Logo Studenta

2021

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 1
 Economía
¿Qué le aporta la agroindustria a la economía argentina?
Guido D’Angelo – Tomás Rodríguez Zurro – Emilce Terré
En el 2020, el sector agroindustrial representó 1 de cada 5 pesos de recaudación de
impuestos del Estado Nacional, 1 de cada 5 puestos de trabajo y 2 de cada 3 dólares que
ingresaron al país en concepto de exportaciones. Además, dio cuenta del 17% del PBI.
ESTADÍSTICAS
Monitor de Commodities
Panel de Capitales
Termómetro Macro
 Economía
Radiografía del polo agroindustrial exportador
del Gran Rosario
Emilce Terré - Javier Treboux
Realizamos una nueva encuesta sobre terminales
portuarias y fábricas del Gran Rosario, lo que nos permite
dimensionar la infraestructura de la zona. Capacidades
agregadas de crushing, almacenamiento, recibo y
despacho de mercadería en este informe.
 Economía
Virtudes y desafíos de la industria aceitera
argentina
Bruno Ferrari - Emilce Terré
En el siguiente artículo se presenta un análisis de
fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
(FODA) de la industria aceitera argentina con miras en los
desafíos que se tienen de cara al futuro para el sector
agroindustrial.
 Economía
Debido a la pandemia, la inversión del sector
agroindustrial cayó en el 2020
Julio Calzada – Federico Di Yenno
La inversión del sector agroindustria se estima en U$S
8.480 millones anuales en 2020, un 7% por debajo del año
precedente debido a la cuarentena. Comprende
erogaciones en construcciones, maquinarias y equipos
de transporte.
 Economía
Evolución de la industrialización de soja en
Sudamérica
Patricia Bergero - Desiré Sigaudo
Con 140 plantas, el cono sur procesa el 30% de la
oleaginosa del mundo. La región continúa liderando las
exportaciones de harina y aceite de soja, que tienen un
gran peso en el comercio exterior de Argentina, Brasil,
Paraguay y Bolivia.
 Economía
Capacidades de la ganadería argentina y sus
encadenamientos con la agroindustria
Alberto Lugones – Terre Emilce
Repaso del desempeño del sector ganadero de Argentina
como demandante de la producción granaria nacional y
comparación con grandes productores de commodities
agrícolas y ganaderos.
 Economía
¿Cómo viene la industria láctea argentina?
Julio Calzada - Guido D’Angelo – Emilce Terré
La producción primaria de leche, junto con la elaboración
de productos lácteos, vienen retomando la senda de
crecimiento en Argentina. Perspectivas y oportunidades
en el comercio exterior. El rol protagónico de la provincia
de Santa Fe.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 2
 Economía
¿Qué le aporta la agroindustria a la economía
argentina?
Guido D’Angelo – Tomás Rodríguez Zurro – Emilce Terré
En el 2020, el sector agroindustrial representó 1 de cada 5 pesos de recaudación de impuestos del
Estado Nacional, 1 de cada 5 puestos de trabajo y 2 de cada 3 dólares que ingresaron al país en
concepto de exportaciones. Además, dio cuenta del 17% del PBI.
 
Resumen ejecutivo
El campo y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias aportaron 1 de cada 5 pesos recaudados por el Estado
Nacional en concepto de impuestos en el año 2020. Además, el 18,5% del empleo privado en Argentina está vinculado a
las cadenas agroindustriales. Así, casi 1 de cada 5 puestos de trabajo son directa o indirectamente creados por el sector
primario y sus industrias relacionadas.
Como tradicionalmente lo hace, uno de los aportes más importantes de la cadena agroindustrial a la economía argentina
es la generación de dólares genuinos a través de sus exportaciones. Éstos contribuyen a apuntalar el equilibrio externo
del país y estabilizar el valor del dólar. En el 2020, la agroindustria generó el 70% de los dólares que ingresaron al país en
concepto de exportaciones, además de mostrar uno de los menores contenidos importados en las ventas al exterior. 
En cuanto al aporte para recuperar la actividad económica luego del fatídico año 2020, las industrias relacionadas al agro
disponen de importantes efectos multiplicadores sobre la economía en sus diversos eslabones. Se estima que por cada
$1 que sube la demanda de bienes �nales del sector Agricultura, silvicultura y pesca, la actividad económica crece en
$1,64; en tanto que por cada $1 de incremento en la demanda de productos alimenticios y bebidas la actividad económica
crece $ 2,14, de acuerdo con la matriz insumo-producto desarrollada para Argentina por la OCDE. 
Finalmente, si bien el Valor Agregado Bruto (VAB) de la cadena agropecuaria cayó un 5% en el 2020, la participación del
agro en el PBI creció al 17%, un máximo en más de 20 años. Sucede que si bien cadenas como trigo, maíz, producción
porcina, entre otros, evidenciaron un crecimiento en el valor que agregan, éstos no logran compensar la caída del
complejo soja, dada la mayoritaria participación de esta última en el total sectorial. Pese a ello, la producción y
comercialización de productos agroindustriales es por de�nición una actividad esencial, manteniéndose operativa incluso
en aquellos momentos donde otras actividades del entramado productivo nacional se veían afectadas por las medidas
adoptadas para limitar el avance de la pandemia.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 3
Introducción
El sector primario y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias argentinas se erigen como un sector fundamental en
la economía argentina. Con una tradición que se remonta a tiempos precolombinos, este amplio universo engloba
actividades agrícolas, ganaderas, forestales, pesqueras, frutihortícolas, entre otras economías regionales. Además, la
agroindustria incluye a la comercialización e industrialización de sus productos para abastecer las necesidades de una
creciente población mundial. El agro se erige como el medio de vida de gran parte de la población argentina, siendo un
creador de trabajo con una visión federal.
El cuidado del suelo, la búsqueda de nuevos y mejores modos de producir y la adopción de tecnología caracteriza la
actividad de estos cientos de miles de habitantes que a lo largo y ancho del país permiten generar los bienes necesarios
para cubrir las necesidades alimentarias y farmacéuticas, entre otras, para millones de personas en todo el mundo. El
presente artículo busca cuanti�car cuál es el aporte que hace la agroindustria a la economía argentina en impuestos,
empleo, ingreso de dólares, actividad económica y valor agregado, entre otras.
I.    El campo y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias aportaron 1 de cada 5 pesos recaudados por el Estado
Nacional en el 2020, por un total de $ 1.500 millones o US$ 20.940 millones. 
En el año 2020 el campo y las cadenas agroalimentarias y agroindustriales en nuestro país/1 generaron una recaudación
tributaria para el Estado Nacional de $ 1.474.788 millones, según estimaciones propias. Ello equivale a US$ 20.940
millones tomando el tipo de cambio o�cial promedio para dicho año. Considerando que la recaudación anual reportada
por la Administración Federal de Ingresos Públicos totalizó $ 7,2 billones en el 2020, el campo y las cadenas
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 4
agroindustriales habrían representado un 20,4% del total, es decir, 1 de cada 5 pesos ingresados a las arcas del Estado
Nacional.
De esta manera, el sector permanece en su rol clave para el sostenimiento de las �nanzas públicas, manteniendo la
misma proporción sobre el total recaudado estimado para el año 2019 (Informativo Semanal N° 1973 – 25 de septiembre
de 2020). Cabe aclarar que este cálculo no incluye a los impuestos recaudados por las jurisdicciones provinciales ni
municipales, sino que sólo abarca la recaudación del Estado Nacional.
El impuesto de mayor incidencia dentro de la tributación del sector es, al igual que en el 2019, el IVA, que representa el
32,3% del total aportado por el sector. Ello es, $ 476.297 millones. Le siguen los Aportes y Contribuciones de la Seguridad
Social, que explican $ 332.226 millones, equivalente a 22,5% de la recaudacióntotal. El tercer puesto del podio lo cierran
los Derechos de Exportación, explicando el 22,5% el total recaudado, unos $ 331.506 millones.
Un aspecto notorio es la caída en los Derechos de Exportación, tanto en términos absolutos, como tomado como
proporción sobre el total recaudado respecto del año 2019. En aquel entonces, los DEX representaron el 31% del total
aportado por el sector ($358.070 millones), considerablemente por encima del 22,5% estimado para el 2020 ($ 331.506
millones). Esto se debe a la forma en que las “retenciones” son liquidadas. Independientemente de cuándo sean
efectivamente exportados los distintos productos, los DEX se pagan a los 5 días de declarada la venta al exterior. En el año
2019 ocurrió que, ante la incertidumbre política causada por el año electoral, se registró un elevado volumen de
Declaraciones Juradas por Ventas al Exterior (DJVE) de mercadería de la cosecha nueva, es decir, por adelantado, lo cual
“in�ó” la recaudación por DEX para aquel año. Pero también tuvo otro efecto, el de reducir el volumen de DJVE para el
2020 (dado que gran parte de la mercadería ya se había vendido anticipadamente), y, consecuentemente, reducir la
recaudación por derechos de exportación. 
