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ACADEMO (Asunción): Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades. ISSN 2414-8938 
Julio-Diciembre 2018. Vol. 5 Nro. 2. p. 179 
 
 
ARTÍCULO DE REVISIÓN 
DOI: http://dx.doi.org/10.30545/academo.2018.jul-dic.10 
 
Relativismo cultural, etnocentrismo e interculturalidad en 
la educación y la sociedad en general 
Cultural relativism, ethnocentrism and interculturality in education and society 
in general 
Miguel Alejandro Cruz Pérez 
Universidad Nacional de Chimborazo. Riobamba, Ecuador. 
E-mail: mcruz@unach.edu.ec 
 
 Mónica Dayana Ortiz Erazo 
Ministerio de Educación. Escuela de Educación Básica Gral. Juan 
Lavalle. Riobamba, Ecuador. E-mail: mondaya13@hotmail.com 
 
Fanny Yantalema Morocho 
Ministerio de Educación. Unidad Educativa Velasco Ibarra. 
Cantón, Guamote. Ecuador. E-mail: fannyyantalema@hotmail.com 
 
Paola Cecilia Orozco Barreno 
Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal Riobamba. Ecuador. 
E-mail: pao062007@hotmail.com 
 
RESUMEN 
Frente a la existencia de una sociedad globalizada, pueden aparecer tres manifestaciones que van en 
disminución de una comunicación interpersonal conveniente entre seres humanos de distintas culturas, se trata 
del relativismo cultural, etnocentrismo y la interculturalidad, en muchas ocasiones mostradas como enfrentadas 
y paradójicas. En el presente artículo se trata de probar que el etnocentrismo y el relativismo cultural pueden 
ser efecto de una interculturalidad cultural radical. Se exponen términos de por qué ambos deben de ser 
evitados y se expone un sentido no radical de relativismo cultural e interculturalidad que impulsaría a la 
percepción adecuada de otras culturas, se involucran aspectos de moral y multiculturalidad relacionadas, por 
lo que este manuscrito tiene como objetivo analizar los referentes teóricos del relativismo cultural, 
etnocentrismo e interculturalidad como fuente y alternativa para promover una mejor educación y a la sociedad 
en general orientándolas hacia una mejor relación e interpretación cultural entre las personas de diferentes 
culturas, de tal forma manifestándose al docente de hoy en día y acudiendo a las cualidades interpersonales 
de la sociedad de la no exclusión a los demás. 
PALABRAS CLAVE: Relativismo cultural; multiculturalismo; etnocentrismo; interculturalidad; sociedad. 
 
Artículo recibido: 20 abr. 2018. 
Aceptado para publicación: 25 jun. 2018. 
Correspondencia: mcruz@unach.edu.ec 
Conflictos de Interés: Ninguna que declarar. 
Página web: http://revistacientifica.uamericana.edu.py/index.php/academo/ 
Citación Recomendada: Cruz Pérez, M. A., Ortiz Erazo, M. D., Yantalema Morocho, F., Orozco Barreno, P. C. (2018). Relativismo cultural, 
etnocentrismo e interculturalidad en la educación y la sociedad en general. ACADEMO (Asunción) 5(2):179-188. 
mailto:mcruz@unach.edu.ec
mailto:mondaya13@hotmail.com
mailto:fannyyantalema@hotmail.com
mailto:pao062007@hotmail.com
mailto:mcruz@unach.edu.ec
http://revistacientifica.uamericana.edu.py/index.php/academo/
Cruz Pérez, M. A., Ortiz Erazo, M. D., Yantalema Morocho, F., Orozco Barreno, P. C. 
ACADEMO (Asunción): Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades. ISSN 2414-8938 
Julio-Diciembre 2018. Vol. 5 Nro. 2. p. 180 
ABSTRACT 
Faced with the existence of a globalized society, three manifestations can appear that diminish a convenient 
interpersonal communication between human beings of different cultures, it is cultural relativism, ethnocentrism 
and interculturality, often shown as confronted and paradoxical. In the present article we try to prove that 
ethnocentrism and cultural relativism can be the effect of a radical cultural interculturality. Terms are exposed 
as to why both should be avoided and a non-radical sense of cultural relativism and interculturality that would 
promote adequate perception of other cultures, related aspects of morality and multiculturalism are exposed, 
so this manuscript aims to analyze the theoretical referents of cultural relativism, ethnocentrism and 
interculturality as a source and alternative to promote better education and society in general, orienting them 
towards a better relationship and cultural interpretation among people of different cultures, in such a way 
manifesting to the teacher of today and going to the interpersonal qualities of the society of non-exclusion to 
others. 
