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AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 1 Economía ¿Qué le aporta la agroindustria a la economía argentina? Guido D’Angelo – Tomás Rodríguez Zurro – Emilce Terré En el 2020, el sector agroindustrial representó 1 de cada 5 pesos de recaudación de impuestos del Estado Nacional, 1 de cada 5 puestos de trabajo y 2 de cada 3 dólares que ingresaron al país en concepto de exportaciones. Además, dio cuenta del 17% del PBI. ESTADÍSTICAS Monitor de Commodities Panel de Capitales Termómetro Macro Economía Radiografía del polo agroindustrial exportador del Gran Rosario Emilce Terré - Javier Treboux Realizamos una nueva encuesta sobre terminales portuarias y fábricas del Gran Rosario, lo que nos permite dimensionar la infraestructura de la zona. Capacidades agregadas de crushing, almacenamiento, recibo y despacho de mercadería en este informe. Economía Virtudes y desafíos de la industria aceitera argentina Bruno Ferrari - Emilce Terré En el siguiente artículo se presenta un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) de la industria aceitera argentina con miras en los desafíos que se tienen de cara al futuro para el sector agroindustrial. Economía Debido a la pandemia, la inversión del sector agroindustrial cayó en el 2020 Julio Calzada – Federico Di Yenno La inversión del sector agroindustria se estima en U$S 8.480 millones anuales en 2020, un 7% por debajo del año precedente debido a la cuarentena. Comprende erogaciones en construcciones, maquinarias y equipos de transporte. Economía Evolución de la industrialización de soja en Sudamérica Patricia Bergero - Desiré Sigaudo Con 140 plantas, el cono sur procesa el 30% de la oleaginosa del mundo. La región continúa liderando las exportaciones de harina y aceite de soja, que tienen un gran peso en el comercio exterior de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Economía Capacidades de la ganadería argentina y sus encadenamientos con la agroindustria Alberto Lugones – Terre Emilce Repaso del desempeño del sector ganadero de Argentina como demandante de la producción granaria nacional y comparación con grandes productores de commodities agrícolas y ganaderos. Economía ¿Cómo viene la industria láctea argentina? Julio Calzada - Guido D’Angelo – Emilce Terré La producción primaria de leche, junto con la elaboración de productos lácteos, vienen retomando la senda de crecimiento en Argentina. Perspectivas y oportunidades en el comercio exterior. El rol protagónico de la provincia de Santa Fe. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 2 Economía ¿Qué le aporta la agroindustria a la economía argentina? Guido D’Angelo – Tomás Rodríguez Zurro – Emilce Terré En el 2020, el sector agroindustrial representó 1 de cada 5 pesos de recaudación de impuestos del Estado Nacional, 1 de cada 5 puestos de trabajo y 2 de cada 3 dólares que ingresaron al país en concepto de exportaciones. Además, dio cuenta del 17% del PBI. Resumen ejecutivo El campo y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias aportaron 1 de cada 5 pesos recaudados por el Estado Nacional en concepto de impuestos en el año 2020. Además, el 18,5% del empleo privado en Argentina está vinculado a las cadenas agroindustriales. Así, casi 1 de cada 5 puestos de trabajo son directa o indirectamente creados por el sector primario y sus industrias relacionadas. Como tradicionalmente lo hace, uno de los aportes más importantes de la cadena agroindustrial a la economía argentina es la generación de dólares genuinos a través de sus exportaciones. Éstos contribuyen a apuntalar el equilibrio externo del país y estabilizar el valor del dólar. En el 2020, la agroindustria generó el 70% de los dólares que ingresaron al país en concepto de exportaciones, además de mostrar uno de los menores contenidos importados en las ventas al exterior. En cuanto al aporte para recuperar la actividad económica luego del fatídico año 2020, las industrias relacionadas al agro disponen de importantes efectos multiplicadores sobre la economía en sus diversos eslabones. Se estima que por cada $1 que sube la demanda de bienes �nales del sector Agricultura, silvicultura y pesca, la actividad económica crece en $1,64; en tanto que por cada $1 de incremento en la demanda de productos alimenticios y bebidas la actividad económica crece $ 2,14, de acuerdo con la matriz insumo-producto desarrollada para Argentina por la OCDE. Finalmente, si bien el Valor Agregado Bruto (VAB) de la cadena agropecuaria cayó un 5% en el 2020, la participación del agro en el PBI creció al 17%, un máximo en más de 20 años. Sucede que si bien cadenas como trigo, maíz, producción porcina, entre otros, evidenciaron un crecimiento en el valor que agregan, éstos no logran compensar la caída del complejo soja, dada la mayoritaria participación de esta última en el total sectorial. Pese a ello, la producción y comercialización de productos agroindustriales es por de�nición una actividad esencial, manteniéndose operativa incluso en aquellos momentos donde otras actividades del entramado productivo nacional se veían afectadas por las medidas adoptadas para limitar el avance de la pandemia. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 3 Introducción El sector primario y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias argentinas se erigen como un sector fundamental en la economía argentina. Con una tradición que se remonta a tiempos precolombinos, este amplio universo engloba actividades agrícolas, ganaderas, forestales, pesqueras, frutihortícolas, entre otras economías regionales. Además, la agroindustria incluye a la comercialización e industrialización de sus productos para abastecer las necesidades de una creciente población mundial. El agro se erige como el medio de vida de gran parte de la población argentina, siendo un creador de trabajo con una visión federal. El cuidado del suelo, la búsqueda de nuevos y mejores modos de producir y la adopción de tecnología caracteriza la actividad de estos cientos de miles de habitantes que a lo largo y ancho del país permiten generar los bienes necesarios para cubrir las necesidades alimentarias y farmacéuticas, entre otras, para millones de personas en todo el mundo. El presente artículo busca cuanti�car cuál es el aporte que hace la agroindustria a la economía argentina en impuestos, empleo, ingreso de dólares, actividad económica y valor agregado, entre otras. I. El campo y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias aportaron 1 de cada 5 pesos recaudados por el Estado Nacional en el 2020, por un total de $ 1.500 millones o US$ 20.940 millones. En el año 2020 el campo y las cadenas agroalimentarias y agroindustriales en nuestro país/1 generaron una recaudación tributaria para el Estado Nacional de $ 1.474.788 millones, según estimaciones propias. Ello equivale a US$ 20.940 millones tomando el tipo de cambio o�cial promedio para dicho año. Considerando que la recaudación anual reportada por la Administración Federal de Ingresos Públicos totalizó $ 7,2 billones en el 2020, el campo y las cadenas AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 4 agroindustriales habrían representado un 20,4% del total, es decir, 1 de cada 5 pesos ingresados a las arcas del Estado Nacional. De esta manera, el sector permanece en su rol clave para el sostenimiento de las �nanzas públicas, manteniendo la misma proporción sobre el total recaudado estimado para el año 2019 (Informativo Semanal N° 1973 – 25 de septiembre de 2020). Cabe aclarar que este cálculo no incluye a los impuestos recaudados por las jurisdicciones provinciales ni municipales, sino que sólo abarca la recaudación del Estado Nacional. El impuesto de mayor incidencia dentro de la tributación del sector es, al igual que en el 2019, el IVA, que representa el 32,3% del total aportado por el sector. Ello es, $ 476.297 millones. Le siguen los Aportes y Contribuciones de la Seguridad Social, que explican $ 332.226 millones, equivalente a 22,5% de la recaudacióntotal. El tercer puesto del podio lo cierran los Derechos de Exportación, explicando el 22,5% el total recaudado, unos $ 331.506 millones. Un aspecto notorio es la caída en los Derechos de Exportación, tanto en términos absolutos, como tomado como proporción sobre el total recaudado respecto del año 2019. En aquel entonces, los DEX representaron el 31% del total aportado por el sector ($358.070 millones), considerablemente por encima del 22,5% estimado para el 2020 ($ 331.506 millones). Esto se debe a la forma en que las “retenciones” son liquidadas. Independientemente de cuándo sean efectivamente exportados los distintos productos, los DEX se pagan a los 5 días de declarada la venta al exterior. En el año 2019 ocurrió que, ante la incertidumbre política causada por el año electoral, se registró un elevado volumen de Declaraciones Juradas por Ventas al Exterior (DJVE) de mercadería de la cosecha nueva, es decir, por adelantado, lo cual “in�ó” la recaudación por DEX para aquel año. Pero también tuvo otro efecto, el de reducir el volumen de DJVE para el 2020 (dado que gran parte de la mercadería ya se había vendido anticipadamente), y, consecuentemente, reducir la recaudación por derechos de exportación. https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/el-campo-y-2 AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 5 A pesar de esta caída en la recaudación por DEX, la participación del campo y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias en la recaudación del Estado Nacional se mantiene en igual proporción a la del año 2019. Esto se explica por el incremento en la participación del Valor Agregado Bruto (VAB) del sector sobre el VAB nacional que tuvo lugar en el 2020. La irrupción de la pandemia y las medidas de restricción a la circulación impuestas para frenarla decantaron en una fuerte caída en la actividad económica. Sin embargo, al ser consideradas esenciales, las actividades relacionadas al campo, la elaboración y el comercio de alimentos no experimentaron un derrumbe de la magnitud que sí exhibió el resto de las actividades. Según datos del INDEC, el VAB nacional en pesos corrientes creció 15,7% entre 2019 y 2020. Sin embargo, el VAB del sector (producción primaria, producción y comercio de alimentos, transporte, servicios conexos y producción de maquinaria agrícola) en pesos corrientes creció 37% en el mismo período. Esta mejor performance relativa llevo a un incremento en el peso del VAB del sector sobre el VAB nacional, que pasó de 19,5% en 2019 a 23,1% en 2020. Por último, en el siguiente cuadro se muestran los principales resultados obtenidos en nuestras estimaciones en una tabla resumen, que permite distinguir el impacto para cada eslabón por cada tipo de tributo. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 6 II. El 18,5% del empleo privado en Argentina está vinculado a las cadenas agroindustriales. Así, casi 1 de cada 5 puestos de trabajo son directa o indirectamente creados por el sector primario y sus industrias relacionadas. El total de empleo estimado generado por las cadenas agroindustriales y agroalimentarias en el 1er trimestre de 2021 fue de 3.139.108 puestos de trabajo, lo que signi�ca el 18,5% del empleo privado del país. De este total, 1.281.079 personas (el 41%) están empleadas en el sector primario, 1.108.101 lo están en el sector secundario (el 35%), 512.517 (el 16%) en el comercio mayorista y/o minorista de productos alimentarios y 237.411 (el 8%) personas están empleadas en el transporte de cargas. Además, otro aspecto interesante de analizar es qué proporción del empleo representan dentro de cada uno de los sectores de actividad económica informados por el INDEC. De la producción primaria, el 93% de los ocupados corresponden a las cadenas agroindustriales y agroalimentarias. Del sector manufacturero, el 44% del empleo del está AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 7 relacionado a los complejos agroindustriales, mientras que el 14% del empleo en el comercio mayorista y minorista es atribuible a las cadenas agroindustriales. Por último, el 21% del empleo en el sector transporte está asociado directa o indirectamente a las cadenas agro. III. Dólares genuinos: la agroindustria generó el 70% del ingreso de dólares al país en el 2020, la participación más alta en más de 30 años. Hace décadas el agro viene haciendo punta en las cuentas externas argentinas, recogiendo los frutos de sostenidas inversiones en tecnología y desarrollos productivos. En este marco, los diversos complejos del agro disponen de una fuerte competitividad externa, lo que las convierte en cadenas productivas muy resilientes a las diversas tempestades que emergen en el mundo globalizado. En los últimos años, la participación de los complejos agroindustriales en las exportaciones ha crecido sostenidamente de la mano de un progresivo crecimiento en la producción primaria y de manufacturas de origen agropecuario, al tiempo que cayeron las exportaciones de manufacturas de origen industrial. En el 2020, la participación conjunta de los productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario (MOA) alcanzó un máximo que no se veía desde 1988. Además de las tres principales cadenas de Soja, Maíz y Trigo, los complejos Carnes y cueros bovinos, Girasol, Cebada y Lácteos muestran una destacada performance exportadora en los últimos meses. La elevada competitividad internacional y sostenida inserción externa permite sostener a la Argentina como primer exportador mundial de harina y aceite de soja, segundo exportador global de sorgo, tercer exportador de maíz, poroto de AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 8 soja y aceite de girasol, entre otros podios en los que nuestro país se destaca en el mundo. El sector agropecuario, parcialmente aglomerado en la cuenta Agricultura, Silvicultura y Pesca de las cuentas nacionales, reviste una importancia fundamental al aportar divisas para la sostenibilidad de las cuentas externas argentinas. En este sentido, además de su importantísima participación exportadora, el contenido importado de las exportaciones de este sector se ubica apenas en torno al 4%. Este guarismo es notoriamente menor al promedio general de la economía, casi del 7%. Además, se encuentra aún más lejos de las proporciones de importaciones de algunas ramas manufactureras con elevados eslabonamientos con el exterior. Muchos complejos manufactureros del agro también pueden encontrarse agrupados en el sector Productos alimenticios, bebidas y tabaco, que también dispone de un porcentaje de contenido importado menor al 5%. Este elevado nivel de exportaciones netas de las cadenas agroalimentarias argentinas da oxígeno a la balanza de pagos. La muy pequeña proporción de importaciones sólo es inferior en algunos sectores de servicios, por de�nición no transables, como los servicios �nancieros, educación, hotelería y actividades inmobiliarias. IV. Las industrias agro y sus multiplicadores sobre la economía El sector agropecuario también cumple un rol fundamental en el estímulo de actividad económica. Por cada $1 que sube la demanda de bienes �nales del sector Agricultura, silvicultura y pesca, la actividad económica crece en $1,64, de acuerdo con la matriz insumo-producto desarrollada para Argentina por la OCDE. Esto se debe a los múltiples AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 9 encadenamientos y efectos multiplicadores que genera el sector en el resto de la economía. Como referencia, este valor se encuentra por encima de los efectos que genera la administración pública y la mayoría de los sectores de servicios. Los efectos multiplicadores son aún mayores en el sector Productos alimenticios y bebidas. Se estima que por cada $1 de incremento en la demanda de este tipo de bienes, la actividad económica crece $ 2,14 exhibiendo por tanto mayor dinamismo para impulsar el crecimiento de la economía que sectores como textiles, construcción,farmacéuticos y de productos electrónicos, entre otros. V. Pese a la caída del 5% en el Valor Agregado Bruto de la cadena agropecuaria en el 2020, la participación de la agroindustria en el PBI argentino creció al 17%, un máximo más de 20 años. El dramático año 2020, cuando el mundo debió enfrentarse a una pandemia de dimensiones no vistas en 100 años, signi�có un duro golpe actividad económica global. El desplome del petróleo arrastró consigo a los biocombustibles, y muchos proyectos de inversión quedaron relegados a la espera de un panorama más alentador. El sector agroindustrial no resultó ajeno al contexto global, y el Valor Agregado Bruto (VAB) de la cadena agropecuaria sufrió un revés del 5%, tal como muestra el grá�co adjunto. Sin embargo, por ser una actividad esencial, esta caída es signi�cativamente menor a la que sufrieron otras actividades, resultando en un incremento en la participación del agro en el Producto Bruto Interno argentino. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 10 Respecto al VAB agropecuario en el 2020, la cadena de la soja (la más importante de las cadenas agro) explica gran parte de esta caída. Menor intención de siembra, dé�cit hídrico, menos producción, y la complicada situación de la industria del biodiesel en plena pandemia contribuyen a explicar este resultado. De cualquier modo, de acuerdo con el elocuente trabajo de Lódola y Picón (2021), la participación de las cadenas agro en la economía nacional trepó al 17% del PIB en 2020, el nivel más alto que consta en los registros, que comienzan en 2002. De cara al futuro, con buenas perspectivas de recuperación, el 2021 promete ser un año de crecimiento económico y exportaciones al alza para las cadenas agroalimentarias del país. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 11 /1 Nota metodológica: se cuentan entre las cadenas agroalimentarias y agroindustriales a las cadenas de oleaginosas y cereales, harinas, aceites y demás derivados de su industrialización; el sector bovino, porcino, avícola, lácteo, algodonero, pesquero, forestal, la industria del tabaco, el sector frutícola, hortícola, y las producciones agroindustriales correspondientes a las economías regionales. Además, se analizaron seis eslabones que forman las Cadenas Agroindustriales: el sector primario, el sector secundario (manufacturas de origen agropecuario), el sector comercial, el sector transporte, el sector de maquinaria agrícola y los servicios conexos a la actividad. Por su parte, los impuestos considerados fueron los de mayor incidencia recaudatoria para el Gobierno Nacional: Impuesto al Valor Agregado, Derechos de Exportación, Impuestos a las Ganancias de Sociedades y Personas Físicas e Impuestos a los Débitos y Créditos bancarios. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 12 Economía Radiografía del polo agroindustrial exportador del Gran Rosario Emilce Terré - Javier Treboux Realizamos una nueva encuesta sobre terminales portuarias y fábricas del Gran Rosario, lo que nos permite dimensionar la infraestructura de la zona. Capacidades agregadas de crushing, almacenamiento, recibo y despacho de mercadería en este informe. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 13 La región del Gran Rosario destaca como el polo industrial-exportador de cereales y productos de los complejos oleaginosos más importante de nuestro país, y uno de los más importantes del mundo. En el año 2020, tan solo de los puertos de la zona se exportó un total bruto de 70 millones de toneladas (Mt) de granos, harinas y aceites. Durante ese año, desde las terminales portuarias ubicadas en el Up-River, se embarcaron el 70% de los granos, el 96% de los aceites vegetales y el 96% de las harinas que exportó el país, por un valor aproximado de US$ 20.000 millones, lo que equivale al 37% de las exportaciones de Argentina en todo el año. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 14 Históricamente, Rosario ha sido el epicentro de la ubicación de los puertos graneleros, consecuencia de su privilegiada ubicación geográ�ca. Por un lado, la cercanía con una de las regiones más productivas para el cultivo de cereales y oleaginosas del mundo, y por el otro, los bene�cios topográ�cos que presenta la vera barrancosa del Rio Paraná por estas latitudes para la carga a granel de las embarcaciones. Sobre estas características naturales propias, una serie de inversiones en dragado, logística, recursos humanos e infraestructura productiva que se dieron desde la década del ’90 terminaron de potenciar a la región del Gran Rosario como un polo industrial-exportador clave en el comercio mundial de productos agrícolas y derivados. Desde el Departamento de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, llevamos adelante una encuesta a las empresas que operan en el área. A continuación, daremos cuenta de las capacidades agregadas de las terminales portuarias y fábricas de la zona para el recibo de granos, el almacenamiento de los mismos, el procesamiento y el embarque de productos de los complejos agroindustriales. I) CAPACIDAD DE RECIBO DE MERCADERÍA POR CAMIÓN, TREN Y BARCAZA DATO: Las terminales portuarias del Gran Rosario cuentan con una capacidad de recibo de 539.100 toneladas de mercadería diaria por camión, 129.000 t vía barcaza y 112.700 t a través del sistema ferroviario. El gran a�uente de granos que desde las zonas productoras nacionales llega al Gran Rosario, genera la necesidad de contar por parte de los integrantes de la cadena agrícola con un aceitado sistema logístico de transporte que garantice el orden en las actividades y que aporte soluciones a la necesidad de las dos partes: la del productor de poder enviar a puerto o a plantas cuando necesite, y la de los compradores de recibir esa mercadería en tiempo y forma. Las terminales portuarias y plantas del Gran Rosario cuentan con tres vías principales para recibir los granos que industrializarán y/o embarcarán hacia nuestros destinos de exportación: las instalaciones para recibo y descarga de camiones, los accesos ferroviarios para recibir vagones de carga, y los muelles barcaceros para el recibo de mercadería por vía �uvial. En un buen año de cosecha, pueden llegar al Gran Rosario por distintos modos de transporte más de 70 millones de toneladas de granos y derivados. Según los datos al 2020, aproximadamente el 86,5% de la mercadería habría ingresado por camión, el 12,5% a través del sistema ferroviario, 1% a través de barcazas. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 15 Actualmente, las terminales cuentan con capacidad para recibir alrededor de 18.970 camiones diarios, lo que representa un total aproximado de 570 mil toneladas por día que pueden ingresar a través de la vía más usada en el comercio de granos en nuestro país. A su vez, 14 terminales cuentan con acceso ferroviario para recibir mercadería a través de este medio. En total, se estima que se podrían recibir unas 112.000 toneladas diarias por tren, suponiendo la operatividad en las plantas al máximo de su capacidad. Por último, varios de los puertos del Gran Rosario cuentan con infraestructura para recibir barcazas con mercadería, que suele provenir desde Bolivia, Paraguay y Brasil, así como también desde los puertos argentinos localizados sobre el Río Paraná y Paraguay. Actualmente, 13 terminales portuarias cuentan con muelles barcaceros, con una capacidad teórica de recibo y descarga de convoyes de barcazas por un total de 129.000 toneladas diarias. En total, entonces, tenemos que las terminales portuarias del Gran Rosario pueden recibir por los distintos medios de transporte mencionados un total de 780.800 toneladas diarias de mercadería, o, suponiendo un ciclo operativo de 330 días al año, de 257 millones de toneladas de productos. II) CAPACIDAD DE ALMACENAJE DE GRANOS, ACEITES Y SUBPRODUCTOS DATO: Las terminales del Gran Rosario concentran el 73% de la capacidad de almacenamiento de sólidos de todos lospuertos graneleros del país las terminales portuarias del Gran Rosario cuentan –en conjunto- con una capacidad de almacenaje de granos (en silos o estructuras �jas) de aproximadamente 6.606.000 toneladas. La capacidad de almacenaje en subproductos (harinas y pellets) ascendería a 2.374.000 toneladas y la de aceites vegetales a 994.100 toneladas. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 16 Según releva el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el total de la capacidad de capacidad de almacenamiento de solidos en el Gran Rosario representaría el 73% de la capacidad total de almacenamiento de puertos cerealeros en el país (12.060.670 toneladas). III) CAPACIDAD DE PROCESAMIENTO DE OLEAGINOSAS EN PLANTAS Y PLANTAS-PUERTO DATO: En el Gran Rosario existen 20 fábricas procesadoras de oleaginosas, que poseen una capacidad instalada de 165.800 toneladas diarias. Esto representa el 80% de la capacidad de crushing total del país En la zona de in�uencia del Gran Rosario se encuentran localizadas 20 fábricas procesadoras de soja y girasol, 12 de las cuales cuentan con instalaciones portuarias. Es necesario aclarar que contamos para este cálculo fábricas de zonas aledañas como Chabás y San Jerónimo Sud que, si bien no se encuentran dentro del aglomerado, se entienden dentro de su zona de in�uencia. De acuerdo a nuestro relevamiento y tomando en cuenta otros informes como el que provee la Corredora-Broker J.J. Hinrichsen S.A., en Argentina el total de capacidad teórica de procesamiento diaria de oleaginosas es de aproximadamente 204.000 toneladas diarias, de las cuales casi el 80% se encuentra en la zona de in�uencia del Gran Rosario, donde se cuenta con plantas capaces de industrializar 165.800 toneladas por día. Esto nos da una capacidad de procesamiento anual de aproximadamente 54,7 Mt en el total de la zona. La escala productiva varía ampliamente entre las fábricas de la zona, con la de menor capacidad pudiendo procesar unas 300 toneladas de oleaginosas por día, con la mayor fábrica ostentando una capacidad de molienda cercana las 33.000 toneladas diarias. El 85% de la capacidad de molienda e industrialización de esta área se encuentra en plantas con puerto anexo sobre el Río Paraná, y solo el 15% se encuentra en plantas exclusivamente procesadoras, lo que da cuenta del per�l fuertemente exportador de esta actividad fabril. IV) CAPACIDAD DE CARGA EN BUQUES AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 17 DATO: Las terminales del Gran Rosario cuentan con instalaciones capaces de embarcar 50.350 toneladas de grano por hora, 28.450 toneladas de subproductos, 14.250 toneladas de aceite y 5.800 toneladas de biodiesel. Según nuestro relevamiento, se calcula que las terminales del Gran Rosario tienen capacidad para embarcar 50.350 toneladas de grano por hora, 28.450 toneladas de subproductos, 14.250 toneladas de aceite y 5.800 toneladas de biodiesel. Suponiendo un régimen de trabajo de 10 horas diarias de estas terminales, en un ciclo operativo de 330 días al año, podemos estimar que desde los puertos de la región podrían embarcarse 166 Mt de granos, 94 Mt de subproductos, 47 Mt de aceite y 19 Mt de biodiesel. Dos aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de analizar las características de las terminales portuarias son la eslora máxima permitida y el calado, lo que de�nirá que clases de buque pueden ingresar al área y cuanto pueden ser cargados. En el cinturón portuario del Gran Rosario, la mínima eslora máxima permitida es de 230 metros, en tanto a la mayor eslora máxima permitida es de con 297 metros. En cuanto al calado usual de las terminales, la de mayor profundidad cuenta con 14,6 Mt (48 pies) de calado. Si tomamos en cuenta los datos de producción para la campaña 2020/21, podemos estimar que desde las terminales del Gran Rosario podrían embarcarse 1,3 veces la producción nacional de granos, 2,6 veces la producción de subproductos, 5,4 la producción de aceites, y 10 veces la producción de biodiesel. En los informativos subsiguiente se publicarán informes profundizando sobre cada uno de los aspectos mencionados en este artículo. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 18 Economía Virtudes y desafíos de la industria aceitera argentina Bruno Ferrari - Emilce Terré En el siguiente artículo se presenta un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) de la industria aceitera argentina con miras en los desafíos que se tienen de cara al futuro para el sector agroindustrial. Al analizar el sector agroindustrial argentino, uno de los pilares de la producción, agregación de valor y exportación es la pujante industria aceitera que ha logrado consolidarse en nuestro país desde �nales del siglo pasado hasta la actualidad. Al analizar los productos procesados por el cluster agroindustrial destaca en sobremanera el grano de soja con una participación aproximada del 92% del total seguido por el girasol con un guarismo mucho menor del 6%. Mientras que el maní, algodón, canola y lino representan en su conjunto menos del 1% del total. A continuación, se presenta una aproximación a un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) de la industria aceitera argentina. En base a lo comentado en el párrafo precedente, la centralidad se encuentra en el cultivo soja debido a la mayor participación relativa que presenta en el procesamiento total de la industria, aunque sin descartar la importancia de cada uno del resto de los productos que se destinan a la industrialización. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 19 Fortalezas 1. Capacidad de procesamiento Tal como se observa en el siguiente cuadro, Argentina cuenta con una gran capacidad de procesamiento de oleaginosas con 67,5 millones de toneladas anuales según datos de J.J. Hinrichsen y estimaciones propias para el año 2020. En comparación con otros países de la región, Argentina no cuenta con una gran cantidad de fábricas tal como registra Brasil, pero destaca su escala productiva ya que su capacidad de procesamiento medio por planta (5.387 t) es mucho mayor al resto de los países de la región. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 20 De esta forma, tal escala productiva sumado a otros factores como la cercanía de la producción a las fábricas con salida a la vía �uvial-marítima brindan una gran e�ciencia a la cadena de valor y competitividad internacional a las harinas y aceites vegetales argentinos. 2. Saldo exportable de aceites y harinas Al analizar la oferta exportable de los principales países productores de derivados oleaginosos que compiten con la producción argentina, nuestro país se caracteriza fundamentalmente por su bajo ratio de consumo local en comparación a la producción total de subproductos. En el caso de harina de soja la utilización interna es de solo el 10,6%, mientras que en aceite de soja el 26,4%. En el caso de los subproductos de girasol (harina y aceite), la utilización es mayor y cercana al 50%, respectivamente. A pesar de que Argentina no es el mayor productor de soja, el bajo consumo interno le permite ostentar un gran saldo exportable que convierte a nuestro país en el principal proveedor global de dichos subproductos. En el caso del girasol, un mercado mucho más pequeño dominado por Rusia y Ucrania, nuestro país se ubica en los primeros puestos también debido al saldo exportable que presenta en aceite, como así también en harina. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 21 3. Cercanía de la producción al cluster agroindustrial del Gran Rosario Respecto a la ubicación geográ�ca del conjunto de fábricas industrializadoras de oleaginosas, la mayor parte de la capacidad instalada se encuentra a la vera del Río Paraná en la región del Gran Rosario. Tal como se puede observar en el siguiente cuadro, el 80% de la capacidad instalada de la molienda de oleaginosas se encuentra en Santa Fe y casi en su totalidad en las localidades aledañasa Rosario. Bajo esta estructura fabril, un elemento de gran relevancia es la cercanía de la producción a tal zona industrial con foco en la exportación. Aproximadamente el 78% de la producción de soja de Argentina, el principal cultivo industrializado localmente, se encuentra dentro de un radio de 300 km de las fábricas portuarias que circundan el Gran Rosario, siendo esto y el per�l exportador de la industria lo que ha determinado fundamentalmente la localización de la mayor parte de las plantas aceiteras en la región. De esta forma, la gran escala productiva, la cercanía de la producción a las fábricas y al mismo tiempo a la salida exportadora, brinda al sector una gran fortaleza y competitividad a nivel internacional. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 22 Oportunidades 1. Proyección de precios favorables para harinas y aceites vegetales Siguiendo las proyecciones de FAO-OECD para el período 2021-2030, el precio de las oleaginosas y productos derivados presentaron un gran aumento en la segunda mitad de 2020, debido a que la demanda mundial aumentó más rápidamente que la oferta. Si bien se espera una corrección a la baja para los próximos años, se proyectan mejores perspectivas para la producción y la eliminación gradual de las restricciones logísticas al comercio relacionadas con el AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 23 COVID-19. A partir de entonces, se espera que los precios aumenten levemente en términos nominales, aunque se podría esperar cierta baja en términos reales hacia la tendencia a largo plazo. En cuanto a determinantes claves de las tendencias de precios de las oleaginosas, la perspectiva de un aumento del precio real del petróleo crudo y el crecimiento económico sostenido tras la recuperación de COVID-19 deberían respaldar el precio de las oleaginosas y subproductos de cara al año 2030, mientras que las continuas mejoras de productividad ejercerían una presión a la baja sobre los precios reales. 2. Tendencia al alza en el consumo global de carnes por encima del crecimiento poblacional Uno de los usos más importantes de las harinas vegetales es la alimentación animal. En este sentido, la evolución en la producción y el consumo de carnes es clave para pensar la demanda de dichos subproductos oleaginosos. Siguiendo las últimas proyecciones de FAO-OECD 2021-2030, se registran expectativas de un crecimiento importante del consumo de carnes para la década en curso lo cual sería un factor favorable a la producción y comercio de granos y harinas vegetales. Centrando el análisis en carne vacuna, de cerdo y aviar, se espera un aumento del 13,4% en el consumo total. A nivel de tipo de carnes, el mayor incremento relativo se obtendría en carne aviar (17,4%), seguido por carne de cerdo (13,1%) y luego carne vacuna (5,9%). AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 24 Entre los factores determinantes, el crecimiento de la población mundial es el principal impulsor del consumo de proteína animal, con una proyección de aumento del 11% para la década 2021-2030. En este sentido, el incremento en el consumo de carnes se encontraría por encima de este indicador, debido al fuerte aumento en el consumo de los países en desarrollo vinculado al incremento de los ingresos per-cápita. Debilidades 1. La alta capacidad ociosa de la industria A pesar de la gran apuesta de la industria aceitera en Argentina por incrementar su capacidad instalada fundamentalmente entre los años 2003 y 2013, no se ha tenido como contracara un incremento en igual proporción en la oferta de granos oleaginosos, sea doméstica como importada. Se recuerda la limitación a importar temporariamente grano de origen no argentino para ser procesado localmente y luego exportado como aceite y/o harina, limitación que funcionó como un incentivo al crecimiento de la industria aceitera en el país vecino de Paraguay. Se ha consolidado una tendencia al alza en la capacidad ociosa de la industria, llegando a un pico del 43% para la estimación del año 2020. Tal situación se presenta como una debilidad, al deber ponderar los altos costos �jos en un menor volumen de producción por la imposibilidad de las fábricas locales de disponer de una mayor cantidad de granos con objeto de ser industrializados, sea a través de la oferta de producción argentina o de países fronterizos, también productores de soja, mayoritariamente. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 25 En el caso especí�co del cultivo soja, en el siguiente grá�co se puede observar una caída importante en el ratio de crush (procesamiento) vs oferta total del grano factible para industrializar por campaña. En el ciclo 2021/22 se proyecta una ratio para tal indicador del 59,4%; es decir, el guarismo más bajo desde el ciclo comercial 1990/91. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 26 2. Altos derechos de exportación en aceites y harinas En cuanto a los límites a la exportación, se encuentran los derechos de exportación (DEX) que retraen valor agregado a los participantes de la cadena productiva. Las oleaginosas y subproductos más relevantes productivamente presentan alícuotas superiores a cero. El caso del complejo soja, es el que más afectado se encuentra con DEX que oscilan entre el 29% y el 33% dependiendo el producto. En el siguiente grá�co se puede observar la evolución histórica de dichos impuestos a la exportación para los principales productos exportados del complejo soja. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 27 Por otro lado, en el caso del complejo girasol, los derechos de exportación actuales se ubican entre el 4,5% y el 7% dependiendo del producto exportado al igual que en el complejo maní. Es importante recalcar que algunos subproductos de dichos complejos pueden tener un alícuota de 0% pero son los de menor importancia en materia de comercio exterior. Otra cuestión importante a recalcar es que existe una obligación por parte de los exportadores de liquidar dichos impuestos a la exportación al poco tiempo de realizar las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior, lo cual agrega un costo �nanciero importante en el negocio de exportación. Sumado a ello, la base imponible es el precio FOB o�cial y no el efectivamente concretado en la operación, lo cual puede generar implícitamente una alícuota de DEX aún mayor en caso de que el precio FOB o�cial di�era signi�cativamente por encima del FOB de las operaciones concretadas. 3. Estancamiento en la producción local de oleaginosas Un elemento de gran relevancia al momento de analizar la evolución en la industrialización de oleaginosas es el desempeño de la producción local, ya que de dicho total dependen en gran medida las posibilidades de procesamiento. Tal como se observa en el siguiente grá�co, la soja es la principal oleaginosa producida localmente y determinante en la tendencia productiva de los cultivos oleaginosos en su conjunto. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 28 Entre la campaña 1996/1997 y 2006/2007 la producción de soja tuvo un aumento colosal del 310%, lo cual motivó grandes inversiones de capital por parte de las industrias con objeto de incrementar la capacidad instalada de procesamiento desde el año 2003 hasta 2013 aproximadamente. En sentido, se puede suponer que se proyectaba una continuidad sostenida en el incremento productivo para alcanzar mayores niveles de molienda. No obstante, la producción se estancó ya que, si bien hubo un pico productivo en el ciclo 2014/15, en el caso de la soja la estimación productiva 2021/22 se ubica solo 3% por encima del ciclo 2006/07 y con un guarismo similar de crecimiento para el total de las oleaginosas cultivadas. Si se analizan los determinantes de la producción hay dos elementos fundamentales, el área sembrada y el rendimiento por hectáreas que se vincula en buena medida al clima y la tecnología empleada. En el caso de la soja, se observa es un gran crecimiento de la frontera agrícola desde1990 hasta el año 2015, con una posterior caída sostenida de la super�cie que se estima en el ciclo 2021/22 en 16,2 M ha y arribando a un mínimo de los últimos 15 años. Mientras que, por el lado de los rendimientos, no se presentaron grandes avances en términos históricos que permitan sostener los aumentos en la producción. En el período entre puntas 1990/91 vs 2021/22 se estima un aumento del rinde promedio por hectárea nacional de solo 28 % en comparación al 100% obtenido para el caso del maíz en el mismo período, siendo este un cultivo que compite directamente en el área a sembrar con la oleaginosa. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 29 De esta forma, la menor intención de siembra del cultivo sumado al bajo avance en los rendimientos se convierte en una amenaza para la industria aceitera en términos de oferta disponible para industrializar soja de cara al futuro. A tales factores, se debe añadir los desincentivos estructurales que generan los altos derechos de exportación, los cuales quitan rentabilidad al productor y hacen primar la siembra de otros cultivos. 4. Cambios regulatorios en la industria de los biocombustibles En el caso del aceite de soja, una fuente importante de consumo interno que tiene dicha producción es la elaboración de biodiesel. Tal producción de biocombustibles es clave en la continuidad de los encadenamientos productivos y agregación de valor de la industria aceitera. No obstante, recientemente ha dejado de estar en vigencia la Ley N°26.093, sancionada en el año 2006, la cual estableció el “Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles”. Tal regulación ha sido clave para la promoción del sector que, desde entonces ha establecido una tasa de corte entre gasoil y biodiesel que llegó a ubicarse al 10% y que recientemente se ha reducido al 5%, con posibilidad de recortarse hasta al 3% dependiendo de la situación de precios del aceite de soja. Tales cambios en las reglas de juego afectan el desarrollo de la industria y el fortalecimiento de la cadena de valor que el año pasado se vio muy afectada ante la falta de actualización de los precios de referencia para el caso de los biocombustibles para el mercado interno. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 30 En el siguiente grá�co, se puede observar que la situación de la producción en el período enero-julio de 2021 no ha mejorado en gran medida respecto del año 2020 con un volumen obtenido de 0,98 Mt de biodiesel. En comparación al año 2019, se observa una caída productiva del 20%. A su vez, ya se comienza a observar una mayor internacionalización de la producción debido a la imposibilidad de colocar grandes volúmenes de biodiesel en el mercado interno, con una participación de las exportaciones sobre la producción en el 80% y en máximos desde el año 2010. 5. Falta de infraestructura adecuada para el transporte de granos A nivel de infraestructura, los costos logísticos internos en Argentina tienen un peso importante para el productor, debido a la preponderancia del camión en el movimiento de los granos frente a otros medios de transporte más e�cientes como el tren o la vía �uvial para las distancias más largas. Si bien morigera el impacto la cercanía de buena parte de la producción respecto a los puertos de exportación, la mercadería que se encuentra más alejada - principalmente la proveniente del norte argentino - pierde una gran competitividad y rentabilidad sumado al impacto de los derechos de exportación sobre el productor lo cual tiene implicancias en los incentivos a sembrar granos. En el siguiente grá�co se observa como el camión ostenta una participación estimada del 86,4% en el transporte de granos hacia el Gran Rosario para el año 2020, con el ferrocarril un 12% y con una tendencia al alza respecto a años anteriores. En este sentido, los desarrollos realizados en las líneas de Trenes Argentinos, Cargas y Logística (TACyL) han sido importantes para aumentar el volumen transportado por dicho medio. Mientras que la vía �uvial, presenta una participación marginal en comparación a los otros medios de transporte. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 31 6. Tendencia histórica del contenido proteico de la soja argentina Un problema que se viene avizorando en la industria es la caída en la proteína de soja fundamentalmente en el caso de la harina, lo cual di�culta el cumplimiento de los estándares de comercialización internacionales situados en un 47-48% de tenor proteico lo cual termina aumentando los costos para acondicionar la mercadería. Para mayor información se puede visualizar el informe “La cadena de soja deja de ganar 575 millones de dólares por la baja en la proteína de soja en la campaña 20/21” publicado en la edición N ° 2.014 del Informativo Semanal. Se lo considera una debilidad, ya que tal tendencia en los estándares de la soja argentina le quita atractivo a los subproductos industrializados localmente en los mercados importadores y una pérdida de competitividad respecto al resto de los mercados oferentes en sintonía con los mayores costos de acondicionamiento y primas sobre los precios FOB. https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/la-cadena-de-1 AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 32 Amenazas 1. Exportaciones mundiales de subproductos vegetales claves para Argentina no crecen al mismo ritmo que el crecimiento del consumo global de dichos productos Si se realiza un análisis histórico de la evolución del consumo en comparación a las exportaciones mundiales de aceites/harinas de soja, girasol y maní, se observa un resultado dispar entre los productos agroindustriales más relevantes para la industria local, tomando como año base la campaña 1990/91 según datos del USDA. En el caso de la harina de soja se registra un crecimiento del consumo y de las exportaciones mundiales muy similar hasta el ciclo 2008/09. A partir de aquí, se observa un gran crecimiento en el consumo, al tiempo que las exportaciones tuvieron un incremento mucho menor. Para entender dicha dinámica, es relevante mencionar el papel que ha adquirido China como principal importador de soja en grano con objeto de industrializar localmente para el posterior consumo forrajero. Es decir, el país asiático actualmente es clave en el consumo mundial de harina de soja por su producción de carnes, pero implementando una importante política de industrialización local de granos a pesar de tener una escasa producción de soja que resta posibilidades de exportación para países con saldo exportable. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 33 Respecto al aceite de soja, se observa un crecimiento mayor de las exportaciones en comparación al consumo hasta el ciclo comercial 2010/11, con una posterior caída en las exportaciones y quedando por detrás del crecimiento sostenido del consumo global hasta la actualidad. Luego, en el caso del girasol, el consumo global ha presentado una tendencia creciente principalmente desde comienzos de siglo, que ha dinamizado fuertemente el volumen exportado mundial con sus consecuentes posibilidades de colocar excedentes productivos en mercados externos. Mientras que, en los subproductos de maní, la situación es similar al caso de la soja, con una dinámica del consumo global por encima del incremento en las exportaciones. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 34 En este sentido, no solo interesa la dinámica del consumo mundial de los principales derivados oleaginosos sino las formas de abastecimiento. Es decir, si el conjunto de economías globales privilegia la producción local de dichos derivados oleaginosos se generan amenazas a las posibilidades de exportación tal se observa en el caso de la soja y el maní. 2. Posibles efectos de largo plazo de la bajante del Río Paraná sobre la región agroindustrial del Gran Rosario La cuestión hídrica de la HidrovíaParaná-Paraguay se ha convertido en un tema que está generando gran incertidumbre no solo a nuestro país, sino que también a países vecinos de la región como Brasil, Paraguay y Bolivia los cuales son usuarios habituales de dicha vía �uvial para el transporte de mercaderías. Respecto a los impactos que el bajo nivel del río está teniendo sobre la industria aceitera, se encuentran las di�cultades y costos extras para traer la mercadería desde el norte argentino y de Paraguay, las menores posibilidades de carga de granos y aceites desde la región del Gran rosario, los aumentos en las primas de riesgo sobre el precio FOB para exportar aceites y harinas desde Argentina y diversos costos adicionales hacia dentro de la industria debido a la ralentización del ritmo de embarques. Para más información se puede visualizar la nota “La bajante del Río Paraná representaría un costo cercano a los US$ 315 millones en seis meses para el complejo agroindustrial exportador y los productores agropecuarios argentinos” publicada en el Informativo Semanal N ° 2.009. Actualmente, el nivel del Río Paraná a la altura de Rosario se ubica en 0,34 metros al día 30 de agosto de 2021, siendo un nivel muy por debajo de los 2,47 metros respecto del cual el concesionario Hidrovía S.A. debía garantizar los 34 pies de calado hasta la reciente �nalización de la concesión. Desde el año 2019, se vienen sopesando alturas del río muy por debajo de lo normal y arribando a mínimos históricos. En perspectiva a futuro, se presenta la incertidumbre de si tal situación se convertirá en un fenómeno estructural que perdurará por varios años o si se recuperaran los niveles adecuados para un normal desenvolvimiento del mercado exterior de la industria aceitera y la exportación en general. https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/la-bajante-3 AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 35 Los mayores costos logísticos asociados a la exportación con un menor caudal del río, de mantenerse en el largo plazo, podrían retraer la frontera productiva afectando particularmente la exportación de las zonas más alejadas a los puertos, en el norte argentino. 