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FIGURA C9-16. Senos branquiales. Fístula traqueoesofágica La anomalía congénita más frecuente del esófago es la fístula traqueoesofágica. Normalmente se combina con alguna forma de atresia esofágica. En el tipo más habitual de fístula traqueoesofágica (un 90 % de los casos), la porción superior del esófago termina en una bolsa ciega y la porción inferior se comunica con la tráquea (fig. C9-17 A). En estos casos la bolsa se llena de moco, que el lactante aspira. A veces, el esófago superior se comunica con la tráquea y el esófago inferior se une al estómago (fig. C9-17 C), pero a veces no, dando lugar a una fístula traqueoesofágica con atresia esofágica (fig. C9-17 B). Las fístulas traqueoesofágicas son consecuencia de anomalías en la separación del esófago y la tráquea (Moore et al., 2016). Cáncer de esófago El síntoma inicial más frecuente del cáncer de esófago es la disfagia (dificultad para la deglución), que normalmente no se reconoce hasta que su luz se reduce en un 30 % a 50 %. La esofagoscopia es una herramienta diagnóstica habitual para la observación de estas neoplasias. En algunos pacientes, una deglución dolorosa sugiere la extensión del tumor a los tejidos periesofágicos. El aumento de tamaño de los nódulos linfáticos cervicales profundos inferiores también sugiere la presencia de un cáncer de esófago. La compresión de los nervios laríngeos recurrentes por un tumor de esófago produce ronquera. 1876 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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