KEYWORDS: Cultural relativism; multiculturalism; ethnocentrism; interculturality; society. 
 
INTRODUCCIÓN 
El etnocentrismo se basa en una doctrina 
ideológica o estilo del cual la persona observa al 
mundo de acuerdo con el contexto de su propia 
realidad, es una definición conceptualizada por la 
antropología para referirse a la tendencia que lleva 
un ser o grupo social a deducir la realidad a partir 
de sus propios saberes culturales (Sumner, 1996). 
El etnocentrismo tiende a expresar la creencia 
de que el grupo étnico propio es el más importante, 
o que la mayoría de sus rasgos de la cultura propia 
sean predominantes o superiores a los de otros 
grupos étnicos. Dentro de esta doctrina, los seres 
juzgan a otros grupos sociales en correlación a su 
propia cultura o grupo propio, fundamentalmente 
en lo relacionado con la lengua, las tradiciones, la 
religión, las manifestaciones, sus creencias, etc. 
Las diferencias mayormente son las que 
determinan la identidad cultural. El etnocentrismo 
se manifiesta en muchas culturas que se creen 
superiores con respecto a otras, es una inclinación 
cognitiva bien detallada en la psicología social. 
Antropólogos como Boas y Malinowski proyectan 
que todas las ciencias corresponden a 
manifestarse desde el etnocentrismo propio del 
científico como individuo. 
Comprendiendo el relativismo cultural podemos 
decir que es la cualidad o punto de vista por el que 
se explica la representación del mundo, los valores, 
las prácticas o creencias de un grupo social, en 
relación a los valores de su propia cultura. Esta 
ideología protege el vigor y la riqueza de todo 
régimen cultural y rechaza cualquier estimación 
absolutista, moral o ética de los mismos. Esta se 
confronta al etnocentrismo y al universalismo 
cultural de forma positivista que asevera la 
presencia de valores, juicios morales y 
comportamientos con valor absoluto ajustables a 
toda la humanidad. 
Esto comprende que el relativismo cultural 
implica a pensar cualquier aspecto de otra cultura 
o grupo en correlación con los patrones culturales 
de ese grupo, en cambio de concebirlo desde un 
punto de vista determinado universal, o en 
correspondencia a la apreciación desde otros 
entornos culturales. Determinando esta inclinación 
de pensamiento, todas las culturas deberían tener 
igual valor, y ninguna estaría por encima de otra 
porque todos los valores serían concebidos 
relativos. 
Según Boas (1887), estableció el relativismo 
como un axioma desde su investigación 
antropológica en las primeras décadas del siglo XX, 
y fue más tarde difundido por sus alumnos. 
Expresó: “la civilización no es algo absoluto, sino 
relativo, y nuestras ideas y concepciones son 
Relativismo cultural, etnocentrismo e interculturalidad en la educación y la sociedad en general. 
 
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verdaderas sólo en lo que concierne a nuestra 
civilización”. 
Este trabajo tiene como finalidad superar esta 
división. Si la actividad principal del filósofo es 
apoyar a la mejora de la vida de los ciudadanos, 
qué mejor que oponerse a la problemática “de 
llegar a superar las tensiones de sentidos opuestos 
que hoy día residen en el núcleo de muchas 
actividades humanas” (Delors, 1996, p. 51). 
Una posible solución de una problemática 
divisora se comprende en recorrer el camino que 
nos conlleve a una conclusión de que estos polos, 
aparentemente opuestos, de cierta formase 
interrelacionan. En el convivir a diario, la alternativa 
entre relativismo cultural y etnocentrismo se 
manifiesta como una tracción entre directrices 
opuestas, pero al final, el uno termina convergiendo 
en el otro. El etnocentrismo en tiempos pasados fue 
el fruto del desconocimiento, en la actualidad bien 
podrá realizar su aparición como una consecuencia 
lógica del relativismo cultural (Francisco y Moya, 
2003). 