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/el-campo-y-2
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 5
A pesar de esta caída en la recaudación por DEX, la participación del campo y las cadenas agroindustriales y
agroalimentarias en la recaudación del Estado Nacional se mantiene en igual proporción a la del año 2019. Esto se explica
por el incremento en la participación del Valor Agregado Bruto (VAB) del sector sobre el VAB nacional que tuvo lugar en
el 2020.
La irrupción de la pandemia y las medidas de restricción a la circulación impuestas para frenarla decantaron en una fuerte
caída en la actividad económica. Sin embargo, al ser consideradas esenciales, las actividades relacionadas al campo, la
elaboración y el comercio de alimentos no experimentaron un derrumbe de la magnitud que sí exhibió el resto de las
actividades. Según datos del INDEC, el VAB nacional en pesos corrientes creció 15,7% entre 2019 y 2020. Sin embargo, el
VAB del sector (producción primaria, producción y comercio de alimentos, transporte, servicios conexos y producción de
maquinaria agrícola) en pesos corrientes creció 37% en el mismo período. Esta mejor performance relativa llevo a un
incremento en el peso del VAB del sector sobre el VAB nacional, que pasó de 19,5% en 2019 a 23,1% en 2020. 
Por último, en el siguiente cuadro se muestran los principales resultados obtenidos en nuestras estimaciones en una
tabla resumen, que permite distinguir el impacto para cada eslabón por cada tipo de tributo.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 6
II.    El 18,5% del empleo privado en Argentina está vinculado a las cadenas agroindustriales. Así, casi 1 de cada 5 puestos
de trabajo son directa o indirectamente creados por el sector primario y sus industrias relacionadas. 
El total de empleo estimado generado por las cadenas agroindustriales y agroalimentarias en el 1er trimestre de 2021 fue
de 3.139.108 puestos de trabajo, lo que signi�ca el 18,5% del empleo privado del país. De este total, 1.281.079 personas (el
41%) están empleadas en el sector primario, 1.108.101 lo están en el sector secundario (el 35%), 512.517 (el 16%) en el
comercio mayorista y/o minorista de productos alimentarios y 237.411 (el 8%) personas están empleadas en el transporte
de cargas. 
Además, otro aspecto interesante de analizar es qué proporción del empleo representan dentro de cada uno de los
sectores de actividad económica informados por el INDEC. De la producción primaria, el 93% de los ocupados
corresponden a las cadenas agroindustriales y agroalimentarias. Del sector manufacturero, el 44% del empleo del está
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 7
relacionado a los complejos agroindustriales, mientras que el 14% del empleo en el comercio mayorista y minorista es
atribuible a las cadenas agroindustriales. Por último, el 21% del empleo en el sector transporte está asociado directa o
indirectamente a las cadenas agro.
III.    Dólares genuinos: la agroindustria generó el 70% del ingreso de dólares al país en el 2020, la participación más alta en
más de 30 años. 
Hace décadas el agro viene haciendo punta en las cuentas externas argentinas, recogiendo los frutos de sostenidas
inversiones en tecnología y desarrollos productivos. En este marco, los diversos complejos del agro disponen de una
fuerte competitividad externa, lo que las convierte en cadenas productivas muy resilientes a las diversas tempestades
que emergen en el mundo globalizado.
En los últimos años, la participación de los complejos agroindustriales en las exportaciones ha crecido sostenidamente de
la mano de un progresivo crecimiento en la producción primaria y de manufacturas de origen agropecuario, al tiempo
que cayeron las exportaciones de manufacturas de origen industrial. En el 2020, la participación conjunta de los
productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario (MOA) alcanzó un máximo que no se veía desde 1988.
Además de las tres principales cadenas de Soja, Maíz y Trigo, los complejos Carnes y cueros bovinos, Girasol, Cebada y
Lácteos muestran una destacada performance exportadora en los últimos meses.
La elevada competitividad internacional y sostenida inserción externa permite sostener a la Argentina como primer
exportador mundial de harina y aceite de soja, segundo exportador global de sorgo, tercer exportador de maíz, poroto de
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 8
soja y aceite de girasol, entre otros podios en los que nuestro país se destaca en el mundo. 
El sector agropecuario, parcialmente aglomerado en la cuenta Agricultura, Silvicultura y Pesca de las cuentas nacionales,
reviste una importancia fundamental al aportar divisas para la sostenibilidad de las cuentas externas argentinas. En este
sentido, además de su importantísima participación exportadora, el contenido importado de las exportaciones de este
sector se ubica apenas en torno al 4%. Este guarismo es notoriamente menor al promedio general de la economía, casi
del 7%. Además, se encuentra aún más lejos de las proporciones de importaciones de algunas ramas manufactureras con
elevados eslabonamientos con el exterior. Muchos complejos manufactureros del agro también pueden encontrarse
agrupados en el sector Productos alimenticios, bebidas y tabaco, que también dispone de un porcentaje de contenido
importado menor al 5%.
Este elevado nivel de exportaciones netas de las cadenas agroalimentarias argentinas da oxígeno a la balanza de pagos.
La muy pequeña proporción de importaciones sólo es inferior en algunos sectores de servicios, por de�nición no
transables, como los servicios �nancieros, educación, hotelería y actividades inmobiliarias.
IV.    Las industrias agro y sus multiplicadores sobre la economía
El sector agropecuario también cumple un rol fundamental en el estímulo de actividad económica. Por cada $1 que sube
la demanda de bienes �nales del sector Agricultura, silvicultura y pesca, la actividad económica crece en $1,64, de
acuerdo con la matriz insumo-producto desarrollada para Argentina por la OCDE. Esto se debe a los múltiples
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 9
encadenamientos y efectos multiplicadores que genera el sector en el resto de la economía. Como referencia, este valor
se encuentra por encima de los efectos que genera la administración pública y la mayoría de los sectores de servicios.
Los efectos multiplicadores son aún mayores en el sector Productos alimenticios y bebidas. Se estima que por cada $1 de
incremento en la demanda de este tipo de bienes, la actividad económica crece $ 2,14 exhibiendo por tanto mayor
dinamismo para impulsar el crecimiento de la economía que sectores como textiles, construcción,farmacéuticos y de
productos electrónicos, entre otros.
V.    Pese a la caída del 5% en el Valor Agregado Bruto de la cadena agropecuaria en el 2020, la participación de la
agroindustria en el PBI argentino creció al 17%, un máximo más de 20 años. 
El dramático año 2020, cuando el mundo debió enfrentarse a una pandemia de dimensiones no vistas en 100 años,
signi�có un duro golpe actividad económica global. El desplome del petróleo arrastró consigo a los biocombustibles, y
muchos proyectos de inversión quedaron relegados a la espera de un panorama más alentador.
El sector agroindustrial no resultó ajeno al contexto global, y el Valor Agregado Bruto (VAB) de la cadena agropecuaria
sufrió un revés del 5%, tal como muestra el grá�co adjunto. Sin embargo, por ser una actividad esencial, esta caída es
signi�cativamente menor a la que sufrieron otras actividades, resultando en un incremento en la participación del agro en
el Producto Bruto Interno argentino.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 10
Respecto al VAB agropecuario en el 2020, la cadena de la soja (la más importante de las cadenas agro) explica gran parte
de esta caída. Menor intención de siembra, dé�cit hídrico, menos producción, y la complicada situación de la industria del
biodiesel en plena pandemia contribuyen a explicar este resultado. 
De cualquier modo, de acuerdo con el elocuente trabajo de Lódola y Picón (2021), la participación de las cadenas agro en
la economía nacional trepó al 17% del PIB en 2020, el nivel más alto que consta en los registros, que comienzan en 2002.
De cara al futuro, con buenas perspectivas de recuperación, el 2021 promete ser un año de crecimiento económico y
exportaciones al alza para las cadenas agroalimentarias del país. 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 11
 
/1 Nota metodológica: se cuentan entre las cadenas agroalimentarias y agroindustriales a las cadenas de oleaginosas y
cereales, harinas, aceites y demás derivados de su industrialización; el sector bovino, porcino, avícola, lácteo, algodonero,
pesquero, forestal, la industria del tabaco, el sector frutícola, hortícola, y las producciones agroindustriales
correspondientes a las economías regionales. Además, se analizaron seis eslabones que forman las Cadenas
Agroindustriales: el sector primario, el sector secundario (manufacturas de origen agropecuario), el sector comercial, el
sector transporte, el sector de maquinaria agrícola y los servicios conexos a la actividad. 
Por su parte, los impuestos considerados fueron los de mayor incidencia recaudatoria para el Gobierno Nacional:
Impuesto al Valor Agregado, Derechos de Exportación, Impuestos a las Ganancias de Sociedades y Personas Físicas e
Impuestos a los Débitos y Créditos bancarios.
 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 12
 Economía
Radiografía del polo agroindustrial exportador del
Gran Rosario
Emilce Terré - Javier Treboux
Realizamos una nueva encuesta sobre terminales portuarias y fábricas del Gran Rosario, lo que nos
permite dimensionar la infraestructura de la zona. Capacidades agregadas de crushing,
almacenamiento, recibo y despacho de mercadería en este informe.
