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Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 86 de Houston y de New York-New Jersey. Asimismo, otros 250.000 residen en el área metropolitana de Miami y en el área metropolitana de Dallas, Texas. Esto indica que casi 50% de los inmigrantes centroamericanos residen en solo seis grandes áreas metropolitanas. Aun cuando los datos reflejan una gran concentración, las ciudades de la costa este de los Estados Unidos han adquirido una creciente importancia como destino de las personas migrantes centroamericanas. Así, además del área metropolitana de New York- New Jersey, las áreas metropolitanas que forman parte de los estados de Pensilvania, Washington, Virginia, Maryland y otros ubicados en esa zona geográfica de los Estados Unidos se han convertido en destino de las personas migrantes de los países del NCA. b) Distribución territorial de la emigración en los países de origen En cuanto a la distribución territorial de la migración según lugares de origen, también se reproduce cierta concentración en cuanto al tipo de localidad y a los municipios y departamentos desde los que se origina la emigración a los Estados Unidos. La pérdida de población que representa la emigración no es homogénea en el territorio nacional de cada país, sino que tiende a ser mayor en ámbitos rurales y menor en ámbitos urbanos, y tiende a concentrarse en algunas regiones y departamentos, lo que refleja importantes procesos de desigualdad regional e interdepartamental. Los datos indican que la tasa de emigración a los Estados Unidos tiende a ser más alta en las regiones, departamentos y localidades con menores niveles de bienestar y desarrollo socioeconómico. Considerando las diferencias rural-urbana, los datos indican que tanto en El Salvador como en Guatemala la tasa de emigración es sustancialmente mayor en los ámbitos rurales que en los urbanos. Así, los emigrantes que provienen de localidades rurales de El Salvador representan el 30% de la población rural, mientras que los que habrían emigrado desde localidades urbanas representan solo el 16% de la población que actualmente reside en ámbitos urbanos. Las cifras registradas en Guatemala son menores, pero la diferencia rural-urbana es igualmente significativa. Mientras que los emigrantes provenientes de áreas rurales representan casi el 8% de la población rural de ese país, la emigración urbana representa solo el 4,1% de la población urbana. En Honduras, en cambio, aunque prevalece una mayor tasa de emigración rural, la cifra es similar a la que se observa en áreas urbanas. En el primer caso, la tasa de emigración es de 7,5% de la población rural y se reduce ligeramente a 6,8% en áreas urbanas, es decir, la diferencia es de menos de un punto porcentual. En cuanto a la emigración según departamentos, sucede algo similar. Tanto en Guatemala como en El Salvador, las mayores tasas de emigración se registran en los departamentos con mayores niveles de pobreza. En el caso de Guatemala, los departamentos con niveles de pobreza por debajo del promedio nacional (Guatemala, Sacatepéquez, El Progreso, Zacapa, Escuintla, Santa Rosa y Retalhuleu, con menos del 45% de la población en situación de pobreza) muestran una tasa de emigración de solo 2,9%, muy por debajo del promedio nacional que bordea el 6% y también muy por debajo de la tasa de emigración que registran los departamentos con niveles medios y altos de pobreza (7,4% y 7,8%, respectivamente). Capítulo I Dinámicas binacionales y relaciones transfronterizas en la migración en los países del norte de Centroamérica (NCA) E. Migración desde los países del norte de Centroamérica a los Estados Unidos 4. Perfil sociodemográfico de las personas migrantes b) Distribución territorial de la emigración en los países de origen
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