DESARROLLO 
En la actualidad el desarrollo de las Tecnologías 
de la Comunicación y del Transporte ha logrado 
que la sociedad se oriente hacia un escenario en la 
que la coexistencia de personas de diferentes 
culturas en un mismo lugar y el intercambio cultural 
aún desde la lejanía, sobrepasando las barreras de 
tiempo y espacio, sean una situación diaria. Es 
unos de los resultados concluyentes del fenómeno 
llamado usualmente como globalización. Este 
fenómeno manifiesta, entre otras magnitudes, que 
en la situación educativa con que nos enfrentamos 
hoy día es muy desigual de aquélla a la que nos 
encontrábamos hace algunos años atrás. Los 
docentes y otros profesionales de la educación no 
pueden persistir ajenos a esta situación, y deberán 
proveerse de los medios correctos para dar frente 
a esta problemática, asumiendo que el fin de la 
educación es proporcionar a los estudiantes del 
bagaje de conocimientos, actitudes y destrezas que 
les permitan desempeñarse en la sociedad y 
aprovechar al máximo su crecimiento como futuros 
profesionales en el entorno sociocultural que este a 
su alcance (Francisco y Moya, 2003). 
En este ámbito se manifiestan dos limitaciones 
fundamentales, que son las respuestas más 
adyacentes y asequibles a esa rigidez entre lo local 
y lo global (Delors, 1996, p. 49). Se presenta en el 
etnocentrismo y el relativismo cultural, alternativas 
que a insignificante escala se presentan como las 
puntas opuestas de una misma línea. Según 
Aristóteles (1993), al primer observar se considera 
ser que la virtud constaría en lograr un punto 
intermedio relativo entre ambas, lo que se 
interpretaría en una postura combinada de recelo e 
indiferencia en distribuciones variables, 
dependiendo el caso. 
Sin embargo Polo (1999), expresa que la 
mezcla de actitudes antiéticas nunca será la 
solución, sino que deberá de originarse a la 
superación de ambas. El pluralismo cultural en la 
fase del evolucionismo antropológico de Federico 
Engels consideraba similar en muchas ocasiones 
con la premisa de una posible confluencia de las 
variadas esferas culturales en una Civilización 
Universal. Premisa que se consideraba como 
encubriendo un monismo cultural, y aún un 
etnocentrismo de carácter europeo, que 
manifestaba en esta ideología la justificación del 
colonialismo (Bueno, 2002). 
Por lo que estos autores consideran, por todo lo 
anteriormente expuesto, que el hecho de que una 
persona corresponda a una u otra cultura no 
perjudica para nada su posición como ser social en 
la sociedad, como tampoco hace que deje de 
pertenecer a la humanidad porque se compone de 
una misma naturaleza como los demás entes, 
podrán constituirse juicios morales 
contextualizados, y se conseguirá impedir todo 
error de intercambios de conceptos. 
Interponiendo el relativismo cultural y el 
etnocentrismo, no podemos dejar a un lado el tema 
de la moral que es un pilar fundamental en esta 
concepción, si bien no es independiente de la 
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cultura, no se somete a ella. Según Lévi-Strauss 
(1995; 1987), iniciaba de una moral de valores, que 
al mismo tiempo se minoraban a simples 
manifestaciones culturales. De tal forma, el peligro 
del pirronismo moral aguarda a cada paso que 
demos. Sin embargo, la moral, o mejor dicho, la 
ética, no logran reducirse a temas de valores. “La 
ética de los valores desemboca en un callejón sin 
salida, que es la axiología, es decir, la 
fundamentación de la jerarquía en la preferencia 
estimativa que constituye al valor” (Altarejos, 1999, 
p. 114). 
Además, esta ideología se estima infructuosa al 
momento de dar razón de las manifestaciones 
morales en determinados contextos. Por lo que no 
se logra concebir la acción moral en un escenario 
de negatividad afectiva, únicamente una moral que 
recurra a la honradez humana, y su continuación 
puede librarnos de la confusión moral. 
Considerando al autor Scheller (1941), la moral de 
los valores tiene su comienzo como una serena 
respuesta crítica al formalismo kantiano, en 
conclusión de que lo moralmente sea bueno o 
malo, son nexos sensatos existentes entre los fines 
pertenecientes. 