 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 13
La región del Gran Rosario destaca como el polo industrial-exportador de cereales y productos de los complejos
oleaginosos más importante de nuestro país, y uno de los más importantes del mundo. En el año 2020, tan solo de los
puertos de la zona se exportó un total bruto de 70 millones de toneladas (Mt) de granos, harinas y aceites. Durante ese
año, desde las terminales portuarias ubicadas en el Up-River, se embarcaron el 70% de los granos, el 96% de los aceites
vegetales y el 96% de las harinas que exportó el país, por un valor aproximado de US$ 20.000 millones, lo que equivale al
37% de las exportaciones de Argentina en todo el año.  
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 14
Históricamente, Rosario ha sido el epicentro de la ubicación de los puertos graneleros, consecuencia de su privilegiada
ubicación geográ�ca. Por un lado, la cercanía con una de las regiones más productivas para el cultivo de cereales y
oleaginosas del mundo, y por el otro, los bene�cios topográ�cos que presenta la vera barrancosa del Rio Paraná por estas
latitudes para la carga a granel de las embarcaciones. Sobre estas características naturales propias, una serie de
inversiones en dragado, logística, recursos humanos e infraestructura productiva que se dieron desde la década del ’90
terminaron de potenciar a la región del Gran Rosario como un polo industrial-exportador clave en el comercio mundial
de productos agrícolas y derivados. 
Desde el Departamento de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, llevamos adelante
una encuesta a las empresas que operan en el área. A continuación, daremos cuenta de las capacidades agregadas de las
terminales portuarias y fábricas de la zona para el recibo de granos, el almacenamiento de los mismos, el procesamiento
y el embarque de productos de los complejos agroindustriales.
I) CAPACIDAD DE RECIBO DE MERCADERÍA POR CAMIÓN, TREN Y BARCAZA
DATO: Las terminales portuarias del Gran Rosario cuentan con una capacidad de recibo de 539.100 toneladas de
mercadería diaria por camión, 129.000 t vía barcaza y 112.700 t a través del sistema ferroviario.
El gran a�uente de granos que desde las zonas productoras nacionales llega al Gran Rosario, genera la necesidad de
contar por parte de los integrantes de la cadena agrícola con un aceitado sistema logístico de transporte que garantice el
orden en las actividades y que aporte soluciones a la necesidad de las dos partes: la del productor de poder enviar a
puerto o a plantas cuando necesite, y la de los compradores de recibir esa mercadería en tiempo y forma.
Las terminales portuarias y plantas del Gran Rosario cuentan con tres vías principales para recibir los granos que
industrializarán y/o embarcarán hacia nuestros destinos de exportación: las instalaciones para recibo y descarga de
camiones, los accesos ferroviarios para recibir vagones de carga, y los muelles barcaceros para el recibo de mercadería
por vía �uvial. En un buen año de cosecha, pueden llegar al Gran Rosario por distintos modos de transporte más de 70
millones de toneladas de granos y derivados. Según los datos al 2020, aproximadamente el 86,5% de la mercadería habría
ingresado por camión, el 12,5% a través del sistema ferroviario, 1% a través de barcazas.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 15
Actualmente, las terminales cuentan con capacidad para recibir alrededor de 18.970 camiones diarios, lo que representa
un total aproximado de 570 mil toneladas por día que pueden ingresar a través de la vía más usada en el comercio de
granos en nuestro país.
A su vez, 14 terminales cuentan con acceso ferroviario para recibir mercadería a través de este medio. En total, se estima
que se podrían recibir unas 112.000 toneladas diarias por tren, suponiendo la operatividad en las plantas al máximo de su
capacidad.
Por último, varios de los puertos del Gran Rosario cuentan con infraestructura para recibir barcazas con mercadería, que
suele provenir desde Bolivia, Paraguay y Brasil, así como también desde los puertos argentinos localizados sobre el Río
Paraná y Paraguay. Actualmente, 13 terminales portuarias cuentan con muelles barcaceros, con una capacidad teórica de
recibo y descarga de convoyes de barcazas por un total de 129.000 toneladas diarias.
En total, entonces, tenemos que las terminales portuarias del Gran Rosario pueden recibir por los distintos medios de
transporte mencionados un total de 780.800 toneladas diarias de mercadería, o, suponiendo un ciclo operativo de 330
días al año, de 257 millones de toneladas de productos.
II) CAPACIDAD DE ALMACENAJE DE GRANOS, ACEITES Y SUBPRODUCTOS
DATO: Las terminales del Gran Rosario concentran el 73% de la capacidad de almacenamiento de sólidos de todos lospuertos graneleros del país
las terminales portuarias del Gran Rosario cuentan –en conjunto- con una capacidad de almacenaje de granos (en silos o
estructuras �jas) de aproximadamente 6.606.000 toneladas. La capacidad de almacenaje en subproductos (harinas y
pellets) ascendería a 2.374.000 toneladas y la de aceites vegetales a 994.100 toneladas. 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 16
Según releva el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el total de la capacidad de capacidad de almacenamiento
de solidos en el Gran Rosario representaría el 73% de la capacidad total de almacenamiento de puertos cerealeros en el
país (12.060.670 toneladas).
III) CAPACIDAD DE PROCESAMIENTO DE OLEAGINOSAS EN PLANTAS Y PLANTAS-PUERTO
DATO: En el Gran Rosario existen 20 fábricas procesadoras de oleaginosas, que poseen una capacidad instalada de
165.800 toneladas diarias. Esto representa el 80% de la capacidad de crushing total del país
En la zona de in�uencia del Gran Rosario se encuentran localizadas 20 fábricas procesadoras de soja y girasol, 12 de las
cuales cuentan con instalaciones portuarias. Es necesario aclarar que contamos para este cálculo fábricas de zonas
aledañas como Chabás y San Jerónimo Sud que, si bien no se encuentran dentro del aglomerado, se entienden dentro
de su zona de in�uencia.
De acuerdo a nuestro relevamiento y tomando en cuenta otros informes como el que provee la Corredora-Broker J.J.
Hinrichsen S.A., en Argentina el total de capacidad teórica de procesamiento diaria de oleaginosas es de
aproximadamente 204.000 toneladas diarias, de las cuales casi el 80% se encuentra en la zona de in�uencia del Gran
Rosario, donde se cuenta con plantas capaces de industrializar 165.800 toneladas por día. Esto nos da una capacidad de
procesamiento anual de aproximadamente 54,7 Mt en el total de la zona. 
La escala productiva varía ampliamente entre las fábricas de la zona, con la de menor capacidad pudiendo procesar unas
300 toneladas de oleaginosas por día, con la mayor fábrica ostentando una capacidad de molienda cercana las 33.000
toneladas diarias.
El 85% de la capacidad de molienda e industrialización de esta área se encuentra en plantas con puerto anexo sobre el
Río Paraná, y solo el 15% se encuentra en plantas exclusivamente procesadoras, lo que da cuenta del per�l fuertemente
exportador de esta actividad fabril. 
IV) CAPACIDAD DE CARGA EN BUQUES
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 17
DATO: Las terminales del Gran Rosario cuentan con instalaciones capaces de embarcar 50.350 toneladas de grano por
hora, 28.450 toneladas de subproductos, 14.250 toneladas de aceite y 5.800 toneladas de biodiesel.
Según nuestro relevamiento, se calcula que las terminales del Gran Rosario tienen capacidad para embarcar 50.350
toneladas de grano por hora, 28.450 toneladas de subproductos, 14.250 toneladas de aceite y 5.800 toneladas de
biodiesel.
Suponiendo un régimen de trabajo de 10 horas diarias de estas terminales, en un ciclo operativo de 330 días al año,
podemos estimar que desde los puertos de la región podrían embarcarse 166 Mt de granos, 94 Mt de subproductos, 47 Mt
de aceite y 19 Mt de biodiesel.
Dos aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de analizar las características de las terminales portuarias son la
eslora máxima permitida y el calado, lo que de�nirá que clases de buque pueden ingresar al área y cuanto pueden ser
cargados. En el cinturón portuario del Gran Rosario, la mínima eslora máxima permitida es de 230 metros, en tanto a la
mayor eslora máxima permitida es de con 297 metros. En cuanto al calado usual de las terminales, la de mayor
profundidad cuenta con 14,6 Mt (48 pies) de calado.
Si tomamos en cuenta los datos de producción para la campaña 2020/21, podemos estimar que desde las terminales del
Gran Rosario podrían embarcarse 1,3 veces la producción nacional de granos, 2,6 veces la producción de subproductos,
5,4 la producción de aceites, y 10 veces la producción de biodiesel.
En los informativos subsiguiente se publicarán informes profundizando sobre cada uno de los aspectos mencionados en
este artículo.
 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 18
 Economía
Virtudes y desafíos de la industria aceitera
argentina
Bruno Ferrari - Emilce Terré
En el siguiente artículo se presenta un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
(FODA) de la industria aceitera argentina con miras en los desafíos que se tienen de cara al futuro
para el sector agroindustrial.
 
Al analizar el sector agroindustrial argentino, uno de los pilares de la producción, agregación de valor y exportación es la
pujante industria aceitera que ha logrado consolidarse en nuestro país desde �nales del siglo pasado hasta la actualidad.