3. Tendencias productivas de bienes sustitutos que compiten con nuestros subproductos elaborados En cuanto al mercado de aceites vegetales, se proyecta un incremento en la producción de cara al año 2030 del 16%. En cuanto a los diferentes tipos de aceites, se estima un incremento para el aceite de palma del 17,9% y representaría el 40% del aumento total productivo en dicho tipo de subproducto. Mientras que el aceite de soja aumentaría en términos relativos menos que el promedio general con una tasa esperada del 14,6% y una contribución al incremento productivo de aceites de solo el 26%. Por último, el resto de aceites aumentaría su producción hacia el año 2030 en un 15,3%, por encima del aceite de soja. En este sentido, el mercado de aceites vegetales seguirá estando dominado por el aceite de palma y con una leve caída en la participación global por parte del principal aceite producido en nuestro país, el aceite de soja. No obstante, a pesar de que dichas perspectivas indican una leve pérdida de representatividad del subproducto proveniente de la soja, el alcance para aumentar la producción de palma en Indonesia y Malasia dependerá cada vez más de actividades de replantación y de necesarias mejoras en los rendimientos productivos. A su vez, las preocupaciones por la sostenibilidad también in�uyen en la expansión de la producción de aceite de palma, ya que la demanda en los países AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 36 desarrollados favorece los aceites que no están asociados con la deforestación y los consumidores buscan certi�caciones de sostenibilidad para el aceite vegetal. 4. Conjunto de barreras de acceso a mercados arancelarias, paraarancelarias y especi�cidades de productos Respecto a los factores externos no controlables que pueden afectar el desempeño de la industria o las posibilidades de colocación de nuestros productos en el mundo, se encuentran el conjunto de barreras arancelarias o paraarancelarias. A nivel de los bienes producidos por la cadena de valor, el biodiesel ha atravesado diversas instancias a lo largo de los últimos años de barreras a las exportaciones por parte de los mercados externos. Se destaca un fallo reciente en contra de la exportación por parte del Departamento de Comercio de Estados Unidos debido a una posible situación de dumping por subsidios de la producción local. Tal medida se torna en una coyuntura en la cual la industria de biocombustibles ha sido muy castigada internamente con la disminución de las tasas de corte en el gasoil. Ello ha afectado las posibilidades de venta interna y se ha convertido en una prioridad la captación de mercados para poder colocar la producción sin tener impactos en la ociosidad de la industria local. En cuanto a otro tipo de barreras que pueden surgir y demandar del sector productivo local una rápida adaptación, se encuentran los requerimientos vinculados a la sustentabilidad. Actualmente, los mercados importadores debido a diversos acuerdos internacionales entre países tienden a aumentar las especi�cidades de los productos demandados, con consecuentes certi�caciones de diferente tipo - entre ellas las ambientales - que pueden convertirse en elementos claves de cara al futuro para permanecer y acaparar nuevos mercados. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 37 AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 38 Economía Debido a la pandemia, la inversión del sector agroindustrial cayó en el 2020 Julio Calzada – Federico Di Yenno La inversión del sector agroindustria se estima en U$S 8.480 millones anuales en 2020, un 7% por debajo del año precedente debido a la cuarentena. Comprende erogaciones en construcciones, maquinarias y equipos de transporte. Hemos procedido a estimar la inversión anual que realiza el sector agroindustrial en la economía de Argentina, la cual alcanza un valor aproximado de U$S 8.480 millones, un 7% por debajo del año pasado (BCR, 2019). En el Informativo semanal No 1.927 se de�nió al “Sector Agroindustrial” como al conjunto de actividades de la agroindustria propiamente dicha como así también a la actividad primaria, que permite la obtención de las materias primas necesarias para su procesamiento. La agricultura, la ganadería, la apicultura, la acuicultura, la pesca, la silvicultura y la explotación forestal integran el sector primario de la economía, que comprende las actividades productivas de obtención de materias primas destinadas al consumo o a la industria, a partir de los recursos naturales. La agroindustria es la actividad económica que comprende la industrialización y comercialización de productos agropecuarios, forestales y biológicos. Tiene a su cargo la fundamental tarea de transformar los productos generados en el sector primario, agregando valor a los mismos. Por su importancia relativa, esta actividad es estratégica para el desarrollo económico y social de la República Argentina y tiene un gran potencial de crecimiento. Agrupadamente, el conjunto de empresas que trabajan cotidianamente en la agroindustria son pilares fundamentales para asegurar un mayor nivel de producción, agregado de valor, exportaciones y empleo con su consiguiente impacto positivo en la distribución del ingreso y la equidad social. https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/importancia AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 39 En otras notas del informativo semanal de�nimos a la inversión como los insumos y los gastos asociados a la siembra por parte de los productores en una campaña determinada. Estos insumos que se adquieren y los servicios que se contratan constituyen una inversión a nivel microeconómico, ya que estamos hablando del capital de trabajo que se ponea disposición de la actividad productiva en un ciclo determinado. A nivel macroeconómico, cuando hablamos de inversión/1, nos referimos al �ujo de bienes que incrementan el stock de capital de un sector o una economía en un período determinado, generalmente un año. Según el Sistema de Cuentas Nacionales 2008 (SNA, 2008), el stock de capital de un sector o de una economía se de�ne como el valor de todos los activos �jos en uso, donde los activos �jos se describen como activos producidos (es decir, no incluimos la tierra donde se produce) que se utilizan repetidamente en el proceso de producción durante más de un año. Los activos �jos incluyen no solo edi�cios, estructuras, maquinaria y equipo, sino también "activos cultivados que producen productos repetidos como animales para la cría, lechería, tiro, etc., o árboles perennes, cultivos y recursos vegetales/2". Para simpli�car el análisis, no se contabilizan en el cálculo de inversión los “activos cultivados o el crecimiento en el stock de animales” por considerarse muy complejo al momento de estimar y comparar el stock de capital del sector agrícola de muchos países. De esta manera, la inversión del sector comprende en este artículo principalmente erogaciones en construcciones, maquinarias y equipos de transporte. Metodología: AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 40 Gran parte de la inversión que se hace en la economía argentina, año tras año, corresponde a construcciones tanto residenciales como no residenciales. Según datos del INDEC, el 55% de la inversión del año 2020 fueron asignados a construcciones. El resto de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) se agrupa en maquinaria, equipos y transporte. Esta clasi�cación surge de las consideraciones que se toman en la medición de las cuentas nacionales, elaboradas por el INDEC. Según cálculos del INDEC, en el año 2020 la inversión total alcanzó en Argentina un valor de 54.068 millones de dólares. En la metodología de Valverde (2018) se aplica una participación aproximada de la inversión del sector agricultura y pesca, al 9,5% del total de la inversión en maquinarias y equipos y un 6,8% de la inversión en construcción no residencial. Como se considera que la agroindustria abarca sectores manufactureros, de transporte y de comercio adicionales, en base a las participaciones de las actividades incluidas en Coremberg (2018), se aproxima la participación de la agroindustria en la inversión de maquinarias y transporte en el orden del 20,8% y del 11,8% de la construcción total. Aplicando estas participaciones a los datos brutos del INDEC, sumados a la inversión en otros activos, se arriba a una inversión total del sector del orden de los 8.490 millones de dólares en el año 2020. Este valor se trata de una aproximación puntual a la inversión realizada por el sector agroindustrial en el año 2020. Si tomamos el método de aproximación descrito en el párrafo anterior, se puede aproximar la inversión del sector agroindustrial para el período 2004-2020. Para una estimación más precisa se debería replicar la metodología de Valverde (2018) utilizando y agregando los sectores desde las fuentes de información primarias que componen el sector agroindustrial y calcularlos para todo el período determinado. Los datos de la inversión para el sector agrícola, silvicultura y pesca se aproximan a los datos estimados por Vander Donckt y Chan (2019) a través de otras metodologías de imputación como la estimación MCO “pooled” de modelos de regresión en países para los que se dispone de algunos datos. Se puede notar en la serie una caída importante en los valores calculados para el año 2018 a 2020. La reducción en la inversión de estos años tuvo que ver con varios factores que se unieron en su momento, tales como: a) la sequía más importante de los últimos 50 años, en el año 2018; b) el aumento en la tasa de interés doméstica en el año 2019; c) menores precios internacionales de los commodities, comparado con el ciclo 2011-2014; d) el aumento en el tipo de cambio y el incremento en los derechos de exportación en diversos sectores de la matriz agroexportadora; e) para el año 2020, la cuarentena por covid-19 afectó fuertemente a muchos sectores incluidos en el complejo agroindustrial. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 41 En el año 2020, cabe resaltar que la inversión del sector siguió disminuyendo. La caída de la inversión del sector en el año 2020 se puede corroborar con otros indicadores, como el patentamiento de comerciales pesados y camiones, la venta de maquinaria agrícola o las importaciones de bienes de capital en general. En la literatura reciente se encuentran dos trabajos en donde se calcula la FCBF por diferentes sectores. Uno elaborado por Coremberg (2009) realizado en el marco del proyecto ARG ARKLEMS y el trabajo de Valverde (2018) realizado en el marco del proyecto LA-KLEMS coordinado por CEPAL y �nanciado por el BID. En el trabajo más reciente, el que se utilizó como base, Valverde (2018) calcula la FBCF del sector agrícola y pesca en base a diferentes datos sectoriales: los Informes Sectoriales de Maquinaria Agrícola del INDEC, los Informe de la Industria de Maquinaria Agrícola del INDEC, el Informe del Sector de Maquinaria Agrícola de la Provincia de Santa Fe, cuadros de oferta – utilización del INDEC, Presupuesto de la Administración Nacional – Gastos por �nalidad, función y naturaleza económica y Cuentas Ahorro – Inversión en base devengado del Ministerio de Hacienda. El valor de este se encuentra presentado en el grá�co adjunto acompañado de la evolución del valor agregado del sector agrícola, todo medido en dólares estadounidenses corrientes. Se considera que, para tener una verdadera dimensión de la inversión del sector agroindustrial en Argentina, no sólo debemos tomar el aporte del valor agregado del sector agropecuario y pesca, sino también se debe tomar el aporte a la producción de las etapas manufactureras que conforman el sector agroindustrial y por lo tanto, agregan valor a estos productos primarios aguas abajo. En la metodología de Valverde (2018), sólo se ha hecho un cálculo de la FBCF para el sector manufacturero de manera agregada. En posteriores trabajos se podría reproducir esta metodología para obtener la inversión del sector agroindustrial, utilizando las fuentes primarias de datos para inferir el aporte del sector a la formación bruta de capital de toda la economía. Referencias: BCR (2019). ¿Cuánto invierte la agroindustria en la Argentina? Informativo Semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario. AÑO XXXVIII - N° Edición 1976 - 16 de octubre de 2020. Disponible en: https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo- semanal/cuanto-2. Coremberg, A. (2009). Formación Bruta de Capital �jo en Argentina por tipo de activo y sector de actividad económica, ARG KLEMS. Valverde, J. (2018). Estimación de la formación bruta de capital �jo por sector de actividad económica de argentina, LA- KLEMS. Coremberg, A. (2018). Medición de la cadena de valor de la bioeconomía en argentina: hacia una cuenta satélite. Informe Final. Secretaría de Agroindustria, Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación. Vander Donckt, M. and Chan, P. (2019). The new FAO global database on agriculture investment and capital stock. FAO Statistics Working Paper 19-16. Rome. /1 Suponemos la variación en existencias (stocks) del sector agro igual a cero. Por esto, la inversión es igual a la formación bruta de capital �jo. /2 Según la SNA 2008, son activos “cultivados” (crecimiento de árboles, cultivos u otra vegetación o cría de animales, aves, peces, etc.) que se utilizan repetida o continuamente durante períodos de más de un año para producir otros bienes y servicios. Sin embargo, cuando los bosques y / o los animales, aves, peces, etc., son realmente propiedad de unidades institucionales y son una fuente de bene�cio para sus propietarios, constituyen activos económicos, pero son tratadosAÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 42 como activos no producidos. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 43 Economía Evolución de la industrialización de soja en Sudamérica Patricia Bergero - Desiré Sigaudo Con 140 plantas, el cono sur procesa el 30% de la oleaginosa del mundo. La región continúa liderando las exportaciones de harina y aceite de soja, que tienen un gran peso en el comercio exterior de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. En la campaña 2021/22 habrá cuatro países sudamericanos entre los mayores 11 industrializadores de soja en el mundo. Así, el crush de Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia representará el 30% del procesamiento global de la oleaginosa. A lo largo de las últimas tres décadas, Sudamérica cuadruplicó el volumen de soja industrializada, pasando de 22,2 Mt en 1990/91 a 94,4 Mt en 2020/21. Durante las primeras 20 campañas del análisis (1990/91-2009/10) el crush regional creció a una tasa promedio anual del 6%. En igual período, la industrialización del poroto en Estados Unidos creció a una tasa anual promedio del 2%. Con esto, EE.UU. cedió el primer puesto como mayor procesador mundial de soja a la región sudamericana en la campaña 2001/02. China, por su parte, mostró un desempeño extraordinario expandiendo su producción a una tasa media anual del 15% durante los ciclos 1990/91-2009/10. Tras dichas 20 campañas, la industria sojera sudamericana consolidó su liderazgo y, en el ciclo 2010/11, alcanzó su máxima contribución al crush global aportando el 35% del total. A partir de allí la tendencia creciente en la participación global de la industria regional comenzó a revertirse por dos motivos coexistentes: un menor crecimiento del crush sudamericano y un fuerte incremento de la industrialización de soja en China. En las diez campañas que van desde 2010/11 a 2019/20, el procesamiento en los países sudamericanos creció a un ritmo promedio del 2% anual y el de Estados Unidos al 3% anual, mientras que la expansión de la industria en China sostuvo una tasa media anual del 6% en igual período. Con esto, en la campaña 2020/21 el liderazgo en materia de industrialización de soja pasó a China, tras superar el gigante asiático el volumen de crush sudamericano. Se espera que en el ciclo venidero 2021/22, la República Popular China siga siendo el primer industrializador global, seguida por Sudamérica y Estados Unidos. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 44 De cara a las próximas campañas, siguiendo proyecciones de OCDE-FAO, cabe esperar que los países sudamericanos mantengan su participación actual del orden del 30% en la industrialización de soja mundial. Estados Unidos y China aumentarán su share en detrimento de la participación de otros países en esta industria. En cuanto a la capacidad de molienda de oleaginosas, la República Popular China es el país que mayor número de plantas tiene; seguida por Brasil, Estados Unidos y Argentina. A nivel agregado, el cono sur suma 140 fábricas localizadas en Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. La capacidad diaria de molienda de las plantas sudamericanas combinadas alcanza 383.649 toneladas, menos de 100.000 tn/d por debajo de la capacidad diaria de la industria china (465.000 tn/d). De hecho, sólo en los últimos dos años el gigante asiático ha logrado superar la capacidad diaria de molienda sudamericana, que previamente lideraba este ránking. Argentina, en particular, tiene la mayor capacidad de molienda diaria de soja en la región (191.239 tn/d). Por otro lado, de entre las principales potencias industriales sojeras, la capacidad de crush promedio de las plantas argentinas es la mayor. La escala industrial que se ha logrado en el país es una de las ventajas comparativas más fuertes que se tiene. Incluso, Argentina posee la planta de industrialización de oleaginosas más grande del planeta, con una capacidad de 30.000 toneladas. La utilización de la capacidad instalada en América del Sur alcanza el 60% actualmente. Se distinguen países cuya industria opera con menor capacidad ociosa como Brasil (15%) y países como Argentina donde la proporción de capacidad AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 45 no utilizada alcanza niveles tan altos como el 43%. Las diferencias en la escala de la capacidad instalada en cada uno de estos países se observan claramente al estrati�car la capacidad de procesamiento diaria de sus plantas. En Bolivia y Paraguay la mayor parte de la capacidad instalada se encuentra en plantas capaces de procesar 1.500-2.999 tn/d y 3.000-5.999 tn/d, respectivamente. En Brasil, estos estratos de industria también concentran la mayor parte de la capacidad (81%), aunque cuenta con una planta capaz de procesar más de 6.000 tn/d. Argentina se distingue por una estructura productiva de mayor escala, donde el 62% de su capacidad instalada se encuentra en plantas que pueden procesar más de 10.000 tn/d. Más aún, el 81% de la capacidad del país reside en unidades industriales con capacidad mayor a 6.000 tn/d. Ello se explica fácilmente cuando se observa la ubicación de dichas plantas, las que están geográ�camente concentradas en los puertos de salida de las exportaciones y, por lo tanto, cimentan el per�l exportador del país en los productos derivados de la industrialización de la soja. La región procesa casi 1 de cada 3 porotos de soja que se industrializan en el mundo. La harina y el aceite que se obtienen pueden ser exportados como tal o consumidos por otras industrias domésticas, principalmente la industria cárnica en el caso de la harina/pellets y la energética en el caso del aceite. Los países sudamericanos exportan el 67% de la harina de soja que originan que en el comercio mundial representa alrededor del 65% del valor intercambiado. En las últimas décadas esta participación ha crecido, al tiempo que se han diversi�cado los mercados para este producto. El despegue de la industria sojera en Sudamérica responde, naturalmente, a un fuerte estímulo de la demanda que creció notablemente impulsada por un mayor consumo de harinas en la AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 46 producción de carnes en Asia, principalmente en el sector porcino. Tal como se observa en el grá�co a continuación, en el año 2000 los despachos de harina de soja sudamericanos se dirigían mayormente a Europa, con envíos menores a varios puntos de Asia, África y la propia América del Sur. Para 2019, la capacidad de la industria y su producción habían dado ya un gran salto, logrando cuadruplicar el valor de la harina exportada en el 2000. Gracias al crecimiento de la industria, la región pudo intensi�car el comercio con Asia. De hecho, actualmente Vietnam e Indonesia son los principales compradores de la harina proteica sudamericana. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 47 En el segmento del aceite, América del Sur exporta el 46% de lo que produce. En las últimas dos décadas, también cuadriplicó el valor de aceite de soja puesto en el mercado global, representando el 64% del intercambio total del producto. El principal comprador del aceite de soja sudamericano es India, el mayor demandante de aceites vegetales del planeta. Como es de esperar, las exportaciones de subproductos industriales de la soja como harina, pellets y aceite, así como también las ventas externas de cadenas que insumen estos productos, como las cárnicas y la del biodiesel, constituyen un importante sostén para las economías sudamericanas. Las exportaciones de harina, aceite, carnes y otros productos derivados (entre ellos, biodiesel, glicerina, etc.) en Paraguay, representan el 25% del valor exportado en bienes. Teniendo en cuenta que el país guaraní procesa apenas el 10% de la soja que cosecha, se detecta aquí una importante oportunidad de crecimiento de la industria. Con un mercado interno de limitadas dimensiones (7 M hab.) y amplia disponibilidad de oleaginosa, Paraguay apunta a aumentar su crush de soja para potenciar su industriaexportadora de carne (bovina, principalmente) que se abastece, entre otras proteínas vegetales, de harina de soja. Actualmente, las exportaciones de carne aportan el 13% del valor exportado por Paraguay, la mayor participación relativa de estas cadenas en los cuatro países sudamericanos analizados. En Argentina, harina y aceite de soja aportan el 17% del valor generado por bienes en el comercio exterior, logrando la mayor participación porcentual entre los países analizados. Debe tenerse presente que Argentina es el mayor exportador global de ambos productos. El gran saldo exportable del país se explica por un limitado mercado interno (44 M hab.), que resulta muy pequeño si se lo compara con el de otros grandes industriales como Brasil, EE.UU. y China. Esto reduce las posibilidades de consumo de carne, aun cuando Argentina ostenta el consumo per cápita más alto en carne vacuna. A su vez, la combinación de su demografía y el bajo corte obligatorio de biodiesel en gasoil, también limita el consumo energético que se le puede dar a la oleaginosa. Asimismo, las recurrentes regulaciones que limitan constantemente las exportaciones de carne, obstruyen el desarrollo de las industrias bovina, porcina y aviar que no logran sostener un crecimiento de saldos exportables en el largo plazo. Actualmente, los despachos externos de carnes argentinas representan un 4% del valor total exportado. Con esto, las ventas de subproductos directos o derivados, alcanza el 22% del total en el caso argentino. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 48 En Bolivia, las ventas externas de los productos analizados aportan el 10% del valor de los bienes exportados, entre los que predominan los minerales. En el caso boliviano, harina y aceite de soja componen casi la totalidad de las ventas externas de derivados analizados, ya que la exportación de carnes se encuentra aún en una etapa incipiente en el país. Finalmente, en Brasil, los productos asociados a la industria oleaginosa el 9% del valor de sus bienes exportados, la menor participación relativa entre los países citados. A diferencia de Argentina, el otro país de la región comparable en escala industrial a Brasil, el crush brasileño vuelca gran parte de su producción a su mercado interno. Siendo el 6to país más poblado del planeta (212 M hab.), Brasil vuelca el 85% de la harina y el % del aceite de soja que produce a abastecer las necesidades alimenticias y energéticas de sus habitantes. Además, Brasil es el 1er exportador mundial de carne bovina y aviar, y el 3er exportador de carne porcina. Las carnes aportan así el 6% del valor de bienes despachado por este país. Tras lo analizado puede concluirse que América del Sur es el segundo núcleo industrial de soja en el mundo detrás de China. A diferencia del crush del gigante asiático cuya producción se destina casi exclusivamente al consumo interno, la mayor parte de la harina y aceite de soja producida en Sudamérica es despachada a mercados externos. Con esto, la región se posiciona como el principal proveedor de harina y aceite de soja. Brasil y Argentina poseen las industrias más desarrolladas, aunque sus estrategias comerciales di�eren notablemente. Mientras que Argentina orienta su producción industrial a la exportación directa, Brasil la destina mayormente a abastecer las industrias cárnicas que sirven al consumo de su numerosa población pero que también tienen enormes saldos exportables. La iniciativa industrial cárnica en Argentina, un bastión económico tradicional del país, aspira a incrementar su escala apoyándose en la abundante AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 49 disponibilidad de recursos nacionales, entre ellos, la harina de soja producida en el país. Las di�cultades a superar en este camino hacia un modelo que maximice el valor agregado de las exportaciones argentinas son las limitaciones impuestas a la exportación de carnes y los crecientes requerimientos de mayor trazabilidad en los productos por parte del consumidor. América del Sur cuenta con vastos recursos para continuar desarrollando las actividades relacionadas con la industria de la soja, desde la materia prima, la capacidad instalada, la infraestructura portuaria, hasta la posibilidad de contribuir a agregar mayor valor a las exportaciones argentinas, vía el crecimiento de la producción y la exportación de carnes. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 50 Economía Capacidades de la ganadería argentina y sus encadenamientos con la agroindustria Alberto Lugones – Terre Emilce Repaso del desempeño del sector ganadero de Argentina como demandante de la producción granaria nacional y comparación con grandes productores de commodities agrícolas y ganaderos. Argentina participa del comercio internacional de carnes desde incluso antes la misma constitución del país. Las extensas llanuras y la disponibilidad de bastos espacios verdes para el pastoreo del rodeo facilitaban un esqueleto capaz de generar enormes cantidades de alimentos cárnicos para la época. El gran desarrollo del sector ganadero es uno de los principales factores que contribuyeron a que a nuestro país se le adjudique el mote de “granero del mundo”. Si bien, la carne no ha dejado de ser un componente de suma importancia tanto dentro del entramado productivo como dentro del día a día de una enorme parte de la población, con el pasar del tiempo Argentina se ha transformado en un país más agrícola que ganadero en lo que a producción se re�ere. No obstante, lejos de ser sectores excluyentes, las sinergias que se generan entre ambos contribuyen notablemente al agregado de valor. Por un lado, los animales de granja son consumidores netos de granos en bruto dentro de sus dietas. Para dar cuenta de lo anterior, basta con notar las dietas alimentarias de los diferentes tipos de ganadería. Como bien fue analizado sobre el inicio de la campaña de maíz: “El consumo forrajero de maíz se proyecta en 12,2 Mt para el ciclo comercial 2020/21. Ello contempla su uso para el sector aviar, bovino, lechero y porcino.” Por otro lado, también se propicia la obtención de productos nutricionales y de derivados que complementan las dietas de los animales. En este segmento se puede destacar la industria de los alimentos balanceados, los cuales son ampliamente utilizados dentro de las actividades pecuarias. En este sentido, la industria de balanceados acabó el 2020 con una producción de 6,26 millones de toneladas, resultando en un notable incremento respecto al 2019 (más del 10%), recuperando terreno luego de la leve retracción (-0,3%) que se había tenido entre el 2019 y 2018. Asimismo, en lo que va del 2021, se registra un aumento del 0,6% comparando los tonelajes producidos entre enero y agosto de este año con el anterior. https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/proyecciones-4 AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 51 En lo que va del 2021, el segmento de mayor crecimiento fue el sector porcino, donde el tonelaje de balanceados generado entre enero y agosto presentó un incremento del 5,7% respecto al mismo período del 2020. Asimismo, el volumen de alimento balanceado destinado al sector aviar tuvo un alza de 0,5%, mientras que la producción de estos alimentos cayó un 2% en los alimentos destinados a la ganadería bovina. Sin embargo, el segmento de mayor peso dentro de la producción de balanceados es el correspondiente al sector avícola, para el cual, se generaron 3,57 millones de toneladas en el 2020, mientras que para el ganado bovino se produjeron alimentos por 1,8 millones de toneladas y, por último, se ubicó el alimento para porcinos con 487.000 toneladas, representando poco menos del 7,8% del alimento balanceado producido en el país. AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021 Pág 52 La dinámica de los alimentos balanceados re�eja en parte de lo que ha sucedido en la producción pecuaria en los últimos años, puesto que la ganadería
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