Sin embargo estos autores consideran que si 
bien es verdad que la honradez humana no habita 
en la naturaleza humana en tema de naturaleza, 
sino en cuanto humana, cuando se expone a la 
persona humana propia. Por lo que se determina 
una diferencia entre la persona y su naturaleza, 
esta diferencia no significa alejamiento, es remover 
los fines y bienes de la moral porque no tiene como 
finalidad la corrección de la naturaleza humana, o 
que el ser pueda mejorarse sin que lo realice su 
naturaleza humana. 
Después de mencionar las dos perspectivas que 
existen (relativismo cultural y etnocentrismo), la 
interculturalidad es el pensamiento más apropiado 
de establecer en la educación de hoy en día, y en 
la sociedad en general, ya que se basa en 
concientizar a todos que las disimilitudes fomentan 
las relaciones sociales y no todo lo opuesto. Sin 
embargo, el etnocentrismo no es el pensamiento 
que se debe introducir en la escuela, ya que se 
manifestaría la ambición dominante de una cultura 
sobre otra, lo cual no es correcto, ya que todos 
tenemos las mismas posibilidades como seres 
humanos que somos. 
El relativismo cultural es un transcurso que 
coexiste en la permutación de mentalidad del 
etnocentrismo de la persona a la interculturalidad, 
esto ocurre a que este panorama acepta en la gran 
mayoría de las situaciones a la diversidad pero en 
otras no porque se tiene vigente las diferencias que 
dividen a unas culturas de otras. Por lo tanto, la 
interculturalidad es el punto de vista más adecuado 
a tomar en cuenta ya que todo ser es igual pero a 
la vez distintos, individualmente de la sociedad o en 
la cultura en la que se conviva. La mejor forma de 
llevar la diversidad es desde el respeto y esta 
circunstancia lo hace, al instruirse a observar eso 
que nos une y no lo que nos separa. 
En la actualidad se habla mucho el tema de 
interculturalidad y de cómo se pudiese fomentar 
esta concepción para que todos creen una 
sociedad comprensiva y respetuosa. Pero la pura 
realidad es que este pensamiento es muy difícil de 
infundir ya que coexisten muchas culturas 
paradójicas, que es muy poco posible de que 
suceda, van a poder inculcar en sus creencias y 
valores, por esta razón es complejo impulsar la 
multiculturalidad. 
Por otra parte, los docentes, deben infundir los 
valores de respeto y de convivencia a los 
estudiantes, siendo idóneos de lograr un entorno en 
el aula de igualdad y familiaridad, que los 
estudiantes sean capaces de apreciar las 
disimilitudes entre ellos pero no por eso se debe 
apartar o repudiar a los demás, sino que deben de 
formarse con el objetivo de realizar las actividades 
juntos y a aprender unos de otros. 
La gran mayoría de estudiantes tienden a ser 
etnocéntricos, piensan que su cultura es la 
adecuada y las otras no valen, lo que se debe 
realizar es enseñarles a valorar, conocer, 
considerar y ver lo positivo y bueno dentro de la 
Relativismo cultural, etnocentrismo e interculturalidad en la educación y la sociedad en general. 
 
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misma cultura y no confrontarla con la suya propia. 
Sin embargo, la cultura se desorienta en muchas 
ocasiones con la religión y en realidad no es lo 
mismo, como también es verdad que no hay 
ninguna cultura sin religión. 
Ciertamente el etnocentrismo, "en el entorno 
académico puede ser observado como el problema 
de pensar sobre las disimilitudes; sin embargo en 
el entorno afectivo, con sentimientos de asombro, 
temor, discordia, entre otros" (Guimaraes, 1984, p. 
7). El etnocentrismo involucra en muchas 
ocasiones una aprehensión de los demás bastante 
violenta; también involucra en la mayor parte de las 
ocasiones que nos hacemos de los demás un perfil 
retorcido y manipulado. Como indica Pureza 
(2002), “El etnocentrismo es la incapacidad de 
mirar el mundo a través de los ojos de los demás”. 