Al analizar los productos procesados por el cluster agroindustrial destaca en sobremanera el grano de soja con una
participación aproximada del 92% del total seguido por el girasol con un guarismo mucho menor del 6%. Mientras que el
maní, algodón, canola y lino representan en su conjunto menos del 1% del total.
A continuación, se presenta una aproximación a un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA)
de la industria aceitera argentina. En base a lo comentado en el párrafo precedente, la centralidad se encuentra en el
cultivo soja debido a la mayor participación relativa que presenta en el procesamiento total de la industria, aunque sin
descartar la importancia de cada uno del resto de los productos que se destinan a la industrialización.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 19
Fortalezas
1.    Capacidad de procesamiento
Tal como se observa en el siguiente cuadro, Argentina cuenta con una gran capacidad de procesamiento de oleaginosas
con 67,5 millones de toneladas anuales según datos de J.J. Hinrichsen y estimaciones propias para el año 2020. En
comparación con otros países de la región, Argentina no cuenta con una gran cantidad de fábricas tal como registra Brasil,
pero destaca su escala productiva ya que su capacidad de procesamiento medio por planta (5.387 t) es mucho mayor al
resto de los países de la región. 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 20
De esta forma, tal escala productiva sumado a otros factores como la cercanía de la producción a las fábricas con salida a
la vía �uvial-marítima brindan una gran e�ciencia a la cadena de valor y competitividad internacional a las harinas y
aceites vegetales argentinos.
2.    Saldo exportable de aceites y harinas
Al analizar la oferta exportable de los principales países productores de derivados oleaginosos que compiten con la
producción argentina, nuestro país se caracteriza fundamentalmente por su bajo ratio de consumo local en comparación
a la producción total de subproductos. En el caso de harina de soja la utilización interna es de solo el 10,6%, mientras que
en aceite de soja el 26,4%. En el caso de los subproductos de girasol (harina y aceite), la utilización es mayor y cercana al
50%, respectivamente.
A pesar de que Argentina no es el mayor productor de soja, el bajo consumo interno le permite ostentar un gran saldo
exportable que convierte a nuestro país en el principal proveedor global de dichos subproductos. En el caso del girasol,
un mercado mucho más pequeño dominado por Rusia y Ucrania, nuestro país se ubica en los primeros puestos también
debido al saldo exportable que presenta en aceite, como así también en harina.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 21
3.    Cercanía de la producción al cluster agroindustrial del Gran Rosario
Respecto a la ubicación geográ�ca del conjunto de fábricas industrializadoras de oleaginosas, la mayor parte de la
capacidad instalada se encuentra a la vera del Río Paraná en la región del Gran Rosario. 
Tal como se puede observar en el siguiente cuadro, el 80% de la capacidad instalada de la molienda de oleaginosas se
encuentra en Santa Fe y casi en su totalidad en las localidades aledañasa Rosario. Bajo esta estructura fabril, un elemento
de gran relevancia es la cercanía de la producción a tal zona industrial con foco en la exportación. Aproximadamente el
78% de la producción de soja de Argentina, el principal cultivo industrializado localmente, se encuentra dentro de un
radio de 300 km de las fábricas portuarias que circundan el Gran Rosario, siendo esto y el per�l exportador de la industria
lo que ha determinado fundamentalmente la localización de la mayor parte de las plantas aceiteras en la región. De esta
forma, la gran escala productiva, la cercanía de la producción a las fábricas y al mismo tiempo a la salida exportadora,
brinda al sector una gran fortaleza y competitividad a nivel internacional.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 22
Oportunidades
1.    Proyección de precios favorables para harinas y aceites vegetales
Siguiendo las proyecciones de FAO-OECD para el período 2021-2030, el precio de las oleaginosas y productos derivados
presentaron un gran aumento en la segunda mitad de 2020, debido a que la demanda mundial aumentó más
rápidamente que la oferta. Si bien se espera una corrección a la baja para los próximos años, se proyectan mejores
perspectivas para la producción y la eliminación gradual de las restricciones logísticas al comercio relacionadas con el
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 23
COVID-19. A partir de entonces, se espera que los precios aumenten levemente en términos nominales, aunque se podría
esperar cierta baja en términos reales hacia la tendencia a largo plazo.
En cuanto a determinantes claves de las tendencias de precios de las oleaginosas, la perspectiva de un aumento del
precio real del petróleo crudo y el crecimiento económico sostenido tras la recuperación de COVID-19 deberían
respaldar el precio de las oleaginosas y subproductos de cara al año 2030, mientras que las continuas mejoras de
productividad ejercerían una presión a la baja sobre los precios reales.
2.    Tendencia al alza en el consumo global de carnes por encima del crecimiento poblacional
Uno de los usos más importantes de las harinas vegetales es la alimentación animal. En este sentido, la evolución en la
producción y el consumo de carnes es clave para pensar la demanda de dichos subproductos oleaginosos. 
Siguiendo las últimas proyecciones de FAO-OECD 2021-2030, se registran expectativas de un crecimiento importante del
consumo de carnes para la década en curso lo cual sería un factor favorable a la producción y comercio de granos y
harinas vegetales. Centrando el análisis en carne vacuna, de cerdo y aviar, se espera un aumento del 13,4% en el consumo
total. A nivel de tipo de carnes, el mayor incremento relativo se obtendría en carne aviar (17,4%), seguido por carne de
cerdo (13,1%) y luego carne vacuna (5,9%).
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 24
Entre los factores determinantes, el crecimiento de la población mundial es el principal impulsor del consumo de
proteína animal, con una proyección de aumento del 11% para la década 2021-2030. En este sentido, el incremento en el
consumo de carnes se encontraría por encima de este indicador, debido al fuerte aumento en el consumo de los países
en desarrollo vinculado al incremento de los ingresos per-cápita.
Debilidades
1.    La alta capacidad ociosa de la industria
A pesar de la gran apuesta de la industria aceitera en Argentina por incrementar su capacidad instalada
fundamentalmente entre los años 2003 y 2013, no se ha tenido como contracara un incremento en igual proporción en la
oferta de granos oleaginosos, sea doméstica como importada. Se recuerda la limitación a importar temporariamente
grano de origen no argentino para ser procesado localmente y luego exportado como aceite y/o harina, limitación que
funcionó como un incentivo al crecimiento de la industria aceitera en el país vecino de Paraguay. Se ha consolidado una
tendencia al alza en la capacidad ociosa de la industria, llegando a un pico del 43% para la estimación del año 2020. Tal
situación se presenta como una debilidad, al deber ponderar los altos costos �jos en un menor volumen de producción
por la imposibilidad de las fábricas locales de disponer de una mayor cantidad de granos con objeto de ser
industrializados, sea a través de la oferta de producción argentina o de países fronterizos, también productores de soja,
mayoritariamente.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 25
En el caso especí�co del cultivo soja, en el siguiente grá�co se puede observar una caída importante en el ratio de crush
(procesamiento) vs oferta total del grano factible para industrializar por campaña. En el ciclo 2021/22 se proyecta una ratio
para tal indicador del 59,4%; es decir, el guarismo más bajo desde el ciclo comercial 1990/91.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 26
2.    Altos derechos de exportación en aceites y harinas
En cuanto a los límites a la exportación, se encuentran los derechos de exportación (DEX) que retraen valor agregado a
los participantes de la cadena productiva. Las oleaginosas y subproductos más relevantes productivamente presentan
alícuotas superiores a cero. El caso del complejo soja, es el que más afectado se encuentra con DEX que oscilan entre el
29% y el 33% dependiendo el producto. En el siguiente grá�co se puede observar la evolución histórica de dichos
impuestos a la exportación para los principales productos exportados del complejo soja.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 27
Por otro lado, en el caso del complejo girasol, los derechos de exportación actuales se ubican entre el 4,5% y el 7%
dependiendo del producto exportado al igual que en el complejo maní. Es importante recalcar que algunos
subproductos de dichos complejos pueden tener un alícuota de 0% pero son los de menor importancia en materia de
comercio exterior. 
Otra cuestión importante a recalcar es que existe una obligación por parte de los exportadores de liquidar dichos
impuestos a la exportación al poco tiempo de realizar las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior, lo cual agrega un
costo �nanciero importante en el negocio de exportación. Sumado a ello, la base imponible es el precio FOB o�cial y no
el efectivamente concretado en la operación, lo cual puede generar implícitamente una alícuota de DEX aún mayor en
caso de que el precio FOB o�cial di�era signi�cativamente por encima del FOB de las operaciones concretadas.
3.    Estancamiento en la producción local de oleaginosas
Un elemento de gran relevancia al momento de analizar la evolución en la industrialización de oleaginosas es el
desempeño de la producción local, ya que de dicho total dependen en gran medida las posibilidades de procesamiento.
Tal como se observa en el siguiente grá�co, la soja es la principal oleaginosa producida localmente y determinante en la
tendencia productiva de los cultivos oleaginosos en su conjunto. 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 28
Entre la campaña 1996/1997 y 2006/2007 la producción de soja tuvo un aumento colosal del 310%, lo cual motivó
grandes inversiones de capital por parte de las industrias con objeto de incrementar la capacidad instalada de
procesamiento desde el año 2003 hasta 2013 aproximadamente. En sentido, se puede suponer que se proyectaba una
continuidad sostenida en el incremento productivo para alcanzar mayores niveles de molienda. No obstante, la
producción se estancó ya que, si bien hubo un pico productivo en el ciclo 2014/15, en el caso de la soja la estimación
productiva 2021/22 se ubica solo 3% por encima del ciclo 2006/07 y con un guarismo similar de crecimiento para el total
de las oleaginosas cultivadas.
