2011, p. 10). Además, el Plan de Calidad 
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de 
Sanidad y Consumo de Madrid (2009), manifiesta 
que la musicoterapia funciona como complemento a 
la intervención estándar, ayudando a los individuos 
diagnosticados con esquizofrenia a mejorar su estado 
mental, pero depende del número de sesiones 
llevadas a cabo. 
Cabe mencionar que la musicoterapia es un 
método terapéutico que utiliza la interacción con la 
música para ayudar a que las personas con 
enfermedades mentales graves desarrollen adecuadas 
relaciones y aborden temas y cuestiones que 
probablemente mediante el uso único de palabras no 
pueden expresar (Gold, Heldad, Dahle & Wigram, 
2008). 
El a
trabajo un marco de normalidad, toda vez que la 
creación artística es natural a todo ser humano, 
además de desarrollarse dentro de un espacio, día y 
de terapia es utilizado por terapeutas ocupacionales, 
personal de enfermería, psicoterapeutas y psiquiatras 
como complemento de los diferentes dispositivos 
terapéuticos, en donde sus aplicaciones más usuales 
son la vía de descarga y/o relajación, material 
proyectivo, instrumento diagnóstico, herramienta 
rehabilitadora, vía de desarrollo de la creatividad, 
actividad de ocio o esparcimiento y vía de expresión 
o comunicación personal (Sanz & Del Rio, 2010), 
arteterapia como disciplina, y la necesidad de 
encontrar vías de trabajo diferentes para el 
tratamiento de la enfermedad han ido configurando 
una panorámica muy diversificada, mediatizada por 
las diferentes orientaciones teóricas de base: 
psicoanalítica, cognitivista, conductista y humanista 
de igual manera, ellos afirman que: 
 ESQUIZOFRENIA: TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS 103 
 
 
 
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En la rehabilitación priman los aspectos relativos al 
desarrollo cognitivo, social y/o psicomotor, por lo que la 
actividad artística, cuando se utiliza, sirve como medio 
para favorecer procesos perceptivos, atencionales, 
comprensivos, etc., o motrices, a través de acciones como: 
cortar, pegar, rellenar, copiar, discriminar, etc. (p. 9). 
 
Carl Jung impulsó la producción artística 
como complemento para el proceso terapéutico, 
haciendo uso de mandalas, los cuales consisten en 
y puede ser visto como un modelo de la estructura 
organizati F., p. 15). 
Así mismo, Zurrón explica que un mándala se funda 
en colorear representaciones geométricas 
concéntricas, las cuales se organizan en niveles 
visuales, donde el paciente le da su propio 
significado y demuestra una representación de su 
vida. 
Cabe mencionar que según Fabres (2010) 
simbolización está inhibida y la capacidad de 
abstracción como función cognitiva superior está 
de la obra por parte del paciente y revisar lo que allí 
ha plasmado en un espacio no amenazador, siendo 
2010, p. 15). 
En relación a la implementación de este 
tipo de terapia, Sanz y Del Rio (2010) afirman que 
para producir y generar un cambio o un 
movimiento de transformación es necesario que el 
grado de implicación permita un cierto 
distanciamiento, ya que si no existe 
distanciamiento, se corre el riesgo de convertir el 
trabajo artístico en un correlato sintomático, en 
donde se produce la obra como una especie de 
extensión de la enfermedad. En la reintegración 
social de pacientes diagnosticados con esquizofrenia 
a través de la creación del arte, el reconocimiento de 
sus obras puede contribuir a las mejoras en su 
enriquecimiento personal, ya que éstas les genera 
confianza en sí mismos (Domínguez, 2005). 
 
Conclusiones 
Teniendo en cuenta que el fin del 
psicoterapeuta es mejorar la calidad de vida del 
paciente, Sañudo, Herrero, Lamas y Franco (2010), 
postulan que el método terapéutico debe sobrepasar 
la sola desaparición de un trastorno, sino que 
también se debe mejorar la percepción de un 
individuo sobre la propia situación y, de esta 
manera, poderlo integrar al entorno social. Además, 
se ha de tener en cuenta lo expuesto por el Plan de 
Calidad para el Sistema Nacional de Salud del 
Ministerio de Sanidad y Consumo (2009), donde se 
la enfermedad, entendida como recuperación del 
funcionamiento autónomo y de integración 
comunitaria, y no sólo como la estabilización de 
 
Según un Programa específico de 
esquizofrenia, desarrollado por la Secretaria de Salud 
una enfermedad crónica, incurable, pero controlable 
cuyo pronóstico varía en relación con la asistencia, el 
tratamiento oportuno, el abordaje multidisciplinario 
y los esfuerzos que se hagan en el campo de la 
Dernovsek et al. duda, 
la esquizofrenia es un trastorno de tratamiento muy 
caro debido a la gran carga no sólo sobre los 
pacientes, sino también sobre sus cuidadores, el 
 
Sin embargo, hay que tener en cuenta que 
ha pacientes que no mejoran con los tratamientos 
que se aplican convencionalmente y que por lo tanto 
exigen un reto (Quintero, 2011), por ello en la 
psicoterapia, junto con la colaboración de otros 
profesionales, se debe ser cuidadoso y autentico y 
desarrollar su habilidad en la labor psicoterapéutica. 
abordaje estará determinado tanto por el paciente, 
 Montaño, L. M., Nieto, T. Y. & Mayorga, N. 104 
 
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su situación clínica, necesidades, capacidades y 
preferencias, como por los recursos existentes en un 
 de Calidad para el Sistema 
Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y 
Consumo, 2009, p. 77). En relación con las 
intervenciones mencionadas en el presente artículo, 
evidencia sólida para la eficacia de estos enfoques a 
nivel general, lo que sugiere su aplicación en la 
quien decide el enfoque a seguir, y trabaja con un 
estilo propio con el fin de mejorar la calidad de vida 
del consultante. 
A partir de Petkari (2010; citando a 
Nasrallah et al. 2005) se considera que la efectividad 
a largo plazo de las intervenciones realizadas por el 
clínico consiste en cuatro factores de la vida del 
psicótica, el afrontamiento de los efectos secundarios 
provocados por la terapia farmacológica, el reajuste 
del impacto de la enfermedad para la persona y su 
entorno y la mejora del funcionamiento y de la 
 
 
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