Por lo que estos autores consideran, que en la 
situación actual, en gran mayoría, se encuentra 
expuesto en la sociedad el relativismo cultural, 
aunque consten puntos determinados 
etnocéntricos, para llegar a la interculturalidad, la 
primera meta que se debería realizar es auto-
conocernos (saber nuestras propias luces y 
sombras) para lograr conocer y entender las luces 
y sombras de los otros, iniciando la tolerancia de 
tener empatía y poder vincularse con los demás, es 
decir, es bajar de nuestra montaña o cultura y subir 
hacia la montaña o cultura de los demás para de tal 
forma entender y comprender sus bases. 
En la sociedad en general se generan muchas 
manifestaciones negativas, y uno de los 
inconvenientes fundamentales que existe es la 
vigencia del debido proceso que involucra un 
derecho de reclamación en algunos casos 
determinados de exclusión, si este derecho de 
reclamación no está asegurado rotundamente, si 
no está explicitado con toda claridad en la 
legislación, se estaría dando cabida a la violación 
de una garantía en la sociedad para que todos se 
sientan incluidos. Todo ciudadano sea hombre, 
mujer, niño o niña, anciano, tiene siempre el 
derecho de reclamar a una autoridad competente 
para que juzgue algo que considere que en la 
instancia menor no fue resuelto a su plenitud legal 
(Ayala, 2002). 
En contraposición con la percepción del 
etnocentrismo como constante cultural en la 
educación actual, el antropólogo Geertz (2000, 
p.56) manifiesta que la diversidad cultural se está 
desvaneciendo de tal forma que: "vivimos cada vez 
más en medio de un enorme collage [...] el mundo 
está empezando a parecerse más en cada uno de 
sus puntos locales a un bazar kuwaití que a un club 
de gentleman inglés". De tal manera también 
Todorov (1991, p.95) revela que: "una humanidad 
que ha descubierto la comunicación universal va a 
ser más homogénea que una humanidad que no 
sabía de ella; esto no quiere decir que se 
suprimirán todas las diferencias. Suponerlo así 
implica que las sociedades sean simplemente el 
fruto de la ignorancia mutua". 
De tal forma a lo anteriormente mencionado la 
convivencia multicultural y competencias 
interculturales son dos espacios diferentes. En esta 
vía, Malgesini y Giménez (2000) manifiestan la 
diferencia entre la multiculturalidad e 
interculturalidad, para lo cual señalan, 
mencionando a Moreno (1991, p.15), que la 
multiculturalidad “cubre una realidad característica 
de ciertas sociedades en las que coexisten grupos 
nacionales o étnicos diferenciados en un mismo 
territorio”, sin embargo la interculturalidad "significa 
interacción, intercambio, apertura y solidaridad 
efectiva: reconocimiento de los valores, de los 
modos de vida, de las representaciones simbólicas, 
bien dentro de los registros de una misma cultura o 
bien entre culturas distintas". 
Sin embargo Froufe (1994, p.164) discrepa con 
los autores antes mencionados, él define la 
multiculturalidad como: "la concurrencia de dos o 
más etnias y su coexistencia en la misma sociedad 
y en un mismo territorio", y la interculturalidad la 
manifiesta como la exploración del "intercambio, la 
reciprocidad, la interacción, la relación mutua y la 
solidaridad entre diferentes modos de entender la 
vida, los valores, la historia, las conductas sociales, 
etc., en condiciones de influencia paritaria". En esta 
 Cruz Pérez, M. A., Ortiz Erazo, M. D., Yantalema Morocho, F., Orozco Barreno, P. C. 
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misma vía de concepción existen autores como 
Guichot (2002), Dietz (2003) o Calvo (2002). 
De tal manera analizando lo anteriormente 
expuesto, estos autores concluyen que el estudio 
empírico de la correlación existente entre el 
etnocentrismo y los procesos de interculturalidad y 
las manifestaciones de las sociedades 
multiculturales introducidas en el relativismo 
cultural en la sociedad en general y la educación 
son objetivos de constante estudio 
fundamentalmente relevantes, sobre todo teniendo 
en cuenta un futuro próximo, tanto en procesos de 
probables crisis sociales como de eludir conflictos. 
La cultura de otros pueblos permite concebir e 
interpretar muchas cualidades culturales que 
pueden repercutir negativamente posiblemente a 
primera vista, de tal manera la interculturalidad se 
transforma en un diálogo que logra el 
entendimiento y la convivencia armónica al excluir 
al etnocentrismo, el prejuicio y la discriminación. 