Si se analizan los determinantes de la producción hay dos elementos fundamentales, el área sembrada y el rendimiento
por hectáreas que se vincula en buena medida al clima y la tecnología empleada. En el caso de la soja, se observa es un
gran crecimiento de la frontera agrícola desde1990 hasta el año 2015, con una posterior caída sostenida de la super�cie
que se estima en el ciclo 2021/22 en 16,2 M ha y arribando a un mínimo de los últimos 15 años. 
Mientras que, por el lado de los rendimientos, no se presentaron grandes avances en términos históricos que permitan
sostener los aumentos en la producción. En el período entre puntas 1990/91 vs 2021/22 se estima un aumento del rinde
promedio por hectárea nacional de solo 28 % en comparación al 100% obtenido para el caso del maíz en el mismo
período, siendo este un cultivo que compite directamente en el área a sembrar con la oleaginosa. 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 29
De esta forma, la menor intención de siembra del cultivo sumado al bajo avance en los rendimientos se convierte en una
amenaza para la industria aceitera en términos de oferta disponible para industrializar soja de cara al futuro. A tales
factores, se debe añadir los desincentivos estructurales que generan los altos derechos de exportación, los cuales quitan
rentabilidad al productor y hacen primar la siembra de otros cultivos.
4.    Cambios regulatorios en la industria de los biocombustibles
En el caso del aceite de soja, una fuente importante de consumo interno que tiene dicha producción es la elaboración de
biodiesel. Tal producción de biocombustibles es clave en la continuidad de los encadenamientos productivos y
agregación de valor de la industria aceitera. 
No obstante, recientemente ha dejado de estar en vigencia la Ley N°26.093, sancionada en el año 2006, la cual estableció
el “Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles”. Tal regulación ha
sido clave para la promoción del sector que, desde entonces ha establecido una tasa de corte entre gasoil y biodiesel
que llegó a ubicarse al 10% y que recientemente se ha reducido al 5%, con posibilidad de recortarse hasta al 3%
dependiendo de la situación de precios del aceite de soja. Tales cambios en las reglas de juego afectan el desarrollo de la
industria y el fortalecimiento de la cadena de valor que el año pasado se vio muy afectada ante la falta de actualización de
los precios de referencia para el caso de los biocombustibles para el mercado interno.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 30
En el siguiente grá�co, se puede observar que la situación de la producción en el período enero-julio de 2021 no ha
mejorado en gran medida respecto del año 2020 con un volumen obtenido de 0,98 Mt de biodiesel. En comparación al
año 2019, se observa una caída productiva del 20%. A su vez, ya se comienza a observar una mayor internacionalización de
la producción debido a la imposibilidad de colocar grandes volúmenes de biodiesel en el mercado interno, con una
participación de las exportaciones sobre la producción en el 80% y en máximos desde el año 2010.
5.    Falta de infraestructura adecuada para el transporte de granos
A nivel de infraestructura, los costos logísticos internos en Argentina tienen un peso importante para el productor, debido
a la preponderancia del camión en el movimiento de los granos frente a otros medios de transporte más e�cientes como
el tren o la vía �uvial para las distancias más largas. Si bien morigera el impacto la cercanía de buena parte de la
producción respecto a los puertos de exportación, la mercadería que se encuentra más alejada - principalmente la
proveniente del norte argentino - pierde una gran competitividad y rentabilidad sumado al impacto de los derechos de
exportación sobre el productor lo cual tiene implicancias en los incentivos a sembrar granos. 
En el siguiente grá�co se observa como el camión ostenta una participación estimada del 86,4% en el transporte de
granos hacia el Gran Rosario para el año 2020, con el ferrocarril un 12% y con una tendencia al alza respecto a años
anteriores. En este sentido, los desarrollos realizados en las líneas de Trenes Argentinos, Cargas y Logística (TACyL) han
sido importantes para aumentar el volumen transportado por dicho medio. Mientras que la vía �uvial, presenta una
participación marginal en comparación a los otros medios de transporte.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 31
6.    Tendencia histórica del contenido proteico de la soja argentina
Un problema que se viene avizorando en la industria es la caída en la proteína de soja fundamentalmente en el caso de la
harina, lo cual di�culta el cumplimiento de los estándares de comercialización internacionales situados en un 47-48% de
tenor proteico lo cual termina aumentando los costos para acondicionar la mercadería. Para mayor información se puede
visualizar el informe “La cadena de soja deja de ganar 575 millones de dólares por la baja en la proteína de soja en la
campaña 20/21” publicado en la edición N ° 2.014 del Informativo Semanal.
Se lo considera una debilidad, ya que tal tendencia en los estándares de la soja argentina le quita atractivo a los
subproductos industrializados localmente en los mercados importadores y una pérdida de competitividad respecto al
resto de los mercados oferentes en sintonía con los mayores costos de acondicionamiento y primas sobre los precios
FOB.
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/la-cadena-de-1
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 32
Amenazas
1.    Exportaciones mundiales de subproductos vegetales claves para Argentina no crecen al mismo ritmo que el
crecimiento del consumo global de dichos productos
Si se realiza un análisis histórico de la evolución del consumo en comparación a las exportaciones mundiales de
aceites/harinas de soja, girasol y maní, se observa un resultado dispar entre los productos agroindustriales más
relevantes para la industria local, tomando como año base la campaña 1990/91 según datos del USDA.
En el caso de la harina de soja se registra un crecimiento del consumo y de las exportaciones mundiales muy similar
hasta el ciclo 2008/09. A partir de aquí, se observa un gran crecimiento en el consumo, al tiempo que las exportaciones
tuvieron un incremento mucho menor. Para entender dicha dinámica, es relevante mencionar el papel que ha adquirido
China como principal importador de soja en grano con objeto de industrializar localmente para el posterior consumo
forrajero. Es decir, el país asiático actualmente es clave en el consumo mundial de harina de soja por su producción de
carnes, pero implementando una importante política de industrialización local de granos a pesar de tener una escasa
producción de soja que resta posibilidades de exportación para países con saldo exportable. 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 33
Respecto al aceite de soja, se observa un crecimiento mayor de las exportaciones en comparación al consumo hasta el
ciclo comercial 2010/11, con una posterior caída en las exportaciones y quedando por detrás del crecimiento sostenido
del consumo global hasta la actualidad.
Luego, en el caso del girasol, el consumo global ha presentado una tendencia creciente principalmente desde
comienzos de siglo, que ha dinamizado fuertemente el volumen exportado mundial con sus consecuentes posibilidades
de colocar excedentes productivos en mercados externos. Mientras que, en los subproductos de maní, la situación es
similar al caso de la soja, con una dinámica del consumo global por encima del incremento en las exportaciones. 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 34
En este sentido, no solo interesa la dinámica del consumo mundial de los principales derivados oleaginosos sino las
formas de abastecimiento. Es decir, si el conjunto de economías globales privilegia la producción local de dichos
derivados oleaginosos se generan amenazas a las posibilidades de exportación tal se observa en el caso de la soja y el
maní.
2.    Posibles efectos de largo plazo de la bajante del Río Paraná sobre la región agroindustrial del Gran Rosario
La cuestión hídrica de la HidrovíaParaná-Paraguay se ha convertido en un tema que está generando gran incertidumbre
no solo a nuestro país, sino que también a países vecinos de la región como Brasil, Paraguay y Bolivia los cuales son
usuarios habituales de dicha vía �uvial para el transporte de mercaderías. 
Respecto a los impactos que el bajo nivel del río está teniendo sobre la industria aceitera, se encuentran las di�cultades y
costos extras para traer la mercadería desde el norte argentino y de Paraguay, las menores posibilidades de carga de
granos y aceites desde la región del Gran rosario, los aumentos en las primas de riesgo sobre el precio FOB para exportar
aceites y harinas desde Argentina y diversos costos adicionales hacia dentro de la industria debido a la ralentización del
ritmo de embarques. Para más información se puede visualizar la nota “La bajante del Río Paraná representaría un costo
cercano a los US$ 315 millones en seis meses para el complejo agroindustrial exportador y los productores
agropecuarios argentinos” publicada en el Informativo Semanal N ° 2.009.
Actualmente, el nivel del Río Paraná a la altura de Rosario se ubica en 0,34 metros al día 30 de agosto de 2021, siendo un
nivel muy por debajo de los 2,47 metros respecto del cual el concesionario Hidrovía S.A. debía garantizar los 34 pies de
calado hasta la reciente �nalización de la concesión. Desde el año 2019, se vienen sopesando alturas del río muy por
debajo de lo normal y arribando a mínimos históricos. En perspectiva a futuro, se presenta la incertidumbre de si tal
situación se convertirá en un fenómeno estructural que perdurará por varios años o si se recuperaran los niveles
adecuados para un normal desenvolvimiento del mercado exterior de la industria aceitera y la exportación en general.