En esta vía de percepción, Altarejos y García 
(2003) mantienen que el etnocentrismo y el 
relativismo cultural son dos posturas que van en 
disminución de la comunicación interpersonal entre 
seres de distintas culturas. En muchas 
manifestaciones, la correlación entre etnocentrismo 
y relativismo cultural surge en muchos autores con 
relaciones a diferentes esferas, como la enfermería 
Tarrés (2001); la política Cocarico (2005), Pla 
(2005), Carmona (2009); y en la educación 
Sánchez (2006), Quintero (2003), Iglesias (1998) y 
Moore (1995). 
Mirando desde un sentido sociológico, esta 
investigación se centra en los rasgos más 
característicos de la perspectiva del etnocentrismo 
cultural desde la óptica sociológica. Atendiendo al 
autor Giner (1998, p.277), expone que "el 
etnocentrismo es una actitud que considera el 
mundo y a los otros desde el prisma de la propia 
etnia y cultura. [...] Al constituirse en categoría 
comparativa, el etnocentrismo ordena la realidad 
social de forma jerárquica y establece criterios de 
superioridad e inferioridad respecto a los estilos de 
vida propios y de los demás". (Alaminos, López y 
Santacreu, 2010). Por lo que podemos determinar 
que el etnocentrismo radica en una visión del 
mundo, en la que nuestro propio círculo de 
personas es comprendido como el centro de todo, 
y los demás grupos sociales son mirados de una 
forma corriente mediante nuestros valores, 
nuestros paradigmas y nuestra propia 
interpretación de la vida. Este concepto se basa 
tanto en una disposición jerárquica de las culturas 
y formas de vida. 
Estos autores resumiendo lo anteriormente 
expuesto pueden asumir que la suposición de 
cambio sociocultural desde la interculturalidad que 
amenorarían la gravedad del etnocentrismo en las 
colectividades se contrapone la suposición inversa 
de una probable atenuación del etnocentrismo, 
activando probables aspectos xenofóbicos. 
Tomando el tema del relativismo cultural en la 
educación y en la sociedad en general, se puede 
interpretar, que este se crea para enfrentarse al 
etnocentrismo y mantiene que cualquier 
manifestación cultural es fuente de riqueza 
comprendida en su entorno. Con el etnocentrismo, 
solo se consigue comprender una cultura si estas 
dentro de ella, ya que se tiene que comprender las 
tradiciones dentro de su único entorno cultural. No 
hay un solo sentido o forma de ver y comprenderel 
mundo, sino que todas son igual de apropiadas y 
valiosas. Este modo de respeto consideró la 
solidificación de la tolerancia y promovió otras 
visiones de observar el mundo diferente a las suyas 
propias. 
Sin embargo, emerge la situación de que el 
respeto a otras culturas puede dar paso a 
conductas poco éticas. Podemos ejemplificar 
algunos casos como el machismo o la pena de 
muerte como es la lapidación. Aun formando parte 
de algunas culturas durante décadas, no se debe 
aprobar. Estas situaciones se pueden corregir con 
el pluralismo, ya que el mismo aprueba y concibe 
las culturas siempre restringiéndolas con las 
legislaciones actuales. 
Relativismo cultural, etnocentrismo e interculturalidad en la educación y la sociedad en general. 
 
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Mediante esta inclinación del relativismo, se 
contempla que las demás culturas del mundo son 
igual de apropiadas y valiosas, por lo que se estima 
que no debe modificarse lo que es tradicional. 
Estos autores concluyen que se debe mantener 
que cualquier costumbre o hábito de pertenecer a 
otra cultura debe ser respetable por los demás, 
teniendo en cuenta que siempre se consideren los 
derechos humanos. 
El relativismo comprendido en el modelo del 
respeto a la diversidad mantiene su atractivo para 
analizar las relaciones interculturales en la 
sociedad actual globalizada, la dialéctica que se 
desglosaba de los aportes de la antropología 
cultural en este contexto permitiendo la represión al 
etnocentrismo y al evolucionismo social, han 
creado actitudes de acción, en el sentido de la 
renuncia tolerante hacia quienes se apartan de las 
propias cosmovisiones, o bien como argumentos 
que mantienen las solicitudes de reconocimiento. 
En estas situaciones, el respeto a la variedad es un 
indicador fundamental, de tal forma ha sido 
empleado, para aumentar la regulación de los 
derechos humanos en el ámbito social, 
concientizando el debate público a la admisión de 
nuevas diversidades (Batallán y Campanini, 2008). 
La consecuencia pedagógica que la etnografía 
trataba causar en una audiencia tácticamente 
juzgada como etnocéntrica o en tanto escéptica a 
la vida y tradiciones de otras sociedades, está 
contemporánea manifestada en las primeras obras 
de los creadores del relativismo. Equitativamente, 
Malinowski (1986, p.42) determina la distinguida 
introducción al estudio del Kula, concentrando la 
doble intención de la sociedad etnográfica como 
base de conocimiento científico y como crítica 
cultural a la propia sociedad. 
Sin embargo, se debería formular premisas 
centrales del relativismo referentes a las 
consecuencias imborrables de la socialización 
como elemento de transmisión de la representación 
cultural de cada grupo y a la limitación entre 
culturas. Pero la dilatación de la manifestación 
generaba una paradójica lógica, dado que 
aceptaba la aprobación de posturas inadmisibles, 
como la validez del racismo, o el alegato del propio 
etnocentrismo que se intenta cuestionar. En el 
ámbito antropológico, distintas críticas ponderaron 
el relativismo llegando a deslegitimar la pretensión 
de exponer un criterio global de comportamiento 
hacia el respeto a la diversidad por parte de 
quienes mantenían con sus trabajos la relatividad 
de los valores a lo largo del mundo (Altan, 1973). 
Es en la evidente inquietud del sistema 
educacional actual por traducir a la práctica 
pedagógica las concepciones y criterios 
instructivos rectores, donde es viable resaltar 
algunos puntos críticos en correspondencia al tema 
que nos ocupa. La encadenación didáctica-
pedagógica se comienza con la señalada 
intencionalidad política sostenida en bases teóricas 
actualizadas de las ciencias sociales y de la 
psicología educacional hasta alcanzar los niveles 
de concisión correspondientes a los diferentes 
períodos y horizontes de la enseñanza. En esta 
encadenación, la definición de cultura se constituye 
en una primera fase para el análisis de la situación 
polémica de la personalidad y la discrepancia que 
están comprendidas en el respeto a la diversidad 
en la escuela. 
La clase central de cultura que ha sido 
importada del modelo funcionalista que le da una 
relación explicativa, al tiempo que la piensa en una 
entidad localizada. Para esta conocida teoría, las 
personas se deben endoculturizar o socializar 
mediante la obtención del lenguaje y la 
identificación de patrones típicos de 
comportamiento, las que en su transcripción 
sostienen el vigor de la cultura. Este razonamiento 
circular aplica a la permutación social a causas 
internas como la invención, o bien causas externas 
como la consecuencia de la propagación cultural, 
precaviendo el rol de los seres cuya acción estaría 
considerada en la misma entidad. 
En la sociedad actual en la que vivimos, 
predominan muchas culturas pero no todas se 
aprueban unas a otras, por tal forma, estas 
preocupaciones se transfieren a los demás y se 
 Cruz Pérez, M. A., Ortiz Erazo, M. D., Yantalema Morocho, F., Orozco Barreno, P. C. 
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hace más complicado la interculturalidad dentro del 
aula o la sociedad en general. Se han visto 
situaciones en que los estudiantes dentro del 
ambiente escolar no encuentran discrepancias 
físicas entre ellos como su forma de vestir, color, 
grupo étnico, etc., pero cuando los padres de 
familia se dan cuenta de con quien su hijo se 
relaciona empiezan a surgir las expresiones 
negativas y empiezan a excluirse por la cultura de 
las que provienen. Esto manifiesta un ambiente 
negativo en el aula, concurriendo a una complicada 
enseñanza-aprendizaje para todos y así 
desempeñando una mala coexistencia colegial. 