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/la-bajante-3
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 35
Los mayores costos logísticos asociados a la exportación con un menor caudal del río, de mantenerse en el largo plazo,
podrían retraer la frontera productiva afectando particularmente la exportación de las zonas más alejadas a los puertos,
en el norte argentino. 
3.    Tendencias productivas de bienes sustitutos que compiten con nuestros subproductos elaborados
En cuanto al mercado de aceites vegetales, se proyecta un incremento en la producción de cara al año 2030 del 16%. En
cuanto a los diferentes tipos de aceites, se estima un incremento para el aceite de palma del 17,9% y representaría el 40%
del aumento total productivo en dicho tipo de subproducto. Mientras que el aceite de soja aumentaría en términos
relativos menos que el promedio general con una tasa esperada del 14,6% y una contribución al incremento productivo
de aceites de solo el 26%. Por último, el resto de aceites aumentaría su producción hacia el año 2030 en un 15,3%, por
encima del aceite de soja. En este sentido, el mercado de aceites vegetales seguirá estando dominado por el aceite de
palma y con una leve caída en la participación global por parte del principal aceite producido en nuestro país, el aceite de
soja. 
No obstante, a pesar de que dichas perspectivas indican una leve pérdida de representatividad del subproducto
proveniente de la soja, el alcance para aumentar la producción de palma en Indonesia y Malasia dependerá cada vez más
de actividades de replantación y de necesarias mejoras en los rendimientos productivos. A su vez, las preocupaciones por
la sostenibilidad también in�uyen en la expansión de la producción de aceite de palma, ya que la demanda en los países
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 36
desarrollados favorece los aceites que no están asociados con la deforestación y los consumidores buscan certi�caciones
de sostenibilidad para el aceite vegetal.
4.    Conjunto de barreras de acceso a mercados arancelarias, paraarancelarias y especi�cidades de productos
Respecto a los factores externos no controlables que pueden afectar el desempeño de la industria o las posibilidades de
colocación de nuestros productos en el mundo, se encuentran el conjunto de barreras arancelarias o paraarancelarias. 
A nivel de los bienes producidos por la cadena de valor, el biodiesel ha atravesado diversas instancias a lo largo de los
últimos años de barreras a las exportaciones por parte de los mercados externos. Se destaca un fallo reciente en contra
de la exportación por parte del Departamento de Comercio de Estados Unidos debido a una posible situación de
dumping por subsidios de la producción local. Tal medida se torna en una coyuntura en la cual la industria de
biocombustibles ha sido muy castigada internamente con la disminución de las tasas de corte en el gasoil. Ello ha
afectado las posibilidades de venta interna y se ha convertido en una prioridad la captación de mercados para poder
colocar la producción sin tener impactos en la ociosidad de la industria local.
En cuanto a otro tipo de barreras que pueden surgir y demandar del sector productivo local una rápida adaptación, se
encuentran los requerimientos vinculados a la sustentabilidad. Actualmente, los mercados importadores debido a
diversos acuerdos internacionales entre países tienden a aumentar las especi�cidades de los productos demandados,
con consecuentes certi�caciones de diferente tipo - entre ellas las ambientales - que pueden convertirse en elementos
claves de cara al futuro para permanecer y acaparar nuevos mercados.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 37
 
 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 38
 Economía
Debido a la pandemia, la inversión del sector
agroindustrial cayó en el 2020
Julio Calzada – Federico Di Yenno
La inversión del sector agroindustria se estima en U$S 8.480 millones anuales en 2020, un 7% por
debajo del año precedente debido a la cuarentena. Comprende erogaciones en construcciones,
maquinarias y equipos de transporte.
 
Hemos procedido a estimar la inversión anual que realiza el sector agroindustrial en la economía de Argentina, la cual
alcanza un valor aproximado de U$S 8.480 millones, un 7% por debajo del año pasado (BCR, 2019).
En el Informativo semanal No 1.927 se de�nió al “Sector Agroindustrial” como al conjunto de actividades de la
agroindustria propiamente dicha como así también a la actividad primaria, que permite la obtención de las materias
primas necesarias para su procesamiento. La agricultura, la ganadería, la apicultura, la acuicultura, la pesca, la silvicultura
y la explotación forestal integran el sector primario de la economía, que comprende las actividades productivas de
obtención de materias primas destinadas al consumo o a la industria, a partir de los recursos naturales. La agroindustria es
la actividad económica que comprende la industrialización y comercialización de productos agropecuarios, forestales y
biológicos. Tiene a su cargo la fundamental tarea de transformar los productos generados en el sector primario,
agregando valor a los mismos. Por su importancia relativa, esta actividad es estratégica para el desarrollo económico y
social de la República Argentina y tiene un gran potencial de crecimiento. Agrupadamente, el conjunto de empresas que
trabajan cotidianamente en la agroindustria son pilares fundamentales para asegurar un mayor nivel de producción,
agregado de valor, exportaciones y empleo con su consiguiente impacto positivo en la distribución del ingreso y la
equidad social.
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/importancia
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 39
En otras notas del informativo semanal de�nimos a la inversión como los insumos y los gastos asociados a la siembra por
parte de los productores en una campaña determinada. Estos insumos que se adquieren y los servicios que se contratan
constituyen una inversión a nivel microeconómico, ya que estamos hablando del capital de trabajo que se ponea
disposición de la actividad productiva en un ciclo determinado.
A nivel macroeconómico, cuando hablamos de inversión/1, nos referimos al �ujo de bienes que incrementan el stock de
capital de un sector o una economía en un período determinado, generalmente un año. Según el Sistema de Cuentas
Nacionales 2008 (SNA, 2008), el stock de capital de un sector o de una economía se de�ne como el valor de todos los
activos �jos en uso, donde los activos �jos se describen como activos producidos (es decir, no incluimos la tierra donde se
produce) que se utilizan repetidamente en el proceso de producción durante más de un año. Los activos �jos incluyen no
solo edi�cios, estructuras, maquinaria y equipo, sino también "activos cultivados que producen productos repetidos como
animales para la cría, lechería, tiro, etc., o árboles perennes, cultivos y recursos vegetales/2". 
Para simpli�car el análisis, no se contabilizan en el cálculo de inversión los “activos cultivados o el crecimiento en el stock
de animales” por considerarse muy complejo al momento de estimar y comparar el stock de capital del sector agrícola de
muchos países. De esta manera, la inversión del sector comprende en este artículo principalmente erogaciones en
construcciones, maquinarias y equipos de transporte. 
Metodología:
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 40
Gran parte de la inversión que se hace en la economía argentina, año tras año, corresponde a construcciones tanto
residenciales como no residenciales. Según datos del INDEC, el 55% de la inversión del año 2020 fueron asignados a
construcciones. El resto de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) se agrupa en maquinaria, equipos y transporte. Esta
clasi�cación surge de las consideraciones que se toman en la medición de las cuentas nacionales, elaboradas por el
INDEC. Según cálculos del INDEC, en el año 2020 la inversión total alcanzó en Argentina un valor de 54.068 millones de
dólares. 
En la metodología de Valverde (2018) se aplica una participación aproximada de la inversión del sector agricultura y
pesca, al 9,5% del total de la inversión en maquinarias y equipos y un 6,8% de la inversión en construcción no residencial.
Como se considera que la agroindustria abarca sectores manufactureros, de transporte y de comercio adicionales, en
base a las participaciones de las actividades incluidas en Coremberg (2018), se aproxima la participación de la
agroindustria en la inversión de maquinarias y transporte en el orden del 20,8% y del 11,8% de la construcción total.
Aplicando estas participaciones a los datos brutos del INDEC, sumados a la inversión en otros activos, se arriba a una
inversión total del sector del orden de los 8.490 millones de dólares en el año 2020.
Este valor se trata de una aproximación puntual a la inversión realizada por el sector agroindustrial en el año 2020. Si
tomamos el método de aproximación descrito en el párrafo anterior, se puede aproximar la inversión del sector
agroindustrial para el período 2004-2020. Para una estimación más precisa se debería replicar la metodología de Valverde
(2018) utilizando y agregando los sectores desde las fuentes de información primarias que componen el sector
agroindustrial y calcularlos para todo el período determinado. Los datos de la inversión para el sector agrícola, silvicultura
y pesca se aproximan a los datos estimados por Vander Donckt y Chan (2019) a través de otras metodologías de
imputación como la estimación MCO “pooled” de modelos de regresión en países para los que se dispone de algunos
datos.
Se puede notar en la serie una caída importante en los valores calculados para el año 2018 a 2020. La reducción en la
inversión de estos años tuvo que ver con varios factores que se unieron en su momento, tales como: 
a)    la sequía más importante de los últimos 50 años, en el año 2018;
b)    el aumento en la tasa de interés doméstica en el año 2019;
c)    menores precios internacionales de los commodities, comparado con el ciclo 2011-2014;
d)    el aumento en el tipo de cambio y el incremento en los derechos de exportación en diversos sectores de la matriz
agroexportadora;
e)    para el año 2020, la cuarentena por covid-19 afectó fuertemente a muchos sectores incluidos en el complejo
agroindustrial.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 41
En el año 2020, cabe resaltar que la inversión del sector siguió disminuyendo. La caída de la inversión del sector en el año
2020 se puede corroborar con otros indicadores, como el patentamiento de comerciales pesados y camiones, la venta de
maquinaria agrícola o las importaciones de bienes de capital en general.