Consideramos a tener en cuenta que en el aula 
con variedad de culturas y sin desamparar que el 
contexto familiar o la misma sociedad intervenga en 
el rendimiento escolar, se puede lograr tener un 
aprendizaje más eficiente y la enseñanza de sus 
distintas procedencias puede hacer que el 
ambiente de la clase sea más armónica, ya que 
adquieren conocimientos unos de otros y aprenden 
distintos modos de vida. Sin embargo es cierto que 
no se debe alejar a la familia completamente de la 
evolución del estudiante en la enseñanza- 
aprendizaje, ya que la familia es el referente 
principal y se debe incluir. 
A parte de lo antes mencionado, la 
interculturalidad en el aula depende del desempeño 
del docente usando adecuadamente los recursos, 
metodología y la agrupación, tiene que trabajar 
partiendo de las competencias ciudadanas y 
sociales, y manifestaciones culturales. Se tiene que 
reunir principios en los que se señalen cualidades 
para beneficiar la interculturalidad mediante los 
contenidos de clase. Esta concepción también 
depende de los mismos estudiantes, en todo lo que 
manifiesta al número de culturas distintas dentro 
del aula, a la edad de los estudiantes, a sus 
perspectivas y a la productividad académica de 
cada uno de ellos. 
La interculturalidad es una definición muy 
complicada que cuando se termine de hablar de 
este proceso será cuando en realidad se logre la 
convivencia cultural, cuando no se observen las 
discrepancias es cuando se consiga convivir en una 
sociedad intercultural, lo cual es un proceso largo 
pero que se debe poner en práctica en el día a día 
en el aula para lograr una mejor sociedad y un 
mejor futuro donde todas las culturas sean 
reconocidas y respetadas. 
CONCLUSIÓN 
Para concluir, hay que corregir la ideología que 
percibe la sociedad en su naturaleza humana, 
guiarles hacia un mejor futuro basado en la 
armonía, la amistad, llegando a una 
interculturalidad sostenible,toca ir removiendo las 
competencias en el aula y en la sociedad actual, 
determinando con claridad los distintos casos que 
se presenten, de tal forma en que pueda 
posibilitarse la aplicación de la justicia equitativa 
para todos, por supuesto, para ello, se debe 
aceptar el principio de la homogeneidad 
desarrollando actitudes de valores, ética, 
compromiso con la sociedad. 
En primer lugar, se debería pensar en la 
necesidad de que todo gran conjunto de 
experiencia que contienen las demás culturas es 
tan importante como las propias y siempre se 
puede aprender de los otros. Como también 
implicar la compatibilidad de las tradiciones de los 
demás grupos étnicos y rescatar valores que hoy 
en día se van perdiendo, como la misma medicina 
ancestral, porque se tiene que inculcar justamente 
la posibilidad que funcione el derecho equitativo y 
consuetudinario. 
En segundo lugar, el etnocentrismo, es la 
apreciación de la propia cultura y estilo de vida 
como seres supremos a las otras culturas 
provenientes, que procede como una de las 
procedencias exógenas explicativas en relación a 
las opiniones sobre la autodefensa del estilo de 
vida y la restricción de la llegada de un nuevo 
individuo al grupo social. De la misma forma consta 
una relación empírica cierta entre la defensa del 
estilo de vida y la opinión sobre restringir y verificar 
la llegada del individuo. En base a esto se podría 
determinar que la estructura etnocéntrica persiste 
Relativismo cultural, etnocentrismo e interculturalidad en la educación y la sociedad en general. 
 
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Julio-Diciembre 2018. Vol. 5 Nro. 2. p. 187 
activa en muchas sociedades estimadas, y 
únicamente la llegada de un nuevo individuo a la 
sociedad o al aula de clase relevante en ámbito a 
su visibilidad social activa se refleja en su gran 
parte las actitudes xenófobas, sumisas con la 
estructura elemental de principio etnocéntrico, es 
decir al órgano actitudinal de principio etnocéntrico 
se relaciona la opinión general sobre la apreciación 
de la exclusión como problema principal. 
Para finalizar, estos autores concluyen que 
están a favor y en contra. A favor porque se valoren 
y respeten las otras culturas, y en contra porque 
hay que trazar algunas condiciones a las 
costumbres, como son las legislaciones actuales 
para el respeto bilateral entre sociedades y culturas 
diferentes, porque cada una aporta una valiosa 
forma de entender y comprender el mundo, para 
entender a los demás se debe involucrar y conocer 
sus formas de vida y concebir su estilo de 
emprender la vida. 
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