En la literatura reciente se encuentran dos trabajos en donde se calcula la FCBF por diferentes sectores. Uno elaborado
por Coremberg (2009) realizado en el marco del proyecto ARG ARKLEMS y el trabajo de Valverde (2018) realizado en el
marco del proyecto LA-KLEMS coordinado por CEPAL y �nanciado por el BID. En el trabajo más reciente, el que se utilizó
como base, Valverde (2018) calcula la FBCF del sector agrícola y pesca en base a diferentes datos sectoriales: los
Informes Sectoriales de Maquinaria Agrícola del INDEC, los Informe de la Industria de Maquinaria Agrícola del INDEC, el
Informe del Sector de Maquinaria Agrícola de la Provincia de Santa Fe, cuadros de oferta – utilización del INDEC,
Presupuesto de la Administración Nacional – Gastos por �nalidad, función y naturaleza económica y Cuentas Ahorro –
Inversión en base devengado del Ministerio de Hacienda. El valor de este se encuentra presentado en el grá�co adjunto
acompañado de la evolución del valor agregado del sector agrícola, todo medido en dólares estadounidenses corrientes.
Se considera que, para tener una verdadera dimensión de la inversión del sector agroindustrial en Argentina, no sólo
debemos tomar el aporte del valor agregado del sector agropecuario y pesca, sino también se debe tomar el aporte a la
producción de las etapas manufactureras que conforman el sector agroindustrial y por lo tanto, agregan valor a estos
productos primarios aguas abajo. En la metodología de Valverde (2018), sólo se ha hecho un cálculo de la FBCF para el
sector manufacturero de manera agregada. En posteriores trabajos se podría reproducir esta metodología para obtener la
inversión del sector agroindustrial, utilizando las fuentes primarias de datos para inferir el aporte del sector a la formación
bruta de capital de toda la economía.
Referencias:
BCR (2019). ¿Cuánto invierte la agroindustria en la Argentina? Informativo Semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario.
AÑO XXXVIII - N° Edición 1976 - 16 de octubre de 2020. Disponible en:
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-
semanal/cuanto-2.
Coremberg, A. (2009). Formación Bruta de Capital �jo en Argentina por tipo de activo y sector de actividad económica,
ARG KLEMS.
Valverde, J. (2018). Estimación de la formación bruta de capital �jo por sector de actividad económica de argentina, LA-
KLEMS.
Coremberg, A. (2018). Medición de la cadena de valor de la bioeconomía en argentina: hacia una cuenta satélite. Informe
Final. Secretaría de Agroindustria, Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación.
Vander Donckt, M. and Chan, P. (2019). The new FAO global database on agriculture investment and capital stock. FAO
Statistics Working Paper 19-16. Rome.
 
/1 Suponemos la variación en existencias (stocks) del sector agro igual a cero. Por esto, la inversión es igual a la formación
bruta de capital �jo.
/2 Según la SNA 2008, son activos “cultivados” (crecimiento de árboles, cultivos u otra vegetación o cría de animales,
aves, peces, etc.) que se utilizan repetida o continuamente durante períodos de más de un año para producir otros bienes
y servicios. Sin embargo, cuando los bosques y / o los animales, aves, peces, etc., son realmente propiedad de unidades
institucionales y son una fuente de bene�cio para sus propietarios, constituyen activos económicos, pero son tratadosAÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 42
como activos no producidos.
 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 43
 Economía
Evolución de la industrialización de soja en
Sudamérica
Patricia Bergero - Desiré Sigaudo
Con 140 plantas, el cono sur procesa el 30% de la oleaginosa del mundo. La región continúa
liderando las exportaciones de harina y aceite de soja, que tienen un gran peso en el comercio
exterior de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia.
 
En la campaña 2021/22 habrá cuatro países sudamericanos entre los mayores 11 industrializadores de soja en el mundo.
Así, el crush de Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia representará el 30% del procesamiento global de la oleaginosa.
A lo largo de las últimas tres décadas, Sudamérica cuadruplicó el volumen de soja industrializada, pasando de 22,2 Mt en
1990/91 a 94,4 Mt en 2020/21. Durante las primeras 20 campañas del análisis (1990/91-2009/10) el crush regional creció
a una tasa promedio anual del 6%. En igual período, la industrialización del poroto en Estados Unidos creció a una tasa
anual promedio del 2%. Con esto, EE.UU. cedió el primer puesto como mayor procesador mundial de soja a la región
sudamericana en la campaña 2001/02. China, por su parte, mostró un desempeño extraordinario expandiendo su
producción a una tasa media anual del 15% durante los ciclos 1990/91-2009/10. 
Tras dichas 20 campañas, la industria sojera sudamericana consolidó su liderazgo y, en el ciclo 2010/11, alcanzó su
máxima contribución al crush global aportando el 35% del total. A partir de allí la tendencia creciente en la participación
global de la industria regional comenzó a revertirse por dos motivos coexistentes: un menor crecimiento del crush
sudamericano y un fuerte incremento de la industrialización de soja en China. 
En las diez campañas que van desde 2010/11 a 2019/20, el procesamiento en los países sudamericanos creció a un ritmo
promedio del 2% anual y el de Estados Unidos al 3% anual, mientras que la expansión de la industria en China sostuvo una
tasa media anual del 6% en igual período. Con esto, en la campaña 2020/21 el liderazgo en materia de industrialización de
soja pasó a China, tras superar el gigante asiático el volumen de crush sudamericano. Se espera que en el ciclo venidero
2021/22, la República Popular China siga siendo el primer industrializador global, seguida por Sudamérica y Estados
Unidos.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 44
De cara a las próximas campañas, siguiendo proyecciones de OCDE-FAO, cabe esperar que los países sudamericanos
mantengan su participación actual del orden del 30% en la industrialización de soja mundial. Estados Unidos y China
aumentarán su share en detrimento de la participación de otros países en esta industria.
En cuanto a la capacidad de molienda de oleaginosas, la República Popular China es el país que mayor número de
plantas tiene; seguida por Brasil, Estados Unidos y Argentina. A nivel agregado, el cono sur suma 140 fábricas localizadas
en Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. La capacidad diaria de molienda de las plantas sudamericanas combinadas
alcanza 383.649 toneladas, menos de 100.000 tn/d por debajo de la capacidad diaria de la industria china (465.000 tn/d).
De hecho, sólo en los últimos dos años el gigante asiático ha logrado superar la capacidad diaria de molienda
sudamericana, que previamente lideraba este ránking. Argentina, en particular, tiene la mayor capacidad de molienda
diaria de soja en la región (191.239 tn/d).
Por otro lado, de entre las principales potencias industriales sojeras, la capacidad de crush promedio de las plantas
argentinas es la mayor. La escala industrial que se ha logrado en el país es una de las ventajas comparativas más fuertes
que se tiene. Incluso, Argentina posee la planta de industrialización de oleaginosas más grande del planeta, con una
capacidad de 30.000 toneladas.
La utilización de la capacidad instalada en América del Sur alcanza el 60% actualmente. Se distinguen países cuya
industria opera con menor capacidad ociosa como Brasil (15%) y países como Argentina donde la proporción de capacidad
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 45
no utilizada alcanza niveles tan altos como el 43%.
Las diferencias en la escala de la capacidad instalada en cada uno de estos países se observan claramente al estrati�car la
capacidad de procesamiento diaria de sus plantas. En Bolivia y Paraguay la mayor parte de la capacidad instalada se
encuentra en plantas capaces de procesar 1.500-2.999 tn/d y 3.000-5.999 tn/d, respectivamente. En Brasil, estos estratos
de industria también concentran la mayor parte de la capacidad (81%), aunque cuenta con una planta capaz de procesar
más de 6.000 tn/d.
Argentina se distingue por una estructura productiva de mayor escala, donde el 62% de su capacidad instalada se
encuentra en plantas que pueden procesar más de 10.000 tn/d. Más aún, el 81% de la capacidad del país reside en
unidades industriales con capacidad mayor a 6.000 tn/d.  Ello se explica fácilmente cuando se observa la ubicación de
dichas plantas, las que están geográ�camente concentradas en los puertos de salida de las exportaciones y, por lo tanto,
cimentan el per�l exportador del país en los productos derivados de la industrialización de la soja.
La región procesa casi 1 de cada 3 porotos de soja que se industrializan en el mundo. La harina y el aceite que se obtienen
pueden ser exportados como tal o consumidos por otras industrias domésticas, principalmente la industria cárnica en el
caso de la harina/pellets y la energética en el caso del aceite.
Los países sudamericanos exportan el 67% de la harina de soja que originan que en el comercio mundial representa
alrededor del 65% del valor intercambiado. En las últimas décadas esta participación ha crecido, al tiempo que se han
diversi�cado los mercados para este producto. El despegue de la industria sojera en Sudamérica responde, naturalmente,
a un fuerte estímulo de la demanda que creció notablemente impulsada por un mayor consumo de harinas en la
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 46
producción de carnes en Asia, principalmente en el sector porcino. Tal como se observa en el grá�co a continuación, en
el año 2000 los despachos de harina de soja sudamericanos se dirigían mayormente a Europa, con envíos menores a
varios puntos de Asia, África y la propia América del Sur. Para 2019, la capacidad de la industria y su producción habían
dado ya un gran salto, logrando cuadruplicar el valor de la harina exportada en el 2000. Gracias al crecimiento de la
industria, la región pudo intensi�car el comercio con Asia. De hecho, actualmente Vietnam e Indonesia son los principales
compradores de la harina proteica sudamericana.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 47
En el segmento del aceite, América del Sur exporta el 46% de lo que produce. En las últimas dos décadas, también
cuadriplicó el valor de aceite de soja puesto en el mercado global, representando el 64% del intercambio total del
producto. El principal comprador del aceite de soja sudamericano es India, el mayor demandante de aceites vegetales
del planeta.
Como es de esperar, las exportaciones de subproductos industriales de la soja como harina, pellets y aceite, así como
también las ventas externas de cadenas que insumen estos productos, como las cárnicas y la del biodiesel, constituyen
un importante sostén para las economías sudamericanas. 
Las exportaciones de harina, aceite, carnes y otros productos derivados (entre ellos, biodiesel, glicerina, etc.) en Paraguay,
representan el 25% del valor exportado en bienes. Teniendo en cuenta que el país guaraní procesa apenas el 10% de la
soja que cosecha, se detecta aquí una importante oportunidad de crecimiento de la industria. Con un mercado interno de
limitadas dimensiones (7 M hab.) y amplia disponibilidad de oleaginosa, Paraguay apunta a aumentar su crush de soja para
potenciar su industriaexportadora de carne (bovina, principalmente) que se abastece, entre otras proteínas vegetales, de
harina de soja. Actualmente, las exportaciones de carne aportan el 13% del valor exportado por Paraguay, la mayor
participación relativa de estas cadenas en los cuatro países sudamericanos analizados.
En Argentina, harina y aceite de soja aportan el 17% del valor generado por bienes en el comercio exterior, logrando la
mayor participación porcentual entre los países analizados. Debe tenerse presente que Argentina es el mayor exportador
global de ambos productos. El gran saldo exportable del país se explica por un limitado mercado interno (44 M hab.), que
resulta muy pequeño si se lo compara con el de otros grandes industriales como Brasil, EE.UU. y China. Esto reduce las
posibilidades de consumo de carne, aun cuando Argentina ostenta el consumo per cápita más alto en carne vacuna. A su
vez, la combinación de su demografía y el bajo corte obligatorio de biodiesel en gasoil, también limita el consumo
energético que se le puede dar a la oleaginosa. Asimismo, las recurrentes regulaciones que limitan constantemente las
exportaciones de carne, obstruyen el desarrollo de las industrias bovina, porcina y aviar que no logran sostener un
crecimiento de saldos exportables en el largo plazo. Actualmente, los despachos externos de carnes argentinas
representan un 4% del valor total exportado. Con esto, las ventas de subproductos directos o derivados, alcanza el 22% del
total en el caso argentino.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 48
En Bolivia, las ventas externas de los productos analizados aportan el 10% del valor de los bienes exportados, entre los
que predominan los minerales. En el caso boliviano, harina y aceite de soja componen casi la totalidad de las ventas
externas de derivados analizados, ya que la exportación de carnes se encuentra aún en una etapa incipiente en el país.
Finalmente, en Brasil, los productos asociados a la industria oleaginosa el 9% del valor de sus bienes exportados, la
menor participación relativa entre los países citados. A diferencia de Argentina, el otro país de la región comparable en
escala industrial a Brasil, el crush brasileño vuelca gran parte de su producción a su mercado interno. Siendo el 6to país
más poblado del planeta (212 M hab.), Brasil vuelca el 85% de la harina y el % del aceite de soja que produce a abastecer
las necesidades alimenticias y energéticas de sus habitantes. Además, Brasil es el 1er exportador mundial de carne bovina
y aviar, y el 3er exportador de carne porcina. Las carnes aportan así el 6% del valor de bienes despachado por este país.
Tras lo analizado puede concluirse que América del Sur es el segundo núcleo industrial de soja en el mundo detrás de
China. A diferencia del crush del gigante asiático cuya producción se destina casi exclusivamente al consumo interno, la
mayor parte de la harina y aceite de soja producida en Sudamérica es despachada a mercados externos. Con esto, la
región se posiciona como el principal proveedor de harina y aceite de soja. Brasil y Argentina poseen las industrias más
desarrolladas, aunque sus estrategias comerciales di�eren notablemente. Mientras que Argentina orienta su producción
industrial a la exportación directa, Brasil la destina mayormente a abastecer las industrias cárnicas que sirven al consumo
de su numerosa población pero que también tienen enormes saldos exportables. La iniciativa industrial cárnica en
Argentina, un bastión económico tradicional del país, aspira a incrementar su escala apoyándose en la abundante
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 49
disponibilidad de recursos nacionales, entre ellos, la harina de soja producida en el país. Las di�cultades a superar en este
camino hacia un modelo que maximice el valor agregado de las exportaciones argentinas son las limitaciones impuestas
a la exportación de carnes y los crecientes requerimientos de mayor trazabilidad en los productos por parte del
consumidor. América del Sur cuenta con vastos recursos para continuar desarrollando las actividades relacionadas con la
industria de la soja, desde la materia prima, la capacidad instalada, la infraestructura portuaria, hasta la posibilidad de
contribuir a agregar mayor valor a las exportaciones argentinas, vía el crecimiento de la producción y la exportación de
carnes. 
 
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 50
 Economía
Capacidades de la ganadería argentina y sus
encadenamientos con la agroindustria
Alberto Lugones – Terre Emilce
Repaso del desempeño del sector ganadero de Argentina como demandante de la producción
granaria nacional y comparación con grandes productores de commodities agrícolas y ganaderos.
 
Argentina participa del comercio internacional de carnes desde incluso antes la misma constitución del país. Las extensas
llanuras y la disponibilidad de bastos espacios verdes para el pastoreo del rodeo facilitaban un esqueleto capaz de
generar enormes cantidades de alimentos cárnicos para la época. El gran desarrollo del sector ganadero es uno de los
principales factores que contribuyeron a que a nuestro país se le adjudique el mote de “granero del mundo”.
Si bien, la carne no ha dejado de ser un componente de suma importancia tanto dentro del entramado productivo como
dentro del día a día de una enorme parte de la población, con el pasar del tiempo Argentina se ha transformado en un
país más agrícola que ganadero en lo que a producción se re�ere. No obstante, lejos de ser sectores excluyentes, las
sinergias que se generan entre ambos contribuyen notablemente al agregado de valor. 
Por un lado, los animales de granja son consumidores netos de granos en bruto dentro de sus dietas. Para dar cuenta de
lo anterior, basta con notar las dietas alimentarias de los diferentes tipos de ganadería. Como bien fue analizado sobre el
inicio de la campaña de maíz: “El consumo forrajero de maíz se proyecta en 12,2 Mt para el ciclo comercial 2020/21. Ello
contempla su uso para el sector aviar, bovino, lechero y porcino.” 
Por otro lado, también se propicia la obtención de productos nutricionales y de derivados que complementan las dietas
de los animales. En este segmento se puede destacar la industria de los alimentos balanceados, los cuales son
ampliamente utilizados dentro de las actividades pecuarias. En este sentido, la industria de balanceados acabó el 2020
con una producción de 6,26 millones de toneladas, resultando en un notable incremento respecto al 2019 (más del 10%),
recuperando terreno luego de la leve retracción (-0,3%) que se había tenido entre el 2019 y 2018. Asimismo, en lo que va
del 2021, se registra un aumento del 0,6% comparando los tonelajes producidos entre enero y agosto de este año con el
anterior.  
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/proyecciones-4
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 51
En lo que va del 2021, el segmento de mayor crecimiento fue el sector porcino, donde el tonelaje de balanceados
generado entre enero y agosto presentó un incremento del 5,7% respecto al mismo período del 2020. Asimismo, el
volumen de alimento balanceado destinado al sector aviar tuvo un alza de 0,5%, mientras que la producción de estos
alimentos cayó un 2% en los alimentos destinados a la ganadería bovina. Sin embargo, el segmento de mayor peso dentro
de la producción de balanceados es el correspondiente al sector avícola, para el cual, se generaron 3,57 millones de
toneladas en el 2020, mientras que para el ganado bovino se produjeron alimentos por 1,8 millones de toneladas y, por
último, se ubicó el alimento para porcinos con 487.000 toneladas, representando poco menos del 7,8% del alimento
balanceado producido en el país.
AÑO XXXIX - N° Edición 2021 - 01 de Octubre de 2021
Pág 52
La dinámica de los alimentos balanceados re�eja en parte de lo que ha sucedido en la producción pecuaria en los
últimos años, puesto que la ganadería

Continuar navegando